La igualdad de condiciones y la teoría de la representación serán las bases
de la fundamentación teórica de la democracia.
A medida que Tocqueville estudiaba la sociedad norteamericana, veía en la
igualdad de condiciones el hecho generador de que cada hecho particular parecía derivarse.
El desarrollo gradual de la igualdad de condiciones es un hecho providencial,
y tiene las siguientes características: es universal, durable, escapa a la potestad humana y todos los acontecimientos, como todos los hombres, sirven para su desarrollo.
Igualdad y Libertad.
La interpretación de la igualdad en la libertad no es más que la síntesis de la
doctrina jeffersoniana, la cual explica que todos los hombres han sido creados libres o que al menos deberían serlo.
No difiriendo ninguno de sus semejantes, nadie podrá ejercer un poder
tiránico, pues los hombres serán perfectamente libres, porque serán del todo iguales, y perfectamente iguales porque serán del todo libres.
La igualdad hace a los hombres independientes unos de otros.
La igualdad produce dos tendencias:
La primera conduce a los hombres hacia la independencia y puede llevarlos hasta la Anarquía; La segunda los lleva por un camino más largo, secreto, pero más seguro hacia la esclavitud. Esta se dirige a las almas.
Papel de los Municipios.
La Comuna es la única asociación que se encuentra donde hay hombres
reunidos. Existe en todos los pueblos, está compuesta de elementos modestos que rehúsan el trabajo del legislador.
La libertad comunal es consolidada a partir de la acción continua de las
leyes y de las costumbres, las circunstancias y sobretodo el tiempo. La libertad comunal escapa al esfuerzo del hombre. Las instituciones comunales son a la libertad lo que las escuelas primarias vienen a ser a la ciencia; la ponen al alcance del pueblo; le hacen paladear su uso pacífico y lo habitúan a servirse de ella Pero es en la comuna donde reside la fuerza de los pueblos libres.
La mayor parte de los poderes de la comuna se encuentra en manos de
un grupo de individuos electos que son los SELEC-MEN , que son los ejecutores de la voluntad popular.
Las comunas están obligadas a satisfacer los deberes sociales. En
ninguna parte como en la comuna el pueblo es la fuente del poder social con tanta intensidad. En la comuna, donde la acción legislativa y gubernamental está más ceca de los gobernados, la ley de representación no es admitida. No hay Consejo Municipal; el cuerpo electoral, después de haber nombrado sus magistrados, los dirige por sí mismos en todo aquello que no es la ejecución pura y simple de las leyes del Estado.
El sistema Norteamericano al mismo tiempo que reparte el poder
municipal entre un gran número de ciudadanos, no teme en multiplicar los deberes comunales. En los EE.UU. se piensa con razón que el amor a la patria es una especie de culto al que los hombres se ligan por medio de las prácticas. De ésta manera, la vida comunal se deja sentir a cada instante; se manifiesta cada día por la realización de un deber o por el ejercicio de un derecho. Este movimiento político imprime a la sociedad un movimiento continuo, pero al mismo tiempo apacible, que la agita sin perturbarla.
El habitante de la comuna se interesa por ella porque contribuye a
dirigirla. Este toma gusto por el orden, comprende la armonía de poderes y adquiere ideas y prácticas sobre la naturaleza de sus deberes y amplitud de sus derechos.
La asociación voluntaria.
Una ASOCIACION consiste en la adhesión pública que da un
determinado número de hombres a una determinada doctrina, y en el compromiso que contraen de hacerla prevalecer.
El derecho de asociación implica:
la libertad de prensa la libertad de reunión el derecho a reunirse en colegios electorales y nombrar mandatarios y a representarlos en una asamblea general. Este es el sistema representativo aplicado a un partido.
En EE.UU. hay una gran cantidad de asociaciones que deben su existencia y
desarrollo a las voluntades individuales. La asociación reúne en un haz los esfuerzos de los espíritus divergentes, y los empuja con vigor hacia un solo fin claramente indicado por ella.
En éste país la libertad de asociación ha llegado a ser una garantía necesaria
contra la tiranía de la mayoría. Aquellos países donde el Estado Social es democrático, son necesarias las asociaciones. El derecho de asociación es inalienable.
La soberanía del pueblo.
El principio de la soberanía del pueblo se encuentra siempre en el fondo de
las instituciones humanas, se encuentra en ellas sepultado. Se le obedece sin reconocerlo.
En Norteamérica el principio de la soberanía del pueblo no está oculto, es
reconocido por las costumbres, proclamado por las leyes, se extiende con la libertas y alcanza sin obstáculos sus últimas consecuencias.
El pueblo participa en la composición de las leyes por la selección de sus
legisladores, en su aplicación por la elección de sus agentes del poder ejecutivo y se puede decir que del mismo gobierno, tan restringida y frágil es la parte dejada a la administración, obedeciendo al poder del que emana. El pueblo dirige el mundo Norteamericano como Dios lo hace con el Universo. Él es la causa y el fin de todas las cosas. Todo sale de Él y todo vuelve a absorberse en su seno.
Las costumbres.
Tocqueville considera a las Costumbres como una de las grandes causas
generales a las que se puede atribuir el mantenimiento de la república democrática en los EE.UU.
Entiende la expresión de costumbres en el sentido que atribuían los antiguos
a la palabra mores. No solamente la aplica a las costumbres llamadas los hábitos del corazón, sino que también se aplica a las diferentes nociones que poseen los hombres y al conjunto de las ideas de que se forman los hábitos del espíritu. Las costumbres son tanto el estado moral como intelectual de un pueblo.
La Religión.
Desde el principio la política y la religión se encontraron de acuerdo y
más adelante no dejaron de estarlo. La religión regula las costumbres y extiende su imperio hasta sobre las inteligencias.
En Norteamérica la religión es la que lleva a la luz y la observancia de
las leyes divinas es la que conduce al hombre a la libertad.
La religión ve en la libertad civil un noble ejercicio de las facultades del
hombre; y la libertad ve en la religión a la compañera de sus luchas y de sus triunfos, la cuña de su infancia y la fuente divina de sus derechos.
En EE.UU. la religión se mezcla en todos sus usos nacionales y con todos
los sentimientos que hacen nacer a la patria. La religión se ha puesto ella misma sus límites. Era orden religioso es distinto al orden político.
EE.UU. es el país más democrático sobre la tierra, pero al mismo tiempo
es el más religioso y donde la religión más progresos hace.