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Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996,

eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996.

Los materiales de construcción y el cambio estético:


sobre la estética del hierro y el cemento

Angela Molada Gómez

El empleo de nuevos materiales, especialmente en lo La vivienda privada empieza a incorporar desde


que se refiere a cementos y metales. va a llevar aso- las últimas décadas del XIX, algunas de las propues-
ciado un cambio en la estética constructiva desde la II tas que ya forman parte de] código de ]a arquitectura
mitad del siglo XIX. Existe una gran preocupación en- industrial, desde la segunda mitad de siglo. La apli-
tre los profesionales de la construcción sobre el em- cación de algunas de estas propuestas por ]a arquitec-
pleo de nuevos materiales y sistemas de construcción y tura doméstica, supondrá la asimilación de los nue-
las formas artísticas que estos adoptan o dcben adop- vos materiales y sistemas de construcción, pero
tar, la estética tradicional asociada a la piedra y a otros apostando por un diseño formal inspirado en el aca-
materiales no sirve ahora. La sentencia de que todo demicismo, en el pasado y en otros estilos arquitectó-
nuevo material pide un nuevo estilo, es una de las más nicos. La asimilación de los nuevos materiales se
difundidas y defendidas en este momento, pero en la hace bajo presupuestos que continúan las formas y
realidad, es frecuente recurrir a ]a estética tradicional diseños de los tradicionales, mientras que la arquitec-
de la piedra y el ]adrillo, para aplicarla a los nuevos tura privada está sujeta a factores de amplio espectro,
materiales adaptando sus proporciones, a las dimen- históricos, económicos, sociales, estéticos, etc., los
siones y condiciones de resistencia que imponen estos. criterios a los que deben someterse las nuevas tipo 10-
Desde la segunda mitad del siglo XIX, son cada gías de edificios no llegan a dificultar el aspecto emi-
vez más abundantes los escritos y discursos que de- nentemente funcional que deben observar éstas y
muestran una intensa preocupación por la cuestión para e] cual fueron concebidas.
estética. Ésta basculará entre las cualidades de los
nuevos materiales y sistemas de construcción y las
distintas necesidades, surgidas por el futuro uso del Los RECUBRIMlENTOS O LA ESTÉTICA DEL
edificio o por su destinatario.' Junto a la nueva gene- MATERIAL CON EL QUE SE TRABAJA
ración de tipologías arquitectónicas; fábricas, esta-
ciones, mercados pabellones de exposiciones etc., Sobre la cuestión estética de los nuevos materiales,
convive la vivienda tradicional de clase media y alta, podemos distinguir en la época dos posturas; la de
en un estado de adaptación a las nuevas necesidades. los que utilizaran la estética de la piedra aplicada a
La construcción de estas tipologías aglutina dos con- nuevos materiales como el hierro y, ]a de los que de-
ceptos, el tradicional y el moderno, la necesidad de tIenden la propia estética del material con el que se
una rápida y fácil ejecución y el sentido de ]0 bello y trabaja sin necesidad de recubrir o simular los mate-
de lo artístico, al que se concedió una importancia riales utilizados. Así mientras que un gran número
sobresaliente en la época. de profesionales apostaron por cubrir y ocultar la
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parte constructiva bajo los adornos de la decoración En la mayor parte de las construcciones que observamos,
ya fuera con materiales «nobles» como el mármol, se mistifica el valor real de las cosas que se quieren repre-
jaspe o los sillares de piedra, o con los «no nobles» sentar; la ficción es la que impera. Se simula la piedra con
como el ladrillo, los estucos y escayolas; otros ini- enlucidos de yeso y cemento; las columnas y pilastras que
parecen soportar algún peso, son revestimientos o aplica-
ciaron una atrevida línea al mostrar los materiales
ciones de mármol o estuco: esos techos magníficamente
empleados.
decorados en talla y oro. son suspendidos de la techumbre
Entre las cuestiones consideradas en el VI Con- soportando ésta un peso inútil; aquel frontón sobre el cual
greso de Arquitectos de Madrid,2 no sólo estuvo pre- cabalga panzuda cúpula, está en completo desacuerdo con
sente la polémica idea de la «honestidad de los mate- los razonados principios de la arquitectura griega y ro-
riales», sino que se barajaron otros conceptos como mana; las ménsulas de los balcones u otros cuerpos vola-
la «honestidad ornamental», que no fuera el orna- dos que tanto abundan, en lugar de sostener la repisa, son
mento el que falseara y ocultase la estructura y el suspendidas por ésta; más allá dinteles de longitudes enor-
material utilizado en la construcción, y un tercero, la mes y espesores imposibles, deberían quebrarse en son de
«honestidad en la estructura», en estrecha relación protesta por no poder soportar, en la realidad, los macizos
que se les carga; aquel hueco inmenso por su magnitud
con los otros dos, y que solicitaba la no simulación
que rasga gran parte de los muros de fachada o interiores,
de una estructura que estuviese lejos de ser la que el
lo mismo franquea la luz a una pieza espaciosa que a otra
edificio realmente tenía. Algunas de las ideas ex- de reducidas dimensiones que es o no contigua a ella.'
puestas, en el Congreso fueron:
Entre los profesionales que se pronunciaron a fa-
- Las formas decorativas deben hacer valer el ma- vor de la defensa de la honestidad de los materiales,
terial y la estructura de la obra, o dicho de otra forma se encuentra la significativa figura de Félix Carde-
que las formas decorativas no oculten ni falseen las l1ach ingeniero y arquitecto! que en una de sus obras
cualidades del material, y que se busque la honesti- Las formas artísticas en la Arquitectura Técnica
dad en la estructura. hace referencia a la denominada <<leyde la materia».
Aunque el capítulo en el que se cita, dicha ley «Teo-
- La bel1eza o la consecución de formas decorati-
vas bellas en arquitectura se obtienen adoptando las ría General de la Estética técnica»,5 resulta ser en su
propiedades del material dado a su destino. conjunto sumamente interesante en esta cuestión, hay
- La génesis de un estilo supone un planteamiento una idea que merece ser destacada, la que hace refe-
constructivo diferente y un destino nuevo. rencia a la fuerte influencia que ejerce la naturaleza
de los materiales en la forma, proporciones y trata-
Aunque gran parte de los profesionales de la miento decorativo y ornamental de la obra. Como se-
época recurrieron en algún momento y por razones ñala el propio autor; «la decoración de toda obra se
obvias, a las técnicas de revestimiento, que prolife- supedita al material con que está construida», de lo
raron en este momento en gran cantidad y posibili- que se desprende que toda construcción debe resultar
dades, se levantaron también numcrosos detractores artística si es tratada según las cualidades del mate-
que denunciaron el exceso que se cometía con estas rial con el que se trabaja y con arreglo a la forma en
técnicas que ocultaban los materiales y el sistema de que éste actúa en la construcción.
construcción empleados. En este sentido una clara y En un segundo término, y siempre en un rango in-
bastante atrevida manifestación en favor de la ho- ferior a la anterior el autor propone la solución in-
nestidad en el uso de los materiales la hizo P. Sanz versa de la cuestión estética, es decir, supeditar la ma-
Bar;era, en su artículo «El gusto en arquitectura». teria de la obra a las formas decorativas que esta deba
Interesante, no sólo por la lista que recoge de los tener, lo que significa que los materiales se determi-
materiales y elementos arquitectónicos más suscep- narían después de la proyección de la obra. Esta 'pers-
tibles de sufrir la simulación y la falsificación; co- pectiva, sin embargo, parece resultar más próxima a
lumnas, pilastras, ménsulas, frontones etc.. o porque la realidad de la vivienda privada de clase media en
denunciara abiertamente lo ficticio en la construc- los primeros años del siglo XX. Esta, como he podido
ción, sino porque además da una idea bastante apro- constatar en el caso de la vivienda valenciana se rea-
ximada de cómo estaba la situación respecto a este liza dentro de un modelo preestablecido, dando lugar
tema. a una tipología de edificio que no solo contempla el
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presente esquema formal; basamento, cuerpo y coro- de Félix Cardellach, expuestas en su obra Las formas
namiento, sino que se caracteriza por el empleo de artísticas en la arquitectura técnica.6 El autor señala
unos materiales determinados y por la adopción de varias clases de estética dentro de la arquitectura me-
una serie de elementos arquitectónicos y líneas que tálica: la constructiva o de las grandes líneas compo-
definen la composición y articulación de su fachada. sitivas; la estética decorativa, que brota de la estruc-
Si bien es cierto que entre las últimas décadas del tura y la adorna; y una tercera, la de la técnica
siglo XIX y los primeros años del XX, la adopción de decorativa del hierro colado. De ellas dice que si las
los nuevos materiales de construcción en la vivienda dos primeras se refieren a la calderería, laminación y
privada se hace más patente, también lo es que estos forja, la úJtima ]0 hace exclusivamente de la fundi-
se limitan en un primer momento a imitar, simular o a ción. De las tres clases de estéticas que señala este
parecerse a aquellos materiales tradicionales más autor nos interesan por su aplicación en la vivienda
acordes con las formas empleadas, como la piedra y el privada las dos últimas, ya que la estética construc-
ladrillo. La indiscutible aportación, de estos nuevos tiva del metal apenas alcanza protagonismo en la ar-
materiales y una de sus más valiosas características quitectura privada, ya que la incorporaración del hie-
reside entre otras cosas, precisamente en su indefini- rro en la estructura del edificio no manifiesta sus
ción, lo que hará posible la adopción de cualquier otra cualidades estéticas al exterior, y lo que hace es sus-
forma, siendo esta carencia de formas propias lo que tituir a materiales que se venían utilizando como la
facilita su asimilación en la vivienda privada de clase madera, ganando en solidez y resistencia.
media, sustituyendo progresivamente a los materiales
tradicionales como la piedra, el ladrillo y la madera.
Esta aparente incapacidad de identificación con un La estética decorativa del metal
estilo formal propio hizo posible su empleo bajo di-
seños y estilos que tradicionalmente venían emple- En este grupo, el autor incluye la decoración metá-
ando otros materiales, así la piedra seguirá utilizán- lica del hierro y de] acero, la calderería. Algunos de
dose en los zócalos y paramentos pero estos serán de los elementos que fueron empleados en la arquitec-
piedra artificial y cada vez serán más frecuentes las tura metálica, se aplicaran con el tiempoo en la vi-
técnicas de revestimientos, los revocas de cemento y vienda privada manteniendo su tratamiento ornamen-
cal hidráulica, los estucos y enlucidos, que no harán tal. Es el caso de los hierros perfilados por
más que imitar en apariencia todas las cualidades de laminación y los palastros o planchas. Aunque se
la piedra y el ladrillo. pueden encontrar ejemplos en ]a arquitectura privada
en la úJtima década del XIX, será a principios de si-
glo cuando se convertirá en algo habitual comen-
SOBRE LA ESTÉTICA DEL HIERRO Y DEL CEMENTO zando por unas formas muy sencillas que irán pro-
gresivamente complicándose.
Entre los diferentes materiales que recibirán el califi- Algunos de estos tratamientos decorativos que re-
cativo de nuevos o modernos, serán el hierro y el ce- coge Cardellach en su libro son frecuentes en las vi-
mento los que desaten grandes controversias. Ambos viendas valencianas de la zona de Ensanche de 1884.
contribuirán a la creación de un estilo arquitectónico Así, se pueden apreciar numerosas muestras del trata-
y progresivamente las posibilidades y ventajas que miento helicoida] o por retorcido, de especial aplica-
aporta su uso en la construcción desembocarán en un ción en la cerrajería artística, en pasamanos y cuadra-
estilo propio; primero en una determinada tipologÍa dilJos que resuelven rejas y antepechos, como sucede
de edificios rompiendo algunos de los parámetros es- en el número 27 de la Gran Vía Marqués de] Turia de
téticos de la época, luego extendiéndose al resto de Valencia; el tnttamiento de los hierros perfilados por
viviendas y construcciones privadas. deformación de sus aletas; «brazo de pulpo», rizado
por entalJaduras, encrespado, el simple arqueado de
La arquitectura metálica los hierros perfilados y algunas de las formas con las
que resolvía el palastro, como el calado o perforado.7
En el estudio de la estética de la arquitectura metá- Otro tratamiento decorativo, es el de adjunción de
lica de la época resulta conveniente conocerlas ideas adornos en el que se incluirían diversos recursos y
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elementos de fácil aplicación como los tornillos, re- La técnica decorativa en la fundición
maches y los denominados florones de plancha es-
tampillada que resultan muy frecuentes en combina- Un capítulo aparte merece para Félix Cardellach la
ción con la forja, como se encuentran en el número técnica decorativa de la fundición. Entre las ideas
27 de la calle Cirilo Amorós, o la aplicación de plan- que este autor destaca, esta la de ser por un lado in-
chas molduradas o chapas a antepechos de forja troductora de la arquitectura metálica y por otro tener
como en número 11 de la calle Sorní, o en 23 de Fe- una analogía de resistencia mecánica con la piedra,
lix Pizcueta de Valencia. de ahí su facilidad para adoptar formas artísticas ins-
Durante mucho tiempo la forja ocupó un capítulo piradas en ésta y su aplicación cada vez mayor en la
importante en la historia de la edificación, especial- arquitectura privada. Gran número de piezas y ele-
mente por su valor ornamental; sin embargo desde la mentos ornamentales realizados en piedra fueron
segunda mitad del XIX comenzó a ser sustituido por sustituidos directamente por elementos de fundición,
otras técnicas como la fundición y el hierro lami- más idóneos por sus condiciones de resistencia y so-
nado, más baratas y que permitían una mayor rapidez lidez, como es el caso de los guarda-ruedas, balaus-
y disponibilidad.8 Las cualidades de la fundición fue- tres y columnas, y lo mismo sucedió con otros mate-
ron los inconvenientes que presentaba la forja ante el riales como la madera, en otros elementos como los
fervor constructivo que se produjo a principios de cubrepersianas, de los que encontramos abundantes
XX. Su realización implicaba el encargo ex profeso, ejemplos en la zona citada del Ensanche valenciano.
era más lenta y por supuesto más cara como contra- Las piezas producidas por la técnica de moldeo es-
punto; la forja ofrecía la unicidad dcl objeto artesa- taban sujetas a una pautas impuestas por su proceso
nal. Sin embargo, ambas, forja y fundición, llegaron elaboración como el estar exentas de aristas vivas y
en la realidad a compartir un repertorio ornamental el evitar los pequeños detalles o salientes en favor de
muy similar en el que se encontraban los mismos ele- las masas compactas y de conjunto, además la propia
mentos; rejas, antepechos de balcones y ventanas, técnica de elaboración de la fundición, afectaba de
frisos, tribunas y miradores, etc., por lo que no re- modo directo al sistema decorativo de la misma, ya
sulta nada extraño encontrar en el mismo edificio que con frecuencia se recurría a la repetición de las
elementos como cubrepersianas y balaustres de fun- formas más simples como recurso decorativo. Natu-
dición con detalles de forja en el coronamiento, ralmente el mismo proceso de fabricación facilitaba
como en número 22 de la calle Felix Pizcueta del En- el aumentar el número de piezas de modo indefinido,
sanche valenciano. Esta utilización de varias técnicas lo que proporcionaba un método idóneo para la deco-
llega incluso a que se den varias en un mismo ele- ración del cdificio, especialmente para los elementos
mento ornamental, hierro batido y hierro colado, y en destinados a las fachada que debían repetirse varias
ocasiones hierro laminado, según las diferentes par- veces como sucedía con las rejas, cubrepersianas, an-
tes del mismo, las traviesas, los asicntos o agarres, tepechos, cornisas, ménsulas, piezas para corona-
cenefas, piezas centrales, remaches, que suponía la mientos etc. Mediante su repetición se creaban una
presencia de un herrero o profesional encargado del serie de ritmos, que contribuían a definir las líneas
ensamblaje y montaje para la colocación final de las compositivas de la fachada, produciendo al final con-
piezas en la obra. juntos muy aceptables y económicos.
En el caso de las piezas de forja de antepechos de De aquí se deriva también que el proyectista dis-
balcones y ventanas estas suponían un mayor coste ponía de multitud repertorios para elegir y que ade-
cuanto mayor era su complejidad y elaboración; ya más, de alguna manera, el proceso que llevaba a la
que entre otras cosas la forja requería con frecuencia, decoración y ornamentación de la fachada de una vi-
la presencia de clavijas, remaches pasadores, o abra- vienda de clase media no empezaba aquí, sino en la
zaderas para la unión de las distintas piezas, que po- fábrica, en el taller y en el dibujo del artista que lo
dían ser de otros materiales como el plomo o zinc. concebía y diseñaba. Lógicamente esto no ocurría
En la fundición el aumento de complejidad en su di- con otras técnicas, como la forja, en la que el arqui-
seño suponía también un aumento de ensambladuras, tecto podía optar por hacer el diseño, y luego éste se
pero éstas se integraban en el mismo proceso de fa- ejecutaba por el profesional, llegando a resultan una
bricación. pieza única.
Sobre la estética del hierro y el cemento 373

La aplicación de la fundición en e] edificio llegó encontrar un amplio campo en la vivienda privada es


tener casi de forma absoluta un carácter ornamenta], ]a realización de trabajos de ornamentación y articu-
aunque también se utilizó para reforzar los muros y ]ación de superficies que por su diseño requieren una
paredes, de sillería o ]adrillo y en combinación con el cuidadosa elaboración y que encuentran su mejor
hierro dulce y ]a plancha para componer armaduras, aliado en la fabricación mediante molde.
estructuras, o ir asociado a construcciones de ca]de- Así irá convivirá en los paramentos con otros ma-
re ría aplicándose como escudos, zócalos dc colum- teriales como la cal, yesos y estucos, no resultando
nas y otros adornos. extraño encontrarJo cada vez con mayor frecuencia
en detrimento de los anteriores y lo mismo sucederá
con los relieves decorativos de yeso, escayola e in-
La arquitectura del cemento: Una estética por eIuso piezas de alfarería que requieren por sus carac-
definir terísticas un proceso de ejecución más artesana] y
por tanto más lento. En esta línea se encuentran los
Los primeros años de] siglo XX fueron para e] nuevo distintos tipos de enlucidos y estucos señalados por
materia] por ]0 menos po]émicos pues se levantaron Francisco Mora:
voces de protesta que iban; desde los que no couside-
raban su uso, los menos, los que lo aceptaban en de- La casa de Uhr, de sencilla decoración, está enlucida
terminadas tipo]ogías industriales y los que aprecia- simplemente con mortero de cal hidráulica y arena.
La casa del señor Ordeig, está estucada con cal hidráu-
ban sus condiciones de adaptabiJidad, economía y
lica y polvos de mármol, con esgrafiados en color.
resistencia pero no por ello dejaban de encontrarJo
La casa de Sr. Nogera tiene la fachada revocada con ce-
antiestético y mostraban su duda a que alguna vez
mento y pintada a la cal, con colores imitando sillares,
dejara de serio. Fina]mente, estaban los que como los con sus vetas y tonalidades;
anteriores pensaban, sin embargo, que era posible en- La casa del señor Suay está pintada con lechada de por-
contrar la forma que le correspondiera, y que esta era tland sobre el revoco del ladrillo.
e] punto de partida para e] nuevo estilo que estaban En dichas fachadas el relieve está ejecutado con por-
buscando. tland9
El empleo de un material de construcción, como el
cemento, llevó a la necesidad de hallar unas formas Elementos como mo]duras, ménsulas, capiteles,
artísticas, tanto de conjunto, como de detalle, y de columnas, pi]astras, escocias, e incluso los comp]ica-
una estructura g]obal adecuada a éste. En un primer dos diseños de motivos vegetales y animales enmar-
momento la forma artística del cemento se buscó por can los vanos y constituyen los antepechos se hacen
simulación de elementos de las construcciones y ar- de piedra artificial. Otros elementos como las tribu-
tes tradicionales, recogiendo gran número de formas nas y miradores hechos hasta entonces de madera o
y detalles de materiales como la piedra, el mármol, el hierro con un diseño en forma de caja, pasarán a ser
hierro y ]a madera entre otros.. En el caso del ce- de obra, integrados en la fachada y modelados a par-
mento armado, su doble naturaleza, produjo compo- tir de ésta llegarán a formar e] típico ejemplo de tri-
siciones que adquirieron en ocasiones las formas de buna y antepecho de balcón superior tan frecuente en
]a arquitectura metáJica o las de ]a arquitectura pé- ]a arquitectura de principios de siglo. Un modelo
trea. Esta tendencia a ]a adopción de formas que no muy común en el caso del Ensanche valenciano
son propias, afecta al cemento y sus derivados como como sucede en el número] 3 de ]a calle Jorge Juan
las piedras artificiales, que se emplearán en la arqui- de Valencia, o en el número 58 de ]a Gran Vía Mar-
tectura privada en sustitución de materia]es como la qués de] Turía.
piedra y e] ]adrillo, imitando sus formas y aumen- La elaboración de estas piezas por moldeo llegó a
tando el número de posibilidades ornamenta]es. producir lo mismo que ocurrió con la fundición, la
Frente a estas, ofrecen una serie de ventajas destaca- repetición de éstas en ]a fachada, fue una de ]as cua-
das, el procedimiento de elaboración, por moldeo, re- ]idades y características más sobresalientes de su
su]ta más económico que la talla además y facilita no aplicación ornamental. Así sucede especialmente con
solo la rapidez de fabricación, sino ]a de ejecución en las escocias, fajas, mo]duras, ménsu]as etc. Un fenó-
]a obra. Sin embargo donde la piedra artificial va a meno muy común en las fachadas de estos edificios,
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fue la concordancia fonual entre las formas decorati- industrial profesor de la Escuela de Artes y Oficios de
vas que llega a adquirir el hierro en sus diferentes Barcelona y catedrático de Esterotomía y de Arquitec-
modalidades y la piedra artificial, que en ocasiones tura Industrial en la Escuela de Ingenieros Industriales
permite localizar los mismos motivos vegetales, ani- de Barcelona. Aunque la obra de este autor se inscribe
en el ámbito de la arquitectura industrial consideramos
males geométricos o de figuras humanas, cuidadosa-
que gran número de los conceptos que maneja son apli-
mente combinados entre sí. Algunos de estos ejem- cables a la arquitectura de la vivienda privada. Agui-
plos los encontramos en el Ensanche valenciano, lar, l., «Entretiens sobre arquitectura industrial. Confe-
como en el número 12 de la calle Somí. rencias pronunciadas por F. Cardellach en la
Universidad de Barcelona. Curso 1907-1908». Ars
Longa Cuadernos de Arte. Núm. 4. Univ. de Valencia.
NOTAS 1993, pág 23.
5. Op. cit. págs. 3-24
1. Para el debate en tomo a la búsqueda de una nueva ar- 6. Cardellach, F., Las formas artísticas en la arquitectura
quitectura' así como del surgimiento de distintas tipo 10- técnica. Barcelona, 1916. págs. 160-182. La clasifica-
gías de edificios y su relación con los modernos mate- ción de este autor resulta muy adecuada para trabajar
riales de construcción, es recomendable la lectura del este capítulo para analizar la cuestión estética de la ar-
capítulo, «El Ideal arquitectónico y las posibilidades del quitectura metálica, desde la propia concepción de la
hierro». Angel ¡sac, Eclecticismo y Pensamiento arqui- época.
tectónico en España. Discursos, revistas, congresos. 7. Cardellach, F., Op.cit. ]60-]82
1846-1919. Granada, 1987. 8. Pitarch y Da]mases, N.: Arte e industria en España.
2. «Conclusiones del VI Congreso Internacional de Arqui- 1774-1907. Barcelona, ]982. págs. 309-315.
tectos de Madrid». Arquitectura y ConstrucciÓn. Barce- 9. Distintos tipos de enlucidos y estucos señalados por
lona. 1904. pág. 22. Francisco Mora, «Influencia de los materiales en la es-
3. Sanz Barrera, P., «El gusto en arquitectura» Arquitec- tructura y estética de las construcciones». 1915. Citado
tura y ConstrucciÓn. 1911, págs. 322-327 por Benito D., La arquitectura del eclecticismo en Va-
4. Félix Cardellach (1875-1918), fue arquitecto e ingeniero lencia. Valencia, ] 983. págs. 422.

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