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ORGANIZACIÓN 2. Quince minutos de silencio para que todos entreguen sus cargas
preferiblemente en una Capilla, se organizan turnos para la 3. Quince minutos para orar por cada uno de los presentes y sus
Adoración, con una duración de dos horas cada turno. familias.
La Adoración tiene que ser realizada por un número suficiente de 4. Oraciones al Espíritu Santo (Letanías o Rosario del Espíritu Santo)
hermanos (por ejemplo 7), posiblemente del mismo grupo de oración,
5. Intenciones de intercesión que nunca deberían faltar:
una o dos veces cada mes, en turnos seguidos diarios según horario
establecido, durante cinco días de la semana, de Lunes a Viernes. Para que la Renovación mantenga vivo el fuego de
Pentecostés en todas las regiones del país (orar por cada una)
Para su funcionamiento en esta modalidad se necesitan suficientes
Por la unidad de la Iglesia, según las intenciones del Papa y
grupos comprometidos, para que cada grupo participe mensual o
por la unidad de la Renovación.
quincenalmente.
Por la perseverancia de los que han realizado su compromiso
Es indispensable la elaboración de un calendario preciso, y que una con la Renovación y de los servidores.
o dos personas se hagan cargo de recordar telefónicamente este
Por una nueva efusión de carismas. Ven, deseado de mi corazón
Por las necesidades de la Iglesia y de sus Pastores. Por las
Ven, Esperanza infalible
vocaciones.
Ven, Eterno gozo
Por la conversión de los pecadores.
Por las misiones: la evangelización de los pueblos. Ven, Corona inmarcesible
6. Intercesión carismática, empleando con fuerza el don de lenguas. Ven, Soplo vital y vida mía
Ven, Vida eterna Ven, Vestido esplendoroso, que reduce a polvo al demonio Ven,
purificación mía, don gratuito
Ven, Misterio escondido,
Ven, Espíritu Santo, y planta en mí tu tienda
Ven, Tesoro sin nombre
Ven, y haz en mí tu Morada y ya no me
Ven, Realidad inefable
abandones nunca
Ven, Persona inconcebible
Ven, y guárdame en Ti para siempre
Ven, Felicidad sin fin
Ven, Tú que eres el Único bien
Ven, Luz sin ocaso
Ven, Tú que eres la santidad y toda delicia
Ven, a despertar a los que duermen
VEN, ESPÍRITU DE AMOR. JUNTO CON EL PADRE Y EL HIJO,
Ven, Resurrección de los muertos
TE RENDIMOS GLORIA, ALABANZA Y HONOR POR LOS
Ven, Todopoderoso que haces y rehaces con tu poder SIGLOS ETERNOS. ¡Amén!
2. Para ser comunión 3. Para conseguir amor
¡Te alabamos, oh Espíritu, viento y fuego de amor! Tú te derramas ¡Caridad del Padre y del Hijo, Fuente sagrada de todo bien, ¡oh
para que comprendamos que somos Iglesia, - para que nos Espíritu Paráclito!
reconozcamos finalmente como hermanos, -para que caminemos
Desde los abismos de la Trinidad, ven, como torrente de amor e
junto con Cristo y entre nosotros - en el camino hacia el Padre.
invade el íntimo del ser.
¡Oh Espíritu, soplo de una nueva creación! Tú nos regalas tu propio
Dulce Fuego que llameas, calienta el corazón de piedra, con el soplo
amor, - para que en él vivamos y lo manifestemos en las formas más
de tu Amor.
diversas. - Como notas distintas de una misma armonía, - Tú nos
unes en el ansia de* construir la comunión. Irrumpe, viento suave, y con tu soplo enciéndenos en el Amor de
Dios.
¡Oh Espíritu que eres comunión y nos llamas a hacernos comunión!
¡Penetra más a fondo en nuestro ser, - y cada día sea Pentecostés: Por Ti, somos más unidos a Ti, y entre nosotros con el vínculo de
¡Espíritu Santo de Dios, - Tú existes desde el inicio de los tiempos - ¡Oh Santo Espíritu Paráclito, ¡perfecciona en nosotros la obra
y en toda forma de vida! - Tú eres el soplo de Dios, -Creador y Padre
iniciada por Jesús: - haz que la oración que hacemos en nombre del
de todo viviente. - Nosotros reconocemos con gozo que tenemos vida
mundo entero, sea fuerte y continua. - Acelera para cada uno de
por Ti.
nosotros los tiempos de una profunda vida interior!
Espíritu Santo de Dios, - los pueblos de la tierra, durante siglos y
Mortifica en nosotros la natural presunción -y levántanos en las
siglos, - animados por tu amor - han intentado con trabajo y esfuerzo
regiones de la santa humildad, - del verdadero temor de Dios, - y del
- buscarte escondido en lo creado. - Nosotros te reconocemos
valor generoso.
presente en todo el universo.
Que ningún lazo terreno nos impida - de hacer honor a nuestra
Espíritu Santo de Dios, - Tú te hiciste presente en el pueblo de Israel.
vocación; - ningún interés, por cobardía nuestra, mortifique las
- Tú lo has guiado en los siglos, - alimentando la espera de un
exigencias de la justicia; - ningún cálculo reduzca los espacios
Salvador, - enviado por Dios a enseñar el camino de la felicidad. - Tú
inmensos de la caridad -dentro de las angustias de los pequeños
nos lo revelaste como Hijo de Dios.
egoísmos.
Espíritu Santo de Dios, - hoy también eres el alma de la Iglesia. - Tú
Todo sea grande en nosotros: - la búsqueda y el culto de la verdad,
estás presente en Ella - para que pueda anunciar y construir – un
- la prontitud para el sacrificio hasta la cruz y la muerte, - y todo, en
Reino de justicia, de amor y de paz. - Nosotros te reconocemos
fin, corresponda a la sublime oración del Hijo al Padre celestial, - y a
presente con tus dones y carismas, y nos envías a la misión.
esa efusión que, de Ti, oh Espíritu Santo de amor, - el Padre y el Hijo
Espíritu Santo de Dios, - Tú estás presente en el corazón de todo quisieron sobre la Iglesia -sobre sus instituciones, sobre cada una de
hombre. - Tú nos animas a todos - para que nos apasionemos del las almas y sobre todos los pueblos.
futuro. - Nosotros proclamamos que eres el Señor y Dador de
vida - y tuyo es el Reino, el poder y la gloria.
6. Para comprender el misterio de Cristo 7. Para obtener los carismas
¡Espíritu Santo, mi Señor y mi Dios, ¡de Ti procede el plan de la ¡Espíritu Santo, que repartes a cada uno los carismas; Espíritu de
salvación humana! sabiduría y de ciencia, amante de los hombres; que llenas a los
profetas; perfeccionas a los apóstoles; fortaleces a los mártires;
Tú has traído a Dios desde cielo en el seno de una Virgen.
inspiras la enseñanza de los doctores!
Tú eres el amor por el cuál Dios se unió a nuestra carne.
Es a Ti, Dios Paráclito, a quien dirigimos nuestra súplica, junta con
Has edificado en la Madre, para el Hijo de Dios, una casa sobre siete este incienso perfumado.
columnas, que son los siete dones.
Te pedimos que nos renueves con tus santos dones; que bajes sobre
De la raíz de Jesé ha brotado la flor sobre la que Tú mismo debías nosotros corno sobre los apóstoles en el cenáculo.
descansar.
Derrama sobre nosotros tus carismas; llénanos de la sabiduría de tu
Con nuestros oídos hemos oído, y nuestros padres nos han contado doctrina; haz de nosotros unos templos de tu gloria; embriáganos con
la obra que has hecho, cuando, en lenguas de fuego, has bajado del la bebida de tu gracia.
trono divino para hacer de la tierra el cielo y de los hombres unos
Concédenos vivir por Ti; agradarte a Ti y adorarte a Ti, que eres el
dioses.
puro, el santo, Dios Espíritu Paráclito.
Desde entonces nosotros, hijos de adopción, desparramados en el
mundo entero, por Ti gritamos a Dios: ¡Aba, Padre!
Yo suplico a tu inmutable y omnipotente soberanía, oh Espíritu Dios bueno, cuyo Reino en nosotros es todo amor y paz, crea tú
poderoso: ¡envíame el rocío de tu suavidad! mismo en nuestra alma aquel silencio que te es necesario para
comunicarte a ella.
Tú que consagras a los apóstoles, inspiras a los profetas, instruyes a
los doctores, haces hablar a los mudos y abres los oídos a los sordos; El actuar sosegado, el deseo sin pasión, el celo sin agitación: todo
concédeme a mí también, pecador, la gracia de hablar con seguridad eso no puede proceder sino de Ti, sabiduría eterna, actividad infinita,
del misterio vivificante de la buena noticia del Evangelio... descanso inalterable, principio y modelo de la verdadera paz.
Cuando llevo tu Palabra a los demás, que tu misericordia me preceda Tú nos has prometido esta paz por boca'de los profetas, nos la
y me sugiera interiormente, en el debido momento, lo que es digno, otorgaste por medio de Jesucristo, la garantizaste para todos con la
útil y grato a Ti, a gloria y alabanza de tu divinidad, y para la plena efusión de tu Espíritu.
edificación de la Iglesia católica.
No permitas que la envidia del enemigo, la perturbación de las
pasiones, los escrúpulos de la conciencia nos hagan perder este don
celestial, que es la prenda de tu amor, el objeto de tus promesas, el
premio de la sangre de tu Hijo. Amén.
10. Gracias, Espíritu Santo Gracias por haberte manifestado a la Iglesia de los Padres y a la de
nuestros días como vínculo de unidad entre el Padre y el Hijo, objeto
Gracias, Espíritu creador, porque transformas continuamente nuestro
inefable de su 'conspiración' de* amor, soplo vital y fragancia de
caos en cosmos; porque has visitado nuestras mentes y has llenado
unción divina que el Padre transmite al Hijo, engendrándolo antes de
de gracia nuestros corazones.
la aurora.
Gracias porque eres para nosotros el Consolador, el don supremo
Simplemente porque Tú existes, ahora y por toda la eternidad...
del Padre, el agua viva, el fuego, el amor y la unción espiritual.
¡acepta nuestra acción de gracias, oh Espíritu Santo!
Gracias por los infinitos dones y carismas que, como dedo potente
de Dios, has distribuido entre los hombres; por tu promesa cumplida
por el Padre y que siempre se cumplirá.
Gracias por la luz de Cristo que has hecho brillar en nuestras mentes,
por su amor que has derramado en nuestros corazones, y la sanación
que has obrado en nuestro cuerpo enfermo.
Oh Señor, haz que mi fe sea gozosa y otorgue paz y alegría a mi 1. ¡Gloria a Ti, oh Jesús, que amas a los hombres! ¡Gloria a Ti, el
espíritu; que lo habilite a la oración con Dios y a la conversación con único sin pecado!
los hombres, de tal modo que yo pueda irradiar la interior 2. ¡Gloria a Ti, que por mí pecador has querido padecer la muerte de
bienaventuranza de su afortunada posesión. cruz!
Oh Señor, haz que mi fe sea operosa... y represente una continua 1. ¡Gloria a Ti, que me has liberado del mal! ¡Gloria a Ti, amigo de
búsqueda, un continuo testimonio, un alimento continuo de los hombres!
esperanza.
2. ¡Gloria a Ti, que absuelves los pecados! ¡Gloria a Ti, que has
Oh Señor, haz que mi fe sea humilde y no presuma fundamentarse venido a salvarnos!!
sobre la experiencia de mi pensamiento y de mi sentimiento; sino que
1. ¡Gloria a Ti, que has tomado carne de la Virgen! ¡Gloria a Ti, que
se rinda al testimonio del Espíritu Santo, y que no tenga otra mejor
fuiste azotado y burlado!
garantía que la docilidad a la Tradición y a la autoridad del Magisterio
de la santa Iglesia. 2. ¡Gloria a Ti, que fuiste clavado en la cruz! ¡Gloria a Ti, que fuiste
sepultado y has f resucitado!
Para que yo pueda amar como Tú, Señor, dilata mi corazón sobre las Oh Jesús, Cordero de Dios, Hijo unigénito del Padre, en la obediencia
dimensiones del tuyo. del amor siempre has dicho: "Yo he venido para hacer tu voluntad".
Para que yo pueda entregarme sin reservas, haz que mi corazón esté Una corona de espinas ha coronado tu cabeza; una cruz ha sido el
abierto a las necesidades de los demás. instrumento de tu sacrificio. Pero el Señor ha escuchado tu oración,
te ha arrancado de la red de la muerte y el sudor y las lágrimas se
Para que yo pueda perdonar sinceramente, abre mi corazón cuando
han vuelto gritos de gozo y candor centellante en la mañana de tu
se siente herido.
Pascua.
Para que todo diálogo sea caridad, haz que no sólo abra la boca, sino
Nosotros te glorificamos; el Padre te ha levantado porque has
también mi corazón para acoger la personalidad de los demás.
vencido el pecad.
Para que no me canse nunca de amar, dilata siempre más mi
¡Tú eres Jesús, nuestro Salvador, ¡en la Gloria del Padre!
corazón, cuando el cansancio quisiera encerrarlo.
Señor, Dios mío, enseña a mi corazón en donde y como buscarte, en Dígnate concederme, Padre bueno y santo, una inteligencia que te
donde y como encontrarte. Señor, si Tú no estás aquí ¿en dónde he comprenda, un sentimiento que te sienta, un alma que te guste, un
de encontrarte? Si Tú estás presente en toda parte, ¿por qué amor que te busque,
entonces no te veo aquí presente? Pero sé que Tú habitas en una
una sabiduría que te encuentra,
luz inaccesible. ¿Quién me conducirá, quien me guiará a ella de tal
modo que en ella pueda verte? un espíritu que te conozca,
Señor, Tú eres mi Dios, Tú eres mi Señor y yo nunca te he visto. Tú un corazón que te ame,
me has creado y regenerado; me has donado todos mis bienes, y yo un pensamiento que sea dirigido a Tí,
todavía no te conozco. Yo he sido creado para verte y todavía no he
una acción que te rinda gloria,
hecho aquello por lo que he sido creado.
unos ojos que te miren.
Pero Tú, Señor, ¿hasta cuándo te olvidarás de nosotros; hasta
cuando apartarás de nosotros tu mirada? ¿Cuándo nos mirarás y nos una lengua que te confiese,
escucharás? ¿Cuándo iluminarás nuestros ojos y nos mostrarás tu
una palabra que te guste,
Rostro? ¿Cuándo te volverás a nosotros?
una paciencia que te siga,
Mira, Señor, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros.
Devuélvete a nosotros para que recibamos este bien: sin Ti nos una perseverancia que te espere,
encontramos muy mal. Ten piedad de nuestros trabajos, de nuestros un final perfecto, y tu santa presencia, la resurrección, la recompensa
esfuerzos hacia Ti; sin Ti no somos nada. y la vida eterna.
19. ¡gracias, Padre! 20. ¡Nos Has amado primero!
Padre, único Dios nuestro que vives eternamente y habitas en una ¡Tú nos has amado primero, oh Dios! Nosotros hablamos de Ti como
luz inaccesible. Nosotros te damos gracias siempre por todas las si nos hubieses amado primero una sola vez. En cambio,
cosas. continuamente, de día en día, por la vida entera, Tú nos amas por
primero.
Padre, que eres pura bondad, que estás encima de todos, que actúas
en todos y estás en todos. Nosotros... Cuando por la mañana me despierto y elevo a Ti mi espíritu, yo ya
estaba bajo tu mirada de amor.
Padre, que no haces distinción entre persona y otra, que haces nacer
el sol sobre los justos y los injustos, y y que sin tu querer nada se Si me levanto en la madrugada e inmediatamente elevo a Ti mi alma
hace. Nosotros... y mi oración, Tú ya estabas en mí, Tú ya habías adelantado mi
respuesta de amor.
Padre, que nos has amado primero mientras estábamos todavía en
el pecado, y nos has arrancado del reino de las tinieblas para Siempre es así. Y nosotros, ingratos, hablamos como si Tú nos
trasladarnos en el Reino del Hijo de tu Amor. Nosotros... hubieses amado primero una sola vez.
Padre, que nos has llamado a la libertad; que con el Hijo eres una
cosa sola; que nos conservas en tu nombre para que también
nosotros seamos uno, y concedes el Espíritu Santo a quienes te lo
piden. Nosotros...
Como los ojos de un hijo hacia su Padre, así están mis ojos en Ti, ¡Yo canto a tu luz, oh Señor,
Señor.
y mis manos aplauden a Ti.
Cerca de Ti están mi delicia y mi amor.
Señor, Dios nuestro,
No apartes de mí tu misericordia.
¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Enséñame el canto de tu verdad para que en mí produzca fruto.
De mi boca sale una alabanza y tu amor aparece en toda su delicia,
Dóname el arpa de tu Espíritu Santo para que pueda alabarte, Dios como fuego que destella como chispa que crepita.
mío.
Y toda mi vida proclama su alegría desde la madrugada. ¡Sobre los
Has dado tu corazón, Señor, a tus fieles, y no quedarán sin frutos. cielos se levanta tu magnificencia!
Una hora de tu verdad es más preciosa que todos los días y que
todos los años.
23. Madre del Creador ¡Madre de Dios y Virgen María! En esta bienaventuranza proclamada
por todas las generaciones, acoge también nuestras voces.
Verdaderamente bendita la Virgen, que posee, con el decoro de la
virginidad, la dignidad de Madre. ¡Ave, Virgen y Esposa! Te llamamos bienaventurada, porque eres La que el Eterno Padre
escogió para ser la Madre del Eterno Hijo, cuando “llego la plenitud
Verdaderamente bendita, porque mereció engendrar al Hijo del
de los tiempos". ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto
Altísimo; y conservó la corona de la inmaculada virginidad; recibió la
de tu vientre!
gloria de la Prole divina, quedando integra reina de las vírgenes.
¡Ave, Virgen y Esposa! -Te llamamos bienaventurada, porque eres La que el Eterno Hijo,
Redentor del mundo, redimió como primera en el misterio de la
Verdaderamente bendita porque fue más grande que el cielo, más
Inmaculada Concepción. ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito
fuerte que la tierra, más amplia que el universo...
el fruto de tu vientre!
Ella que acogió en su seno, a quien el mundo no puede contener, a
-Te llamamos bienaventurada, porque eres Quien sobre la cuál bajó
Dios que rige el universo. Se hizo Madre de su Creador; nutrió a quien
el Espíritu Santo y la potencia del Altísimo cubrió con su sombra, para
sustenta a todos los vivientes. ¡Ave, Virgen y Esposa!
que de Ti naciera el Eterno Hijo de Dios, como hombre. ¡Bendita tú
entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
Oh Virgen María, Madre de la Iglesia, a Ti encomendamos la Iglesia 26. Que la Iglesia sea unida, en la caridad
toda. Tú que fuiste presentada, por tu mismo Hijo divino, como Madre
Oh Divino Redentor, que has amado a la Iglesia y por ella te has dado
al discípulo predilecto, recuérdate del pueblo cristiano que en Ti
a ti mismo, a fin de santificarla y hacerla comparecer ante Ti
confía.
resplandeciente de gloria, ¡haz brillar sobre ella tu Rostro Santo!
Recuérdate de todos tus hijos; conserva firme su fe; fortifica su
Que tu Iglesia, unida en la caridad, santa en la participación de tu
esperanza; aumenta su caridad. Recuérdate de quienes se
misma santidad, sea hoy en el mundo estandarte de salvación para
encuentran en necesidades, en peligros; especialmente de quienes
los hombres, centro de unidad de todos los corazones, inspiradora
sufren persecuciones y se encuentran en la cárcel por la fe.
se santos propósitos para una renovación general y arrastradota.
A tu Corazón inmaculado, oh María, encomendamos el entero género
Que sus hijos, dejada toda división e indignidad, le rindan honor
humano; llévalo al conocimiento del único y verdadero Salvador
siempre y en todo lugar, para que todos los hombres, que todavía no
Jesucristo; aleja los flagelos provo-36 cados por el pecado; otorga al
le pertenecen, mirando a ella, por intercesión de María, te encuentren
mundo entero la paz en la verdad, la justicia, la libertad y el amor.
a Ti, Camino, Verdad y Vida, y en Ti sean reconducidos al Padre, en
Haz que la Iglesia toda, pueda elevar al Dios de las misericordias un la unidad del Espíritu Santo. Amén.
majestuoso himno de alabanza y de acción de gracias, porque
grandes cosas han hecho el Señor por tu intermedio, oh clemente,
oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Despierta de nuevo en nosotros la conciencia de nuestro gozoso
27 para aprender a servir destino, para ser, a lo largo de la historia, siervos inútiles y,
juntamente, los testigos de la esperanza que tu Reino vendrá.
Oh Dios, Pastor eterno, que edificas a la Iglesia con la verdad y con
la riqueza de tus dones, haz que a la escuela de Chisto tu Hijo, los
creyentes aprendamos, no a hacernos servir, sino a servir a los ORACIONES DE LIBERACIÓN
hermanos.
29. Renuncia al mal
Concédenos el don de tu Espíritu, para que, como María, seamos
incansables en la entrega de nosotros mismos, asiduos en la Señor Jesucristo, yo creo: que Tú eres el Hijo de Dios y el único
acogerte en los multiformes carismas en la Iglesia. que en la Cruz Tú moriste por mis pecados; que Tú resucitaste
Pon en nuestro corazón una paciencia activa, para que tu retorno nos Te pido que borres todos los pecados que he cometido yo por mi
encuentre con las manos operosas, fieles y cansados en el servicio culpa, y por mis ancestros que me han expuesto a la maldición. (En
para la venida de tu Reino. este momento nombra cualquier pecado específico del cuál estás en
conocimiento)
Abre nuestros ojos para que podamos discernir los signos de tu
Reino en toda parte; y especialmente dónanos un corazón abierto Si alguien me ha hecho algún mal, yo le perdono como quisiera que
hacia los hermanos más pobres y necesitados, en los que tu imagen Dios me haya perdonado a mí. (Nombra a estas personas)
se ha desfigurada.
Yo renuncio a todo contacto con Satanás, a prácticas ocultas y 31. Oración de liberación
sociedades secretas. (Nombra estas prácticas específicas y/o
En el Nombre de Jesucristo, por la autoridad de su Sangre preciosa,
sociedades secretas con las que tú te hayas comprometido)
por el gran amor que Dios tiene por mí, por el poder del Espíritu
Si yo tengo algún contacto con objetos que me atan a estas cosas, Santo, por la intercesión de la bienaventurada Virgen
te prometo de destruirlos. (Piensa cuáles son estos eventuales
María, del Arcángel San Miguel y de todos mis Santos patronos yo
objetos, como amuletos, signos de buena o mala suerte, etc.)
renuncio a Satanás y a sus obras y acciones.
Con la autoridad que Tú me has dado como Hijo(a) de Dios, me libero
Renuncio a todo contacto con el ocultismo, espiritismo, adivinación
de toda maldición que ha influido sobre mí o me ha afectado de
de la suerte, magia, maldiciones, brujerías...
cualquier manera.
Renuncio a todo lo que en mi vida no pertenece a Dios. ¡Oh Jesús,
En el Nombre de Jesús. Amén.
Tú eres mi Salvador, ¡seas también el Señor de todo lo que soy y de
todo lo que yo tengo. Amén.
Señor Jesús: haz que tu Preciosa Sangre se vierta sobre mí, sobre
cada miembro de mi familia, y sobre todos tus hijos por Ti amados.
Santa María, llena cíe la presencia de Dios, durante los días de tu Bendición Eucarística
vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno
Himno
nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades, y, con toda sencillez y A tan grande Sacramento adoremos con fervor, y a Jesús aquí
paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de presente renovemos nuestro amor. Acudamos todos juntos al
nuestras vidas. Al quedarte para siempre como Madre Nuestra, encuentro del Señor.
pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Gloria al Padre omnipotente
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Tú que con corazón
y a su hijo el Redentor,
materno desatas los nudos que entorpecen nuestras vidas, te
y al que, de ambos procedente,
pedimos que recibas en tus manos a……………… y que los libres
de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro el Espíritu de Amor,
enemigo. Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo líbranos de
tributemos igualmente
todo mal, Señora Nuestra y desata los nudos que impiden nos
unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, Lo alabanza, gloria y honor. Amén.
hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros -Les diste el Pan del cielo,
corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén
que contiene es sí todo deleite.
Oremos:
Bendito sea el Nombre de Jesús. horas delante de Ti, sin tener otra cosa que hacer sino decirte que te
amo, ¡oh Jesús, mi alegría!
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
San Julián Aymard decía también: "Cuando van a adorar a Jesús
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Eucaristía, no empiecen con hablarle de ustedes. El conoce todos
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. sus problemas, sus dificultades. Comiencen con hablarle de Él". "¡Tú
estás aquí, gracias! Qué alegría verte, oh Jesús. Me has reservado
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
un puesto en el cielo en este momento. Gracias por tu Madre que *
Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. está aquí...!"
Bendita sea su santa e inmaculada concepción. Alrededor del Santísimo Sacramento están presentes María, los
Bendita sea su gloriosa asunción. Ángeles, todo el cielo, porque el cielo es Dios; el cielo está en Dios y
Dios está presente. La adoración es el lugar de las oraciones cortas,
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
llamadas jaculatorias, como: "Señor, te amo: Señor, te adoro...".
Bendito sea San José su castísimo esposo.
Dejemos que estas expresiones bajen en el fondo de nuestro
Bendito sea Dios en sus Ángeles y Santos. corazón, y cuando la imaginación nos lleva a otro lugar, podemos
repetir otra. A veces digo tantas palabras para que mi mente no se
ocupe en otra parte, y otras veces pronuncie muy pocas.
El me mira a mí! se aman tiernamente y su mirada dice mucho más que cualquier
palabra. De vez en cuando repiten: "Lo sabes que te quiero. Eres mi
tesoro. Sin ti no podría vivir...".
¡No es necesario ser doctores para hablar a la persona amada! Ni
hace falta servirse de libros. Podemos hablarle a Jesús
sencillamente. Jesús tendrá más gusto en oír nuestras pobres
palabras torpes que en oír las oraciones más elaboradas del mundo,
porque lo que Él quiere son palabras de gente enamorada.