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El liderazgo es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de

tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo u organización que preceda, inspirando al resto
de los que participan de ese grupo a alcanzar una meta común. Por esta razón, se dice que el
liderazgo implica a más de una persona, quien dirige (el líder) y aquellos que lo apoyen
(los subordinados) y permitan que desarrolle su posición de forma eficiente.

La labor del líder consiste en establecer una meta y conseguir que la mayor parte
de las personas deseen y trabajen por alcanzarla. Es un elemento fundamental en los gestores
del mundo empresarial, para sacar adelante una empresa u organización, pero también
lo es en otros ámbitos, como los deportes (saber dirigir un equipo a la victoria),
la educación (profesores que consiguen que sus alumnos se identifiquen con su forma de
pensar) y hasta en la familia (padres o hermanos mayores que son tenidos como absoluto
ejemplo por parte de sus hijos, por ejemplo).

Existen distintas clasificaciones de los líderes, que se establecen a partir de diversos criterios.
Cuando un líder es escogido por una organización, se habla de un líder formal.
Los líderes informales, en cambio, emergen de manera natural o espontánea dentro un
grupo.

De todas formas, la clasificación más difundida es aquella que refiere al vínculo entre el líder y los
sujetos a los cuales influencia (es decir, sus seguidores). En este caso, existen
liderazgos democráticos, autoritarios y liberales (laissez faire).

El líder democrático es aquel que, en primer lugar, fomenta el debate y la discusión dentro
del grupo. Después toma en cuenta las opiniones de sus seguidores y recién entonces, a partir de
criterios y normas de evaluación que resultan explícitas, toma una decisión.

El líder autoritario, en cambio, es aquel que decide por su propia cuenta, sin consultar y sin
justificarse ante sus seguidores. Esta clase de líder apela a
la comunicación unidireccional (no hay diálogo) con el subordinado.

En cuanto al líder liberal, suele adoptar un papel pasivo y entregar el poder a su grupo. Por eso
no realiza un juicio sobre aquello que aportan los integrantes, a quienes concede la más amplia
libertad para su accionar.

Si el liderazgo es ejercido a partir de cambios en los valores, los comportamientos y los


pensamientos de los miembros del grupo, recibe la denominación de transformacional.

Las bases para ser un buen líder son: mantenerse al tanto de lo último en el campo
en el que se desarrolla el trabajo, observar la labor de otros líderes y modificar la forma de trabajo
siempre que sea necesario. Por otro lado, las cualidades que debe tener alguien que ejerce el
liderazgo son: conocimiento, confianza, integridad, y, por su puesto, carisma para inspirar a
sus subordinados.

Los mejor líderes son aquellos que son visionarios, que son capaces de comprender las
situaciones productivas para la empresa antes de que estas se presenten, son innovadores y
están a favor del cambio. Podemos poner como ejemplo a Bill Gates, un frustrado estudiante de
Harvard, que gracias a sus cualidades de líder fue capaz de fundar una de las empresas más
importantes en el sector tecnológico, Microsoft y, gracias a las decisiones que supo tomar y a
que consiguió que empresas influyentes confiaran en él, se convirtió en la persona más rico del
mundo. Él fue capaz de comprender que los ordenadores un día se convertirían en una parte
indispensable de los hogares, y trabajó desarrollando los productos que lo permitieran, supongo
que es el mejor ejemplo de un líder visionario.

Pero tener una buena idea no basta para convertirse en líder, es necesario saber llevarla a cabo
y convencer a los que te rodean de que dicha idea es el mejor invento en el que se haya pensado
jamás y que tiene como objetivo resolver nuestros problemas más importantes. Si
conseguimos cautivar al público con nuestra idea, posiblemente nos convirtamos en un
líder visionario y valorado por el entorno.

Otras definiciones
Otra clasificación de los liderazgos está determinada por la influencia del líder en sus
subordinados. Cuando el líder es reconocido como autoridad dentro del grupo y los
integrantes creen que aporta recursos importantes, el liderazgo es transaccional.

Otra definición del término es la que se encuentra en el Diccionario de Ciencias de


la Conducta que define el liderazgo como las cualidades
de capacidad y personalidad que permiten que alguien se convierta en guía de un
grupo, controlando a todos los individuos que de él forman parte.

Por su parte, Rallph M. Stogdill, afirma que existen tantas definiciones de liderazgo como
personas hayan pensado en dicho concepto, sin embargo la más exacta sería que se trata del
proceso de conducir las actividades de un grupo e influir sobre las conductas que estos
desarrollen.
Para ser líder es fundamental, por otra parte tener la capacidad de comunicación. No
sólo saber expresar claramente las ideas y mandatos, sino también saber escuchar y tener
presente lo que piensa cada individuo que forma parte del grupo que se representa. Además,
como lo definen Salovey y Mayer, es fundamental contar con inteligencia emocional. Es
decir, con la habilidad de conducir los sentimientos y emociones de uno mismo y de los demás y
utilizar la información para conseguir el objetivo fundamental del grupo.

Liderazgo
Se denomina de esta forma al conjunto de habilidades que debe poseer
determinada persona para influir en la manera de pensar o de actuar de
las personas, motivándolos para hacer que las tareas que deben llevar a
cabo dichas personas sean realizadas de manera eficiente ayudando de esta
forma a la consecución de los logros, utilizando distintas herramientas como
el carisma y la seguridad al hablar además de la capacidad de socializar con
los demás.

No solo se debe generalizar este término a la forma de cambiar de parecer a las personas,
sino también a las capacidades de tomar la iniciativa, proporcionar ideas innovadoras,
evaluar determinados proyectos de manera eficiente, el líder no solo debe tener la
capacidad de dar órdenes y también debe tener en cuenta las inquietudes y opiniones que
las personas que se encuentran bajo su cargo puedan ofrecer, lo que genera seguridad en los
subordinados y esto a su vez evita la discusión sobre su rol dejando bien en claro
la figura que éste representa, en alguna ocasiones el liderazgo es ejercido utilizando
tácticas autoritarias y de intimidación, en cuyo caso la figura del líder puede llegar a ser
respetada pero de manera obligatoria y no voluntaria.

En el entorno laboral es de vital importancia la presencia de la figura del líder ya que se


cree que dicha persona puede guiar a un determinado grupo de persona a la
consecución de los objetivos de manera mas rápida y efectiva que si cada una de estas lo
hiciera por sí sola. En la actualidad hay gran cantidad de personas que poseen las
cualidades de un líder y que ejercen este rol de diferentes maneras, es por eso que el
liderazgo se clasifica según el tipo de método que se utilice para dirigir a un determinado
grupo de persona, entre los tipos de liderazgos se pueden mencionar:
Liderazgo empresarial: Es aquel tipo de
liderazgo que es ejercido por la persona a cargo dentro del ámbito empresarial y que
posee la cualidad de comunicarse de forma exitosa con los empleados al momento de hacer
recomendaciones o sugerencias, formando un vínculo con los trabajadores y el objetivo a
conseguir de dicha empresa, por lo cual es reconocido por los trabajadores como un líder
dentro de la empresa, su principal función es la de ocuparse de el perfecto funcionamiento
en todas las áreas de la organización para así obtener el éxito.

Liderazgo autocrático: es aquel en el cual determinada persona se hace cargo de las


responsabilidades y de tomar las diferente decisiones en un lugar determinado, además de
eso se encarga también de dar las órdenes a las demás personas que se encuentran bajo su
mando, es decir el poder se encuentra centralizado en una persona y donde los
subordinados no son considerados competentes al momento de tomar las decisiones ya
que este tipo de líder cree que es el único capaz de hacerlo de manera correcta.

Liderazgo democrático: tipo de liderazgo que se lleva a cabo mediante una persona, la
cual toma en cuenta la participación de los demás miembros que conforman
determinada organización, acepta las ideas y las críticas que los mismos puedan dar para
de esa manera mejorar, también se encarga de responder cualquier inquietud que las
personas bajo su cargo tengan, esto puede generar confianza entre sus subordinados, lo que
incentiva al trabajo en equipo y a la vez a lograr la consecución de las metas planteadas.

Liderazgo Laissez faire: este se conoce por ser muy liberal por ello su nombre como
liderazgo laissez faire, que es una expresión de origen francés y cuya traducción al español
es “dejar hacer” en este modelo el líder suele ser una figura pasiva que permite que las
personas a su cargo poseen todo el control de lo que se está haciendo, ya que se les
facilita toda la información y herramientas necesarias para la eficaz realización de las
labores y donde el líder sólo deberá intervenir si el subordinado solicita su ayuda.

Liderazgo paternalista: este se caracteriza porque el líder adquiere toda la


responsabilidad de orientar y velar por el bienestar de sus subordinados, esto con el
fin de generar mejores resultados en cuanto al trabajo se refiere, para que esto suceda el
líder debe utilizar incentivos con los trabajadores, ofreciéndoles recompensas en caso que
el trabajo se realice de forma exitosa, es por eso que se denomina liderazgo paternalista, ya
que al igual que un padre en el hogar, éste asume dicho rol en la empresa.
Liderazgo carismático: tipo de liderazgo
caracterizado porque el líder posee la capacidad cautivar y generar entusiasmo en las
personas que se encuentra dirigiendo, para ello utiliza la comunicación con las personas
a su cargo, dándoles inspiración para que de esa forma den su máximo esfuerzo, si es
necesario el líder es capaz de cambiar las aspiraciones y la visión las personas con el fin de
lograr las metas ya establecidas.

Liderazgo lateral: es el tipo de liderazgo el cual se basa en la creencia de que cualquier


persona está en la capacidad de poder dirigir a un determinado grupo de personas, ésto
sin necesitar ser el jefe, por lo general este tipo de liderazgo se lleva a cabo a través de
personas que aunque tienen un mismo nivel dentro de la empresa que otras personas, se
caracterizan por poseer una experiencia basta en el desempeño de sus funciones.

Liderazgo situacional: este modelo de liderazgo está basado en la adaptación del tipo de
liderazgo que el jefe debe tomar con respecto al nivel de desarrollo de los empleados y
la situación en la que se encuentre, lo que lo hace bastante eficaz, puesto que se ejerce el
más adecuado con respecto a la situación en la que esté el equipo de trabajo adaptándose a
sus necesidades.

La importancia del liderazgo se centra en el poder que este puede tener sobre determinadas
personas, además de que éste permite conocer lo que determinado grupo de personas
desean y tratar de solventar las inquietudes y necesidades de los mismo, haciendo sentir
protegido al grupo, lo que generará una motivación extra al momento de lograr de manera
eficiente los objetivo.

Definición de Líder

El termino Líder proviene del inglés leader, y hace referencia a conducir,


guiar, dirigir, dirigente o jefe. Un líder es el individuo de un grupo que ejerce
una mayor influencia en los demás, se le considera jefe o orientador,
éste presenta la habilidad de convencer a otros de que trabajen con
entusiasmo para lograr los objetivos definidos.
En la mayor parte de los grupos (partido político, religioso, sociedad, club
deportivo, etc.) existe un líder, que se caracteriza por ocupar la posición más
elevada dentro del grupo.

Aunque las funciones que ejerce un líder son de distinto tipo, destacan entre
ellas las funciones ejecutivas y de dirección. Asimismo, el líder planifica
las actividades del grupo, representa a éste de cara al exterior, media en
los conflictos y, cuando es necesario, estipula premios y castigos.

Se ocupa también de introducir nuevas ideas en el grupo con el fin de


mantenerlo vivo, busca nuevas perspectivas y es quien elabora los
balances y síntesis del grupo. Por lo general, el líder no asume todas estas
funciones, sino que delega algunas de ellas en otras personas cercanas a él.

El liderazgo personal es considerado uno de los hábitos de excelencia para


el ser humano, con él le da un sentido de orientación a su vida, decide
primero cuáles son las cosas que se debe hacer, además de
proporcionarle sentido a la vida de cada quien, al entender que se tiene mayor
necesidad de una visión, de un destino, que de un mapa; es por eso que los
líderes hacen de su vida una visión, y no una carrera.

Existen diversas formas de liderazgo, que dependen de los objetivos del


grupo, del tipo de normas establecidas en él y sobretodo de la
personalidad y habilidad persuasiva del líder. En primer lugar, se tiene
al líder autoritario, caracterizado por no consultar al grupo antes de tomar
una decisión. Un segundo tipo es el líder democrático, que permite al grupo
opinar y tomar parte en las decisiones. Por último, el líder liberal, que sólo
decide cuando el grupo se lo pide.

Por otra parte, el concepto líder también se refiere a la persona o equipo


que va a la cabeza de una competición deportiva o cualquier actividad.
Por ejemplo; el Manchester United sigue siendo el líder de la liga inglesa de
fútbol por esta semana.

Definición de Jefe
Se denomina jefe a la persona que tiene bajo so cargo a un grupo de personas y debe orientarlas a
la consecución de distintos objetivos. El término se aplica especialmente al plano laboral, en el que
en las empresas suelen existir sectores con tareas específicas que una persona coordina. Se ha
discutido mucho cuales son las virtudes que un jefe debe tener para cumplir con sus finalidades;
en el ámbito corporativo suele hacerse hincapié en la comunicación que irradia, en la proactividad,
en la motivación de sus equipos, etc. Lo cierto es que es difícil concretar alguna de estas
sugerencias si no existe un ámbito de confianza que permita la puesta en común de dudas, de
propuestas y de disconformidades.

Puede decirse que el rol del jefe ha cambiado considerablemente con el paso del tiempo. El rol del
capataz, propio del entorno fabril y de orientación plenamente jerárquica sin lugar a dudas ha
quedado francamente obsoleto. Es por ello que en la actualidad se propende a un liderazgo más
natural que sea motor de nuevas propuestas y de que cada uno libremente ponga en común sus
habilidades. Lo que acaece es de notable importancia si se entiende la predisposición natural del
hombre en lo que respecta a la resolución de problemas. En el pasado, se necesitaban de manera
prioritaria la repetición de actividades mecánicas y previamente sistematizadas, propias de un
período en que la producción se organizaba de un modo completamente diferente. Hoy en día,
por el contrario, se necesita del aporte creativo del personal y este solo se puede lograr con la
motivación y la valoración de so trabajo.

Es desde esta perspectiva que el rol del jefe ha variado substancialmente con respecto al pasado.
Este, debe lograr la cohesión del grupo y formar un equipo en donde cada participante se sienta
comprometido a aportar valor. Este compromiso no puede nunca consistir en una imposición
externa, sino que debe contar con el asentimiento de la persona involucrada. Es importante hacer
en este sentido una observación: las ideas realmente innovadoras surgen desde el compromiso
libre y la libertad antes de la imposición.

Dada las consideraciones previas, es importante notar que es importante que la organización en
cuestión, ya sea una empresa, una ONG o una entidad pública debe otorgar alguna capacitación a
la persona que deba llevar a cabo acciones de liderazgo. No obstante, existe un componente
personal imposible de transmitir en una formación, una inclinación natural por el rol.

12 características de un jefe ideal


1. Pensar positivo. Conoce el poder de la psicología positiva, observa cada
situación como una oportunidad de aprendizaje.

2. Sé honesto. Dile a tus empleados la verdad, aunque duela.

3. Delega. Aprende a dejar solos a tus empleados, resiste la tentación de ser


un microgestor.

4. Comunícate. La cantidad de problemas en una empresa son el resultado


de esta falta de comunicación.
5. Inspira. Haz que tus empleados sean tan apasionados por la empresa
como tú lo eres.

6. Alíneate con el equipo. Mantén a todos enfocados hacia una meta a


largo plazo.

7. Haz un balance. La gente hace mejor las cosas cuando puede balancear
el trabajo y su vida personal.

8. Dales crédito. Si haces esto, aumentará la confianza de tus empleados.

9. Motiva el crecimiento. Motiva a tus empleados a crecer, se volverán


más productivos.

10. Reconócelos. Muestra tu apreciación, aunque sea por cosas pequeñas.

11. Sé un mentor. Actúa como maestro antes que como jefe. En lugar de
decirme qué hacer, muéstrame.

12. Sé justo. Tener favoritos va a desmoralizar al resto del equipo.

13. Bonus: Los grandes jefes fomentan los grandes hábitos. Conectarte y
reconocer a tus compañeros de trabajo es más fácil con las herramientas
correctas. Éstas crearán buenos hábitos y un ambiente de trabajo más
saludable, feliz y productivo.

1. Liderazgo
Lograr liderazgo al frente de un equipo es una tarea compleja que los verdaderos
líderes hacen que parezca sencilla. Para ello es necesario:

 Comunicación: Un líder debe mantener a su equipo informado de los objetivos, las


expectativas y las funciones de cada uno.
 Objetivos: Su función es señalar las metas a alcanzar.
 Dar el ejemplo: Cualquier característica que se exija a los empleados (esfuerzo,
dedicación, responsabilidad, etc.) debe ser exhibida por el jefe para que no pierda
su liderazgo.
 Equipo: Si bien el jefe no realiza las mismas tareas que el resto del equipo de
trabajo, para que sea considerado un líder debe mantenerse ligado al trabajo de
sus empleados, supervisándolos o ayudándolos en los casos que sea necesario.
 Motivación: El objetivo no es sólo que los empleados trabajen, sino que lo hagan
con entusiasmo. Esto puede lograrse de diversas maneras (desafíos en las tareas,
retribución justa, fomentar el sentimiento de pertenencia, etc.) pero es una tarea
que un jefe no puede descuidar.

2. Responsabilidad
El jefe no sólo es responsable ante los empleados sino también ante otras
empresas y organismos reguladores. Un jefe irresponsable motiva la
irresponsabilidad o el desgano en los empleados, mientras que un jefe
responsable inspira respeto y legitima las exigencias de
responsabilidad hacia el equipo de trabajo.

Las responsabilidades del jefe incluyen el conocimiento de su tarea y la de los


empleados, tomar las iniciativas necesarias para asegurar la continuidad del
trabajo, monitorear el quehacer del equipo de trabajo, entre otras.

3. Capacidad de delegar
Para delegar es necesario que el jefe entienda claramente cuáles son sus tareas
indispensables y cuáles no. Priorizar lo que sólo él puede hacer le permitirá delegar
otras tareas que pueden ser secundarias o que un empleado quizás pueda hacer
con mayor idoneidad que él.

Para poder tomar esta decisión, es indispensable que sea capaz de reconocer las
habilidades de los empleados, y de esta manera delegar de manera correcta.
Esto también colabora con la motivación del equipo de trabajo.

4. Honestidad
La honestidad puede observarse en muchos aspectos de las relaciones
interpersonales. Un jefe debe ser capaz de reconocer sus errores, y nunca
debe quedarse con el crédito por el trabajo ajeno.

La honestidad también implica la capacidad de evaluarse a sí mismo y a sus


empleados, descubriendo capacidades y debilidades.

5. Coherencia
Los equipos de trabajo deben descansar sobre objetivos y principios claros. Por
eso un jefe es un referente relativamente previsible para los empleados, no toma
decisiones inesperadas sin dar explicaciones ni cambia súbitamente su forma
de tratarlos (por ejemplo, pasar de un trato amistoso a uno distante).
La coherencia también se aplica a su relación con todos los empleados,
ofreciéndoles a todos por igual oportunidades de crecimiento acordes a sus
habilidades.

6. Creatividad
El punto anterior no significa que la actitud del jefe deba ser monótona. La
creatividad es necesaria para encontrar formas de motivar a su equipo, para
resolver problemas y para buscar nuevos desafíos.

7. Empatía
Uno de sus principales objetivos debe ser lograr un buen clima laboral. Para
ello, debe estar atento a las necesidades y dificultades de su equipo de trabajo. De
esta manera, evita tener actitudes injustas como tener favoritismos, exigir más de
lo que cada empleado puede dar o ser intolerante ante los errores.

Además, le permite observar cuándo los empleados están listos para nuevos
desafíos, cuándo están desmotivados y qué conflictos entre ellos pueden estar
perjudicando el trabajo.

8. Capacidad de diálogo
Un buen jefe puede escuchar a los trabajadores y también exponer sus propias
razones para tomar determinadas medidas. Un jefe conciliador no busca
imponer sus opiniones sino que convence a otros de las mismas.

El diálogo dentro de su propio equipo de trabajo no sólo favorece un buen clima


laboral sino que además puede ayudarlo a realizar una de sus tareas más difíciles:
la toma de decisiones.

Si bien las mismas en última instancia son del jefe, el diálogo con otras personas
involucradas en la tarea puede ayudarlo a tomar la decisión correcta. Por otro
lado, la capacidad de diálogo también entra en juego al momento de negociar con
otros sectores de la empresa o con otras empresas.

9. Capacidad de aprendizaje
Los desafíos no son sólo para sus subordinados, sino que el jefe también debe
enriquecerse de las personas y las situaciones que encuentra en su camino. Un
buen jefe no evita incluir en su equipo a un profesional brillante que pueda
opacarlo, sino que intenta rodearse de personas que pueden enseñarle nuevas
habilidades.
10. Capacidad de resolución
Si bien todos los integrantes de un equipo de trabajo toman decisiones
constantemente, las más importantes están a cargo del jefe. Para tomar una
decisión en necesario tener en cuenta muchos factores (beneficios, peligros,
alternativas, etc.) pero principalmente cuándo es el momento ideal para tomarla.

Todo el equipo de trabajo depende de la resolución del jefe, por lo que la forma en
que tome sus decisiones incidirá directamente en su capacidad de liderazgo.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/buen-jefe/#ixzz5R1vRnPvb

1. Es amable sin ser débil. Una de las cosas que más le cuesta dominar a un jefe
es la amabilidad. Es una especie de malabarismo y la clave para encontrar el
equilibrio es reconocer que la amabilidad es fuerte por naturaleza: es directa y
sincera. Decirles a los trabajadores una verdad dura pero necesaria es mucho
más amable que protegerlos (a ellos o a ti mismo) de una conversación difícil. Eso
sí que es ser débil. Además, la amabilidad sincera implica no esperar nada a
cambio. La amabilidad no es totalmente sincera cuando se es amable pensando
en el beneficio propio; y la gente se da cuenta de que detrás de esa amabilidad
hay un objetivo oculto.
2. Es firme sin ser duro. La fortaleza es una cualidad importante de un líder. Los
trabajadores esperarán a ver si un jefe es fuerte antes de decidirse a seguir o no
sus directrices. Los empleados necesitan ver coraje en sus líderes. Necesitan a
alguien que pueda tomar decisiones difíciles y velar por el bien del grupo.
Necesitan a un líder que siga adelante cuando las cosas se pongan feas. Los
empleados son más propensos a demostrar su propia fortaleza cuando su jefe
hace lo mismo.
Muchos jefes confunden "fortaleza" con otros conceptos como "dominación",
"control" u otros comportamientos desproporcionadamente severos. Piensan que
tener el control y presionar a los demás servirá para que todos les sigan fielmente.
No se puede obligar a la gente a ser fuerte; la fortaleza es algo que se gana al
demostrarla una y otra vez frente a la adversidad. Solo entonces los demás
confiarán en seguir tus planteamientos.

3. Está seguro de sí mismo sin ser arrogante. Nos sentimos atraídos por los
jefes que parecen sentirse seguros de sí mismos, porque la seguridad es
contagiosa y nos ayuda a pensar que estos líderes tienen reservadas grandes
cosas. Para un líder, el truco consiste en que la confianza no se convierta en
arrogancia o en chulería. La confianza es cuestión de pasión y de creer en tu
capacidad para conseguir las cosas, pero cuando la confianza pierde el contacto
con la realidad, empiezas a pensar que puedes hacer cosas de las que no eres
capaz o que has hecho cosas que en realidad no has hecho. De repente, todo gira
a tu alrededor. Y esta arrogancia hace que pierdas credibilidad.
Los grandes líderes con autoestima son humildes. No permiten que sus logros o
su puesto de autoridad les hagan sentirse mejores que los demás. De manera
similar, no dudan en ponerse con el trabajo sucio cuando es necesario y no piden
a sus empleados que hagan algo que ellos mismos no estarían dispuestos a
hacer.

4. Es positivo, pero sin dejar de ser realista. Otra de las mayores dificultades a
las que se enfrentan un líder es encontrar un punto en el que sea optimista sin
dejar de ser realista. Imagínate un barco de vela con tres personas a bordo: un
pesimista, un optimista y un buen jefe. Todo va bien hasta que el viento empieza a
apretar. El pesimista se echa las manos a la cabeza y se queja del viento; el
optimista se recuesta y dice que las cosas mejorarán, y el jefe dice: "¡Podemos
con esto!" y ajusta las velas y consigue que el barco siga avanzando. La mezcla
adecuada de positividad y realismo es la que hace que las cosas avancen.
5. Es un modelo a seguir, no un predicador. Los buenos jefes transmiten
confianza e inspiran admiración con sus actos, no solo con sus palabras. Muchos
líderes afirman que para ellos lo más importante es la integridad, pero los buenos
líderes demuestran integridad cada día. Se influye mucho más en la gente
demostrando un comportamiento que dando discursos sobre el tipo de conductas
que te gustaría ver en los demás.
6. Está dispuesto a sacrificarse por sus trabajadores. Un buen jefe haría lo
que fuera por su equipo, y sabe que su equipo le respaldaría en cualquier
situación. Un buen jefe no intenta echar las culpas al otro y lo reconoce cuando
toma una mala decisión. Tampoco tiene miedo a decir: "Me hago responsable" y
se gana la confianza de los trabajadores respaldándoles cuando lo necesitan. Los
grandes líderes dejan claro que reciben las dificultades, las críticas y las opiniones
de los demás con los brazos abiertos y saben que un entorno en el que la gente
tiene miedo de expresarse, de dar su punto de vista y de hacer preguntas está
destinado al fracaso.
7. Equilibra trabajo y diversión. Hay muchos jefes que no saben cómo divertirse.
Por desgracia, esto juega en contra. Y por cada jefe que se toma las cosas con
demasiada diversión hay uno que no sabe cómo darle un toque divertido a nada.
Un líder tiene que ser amable y equilibrado para saber cómo motivar y dar un
empujón a sus empleados para que den lo mejor de sí mismos, pero también debe
tener los recursos necesarios para parar el carro en el momento adecuado y así
poder celebrar los buenos resultados y pasárselo bien. Este equilibrio evita que los
trabajadores se agoten y produce resultados visibles.
8. Forja relaciones personales. Los jefes amables hacen que los trabajadores se
sientan como si estuvieran manteniendo una conversación con una sola persona
aun estando en una sala llena de gente, como si el jefe fuera la única persona que
importara de la sala. Y, en ese momento, así es. Los buenos jefes se comunican a
un nivel muy personal y emocional; nunca se olvidan de que tienen delante a
personas de carne y hueso.
9. Hace críticas constructivas. Un líder tiene que tener tacto para hacer críticas
que sean precisas y objetivas, pero también consideradas y motivadoras. Los jefes
amables saben cómo tener en cuenta los sentimientos y las perspectivas de sus
empleados mientras les transmiten los mensajes que necesitan escuchar para
mejorar.
10. Es generoso. Los buenos líderes son generosos. No pretenden llevarse todo
el mérito, felicitan a sus compañeros y se preocupan tanto por el éxito de sus
trabajadores como del suyo propio. Tratan de ser una inspiración para que todos
sus empleados den lo mejor de sí mismos; y no solo porque así el equipo
mejorará, sino porque se preocupan por cada trabajador por separado.
"Un buen líder es aquel que se lleva un poco más de culpa y un poco menos de
mérito de lo que le corresponde".

Características de un líder.

La propia definición de liderazgo enumera ya varias características:

1. Capacidad de comunicarse. La comunicación es en dos sentidos. Debe


expresar claramente sus ideas y sus instrucciones, y lograr que su gente las
escuche y las entienda. También debe saber "escuchar" y considerar lo que el
grupo al que dirige le expresa.
2. Inteligencia emocional. Salovey y Mayer (1990) definieron inicialmente la
Inteligencia Emocional como -la habilidad para manejar los sentimientos y
emociones propios y de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta
información para guiar el pensamiento y la acción.- Los sentimientos mueven a
la gente, sin inteligencia emocional no se puede ser líder.
3. Capacidad de establecer metas y objetivos. Para dirigir un grupo, hay que saber
a dónde llevarlo. Sin una meta clara, ningún esfuerzo será suficiente. Las metas
deben ser congruentes con las capacidades del grupo. De nada sirve establecer
objetivos que no se pueden cumplir.

4. Capacidad de planeación. Una vez establecida la meta, es necesario hacer un


plan para llegar a ella. En ese plan se deben definir las acciones que se deben
cumplir, el momento en que se deben realizar, las personas encargadas de
ellas, los recursos necesarios, etc.
5. Un líder conoce sus fortalezas y las aprovecha al máximo. Por supuesto
también sabe cuáles son sus debilidades y busca subsanarlas.
6. Un líder crece y hace crecer a su gente. Para crecer, no se aferra a su puesto y
actividades actuales. Siempre ve hacia arriba. Para crecer, enseña a su gente,
delega funciones y crea oportunidades para todos.
7. Tiene carisma. Carisma es el don de atraer y caer bien, llamar la atención y ser
agradable a los ojos de las personas. Para adquirir carisma, basta con
interesarse por la gente y demostrar verdadero interés en ella; en realidad, en el
carisma está la excelencia. Se alimenta con excelencia, porque es lo más
alejado que hay del egoísmo. Cuando un líder pone toda su atención en
practicar los hábitos de la excelencia, el carisma llega y como una avalancha
cae un torrente sobre el líder.
8. Es Innovador. Siempre buscará nuevas y mejores maneras de hacer las cosas.
Esta característica es importante ante un mundo que avanza rápidamente, con
tecnología cambiante, y ampliamente competido.
9. Un líder es responsable. Sabe que su liderazgo le da poder, y utiliza ese poder
en beneficio de todos.
10. Un líder está informado. Se ha hecho evidente que en ninguna compañía puede
sobrevivir sin líderes que entiendan o sepan cómo se maneja la información. Un
líder debe saber cómo se procesa la información, interpretarla inteligentemente
y utilizarla en la forma más moderna y creativa.
Definición de Liderazgo
Democrático

 General

- Definista

Es el tipo de liderazgo llevado a cabo por una persona que toma en cuenta la
participación de los demás miembros que conforman una organización, aceptando las
ideas y críticasque éstos puedan tener para de esa forma mejorar, además de responder
cualquier inquietud que las personas bajo su cargo tengan, lo que genera confianza entre
sus subordinados, esto incentiva al trabajo en equipo y a su vez a la consecución de los
objetivos planteados.

En la empresa, este tipo de liderazgo se caracteriza por fomentar la participación de


los empleados en la toma de decisiones, lo que hace que se sientan a gusto trabajando
en ella y que la motivación de hacer bien el trabajo se incremente, al momento de
implementar medidas, éstas primero son consultadas por los trabajadores para pedir su
opinión sin que la palabra de uno valga menos que la de otro y donde el líder puede
ofrecer soluciones en caso de que no se esté de acuerdo con la medida, haciendo de esa
decisión algo democrático.

Un líder democrático se caracteriza por delegar funciones, esto con la finalidad de


aligerar la carga de trabajo que pueda recaer en él, éste siempre busca la manera de
que todas las personas que están bajo su cargo se sientan a gusto con lo que se está
haciendo y de no ser así trata de escuchar lo que las personas tengan que decir para luego
él ofrecer sus posibles soluciones, con el fin de solventar el problema, siempre está al
tanto de que todas y cada una de los trabajadores participen en las actividades sin hacer
discriminación alguna, siempre escucha las opiniones, sugerencias e ideasque los demás
puedan aportar sin importar si él está o no de acuerdo e incluso fomenta este tipo de
intervenciones.

El liderazgo democrático se caracteriza por promover la iniciativa y creatividad de las


demás personas lo que facilita la colaboración de los trabajadores, también crea
un vínculo entre los trabajadores y el líder, ayuda al crecimiento y desarrollo de los
trabajadores de la empresa, todo esto puede ser ventajoso para la empresa ya que los
empleados se sienten a gusto y pueden llegar a crear un gran sentido de pertenencia, lo
que se ve reflejado en los resultados del trabajador.

A pesar de que esté liderazgo se considera uno de los mejores también presenta algunas
fallas, como por ejemplo, en alguna ocasiones es imposible llegar a un acuerdo entre
dos o más partes con respecto a una decisión ya que aunque la mayoría esté de acuerdo
siempre existirá la minoría que no la apoye, si se deposita toda la confianza en los
trabajadores puede que en un punto los trabajadores se desvíen de la meta a alcanzar, el
líder puede enfrentarse a duras críticas e incluso actitudes de desprecio, también puede
que al momento de plantearse un objetivo esté se demore ya que primero debe ser
debatido para así llegar a un acuerdo.
El liderazgo democrático

LIDERAZGO

El liderazgo democrático es aquel que fomenta la participación de la


comunidad, dejando que los empleados decidan más sobre sus funciones y
tengan las suficientes competencias para tomar decisiones. Los trabajadores
pueden opinar, no se limitan solo a recibir órdenes, y de hecho se alienta su
participación.
Democrático viene de las palabras demos (pueblo) y kratos (autoridad o
gobierno). Los trabajadores forman parte de las decisiones de la empresa, y por
tanto se integran mucho mejor en ella y experimentan una mayor motivación.
Las decisiones son compartidas entre los altos mandos y los trabajadores sin
que la palabra de unos valga más que la de otros.

El líder fomenta la comunicación y la participación conjunta en las decisiones,


anima y agradece las sugerencias de los trabajadores. Cuando hay que tomar
una decisión el líder ofrece soluciones que los trabajadores pueden apoyar o no
o entre las que pueden elegir, haciendo que la decisión se convierta en algo
compartido.

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CARACTERÍSTICAS DEL LÍDER


DEMOCRÁTICO
 Ofrece diversas soluciones y deja elegir a sus empleados entre
ellas
 Fomenta la participación y consulta a sus trabajadores
 Busca soluciones compartidas
 Orienta a sus empleados, pero no les ordena
 Agradece las sugerencias y opiniones de otros
 Ofrece ayuda y orientación a quien lo necesita
 Está dispuesto a acatar lo que digan los demás
 Motiva a sus empleados
 No delega sus funciones (esto lo hace el líder liberal) sino que
está dispuesto a que otros opinen si es necesario
 Potencia la discusión en el grupo
 Fomenta el trabajo en equipo
 Reconoce que varias personas piensan mejor que una
 Es capaz de delegar tareas de forma efectiva
 No se cree superior a los que se encuentran por debajo de sí
en la empresa
 Puede dejar su puesto durante unas horas sin que la empresa
se resienta
VENTAJAS DEL LIDERAZGO
DEMOCRÁTICO
 Los trabajadores se integran mejor en la empresa y el grupo
 Los trabajadores se sienten más a gusto con su trabajo
 Se crean mayores vínculos corporativos
 Se promueve la iniciativa
 No hay competiciones sino lucha por llegar a los mismos
objetivos
 La empresa puede funcionar normalmente aunque el líder se
ausente
 Se proporciona información y conocimientos para tomar
decisiones
DESVENTAJAS DEL LIDERAZGO
DEMOCRÁTICO
 El proceso es, inicialmente, lento porque requiere de muchas
reuniones y acuerdos
 Si el líder no es capaz de llevar bien la situación puede
fracasar
 No es fácil tener a todos contentos
 Se deposita demasiada confianza en el grupo, y en ocasiones
esto puede ser un error
 Muchos empleados tienen reticencias a colaborar, aportar
sugerencias o hablar
Este tipo de liderazgo no solo es el preferido por muchos porque deja poder de
decisión a los trabajadores, que se sienten en parte “de la empresa”, sino
porque nadie mejor que los empleados pueden conocer qué se puede mejorar
en su puesto de trabajo y funciones y qué es lo que funciona bien.
Liderazgo autocrático
El líder autocrático es el que asume la responsabilidad en la toma de
decisiones, es el que inicia y dirige las acciones además de controlar al
trabajador. Todo se centra en el líder, tanto las decisiones como las
responsabilidades. El líder autocrático se gobierna a sí mismo, de manera
que el poder ilimitado se concentra en manos de una sola persona, el líder
competente ante los trabajadores que deben obedecer sin expresar opinión ya
que no tienen capacidad para tomar decisiones.
El líder autocrático considera que es él el único competente y capaz de
tomar las principales decisiones en la empresa, la única persona con derecho y
poder para controlar las decisiones y responsabilidades.
Considera que los trabajadores son capaces de guiarse por sí mismos, por lo
que hay que saber gobernarlos y controlarlos, debiendo ellos obediencia a sus
órdenes y decisiones.

CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO


AUTOCRÁTICO
 Seguro
 Responsable
 Capacidad de liderazgo
 Capacidad de expresar sus ideas de forma directa
 Altos conocimientos del sector en el que se encuentra
 Experiencia dentro de la empresa
 Capacidad de respuesta ante las necesidades del momento sin
dudar
VENTAJAS DEL LIDERAZGO
AUTOCRÁTICO
 Si se logra encontrar al líder idóneo, una persona que se
encuentre en equilibrio en todos los aspectos para poder
ofrecer las mejores decisiones, capaz de manejar grupos y
saber lo que hay que hacer, resultará más fácil comprobar los
niveles de desempeño de los trabajadores con el objetivo de
conocer las desviaciones existentes con respecto a sus
órdenes.
 Es especialmente interesante en caso de trabajadores que
necesitan órdenes, aunque también se pueden producir
complicaciones con empleados que quieren expresar su
opinión.
 Si algo sucede la responsabilidad no cae sobre los
trabajadores, ya que sólo cumplían órdenes, sino por el líder,
por lo que pondrá más empeño en que sus decisiones sean
acertadas.
DESVENTAJAS DEL LIDERAZGO
AUTOCRÁTICO
 No tiene en cuenta la opinión de los trabajadores, no los
considera como personas que tienen opiniones o algo que
aportar, los trabajadores son simplemente personas que
deben acatar órdenes.
 Algunos trabajadores pueden sentirse infravalorados o que no
pertenecen a la empresa, y por eso pueden llegar a abandonar
la empresa o rendir menos
 Algunos trabajadores pueden cuestionar las órdenes o
decisiones del líder por no considerarlas adecuadas.
 En trabajos o puestos en los que los trabajadores desconocen
las metas y objetivos de la compañía, en los que no es
necesario, puede ser el tipo de liderazgo que se necesite,
aunque el liderazgo a día de hoy está evolucionando a otros
tipos en los que los trabajadores forman una parte importante
de la empresa y participan también en ella.
Ejemplos de líderes autocráticos

1. Adolfo Hitler. Quizá el líder autocrático por excelencia, es uno de los


personajes más siniestros de la historia de la humanidad, líder del nazismo y
ejecutor de una de las ideologías racistas más destructivas y sistemáticamente
organizadas en torno al genocidio de todos los tiempos. El gobierno de Hitler
sobre el entonces imperio alemán (el autodenominado III Reich) fue férreo
desde que su Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) asumiera el
poder en 1934 y lo denominara Führer (guía) con poderes plenipotenciarios
para conducir el país a su antojo. Esto condujo a Alemania a iniciar la Segunda
Guerra Mundial, al término de la cual Hitler se suicidó.
2. Fidel Castro. Uno de los más populares y contradictorios íconos políticos del
continente latinoamericano, ensalzado por la izquierda revolucionaria como
símbolo de la lucha contra el imperialismo norteamericano. Castro lideró una
guerrilla revolucionaria de izquierdas en contra del entonces dictador cubano
Fulgencio Batista. A este evento se le conoció como la Revolución Cubana y
llevó al Partido Comunista Cubano al poder, bajo el mandato único y exclusivo
de Fidel, desde su victoria en 1959 hasta 2011, cuando dejó en el poder a su
hermano Raúl. Durante su gobierno se transformó radicalmente la sociedad
cubana y se cometieron fusilamientos, persecuciones y exilios forzosos.
3. Marcos Pérez Jiménez. Militar y dictador venezolano, gobernó Venezuela
desde 1952 a 1958, luego de que un golpe militar en el que participara
asumiera las riendas del país desplazando al presidente legítimamente electo,
el escritor Rómulo Gallegos. Su gobierno tiránico tuvo un corte modernizador y
estuvo asociado al despilfarro de la bonanza petrolera, a pesar de las
persecuciones, torturas y asesinatos a los que sometió a sus contrincantes
políticos. Finalmente fue depuesto en medio de protestas generales y un golpe
de Estado que le obligó a exiliarse en República Dominicana y luego en la
España franquista.
4. Robert Mugabe. Político y militar zimbabuense, jefe del gobierno de su país
desde 1987 hasta la actualidad. Su ascenso al poder luego de la Independencia
de Zimbabue, en la que participó como un héroe nacional, inauguró un
gobierno de violenta represión contra sus detractores, de manejos fraudulentos
de la democracia y del erario público, que sumergió al país en una crisis fiscal.
Se le acusa, además, de ser el autor intelectual de la masacre étnica que tuvo
lugar entre 1980 y 1987, y que dejó un saldo de 20.000 ciudadanos Ndebele o
Matabele asesinados.
5. Francisco Franco. Militar y dictador español, cuyo golpe de Estado en 1936
puso fin a la Segunda República Española y dio inicio a la cruenta Guerra Civil
Española (1936-1939), a cuyo término asumiría el propio Franco el cargo de
“Caudillo de España” hasta su muerte en 1975. Durante su mandato fue un
Jefe de Gobierno absoluto y tiránico, responsable de numerosas ejecuciones,
persecuciones, campos de concentración y alianzas con el nazismo alemán y
otros regímenes fascistas europeos.
6. Rafael Leónidas Trujillo. Apodado “El jefe” o “El benefactor”, fue un militar
dominicano que gobernó la isla con puño de hierro durante 31 años, tanto
directamente como a través de presidentes títeres. A dicho período de la
historia política del país se le conoce como El Trujillato y es sin duda una de las
dictaduras más oscuras y sórdidas de América Latina. Su gobierno fue
anticomunista, represor, de libertades civiles casi inexistentes y continuas
violaciones a los derechos humanos, y de un marcado culto a la personalidad
del caudillo.
7. Jorge Rafael Videla. Militar y dictador argentino, cuyo ascenso al poder en
1976 fue producto de un golpe militar que derrocó el gobierno de la entonces
presidenta Isabel Martínez de Perón e instaló una junta militar en el
poder, dando así inicio al sombrío período del Proceso de Reorganización
Nacional, durante el cual se desapareció a miles de personas, se secuestró,
torturó, asesinó y persiguió sin piedad alguna. Videla fue presidente entre 1976
y 1981, aunque la dictadura no caería hasta 1983, luego del desastre militar y
humano que fuera la Guerra de Malvinas contra Gran Bretaña.
8. Anastasio Somoza Debayle. Dictador nicaragüense, militar y empresario
nacido en Nicaragua en 1925 y asesinado en Asunción, Paraguay, en 1980.
Presidió su país entre 1967 y 1972, y luego entre 1974 y 1979, manteniendo
incluso en el período intermedio el control más férreo y absoluto de la nación
como Director de la Guardia Nacional. Fue el último de una casta familiar de
autócratas que reprimió duramente la Revolución Sandinista. Dueño de más de
treinta empresas dentro y fuera de Nicaragua, renunció al cargo y se marchó al
exilio, en donde fue asesinado por un comando revolucionario.
9. Mao Tse Tung. De nombre Mao Zedong, fue el máximo director del Partido
Chino Comunista cuando éste se hizo con el poder del país entero en 1949,
luego de vencer en la Guerra Civil y proclamar la República Popular China, que
gobernó hasta su muerte en 1976. Su gobierno fue de corte marxista-leninista
con profundas y violentas reformas ideológicas y sociales que resultaron muy
polémicas en su época, y que construyeron un intenso culto en torno a su
personalidad.
10. Margaret Thatcher. La llamada “Dama de Hierro”, dado su estricto control
sobre los designios del país, fue la primera mujer en ser electa Primer Ministro
de Gran Bretaña en 1979, cargo en el que estuvo hasta 1990. Su gobierno de
corte conservador y privatizador fue áspero con sus detractores, aunque dentro
de los límites de lo democrático. Durante su mandato se llevó a cabo una
transformación radical de Inglaterra y se venció a Argentina en la Guerra de las
Malvinas.

Fuente: https://www.ejemplos.co/10-ejemplos-de-lideres-
autocraticos/#ixzz5RIq4Cvnb

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