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Parte de que hay necesidades básicas en común a toda la población que pueden ser
satisfechas mediante el consumo (alimentación adecuada, hogar familiar, atención de
salud, educación media, agua potable, energía, comunicación), y que la asignación
universal incondicional de ingreso básico es incompatible con un país capitalista porque
la falta de disciplina laboral consecuente impediría programar la producción. Los
mismos beneficiarios de planes sociales pretenden trabajar a cambio de recibir esas
transferencias, como quedó demostrado en una encuesta de la Universidad de La Plata
hace dos años.
Propone la satisfacción de esas necesidades básicas comunes garantizando un Consumo
Básico, resultante de la combinación de un Ingreso Social y de Servicios Públicos.
Mientras que estos últimos serían universales (esto implica, entre otras cosas, unificar el
estratificado sistema de salud argentino), el Ingreso Social se dividiría en transferencias
incondicionales a ancianos y a niños y transferencias condicionadas a trabajo para
desocupados. Éstos podrán desempeñarse en el área de servicios, en el cuidado de
ancianos y niños, para cobrar el desempleo. Puede discutirse si merecerán cobrarlo
aquellos que al quedar desocupados comiencen a cuidar de sus propios hijos o ancianos
del hogar familiar. De todas formas el cuidado de los propios familiares incapaces de
trabajar debería considerarse como un trabajo, retribuido con un ingreso, ya que impide
a la persona que lo cumple salir a buscar un trabajo pago.
Los Servicios Públicos serían los siguientes (entre paréntesis se apunta la proporción del
PBI que representa cada uno de ellos hoy en día): atención de salud (5%), educación
media completa (5%), agua y saneamiento (0,2%), vivienda (0,5%), “tarifa social” –
subsidio a la energía, el transporte y la comunicación (3%).
La racionalización del sistema de salud resultante de su unificación y de implementar la
medicina preventiva permitiría derivar fondos sobrantes a la educación.
El gasto total no llegaría al 20% del PBI, proporción similar al gasto social estatal
actual.
- Hay que repartir las horas de trabajo entre todos pero eliminar el salario.