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La ciencia es mi vida

¿Cómo se aplican los conceptos verdad y ciencia a mi vida? Bueno me gustaría escribir un
comentario pensando no sólo en el presente sino un poco más a futuro; de como interactuarán los
algoritmos a lo largo de nuestra vida, lo importante y relevantes que se han vuelto desde el hoy, ya
que en éste momento se encuentran alimentado miles de servidores en todo el mundo a través de
millones de dispositivos listos para hacerse cargo de todo aspecto de tu vida bajo el nombre de
inteligencia artificial.

Empecemos por lo primero, ¿Qué es un algoritmo? Si buscamos en la red nos encontramos con esta
precisa definición: “un conjunto prescrito de instrucciones o reglas bien definidas, ordenadas y
finitas que permiten llevar a cabo una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas a
quien deba hacer dicha actividad” ¿Te suena de algo esta definición? Comparte muchas
características con la definición de verdad, ciencia y el lenguaje.

Ahora bien, que mejor que un cálculo matemático para entregarle hasta el más íntimo detalle de tu
vida, siempre al pendiente de cada movimiento que haces, siempre aprendiendo, siempre curioso,
hasta el punto de llegar a conocerte mejor que tú mismo. Así te guste o no, la ciencia es parte de tu
vida a través de los algoritmos con la única alternativa de tomar todo lo que no está conectado a
internet y vivir una vida de ermitaño en las montañas.

Mucha gente desconoce que tiene un clon digital en la nube. Un “ser” que no sólo sabe que páginas
visitas. si no todos tus hábitos, costumbres y gustos; estos van desde tu restaurant favorito hasta
tus hábitos sexuales. Todo gracias a un pequeño dispositivo que llevas a todas partes. Y a pesar que
tu celular es el principal medio por el cual los algoritmos se alimentan, no es el único.

¿Cómo se logra esto? Todo comienza desde que compras un dispositivo electrónico con acceso a
internet, esto incluye; computadoras, televisiones y celulares como los más comunes. Sin embargo,
estos últimos años quizá abras escuchado el concepto de “Internet of Things”, abreviado IoT
(internet de las cosas) el cual tiene por objetivo conectar los objetos de uso cotidiano, desde las
luces del alumbrado público, pasando por los medios de trasporte hasta la cafetera que tienes en
tu cocina, cuyo objetivo siempre será la recopilación de la información para hacernos la vida más
fácil.

Una vez adquirido cualquiera de los dispositivos antes mencionados viene la parte más importante
y de la cual mucha gente desconoce, teme o aprueba gustoso: Los términos y condiciones;
básicamente es el documento en el cual la empresa a la que le compraste el producto te dice
explícitamente el uso que le dará a la información que recopile, y a quien realmente le pertenece
toda la información que compartes… Y no, tú no eres el dueño.

Si eres de las personas que se quejan porque creen que Facebook o Google los espía al momento
en que te aparece publicidad curiosamente de lo que hablaste con tu tía por whatsapp por la
mañana, déjame decirte que no, no te espían, tu les diste acceso total al todo el uso que ellos
quieran darle a esa conversación con tu tía al momento de utilizar su servicio. Y no, poner en tu
muro “Yo me amparo ante Facebook para que no haga uso de mis fotos… etc., copia y pega en tu
muro, etc.” no anula los términos y condiciones que ya aceptaste.
Ahora que ya estás consciente (o no) del uso de tu información, comienza la creación de tu
“algoritmo” éste será único en el mundo. Ya que irá aprendiendo del uso que le des a los dispositivos
que se encuentran conectados a internet y de los que haces uso cotidiano o excepcional. Podemos
empezar a imaginar este “ser” partiendo de nuestro perfil en Facebook.

Facebook es un gran punto de encuentro, siendo la red social más popular con alrededor de 2167
millones de usuarios activos miles de empresas han optado por enlazar sus servicios a dicho portal.
Si alguna vez quisiste comprar un boleto de avión o iniciar sesión en netflix, pudiste ver la opción
“Inicia sesión con Facebook” o “regístrate con Facebook” podrás entender mejor como a pesar de
ser empresas totalmente diferentes tienen un enlace en común, tú algoritmo. Dicho esto podemos
dejar de lado el pensamiento que sólo Facebook tiene tus fotos, sólo YouTube tiene tus videos, sólo
Google tiene tu correo y sólo whatsapp tiene tus mensajes…

Si decides que no necesitas Facebook en tu vida y borras tu perfil, no te preocupes siempre habrá
alternativas para enlazar tu algoritmo ya sea a través de tu ip (que es como tu domicilio pero en
internet), geolocalización o a través de terceros cerca de ti. Por ejemplo, en mi lugar de trabajo hay
personas con las que nunca eh hablado en mi vida, sin embargo esto no detuvo a Facebook en
sugerir que quizá los conocía, a través de su función “sugerencia de amistad”, simplemente el
algoritmo de Facebook lo dedujo por el hecho de frecuentar un mismo lugar en horarios similares y
con saber que nos hemos cruzado por los pasillos un par de veces mediante la geolocalización, todo
esto sin tener un solo amigo en común.

Ahora que tienes una idea de cómo funcionan los algoritmos, podremos llevarlo más allá. Al
pensamiento del Internet de las cosas, y estar consciente de la cantidad de información que día a
día hacemos crecer nuestro algoritmo.

Imagina que te acabas de comprar el último smartwatch o una smartband, esos bonitos dispositivos
cargados de sensores (geolocalización, ritmo cardiaco, de luz y hasta electrocardiograma, etc) y
estás por comenzar un nuevo día mirando al techo de tu habitación mientras en un servidor a miles
de kilómetros de tu ubicación ya se almacenó dentro de una base de datos cuánto tiempo dormiste
exactamente, que tan bien descansaste, si te paraste al baño o si tuviste una pesadilla, ¿qué me
dices de un curioso aceleramiento de tu ritmo cardiaco? O si tienes un “algoritmo” muy cerca de ti
el cual tuvo un aceleramiento de su ritmo cardiaco al mismo tiempo y en el mismo lugar, ¿qué crees
que deduzca el algoritmo?, sin duda tus hábitos sexuales también van con el paquete de
información.

Una vez despierto te encaminas a tomar tu delicioso café mañanero, sigues en la cama, ¿te debes
levantar? Para nada, tu cafetera se conecta a internet y mediante una app puedes empezar a
preparar el café, ahora tú café favorito forma parte de tu algoritmo junto con la hora en la que lo
tomas. Continuas con tu mañana por fin levantado, caminas hacia el baño mientras tu smartwatch
tráquea el camino hacía el baño, la velocidad va incluida, para tu algoritmo el más mínimo detalle
es importante. Efectivamente, el cuerpo humano debe tener una intensidad y ritmo cardiaco
especial para cada función del cuerpo, por lo cual ahora tus necesidades fisiológicas se encuentran
en tu algoritmo, ¿eres de los que pone música mientras se ducha? Eso le gusta a tu algoritmo.

Es hora del desayuno, como estas a dieta suena conveniente usar una app para llevar un registro de
tu comida, por suerte para ti ya no es necesario buscar el tu comida para saber cuántas calorías
tiene, cuentas con una app con inteligencia artificial, sólo tienes que tomar una foto a tu platillo y
automáticamente sabrás cuantas calorías debes quemar, tampoco será necesario recordar todo
esto, su smartwatch se encarga de eso junto con tu celular.

Estos últimos años la inteligencia artificial ha cobrado mucha popularidad

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