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Siete días en Cantabria

Granada-Cartes
Somos un matrimonio con un niño de 9 años y este verano hemos decidido pasar una semana
visitando Cantabria.
Salimos de Granada el pasado 2 de Septiembre dirección a Cartes (pueblecito muy cerca de
Torrelavega, Cantabria) sobre las 7 de la mañana, tras hacer varias paradas en el camino para
descansar un poco y tomar algún cafelito, llegamos a Cartes sobre las 3 de la tarde,y viendo que
era buena hora para comer, nos decidimos, siguiendo indicaciones de algunos foreros, por
comer en el Mesón El Puente y he de decir que la comida espectacular, un cocido montañes que
en teoria era para uno y del que pudimos comer un plato cada uno, como segundo yo pedí
costillas asadas que tambien estaban buenisimas. Mi mujer pidió ensalada de primero y un
escalope relleno de jamón serrano y queso. De postre tomamos tarta de la abuela y profiteroles,
todo por 24€ con botella de vino y gaseosa incluidas. Toda la comida es casera y las camareras
muy amables.
Despues de comer nos dirigimos al alojamiento que teniamos reservado:La Villa de Piedra,
apartamentos rurales dentro de un edificio del siglo XIX restaurado. Nos dieron un apartamento
en la última planta del edificio y aunque no hay ascensor no supuso ningun inconveniente.
El apartamento tenia una única estancia con el techo abuhardillado en donde habia una cama
de 150 cm, salon comedor con un sofa cama grande, cocina.
Los dueños fueron super amables y ademas de informarnos sobre las cosas más destacadas para
ver en la zona, se ofrecieron a imprimirnos las entradas para El Soplao. También pusieron a
nuestra disposición bicicletas por si queríamos hacer alguna ruta.
Juliobriga, Fontibre, Argúeso, Barcena Mayor, Bosque de sequoyas
El segundo día tocaba madrugar para poder ver el máximo de cosas posibles.
Decidimos hacer una ruta que empezaba por Julióbriga y tras atravesar el parque natural del
Saja-Besaya acabaríamos en Cabezón de la Sal, concretamente en el bosque de secuoyas.
Salimos de Cartes en dirección sur por la A-67 y tras media hora de camino llegamos a nuestra
primera parada: Retortillo donde pudimos ver Julióbriga, Ciudad Romana y Museo Domus, se
trata de una estupenda reproducción de una Domus romana, la guia hace una gran explicación
de ella, muy entretenida y amena, despues sales y puedes visitar los restos arqueológicos de
una ciudad romana.Los exteriores se visitan por libre y de forma gratuita, el interior del domus
cuesta 3€ y como he dicho es una visita guiada.
Junto a las ruinas nos encontramos la iglesia de Santa María de Retortillo, Iglesia Románica
construida sobre ruinas romanas, concretamente sobre lo que fué el Foro de la Ciudad Romana
de Juliobriga. Normalmente esta iglesia está cerrada pero tuvimos la suerte de que estaba
abierta y un vecino del pueblo se ofreció a enseñarnosla y explicarla, fue genial. Al finalizar dimos
un donativo para la restauración del retablo.
El entorno es impresionante, desde las ruinas de Juliobriga hasta las vistas del Ebro.

Desde alli tomamos rumbo a Villacantid, donde se encuentra la Iglesia Santa María la Mayor de
Suso, en cuyo interior esta el Centro de Interpretación del Románico, no es caro pero esperaba
más para ser un centro de interpretación del gobierno de Cantabria, 1,5€ por persona.
Nuestra siguiente parada fué en Fontibre, el nacimiento del rio Ebro, muchos árboles, sombra y
algunas mesas para el que quiera parar a comer.
Como los restaurantes de la zona estaban a rebosar de gente y nuestra siguiente parada era el
castillo de Argüeso decidimos ir a comer al Mesón El Castillo. Nos dejamos aconsejar por el
dueño y pedimos medias raciones para poder probar más variedad. Al traernos la bebida nos
pusieron un puding de pescado como tapa, , la comida riquísima y el trato genial
Una vez que reposamos la comida, aunque solo un poco ya que no había mucho tiempo que
perder, subimos al castillo, muy bien rehabilitado pero escasa la ambientación y decorado, y
poca información. 2€ por persona.
Desde aquí partimos dirección Bárcena Mayor, pero tengo que destacar que la carretera por la
que fuimos la CA-280 es espectacular en lo que a paisaje se refiere, la carretera rodeada de
vegetación, múltiples cascadas y miradores al valle, también es fácil encontrarse con vacas
pastando cerca de la carretera. Una vez en Bárcena Mayor, aparcamos en un gran parking
habilitado a la entrada del pueblo y dimos un corto paseo por un camino habilitado hasta llegar
al pueblo. El pueblo es muy bonito con todas sus casa de piedra y muy bien conservadas, quizá
excesivamente turístico, pero merece la pena pasar a verlo.
Volvimos al aparcamiento y de nuevo en el coche pusimos rumbo a Ruente para ver La Fuentona,
nacimiento de un riachuelo en un entorno muy cuidado y accesible. Se ve brotar el agua
cristalina de la roca. Hay un sendero para relajarse.
Tras el paseo nos fuimos hasta el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal, paisaje digno de ver.
Camino muy sencillo y corto para ir con niños y disfrutar de arboles tan altos y grandes.
Desde aquí y ya empezando a oscurecer nos volvimos al apartamento rural de Cartes que ya
habíamos aprovechado bien el día.
Parque de la Naturaleza de Cabarceno
Hoy nos toca disfrutar de los animales de Cabarceno, amanece lloviendo y lo que en principio
puede parecer un problema acaba siendo bueno pues al no hacer calor los animales no se
ocultan en los arboles para protegerse del sol, al llegar al parque pagamos en unas taquillas que
parecen las de los peajes de las autopistas, 30€ por adulto y 17€ niño, puede parecer caro, pero
al final del día has disfrutado tanto que te parece un precio razonable. Como toda la visita se
hace con el vehículo particular, puedes llevarte tu comida y comer en los numerosos sitios
habilitados.
El parque es amplio y es una buena opción para pasar el día viendo animales en semi libertad.
Al ser los espacios muy amplios puede que los animales queden lejos o escondidos pero vale la
pena.
Los planos y las indicaciones muy liosas y la circulación un poco caotica.
Había dos espectáculos el de los leones marinos que no lo realizaron por "problemas técnicos"
y el de las rapaces que esta muy bien pero un poco largo y repetitivo, al finalizar la exhibición y
por tres euros permiten que se te suba un águila al guante (que te dejan) y puedas fotografiarte.
Con el precio de la entrada nos pudimos subir en el telecabina para ver el parque desde las
alturas. Es muy recomendable y te haces una composición del lugar.
Estuvimos desde las 10 de la mañana aproximadamente hasta casi las 8 de la tarde y no se nos
hizo nada pesado, al contrario, nos fuimos porque era la hora de cierre.
Sto. Toribio, Potes, Fuente De
De nuevo tocaba levantarse pronto, después del desayuno vuelta a la carretera, esta vez
dirección oeste hacia los Picos de Europa.
La primera parada la hicimos en Lebeña, pero antes de llegar disfrutamos del desfiladero de la
Hermida, su paisaje y para mi que me gusta conducir por carreteras de montaña me encantó
conducir por esta carretera.
Cuando llegamos a Lebeña, visitamos la iglesia de Santa María, iglesia prerrománica pequeñita
pero con mucho encanto, la torre-campanario está separada de la iglesia y es muy posterior. La
entrada cuesta 1,5€ y merece la pena, La guía hace la explicación muy amena, explica los detalles
como si fuera un cuento y además cuenta muchas anécdotas que hacen que además de
aprender pases un rato muy entretenido.
A continuación nos fuimos hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liebana, lugar de
peregrinación tan importante como Santiago de Compostela. En el interior de la iglesia guardan
el mayor trozo del Lignum Crucis que se conserva en el mundo. Al ser año jubilar abrieron la
Puerta del Perdón para que entráramos a la iglesia y tras la misa hubo una procesión por el
claustro y pudimos besar la reliquia de la Cruz de Cristo.
Una vez alimentado el espíritu fuimos a hacer lo propio con el cuerpo y nos detuvimos a degustar
un cocido lebaniego en el Mesón Los Llanos, no puedo comparar con otros cocidos lebaniegos,
pero puede asegurar que el de este mesón está riquísimo. Comida casera, bien hecha, con un
buen servicio y a un precio razonable.
Después del almuerzo nos fuimos hasta Fuente De donde nos recreamos con la imponente
orografía de los Picos de Europa, no nos subimos en el teleferico por que su precio 17€ por
persona nos pareció excesivo, así que después de dar un agradable paseo por la zona decidimos
pasar el resto de la tarde visitando Potes, una maravilla de pueblo con mucha historia y cultura,
imprescindible visitar su torre y sus calles, dar un paseo por la senda del rio. Hay muchos bares
y una zona comercial en la que comprar todo tipo de productos típicos y algún suvenir.
Cueva El Soplao, S. Vicente, Comillas
Hoy nos toca hacer la primera parada en la cueva El Soplao, como teníamos las entradas sacadas
por la web, no hicimos cola, solo tuvimos que presentar la tarjeta con la que las había comprado
en la ventanilla que tienen habilitada a tal fin. Como hacen turnos por hora, cuando nos llego
nuestro turno pasamos por una galería que simula una mina y fuimos a coger el trenecito que
te lleva hasta el interior de la cueva.
El precio 12,70€ adulto y 10.70€ niño. La visita de la cueva es guiada, posee formaciones
espectaculares.
Cuando terminamos la visita nos dirigimos hacia San Vicente de la Barquera, allí visitamos la
Iglesia de Santa María de los Ángeles 1.5€ adulto, iglesia gótica que fue declarada Bien de Interés
Cultural en el año 1931. En el interior el suelo es de madera. Se encuentra en lo alto de un
promontorio rocoso que domina toda la villa, lo que permite que sea visible desde lejos. Queda
junto al Castillo, dentro del casco antiguo. Alrededor tiene una muralla que rodea la puebla vieja,
en la que se distingue la llamada "puerta de los peregrinos", al estar esta villa dentro del Camino
del Norte o de la Costa de las rutas jacobeas. Las vista desde el exterior son magnificas.
A poca distancia se encuentra el Castillo del Rey, al que también entramos. Es un castillo
pequeño al que se puede acceder por 2€ para ver exposición y maquetas de la evolución del
pueblo en el tiempo, y tiene vistas panorámicas muy bonitas para hacer fotos, en el tiempo que
estuvimos alli pudimos ver como iba subiendo la marea y la ria que en principio las barcas
estaban varadas, acabaron flotando en un nivel alto de agua.
Cuando llegó la hora de comer, nos sentamos en la terraza del restaurante El Barquereño y tengo
que decir que me decepcionó bastante ya que aunque la dorada y los calamares que pedimos
estaban muy buenos, la paella de marisco tenia el arroz muy pasado y seco y unas gambas a la
plancha que pusieron estaban también muy hechas y secas.
Después de mi decepción volvimos a coger el coche en dirección a Comillas donde visitamos en
primer lugar el Capricho de Gaudi. El Capricho fue realmente de un familiar del Marqués de
Comillas que le encargó el diseño a Gaudí, cuando todavía no era famoso. Lo mejor es realizarla
con guía ya que no incrementa el coste de la entrada (5€ adultos y 2.5€ niños) y se hace muy
amena.
Cuando acaba la visita guiada te dejan que sigas por libre tanto en el exterior como en el interior
y puedes hacer fotos sin tanta gente.
Una vez que salimos fuimos a ver el Palacio y el Panteón de los Sobrellano. Un palacio
impresionante. Se visita de manera guiada. La visita dura media hora y cuesta 3 euros. Por otros
3 euros se puede visitar la iglesia y panteón que está en otro edificio adyacente. Ambas visitas
son altamente recomendables. Muy bien explicadas. Por dentro se puede visitar la planta baja
y primera planta. No quedan muchos muebles originales pero se puede apreciar la obra del
primer Gaudi diseñador de muebles. Pienso que podían poner una entrada conjunta a ambos
edificios.
De nuevo vuelta al coche y nos dirigimos a la Universidad Pontificia. Muy interesante y
recomendable la visita(3,5€, cada hora en punto). Es muy bonito el edificio y se agradece mucho
que la visita sea guiada. Una pena que cuando fuimos aún no estaba abierta la iglesia. Las vistas
desde el exterior son magnificas.
Y ya vuelta a Cartes para reponer fuerzas después de un día muy bien aprovechado.
Cueva Altamira, Santillana, Santander
De nuevo hoy vuelve a amanecer lloviendo, pero estamos encantados. Hoy nuestra primera
parada es en la neocueva de Altamira. LLegamos las 9:30 para evitar hacer muchas colas y tras
sacar la entrada General: 3 € Reducida: 1,5 € nos dieron el pase para las 10:00, asi que mientras
nos tocaba entrar dimos una vuelta por la tienda de souvenirs. Cuando llegó el momento de
entrar, pasamos a una pequeña sala donde pudimos ver un audiovisual sobre la historia de la
cueva, despues accedimos a la neocueva con una guia que nos explicó el porque no se puede
visitar la cueva y los detalles que se reproducen en la "cueva" que se visita. Aunque sea una
reproduccion es muy interesante. Tras la visita guiada pudimos ver el resto del museo pero ya
por libre y sin guia.
Cuando finalizamos la visita nos acercamos hasta Santillana del Mar. Lo primero fue conseguir
aparcar el coche. Todo es zona azul con lo que visitar el pueblo y no estar pendiente de volver a
recargar el tiquet se hace tarea muy complicada. Al final encontramos una zona de aparcamiento
"privada" en la que por 2€ pudimos dejar el coche todo el tiempo que quisimos.
Santillana es un pueblo que hay que visitar si o si, todo de piedra y peatonal. A nosotros nos
pareció más bonito que todos los que hemos visitado. Pudimos ver la Colegiata de Santa Juliana,
el museo del barquillero, el Museo Diocesano Regina Coeli pero sobre todo disfrutamos
paseando por sus calles. Para comer hay multitud de restaurantes pero nosotros nos decidimos
por el Rte, La Villa. Menú por 16,5€ con varios platos a elegir y buen servicio. Buen producto y
buena presentación de los platos. Postres caseros y muy ricos.
Tras el almuerzo a seguir visitando Santillana y antes de irnos aun con el estomago lleno
teníamos que probar la leche fresca con sobao que te ofrece Casa Quevedo, muy rico.
Para acabar el día fuimos a Santander y paseamos por la península de la Magdalena donde dimos
un agradable paseo viendo el mar Cantábrico y donde hay un minizoo con pingüinos y leones
marinos. Es gratis y al niño le hizo mucha ilusión. Aunque el recinto es muy pequeño.
Y desde aquí y ya de noche vuelta a Cartes para descansar del día.
Santander
Para nuestro ultimo día en tierras cántabras decidimos pasarlo en Santander.
Como no madrugamos llegamos a Santander sobre las 11 de la mañana, lo primero que hicimos
fue hacer el paseo en barco por la bahía. Merece mucho la pena. Es una forma preciosa de
admirarla.
El barco está en muy buenas condiciones y adecuado para el trayecto que, por otro lado, tiene
una duración muy interesante.
Al finalizar el paseo entramos a la oficina de turismo y nos dijeron que había una propuesta
llamada Anillo Cultural y nos pareció muy interesante, así que sacamos el bono que incluía un
tour guiado por Santander donde nos explicaron el gran incendio que hubo en el año 1941 y que
destruyo todo el casco antiguo, también pudimos visitar el Centro de Interpretación de la
Historia de la Ciudad, situado en la torre campanario del conjunto monumental integrado por la
Catedral de la Asunción, la Iglesia del Cristo y el claustro y subiendo al campanario se puede
observar una magnifica vista de la ciudad ,después y también incluido en el bono, vimos el
Centro Arqueológico de la Muralla medieval situado bajo el suelo de la Plaza de Velarde. El
centro envuelve un tramo de la muralla foral de Santander que, desde el s. XIII, fue entrada a la
villa desde el mar. Por último visitamos un refugio antiaereo de la Guerra Civil.
Después vuelta a Cartes para preparar el viaje de vuelta a Granada.

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