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ESTILOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE EN LA

EDUCACIÓN DOCENTE -ALUMNOS

IVAN HUICHE ROJAS


Universidad Nacional del Altiplano (Puno-Perú)

RESUMEN

Este trabajo analiza algunos aspectos pedagógicos que son clave para optimizar el aprendizaje. Una
acción práctica eficiente comienza por hacer realidad la disminución de desencuentros entre estilos
de enseñanza y estilos de aprendizaje. Por tanto, es necesario que el docente conozca los modos de
aproximarse al aprendizaje del alumnado, sus actitudes, valores, diferencias culturales, destrezas y
hábitos de estudio. Ello conduce a asumir una praxis pedagógica que priorice la reflexión para
conseguir un cambio didáctico y un proceso de enseñanza más individualizado como medio para
evitar el fracaso escolar.

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INTRODUCCIÓN

Desde el último cuarto del siglo xx, se ha extendido en el ámbito educativo la creencia de que la
finalidad básica del proceso educativo es enseñar a aprender al alumnado mediante modelos de
enseñanza activos y participativos, centrados en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en las
diferencias individuales. en realidad, el aprendizaje vendría a ser, desde este paradigma, un proceso
de procesos (beltrán,1993:37)cuya identificación y diagnóstico permitirá
implementar programas de intervención educativa dirigidos a incrementar la calidad del
aprendizaje desde una perspectiva global. así mismo, desde esta perspectiva, prevalece
el concepto de alumno autónomo, auto-regulado, que conoce sus procesos cognitivos y tiene en sus
manos el control de su aprendizaje. en este interés por cómo aprenden los alumnos, por sus
característica individuales, en orden a favorecer y mejorar sus procesos de aprendizaje, se enmarca,
desde hace unos años, la inquietud por el modo en que los sujetos procesan la información por los
distintos canales perceptivos, afrontan, resuelven problemas o actúan.

Estilo de aprendizaje entendido como el modo particular, relativamente estable que posee cada
alumno al abordar las tareas de aprendizaje integrando aspectos cognoscitivos, metacognitivos,
afectivos y ambientales que sirven de indicadores de cómo el alumno se aproxima al aprendizaje y
se adapta al proceso (Martín-Cuadrado, 2011).
La dimensión afectiva, al igual que la anterior, incide notablemente en la configuración de los estilos
aprendizaje y enseñanza y a su vez permite pronosticar diferencias interindividuales en el abordaje
del proceso. En este sentido, las motivaciones, entendidas como impulsos que nos llevan a la acción,
conducen a alcanzar los objetivos educativos. Por tanto, si el alumno no está suficientemente
motivado su aprendizaje será deficiente, pudiendo derivar en fracaso (González, 2005; Pintrich y
Schunk, 2006). En términos similares nos referimos al docente, quien debe estar suficientemente
motivado para desarrollar un estilo de actuación encaminado a facilitar el aprendizaje del alumno.
Igualmente, es preciso tener en cuenta los intereses y las expectativas. En términos generales, los
intereses, en diferentes niveles e intensidad, hacen referencia a las tendencias afectivas o
preferencias por ciertos contenidos, actividades, organización del aula, metodología, entre otras
razones, que determinan en gran medida la eficacia con la que alumnos y profesores abordan el
proceso de enseñanza-aprendizaje (Sánchez y Paniagua, 2005).
En consecuencia, es necesario que el docente conozca todas las dimensiones del alumnado:
cognitiva, afectiva y social, con el fin de emprender una enseñanza individualizada y de calidad
(Pozo, 2000; González-Pienda, González Cabanach, Núñez y Valles, 2002; Lozano, 2005; Martínez
Geijo, 2007) pero también que se conozca así mismo para poder optimizar sus potencialidades y
adaptarlas a las características del grupo-aula. Así mismo, hay que considerar las relaciones
interpersonales como otro de los componentes que van perfilando un determinado estilo de
abordar el proceso educativo. Recogiendo las palabras de Rodríguez Espinar (1993:369) observamos
cómo se traducen en experiencias vitales en el seno del aula:“Es necesario creer en el valor del otro
para poder transmitir un sentimiento de valía y reconocimiento personal que dé calidad a la
interacción personal entre profesor y alumno, que ha de estar presente en todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje”.

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1. ESTILOS DE APRENDIZAJE EN LOS DOCENTES CON DEDICACIÓN A TIEMPO COMPLETO Y A
TIEMPO PARCIAL EN PERÚ

Ayudar a que los alumnos realicen aprendizajes implica brindarles distintas posibilidades de
interacción con el conocimiento a través de actividades variadas de enseñanza. Actividades que
atiendan a las diferencias individuales en relación a sus formas y estilos de aprender.
Lograr que los alumnos sean atendidos en sus particulares estilos de aprendizaje, requiere del
profesor universitario que conozca cuáles son estos estilos, o en su defecto, que maneje una gama
de actividades que puedan cubrir dichos estilos aunque no los tenga identificados en forma
particular para cada grupo de alumnos.
Si partimos de la idea de que la forma como enseña cada docente tiene una relación directa con la
forma como cada docente aprende, y que un estilo de aprender no es mejor que el otro, sino que
son complementarios, es importante que el docente reconozca sus propios estilos de aprender para
que, en base a ellos, potencie los que tienen preferencia baja, y también que diversifique sus formas
de enseñar, pudiendo así cubrir sus propias necesidades de aprendizaje así como la de la mayoría
de sus estudiantes.

La educación es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Universal de los Derechos


Humanos de 1948 y en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989; es, en definitiva, el
instrumento de derechos humanos que más ratificaciones ha recibido en toda la historia. La
educación es, por lo tanto, una responsabilidad internacional compartida y reconocida
como motor de desarrollo humano porque salva vidas, porque favorece el crecimiento económico
y la distribución de la riqueza y porque permite a los ciudadanos participar en la vida pública y
defender sus opiniones y derechos portal arquidiocesano (2006)

Exigiendo que nuestro sistema nervioso sea modificado por los estímulos Ambientales que recibe.
Podríamos afirmar que el aprendizaje sería según Nisbety Shucksmith (1987) "las secuencias
integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición,
el almacenaje y/o la utilización de información o conocimiento", de tal manera Que el dominar las
estrategias de aprendizaje permite al alumno planificar u Organizar sus propias actividades de
aprendizaje. La vida de un ser humano se desarrolla merced a su El aprendizaje es la base donde se
sustenta el desarrollo de una persona, capacidad de Incorporar actividades aprendidas, sobre una
base fundamental de actividades Innatas. Unas y otras dependen del funcionamiento del sistema
nervioso.
El tema de los Estilos de aprendizaje, extendido en su estudio desde la década de los 70’s, Marton
y Saljo, (1976) han revisado diversas expectativas y explicaciones. Afirmaciones de corte pedagógico
afirman que dichos estilos se refieren a las diversas formas en que el estudiante puede apropiarse
del conocimiento (Weinstein y Mayer, 1986). Igualmente, poseemos diferentes estilos de
aprendizaje y éstos una importante cuestión a tomar en cuenta en el diseño, ejecución y control del
proceso de aprendizaje (Diaz - Barriga y Hernández, 2001) ya que los profesores pueden ayudar a
sus estudiantes concibiendo una instrucción que responda a sus necesidades y a los diferentes
estilos, orientándoles para que mejoren sus estrategias de aprendizaje. Llámese entonces estilos de

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aprendizaje a los hábitos para procesar la información, relacionados con la percepción,
pensamiento, memoria y la solución de problemas (ERIC, 2007).

Los estilos de aprendizaje, de manera específica su tipología, fueron descritos por David Kolb en su
modelo de aprendizaje experiencial. De acuerdo con Kolb (1983), el ciclo de aprendizaje experiencial
tiene cuatro fases: la experiencia concreta, la observación reflexiva, la conceptualización abstracta
y la experimentación activa. Cada una implica un modo diferente de experiencia de la realidad. Con
base a estas ideas, Honey y Mumford, (1983) retoman la idea de un modelo de aprendizaje
experiencial en cuatro fases denominadas: la experiencia, el regreso sobre la experiencia, la
formulación de conclusiones y la planificación. Estos autores afirman que la mayoría de las personas,
a través de los logros y los fracasos de sus conductas en sus tentativas de aprender, desarrollan
preferencias que los hacen apropiarse particularmente de ciertas fases del proceso y, con ello, de
estilos diferentes de aprendizaje. Una de las aportaciones colaterales a sus trabajos fue el desarrollo
de un instrumento exploratorio de los estilos de aprendizaje.

1.1.- ESTILO PERSONAL DE DOCENCIA BAJO EL ENFOQUE DE LOS ESTILOS DE ENSEÑANZA Y


APRENDIZAJE.

Al pensar en abordar la cuestión de la conexión entre estilos de aprendizaje y estilos de enseñanza,


cobran relevancia dos concepciones que definen la naturaleza de la relación desde presupuestos
diferentes. Para unos, el diseño del proceso educativo se optimiza si los docentes incorporan a su
cotidianeidad un amplio repertorio de estilos de enseñanza con el fin de adecuarse a todos los
estudiantes con diferentes preferencias de aprendizaje. Se sostiene así, la importancia de enseñar
a los niños utilizando métodos que se ajusten a sus preferencias perceptivas. Este aspecto es
fundamental en la formación considerando el estudio y aplicación de los estilos de aprendizaje como
el camino científico para individualizar la instrucción, por lo que el aprendizaje es más efectivo en
aquellos alumnos que tienen un estilo de aprendizaje compatible con el estilo de enseñanza del
profesor (Thompson, 1986). En esta misma línea Valdivia Ruiz (2002) señala la necesidad de adaptar
el estilo de enseñanza del profesorado a la forma de aprender del alumnado como una de las
variables relevantes del proceso de enseñanza-aprendizaje, que va a repercutir directamente en la
mejora de dicho proceso. Por su parte, Kolb (1976) desarrolla un modelo de enseñanza aplicable a
cada estilo de aprendizaje. De esta forma guía al docente, bajo un esquema de comportamiento
pedagógico, de acuerdo a las necesidades del que aprende. Sostiene que una persona con
preferencia por un tipo de aprendizaje específico se sentirá más cómoda y estará más abierta a un
profesor que adopte un estilo de enseñanza acorde con su perfil para el aprendizaje. El profesor es
el encargado de crear el ambiente educativo adecuado y de controlar el proceso de enseñanza
mediante técnicas y métodos de instrucción para el alumno.

Es necesario que los profesores conozcan su propio estilo de enseñanza como base para el
desarrollo de estrategias de enseñanza y aprendizaje. Eso les permitirá considerar otros estilos de
aprendizaje diferentes al preferido por él mismo, así como mejorar su estilo de enseñanza particular
y complementarlo con otros. Asumir desde la educación, la importancia de incorporar los estilos de
aprendizaje.

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En esta línea de investigación, es importante que ambas partes, docente y alumnos conozcan un
amplio abanico de estilos, identifiquen su propio estilo y el del otro con el objeto de abordar
estrategias orientadas a generar un proceso de enseñanza-aprendizaje más eficiente. Es patente la
dificultad de una coherencia perfecta entre estilos de enseñanza y estilos de aprendizaje. No
obstante es deseable que se produzca el mayor ajuste posible ya que tiene una decisiva gravitación
en el aprendizaje del alumno. En este sentido resultan altamente pertinentes las propuestas
realizadas por Gravini, Cabrera, Ávila y Vargas (2009) planteando comportamientos de enseñanza
ajustados a cada estilo de aprendizaje de los discentes. A sí mismo, Coloma, Manrique, Revilla y
Tafur (2009) reconocen la necesidad de analizar los estilos de aprendizaje para poder conocer con
mayor profundidad los estilos de enseñanza aplicados. Obviamente, todo esto obliga al profesorado
a entender el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera diferente.

1.2.- FACTORES QUE CONDICIONAN EL APRENDIZAJE DEL ALUMNO

los diferentes enfoques sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje podemos entrever que el


aprendizaje se ha visto influenciado por diversos elementos interconectados. Así tenemos que, la
forma en que se estructura el currículo, el estilo con que abordan la asignatura profesor y alumno,
o la manera de acercarse a la tarea de aprender tanto como la propia capacidad pueden favorecer
o condicionar situaciones de aprendizaje. Anteriormente se ha señalado que tanto el componente
afectivo como el cognitivo y el fisiológico se unen en un escenario de interacción de diversos
elementos con los cuales se ensayan diferentes resultados en términos de eficacia, hasta configurar
un estilo de aprendizaje preferente. Sin embargo muchos de los factores señalados pueden ayudar
a conformar un estilo de aprendizaje adecuado o por el contrario constituir una traba en el proceso.
De acuerdo a ello y como resultante, tenemos que para garantizar un aprendizaje eficiente,
productivo, de alta calidad debe coincidir un concierto de múltiples interacciones, de base genética,
ambiental, curricular y cultural.

Las creencias, expectativas y predisposición docente sobre el alumnado tienen gran importancia
sobre la motivación para el aprendizaje y son un importante instrumento de referencia para la
autoevaluación y auto concepto del alumno (Rodríguez Espinar, 1993). A su vez, estas percepciones
desarrolladas por los docentes conducen, inconscientemente, a los estudiantes a ajustarse a lo que
se espera de ellos, consiguiendo que su expectativa se cumpla. A este obtenga un mayor
rendimiento académico.

2. ESTILOS DE APRENDIZAJE

Este tema tiene un especial interés toda vez que se atribuye al estudiante una gran parte de las
causas de la deserción o, por el contrario, la eficiencia en los programas académicos. No obstante
que la Eficiencia Terminal (y contraparte, la deserción) es un indicador que permite a las
instituciones educativas reformar su planeación educativa, es difícil que alguna de ellas reporte
públicamente sus datos; más difícil es encontrar datos derivados de la Educación Continua o de ésta
en sus diversas modalidades. En términos generales, se estima que la deserción escolar alcanza un
promedio de 50%, según reportan la OCDE, UNESCO y ANUIES (Fernández, 2005).

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Los estilos de aprendizaje, de manera específica su tipología, fueron descritos por David Kolb en su
modelo de aprendizaje experiencial. De acuerdo con Kolb (1983), el ciclo de aprendizaje experiencial
tiene cuatro fases: la experiencia concreta, la observación reflexiva, la conceptualización abstracta
y la experimentación activa. Cada una implica un modo diferente de experiencia de la realidad. Con
base a estas ideas, Honey y Mumford, (1983) retoman la idea de un modelo de aprendizaje
experiencial en cuatro fases denominadas: la experiencia, el regreso sobre la experiencia, la
formulación de conclusiones y la planificación. Estos autores afirman que la mayoría de las personas,
a través de los logros y los fracasos de sus conductas en sus tentativas de aprender, desarrollan
preferencias que los hacen apropiarse particularmente de ciertas fases del proceso y, con ello, de
estilos diferentes de aprendizaje. Una de las aportaciones colaterales a sus trabajos

Hoy en día, la literatura especializada en educación aplica el concepto de estilos de aprendizaje para
referirse a las reglas, principios, y procedimientos que suelen facilitar el aprendizaje y que, con
frecuencia se aplica a una variedad de tareas de estudio. La mayoría de los documentos recientes
que versan sobre el tema retoman el punto de vista de Mainemelis y colaboradores quienes, incluso,
han aportado formas de evaluación para identificar los estilos que el estudiante ocupa para el
aprendizaje. Las aportaciones de éstos estudiosos, y en especial de David Kolb, sugieren que el
estudiante puede asumir con sus estrategias algunas de las siguientes categorías: Alumno activo,
reflexivo, teórico o pragmático (Kolb, op. cit.; Camarero, Martín del B, y Herrero, 2000; Mainemeli,
Boyatizus y Kolb, 2002).

los estudiantes pueden asumir estrategias cognitivas, metacognitivas y de regulación de recursos


(Rinaudo, Chiecher, y Donolo, 2003; Donolo, Chiecher, y Rinaudo, 2004 y 2008):

 -Metas de orientación intrínseca (MI). Refiere al grado en que los estudiantes realizan las
tareas y acciones por el interés que les genera la actividad misma.

 Metas de orientación extrínseca (ME). Evalúa el grado en que los sujetos realizan una
determinada acción ‘para’ satisfacer otros motivos que no están relacionados con la
actividad en sí misma, sino en la consecución de otras metas.
 Valoración de la tarea (VT). Alude a la evaluación que hace el estudiante de cuán
interesantes, importantes y útiles son las actividades o materiales del curso.
 Las estrategias de repaso (EP) son los procedimientos más simples e incluyen operaciones
básicas que favorecen el recuerdo de la información mediante repetición o recitación.
 Las estrategias de elaboración (EL) constituyen un nivel intermedio entre las estrategias de
repaso y de organización y permiten una transformación de la información así como el
establecimiento de conexiones entre los conocimientos del sujeto y los proporcionados
por el nuevo material.
 Las estrategias de organización (EO) conducirían a procesamientos más profundos de los
materiales de estudio, permitiendo construir conexiones internas entre las piezas de
información ofrecidas en el material de aprendizaje

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 El pensamiento crítico (PC) es considerado también como una estrategia cognitiva, que
refiere al intento de los estudiantes de pensar de un modo más profundo, reflexivo y
crítico sobre el material de estudio.
 El manejo del tiempo (MT) implica programar y planear los momentos de estudio, en
tanto que el manejo del ambiente refiere a la determinación por parte del estudiante
acerca de su lugar de trabajo. Idealmente, el ambiente de estudio debe ser tranquilo,
ordenado y relativamente libre de distractores.
 La búsqueda de ayuda (BA) refiere a la disposición para recurrir a compañeros o al
docente para plantear las dificultades en la realización de actividades orientadas al
aprendizaje.

Diversos enfoques e instrumentos se han procurado para explorar o medir los estilos de aprendizaje,
entre ellos: el Test de Emparejamiento de Figuras Familiares (Matching Familiar Figures Test), de
Kagan (1966); Cuestionario de Estilos de Aprendizaje de Estudiantes (Student Learning Styles
Questionnaire), de Grasha y Riechmann (1974); Inventario de Estilos de Aprendizaje (Learning Style
Inventory), de Kolb (1976); Perfil de Estilos de Aprendizaje (Learning Style Profile), de Keefe (1979);
Cuestionario Índice de Estilo de Aprendizaje (Index of Learning Styles), de Felder y Silverman (1988);
Cuestionario de Estilos de Aprendizaje (Learning Styles Questionnaire), de Honey y Mumford (1988)
y los Inventarios de Estilos de Aprendizaje- Version III (Learning Styles Inventory--Version III-
Elementary Class Set), de Renzulli, Smith, y Rizza (2002) citados por García (2008). Con base a una
experiencia previa Fernández (2007) en la exploración de los estilos de aprendizaje con el
instrumento de Honey y Alonso (Alonso, Gallego y Honey, 1994), se instauraron actividades de
aprendizaje para estudiantes de educación superior, bajo la modalidad de BLearning, para atender
la compresión y análisis de contenidos relacionados con el Desarrollo Humano (Psicología del
desarrollo o Psicología evolutiva) y aspectos orientados a la educación.

3. LAS CONDUCTAS MÁS ELEMENTALES DE ADAPTACIÓN ESCOLAR

Al maestro le corresponde una gran responsabilidad en la solución de esta problemática. Debe


estudiar con profundidad las ciencias pedagógicas y psicológicas para contar con
las herramientas fundamentales de trabajo con los alumnos. El maestro que además de poseer
maestría pedagógica y conocimientos de las particularidades individuales de cada alumno, es capaz
de ejercer una exigencia racional y tener habilidad para encontrar lo positivo de cada niño, brindará
una gran ayuda pedagógica y psicológica al mismo. Es un regla de oro para llevar adelante al niño
con dificultades en el aprendizaje, que el maestro tenga el verdadero deseo de buscar las causas
que provocan estas dificultades, que piense además que es él el que mejor puede ayudarlo.
Rechazar cualquier idea de segregación y estar convencido que con su maestría pedagógica y su
confianza en el progreso del niño logrará elevar su rendimiento académico.

El aprendizaje son las experiencias que modifican a las personas. Los intercambios con el medio,
modifican las conductas. Por lo tanto, las conductas se darán en función de las experiencias del
individuo con el medio. Dichos aprendizajes, permite cambios en la forma de pensar, de sentir, de
percibir las cosa, producto de los cambios que se producen en el SN. Por lo tanto los aprendizajes

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nos permitirán adaptarnos al entorno, responder a los cambios y responder a las acciones que
dichos cambios producen (Anónimo, 2004).

Un proceso mediante el cual es proporcionado por la experiencia del individuo y mediante ella se
van adquiriendo habilidades, destrezas y conocimientos que son de utilidad en todo desarrollo de
la persona es todo aquel conocimiento que se va adquiriendo a través de las experiencias de la vida
cotidiana, en la cual el alumno se apropia de los conocimientos que cree convenientes para su
enseñanza.
Saffire Press (1997) señala las características de los alumnos que los diferentes estilos de
aprendizaje, determinando los siguientes.

Los alumnos activos se involucran totalmente y sin prejuicios en las experiencias nuevas. Disfrutan
el momento presente y se dejan llevar por los acontecimientos. Suelen ser de entusiastas ante lo
nuevo y tienden a actuar primero y pensar después en las consecuencias. Llenan sus días de
actividades y tan pronto disminuye el encanto de una de ellas se lanzan a la siguiente. Les aburre
ocuparse de planes a largo plazo y consolidar los proyectos, les gusta trabajar rodeados de gente,
pero siendo el centro de las actividades (Citado por Robles, 2003).

Los alumnos reflexivos tienden a adoptar la postura de un observador que analiza sus experiencias
desde muchas perspectivas distintas. Recogen datos y los analizan detalladamente antes de llegar a
una conclusión. Para ellos lo más importante es esa recogida de datos y su análisis concienzudo, así
que procuran posponer las conclusiones todos lo que pueden. Son precavidos y analizan todas las
implicaciones de cualquier acción antes de ponerse en movimiento. En las reuniones observan y
escuchan antes de hablar, procurando pasar desapercibidos (Citado por Robles, 2003).

Los alumnos teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan en teorías complejas y bien
fundamentadas lógicamente. Piensan de forma secuencial y paso a paso, integrando hechos
dispares en teorías coherentes. Les gusta analizar y sintetizar la información y su sistema
de valores premia la lógica y la racionalidad. Se sienten incómodos con los juicios subjetivos, las
técnicas de pensamiento lateral y las actividades faltas de lógica clara (Citado por Robles, 2003).

A los alumnos pragmáticos les gusta probar ideas, teorías y técnicas nuevas, y comprobar si
funcionan en la práctica. Les gusta buscar ideas y ponerlas en práctica inmediatamente, les aburren
e impacientan las largas discusiones discutiendo la misma idea de forma interminable. Son
básicamente gente práctica, apegada a la realidad, a la que le gusta tomar decisiones y resolver
problemas. Los problemas son un desafío y siempre están buscando una manera mejor de hacer las
cosas (Citado por Robles, 2003).

La educación (del latín educare, "guiar", y educere, "extraer") puede definirse como: el proceso bi-
direccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.
La educación no sólo se produce a través de la palabra, está presente en todas nuestras acciones,
sentimientos y actitudes. El proceso de inculcación y concienciación cultural, moral y conductual.

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Así, a través de la educación las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones
anteriores, creando además otros nuevos. Y sobre todo un proceso de socialización formal de los
individuos de una sociedad

La educación (del latín educare, "guiar", y educere, "extraer") puede definirse como: el proceso bi-
direccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.
La educación no sólo se produce a través de la palabra, está presente en todas nuestras acciones,
sentimientos y actitudes. El proceso de inculcación y concienciación cultural, moral y conductual.
Así, a través de la educación las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones
anteriores, creando además otros nuevos. Y sobre todo un proceso de socialización formal de los
individuos de una sociedad

A pesar de que la educación básica debe ser en teoría gratuita, la realidad es que muchas familias
no pueden asumir su coste. Además, que los hijos vayan a la escuela supone que deje de lado otras
actividades, como ayudar en casa o trabajar. Esa disponibilidad para colaborar en casa se reduce
cuanto más lejos está la escuela del lugar de residencia, por lo que el joven es la probabilidad de
asistencia a clase

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CONCLUCION:

Este trabajo muestra los estilos de enseñanza por el docente y los estilos de aprendizaje por el
alumno, donde pretende buscar las consecuencias no deseadas, pero también los objetivos que
desea alcanzar. Para mejorar estas situaciones, que se presentan en los contextos educativos.
No obstante, no se puede obviar que si cada profesor enseña exclusivamente de una manera
peculiar, favorece la preferencia a aprender más baja entre sus estudiantes, el nivel de insatisfacción
entre ellos será más que suficiente para interferir con su aprendizaje. En otras palabras, si el
profesor enseña exclusivamente en el modo que prefieran sus alumnos, estos puede que no
desarrollen la capacidad cognitiva necesaria para elevar su potencial al máximo y ser exitosos en sus
vidas y profesiones particulares. Felder (1996) sugiere que un objetivo educativo debe ser ayudar a
los estudiantes tanto en sus estilos más preferidos como en los menos preferidos por lo que el estilo
de enseñanza de los docentes debe contener elementos de varios estilos para satisfacer las
necesidades de sus estudiantes.

Desde una perspectiva integradora es imperioso dar respuesta a las dificultades que surgen en el
proceso educativo, pero sin caer en un ilusionismo pedagógico. En otras palabras, creer que
resolviendo los problemas didácticos se resuelven los problemas escolares, sería claramente una
utopía en la medida que se desconozca que los problemas institucionales y sociales en su conjunto
textualizan y contextualizan cualquier tarea que se realice dentro de las paredes de un aula. No
obstante resolviendo algunos problemas dentro del aula podemos conservar la esperanza que
puedan cambiarse algunas cosas en la escuela y en el entorno. Podemos sintetizar que la educación
es un proceso que implica fundamentalmente intencionalidad, sistematización y coherencia
teniendo en cuenta las aptitudes, actitudes, potencialidades, intereses y necesidades del que
aprende, la naturaleza de los materiales, las actividades de aprendizaje y las características del
entorno. Para que un profesor sea eficaz debe conocer las posibilidades y limitaciones del estudiante
en relación con su período evolutivo. Pero existen otras dos variables que también influyen en la
dinámica escolar, los factores sociales y las características del profesor. La primera se refiere al clima
de la clase, al nivel de comunicación existente, al grado de cooperación alcanzado, al estado de
cohesión grupal conseguida. La segunda se refiere a la competencia académica del profesor, al
conocimiento pedagógico, a su personalidad, autobiografía y desempeño docente. Todas estas
variables internas y externas contribuyen a la elaboración de los estilos de enseñanza.

Para concluir, una cita de Imbernón (1998:40) que sintetiza un aspecto esencial del espíritu docente:
“Un factor importante en el desarrollo profesional será la actitud de los profesores al diseñar su
tares docente, no únicamente como técnicos infalibles, sino como facilitadores del aprendizaje,
capaces de provocar la cooperación y participación del alumno”.

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http://dx.doi.org/

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http://www.uned.es/revistaestilosdeaprendizaje/numero_2/artigos/lsr_2_octubre _2008.pdf
consultado: 05/042012

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