Sie sind auf Seite 1von 5

12

Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con


todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
13
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y
convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso
es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia,
y que se duele del castigo. 14¿Quién sabe si volverá y se
arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda
y libación para Jehová vuestro Dios?

15
Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad
16
asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión,
juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que
maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la
novia. 17Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes
ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu
pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las

1
naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir
entre los pueblos: Dónde está su Dios?

18
Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.
19
Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os
envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y
nunca más os pondré en oprobio entre las naciones. 20Y
haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra
seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin
al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su
pudrición, porque hizo grandes cosas.

21
Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará
grandes cosas. 22Animales del campo, no temáis; porque
los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles
llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.
2
23
Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en
Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia
a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia
24
temprana y tardía como al principio. Las eras se
llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.
25
Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el
revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra
vosotros

26
Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de
Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con
vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. 27Y
conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy
Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca
jamás será avergonzado.

3
2.12,13 Dios dijo al pueblo que se volviera a Él mientras todavía había tiempo. El tiempo corría y la destrucción
pronto les vendría encima. El tiempo también corre para nosotros. Debido a que no sabemos cuándo nuestra vida
llegará a su fin, debemos volvernos al Señor ahora mientras podemos. No permita que nada le impida volverse a
Dios.

2.18 Aquí la profecía de Joel cambia dramáticamente, y pasa de profetizar castigo de Dios a anunciar
derramamiento del perdón y bendición de Dios. Esto sucedería solo si el pueblo buscaba vivir de la manera que
Dios quería que lo hiciera, renunciando a sus pecados. Donde hay arrepentimiento hay esperanza. Esta sección del
libro alimenta esa esperanza. Sin esta esperanza la profecía de Joel solo nos traería desesperación. Esta promesa de
perdón debió haber alentado al pueblo a arrepentirse.

2.20 Joel predijo la invasión del norte por parte de los ejércitos enemigos de Asiria y Babilonia, simbolizados por
las langostas.

2.21 Joel contrasta el temor al castigo de Dios (2.1) con el gozo de la intervención de Dios (2.21). El pecado
acarreará castigo en el Día del Señor, y solo el perdón de Dios brindará regocijo. A menos que usted se arrepienta,
su pecado traerá como resultado el castigo. Permita que Dios intervenga en su vida y se podrá regocijar en ese día,
ya que no tendrá nada que temer. Antes, hubo hambre, plagas y plañideras; luego, habrá fiesta, cosecha y canciones
de alabanza. Cuando Dios gobierne, la restauración es completa. Mientras tanto, debemos recordar que dios
promete prosperidad a todos sus seguidores. Cuando Dios persona, Él restaura esa relación quebrantada, pero no
nos garantiza la riqueza individual.
Dios promete suplir toda necesidad a los que ama, perdona, restaura nuestra relación con Él y cuida mediante la
comunidad de creyentes.

2.13,14 Si estamos en comunión con Dios nunca nos abandona la esperanza. Aun en las circunstancias más
extremas, como estas suscitadas por el juicio divino, podemos volver nuestro corazón al Señor y hallar auxilio y
salvación. Dios nunca se manifiesta en forma cruel o vengativa. Por el contrario, el Señor es misericordioso... y
clemente, tardo para la ira y grande en misericordia.

2.13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos: El rasgarse las vestiduras era una práctica común en
tiempos de duelo y contrición. Simbolizaba un corazón roto y un espíritu herido. Aquí Joel llama a Judá para que
experimente lo que el simbolismo evoca: corazones dolidos y la confesión de sus pecados.

4
2.15 Tocad trompeta en Sion: El primer toque de trompeta anunciaba un peligro inminente. Véase la nota a v. 1.
El segundo llamaba al pueblo a arrepentimiento y a contrición delante de Dios.

2.16 Como el pecado y el juicio habían tocado a todos, desde los ancianos hasta los niños, así también debía
suceder con el arrepentimiento; hasta el novio y la novia debían interrumpir sus esponsales.

2.17 Entre la entrada y el altar: Entre la entrada del templo y el altar del holocausto. Esto los situaría
directamente ante la puerta del lugar sagrado, donde reina la presencia de Dios. Aquí los sacerdotes, como
mediadores en representación de la nación, intercederían llorando. Tu heredad: La nación de Judá se consideraba
posesión de Dios. De rechazarla el Señor era como si rechazara su propia herencia. Si Judá resultaba destruida, ello
suscitaría el reproche de otros pueblos.

2.26, 27 Nunca jamás será mi pueblo avergonzado: Se repite en v. 27; esto responde directamente a la oración
de los sacerdotes en v. 17: «No entregues al oprobio tu heredad». Por tres razones no serían avergonzados: Dios...
hizo maravillas con vosotros; en medio de Israel estoy yo; y yo soy Jehová vuestro Dios.

Das könnte Ihnen auch gefallen