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Interes legitimo
17) ¿Es correcto afirmar que los Tratados del Art. 75:22 CN están “incorporados” a la
Constitución Nacional? Fundar.
Una doctrina mayoritaria entiende que estos tratados no están incorporados al texto
constitucional”. Así lo expresa uno de ellos: "los instrumentos que se añaden a la Carta
Suprema tienen rango constitucional, pero no son la Constitución misma. Ahora bien, en tanto
se entienda que ellos forman parte de la Constitución se estaría admitiendo la posibilidad del
cambio de estructura constitucional de nuestro país de rígida a semirrígida debido a que el
Congreso tendría potestades para incorporar nuevos derechos y normas a su texto, en
contravención con los procedimientos formales de reforma estipulados por el artículo 30 de la
Constitución que permanece inalterados. Pero si entendemos que no forman parte de la
Constitución, pero gozan de jerarquía constitucional, ¿cómo se suple esa aparente
contradicción? Recurriendo a una figura presente en el derecho comparado: el bloque de
constitucionalidad federal. Así, este bloque se definiría como: “Aquel conjunto normativo,
formalmente no unificado, que tiene la jerarquía constitucional dada por el Poder Constituyente
o por aquel a quien éste le hubiera dado competencia para ello, y que por ende subordina la
producción normativa de los órganos de la federación y de las provincias, manteniendo el
principio de exclusión competencial recíproca y actuando como clave de bóveda del sistema
normativo argentino”.
Hay que entender, que el constituyente le da jerarquía a los tratados y estos no están
incorporados en la CN.
18) Explicar los alcances de la disposición “en las condiciones de su vigencia “ del Art.
75:22 CN.
Jerarquía constitucional en las condiciones de vigencia de los tratados: Indican tanto el modo
en que fueron aprobados y ratificados, es decir con las reservas respectivas, como el alcance
interpretativo dado a las cláusulas del tratado por la jurisprudencia internacional. Estas
interpretaciones las efectúan los organismos internacionales, lo que suscita el problema de las
relaciones de orden jurídico interno con el derecho internacional y el mantenimiento o no de la
supremacía de la Corte Suprema.
Por lo pronto, puede afirmarse que las Opiniones Consultivas de la Corte Interamericana
constituyen una fuente de derecho interno a la que recurren los tribunales, y en especial la
Corte Suprema.
Acá podemos hacer una evolución jurisprudencial de los fallos:
Aquí surge la tarea de Alfred Verdross, es decir la idea de los llamados pasajes legitimantes.
Estos pasajes sirven como medio para relacionar el derecho internacional con el sistema local
del país, y por donde deben por un lado complementarse y por otro, retroalimentarse. Tiene
que haber una convivencia.
Considerando 9°) de ARANCIBIA Que en el citado precedente Monges esta Corte estableció
que: "...el artículo 75, inc. 22, mediante el que se otorgó jerarquía constitucional a los
tratados...establece, en su última parte, que aquéllos 'no derogan artículo alguno de la primera
parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías
por ella reconocidos'". Ello indica que los constituyentes han efectuado un juicio de
comprobación, en virtud del cual han cotejado los tratados y los artículos constitucionales y han
verificado que no se produce derogación alguna, juicio que no pueden los poderes constituidos
desconocer o contradecir" (considerando 20). "Que de ello se desprende que la armonía o
concordancia entre los tratados y la Constitución es un juicio constituyente. En efecto, así lo
han juzgado al hacer referencia a los tratados que fueron dotados de jerarquía constitucional y,
por consiguiente, no pueden ni han podido derogar la Constitución pues esto sería un
contrasentido insusceptible de ser atribuido al constituyente, cuya imprevisión no cabe
presumir" (considerando 21). "Que, de tal modo, los tratados complementan las normas
constitucionales sobre derechos y garantías, y lo mismo cabe predicar respecto de las
disposiciones contenidas en la parte orgánica de la Constitución...aunque el constituyente no
haya hecho expresa alusión a aquélla, pues no cabe sostener que las normas contenidas en
los tratados se hallen por encima de la segunda parte de la Constitución. Por el contrario, debe
interpretarse que las cláusulas constitucionales y las de los tratados tienen la misma jerarquía,
son complementarias y, por lo tanto, no pueden desplazarse o destruirse recíprocamente"
(considerando 22).
10) Que esta doctrina reafirmada en la causa "Petric" Fallos: 321:885, entre muchas otras,
resulta aplicable a los tratados sobre derechos humanos, como el que se halla en juego en la
especie, que adquieren jerarquía constitucional con arreglo a lo dispuesto en el último párrafo
del citado art. 75, inc. 22 de la Ley Fundamental.
En rigor, cuando el Congreso confiere jerarquía constitucional al tratado hace un juicio
constituyente por autorización de la Constitución misma según el cual al elevar al tratado a la
misma jerarquía que la Constitución estatuye que éste no sólo es arreglado a los principios de
derecho público de la Constitución sino que no deroga norma alguna de la Constitución sino
que la complementa. Tal juicio constituyente del Congreso Nacional no puede ser revisado por
esta Corte para declarar su invalidez sino sólo para hallar armonía y complemento entre tales
tratados y la Constitución. En último análisis tal juicio constituyente del Congreso no implica ni
puede introducir reforma alguna de la Constitución pues el tratado no deroga norma alguna de
la Constitución y solo complementa los derechos y garantías en ella declarados. Si tal armonía
y concordancia debe constatarse, es obvio, con mayor razón que el tratado también se ajusta al
art. 27 de la Constitución.
No se trata, por ende, de una estricta reforma constitucional, porque el tratado al que se le
confiere jerarquía constitucional no modifica, altera o deroga la Constitución, sino que la
complementa y confirma con normas que si bien pueden desarrollar o hacer explícitos los
derechos y garantías constitucionales guardan siempre el espíritu de tales derechos. Por
analogía, el Congreso hace un juicio constituyente de armonía de todos estos preceptos que no
pueden entrar en colisión o tener preeminencia pues constituyen la Constitución misma. Y es la
Constitución la que confiere poderes al Congreso para elevar el tratado a la jerarquía
constitucional. Y no puede afirmarse que tal facultad (art. 75 inc. 22) quebranta la rigidez del
art. 30 porque jamás podría razonablemente afirmarse que el art. 75 inc. 22 de la Constitución
lesiona el art. 30. Porque no hay normas constitucionales inconstitucionales. Las cláusulas de
la Constitución no pueden interpretarse en contradicción unas con otras, ni jerarquizando unas
sobre las otras. Obviamente, cabe distinguir los distintos ámbitos de aplicación según las
materias de las normas constitucionales.
20) Explicar los alcances de la disposición “deben entenderse complementarios de los
derechos y garantías por ella reconocidos “ del Art. 75:22 CN.
El principio de buena fe exige que los tratados internacionales sean siempre interpretados de
buena fe (art. 31° de la Convención de Viena, que es la ley internacional que regula el llamado
derecho de los tratados); El principio pro homine impone que, en caso de duda, se decida
siempre en el sentido mas garantizador del derecho de que se trate. En tanto que el segundo
es su expresión particular en los tratados internacionales de derechos humanos.
Bidart Campos sugiere que la jerarquía constitucional opera como niveladora de normas por lo
que, en caso de conflicto, se debe acudir al principio pro homine, a favor de la ideología
personalista que invade nuestro texto constitucional”. Podemos mencionar aquí el artículo 29
de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), el que da las pautas de
interpretación.
Artículo 29. Normas de Interpretación
Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de:
a) permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio de los
derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que la
prevista en ella;
b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de
acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención
en que sea parte uno de dichos Estados;
c) excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la
forma democrática representativa de gobierno, y
d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y
Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza.
24) ¿Qué desafíos presenta el carácter obligatorio de los fallos de la Corte Interam. de
DDHH en relación a nuestros tribunales?
27) ¿Por qué el voto de la mayoría en CSJN “Fontevecchia” (2017), afirma que la Corte
Interam de DD.HH. no “revisa” sino que “supervisa”?
Dejar sin efectos la sentencia dictada por la CJSN en la causa “Menem” en virtud del orden de
la Corte Interamericana (Lo cual es sinónimo de revocar), implicaría transformar a dicho
tribunal, efectivamente, en una “cuarta instancia” revisora de las sentencias dictadas por esta
Corte, en clara violación de los principios estructurantes del sistema interamericano y en
exceso de las obligaciones convencionalmente asumidas por el Estado argentino al ingresar a
dicho sistema. En efecto, la idea de revocación se encuentra en el centro mismo del concepto
de una “cuarta instancia”, en tanto una instancia judicial superior supone la capacidad de
revisar las decisiones del inferior y, en su caso, dejarlas sin efecto. De revocarse la sentencia
de CSJN, nos encontraríamos ante una violación al artículo 27 y 108 de la CN.
28) Relacione el Art. 27 CN con la llamada “fórmula argentina” invocada por el voto de la
mayoría en CSJN “Fontevecchia” (2017), para fundar la convivencia entre el derecho
local y el derecho internacional.
Considerando 5 y 16
Articulo 27: El Gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con
las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con los principios de
derecho público establecidos en esta Constitución.
Nuestra relación con otras potencias extranjeras se rige a través de Tratados. Es por ello que el
art. 27 viene por un lado a promover la paz y el comercio con las potencias extranjeras a través
de ellos, pero al mismo tiempo, establece un núcleo petreo, duro, una esfera de reserva
soberana, al sostener que “los principios de derecho público establecidos en esta Constitución”.
Es decir que, los Tratados deben ajustarse y guardar conformidad con estos, y es por ello que,
nunca prevalecerá automáticamente el derecho internacional, sobre el ordenamiento
constitucional.
Esta interpretación se vió reflejada en la practica constitucional argentina, lo cual se refleja por
ejemplo en la “Formula argentina”, a través de la cual se excluían de los tratados de arbitraje
obligatorios las cuestiones que afectaban a la Constitucion de cada país.
En palabras de Carlos Saavedra Lamas: Esta fórmula "ha nacido de los términos y del espíritu
de nuestra Constitución, los que no podían ser desvirtuados por ningún tratado sin exponerse a
caer en nulidad".
Asimismo, Joaquin V. Gonzalez, también se expidió al respecto sosteniendo que: "un tratado no
puede alterar la supremacía de la Constitución Nacional, cambiar la forma de gobierno,
suprimir una provincia o incorporar otras nuevas, limitar atribuciones expresamente conferidas
a los poderes de gobierno, desintegrar social o políticamente al territorio; restringir los derechos
civiles, políticos y sociales reconocidos por la Constitución a los habitantes del país, ni las
prerrogativas acordadas a los extranjeros ni suprimir o disminuir en forma alguna las garantías
constitucionales creadas para hacerlos efectivos [...] En cuanto la Constitución Nacional sea lo
que es, el art. 27 tiene para la Nación significado singular en el derecho internacional. La regla
invariable de conducta, el respeto a la integridad moral y política de las Naciones contratantes"
29) En CSJN “Fontevecchia” (2017), el juez Rosatti afirma que la CSJN es el último
intérprete de la CN y la Corte IDH lo es de la CADH, haciendo referencia a un “diálogo
jurisprudencial”. Fijar posición y explicar.
30) Explicar los alcances de la disidencia del juez Maqueda en CSJN “Fontevecchia”
(2017). Fijar posición.
Maqueda sostiene que, según lo dispuesto por el at.75 inc. 22, las sentencias de la CIDH
pronunciadas en causas en la que el Estado argentino sea parte deben ser cumplidas por los
poderes constituidos en el ámbito de su competencia y, en consecuencia, son obligatorias para
la CSJN. Y es por ellos, que la CSJN, como uno de los poderes del Estado argentino y
conforme lo previsto en el art. 68.1 de la CADH, debe cumplir y ejecutar el pronunciamiento del
tribunal interamericano (consid. 3).
Este deber, responde al principio básico del derecho sobre la responsabilidad internacional del
Estado, que sostiene que los Estados deben acatar sus obligaciones convencionales
internacionales de buena fe (pacta sunt servanda) y de conformidad con lo dispuesto en la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, no pueden por razones de
orden interno, dejar de cumplir las obligaciones, ya asumidas, so pena de verse comprometida
la referida responsabilidad. (considerando 4).
Art 31: “Esta CN, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y
los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de
cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no obstante, cualquier disposición en
contrario que contengas las leyes o constituciones provinciales (…)”
Marbury: El tribunal comenzó diciendo “La cuestión, si una ley, repugnante a la C, puede ser
derecho vigente, es una cuestión que interesa profundamente a los EEUU; pero felizmente no
tiene una complejidad proporcional a su interés”. Marshall ofreció entonces varias razones por
las cuales la Corte podía declarar a las leyes federales inconstitucionales; Por ejemplo, que la
Constitución impone limites a los poderes de gobierno y que esos límites no tendrían
significado a menos que pudieran ser controlados judicialmente. ( …) “Es enfáticamente la
facultad y el deber del dpto. judicial decir lo que la ley es”. “Decidir casos que surgieran de la
Constitución implicaba el poder de declarar a las leyes inconstitucionales cuando entraran en
conflicto con la Carta Magna”.
32) ¿Cuáles son las misiones esenciales de la Corte Suprema de Justicia de la Nación?
Resguardo del procedimiento democrático cada vez que la Corte dirime conflictos. De
esta manera asegura la discusión democrática.
Asegurar la practica constitucional cada vez que actúa como juez de jueces. Trata de
asegurar que haya un marco de discusión constitucional.
El desafío mas grande es saber mantenerse dentro de su órbita y no desparramarse ni asfixiar
a los otros poderes (En un Estado de sitio, la Corte no tiene nada que hacer, lo único que
puede hacer es revisar derechos y garantías, pero no el estado de sitio en sí mismo)
Una manera de ampliar el límite es mediante la arbitrariedad que sirve como herramienta
utilizada por los jueces para llevar a cabo el control de constitucionalidad de manera mas
amplia aun no estando habilitado. (Artículo 1 CN, Principio Republicano). La arbitrariedad debe
ser diferenciada de la ilegalidad; la primera es un exceso dentro del sistema, un exceso por
defecto, mientras que la segunda hacer referencia lo que esta por fuera de la ley (prevaricato).
Considerando 11 de Rosatti en Muiña: “Lo que no hizo el legislador no lo puede hacer el
juez, pues de otro modo este se convertiría en aquel, violentándose el principio constitucional
de división de poderes e incurriéndose en una nueva causal de arbitrariedad de sentencia”
33) Se discute la superación del distingo entre control de constitucionalidad y control de
convencionalidad. Explicar y fijar posición.
En tanto sociedad que se rige por normas fundamentales que condicionan el accionar de los
poderes públicos, no puede discutirse válidamente que la impostergable e irrenunciable
obligación de investigar y sancionar las violaciones de los derechos humanos, lo es en el
marco y con las herramientas del Estado de derecho y no con prescindencia de ellas.
Corresponde explicitar que la medida que se adoptara resulta del todo consistente con las
normas de jerarquía que fundan el deber del Estado de investigar los gravísimos atentados
contra la vida, integridad física y libertad ocurridos durante el ultimo gobierno dictatorial. Esto
por cuanto sin descnocer las inconmensurables diferencias cualitativas entre ambos supuestos
que descartan de plano toda equiparación fáctica o valorativo, debe repararse que, en un plano
jurídico, son estas mismas normas las que le imponen al Estado -como límite infranqueable- la
obligación de respetar y garantizar la vida en todo supuesto y respecto de todas las personas
sin que, en este punto, pueda entrar válidamente en juego ninguna otra consideración que
pueda anteponerse a la condición y estado de salud del aquí recurrente.
Que, en este marco, corresponde señalar que toda justificación que pudiera ensayarse para
sustentar alguna clase de excepción de la aplicación de este principio cuando se trate de un
imputado o condenado en el marco de un proceso de lesa humanidad no podría tener favorable
recepción porque carecería de todo sustento normativo.
34) Explicar la decisión de la Corte en CSJN “Alespeiti” (2017).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con las firmas de los jueces Juan Carlos Maqueda,
Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, resolvió revocar la sentencia de la Cámara Federal de
Casación Penal que había dejado sin efecto el arresto domiciliario de Felipe Jorge Alespeiti,
condenado por sentencia no firme por crímenes de lesa humanidad, por considerar que carecía
de fundamentación, disponiendo el dictado de un nuevo pronunciamiento.
Los ministros Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco entendieron que correspondía no
tratar el recurso, conforme a lo dispuesto por el art. 280 del CPCC, con lo cual se mantiene el
arresto en el establecimiento carcelario donde se hallaba alojado.
En el caso, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal había revocado el arresto
domiciliario de Alespeiti sobre la base de considerar el riesgo de fuga y el compromiso de la
responsabilidad internacional del Estado argentino de garantizar efectivamente el cumplimiento
de la pena. Además tuvo en cuenta que en este tipo de causas no debía estarse a la edad o
aptitud de salud del imputado, sino también considerarse la capacidad de la persona e influir en
las estructuras de poder del que formó parte y con el que conformó una red continental de
represión. Contra esa decisión, la defensa dedujo un recurso extraordinario que fue concedido
y que fue resuelto por el Máximo Tribunal.
35) Explicar los alcances del voto del juez Rosatti en CSJN “Alespeiti” (2017), respecto a
la posibilidad de un estándar diferenciado para juzgar delitos de lesa humanidad.
Rosatti advirtió que –pese a la atrocidad de los crímenes perpetrados- el legislador no había
previsto un régimen especial sobre las condiciones en las que el señalado debía transitar el
proceso, como tampoco sobre las modalidades de ejecución de la pena para el caso de resultar
condenado, debiendo el juez ponderar -en cada caso concreto- el nivel de restricción a la
libertad aplicable, cuidándose de no formular reglas generales que son ajenas a su
competencia y propias del poder legislador.
En tal sentido, por aplicación de normas constitucionales y legales vigentes que el magistrado
no puede evadir, entendió que no quedó demostrado en el expediente, para negar el arresto
domiciliario al imputado mientras se desarrolla el proceso penal, cómo se conforma “el riesgo
de fuga” de una persona de 85 años de edad, con todos los problemas de salud
diagnosticados.
El juez de la Corte recordó que la existencia de obligaciones internacionales asumidas por el
Estado argentino para garantizar la investigación, el juzgamiento y la sanción de los crímenes
de lesa humanidad, debe ser cumplida por los tribunales argentinos sin vulnerar los principios
constitucionales de legalidad y debido proceso, cuyo incumplimiento también puede
acarrear responsabilidad internacional. Rosatti finalizó recordando que la humanidad contra la
cual fueron cometidos estos crímenes exige del Estado del Derecho, para diferenciarse de la
barbarie, la necesaria imparcialidad en la aplicación de las leyes.
Asimismo, valorizó un estándar por el cual, para conceder a una persona la prisión domiciliaria
no debería haber cometido delitos de lesa humanidad, por lo cual hay una grave afectación al
principio de igualdad ante la ley.
36) Explicar el caso y los alcances de la decisión en CSJN “Muiña” (2017).
Rosatti: En su voto, que conforma con sus fundamentos la mayoría, el juez Rosatti expuso el
dilema moral que plantea en el juzgador la aplicación de un criterio de benignidad a
condenados por delitos de lesa humanidad, para concluir que este dilema debe ser resuelto
con la estricta aplicación de la Constitución y las leyes. Afirmó que si el legislador no previó un
régimen diferenciado que excluyera la aplicación de la ley penal más benigna a los delitos de
lesa humanidad no lo puede hacer ahora el juez, pues de otro modo éste se convertiría en
aquel, violentándose el principio constitucional de división de poderes.
Agregó el magistrado que tal conclusión no supone desconocer que los delitos de lesa
humanidad expresan el estadio más degradado en que ha caído la naturaleza humana.
Pero un Estado de Derecho, agregó, no es aquel que combate a la barbarie apartándose del
ordenamiento jurídico sino respetando los derechos y garantías que han sido establecidos para
todos, aun para los condenados por delitos aberrantes. La humanidad contra la cual fueron
cometidos estos crímenes exige del Estado de Derecho la necesaria imparcialidad en la
aplicación de las leyes referidas a su juzgamiento, pues de lo contrario se correría el riesgo de
recorrer el mismo camino de declive moral que se transitó en el pasado.
39) Enunciar los puntos sobresalientes del voto del juez Lorenzetti en el fallo CSJN
“Muiña” (2017). Fijar posición.
Arancibia es acusado como partipice necesario del homicidio agravado por uso de explosivos y
por el concurso de dos o mas personas, y como autor de la conducta consistente en pertenecer
a una asociación ilícita. El homicidio se cometió en la Republica Argentina por ciudadanos
chilenos, contra ciudadanos chilenos.
El acusado integraba la DINA, un aparato externo represor de grupos opositores al gobierno
derrocado de Pinochet.
La querella (Gobierno de Chile) interpuso Recurso Extraordinario Federal por considerar dicho
fallo como arbitrario.
En función esto la CSJN, en primer lugar se avoco al tratamiento del delito de asociación ilícita,
sosteniendo que este configurada un delito de lesa. Dicho esto, expresó que la agrupación de
la que formaba parte estaba destinada a perseguir a los opositores políticos, por medio de
delitos de lesa humanidad (homicidios, torturas, etc.) Entendiendo a la asoción ilícita como un
acto preparatorio punible para comerterlos.
Con respecto a la prescripción de la acción, la Corte concluyó que los hechos por los que se
condenó a Arancibia ya eran imprescritibles para el derecho internacional al momento de
cometerse, y la misma ya era la regla por costumbre internacional vigente desde la decada del
60, a la cual en teoría adheria el Estado argentino.
41) Enunciar los puntos sobresalientes del voto del juez Zaffaroni en CSJN “Arancibia
Clavel” (2004). Fijar posición sobre su compatibilidad con el principio de legalidad.
En primer lugar, Zaffaroni disiente con la Cámara de Casación, porque dicho tribunal asegura
que la asociación ilícita llevada a cabo por Lautaro Arancibia Clavel no se configura como un
delito de lesa humanidad. El magistrado, en ese sentido argumenta que La Convención para la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, incluye dentro de los actos castigados “la
asociación para cometer genocidio”.
En función de lo expuesto por la disidencia cabe aclarar que tanto el juez Belluscio, como
Fayt y Vázquez, consideran que la aplicación de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de
los Crimenes de lesa al caso en concreto es inviable.
Establecen que si bien la prescripción es de orden público y puede ser declarada de oficio por
los jueces, la corre jamás ha declarado de oficio que no se encontraba prescritos la acción
penal cuando losntribunales de la casa la habían considerado extinguida.
Tambien con respecto a la imprescriptibilidad el Estado argentino ha demostrado encontrarse
absolutamente comprometido a partir de la sanción de la ley en 1995, por lo que la aprobó, y
asimismo, con la sanción de la ley que lo incorpora con jerarquía constitucional en 2006. Por lo
que la incorporación de lo producido con posterioridad a la Comisión de los hechos de la
causa. Aplicando de manera retroactiva una ley penal, evidentemente in malam partem y
violando el artículo 18 en función del requisito de lex praevia.
Si bien el articulo de la mencionada Convención prevée que estos crimenes son imprescritibles,
cualquiera sea la fecha en que se hayan cometido, el art. 75 inc. 22 incorpora los tratados con
la salvedad de que no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución, y
deben entenderse complemonetarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Por lo
que la irretroacticicvidad, prevista en el art.18 no puede ser derogada, ni alterada, por un
tratado.
Además, remarca que tampoco resulta aceptable que la gravedad y aun el carácter aberrante
de los hechos que se pretende incriminar, justifique dejar de ado el principio antes mencionado
emanado del 18.
El ius cogens, tampoco logra justificar la aplicación de la prescripción, porque la única alusión
de la Constitución al derecho de gentes es el art 118, que constituye solamente una regla de
competencia judicial, aunque se considere que tales hechos constituyen delitos de lesa, no
resulta posible acudir a principios indefinidos supuestamente derivados de el.
En esta misma linea, establecen que la aplicacion de este ius cogens contraria las exigencias
de que la ley penal deba ser cierta (exhaustiva y no general), estética (no analogica), y scripta
(no consuetudinaria)
Si bien el art 118, prevee que cuando se comete el delito fuera de los limites de la Nacion, el
Congreso determinara por una ley especial el lugar en que habria de seguirse el juicio, de
ningun modo se leconfiere al ius cogens jerarquía constitucional, ni mucho menos
preeminencia sobre la ley fundamental
45) ¿Por qué la división de poderes opera como garantía constitucional en la aplicación
del derecho penal?
46) Analizar la compatibilidad entre la exclusión al Art. 316 CPPN in fine, introducido por
la Ley 24.410, y la división de poderes.
Entendiendo la definición de división de poderes mencionada anteriormente, el legislador al
establecer ciertos limites dentro del articulo 316 de CPP respecto de la exención de prisión se
entromete en la función judicial, excediéndose de su competencia.
Voto de Fayt:
1. Que, en tales condiciones, al vedar la excarcelación para estos delitos que de acuerdo con
las penas previstas en el código de fondo serían susceptibles de ella ha restringido la libertad
del imputado con prescindencia de la naturaleza propia que esa restricción debe tener, es decir,
no ir más allá de lo estrictamente necesario para conjurar el peligro de fuga o de que se
obstaculice la averiguación de la verdad.
Resulta claro que a diferencia de lo que ocurre con otros delitos, en los que la gravedad de la
escala penal aplicable ha hecho presumir al legislador procesal que el imputado podría eludir la
acción de la justicia en las primeras etapas del proceso (arts. 316, 317 inc. 1º y 319, Cód.
Procesal Penal), aquí el único fundamento de esta restricción se sustenta en criterios propios
del legislador común sobre los distintos modos de protección de los bienes jurídicos.
12. Que los antecedentes parlamentarios de la ley 24.410 corroboran las conclusiones
expuestas, al justificar la detención cautelar consagrada en esos casos "...en la protección que
merece el bien jurídico tutelado" (conf. Cámara de Senadores, fundamentos del dictamen del
miembro informante senador Augusto Alasino, sesión del 30 de junio de 1993).
13. Que la limitación de la libertad personal durante el proceso motivada en el reproche o en la
repulsa social de ciertas conductas, se convierte así en un remedio tendiente a combatir el
auge de determinada delincuencia, al utilizar el instituto de la prisión preventiva cuya aplicación
restrictiva ha sido destacada por el tribunal en Fallos 316:942 con fines intimidatorios o
disuasivos, y establecer por esa vía agravaciones propias de la ley sus tantiva.
14. Que tal proceder legislativo no es válido por aberrante que pueda parecer el delito que
motiva el proceso, pues de serlo, ello sólo puede ser determinado en la sentencia motivando la
condigna condena, mas no mediante la alteración de los principios fundamentales del orden
procesal; pues la aspiración social de que todos los culpables reciban pena presupone,
precisamente, que se haya establecido previamente esa calidad (Fallos 303:267, consid. 8º,
párr. 2º LA LEY, 1981B, 533).
15. Que, por todo lo expuesto, cabe concluir en que el legislador ha desvirtuado la naturaleza
cautelar de la prisión preventiva con el fin de tutelar un bien jurídico que entendió necesario
proteger más intensamente, al cercenar el derecho a gozar de la libertad durante el proceso en
lugar de castigar más severamente aquellas conductas que consideraba disvaliosas, con lo
cual ha convertido este instituto procesal en una verdadera pena anticipada. }
47) ¿Cuál es el estándar del principio de igualdad ante la ley para la CSJN, y qué posi-
ción debe tomarse ante un conflicto u oposición entre el imputado y las otras par-tes en
el proceso penal?
Para la CSJN el principio de igualdad ante la ley es equiparable a la igualdad entre iguales, es
decir, en igualdad de condiciones (equidad).
Del art.16 de la CN se desprende este principio, del cual podemos dilucidar las siguientes
acepciones:
1- Eliminación de sistema de fueros y nobleza. ("La Nación Argentina no admite
prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de
nobleza”)
2- Igualdad ante la ley (“Todos sus habitantes son iguales ante la ley”)
3- Igualdad como condición para el empleo publico. (siendo el único requisito la
idoneidad) (“y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad”)
4- Igualdad tributaria. (“ La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”)
Hay una quinta acepción que no esta prevista en el art.16, y es el juicio por jurados, es decir, el
derecho a ser juzgados como iguales.
Para poder analizar la igualdad procesal, es decir, la posición que debe tomarse ante un
conflicto u oposición entre el imputado y las otras partes en el proceso, debemos remitirnos a lo
sostenido en el fallo Arce. En el mismo se establece que el MPF no es titular de derechos y
garantas y de esta manera no podría invocar el principio de igualdad. Cabe mencionar el art.
8.2.h de la CADH que establece que “toda persona tiene derecho a recurrir”, dejando de lado
así al MPF, quien es un ente que actúa en representación del Estado, sin prerrogativas para
hacer valer los derechos.
Con respecto a la querella, si bien podemos considerarla una persona en función del punto
8.2.h de la CADH, se entiende que a esta no la asisten garantías, ya que las mismas están
previstas solo para el imputado y nuestro derecho penal no es el derecho penal de las victimas.
48) ¿Cuándo se considera sospechosa a una categoría legal y qué efectos trae ello?
Podemos afirmar que el legislador puede crear categorías, ya que es algo que habitualmente
hace, por ejemplo distinguiendo mayores y menores, o capaces e incapaces. Pero el problema
surge, cuando esas categorías resultan prohibidas. Se denomina categoría sospechosa a
aquellas que en un primer control aparentan ser legitimas, pero si investigamos un poco más,
podemos encontrar que son prohibidas.
Tanto la CSJN como la Corte de EE.UU. han resuelto que las normas que establecen
distinciones de trato o tomando como base categorías sospechas de discriminación se
presumen inconstitucionales, por afectar al principio de igualdad.
Evolucion jurisprudencial:
Gaines vs. Canadá (1938). La Universidad de Musiru le niega el ingreso a Gaines en función
de cuestiones raciales. Frente a esto, la Corte resuelve que debían dejarlo ingresar, o en su
defecto, crear una Universidad para negros, solventada por ellos.
Brown vs Tópica (1950). Brown quería llevar a sus hijos a un colegio de blancos, en el cual le
deniegan el ingreso. La Corte resuelve que no hay fundamentos constitucionales para que los
negros vayan a un colegio distinto que los blancos.
Brown vs. Board Education (1958). Se realiza en la Universidad una protesta para que Brown
no ingrese, por ser negro. La Corte sostuvo que era obligatorio que se establecieran cupos, es
decir, medidas de discriminación positiva. Por ejemplo, que se establezca un 16% de los cupos
para el ingreso a la Universidad de las minorías étnicas.
Universidad de California vs. Bakke. Bakke es una persona blanca que aún teniendo uno de
los mejores promedios, no le permiten ingresar a la Universidad por lo cupos impuestos para
las minorías étnicas. La creación de cupos encuentra su justificación en que, favorecen la
diversidad, posibilitando la inclusión de una minoría que de manera residual impactan de
manera positiva en la calidad de vida de su estrato, mejorándolo, y por ultimo, hace referencia
al derecho de admisión.
Finalmente, la Corte establece que los cupos son categorías sospechosas porque violan el
principio de igualdad. Y que estos deberían ser revisados conforme a los expuesto en Fisher
vs. Universidad de Texas.
Un fallo de 2016, estableció que en principio el cupo para minorías étnicas es un tópico
positivo, pero este se convertirá en violatorio del principio de igualdad, si es utilizado como
único tópico, sin tener en cuenta otras cuestiones como la capacidad.
49) ¿Por qué es más apropiado hablar de “equidad” que de “igualdad”?
Frecuentemente utilizamos los términos de “equidad” e “igualdad” como sinónimos, sin
embargo, no lo son. Las implicaciones que se desprenden de cada uno de estos principios son
distintas y no podemos asimilarlas el uno a otro.
La equidad significa que cada uno recibe lo que le corresponde o merece. La igualdad en
cambio, implica recibir el mismo trato sin considerar las diferencias. Igualdad es tener los
mismo derechos ante la ley; el derecho humano a la igualdad siempre va aparejado a la no
discriminación. Por lo tanto, es mas adecuado hablar de equidad, ya que el trato desigual no
implica siempre injusticia, sino que puede significar una acción preferencial y compensatoria
para el que menos tiene, es decir, el discriminado históricamente. La equidad introduce un
principio de justicia a la igualdad. No puede existir una perspectiva de equidad si antes no
instalamos la idea de igualdad.
50) ¿Qué diferencias hay entre principio de legalidad y principio de legalidad
constitucional?
51) Explicar las cualidades que debe observar la ley penal para respetar el ppio. de
legalidad.
Según el principio de legalidad, la ley penal debe observar las siguientes cualidades: Previa,
escrita, precisa, y estricta (Descripto en punto 54) ).
A través de estas cualidades, se evitan los problemas del tipo penal en blanco y del tipo penal
abierto. El tipo penal abierto se relaciona con la estrictez de la ley penal, y cuando se produce
este problema debe ser interpretada por el juez.
52) Explicar los alcances de la función limitante y legitimante del ppio. de legalidad.
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