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INGENIERÍA ELÉCTRICA
TESIS
PRESENTA:
ARMANDO PEDRAZA HERNÁNDEZ
ASESORES:
ING. BULMARO SÁNCHEZ HERNÁNDEZ.
ING. DAVID HERNÁNDEZ LEDESMA.
ING. MARIANO MARELES SANDOVAL
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN i
JUSTIFICACIÓN ii
METODOLOGÍA iii
OBJETIVO iv
PIRAMIDE CONCEPTUAL v
2.9 Luminarias. 84
CONCLUSIONES 228
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS I
GLOSARIO III
INTRODUCCIÓN
JUSTIFICACIÓN
METODOLOGÍA
OBJETIVO
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
PIRAMIDE CONCEPTUAL
Como bien sabemos los sistemas eléctricos representan un campo demasiado amplio, es
por ello que en el presente trabajo se ha estructurado de tal manera que se ha
particularizado en un solo tema en particular. Dentro de los sistemas eléctricos se ha
seleccionado aquellos dedicados a instalaciones industriales, de estos sistemas se
selecciono el de alumbrado en exteriores y dentro de este tipo, se estudiara aquellas
áreas que están clasificadas como peligrosas.
PROYECTOS DE ILUMINACIÓN EN
ÁREAS CLASIFICADAS EN
PLANTAS INDUSTRIALES,
BÁSICAMENTE PLANTAS
PETROQUÍMICAS
ÁREAS NO ÁREAS
CLASIFICADAS CLASIFICADAS
INTERIORES EXTERIORES
S I S T E M A S E L É C T R IC O S
Historia.
¿Qué es la luz? Podemos asegurar que desde que tenemos noticias históricas el
hombre se ha enfrentado con el fenómeno de la luz y la visión tratando de dar
explicación a ese misterio. Siglos de reflexión, aciertos y errores, avances
acelerados y sorprendentes junto a estacionamientos y retrasos se han venido
sucediendo durante toda la historia de la humanidad.
Prevaleció desde Newton la idea de que el fenómeno de la luz se encuadraba en la
óptica, como una rama de la física, autónoma y bien diferenciada del calor, la
electricidad, el magnetismo y la mecánica. Hoy se enfoca la óptica como un puente
que enlaza íntimamente todas las partes de la física, debido ello a la moderna teoría
de la naturaleza ondulatoria de la luz.1
Naturaleza de la Luz.
Teoría Corpuscular.
Propugnada por Newton, describe que las fuentes luminosas emiten corpúsculos
muy livianos que se desplazan a gran velocidad y en línea recta. La teoría de
Newton estaba basada en 3 premisas:
1. Que los cuerpos luminosos emiten energía radiante en forma de partículas.
2. Que esas partículas son inmediatamente proyectadas en línea recta.
3. Que esas partículas actúan en la retina, estimulando una respuesta que
produce una sensación visual.
Teoría Ondulatoria.
Propugnada por Christian Huygens en el año 1678, describe y explica lo que hoy se
considera como leyes de reflexión y refracción. Define a la luz como un movimiento
ondulatorio semejante al que se produce con el sonido.
Teoría Electromagnética.
Propugnada por quien es considerado el más imaginativo de los físicos teóricos del
siglo XIX, nos referimos a James Clerk Maxwell. En la descripción que hace de su
propuesta, Maxwell propugna tres premisas:
Teoría Cuántica.
Teoría Unificada.
El espectro Electromagnético.
.
1.1(a) El Espectro Electromagnético.
Fig. 1.1 Electromagnético.
Espectro visible.
De todo el espectro, la porción que el ser humano es capaz de ver es muy pequeña
en comparación con las otras regiones espectrales. Esta región, denominada
espectro visible, comprende longitudes de onda
onda desde los 380 nm hasta los 770
770 nm.
La luz de cada una de estas longitudes de onda es percibida por el ojo humano
como un color diferente, por eso, en la descomposición de la luz blanca en todas
sus longitudes de onda, por prismas o por la
la lluvia en el arco iris, el ojo ve todos los
colores.
Fig. 1.1 (b) La luz blanca se dispersa por un prisma rectangular en los
colores del espectro visible.
La distancia (1) entre las crestas de dos ondas sucesivas se denomina longitud de
onda.
El cuerpo negro.
El rendimiento luminoso de una fuente de luz, indica el flujo que emite la misma por
cada unidad de potencia eléctrica consumida para su obtención. Se representa por
la letra griega ε, siendo su unidad el lumen/watt (lm/W). La fórmula que expresa la
eficacia luminosa es:
ε = Φ/P (lm/W)
Si se lograse fabricar una lámpara que transformara sin pérdidas toda la potencia
eléctrica consumida en luz a una longitud de onda de 555 nm., esta lámpara tendría
el mayor rendimiento posible, cuyo valor sería 683 lm/W.
Q = Φ · t (lm · h)
Intensidad luminosa.
α (total) = 2 π radianes
Fig. 1.2 (b) Angulo plano.
Ω (total) = 4π estereorradianes
Fig. 1.2 (c) Angulo solido.
La intensidad luminosa de una fuente de luz es igual al flujo emitido en una dirección
por unidad de ángulo sólido en esa dirección. Su símbolo es I, su unidad es la
candela (cd), y la fórmula que la expresa:
I = Φ/ ω (lm/sr)
La candela se define como la intensidad luminosa de una fuente puntual que emite
un flujo luminoso de un lumen en un ángulo sólido de un estereorradián (sr).
Se deduce de la fórmula que cuanto mayor sea el flujo luminoso incidente sobre una
superficie, mayor será su iluminancia, y que, para un mismo flujo luminoso incidente,
la iluminancia será tanto mayor en la medida en que disminuya la superficie. Según
el S.I., el lux se define como la iluminancia de una superficie que recibe un flujo
luminoso de un lumen, repartido sobre un metro cuadrado de superficie.
Luminancia.
L = I/S · cosβ
Donde:
S · cosβ = superficie aparente
La luminancia es independiente de la distancia de observación.
Medida de la luminancia.
Reflectancia ρ % ρ = Φr / Φ
Absortancia α % α = Φa / Φ
Transmitancia τ % τ = Φt / Φ
El mecanismo visual.6
El ojo humano suele compararse con una cámara fotográfica, a la que se parece en
muchos aspectos. Ambos tienen una lente, que enfoca una imagen invertida sobre
una superficie sensible a la luz: la película en una máquina fotográfica, la retina en
el ojo. El parpado corresponde al obturador de la cámara. Enfrente de la lente
fotográfica hay un diafragma, que puede abrirse o cerrarse para regular la cantidad
de luz que entra en la cámara. Delante de la lente, en el ojo, está el iris, que lleva a
cabo la misma función.
Rendimiento de color.
Tabla 1.4
1.4 (2) Apariencia de color y rendimiento en color (CIE).
(CIE).
E=II / D²
E=
Donde:
E= Iluminancia en Lx; I= Intensidad luminosa en candelas; D=
D= Distancia en m.
Esta ley es válida únicamente tratándose
tratándose de fuentes puntuales, superficies
superficies
perpendiculares a la dirección del flujo y cuando la distancia es grande en relación al
tamaño de la fuente. La distancia debe ser al menos cinco veces la dimensión
máxima de la luminaria. No es aplicable a fuentes de iluminación
iluminación extensas (ej.:
cielorrasos luminosos).
del coseno.
Ley del
Ep= I / D² x 1 ó Ep= I / H² x 1
Estas formulas corresponden a la Ley de la inversa de los cuadrados.
En la figura 2 el rayo se ha apartado de la normal un ángulo a = 45º, por lo tanto:
La ley del coseno del ángulo entre la vertical que pasa por el centro de la luminaria y
el objeto a iluminar constituye un complemento a la ley de la inversa de los
cuadrados.
• Diagramas isocandela.
• Curvas isolux.
de conversión en lúmenes están basados en las áreas relativas de esas zonas angulares,
y su suma desde 0º a 180º es 4π, o sea 12.57. Así pues, una fuente que emita una
candela uniformemente en todas las direcciones producirá un total de 12.57 lúmenes.
Tabla 1.6 (1) Constante de zona para el cálculo del flujo luminoso.
A causa de esta relación angular, el área comprendida dentro de una curva de distribución
no es en absoluto una medida de la cantidad total de luz emitida por una fuente. Dos
unidades que producen exactamente el mismo número de lúmenes pueden distribuir la luz
de forma muy diferente y tener curvas de intensidad luminosa en perfiles y áreas
totalmente distintas.
Para una luminaria de alumbrado general la distribución de la luz entre los hemisferios
inferior y superior constituye la base para su clasificación como directa, semidirecta,
general difusa, etc. A este propósito, la suma de los lúmenes por debajo de 90º y por
encima de 90º se expresan como porcentajes de la suma de lúmenes totales desde 0º a
180º.
La eficacia de una luminaria es la relación, expresada en tanto por ciento, entre los
lúmenes totales emitidos por la luminaria y el total de lúmenes generados por la lámpara
desnuda.
Fig. 1.6 (c) Distribución luminosa de una luminaria con iluminación directa-indirecta.
Con algunos equipos como, por ejemplo, muchas luminarias de alumbrado de calles, es
importante la distribución horizontal luminosa, y las medidas se hacen en planos laterales.
Cuando el grado de asimetría no es demasiado grande, como acurre en la mayoría de las
instalaciones fluorescentes, puede obtenerse una curva de distribución luminosa media
suficientemente representativa y calcularse a partir de ella la eficacia luminosa. La eficacia
de una luminaria muy asimétrica puede calcularse con un número suficiente de curvas de
emisión luminosa, pero el proceso es más complicado.
Fig. 1.6 (d) Distribución luminosa horizontal para una luminaria de alumbrado público.
Los datos de distribución luminosa de equipos productores de haces, tales como focos y
proyectores, se suelen representar en coordenadas rectangulares en lugar de en polares
indicándose sobre la base del diagrama la distancia angular desde el centro del haz, y en
ordenadas la intensidad luminosa. Si la distribución es simétrica respecto a un eje central,
puede representarse el haz con una sola curva. Un haz asimétrico, en cambio, requiere al
menos una curva vertical y otra transversal horizontal, y a veces más, para que la
descripción sea completa.
Diagramas o curvas isocandela. A pesar de que las curvas de distribución luminosa son
herramientas muy útiles y prácticas, presentan el gran inconveniente de que sólo nos dan
información de lo que ocurre en unos pocos planos meridionales y no sabemos a ciencia
cierta qué pasa en el resto. Para evitar estos inconvenientes y conjugar una
representación plana con información sobre la intensidad en cualquier dirección se
definen los diagramas o curvas isocandela.
La mejor representación de un haz irregular se obtiene mediante un diagrama isocandela.
En él se representan en grados las distancias al eje del haz, tanto horizontal como
verticalmente, y se recoge gran numero de lecturas de intensidades luminosas en
diferentes puntos; las curvas que se dibujan unen puntos de igual intensidad luminosa, de
forma similar a como se trazan las isobaras e isotermas en un mapa del tiempo.
Curvas isolux. Una curva o diagrama isolux es un conjunto de curvas que unen puntos
del plano de trabajo que reciben la misma iluminación. Con objeto de que la información
pueda ser fácilmente aplicable para distintas alturas de montaje las distancias en el plano
de trabajo se expresan en múltiplos de dicha altura.
La iluminación para otras alturas de montaje distintas de la correspondiente a las curvas
trazadas se obtiene multiplicando los valores dados por estas por la relación entre el
cuadrado de la altura de montaje dada y el cuadrado de la nueva altura de montaje.
El diagrama isolux que se muestra en la figura corresponde a una sola unidad luminosa,
pero pueden construirse curvas similares para una instalación sin más que sumar los
niveles luminosos de cada punto procedentes de cada una de las luminarias que
componen la instalación de iluminación.
Cada altura de montaje, o distancia entre la luminaria y el plano de trabajo, da lugar a un
diagrama isolux distinto. El diagrama isocandela por otro lado, es una característica fija de
la luminaria, independientemente de la distancia o altura de montaje. Los diagramas
isocandela se utilizan quizá con más frecuencia en la representación de haces de faros,
focos y proyectores, y los diagramas isolux, por su parte, para instalaciones de alumbrado
público, si bien unos y otros pueden emplearse indistintamente para cualquier tipo de
instalaciones de alumbrado.
La distribución de iluminación de una fuente de luz puede también representarse trazando
para distintas distancias de la fuente al plano de trabajo, las curvas de nivel de iluminación
en función de la distancia al centro de la fuente. Cuando la distribución luminosa es
irregular o asimétrica, este método es mucho menos satisfactorio que el diagrama isolux,
y su uso se reserva por lo común para equipos cuya distribución es aproximadamente
simétrica.
Todas las fuentes de luz artificial implican la conversión de alguna forma de energía
en radiación electromagnética. Considerada esta conversión como un proceso
físico a nivel atómico, la excitación y subsiguiente desexcitación de átomos o
moléculas es el proceso más empleado para la generación de luz en las fuentes
artificiales. La figura 2.1(a) muestra una representación muy simplificada de este
proceso: la parte (a) muestra un átomo consistente en un núcleo con un electrón
girando alrededor de él en una órbita estable; el átomo es “excitado”, por ejemplo
mediante el choque con alguna otra partícula, de modo que el electrón se mueve a
otra orbita con un nivel de energía mayor, como se muestra en (b); luego, el
electrón en estado “excitado” caerá “espontáneamente” a su órbita estable original,
como en la parte (c) de la figura, devolviendo en esta “desexcitación” el exceso de
energía en forma de un fotón o unidad de luz. Este fenómeno se conoce como
emisión de radiación.
El estado estable de más baja energía se denomina estado base o fundamental.
La discusión anterior está referida a un átomo aislado, sin embargo los átomos
reales no están aislados y las interacciones entre ellos provocan perturbaciones
que dan lugar a una multiplicidad de líneas espectrales de diferentes frecuencias
cuando retornan a sus estados de energía original.
Las maneras de llevar un átomo a niveles energéticos superiores son diversas:
someter los átomos en un gas a esfuerzos de presión considerables, calentarlos a
elevadas temperaturas, someterlos a fuertes campos eléctricos o magnéticos o
producir la recombinación de átomos ionizados con electrones. En este último caso
se emite un espectro continuo de radiación, dando lugar a lo que se denomina un
“continuo de recombinación”.
Incandescencia.
Fig. 2.1 (b) Curva de radiación de un cuerpo negro para temperaturas entre
500 y 20000K, en la que se muestra el desplazamiento de los picos máximos.
La región sombreada corresponde a la zona visible.
Luminiscencia.
Descarga en gases.
Las descargas en gases son usualmente más eficientes que la incandescencia para
producir radiación luminosa, ya que en este último caso la radiación se logra con
filamentos sólidos a altas temperaturas y con subsecuentes pérdidas de energía en
el infrarrojo, mientras que en las primeras se logra una emisión más selectiva.
Si sobre un gas cualquiera, confinado en un espacio o tubo de descarga con dos
electrodos, se aplica un campo eléctrico, y, dado que dentro del gas normalmente
no se encuentran electrones libres, la conducción solo puede tener lugar si se
ionizan los átomos del gas, obteniéndose electrones e iones positivos. Este flujo de
iones y electrones a través del gas se llama descarga, en la que los electrones se
desplazan hacia el ánodo y los iones hacia el cátodo, como se muestra en la
siguiente figura.
Fig. 2.1 (c) Descarga eléctrica a través de un tubo lleno de gas ionizado.
A medida que el campo eléctrico aumenta, los iones y electrones adquieren más
energía y chocan con otros átomos de modo que la ionización aumenta
produciéndose para un dado valor de tensión un proceso acumulativo de
avalancha. Si la velocidad de ionización excede a la velocidad de recombinación de
iones y electrones, se produce un aumento rápido en la descarga y por tanto la
tensión en la descarga cae, lo que explica la característica negativa de la relación
tensión-corriente en las descargas. Por este motivo es necesario el uso de diseños
limitantes de corriente, usualmente llamados balastros, resistivos si la tensión
aplicada es continua o, inductivos para alterna.
Las propiedades de una descarga en gases cambian principalmente con el tipo y
presión del gas o mezcla de gases, el material del electrodo, la temperatura de
trabajo de los mismos, la forma y estructura de su superficie, la separación entre
ellos y la geometría del tubo de descarga.
Las paredes se vuelven menos importantes, de modo que la descarga trabaja entre
los electrodos. Cuando opera horizontalmente la zona de emisión luminosa central
se inclina hacia arriba y por esta razón a este tipo de descarga se la llama de arco.
Sin embargo hay una fuerte tendencia a la inestabilidad, el arco se inclina o se
retuerce, convirtiéndolo en una fuente de luz inútil. Los medios para prevenir estos
efectos son limitaciones a las paredes o los electrodos de modo que no se
encuentren lejos uno de otro. Esto también explica porque estas lámparas no tienen
una posición de encendido universal, ya que pequeñas inclinaciones pueden
cambiar el color y provocar sobrecalentamiento en las paredes.
Los electrodos son más robustos que en la descarga de baja presión y son
indefectiblemente auto calentados por bombardeo de iones. La emisión de
electrones se logra mediante efecto termoiónico.
Debido a que el flujo radiante por unidad de superficie de arco es mucho más
elevado, una lámpara de descarga de alta presión puede ser de menor tamaño en
comparación a otra de baja presión, aunque la diferencia más importante es la
composición espectral de la radiación emitida.
Electroluminiscencia.
FUENTES LUMINOSAS
ARTIFICIALES
INCANDESCENCIA LUMINISCENCIA
Incandescente Estándar
Fotoluminiscencia Electroluminiscencia
Incandescente Halógena
Descarga
LEDs
En gas
Baja Presión
Fluorescente lineal
Compactas
Inducción
Sodio de baja
Alta Presión
Sodio de alta
Mercurio
Halogenuro metálico
Características fotométricas.
Se incluyen en este grupo al flujo luminoso, intensidad y eficacia. Estas
características ya fueron definidas en el Capítulo 1.2 Magnitudes luminosas
fundamentales. Unidades y medidas. Nos enfocaremos en la eficacia luminosa.
La eficacia luminosa depende de dos factores: el porcentaje de la potencia eléctrica
que se transforma en radiación visible y, la distribución espectral de la radiación
emitida por la fuente en relación con la curva de sensibilidad espectral del sistema
visual humano.
De acuerdo con lo establecido en el Capitulo I, vemos que 1 watt de potencia
radiante de 555 nm equivale a 683 lm/W, valor que correspondería a la máxima
eficacia luminosa posible. Sin embargo, las fuentes luminosas no tienen valores tan
altos de eficacia luminosa, ya que van desde 10 a 20 lm/W para una lámpara
incandescente a 200 lm/W para algunas lámparas de sodio de baja presión. Esto se
debe a que la energía entregada a una fuente no solo se transforma en energía del
visible sino también en energía ultravioleta (UV), infrarroja (IR) y perdidas de calor
por conducción o convección.
La siguiente tabla indica el balance energético para las fuentes luminosas más
comunes, en donde los valores son aproximados, ya que como se verá más
adelante este balance depende de una serie de otros factores.
Esta tabla muestra que solo una parte de la energía entregada se convierte en
radiación visible.
Características colorimétricas.
Las características colorimétricas se refieren a la Temperatura de color (Tc) y al
Índice de Rendimiento de Color (IRC), los cuales ya fueron abordados en el
Capitulo 1.4 El color y la luz.
La temperatura de color, expresada en K para las lámparas incandescentes, está
estrechamente relacionada con la temperatura del cuerpo incandescente, ya que es
una fuente que emite un espectro continuo, similar al de un cuerpo negro. Se define
como la temperatura absoluta del cuerpo negro cuya radiación tiene su misma
cromaticidad.
En cambio para el caso de fuentes luminosas de descarga, ya que la radiación
emitida es un espectro discreto (bandas y líneas), la apariencia de color se describe
en términos de la Temperatura de color correlacionada.
Respecto del aspecto cromático que proporciona una fuente al iluminar un objeto, el
mismo se indica por el Índice de Rendimiento de Color (IRC). Puesto que este
índice es bajo en las lámparas de descarga, por su espectro de emisión discreto, se
han buscado diferentes formas de mejorar este valor: combinar dos fuentes con
diferentes distribuciones espectrales dentro de una misma lámpara; incrementar la
presión del gas en la descarga; añadir sólidos con el gas de relleno, los cuales se
vaporizan con el calor generado en la descarga y emiten radiación con espectros
de bandas más extensos o hasta casi continuo; depositar polvos fluorescentes
sobre la capa interna del tubo de descarga.
El resultado de estas mejoras es variable ya que por ejemplo el aumento de la
presión del gas en la descarga disminuye su eficacia respecto de sus
correspondientes de baja presión por las perdidas térmicas. Sin embargo las
lámparas con aditivos metálicos de halogenuros metálicos o con recubrimientos
fluorescentes tienen en general mejor eficacia que cuando no lo tienen.
Características eléctricas.
Una de las diferencias fundamentales entre las lámparas incandescentes y las de
descarga es que las primeras tienen una resistencia eléctrica positiva –ley de Ohm-
pero con las de descarga ocurre en general lo contrario, debido a que durante la
descarga cada electrón libera nuevos electrones. Precisamente la compensación
de este efecto obliga al uso de balastros en el funcionamiento de estas lámparas.
En la presentación de cada lámpara que se incluye más adelante se consideraran
las siguientes características eléctricas:
Arranque. Cuando una lámpara de descarga esta desconectada, la resistencia
interna del tubo de descarga es demasiado alta como para que la lámpara arranque
con la tensión normal de la red. Las maneras de resolver este problema son:
incorporación de un electrodo auxiliar; pre caldeo de los electrodos hasta el punto
de emisión termoiónica; aplicación de un pulso de tensión sobre los electrodos.
Periodo de encendido. En muchas lámparas de descarga, los elementos emisores
se encuentran en estado sólido o liquido cuando la lámpara esta fría. En estas
condiciones, la tensión de vapor es insuficiente para su encendido. Este es el caso
de las lámparas de mercurio, sodio y halogenuros metálicos. El encendido de estas
lámparas se logra mediante un gas auxiliar que se caracteriza por tener una tensión
de ruptura muy baja.
Características de duración.
Vida. El tiempo de vida de una lámpara depende de un sinnúmero de factores, por
lo que solo es posible estimar un valor medio de vida sobre la base de una muestra
representativa. Su valor depende de la cantidad de encendidos, de la posición de
funcionamiento, de la tensión de alimentación y de factores ambientales tales como
temperatura y vibraciones. Las diferentes formas de definir la vida son:
Vida individual: es el número de horas de encendido después del cual una
lámpara queda inservible, bajo condiciones específicas.
Vida promedio o nominal: tiempo transcurrido hasta que falla el 50% de las
lámparas de la muestra bajo condiciones específicas.
Vida útil o económica: valor basado en datos de depreciación, cambio de
color, supervivencia como así también el costo de la lámpara, precio de
energía que consume y costo de mantenimiento. Puede definirse como el
número de horas durante el cual puede operar correctamente una lámpara
hasta que se hace necesario su remplazo.
Vida media: valor medio estadístico sobre la base de una muestra.
altura la lámpara emite el 70% de su intensidad luminosa inicial, esto muestra que
el termino vida nominal provee una información parcial sobre la vida de una
lámpara.
La siguiente tabla compara la vida nominal de diferentes fuentes y el porcentaje de
depreciación luminosa en lm al 50% y 100% de su vida nominal.
% depreciación % depreciación
Fuente de luz Vida nominal luminosa al 50% luminosa al 100%
de la vida nominal de la vida nominal
Incandescente 1,000 88 83
Incandescente
2,000 98 97
halogenada
Fluorescente T8 20,000 85 75
Mercurio 24,000 75 65
Mercurio
15,000 74 68
halogenado
Inducción 100,000 75 65
Sodio de alta
24,000 90 72
presión
Tabla 2.1 (3) Vida nominal y depreciación luminosa para distintos tipos de
lámparas.
Según esta tabla una lámpara de mercurio de alta presión tiene un 65% de su
intensidad luminosa inicial al final de su vida nominal, en cambio en las lámparas
incandescentes la variación en la depreciación luminosa es menor.
En la siguiente tabla se muestran las características fotométricas, colorimétricas y
de duración para las lámparas más representativas de cada tipo.
El casquillo tiene como misión la de recoger los dos hilos que salen del filamento, a
través del vidrio, hacia el exterior; al mismo tiempo sirve como elemento de unión
con la red de alimentación. Existe una gran diversidad de formas y tamaños de
casquillos, aunque los más corrientemente utilizados son los de rosca Edison E-27,
para potencias inferiores a los 300W, y la rosca E-40 o Goliat, en lámparas de igual
o superior potencia.
Para un buen conocimiento del comportamiento de estas lámparas, es necesario
tener en cuenta su curva de distribución espectral de las diferentes radiaciones que
la componen. En la figura se muestra la distribución espectral de una lámpara de
incandescencia, tipo estándar, de 500W, en función de la energía radiada.
De esta curva se deduce que la energía radiada por estas lámparas tiene un
carácter continuo y que gran parte de la energía se encuentra en la zona de los
colores rojos, mientras que solamente una pequeña parte lo hace en la zona del
color violeta. De esto se deduce que la luz radiada por este tipo de lámparas se
asemeja a la luz solar.
Para la manipulación de estas lámparas hay que tener presentes dos cuestiones
muy importantes:
Evitar la presencia de grasa sobre la ampolla de cuarzo, es decir, no deben
tocarse con las manos, ya que a altas temperaturas se puede originar la
desvitrificación del cuarzo con las anomalías consiguientes.
Su posición de trabajo debe de ser siempre horizontal con una tolerancia
máxima de unos 4º. Una mayor inclinación altera el equilibrio térmico de la
regeneración, afectando seriamente a la vida de la lámpara.
Las lámparas halógenas de casquillos cerámicos están formadas por una ampolla
cilíndrica de cuarzo de diámetro muy reducido, en cuyo interior se encuentra el
filamento de tungsteno, arrollado en espiral, sumergido en una atmósfera de
nitrógeno-argón y un halógeno que acostumbra a ser de yodo.
Los extremos de la ampolla
ampolla terminan en dos casquillos cerámicos que protegen los
contactos de conexión. La posición de trabajo de este tipo de lámparas debe ser
siempre horizontal, con una desviación máxima de 4º, y debe evitarse el contacto
de la ampolla con las manos, tal y como
como ya hemos indicado.
Para evitar los problemas que trae consigo la desvitrificación y al mismo tiempo
permitir el funcionamiento de la lámpara en cualquier posición, se han creado las
lámparas de doble envoltura, en las que el tubo de cuarzo está situado en
en el interior
de un segundo tubo, en este caso de vidrio normal, cuya misión no es otra que la
de proteger el tubo de cuarzo y al mismo tiempo proporcionarle el equilibrio térmico
que precisa para su buen funcionamiento.
Este equilibrio térmico necesario para
para que se produzca la regeneración del
filamento en cualquier posición de trabajo de la lámpara, se consigue rellenando
con nitrógeno el espacio que hay entre la lámpara y el segundo tubo de vidrio.
Las lámparas de doble envoltura disponen de casquillos normalizados
normalizados del tipo E-
E-27
27
o E-40, siendo fácilmente adaptables en portalámparas destinados a lámparas de
incandescencia convencionales.
La posibilidad de un encendido y reencendido instantáneo, la gran facilidad de
controlar el haz luminoso y una muy buena reproducción cromática, hace de estas
lámparas un medio excelente para el alumbrado de pistas deportivas, carteles
publicitarios, edificios y monumentos. No obstante, debido a la corta vida media de
estas lámparas, se trata de un alumbrado bueno pero muy caro.
Además de los dos tipos de lámparas halógenas que acabamos de describir y cuya
aplicación se centra principalmente en el alumbrado industrial, existen otras
lámparas halógenas para aplicaciones diversas, tales como pequeñas lámparas de
sobremesa, lámparas
lámparas para faros de automóviles, lámparas para proyectores de
transparencias y diapositivas, etc.
transparencias
Principio de funcionamiento.
Las lámparas fluorescentes son fuentes luminosas originadas como consecuencia
de una descarga eléctrica en atmósfera de vapor de mercurio a baja presión, en las
que la luz se genera por el fenómeno de fluorescencia. Este fenómeno consiste en
que determinadas sustancias luminiscentes, al ser excitadas por la radiación
ultravioleta del vapor de mercurio a baja presión, transforman esta radiación
invisible en otra de onda más larga y que se encuentra dentro del espectro visible.
Fig. 2.3 (b
(b)) Esquema de una lámpara fluorescente.
Los electrones así obtenidos, en su recorrido de un extremo a otro del tubo, chocan
con los átomos de mercurio y la energía desprendida en el choque se transforma
en radiaciones ultravioleta y por lo tanto invisibles, pero capaces de excitar la capa
fluorescente que recubre el interior del tubo, con lo que se transforman en luz
visible.
Fig. 2.3 (c
(c)) Conversión de radiación en la capa fluorescente.
Las lámparas fluorescentes, como todas las de descarga, presentan una resistencia
al paso de la corriente que disminuye a medida que esta se incrementa. Este efecto
las llevaría a la autodestrucción si no les colocáramos algún elemento que controle
la intensidad que circula por ellas; este elemento es una reactancia cuyo nombre
específico para este caso es "balastro".
La reactancia o balastro está formada por una bobina de hilo de cobre esmaltado
con su correspondiente núcleo magnético. Este conjunto va introducido dentro de
un contenedor metálico, y todo ello impregnado al vacío con resinas capaces de
penetrar hasta el interior de los más pequeños huecos existentes entre espiras; con
ello conseguimos un considerable aumento de la rigidez dieléctrica de la bobina,
una mejor disipación del calor formado, y una total eliminación de las posibles
vibraciones del núcleo magnético.
Las funciones que debe cumplir una reactancia, en el orden en que se realizan al
poner en funcionamiento un tubo fluorescente, son:
Proporcionar la corriente de arranque o precalentamiento de los filamentos
para conseguir de éstos la emisión inicial de electrones.
Suministrar la tensión de salida en vacío suficiente para hacer saltar el arco
en el interior de la lámpara.
Limitar la corriente en la lámpara a los valores adecuados para un correcto
funcionamiento.
Fig. 2.3 (e
Fig. (e)) Cebador.
Cebador.
Blanco 3500
1A >90
1B 80 a 90
2A 70 a 79
2B 60 a 69
3 40 a 59
4 20 a 39
El color de una lámpara fluorescente está determinado por el fósforo usado. Como
la curva de sensibilidad del sistema visual humano indica que su máxima
sensibilidad se encuentra en 555 nm, una mayor eficiencia se lograría si los
fósforos convierten la radiación UV en este rango. Sin embargo esta luz seria de un
color muy verde e inaceptable para iluminación. La presencia de tres colores
primarios –rojo, verde y azul- en proporciones correctas es esencial para alcanzar
una luz blanca con buenas propiedades de reproducción de color por lo que existe
un compromiso entre esta y la eficacia luminosa. En la siguiente figura se muestran
espectros de emisión de lámparas fluorescentes con diferentes índice de
reproducción de color.
también sufre una cierta evaporación, por ello, los electrodos deben diseñarse
diseñarse para
minimizar ambos efectos.
La vida media de los tubos fluorescentes es del orden de 7.500 horas y la
depreciación del flujo emitido para la vida media es aproximadamente del 25%.
La tensión mínima para la cual se mantiene el arco, suele ser del 75% de la
nominal.
La eficacia de una lámpara fluorescente, tomada
tomada como la relación entre el flujo
luminoso y la potencia de la lámpara, es del orden de 55 a 82 Lm/W. Esta es la
eficacia que suelen dar los fabricantes, aunque en realidad la eficacia real resultará
ser la relación entre el flujo luminoso y la potencia activa
activa total consumida; en este
caso tendremos que la eficacia será notablemente menor, de 33 a 68 Lm/W.
Finalmente diremos que la luz de los fluorescentes es especialmente indicada en
todos aquellos lugares donde se necesite una iluminación de calidad. Así, Así, es
imprescindible en oficinas, tiendas, talleres, y salas y salones de actos.
Fig. 2.4 (a) Esquema de una lámpara de vapor de mercurio de alta presión.
Fig. 2.4 (b) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de mercurio.
Fig. 2.5 (b) Circuito fundamental para una lámpara de halogenuros metálicos.
Debido a la alta temperatura de los electrodos, los óxidos que los recubren se
evaporan rápidamente por lo que la vida útil de estas lámparas es menor que las
restantes lámparas de descarga, pudiendo llegar hasta valores de 10000 horas.
Como ya hemos dicho, la principal cualidad de estas lámparas es la reproducción
cromática, por lo que la hacen especialmente indicada en aquellos casos en los que
la reproducción cromática sea fundamental, como por ejemplo en aplicaciones
televisivas.
Poseen una depreciación luminosa mayor respecto, por ejemplo, a las de mercurio
de alta presión, lo que se debe principalmente al ennegrecimiento que sufre el tubo
de descarga por la evaporación del tungsteno de los electrodos que se deposita
sobre las paredes del tubo. También la depreciación de los polvos fluorescentes
influye en la depreciación en el caso de lámparas recubiertas.
Fig. 2.5 (d) Curva típica de mortalidad y depreciación luminosa de una lámpara de
mercurio halogenado.
Fig. 2.6 (b) Espectro de emisión de una lámpara de vapor de sodio de baja presión.
Fig. 2.6 (c) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de sodio de baja
presión.
Aunque es la fuente de mayor eficacia no permite discriminar los colores, con una
apariencia de color amarillo, por lo que no es posible asignarle un índice de
rendimiento de color. Sin embargo se le atribuye una temperatura de color
correlacionada de 1800 K.
La vida nominal puede llegar hasta 14000 horas y una vida útil de hasta 18000 h.
este alto valor se debe a la baja depreciación del flujo luminoso y a su bajo índice
de fallos.
Debido a la monocromicidad de la luz y la consiguiente imposibilidad de discriminar
los colores, este tipo de lámpara tiene escaso uso, en algunos casos, se las han
utilizado en túneles y puentes donde la discriminación de color se considera menos
importante.
Para cumplir este cometido se han creado tubos de descarga a base de óxido de
aluminio sinterizado, capaces de soportar la acción del sodio a temperaturas
superiores a los 1.000 ºC y al mismo tiempo transmitir el 90% de la luz visible
producida por la descarga eléctrica en su interior. Este tubo está cerrado mediante
tapones de corindón sintético, en los que se soportan los electrodos.
El tubo de descarga se aloja en el interior de una ampolla de vidrio duro, resistente
a la intemperie que le sirve de protección y aislamiento eléctrico y térmico. La
despreciable cantidad de radiaciones ultravioleta que generan estas lámparas, hace
innecesario el empleo de material fluorescente, por lo que esta ampolla es
totalmente transparente.
Fig. 2.6 (e) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de sodio de alta
presión.
Fig. 2.6 (f) Espectro de emisión de una lámpara de vapor de sodio de alta presión.
La alta eficacia luminosa, larga vida y baja depreciación luminosa explican la amplia
difusión de lámparas de sodio de alta presión para la iluminación de grandes
espacios interiores, iluminación vial, parques, y en situaciones donde el ahorro y el
bajo mantenimiento son prioridades.
Fig. 2.6 (g) Curva típica de mortalidad y depreciación luminosa de una lámpara de
sodio de alta presión.
Evolución de los LEDs tenían una eficiencia muy limitada (o.1 lm/W) y no servían
para iluminación, sino que se los utilizaba solo para indicación y de manera
decorativa. Estos LEDs eran de color rojo y utilizaban la tecnología GaAsP. A
medida que fueron evolucionando los conocimientos de aplicación de diversas
tecnologías, se han obtenido LEDs de alto rendimiento. Con los nuevos materiales,
los LEDs han alcanzado una mayor eficacia luminosa.
Los LEDs más conocidos, los de 5mm de diámetro, soportan una corriente de hasta
20 mA. Actualmente existen en el mercado LEDs de alto rendimiento que soportan
corrientes de 300mA y de hasta 1A. Distintos tipos de LED se muestran en la figura
2.7 (d).
Los LEDs de alto rendimiento tienen un formato especial en donde tiene que
adicionársele un disipador térmico. Son por lo general del tipo de montaje
superficial. En la siguiente figura vemos este tipo de LED.
La siguiente figura muestra una luminaria equipada con LED’s, esta es utilizada en
plantas industriales y en areas clasificadas (peligrosas).
Lámpara de inducción.
Las lámparas de inducción usan una bobina de inducción sin filamentos y una
antena acopladora, la cual consiste en tecnología de aplicar una descarga de
frecuencia para proveer soluciones de iluminación.
El centro de la lámpara es la bobina de inducción a la cual le provee potencia un
generador de alta frecuencia. El ensamble de vidrio circundante contiene un
material electrón-Ion plasma y esta rellenado con un gas inerte. La porción interior
del vidrio esta recubierta con un recubrimiento de fósforo el cual es similar al que se
encuentra en las lámparas fluorescentes. La antena transmite la energía generada
por el primario de la bobina de un sistema de inducción al gas que se encuentra
dentro de la lámpara, por lo cual se crea una radiación ultravioleta, la cual es luego
transformada a fuentes visibles de luz por medio del recubrimiento de fósforo en la
superficie de vidrio.
100,000 horas. de vida útil (contra 15-20,000 del haluro metálico). El tiempo
de encendido, reencendido es instantáneo (no necesita calentarse para
prender después de 15- 20 minutos como el haluro metálico).
Fuente de luz
Radiación ultravioleta
Gas inerte
Paso 3
Plasma de Electrón-Ion y Gas inerte.
Paso 2
Bobina de inducción sin electrodos.
Paso 1
Generador de alta frecuencia.
Criterios de eficacia
Criterios cromáticos
Criterios de duración
2.9 Luminarias.
Según la NORMA Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-2005, Instalaciones Eléctricas
(utilización) una luminaria es “un equipo de iluminación que distribuye, filtra o
controla la luz emitida por una lámpara o lámparas y el cual incluye todos los
accesorios para fijar, proteger y operar estas lámparas y los necesarios para
conectarlas al circuito de utilización eléctrica.” 11
La definición de luminaria aceptada internacionalmente es: “dispositivo que
distribuye, filtra o transforma la luz emitida por una o más lámparas, que incluye
todos los componentes necesarios para fijarlas y protegerlas y, donde corresponda,
los equipos auxiliares, así como los medios necesarios para la conexión eléctrica
de iluminación (CIE, 1986).
Para el logro de estos objetivos, una luminaria debe proveer las siguientes
funciones:
2.- Equipo eléctrico: Sería el adecuado a los distintos tipos de fuentes de luz
artificial y en función de la siguiente clasificación:
5.- Filtros: En posible combinación con los difusores sirven para potenciar o mitigar
determinadas características de la radiación luminosa.
La reflexión de la luz.
La refracción.
Reflexión total.
Interferencia.
Fig. 2.9 (b
(b)) Ejemplos de luminarias.
• El deslumbramiento
• Lámparas y luminarias
• El color
• Sistemas de alumbrado
• Métodos de alumbrado
• Niveles de iluminación
El deslumbramiento.
El deslumbramiento es una sensación molesta que se produce cuando la
luminancia de un objeto es mucho mayor que la de su entorno. Es lo que ocurre
cuando miramos directamente una bombilla o cuando vemos el reflejo del sol en el
agua.
Lámparas y luminarias.
Las lámparas empleadas en iluminación de interiores abarcan casi todos los tipos
existentes en el mercado (incandescentes, halógenas, fluorescentes, etc.). Las
lámparas escogidas, por lo tanto, serán aquellas cuyas características
(fotométricas, cromáticas, consumo energético,
energético, economía de instalación y
mantenimiento, etc.) mejor se adapte a las necesidades y características de cada
instalación (nivel de iluminación, dimensiones del local, ámbito de uso, potencia de
instalación
la instalación).
En la siguiente tabla se muestran los tipos de lámpara más utilizados para algunos
tipos de instalaciones.
Doméstico Incandescente
Fluorescente
Halógenas de baja potencia
Fluorescentes compactas
Comercial Incandescentes
(Depende de las
Halógenas
dimensiones y
características Fluorescentes
del comercio) Grandes superficies con techos altos: mercurio a alta
presión y halogenuros metálicos
El color.
Para hacernos una idea de cómo afecta la luz al color consideremos una habitación
de paredes blancas con muebles de madera de tono claro. Si la iluminamos con
lámparas incandescentes, ricas en radiaciones en la zona roja del espectro, se
acentuarán los tonos marrones de los muebles y las las paredes tendrán un tono
amarillento. En conjunto tendrá un aspecto cálido muy agradable. Ahora bien, si
iluminamos el mismo cuarto con lámparas fluorescentes normales, ricas en
radiaciones en la zona azul del espectro, se acentuarán los tonos verdes y azules
azules
de muebles y paredes dándole un aspecto frío a la sala. En este sencillo ejemplo
hemos podido ver cómo afecta el color de las lámparas (su apariencia en color) a la
reproducción de los colores de los objetos (el rendimiento en color de las lámparas).
Sistemas de alumbrado.
Cuando una lámpara se enciende, el flujo emitido puede llegar a los objetos de la
sala directamente o indirectamente por reflexión en paredes y techo. La cantidad de
luz que llega directa o indirectamente determina los diferentes sistemas de
iluminación con sus ventajas e inconvenientes.
Luz directa
Luz indirecta proveniente del techo
Luz indirecta proveniente de las paredes
Iluminación semidirecta: la mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia el suelo y
el resto es reflejado en techo y paredes. En este caso, las sombras son más
suaves y el deslumbramiento menor que el anterior. Sólo es recomendable para
techos que no sean muy altos y sin claraboyas puesto que la luz dirigida hacia el
techo se perdería por ellas.
Iluminación semi-indirecta: debido a esto, las pérdidas de flujo por absorción son
elevadas y los consumos de potencia eléctrica también, lo que hace
imprescindible pintar con tonos claros o blancos. Por contra la luz es de buena
calidad, produce muy pocos deslumbramientos y con sombras suaves que dan
relieve a los objetos.
Iluminación indirecta: es la más parecida a la luz natural pero es una solución muy
cara puesto que las pérdidas por absorción son muy elevadas. Por ello es
imprescindible usar pinturas de colores blancos con reflectancias elevadas.
Métodos de alumbrado.
Los métodos de alumbrado nos indican cómo se reparte la luz en las zonas
iluminadas. Según el grado de uniformidad deseado, distinguiremos tres casos:
alumbrado general, alumbrado general localizado y alumbrado localizado.
Alumbrado general
Alumbrado general Alumbrado localizado
localizado
El paso del tiempo provoca sobre las instalaciones de alumbrado una disminución
progresiva en los niveles de iluminancia. Las causas de este problema se
manifiestan de dos maneras. Por un lado tenemos el ensuciamiento de lámparas,
luminarias y superficies donde se va depositando el polvo. Y por otro tenemos la
depreciación del flujo de las lámparas.
En el primer caso la solución pasa por una limpieza periódica de lámparas y
luminarias. Y en el segundo por establecer un programa de sustitución de las
lámparas. Aunque a menudo se recurre a esperar a que fallen para cambiarlas, es
recomendable hacer la sustitución por grupos o de toda la instalación a la vez
según un programa de mantenimiento. De esta manera aseguraremos que los
niveles de iluminancia real se mantengan dentro de los valores de diseño de la
instalación.
Distribución de luminancia.
Nivel de iluminación.
Deslumbramiento.
Efectos direccionales.
Aspectos de color.
Parpadeo.
Luz diurna.
Luz diurna. La luz diurna puede proporcionar toda o parte de la iluminación que
requieren las tareas visuales. Su dirección, color e intensidad varían a lo largo del
día, por lo que ofrece interesantes variantes en un entorno de interior. Si entra
horizontalmente por las ventanas, también puede crear efectos de modelado y
luminancia muy característicos. Así mismo, las ventanas sirven de contacto visual
con el mundo exterior.
Introducción.
La integración del alumbrado de emergencia y seguridad con el alumbrado estándar
debe de cumplir estrictamente las normas del sistema eléctrico en el diseño de un
edificio o de un emplazamiento en concreto.
Etapa 1:
Se deben tomar en consideración ciertos elementos fundamentales para la etapa
inicial del trabajo de diseño. Uno de los más importantes es identificar las diferentes
zonas que podemos encontrar dentro de un edificio, para proporcionar, en cada
caso, el nivel de iluminación que requiere la STPS.
Etapa 2:
Señalización en las vías de comunicación:
Para ofrecer la mejor evacuación es muy importante que la ruta esté claramente
marcada, permitiendo una evacuación rápida y segura de las diferentes zonas y de
los edificios.
Básicamente, la eficacia del indicador depende del tamaño, el color, la ubicación y
la visibilidad.
Las normas europeas han establecido que los formatos con palabras, como por
ejemplo "SALIDA", se deben considerar obsoletos en la actualidad, y se han
decidido en favor de los pictogramas, que muestran un diseño en blanco con un
fondo verde (el llamado "hombre corriendo").
Etapa 3:
Luminarias de emergencia en vías de evacuación.
Allí donde las rutas de evacuación sean de hasta 2 m de ancho (según RBTE), se
deben disponer de luminarias para garantizar un nivel mínimo de iluminación de 1
lux a nivel del suelo, a lo largo de la línea central de la ruta de evacuación.
La iluminación no deberá ser inferior a 0,5 lux a lo largo de la sección central, que
no será inferior a la mitad del ancho de la ruta de evacuación.
Nota 1: las rutas de evacuación más anchas se deberán considerar como
grupos de rutas de 2 m de ancho o, de lo contrario, se equiparán con
alumbrado para zonas ambiente (antipánico).
El tiempo de respuesta de la luminaria de emergencia deberá ser de 0,5 segundos.
El 50% de la iluminación mínima requerida se deberá proporcionar antes de 5
segundos, mientras que la iluminación total se deberá alcanzar antes de 60
segundos.
Etapa 4:
Luminarias de emergencia en zonas ambiente.
Para las zonas abiertas o para aquellas atravesadas por rutas de evacuación,
normalmente conocidas como Áreas ambiente o Áreas antipánico, se debe
garantizar una iluminación mínima de 0,5 lux a nivel del suelo de toda el área no
cubierta, excluyendo una sección de 0,5 m en los extremos de la zona.
Los otros parámetros son similares a los anteriormente indicados para la
iluminación de las rutas de evacuación.
Etapa 5:
Colocar luminarias de emergencia en zonas importantes del edificio.
Los ascensores, las habitaciones de planta, los montacargas, las salas de los
equipos de generación y las zonas cubiertas de aparcamientos requieren luces de
emergencia alimentadas mediante baterías, de forma que se permita que las
personas trabajen durante los fallos de alimentación eléctrica.
El alumbrado exterior es, sin duda, una de las aplicaciones más habituales e
importantes de la iluminación. La posibilidad de realizar actividades más allá de los
límites naturales ha abierto un abanico infinito de posibilidades desde iluminar
calles y vías de comunicación hasta aplicaciones artísticas, de recreo, industriales,
etc.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, detrás de los cálculos y
recomendaciones sobre alumbrado de vías públicas existe un importante desarrollo
teórico sobre diferentes temas (pavimentos, deslumbramiento, confort visual, etc.).
Afortunadamente, hoy día estos cálculos están muy mecanizados y no es necesario
tener profundos conocimientos en la materia para realizarlos. No obstante, es
recomendable tener nociones de algunos de ellos para comprender mejor la
mecánica de cálculo.
Luz y arquitectura.
Sin duda el arquitecto ha imaginado su obra vista a la luz del día. Claro está que
esta luz no será siempre igual, ya sea por la posición del sol a cada hora del día o
porque el cielo está nublado; pero como quiera que sea, difícilmente la haya
imaginado iluminada artificialmente.
Esto no significa que la obra deba verse de noche igual que de día, pero lo
deseable sería que al iluminar al edificio esa iluminación reproduzca algunas
selectas cualidades del edificio tal como se ve a la luz natural, como para que el
observador encuentre algunas sensaciones familiares en lugar de encontrarse con
una escultura bañada en luz. Es cierto que esto no siempre es posible, pero cuando
lo es debería aprovecharse.
El diseñador de iluminación deberá tener conocimientos de las características y
formas arquitectónicas y cómo la iluminación puede ayudar a acentuar dichos
elementos para lograr el efecto visual deseado.
Existen áreas interiores o exteriores en las cuales por la presencia de los agentes
combustibles que se procesan ó almacenan, la posibilidad de una explosión ó
incendio está siempre presente. Estos lugares se designan como áreas peligrosas,
en las cuales el sistema de iluminación utilizado debe considerar la incorporación
de luminarias HID (High Intensity Discharge) con características de diseño y
construcción especiales. Como este es el tema principal de este trabajo, este será
tratado con más detalle en el capítulo 4.
Área peligrosa es todo aquel lugar que tiene peligro potencial de fuego o explosión
debido a la existencia de gases inflamables, vapores o polvos finos en el área, o
bien por la presencia de fibras o pelusas de fácil ignición. Área peligrosa puede ser
el resultado de un proceso normal de ciertos productos químicos, gases, granos,
etc., o bien el resultado de una falla accidental durante el almacenamiento de estos,
es posible también que se cree un área peligrosa durante las labores de
mantenimiento, cuando al emplear sustancias volátiles o fluidos que vaporicen se
forme un área explosiva.
Fig. 4.1(a). En las áreas clasificadas como peligrosas la posibilidad de una explosión o
incendio está siempre presente, debido a la presencia de agentes combustibles.
Para que una explosión ocurra se deben satisfacer tres condiciones básicas:
Oxigeno en el aire.
Una substancia inflamable, mezclada con el aire. Esta substancia puede ser:
Gas (metano, acetileno, etc.)
Liquido (gasolina, solventes, etc.)
Solido (azufre, polvo de madera, polvo de granos, etc.)
Dado que el oxigeno del aire está siempre presente, no quedan más que dos
elementos a añadir para que se produzca una explosión: una substancia inflamable
+ una fuente de ignición.
El comburente puede ser un gas (el oxígeno del aire), un líquido (peróxido) o un
sólido (clorato, nitrato...).
El combustible puede ser un gas (hidrógeno, vapores de gasolina...), un líquido
(disolvente) o un sólido (azufre, madera...).
Todas las materias orgánicas son combustibles
Es la mínima cantidad de energía que debe ser introducida localmente (en forma de
flama, chispa, fricción, descarga, etc.) para causar una ignición de una atmosfera
explosiva. La mayoría de las fuentes de ignición industriales contienen niveles de
energía mucho más elevados que la energía mínima de ignición, la cual siempre es
baja (desde decenas de microjoules para el gas y vapores hasta centenas de
milijoules para polvos).
Presión Auto
de vapor ignición
REGION FLAMABLE
Vapor
TEMPERATURA
TEMPERATURA TEMPERATURA
PUNTO DE FLASHEO
DE
AUTOIGNICION
Una fuente de energía es todo lo que se necesita para iniciar una explosión cuando
gases flamables o polvos combustibles están mezclados con el aire en la
proporción adecuada.
La fuente de energía principal es la electricidad. Equipos eléctricos tales como
interruptores, interruptores termomagnéticos, arrancadores de motores, estaciones
de botones, o clavijas y contactos, pueden producir arcos o chispas en condiciones
normales de operación cuando sus contactos abren o cierran (apagado o
encendido). Esto podría causar fácilmente una ignición.
Otros equipos peligrosos son aquellos que producen calor, como las luminarias y
motores. Las temperaturas en la superficie de estos equipos pueden exceder los
límites de seguridad de muchas áreas flamables.
Finalmente, muchas partes del sistema eléctrico pueden convertirse en potenciales
fuentes de ignición en el caso de que exista una posible falla en el aislamiento de
estos equipos. En este grupo estaría incluido el cableado (particularmente
empalmes), transformadores, bobinas, solenoides y otros elementos de baja
temperatura sin contactos seguros.
Elementos no eléctricos tales como chispas en metales también pueden causar
ignición fácilmente. Un martillo, una herramienta filosa u otra herramienta que se
deje caer en el concreto o en una superficie ferrosa son también peligrosos a
menos que la herramienta esté hecha de un material libre de chispas. Por esta
razón, los equipos eléctricos portátiles son fabricados comúnmente con aluminio u
otro material que no produzca chispas en el caso que el equipo caiga o sea
golpeado con otra superficie.
Por lo tanto, la seguridad eléctrica es de crucial importancia. Las instalaciones
eléctricas deben prevenir una ignición accidental de cualquier líquido flamable,
vapores y polvos liberados en la atmosfera. Adicionalmente, y puesto que muchos
de estos equipos se usan en exteriores o en áreas corrosivas, los materiales deben
ser tales que los costos de mantenimiento y cortes de energía sean los mínimos.
Las fuentes de ignición existentes en el entorno de una planta de proceso son muy
numerosas. En la Tabla 4.3 (1) puede verse una estadística relativa a la industria
química y petroquímica.
Entre las más importantes, cabe destacar las llamas y el calor directo por
superficies calientes, cosa normal si se tiene en cuenta el gran numero de procesos
y equipos que trabajan a altas temperaturas dentro de una planta de proceso.
Asimismo son bastante importantes las igniciones provocadas por el equipo
eléctrico y por las razones mencionadas anteriormente.
Fuente de ignición %
Tabla 4.3 (1) Distribución de las fuentes de ignición que originan incendios en la
industria química y petroquímica.
1- IEC/ATEX/CENELEC.
2- NEC, CEC.
NEC (Obligatorio)
ATEX/CENELEC (Miembros)
ATEX/CENELEC (Afiliados)
CEC (Obligatorio)
Los productos eléctricos que cumplen con las normas IEC/ATEX/CENELEC o NEC
tienen protección idéntica, aunque hayan sido planeadas de forma diferente para
cumplir requerimientos de instalación específicos.
IEC puede ser considerado como la “Norma Internacional” aceptada en casi todos
los países, o en la mayoría.
Desde 1996, el NEC en su artículo 500, utiliza los nombres de la IEC para grupos
de gases, clases de temperatura para equipos eléctricos y definiciones de áreas.
En relación con México, contamos con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-
2005 Instalaciones Eléctricas (Utilización) realizadas por la Secretaria de
Energía (SENER) la cual está basada en el National Electrical Code (NEC) de los
Estados Unidos
De acuerdo con esas dos grandes normas internacionales (IEC y NEC) existen dos
formas de clasificar las áreas peligrosas, cada una considera aspectos diferentes
para poder determinar una clasificación, es por ello muy importante el saber bajo
que normas se hará la clasificación de área para la correcta selección del equipo
eléctrico.
Clase I: Las áreas Clase I son aquellas en las cuales Gases y/o Vapores
combustibles están o pueden estar presentes en el aire en cantidades
suficientes para producir una mezcla inflamable o explosiva.
Clase II: Las áreas Clase II son aquellas en las cuales Polvos combustibles
están o pueden estar presentes en el aire en cantidades suficientes para
producir una mezcla inflamable o explosiva.
Clase III: Las áreas Clase III son aquellas que son peligrosas debido a la
presencia de Fibras o Partículas volátiles de fácil ignición, pero en las
cuales es poco probable que dichas partículas permanezcan en suspensión
en cantidades suficientes para producir mezclas de fácil ignición.
Para la Clase I:
Grupo A Acetileno
Grupo B Hidrógeno
Grupo C Etileno
Grupo D Propano
Dentro de cada una de las “Clases” pueden existir dos circunstancias en cuanto al
nivel de riesgo presente, las cuales se clasifican en:
Fig. 4.4.1 (a) Una planta petroquímica puede ser Clase I, División 2, Grupo A.
Fig. 4.4.1 (b) Una planta carbonífera puede ser Clase II, División 2, Grupo F.
Estas áreas generalmente incluyen algunos sitios que utilizan rayón, algodón
y otros textiles; en las plantas manufactureras y procesadoras de fibras que
son combustibles; desmotadoras de algodón y plantas trituradoras de semillas
de algodón, plantas procesadoras de lino; plantas manufactureras de ropa,
plantas de madera y establecimientos e industrias involucradas en procesos o
condiciones peligrosas similares.
Entre las fibras de fácil ignición y partículas volátiles se encuentran las de
rayón, algodón (incluyendo las fibras de residuo de algodón desmotado y
desperdicios de algodón), henequén, ixtle, yute, cáñamo, fibra de coco,
estopa, desperdicio de lana, de ceiba, musgo español, virutas de maderas y
otros materiales de similar naturaleza.
En resumen y de acuerdo con la NOM, las áreas clasificadas como peligrosas son
las siguientes:
Dentro de la misma NOM existe otra forma de clasificación de áreas la cual ha sido
tomada de la norma IEC, la NOM en su ARTÍCULO 505 - AREAS CLASE I ZONAS
0, 1 Y 2, establece que cubre los requisitos para el sistema de clasificación por
zonas, como una alternativa al sistema de clasificación por divisiones tratado en el
Artículo 500, para equipo eléctrico y electrónico y alambrado en todas las tensiones
en áreas clasificadas como peligrosas de Clase I, Zona 0, Zona 1 y Zona 2, en
donde puede existir riesgo de explosión debido a la presencia de gases, vapores o
líquidos inflamables.
ÁR EA S D E G AS ES O
VA PO RE S P EL IG R O S O S
Z O NA 0 Z O NA 1 Z O NA 2
Atmosfera explosiva Atmosfera explosiva Atmosfera explosiva
presente en forma presente en forma presente solo en
continua. frecuente. forma accidental.
Zona en la cual una Zona en la cual una Zona en la cual no es
mezcla explosiva de mezcla explosiva de probable que ocurra una
gas, vapor o neblina gas, vapor o neblina es mezcla explosiva en
está presente en forma probable que ocurra condiciones normales. Y
continua. durante una operación si llega a ocurrir será
normal. por un corto tiempo
(fugas o mantenimiento)
CO M P AR AT IVA EN T RE Z O N AS Y
DIV ISIO N ES
Z O NA 0 Z O NA 1 Z O NA 2
Zona 0 División 1
Zona 1
Gas o Vapor Clase 1
Zona 2 División 2
Zona 20 División 1
Fibras/Pelusas Clase 3
Zona 21 División 2
Zona 22
Los equipos para áreas Clase I se encuentran dentro de envolventes que han sido
diseñadas lo suficientemente fuertes para contener una explosión si es que los
gases o vapores peligrosos han entrado al interior y han sido encendidos. Estas
envolventes entonces enfriaran y dejaran escapar los gases resultados de la
combustión de tal forma que la atmosfera que los rodea no sea encendida.
Los equipos que producen calor y son utilizados en estas áreas no solo deben
cumplir con lo anterior, sino que además son diseñados para que la temperatura
superficial durante la operación sea menor que la temperatura de ignición de la
atmosfera peligrosa donde son empleados.
Dado que gases y vapores generan áreas peligrosas con características diferentes,
se han subdividido en grupos basados en las características comunes de
propagación de flama, presiones de explosión y temperatura de ignición. Estos
grupos han sido designados como A, B, C y D (cuyas características ya se
mencionaron anteriormente) y el equipo seleccionado deberá ser aprobado para el
gas o vapor tomando en consideración sus características de propagación de flama,
presión de explosión y temperatura de ignición.
Los gabinetes Clase I que contengan contactores, relevadores o interruptores,
deberán ser muy resistentes. La construcción de estos equipos se basa en el
principio de eliminación de la propagación de la explosión.
También se observo que durante una explosión dentro de una caja, los gases
escapan a través de cualquier trayectoria existente entre las juntas de las dos
superficies metálicas, y que los gases se enfriaran lo suficiente si dicha apertura es
más larga en proporción a su ancho; como lo puede ser la trayectoria en espiral de
al menos 5 hilos completamente acoplados de una tapa roscada tal como se ilustra
en la siguiente figura.
JUNTA LABERINTO
Fig. 4.5.1 (b) Ejemplo de envolventes Clase I. En todos los casos la temperatura
superficial de los equipos debe estar por debajo de la temperatura
de ignición de los vapores o gases presentes.
Las áreas Clase III requieren equipo diseñado para prevenir la entrada de fibras y
pelusas, prevenir el escape de chispas o material encendido y el escape de flamas
y para operar por debajo de la temperatura de ignición para evitar la combustión.
Ciertos productos químicos requieren tomar precauciones que van más allá de las
requeridas para operar en las áreas antes mencionadas y sus grupos.
Esto es cuando sus temperaturas de ignición son extremadamente bajas, 100°C
por ejemplo, en ocasiones algunos productos llegan a tener temperaturas de
ignición de alrededor de 20°C, y algunos otros en los que las juntas para prevenir el
escape de flamas debe ser extremadamente pequeña.
Por lo anterior no es conveniente confiarse en una clasificación realizada sin un
exhaustivo análisis de los productos y sus características, condiciones de
ventilación, sellos y barreras para evitar el paso de materiales combustibles a las
áreas que no cuentan con equipo apropiado, etc.
Técnicas de protección.
Todos los equipos eléctricos aprobados deben marcarse para indicar la clase, el
grupo y la temperatura de operación o intervalo de temperatura con referencia a
una temperatura ambiente de 40 °C.
No se requiere que lleven marcada la temperatura o intervalo de temperatura de
funcionamiento los equipos que no generen calor, como las cajas de empalme, tubo
(conduit) y herrajes, y los que produzcan calor con una temperatura máxima no
mayor que 100 °C.
El equipo que no esté marcado para indicar una división específica, o marcado
“División 1” o “Div. 1”, se considera adecuado para áreas División 1 y 2. El equipo
marcado “División 2” o “Div. 2” se considera adecuado únicamente para áreas
División 2.
Cuando en el marcado se proporciona la temperatura de operación o intervalo de
temperatura, ésta debe indicarse por medio de los números de identificación,
mostrados en la tabla 4.8 (1).
De la misma manera que existen equipos eléctricos adecuados para ser instalados
dentro de áreas Clase I, II y III, y de igual modo cada uno de estos equipos deben
estar diseñados lo suficientemente fuertes para contener una explosión cuyas
envolventes solo deben dejar escapar los gases resultados de la combustión de tal
forma que la atmosfera que los rodea no sea encendida.
Del mismo modo los equipos para Zonas 1 no deben permitir la entrada de polvos
al interior de ellos, así como los equipos para Zonas 2 no deben permitir la entrada
de fibras o pelusas.
Todos los equipos eléctricos deben estar diseñados para operar por debajo de la
temperatura de ignición de la atmosfera peligrosa.
En la siguiente tabla se muestra de forma grafica cada uno de los diferentes tipos
de protección aplicables a equipos eléctricos.
A PRUEBA DE
FLAMA
(a) Clase.
(b) Zona.
(c) Símbolo “AEx”.
(d) Técnica(s) de protección, de acuerdo con la Fig. 4.5.2 (a).
(e) Grupo(s) de clasificación de gas aplicable de acuerdo con la
Tabla 4.4.2 (1).
(f) Clasificación de temperatura.
Un ejemplo de ese marcado exigido es: “Clase I, Zona 0, AEx ia IIC T6.”
El equipo eléctrico con tipo de protección “e,”, “m,”, “p,”, o “q,” se debe marcar como
Grupo II. El equipo eléctrico con tipo de protección “d,”, “ia,”, “ib,”, [ia], o [ib] se debe
marcar como Grupo IIA, o IIB, o IIC, o para un gas vapor específico. El equipo
eléctrico con tipo de protección “n” se debe marcar como Grupo II a menos que
contenga dispositivos de corte encerrados, componentes no incendiarios o equipos
o circuitos de energía limitada, en cuyo caso se debe marcar como Grupo IIA, IIB o
IIC o para un gas o vapor específico. Los equipos eléctricos con otros tipos de
protección se deben marcar como Grupo II, a menos que el tipo de protección
utilizado por el equipo requiera que se deba marcar como Grupo IIA, IIB o IIC o
para un gas o vapor específico.
Clasificación de área
Nota 4: La verificación del equipo eléctrico que utiliza técnicas de protección “e”, “m”, “p” y “q”, debido
a la técnica de diseño, no requiere ensayos que involucren la distancia segura experimental máxima, o
la corriente de ignición mínima. Por tanto, no se requiere subdividir el Grupo II para estas técnicas de
protección.
La NOM permite que los equipos marcados y aprobados para su uso en lugares
Clase I, Zona 0, 1 o 2, estén en lugares Clase I división 2 para el mismo gas y con
una temperatura nominal adecuada.
Existen varios tipos de protección para equipos y como en el caso de la
clasificación de áreas existen varios tipos de protección de acuerdo con la norma o
entidad para los cuales sean fabricados dichos equipos, por lo tanto,
mencionaremos dos formas de protección de equipos, una de ellas es la elaborada
por la publicación de la NEMA (National Electrical Manufacturing Association) en su
Estándar No. 250.
En la siguiente tabla se describen las diferentes clasificaciones de acuerdo a
NEMA.
ENVOLVENTE ADECUADA
DESCRIPCION
TIPO PARA AREA
Tabla 4.6 (3) Grado de Protección proporcionado por las envolventes de los
materiales eléctricos contra los impactos mecánicos externos según la norma
IEC 62262.
Tabla 4.6 (4) Comparación entre grados de protección según NEMA e IEC.
Las principales aplicaciones interiores o exteriores de las luminarias HID para áreas
clasificadas como peligrosas son:
Veremos las propiedades físicas que deben ser consideradas en las instalaciones
cuando existe un grado de riesgo en ellas, es decir, debemos saber que
propiedades son las que representan mayor riesgo en una instalación y que deben
ser consideradas para poder seleccionar los equipos eléctricos adecuados; en este
caso, las luminarias.
Temperatura de ignición.
Cada gas y vapor flamable están caracterizados por sus límites de explosividad
(Flamabilidad), entre el cual el gas o vapor mezclado con el aire es capaz de
mantener la propagación de la flama y por lo tanto explotar.
Esos límites son llamados “límite de explosividad inferior” o LEL por sus siglas en
ingles, y el “limite de explosividad superior” o UEL por sus siglas en ingles, y son
usualmente expresados como porcentajes del material mezclado con el aire por
volumen. Algunas veces son expresados como gramos de compuesto por metro
cubico de aire.
El rango de las mezclas de gas o vapor con el aire entre los limites de explosividad
(flamabilidad) sobre el cual las mezclas de gas son continuamente explosivas se
denominan “Rango de explosividad (flamabilidad)”. Las mezclas de gas fuera de
este rango son, por lo tanto, no explosivas (no-flamables) bajo condiciones
atmosféricas normales.
Densidad de vapor.
Punto de ebullición.
El punto de ebullición debe ser considerado como aproximado, puesto que sus
características varían de acuerdo a la cantidad de impurezas que se encuentren
presentes. También se deben dar consideraciones particulares a las mezclas de
líquidos. Generalmente se puede esperar que cada componente de una mezcla
continúe comportándose como un compuesto individual; sin embargo, esto no
siempre será el caso. Habrá mezclas de compuestos donde, por ejemplo, la
catalización u otros efectos químicos modificaran significativamente las propiedades
físicas individuales de los compuestos presentes.
Consideraciones generales.
Tabla 4.8 (1) Letras de código de temperatura, para aparecer en equipo para uso
en lugares peligrosos.18
Los equipos aprobados para Clase I y Clase II deben estar marcados con la
temperatura máxima segura de operación, que se determina por medio de la
exposición simultánea a las combinaciones de las condiciones Clase I y Clase II.
Temperatura Clasificación
en °C
IEC NEC (NOM)
Temperatura
Clase de temperatura del equipo
de ignición
espontanea de
los gases (T°)
Nota: temperaturas en °C
Gases más ligeros que el aire. Se considerarán como gases o vapores más
ligeros que el aire únicamente aquellos cuya densidad sea menor 1.0 de la
densidad del aire, bajo condiciones normales. Los gases o vapores que tengan una
densidad mayor de este vapor, deben considerarse como productos más pesados
que el aire.
Líquidos inflamables. Se consideran líquidos inflamables aquellos que tengan una
temperatura de ignición menor de 310 K (37.8 °C) bajo una presión absoluta de
vapor que no exceda de 275 KPa 2.81 kg/cm² (40 lbs/pulg²) a 310 K (37.8 °C) los
cuales deben ser conocidos como líquidos Clase I.
Los líquidos Clase I se subdividen como sigue:
Clase I A; los que tienen temperatura de ignición menor de 296 K (23 °C) y
temperatura de ebullición menor de 310.8 K (37.8 °C).
Clase I B; los que tienen temperatura de ignición menor de 296 K (23 °C) y
temperatura de ebullición de 310.8 K (37.8 °C) o mayor.
Clase I C; los que tienen temperatura de ignición de 296 K (23 °C) o mayor, pero
menor de 310.8 K (37.8 °C)
Líquidos combustibles. Se consideran líquidos combustibles aquellos que tengan
una temperatura de ignición de 310.8 K (37.8 °C) o mayor.
Los líquidos combustibles se subdividen como sigue:
Clase II; los que tienen temperatura de ignición de 310.8 K (37.8 °C) o mayor pero
menor de 333 K (60 °C).
Clase Tipo III A: líquidos con temperatura de ignición de 333 K (60 °C) o mayor
pero menor de 699 K (93 °C).
Clase III B, líquidos con temperatura de ignición de 699 K (93 °C) o mayor.
Los materiales y su clasificación de grupos se muestran en las tablas 4.8.1 (1) (2) y
(3). Los materiales cuya clasificación de grupo está marcada con un asterisco,
fueron asignados a su grupo basados en pruebas. Todos los demás materiales
están asignados a un grupo, basados en analogía con materiales probados y por su
estructura química.
La tabla 4.8.1 (1) proporciona aquellos materiales tales como gases inflamables o
vapores de líquidos inflamables, que en general, producen con el aire a temperatura
ambiente mezclas explosivas, por lo tanto en áreas que contengan estos materiales
requieren normalmente equipo eléctrico especial.
La tabla 4.8.1 (2) enlista los vapores de Clase II, líquidos combustibles, que en
general no forman mezclas explosivas con el aire a temperatura ambiente, a menos
que se calienten arriba de sus puntos de ignición. En áreas que contengan estos
materiales se requiere normalmente equipo eléctrico especial sólo para tales
circunstancias.
La tabla 4.8.1 (3) da una lista de vapores de líquidos combustibles de Clase III A,
los cuales no forma mezclas explosivas con el aire a temperatura ambiente, a
menos que se calienten arriba de sus puntos de ignición. Además los vapores de
Para delimitar las áreas peligrosas se debe determinar las posibles fuentes de
peligro, que resultan prácticamente imposibles de evitar en forma absoluta durante
la operación del equipo o bien durante las reparaciones, mantenimiento o trabajos
de limpieza, como son las fugas por estoperos, sellos, empaques y uniones
mecánicas; así como los sitios en que deliberadamente puede liberarse a la
atmósfera productos inflamables, como en las llenaderas, venteos, purgas y
válvulas de alivio.
División 1. Cada fuente de peligro debe considerarse rodeada por un volumen de
atmósfera peligrosa. Si es un área de la División 1, debe considerarse rodeada por
un área de la División 2, de extensión suficiente para garantizar la dilución, hasta
concentraciones no peligrosas de los gases o vapores inflamables contenidos en la
atmósfera del área de la División 1.
División 2. Para fines prácticos, los volúmenes de la División 2 que rodeen a las
fuentes de peligro, no necesariamente deben limitarse por círculos en el plano
horizontal, sino que podrán tener la forma de paralelepípedos rectangulares,
orientados según ejes que correspondan a la disposición del equipo de la planta;
pero en ningún caso estos paralelepípedos tendrán dimensiones menores que las
especificadas en este capítulo.
Productos más pesados que el aire. En términos generales, una fuente de peligro
de productos más pesados que el aire, dará origen en todas direcciones a un área
rectangular peligrosa de la División 2 en el plano vertical, que se debe extender 8 m
hacia arriba y hacia los lados, a partir de la fuente de peligro más otra área, en el
mismo plano, que se extiende horizontalmente hasta 15 m de la fuente de peligro y
verticalmente, hasta 8 m de altura sobre el piso, y finalmente, a un área de 60 cm
de altura, que se extiende horizontalmente hasta 30 m de la fuente de peligro, como
se observa en la figura 4.9.2 (a).
Productos más ligeros que el aire. Una fuente de peligro de productos más
ligeros que el aire da origen a un área rectangular peligrosa División 2, que se
extiende 8 m hacia arriba y 5 m hacia abajo y hacia los lados, a partir de la fuente
de peligro como se observa en la figura 4.9.2 (b).
Fuera de las plantas de proceso. Cuando existan fuentes de peligro cercanas al
nivel de piso, en lugares adecuadamente ventilados, que manejen productos que
desprendan vapores o gases inflamables, se debe considerar las siguientes áreas
peligrosas:
Un área peligrosa de la Clase 1, División 2, que se extiende hasta 8 m en el plano
vertical y horizontal a partir de la fuente de peligro.
Un área peligrosa de la División 2 que se extiende horizontalmente hasta 15 m de
distancia a partir de la fuente de peligro y en el plano vertical 8 m desde el nivel de
piso terminado. Del límite de esta área, en sitios en que puedan ocurrir liberaciones
apreciables de productos inflamables, se tiene un área adicional de la División 2
Fig. 4.9.2 (c) Áreas peligrosas en lugares libremente ventilados, en que se manejan
productos más pesados que el aire.
Fig. 4.9.3 (a) Áreas peligrosas en locales mal ventilados en donde se manejan
productos más pesados que el aire.
Fig. 4.9.3 (b) Áreas peligrosas en locales mal ventilados en donde se manejan
productos más ligeros que el aire.
Luminarias.
División 1. En áreas Clase 1, cada luminaria fija o portátil debe ser del tipo
aprobada para lugares Clase I, División 1 y tener marcada claramente la máxima
capacidad de la lámpara con que puede operar. Cada luminaria fija debe estar
protegida contra daño mecánico por medio de un resguardo adecuado o por su
propia ubicación. Las luminarias de tipo colgante deben soportarse con tubo
metálico rígido tipo pesado, en el que las uniones roscadas estén provistas de
medios efectivos para evitar que se aflojen. Si se requiere colgar una luminaria por
medio de tubo o más de 30 cm de la caja de salida, el tubo debe fijarse rígidamente
a una distancia no mayor de 30 cm de la luminaria para evitar oscilaciones
excesivas, o bien tener flexibilidad de movimiento por medio de un accesorio o
conector aprobado para el propósito y para lugares Clase I, División 1, que se
coloque a no más de 30 cm de la caja de salida, como se observa en la figura
4.9.4 (a).
30 cm.
Máximo
30 cm.
Máximo
APOYO FIJO
Conexión flexible
30 cm.
Máximo
Las luminarias deben de ser a prueba de vapor, excepto cuando las lámparas
alcancen en su exterior temperaturas que excedan el 80% de la temperatura en
grados Kelvin de ignición del gas o vapor que las rodea, en cuyo caso serán a
prueba de explosión, la temperatura máxima registrada, se muestra en la Tabla
4.9.4 (1).
Las luminarias de tipo colgante deben soportarse con tubo metálico rígido tipo
pesado o semipesado o por otros medios adecuados.
Si se requiere colgar una luminaria por medio de tubos a más de 30 cm de la caja
de salida, el tubo debe fijarse rígidamente a una distancia no mayor de 30 cm de la
luminaria para evitar oscilaciones excesivas, o bien tener flexibilidad de movimiento
por medio de un accesorio o conector adecuado para tal propósito, que se coloque
a no más de 30 cm de la caja de salida.
Niveles de iluminación. 20
Los niveles mínimos de iluminación que deben presentarse en el plano de trabajo,
para cada tipo de tarea visual o área de trabajo, son los establecidos en la Tabla
4.10 (1). Esta tabla es obtenida de la Norma Oficial Mexicana NOM-025-STPS-
1999, Condiciones de iluminación en los centros de trabajo.
Como un ejemplo de cómo pueden variar los niveles mínimos de iluminación
requeridos por parte del usuario final, se muestra la Tabla 4.10 (2) en la cual se
establecen los valores mínimos para plataformas marinas de PEMEX. Esta tabla
está de acuerdo con la NRF-181-PEMEX-2007 Sistemas Eléctricos en Plataformas
Marinas.
Una tercera tabla con valores mínimos de iluminación corresponde a la NRF-048-
PEMEX-2007, Diseño de Instalaciones Eléctricas.
Cabe señalar que los valores indicados en las tablas se refieren a valores mínimos
promedio, esto quiere decir que son los valores de iluminación que se esperan
durante todo el ciclo de vida de la instalación de alumbrado, es sabido que en las
instalaciones nuevas se obtendrán valores de iluminación muy superiores a lo
requerido; sin embargo, esto no quiere decir que el diseño este mal elaborado, al
contrario, es necesario que al inicio los valores de iluminación sean superiores
debido a que durante el ciclo de vida de las lámparas y luminarias esta se irán
depreciando debido a la suciedad, medio ambiente y por supuesto a la depreciación
propia de la lámpara.
NIVELES
TAREA VISUAL DEL PUESTO DE MINIMOS DE
AREA DE TRABAJO
TRABAJO ILUMINACION
(LUX)
En exteriores: distinguir el área de Áreas generales exteriores: 20
tránsito, desplazarse caminando, patios y estacionamientos.
vigilancia, movimiento de vehículos.
En interiores: distinguir el área de Áreas generales interiores: 50
tránsito, desplazarse caminando, almacenes de poco movimiento,
vigilancia, movimiento de vehículos. pasillos, escaleras,
estacionamientos cubiertos,
labores en minas subterráneas,
iluminación de emergencia.
Intensidad de Iluminación
Área
(Luxes)
Oficinas generales 500
Oficinas Área de Escritorio 600
Cuartos de recreo 300
Dormitorios generales 200
Dormitorios Literas Individuales 300
Pasillos y Escaleras Interiores 100
Pasillos y Escaleras Exteriores 20
Baños 100
Espejo de Baño 300
Comedores 300
Cocinas, general 300
Fregaderos y mostradores en Cocinas 300
Cuarto de Control Eléctrico 300
Despensas y gabinetes de Servicio 50
Cuarto de congelación y refrigeración 50
Cuarto de Televisión 300
Área General de Trabajo/ Talleres en general 500
Talleres y áreas con tareas de precisión 700
Área general de edificios de compresores, bombas
300
y generadores
Frente de tableros 300
Áreas del Cabezal (boca) de pozos 50
Áreas de Cubiertas a la Intemperie 50
Tabla 4.10 (2) Niveles mínimos de iluminación para trabajos de eficiencia visual, de
acuerdo con la NRF-181-PEMEX-2007.
cajoneras)
Taller de reparaciones
Fabricación mayor 200 20 A Nivel de piso
Maquinaria de trabajo y de
500 50 760
excavación
Carrilera de grúas, pasillos 150 15 A Nivel de piso
Maquinaria pequeña 300 30 760
Hojas metálicas 200 20 760
Eléctrico 200 20 760
Instrumentos 300 30 760
Casas de cambio
Casilleros, regaderas 100 10 A Nivel de piso
Lavabo 100 10 A Nivel de piso
Checador y entradas
Tarjeteros y área de reloj
100 10 A Nivel de piso
checador
Puerta de acceso
150 15 A Nivel de piso
inspección
General 50 5 A Nivel de piso
Cafetería
Comedor 300 30 760
Área de servicio 300 30 900
Preparación de alimentos 300 30 900
General 100 10 A Nivel de piso
Cochera y puesto de bomberos
Reparaciones menores y
100 10 A Nivel de piso
almacenamiento
Cuarto de primeros auxilios 700 70 760
a
Nota: ( ) Indica iluminación vertical.
Tabla 4.10 (3) Niveles de iluminación para plantas industriales petroleras, químicas,
petroquímicas y refinerías, de acuerdo con la NRF-048-PEMEX-2007.
En cualquier diseño de iluminación para una planta industrial es necesario contar con
toda la información necesaria para un adecuado diseño, así como el seguir un ordenado
método de diseño. A continuación se describe el método que se seguirá para el diseño de
iluminación en un área clasificada (peligrosa).
Por lo general, la mayoría de los datos necesarios para establecer un análisis del
proyecto se obtienen de la documentación técnica que suministra el cliente. Pero también
depende del responsable del trabajo o el diseñador de realizar una inspección visual de la
obra, ya que permitirá completar y verificar los detalles y datos técnicos.
Planificación básica.
Diseño detallado.
Las dos últimas etapas del proceso de diseño de iluminación indicadas en la figura 3.1 (a)
en realidad no pertenecen a lo que tradicionalmente se entiende como proyecto, pero es
conveniente incluir en la propuesta de trabajo, no solo en el diseño, sino también la
asistencia técnica durante la ejecución de la obra y una vez concluida ésta, la evaluación
del impacto del proyecto.
Finalmente, la etapa de evaluación posterior tiene como objetivo analizar el proyecto en
términos técnicos-económicos y fundamentalmente, en función del grado de aceptación
y/o satisfacción de los usuarios. La evaluación técnica implica el control de los
parámetros luminotécnicos proyectados (mediante mediciones fotométricas) y de las
condiciones de funcionamiento eléctricas, térmicas y mecánicas de todos los
componentes de la instalación. El análisis económico por su parte, apunta a evaluar si los
esquemas funcionales y las estrategias de control adoptadas han satisfecho las
expectativas; esto es, si los costos de funcionamiento del sistema, en especial el
consumo de energía, responden a lo previsto.
A continuación se presentan en forma general los aspectos y procedimientos de cada uno
de los procesos, se encuentran ordenados según como debería ser la metodología para
cualquier proyecto de iluminación. A su vez, cada procedimiento es un proceso distinto
conformado por otros procesos más. Cada uno de ellos considera los aspectos generales
de diseño, de tal manera que las particularidades del proyecto dependen del
procedimiento que escoja el personal encargado.
De acuerdo con la Tabla 5 (1) los pasos a seguir son los siguientes:
El tipo de iluminación por tanto será del tipo exterior, con esto sabemos que la
luminaria a elegir debe ser adecuada para ser instalada en exteriores. De
acuerdo al tipo de planta podemos determinar que la luminaria a seleccionar
debe ser adecuada para instalarse en un área clasificada.
Estructuradede
Estructura
intercambiadores
Intercambiadores
Tablero de
Instrumentos
Fig. 5.1 (b) Vista de planta del área a iluminar (Área de Intercambiadores)
De acuerdo con la Tabla 5 (1) los pasos a seguir son los siguientes:
Una vez que sabemos el tipo de planta y quien será el cliente, es necesario
investigar dentro de toda la información obtenida (normas aplicables) bases
de diseño de Pemex así como información de diferentes proveedores de
lámparas y luminarias.
Altura del plano de trabajo: 4 m (en este caso el plano de trabajo corresponde
al nivel de piso, como mencionamos anteriormente, esta es un área donde no
se realizarán trabajos manuales continuos).
Continuando con el procedimiento de la Tabla 5 (1) los pasos a seguir son los
siguientes:
Con este dato nos referimos a la Tabla 4.8 (1) y podemos observar que la
clasificación de temperatura debe ser T2D (215 °C) o T3 (200 °C), sin
embargo, y de acuerdo con la Tabla 4.9.4 (1) podemos darnos cuenta que la
luminaria adecuada debe ser una que no sea mayor de 100 W y con una
clasificación de temperatura T3. (200 °C).
Una vez seleccionada la capacidad y temperatura de la lámpara
procederemos a seleccionar la luminaria de acuerdo con sus características
físicas, para esto nos basamos en la sección 8.2.22.2.2 de la NRF-048 donde
se establece lo siguiente: “Las luminarias fijas deben estar protegidas contra
daño mecánico por medio de resguardos adecuados o por su propia
ubicación. Estas luminarias deben tener cubiertas u otros medios efectivos
para evitar que se puedan encender concentraciones localizadas de gases o
vapores inflamables cuando existe riesgo de que se desprendan chispas o
metal calientes de las lámparas o luminarias”.
Fig. 5.3 (b) Datos fotométricos de la lámpara de vapor de sodio de alta presión.
Fig. 5.3 (d) Datos de temperaturas de operación de la lámpara de vapor de sodio de alta
presión.
Factor de mantenimiento.
Las condiciones de conservación ó mantenimiento de la instalación de
iluminación, configuran un factor de gran incidencia en el resultado final de un
proyecto de alumbrado y de hecho se incluye en la fórmula de cálculo (fm=
Factor de Mantenimiento)
Todos los elementos que contribuyen a la obtención del nivel de iluminación
deseado sobre el plano de trabajo, sufren con el tiempo un cierto grado de
depreciación.
Las lámparas sufren pérdidas en el flujo luminoso emitido, ya sea por
envejecimiento, acumulación de polvo sobre su superficie, efectos de la
temperatura, etc. Las pantallas reflectoras y los louvers de las luminarias
pierden eficiencia. Las paredes y cielorrasos se ensucian y disminuye su
poder reflectante.
De todos estos factores, algunos son controlables por sistemas de
mantenimiento y otros no lo son. La IESNA (Illuminating Engineering Society
of North America) considera, a los efectos de determinar el factor de
mantenimiento de una instalación ocho factores: cuatro de ellos “no
controlables” por sistemas de mantenimiento y cuatro “controlables”.
LOS NO CONTROLABLES SON: la temperatura ambiente, la variación de la
tensión, el factor de balasto y la depreciación de la superficie de la luminaria.
LOS CONTROLABLES SON: la depreciación de las superficies del local por
suciedad, la depreciación por flujo luminoso de la lámpara, el remplazo de las
lámparas y la depreciación de la luminaria por suciedad.
El análisis de cada uno de estos factores dará como resultado un valor que se
desprende de tablas y curvas. Este valor podrá ser 1 si las condiciones son
óptimas ó menor que 1 en la medida en que no lo sean. El producto de estos
Tabla 5.3 (2) Factores de depreciación del flujo luminoso de las lámparas.
Sin embargo, no hay que olvidar que además de los cálculos, en cualquier
proyecto de iluminación, para interiores o exteriores, hay que abordar otros
aspectos, para los cuales el mero hecho de disponer de programas de diseño
por computadora no es suficiente para una solución satisfactoria; por ejemplo:
los factores humanos, las demandas estéticas y de ambientación visual, la
integración del sistema de alumbrado con la arquitectura del espacio, etc.
Es decir que a pesar del alto grado de desarrollo alcanzado por la tecnología
de programas para diseño de iluminación, en especial de software para
generación de imágenes (Renderizado), si el usuario no dispone de la
destreza y la dosis de creatividad necesarias, difícilmente podrá aprovechar
todas las posibilidades que esa tecnología ofrece.
Las principales características operativas de los programas para diseño de
iluminación, básicamente, se pueden resumir en tres aspectos: el nivel de
exactitud de los cálculos, el grado de precisión de los análisis y las rutinas
para entrada de datos y presentación de los resultados, según se indica
esquemáticamente en el cuadro de la siguiente figura.
Exactitud.
Precisión.
Rutinas de entrada-salida.
Datos fotométricos.
Existen varios formatos estándares, los más conocidos son los siguientes:
Formato de la Comisión internacional de alumbrado (CIE)
Formato de la Sociedad de Ingeniería de Norteamérica: IESNA-LM-63-
1991
Formato europeo: EULUMDAT
Datos geométricos.
Los datos necesarios para realizar el diseño geométrico del espacio que
involucra el proyecto comprenden: las características arquitectónicas, las
propiedades ópticas de los materiales, las condiciones para cálculos de
alumbrado natural y la ubicación y enfoque de luminarias.
Características arquitectónicas.
Normalmente las dimensiones del espacio se ingresan por teclado, aunque
hay programas que disponen de un modo grafico, lo cual facilita el diseño
geométrico, en especial si incluyen algunos comandos de programas
especiales para dibujo, como Auto CAD© por ejemplo.
Otra característica muy útil, sobre todo cuando se trata de espacios
complejos, es la posibilidad de importar diseños geométrico realizados con
programas especializados (Auto CAD ©).
Presentación de resultados.
Tablero de
Instrumentos
FIG.
FIG.5.3
5.3(j)(j)
(jValores
) Valoresenen
ft-Cd
ft-Cd(pies-candela)
candela)del
(pies-candela)
(pies- del
nivel
nivelde
deiluminación
iluminaciónen en
varios puntos de la
varios p
puntos
untos de la
Estructura
Estructurade de
de
Intercambiadores
Intercambiadores.
Intercambiadores.
Tablero de
Instrumentos
FIG. 5.3
FIG. 5.3 (k)
(k) Valores
(k) Valoresenen
lx (luxes) del nivel de
lx ( luxes
luxes)) del nivel de
iluminaciónen
iluminación envarios
varios
puntos
puntos de la Estructura de
de la Estructura de
Intercambiadores.
Intercambiadores.
Tablero de
Instrumentos
Una vez que se ha determinado el número total de luminarias, así como su ubicación
dentro del área de trabajo el siguiente paso es realizar una representación grafica de
estos cálculos, lo que comúnmente se conoce como “planos”’; así como vimos que para
cada cliente se pueden aplicar diferentes normas de referencia, lo mismo sucede en la
representación grafica de los resultados, cada cliente tiene una forma de representar los
diferentes sistemas eléctricos en los planos, partiendo del borde hasta el tipo y tamaño de
la letra, en algunos casos el cliente no posee alguna normatividad a este respecto por lo
que será nuestra completa responsabilidad el realizarlo en forma adecuada.
Notas generales.
Simbología.
Cedulas de cableado.
Diagramas de alambrado.
Nomenclatura.
Una vez explicado y enlistado los requerimientos necesarios para elaborar un plano
de alumbrado, procederemos con el desarrollo del plano resultante de los cálculos
de nuestro ejemplo del Capitulo V.
Primeramente mostraremos los detalles de instalación utilizados en el plano, como
se podrá observar, los detalles muestran claramente la forma de instalación así
como una descripción detallada de los materiales utilizados.
Fig. 6.1 (l) Plano de alumbrado, área de intercambiadores de calor nivel 0.00
CONCLUSIONES
Se abordaron algunos temas que pudieran parecer ajenos al tópico principal de este
trabajo, sin embargo, todo esta relacionado entre si, ya que para poder entender algunos
conceptos es necesario partir de conocimientos básicos, la finalidad de este trabajo es
proporcionar esos elementos para un mejor entendimiento y por consiguiente
proporcionar una referencia completa.
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
1. Juan Cordero Ruiz, (2000). La luz y el ojo del pintor: Naturaleza de la luz.
2. Mark S. Rea, (1993). Lighting Handbook Reference & Application: The Science
of Lighting.
3. Mark S. Rea, (1993). Lighting Handbook Reference & Application: Light and
Optics.
9. O’Donell Beatriz M., Sandoval José D., Plaukste Fernando. (año). Manual de
Iluminación Eficiente: Capitulo 4 Fuentes Luminosas.
10. Beatriz M., Sandoval José D., Plaukste Fernando. (año). Manual de Iluminación
Eficiente: Capitulo 4 Fuentes Luminosas. 14. Criterios de selección de lámparas.
12. Ing. Mario Raitelli. (año). Manual de Iluminación Eficiente: Capitulo 8 Diseño de
la iluminación de interiores. El concepto de la iluminación eficiente.
13. Secretaría del Trabajo y Previsión Social, (1999). NORMA Oficial Mexicana
NOM-025-STPS-1999, Condiciones de iluminación en los centros de trabajo.
14. COOPER Crouse-Hinds, (2008). 2008 Code Digest, Article 500-516 of the
National Electrical Code® with product recommendations for use in hazardous
(classified) areas.
17. NFPA 70 (National Fire Protection Association) (2008 Edition). NEC: ARTICLE
506, Zone 20, 21, and 22 Locations for Combustible Dusts or Ignitible
Fibers/Flyings.
20. Secretaría del Trabajo y Previsión Social, (1999). NORMA Oficial Mexicana
NOM-025-STPS-1999, Condiciones de iluminación en los centros de trabajo.
Capitulo 7 Niveles de Iluminación.
GLOSARIO
Área no peligrosa. Área donde no se prevé que exista una atmósfera gaseosa
explosiva, en cantidades tales como para requerir precauciones especiales para la
construcción, la instalación y el uso de los materiales eléctricos.
Área peligrosa. Área donde está presente una atmósfera gaseosa explosiva, o se puede
esperar que esté presente en cantidades tales como para requerir precauciones
especiales en la construcción, la instalación y el uso de los materiales eléctricos.
Dispositivo de drenaje. Dispositivo que permite a los líquidos fluir fuera de una envoltura
y que mantiene la integridad del modo de protección.
Dispositivo de sujeción. Elemento de una entrada de cable que impide que una tracción
o una torsión ejercida sobre el cable se pueda transmitir hacia las conexiones.
Entrada de cable Ex. Entrada de cable ensayada individualmente a las envolturas de los
materiales pero certificada como un material que se puede fijar a la envoltura del material
durante la instalación.
Escape de grado primario. Escape que se puede esperar que ocurra periódicamente u
ocasionalmente durante la operación normal.
Gas o vapor inflamable. Gas o vapor, que cuando se lo mezcla con aire en ciertas
proporciones, formará una atmósfera gaseosa explosiva.
Junta de estanquidad. Junta que se utiliza en las entradas de cable o conducto para
asegurar la estanquidad entre la entrada y el cable o el conducto
Lambert, L una unidad lambertiana de luminancia es igual a 1/π (0.3183) cd/cm2. Este
término es obsoleto y casi no está en uso.
Límite inferior de explosividad (LIE) o (LEL, por sus siglas en ingles). Concentración
de gas o de vapor inflamable en el aire, debajo de la cual la atmósfera gaseosa no es
explosiva.
Longitud de onda, es la distancia entre dos puntos sucesivos de una onda periódica, en
la dirección de propagación, en la cual la oscilación tiene la misma fase. Las 3 unidades
más usadas son las siguientes:
Metámeros, luces del mismo color pero de diferente distribución de energía espectral.
Mezcla explosiva de ensayo. Mezcla explosiva especificada, utilizada para los ensayos
de materiales eléctricos para atmósferas gaseosas explosivas.
Pasamuros Dispositivo aislante por el que pasan uno o más conductores a través de una
pared interior o exterior de una envoltura.
Presión del vapor. Presión ejercida cuando un sólido o un líquido esta en equilibrio con
su propio vapor. Es función de la sustancia y de la temperatura.
Prensacable. Dispositivo que permite introducir uno o más cables eléctricos y/o cables
de fibra óptica dentro de un material eléctrico de manera de mantener el modo de
protección establecido.
Ventilación. Movimiento del aire y su reemplazo por aire fresco originado por el viento,
los gradientes de temperatura o mediante medios artificiales (por ejemplo: ventiladores o
extractores).
ÍNDICE DE TABLAS
CAPÍTULO I:
Tabla 1.6 (1) Constante de zona para el cálculo del flujo luminoso. 21
CAPÍTULO II:
Tabla 2.1 (3) Vida nominal y depreciación luminosa para distintos tipos 40
de lámparas.
CAPÍTULO III:
CAPÍTULO IV:
Tabla 4.3 (1) Distribución de las fuentes de ignición que origina incendios 109
en la industria química y petroquímica.
Tabla 4.4.3 (2) Cuadro comparativo normas NEC respecto CENELEC-IEC. 126
Tabla 4.6 (3) Grado de protección proporcionado por las envolventes 141
de los materiales eléctricos contra los impactos mecánicos
externos según la norma IEC 62262.
Tabla 4.6 (4) Comparación entre grados de protección según NEMA e IEC. 141
Tabla 4.8 (1) Letras de código de temperatura, para aparecer en equipo 149
para uso en lugares peligrosos.
Tabla 4.10 (2) Niveles mínimos de iluminación para trabajos de eficiencia 166
visual, de acuerdo con la NRF-181-PEMEX-2007.
Tabla 4.10 (3) Niveles de iluminación para plantas industriales petroleras, 167
químicas, petroquímicas y refinerías, de acuerdo con la
NRF-048-PEMEX-2007.
CAPÍTULO V:
Tabla 5.3 (2) Factores de depreciación del flujo luminoso de las lámparas. 187
ÍNDICE DE FIGURAS
CAPÍTULO I:
CAPÍTULO II:
Figura 2.1 (c) Descarga eléctrica a través de un tubo lleno de gas ionizado. 32
Figura 2.4 (b) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de mercurio. 60
Figura 2.6 (c) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de sodio 70
de baja presión.
Figura 2.6 (e) Circuito fundamental para una lámpara de vapor de sodio 73
de alta presión.
CAPÍTULO III:
CAPÍTULO IV:
Figura 4.1 (a) En las áreas clasificadas como peligrosas la posibilidad de 104
una explosión o incendio está siempre presente, debido
a la presencia de agentes combustibles.
Figura 4.4.1 (a) Una planta petroquímica puede ser Clase I, División 2, 116
Grupo A.
Figura 4.4.1 (b) Una planta carbonífera puede ser Clase II, División 2, 117
Grupo F.
Figura 4.5.1 (b) Ejemplo de envolventes Clase I. En todos los casos la 129
temperatura superficial de los equipos debe estar por
debajo de la temperatura de ignición de los vapores o
gases presentes.
Figura 4.6 (a) Las luminarias para áreas clasificadas como peligrosas 142
están diseñadas para evitar la transmisión de chispas o
flamas hacia el exterior.
Figura 4.6 (b) Diferentes tipos de luminarias para áreas clasificadas. 143
Figura 4.9.3 (a) Áreas peligrosas en locales mal ventilados en donde se 160
manejan productos más pesados que el aire.
Figura 4.9.3 (b) Áreas peligrosas en locales mal ventilados en donde se 160
manejan productos más ligeros que el aire.
Figura 4.9.4 (a) Instalación de luminarias tipo colgante en áreas Clase I, 162
División 1.
CAPÍTULO V:
Figura 5.1 (b) Vista de planta del área a iluminar (Área de 177
intercambiadores).
Figura 5.3 (j) Valores en ft-Cd (pies-candela) del nivel de iluminación 196
en varios puntos de la Estructura de Intercambiadores.
Figura 5.3 (k) Valores en lx (luxes) del nivel de iluminación en varios 197
puntos de la Estructura de Intercambiadores.
Figura 5.5.1 (b) Resultados del cálculo del nivel de iluminación. 204
Figura 5.5.2 (b) Resultados del cálculo del nivel de iluminación. 206
CAPÍTULO VI:
Figura 6.1 (a) Detalle de montaje de una caja de conexiones WJB. 209
Figura 6.1 (d) Luminaria montaje colgante, Clase I Div. 2, Grupos B, C y D. 212
Figura 6.1 (e) Luminaria montaje en pared o techo, en columna a prueba 213
de fuego, Clase I Div. 1 o 2, Grupos B, C y D.