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Si Ud. es una mujer embarazada de término y por cualquier circunstancia se le debe realizar
una operación cesárea o cualquier otro procedimiento que ayude al feliz nacimiento de su
bebé, es importante que sepa que los objetivos prioritarios de todo el equipo médico que la
atenderá durante la intervención son el preservar su seguridad y bienestar al igual que la de su
hijo.
Si Ud. lo desea y su obstetra así lo indica, existe la posibilidad de que el médico Anestesiólogo
pueda aliviarle el dolor durante su trabajo de parto empleando a tal fin un tipo de anestesia
regional (la anestesia peridural con catéter, también conocida con “epidural”, son términos
equivalente) administrándole pequeñas dosis de anestésicos locales para aliviarle el dolor que
el trabajo de parto pueda generar.
Durante el trabajo de parto se producen contracciones dolorosas, que pueden llegar incluso a
ser insoportables, las cuales pueden transformar la experiencia en desagradable para la
mayoría de las madres, así como producir consecuencias adversas en el feto derivadas de la
respuesta del organismo de la madre al dolor.
Existen varios métodos para aliviar este dolor. Los integrantes del equipo asistencial pueden
elegir cualquiera de estos métodos de acuerdo a la situación clínica.
Esta técnica de control del dolor del trabajo de parto no afecta a la madre ni al feto si no
ocurre una disminución significativa de la presión arterial, lo cual, al igual que los parámetros
vitales del bebe, se monitoriza periódicamente y se presenta con poca frecuencia, pudiendo
ser controlado rápidamente.
Estudios científicos muestran que los recién nacidos de madres que recibieron analgesia
peridural durante el trabajo de parto presentan menores valores en los marcadores de
sufrimiento fetal con respecto a los que recibieron analgesia intravenosa, así como no
muestran diferencias en los parámetros de vitalidad fetal como el test de Apgar (puntajes del 1
al 10 que se le da al recién nacido de acuerdo a su vitalidad al minuto y a los cinco minutos de
vida).
El fallo de la técnica, sin alivio del dolor o con analgesia insuficiente o parcial, puede
considerarse también una complicación y es poco frecuente ocurriendo en el 2 a 5% de los
casos.
Otras complicaciones que pueden ocurrir son: nivel analgésico muy alto, un bloqueo
neuromuscular excesivo que impida la correcta movilización de los miembros inferiores o
disminuya la capacidad de pujar, retención urinaria postparto, dolor de espalda y dolor de
cabeza postparto. Todas estas complicaciones en general ceden espontáneamente, se
controlan con analgésicos comunes o no requieren tratamiento alguno y solo
excepcionalmente pueden derivar en complicaciones importantes que requieran cirugía,
maniobras invasivas, determinen secuelas permanentes o pongan en riesgo la vida.
Es preferible que discuta esta posibilidad con su médico Ginecólogo en el último trimestre de
su embarazo a fin de que conjuntamente con el Anestesiólogo se planifique con antelación la
aplicación del procedimiento antes mencionado.
Las contraindicaciones de ésta técnica son: las alteraciones de la coagulación, las infecciones
de la piel de la espalda en la zona donde se coloca el catéter y el aumento de la presión
intracraneana por enfermedades del sistema nervioso central. No debe realizarse en pacientes
incapaces de comprender la técnica que impidan su colaboración o que tengan dudas acerca
de la aceptación del procedimiento.
Esta técnica solo debe ser realizada por Anestesiólogos calificados y entrenados en la técnica,
por lo que no debe ser realizada por técnicos sin los conocimientos, el entrenamiento y la
experiencia adecuados.
Dr William Baptista
Anestesiólogo