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Eje 4
Estética y Política: “Dilemas y experimentaciones en tiempos feroces”
1. Resumen
En tiempos feroces, en tiempos del Antropoceno (sin dejar de considerar las otras
variantes como Capitaloceno y/o Plantacionceno), donde desaparecieron los refugios,
¿cómo aparece representada en la narrativa argentina contemporánea las posibilidades de
constituir una comunidad, un refugio cuando entra en contacto con las pampas del
monocultivo y el agrotóxico? ¿El lenguaje, el diálogo, el pensamiento, pueden
considerarse como posibles vías para construir uno? ¿Qué otro tipo de experimentaciones
hay más allá de la enfermedad, el envenenamiento o la misma muerte en tiempos donde
el exilio no es una opción? Para reflexionar sobre estas preguntas elegimos como objeto
de análisis la novela Distancia de rescate de Samanta Schweblin (2017). Historia que nos
relata el diálogo entre Amanda y David, personajes que se intoxicaron y que están en el
hospital conversando e intentado reconstruir la historia de cómo sucedió la
contaminación.
2. Tiempos ciegos
Teniendo en cuenta las palabras del eje que nos convoca, por un lado un dilema es un
punto crítico donde se evalúan dos premisas contradictorias. Implica un punto de no
saber, y de alguna forma un momento que puede generar angustia e incertidumbre;
justamente por qué no se sabe. Estar en una situación en la qué nos vemos incapaces de
decidir, es de alguna forma, una situación limite.
Creemos que el concepto de Antropoceno, sintetiza la idea de un tiempo feroz, un
lugar donde no solo el humano, sino las demás especies no tienen donde refugiarse. Entre
la megaminería y su estética del agujero en capas, y el hueco de la capaz de ozono,
podemos imaginar a la tierra como rota. La tierra como “hogar” de lo humano ya no lo
es, y quizás nunca lo fue. El problema del antropoceno es que es antropocéntrico, pone
ahí al hombre, como el nuevo y primordial agente geológico, es prácticamente “fálico”
(Haraway et al., 2015: 29).
Entonces, ¿qué necesita el hombre para abandonar su excepcionalidad humana, acaso,
abandonar el concepto de especie? ¿Y pensar nuevas bio-logías, en tanto nuevos
paradigmas que permitan constituir otros conocimientos sobre el bíos? Sobre todo el bíos
pensado de las ciencias naturales como algo mesurable, antropocéntrico y capitalista. En
el sentido de que eso debe volverse inteligible para poder sacar algún capital de esa vida
analizada (información genética, comportamiento de las especies, vacunas, remedios,
tratamientos, etc.).
Nuestra hipótesis de trabajo es que el humano en el Antropoceno, ya no aparece como
un sujeto dotado de sentidos, sensible, o por lo menos lo hace en un proceso de pérdida
de ellos; y esto a su vez produce, que pierda sus posibilidades de ser un sujeto
cognoscente. La primer página de Distancia de rescate de alguna forma nos presenta la
mayoría de las ideas que queremos compartir:
El chico es el que habla, me dice las palabras al oído. Yo soy la que pregunta. ¿Gusanos en el
cuerpo?
Sí, en el cuerpo.
¿Gusanos de tierra?
Está oscuro y no puedo ver. Las sábanas son ásperas, se pliegan debajo de mi cuerpo. No me
Por los gusanos. Hay que ser paciente y esperar. Y mientras se espera hay que
encontrar el punto exacto en el que nacen los gusanos.
¿Por qué?
1
Los demás personajes principales son: Nina (la hija de Amanda), Carla (la mamá de David) y Omar el
papá de él.
Como dijimos anteriormente, el gran motivo de la narración es poder encontrar el
punto exacto donde nacen los gusanos, que a su vez es un punto preciso de la historia, o
sea, tiempo y espacio que se condensan representando, así, un cronotopo. Volviendo al
término de Antropoceno, este trae grandes interrogantes alrededor de la cuestión del
tiempo: ¿cuándo se da inicio este período, con las plantaciones en las colonias o con la
revolución industrial? ¿Qué implica para el humano vivir en una época geológica, de la
que sería el principal responsable y víctima desde “su superioridad2”? Y quizás, lo más
importante: ¿qué nos espera? Para Gilbert Scott: “The Anthropocene is, you know, “The
Great Dying”, which is not an epoch, it is a transition time. And so, I do not think we are
in a new epoch, I think we might be in a transition to who knows what (Haraway et al.,
2015)”.
Esa cosa a la qué no sabemos que nos dirigimos innegablemente, para Amanda no
es otra cosa que la muerte. En distintas oportunidades David, le pide que se apure, que no
se distraiga en su racconto, que vaya a lo importante, aunque no deje de prestarle atención
a los detalles. Varias veces insistirá en que el tiempo no alcanza, escasea, la muerte
acechando acelera el tiempo, y cambia el tono de la narración. Amanda está acostada en
el hospital y solo pasaron dos días desde que está allí, la historia que quiere recordar le
exige de su memoria, pero es tan cercana que todavía no la puede despegar de su cuerpo.
A ella le cuesta avanzar en la historia, cree que es por su letargo o las drogas que le
administran las enfermeras. Tanto Amanda cuando se intoxica Nina, como Carla con
David, estaban distraídas, no prestan atención, aunque tampoco lo perciben, no ven la
amenaza y cuando lo hacen, ya es demasiado tarde:
[Carla dice] Lo que sea que hubiera tomado el caballo lo había tomado también mi David, y si el
caballo se estaba muriendo no había chances para él. Lo supe con toda claridad, porque yo ya
había escuchado y visto demasiadas cosas en este pueblo: tenía pocas horas, minutos
quizá…(Sheweblin, 2017: 21).
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Según Marco Antonio Valentim: “Com efeito, se considera o discurso filosófico moderno em vista de seu
impacto imanente sobre outros povos, humanos e não-humanos, que ele desde sempre manteve excluídos
e ao mesmo tempo assujeitados à produção do sentido “em gral”, difícilmente se escapa à evidencia de que
o pensamento trasncedental consiste, sobretudo, em um dispositivo espiritual de “aniquilação ontológica”
de outrem. De orientação declaradamente contrária à onto-teo-logia, , a proposição moderna exemplar –
genuinamente transcendental- do isolamento metafísico do homem” é, de Kant a Heidegger, tacitamente
etno-eco-cida (Marco Antonio, 2014: 4).
Es esto. Éste es el momento.
No puede ser, David, de verdad no hay más que esto.
Así empieza.
Dios mío.
¿Qué hace Nina?
Es tan linda.
¿Qué hace?
Se aleja un poco.
No dejes que se aleje [...]
No dejes sola a Nina. Ya está pasando.
Carla se acerca con su bolso, sonriente.
No te distraigas.
No puedo elegir qué sigue, David, no puedo volverme hacia Nina.
Está pasando.
¿Qué cosa, David? Dios mío, ¿qué es lo que está pasando?
Los gusanos.
No, por favor.
Es algo muy malo.
Sí, el hilo se tensa, pero estoy distraída.
¿Qué tiene Nina?
No sé, David, ¡no sé! (Schweblin, 2017: 64-66).
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Según Agamben (2007) son los niños y las larvas los dos elementos que implicaban el devenir histórico.
Relacionando al primer elemento con el nacimiento y al segundo con la muerte.
Si el Antropoceno es más bien una época de transición, quizás que lo sea para
poder generar una nueva ontología de lo humano en relación a las demás especies,
agregando los elementos no vivos de la tierra, que son los otros agentes geológicos. La
época de transición debería ser un cambio de perspectiva del hombre dejando de observar
al monte, la pampa, los animales, para arrasarlo y convertirlos en un sistema productivo
como la plantación, para intentar crear otro sistema, ya sea el compost de Haraway (2016)
u otras posibilidades. En fin, se nos abren los siguientes interrogantes: ¿para sobrevivir
hay que dejas de ser capitalistas? ¿Cómo debemos construir los refugios que ya no
poseemos? Quizás, deberíamos empezar a enterrar y lamentar lo muerto, lo destruido, lo
aniquilado; llorarlos y otorgarles un ritual, puede ser un primer paso en transición de dejar
pensar lo vivo no humano y lo geológico como sacrificable.
Para cerrar este trabajo: ¿El Antropoceno es la imagen de un niño monstruoso
lleno de gusanos que nos susurra, o una mujer que mientras fallece a ciegas en un hospital
intenta recordar su última historia? Consideramos que en la primer figura, tenemos más
herramientas para seguir indagando, la niñez, la monstruosidad, el susurro, la relación
con los animales no humanos, y sobre todo la supervivencia.
Bibliografía
-Agamben, G. (2007) “El país de los juguetes” en Infancia e Historia, Buenos Aires:
Adriana Hidalgo Editora.
-Haraway, D. (2016) “Antropoceno, Capitoloceno, Platacionoceno, Chtuluceno:
generando relaciones de parentesco” en Revista Latinoamericana de Estudios Críticos
Animales Año III, Vol I. Dirección URL:
https://www.google.com/search?q=haraway+antropoceno&ie=utf-8&oe=utf-
8&client=firefox-b-ab (Consultado el 10/09/2018).
-Haraway, D; Ishikawa, N; Gilbert, Scott; Olwig, K; Tsing, and Bubandt, N. (2015)
"Anthropologists Are Talking – About The Anthropocene".