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¿Cómo ha sido tratada la cuestión de género en el modelo educativo en la Argentina?

Durante décadas, el modelo educativo argentino se caracterizó por presentar modelos


estereotipados, tanto del rol femenino como del masculino. Entendiendo estos estereotipos de
género, como los prejuicios generalizados acerca de las características que hombres y mujeres
deberían poseer, sobre cómo deberían actuar y sentir una persona en función de que sea hombre
o mujer, de las funciones sociales que ambos deberían desempeñar en la estructura social y que
son asumidas diferencialmente por hombres y mujeres

Los roles femeninos están asociados con las tareas de reproducción, crianza, cuidados familiares,
sustento emocional y están relacionados, fundamentalmente, con el ámbito doméstico. En
cambio, los roles masculinos están asociados a las tareas que tienen que ver con lo productivo, el
mantenimiento y sustento económico del hogar, y están desarrollados principalmente en el
ámbito público.

El Ministerio de Educación de la Nación posee el programa “Escuela y Medios”. De alcance


nacional tanto en los establecimientos primarios y secundarios, es un espacio de capacitación de
niños, niñas y jóvenes en el uso, análisis, interpretación y evaluación de los contenidos de los
medios de comunicación y de la forma en que producen significados. Sin embargo, esta propuesta
no hace foco en la reflexión sobre las relaciones de género o de los prejuicios sexistas.

Desde 2015 el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, a través del
Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación, puso en práctica “Los
científicos van a las escuelas”. Caracterizado por la interacción entre científicos/as y docentes de
nivel primario, secundario y terciarios de todo el país, para enriquecer las clases de ciencia en el
aula, en las que también se habla de comunicación y género.

El Senado y la Cámara de Diputados sancionaron en octubre de 2006 la Ley 26.150 que permitió la
creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI). Para que a través de este se
implemente una educación sexual integral que incluya aspectos biológicos, psicológicos, sociales,
afectivos y éticos. En todos los establecimientos educativos de todas las jurisdicciones del país
tanto de gestión estatal como privadas, laicas y religiosas, se realizan capacitaciones on line y
presenciales. Estos lineamientos curriculares de la ESI fueron aprobados por el Consejo Federal de
Educación como propósitos formativos y de aprendizajes básicos para cada nivel educativo, e
incluyen los medios de comunicación para explorar en el aula el orden de género en nuestras
sociedades.

En el primer ciclo de la educación primaria, como ejemplos, podemos citar, en Formación Ética y
Ciudadana: “La observación de mensajes emitidos a través de los medios de comunicación masiva
(presentes en videojuegos, publicidades, juegos de computadora, series de televisión y dibujos
animados entre otros) reconociendo y discutiendo críticamente las formas en que se presentan a
mujeres y varones, contenidos violentos y distintas formas de discriminación”
En Lengua: “La identificación de los roles adjudicados a niños y niñas en publicidades, libros de
cuentos y programas televisivos según su edad”

En Ciencias Sociales: “La reflexión y el análisis crítico de la información producida y difundida por
diversos medios de comunicación sobre las problemáticas de mayor impacto social, atendiendo las
que afectan la participación de mujeres y varones en diferentes espacios y procesos sociales:
familiares, laborales, políticos”

En Educación Física: “La reflexión acerca de los modelos corporales presentes en los medios de
comunicación, en la publicidad y en el deporte espectáculo” analiza desde la perspectiva
comunicacional y de género

Para el nivel secundario los enfoques y los contenidos se complejizan. En Filosofía se analiza: “La
reflexión y análisis crítico en torno a las implicancias del uso de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación sobre el comportamiento individual y las relaciones
interpersonales, la valoración de patrones hegemónicos de belleza y la relación con el consumo”.

En Lengua y Literatura cobran interés biografías de mujeres y varones relevantes en la historia de


nuestro país y del mundo, y los textos donde se plantean situaciones de diferencias de género y las
maneras de aceptar, entender o rechazar esas diferencias.

Sin embargo, la implementación de los contenidos de la ESI no siempre es homogénea y depende


de los docentes, aunque su cumplimiento es de carácter obligatorio a nivel nacional. Además, a
esto se le suman los recortes presupuestarios.

Es de destacar la tarea llevada a cabo por la comisión “Tiza en mano”, un conjunto de ideas y
materiales para trabajar en las escuelas creados por la Asociación Docente, además, que reúne a
docentes de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires en todas sus áreas y niveles.

Se plantearon debates al analizar “Los estereotipos de género en los Simpson”, o “Juegos y


juguetes para chicos y chicas”, que propone para el primer ciclo de la primaria establecer una
mirada crítica sobre los juguetes con los cuales suelen jugar los chicos, y con cuáles las chicas y por
qué. “Vendiendo estereotipos de géneros”, que pone el acento en los mensajes que construyen
las publicidades para vender productos: qué cuerpos aparecen y los estereotipos sociales sobre lo
que hacen hombres y mujeres.

La situación en la educación universitaria, principalmente en el área de periodismo y comunicación


social, con respecto a la perspectiva de género no difiere del resto del ámbito educativo, son
escasas las ofertas de formación que incluyan estos contenidos y dependen muchas veces, de
voluntades y de convicciones docentes.

En los últimos quince años, la temática de género se ha instalado en el ámbito educativo y de la


comunicación social, cada vez con mayor fuerza. Grandes transformaciones sociales, una
importante ampliación del vocabulario y la conquista de normativas que apuntan a la reflexión
sobre estos temas. Sin embargo, se produjo un fuerte desfinanciamiento del Programa Nacional
de Educación Sexual Integral que trajo como consecuencia, la deficitaria aplicación de la ley en
todos los niveles educativos, lo cual fue reconocido en su informe por el propio Ministerio de
Educación.

¿Cómo se manifiestan los estereotipos sexistas en la publicidad Argentina? Argumente con


ejemplos.

Los estereotipos de género son construcciones a nivel sociocultural acerca de las personas con
respecto a su identidad de género y en virtud de su orientación sexual. Esta estereotipación de
género adquiere un carácter sexista cuando reproduce y refuerza jerarquías de género que
habilitan la subordinación, la estigmatización, la discriminación o la exclusión de determinados
colectivos sociales por motivos de su orientación o identidad de género o cuando perjudican el
ejercicio de los derechos de estos colectivos.

En el estudio de Pérez Martínez (2006) sobre las representaciones culturales argentinas en el


discurso publicitario gráfico, se analizan las construcciones culturales en la publicidad desde una
mirada de género. Sus conclusiones principales sobre los estereotipos de género femeninos hacen
notar que en el 50% de los avisos presenta un estereotipo femenino que está centrado en la
estética del cuerpo, en una apariencia atlética y juvenil que responden a un modelo de belleza
hegemónico. El 25% de los anuncios configura un estereotipo focalizado al rol de madre y ama de
casa, y en el 10% la mujer aparece como destinataria de electrodomésticos y productos de
limpieza para su hogar. Muchos de los anuncios la ubican como la responsable de la alimentación,
el crecimiento y la salud de las hijas e hijos, mientras que en el rol de ama de casa aparece como la
única trabajadora del ámbito doméstico.

La mujer no es el público destinatario de las publicidades de alcohol, cigarrillos, automóviles,


seguros o indumentaria deportiva, aunque en los tres primeros rubros aparece como objeto de
consumo. En espacios exteriores nocturnos la mujer nunca aparece sola, siempre es acompañada
por un hombre u otras mujeres. Las relaciones con el varón se enmarcan siempre en un orden
jerárquico en el que lo masculino predomina sobre lo femenino. En los anuncios dirigidos a las
mujeres hay exhibición de cuerpos femeninos desnudos, como recurso relevante, en oposición a la
imagen del varón que difícilmente se muestre de esa manera.

Con respecto a los intereses de las mujeres se limitan al espacio doméstico en contraposición con
el varón donde la oferta de productos se diversifica ampliamente: productos y servicios vinculados
a las nuevas tecnologías, perfumes, desodorantes, automóviles y accesorios, seguros, tarjetas de
crédito, préstamos, bebidas alcohólicas, calzados y servicios de compañías aéreas.

De este modo se construye un estereotipo masculino cuyo campo de actuación e intereses son
significativamente más amplios que los de las mujeres, y donde el varón aparece sobre fondos
neutros sólo en el 15% de los anuncios; el 30% lo sitúa fuera del espacio doméstico y en el escaso
5% en que se muestra en el hogar, éste es para él un escenario de ocio. Excepcionalmente,
aparece “colaborando” en la cocina. El varón se presenta en el rol paterno como proveedor o
actuando en ámbitos laborales, estereotipos que refuerzan su papel de sostén de la familia. Su rol
productivo se fija en contraposición al rol reproductivo femenino, patrones que manifiestan la
valoración arcaica de la publicidad acerca de los aportes que varones y mujeres pueden hacer a la
sociedad y a la economía.

En este estudio, del año 2006, hay muy escasas alusiones de la diversidad sexual, señaladas sólo
en términos de orientación sexual y no de identidad de género ya que en ninguno de los anuncios
examinados se presentan de forma explícita a personas gays, lesbianas o transgéneros. Sino que,
por el contrario, se identifica la heterosexualidad como orientación sexual normativa/obligatoria.

Otro importante estudio sobre este tema es el análisis y monitoreo de la violencia simbólica en las
pautas publicitarias de la Televisión Argentina realizado en 2011 entre el actual INAM (entonces
CNM) y la Universidad Nacional de Quilmes. Consistió en un monitoreo de los spots televisivos
emitidos por los cinco canales de TV Abierta de alcance nacional entre enero y octubre de ese año,
donde se registraron y analizaron 63.948 emisiones de anuncios e identificó la participación de
personajes femeninos en el 65%. Esta investigación incluyó la producción de un Índice de Violencia
de Género en Publicidades Televisivas (IVGPT) para medir el nivel de este tipo de violencia en la
pauta publicitaria argentina. Según los indicadores de sexismo construidos en este estudio,
basados en un conjunto de estereotipos sobre los roles de las mujeres, en el 91% de los anuncios
se muestra a mujeres jóvenes; el 41% ubica a la mujer en espacios domésticos; en el 70% de los
spots la voz masculina representa el conocimiento, y también en un 70% la mujer se caracteriza
por aspectos emocionales como el amor, la imaginación y la felicidad.

Según la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual (DPSCA) que, en 2014,
monitoreo “Publicidades en programas infantiles de TV abierta y señales infantiles por cable” e
incorporó un análisis de los patrones de género en las publicidades de juegos y juguetes que
interpelaban a niñas y niños durante la semana previa a la celebración del “Día del niño”. En
cuanto a roles de género, las publicidades sobre tareas domésticas y cocina se dirigieron
principalmente a las niñas; y se destacó la idea de la maternidad en los mensajes orientados a
ellas. Los temas más reiterados en relación con las niñas son la magia y el amor. Al contrario, los
temas centrales en los anuncios dirigidos a los niños son el despliegue de poderes y el uso de la
fuerza.

En 2016, a modo de ejemplo, la campaña “Recomendadores” de la línea de limpieza del hogar


Lysoform, fue denunciada por presentar “contenido sexista y discriminatorio”.

En el discurso publicitario del ámbito privado, empresas, agencias de publicidad, y asociaciones del
sector, es donde ha habido menos avances en materia de igualdad de género y superación de
estereotipos sexistas. Sin embargo, desde la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en
1995, en la publicidad argentina se han mostrado ciertos avances tanto en la erradicación de
estereotipos sexistas asociados a la representación de las mujeres, como a una muy lenta
evolución de otros patrones de género –en un sentido positivo– asociados a las masculinidades y a
la diversidad sexual. Esto se produjo por el accionar de una sociedad que está cada vez más
consciente sobre la violencia de género y de las organizaciones sociales que promueven la equidad
de género en al campo de la comunicación. Otro factor que contribuyó al escenario actual fue el
crecimiento de un nuevo campo normativo, el desarrollo y la aplicación de políticas públicas con
perspectiva de género desde distintas áreas del Estado.

Campaña publicitaria de la línea de limpieza del hogar Lysoform, Recomendadores (2016)

https://www.youtube.com/watch?v=1yWjrQ0aqDM

Estereotipos de gènero en la publicidad (Ejemplos)

https://www.youtube.com/watch?v=iC2Bdh14nY4

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