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TAREA I PRÁCTICA JURÍDICA III

Oferta Real de Pago


Cuando el acreedor se niega a recibir el pago, el deudor puede obtener su liberación mediante el
procedimiento de la oferta real y subsiguiente depósito de la cosa debida. Ello es lógico si se considera
que el pago no es sólo una obligación del deudor, sino que también constituye un derecho del mismo,
pues tiene legítimo interés en quedar liberado.

La oferta de pago, mejor conocida por oferta real de pago, y el subsiguiente depósito, no son necesarias
en rigor para hacer incurrir en mora accediendo al acreedor, ni tampoco para evitar los efectos de la
mora sol vendí, pero sí son indispensables en aquellas situaciones en las cuales el deudor pretenda
liberarse.

Oferta real de pago en el transcurso de la instancia


Si en el curso de una instancia una escritura bajo firma privada es negada, se puede pedir, por
conclusiones incidentales, que la escritura se someta al procedimiento de la verificación o del
reconocimiento. La demanda incidental, es comúnmente tácita, pues cada vez que en un proceso se le
propone a la contraparte el reconocimiento o la negación de un documento bajo firma privada, estamos
frente a este procedimiento incidental. Es importante destacar que la importancia de llevar una
verificación fuera de un proceso radica en las siguientes ventajas:
1.- Si se trata de un crédito cuyo término no está vencido, se procede a la verificación y se evita que los
herederos y sucesores declaren desconocer la firma del causante.
2.- El acto reconocido tiene la misma fe que el acto auténtico, lo mismo que el verificado.

Dentro del proceso de la oferta real de pago a qué se denomina demanda en validez
En un proceso, el demandante debe probar todo lo que sea contestado por su adversario. Así, en teoría
jurídica, se distingue lo que se exige para la existencia o validez de una obligación. b) Por otra parte, en
muchos casos, no es suficiente disponer de un medio de prueba cualquiera. Estos medios son jerárquicos:
algunos de ellos son considerados subsidiarios y no pueden destruir las consecuencias de una prueba que
se tiene por superior. La ley exige, en diversas materias, un medio determinado de prueba y otros se
consideran como irrecibibles.

Condiciones de validez que debe darse en la consignación


Autoridad de cosa juzgada. Antes de la aceptación por el acreedor. El deudor puede La oposición del
acreedor al pago por cualquiera de las formas de ofrecimiento, es desestimada por resolución con
autoridad de cosa juzgada. El ofrecimiento judicial se entiende efectuado el día en que el acreedor es
válidamente emplazado. El extrajudicial se entiende efectuado el día que es puesto en conocimiento. El
acreedor no se opone al ofrecimiento judicial dentro de los cinco días siguientes de su emplazamiento; el
pago se reputa válido con efecto retroactivo a la
fecha de ofrecimiento. Cuando hay oposición, mientras no sea desestimada por resolución con desistirse
del pago ofrecido y, en su caso, retirar el depósito efectuado.

Efectos que produce la oferta real de pago seguida de una consignación


El deudor que efectivamente desee quedar liberado de la prestación que sobre él pende, haciendo uso de
la consignación judicial, debe ofrecer a su acreedor el pago o cumplimiento amistoso de ella.
Indiscutible que la oferta indicada tiene un mero carácter privado, puesto que no implica en sí
intimidación o apremio de ningún género, sino exclusiva exteriorización del deseo firme de quedar
liberado de la obligación que había contraído. Es claro que puede hacerse extrajudicialmente (aunque de
manera fehaciente para poder justificarlo en su día) y sin descartar el procedimiento de la vía judicial
mediante el oportuno acto conciliatorio o el correspondiente de jurisdicción voluntaria.
Por otra parte, téngase presente que la exigencia del ofrecimiento de pago previo únicamente la impone
la ley para «el caso en que el acreedor se niegue a admitir el pago».Acto continuo de la oferta de pago
(aunque nada se opone a verificarlo simultáneamente), pero con la debida diferenciación, «el deudor
debe anunciar previamente a las personas interesadas en el cumplimiento de la obligación su firme y
decidido propósito de verificar la consignación judicial de la cosa debida». Este anuncio previo tiene su
justificación en que, por sí, el anuncio expreso de la decisión de consignar lo debido, implica un aviso
más serio que la mera oferta de pago; y debido a ello quizá el acreedor avisado recapacite sobre las
consecuencias que puedan derivarse por el estado judicial que inminentemente va a tomar la cuestión,
con sus molestas y onerosas secuelas; sirve además para que el acreedor pueda adoptar las procedentes
previsiones, cual consultar y prepararse con el fin de hacer valer los derechos que al respecto pudieran
convenirle.
Por otro lado, y como se deduce del contexto legal, mientras el ofrecimiento de pago sólo se exige para el
deudor cuyo acreedor se negare a cobrar, el anuncio de la consignación ha de hacerse, preceptivamente,
a todas las personas que tengan interés en el cumplimiento de la obligación (codeudor o fiador, acreedor
solidario, acreedor del acreedor).

Principales menciones que debe contener la oferta real de pago


El Artículo 812 nos dice que “Toda acta de ofrecimiento de pago designará el objeto ofrecido, de modo
que no se pueda sustituir con otro; y si se hace en especies, contendrá la enumeración y la calidad de
éstas”.

El Artículo 813 expresa: “En dicha acta se mencionará la respuesta, la no admisión o la aceptación del
acreedor, y si firmado, rehusado o declarado no poder hacerlo”.

El Art. 814 En caso de que el acreedor rehusare lo ofrecido, podrá el deudor, para librarse, consignar la
suma o la cosa ofrecida, con Observancia de las formalidades prescritas por el artículo 1259 del Código
Civil.

Art. 815 La demanda que se pueda intentar en validez o en nulidad de los ofrecimientos o de la
consignación, se formulará según las reglas establecidas para las demandas principales; y si es
incidental lo será por simple escrito.

Art. 816 La sentencia que declare la validez de los ofrecimientos, ordenará en el caso de que éstos hayan
tenido lugar sin la consignación, que a falta de recibir el acreedor la suma o la cosa ofrecida éstas sean
consignadas; y pronunciará la cesación de los intereses, desde el día de la realización del depósito en la
caja pública.

Art. 817 La consignación voluntaria u ordenada, se efectuará siempre a cargo de los que hagan
oposición, si los hubiere, poniéndolo en conocimiento del acreedor.

El Artículo 1262.- Cuando el deudor hubiere obtenido por sí un fallo pasado en autoridad de cosa
juzgada, que ha declarado sus ofrecimientos y consignación buenos y válidos, no podrá ya, ni aun con el
consentimiento del acreedor, retirar la consignación en perjuicio de sus codeudores o de sus fiadores.
Concepto de Consignación
El Código Civil ha previsto el mecanismo de la consignación, regulado en los artículos 1176 a 1181 CC.
La consignación se aplica únicamente a las obligaciones de dar; e implica que, cuando el acreedor se
niega recibir la cosa debida, ésta se pone a disposición de la autoridad judicial, de
acuerdo con un procedimiento que la propia ley establece. La consignación supone la asunción de que el
deudor tiene la facultad de liberarse de la obligación, de modo que cuando diligentemente ha pretendido
cumplir con la prestación y encuentra un obstáculo para ello que no le es imputable, tenga una vía que le
permita liberarse de responsabilidad frente al acreedor. Así, cuando ha sido hecha válidamente, la
consignación libera al deudor de toda responsabilidad frente al acreedor (art. 1176.1 CC), con lo que se
demuestra que en realidad la consignación bien hecha es una modalidad más de pago. También cabe que
la consignación la haga un tercero, siempre que se realice ateniéndose a los requisitos legales (incluso
en contra de la voluntad del acreedor, arts. 1158 y 1159 CC).
La doctrina discute si cabe la consignación en caso de que la cosa sea un bien inmueble. Un sector opina
que no, puesto que los inmuebles no pueden ser consignados físicamente (la consignación se hará
depositando las cosas debidas, dice el art. 1178.1 CC). Para otro sector, no hay motivo alguno para
interpretar tan literalmente el Código Civil y oponerse a la consignación en este caso, puesto que se
puede entregar las llaves o cualquier otro elemento que controle el acceso al inmueble de manera que la
cosa se ponga a disposición del juez.

Tribunal Competente para conocer de este procedimiento


Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial correspondiente.

TAREA II
REPORTE DE LECTURA

1- Elabore un reporte de lectura que contenga los aspectos fundamentales del procedimiento que debe
seguirse para obtener copia de un acto o para hacerlo reformar. Debe redactar los actos
correspondientes, que lleva el procedimiento.

Procedimiento a seguirse
En la mayoría de los casos, la comunicación se hace por depósito en la secretaria del tribunal. La
comunicación de documentos es solicitada mediante conclusiones en audiencia, lo que obliga al juez a
dictar una sentencia, que en realidad debería motivarse pero que normalmente no se hace, y, estando
presentes las partes en audiencia, ellas proceden a darle cumplimiento a la sentencia que ha ordenado la
comunicación.

La obtención de las piezas en poder de un tercero. Cuando las piezas están en poder de un tercero no se
habla de comunicación de piezas, sino de producción de la pieza o del documento. A esta situación se
refiere el artículo 55 de la Ley 834 de 1978.

Obtención de copia de un acto no registrado


Si en el curso de una instancia, una parte hace uso de un acto auténtico o bajo firma privada en el cual
no ha sido parte, o de un documento que está en poder de un tercero, puede pedir al juez apoderado de
un asunto, ordenar la entrega de una copia certificada o la producción del acto o del documento.

Por su parte, el artículo 56 agrega que la solicitud es hecha sin formalidad. Debemos notar que el
artículo 55 de la Ley 834 se refiere a dos situaciones:

A) Se trata de un documento auténtico o bajo firma privada, en el cual no ha sido parte.

B) Un documento en poder de un tercero. En el Código de Procedimiento Civil, los artículos 839 al 858
regulaban lo que se llama EL COMPULSORIO, es decir, el procedimiento a seguir para obtener copia
de un acto o para hacerlo reformar. El compulsorio coexiste ahora con el artículo 55 de la Ley 834 de
1978, lo cual puede implicar algunas dificultades. Pero el compulsorio regulado en el Código de
Procedimiento Civil, en los artículos citados, se refiere a documentos en poder de notarios u oficiales
públicos y no de particulares o terceros.
Art. 841 C. P. C.- La parte que quiera obtener copia de un acto que no haya sido registrado o que esté
incompleto peticionará para obtenerla al presidente del tribunal de primera instancia, salvo la ejecución
de las leyes y reglamentos relativos al registro.

Art. 842 C. P. C.- La copia será librada, si ha lugar a ello, en ejecución del mandamiento puesto al pie
de la instancia, del cual se hará mención al final de la copia expedida.

Art. 843 C. P. C.- En el caso de negativa de parte del notario o depositario, será sometido el punto, en
referimiento, al presidente del tribunal de primera instancia.

Sentencia que ordena el compulsorio

Art. 840.- El asunto será juzgado sumariamente, y la sentencia ejecutada no obstante oposición o
apelación.

Art. 848.- La sentencia será ejecutoria no obstante apelación u oposición.

Ejecución del Compulsorio

Art. 847.- La demanda para obtener compulsorio será hecha por escrito de abogado a abogado; será
llevada a la audiencia por un simple acto y juzgada sumariamente, sin ningún otro procedimiento.

Art. 849.- Se levantarán actas de compulsas o confrontación, junto con la copia expedida por el notario o
depositario, a menos que el tribunal que la haya ordenado cometiere el encargo a uno de sus miembros,
o a cualquiera otro juez del tribunal de primera instancia o a cualquiera otro notario.

Art. 850.- En todos los casos, las partes podrán asistir a las actuaciones, y hacer insertar en el acta que
ha de levantarse las observaciones o reparos que juzguen oportunos.

Gastos del proceso verbal


Art. 851.- Cuando los anticipos que se hubieren hecho para la minuta del acto y los emolumentos o
costas, se adeuden al depositario, podrá éste negarse a entregar la copia mientras no se le hayan pagado
todos los gastos, inclusos los de la misma copia.

Art. 852.- Las partes podrán confrontar la copia con la minuta, cuya lectura será hecha por el
depositario; si aquellas creyeren que no hay conformidad, se ocurrirá en referimiento al presidente del
tribunal, el cual hará la confrontación, para cuyo efecto el depositario estará obligado a presentar la
minuta. El requeriente deberá avanzar las costas, así del acta como del transporte del depositario.

Obligación de los depositarios públicos


Art. 853.- Los secretarios y depositarios de registros públicos librarán, sin mandamiento judicial, las
copias o extractos, a cuantos los requieran, pagándoseles sus emolumentos, bajo pena de costas, daños y
perjuicios.
Art. 854.- No se librará a la misma parte una segunda copia de sentencia sino en virtud de auto del
presidente del tribunal que la haya dado. Para el caso, se observarán las formalidades prescritas para
obtener una segunda copia de los actos pasados entre los notarios, que contengan la fórmula ejecutiva.

Art. 855.- Todo aquel que quiera hacer ordenar la rectificación de un acto del estado civil, hará para el
efecto, su solicitud al presidente del tribunal de primera instancia.
Art. 856.- Se decidirá sobre el particular, mediante informe de un juez comisario, y después de haberse
oído las conclusiones del fiscal. Los jueces ordenarán, si así lo estiman conveniente, que se llame a las
partes interesadas y que el consejo de familia sea con anterioridad convocado. Cuando haya lugar al
llamamiento de las partes interesadas, se citarán, y si estuvieren en litis, la citación e hará por acto de
abogado a abogado.

Art. 857.- Ninguna rectificación, ningún cambio podrá hacerse en el tenor del acta; pero las sentencias
que ordenaren la rectificación, se inscribirán en los registros por el oficial del estado civil, tan pronto
como se les hubieren remitido, y de ellas se hará mención al margen del acto reformado. Después no
podrá librarse copia de él sino con las rectificaciones ordenadas, bajo pena de daños y perjuicios contra
el oficial que la hubiere librado.

Art. 858.- En el caso de que no hubiere más parte interesada que el solicitante de la rectificación, y
cuando éste crea tener motivos para quejarse de la sentencia, podrá, dentro de los tres meses de la fecha
de dicha sentencia, apelar ante la Suprema Corte de Justicia, presentando al presidente de ella una
instancia, al pie de la cual se indicará el día en que será estatuido sobre el particular en audiencia,
después de oídas las conclusiones del ministro fiscal.

TAREA III
PRÁCTICA JURÍDICA III

1- Elabore un reporte de lectura que contenga los aspectos más relevantes de los procedimientos
de apertura de una sucesión.
La fijación de sellos por causa de fallecimiento.
Qué son los sellos
Art. 907.- Cuando fuere procedente la fijación de sellos, por causa de fallecimiento, lo
practicarán los jueces de paz; y a falta de éstos, sus suplentes en ejercicio.

Art. 908.- Unos y otros usarán del sello del juzgado de paz.

La fijación de sellos prescrita por la ley

Este procedimiento está previsto en los artículos 907 al 952 del Código de Procedimiento Civil.

La demanda debe de incoarse por requerimiento, es decir, por medio de instancia motivada,
conteniendo la indicación de las piezas que invoca y la jurisdicción apoderada (doble original),
debe contener los nombres y apellidos, domicilio de las partes, con exposición sumaria de los
hechos y medios que la justifican. El tribunal resulta apoderado desde el momento en que es
depositada la instancia al secretario del tribunal.

Fijación facultativa. Personas que pueden solicitarla


Art. 909.- Podrán requerir la fijación de sellos: 1o. todos aquellos que se crean con derecho en
la sucesión o en la comunidad; 2o. todos los acreedores por título ejecutivo, o autorizados por el
presidente del tribunal de primera instancia, o por el juez de paz de la Común en que deban
fijarse los sellos; 3o. y en caso de ausencia del cónyuge, de los herederos o de uno de ellos, los
individuos que habitaban con la persona fallecida, y hasta sus comensales y asalariados.
Art. 910.- Los que se crean con derechos y los acreedores menores emancipados, podrán
requerir la fijación de sellos sin asistencia de su curador. Si fuesen menores no emancipados, si
careciesen de tutor, o en caso de ausencia en este último, podrán requerirla uno de sus
parientes.

Fijación de sellos en caso de divorcio y a petición de los acreedores


A requerimiento de los acreedores para asegurar el pago de lo debido.

También pueden solicitar la fijación de sellos, la mujer casada bajo el régimen de comunidad de
bienes, sobre los bienes adquiridos en la comunidad, durante el procedimiento de divorcio, ya
sea que ella figure como demandante o demandada.
Dónde y cuándo se fijan los sellos

Art. 911.- Se procederá a la fijación de sellos, ya a diligencia del fiscal, ya en virtud de


declaración del alcalde pedáneo y aún lo hará el juez de paz de oficio: 1o. si el menor carece de
tutor, y ningún pariente hubiere requerido la formalidad del sello; 2o. si estuvieren ausentes el
cónyuge, los herederos, o uno de ellos; 3o. si el difunto era depositario público, en cuyo caso
sólo se pondrán los sellos a causa de ese depositario, y sobre los objetos que lo constituyan.

Art. 912.- La facultad de fijar los sellos corresponde exclusivamente al juez de paz del lugar, o a
sus suplentes en ejercicio.

Art. 913.- Si los sellos no hubieren sido fijados antes de la inhumación del cadáver, el juez de
paz consignará en su acta el momento en que se le hubiere requerido colocarlos, y las causales
que hubieren retardado el requerimiento o la fijación de ellos.

Formas de la fijación de sellos


Art. 914.- El acta de fijación de sellos contendrá: 1o. la fecha del año, mes, día y hora de la
operación; 2o. los motivos que causan la fijación; 3o. los nombres, profesión y morada del
requeriente, si lo hubiere, y la elección de domicilio que hubiere hecho en la común en que se
fijen los sellos, en el caso de no ser vecino de ella; 4o. si no hubiere parte requeriente, el acta
expresará que la fijación de sellos se practicó de oficio o por requerimiento o declaración de
uno de los funcionarios mencionados en el artículo 911; 5o. el auto que ordenó esa formalidad,
en el caso de que haya recaído; 6o. la comparecencia y exposición de las partes; 7o. la
designación de los lugares, escritorios, baúles y armarios en que se hayan colocado los sellos;
8o. una breve descripción de los efectos que no se hubieren puesto bajo sellos; 9o. el juramento,
al concluir la fijación de los sellos, que deben prestar los moradores, sobre que nada han
traspuesto, ni visto o sabido que persona alguna lo haya distraído directa ni indirectamente;
10o. el establecimiento del guardián presentado, si tuviese las cualidades requeridas; y en caso
contrario, el nombramiento de sujeto idóneo, hecho de oficio por el juez de paz.

Art. 915.- Las llaves de las cerraduras que se hallen bajo sellos quedarán, hasta que se quiten
éstos, en poder del secretario del juzgado de paz, que consignará en el acta la entrega que se le
haga a ellas, no pudiendo el juez de paz ni el secretario volver a la casa hasta el momento de
quitar los sellos bajo pena de inhabilitación: a menos que se le requiera para ello o que preceda
un auto motivado.
Art. 916.- Si al acto de la fijación de los sellos, se encontrare un testamento u otros papeles
cerrados o sellados, el juez de paz hará constar su forma exterior, el sello y el sobrescrito, si lo
tuviere, rubricará la cubierta junto con las partes presentes, si supieren o pudieren hacerlo, con
fijación del día y hora en que ante el mismo haya de abrirse el paquete o legajo, expresándolo
todo en el acta que firmarán las partes o se hará mención de su negativa.

Art. 917.- El juez de paz, a instancia de cualquiera parte interesada y antes de proceder a la
fijación de sellos, investigará el paradero del testamento, cuya existencia se le hubiere
noticiado; y en caso de hallarlo, procederá como ya se ha indicado.

Art. 918.- El día y hora prefijados, sin necesidad de citación, los paquetes o legajos cerrados
encontrados por el juez de paz serán abiertos por este magistrado en presencia de las partes, si
concurrieren, para comprobar su estado y ordenar su depósito siempre que su contenido
concierna a la sucesión.

Art. 919.- Si los paquetes o pliegos cerrados indicaren por su rótulo u otra prueba escrita
pertenecer a tercera persona, el juez de paz ordenará que sea llamada dentro del plazo que
fijare, para que se halle presente a la apertura, la que efectuará el día prefijado con o sin su
presencia; y si los documentos no fueren atinentes a la sucesión, se los devolverá sin hacer
saber su contenido, o lo sellará de nuevo para que le sea entregado al dueño a su primer
requerimiento.

Art. 920.- Si se encontrare un testamento abierto, el juez de paz hará constar su estado,
observando lo preceptuado por el artículo 916.

Art. 921.- Si las puertas estuviesen cerradas, o hubiese obstáculos para la fijación de los sellos,
si antes de llenar esa formalidad o durante ella surgieren dificultades, el juez de paz dictará
entonces, con carácter provisional, lo que fuere procedente, y dará cuenta inmediatamente con
su disposición al presidente del tribunal de primera instancia de su distrito, para que resuelva
conforme a derecho.

Art. 922.- En todos aquellos casos en que tenga el juez de paz que ocurrir a la autoridad del
presidente del tribunal, sea en materia de sellos o de cualquiera otra, cuanto se hiciere y
ordenare, quedará consignado en el acta autorizada por el juez de paz.

Art. 923.- Una vez confeccionado el inventario, no podrán fijarse los sellos a menos que se
impugne el inventario como diminuto. Cuando se requiera la fijación de sellos durante la
confección del inventario, no se fijarán sellos sino sobre los objetos que aún no hayan sido
inventariados.

Art. 924.- Cuando no aparezcan bienes muebles, el juez de paz levantará un acta de carencia. Si
sólo hubiere el mobiliario destinado para uso de los moradores de la casa, o el exceptuado por
la ley de dicha formalidad, el juez de paz levantará acta, designando brevemente dichos
muebles.
Art. 925.- Habrá en la secretaría de cada tribunal de primera instancia un registro en que
habrán de inscribirse por su orden las operaciones de fijación de sellos, conforme a la
declaración que de ellas tienen el deber de hacer dentro de las veinticuatro horas los jueces de
paz del distrito judicial expresándose en él los nombres y vecindad de las personas cuyos objetos
se hubieren sellado; los nombres y vecindad del juez de paz que practicó la operación y el día y
hora en que se efectuó.

Incidentes durante la fijación de sellos


Tratándose esta de una actuación que afecta derechos fundamentales, la motivación de la misma
debe de realizarse no sólo cumpliéndose con las exigencias “normales” de toda resolución, sino
que además se debe exteriorizar que se han tenido en cuenta las garantías y cautelas que en
cada caso deban valorarse, para poder, legítimamente, afectar el derecho fundamental de que se
trate.

Derechos fundamentales que se vulneran o se pueden vulnerar con la Apertura de Puertas.


Derecho al Honor y a la intimidad. Son derechos de que están investidas las personas a fin de
permanecer reservados a injerencias extrañas, aquellas zonas de la persona o grupo familiar
que constituye su vida privada y donde esta se desenvuelve. Inviolabilidad del domicilio.
Garantiza el ámbito de la privacidad que está dentro del espacio limitado que la propia persona
elige y que tiene que caracterizarse por quedar inmune a las invasiones o agresiones exteriores
de otras personas o de la autoridad pública.

Consecuencia del retiro o rotura desautorizada de los sellos. Estas acciones son sancionadas de
acuerdo con las prescripciones de los artículos 249 y siguientes del Código Penal: “Se castigará
con prisión correccional de seis días a seis meses, a los guardianes de los objetos sellados por
orden del gobierno, o mandato judicial, cuando por descuido suyo se rompan o quebranten
dichos sellos”.

Los gastos de la fijación de sellos

El monto de la transmisión que sea inferior a Quinientos pesos (RD$500.00).

Cuando el monto sea inferior a Mil pesos (RD$1,000.00), siempre que se trate de parientes
directos del fallecido (hijos y padres).

El bien de familia instituido por la Ley 1024-28, modificada por la Ley 5610-61.

Los Seguros de Vida del fallecido.

Los legados por testamento a establecimientos públicos o instituciones de caridad, beneficencia


o de utilidad pública reconocida por el Estado.

La tasa a pagar es de un 3% sobre la masa sucesoral (herencia), luego de realizadas las


deducciones correspondientes.
Si presenta después de la fecha límite, se le aplicará un recargo por declaración tardía sobre el
valor del impuesto a pagar hasta un límite de un 50%.

Si realiza el pago después de la fecha límite, se le aplicará un 10% de recargo por mora sobre el
valor del impuesto a pagar, por el primer mes o fracción de mes, un 4% progresivo e indefinido
por cada mes o fracción de mes subsiguiente; así como un 1.73% acumulativo de interés
indemnizatorio por cada mes o fracción de mes sobre el monto a pagar.

Los impuestos sucesorales se ven regidos por la Ley 2569-50 de fecha 4 de diciembre de 1950,
modificada por la Ley 288-04 de fecha 28 de septiembre del 2004 y por la Ley 173-07 de fecha
17de julio del 2007 de Eficiencia Recaudatoria.

Este impuesto sucesoral está a cargo de los herederos, sucesores y legatarios. También
satisfarán los impuestos sucesorales aquellos que hayan ingresado a la sucesión por estirpe, o
sea, por derecho de representación, lo harán a medida en que hubiesen debido hacerlo sus
representados, o causantes inmediatos.

1. Las deudas a cargo del causante de la sucesión que consten en escritura pública o privada,
con las siguientes excepciones: a) Las constituidas por el causante en favor, ya sea directamente
o por interposición de otra persona, de sus presuntos herederos y legatarios, del cónyuge, de los
tutores testamentarios, albaceas y apoderados o administradores generales del De-Cujus; b)
Aquellas cuya exigibilidad dependa de la muerte del causante; c) Las reconocidas únicamente
por acto de última voluntad del causante.

De esta masa hereditaria se harán las siguientes deducciones:

Los gastos de fijación de sellos e inventarios.

Las sumas adeudadas a los trabajadores por derecho de preaviso y auxilio de cesantía, de
conformidad con las disposiciones de la Ley sobre Contratos de Trabajo, en caso de
fallecimiento de los patronos.

Los créditos hipotecarios y sus consecuencias podrán deducirse de la masa hereditaria cuando
el inmueble que sirva de garantía a aquellos se halle dentro del territorio de la República
Dominicana, sin que en ningún caso la deducción pueda ser mayor que el monto del valor del
inmueble.

El importe de las deudas mortuorias y gastos de funerales, con exclusión absoluta de los gastos
que se hagan en monumentos, salvo el caso en que por acto de última voluntad lo haya exigido
el causante.

Los gastos de última enfermedad pendientes de pago al ocurrir el fallecimiento del Causante.

Los impuestos o derechos cuyo pago haya dejado pendientes el causante.


Sin embargo, por cada mes o fracción de mes de retardo en el pago del Impuesto sobre
Sucesiones y Donaciones, la tasa de este será aumentada en un dos por ciento (2 %), sin que en
ningún caso dicho recargo pueda exceder del cincuenta por ciento (50 %) del monto del
impuesto principal adeudado. La tasa de este impuesto será de un 3% de la masa sucesoral,
luego de realizadas las deducciones mencionadas anteriormente.

Las oposiciones al rompimiento de sellos Art. 926.- Las oposiciones al rompimiento de sellos
pueden hacerse por declaración en el acta de la operación, o por medio de un acto notificado a
la secretaría del juzgado de paz.

Art. 927.- Toda oposición de esta clase contendrá, bajo pena de nulidad, y además de las
ritualidades usuales en todo acto; 1o. elección de domicilio en la común o distrito del juzgado
de paz en que se hayan puesto los sellos, siempre que el oponente no resida en él; 2o. la
expresión circunstanciada de la causal de la oposición.

Las oposiciones al rompimiento de sellos pueden hacerse por declaración en el acta de la


operación, o por medio de un acta notificada a la secretaría del juzgado de paz. La simple
oposición a rompimiento no impide la operación, esto solo sucede cuando existe algún heredero
que sea menor no emancipado, caso en el cual no se podrá proceder al rompimiento sino hasta
que sea nombrado un tutor o que sea declarado emancipado.

Para proceder al rompimiento de los sellos se deben de cumplir con las siguientes formalidades:
Un requerimiento especial, consignado en el acta del Juez de Paz. Un auto del Juez de Paz
fijando el día y la hora en que se procederá al rompimiento. Intimación al cónyuge
superviviente, herederos, legatarios, y los oponentes para que asistan al acto de rompimiento.

El juez de paz de la jurisdicción donde se va proceder con la fijación, es el único que esta
facultado para realizar todo lo concerniente a la fijación y rompimiento de sellos. La Suprema
Corte de Justicia es el único tribunal que tiene calidad para prohibir al juez de paz y al
secretario el traslado establecido en el artículo del Código de Procedimiento Civil.

La confección del inventario. El levantamiento de los sellos tiene como finalidad la formación
del inventario, por lo que toda persona que tenga derecho para requerir el rompimiento de los
sellos puede requerirlo. El inventario debe formarse en presencia de los interesados en el
proceso.

En caso de sucesión cualquier heredero puede oponerse al rompimiento sellos mediante acto de
alguacil notificado a la secretaria del tribunal o haciéndolos consignar en el acta de operación.
En caso de oposición será necesario que en el acto de alguacil se haga consignar, elección de
domicilio dentro de los límites del juzgado de paz donde se encuentren los bienes sellados y la
exposición de las causas de la oposición. Todas las dificultades que surjan con relación a la
oposición de rompimiento de sellos y la formación de inventarios serán resueltas por el Juez de
los Referimientos.

Cómo se hace el rompimiento de los sellos


Art. 928.- No se podrá quitar los sellos ni confeccionarse el inventario sino tres días después de
la inhumación del cadáver, si fueron puestos aquellos anteriormente; y tres días después de la
fijación, si se practicó después de la inhumación, bajo pena de nulidad de las actas del
rompimiento de sellos y confección de inventario, y de los daños y perjuicios a cargo de aquellos
que hubieren promovido y practicado dichos actos; a no ser que por causas urgentes, que
deberán expresarse en el auto, el juez de paz lo disponga de otro modo. En este caso, si las
partes interesadas con derecho de asistir al rompimiento de los sellos no comparecieren, el juez
de paz llamará de oficio en su representación un notario, y no habiéndolo al síndico del
ayuntamiento, tanto para quitar los sellos, como para la confección del inventario.

Art. 929.- Si los herederos o algunos de ellos fuere menor no emancipado, no se procederá a
romper los sellos, sin que antes se le haya nombrado tutor, o declarado su emancipación.

Art. 930.- Todos los que tengan derecho a requerir la fijación de sellos pueden solicitar su
rompimiento, excepto los que sólo los hicieren fijar cumplimentando lo preceptuado por el
artículo 909.

Contenido del proceso verbal del rompimiento de los sellos


Art. 931.- Las formalidades exigidas para obtener el rompimiento de los sellos, son: 1o. un
requerimiento especial, consignado en el acta del juez de paz; 2o. un auto del juez de paz
expresivo del día y hora en que se procederá al rompimiento; 3o. intimación al cónyuge
superviviente, herederos presuntivos, albacea o ejecutor testamentario, legatarios universales y
a título universal, si fueren conocidos, y a los oponentes, para que asistan al acto de romper los
sellos. No será preciso llamar a los interesados residentes a distancia de más de tres leguas;
pero el juez de paz nombrará de oficio a un notario, y si no lo hubiese, al síndico del
ayuntamiento, para que les represente en el acto de levantar los sellos y formular el inventario.
Los oponentes serán citados en el domicilio que hubieren elegido.

Art. 932.- El cónyuge, el ejecutor testamentario, los herederos, los legatarios universales y los
que fueren a título universal, podrán asistir personalmente o por representación a todas las
diligencias que procedan para el rompimiento de sellos y la confección de inventario. Los
oponentes no tendrán derecho a asistir personalmente o por representación sino a la primera
actuación; pero estarán obligados a hacerse representar en las demás por un sólo personero en
que convengan de común acuerdo, o que en caso contrario, les nombrará el juez de paz de
oficio. Si entre estos mandatarios hubiere abogados, acreditarán sus poderes presentando el
título de su mandante; y el abogado más antiguo, de los que representen acreedores fundados en
título auténtico, asistirá el abogado más antiguo de los oponentes fundado en título aun bajo
firma privada. La antigüedad se arreglará definitivamente desde la primera actuación.

Art. 933.- Si uno de los oponentes tuviere intereses distintos o contrarios a los otros, podrá
asistir personalmente o por medio de un mandatario, a sus expensas.

Art. 934.- Los oponentes por la conservación de los derechos de su deudor, no podrán asistir a
la primera actuación, ni concurrir a la elección del mandatario común, para las demás
asistencias.

Art. 935.- El cónyuge común en bienes, los herederos, el ejecutor testamentario y legatarios
universales o a título universal podrán ponerse de acuerdo sobre la elección de uno o dos
notarios, y de uno o dos peritos tasadores; y si no lo hicieren, conforme a la naturaleza de los
objetos, se procederá al avalúo por uno o dos notarios o peritos tasadores nombrados de oficio
por el juez de paz, ante quien prestarán juramento los peritos nombrados.

Art. 936.- El acta de rompimiento de los sellos ha de contener: 1o. la fecha; 2o. los nombres,
profesión, vecindad y elección de domicilio de la parte requeriente; 3o. indicación del auto que
manda romper los sellos; 4o. indicación de la intimación preceptuada por el artículo 931; 5o. la
comparecencia y reparos de las partes; 6o. el nombramiento de los notarios, peritos y tasadores
que deben hacer el avalúo; 7o. el reconocimiento de los sellos, comprobando su íntegro estado;
en caso contrario, se harán constar sus alternaciones, salvo lo que sobre esta materia fuere
procedente proveer en sus casos; 8o. los requerimientos sobre pesquisas o indagaciones, sus
resultas, y todas las otras demandas sobre que fuere procedente resolver.

Art. 937.- Los sellos deberán romperse sucesivamente y a medida que vaya formalizándose el
inventario, y han de fijarse de nuevo al fin de cada actuación.

Art. 938.- Podrán reunirse los objetos de una misma especie a fin de inventariarlos
sucesivamente por su orden, volviéndolos a colocar bajo sellos.

Art. 939.- Si se hallaren objetos y papeles extraños a la sucesión, reclamados por algún tercero,
serán entregados a quien corresponda; y en caso de no poder entregarse instantáneamente, si
no que sea preciso describirlos, esta descripción se consignará en el acta de sellos, y no en el
inventario.

Art. 940.- En el caso de que cese la causa que motivare la fijación de sellos antes de su
rompimiento, o durante el curso de esa formalidad, se romperán sin hacerse descripción.

TAREA IV Elabore un reporte de lectura relativo al procedimiento de verificación de


escritura.
La verificación de escritura puede hacerse tanto de modo principal como incidental. Los
tribunales no están obligados a ordenar la verificación de escritura cuando la medida parece
inútil o inoportuna. Los jueces pueden, por si mismos, tener por verificado el documento, si
tienen la convicción de su sinceridad, pues tienen poder discrecional para ello. A fin de dar
cumplimiento a éstas formalidades previstas por el Código Civil, los artículos 193 al 213 del
Código de Procedimiento Civil Dominicano organizan el procedimiento a seguir.

El Procedimiento de la Verificación de Escritura El procedimiento de la verificación de


escritura, se aplica a los actos bajo firma privada y no a los actos auténticos, por lo que, un
testamento ológrafo puede ser objeto de verificación. Verificación de escritura, No.528, P.770).-
La misma solución se da para el testamento místico, ya que el carácter auténtico solo radica en
el acta de suscripción.

Papel del demandado


Si el demandado incurre en defecto, se aplica el artículo 194 del Código de Procedimiento Civil
que dice así: “ Si el demandado no comparece se pronunciará el defecto, y el documento se
tendrá por reconocido; si el demandado reconoce el documento, la sentencia dará acta de ello
al demandante quot;. Pero las conclusiones del demandante, aún en caso de defecto, se deben
acoger cuando son justas y están bien justificadas. Si el demandado comparece y reconoce la
escritura no hay que seguir adelante el procedimiento. En este caso se dicta una sentencia en la
cual se da acta del reconocimiento que se hace de la escritura o de la firma y todas las costas
relativas al reconocimiento, quedan a cargo del demandante, conforme a la parte in fine del
artículo 193 del Código de Procedimiento Civil.

Verificación Por Títulos Esta prueba es simple y decisiva. La verificación por títulos se puede
hacer en audiencia sin ningún tipo de procedimiento especial. Para que sea posible la
verificación por títulos es necesario que el demandante tenga en su poder un acto auténtico que
haga relación al acto privado cuya verificación se puede establecer. Como el acto auténtico
hace prueba por sí mismo, el acto privado al cual se refiere quedará también verificado por este
medio.

Verificación por Títulos


Esta prueba es simple y decisiva. La verificación por títulos se puede hacer en audiencia sin
ningún tipo de procedimiento especial. Para que sea posible la verificación por títulos es
necesario que el demandante tenga en su poder un acto auténtico que haga relación al acto
privado cuya verificación se puede establecer. Como el acto auténtico hace prueba por sí
mismo, el acto privado al cual se refiere quedará también verificado por este medio.

La Prueba Testimonial
La Prueba
Testimonial. La sinceridad de un documento también se puede demostrar por medio de la
prueba testimonial, sin importar la cuantía de la demanda. De conformidad al artículo 211 del
Código de Procedimiento Civil se podrá oír como testigos a aquellos que hayan visto escribir o
firmar el documento que se verifica o tuviesen conocimiento de los hechos que pueden servir
para descubrir la verdad. Los testigos sólo probarán que el documento procede o no de quien se
opone. Por eso los testigos son, los que han visto escriturar o firmar el documento. Al proceder
a la audición de testigos, los documentos negados o desconocidos, le serán presentados,
debiendo rubricarlos; lo que se hará constar, lo mismo que su negativa. Además se observarán
las reglas prescritas para los informativos, sin necesidad de articular los hechos, conforme a los
artículos 91 al 100 de la Ley 834 del 15 de julio de 1978. Si se prueba que el documento fue
escrito o firmado por aquel que lo ha negado, se le condenará a cincuenta pesos de multa a
favor del Estado y se le condenará además al pago de las costas y daños y perjuicios, de
conformidad al artículo 213 del Código de Procedimiento Civil.

DefiniciónPrueba testimonial son las declaraciones de testigos bajo juramento acerca de la


verificación de ciertos hechos que se controvierten en el juicio, de los cuales han tomado
conocimiento en forma directa o por los dichos de otra persona.

Falsedad Principal y Falsedad Incidental


La falsedad es principal cuando surge sin estar ligada a un proceso civil; por ejemplo una
persona sabe que se ha falsificado un documento sin que todavía haya llegado el tiempo de
hacer valer en justicia. La falsedad sigue siendo entre nosotros un incidente del procedimiento y
no puede llevarse por vía principal. Se hace necesario introducir una reforma a los textos
vigentes, contemplado ya en el anteproyecto de nuevo Código de Procedimiento Civil
Dominicano.

Actos susceptibles de inscripción en falsedad En la práctica, las escrituras privadas se han


sometido a la verificación de escritura y sea reservada la inscripción en falsedad para las
escrituras públicas, permitiendo que la inscripción en falsedad pueda caer tanto sobre una
escritura pública como sobre una privada. Jurisdicciones por ante las cuales procede la
inscripción en falsedad La inscripción en falsedad no procede para que sea seguida por ante el
juzgado de paz. Cuando se trate de asunto en el que se conocen en atribuciones civiles el
juzgado de primera instancia siempre tendrá capacidad para conocer de la inscripción en
falsedad. Cuando se trate de asuntos que se conocen en la Corte de Apelación ésta siempre tiene
capacidad para conocer de la inscripción, sin necesidad de distinguir entre asuntos civiles y
comerciales. La razón de esto es que por ante la Corte de Apelación es imprescindible el
ministerio de abogado, lo cual no se exige por ante los juzgados de Primera Instancia que
conocen los asuntos comerciales.

Medidas de Instrucción
Las medidas instrucción es el conjunto de actos por medio de los cuales se aportan al órgano
decisorio los elementos de juicio necesarios para que dicte resolución, impulsándose de oficio
sin merma del derecho del interesado a proponer lo que convenga a sus intereses, con
posibilidad de presentar alegaciones las partes, proponer práctica de pruebas, con los informes
preceptivos y facultativos correspondientes.

En qué consiste y en qué preceden


Las medidas de instrucción necesarios para la determinación, conocimiento y comprobación de
los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la resolución, se realizarán de oficio por el
órgano que tramite el procedimiento, sin perjuicio del derecho de los interesados a proponer
aquellas actuaciones que requieran su intervención o constituyan trámites legal o
reglamentariamente establecidos.

Procedimiento
Los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento podrán acreditarse por cualquier
medio de prueba admisible en Derecho.
Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados o la
naturaleza del procedimiento lo exija, el instructor del mismo acordará la apertura de un
período de prueba por un plazo no superior a treinta días ni inferior a diez, a fin de que puedan
practicarse cuantas juzgue pertinentes.
El instructor del procedimiento sólo podrá rechazar las pruebas propuestas por los interesados
cuando sean manifiestamente improcedentes o innecesarias, mediante resolución motivada.

La sentencia
La sentencia es una resolución judicial dictada por un juez o tribunal que pone fin a la litis
(civil, de familia, mercantil, laboral, contencioso-administrativo) o causa penal.
La sentencia declara o reconoce el derecho o razón de una de las partes, obligando a la otra a
pasar por tal declaración y cumplirla. En derecho penal, la sentencia absuelve o condena al
acusado, imponiéndole la pena correspondiente.
Gastos
La liquidación de los gastos se practicará uniendo los comprobantes que acrediten la realidad y
cuantía de los mismos.

Notificación del auto Las entidades públicas y las privadas que ejerzan funciones públicas son
partes en todos los procesos contencioso administrativos que se adelanten contra ellas o contra
los actos que expidan. Por consiguiente, el auto admisorio de la demanda se debe notificar
personalmente a sus representantes legales o a quien éstos hayan delegado la facultad de recibir
notificaciones.

TAREA V
Elaboración de un informe de lectura que contenga los aspectos más fundamentales del
procedimiento de inscripción de falsedad.

La inscripción en falsedad constituye un procedimiento mediante el cual se busca la declaración


de la falsedad de un documento. En este sentido, Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico. 6ta
edición. Buenos Aires: Desalma, 1977, p. 275. “la falsedad incidental o redargución de
falsedad es el procedimiento a seguir por el litigante que en el curso de un pleito, pretenda se
desestime un documento que tacha de falso”. Al establecer un símil entre falsedad incidental y
redargución de falsedad no es sino, porque si se habla de redargüir en el vocablo corriente, se
hace referencia al rechazo o impugnación de algún acto jurídico por estar afectado de algún
vicio o imperfección legal.

Henri Capitant hace referencia a un procedimiento a seguir en el caso de un pleito, se está


remitiendo al artículo 214 del Código de Procedimiento Civil Dominicano al decir en el curso
del procedimiento, en el sentido de la característica incidental del procedimiento. Lo que
manifiesta que un documento falso o falsificado que se pretenda hacer valer en justicia y de
acudir al procedimiento establecido en el artículo antes expresado, el mismo no puede
descartarse sino es a través de la vía incidental, en ocasión de conocerse un hecho por la vía
principal.
Conceptualización de la Inscripción en Falsedad. La inscripción en falsedad es un
procedimiento incidental a través del cual se busca la declaración de la falsedad de un
documento.

Del mismo modo, la inscripción en falsedad es un procedimiento muy particular. Es un


procedimiento solemne pues en él se pone en causa un acto auténtico dirigido por un
funcionario público o por un Juez, por un alguacil, entre otros. Como este documento es una
extensión de las funciones de una autoridad pública esto le da un valor excepcional.

Para anular este valor excepcional de estos actos es necesario recurrir al procedimiento
señalado. No debe olvidarse que los actos de los funcionarios arriba nombrados hacen fe
pública y por tanto sólo pueden ser descartados por el procedimiento de la inscripción en false-
dad.

La inscripción en falsedad es un procedimiento incidental. Ahora bien, ¿procede descartar


entonces la inscripción en falsedad si esta es llevada por la vía principal? En los plantea-
mientos tradicionales de la Doctrina ha habido una constante discusión en torno a este punto.
Varios autores admiten que la inscripción en falsedad puede ser incoada a través de una acción
principal. Los autores Glasson y Tissier, Traité, II, 623, Garzonnet y Cézar-Bru, Traité, II, p.
282. afirman que “la inscripción en falsedad llevada por vía principal constituye una acción
simplemente declarativa de la falsedad”.

La comunicación de documentos
Conforme al artículo 297 del Código de Procedimiento Civil, la parte diligente debe dirigir una
instancia la juez en solicitud del auto que determine el lugar, hora y día de la inspección. Este
auto se redacta al pie de la instancia.

El auto debe notificarse de abogado a abogado. Algunos opinan que debe observarse un plazo
de tres días francos. No todos los autores admiten esta opinión.

Ciertamente, la ley no establece ningún plazo, pero la equidad exige que se debe observar un
plazo suficiente para que todas las partes queden debidamente enteradas, porque de lo contrario
se violaría el derecho de defensa.

La citación a las partes se exige a pena de nulidad, lo cual se válido para todas las materias en
las cuales se puede ordenar la inspección de lugares.

El proceso verbal se notificará por la parte más diligente a los abogados de las otras partes; y
tres días después aquella podrá perseguir la audiencia en justicia por un simple acto.

Previamente, a esta notificación, dicho proceso verbal se deposita en secretaría y se procede a


su registro.

Quién debe dar la comunicación.


El juez puede, en toda materia, hacer comparecer a las partes. Cuando se rechaza el pedimento
de la comparecencia personal de las partes, es necesario que los jueces lo ponderen.

En cuanto a los jueces que pueden ordenar la comparecencia personal de las partes o de una de
ellas, podemos afirmar que este asunto origina dificultades en nuestra legislación, pues en
Francia el asunto está regido por el artículo 185 del nuevo Código de Procedimiento Civil, el
cual no fue reproducido por el legislador dominicano de 1978, cuando se adoptó la ley 834,
debido a la diferencia entre la organización de los tribunales franceses y los nuestros.

Una fórmula sencilla sería decir que el mismo juez o tribunal apoderado del fondo, es el
competente para ordenar la comparecencia personal de la partes o de una de ellas, pero esto no
resuelve todas las dificultades que se presentan.

Producción forzosa

Cuanto hemos dicho es en relación a los documentos que las partes tienen en su poder y piensan
hacer valer en apoyo a sus pretensiones respectivas. Todos los documentos deben comunicarse
espontáneamente o frente a orden del juez.
Hay dos eventualidades distintas en las cuales los documentos no son presentados por las
partes, pero puede ser de interés para el tribunal examinarlos a fin de rendir una buena
decisión.

Es por ello que el legislador ha dicho: “Las demandas en producción de elementos de pruebas
que están en poder de una de las partes son hechas, y su producción tiene lugar, conforme a los
artículos 55 y 56 de la ley 834 del 1978.

De este modo, si en el curso de la instancia una parte hace uso de un documento auténtico o
bajo firma privada en la cual no ha sido parte o de un documento en poder de un tercero, puede
pedir al juez apoderado del asunto ordenar la entrega de una copia certificada o la producción
del acto o documento.

El artículo 55 de la Ley 834 de 1978 se refiere exclusivamente a actos auténticos o bajo firma
privada, en poder de terceros, pero el artículo 59 de la misma ley se refiere a elementos de
pruebas en poder de las partes. La colocación del artículo 59 de la ley 834 de 1978 parece
indicar que se trata sólo de actos auténticos o bajo firma privada, descartándose cualquier otro
elemento de prueba.

El artículo 55 se refiere a documentos en poder de una de las partes como a actos en poder de
terceros.

Documentos en poder de un tercero


Se trata ahora de un acto, auténtico o bajo firma privada, en el cual no se ha sido parte, o de un
documento en poder de un tercero. Este procedimiento o demanda para obtener compulsorio,
aparece regulado en nuestro Código de Procedimiento Civil, en los artículos 839 a 858. Estos
textos fueron derogados en Francia y aquí nos quedan vigentes como un dolor de cabeza.

De conformidad con el articulo 55 de la ley 834 de 1978, el juez puede ordenar, previa petición
de parte, la entrega de una copia certificada o la producción del acto o del documento. Esta
dificultad no ha ido resuelta por el legislador dominicano.

El juez puede ordenar la producción del documento, fijando las condiciones y garantías, y si es
necesario a pena de astreintes.

La decisión del juez es ejecutoria provisionalmente, sobre minuta si hay lugar.

En caso de dificultad, o si se invoca algún impedimento legítimo, el juez que ha ordenado la


entrega o producción puede, sobre solicitud sin formalidad que le fuere hecha, retractar o
modificar su decisión. Los terceros pueden interponer apelación de la nueva decisión en los
quince días de su pronunciamiento.

Competencia.
En razón de la materia, el tribunal competente es el juzgado de primera instancia, sea que se
trate de demanda principal o incidental. Por lo tanto, cuando un asunto se está conociendo por
ante el juzgado de paz y surge el documento bajo firma privada no reconocido por la
contraparte, esta jurisdicción debe sobreseer hasta que el asunto sea decidido por el juzgado de
primera instancia.

Procedimiento.
Vamos a tomar en cuenta únicamente la verificación de escritura incidental.
La misma se introduce por acto de abogado a abogado. El demandante en el incidente es quien
alega que el escrito es sincero y el demandado lo es aquella persona que niega la sinceridad del
documento. De lo dicho anteriormente se deduce que tanto el demandante como el demandado
en lo principal, pueden cambiar sus respectivos papeles en la demanda incidental en
verificación de escritura.

Procedimiento.
Si el juez ordena la comparecencia personal de las partes o de una de ellas, debe fijar: lugar,
día y hora de la comparecencia personal, a menos que se proceda a ella de inmediato.

La comparecencia personal puede siempre llevarse a efecto en cámara de consejo.

La comparecencia personal puede realizarse en audiencia pública. Si una de las partes está en
imposibilidad de presentarse, el juez que la haya ordenado, puede transportarse a donde ella,
después de haber convocado a la parte adversa. Esta facultad también pertenece al juez que ha
recibido comisión rogatoria para interrogar a una de las partes.

Las partes son interrogadas en presencia una de la otra, a menos que las circunstancias exijan
que se haga separadamente. Pueden confrontarse si una de las partes lo solicita. Cuando la
comparecencia de una sola de las partes ha sido ordenada, esa parte es interrogada en
presencia de la otra a menos que las circunstancias exijan que ella lo sea inmediatamente o
fuera de su presencia, bajo reservas del derecho de la parte ausente de tener inmediatamente
conocimiento de las declaraciones de la parte oída.

La ausencia de una parte no impide oír a la otra.


Los defensores o las partes, tienen la facultad de hacerle saber al juez los puntos sobre los
cuales ellos quieren que se interrogue a la otra parte, pero no pueden hacer el interrogatorio de
modo directo, sino a través del juez.

La iniciativa de las preguntas se reserva al juez. El juez hace, si lo estima necesario, las
preguntas que las partes le someten, después del interrogatorio.

Las partes pueden ser interrogadas en presencia de un técnico y confrontadas con los testigos.

Las partes responden personalmente a las preguntas que les son formuladas sin poder leer
ningún proyecto.

Es evidente que se persigue obtener respuestas espontáneas y no prefabricadas.


TAREA VI

ELABORACIÓN DE UN INFORME DE LECTURA RELATIVO A LA DEMANDA EN


PARTICIÓN.
La Partición Es definida por la mayoría de los tratadistas del derecho civil como el
procedimiento que tiene por finalidad poner fin a una indivisión. Este procedimiento es común
verlo en la práctica de los tribunales y Notarios, por la facilidad con que se presenta un estado
de indivisión. La forma como él surge es muy variada, ya que puede ir desde una simplísima
convención verbal, hasta el riguroso sistema que resulta de un procedimiento de partición
judicial con menores de edad presentes o con derecho sobre la masa.

La partición es más rápida cuando las partes son mayores de edad y están de acuerdo en
realizarla amigablemente, situación inversa que ocurre cuando hay menores de edad con
vocación sucesoral. Muchos aspectos de la partición judicial, conforme a la legislación actual,
deben ser objeto de revisión, ya que el ritmo de la vida moderna exige celeridad en un
procedimiento plagado de defectos e incidentes que dificultan su rápido desarrollo.

Por esto dentro de las páginas que forman el material que se pone a disposición del lector, se
muestran todos los aspectos que rodean la partición de una forma breve y sencilla, lo que le
permitirá a todo aquel que revise este material, ver la forma de evolución que la partición de
bienes ha tenido con el pasar de los años y las diferentes alternativas que se pueden utilizar
para resolver conflictos creados por bienes en estado de indivisión.

LA PARTICIÓN
Concepto
Es definida por la mayoría de los tratadistas del derecho civil como el procedimiento que tiene
por finalidad poner fin a una indivisión. Este complejo procedimiento es común verlo en la
práctica diaria de los tribunales y Notarios, por la facilidad con que se presenta un estado o
situación de indivisión.

La forma como él surge es muy variada, ya que puede ir desde una simplísima convención
verbal, hasta el riguroso sistema que resulta de un procedimiento de partición judicial con
menores de edad presentes o con derecho sobre la masa.

La partición es más rápida cuando todas las partes son mayores de edad y están de acuerdo en
realizarla amigablemente, situación inversa se da al concurrir a ella menores de edad con
vocación sucesoral. Muchos aspectos de la partición judicial, conforme a la legislación actual,
deben ser objeto de revisión, ya que el ritmo de la vida moderna exige la celeridad de un
procedimiento plagado de defectos e incidentes que dificultan su rápido desarrollo.

Toda persona es propietaria de un patrimonio, y una de las formas de adquirirlo es mediante la


transmisión por sucesión, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 711 del Código Civil
Dominicano.
Que la partición puede siempre ser provocada cualesquiera que sean las prohibiciones o
convenciones en contrario. Análogo principio contenía el Código italiano de 1865.

También el CC español establece que ningún coheredero podrá ser obligado a permanecer en la
indivisión de la herencia (art. 1.051) pudiendo pedir en cualquier tiempo la partición (artículo
1.052).

A través de estos Códigos, el principio romano influyó también en muchas de las legislaciones
americanas. Pero, aun fieles a este principio, existe divergencia legislativa respecto del carácter
atributivo o declarativo de la partición.

Naturaleza y Efecto de la Partición


En el Derecho Romano, la partición o, más exactamente, la adjudicación es de naturaleza
traslativa y produce efecto sólo para el futuro. Constituye un modo de adquirir el dominio por el
cual cada partícipe adquiere la propiedad exclusiva de la cosa o la parte material que se le
adjudica.

¿De quién adquiere? Cada uno de los comuneros adquiere de los otros la parte de copropiedad
que les pertenecía en el bien que se le adjudica, y él, a su turno, transfiere, en cambio su parte
de copropiedad en los bienes que a ellos se adjudican. En consecuencia, cada heredero no
adquiere directamente del difunto sino la parte indivisa obtenida desde la apertura de la
sucesión; por el resto es causahabiente de sus coherederos.

Esta concepción obliga a pagar impuestos de transferencia ya soportar las hipotecas y


gravámenes.

El efecto retroactivo de la partición hace que se tenga por borrado, en cierto modo, el período
comprendido entre la muerte del causante y la adjudicación. Todo pasa o sucede como si los
bienes hubiesen sido divididos entre los coherederos desde el instante mismo de la muerte del de
cujus.
La concepción declarativa de la partición y su efecto retroactivo guarda armonía con el
principio de que el heredero es el continuador de la persona del difunto en la titularidad de sus
derechos transmisibles.
Como el acto declarativo produce un efecto de la misma naturaleza, suele hablarse también,
indiferentemente, de efecto declarativo o naturaleza declarativa de la partición. En todo caso,
yen rigor, no debe confundirse con el efecto retroactivo.
Clasificación de la Partición

Existen dos clases de Partición de bienes, que son:


- Por Sucesión Hereditaria; y
-Por Divorcio

La primera sucede cuando se lleva a cabo no solo el acto de división del caudal hereditario, sino
también cuando se realiza la distribución de los bienes, sea partiéndolos entre los distintos
coherederos, sea atribuyéndoles cuotas indivisas de los mismos. Puede llevarse a efecto
mediante la transformación de la comunidad hereditaria en un condominio ordinario
atribuyendo a los coherederos la copropiedad de los concretos bienes de la herencia, con
expresión de las cuotas proindiviso que en los mismos correspondan a cada heredero.

Mientras que el segundo caso tiene ocasión al momento de llevar a cabo un proceso de divorcio,
sea este por mutuo consentimiento y/o por incompatibilidad de caracteres.

Tipos de Partición
El artículo 815 del Código Civil reza que “a nadie puede privársele de permanecer en estado de
indivisión de bienes, y siempre puede pedírsele la partición, a pesar de los pactos y
prohibiciones que hubiere en contrario”.

Sin embargo, a esta regla la parte in fine de dicho artículo establece que, aún habiéndose
acordado la partición, nunca podrá establecer un estado de indivisión por tiempo indefinido, lo
que constituye que éste sólo pueda tener un tiempo de vigencia de 5 años, aunque el mismo
podrá ser renovable en caso de que así se desee, logrando así, que pueda llegar a ser indefinida.
En caso de que las partes, aun de común acuerdo, pacten un estado de indivisión por tiempo
indefinido el mismo será nulo en su totalidad, de acuerdo a lo establecido en el artículo más
arriba citado.

A pesar de lo anterior, existen algunas reglas de prescripción a la hora de realizar una


partición, y será siempre de acuerdo a la naturaleza del caso. Cuando se trate de una partición
por causa de divorcio el plazo prescribirá a los dos años a partir del momento de la publicación
de la sentencia. En caso de no hacerse se considerará que la liquidación y partición de la
comunidad matrimonial ha sido efectuada. Conservando cada uno lo que hasta ese momento
poseía.

El artículo 816 del Código Civil establece que la acción en partición podrá solicitarse aún
cuando algunos de los coherederos, hubiere disfrutado separadamente de una porción de los
bienes de la sucesión si no existe acta de partición o posesión bastante para adquirir la
prescripción de los bienes. Lo que implica, que la partición va a tener efecto siempre que no se
trate de un inmueble registrado.
De acuerdo a lo que establece el principio IV de la ley 108-05 sobre Jurisdicción Inmobiliaria,
cuando establece que todo derecho registrado conforme a dicha ley gozará de
imprescriptibilidad y protección del Estado. Por tanto, cuando se trate de bienes inmuebles
(registrados), cualquier copropietario, coheredero o copartícipe, podrá solicitar su derecho a
partición que siempre va a involucrar el inmueble en su totalidad.

Existen casos que por la naturaleza del bien no podrán ser susceptibles de partición, como son:
las sepulturas de la familia, las servidumbres y dependencias de una propiedad.

En principio, toda persona que tenga calidad tendrá capacidad ejercer el derecho a la acción en
partición. Sin embargo, considerando las reglas de la minoridad y la interdicción, cuyo objetivo
es limitar la capacidad del individuo, no todos los herederos podrán ejercer por sí solos, dicha
acción, lo que no quiere decir que no podrá hacerlo.
En caso de que se trate de un menor de edad, aun sean emancipados, o de un interdicto, deberán
actuar bajo la representación de su tutor, siempre que se encuentre autorizado por el Consejo de
Familia. A menos de que la acción la haya incoado un mayor de edad, que no será necesario
este último requisito.

El artículo 817 del Código Civil, establece que, respecto de los coherederos ausentes, la acción
compete a los parientes que se le haya dado la posesión. Entendiendo por esta última, la
posesión provisional de los bienes. Siempre que estas reglas no sean tomadas en cuenta la
partición sólo tendrá un efecto provisional.

De acuerdo a los avances que ha sufrido el derecho en los últimos años, la mujer casada no
necesita de ninguna autorización de su esposo para ejercer la acción en partición.

Las principales formas de partición existentes son dos: amigable y judicial.

a. Partición Amigable
La Partición Amigable generalmente es hecha por los coherederos, cuando logran llegar a un
acuerdo amigable, como prima la voluntad de las partes, no existen reglas específicas para
llevarse a cabo.

Por lo general, suele ser la más rápida y económica, y según lo establece el Dr. Artagnan Pérez
Méndez, en su obra Sucesiones y Liberalidades, “…ayuda a que los bienes permanezcan dentro
de la misma familia, y que a cada uno le corresponda lo suyo conforme a sus preferencias”.

b. Partición Judicial Existen casos en los que es imposible proceder a una Partición Amigable,
y por tanto, se la ley se lo impone. Básicamente sucede en dos situaciones, que son:

1. Cuando no todos los coherederos están de acuerdo. Basta sólo con que uno de ellos no esté de
acuerdo en la partición.

2. Según el artículo 838 del Código Civil, es obligatorio acudir a la Partición Judicial, cuando
entre los coherederos existen menores de edad, aunque estuviesen emancipados, ausentes o
interdictos. Deberá realizarse siguiendo las prescripciones descritas en los artículos 819 al 837
de texto antes citado.

Según lo que establece el artículo 466 del Código Civil, para que la partición tenga efecto
respecto a los menores de edad, deberá realizarse con el auxilio de un perito que será nombrado
por el tribunal donde se haya abierto la sucesión. Éstos se encargarán de formar lotes, que
serán sacados al azar, y deberá hacerse en presencia de un miembro del tribunal o un notario
designado por el mismo, quien hará entrega de los lotes.

En lo que se refiere reglas de procedimiento, los artículos del 966 al 985 del Código de
Procedimiento Civil son los relativos a este tema.

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