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((Un biólogo debe ir con

mucho cuidado, cuando un


físico le diga que tal cosa
es imposible». Aftert Szent-
Gyóryi.

por Sinesio Darneli

La cita con la que empiezo este ello, en esta ocasión se produjo la Ante esta contestación nos que-
artículo, corresponde a un famoso grabación paranormal. Con toda damos un tanto sorprendidos, nin-
premio Nobel de física. Quizás claridad, con una claridad poco co- guno de los presentes usaba gafas,
parezca que no tiene relación con mún, una voz de mujer bastante más que alguno para leer. Nadie de
unas narraciones sobre psicofonías... atiplada y con un son cantarín co- los reunidos había perdido los lentes.
pero si la menciono, es con el objeto mentó: La contestación psicofónica se pres-
de recordar de que lo imposible, en —«SE HAN PERDIDO LOS tó a los mas variados comentarios,
más de una ocasión es «posible». LENTES...» algunos de los cuales fueron ya de
Durante el verano pasado de
1978, y coincidiendo con los meses
en que trabajaba sobre el libro «Vo-
ces sin Rostro», dedicado precisa- La flecha indica el lugar donde se encontraron las gafas...
mente a psicofonías, un grupo de
amigos me insistieron en realizar
una pequeña excursión, y durante
la misma hacer unas psicofonías.
No me hice rogar, pues la realidad
era que estaba un tanto saturado
de tantas horas sobre la máquina de
escribir.
La excursión era algo intrascen-
dente, pues simplemente se trataba
de pasar un fin de semana en Ar-
bucias.
El día era verdaderamente her-
moso y por unanimidad decidimos
pasarlo al aire libre, así que, car-
gados con los consabidos bártulos
que supone una comida campestre,
nos dirijimos a una pequeña expla-
nada, junto a un no menos pequeño
riachuelo, riachuelo que por cierto
mantenía sus aguas limpias. Antes
de iniciar los preparativos para co-
mer, se decidió probar suerte ha-
ciendo o intentando hacer alguna
psicofonía en aquel bucólico lugar.
Se instalaron dos aparatos y tras
acomodarnos lo mejor posible, se
pusieron en marcha. Como era de
esperar, durante bastantes pruebas
el resultado fue totalmente nega-
tivo. Cundió la desilusión entre los
componentes del grupo, y algo can-
sados decidimos hacer la última lla-
mada. Como generalmente ocurre
en estos casos, y no sé el motivo de

28 prensadelmisterio.blogspot.com
to. Las puertas abatidas y las pare-
des medio derrumbadas, así como el
jardín totalmente cubierto de hier-
bas y plantas trepadoras, todo daba
a la casa cierto aire no muy acogedor.
Hice unas cuantas fotografías del lu-
gar, debo reconocer que con cierta
prisa y seguidamente coloqué el mag-
netofón en el suelo, dejando el mi-
crófono «abierto» durante un par de
minutos. Con cierta alegría dejé
aquel lúgubre lugar. Como sea que
por motivos familiares tenía que re-
gresar a mi domicilio a una hora de-
terminada, decidí estudiar la posible
grabación en mi casa, y así lo hice.
En un principio sólo se podía escu-
char el canto de las aves y algún
que otro chasquido, que podía muy
bien haber sido provocado por la
abundancia de ramaje y hierbas
secas. Pero al final de la grabación
una voz apagada y siseante comenta:
—«MARIA YA MURIO»
Pensé que indudablemente este
Lúgubre y triste, la casa está cubierta por plantas trepadoras. comentario tendría alguna relación
con el lugar, y decidí investigarlo en
lo posible. Pasaron quizás un par de
meses antes no me decidiera a hacer
carácter bromista. Dimos por olvi- aparecieron los LENTES PERDI- las oportunas averiguaciones.
dada la psicofonía, pues parecía DOS.
carecer de todo sentido. Seguida- Es éste otro caso de aquellos en La mayoría de los habitantes de
mente nos dispusimos a comer. So- que el fenómeno psicofónico se nos las casas circundantes a la que nos
bre las seis de la tarde decidimos re- muestra inteligente. Un caso sencillo ocupa, son veraneantes, y tales per-
gresar a Arbucias, por lo que co- sin importancia pero bastante de- sonas no conocían y no podían dar-
menzamos a recoger los utensilios. mostrativo y sorprendente. Quizás al me datos sobre la casa en cuestión
Cuando nos dirigíamos a los respec- lector, esta narración y las que cuen- y sus habitantes. Pero la constancia
tivos coches, por un sendero vino to a continuación, le parezcan sim- tiene su recompensa. Después de
hacia nosotros un muchacho de unos ples, pero la realidad es que hay mucho buscar, di por fin con un an-
17 6 18 años, el cual tímidamente que vivirlas para valorar lo emotivo ciano, el cual sólo supo decirme, y
y demostrando ansiedad nos pre- que hay en ellas. no sin cierto reparo o duda:
guntó:
Miren Vds... hemos estado esta Un buen amigo mío de las Planas - Hace muchos... pero muchos
mañana a primera hora, con mi de Valividrera, me comentó que años que esa casa está abandona-
padre y hermanas jugando a pelota cerca de Mirasol había una casa aban- da, creo que cuando murió la mujer
aquí mismo, y mi hermana ha per- donada en venta. El, realmente no que se llama María vino la separación
dido sus gafas nuevas. ¿Las han conocía ni la casa ni a quienes fueron de la familia, ya se sabe, cuando
encontrado ustedes por casualidad? sus dueños, pero me indicó más o falta el puntal cada uno tira por su
Como vulgarmente se dice... nos menos, por referencias que tenía, lado.
quedamos petrificados. Nos mira- el lugar aproximado por donde se Como se comprenderá, yo no
mos unos a otros sumidos en un encontraba dicha casa. Pasaron puedo certificar que aquel anciano
respetuoso silencio, que no carecía varios días, y un domingo decidí me contara la realidad, pero lo que
de una profunda impresión. Como localizar la misma, y hacer algunas sí puedo asegurar que el nombre que
movidos por un resorte y sin decir- pruebas en ella, pruebas psicofó- quedó grabado en la psicofonía,
nos nada, dejamos junto a los coches ficas y fotografía al violeta no vi- era el mismo que aquel anciano —re-
los bártulos ya recogidos, y comen- sible. Rodé durante casi media ma- pito— menciona. Por otro lado y por
zamos a buscar los lentes. A los ñana hasta encontrar la finca. Esta un simple sentimiento o principio de
pocos minutos y a unos quince me- realmente era impresionante. En su ética, el nombre de María no es real-
tros de donde habíamos estado ha- época de esplendor debió ser una mente el que quedó grabado en la
ciendo las psicofonías, entre unas maravillosa residencia, pero en la cinta, y que por respeto a los posibles
matas y al pie de una gruesa piedra, actualidad el abandono era comple- descendientes, silencio.

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único banco de piedra. Nos senta-
mos (cuatro personas) y después de
comentar lo agradable del lugar, es-
pontáneamente decidimos hacer
una prueba psicofónica. A la prime-
ra tentativa obtuvimos un resultado
positivo. Una voz de mujer, jovial y
alegre, también con tono cantarino,
dijo:
- SIGUE CANCION ....»
Pasados unos segundos de, silen-
cio, netamente pudimos oír las nos-
tálgicas notas de un órgano. Este
hecho podía parece normal, ya que
nos encontrábamos junto a un Mo-
nasterio, aproximadamente a la una
y media de la mañana. Pero lo que
ya no es tan natural es que en una
segunda grabación, puede oírse con
toda claridad a una voz, correspon-
diente a una persona de edad, can-
tando una canción en valenciano. La
voz, lejana y de timbre agradable,
canta dos o tres estrofas y luego las
tararea. Repentinamente me di
cuenta que la Señora X.X. que esta-
ba sentada junto a mí, tenía los ojos
llenos de lágrimas. Volviéndose hacia
su hija, visiblemente emocionada,
le dice a ésta:
- Nena... esta canción, era la que
me cantaba la abuelita para que yo
me durmiera, es una canción de
cuna valenciana, y hace más de cua-
renta años que no la había vuelto
a oír.
Con estas tres nftrraciones que
dan forma a este pequeño anecdo-
tario psicofónico, no intento demos-
trar nada. Las expongo por el hecho
de que son experiencias vividas per-
sonalmente, y que indudablemente
encierran un pequeño encanto y
una gran incógnita.
Todas las grabaciones mencio-
nadas, están perfectamente archi-
vadas y a buen resguardo; con ello
quiero decir, que ante cualquier duda
Monasterio de San Cugat... lugar propicio para realizar psicofonías. pueden ser oídas por aquellas per-
sonas que lo deseen.
Sé que muchos de mis lectores ten-
drán indudablemente experiencias
Uno de los lugares muy frecuen- Un sábado por la noche, hacia más interesantes que las que aquí
tado por mí, en mis experiencias finales del verano del 78, acompañé narro, y por ello me permito invi-
psicofónicas, es el Monasterio de a unas amistades a que vieran el tarles a que las expongan sin nin-
San Cugat y sus alrededores. En un Monasterio, ya que por la noche, gún recelo. La intercomunicación
principio acudía a tal lugar, sim- víspera de festivos, el Monasterio está entre los humanos, es la más perfec-
plemente por la belleza y tranquili- maravillosamente iluminado por es- ta de las técnicas de que dispone-
dad del mismo, sobre todo en verano. tratégicos focos, lo que realza su mos, para un avance positivo y serio,
Luego me di cuenta, de que el por- belleza. En la parte de atrás del con- en cualquier ramo del «saber» al cual
centaje de psicofonías que se ob- junto monumental, hay unos pe- dediquemos nuestra '.:ción. In-
tenían junto al Monasterio era ma queños jardines, cubiertos por viejos dudablemente, los nocimientos
elevado de lo normal. castaños. Entre los castaños, un compartidos son más fructferos
y demostrables.
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SINESIO DARNELL

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