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La constitución de la sociedad crea un nuevo sujeto jurídico: la persona social, al mismo tiempo
que engendra derechos y obligaciones de los que son titulares las partes que en dicha
constitución intervienen, derechos y obligaciones cuyo conjunto forma el estado o calidad de
socio. Para que se produzca la plenitud de esos efectos precisa la observancia de ciertas formas
y requisitos, cuya omisión acarrea la irregularidad de la sociedad.
El nombre de empresa puede ser personal, porque el dueño es quien la representa con su
nombre y registro fiscal en la realización de actos y transacciones comerciales. En su origen
muchas empresas fueron personales, sin embargo, como las leyes permiten establecer
empresas mercantiles con personalidad jurídica propia, individuos como inversionistas se
asocian para la realización de negocios, proyectos, etc. Cuando las empresas se constituyen
legalmente se les conoce como sociedad mercantil, entidades morales o económicas.
Las sociedades de personas son una forma popular de organización porque ellas proporcionan
un medio conveniente y poco costoso de combinación del capital y de habilidades especiales de
dos o mas personas. La sociedad no es una entidad legal separada en sí misma sino
simplemente una asociación voluntaria de individuos.
Para que una sociedad pueda constituirse como tal, es necesario que esta tenga personalidad
jurídica, esto significa que la sociedad es una entidad de derecho, es un ser ficticio que puede
adquirir derechos y obligaciones, al igual que una persona natural, es susceptible de ser
representada y de actuar por si en la vida de los negocios.
Por ser la sociedad una persona jurídica, tiene un patrimonio propio, los bienes que aportan los
socios pasan de la propiedad de estos a la propiedad de este nuevo ser de derecho que nace
con el solo hecho de celebrarse una sociedad. Otro elemento de la personalidad jurídica de la
sociedad, la constituye la circunstancia de que ella tiene un domicilio propio, distinto del que
pudiera tener cada uno de los socios, ya que queda estipulado en la escritura social, por la
misma razón la sociedad posee un nombre propio, según sea el tipo de sociedad.
La sociedad mercantil se puede definir de la siguiente manera: “es sociedad mercantil la que
existe bajo una denominación o razón social, mediante el acuerdo de voluntades de un grupo
de personas llamadas socios, que unen sus esfuerzos y capitales para la realización de un fin
común de carácter económico con propósito de lucro”. Son dos o más personas que crean
relaciones de obligación y patrimoniales mediante un trato unitario para la consecuencia de un
fin común. Las sociedades mercantiles pueden constituirse bajo el régimen de capital fijo o de
capital variable, por lo tanto, no debe pensarse que la sociedad de capital variable es una
sociedad mas que hayamos omitido, si no que, cualquiera puede adoptar esta modalidad. La
constitución de las sociedades mercantiles deberá hacerse ante un notario público, mediante
escritura social que inscribirá en el registro público de comercio.
Las sociedades mercantiles se rigen por la ley general de sociedades mercantiles y la sociedad
cooperativa por la ley general de sociedades cooperativas, la constitución de unas y otras,
deberá constar en escritura social ante notario público. Enseguida se citan algunos de los
principales datos que deberá contener una escritura constitutiva de una sociedad mercantil:
· Los nombres, nacionalidad y domicilio de las personas físicas o morales que integran la
sociedad.
· Su duración.
· La cantidad que cada socio aporta como capital, especificando el importe en efectivo y en
especie.
· Domicilio de la sociedad
· La forma en que se repartirá las utilidades entre los socios así como las pérdidas
· Los casos en que la sociedad deberá disolverse anticipadamente y la forma en que deberá
efectuarse la liquidación.
Las Sociedades se pueden clasificar conforme a varios criterios, entre los que destacan los
siguientes:
1) Sociedades de Personas: son las sociedades en las cuales predomina el elemento personal.
Son las sociedades colectivas y en comandita simple.
- Clasificación legal:
Sociedad Colectiva.
Sociedad Anónima.
Sociedad Cooperativa.
La afirmación de Vivante según la cual cuando el legislador habla de actos de comercio usa esta
frase como si un hombre de negocios dijese operaciones o negocios comerciales, es decir, como
actividades mercantiles capaces de generar obligaciones comerciales y es básicamente correcta,
pero incompleta, porque hay actos de comercio que no son operaciones o negocios ni el
sentido mas amplio de a palabra. En forma similar se expresa Rocco, al considerar que los actos
de comercio ni son actos jurídicos ni son relaciones jurídicas, sino formas de actividad social y
relaciones sociales. Por tener en cuenta el legislador la actividad comercial y no el acto jurídico,
las operaciones identificadas como actos de comercio deben interpretarse en su unidad
comercial y no en su sentido limitado de orden jurídico. Ejemplifica Vivante así su concepto: la
frase empresas de transporte, no comprende solamente los contratos de transporte, sino
también todas las actividades accesorias; la compra mercantil incluye también aquella que se
haga sobre materia que se transforma para venderla posteriormente y todos los actos
accesorios correspondientes; las letras de cambio que como acto de comercio, incluyen el
protesto, la resaca, los negocios de descuento y redescuento. Esta interpretación de Vivante se
fundamenta, por lo demás en el principio lógico accesorium sequitur principale, cuya
importancia en esta materia fue puesta de manifiesto por Bolaffio.
Hugo Mármol Marquis coincide en la apreciación de cual ha sido la intención del legislador al
usar la denominación “acto de comercio”, afirmando que lo ha hecho con un sentido
totalmente practico: “no se refiere a actos jurídicos con significación comercial”, actos aislados,
perfectamente definidos que tengan un contenido mercantil, sino a todo un conglomerado de
operaciones, actividades y situaciones que están englobados dentro de un concepto general.
Por ejemplo, cuando considera acto de comercio “la compra con animo de reventa” (articulo 2
ordinal 1) esta atribuyendo el carácter mercantil no solo a la compra propiamente dicha, sino
también a todas las otras operaciones que hayan tenido que ver con ella: la selección de la
mercancía a comprarse, la discusión sobre el precio, lugar en donde tendrá lugar la reventa, la
búsqueda del nuevo comprador. El pago del precio. O cuando habla de acto de comercio, el
“espectáculo publico” (articulo 2 ordinal 11), no solo esta calificado de comercial la actuación
del artista ante el publico sino también la organización y promoción del evento, la venta de
entradas, el acondicionamiento del local, la contratación de servicios auxiliares de iluminación,
utilería y atención al publico y en general, de todas las actividades preparatorias del
espectáculo y de todas las que fueron precisas después, como una consecuencia del mismo.
Esta intención generalizadora es evidente en dos supuestos (ordinal 13 “todo lo concerniente a
letras de cambio y todo lo concerniente a pagares”), pero existe en la totalidad de los ordinales
y así debe entenderlo el interprete”
Sin embargo, la doctrina, en forma mayoritaria ha favorecido la tesis del carácter enunciativo o
demostrativo de la enumeración del articulo 2 del Código de Comercio, por las siguientes
razones:
<!--[if !supportLists]-->2. <!--[endif]-->En general, por analogía pueden ampliarse los preceptos
que determinan actividades de las que se derivan relaciones regidas por el Derecho Mercantil;
únicamente en algunos casos, y por virtud de la especial naturaleza de una disposición o de un
precepto, podrá negarse la extensión integra del mismo a casos análogos no previstos, como
ocurre, por ejemplo, con las presunciones (Rocco)
La doctrina considera que la enumeración es de orden publico, en el sentido de que las partes
no pueden atribuir a los actos un carácter distinto al que le asignan los preceptos legales. En
efecto, el principio de la autonomía de la voluntad no rige respecto de la determinación del
carácter comercial o civil de los actos. Fernández-Gómez Leo.
Son aquellos cuya naturaleza comercial esta implícita al acto mismo. Su comerciabilidad se
destaca atendiendo a la naturaleza intrínsecamente comercial del acto en si.
En este sentido, actos de comercio en sentido absoluto, son: la compra y la venta de un
establecimiento comercial y de las acciones o de las cuotas de una sociedad mercantil; la
creación de empresas para la realización de actividades comerciales; los actos relacionados con
los instrumentos cambiarios, salvo las excepciones legales; las operaciones de banco y las de
cambio; las operaciones de bolsa, las actividades con la navegación, etc.
c). Lo relacionado con los instrumentos cambiarios, salvo algunas excepciones legales.
Dentro de esa categoría se consideran los actos señalados en los numerales 1 y 2 del articulo 2
del Código de Comercio, es decir, la compra, permuta o arrendamiento de cosas muebles,
hechas con animo de revenderlas, permutarlas, arrendarlas o sub.-arrendarlas en la misma
forma o en otra distinta; y la reventa, permuta o arrendamiento de estas mismas cosas; y la
compra o permuta de los títulos de la deuda publica u otros títulos de crédito que circulen en el
comercio, hecha con el animo de revenderlos o permutarlos; y la reventa o permuta de los
mismos títulos.
Se atiende a la causa para luego calificar si dichos actos son o no comerciales, porque los
mismos pueden celebrarse tanto en el campo civil como en el mercantil. Solo mediante el
análisis de su respectiva causa, se podrá determinar si el acto celebrado es civil o mercantil.
Así, la comisión y el mandato son actos de comercio, cuando se celebran para ejecutar una
actividad comercial, independientemente de la condición jurídica de los sujetos que
intervengan en su formación.
El mandato es el contrato por el cual una persona se obliga gratuitamente, o mediante salario,
a ejecutar uno o más negocios por cuenta de otra que la ha encargado de ello (articulo 1684 C.
C.), o bien, es el contrato en virtud del cual una persona denominada mandatario se obliga a
realizar un negocio comercial en nombre y representación de otra, denominada mandante,
quien queda obligada dentro de los términos establecidos en el contrato celebrado por su
mandatario.
El acto subjetivo de comercio es la noción de la cual se vale nuestro sistema jurídico para
completar el proceso de delimitación de la materia mercantil, asentada principalmente en el
acto objetivo de comercio.
“Se reputan además actos de comercio, cualesquiera otros contratos y cualesquiera otras
obligaciones de los comerciantes, si no resulta lo contrario del acto mismo, o si tales contratos y
obligaciones no son de naturaleza esencialmente civil.”
La presunción tiene carácter iuris tuntún, es decir , puede ser desvirtuada por el comerciante o
por la otra parte en la relación, pero las posibilidades de destruir la presunción tienen que
circunscribirse a dos supuestos: que resulte lo contrario del acto mismo o que el contrato o la
obligación sean esencialmente civiles.
La presunción no incluye los actos objetivos enumerados en el articulo 2º del Código. La propia
redacción de la norma lo indica, al utilizar la palabra “además” después del articulo 2º, y
referirse a los “otros contratos” y a las “otras obligaciones” del comerciante, distintos
evidentemente a los indicados por el articulo 2º. Por tanto, la determinación de un acto
subjetivo de comercio esta precedida de una investigación para descartar que el acto
corresponda a la categoría delos actos objetivos.
5.2.1.- Concepto:
La palabra sociedad del latín societas (de secius) que significa reunión, comunidad, compañía,
se puede definir como la unión moral de seres inteligentes de acuerdo, estable y eficaz para
conseguir un fin conocido y querido por todos. Se dice que la sociedad es unión moral porque
requiere del acuerdo libre e inteligente de varios hombres para conseguir un fin común. El fin
puede ser de muy diversa naturaleza: mercantil política, educativa, cultural, recreativa, etc.,
pero en todo caso se exige para la existencia de la sociedad, que se de el consentimiento de
alcanzar entre todos los socios ese fin.
La palabra sociedad se utiliza en dos sentidos: como contrato y como persona jurídica. Como
contrato, la sociedad designa al acuerdo que celebran los socios, y como persona jurídica, se
de-signa la agrupación que surge de ese contrato, es decir una persona jurídica diferente de la
de los miembros que la integran.
Para la creación de una sociedad es necesario que exista la unión entre personas, las cuales
hayan decidido unirse con el fin de obte-ner mayores beneficios en cuanto a sus intereses.
Esto es lo que se conoce como "fenómeno asociativo", el cual consiste en la unión de
voluntades y de esfuerzos para la obtención de fines difíciles de alcanzar por el individuo, por lo
cuál surge la tendencia de agruparse con otras personas para realizar actividades comerciales y
alcanzar los objetivos o beneficios económicos.
Algunas sociedades de comercio pueden tener un fin único que al ser cumplido quedaría
disuelta la sociedad, otras son creadas con di-versos fines, y con una duración indeterminada.
“Las compañías o sociedades de comercio son aquellas que tienen por objeto uno o más actos
de comercio”.(Art. 200 del Código de Comercio.)
- Como todo contrato, debe reunir los elementos esenciales previstos en el Art. 1.141 del C.C.V.,
es decir, el consentimiento de las partes, objeto que pueda ser materia de contrato y causa
lícita.
¿Qué es un seguro?
Un seguro es un acuerdo que realiza una persona con una compañía aseguradora con el fin de
que en caso de que la persona particular o empresa sufra algún daño que tenga cubierto en el
contrato de seguro, pueda ser indemnizado total o parcialmente. El asegurado, a cambio de las
coberturas que le ofrece la compañía de seguros, paga una prima periódica a la aseguradora.
Debido a la gran importancia de estar asegurados, hay diversos seguros como el seguro de
automóvil, el seguro de responsabilidad civil, el seguro de perros peligrosos y el seguro de
hogar de una vivienda hipotecada, los cuales son seguros obligatorios contratarlos por Ley.
Seguros personales
Seguros de vida
Seguros de dependencia
Seguros de automóvil
Seguros de ingeniería
Seguros multirriesgo
Seguros de robo
Seguros de transportes
Seguros de incendios
Seguros de decesos
Finalmente, destacar el hecho de que cada vez más los seguros se ajustan a nuestras
necesidades, podemos contratar un seguro personalizado en el cual se encuentren sólo las
coberturas que os convienen.