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Programa Único de Especializaciones en Economía

El Género en la Economía
Trabajo extradoméstico y la feminización en el mercado laboral
Sandy Elvia Ramírez Gutiérrez 31 de agosto de 2018

Guzmán, Flérida (2002), “¿Qué sabemos y entendemos sobre la segregación ocupacional por
género?”, ¿Dónde trabajan los hombres y dónde las mujeres? Segregación ocupacional por
género en el trabajo extradoméstico en México, 1970-2000, Tesis de Maestría, p. 40-71.

El trabajo de la autora es un esfuerzo por esclarecer el concepto de segregación ocupacional


por género, describir las diferentes nociones al respecto, establecer su diferencia con
conceptos relacionados, así como valorar sus implicaciones económicas y sociales. A
continuación se sintetizan las principales ideas de la autora.
I
En primer lugar, la autora señala la asociación inmediata entre segregación y discriminación,
derivada de las prácticas ejercidas contra poblaciones negras e indígenas en diferentes partes
del mundo y que se evidenciaban con la separación espacial entre grupos poblacionales (i.e.
blancos, negros, indígenas).
No obstante, el concepto de segregación ha evolucionado, por lo que no está inexorablemente
vinculado a la separación espacial. Este concepto incluye, por un lado, la separación entre
grupos sociales, definidos según determinadas características (i.e., rasgos físicos, biológicos,
económicos, sociales, etcétera), y por el otro, la concentración diferenciada de los grupos
sociales (i.e., los desfavorecidos y los beneficiados). Además, la segregación puede
manifestarse en múltiples dimensiones (i.e., social, económica, política, cultural, entre otras).
II
La segregación ocupacional por sexo tiene como antecedente más antiguo, la segregación
racial. Sin embargo, con el paso del tiempo, la segregación ocupacional por sexo eliminó el
elemento espacial, es decir, es poco frecuente encontrar separación espacial entre hombres y
mujeres en los centros laborales. Así, en términos ocupacionales, la segregación se manifiesta
de nuevas formas: horizontal, vertical y sectorialmente.
En lo que respecta a la segregación horizontal, la autora la define como la “tendencia de que
las mujeres se concentren mayoritariamente en un número relativamente pequeño de
ocupaciones y se encuentren total o parcialmente ausente de las demás (…) En esta definición,
la separación se expresa en la existencia de ocupaciones femeninas y masculinas” (Guzmán,
2002: 46). En otras palabras, la segregación horizontal se refiere a la distribución de la
población ocupada en trabajos que son asignados de acuerdo a los estereotipos de género. Por
ejemplo, el trabajo doméstico ha sido considerado como una ocupación femenina, ya que se
relaciona con las actividades que las mujeres realizan en el hogar, mientras que los trabajos
fuera de la casa y que requieren fuerza o peligro, se consideran típicas de hombres. Este tipo
de segregación puede medirse a través de la composición por sexo en las ocupaciones.
Un concepto relacionado es el de distribución ocupacional, mismo que hace referencia a la
forma en que hombres y mujeres se distribuyen en toda la estructura ocupacional, esto es, a la
distribución vertical de la población masculina y femenina en el conjunto de ocupaciones.
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Trabajo extradoméstico y la feminización en el mercado laboral
Sandy Elvia Ramírez Gutiérrez 31 de agosto de 2018
Por otra parte, la segregación vertical se refiere a “la concentración de las mujeres [o
cualquier grupo social] en los niveles ocupacionales inferiores [i.e., menor remuneración,
prestaciones, oportunidades etcétera], en tanto que otros se reparten en todas las categorías o
se sitúan sólo en las superiores.”
Existen diversas mediciones para medir la distribución entre hombres y mujeres en la
estructura ocupacional, por ejemplo:

 El índice de desigualdad muestra el nivel de segregación, entendida como distribución


inequitativa por sexo en la estructura ocupacional. Su valor multiplicado por cien
representa el porcentaje de hombres y mujeres que tendrían que redistribuirse entre
las ocupaciones para que hubiera una distribución equitativa por sexo.
 La proporción de hombres y mujeres en cada ocupación debería ser igual a la
proporción que los hombres y mujeres representan en el personal ocupado total. Si
esta proporción es distinta, entonces, hay segregación ocupacional. Commented [OL1]: Esta medición sería viable si
 El índice Marginal Matching muestra que la segregación implica simetría o separación, existieran condiciones iguales de entrada a los puestos
laborales para hombres y mujeres, incluyendo la
por lo que clasifica las ocupaciones en femeninas y masculinas.
inexistencia de segregación horizontal.
La estructura ocupacional también puede clasificarse como mixta, es decir, ocupaciones
donde la participación por sexo es equitativa. La existencia de este tipo de ocupaciones indica
una situación de equidad o menor inequidad en la diferencia de oportunidades por sexo.
III
La autora establece las diferencias entre la segregación ocupacional y tres categorías
relacionadas: discriminación, segmentación y división sexual.

 Segregación ocupacional y discriminación laboral


Ambos conceptos se usan para dar cuenta de las desigualdades entre sexos en el mercado
laboral. Sin embargo, la discriminación hace referencia al trato diferenciado entre los sexos
(en la contratación, acceso a puestos laborales, salarios, condiciones de trabajo) cuando: (i)
ambos tienen las mismas condiciones en capacidad, nivel de estudios, formación y experiencia
laboral; (ii) ambos tienen la misma categoría ocupacional, pero uno de ellos realiza tareas que
corresponden a un puesto más bajo, o (iii) ambos realizan las mismas tareas, pero uno de ellos
tiene una menor calificación. Así, la discriminación ocupacional es uno de los factores, desde
la demanda, que influye en la segregación ocupacional por género, ya que existen otros
(rasgos de género, transformaciones tecnológicas, estructura productiva) que determinan que
las mujeres se concentren en actividades feminizadas y los hombres en ocupaciones
masculinizadas.

 Segregación ocupacional y segmentación del mercado por sexo


La segmentación de trabajo se refiere a la división del mercado de trabajo en diversos
segmentos, uno de los cuáles puede ser por sexo, es decir, la totalidad del mercado de trabajo
es dividida entre hombres y mujeres. Así, la segmentación es un concepto más amplio que
considera un ámbito general del mercado de trabajo que engloba a la segregación. Además,
sus motivaciones también son diferentes: mientras la segregación responde a factores que
afectan al mercado de trabajo (rasgos de género, transformaciones tecnológicas, estructura
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Trabajo extradoméstico y la feminización en el mercado laboral
Sandy Elvia Ramírez Gutiérrez 31 de agosto de 2018
productiva), la segmentación tiene como objetivo el aumento de la productividad y el control
de la fuerza de trabajo.

 Segregación ocupacional y división sexual del trabajo


La división sexual del trabajo corresponde a la asignación social de tareas con respecto a las
diferentes cualidades de hombres y mujeres en el ámbito doméstico y el extradoméstico. Por
lo tanto, la existencia de ocupaciones femeninas y masculinas es una expresión de la división
sexual del trabajo. No obstante, la división tradicional del trabajo por sexo no se presenta de
igual forma en el ámbito extradoméstico. Por ejemplo, las actividades de preparación de
alimentos, consideradas como femeninas, pueden estar masculinizadas en algunas partes del
país.
IV
Algunos de los efectos de la segregación ocupacional por sexo son:

 La diferencia salarial entre hombres y mujeres. Las mujeres reciben pagos inferiores a
los de los hombres, particularmente en la industria manufacturera y el comercio.
 Diferencias en la duración de la jornada laboral. En general, las mujeres trabajan
menos horas que los hombres, lo que incide en su percepción salarial.
 Diferencias en las prestaciones sociales. Las mujeres participan mayoritariamente en
sectores que han crecido (i.e., servicios), mientras que los hombres se concentran en
actividades que han sufrido contracciones (i.e., manufactura), por lo que más mujeres
tienen acceso a prestaciones sociales que los hombres.
 Rigideces en el mercado laboral. La existencia de segregación ocupacional puede
reducir la movilidad de la fuerza de trabajo al impedir a hombres y mujeres realizar
actividades que no son consideradas masculinas o femeninas, respectivamente. Desde
el punto de vista del capital humano, se estaría incurriendo en ineficiencias en la
asignación de fuerza de trabajo con alta inversión en determinadas tareas. Por otra
parte, la existencia de segregación horizontal limita la disponibilidad de fuerza de
trabajo.

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