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Ana del Pilar Murillo Devia.

Proceso de embarazo de Sofía Ocampo Murillo.

Siempre soñé tener una familia, al decir familia me refiero a esposo e hijos.
Cuando nació Juan Sebastián, lo planeado era tener otro bebé (un hermanito o
hermanita para él). Siempre fue muy deseado y planeado este sueño. Antes del
año 2000 comenzamos con la tarea para tener a nuestro nuevo bebé. Muy dentro
de mí deseaba que fuera una niña, en este año 2000 tuve la gran pérdida de mi
madre (Enero 3 del 2000), pero un día antes mi madre me dijo con la sabiduría
que ella evocaba: no debería de angustiarme tanto por quedar embarazada, que
ella sabía que yo iba a tener otro hijo y que sería una niña.

Al ver que no podía quedar encinta consulté con mi ginecólogo para saber que
podría estar sucediendo, por lo cual debí realizarme una gran cantidad de
exámenes médicos que también incluyeron a mi esposo. Los resultados no
arrojaron nada malo, se creía que yo estaba muy ansiosa y por eso no quedaba
embarazada. Se juntó la gran pérdida de mi mamá con la ansiedad.

Empecé un tratamiento de fertilidad que incluía procedimientos muy dolorosos


junto con medicamentos. Con el tiempo llegué a la conclusión que no quería
seguir con dicho tratamiento, pero aún seguía teniendo la esperanza de un nuevo
hijo.

En alguna reunión familiar una conocida me dio una receta natural la cual seguí
según las indicaciones, y con mucha alegría en Octubre del 2000 descubrí que
estaba embarazada, fue muy emocionante ver materializado mi sueño, recuerdo
que mi esposo estaba muy contento cuando le enseñé la prueba de embarazo
positiva. De todas formas recurrimos a nuestro médico nuevamente, para
cerciorarnos y empezar mis controles pre-natales.

Durante el embarazo Juan Sebastián cambió de guardería, tenía 4 años y unos


meses. Esto fue asustador más para mí que para él. En las primeras semanas
sufrió un pequeño accidente con sus gafas, lo cual lo llevó a una pequeña cirugía
plástica en su carita. Fue horrible verlo llegar con su carita lastimada y me
desmayé. Tenía 5 meses de embarazo aproximadamente.

Fue un poco duro estar lejos de mi familia, porque mi madre me cuidó mucho
durante mi primer embarazo, por el contrario, en esta situación, me tocó casi sola.
No engordé mucho y era preocupante para el médico. Posteriormente sufrí la
pérdida de mi hermano más querido. No pude despedirme de él, porque mi
embarazo era un poco riesgoso, debido a unas hemorragias anales (hemorroides),
eso me dolía mucho porque nadie me quiso contar el suceso hasta muy entrada la
tarde. Sufrí con las hemorroides durante el resto del embarazo y fue muy doloroso
y preocupante por las hemorragias continuas y por los cuidados que tenía que
seguir, ese impase fue muy solitario para mi esposo y para mí, porque teníamos
un niño que demandaba muchos cuidados. íbamos mucho al médico a revisiones
para que Sofía estuviera bien. Yo presentía que era una niña, aunque nunca se
dejó ver su sexo y siempre la llamaba por su nombre: Sofía. Hablaba mucho con
ella, y en mis tiempos libres me dedicaba a la lectura de clásicos y a escuchar
música clásica porque me agrada demasiado.

El 30 de Junio de 2001, rompo fuente alrededor de las 3 pm. El médico nos dijo
que fuéramos a la clínica para mayor control, aunque los dolores no eran muchos.
Mi gran preocupación era dejar a Sebastián mientras me hospitalizaban, y
pensaba que Sofía naciera sana. Llegué a la clínica “Las Vegas” con una
dilatación de 7 a 8, el médico me examinó y nos dijo que Sofía no puede nacer
naturalmente porque se me podría salir totalmente el recto. Decidieron hacerme
una cesárea. Sofía nació a las 7:20 pm, era sábado, midió 48 cm y pesó 31000
gramos, fue hermoso verla sana y muy parecida a su hermano, me enamorpe
nuevamente.

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