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Abstract
Resumen
Uno de los requisitos fundamentales para lograr un manejo sustentable de la vida silvestre es
contar con la información y las bases técnicas y científicas adecuadas relacionadas con el manejo
de poblaciones, especies y sus hábitats. Los talleres tuvieron como propósito reunir a destacados
investigadores y técnicos, especialistas en diversas especies o grupos de especies de aves y
mamíferos silvestres, para analizar las bases ecológicas del monitoreo y del cálculo de la cosecha
sustentable, y para proponer métodos actualizados para efectuar ambas actividades, a efecto de
contribuir al logro de un aprovechamiento sustentable de la vida silvestre. Este proyecto abordó
dos grandes grupos en particular, las aves y mamíferos silvestres, atendiendo a que la demanda
de aprovechamiento de éstos en México es notable, por lo que la exigencia en materia de
actualización es igualmente importante. La construcción de lineamientos técnicos que puedan
tener aplicación práctica en la conservación y el uso sustentable de especies de estos grupos es
una prioridad para el país.
Citation: Álvarez-Romero, J. G., Martínez, A., López González, C., Villalobos, J., Servin, J., Méndez,
M., De la Rosa, N., Núñez, R. 2006. Conservación y uso sustentable mamíferos silvestres en
Unidades de Conservación y Manejo de Vida Silvestre (UMA) en México: Carnívoros. In: Ó.
Sánchez (ed.) Talleres sobre conservación y uso sustentable de aves y mamíferos silvestres, en
relación con las Unidades de Conservación y Manejo de Vida Silvestre (UMA) en México.
Dirección de Vida Silvestre, Instituto Nacional de Ecología, SEMARNAP, México, DF, México, pp.
286-370. doi:doi.org/10.13140/RG.2.1.1862.6004
TALLERES SOBRE CONSERVACIÓN Y
USO SUSTENTABLE DE AVES Y MAMÍFEROS SILVESTRES,
EN RELACIÓN CON LAS UNIDADES DE CONSERVACIÓN Y
MANEJO DE VIDA SILVESTRE (UMA) EN MÉXICO
México, D. F.
Óscar Sánchez
(concepto y conducción de los talleres)
________________________________________________
2
PRESENTACIÓN
Uno de los requisitos fundamentales para lograr un manejo sustentable de la vida silvestre
es contar con la información y las bases técnicas y científicas adecuadas relacionadas
con el manejo de poblaciones, especies y sus hábitat.
A pesar de incontables esfuerzos, hoy por hoy esta información todavía es insuficiente, no
sólo en México sino en el mundo entero; sin embargo mucha de ella se encuentra
dispersa en artículos y libros que no se encuentran directamente vinculados al tema de
manejo, conservación y aprovechamiento sustentable. Pero, afortunadamente,
investigadores y técnicos tienen acceso a ella gracias a su interés y compromiso con la
conservación de la vida silvestre, y tienen la invaluable oportunidad de transmitirla a otros
sectores.
Es por esto que la Semarnat, a través de la Dirección General de Vida Silvestre y el
Instituto Nacional de Ecología, en colaboración con Unidos para la Conservación, A. C.,
se dieron a la tarea de desarrollar el presente proyecto, que tuvo como propósito reunir a
destacados investigadores y técnicos, especialistas en diversas especies o grupos de
especies de aves y mamíferos silvestres, para analizar las bases ecológicas del monitoreo
y del cálculo de la cosecha sustentable, y para proponer métodos actualizados para
efectuar ambas actividades, a efecto de contribuir al logro de un aprovechamiento
sustentable de la vida silvestre.
Este proyecto abordó dos grandes grupos en particular, las aves y mamíferos silvestres,
atendiendo a que la demanda de aprovechamiento de éstos en México es notable, por lo
que la exigencia en materia de actualización es igualmente importante. La construcción de
lineamientos técnicos que puedan tener aplicación práctica en la conservación y el uso
sustentable de especies de estos grupos es una prioridad para el país.
Los resultados de esta primera reunión han sido alentadores, aun cuando los propios
participantes han coincidido en que aún existe amplia oportunidad para la futura afinación
de métodos y técnicas. En cualquier caso, la labor conjunta desarrollada en estos Talleres
marca claramente un derrotero de trabajo que es indispensable continuar. Este avance no
habría sido posible sin la participación de los especialistas mexicanos y extranjeros
quienes, de manera comprometida y desinteresada participaron en este esfuerzo, a ratos
agotador, a ratos difícil, especialmente durante la discusión de ideas, el planteamiento de
hipótesis de trabajo y de propuestas concretas sobre los temas de monitoreo, análisis,
determinación y manejo de la cosecha sustentable de especies de mamíferos y aves en
vida silvestre.
A todos quienes tomaron parte en este colectivo, les agradecemos la paciencia, interés y
tiempo dedicados a esta amplia e intensa reflexión sobre fauna silvestre de México.
Sabemos que la consolidación de este empeño no ha terminado con la clausura de estas
reuniones, sino que conlleva una extensa agenda para el futuro, tanto en la investigación
científica como en el desarrollo y evaluación de aplicaciones prácticas de los resultados
de ésta.
Esperamos que los documentos producidos por las distintas mesas de expertos en este
evento signifiquen pasos relevantes, en el camino hacia lograr mejores herramientas para
la conservación y la utilización sustentable de los recursos naturales, en especial de la
vida silvestre de México.
Óscar Sánchez
Zoólogo independiente
En las últimas tres décadas, el acercamiento entre los resultados del trabajo de
investigación biológica y la toma de decisiones de manejo de vida silvestre se ha
ponderado como una necesidad esencial. La relación funcional entre ambas vertientes de
trabajo debe ser, claramente, de realimentación mutua entre los descubrimientos
científicos y los problemas prácticos que plantea la gestión para la conservación de la vida
silvestre.
Por otra parte el marco de referencia administrativo actual, para el uso sustentable de
especies silvestres en México, está basado en el concepto de Unidades de Manejo para
la Conservación de Vida Silvestre (UMA). Uno de los fundamentos básicos de ese marco
es que los predios registrados como UMA deben promover la conservación de la biota
local nativa, manteniendo efectivamente la riqueza natural de las comunidades silvestres,
así como los patrones locales y regionales de abundancia y renovación de las especies,
factores todos que contribuyen al funcionamiento de los ecosistemas presentes.
Sólo por poner un ejemplo genérico, las actividades de conservación en una UMA
determinada pueden resultar inútiles si no se hallan enmarcadas en –y son congruentes
con– estrategias de conservación que dependen de una visión hacia áreas mayores,
según las escalas geográficas que requieren distintas especies. Difícilmente las
4
actividades de conservación en una sola UMA podrán cambiar las amenazas que pesan
sobre las poblaciones de una especie dada, pero si esas actividades son congruentes y
sinérgicas con las de otras UMA vecinas, hasta alcanzar una escala geográfica adecuada
para la conservación del taxón, el resultado será trascendente. Este es un aspecto de
especial interés en el caso de las especies migratorias, pero también es importante para
aquellas residentes de distribución moderada o amplia en el país. Cuanto más importante
resulta para otras especies de distribución muy restringida y quizá amenazadas, las
cuales, a pesar de su exigua extensión geográfica, difícilmente se hallan limitadas a una
sola UMA.
Si se espera que las UMA cumplan de manera cabal con los propósitos con que se
concibieron originalmente (e. g. canalizar el interés de los tenedores de predios silvestres
hacia su incorporación coherente en los programas de conservación necesarios a escala
nacional), será necesario avanzar a mayor profundidad en lo explicado arriba.
Las ideas antes expuestas fueron la base para el diseño y desarrollo de los Talleres
efectuados bajo los auspicios del Instituto Nacional de Ecología, de la Dirección General
de Vida Silvestre -Semarnat y de Unidos para la Conservación, A. C. Para analizar estos
temas con la profundidad requerida, con conocimiento científico y técnico de primera
mano y para proveer una oportunidad de buscar consensos esenciales, se convocó a
expertos, provenientes de instituciones académicas y de ONG con experiencia en la
conservación de especies silvestres de mayor uso en México, así como a técnicos de
5
dependencias de gobierno nacionales y de los Estados Unidos de América, vinculadas a
través de proyectos binacionales de conservación de vida silvestre.
Previamente a cada Taller, se envió a cada participante una serie de documentos guía
para orientar la preparación previa de sus ideas y sugerencias, mismas que serían objeto
de análisis y debate durante el evento. Las guías provistas a los participantes hicieron
énfasis en atender tres rubros básicos de información respecto a la especie o grupo de
especies:
Los trabajos de cada Mesa en el Taller respectivo fueron conducidos por uno o dos
Moderadores quienes, con conocimiento previo de los mismos documentos de referencia
que los participantes, se responsabilizaron de que las Mesas a su cargo abordaran los
temas señalados, apegándose a los términos de referencia y formato ya mencionados.
Cada Mesa trabajó bajo esas condiciones, manteniendo claro en todo momento que
habría de preparar un documento final siguiendo el formato estándar, hasta donde la
información y peculiaridades de cada tema lo permitieran. Al final de los trabajos, cada
Mesa presentó en la sesión plenaria final de su respectivo Taller, un resumen de los
principales resultados alcanzados durante sus sesiones.
Por lo que toca al producto de cada Mesa –es decir, el documento de lineamientos
técnicos emitido por cada una de ellas– a continuación se resume la estructura a la cual
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la coordinación de los Talleres solicitó a los participantes apegarse:
I. Una breve sección de introducción al tema de cada Mesa, de modo que ofreciera un
panorama suficiente de los expertos que concurrieron, de las especies tratadas y de las
principales características biológicas de éstas.
• Nombre de la Mesa.
• Lista de los participantes y sus adscripciones laborales.
• Breve descripción de cada una de las especies (o grupos de especies) que fueron
tema de análisis en la Mesa.
• Lista y breve descripción de los rasgos más relevantes de la historia natural de las
especies (o grupos de especies), en relación con su conservación y uso
sustentable.
II. Asimismo se solicitó a los participantes que, una vez cubierta la fase de descripciones
de las especies particulares (o grupos de especies) tratados en la Mesa, se abordaran
específicamente los siguientes aspectos:
• IV. Bibliografía.
• Referencias bibliográficas esenciales para los temas de las Partes A, B y C;
incluyendo todas aquéllas que hubieran sido citadas en el texto de cada
Parte.
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• Referencias adicionales, si las hubiera, sobre aspectos colaterales pero que
se consideren importantes para el manejo biológicamente aceptable del
grupo de especies y su hábitat.
Tomando como base el formato explicado arriba, los participantes de las Mesas
produjeron sus respectivos documentos de resultados. Algunas Mesas lograron cumplir
cabalmente las expectativas de los Talleres mientras que otras, quizá por el estado actual
del conocimiento mismo o por lo polémico de los enfoques prácticos hacia la
conservación, no lograron asentar conclusiones de consenso. Por esta razón, los
documentos de las Mesas aparecen con distintos grados de desarrollo, de profundidad y
de contundencia de resultados. Asimismo, aun cuando los documentos producidos por
cada Mesa recibieron comentarios editoriales de la coordinación, a fin de mejorar la
exposición de los resultados obtenidos, las adecuaciones que los participantes en cada
Mesa alcanzaron a hacer a sus documentos, a la fecha del cierre, fueron de diferentes
niveles; por esto quizá no se apreciará gran homogeneidad entre documentos.
Finalmente, se sugirió a las distintas Mesas que, en un ejercicio autocrítico, analizaran el
grado de avance al que llegaron y que identificaran las principales necesidades para
continuar el trabajo en el futuro.
Por todo lo antes explicado, este documento no debe considerarse como una guía
definitiva para la conservación de las especies tratadas y de sus hábitat, sino como un
compendio que refleja fielmente el estado del arte en México, a las fechas de realización
de los Talleres y para el tema que trató cada Mesa de especialistas. Sin embargo, nada
de lo anterior constituye demérito de las contribuciones hechas por los participantes en los
Talleres, puesto que los documentos recibidos de las Mesas constituyen un referente que
será de utilidad para futuras aproximaciones a cada uno de los temas, considerando que
en esta primera etapa se condensó la experiencia profesional de los especialistas que los
analizaron. Las versiones más avanzadas de los documentos de Mesa, como se
recibieron en la coordinación de los Talleres, son la base de la compilación de resultados
que el lector tiene en sus manos.
9
RESULTADOS
En esta sección se presentan los documentos producidos por las Mesas de trabajo de
ambos Talleres. En algunas Mesas se produjo un documento único, de consenso,
mientras que en otras se produjo un documento básico que expone los puntos debatidos y
los aún debatibles. En algunas de las Mesas que no alcanzaron un acuerdo general,
algunos de sus participantes hicieron llegar generosamente, a título personal y con
posterioridad a los Talleres, otros documentos de análisis mismos que, por su valor
intrínseco, la coordinación consideró importante incluir en esta compilación. Los
documentos de las distintas Mesas permitirán al lector valorar semejanzas y diferencias
entre las distintas especies y las recomendaciones hechas, así como percibir las
fortalezas y las debilidades del conocimiento actual, respecto a cada especie y hábitat,
tales como se identificaron durante el desarrollo de los Talleres. Claramente, las opiniones
expresadas en los documentos colectivos de las Mesas son responsabilidad de los
participantes en cada una de ellas, en tanto que los autores de los documentos
adicionales asumen la de éstos últimos.
Como antes se apuntó, esta compilación puede describirse como una instantánea del
estado de cosas actual en cuanto al conocimiento de estas especies y de sus hábitat en
México; y también, del estado real que guarda la traducción del conocimiento científico a
aplicaciones prácticas para la conservación de esos ecosistemas y especies. Además de
que varios secores técnicos de gobierno requieren mejores herramientas para el manejo
de la vida silvestre, una parte muy considerable de la responsabilidad del manejo
responsable de la vida silvestre es clara, por lo cual todo esfuerzo futuro para poner a su
alcance mejores herramientas de conservación estará plenamente justificado.
10
I. TALLER SOBRE CONSERVACIÓN Y
USO SUSTENTABLE DE AVES SILVESTRES EN UMA
Fecha del Taller: 24 al 26 de julio de 2006
Es de todos conocido que el aprovechamiento de las aves en México tiene una gran
tradición y se remonta a tiempos prehispánicos. Los usos de ejemplares partes y
derivados forman parte de nuestra cultura y tienen diferentes manifestaciones que van
desde los vestidos y penachos de plumas con fines ceremoniales, ornamentales o
rituales, hasta el aprovechamiento de ejemplares con fines de alimentación, educación,
recreación o más típicamente con fines de ornato. Es tal vez éste último el más extendido
actualmente en México, donde es común en los hogares contar como mascotas con
jilgueros, calandrias, ruiseñores, cardenales y un largo etcétera pues la diversidad de
aves canoras y de ornato en México es muy grande. Por otro lado, varias especies
poseen interés cinegético, es el caso de las aves acuáticas, patos, gansos y cercetas así
como otras especies como el guajolote silvestre, palomas, codornices y el pavo ocelado.
Es además conocido que se aprovechan las aves rapaces, halcones principalmente, en
actividades de cetrería.
En virtud de lo anterior fue que la Dirección General de Vida Silvestre impulsó este taller
en el que se reunieron académicos y expertos en los distintos grupos de aves sujetas a
aprovechamiento, para discutir las escalas y técnicas apropiadas de monitoreo de cada
grupo, así como los modelos o condiciones de cosecha sustentable de los mismos,
acordes con las características biológicas de los distintos grupos o especies en particular,
como su carácter migratorio, ciclo de vida, variaciones de tipo estacional en el
comportamiento, estructura social y rasgos demográficos básicos, mucho de éstos aún sin
información científica sólida, tales como tasa de sobrevivencia, de mortalidad, de
reproducción, etcétera.
Caso especial fue el de las aves canoras y de ornato, esto en razón de la gran diversidad
de especies sujetas a este aprovechamiento y a que el grupo de los psitácidos (pericos y
loros), de los cuales la mayoría se encuentra en condición de riesgo, posee
características particulares que requirieron la integración de mesas específicas para su
discusión. Por otro lado, este gran grupo de aves está sujeto a un intenso
aprovechamiento tradicional, calificado como de subsistencia, que aunque disperso,
resulta en un fuerte impacto sobre algunas poblaciones y especies silvestres.
11
En este sentido, la Ley General de Vida Silvestre reconoce dos tipos de aprovechamiento,
el que se realiza en Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) y
el que se realiza bajo condiciones de subsistencia, siempre y cuando éste último sea con
el fin de satisfacer las necesidades básicas de los pobladores de una localidad, por lo que
se busca que el aprovechamiento esté de acuerdo con la mejor información disponible de
las especies de interés, buscando promover y generar alternativas de uso y conservación
dentro de una UMA.
Dentro de las UMA la situación del aprovechamiento de aves es muy distinta; desde hace
algunos años se ha buscado establecer los mejores criterios para su muestreo y
seguimiento, así como para la elaboración de modelos de cosecha a partir de los cuales
se pueda contar con mejores elementos para evitar el aprovechamiento de sus
poblaciones, considerando valores de incertidumbre, y las características biológicas y
ecológicas de las especies, intención que dio lugar a este taller.
El manejo regional también ocurre con las palomas, huilota y ala blanca principalmente,
especies cuya distribución y comportamiento requiere de un esfuerzo coordinado de
manejo y monitoreo, mismo que se lleva con éxito con diferentes actores en México y con
los Estados Unidos, obteniendo información clave de los sitios de anidación, rutas
migratorias e índices de abundancia, lo que permite estimar bolsas de cosecha
sustentables.
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una escala que sobrepasa los límites locales de las UMA.
Un punto clave que ha sido poco abordado en nuestro país ha sido el desarrollo de
modelos de cosecha que permitan un uso sustentable de la vida silvestre, en este sentido
se ha trabajado con modelos que originalmente fueron desarrollados para otras especies
cercanas, desafortunadamente en la actualización de éstos se ha contado con poca
participación de los actores que mejor conocen a las especies. Las aportaciones recientes
a los modelos de aprovechamiento proporcionan un punto de partida para realizar un
ajuste acorde con las especies, su biología y ecología, incorporando la experiencia de
actores reconocidos en la conservación y conocimiento de las especies mexicanas.
Finalmente la gran diversidad de aves que tenemos en México permite que éstas se
conviertan en un recurso de gran relevancia en el país, las formas para su
aprovechamiento son muy variadas, y que van desde capturadores de subsistencia que
realizan sus capturas sobre pocas especies, de características ornamentales muy
particulares, hasta el aprovechamiento cinegético que representan trofeos a nivel
internacional, como es el caso del pavo ocelado o el guajolote silvestre. Este gran
potencial requiere que sea apreciado por los diferentes sectores involucrados, por lo que
consideramos que la reunión en este taller de especialistas en su estudio, conservación y
manejo, podrá ser el uno de los eslabones clave que permitirá determinar las mejores
alternativas de uso y aprovechamiento y alcanzar su conservación a través de su manejo,
seguimiento y aprovechamiento sustentable.
13
AVES PSITÁCIDAS
Katherine Renton, Eduardo Íñigo Elías, Juan Cornejo, Lizardo Cruz Romo.
Introducción
14
Las crías de los psitácidos son altricias (no pueden valerse por sí mismas al
nacimiento), por lo cual requieren de alta inversión de los padres en cuidados
parentales, los cuales comúnmente ocurren en cavidades de troncos secos,
termiteros o cavidades en rocas. La disponibilidad de esas cavidades resulta un
factor limitante, dado que es un aspecto crucial en la biología reproductiva de
esta familia de aves. Los psitácidos se distribuyen principalmente en regiones
tropicales aunque, en México, dos especies son exclusivas de bosques de pino
en la Sierra Madre Occidental y Oriental (Ceballos y Eccardi, 1996), y en estas
regiones se alimentan principalmente de semillas y frutos (Howell y Webb,
2001).
15
• Por un lado, es necesario incrementar el conocimiento regional de cada
especie y subespecie, incluyendo el estado de conservación del hábitat,
las densidades, y nivel de riesgo que enfrenta en esa región.
• Por el otro, al nivel local, resulta esencial reconocer la densidad y los
niveles de productividad particulares de la localidad.
16
muestreo podrán observarse las parejas que intenten reproducirse la siguiente
temporada y, con esto, obtenerse información sobre la demografía de la
población.
Adicionalmente deberán registrarse datos relevantes del sitio, tales como las
condiciones meteorológicas en el momento del muestreo, el tipo de hábitat, la
17
hora de detección, la especie de ave, el número de individuos, el modo de
detección (observación directa o canto), actividades como perchado, escape por
influencia del observador o simple vuelo sobre el área. La distancia del
observador al ave debe registrarse con la mayor exactitud posible. Si es posible,
deben agregarse observaciones adicionales como la dirección del vuelo o la
dirección hacia la cual se detectó el ave o la parvada.
18
individuos que vuelan en una sola dirección (ejemplo, volando con rumbo al
dormidero). Es muy importante aclarar que el uso de este método no exime al
operador de que siga realizando el monitoreo de distancias de detección de
individuos respecto a transectos, el cual permitirá conocer mejor la densidad
relativa y, eventualmente, el tamaño mínimo de la población que frecuenta el
área. También resulta importante señalar que este método no debe ser utilizado
de manera única para estimar abundancias de las poblaciones de psitácidos,
debido a que puede sobreestimar la población, principalmente cuando el sitio de
muestreo se localiza en las proximidades de áreas naturales protegidas. Por lo
tanto, el resultado de este tipo de conteos debe compararse con monitoreos de
puntos fijos, tal como se señala en el presente documento.
19
características de las cavidades naturales utilizadas, tales como altura
desde el suelo, orientación, dimensiones de entrada, forma y
profundidad, entre otras.
c) Tamaño de la nidada (número total de huevos puestos por nido, para
calcular el promedio de huevos por nido con datos de varios años,
comparando entre distintas regiones).
d) Éxito de anidación: proporción de nidos exitosos (nidos de los cuales
por lo menos logra emprender el vuelo un pollo).
e) Productividad: número de volantones por nido exitoso, y número de
volantones por pareja.
Los datos anteriores permitirán tener una estimación razonable del número de
pollos que nacen y el número que mueren. Este tipo de monitoreo deberá
realizarse durante la temporada de cosecha y, en particular, en los nidos que se
pretenda cosechar; esto para evitar afectar los nidos que no vayan a ser
utilizados para cosecha durante cada temporada. Para la colecta de datos
durante el monitoreo de nidos, es recomendable utilizar el formato
correspondiente del Anexo I.
20
Los signos de alerta temprana, que pueden permitir reconocer tendencias de
deterioro para una población de aves psitácidas incluyen los siguientes:
Los componentes más importantes del hábitat para las especies de psitácidos
son el área de hábitat que requieren los individuos de la especie para sus
actividades cotidianas (también conocida como ámbito hogareño); el hábitat para
la anidación, es decir, especies y tamaños de los árboles utilizados; el hábitat
para alimentación o sitios de forrajeo; y áreas de descanso. Asimismo es
importante considerar que ciertas especies presentan mayor flexibilidad para
utilizar áreas con mayor grado de perturbación o incluso extensiones dedicadas
a la agricultura; sin embargo otras son mucho más estrictas respecto a la calidad
original de su hábitat. En cuanto al ámbito hogareño, se dispone de información
limitada a aquellas pocas especies con las que se ha trabajado este tema.
Dentro de una UMA deben identificarse las superficies ocupadas por los tipos de
hábitat presentes, forestal, primario conservado, hábitat secundario en
regeneración, áreas deforestadas y campos agrícolas así como, con un enfoque
complementario, los tipos de vegetación y sus características, al igual que los
procesos y tendencias en cambio de vegetación y uso de suelo.
Los datos que los responsables técnicos deben proporcionar respecto al hábitat
para una UMA, dentro del respectivo Plan de Manejo, son los siguientes:
21
• Muestrear parcelas puntuales en cada tipo de vegetación para medir,
hacia los 4 puntos cardinales y con una brújula, la distancia al árbol más
cercano, midiendo asimismo el diámetro y la altura, e identificando la
especie de árbol más cercano (Marsden y Pilgrim, 2003);
• Deberán registrarse los cambios en el uso de suelo, o los cambios en la
vegetación por impacto de huracanes o fuego, entre otras causas;
• Es necesario poner en contexto regional el tipo de hábitat que existe en
cada UMA, con base en la información disponible en INEGI o en los
inventarios forestales realizados hasta el momento (SEMARNAT-INE-
Instituto de Geografía UNAM). De esta manera se podrá integrar un
índice de tendencia general del tipo de hábitat en la región, y
compararlo con aquellos que se observen para el país.
Las UMA que pretendan realizar el manejo de psitácidos con fines extractivos
comerciales deberán contar con el hábitat natural necesario para sostener
poblaciones reproductivas estables, por lo cual es indispensable contar con la
evaluación de nidos en el área, identificando los nidos activos (y los sitios de
anidación potenciales, aunque no se encuentren activos durante el período en
que fueron revisados).
Se identificaron como signos de alerta temprana para el deterioro del hábitat los
siguientes aspectos:
22
• Pronósticos climatológicos adversos para la región, por ejemplo,
incremento en la intensidad y frecuencia de huracanes que ocasiona la
deforestación del hábitat; la pérdida de recursos alimenticios por
destrucción de follaje, flores y frutos y, por consiguiente, el incremento en
la intensidad de los incendios en la temporada de sequías posterior a la
temporada de huracanes (fenómeno común en los últimos 10 años en los
estados de la Península de Yucatán y de la vertiente del Pacifico de
Chiapas).
• Incremento en la tala, legal o ilegal, de árboles importantes para
alimentación o anidación de las especies.
23
Tabla 1. Parámetros productivos en vida libre de psitaciformes mexicanos y géneros compartidos en otros
países.
Especie y Producción
No. de Éxito de volantones
categoría en Población éxito de éxito de de
huevos nidos (al por pareja
la NOM-059- reproduc- eclosio- volanto- volantones Fuente
por menos 1 reproducti-
SEMARNAT- tiva % nes nes por nido
nido pollo) va
2001 exitoso
Amazona 3.77 0.82 Gracida, 1998
Amazona Masello &
autumnalis 2.7 0.72 0.56 0.48 0.9 Quillfeldt, 2002
Amazona Renton &
finschi (A) 15-20 2.6 0.74 0.57 0.42 2.27 0.99 Salinas, 2004.
Amazona Masello &
Especies
oratrix (P) 2.6 0.94 0.33 0.22 0.3 Quillfeldt, 2002
mexi-
canas Amazona Masello &
viridigenalis 3.4 0.84 0.47 0.48 1.4 Quillfeldt, 2002
Aratinga Masello &
strenua (A) 2.8 0.91 0.5 0.5 1.3 Quillfeldt, 2002
Rhynchopsitta
pachyrhyncha Masello &
(P) 2.7 0.81 0.78 0.82 1.7 Quillfeldt, 2002
Especies Forpus Masello &
no mexi- passerinus 7 0.81 0.83 0.64 4.7 Quillfeldt, 2002
canas Brotogeris Masello &
versicolorus 5.4 0.41 0.5 Quillfeldt, 2002
Amazona Masello &
leucocephala 3.5 0.56 0.54 0.8 Quillfeldt, 2002
Amazona Masello &
vittata 3 0.84 0.49 0.69 1.5 Quillfeldt, 2002
24
Sanz &
Amazona Rodriguez,
barbadensis 3.38 0.51 0.41 1.27 2006
Banchs &
Amazona Moschione,
aestiva 50 3.67 0.89 0.62 2.87 1.77 1995
Banchs &
Amazona Moschione,
barbadensis 3.42 0.76 1.48 1995
Banchs &
Amazona Moschione,
vittata 3 0.77 2.17 1.3 1995
Nota. Las especies mexicanas que no cuentan con información y Ara militaris y A. macao, fueron omitidas de la tabla.
25
Parte C. Conservación de la(s) especie(s) y gestión de la cosecha
sustentable en UMA.
26
áreas de vegetación secundaria que cuenten con poco tiempo de descanso. La
densidad de ejemplares generada en los muestreos y calculada por medio del
programa de cómputo Distance será extrapolable sólo a aquellas superficies
correspondientes a la vegetación primaria.
27
Los valores seleccionados para la estimación de la productividad son los
siguientes:
Donde,
Ne = Proporción estimada de la población reproductiva.
C = 0.5 Es una constante, asumiendo que exista una proporción
macho:hembra de 1:1.
Sn = Tasa de nidos exitosos, expresada como fracción.
P = Producción de volantones por nidos exitosos, expresada como el
promedio de volantones producidos por nido exitoso.
Sv = Tasa de sobrevivencia de volantones en el primer año, expresada
como fracción.
rmáx = Total de volantones producidos en una población.
Se utilizaron los valores obtenidos del límite inferior del intervalo de confianza de
la información demográfica disponible para las especies señaladas en la Tabla 1
(Munn, 1992; Enkerlin-Hoeflich, 1995; Renton, 1998; Masello y Quillfeldt, 2002;
Renton y Salinas-Melgoza, 2004; Salinas-Melgoza y Renton, en prensa), que
dan como resultado lo siguiente:
28
categorías, con un valor igual a 1. En este caso se consideró mantener el valor
de 0.1 para especies en peligro de extinción (P); 0.5 para amenazadas (A); 0.6
para las sujetas a protección especial (Pr); y 0.8 en aquellas no incluidas en las
categorías de la Norma, todo ello como medida precautoria adicional, derivada
del escaso conocimiento de la demografía para especies particulares.
Donde:
Actividades de cosecha.
29
Como se dijo previamente, no se debe autorizar la captura de ejemplares
adultos, ni con redes, ni con goma o señuelos. Se recomienda restringir el
aprovechamiento a pollos (de cuando menos 5 a 6 semanas de edad), a través
del manejo de nidos de forma directa y cuidadosa, evitando dañar a los
ejemplares o los propios nidos durante la extracción.
30
UMA extensivas con aprovechamiento de psitácidos y mantener una base de
datos permanentemente actualizada de los ejemplares autorizados, para el
seguimiento de éstos en coordinación con la PROFEPA.
• No extraer pollos de los nidos hasta que les comiencen a salir los
cañones de las plumas, de preferencia entre las semanas 5 o 6.
• Utilizar aserrín grueso o viruta limpia, sin trementina, como piso de los
contenedores donde se alojen los pollos y cambiarlo con frecuencia.
• Una vez extraídos los ejemplares se deberán anillar tan pronto como no
se le salgan las anillas, esto es posible a partir de la 3a. o 4a. semana
aunque se recomienda aprovechar pollos entre la 5a. y 6a. semana de
edad, usando solamente anillas cerradas (Ver Tabla 2, para referencia de
medidas de los anillos).
• Mantener los pollos que aún no emplumen junto a una fuente de calor, tal
como un foco eléctrico, que mantenga la temperatura de 29 a 32 °C,
especialmente para pollos de 25 a 35 días de edad (Reillo et al. 1998).
• No hacinar los pollos, ni alojar juntos pollos de diferentes edades o
especies.
• Evitar el contacto o el manejo de pollos de psitácidos en sitios cercanos a
aves de corral, incluyendo no utilizar material y equipo que haya tenido
31
contacto con aves domésticas y que no haya sido previamente
desinfectado.
Diámetro Medida
(mm) comercial Especies
6.6 9 Aratinga spp.
7.16 9.5 Aratinga spp.
8.73 11 Pionus senilis
Amazona finschi, A.
oratrix, A. albifrons, A.
autumnalis, A.
11.11 14 auropalliata, A. farinosa
12.7 16 A. auropalliata, A. oratrix
14.29 18 Ara militaris, A. macao
Fuente: L & M Bird leg bands
(http://home.earthlink.net/~lmbird/sizegide.html).
32
Por esto es indispensable comprobar, previamente, si la población de interés se
encuentra estable y no en declinación, por medio de muestreos confiables (i. e.
censos de la población por varios años), y exigir a las UMA que instituyan
estrategias de manejo, adecuadas y con base en el actual conocimiento
científico, para incrementar el éxito reproductivo de la población. Al mismo
tiempo, se recomienda realizar estudios a largo plazo para determinar la
productividad (éxito de anidación, número de crías por nido exitoso, número de
crías por pareja reproductiva) en nidos naturales. Se puede iniciar el
aprovechamiento con las crías producidas en nidos manejados, pero se requiere
ir ajustando los modelos y las tasas de aprovechamiento con base en los
resultados que arrojen los estudios poblacionales.
33
técnicos y las UMA extensivas que cumplan con los requisitos al efecto. Se
realizará una evaluación periódica (cada 2 o 3 años) para que la UMA y el
técnico mantengan su certificación. Para orientar esta tarea, se recomienda
revisar como ejemplo el Modelo del Forest Stewardship Council
(http://www.fscus.org/).
Un punto fundamental, que una UMA interesada tiene que demostrar, es que el
ingreso del aprovechamiento en la UMA será compartido por todos los miembros
de la comunidad. Se propone aplicar esquemas como el realizado en la UMA
Tres Reyes, en Quintana Roo, donde 70% del ingreso va directamente a los
miembros de la comunidad quienes participan en el proyecto, 20% se destina a
un fondo comunitario para dar continuidad a actividades en la UMA, y 10% se
utiliza para el pago de servicios técnicos.
34
Deben practicarse estudios poblacionales independientes (a diferentes escalas,
regional y local) que pueden ser herramientas de gran valor para evaluar
comparativamente estudios particulares realizados en UMA. En estas
actividades podría incorporarse la participación de estudiantes que desarrollen
tesis, apoyándolos con fondos como los llamados concurrentes de
Semarnat/CONACYT, con financiamiento de la CONABIO o el INE, entre otros.
Más importante aún es inscribir y desarrollar estos trabajos de tesis dentro de
proyectos a largo plazo, en distintas universidades y centros de investigación del
país, por ejemplo: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Tecnológico de Monterrey,
entre otros.
Parte E. Bibliografía.
Collar, N.J. 1996. Priorities for parrots conservation in the New World. Cotinga
5:26-31.
35
Gilardi, J. D. y C. A. Munn. 1998. Patterns of activity, flocking, and habitat use in
parrots of the Peruvian Amazon. Condor, 100: 641–653.
Howell, S. N. G. & S. Webb. 2001. A guide to the birds of México and Northern
Central America. Oxford. New York. 851 pp
Marsden, S .J. 1992. The distribution, abundance and habitat preferences of the
Salmon-crested Cockatoo Cacatua moluccensis on Seram, Indonesia. Bird
Conservation International, 2: 7-14.
36
Marsden, S. J., J. D. Pilgrim y R. Wilkinson. 2001. Status, abundance and habitat
use of Blue-eyed Cockatoo Cacatua opthalmica on New Britain, Papua New
Guinea. Bird Conservation International, 11: 151-160.
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worth two in the hand.’’ In: New World parrots in crisis: solutions from
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72. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C.
37
Robinet, O., V. Bretagnolle y M. Clout. 2003. Activity patterns, habitat use,
foraging behaviour and food selection of the Ouvea Parakeet (Eunymphicus
cornutus uvaeensis). Emu, 103 (1): 71-80.
38
ventralis) released in the Dominican Republic. Ornitología Neotropical, 16:
405-417.
39
Renton, K. y A. Salinas-Melgoza. 1999. Nesting behavior of the Lilac-crowned
Parrot. Wilson Bulletin, 111: 488-493.
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of the White-tailed Black Cockatoo Calyptorhynchus funereus. Ibis,
124:422-455.
Banks, R. C. 1970. Birds imported into the United States in 1970. Special
Scientific Report –Wildlife No. 136. Washington, D.C. 64 pp.
Banks, R. C. y R. B. Clapp. 1972. Birds imported into the United States in 1969.
Special Scientific Report –Wildlife No. 148. Washington, D.C. 99 pp.
40
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Remsen, Jr., J. D. Rising y D. F. Stotz. 2003. Forty-fourth supplement to
the American Ornithologists' Union Check-List of North American Birds.
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41
Diario Oficial de la Federación (DOF). 1984. Acuerdo que establece el calendario
de captura, transporte y aprovechamiento racional de las aves canoras y
de ornato correspondiente a la temporada 1984-1985. Miércoles 1 de
agosto de 1984. Pp. 8-11. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología
(Dirección General de Flora y Fauna Silvestres). Talleres Gráficos de
México, México, D. F.
42
de Desarrollo Urbano y Ecología (Dirección General de Conservación
Ecológica de los Recursos Naturales). Talleres Gráficos de México,
México, D. F.
43
Aprovechamiento Ecológico de los Recursos Naturales). Talleres
Gráficos de México, México, D. F.
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Management. http://www.ecologyandsociety.org/viewissue.php?sf=3
44
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macao) in the Usumacinta drainage basin of Mexico and Guatemala.
Unp. Ph.D. Dissertation, University of Florida, Gainesville, Florida, USA.
45
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en México 1970-2001. Tesis de Licenciatura. Documento sin publicar.
Facultad de Ciencias U.N.A.M., D.F., México.
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Reillo, P. R., K. A. McGovern, R. Myerson-McCormick y A. Coons. 1998. A
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leucogaster xanthomeria). Rare Species Conservation Foundation.
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Sauer, J. R., J. E. Hines y J. Fallon. 2003. The North American Breeding Bird
Survey, Results and Analysis 1966 - 2002. Version 2003.1, USGS
Patuxent Wildlife Research Center, Laurel, MD
47
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of Waterfowl Harvests. Wildlife Society Bulletin, 23(3): 430-436.
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48
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Parrot (Amazona finschi) in Jalisco, Mexico. Tesis Doctoral. University of
Kent, Canterbury, UK.
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Sutherland WJ, Newton I, Green RE, eds. Bird Ecology and Conservation:
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49
Thomsen, J. y A. Bräutigam. 1991. Sustainable use of neotropical parrots. Pp
359-379. En J.G. Robinson y K.H. Redford (eds.). Neotropical Wildlife Use
and Conservation. University of Chicago Press. Chicago y London.
50
Anexo I. Formatos de captura de datos para el seguimiento de Psitaciformes en UMA extensivas.
Distanci
Nombre Tiempo de Tamaño Actividad
ID del Superficie Punto de Número de a al ave Coordenadas UTM del
de la Hábitat observación Especie del (perchado
hábitat en Ha Observación observación en Punto (E- N)
UMA en minutos grupo / volando)
metros
El Selva Aratinga
1 1500 1 10 1 2 55 perchado 246720.916 1969510.81
Jaguar Mediana nana
Selva Aamzona
1 1500 1 10 2 2 200 volando
Mediana xantholora
1 2 10 3
1 3 10 4
1 3 10 5
1 3 10 6
1 3 10 7
1 3 10 8
1 3 10 9
1 4 10 10
1 5 10 11
1 5 10 12
1 5 10 13
1 5 10 14
1 5 10 15
1 5 10 16
1 6 10 17
1 7 10 18
1 7 10 19
1 7 10 20
1 8 10 21
1 8 10 22
a) Formato de captura de datos para monitoreo de poblaciones. Copiar los campos en una hoja de Excel y enviarlos en
formato electrónico a la DGVS para su análisis. Indicar en la solicitud la fecha del muestreo, el Datum y la zona de las
coordenadas UTM.
51
Distancia
al árbol
Nido o
desde el Altura
Punto de Número Dirección Especie DAP (cm)
punto (m)
observación
central
(m)
N 10 Enterolobium cyclocarpum 15 58
S 2 Ceiba pentandra 19 103
Punto de E 5 Manilkara zapota 9 40
observación 3 W 6 Brosimum alicastrum 11 52
N
S
E
Nido 2 W
N
S
E
W
N
S
E
W
b) Formato de captura de datos para monitoreo de hábitat. Copiar los campos en una hoja de Excel y enviarlos en
formato electrónico a la DGVS para su análisis.
52
AVES CANORAS Y DE ORNATO EXCEPTO PSITÁCIDOS
Mónica G. Pérez Villafaña, Osvel Hinojosa Huerta, Héctor Gómez de Silva Garza,
Luis Ignacio Iñiguez Dávalos, Griselda Escalona Segura, Adán Oliveras de Ita.
Introducción
Las aves canoras y de ornato han sido aprovechadas en México desde tiempos
prehispánicos, principalmente para amenizar las casas con sus cantos y colores.
Actualmente su aprovechamiento también se realiza con fines comerciales para
exportación o a nivel nacional. La mayoría de las especies son pequeñas aves
territoriales de vida corta. Aquí se tratan especies pertenecientes al orden
Passeriformes que se encuentran permitidas para su aprovechamiento; algunas
de ellas son migratorias que visitan México sólo entre agosto y mayo, y otras son
residentes en algunas regiones de nuestro país, pero migratorias en otras áreas.
53
Parte A. Aspectos de población de las especies (o grupos de especies)
En cada punto deben registrarse todas las aves vistas y escuchadas, junto con su
distancia aproximada desde el centro del punto. Dado que usualmente la distancia
es difícil de estimar con suficiente precisión, se recomienda que se empleen las
siguientes categorías de distancia: menor a 25 m, entre 25 y 50 m, entre 50 y 150
m, y mayor a 150 m, así como eventos de “sobrevuelo” para aquellas especies
que se observen de paso en el área (Formato 1).
54
de conteo en cada hábitat, diferente de acuerdo con el tamaño de cada hábitat
dentro de la UMA (considerando como hábitat aquellos fragmentos de vegetación
homogénea que tengan más de 100 ha):
55
Dirección General de Vida Silvestre o por las agencias correspondientes, en los
estados de la república que ya cuenten con funciones descentralizadas en materia
de gestión de aves silvestres.
NOTA: Se recomienda que los técnicos de las UMA reporten, hasta donde
sea posible, los números de otras especies de aves registradas en los
puntos de conteo, aparte de las que son de su interés. Dado que algunas
aves son difíciles de identificar hasta especie, se recomienda que las
identificaciones que no se logren hasta nivel de especie se reporten cuando
menos al nivel de género (por ejemplo, “Empidonax sp.”) o de grupos de
géneros similares (por ejemplo, “Empidonax o Contopus”).
5) Para comparar las tendencias poblacionales tanto dentro –mediante los datos
de campo obtenidos en las UMA como fuera de ellas–, la DGVS debe recopilar
periódicamente la información de programas como:
56
• AverAves
(http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/monitoreo_especies/doctos/avera
ves.html),
• Birds of North America online (http://bna.birds.cornell.edu/BNA/),
• Conteos Navideños (http://www.audubon.org/bird/cbc/ para los resultados
del año en curso, http://www.audubon.org/bird/cbc/hr/index.html para los
resultados de años anteriores),
• MoSI(http://www.birdpop.org/MoSI/MoSIEspanol.htm),
• MAPS (http://www.birdpop.org/maps.htm),
• Breeding Bird Census (http://www.pwrc.usgs.gov/birds/bbc.html), y el
• Programa de Monitoreo de Aves en Áreas Naturales Protegidas de la
CONANP.
Por otra parte, el análisis de los datos recabados deberá reflejarse en los
algoritmos de cosecha (que recomendamos actualizar cada dos años). Se sugiere
que la DGVS identifique las instituciones académicas y organizaciones no
gubernamentales que ejecuten actividades de MAPS y MoSI, en un futuro
próximo.
57
UMA Observador 1 Precipitación Fecha
Tiempo
Inicial Observador 2 Temperatura Visita
Tiempo Final Nubosidad Viento
M = Macho;
H = Hembra
Sitio Punto Especie <25 m 25-50 m 50-150 m >150 m Sobrevuelos Observaciones
10) Se deberá solicitar, a los técnicos a cargo, un informe sobre las tendencias y
cambios de uso de suelo en las UMA cada año, en el formato de evaluación del
hábitat. Este debe indicar los siguientes tipos de cambios particulares (Formato 2):
58
• Muestreo de la vegetación en su estructura vertical y horizontal en los
puntos de conteo de aves. La mesa elaboró el formato correspondiente
(descrito más abajo), que incluye:
59
Formato 2. Hoja de campo para el registro de vegetación.
60
Figura 1. Tipos estructurales de vegetación esquema modificado de Ohmart y
Anderson (1986): I) árboles altos con la presencia de arbustos, II) árboles altos sin
la presencia de árboles bajos y arbustos, III) Predominan arbustos, árboles bajos
con pocos árboles altos y IV) arbustos y árboles bajos sin la presencia de árboles
altos.
61
Figura 2. Guía gráfica para evaluar el porcentaje de cobertura herbácea (tomado
de Terry y Chilihgar, 1955).
11) En los primeros tres años de la instalación del monitoreo, la DGVS deberá
analizar las tasas de cosecha y compararlas con las tendencias de las poblaciones
de las especies en cuestión, resultantes de los programas nacionales e
internacionales de seguimiento (MAPS, MoSI, AverAves, Species Assessment).
Particularmente relevantes son las tendencias que corresponden a cada especie
en cada región de México, en el programa de Species Assessment. Estas fueron
asignadas tras la deliberación por parte de varios expertos y consultando la
62
bibliografía científica relevante. Si hay una tendencia negativa general para una
especie, entonces no deberá permitirse la extracción.
13) Para la cosecha de las aves residentes se considerarán los siguientes puntos:
14) Para especies con poblaciones frágiles como Passerina ciris y Piranga
erythrocephala se utilizarán los valores globales (Global Score) del Species
Assessment; si se estimara viable, la cosecha se concederá con rotaciones
multianuales (dos años no y un año sí), siempre y cuando no haya tendencias
negativas. Además, durante los años de veda tampoco se permitirá la exportación.
63
una extensión mínima del 30 % de la extensión de la UMA que incluya el o los
hábitat preferidos por las aves, además de ubicarse, de preferencia, en el centro
de la UMA.
Tasa = (CPBR)(Nmín)
Donde:
- CPBR = ½ rmáx FR
- rmáx para esta fórmula se puede sustituir por número de volantones que
alcanzaron la edad de adultos, multiplicado por un factor de mortalidad (de
la página de IBP www.birdpop.org/MAPS.htm se puede obtener una
aproximación al número de volantones, considerando el índice reproductivo
multiplicado por el índice de sobrevivencia).
- Nmín población mínima estimada.
- FR Factor de recuperación en este caso se utilizarán los valores totales de
Species Assessment (Total Score Local), dividiendo las 33 categorías entre
10, otorgando a la categoría más frágil el valor de 0.1 y a la menos frágil 1.
1
Los estudios de campo han mostrado que las mayores abundancias de parejas reproductivas son de
siete parejas por hectárea (con excepción de especies coloniales). Con base en esto, los revisores de los
informes podrían detectar un posible falseamiento de los datos.
64
• Se recomienda que establezca un Subcomité Técnico Consultivo de Aves
Canoras y de Ornato al nivel nacional, que emplee valores conservadores
de sobrevivencia y productividad tomados de los programas existentes
como MaPS y MOSI (ver inciso 17), tratando de usar los datos que
provengan de los mismos hábitat, regiones y especies que se manejan en
las UMA o, en su defecto, los más semejantes (en cuanto a las especies, se
ha considerado más importante usar datos para especies con historias de
vida similares, que necesariamente buscar que sean especies lo más
emparentadas posible –y que, no obstante, podrían diferir en este aspecto).
• Los técnicos de las UMA deben hacerse cargo de pocas UMA (no más de
5), para que las atiendan adecuadamente.
• Aún deben discutirse las implicaciones de que los técnicos usen los
métodos de redes y de marcaje con anillos. Mientras tanto, se sugiere
hacer muestreos piloto en algunas UMA, ya sea estableciendo sitios MoSI o
invitando a investigadores a trabajar en las UMA siguiendo los protocolos
MoSI o MAPS.
65
b) Debe mantenerse la vegetación natural que rodea los cuerpos de
agua en la UMA.
c) Deben mantenerse árboles muertos en pie, ya que funcionan como
refugios para diferentes organismos, incluyendo muchas aves.
d) Si hay ganadería, se sugiere la rotación de actividades en por lo
menos tres áreas del predio.
e) Se recomienda fomentar la presencia de plantas productoras de
recursos para las aves, por lo que en un futuro se deberá realizar un
listado regional de plantas nativas con esta característica y afinarlo
para cada UMA que desee hacer cosecha de aves.
f) Se requiere la coordinación de la DGVS con la CONAFOR, para
organizar y dar compatibilidad a acciones como pago de servicios
ambientales y restauración de los hábitat en las UMA.
66
A)
B)
UMA Sitio Punto UTM W UTM N Datum Zona Geográfica
67
Parte E. Bibliografía
de Juana, E. 1992. Class Aves (Birds). Páginas 35-75 En J. del Hoyo, A. Elliott &
J. Sargatal (editores). Handbook of the Birds of the World, Vol. 1. Lynx
Edicions, Barcelona, España.
Pyle, P. 1997. Identification Guide to North American Birds, Part I. Slate Creek
Press, Bolinas, CA.
68
Sedimentary Petrology. University of Southern California, L.A. Vol.25, N°
3.Pp 229-234
69
Anexo 1. Cómo acceder los resultados de los puntos de conteo en la página
Web de aVerAves:
70
Anexo 2. Lista de poblaciones migratorias de aves canoras y de ornato sujetas a aprovechamiento, basado en las
distribuciones reportadas en Howell & Webb (1995).
Especie Estados
Zenaida asiatica Tabasco, Tlaxcala
Zenaida macroura Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán
Sialia sialis Nuevo León, norte de Tamaulipas
Sialia mexicana zonas no montañosas de Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sonora
Chiapas, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí,
Catharus ustulatus Tamaulipas, Veracruz
Catharus guttatus todos los estados menos Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán
zonas no montañosas de Baja California, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León,
Turdus migratorius San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas
Bombycilla cedrorum todo México
Phainopepla nitens D.F., Jalisco, México, Michoacán, Oaxaca, Tlaxcala
Setophaga ruticilla todos los estados costeros
Piranga flava Coahuila
todos los estados desde Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Querétaro, San Luis
Piranga rubra Potosí
y Veracruz hacia al sur
Piranga ludoviciana todos los estados desde Sinaloa, Durango, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz hacia al sur
Pheucticus
ludovicianus todos los estados costeros, San Luis Potosí y Puebla
Pheucticus
melanocephalus partes bajas de Tamaulipas
Passerina caerulea Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán
Colima, Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa,
Passerina amoena Sonora
Passerina cyanea todos los estados de Nayarit, Jalisco, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí hacia el sur
Passerina ciris todos los estados costeros excepto Sonora, Baja California y Baja California Sur
71
Spiza americana todos los estados costeros excepto Sonora, Baja California, Baja California Sur y Veracruz
Agelaius phoeniceus Sonora y Sinaloa
Xanthocephalus todos los estados menos Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima,
xanthocephalus Guerrero, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán
Icterus spurius todos los estados costeros excepto Sonora, Baja California, Baja California Sur y Tamaulipas
Icterus cucullatus Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa
Icterus galbula todos los estados costeros excepto Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur
todos los estados costeros excepto Baja California, Baja California Sur, Campeche, Quintana
Icterus bullockii Roo, Tabasco, Yucatán
Icterus parisorum Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y costa de Sonora
Carduelis lawrencei Sonora
Carduelis tristis Baja California, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Tamaulipas
72
AVES COLÚMBIDAS DE INTERÉS CINEGÉTICO: CON ÉNFASIS EN PALOMAS
DE ALAS BLANCAS Y HUILOTA
Nota: la agenda original de esta Mesa de Trabajo incluía las codornices. La falta de
quórum de especialistas en este tema no permitió tratarlo formalmente.
Introducción
73
http://www.damisela.com/zoo/ave/otros/columb/columbidae/zenaida/asiatica/index.
htm)
http://www.damisela.com/zoo/ave/otros/columb/columbidae/zenaida/macroura/inde
x.htm).
74
Distribución de Zenaida macroura
Al inicio del otoño, las palomas de alas blancas de Texas y Tamaulipas comienzan la
migración hacia el sur, lo cual les permite pasar el invierno en América Central,
inclusive hasta Costa Rica. En Tamaulipas, las palomas de alas blancas que
regresan de la migración en primavera inician la temporada reproductiva a finales
de abril, con actividades de cortejo, apareamiento y construcción o reconstrucción
de nidos. Las parejas son monógamas; comparten la incubación de los huevos y la
alimentación de los pollos. La temporada reproductiva comprende desde fines de
abril hasta mediados de agosto. En la mayor proporción de los nidos se presentan
2 ciclos reproductivos por temporada y, en muy baja proporción de parejas, se
presenta en tres ocasiones.
75
72 horas después del apareamiento, el segundo 12 a 24 horas más tarde y en
casos excepcionales un tercer huevo es puesto 36 a 72 horas después del primero.
El período de incubación es de 14 días, el macho incuba durante la mañana y
hasta media tarde, y la hembra, de la tarde a la mañana siguiente. El peso de los
pollos al nacer es de 6-8 g y la ganancia diaria de peso es, en promedio, de 7 g al
día. Los polluelos son alimentados con una secreción del buche que producen
ambos sexos, coloquialmente denominada “leche de buche”, la cual presenta una
composición nutricional similar a la leche de mamíferos. La leche de buche
contiene además fragmentos de semillas, pulpa de frutas, grasa y células
epiteliales que se desprenden del tracto digestivo. La leche de buche del macho
tiene un menor contenido de grasa. El lapso de emplume es de 15 días y los pollos
comienzan a volar entre el día 15 y el 17. El rápido crecimiento permite a los
polluelos que nacieron en mayo presentar características de adulto para fines de
agosto, sin embargo, no serán sexualmente maduros sino hasta el siguiente año.
(George et al., 1994; Ehrlich et al., 1988)
Los factores que determinan el éxito reproductivo de una parvada son, la cobertura
vegetal, la disponibilidad de alimento y agua, así como las variaciones climáticas
regionales y anuales.
76
Paloma huilota:
77
Z. asiatica Z. macroura
78
necesario un estudio que incluya la identificación individual a través de un
programa de anillamiento. Las ventajas de abordar investigaciones de campo de
este tipo, con recuperación de anillos, incluyen proveer la información necesaria
para estimar, entre otras variables poblacionales importantes, los índices de
sobrevivencia de adultos y de jóvenes, y conocer la vulnerabilidad al
aprovechamiento por clases de edades y sexos. Dicha información deberá
utilizarse para determinar una cosecha sustentable.
Alimentación
79
El control de depredadores es sin duda uno de los métodos más efectivos para
provocar el aumento en el número de individuos de una población de palomas de
alas blancas ya que, debido a sus hábitos gregarios, esta especie atrae hacia los
sitios de anidación un gran número y variedad de depredadores que se alimentan,
durante la época reproductiva, de los huevos y las crías; por esta razón, un control
local de depredadores acarrearía sin duda un incremento en la población.
80
estudios orientados al conocimiento del estado de sus poblaciones y su hábitat, así
como para el manejo y la administración de este recurso cinegético. Actualmente, a
través de asociaciones regionales, ya se trabaja bajo este enfoque en las regiones
del noreste en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, en el noroeste
en los estados de Baja California y Sonora, en el occidente en Jalisco y Nayarit, y
en la parte central del país, en Morelos.
81
Principal Área de Reproducción
82
Distribución de verano de Zenaida asiatica en los Estados Unidos (BBS -
http://www.mbr-pwrc.usgs.gov/bbs/htm96/map617/ra3190.gif).
83
Distribución de invierno de Zenaida asiatica en los Estados Unidos (BBS -
http://www.mbr-pwrc.usgs.gov/bbs/cbcra/c3190ra.gif ).
84
Distribución de verano de Zenaida macroura en los Estados Unidos (BBS -
http://www.mbr-pwrc.usgs.gov/bbs/htm96/map617/ra3160.gif ).
En el caso del manejo de las palomas alas blancas y huilotas, la región noreste ha
alcanzado una mayor amplitud y nivel de avance en las estrategias de manejo de
las dos especies de palomas mencionadas y su hábitat, así como en la integración
de UMA al esquema de manejo regional, en el cual participan, además de los
propietarios de dichas UMA, asociaciones civiles y el gobierno estatal, bajo los
lineamientos del gobierno federal. Debe reforzarse el avance en este sentido para
las demás regiones del país.
85
Aspectos poblacionales más relevantes para la determinación, la práctica y el
ajuste de la cosecha sustentable en UMA.
Objetivos:
Paloma huilota:
Objetivo:
86
Métodos generales de trabajo:
Primeramente, la Mesa propone extender, a las regiones definidas para los planes
de manejo con enfoque a nivel nacional, la búsqueda de conocimiento sobre la
densidad y abundancia de palomas mediante la aplicación del método de
estimación de distancia. Para ello se propone un protocolo de monitoreo que
considere el método de muestreo de distancias de registros de individuos en un
trayecto (Distance sampling – Buckland et al., 1993), a fin de obtener la información
necesaria para estimar la densidad y la abundancia de las dos especies,
considerando para esta propuesta la opinión de Fewster et al. (2005).
87
Zenaida asiatica prefiere los matorrales altos subinermes o selvas bajas
caducifolias, los cuales son abundantes en la región noreste de México, donde
prevalecen condiciones adecuadas para el mantenimiento de poblaciones en etapa
reproductiva. En el caso de la paloma de alas blancas las poblaciones migran muy
hacia el sur a finales de septiembre y no permanece ningún ejemplar. En el caso de
las palomas huilotas, éstas pueden utilizar otros hábitat y, además, distintas
poblaciones provenientes del norte de Estados Unidos y Sur de Canadá pasan el
invierno en México.
Objetivos específicos:
Protocolo de muestreo:
Primero, cabe señalar que para aplicar este método es necesario contar con una
plantilla de técnicos adecuadamente capacitados para realizar los muestreos
regionales.
88
1. Método de muestreo basado en cantos (Dolton y Rau, 1995).
2. Método de estimación de distancias de avistamientos, respecto a un
trayecto recorrido o “distance sampling” (Buckland, et al., 1993).
3. Muestreos de colonias de anidación por el método de transectos fijos
(Tomlinson et al., 1994).
Para el caso del método de muestreo por cantos se requiere definir las fechas de
muestreo por región, considerando como base que las fechas establecidas por el
método original son entre el 20 de mayo y 5 de junio. Puesto que el método de
muestreo por cantos aún se encuentra en proceso de revisión, las rutas y puntos
de muestreo ya establecidas serán monitoreadas usando tanto los métodos de
conteo de cantos como de estimación de distancias, simultáneamente.
89
Parte B. Aspectos del hábitat de las especies (o grupos de especies)
Para definir la escala geográfica de manejo del hábitat es necesario definir el área
mínima necesaria para la continuidad de una población, en función de la capacidad
de carga del hábitat local de verano y de invierno, dependiendo de la etapa del
ciclo biológico de cada una de las dos especies de palomas tratadas en este texto.
Dado que, desde el punto de vista ecológico, el área mínima para la continuidad de
una población residente o visitante depende de la cobertura de los hábitat
originales de la especie y de su grado de conservación y fragmentación, la Mesa
recomienda un estudio de la superficie conservada y modificada, así como su
grado de fragmentación. El área de estudio deberá ser cada región (según ésta
quede definida en los planes de manejo regionales), así como cada entidad
federativa involucrada en cada región y, en su caso, porciones menores dentro de
un estado. El estudio deberá analizar separadamente el hábitat de anidación y el
hábitat de alimentación y descanso.
En una época en que la población de palomas de alas blancas aún era muy alta
(1978), había 22 densas colonias de anidación en Tamaulipas; cuatro años
después sólo había 11 (Ortega, 1983). El desmonte continuo en favor de la
agricultura provocó que el número y la densidad de las colonias disminuyeran. En
1997 sólo se localizaron 8 colonias activas (Tomlinson, 2001), la de mayor tamaño
y más densamente poblada fue Parras de la Fuente, que es aún la más importante
área de reproducción de la paloma de alas blancas en América. Esta colonia está
ubicada en el municipio de Abasolo, al margen del Río Soto la Marina, conserva la
90
vegetación nativa que provee las condiciones ideales para la construcción y
permanencia de los nidos de la paloma de alas blancas. Parras de la Fuente fue
decretada Área Natural Protegida del Estado de Tamaulipas en 1998 y, a partir de
entonces, se aplica un programa de conservación y seguimiento de la colonia.
1. Hábitat en UMA.
91
• Ubicación clara de áreas desmontadas.
• Ubicación clara de áreas de presas y presones.
92
4. En otras circunstancias.
HABITAT
Elementos Metodo-
Evento en el Nivel de
Especie de Aplica logías Objetivos
cual incide aplicación
importancia validadas
Superficies Registros de Conocer la
Zenaida de áreas de siembras: disponibilidad
macroura producción Regional, Región y por área y
(Residentes) de semillas Alimentación Si Local UMA tiempo
Llevar registro
Regimenes de la
Disponibilida pluviales de disponibilidad
d de agua Sostenimiento Regional la estación de agua
y
Disponibilida En la Región
d cercana a y en las áreas
la UMA aledañas.
Detectar
Levantamien Cambios
to y Importantes
seguimiento en la
Disponibilida de la vegetación
d de condición de que rebasen
elementos Anidación, la a las
arbóreos y percha, Regional, vegetación fluctuaciones
arbustivos alimentación Si Local (mapeo) naturales
Disponibilida Registros de Conocer la
d de siembras: disponibilidad
ZENAIDA elementos Regional, Región y por área y
ASIATICA arbóreos Reproducción Si Local UMA tiempo
Llevar
Regímenes registros de la
pluviales de disponibilidad
Reproducción Si Local la estación de agua
y
Áreas de disponibilida En la Región
producción Regional, d cercana a y en las áreas
de semillas Alimentación Local la UMA aledañas.
Detectar
Levantamien cambios
to y importantes
seguimiento en la
de la vegetación
condición de que rebasen
la a las
Disponibilida vegetación fluctuaciones
d de agua Sostenimiento Regional (mapeo) naturales
MONITO- CONOCER
Presencia Posible REO DE LA SU AREA DE
de especies desplazamient POBLA- DISTRIBU-
exóticas o SI REGIONAL CION CION Y
93
ANALIZAR
SUS CONSE-
CUENCIAS
94
Los márgenes de seguridad, respecto al aprovechamiento de palomas silvestres se
basan en:
• La magnitud y estabilidad de las poblaciones migratorias que inciden en la
región.
• La determinación de tasas de aprovechamiento que estén claramente por
debajo de las máximas calculables.
• La administración rigurosa de la cosecha debe darse mediante el ajuste de:
Número de cazadores.
Límite de ejemplares por cintillo.
Época hábil de aprovechamiento.
Claramente, estas decisiones tendrán que tomarse cuando los análisis de densidad
y tendencia de la población reproductora, de tasas de sobrevivencia y/o de
reclutamiento, así como posibles contingencias, indiquen una tendencia poblacional
a la baja.
95
• Ponderar que los proyectos regionales pueden aplicar la metodología del
BBS, para la inclusión en el monitoreo de otras especies de aves (otras
palomas, codornices, y hasta faisanes, donde estos últimos –exóticos– se
hallen introducidos).
96
Parte E. Bibliografía
Ehrlich, P., D. Dobkin y D. Wheye. 1988. The Birders Handbook: A Field Guide to
the Natural History of North American Birds. New York: Simon and
Schuster Inc.
Fewster, R. M. , J. L. Laake y S. T. Auckland. 2005. Line transect sampling in small
and large regions. Biometrics, 61: 856-859.
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Spratt. 1994. White winged Dove. En: Tacha, T. C. y C. E. Braun (Eds.)
Migratory Shore and Upland Game Bird Management in North America.
International Association of Fish and Wildlife Agencies. 2a. Ed.,1995.
Washington, D. C.
98
99
ANEXO 1
Material:
• Que exista una abundancia de cantos tal que el sistema convencional de conteo
de cantos no proceda.
• Gran presencia de actividad reproductiva y nidos activos.
• Que el área de reproducción sea mayor a 50 ha.
Metodología:
101
d
Formato de Monitoreo de Cantos y de Estimación de Pagina: e
Observador Distancias en Paloma Huilota Ruta #
Fecha Hora Viento (B) Temp (°C) Odómetro
Municipio:
Metros Inicio (Est. 1):
Unidades: (check
one) Yardas Fin (milla 21):
Notas:
102
INSTRUCCIONES PARA EL FORMATO DE MONITOREO DE CANTOS Y DE
ESTIMACION DE DISTANCIAS EN PALOMA HUILOTA
103
INSTRUCCIONES PARA LLEVAR A CABO EL RECONOCIMIENTO DE
AVES EN REPRODUCCIÓN
104
105
106
GUAJOLOTE SILVESTRE, EN HÁBITATS SEMIÁRIDOS Y TEMPLADOS
Introducción
Cabe indicar que se considero el índice propuesto como poco relevante en términos de
manejo por lo que se tocan de manera somera pudiendo compilarse mayor información por
otras vías. Se observa entonces que el contenido está enfocado a manejar algunos
indicadores y técnicas que pueden apoyar la administración del recurso.
Dada la experiencia de los participantes, se pudieron discutir y poner sobre la mesa aspectos
administrativos que deben mejorarse para un mejor manejo del recurso, entre otros el tamaño
de la UMA, las migraciones altitudinales de la especie y la falta de equidad en los ingresos
que pueden motivar o desmotivar la conservación de la especie.
107
Parte I. Aspectos de población de la especie
Un índice por lo general se restringe a las comparaciones entre las diferentes poblaciones de
la misma área o entre áreas diferentes en un tiempo dado, porque las relación exacta entre el
índice y la verdadera población frecuentemente no es conocida (Lancia et al. 1994). Los
índices que funcionalmente han demostrado ser más prácticos, son los de obtención de
abundancia relativa mediante el conteo de individuos en sitios de observación pre-cebados
temporalmente (Garza, 2005; De León, en revisión) y el conteo de aves y cantos en amplias
áreas a través de transectos (Lafón y Canales, comunicación personal).
108
Los métodos de muestreo propuestos en el presente documento son los más adecuados para
el guajolote silvestre y se deberán llevar a cabo de acuerdo a lo señalado en párrafos
anteriores, empleando la abundancia relativa (ejemplares observados / kilómetros recorridos,
o ejemplares observados / puntos observados) para conocer la tendencia de la especie.
1) Transectos
2) Puntos de observación
109
obtenida de los diferentes sitios de monitoreo previamente establecidos, como se
muestra en el siguiente ejemplo para un sitio en particular:
Parámetros poblacionales
Una vez capturada la información de todos los sitios de muestreo con sus respectivas
repeticiones, parámetros poblacionales y estadísticas, se genera un cuadro sintético donde
de los sitios de muestreo se obtienen los datos generales.
110
Sum= sumatoria de parámetros poblacionales de todos los sitios de muestreo; Prom=
promedio de parámetros poblacionales de todos los sitios de muestreo; Des std=
desviación estándar de parámetros poblacionales; Máx= valor máximo de parámetros
poblacionales de acuerdo al número de repeticiones de muestreo de todos los sitios de
muestreo; Sum Máx obs= sumatoria de los valores máximos de parámetros
poblacionales de acuerdo al número de repeticiones de muestreo de todos los sitios de
muestreo; Raíz (n-1)= raíz del número de repeticiones; EE= error estándar (des std /
raiz)
η (3.8km 2 )
% SupMuestreada =
δ km 2
Donde:
η = número de sitios de muestreo
δ km 2 = superficie del hábitat disponible y/o utilizable por la especie en km2
Donde:
ρ = Proporción general de sexos
ϕ = Hembras adultas φ = Hembras juveniles
ψ = Machos adultos ε = Machos juveniles
Para determinar el reclutamiento a la población se aplica la siguiente formula:
φ +ε
ℜ=
ϕ
Donde:
ℜ = Reclutamiento
111
ϕ = Hembras adultas φ = Hembras juveniles ε = Machos juveniles
Para determinar el número de machos adultos que potencialmente existen en la UMA o
región:
δ km 2 ( ∑ψ max .obs.)
ψ=
η ( 3.8km 2 )
Donde:
ψ = Número potencial de machos adultos
δ km 2 = superficie del hábitat disponible y/o utilizable por la especie en km2
Σψ max .obs. = sumatoria de machos adultos (máximos observados)
η = número de sitios de muestreo
La tasa de aprovechamiento solo es el 15% del resultado de la formula anterior.
Las unidades de manejo regionales deberán tener una extensión de 25,000 ha. Merecen una
consideración aparte las poblaciones cerradas.
Se considera que la mayor parte del hábitat de guajolote silvestre tiene algún deterioro
(COTECOCA 1972) a pesar de ello la especie sigue presente y en abundancias medias en
relación a datos históricos, lo cual es resultado de su adaptabilidad y forma de alimentación
oportunista aunado a su estrategia reproductiva donde su migración para anidación
incrementa el potencial de reclutamiento.
Se considero como base para el manejo y conservación y la especie un nivel regional (más de
25,000 has) que puede ser a través de la integración de UMA. Lo anterior dado que su ámbito
hogareño varia en época de reproducción (3,500 ha) y de postura y crecimiento (12,000 has)
con movimientos detectados de hasta 40kms., requiriendo de conectividad entre sus
diferentes áreas de actividad, a través de corredores generalmente áreas ribereñas.
Los especialistas consideran que los sitios de percha son indispensables para el desarrollo de
las poblaciones de animales silvestres, situación que difiere completamente entre el guajolote
de Gould y el de Río Grande.
112
Al igual que cualquier especie los requerimiento del hábitat incluyen agua superficial
permanente de fuentes naturales y/o artificiales en cantidad de un sitio por cada 2000 área
(Dickson, 1992). En este sentido las áreas de México tanto de guajolotes de Gould como Río
Grande presentan problemas estacionales de abasto de agua, que pueden ser resueltos por
bebederos de ganado e infraestructura artificial de cosecha de este líquido.
Los tipos vegetativos característicos para el guajolote son los de encinos y sus combinaciones
con pino con sitios de percha son un elemento idóneo, el matorral espinoso, y el chaparral son
también importantes para el Río grande en los planos costeros desde Coahuila hasta
Tamaulipas, una abundante cobertura en los estratos inferiores favorece la producción de
forraje como ciperáceas, que por ende traen altas concentraciones de insectos y un excelente
sitio para vivir.
Los parches o rodales continuos de bosque con claros intermedios proporcionan el hábitat
ideal para el guajolote silvestre. Los bosques con aclareos pueden ser excelentes sitios para
los guajolotes cuando existen árboles maduros; una secuencia de estratos arbóreos con Pinus
spp., Quercus spp., Arbutus spp., Platanus spp. Es importante pues utilizan estos sitios como
áreas de percha y, por otra parte, la presencia de Juniperus spp. y Populus spp., mezclados
con arbustivas como Rhus sp., Vitis spp., Arctostaphylos sp. y Cercocarpus sp. y herbáceas
de los géneros Cyperus spp. y Amaranthus spp., así como de pastos de diversas especies
utilizadas como alimento, componen un hábitat idóneo.
Para los guajolotes de Río Grande, los rodales de mezquites, huizaches y palo blanco son
excelentes sitios de percha en matorrales, y también sitios con nogales, encinos y sicómoros
en los hábitat riparios de los afluentes del Río Bravo.
Algunos rasgos del hábitat que son cruciales para refugio, son la cobertura para la regulación
térmica, con suficiente cobertura aérea y basal así como corredores con sitios con agua
permanente y buena cobertura en sus áreas circundantes (con claros a menos de 200 M)
como secuencias de cobertura en áreas ribereñas.
113
Las áreas de disturbio mas comúnmente encontradas en hábitat de guajolote silvestre son las
de cultivo así como aquellas desmontadas para desarrollo de infraestructura (casas, corrales,
represas, bodegas, Etc.). Por fortuna en las áreas donde actualmente persiste el guajolote
silvestre son áreas con poca infraestructura y baja probabilidad de que se construya más. De
alguna manera, ciertas áreas abiertas al cultivo representan una área importante para el
guajolote silvestre dado que proveen semillas, insectos y frutos para la especie. A diferencia
de ranchos privados, los diferentes tipos de infraestructura en Ejidos se convierten en lugares
muy difíciles de arribo por el guajolote silvestre, lo que presenta un efecto radial sobre los
recursos naturales, partiendo del centro de población hacia la periferia de los centros de
población.
Algunos impactos previsibles para la persistencia de la especie son la caza furtiva, mayor
apertura de áreas a cultivo, desecación de manantiales naturales, pérdida de cubierta vegetal,
pérdida de sitios de percha, uso de agroquímicos, considerándose que algunas actividades
humanas son compatibles con la conservación de la especie como la agricultura en áreas
pequeñas, construcción de obras de captación de agua de lluvia, ganadería en general,
programas de conservación de suelos y agua, actividades de vigilancia participativa. Sin
embargo existen algunas no compatibles como los desmontes totales de áreas, cortas de
bosque en “matarrasa”, uso de agroquímicos, cacería furtiva.
Existen en las áreas de distribución del guajolote silvestre por lo menos 124 especies de
plantas que dan sustento al guajolote aun en épocas críticas.
La mayor parte de las zonas con guajolote silvestre están localizadas en el macizo forestal,
abarcando cerca de 21 millones de hectáreas de áreas forestales sobre las cuales se
presentan precipitaciones de 340 a 550mm. En promedio las lluvias duran 4 meses de julio a
octubre. Cabe indicar que en los últimos 14 años las precipitaciones a nivel local han sido muy
por debajo del promedio, estas se consideran como benéficas para la reproducción del
guajolote silvestre dado que muchas de las ocasiones anida sobre los lechos de los arroyos
los cuales al crecer arrasan con los nidos que se encuentran a su paso. Por otra parte la
ganadería ha beneficiado al guajolote silvestre dado que el uso de aguajes, represas y el
otorgamiento de suplementos espaciales.
114
externos como piojos y garrapatas, y agentes patogénicos que causan enfermedades como el
Newcasttle y la viruela aviar.
Para llevar a cabo una cosecha viable del guajolote silvestre dentro de las Unidades de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, se recomienda considerar los siguientes
aspectos:
El área que responde a las características biológicas de la especie rebasa la escala de las
UMA, por lo que deberán definirse conjuntos de Unidades de Manejo para la Conservación de
la Vida Silvestre (de las que contiene el SUMA), que formen parte del hábitat de la especie de
tal manera que se asegure la viabilidad de la misma, mediante el manejo regional.
Para el guajolote silvestre, se debería contemplar los datos de población mínima estimada y
su composición, así como la ubicación de las parvadas para definir posible distribución entre
predios o UMA y por otra parte debería conocerse o tenerse información suficiente sobre la
condición de hábitat. Entre este par de bloques de información seria conveniente formar una
correlación en donde: poblaciones altas y buena condición de hábitat, pudieran tener un
porcentaje alto (o número de permisos) de autorizaciones de aprovechamiento evitando los
comederos artificiales que se pueden considerar como poco éticos o negativos al momento de
otorgar permisos, para lo cual se pueden consultar los apartados de poblaciones y hábitat.
Se estima que una parvada viable de esta especie debe tener por lo menos 20 miembros
reproductores. El problema consiste en lograr una extensión de suficiente tamaño, a partir del
trabajo organizado en varias UMA, para poder hacer un manejo adecuado de las poblaciones
de guajolote silvestre que promueva la sustentabilidad.
Para la estimación de la cosecha se debe contar con datos precisos de los machos existentes
en la superficie del conjunto de UMA que razonablemente se asuma como ámbito de una
población integrada y viable. La cosecha viable puede ser del 20 – 25% de los machos
adultos de la población de una área sin provocar problemas a la misma, lo anterior dado que a
los (3 años en promedio) adultos en condiciones naturales tienen una esperanza de vida muy
corta y la estrategia reproductiva es de tipo “r”, y dado que alcanzan la madurez sexual al año
de vida; sin embargo se recomienda una cosecha máxima del 15% de los machos de la
población, en tanto no se cuente con mayor información y herramientas para autorizar
diferentes cuotas.
En el mismo sentido, el aplicar un criterio más conservador (de un 10% de cosecha de los
machos) puede en un momento dado evitar los efectos de una doble cosecha, de parvadas
115
contadas también doblemente en UMA vecinas. De igual manera con este porcentaje se
puede reducir el posible deseo de cebado por los usuarios.
Los componentes importantes para estimar la cosecha son: densidad y estructura poblacional,
proporción hembras : macho, reclutamiento, (esto implica que, temporada a temporada, se
compilen los datos de adultos cosechables y juveniles subadultos), calidad del hábitat
(disponibilidad adecuada y suficiente de agua, alimento, cobertura, descanso y espacio).
Los métodos para levantar información de campo, tanto de las poblaciones como del hábitat,
se describen en los apartados correspondientes, los cuales permitirán determinar, monitorear
y ajustar la cosecha sustentable. Para conocer formatos de campo sugeridos consúltese el
Apéndice 1.
El análisis de los datos obtenidos en campo para las estimaciones poblacionales y del hábitat
para la determinación, monitoreo y ajuste de la cosecha sustentable, deberá realizarse en
base a tendencias y distribución espacio-temporal.
Acciones sugeridas:
- Disminución de la tasa autorizada o suspensión temporal del aprovechamiento,
empleado las herramientas propuestas.
- En el caso de encontrar animales muertos, se deberá notificar a la DGVS y otras
autoridades, y en su caso, hacer colecta de material biológico y datos para su posterior
análisis y estudio.
116
Acciones sugeridas:
- Programas de sanidad forestal en forma y tiempo adecuados.
- Programas de conservación de suelo y agua.
- Disminución de la carga ganadera.
- Cercado de áreas ribereñas.
- Cercado de sitios cercanos a fuentes de agua permanentes.
- Rotación de potreros en épocas criticas.
- Mantenimiento de las fuentes de agua para ganado, aunque no se tenga en los
potreros.
- Vigilancia participativa.
- Plan de manejo de fuego.
Recomendaciones Generales
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wild turkey abundance in Minnesota. Proceedings of the National Wild Turkey
Symposium 6:126-133.
118
Apéndice 1
Partiendo de que hábitat es el ambiente donde la fauna silvestre vive y desarrolla su ciclo
biológico; el alimento, agua, cobertura y espacio son los aspectos básicos que deben
considerarse para la estabilidad de las especies presentes. Por tal motivo, los
componentes del hábitat relevantes para la evaluación y realización de acciones de
conservación, manejo y aprovechamiento del guajolote silvestre son:
Los tipos de vegetación en las áreas de distribución del guajolote son muy variados. M. g.
mexicana utiliza bosques de coníferas (Pinus, Juniperus), bosques de encino (Quercus),
chaparral de Arctostaphylos y Quercus, y pastizales naturales; de estos cuatro tipos de
vegetación existen diferentes combinaciones, que ofrecen hábitats también óptimos. Los
tipos de vegetación de matorral submontano, inerme y subinerme, matorral inerme de
Dodonaea, selva baja caducifolia y selva espinosa son usados ocasionalmente, como
hábitat marginal.
Meleagris gallopavo intermedia es una subespecie más adaptable a los diferentes tipos de
vegetación. Se ha constatado que utiliza: bosques de pino, bosques de encino, bosques
de cedro, bosques de galería, chaparrales, matorral submontano, matorral espinoso
tamaulipeco, mezquitales (Prosopis), cardonales de Stenocereus, selva baja caducifolia,
selva mediana subperennifolia, palmares, bosque mesófilo de montaña
(predominantemente La estructura de la vegetación resulta influida por la altitud y latitud,
posición en barlovento o sotavento en las cadenas montañosas, por el tipo de suelo, por la
variación topográfica y su orientación geográfica, y por la disponibilidad de agua y
119
temperatura, principalmente. Los bosques de pino y de encino se encuentran
generalmente distribuidos en toda el área, principalmente en las laderas, cañadas,
planicies y cimas de las partes altas, que van de los 2,000 a los 3,500 msnm. En las zonas
más secas y de ladera con pendiente poco pronunciada y suelos pobres en nutrientes
encontramos chaparrales de manzanilla y encinillos, y bosques de pino-encino- matorral
inerme. En las mesetas y valles existen pastizales combinados con pinos, pero
principalmente pastizales con cedros o táscates, o sólo pastizales. El matorral
submontano y los cardonales prevalecen entre los 900 y los 1,800 msnm en pies de
monte, laderas y lomeríos, limitando con los bosques de encino. La selva baja caducifolia
se encuentra desde los 700 a 1,500 msnm, en valles y serranías.
de Liquidambar).
Schemnitz et al. (1985) informaron que el hábitat clave de M. g. mexicana son las áreas de
pino-encino, laderas de cañadas de pino-encino y pastizales, las cuales proveen de
alimento, cobertura y sitios de percha; y áreas abiertas de pastizal y de encino las cuales
son importantes fuentes de alimento en época de crianza; además las zonas ribereñas,
que ofrecen manantiales, resumideros y otras reservas de agua son preferentemente
utilizados por los guajolotes con preferencia respecto a los depósitos de agua para
ganado.
PROPUESTA
120
previo son las consultas de las cartas de vegetación o uso de suelo, la bibliografía y la
experiencia directa en el campo.
Signos del estado del hábitat. Deben registrarse eventos de muerte masiva de árboles
por plagas o enfermedades, la propagación de especies no deseadas, alelopáticas e
invasoras, sequía prolongada y temperaturas altas por posibles incendios.
Acciones de manejo. En lugares que han sido alterados significativamente por la erosión
hídrica, los incendios forestales, las prácticas antropogénicas u otros, se propone el
saneamiento forestal, las podas y aclareos, quemas controladas, brechas cortafuegos y
“líneas negras”, reforestación con plántulas y material vegetativo, propagación de semillas,
siembra directa de especies nativas; como prácticas de prevención, conservación y
recuperación de la vegetación natural, en cada tipo o comunidad vegetal.
121
0%. Para la anidación, el guajolote busca laderas con pendientes poco a moderadamente
pronunciadas, con cobertura vegetal próxima al 100%, para impedir la detección del nido
por depredadores u otros agentes no deseados; los sitios seleccionados deben facilitar al
macho visibilidad para proteger y alertar a su harem del posible peligro; a su vez, deben
disponer de sombra accesible, pues por el tamaño de las hembras éstas quedan
expuestas.
Es común que los sitios seleccionados para anidar estén en la base de palmillas o
encinos, con cobertura aérea de entre 47 y 97% (Zornes, 1993; citado por Lafón Terrazas,
1997). Cariño Preciado (1992) menciona que las hembras buscan un lugar propicio para
construir el nido, el cual normalmente es una simple depresión con hojas secas colocadas
bajo un árbol o en arbustos ocultos. Es común que el nido esté cubierto por tres de sus
lados y que tenga una cara abierta, que es usada como vía de acecho y escape, la
distancia de los nidos al agua varía de 27 m hasta 1.9 km. (Lazarus y Porter, 1985; citados
por Lafón Terrazas, 1999). Leopold (1959) reporta una cercanía al agua de 180 m. Porter
(1992) encontró nidos en la base de los árboles, entre troncos caídos, arbustos y en
vegetación herbácea. Según Campo et al. (1989), las áreas de anidación de M. g.
sylvestris presentan pocos árboles y abundante cobertura arbustiva y herbácea.
Healy (1985) reportó que los polluelos de M. g. sylvestris en sus primeras cuatro semanas
de vida se alimentan variadamente en claros permanentes abundantes en insectos y que
progresivamente cambian a zonas con más cubierta vegetal; el propio Healy (1985)
encontró que los insectos del orden Diptera fueron los más consumidos por los polluelos
en su primer mes de vida. El guajolote silvestre es un omnívoro oportunista y, a medida
que crece, va ampliado su dieta y las fuentes de alimento, por lo que pasa gran parte del
día pepenando, rascando y buscando debajo de troncos muertos. También son
importantes los guijarros que ingiere para facilitar la trituración de sus alimentos; se ha
122
observado que estas son principalmente de tipo volcánico intrusivo. Beasom (1970)
encontró que M. g. intermedia prefiere alimentarse, durante la crianza, en comunidades
vegetales de matorral de mezquite en comparación con aquellas de bosque de encino,
con un promedio de nidada de 6.9 polluelos en el mezquital y 4.6 en el bosque de encino.
Los árboles para percha son un componente esencial del hábitat del guajolote silvestre
(Schemnitz y Zeedyk, 1992). La disponibilidad de estos sitios es más restringida pues,
para su protección, el guajolote requiere de árboles altos de ciertas especies y que se
hallen en posición, exposición y pendiente particulares, así como cercanos a fuentes de
agua. Por ello, estos sitios constituyen un importante requerimiento de hábitat
especialmente en invierno, cuando la población experimenta una alta tasa de mortalidad.
M. g. intermedia aparentemente escoge durante el invierno los árboles de mayor altura,
sin importar es estado fenológico y utiliza para dormir las ramas secas de los mismos, que
aparentemente le ofrecen mayor visibilidad (Román Valdez, 2000). De acuerdo con Scott y
Müller-Using (1992) durante primavera-verano M. g. intermedia ubica sus dormitorios en
las franjas de los bosques de galería, donde en un 71% Platanus occidentalis es la
especie principal de percha y, en segundo lugar Pinus teocote; después de abandonar el
dormitorio los guajolotes se dirigen a las partes bajas, donde empieza el chaparral, para
posteriormente concentrar sus actividades en el matorral, basando sus movimientos
diarios en la disponibilidad de agua en el año.
PROPUESTA
123
actividad, de tal forma que para la reproducción hay que considerar: lugares de cantos,
frecuencia de cantos, su duración y secuencia; tiempo de respuesta de la hembra y tiempo
que tarda en llegar a donde está el macho, rascaderos típicos del cortejo y
desplumaderos. Asimismo, debe prestarse atención a restos de cascarones, presencia
periódica de depredadores de nidos en un sitio específico, observación de hembras
cluecas para el caso de la anidación; igual para áreas abiertas, sitios con cobertura
vegetal densa, plumas y huellas de polluelos para el caso de crianza, refugio y escape,
árboles con abundantes excretas en la base, plumas dispersas y sitios inclinados con
presencia de árboles altos para los sitios de percha.
Una vez ubicados los diferentes sitios mediante la observación directa (rastreando a los
individuos y siguiendo los indicios) se procede a la evaluación del sitio considerando como
centro de una parcela circular de muestreo el punto de actividad (restos de nido, árbol
principal de percha, etc.) y se toman los siguientes datos: coordenadas geográficas para la
georreferenciación en mapas, área del espacio abierto, especies de árboles, arbustos y
hierbas presentes, su abundancia y distribución, densidad de la cobertura vegetal, tipo de
vegetación circundante, pendiente y grado de exposición, porcentaje de sombreo,
distancia a alguna fuente de agua y fecha de muestreo. En la toma de datos para
evaluación de sitios de percha, se debe registrar el árbol de percha (especie) su altura,
diámetro, altura y diámetro de la(s) rama(s) de percha y altura y diámetro de la primera
rama del árbol de percha, dado que es utilizada como escalón. Se deben tomar, además,
fotos de los rastros dejados por la actividad; se plantean estos lugares como sitios de
muestreo permanente. En épocas de reproducción siguientes, la presencia de indicios
indicará si el sitio se sigue usando; si no es así, deben recorrerse áreas aledañas en
busca de un posible nuevo sitio. Es recomendable hacer evaluaciones aleatorias como
parámetro comparativo con los sitios predefinidos.
El diseño para la medición de los parámetros de sitios clave puede ser el de muestreo en
puntos de cuadrantes. Cuando se quiera cuantificar parámetros involucrados en la
selección de lugares de anidación, es recomendable hacerlo cuando los nidos estén
inactivos.
Si en un área dada se cuenta con especies que sirven de alimento a la especie, con
condiciones topográficas variadas y superficie amplia para el manejo, pero no se dispone
de sitios de percha, no se puede pensar en la constitución de una UMA para guajolote
silvestre, en tanto no se cubra esta condición que es clave en el desarrollo de la especie.
Las fuentes de agua son también un factor importante, por lo que se debe considerar su
disponibilidad estratégica durante el año. Se recomienda, también, establecer y mantener
124
claros en los bosques y zonas de pastizales, controlar el herbazal excesivo, establecer
franjas alternas de vegetación para proporcionar alimento y refugio.
Considerando también que el guajolote silvestre es muy móvil, busca acceso a los
distintos lugares donde existe su alimento, a lo largo del día. Si bien es cierto que la
disponibilidad de alimento es más abundante y variada en época de lluvias, durante el
invierno el guajolote busca fuentes de alimento en las partes bajas o en las áreas de
cultivos agrícolas. Se ha observado que alrededor del 90% de la dieta de los guajolotes se
compone de plantas, incluyendo follaje verde y pastos, vainas, especies herbáceas,
raíces, bellotas, semillas y frutas de varias especies. Morales et al. (1997) encontraron
que, en Durango, los alimentos de mayor consumo a lo largo del año fueron las especies
arbustivas (42%), las gramíneas (31%), y las arbóreas y herbáceas (28%), la manzanita
(Arctostaphylos pungens) fue el principal alimento. Cariño Preciado (1992) mencionó que
todo lo que comen es buscado y levantado del suelo, rascando, arrancando o pepenando
de las plantas de pequeño crecimiento.
PROPUESTA
La medida más simple es contar el número de especies vegetales que ocurren en una
unidad de área (muestra), considerando la época del año, la cantidad de lluvia, y que el
125
conteo de especies depende del tamaño de la muestra. Para esto se puede emplear el
Índice de diversidad de Simpson, ya que la medida de distribución y disponibilidad puede
ser considerada como una medida de “concentración dominante”, pues el grado de
dominancia relativa de pocas especies en la comunidad constituye el interés primario. El
punto importante para propósitos comparativos es que las medidas de diversidad deben
expresarse en una escala uniforme.
Los diseños más usados para los parámetros de vegetación son: muestreos de puntos al
azar, puntos al azar dentro de un territorio, transectos o líneas palalelas y cuadrantes en
faja, los cuales deben ir en función de los hábitos alimenticios del guajolote.
Por sus actividades y necesidades fisiológicas el guajolote toma poco agua, pero lo hace
varias veces al día, sin embargo, prefiere las fuentes de agua naturales, donde el área
circundante le ofrece mayor protección y diversidad de alimento. Durante primavera-
verano la disponibilidad de agua es mayor, ya que la encuentran agua en todas las
lagunas, ríos, arroyos y depósitos, por lo que las huellas y otros rastros del guajolote son
menores en los tanques de agua construidos para el ganado. En otoño-invierno, cuando la
presencia de agua es más escasa y dispersa, recurren a estos tanques, represas y
depósitos disponibles para el ganado, pero se les ha observado a la orilla de manantiales,
resumideros, tinajas y ollas (oquedades en piedras grandes que, por su ubicación,
retienen el agua por mucho tiempo) ubicados en su hábitat.
Hurts (1992) concluyó que los pollos necesitan agua periódicamente, por lo que hacen uso
de tanques, depósitos, acequias y del rocío de las mañanas acumulado en las plantas;
pero que también obtienen este recurso de los insectos, follaje y frutos suculentos, sobre
todo en las épocas secas y calientes del año.
PROPUESTA
126
Indicadores. Individuos sanos, abundancia poblacional, distribución de las parvadas vs
fuentes de agua, rastros en la periferia de los aguajes.
5. COBERTURA VEGETAL
127
donde las áreas circundantes a los dormitorios (en esa época del año) también es poco
densa, componiéndose por algunos arbustos.
PROPUESTA
6. TOPOGRAFÍA
128
En época reproductiva prefieren pequeños planos abiertos rodeados de vegetación, ya
sea en planicies abiertas, en las partes altas de las mesetas o en pequeños valles al fondo
de las cañadas, condiciones topográficas similares son usadas para la crianza de los
polluelos, prefiriendo mesetas con pendientes ligeras. Para la anidación buscan laderas
rocosas, con pendientes del 30 al 60% y para su protección, principalmente en época de
lluvia, se refugian en las cañadas y laderas con pendientes pronunciadas. Dependiendo
de la estación del año, perchan en partes bajas en laderas de pies de monte o en las
partes altas de las mismas. Las observaciones de campo para M. g. mexicana, mismas
que coinciden con lo reportado por Scott Morales y Müller-Using (1992) para M. g.
intermedia, arrojan que esto les facilita el ascenso a los árboles para dormir y, a su vez,
les proporciona la visibilidad necesaria para emprender el vuelo en caso de ataque de
depredadores o para su rápido desplazamiento.
El guajolote silvestre vuela poco, pero si se siente amenazado o es atacado, las cimas y
las partes altas de las laderas dan a los guajolotes mayor oportunidad de escape, volando
de un cerro a otro.
PROPUESTA
Para la medición del relieve se pueden usar diversos aparatos, uno de los más sencillos
para manejar es el clinómetro, que permite tomar datos de pendiente, orientación de la
vegetación, y apoyar el registro de la composición florística y del tipo de suelo. Debe
registrarse en porcentaje la presencia de planicies, laderas, cañadas, cimas y lomeríos .
Dada la biología del guajolote silvestre, es importante que una UMA disponga de una
variedad de diferentes condiciones topográficas, que favorecerán el total y oportuno
desarrollo de su ciclo biológico.
7. ACTIVIDADES HUMANAS
129
los cambios, a desplazarse a sitios más seguros o inclusive se les condena a la
desaparición regional. Aunque no todos los tipos de sucesión vegetal les son
desfavorables, cualesquiera cambios que impliquen modificaciones extensas o
permanentes del hábitat los afectarán.
Es necesario hacer evaluaciones continuas de las poblaciones y del hábitat para asegurar
la estabilidad local de la población de la especie, o para detectar a tiempo amenazas de
afectación. Debe haber prácticas de manejo periódicas en las áreas de trabajo, y un plan
de contingencia que incluya disponibilidad de alimento para el guajolote en caso de
catástrofes climáticas. También es recomendable tomar muestras de sangre de
ejemplares para determinar el estado de salud de los ejemplares evitando con esto la
diseminación de enfermedades, estimaciones de proporción de sexos y edades para
asegurar poblaciones sanas y equilibradas, especialmente en entornos donde las
actividades humanas son más intensas o prolongadas. Deben monitorearse las áreas de
anidación, para la correcta estimación de nacimientos con los subsecuentes
reclutamientos, especialmente donde existan actividades humanas cercanas.
La densidad poblacional de otras especies, sobre todo las domésticas, también puede ser
un indicador de estabilidad para el guajolote, pues se tiene que prever que los
depredadores y competidores no rebasen un cierto tamaño poblacional.
Las actividades antropogénicas en las áreas de hábitat del guajolote silvestre siempre
ocasionan un disturbio ambiental; sin embargo, las condiciones actuales de hábitat
disponible han hecho que algunas poblaciones silvestres dependan parcialmente del
hombre para el desarrollo de algunas de sus actividades, sobre todo en las épocas críticas
del año, en las que la escasez de alimento y agua ocasionan la mortalidad de los
individuos.
Los aclareos, podas y obras de saneamiento forestal abren áreas que pueden ser
utilizadas para las actividades productivas, reproductivas y alimenticias de la especie. Al
existir extracción de madera, postes y leña, generalmente se hace un amontonamiento del
ramaje, propiciando con su descomposición la producción de insectos y hierba en ese
ambiente húmedo; aunado a esto, también se fertiliza el suelo, y un suelo rico en
nutrientes aumenta su cobertura vegetal, lo cual coincide con lo reportado por Vander
Haegen et al. (1989) en Massachussetts, donde encontraron que durante el invierno
parvadas de M. g. silvestris pasan el 54% del día comiendo en las parcelas de cultivos,
pastos y en bosquetes abandonados ya cosechados (en los que la descomposición
orgánica es alta), ya que los alimentos que allí encuentran son más atractivos que
cualquier otro alimento particular disponible en otras áreas de su hábitat.
La cacería furtiva y de subsistencia desmedidas, causadas muchas veces por los mismos
propietarios, amigos y parientes de ellos, y la introducción de animales exóticos como
perros, gatos y cerdos ferales puede ocasionar inclusive, la extirpación de la especie. Los
asentamientos humanos, y las construcciones que esto conlleva, en parajes preferidos por
la especie, como cercanías de los manantiales y planos a orilla de lagunas, entre otros,
impactan y modifican la biología del guajolote, pues para poder subsistir se tiene que
adaptar a los cambios (a veces precariamente).
propuesta
Indicadores. Presencia de actividades humanas en el predio o región.
Un método para evaluar los efectos de las actividades humanas dentro o en contigüidad al
hábitat del guajolote silvestre es hacer recorridos periódicos que indiquen la intervención
humana mediante la ubicación de comunidades respecto al sitio de muestreo,
construcciones y otros tipos de infraestructura, presencia de ganado y número de
individuos de éste observados, excretas de ganado y huellas, fuentes de agua y sus usos,
estado del bosque (si denota aprovechamiento o explotación forestal), parcelas de cultivo,
señalando de que cultivo se trata, dimensiones de la parcela, caminos, brechas o veredas,
indicios de cacería, presencia o indicios de depredadores, contaminación y tipo de
contaminación, grado de erosión y fecha del muestreo. Es recomendable tomar fotografías
de los hallazgos.
132
Signos. Sobrepastoreo, aprovechamiento forestal, presencia constante de gente en el
área, desplazamiento de las especies de fauna silvestre, reducción de la vegetación
original, disminución del tamaño poblacional del guajolote, mortalidad, enfermedades y
parásitos.
133
PAVO OCELADO
Participantes
Introducción
134
Este documento se presenta con la mejor información y experiencia generada
hasta el momento, e incorpora actividades y procedimientos para contribuir al
conocimiento básico de parámetros poblacionales y de hábitat, los cuales
permiten establecer lineamientos con referencia a la tendencia de la población
y a la conectividad de parches, para determinar de manera razonable una
cosecha sustentable que asegure la conservación y uso sustentable del pavo
ocelado.
135
Parte A. Aspectos de población de la especie
136
Al parecer, la madurez sexual se alcanza en el tercer año de vida. Sólo el
macho dominante de una parvada se aparea con las hembras, aunque puede
haber varios machos adultos asociados en una parvada determinada. Las
hembras fecundadas se alejan de la parvada para anidar, generalmente en
zonas de bosque maduro. En lugares como Tikal y Calakmul se ha observado
una alta depredación sobre los nidos y las hembras. A su vez, los cazadores
generalmente reconocen que un macho fecunda en promedio a cuatro
hembras; una organización similar se ha observado en una docena de
parvadas en Calakmul.
Las características de la vegetación donde se desarrollan las actividades de
cortejo, despliegue y copulación son muy distintas de la vegetación donde la
especie se mueve el resto del año. Durante la época reproductiva, el pavo
ocelado prefiere vegetación abierta y, sobre todo, visibilidad al nivel del suelo
(0-2 m). Las sabanas y claros en el bosque, por ejemplo, son muy usados en
esta época. Las hembras prefieren vegetación con denso sotobosque para la
fase de incubación y el inicio de la crianza (hasta que vuelan los polluelos).
Aunque las hembras también pueden poner en lugares más abiertos,
observaciones en Calakmul y datos de telemetría y seguimiento en Tikal
sugieren que la depredación al nido es muy elevada en estas condiciones.
Se sabe que la depredación es muy elevada en las primeras etapas de la vida.
La depredación es también muy elevada en hembras anidando, lo que parece
poco lógico, evolutivamente. Esto sugiere que la depredación observada en la
actualidad es quizá promovida por la fragmentación/perturbación del hábitat y
las consiguientes altas densidades de depredadores medianos como la zorra
gris, el tlacuache, el mapache, entre otros y sin mencionar posibles animales
ferales como perros o gatos.
La época reproductiva inicia cuando los machos empiezan a vocalizar, a veces
desde mediados de febrero, pero más comúnmente a partir de inicio de marzo.
Las hembras son fecundadas a partir de mediados de marzo, y las últimas
hasta fines de mayo. Cuando pierde su nidada, la hembra puede reunirse
nuevamente con la parvada e iniciar otro intento. Los machos pueden cantar
hasta mediados de junio, pero a menudo se encuentran solitarios. La
incubación dura de 28 a 30 días, por lo que los primeros polluelos eclosionan a
mediados de abril. Las últimas nidadas eclosionan a fines de junio o principios
de julio. No se sabe si la fecha de eclosión influye en la sobrevivencia. La
estrategia tiende a ser la producción de muchas crías (r), debido a la alta tasa
de depredación tanto de los huevos como de las crías.
Sólo la hembra está involucrada en la incubación y cuidado de las crías.
Debido a que los polluelos son nidífugos, el cuidado maternal se limita a
proteger las crías contra los depredadores. La estrategia de vida en parvada
resulta generalmente orientada hacia minimizar el riesgo de depredación, y es
un hecho conocido que las hembras colaboran para el cuidado de los polluelos,
aún las que perdieron la nidada (Steadman, 1979; Negreros, 1996).
El pavo ocelado es principalmente frugívoro, pero su alimentación es
oportunista. Así en áreas perturbadas con presencia de milpas, es común
encontrar que el buche esté lleno sólo con maíz. Sin embargo, cuando puede
elegir, el pavo prefiere frutos típicos de las selvas conservadas: en particular
zapote y ramón (Calmé y Duarte, 2002). El pavo ocelado se puede definir como
137
una especie frugívora no estricta, puesto que incluye también en su
alimentación semillas, hojas, seudo-bulbos de orquídeas e invertebrados. En
cuanto a los polluelos, parecen necesitar una dieta muy rica en proteínas en los
primeros tres meses.
En las selvas de la Península de Yucatán, donde la vegetación natural forma
mosaicos de selvas medianas y bajas, mezcladas a menudo con áreas de
pastoreo y campos agrícolas, el muestreo estratificado para evaluar
poblaciones y hábitat es claramente recomendable. Sin embargo, la decisión
debe tomarse en función de las características de cada UMA (tamaño y tipos
de cobertura). El pavo ocelado es más frecuente en la selva mediana, a
condición que ésta se halle inmersa en un mosaico que cuente con vegetación
abierta, importante para la época de cortejo.
Para la escala de UMA individuales, se recomiendan dos tipos de muestreos en
transectos: machos (que son el objeto de la cacería) y población total (para
contar todos los sexos y estimar reclutamiento). Los conteos de machos son
recomendables porque son éstos los individuos más buscados por los
cazadores deportivos. Este conteo debería hacerse antes y después de la
actividad de cacería. Los conteos de fin de invierno, por su lado, permiten
contar virtualmente a todos los individuos, puesto que en esta época todos los
sexos y edades se juntan. Además, esto permite estimar el número de
individuos nuevos reclutados en la población.
Los pavos tienden a preferir los caminos y brechas durante sus horas de
actividad, por lo que debe tomarse en cuenta esto si esos lugares se usan para
realizar los censos. En particular durante la reproducción, los machos prefieren
en efecto estar en la proximidad de ambientes abiertos, entre ellos caminos,
por lo que parece razonable usar los caminos durante los censos. Sin embargo,
hay que mantener en mente que lejos de los caminos, hay menos individuos y,
además, que no existen datos para determinar la relación de densidad relativa.
En otras palabras, no se deben usar estos censos en caminos para estimar
densidades; pero al menos se pueden estimar índices de abundancia basados
en la cuenta total de individuos a lo largo de los transectos. Para estimar la
densidad poblacional, deben hacerse muestreos en transectos perpendiculares
a los caminos.
Es de interés tomar en cuenta que pueden ocurrir eventos estocásticos
(incendios, inundaciones, derribo de árboles por el viento) que no tengan que
ver con las actividades de la UMA, por ello es recomendable muestrear la
superficie de la UMA afectada. Si la UMA es pequeña, entonces un evento
estocástico puede efectivamente interferir con las actividades de ésta y destruir
el esfuerzo para recuperar una población, por lo cual es recomendable
muestrear toda la superficie de la UMA, a fin de tener un panorama integrado
de la situación que prevalece.
A continuación se mencionan varios factores de la población para la especie
que son relevantes y que deben de ser calculados sistemáticamente:
• Tamaño de las parvadas: el tamaño de las parvadas tiene
aparentemente una relación directa con la abundancia local de la
especie. Esto es muy notable en Calakmul, por ejemplo, donde las
parvadas hace 20 años eran más pequeñas que en la actualidad. Existe
otro ejemplo espectacular, en la comunidad Carlos Cano Cruz, donde se
138
han contado 50 individuos en una fotografía enviada (el autor de la
fotografía aseguró que faltaban más individuos que no entraban en la
imagen), mientras que la especie formaba parvadas de alrededor de 10
individuos hace unos 20 años. Las implicaciones de datos como estos
deben ser valoradas cuidadosamente.
• Número de individuos juveniles reclutados: éste es el indicador por
excelencia del éxito de reproducción en el año. Por supuesto, no permite
conocer el éxito de eclosión, ni del número de individuos que alcanzan
del primer vuelo, pero proporciona información sobre los individuos que
lograron pasar exitosamente la etapa de mayor mortalidad.
• Número de machos adultos: debido a que la cacería está enfocada a los
machos, es de gran relevancia seguir su variación a través del tiempo.
Adicionalmente, los muestreos de machos son de más fácil realización
en época de reproducción. Para fines comparativos, se puede medir la
abundancia de machos cantores antes y después de la cacería (hacerlo
antes, es imprescindible).
• Número de parvadas: junto con el número de individuos por parvada,
contar el número de parvadas permite estimar razonablemente el
número de individuos total de la población.
• Proporción machos/hembras: existen datos previos sobre poblaciones
en crecimiento, por lo que esta variable proporciona un punto de
referencia interesante. Para Tikal y la Península de Yucatán, se ha
calculado una proporción macho-hembra de 1.5:1. Este dato y los dos
anteriores pueden obtenerse fácilmente antes de iniciar la época
reproductiva.
No se recomienda hacer el seguimiento de nidos, porque es una actividad
altamente perturbadora para las aves y, además, la literatura sobre
seguimiento de nidos abunda en ejemplos de especies depredadoras que
aprenden a rastrear los olores humanos, aprovechándolos para llegar a los
nidos, lo cual aumenta artificialmente la depredación.
Como se mencionó más arriba, los conteos de fin de invierno son
probablemente los más eficientes, puesto que todos los individuos coinciden
(nacidos del año anterior, subadultos y adultos).
Hasta hoy no se conocen métodos confiables para incrementar las poblaciones
de la especie, a excepción de la veda, que ha sido muy exitosa en Reservas
como Calakmul o Tikal. De hecho, sería conveniente vedar la cacería de la
especie en prácticamente toda el área de distribución de la especie, con un
enfoque espacial o temporal, para intentar la recuperación de poblaciones
diezmadas.
139
Formato para la acumulación ordenada de datos sobre pavo ocelado.
MUESTREO
Registro visual longitud del transecto: _____km No. de transecto______
Hora de inicio:_____ Hora de termino:________ Fecha: __________
Distancia de Ejemplares
observación observados
Número de
perpendicular Tipo de Vegetación
individuos M H
al transecto MSA J
(m)
140
HABITOS ALIMENTARIOS
Tipo de alimento nombre común nombre científico:
Claves de tipo de alimento: Frutos (F): hojas verdes (HV); Flores (FL); Insectos (I); Otros
invertebrados (O)
Observaciones:
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
141
Algunos signos de alerta temprana de deterioro poblacional, que deben
vigilarse en la operación de una UMA incluyen:
• Tamaño de las parvadas: las parvadas que disminuyen de tamaño
indican una tendencia a la baja de la densidad poblacional o, cuando
menos, una perturbación del ambiente (depende de la magnitud de la
variación del número de parvadas).
• Número de individuos juveniles reclutados: esta variable puede variar de
un año a otro, pero debería mantenerse estable sobre períodos de 3-5
años. Un año de bajo reclutamiento puede deberse a varias razones,
climáticas o relacionadas con cambios en el ambiente donde viven
(deforestación, cacería de hembras, aumento de depredadores o
enfermedades). Es importante tratar de aislar el factor que más
contribuye al cambio y determinar si se puede mitigar su efecto a través
de acciones de manejo.
• Número de machos adultos: esta variable no debería bajar, porque la
competencia entre machos para fecundar a las hembras es necesaria
para asegurar individuos adaptados a su ambiente (alta adecuación).
La escala mínima adecuada para el manejo del pavo ocelado es la del paisaje,
puesto que esta ave utiliza un mosaico de tipos de vegetación según las
distintas etapas de su ciclo de vida. Diversos datos preliminares muestran que,
en un análisis de la relación entre la presencia/abundancia del pavo ocelado y
el área boscosa para toda la Península de Yucatán, se necesitaría por lo
menos 20% de bosque en cuadrículas de 100 km2 para asegurar la presencia
de la especie (Calmé y Osorio, 2001). A escala menor, no existen datos.
Se deben reconocer los tipos de vegetación y, adicionalmente, otras coberturas
como los potreros, las milpas y otros cultivos. Durante análisis preliminares no
se encontraron diferencias entre los diferentes tipos de bosque (a excepción de
la selva baja inundable) que pudieran explicar la presencia del pavo ocelado, lo
que podría simplificar considerablemente las medidas del hábitat (Kampichler y
Calmé, datos no publicados). El arreglo de los diferentes tipos de cobertura, sin
embargo, es de igual importancia que su composición. El pavo se adapta muy
bien en zonas con milpas y pequeños potreros inmersos en extensiones
considerables de bosque; sin embargo, la especie no está presente o es muy
rara en áreas donde la matriz del paisaje está dominada por grandes campos
agrícolas o potreros.
La especie es muy flexible en cuanto a sus requerimientos de hábitat natural,
en función de su gran adaptabilidad en términos de alimentación. Sin embargo,
requiere tipos de vegetación con estructura específica en dos etapas
importantes de su ciclo de vida: el cortejo/copulación y la anidación/crianza
temprana. Para la primera, se requieren pequeñas áreas abiertas y para la
segunda, áreas con buena obstrucción visual al nivel del suelo (lo que
corresponde generalmente a selva mediana subperennifolia con sotobosque
desarrollado). Es muy importante señalar que la distribución de estas
142
coberturas determina su efecto sobre la especie: si forman parches
relativamente pequeños, son aprovechados para actividades como el cortejo, o
bien para la alimentación (en las milpas), mientras que si son grandes,
provocan una pérdida de la conectividad entre parches de hábitat forestal; esto
último, a la larga puede provocar problemas por ejemplo en la dispersión de
individuos para encontrar pareja, con lo que se afectará la persistencia local de
la especie en el largo plazo.
La agricultura no mecanizada es compatible con la conservación del pavo
ocelado, y podría hasta representar una estrategia de manejo para aumentar
las poblaciones en áreas donde el bosque es más escaso, más seco o
secundario. En efecto, la dieta de los pavos ocelados en estas circunstancias
se compone en alta proporción de productos agrícolas como el maíz, o flores y
ápices suaves de frijol y calabaza (Calmé y Duarte, 2002). Otras actividades
que no impliquen modificaciones en el uso del suelo también son compatibles
con la conservación de la especie, sobre todo si se desarrollan fuera de la
temporada de anidación (por ejemplo, la extracción de chicle y la apicultura).
La agricultura mecanizada sobre grandes extensiones y la ganadería en
potreros inmensos, están directamente ligadas a la extirpación local de la
especie, posiblemente a través de la pérdida de rasgos importantes del hábitat
y de conectividad, que provoca ese uso del suelo. La expansión suburbana
también afecta negativamente la persistencia de la especie, en este caso
también por pérdida de hábitat y además, posiblemente, por el aumento de
depredadores oportunistas de tamaño mediano como son la zorra gris, el
tlacuache, el mapache, el grisón, el yaguarundi y los perros domésticos.
La cacería sin control representa una amenaza directa para la especie.
Además la construcción de caminos para la extracción forestal, como otro
ejemplo, también afecta a la especie, porque se facilita vías de entrada a áreas
boscosas para cazadores furtivos y otros depredadores oportunistas.
En las selvas del sureste de México, algunas especies de árboles son clave
para la supervivencia de la fauna, particularmente durante épocas críticas
como la temporada de secas. Estas especies son el ramón (Brosimum
alicastrum), el zapote (Manilkara zapota), la chacá roja (Bursera simaruba) y el
ekulub/hueso de tortuga (Drypetes lateriflora), entre otras (Calmé y Duarte,
2002). Si bien la chacá roja es común en bosques secundarios, las demás
especies son típicas de selvas maduras.
Previo a la temporada de reproducción, se ha observado que los pavos pueden
consumir grandes cantidades de pequeños caracoles (Calmé y Duarte, 2002),
que encuentran típicamente en la selva baja inundable o en la zona de
transición entre selva baja inundable y selva mediana. Este comportamiento es
bien conocido por los cazadores locales.
El pavo tiene numerosos depredadores naturales, mamíferos, aves y
serpientes. Aunque se reportan casos de muerte de hembras adultas por
mordeduras de serpientes, normalmente ofidios no venenosos de tamaño
mayor sólo consumen los polluelos o los huevos. Las aves depredadoras de
pavos incluyen las rapaces forestales. Los mamíferos depredadores del pavo
ocelado incluyen prácticamente todos los felinos, canidos, mustélidos y
prociónidos. La fragmentación del hábitat es un factor que favorece la
presencia e incremento de varios de estos depredadores, en particular cánidos
143
y prociónidos por lo que, en ambientes con impactos de origen antrópico, la
depredación puede resultar más alta que en condiciones naturales, en
particular respecto a los nidos. Debe procurarse por todos los medios evitar la
presencia de perros y gatos domésticos, escapados y ferales, en sitios donde
se intenta conservar o recuperar poblaciones de pavo ocelado.
Componentes del hábitat de mayor importancia para la especie en la
evaluación de hábitat:
• Cantidad de bosque disponible (excluyendo selva baja inundable).
Debido a que la especie no es muy exigente en términos de tipo
específico de bosque, con tal de que éste lo sea efectivamente, para
propósitos prácticos se recomienda considerar una sola clase de
bosque, lo que facilita también el trabajo de los técnicos de campo y
evita discusiones semánticas sobre la clasificación usada. Se
recomienda calcular las diferencias en este factor entre años de
muestreo (positiva o negativa), para dar seguimiento a la tendencia a
través de varios años. Si se quiere estimar el número de individuos de
pavo ocelado en el predio, esta variable (cantidad - superficie de
bosque) debe ser la base, no la superficie total de un predio.
• Conectividad entre parches de bosque: Esto permite saber si los
individuos tienen la posibilidad de moverse entre parches, lo que resulta
sumamente importante, especialmente si los parches son relativamente
pequeños (e. g. <500 ha). Asimismo, este factor complementa la
información sobre cantidad de hábitat disponible. Una medida muy
sencilla de conectividad sería la cuenta de conectores efectivos entre
parches, sobre el número total de “conectores posibles” (existen
medidas más refinadas basadas en modelos probabilísticos, pero que
son complicadas de implementar). Los cambios en esta variable de
conectividad indican el grado de aislamiento y, a través del tiempo, si el
aislamiento es progresivo o al contrario, si existe alguna recuperación de
conectividad del hábitat.
• Conectividad con bosque en áreas colindantes con la UMA: Se trata de
un dato similar al anterior, pero orientado a conocer la conectividad entre
parches de bosque en una UMA dada y áreas colindantes Esto es
relevante si la UMA no es suficientemente grande como para mantener
una población viable. Estos datos se pueden obtener fácilmente a partir
del examen de fotografías áreas recientes o de la clasificación de
imágenes de satélite (muchas imágenes ahora son gratuitas desde la
Internet).
• Densidad (o número) de árboles frutales: Este indicador se toma a la
escala del predio (UMA) y es importante para todas las especies de la
UMA que son frugívoras. Permite saber cual es la disponibilidad de
alimento clave para el pavo y, eventualmente, tomar decisiones de
manejo. Este indicador debe medirse en los mismos transectos que
sirven para los muestreos de población del pavo. La perspectiva es
apreciar comparativamente este indicador, en comparación con el de
una selva considerada en buen estado de conservación.
144
• Abundancia de depredadores (por especie): Es importante tener un
registro de las especies que depredan al pavo ocelado, particularmente
en situaciones de paisaje con notoria influencia humana, donde los
carnívoros pequeños y medianos tienden a aumentar. El levantamiento
de esta información también debe hacerse en los transectos de
muestreo de pavo ocelado, usando métodos para seguir rastros. Como
no existen datos de base para esta variable, se sugiere seguir sus
variaciones (positivas y negativas respecto a un valor inicial) y ver si se
relacionan (al menos por regresión lineal simple) con alguna variable de
población del pavo ocelado.
El mayor factor de pérdida de biodiversidad es la deforestación, por lo que el
indicador de cantidad de hábitat disponible es el más importante elemento de
alerta temprana de deterioro del hábitat en UMA. Asimismo, es importante ver
si se está perdiendo hábitat viable y, si es así, cómo; de ahí la importancia de
monitorear también los cambios de conectividad.
Hay dos prácticas sencillas de manipulación del hábitat que podrían emplearse
para favorecer a las poblaciones de pavo ocelado: reforestación/creación de
conectores y enriquecimiento de hábitat con especies frutales.
145
Determinación de viabilidad biológica de la cosecha en el área de una
UMA
Para este propósito es estrictamente necesario conocer la producción anual de
la población para determinar la viabilidad de la cosecha, esto implica que se
conozcan al menos los siguientes parámetros:
Densidad: número de individuos por unidad de superficie a través de transectos
en línea.
• Número de crías producidas por hembra / año.
• Estimación del tamaño mínimo de población local con la que se trabaja
(normalmente no restringida al predio de una UMA dada).
• Estimar la tasa de crecimiento potencial.
• Características demográficas de la población: proporción de sexos.
• Número de nidadas por año.
• Éxito reproductivo.
• Calendario de eventos reproductivos.
• Abundancia: número de individuos observables.
146
aproximación aceptable de la producción anual (medida de individuos
producidos por unidad de superficie). Ésta se define como (P):
P = pD*gY
ene feb Mar abr may jun jul ago sep oct nov dic
Pavo
ocelado
147
Distribución de las actividades de cosecha en el predio de una Unidad de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA)
La cosecha se realizará sólo en las áreas que hayan sido autorizadas en el
plan de manejo.
Evaluación de población:
148
transectos, conforme a los diferentes tipos de hábitat, estratificándolo de
manera clara.
• Para la definición del número de transectos a aplicar en el área que
ocupa la UMA, se recomienda considerar que estos transectos abarquen
la mayor cantidad posible de la superficie y tipos de hábitat de la Unidad
(aun cuando, como se dijo arriba, eventualmente puede darse el caso de
considerar “bosque” como único tipo de vegetación).
• El transecto lineal debe tener un mínimo de tres kilómetros de longitud, y
en éste se registrará la distancia perpendicular de cada individuo
observado, respecto al transecto (Buckland et al., 2001).
En cuanto al tamaño de la muestra, para efectos estadísticos se requiere el
registro de al menos 40 individuos (fuera del pavo ocelado, para otras aves
como crácidos es posible que no se cumpla esta consideración, por ejemplo
para el hocofaisán). Sin embargo, existen algunos programas (DISTANCE,
Buckland et al., 1993) en los que es posible aplicar modelos que permiten el
análisis de datos que no cumplen con esta condición por lo que, al menos con
base en la experiencia obtenida con el pavón, se recomienda que el transecto
tenga una longitud mínima de tres kilómetros.
Es necesario generar información para conocer la variación estacional de las
poblaciones del pavo ocelado en la UMA, y sus hábitos alimenticios y
reproductivos.
La información mínima necesaria es la siguiente:
• Densidad de aves.
• Proporción de sexos.
• Período reproductivo: inicio y final.
• Mortalidad por clases de edad (las clases definidas al principio de este
texto).
• Eventos reproductivos.
• Madurez sexual.
• Tasa de depredación.
Para la evaluación de hábitat se sugiere seguir los procedimientos propuestos
por Ralph y colaboradores (1996). Finalmente, para el análisis de los hábitos
de alimentación del pavo ocelado, se recomienda que se establezcan
convenios entre la Dirección General de Vida Silvestre e instituciones
académicas, para que bajo un método claro, los organizadores cinegéticos
conserven los buches de los pavos en frascos con formol al 10%
(proporcionados por la UMA) para que, posteriormente se analicen sus
contenidos en busca de información precisa. Esta misma medida puede
aplicarse a otras especies de aves.
149
• Alta mortalidad debida a depredación o a otros fenómenos como el
furtivismo.
• Evidencia de movimientos estacionales altitudinales.
• Cambios de uso de suelo
• Cambios en la proporción sexual.
• Bajos números de reclutamiento de juveniles.
150
Formatos recomendados.
Nombre de la UMA: Clave de registro: Estado:
Municipio: Localidad mas cercana:
Numero consecutivo Nombre común Nombre científico Peso (gramos)
de ejemplar
Uso que se dará al ejemplar cobrado (marque con una X) Contenido del buche**
Uso que se dará al ejemplar cobrado (marque con una X) Contenido del buche**
Exportación Autoconsumo Trofeo
del trofeo
Parte E. Bibliografía
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152
HOCOFAISÁN Y OTROS CRÁCIDOS
Participantes
Introducción
153
En México existen 8 especies de crácidos: Ortalis vetula (chachalaca), Ortalis
poliocephala (chachalaca mexicana o copetona); Ortalis leucogastra
(chachalaca vientre blanco); Ortalis wagleri (chachalaca pacífica); Penelopina
nigra (pajuil); Penelope purpurascens (cojolite o choncho); Oreophasis
derbianus (pavón) y Crax rubra (hocofaisán).
González-García y colaboradores (2001) en una revisión del conocimiento y
estado de conservación de los crácidos mesoamericanos, entre otras
conclusiones, asientan que es necesario desarrollar trabajos sobre distribución,
estimaciones de densidad y abundancia, comportamiento reproductivo, uso y
aprovechamiento, y estudios de cambios en la cobertura vegetal.
La Norma Oficial Mexicana NOM-059 (Semarnat, 2001), define la situación de
riesgo en la que se encuentran los siguientes taxones de crácidos:
Este es el marco general de las especies que corren mayor riesgo en este
grupo de aves. Aunque otras especies de chachalacas no se encuentran en la
lista de la NOM-059, debe permanecerse atento a las tendencias de sus
poblaciones en México.
154
características de una cosecha sustentable que asegure su conservación y
permanencia de su posibilidad de uso en el largo plazo.
Transecto de línea
En la literatura reciente, el uso del método de transecto de línea se ha
incrementado. El método de transecto de línea, junto con el método de
transecto en puntos, pertenecen al campo del muestreo basado en distancias
de avistamientos (Distance Sampling Theory; Buckland et al. 1993, 2000,
2001). En muestreos de transecto de franja se asume que la franja entera
resulta censada, mientras que en el muestreo de transecto de línea, uno debe
asumir únicamente que una estrecha franja alrededor del centro de la línea es
censada: esto es, excepto cerca del centro de la línea, no hay seguridad de
que todos los objetos son detectados. Normalmente los transecto de línea se
colocan al azar y su longitud (L) es conocida. En la práctica, se considera un
número de transectos parciales de longitudes l1, l2, …lk y su longitud total se
denota como L (véase Figura 1).
155
b
156
a
r
x
θ
o l
157
observador. La medida resultante reflejaría, en ese caso, la distancia, desde la
línea hasta la ubicación de la detección, no a la posición original del animal. Si
el movimiento ocurre en respuesta al del observador, la estimación de la
densidad estará sesgada a una subestimación. Idealmente el observador sobre
la línea del transecto intentará minimizar la evidencia de su propio movimiento,
para lograr una observación de animales aceptable, en el área investigada.
Supuesto 3: las medidas son exactas.
Idealmente, las distancias registradas deben ser exactas, sin errores de
medición. En la realidad, el caso de las mediciones puede significar un
problema (por ejemplo, una fuerte tendencia a sobrestimar distancias usando
cálculos oculares aproximados). Los métodos de campo deben considerar esto,
para minimizar el sesgo; existen equipos electroópticos como los Range Finder,
que pueden brindar apoyo en esta tarea.
158
estimados con la precisión deseada. Por otra parte, en un contexto en el
que no se cuenta con mucha información, se recomienda que el
esfuerzo de muestreo sea mensual durante un ciclo completo, es decir,
al menos durante un año (sin embargo, se recomienda enfáticamente un
período de 5 años consecutivos), con la finalidad de conocer la variación
estacional de las poblaciones en la UMA.
3. Las diferencias en cuanto a experiencia en el conocimiento de las
especies de interés entre los observadores debe de ser mínimas o
justificadas. De preferencia, el observador debiera ser siempre la misma
persona.
4. Si el trabajo tiene enfoque comparativo incluyendo más de una especie,
tendrá que suponerse que las diferencias en la detectabilidad entre
especies son mínimas.
5. Se recomienda no iniciar el transecto en el borde de la Unidad de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA); una distancia
alejada del borde entre 50 y100 metros puede ser adecuada. En la
medida de lo posible, los transectos deben establecerse al azar y ser
lineales, como el nombre del método lo indica: transectos en línea. Sin
embargo, muchas veces, esto no es posible, dada las características y
topografía de los sitios de estudio. Por lo general se hace uso de
veredas o senderos ya establecidos, los cuales generalemente no son
transectos lineales. Sin embargo, es lo más práctico. Si este es el caso,
se sugiere que los muestreos en dichas veredas usadas como
transectos, se lleven a cabo al azar, para evitar sesgos de parte del
observador y/o manejador. El transecto puede cubrir diferentes tipos de
hábitat.
6. Transecto mínimo de tres kilómetros de longitud sin ancho fijo. Se
espera que el diseño del muestreo cubra la mayor superficie posible de
la UMA y los diferentes tipos de hábitat. De preferencia y de ser posible
se recomiendan al menos tres transectos de 3 km de longitud cada uno,
pero dependerá del tamaño y de las características de la cobertura
vegetal de la UMA. De ser necesario, y para cubrir al menos una
longitud de tres kilómetros, se puede dividir la longitud en transctos de
uno o dos kilómetros, por ejemplo (Ver Figura 1). No obstante los
transectos deben estar suficientemente separados, para evitar contar
dos veces a los mismos individuos. Los muestreos se deben llevar a
cabo idealmente temprano por la mañana (7-10 de la mañana), aunque
también es posible, realizar otro muestreo por la tarde (4-6 de la tarde).
7. El tamaño de la muestra debe ser en función de la historia de vida de la
especie, el ámbito hogareño o los tipos de vegetación en la UMA. Para
el análisis de los datos (usando el programa DISTANCE) se requieren al
menos 40 individuos registrados durante los recorridos., Sin embargo
para algunas especies , las densidades son pequeñas por lo que esta
condición no se logra, lo que requiere de ajustes en su análisis.
159
Se esperaría que, mediante el desarrollo de este método, se obtuviera la
siguiente información para conocer la condición inicial y las principales
tendencias de la población de crácidos en una UMA y sus alrededores:
• densidad a través del uso de transectos en línea
• proporción de sexos
• periodo reproductivo: inicio y final
• sistema social: monógamos, polígamos
• mortalidad por clases de edad
• abundancia
• tamaño de la población
• estimación del tamaño mínimo de población:
• estimar la tasa de crecimiento potencial
• número de crías producidas por hembra/ año.
160
El formato propuesto, para evaluar la población de crácidos en una UMA y sus
alrededores, incluye varios componentes:
La primera parte especifica los datos mínimos necesarios que deben generarse
durante el recorrido en cada transecto. Se ha especificado que se tomen datos
del(los) individuo(s) detectado(s) como registros visuales y/o escuchado(s),
pues mientras que es posible observar directamente a algunas especies, a
otras sólo es posible identificarlas a través de sus vocalizaciones. Se
recomienda que se registren ambos datos, esto también permitirá que sean
probados comparativamente, en cuanto a su precisión y aplicabilidad. En la
sección de “parámetros demográficos” se asientan aquellos datos que deben
calcularse una vez que termine el trabajo de campo. La sección de hábitos
alimentarios se ha propuesto para aprovechar los casos en los que se registren
estos fenómenos; se pide que, mediante iniciales, se especifiquen los recursos
alimentarios utilizados: Frutos (F); Hojas verdes (HV); Flores (FL); Insectos (I);
Pequeños mamíferos (PM); Reptiles (R); Otros (O, describiendo lo necesario).
Se espera que se esta información se registre tanto durante el recorrido de
cada transecto lineal como durante el traslado a éstos, en otras áreas.
MUESTREO
Registro visual longitud del transecto: ___________km No. de transecto______
Hora de inicio:______ Hora de termino:________ Fecha: __________
Número de distancia de Ejemplares observados*
Tipo de Vegetación
individuo observación (m) M H J S/S
1
2
3
4
5
161
Registro auditivo Longitud del transecto: ___________km No. de transecto______
Hora de inicio:______ Hora de termino:________ Fecha: __________
Ejemplares observados*
Número de individuo distancia de detección (m) Tipo de Vegetación
M H J S/S
1
2
3
4
PARÁMETROS DEMOGRÁFICOS
Número de parejas: ______ Número de nidos activos: ______ Número de nidos
inactivos: ______
Número de nidadas (número de huevos en el nido): _______ Número de huevos
infértiles o no eclosionados:______
Número de puestas por temporada de reproducción: _______ Número de huevos
eclosionados. ____________
Número de crías producidas por hembra/ año________ Éxito de reproducción:
______ individuos por pareja
Tasa de natalidad: __________ individuos por pareja Tasa mortalidad: __________
individuos por pareja
Tasa de sobrevivencia: _________ individuos por pareja Tasa de reclutamiento:
________ individuos por pareja
HÁBITOS ALIMENTARIOS
Claves: Frutos (F): Hojas verdes (HV); Flores (FL); Insectos (I); pequeños mamíferos
(PM); Reptiles (R), Otros (O, describiendo lo necesario).
162
Parte B. Aspectos del hábitat de las especies (o grupos de especies)
163
La estrategia general de conservación de las especies de crácidos es aumentar
sus poblaciones o mantener sus tamaños poblacionales estables, de modo que
aquellas poblaciones que no muestren patrones estables en su tamaño
poblacional o que no muestren aumento, no deben ser aprovechadas.
Otro elemento muy importante es conocer la historia natural de las especies lo
cual determina muchos procedimientos de evaluación y análisis de las
especies, por ejemplo, como ya se ha citado, no se conocen muchos aspectos
de los crácidos en México y es imprescindible tener una idea clara acerca de su
ecología reproductiva, (época de reproducción), ámbito de actividad,
parámetros poblaciones, dieta y, entre otros temas, los aspectos
socioeconómicos de la caza.
164
Calmé (2000) propone un modelo, generalizando y adaptando a partir de otro
previo, de Robinson y Redford (1991, en el que se contemplan varios
indicadores demográficos de especies de mamíferos silvestres para estimar su
tasa de aprovechamiento). Sin embargo, para los crácidos y pavo ocelado no
existe la información adecuada y suficiente para usar este modelo, por lo que
considera posible que, a partir del número de crías producidas por hembra
anualmente y de la densidad poblacional, se pueda realizar una aproximación
aceptable de la producción anual (medida de los individuos producidos por
unidad de superficie) que se define como:
P = pD*gY
165
Periodicidad y calendario de las actividades de cosecha en una Unidad de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA)
No se conoce con detalle el periodo reproductivo de las especies de crácidos
en México, pero pueden hacerse sugerencias con las debidas precauciones.
ene feb mar abr may Jun jul ago sep oct nov dic
Ortalis vetula
Ortalis
poliocephala
Ortalis
leucogastra
Ortalis wagleri
Penelopina
nigra
Penelope
purpurascens
Oreophasis
derbianus
Crax rubra
166
Protocolo recomendado para el monitoreo de población y hábitat
orientado a detectar sus tendencias en una UMA donde se practique la
cosecha de la especie o grupo de especies afines
167
de ejemplar
Uso que se dará al ejemplar cobrado (marque con una X) Contenido del buche**
Uso que se dará al ejemplar cobrado (marque con una X) Contenido del buche**
Exportación Autoconsumo Trofeo
del trofeo
Uso que se dará al ejemplar cobrado (marque con una X) Contenido del buche**
Exportación Autoconsumo Trofeo
del trofeo
168
• No cosechar si no se tiene conocimiento de los parámetros mínimos de
la productividad de la población.
• Tras un fenómeno natural (o inducido) severo, debe suspenderse la
cosecha hasta no obtener información que evalúe de manera clara el
nuevo estado de la población y su hábitat.
• También debe suspenderse la cosecha al detectarse enfermedades en
la población.
• Debe suspenderse la cosecha, asimismo, cuando se detecte una
disminución en el reclutamiento de juveniles.
• Deberá reducirse la tasa de aprovechamiento cuando la productividad
de la población disminuya.
169
Parte IV. Bibliografía
Referencias adicionales
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182
PATOS, GANSOS Y OTRAS AVES ACUÁTICAS, MIGRATORIAS Y
RESIDENTES
Participantes
Introducción
Cada año durante el periodo invernal, arriban a nuestro país una gran cantidad
de aves migratorias procedentes de Norteamérica que utilizan los humedales
costeros e interiores de México como sitios de descanso, de tránsito, o como
hábitat de invernación. Allí coexisten con una gran variedad de especies
residentes de nuestro país. Como parte de esta riqueza, las aves acuáticas, en
particular los anátidos (patos y gansos), así como las grullas y gangas tienen
un alto valor ecológico, cultural y económico en México y en toda Norteamérica.
El aprovechamiento cinegético, los usos tradicionales y otros vinculados con la
investigación y ecoturismo son algunos de los aspectos que reflejan ese valor.
Por otra parte, las aves acuáticas tienen una importante función en la ecología
de los humedales y en el reciclamiento de nutrientes de estos ecosistemas lo
cual, a su vez, está relacionado con los ciclos de producción de los recursos
pesqueros y económicos de las zonas costeras.
183
para garantizar su conservación y aprovechamiento sustentable. Como en
otros grupos de animales que tienen movimientos amplios, la conservación de
las aves acuáticas no puede basarse solamente en acciones locales o
solamente en una estrategia general, ambos extremos deben articularse con
acciones organizadas de manera eficaz (Sánchez, 2000). Por ello existen
programas y acuerdos internacionales que reconocen la responsabilidad
compartida sobre las especies de aves acuáticas migratorias. En México se
encuentran tambien poblaciones y especies residentes (es decir, que se
reproducen localmente) para las cuales, por lo general, las dimensiones y
esquemas de gestión de las UMA tienen un efecto limitado para el manejo y
conservación de poblaciones con base en sus requerimientos de hábitat para
alimentación, refugio y anidación.
Una visión de conjunto adecuada sobre las aves acuáticas es la base para
abordar estas tareas. Para ello, es recomendable recopilar y evaluar
detalladamente la evidencia disponible pues, como muestra la Figura 1, aún
existen muchas áras de oportunidad para mejorar la percepción de conjunto
sobre este grupo de especies silvestres.
184
Figura 1. Regionalización propuesta por Subcomité de Aves Acuáticas a
la DGVS. (Véase también el Anexo 1).
Nota: Las áreas del mapa que están en blanco deben ser reevaluadas desde
una perspectiva de conservación más amplia. Las unidades regionales
identificadas por el subcomité, le otorgan CERO importancia a cuatro de los
estados mas biodiversos estados de la república (ver mapa) lo cual resulta muy
cuestionable especialmente si se toma en cuenta el hábitat para estas y otras
especies.
185
México debe fortalecer sus capacidades técnicas y ampliar la cooperación con
Estados Unidos y Canadá en todos los ámbitos, especialmente en materia de
logística y de manejo, análisis e intercambio de información sobre poblaciones.
A escala regional:
186
demografía y tendencia poblacional, integrando los datos de las distintas UMA
de manera adecuada.
Muestreo aéreo:
Durante el vuelo los observadores (colocados –uno o dos– a cada lado del
aeroplano) registrarán el número de individuos de cada especie que detecten
en su lado. En caso de ser posible, cada observador se concentrará en el
conteo de sólo una o dos especies. Los conteos se harán a la misma hora. A
continuación se enlistan otras especificaciones para realizar este trabajo:
187
• Realizar descripciones generales de hábitat.
Muestreo Terrestre.
188
a) Especies migratorias: Las que invernan y / o transitan por México por
cada región:
189
Desde hace ya varios años, las condiciones y tendencias generales de la
mayoría de las poblaciones de especies migratorias es determinada por
equipos técnicos del USFWS, el CWS y un numeroso grupo de colaboradores
en toda Norteamérica. Es necesario que México participe de manera regular y
permanente en el proceso de seguimiento de las rutas migratorias (flyways), en
particular las del Pacífico, Centro y Mississippi y que se involucre en estas
actividades asignando personal técnico especialmente capacitado para realizar
dichas tareas. Desde luego, para ello es necesario destinar recursos
gubernamentales suficientes (incluyendo el personal capacitado y
financiamiento específico) para atender esta necesidad.
190
Consideramos que la mejor manera de dar valor al trabajo de monitoreo de
poblaciones en las UMA, consiste en organizar el trabajo a escala regional
siguiendo una metodología que permita que dicha información sea compatible y
complementaria con los esfuerzos de monitoreo a escala regional y continental.
Por ello creemos que las autoridades deben establecer el marco técnico y
normativo, así como el diseño del muestreo para la realización de los conteos
,mediante disposiciones reglamentarias establecidas como condicionantes en
las tasas de aprovechamiento o acuerdos secretariales.
Los informes de aprovechamiento deben ser obligatorios para las UMA y deben
significar una condición para solicitar futuras tasas de aprovechamiento. En
todos los casos, los informes deben incluir la mayor cantidad posible de datos,
incluyendo, por ejemplo: especie, número de individuos por especie, proporción
de sexos, fecha de cacería, ubicación del sitio de cobro de la pieza (latitud y
longitud), condición del ejemplar, éxito de cacería en la temporada (% de la
tasa autorizada a la UMA que fue cobrado, entre otros temas).
191
MONITOREO DE AVES ACUÁTICAS MIGRATORIAS DE INTERES CINÉGETICO
Nombre observador_________________________________________
Observador. Principal ( ) Secundario ( )
Fecha ________________________________
Hora de inicio _____________________________ Hora de término
___________________________
Coordenadas
Lugar _______________________________ ___________________________
Condiciones meteorológicas:
moderado (
Viento leve ( ) ) Fuerte ( )
Observaciones adicionales
192
MONITOREO DE AVES ACUÁTICAS MIGRATORIAS DE INTERES CINÉGETICO
Nombre observador_________________________________________
Fecha ________________________________
Hora de inicio _____________________________ Hora de término
___________________________
Coordenadas
Lugar _______________________________ ___________________________
Método de conteo
Condiciones metereológicas:
moderado (
Viento leve ( ) ) Fuerte ( )
Vegetación acuática:
Vegetación terrestre:
Punto observaciones
No. de (localización machos/ hembras/
Especies Individuos coordenadas) Distancia juveniles
Observaciones adicionales
193
Parte B: Aspectos del hábitat de las especies (o grupos de especies)
El monitoreo del hábitat debe efectuarse una vez al año (es recomendable
entre diciembre y febrero), y dirigirse a estimar el porcentaje de cobertura
máxima y mínima, así como el promedio de altura de cada uno de los
siguientes estratos: árboles (como aquella vegetación > 3 m de altura),
arbustos (0.5 - 3 m), herbáceas (0.1 - 0.5 m) hierbas (< 0.1 m), plantas
emergentes, suelo descubierto y espacios de agua no cubiertos por vegetación
(Hinojosa-Huerta et al., 2004).
194
• Estacionalidad de los humedales
• Amenazas locales (incendios, caminos, entre otros)
• Heterogeneidad ambiental
• Perturbaciones humanas
• Depredadores
• Cantidad, calidad y distribución de los sitios de alimentación,
descanso y reproducción
• Cambios de uso del suelo (desecación de humedales)
• Tendencias de la superficie, componentes y características de los
humedales
• Grado de zolvamiento
• Tendencias en la visita de distintas especies asociadas con el
humedal (aspecto en el queson cruciales los muestreos cuidadosos
exigibles a las UMA).
• Disponibilidad de agua y variaciones en su nivel y calidad
• Estructura y composición de la cubierta vegetal
3. Datos útiles del hábitat, que repercuten en las especies de interés para
las UMA
Véase el punto 2.
195
existentes en materia de manejo de hábitat (con la participación de la DGVS y
CONANP), tanto a nivel nacional como internacional. Para definir mejores
métodos de manejo es recomendable identificar expertos en manejo dentro del
sector académico, de las ONG y entre sectores productivos de otro tipo como
la agricultura, las pesquerías, y el estudio del agua, para conformar grupos
interdisciplinarios que puedan ofrecer soluciones concretas a problemas
complejos, caso por caso.
Las autoridades deben promover y simplificar los esquemas de coordinación
interinstitucional que faciliten la colaboración, el intercambio de información y
la instrumentación de soluciones prácticas y de largo plazo, para la
conservación del hábitat.
Por otro lado, es necesario que el sistema de información sea unificado, con
criterios y parámetros consistentes y complementarios, que permita el acceso a
datos de agua, vegetación, las ANP y las UMA, pesquerías, aprovechamiento
forestal, uso de suelo, infraestructura; como se aeñaló más arriba, se
recomienda la participación comprometida del INEGI, laCONABIO y otras
instancias de gobierno vinculadas con los temas a tratar.
196
Acuáticas (Figura 1) y en función de la información de distribución, abundancia
y temporalidad de las especies durante la migración e invernación.
197
regional y por el historial de aprovechamiento, por especie, de cada una de las
UMA.
198
de aprovechamiento de una UMA dada, sino que proveerá información
complementaria para los conteos continentales, y para el manejo y
determinación regional de los términos y cuantía del aprovechamiento de
especies residentes por regiones.
199
Parte E. Bibliografía
200
Leyva, E. R. I., 1993. Habitat use and movements of greater white-fronted
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Conservación-Sierra Madre, Dirección General de Vida Silvestre, INE-
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Biodiversidad, Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos
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and survival of White-fronted geese that nest in interior and northwest
Alaska. http://mercury.biouaf.edu/~eric_rextad/satellitegeese/syn-
web.htm
201
ANEXO 1
Propuesta de Modificación
Justificación:
Los datos que sustentan la cosecha estimada para cada temporada en los
Estados Unidos, está basada en una gran variedad de conteos que se llevan a
cabo en diferentes partes del ciclo de vida de estas especies de aves, durante
la primavera-verano. Desafortunadamente para México, la única fuente de
información con la que se cuenta para determinar la población invernante y su
distribución en nuestro país, lo constituyen los conteos de medio invierno
llevados a cabo en nuestro país por el USFWS y la hoy DGVS de la
SEMARNAT, además de los conteos adicionales de ciertas áreas que resultan
insuficientes en términos de datos para estimar el aprovechamiento.
202
poblaciones invernantes en México, y como la base de información que
determine a las poblaciones y la distribución de aves acuáticas residentes.
Desde mediados de los 80´s, estos conteos han sido llevados a cabo de forma
tri-anual, y tradicionalmente se vienen desarrollando solamente aplicando el
método aéreo, mismo que ha sido llevado a cabo de manera discontinua y
parcial en cuanto a la representación de humedales por lo que se requiere
mejores herramientas para llegar a una mejor estimación de las poblaciones.
Propuesta General:
3. Que los conteos aéreos sean desarrollados a través del método tierra-
aire, para ser compatibles con las evaluaciones poblacionales a nivel
Continental.
203
9. Favorecer la generación de mecanismos para la obtención de apoyos,
que permitan adquirir los equipos de campo necesarios para el
desarrollo de los conteos.
Regionalización en México:
204
Se recomienda que se desarrolle un taller entre personal técnico que
represente a los tres países, para poder determinar de manera más específica
las áreas, el mejor método a utilizar, tanto como el medio a través del cual se
llevara a cabo la implementación de este nuevo esfuerzo de monitoreo en
México.
205
AVES RAPACES
Introducción
Algunas de las aves rapaces de México son residentes, en tanto que otras son
migratorias. De estas últimas algunas mantienen poblaciones residentes,
especialmente en el norte del país. Esto hace que la evaluación de sus
poblaciones y hábitat, así como la determinación de viabilidad de cosecha y el
manejo sustentable de la misma planteen grandes retos.
206
México) y por el Istmo de Tehuantepec (Vertiente del Pacífico) pasan alrededor
de 4 a 5 millones de rapaces al año, en el otoño. El movimiento de otoño es
relativamente compacto, sin embargo el regreso (marzo-abril) es más bien
disperso y ocurre en un lapso más prolongado. El corredor migratorio de la costa
del Pacifico no ha sido bien estudiado todavía, pero se estima que un número
importante de rapaces migra también a través de esta ruta cada año.
Aguililla de Harris –Parabuteo unicinctus- 500 a 1,500 pesos. 250 personas 150/año
Aguililla de Cola
roja -Buteo jamaicensis- 500 a 1,500 pesos. 50 personas 100/año
Gavilanes:
207
Parte I. Aspectos de población de las especies (o grupos de especies),
relevantes para la conservación y la gestión de la cosecha sustentable en
UMA
Para especies residentes se deberán realizar conteos periódicos por puntos fijos,
por transectos o por estaciones de anillado dependiendo de las especies (Millsap
y Allen, 2006a; Millsap y Allen, 2006b). Este diseño, a manera de red de
monitoreo, debe integrar puntos fijos de observación y es aplicable para
especies migratorias. Los puntos de observación deben operar durante las
mismas fechas, en un período definido del año, a lo largo de varias temporadas.
Se recomienda un período de cuatro meses durante la migración de primavera
(febrero-mayo) y otro durante la migración de otoño (agosto-noviembre). Para el
caso de especies residentes se debe seguir un modelo semejante al del
Christmas Bird Count (CBC), y su aplicación corresponde a la época de invierno
(http://www.audubon.org/bird/cbc/).
Es necesario separar las especies residentes, las migratorias y las que tienen
características mixtas; también debe definirse el ámbito de actividad de éstas e
identificarse los sitios de anidación para cada caso (consúltese el Anexo 1). Se
recomienda el uso de técnicas de seguimiento mediante telemetría para
determinar el ámbito hogareño por especie (por ejemplo, el águila real tiene un
ámbito de actividad conocido de 100-125 km2; R. Villegas, comunicación
personal, 2006).
208
• La temporada de anidación de aves rapaces generalmente ocurre durante
abril, mayo y junio; sin embargo, al sur del país la anidación se retrasa hasta
el verano. En el extremo norte comienza en febrero y marzo, y se presentan
los vuelos de cortejo desde diciembre.
• Los híbridos entre distintas especies de rapaces no son comunes en la
naturaleza; la mayoría de los híbridos son individuos producidos ex profeso
para la cetrería o provienen de especies exóticas escapadas que
incidentalmente se han cruzado con las silvestres locales.
209
Respecto a la cosecha de aves rapaces, además de que toda decisión al
respecto debe ser precedida por un análisis exhaustivo de la evidencia
disponible, debe incluir una evaluación de las consecuencias previsibles de
dicha actividad en los plazos medio y largo
Para el manejo del hábitat al igual que con las poblaciones de aves rapaces es
necesario que se considere desde un punto de vista regional y considerando el
tipo de hábitat que utiliza cada una de las especies que se pretenda manejar.
Aspectos del hábitat más relevantes para distintos tipos de aves rapaces
Otras especies de rapaces, como los gavilanes (como ejemplos Accipiter cooperi
y A. striatus) anidan en bosque templado, por lo que resulta necesario evaluar la
cobertura vegetal. Para el azor (A. gentilis) se conoce que muestra preferencia
por bosques templados, densos, maduros y bien conservados. El halcón
210
aplomado se distribuye básicamente en pastizales abiertos con yucas y árboles
aislados.
En términos del manejo del hábitat, si se detectara que los depredadores son un
problema para la sobrevivencia de las crías, se recomienda evitar el acceso de
esos depredadores mediante el uso de conos invertidos, que se instalan en el
tronco del árbol donde se localice un nido.
211
cosecha debe estar basada en algoritmos que permitan determinar una “cuota”
anual por especie, apegándose al mínimo y nunca al máximo, con un enfoque de
adaptación permanente y siempre bajo una perspectiva regional de manejo.
Sólo debería hacerse cosecha de aves rapaces residentes en UMA, cuando
éstas demuestren que tienen nidos activos, con buenos registros de
reproducción exitosa y, de manera fehaciente que los efectos previsibles de la
extracción ya han sido suficientemente analizados.
En cualquier caso, de tener que tomarse decisiones al respecto, las autoridades
correspondientes deben mantener en mente que, de considerarse fundadamente
viable la cosecha, ésta debe determinarse exclusivamente a un nivel regional y
con base en cada ciclo anual. No deberá determinarse u otorgarse cosecha por
UMA individual.
Se debe cuidar que las tasas de aprovechamiento sean del 5%, como máximo,
de la producción anual regional (número de pollos que dejan el nido) del año
anterior para las especies con las que se cuenta con información. (Millsap y
Allen, 2006a; Millsap y Allen; 2006b). Para especies de las cuales no se cuenta
con información, la cosecha debe mantenerse por debajo del 5% de la
producción anual, de ser pertinente efectuarla, se recomienda utilizar del 1 al 2%
(Millsap y Allen, 2006a; Millsap y Allen, 2006b). De no existir datos, podría
recurrirse a emplear los de una especie cercana, pero en ese caso deben
extremarse las precauciones antes de tomar una decisión.
212
tengan nidos activos y con un seguimiento cuidadoso, y deberá ser centrada en
pollos y volantones (hasta un año de edad).
Las técnicas de cosecha que se podrían considerar aceptables son las que
emplean redes Dho Gaza y trampas Bal Chatri. Debe liberarse de la trampa al
ejemplar, inmediatamente después de su captura. Puede permitirse el uso de
213
cebos durante la captura como: gorrión doméstico, palomas domésticas, ratones
de laboratorio.
Todos los ejemplares deberán marcarse con anillos, los pollos con anillos
cerrados y con un microchip. Actualmente es relativamente fácil realizar un
fingerprinting a partir del ADN de los individuos, a partir de plumas. Lo anterior
puede permitir un mecanismo de control más fino para las autoridades, que
cumpliría el propósito de verificar que el ave en cuestión es la misma que se
obtuvo de forma legal de una UMA o con el permiso de captura. En caso de que
se sospeche que el individuo obtenido lícitamente ha sido reemplazado por otro,
se podría comparar el ADN del individuo “sospechoso” con el registrado para el
individuo legal por parte de las autoridades, en bases de datos adecuadas y
siempre actualizadas.
214
Parte D. Recapitulación y recomendaciones.
215
Parte V. Bibliografía.
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http://www.audubon.org/bird/cbc/
http://www.conabio.gob.mx/remib/doctos/remibnodosdb.html?
217
Anexo 1. Métodos de monitoreo, ámbito de actividad e información adicional para el seguimiento de aves
rapaces.
Intensidad de
Nombre común ESPECIE Uso Protocolo de monitoreo Ámbito hogareño/pareja Abundancia uso Migratoria Residente Mixta Hábitat Observaciones
desierto, templado,
177-1508 millas2 (Bildstein tropical, perchas
Halcón peregrino Falco peregrinus CETRERÍA Puntos fijos, nidos & Meyer. 2000) 4 2 X altas.
Transectos en vehículo, 2.6-9 (Keddy-Héctor.
Halcón aplomado Falco femoralis CETRERÍA puntos fijos 2000) 3a4 3 X
(no considera
flotadores, juveniles).
(Anderson &
Squires)200 parejas en
100 km. Río
Snake,Idaho, USA.
Densidad más alta del
mundo. Cada pareja 15
km2 de ámbito.7.8 km
34-389 km2 (Anderson & entre nidos
Halcón de las praderas Falco mexicanus CETRERÍA Trans. en vehículo, nidos Squires) 3a4 1 X (www.fs.fed.us/databas
Esmerejón, merlin Falco columbarius CETRERÍA Puntos fijos, transectos 4 1 X
Trans. Vehic., Ptos fijos en
Cernícalo americano Falco sparverius CETRERÍA migración 1.2-2 millas2 (wikipedia) 5 2 X
Trans. Vehículo y a pie,
Halcón murcielagero Falco rufigularis CETRERÍA nidos 4 1 X
ummz.umich.edu/site
/accounts/information
0.2-5.5 millas2 (animal /Parabuteo
Halcón harris Parabuteo unicinctus CETRERÍA Trans. Ptos F. Nidos. diversity...) 5 5 X unicinctus.html
Halcón-Aguililla cola roja Buteo jamaicensis CETRERÍA Trans. Ptos F. Nidos. 5 4 X
Aguililla lagartijera * Buteo magnirostris CETRERÍA Transectos en vehículo 5 2 X
Aguililla, gavilán gris * Buteo nitidus (Asturina nitida) CETRERÍA Transectos en vehículo 5 2 X
Aguililla real o ferruginosa Buteo regalis NO APROVECHAR cero 2-? 1 X
Gavilán de cooper Accipiter cooperii CETRERÍA Nidos, Ptos. F. 4 3 X
570-3,500 has (Squires &
Azor Accipiter gentilis CETRERÍA Nidos, Ptos. F. Reynolds. 1997) 2 1 X
0.9-2.8 km2 (Bildstein &
Gavilán estriado Accipiter striatus CETRERÍA Nidos, Ptos. F. Meyer. 2000) 4 2 X
Águila real Aquila chrysaetos NO APROVECHAR cero 100-125 km2 (com. Pers.) 3 1 X
Buho virginiano, cornudo Bubo virginianus ORNATO nidos y trans.- canto 4 1 X
Aguililla blanca Leucopternis albicollis ORNATO Trans y nidos 3 1 X
50-70 km2 (Com. Pers.
Águila elegante Spizaeutus ornatus NO APROVECHAR cero Rafa) 2 1 X
50-70 km2 (Com. Pers.
Águila blanquinegra Spizaeutus melanoleucus NO APROVECHAR cero Rafa) 2 1 X
80-120 km2 (Com. Pers.
Águila tirana Spizaeutus tyrannus NO APROVECHAR cero Rafa) 2 1 X
Tecolote occidental Otus kennicottii ORNATO nidos y trans.- canto 4 1 X
Tecolotillo abajeño Glaucidium sp ORNATO nidos y trans.- canto 5 1 X
Lechuza de campanario Tyto alba ORNATO nidos y trans.- canto 5 1 X
100-130 km2 (Com. Pers.
Águila arpía Harpia harpija NO APROVECHAR cero Rafa) 1 0 X
Águila calva Haliaetus leucocephalus NO APROVECHAR cero 50 km2 (Com. Pers. Rafa) 1 1 X
100-130 km2 (Com. Pers. Tropical, Calakmul,
Águila solitaria Harpialetus solitarius NO APROVECHAR cero Rafa) 1 0 X Petén.
218
219
II. TALLER SOBRE CONSERVACIÓN Y
USO SUSTENTABLE DE MAMÍFEROS SILVESTRES EN UMA
4 al 6 de septiembre de 2006
Como es sabido, para realizar un aprovechamiento sustentable se requiere contar con los
estudios poblacionales respectivos, derivado de esto, varias especies de interés
cinegético del Norte cuentan con protocolos bien definidos de monitoreo, manejo y
cosecha. Sin embargo, el manejo y aprovechamiento de especies neotropicales, así como
el registro y operación de las UMA en el sur y sureste de México ha sido
comparativamente bajo, en parte debido a la organización que se requiere para operar
una UMA en propiedades de carácter ejidal, en donde la extensión de las propiedades es
menor y a que las técnicas de monitoreo, manejo y cosecha no están del todo
desarrolladas.
Si bien los mamíferos neotropicales han sido aprovechados desde hace muchos años, la
información poblacional de estas especies es limitada, entre otras cosas por la falta de
recursos financieros para la investigación y a que la mayor parte de las especies son poco
conspicuas o de hábitos nocturnos, como es el caso de los tepezcuintles y temazates. El
aprovechamiento de este grupo de especies bajo el esquema de UMA es bajo.
220
Un caso muy particular son los carnívoros, especies que al ser depredadores cuentan con
poco aprecio entre las comunidades rurales, ya sea por el peligro asociado, por ser la
competencia natural de los intereses ganaderos, por el interés en sus pieles o para el
comercio ilegal de mascotas. Pocas de ellas tienen interés cinegético, y en aquellas que
pudieran tenerlo, su caza está prohibida en México, por estar en condición de riesgo. Por
otro lado, algunas especies, como el puma y el coyote, con frecuencia se convierten en
poblaciones que se tornan perjudiciales por su rápido crecimiento, por lo que es
importante considerar el trabajo requerido en su manejo y conservación.
El propósito de este Taller, que cuenta con la participación de especialistas con amplia
experiencia y conocimiento de los mamíferos de México, es el desarrollo de criterios y
protocolos de manejo y de cosecha, así como las medidas y acciones que deben
considerarse de acuerdo con la biología y ecología de las poblaciones y su hábitat, sobre
todo considerando las distintas condiciones biogeográficas del país y la gran variedad de
ecosistemas de México.
221
BORREGO CIMARRÓN (Ovis canadensis)
Introducción
222
Hábitat
Reproducción
Dieta
Depredadores y enfermedades
Aprovechamiento
223
Debido a las características de su hábitat así como a la cornamenta de los
machos, el borrego cimarrón es considerado como uno de los mayores trofeos
de cacería en Norte América (INE 2000).
Debido a que el hábitat del borrego cimarrón está limitado por serranías con
terreno escarpado y pendientes altas (60%), y a que son altamente filopátricos
(se mantienen en las mismas áreas y su dispersión es limitada), las poblaciones
de la especie pueden ser estudiadas en unidades regionales bien delimitadas.
Es por esto que consideramos necesario que los procesos de monitoreo de las
poblaciones y la asignación de tasas de aprovechamiento se haga con base en
las Unidades Regionales de Manejo (UNIREM). Estas fueron desarrolladas
como parte de una iniciativa de PROFEPA y la Dirección General de Vida
Silvestre (DGVS), con el apoyo técnico de investigadores de diversas
instituciones. Dicho estudio se basó en la evaluación de los requerimientos de
hábitat y la movilidad de la especie en los estados del norte de México (Colchero
et al, en preparación).
Las UNIREM constituyen áreas dentro del rango actual de la especie, aisladas
entre si (ya sea por barreras físicas o por distancia) y que cumplen con los
requerimientos tanto bióticos como físicos para la subsistencia de la misma. Al
estar aisladas, albergan poblaciones enteras, por lo que pueden ser manejadas
como unidades discretas. En la actualidad, son las unidades técnicas que dan
sustento a la planeación de los monitoreos y a la evaluación poblacional para la
asignación de tasas de aprovechamiento para las SUMA. La extensión de las
mismas varía con base en el aislamiento
Después de los análisis antes mencionados y con base en los criterios de López
y Lee (1997), concluimos que las UNIREM definen los procesos demográficos
necesarios para el mantenimiento de poblaciones de la especie y, por
consiguiente, definen la escala geográfica a la que se debe de dar seguimiento a
la especie.
224
Con base en los datos de la Isla Tiburón, la cual no está sujeta a depredación ni
a epidemias importantes, la proporción de machos por hembra era, antes de las
capturas y cacerías, de 0.8:1 (Lee, 1994). Por otro lado, en una población sujeta
a aprovechamiento, ésta no debe ser menor a 0.3:1, y la proporción de crías por
hembra no puede ser menor a 0.25:1, esto con una mortalidad de adultos baja.
En caso de extracciones la proporción de sexos en la población fuente no debe
exceder 0.8:1. En resumen, la proporción de sexos debe estar entre 0.3:1 a
0.8:1.
En cuanto a la proporción de machos clase I a clase IV, ésta no debe ser menor
en promedio de 4:1 ni exceder 2:1 (Lee, 1989).
Es importante señalar que la densidad poblacional puede variar de 0.1 a 7
individuos por kilómetro cuadrado (McQuivey, 1978; Sandoval, 1979). Sin
embargo, es necesario estimarla a cada monitoreo para identificar cambios
abruptos entre años. Estos pueden deberse a enfermedades infecciosas y
sequías severas, entre otras. Es por consiguiente importante, cuando se
registren cambios poblacionales, determinar causas de mortalidad al buscar
animales muertos.
Para los estados de Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, el manejo de la
población de borrego cimarrón deberá hacerse evitando el modelo utilizado en
Sonora. Es decir, no debe permitirse el aprovechamiento cinegético dentro de
encierros, y sólo podrá establecerse un solo encierro por estado para la
recuperación de la especie. Este deberá cubrir una superficie mayor a 2,500 ha
de hábitat de borrego. En el caso de Baja California y Baja California Sur
tampoco debe autorizarse el uso de encierros como estrategia de manejo. En el
caso de Sonora se deberá evitar la creación de nuevos criaderos. Para orientar
la conservación hacia los lineamientos del párrafo anterior, recomendamos que
se ajuste la normatividad lo antes posible para atender esta necesidad de
manejo.
Establecer programas a nivel estatal que contenga los linimientos técnicos para
el manejo y recuperación de la especie en los estados de Nuevo León, Coahuila
y Chihuahua. El programa y los lineamiento tendrá que ajustarse a los
requerimientos de hábitat de esta especie y deberán ser establecidos por la
Dirección General de Vida Silvestre SEMARNAT
El programa de recuperación a nivel estatal deberá partir de un solo encierro que
tenga las condiciones de hábitat y superficie adecuadas para que permita que
estos ejemplares tingan el mínimo de manejo humano para evitar su
domesticación y facilite el poseso de liberación de estos ejemplares al medio
silvestre con una mayor probabilidad de éxito en los proyectos de repoblación.
Una alternativa para establecer el programa de repoblación seria utilizar la
información del GARP realizado por Colchero et al en el 2000 y la información
ampliada y actualizada por Alejandro Espinosa para los estados de Chihuahua y
Coahuila para realizar un ejercicio similar al de las UNIREM en el estado de
Sonora y priorizar áreas para la recuperación en vida libre, tomando en cuenta la
conectividad de la sierras, la calidad del hábitat entre estas, presencia de
225
exóticos etc. Asimismo, factores sociales como el desarrollo comunitario, interés
y compromiso de un manejo regional de la especie que asegure su permanencia
y otorgue los beneficios económicos a la comunidad
226
El grupo recomienda el formato utilizado por Raymond Lee y Eric Rominger.
El puma (Puma concolor), puede ser responsable de más de 80% de las causas
conocidas de mortalidad de borrego cimarrón en Nuevo México (Rominger et al
2004). En otras áreas tasas de mortalidad similares por depredación de pumas
han sido reportadas (Wehausen 1996, Hayes et al 2000, Kamler et al 2002). Es
importante señalar que, en los desiertos sonorense y chihuahuense los
depredadores naturales del borrego han aumentado debido a la presencia de
ganado, principalmente depredando sobre las crías (becerros y potrillos). Este
efecto ha sido descrito como depredadores subsidiados (Rominger et al 2004),
por lo que los tamaños poblacionales del puma no pueden ser considerados
227
como naturales. Esto puede convertirse en un problema importante para
poblaciones de borrego cimarrón pequeñas y aisladas (de menos de 50
hembras) y para aquellas en vías de establecimiento. En estos casos, se ha
demostrado que la remoción a corto plazo de pumas (hasta que el número de
hembras de borrego alcance al menos 50) es una herramienta efectiva para
asegurar el crecimiento de dichas poblaciones (Ernest et al 2002). Además, esto
puede promover el establecimiento o recuperación de otras especies afectadas
por el aumento de las poblaciones de puma, manteniendo e inclusive aumentado
la riqueza de especies en la zona (Sweitzer et al. 1997, Rominger y
Weisenberger 2000).
228
el área actual de distribución de la especie tanto en México (Cassaigne, 2005),
como en los Estados Unidos (Sandoval, 1988; Rudolph et al., 2003, Jansen et al
2006). Por estas razones, es importante enfatizar la necesidad de llevar a cabo
la remoción de especies exóticas y domésticas en áreas donde exista el borrego
cimarrón, y mantener una distancia mínima de 15 km entre el área borreguera y
los hatos de ganado y de especies exóticas. En caso de que los dueños de las
UMA dentro de la UNIREM quieran mantener un hato pequeño de ganado
caprino u ovino, proponemos la construcción de cercos dobles para esos hatos
domésticos, para evitar que los borregos cimarrones puedan entrar en contacto
directo con éstos. Sin embargo lo mejor seria evitar la proximidad de estas
especies domesticas para prevenir cualquier problema de transmisión de
enfermedades.
229
especie, o promovido el desarrollo sustentable. Estos sólo pueden estar
justificados con fines de repoblación.
Aprovechamiento cinegético:
Es importante señalar que la tasa no será asignada únicamente con base en los
cálculos anteriores, sino que la DGVS requerirá que las UMA que constituyan la
UNIREM provean información sobre causas de mortalidad, cambios ambientales
(sequías, tormentas, etc.), cambios en el uso del suelo (presencia de animales
domésticos, cambios en la vegetación, etc.). Esto debe ser parte de los reportes
que éstas entreguen a la DGVS. Aquellas UMA que no entreguen esta
información recibirán una tasa más conservadora debido a la incertidumbre por
falta de información.
230
organización de las cacerías a todo lo largo de la UNIREM, en vez de limitarlas a
UMA individuales, además de que asegura que cada año todas las UMA se vean
beneficiadas. Igualmente, se prevé que este esquema asegure que los
cazadores reciban un mejor servicio, lo cual influirá en la promoción de la
UNIREM en las organizaciones nacionales e internacionales de cazadores.
Extracciones:
Las extracciones sólo pueden justificarse cuando se plantean como parte del
Programa Nacional de Recuperación del Borrego Cimarrón (INE 2000). Esto
quiere decir que los fines de dichas extracciones deben ser para la recuperación
de las poblaciones en de borrego cimarrón en las áreas de distribución actual e
histórica en México.
Las extracciones deben basarse en los datos de los monitoreos aéreos. De esta
forma, la estimación de la tasa de extracción no debe de reducir la relación de
machos por hembra de 0.3:1 ni hacerla exceder 0.8:1. Por otro lado, las
extracciones anuales, incluyendo los aprovechamientos cinegéticos, no deben
exceder 7% del tamaño estimado de la población (Jorgenson et al 1993). Esto
está apoyado por los datos de la Isla Tiburón en la cual se han extraído
alrededor de 50 individuos por año desde 1996 (alrededor de 7% de la población
estimada), lo cual no ha aumentado la proporción de machos por hembra
significativamente, ni ha disminuido los tamaños poblacionales dramáticamente
(Colchero et al en prensa). Igualmente, no se deben llevar a cabo extracciones
en poblaciones con un número de hembras menor a 100.
Aprovechamiento cinegético:
donde NI, NII, NIII, NIV son los promedios de machos de clase I a IV observados
durante los últimos tres monitoreos, Ctot es el 10 % del total de machos adultos y
CIII-IV es el 20% del total de machos clase III a IV estimados en promedio para
los últimos tres monitoreos. El número que resulte menor será la base para
asignar la tasa de aprovechamiento cinegético para la UNIREM, siempre
redondeado al entero menor (por ejemplo si el número resultante es de 1.7, la
tasa asignada será de 1).
231
Esta ecuación toma en cuenta la dinámica de la población a lo largo de varios
años, por lo que el efecto de depredadores y otras causas de mortalidad natural
son capturadas por el algoritmo.
Extracciones:
Aprovechamiento cinegético:
Extracciones:
232
efecto de la cosecha en la dinámica poblacional. Sin embargo, debido a los
costos de dichos monitoreos, en ciertos casos estos no serán realizados cada
año, por lo que es fundamental que cada UNIREM con las UMA que la
constituyen, aporte información detallada a la DGVS sobre mortalidad, cambios
en la proporción de crías por hembra, cambios en los tamaños de los grupos, así
como cambios importantes en el hábitat (sequía, disminución en la cobertura
vegetal, etc.). Mientras la información que se entregue sea limitada, la DGVS se
verá obligada a otorgar tasas de aprovechamiento conservadoras.
233
4). Programa estatal o regional de captura, traslado y seguimiento de los
grupos de borrego cimarrón liberados, incluyendo en su diseño,
ubicación geográfica de las región que serán atendidas con la
repoblación y las comunidades que serán beneficiadas
5). Acuerdos entre la Federación y las autoridades de los gobiernos a nivel
estatal para consolidar y dar cumplimiento a la estrategia nacional.
Recapitulación y recomendaciones.
234
• Verificar viabilidad de sierras prioritarias para la reintroducción de la
especie en el área de distribución histórica y actual propuestas en la
reunión de San Carlos,.
• Actualización del PREP de borrego cimarrón y el establecimiento del
Consejo Consultivo Nacional de Vida Silvestre.
• Desarrollar planes de manejo y conservación de la especie en vida libre
para Baja California, Baja California Sur y Sonora impulsados por la
DGVS con la participación de los gobiernos de los estados.
• Desarrollar planes para la recuperación y reintroducción en Chihuahua,
Coahuila y Nuevo León impulsados por la DGVS con la participación de
los gobiernos de los estados.
• Diferenciar los permisos que se otorguen para cacería libre de los de
cacería en confinamiento. Esto se hará con un identificador oficial que
garantice que el animal fue cazado en vida libre. Esta iniciativa se
notificará a las organizaciones cinegéticas nacionales e internacionales.
• Es necesario que cada estado done al año un permiso para conservación
e investigación.
• Cada permiso otorgado al año deberá donar $1,000 USD para
investigación y manejo de la especie.
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235
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238
VENADO BURA Y VENADO COLA BLANCA EN HÁBITAT ÁRIDOS Y
TEMPLADOS
Población
239
Protocolo Recomendado de trabajo para seguimiento poblacional
Regional.
Formatos a utilizar
1.- Tendencia
2.- Análisis de historial de cosecha en cuanto a calidad y % de éxito.
3.- Objetivos de la UMA y UNIREM.( Crecimiento; mantenimiento;
reducción)
4.- Variación en parámetros poblacionales
1.- Densidad
2.- Estructura de población en sexo y edad. (categorías macho; Hembra;
Cría; NIdent.)
3.- Tendencia
4.- Historial de aprovechamiento
5.- Evaluaciones de cosecha.
240
Hábitat
241
d). Formato simple que refleje la condición.
Cosecha
Nota.- La cosecha como parte del manejo en la UMA, reviste gran importancia
por la calidad de información que puede brindar con respecto al estado y
funcionamiento del hábitat y de la población.
Debe ser considerado la colecta, almacenamiento y análisis de información
producto de la evaluación de cosecha y ser relacionado con la condición y
tendencia del hábitat y de población.
B.1.-Objetivo: Crecimiento:
Que la extracción deba ser menor a La tasa de renovación natural de
la población.
B2.-Objetivo: Mantenimiento:
Que la extracción deba ser igual a La tasa de renovación natural de la
población.
242
B3.-Objetivo: Reducción
Que la extracción deba ser mayor a La tasa de renovación natural de
la población.
Cuantía
Periodicidad
243
• Calidad ( refleja nutrición, genética y condición de hábitat)
• Cantidad extraída
• Éxito de cacería
• Edad aproximada y peso
Recapitulación y recomendaciones
244
a) Establecimiento de META nacional y estatal.
b) Establecimiento de OBJETIVOS regionales y en UMA acordes
con la meta nacional.
c) Establecer acciones concretas en UMA para alcanzar los
objetivos (descritos de conservación y aprovechamiento
sustentable.)
d) Evaluación de las acciones respecto a los objetivos
e) Replanteamiento de objetivos y/o corrección de acciones
• Identificación de Vacíos
245
Bibliografía
No se incluyó.
APENDICE
246
VENADOS Y PECARIES EN EL TRÓPICO
Participantes en la Mesa
247
tropicales secas del país. Finalmente resulta importante aclarar que algunos de los
productos esperados del taller no se alcanzaron por falta de consenso en la mesa
de trabajo. Adicionalmente las referencias bibliográficas incompletas que
originalmente se habían incluido, y los datos referentes al tapir y a los
dasipróctidos, fueron eliminados debido a que esas especies no estaban incluidas
dentro de la temática particular de la mesa (el caso del tepezcuintle, un
dasipróctido, fue tratado en una Mesa especial de este Taller).
Poblaciones
Se recomendó que las UMAS elaboren un diseño de muestreo que pueda ser
evaluado previo a la autorización y al cual se deberá aportar realimentación para
mejorar dicho diseño. Se recomienda el uso de métodos sencillos, prácticos y
sólidos, y seguir el principio precautorio buscando estimaciones basadas en
métodos que dependan de contar los animales directamente. El empleo del conteo
de huellas y signos debe ser complementario a las observaciones directas;
asimismo, es recomendable utilizar al menos dos técnicas comparativas y
complementarias, para asegurar en la medida de lo posible la confiabilidad de la
información.
248
como una distancia no menor al largo del transecto, entre transectos
vecinos, para lograr independencia y representatividad del muestreo.
8. En lo posible, definición del tamaño de muestra mínimo (número de
transectos) necesarios para obtener una estimación de la densidad
poblacional dentro del nivel de precisión requerido (por ejemplo, 20% ) o
el establecido por los técnicos o la instancia gubernamental.
9. En caso de utilizar senderos se deberán usar veredas de menos de 1 m
de ancho con poca modificación del dosel y con poco tránsito humano.
En lo posible, debe evitarse el uso de caminos frecuentemente
transitados por vehículos.
10. Los datos de caminos y transectos deberán ser analizados por
separado.
11. Obtención y definición de la visibilidad máxima, cuando se utilicen
transectos en franja.
12. Obtención de información espacialmente explícita de la abundancia de
signos de actividad de estos ungulados, ya sea con posiciones GPS o,
al menos, con subdivisión del transecto.
13. Para lograr la estratificación del muestreo, se deberá ponderar la
conveniencia de abrir brechas y transectos que representen los distintos
hábitat y condiciones.
14. El esfuerzo mínimo de muestreo debe basarse en uno o varios
premuestreos y tomar como base una precisión de no menos del 20%.
15. Mantener un proceso de calibración del conteo de huellas (obteniendo
factores de corrección), con relación a estimaciones de densidad
obtenidas mediante transectos para avistamientos directos u otros
métodos.
16. La mayoría de los lineamientos para el seguimiento de venados se
aplican para de igual manera para pecarí de collar.
249
4. Marcar claramente el inicio y el final de cada transecto con puntos GPS.
5. Definir la distancia perpendicular del observador a cada ejemplar
observado; para ello se recomienda marcar con balizas tramos de 100 m,
para apoyar la determinación más precisa de las distancias.
Hábitat
Para el caso del monitoreo de hábitat, en la mesa se planteó que las UMA
deberán elaborar un diseño de muestreo que pueda ser evaluado por la Dirección
General de Vida Silvestre previo a la autorización, diseño que deberá
realimentarse con los resultados obtenidos, para mejorar el diseño.
Es necesario que las UMA definan claramente los tipos de vegetación bajo un solo
criterio (autoridad científica). Se planteó que las selvas secas son más productivas
que las selvas húmedas para los venados cola blanca y pecaríes, por lo que su
abundancia resulta comúnmente mayor; también se señaló que la explotación de
venado cola blanca no es compatible con la explotación de temazate rojo, es decir,
se puede realizar el aprovechamiento de una u otra especie, pero no las dos de
manera simultánea, debido a los hábitos y biología de cada una, que difieren de
manera sustancial.
250
Vida Silvestre (UMA) específica. Esta escala corresponde a
superficies superiores a 200,000 ha y para su análisis se sugirió
utilizar planos 1:250,000. En casos de áreas mayores que 50,000 ha,
se recomienda utilizar cartas 1:100,000, y en áreas superiores 1,000
ha, planos de escala 1:50,000.
Para la escala del paisaje se recomienda emplear el mapa del Inventario Nacional
Forestal serie 2, del INE y describir los principales rasgos fisiográficos y de
vegetación que existen alrededor de la Unidad de Manejo para la Conservación de
la Vida Silvestre (UMA).
1. Relación al nivel del paisaje con áreas protegidas y con otras Unidades
de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA).
251
historia de uso de suelo de la Unidad de Manejo para la Conservación de la
Vida Silvestre (UMA), procurando la cuantificación de las características del
hábitat y del uso de suelo.
252
Cosecha
253
• Deben reevaluarse los calendarios oficiales para aprovechamiento
cinegético, con base en datos del ciclo reproductivo de las especies en el
trópico.
• Es recomendable ir generando una base de información de cada UMA, para
que el aprovechamiento se vaya ajustando de manera progresiva.
• No se recomienda que se autoricen cosechas del pecarí de labios blancos
dada su condición de riesgo. Para la conservación a largo plazo de
especies como el pecarí de labios blancos, es básico tomar en cuenta su
necesidad de grandes extensiones vinculada con los recorridos que hacen
las piaras y los aspectos intrínsecos de comportamiento (tamaño de grupo)
para, una vez superada la actual condición de riesgo de la especie, poder
evaluar la pertinencia de permitir o no la cosecha.
254
Recapitulación y recomendaciones finales
255
Anexo 1
Procedimientos de seguimiento de poblaciones planteados durante el taller.
Precauciones especiales:
Pasos generales:
256
1. Estimar la abundancia relativa mediante rangos (por ejemplo, menos de un
signo/km2 = abundancia Baja = 1 punto; 2 o 3 signos/km2 = abundancia
Media = 2 puntos; más de 5 signos/ km2 = abundancia Alta). Este
procedimiento se en transectos lineales georeferenciados y balizados
(Véase figura 1).
2. Se digitalizan los valores de estas abundancias, en un mapa que tenga los
transectos claramente ubicados mediante valores GPS.
3. Se calculan las DU con programas de cómputo tales como Animal
Movements del USGS. Se validan los datos con una técnica de mínimos
cuadrados.
4. Se revisan los mapas y se comparan con otros índices de abundancia
relativa tales como cosecha por sitio, densidades, etc.
5. Para el procedimiento anterior es indispensable que los transectos estén
ubicados al azar, para cada uno de los estratos que se hayan determinado.
Precauciones:
257
Bibliografía
258
MÉTODOS DE ESTIMACIÓN DEL TAMAÑO POBLACIONAL DEL
Salvador Mandujano
salvador.mandujano@inecol.edu.mx
INTRODUCCIÓN
otras especies de venados como son el bura (O. hemionus) y los temazates (Mazama
amplia en el país por lo que existe en un mayor número de tipos de hábitat, como son
(Smith 1991). Si bien en todo el país es extenso el aprovechamiento del venado cola
productos, resulta preocupante que las decisiones de manejo estén basadas en un muy
que las subespecies O. v. texanus y O. v. couesi han sido las más estudiadas. En
259
oaxacensis, O. v. acapulcensis y O. v. thomasi, son las menos estudiadas. Esto es
crítico ya que, excepto las dos primeras, las demás habitan en zonas tropicales donde
han sido aprovechadas por los grupos indígenas desde épocas prehispánicas y,
del folclor y valor culinario regional. Una característica común a estas especies es que
1. Nivel de subespecies.
El primer nivel que debe considerarse para el manejo del venado cola blanca es
modelo de distribución geográfica sirve como base para el primer nivel relevante para la
260
registrado la misma. Un problema importante se presenta en aquellas regiones donde
convergen más de una subespecie y los criterios para definir el límite geográfico entre
una y otra son arbitrarios. En estos casos será necesario definir si realmente existen
subespecies correspondientes.
dentro del ámbito geográfico que corresponde a cada subespecie, como son las
Entre ambos extremos se establece un gradiente de otros tipos de bosques como son
sustentable de venado cola blanca en UMA, por el momento se puede clasificar a las
secos y otras tienden a ocupar bosques tropicales lluviosos. Aunque, en este esquema
de referencia, es importante mencionar que una misma subespecie puede ocupar más
matorrales xerófilos.
261
principalmente como de matorral y de bosque templado, respectivamente, llegan a
habitar selvas bajas de manera marginal. Sin embargo, aquellas subespecies que
aparentemente prefieren selva baja o bien, que el mayor porcentaje del total de su área
de distribución está ocupado por selvas bajas, son: sinaloae, mexicanus, acapulcensis,
población se ha definido como aquellos animales que viven dentro de los límites de la
reserva. Sin embargo, desde el punto de vista biológico esta definición no es la más
solo a aquellos individuos que existen y permanecen dentro de una unidad de manejo
dada, puede ser incorrecto. Es muy posible que la población biológica funcional (a la
262
manejar no está cerrada desde el punto de vista demográfico, lo cual –a menos que
esté confinada por un cerco impasable– implica que podría seguir formando parte de la
población biológica. Este aspecto no es menor en zonas tropicales, donde los predios
habitualmente son más pequeños en comparación con unidades de manejo del norte
del país. Este aspecto requiere que el manejo del venado cola blanca se aborde con
consideren todos los elementos como la cantidad y calidad de los parches de hábitat,
relevantes son: ¿Cuál es el tamaño mínimo que una población debe tener para poder
este número y cómo calcularlo. Por ejemplo, para algunas especies se ha propuesto
que el número de individuos necesario para que una población sea viable está en el
muy general, que el mínimo debe ser de 500 individuos. Aunque es un tema muy
debatido, si por el momento se toma este valor para una población de venados,
263
venados/km2, entonces el área mínima para soportar 500 individuos serían 10,000 ha.
Por otro lado, si la densidad fuera de 30 venados/km2 el área mínima de una UMA sería
de 1,667 ha. Es decir, UMAs menores a 1,000 ha difícilmente podrían tener una
ESTIMACIÓN POBLACIONAL
Para estimar la densidad poblacional del venado cola blanca se han utilizado
con relativo éxito en el norte de México, donde prevalecen matorrales áridos con
poco densa.
264
En contraste, en bosques tropicales no es sencillo seleccionar un método y
modelo para estimar la densidad de esta especie, debido por un lado a las condiciones
irregular y, por otro, a que la mayoría de los métodos utilizados con esta especie han
evidentemente distintas a las que prevalecen en los tropicales. Existen varios criterios
que pueden permitir seleccionar un método, entre los que destacan: las facilidades del
el manejo de éste, entre otros. En el diagrama se presenta una propuesta base para
Diagrama
Selección de Método
¿Se ven
frecuentemente
a los venados?
sí no
¿Existe ¿Existe
buena buen
visibilidad? terreno?
sí no sí no
265
seleccionar uno, entre cuatro de los métodos más ampliamente empleados en México.
sitios donde sea relativamente frecuente observarlos. Esto es común, por ejemplo, en
lugares donde las abundancias son altas y/o donde los venados han dejado de ser
en aquellos sitios donde ésta sea buena habrá la posibilidad de contar a un mayor
aquellos sitios con baja visibilidad es muy posible que se cuenten pocos venados y que,
además, por ello se violen los supuestos del método de transecto de franja. En esos
muchas localidades tropicales del país no son comunes las condiciones de tamaño
poblacional alto y/o facilidad de observar directamente a los venados, por lo que es
necesario recurrir a los métodos indirectos. Los más empleados son el conteo de
huellas y el conteo de grupos fecales (“pellet group count”). En ambos casos existen
conteo de huellas en aquellos sitios donde las condiciones del terreno permiten buena
impresión de huellas debido a que las condiciones del suelo son buenas, y donde hay
266
poco paso de animales domésticos y poco tránsito de personas. Pero si estas
hecho, este método es uno de los más empleados en el país y, por ello, sus
lineamientos, alcances y límites deben conocerse a fondo por quienes deban operarlo.
estrecha. El ancho a cada lado de la línea media del transecto (w) se debe establecer
ancho. A su vez, la visibilidad es afectada por los siguientes factores: cobertura vegetal,
relieve local, hora (día, noche) y técnica de muestreo (a pie, caballo, vehículo terrestre o
aéreo). En el caso de bosques tropicales la visibilidad llega a ser muy baja, por lo que el
ancho a cada lado (w) no puede ser muy amplio. Por ejemplo, en Chamela (en la
porción costera del Estado de Jalisco) es posible emplear este método haciendo
supuestos que se describen abajo. Desde el punto de vista del método, es irrelevante si
el animal está del lado derecho o del izquierdo del transecto. Es decir, el ancho total del
2. Los principales supuestos de este método son: 1) solo se debe contar a los
venados que están dentro del ancho previamente definido, y 2) se debe tener la certeza
de contar al 100% de los venados que están dentro del transecto de franja. Si no se
267
asociaciones vegetales o fisonómicas y, una vez decidido lo óptimo, el diseño debe
de longitud. Debe evitarse ubicar los transectos muy cercanos unos de otros. La
longitud de cada transecto puede ser distinta, mientras sea mayor que la mínima
medio, sin embargo, esta práctica debe evitarse pues hay varios factores que pueden
sesgar la estimación de la densidad. Por ejemplo, en algunos casos los animales son
atraídos hacia el transecto mientras que en otros son repelidos por el transecto; el trazo
de los caminos no está hecho al azar, por lo que es posible que pasen por algunos
sitios (usualmente los más adecuados para el transporte) y que simplemente no queden
varios aspectos. Entre más grande sea una UMA, mientras más tipos de hábitat tenga y
mientras más baja sea la visibilidad, se requerirá una mayor longitud total de transecto.
Además, si los venados son difíciles de observar durante el día debido a que están
noche, y que después de eso se decida cual es la hora conveniente. Una vez
268
aunque esto debe ser verificado empleando las técnicas estadísticas apropiadas para
cada uno de ellos un máximo de 2 o 3 veces cada mes, para no perturbar en exceso a
los animales. Aunque es importante señalar que en ciertas condiciones incluso 3 veces
por mes puede ser excesivo y, en todo caso, la experiencia directa in situ es lo que
Preferentemente deben hacerse los muestreos durante todo el año, para detectar
n
D=
2w×L
ancho del transecto a cada lado de la línea media. Nótese que la multiplicación 2w por
que en todos los transectos el ancho haya sido el mismo. Si este no es el caso, es decir
si hubo transectos con un ancho mayor y otros con un ancho menor, entonces se debe
estimar la densidad por separado para cada transecto y eventualmente promediar las
densidades para obtener un valor estimado para la UMA o área que se muestreó, con
269
su respectiva estimación de la incertidumbre o variación.
ancho a una dimensión en la cual se asegure poder ver a todos los animales presentes,
pero esto tiene como contraparte perder información (animales observados) más allá de
w. En los casos en que se sospeche que se están violando los supuestos del método,
continuación.
ancho w definido desde el inicio, por lo que resulta posible incluir en la cuenta a
2. Los principales supuestos de este método son: 1) tener la certeza de que todo
animal que esté próximo al centro del transecto será contado, 2) medir exactamente la
UMA. Por el momento, se recomienda un mínimo de 10 km de largo total por cada 500
270
ha de superficie de la UMA, aunque esto debe ser verificado con empleando las
inalterado a través del tiempo. Se debe evitar poner los transectos muy cercanos uno
de otro, y debe procurarse no emplear los caminos como transectos pues su trazo
obedece a razones muy distintas a las de un muestreo de venados, por lo que suelen
Igual que en el caso del transecto en franja, la experiencia local puede indicar la
n × f (0)
D=
2× L
Nótese que en este método no hay un ancho definido. El aspecto fundamental en este
271
diferencia con el método de transecto de franja. En el transecto de línea simplemente
de cada animal hasta el centro del transecto. El procesamiento de datos requiere del
representatividad para el área a muestrear. Debe evitarse poner los transectos muy
cercanos uno de otro, por el momento se sugiere que estén alejados más de 250 m uno
de otros para evitar que un mismo animal deje rastros en dos o más transectos.
272
3. El número de transectos a muestrear estará en función del tamaño y
cada 500 ha de superficie de la UMA, aunque esto debe ser verificado con empleando
las parcelas. Luego, dejar transcurrir 3 meses para el depósito de nuevas excretas y
no confundir cada grupo fecal. Como guía general, se entiende por “grupo fecal” al total
la densidad. Si en una misma unidad de muestreo hay varios grupos fecales, lo cual es
muy frecuente, debe ponerse atención en definir claramente los distintos grupos. En
zoológico o criadero y se observen como son los grupos fecales de los venados.
durante la época húmeda es posible la destrucción de excretas por la lluvia, por efecto
sotobosque impida detectar todos los grupos presentes en las unidades de muestreo.
NP × PE
D=
TD × DP
273
grupos fecales por parcela de muestreo, TD tasa de defecación (número de grupos
del tamaño poblacional, pues se sabe que esta tasa varía significativamente con las
cualidades del forraje y la edad. Algunas tasas de defecación estimadas con venados
de venados en el campo, dado que son un componente del divisor en el algoritmo. Con
consideración y cuidado.
la fecha (o lapso) de depósito correcta(o) de los grupos fecales, y 3) todos los grupos
diferenciar los grupos fecales de venados de otros animales (por ejemplo, de chivos).
Sólo se puede aplicar durante la época seca. El problema principal de este método es
de humedad del forraje, las condiciones en que se encuentran los animales y las
274
4. Método de conteo de huellas.
que en cada transecto se elimine la hojarasca y se remueva la tierra, tanto para borrar
huellas viejas como para permitir una mejor impresión de huellas nuevas.
esto podría sesgar las estimaciones. En caso de que no quede alternativa y deban
1,000 m cada uno y seleccionar al azar algunos de estos segmentos para emplearlos
como transectos. Debe evitarse poner dos transectos uno a continuación del otro, o en
frescas. Una nota precautoria es que debe entenderse por “huella” el cruce de un
animal individual en un transecto. Es decir, no debe contarse cada huella individual sino
determinarse aquellos casos en los que se pueda observar claramente que un venado
caminó y dejó una secuencia de huellas, entonces debe contarse como un cruce o
275
6. Es recomendable aplicar este muestreo durante la época de mayor
época de lluvias; pero en algunos sitios es común que en la época seca la tierra esté
muy polvosa, lo cual permite una mejor impresión y ver detalles de las huellas.
7. Los datos que sirven para calcular la densidad son el número de cruces o
⎛ IT ⎞
⎜ ⎟
D= ⎝ 3⎠
⎛ 1000 × 2 × w ⎞
⎜ ⎟
⎝ 1,000,000 ⎠
276
topografía irregular. Por lo tanto, la distancia perpendicular máxima es corta. Por
una señal blanca en la espalda baja (cola blanca). Entonces se mide este ancho. Este
promedio o ancho efectivo del transecto (ESW en inglés), y este ancho es el valor de w
definir lo que debe considerarse como “huella”, por lo que es importante insistir en que
por un mismo animal. Es crucial la correcta definición del ancho w del transecto, pues
CONSIDERACIONES
277
Un aspecto fundamental que se debe considerar para estimar el tamaño
poblacional dentro de una UMA es el diseño de muestreo que debe seguirse, para
obtener los datos necesarios a fin de estimar con menor error la densidad. Existen dos
vez, considerar dos factores: la superficie de hábitat apto para el venado cola blanca
mapa detallado de toda la UMA con el fin de definir las áreas que potencialmente
muestreo tal que permita obtener información respecto a toda la población dentro de la
UMA. Esto implica que debe tener un diseño que sea representativo de toda el área con
hábitat compatible con el venado. Un error muy importante que debe evitarse es
muestrear solo en los sitios en que se conoce la frecuente estancia de los venados.
más esfuerzo de muestreo. Dos maneras de colocar los transectos de muestreo (para
en definir un punto al azar dentro de la UMA y luego seleccionar una dirección al azar.
Esto puede hacerse con la ayuda de una calculadora que genere números al azar o las
tablas que se incluyen en algunos libros y manuales. Es importante aclarar que poner
278
transectos –es decir, de manera sistemática– consiste en colocar un transecto y a partir
los casos evitar que los transectos se crucen o que queden muy cercanos uno de otros
para evitar que un mismo animal sea detectado en dos transectos diferentes.
de la UMA. Como regla general se tiene que entre más heterogéneo sea el sitio se
aéreas, cartas de uso del suelo del INEGI, o cualquier otro material geográfico para
definir los distintos tipos de coberturas (y/o sesgos diferenciales del relieve) que tiene la
UMA. Por ejemplo, es importante definir lo que es hábitat de lo que son áreas de
se recomienda que el hábitat sea clasificado en distintos tipos como por ejemplo:
parches de selva baja, parches de selva mediana, parches de acahual, etc. En este
diferentes unidades con condiciones distintas para soportar venados. Una vez
tipo de hábitat, colocando en cada una los transectos ya sea al azar o sistemáticamente
distribuidos.
2. Precisión de un estimador.
En muy limitados casos se puede contar el número total de venados que hay
que solo se cuente a cierta fracción desconocida de la población total debido a que es
frecuente que los venados sean difíciles de observar directamente debido a los hábitos
279
sigilosos de la especie y al baja visibilidad que impone el hábitat. Esto lleva a que
una fracción de la población y, a partir de esos datos, se hace una inferencia del
incertidumbre, es decir ¿cómo podemos saber si la estimación está cerca o lejos del
menos errónea posible el número de venados a cosechar. Por lo tanto, se debe estimar
al menos el promedio y la variación que presentaron los valores por transecto. Es muy
común que solo se obtenga el promedio de una estimación, sin embargo se debe
insistir en que se estime también su precisión. Hay varios estadísticos que describen
esta variación como por ejemplo la varianza, la desviación estándar, el error estándar, y
los intervalos de confianza (por ejemplo, para mayor seguridad, al 95%). Se sugiere
emplear los intervalos de confianza pues estos permiten tener un valor mínimo y uno
basarse en la información del tamaño mínimo obtenido con este procedimiento, a fin de
población.
La regla para tener una precisión aceptable del estimador poblacional es contar
aplicando el método más adecuado a las condiciones del sitio y llevarlo a cabo con
rigor. Entonces, la pregunta inicial ¿cuántos transectos deben muestrearse? solo puede
280
recomendable hacer un premuestreo para definir el esfuerzo de muestreo adecuado.
Hay varias técnicas para esto. En el caso de los métodos de conteo de venados en
3. Tamaño poblacional.
que la densidad es el número de venados por unidad de superficie. Definidos así los
transectos, en cualquiera de los métodos que se elija, a fin de tener un referente para el
predio que esté asociado con una valoración de la incertidumbre. Por otra parte, un
aspecto muy relevante es que hábitat debe entenderse como solamente aquella
por la cantidad de hábitat favorable que hay en la UMA y no por la superficie total del
predio.
281
Una de las consideraciones más importantes es comprender que una alta
una superficie de hábitat pequeña que es apta para el venado, entonces aunque la
densidad estimada pudiera ser relativamente alta, cuando se multiplica por la superficie
pequeña el número total potencial de venados dentro de la UMA resultará bajo. Por
densidad promedio podría ser muy baja pero si la extensión de la UMA con hábitat apto
CONCLUSIONES
ambiental alta, el esfuerzo de muestreo debe ser mayor. Siempre será recomendable
adicional e indeseable para los venados). Es necesario definir el método más adecuado
muestreo estratificado (es decir, diferenciando los tipos de hábitat o manchones). Debe
ponerse mucha atención para no violar los supuestos de cada método. La aplicación de
los algoritmos debe realizarse con pleno conocimiento de las bases en que estos se
282
sustentan. Siempre deben presentarse los resultados como promedio, con una
siempre el valor mínimo para estimar la potencial cosecha. Este procedimiento permite
la población biológica como base, y tomando en cuenta los límites geográficos de las
subespecies.
LITERATURA
Eberhardt, L. y R. Van Etten. 1956. Evaluation of the pellet group count as a deer
50: 223-229.
Mandujano, S y S. Gallina. 1993. Densidad del venado cola blanca basada en conteos
283
Mexicana (nueva serie) 56:1-37.
conteo físico nocturno con auxilio de luz artificial. Revista DUMAC 12:22-24 y
12:17-19.
284
COYOTE (Canis latrans Say, 1823)
Introducción
286
del cuerpo. Generalmente mudan de pelo una vez al año. Tienen una glándula en
la base de la cola y las hembras poseen ocho glándulas mamarias (Young y
Jackson, 1951; Servín y Chacón, 2005).
Sus rostros son alargados y angostos. Tienen 42 piezas dentales cuya fórmula
dentaria es 3/3, 1/1, 4/4, 2/3. Los dientes caninos son generalmente muy largos y
macizos, y los carnasiales son especialmente fuertes, con bordes cortantes,
mientras que los dientes postcarnasiales tienen superficies machacantes, lo que
indica el consumo de una dieta muy variada; sus mandíbulas son fuertes.
El coyote tiene una dieta muy amplia, pequeños roedores, lagomorfos, ungulados,
aves, reptiles, insectos y frutos son su alimento (Andelt 1985, Ortega 1987,
Servín y Huxley 1991, Vaughan y Rodríguez 1986), aunque varios estudios
demuestran que el coyote incluye como alimento al ganado doméstico (en forma
de carroña), aves de corral, animales enfermos o viejos (Boggess et al. 1978,
Daner y Smith 1980) Messier et al. 1986, Ozoga y Harger 1966).
287
tiempo y energía en el cuidado de sus cachorros, así como en el mantenimiento
de su territorio (Bekoff, 1986).
288
El entendimiento del AH se ha fortalecido desde la incorporación de la técnica de
radiotelemetría en la investigación de la fauna silvestre (Cochran y Lord, 1963;
Mech, 1983). El ámbito hogareño de los coyotes ha sido estudiado y descrito en
Canadá y Estados Unidos de América (Andelt, 1985; Bekoff y Wells, 1986; Bowen,
1982; Messier y Barrette, 1982). En la mayoría de las investigaciones se informan
los resultados, comparándolos con los de otros estudios en otras localidades. En
años recientes se ha comenzado a diseñar investigaciones adecuadas y
enfocadas a explicar los procesos de la variación de tamaño del AH, es decir, se
han realizado estimaciones de los factores que influyen en este parámetro, como
son el hábitat, la cobertura vegetal y recientemente se ha relacionado y explicado
por medio del tamaño y la abundancia de sus presas (MacCracken y Hensen,
1987). En México existen datos recientes sobre el tamaño del AH del coyote
(Hernández, 1990; Huxley y Servín, 1995; Servín y Huxley, 1993 y 1995; Servín,
2000). De los resultados obtenidos, cabe destacar que se ha hallado una
importante variación del tamaño del ámbito hogareño del coyote, al estimar la
disponibilidad de alimentos en el medio y su consumo en el tiempo.
289
Dadas las características biológicas de la especie se recomienda que, cómo
método de muestreo de las poblaciones de coyotes, se emplee el siguiente:
Esta información de las estaciones olfativas, puede apoyarse con la toma de datos
con métodos complementarios, entre otros:
290
minutos en completo silencio, para escuchar o detectar los aullidos de
respuesta que pudieran producirse (Servín, 2000).
Se recomienda que los estudios de población del coyote se realicen con el apoyo
y bajo la supervisión de especialistas (investigadores con reconocida experiencia)
y se empiece a trabajar con aquellas UMA en que existan solicitudes recurrentes
de cosecha de coyotes debido a presuntos conflictos con actividades humanas.
291
huellas de dos
individuos y dos
imágenes de
individuos
distintos
3 SI SI Zorra Urocyon Imagen y
cinereoargenteus Huellas
4 SI SI Zorrillo Conepatus Imagen
mesoleucus
5 NO NO Sin ----
visita
6 SI NO Sin ---- ----
Visita
7 SI SI Coyote Canis latrans Se observan
huellas de dos
individuos y un
individuo en la
imagen
8 SI NO Sin ---
Visita
9 SI NO Sin ---
Visita
10 NO SI Desacti- ---- Desactivada o
vada pisoteada por
vacas. Sin
imágenes
anteriores a la
visita de la vaca
Esta orientación de los datos y formato, puede robustecerse mucho con el uso de
foto-trampas o cámaras automáticas, para determinar la visita efectiva de una
estación; así, es posible determinar con certeza el número de individuos y de
especies que visita la estación olfativa y, por tanto, la estimación de la abundancia
de coyotes resulta menos especulativa.
292
esquema de control de depredadores, mismo que se trata de forma independiente
en la Parte D de este protocolo.
Resultados de los
transectos para
Decisión recomendada Comentarios
estimación de
abundancia
No ejecutar controles
1 al 15 % sobre la población de Población baja y sin
coyotes. daños a las
No expedir tasas de actividades humanas.
aprovechamiento
No ejecutar controles
16% 29% severos sobre la
población de coyotes. Población en los
Expedir tasas de límites de tolerancia
aprovechamiento
precautorias, de un
individuo por cada 20 km2
Se recomienda Ejecutar
controles severos sobre
la población de coyotes. La población de
30 al 50 % Expedir tasas de coyotes es alta y con
aprovechamiento de un frecuencia causa
individuos por cada 10 problemas a las
km2 . Hasta que la actividades ganaderas
abundancia de población de la región.
se mantenga entre los
valores de 10 a 20 según
el Índice de Linhart y
Knowlton (1975)
293
En términos generales se consideró que la escala geográfica de trabajo para dar
seguimiento a poblaciones de carnívoros y su hábitat deberá ser como mínimo el
ámbito hogareño (AH) del macho de la especie. Con base en éste se pueden
definir las áreas de muestreo y aprovechamiento (manejo) mínimas, de tal forma
que -en principio- no se podría otorgar una tasa de aprovechamiento a UMA que
tengan superficies menores al tamaño del AH de un individuo macho. Al aplicar
este criterio, debe considerarse también que el área debe corresponder al tipo de
hábitat ocupado por la especie en cuestión y debe presentar características
(niveles) de calidad adecuados (ver más adelante).
Se considera que los componentes del hábitat más relevantes de beneficio para la
especie, sobre los que se sugiere centrar los programas de evaluación y
monitoreo del hábitat son los siguientes:
294
2) Número de cuerpos de agua en la UMA (ríos, arroyos, bordos,
bebederos)
3) Número de cabezas de ganado y tipo de pastoreo que se práctica
4) Conflicto con ganado (Sí o NO)
(P)
Di = ──────────── (k)
(T) (DR)
Di = Densidad/Ha
P = Excretas/Parcela
T = Número de días de acumulación de excretas
DR = Tasa de Defecación (cifra guía: 519 excreta/día/lagomorfo)
k = Area de las parcelas en una hectárea 3184.7 m2
295
La producción de frutos de esa población de árboles se estima eligiendo 10
individuos que producen frutos, de cada una de las 6 clases de edad, es decir se
marcan 60 árboles, a los que se les colocan cuatro trampas para colectar los frutos
caídos naturalmente al suelo, las trampas son de 50x20 cm (0.1 m2) y en el centro
de cada una se coloca un embudo para capturar los frutos caídos (Xf) en esa área y
se retiran estacionalmente de la trampa. Para cada individuo de árbol marcado se
determinó su cobertura por medio de la siguiente ecuación (Muller-Dombois y
Ellenberg, 1974):
( D 1 + D 2 )2
CC = │ ────────────── │
4
con el valor de cobertura se estima el número de frutos caídos (FC) bajo el árbol, con
la siguiente ecuación:
[ X(B) ] * ( CC )
FC = ──────────────────
K
Donde:
Σ ( FCi)
FCMi = ────────────
ni
Donde:
296
Conteo total
297
Se sugiere que, para dar mayor solidez a las recomendaciones y
metodologías planteadas en este protocolo, se realice un ejercicio de prueba-
calibración de los indicadores para probar su utilidad y factibilidad en las
condiciones locales. Para afinar en el futuro los métodos, es recomendable
generar experiencias comparativas (por ejemplo seleccionando una localidad en
un área tropical y en una templada).
Fecha del Muestreo _15 de Mayo de 2006 Nombre del Operador Luis
Gonzalez
Transecto Num.Uno Lugar del Muestreo Rancho “La Vieja” Altitud 2650
msnm
298
anteriores a la
visita de la
vaca
299
VIABILIDAD BIOLOGICA DE LA POBLACION
SÍ AL APROVECHAMIENTO NO AL APROVECHAMIENTO
Índices de abundancia entre 1 y 15%
300
Se ha visto una tendencia en el norte de México a que, de abril a junio, existan con
más frecuencia conflictos coyote-ganado; aparentemente esto se relaciona con
que se trata de la época de parición del ganado. Se sugiere que, dentro de este
lapso, se asignen 35 días para ejecutar el control de coyotes (no entendido como
aprovechamiento, sino sólo como control), ya que la época hábil para
aprovechamiento cinegético, se recomienda ubicarla a entre diciembre y marzo,
período en el cual la piel del coyote tiene un mejor aspecto y, por ello, pudiera
contar con posibilidades de generar beneficios económicos por la venta de su piel
curtida.
Para el resto del país, el esquema podría mantenerse de manera similar, tomando
en cuenta la época de estiaje (cuando hay menor cantidad de agua disponible
para el ganado) ya que es cuando se presentan con más frecuencia los problemas
coyote-ganado. Puede considerarse la opción de modificar el tiempo o época de
control, pero solamente con base en datos representativos sobre de los períodos
reproductivos que exhibe el coyote en latitudes más sureñas (sin embargo,
actualmente hay muy poca información disponible de esa parte del país).
La UMA solicitante debe tener por lo menos la extensión del ámbito hogareño
conocido para la especie: 10-12 km2 (es decir, mayor que 1,200 ha); sin embargo,
se recomienda obtener datos poblacionales de áreas mayores, para adoptar un
enfoque regional (por ejemplo, que comprendan al menos 20,000 ha). Las tasas
deben otorgarse también de manera que consideren el enfoque regional (al menos
tomando en cuenta estas mismas 20,000 ha. Esto implica que el número de
individuos determinado como viable y otorgado para aprovechamiento, debe
repartirse entre las UMA que se encuentren dentro de cada región definida.
301
Como indicadores de los efectos de la cosecha, se sugiere contemplar los
siguientes aspectos:
Como principio general, este aspecto debe evaluarse caso por caso, antes de
autorizar un programa de control de depredadores o la extracción de algún “animal
302
problema”. Es fundamental que los técnicos de UMA y personal de Delegaciones y
DGVS cuenten con un manual lo más práctico y sencillo posible (existe un manual
que incluye un capítulo sobre identificación de depredación por esta especie
McKinney y Delgadillo 2004, del que se puede extraer una síntesis; asimismo, se
recomienda consultar manuales del U.S. F&WS y el manual de Identificación de
rastros de jaguar y puma, para Jalisco; y materal del TP&W). Asimismo, es
importante que si existen variaciones por tipo de hábitat, se mencionen las
diferencias en cada rubro. El control de coyotes debe ponderarse cuidadosamente
en el caso particular de proyectos que intenten la reintroducción de especies
silvestres, por ejemplo de ungulados, para favorecer los objetivos de esos
programas sin alterar fuera de límites aceptables las densidades de depredadores.
Recuérdese que, para tratar el tema de conflicto humano con los coyotes, es
necesario que se demuestre de manera fehaciente que la actividad de estos
cánidos pone realmente en riesgo a una población recién reintroducida de
herbívoros, a una población de animales nativos que se encuentre en
recuperación en la región, o a la productividad ganadera local o regional.
303
especies nativas consideradas especialmente “valiosas” o en riesgo, se otorgaría
un permiso de extracción en la medida en que se justifiquen en el plan de manejo,
con claridad, los beneficios y riesgos de hacerlo.
Intensidad
El límite máximo de extracción tendría que ser de 3 animales cada 10,000 ha, por
año. Existen casos particulares como la presencia de estos animales en
aeropuertos, en los que se puede permitir la eliminación de un número definido de
animales un poco mayor; también aplicaría para caso de brotes de rabia.
Métodos
Los autorizados por la ley; Los métodos de cosecha aceptables para la especie
fundamentalmente contemplan el uso de armas de fuego (ver especificaciones en
una sección anterior).
El uso de sustancias tóxicas no está claro en México y esta es una oportunidad
para promover el desarrollo de investigación en ese aspecto, especialmente para
documentar los pro y los contra. Urge determinar las sustancias tóxicas y métodos
más adecuados para ejercer control en las poblaciones de coyotes que causan
conflicto en ciertas regiones ganaderas.
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OSO NEGRO (Ursus americanus Pallas, 1780)
Introducción
310
zacates, pequeños mamíferos, jabalíes, crías de venado y carroña. En algunas
áreas el oso negro puede llegar a atacar el ganado domestico (principalmente
becerros, cabras y borregos) provocando conflictos con los humanos. Los
machos se mueven grandes distancias y presentan territorios grandes
estimados entre 30 a 120 Km2 y las hembras se mueven entre 10-30 Km2, los
territorios no son fijos y pueden variar por las condiciones del hábitat,
regularmente los ámbitos hogareños se traslapan encontrando en un territorio
de un macho varias hembras, otros machos adultos y machos subadultos
(Leopold 1959, Roger 1977, Doan-Crider 1995, Doan-Crider 2003, Auger 2003,
McKinney y Delgadillo 2004, McKinney y Delgadillo dat. no publ.). Actualmente
en México el oso negro se encuentra en la lista de especies en peligro de
extinción debido a que ha desaparecido de gran parte de su rango de
distribución original, pero la población de las Serranías del Burro (subespecie
eremicus) actualmente se encuentra en la categoría de Protección Especial
tomando en cuenta los estudios poblacionales los cuales reflejaron la alta
densidad de osos por unidad y área y tasas de sobrevivencia alta (INE-
Semarnap 1999, Norma Oficial Mexicana 2001, Onorato y Hellgren 2001,
Doan-Cider 2003).
311
Aspectos poblacionales más relevantes para la determinación, la práctica y el
ajuste de la cosecha sustentable en UMA
312
2000, Waits 2001, Romain 2001), una de sus mejores ventajas es que no se
requiere la captura de los animales, solamente se requiere la colecta de pelo para
la identificación de osos mediante análisis de ADN, el método consiste en la
colocación de alambres de púas alrededor de un sitio cebado (árbol o tronco), el
alambre debe estar a 50cm del suelo y puede ser colocado de forma circular, los
tamaños pueden variar pero en radios de 4m o en cuadrantes de 4x4, aunque
algunos estudios han utilizado radios hasta de 15m (Immel 2000) las trampas
deben ser revisadas diariamente y algunos estudios sugieren 2 períodos de
captura de 2 semanas separadas de 3 días (Triant 2000). Actualmente una de sus
desventajas es que es un método relativamente caro y hay pocos laboratorios que
se dedican a ofrecer este tipo de servicios, en México aun no existen lugares que
presten este tipo de servicio pero se tiene conocimiento que algunas
universidades tienen la capacidad técnica para realizarlos con un mínimo de
capacitación. Este método permite obtener información sobre la densidad
poblacional y proporción de sexos, pero no la estructura de edad (Kendall et al.
1998, Bertram et al. 2000, Stetz 2000, Immel 2000).
Trampas de barril. Este método es recomendable por que el oso es capturado sin
causarle posibles daños, esta trampa tiene forma cilíndrica con una puerta de
guillotina la cual se acciona cuando el oso jala un cebo colocado previamente en
la parte interna. Una de sus desventajas es que es relativamente caro y por el
volumen son difíciles de transportar, pero debido a su material de construcción
pueden ser utilizadas año con año ya sea transportándolas o manteniéndolas en
sitios permanentes de muestreo, son seguras tanto para el manejador como para
el oso. De acuerdo a los objetivos los osos capturados deben ser manejado por
personal capacitado en el uso de sedantes para la colocación de aretes,
microchip o radio collares en caso de investigación. (McKinney 2000, Onorato
2003, Doan-Crider 2003, McKinney y Delgadillo, 2004).
Trampas de laso. Es uno de los primeros métodos utilizados en los estudios de
osos, antes que las trampas de barril y en la actualidad siguen siendo
ampliamente utilizados por su efectividad, este método consiste en la colocación
de lasos en áreas con atrayentes que por lo regular son árboles gruesos en donde
se asegura el laso, el animal es capturado de un miembro delantero y el animal
debe ser sedado para su manejo, una de sus ventajas es que son fáciles de
transportar y cubrir una mayor área, así como cubrir áreas menos accesibles.
(McKinney 1996, Doan-Crider 2003, McKinney y Delgadillo 2004,).
Estaciones olfativas. Es un método adecuado para el monitoreo anual de las
poblaciones y evaluar las tendencias de la población (Shaw 1985, Black bear
Management Plan 1998, Manen 2001, Jones 2005) una de sus mayores ventajas
es que no se necesita ser un técnico especializado para la toma de datos, solo se
necesita un técnico certificado para recabar la información. Con esta técnica es
posible estimar la abundancia relativa de osos en un área determinada (Hellgren
1993, Edwars y Clark 2002). Para el establecimiento de la estación se busca un
punto central que puede ser un árbol o una estaca donde se colocara un
atrayente, alrededor de este punto se traza un círculo de 1 m de radio el cual debe
estar limpio de vegetación y la tierra removida para facilitar la impresión de las
huellas. Se recomienda que las estaciones no tengan una distancia menor de 1
313
Km. De distancia entre ellas para reducir el error de que un animal visite dos o
mas estaciones en una noche de muestreo, las estaciones deben ser revisadas 3
a 4 días consecutivos, en cada revisión se debe tomar cada registro de huellas y
activar de nuevo la estación alisando la tierra (INE-Semarnap 1999). Se
recomienda que cada estación sea georreferenciada para su activación en
diferentes épocas del ano o cada ano según el caso.
Avistamiento directo. Este método complementado con las estaciones olfativas
puede proporcionar información muy valiosa sobre las tendencias anuales de la
población a diferencia de las estaciones olfativas el personal experimentado puede
dar algunos valores de sexos, condición del animal, hembras con crías, cantidad
de crías, lugar de avistamiento etc. Para este caso es necesario realizar recorridos
en las áreas de distribución de osos, así como en veredas dentro de las áreas de
alimentación de los animales. Los valores proporcionados pueden ser utilizados
para la estimación de la abundancia relativa.
314
Observaciones_____________________________________________________
________
Observadores____________Nombre de la línea___________Lugar y
Fecha______________
Hora de inicio__________Termino______________Tipo de
Vegetación__________________
Observaciones_____________________________________________________
________
315
presentan territorios grandes (30 a 120 Km2 machos, y 10-30 Km2 hembras) los
machos subadultos se mueven también grandes distancias en busca de nuevos
territorios favoreciendo la dispersión natural (Leopold 1959, Roger 1977, Doan-
Crider 1995, Doan-Crider 2003, Auger 2003, McKinney y Delgadillo 2004,
McKinney y Delgadillo dat. No publ.). Es recomendable que igual que la población
el monitoreo del hábitat sea a escala regional ya que el tamaño de los parches y
cantidad de hábitat continuo garantiza la viabilidad de la especie, así como
incrementa la posibilidad de una cosecha sustentable o aplicación de control en
caso de ser necesario.
Cobertura. A lo largo de las áreas de distribución del oso negro, el hábitat esta
caracterizado por terreno inaccesible, vegetación densa, y abundancia de
alimentos, principalmente de las especies de alta producción, la combinación de
grandes extensiones de terreno con la distribución del alimento, con diferentes
tipos de cobertura y asociaciones vegetales hacen un lugar adecuado para la
distribución del oso negro. La baja densidad de sus poblaciones se asocia a la
perdida de hábitat continuo y conflictos con los humanos (Roger 1987).
Tamaño de hábitat continuo y condición. El tamaño de los parches de vegetación y
cantidad de hábitat continuo son importantes para la dispersión de los animales e
intercambio genético. Es importante la identificación de corredores ecológicos para
promover su protección así como es necesario evaluar la cantidad de hábitat
adecuado para el oso en sus área de distribución y la elaboración de mapas de
distribución de la especie y mapas sobre las tendencias de dispersión de acuerdo
al hábitat disponible.
Alimento. El oso es un animal oportunista y consume una gran variedad de
especies vegetales y animales, especies como los encinos Quercus spp., cedros
Juniperus spp., nopales Opuntia spp. y pino piñonero Pinus spp. son especies de
vital importancia debido a sus periodos de alta producción las cuales son
aprovechadas por los osos y otras especies, la falta de producción de estas
especies tienen un impacto directo en sobrevivencia de los osos, conflictos con
humanos, mortalidad de crías y reproducción de hembras (Roger 1987, Hellgren
1993, McKinney y Pittman 1999, Delgadillo 2001, Doan-Crider 2003, McKinney y
Delgadillo 2004).
Agua. Los osos son animales que consumen agua constantemente, especialmente
cuando consumen grandes cantidades de alimento y en la época de mayor calor
(Roger 1987) en el ano, por lo que es un factor a tomarse en cuenta en los
estudios de hábitat, es importante identificar los sitios de agua natural como
artificial (Utilizada por el ganado domestico), ya que el agua puede ser un factor
importante en la dispersión.
Uso de la Tierra. Es importante tener registros sobre el manejo de las áreas de
distribución de osos, ya que sitios de extracción de madera pueden tener impactos
316
positivos y negativos para los osos, así como las áreas de manejo de ganado
domestico pueden aumentar los conflictos de los osos con los humanos debido a
la depredación, muchos de los problemas de depredación están asociados a las
practicas de uso de la tierra (Bear Hunting 1991, Garshelis 2000).
317
cuadrantes de 1x1 es suficiente (Chambers y Brown 1983, Bonham 1989) pueden
ser aplicados en cañones húmedos donde se distribuyen algunas especies como
el elotillo Conopholis mexicana, pegajosa Desmodyum leycophyllum.
318
la población (densidad, proporción de sexos, estructura de edades), tamaño de la
UMA y calidad de hábitat que presente, una UMA de 5 000 a 10 000 ha dentro de
la escala regional de monitoreo de la población y hábitat del oso negro puede
tener un numero adecuado de osos, tomando en cuenta los ámbitos hogareños
promedio de una hembra (12-20 Km2) y de un macho adulto de 30 –100 Km2
(LeCount, 1984, Doan-Crider 1995, McKinney 2000 ), así como tomando en
cuenta que existe un traslape entre los ámbitos hogareños entre hembras, entre
hembras y machos y entre machos y machos (Powell et al. 1997).
No existen datos sobre el numero adecuado que puede ser aprovechado en una
población de osos negros cada región establece sus tasas de aprovechamiento
de acuerdo a la condición de la población, la cosecha optima es un tema muy
discutido para muchas especies en la actualidad (Shaw 1985, Mace 2001,
Kasworm 2000), por lo general las tasas de aprovechamiento inicial han sido
calculadas tomando en cuenta un porcentaje anual de los animales que se toman
ilegalmente y el estatus actual de la población, desgraciadamente en estas áreas
no se tienen informes sobre cacería ilegal para establecer una tasa inicial, pero
como ejemplo, en estudios con poblaciones similares a la de la Serranías del
Burro, Coahuila se extrae cerca del 10 % y estiman que la población de osos sigue
creciendo anualmente sin tener efectos negativos (Bear Hunting 1991, Outdoor
California 2002) y las tasas de aprovechamiento son ajustadas de acuerdo a los
reportes de extracción anual (proporción de sexo y edad), análisis del hábitat y
tasas naturales de mortalidad, nacimiento de crías y tasa de crecimiento anual (en
condiciones normales se estima que una población de osos puede crecer un 20 %
anual (Bear Hunting 1991).
319
Criterios para la distribución de las actividades de cosecha en el predio de una
UMA; si aplica.
La información proporcionada por los cazadores y monitoreo del hábitat pude ser
un método para el monitoreo de la población y ajuste de la tasa de
320
aprovechamiento (Shaw 1985, Bear Hunting 1991, Blak Bear Management Plan
1998).
Los cambios deben partir de la evaluación inicial de la población como punto de
referencia, los puntos críticos son los cambios en la densidad poblacional,
aumento en mortalidad de crías, aumento en la mortalidad de juveniles, cambios
drásticos en la estructura de edad y sexo (Garshelis 1991)
Como principio general se debe evaluar y considerar caso por caso, antes de
autorizar un programa de control de depredadores o la extracción de un “animal
problema”. Es fundamental que los técnicos de UMAs y personal de Delegaciones
y DGVS cuenten con información sobre posibles depredadores y utilicen manuales
prácticos para la evaluación de un sitio con la finalidad de que aporten la
información necesaria e identificar al depredador (Oso, Puma, Coyote, etc.). Para
el caso de aplicar control de oso negro en un área será necesario identificar al
animal problema y enfocar el control a dicho animal, debemos recordar que las
hembras también pueden depredar animales domésticos y debe tomarse en
consideración si debe ser eliminada (aunque como se menciono anteriormente es
difícil diferenciar los sexos, a menos se trate de un oso adulto grande) (McKinney
1996, McKinney y Delgadillo 2004, Dorrance 1976, Woolsey 1985, LeCount 1986,
Wade 1980),
321
Se sugiere utilizar los siguientes elementos como criterios para justificar y
autorizar un permiso de control de animales conflicto (depredadores) para la
especie: (1) Las condiciones de la población, por ejemplo áreas con nuevos
registros, grado de perturbación-fragmentación / cercanía con áreas conservadas;
(2) Cuando represente un peligro para las personas; (3) Si el ataque se da en el
interior de las Reservas Naturales (zonas núcleo) no se debería autorizar el
control; (4) Se presenten evidencias claras de depredación de ganado (envío de
fotografías de los animales depredados o técnicos de la dependencia
correspondiente documentaran personalmente el problema para la toma de
decisiones (5) En caso de que se demuestre depredación en áreas sujetas a
programas de aprovechamiento y que cumplan con las condiciones establecidas
en la sección de cosecha-seguimiento de poblaciones y hábitat, se podría
autorizar un permiso adicional bajo esquema de caza deportiva.
Intensidad
Métodos
322
perseguir osos juveniles que pueden salir heridos en las peleas con los perros
(Bear Hunting 1991).
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327
PUMA (Puma concolor Linnaeus, 1771)
Introducción
328
machos son polígamos y las hembras son polyestras y tienen su primera camada
a los 3 años. La primera camada por lo general ocurre después de que se
establecieron un territorio. Se reproducen generalmente cada 2 a 3 años y una
hembra de 12 años puede criar hasta 5 camadas (Logan et al. 1996). Los pumas
juveniles se independizan a los 1.5 o 2 años de edad para buscar un nuevo
territorio. Generalmente las hembras se instalan cerca del territorio de la madre
mientras que los machos recorren grandes distancias. Pueden vivir hasta 16 años
o más en cautiverio. Después de los 8 años, comienzan a decaer y reducir su éxito
en la cacería (Busch 1996). Una de las mayores causas de origen no-humano, son
los causados por encuentros antagonisticos entre individuos (Logan et al. 1996),
no obstante, los humanos son la mayor fuente de mortalidad. En áreas con poca
interferencia humana, la proporción de sexos puede ser de 1:2 a 2:3
machos/hembra. Mediante la cacería o control de depredadores, especialmente
balanceado hacia los machos, esta diferencia se incrementa. En condiciones
naturales 1 de cada 3 cachorros llega al estado reproductivo. La densidad
poblacional del puma en México, varía desde 4 individuos por cada 100 km2 en
Sonora (Luna y López 2005) y costa de Jalisco (Núñez 2006), y 3 pumas por 100
km2 en Calakmul, Campeche (Chávez 2006).
Las poblaciones del puma, aunque fragmentadas, pero debido a su gran
adaptabilidad, puede habitar cerca de centros humanos si no es molestado (Beier
1993).
329
Como se menciona antes, se considera que el ámbito hogareño es uno de los
aspectos más relevantes para el estudio de las poblaciones y la determinación de
niveles de cosecha sostenibles. En este caso se estima conveniente utilizar como
valor de referencia para la especie en ambientes tropicales varia de 60 Km2 en
hembras y 100 Km2 en machos (Núñez 2006, Chávez 2006). En algunas
poblaciones, el tamaño del ámbito hogareño puede variar a través de un periodo
anual debido al comportamiento de las presas (Seidensticker 1973, Anderson
1983, Núñez 2006).
Así mismo, es fundamental que al realizar una evaluación poblacional, se
consideren los tipos hábitat que ocupa la especie. El puma habita prácticamente
todos los hábitats disponibles desde los bosques de Abies, de pino, de pino-
encino, de encino, bosques mesófilos, vegetación halófila, chaparral, manglares,
selvas y en algunos casos vegetación secundaria (Leopold 1967, Dickson 1982,
Courier 1986, López y Gonzáles 1998).
Hay otros factores biológicos que afectan directamente en la abundancia de los
pumas, y que es necesario considerarlos durante una evaluación poblacional
como el periodo reproductivo. Los pumas, son animales que se reproducen todo el
año (junio a septiembre “pico” reproductivo) y es posible encontrar hembras
lactando cualquier época del año. Por lo tanto, el periodo de cosecha debe de
tener el menor impacto posible en las hembras con cría. La disponibilidad de
alimento en el hábitat también es uno de los factores más importantes en la
abundancia de los pumas. A menor disponibilidad de alimento, se espera menor
abundancia de felinos. La perturbación por actividad humana también tiene un
efecto en la presencia de los pumas, ya que generalmente prefieren hábitat con
bajos niveles de perturbación (Beier 1995) y rara vez se reproducen en áreas
perturbadas y constante presencia humana.
330
experiencia) y se empiece a trabajar con aquellas UMA en que existan solicitudes
recurrentes.
La escala de manejo (estudio, monitoreo y aprovechamiento) óptima debe ser a
nivel regional. Por ejemplo a través del muestreo de sierras o cuencas y sub-
cuencas, de tal forma que se trate de asegurar el monitoreo de poblaciones. Se
sugiere utilizar como valor de referencia un área de muestreo de 1000 km2 como
mínimo. A falta de datos en México y con base a valores sobre la densidad
poblacional en el norte de (Luna y López 2005) y sur de USA, una densidad entre
3 y 6.5 pumas por cada 100 km2se considera una densidad poblacional alta, y en
áreas de mas de 1000 km2 de hábitat continua con pumas, entre el 1 y el 25%
puede ser cosechado si un efecto en la población (Linzey et al. 1989).
Considerando que en México existe la cacería furtiva como un factor importante de
mortalidad, se sugiere un máximo del 10% de la población como cuota de
cosecha. En EUA, se observó que la proporción de sexos cazados fue similar sin
efectos en la población, pero para México se recomienda una mayor proporción de
machos cosechados que hembras. De acuerdo a Beier (1993) en California
(bosques templados) se requiere de una área entre 1000 y 2000 km2 para
asegurar la permanecía de la especie por 100 años. Si áreas entre 600 y 1600 km
km2 se mantienen conectados a otras poblaciones tienen oportunidad de
mantenerse en un período de 100 años, también reporta que áreas menores de
150 km2 y aisladas de otras poblaciones se extinguirán.
Dada la naturaleza de la especie y el estado de sus poblaciones se recomienda
la capacitación y certificación periódica de técnicos responsables de UMAs, así
como del personal de la DGVS y de los Gobiernos de los Estados, apoyados por
especialistas (investigadores con reconocida experiencia), para la realización de
los estudios de abuandacia poblacional.
Se propone que como mínimo los datos del formato anexo sean incluidos
(Formato Felinos Protocolos DGVS.xls).
331
No se propone un algoritmo establecido. Se recomienda que con base a la
información disponible de áreas con características similares a la UMA que solicita
los permisos de extracción sugerir una cuota inicial mínima que sea conservadora.
Mediante los monitoreos subsecuentes, número y características de los individuos
cosechados sugerir una nueva cuota.
En general, en USA donde esta reglamentada la cacería del puma, se permite la
extracción de entre el 10 y 30 % de la población de pumas, sin embargo, estas
poblaciones van de 1500 hasta 2500 individuos como en Nuevo México (Wislow
2005). Entre el 10 y 15% de extracción no mostró efectos negativos a la población
de pumas en una área de Wyoming, pero después del 25% se comienza a
observar efectos negativos (Anderson y Lindzey 2005).
La extracción de individuos de una población debe ser en su mayoría machos
adultos, las hembras son las que mantienen y sustentan la población.
Con un cuota inicial de cosecha de individuos conservadora y cumpliendo los
requisitos del apartado 3, se puede disponer de un numero determinado de
individuos basados en un monitoreo “rápido” (índice de abundancia) en la UMA y
áreas circundantes mediante el uso de cámaras automáticas y/o huellas. Apartir
de la primera cosecha y de monitoreos 2 veces al año (uno antes y otro después
de la temporada), determinar la cosecha de la siguiente temporada.
El conteo de huellas es uno de los métodos para calcular la abundancia relativa y
es de los más usados para determinar cambios en la población de pumas. Existe
una relación directa entre el número de huellas y la densidad poblacional de
pumas (Van Dyke et al. 1986). De acuerdo a Van Sickle y Lindzey (1991) se
observaran mejores resultados si existe un mayor número de transectos y si son
perpendiculares a los mayores arroyos o cuencas.
El fototrampeo también es de gran utilidad para realizar evaluaciones
poblacionales (Karanth y Nichols 2000, Silver 2004) y empleando análisis de
captura recaptura. Aunque esta metodología sugiere para animales crípticos como
lo jaguares y ocelotes, también puede ser aplicado a pumas ya que presentan
manchas en la partes internas de las patas que ayudan a su identificación.
332
un felino macho. Al aplicar este criterio, debe considerarse también que el área
debe corresponder al tipo de hábitat ocupado por la especie en cuestión y debe
presentar características (niveles) de calidad adecuados (ver más adelante).
En México, los pumas macho usan hasta 100 km2 .
Se considera que los componentes del hábitat más relevantes para la especie,
sobre los que se sugiere centrar los programas de evaluación y monitoreo del
hábitat son los siguientes:
4. Aguajes; a pesar de que los felinos pueden subsistir varios días sin agua, y
obtener agua metabólica de sus presas (Robbins 1993) es un factor
333
importante para las presas y por lo tanto en el comportamiento de los
felinos (Wolff 2001, Núñez 2006).
5. En caso de la depredación de ganado. La cantidad y tipo de ganado
presente manejado extensivamente; ganadería extensiva (caprinos y
vacuno) depredadores de vegetación natural, fuerte competencia para las
presas como los venados y pecari. Reducción de cobertura significa
reducción de refugios para las presas y competencia por alimento, por lo
tanto la disponibilidad de presas disminuye y se podría presentar un
potencial conflicto depredador - ganado.
334
1. En secas, conteos directos en transectos y/o mediante el conteo de grupos
fecales (Mandujano y Gallina 1995, Karanth y Nichols 2000, Buckland et al.
2001)). Algunos métodos se adaptan mejor a las áreas abiertas y otros a
ambientes muy estructurados y se deberá emplear el que mejor refleje la
situación de la UMA. Los resultados serán presentados como índice de
abundancia: numero de huellas o avistamientos por unidad de área o de
tiempo. Los índices de abundancia son un reflejo de la densidad
poblacional y ya existen algunos trabajos en México que son útiles como
referencia. Ver, Mandujano y Gallina )1995), Galindo y Weber (1998),
Novack et al. (2005).
2. Medición del área del parche y de las distancias entre ellos: los parches y
distancias pueden ser medidos con ayuda de un GPS, Mapas y SIGs. Se
han desarrollado varios índices para medir la fragmentación del bosque.
Dos de ellos son el a) el índice de Área/Perímetro y b) la Proporción del
Límite/Centro (WCMC 1996),
3. Presencia o ausencia del estrato; para analizar la presencia del estrato
arbustivo se empleara una tubo de PVC o madera de 1.5 a 3 metros (según
el hábitat a estudiar) dividido en segmentos de colores, generalmente de 10
cm. Este tubo también conocido como “vara de cobertura” se ubica en
áreas al azar dentro del predio. Se observa esta vara desde los cuatro
diferentes puntos cardinales y se anota cuantos de los segmentos de
colores son observables a cada determinada distancia. El % de cobertura
se reporta como el promedio de los % de la vara que no se observa a
través del bosque desde los 4 puntos y a diferentes distancias.
4. La disponibilidad de posos de aguada o aguadas se pueden catalogar en
temporales y permanentes. Para determinar la disponibilidad se contaran
los cuerpos de agua permanentes y temporales por km2.
5. Verificación en campo del evento de depredación. Visitar el sitio lo más
pronto posible, no más de dos días. Comprar patrones de alimentación y
buscar rastros asociados para identificar al depredador. El uso de cámaras
automáticas es una herramienta de gran utilidad. En algunos estados ya
existen algunos protocolos de manejo de eventos de conflicto entre
jaguares-pumas y ganaderos (Núñez 2007).
335
establecer conexiones entre parches y restauración de áreas perturbadas o de
agostadero abandonados; remoción, manejo y practicas alternativas de ganadería
en áreas de interés; y construcción de aguadas, represas, pozos.
Se sugiere que para dar mayor solidez a las recomendaciones y metodologías
planteadas en este protocolo se realice un ejercicio de prueba - calibración de los
indicadores para probar su utilidad y factibilidad (por ejemplo seleccionando una
localidad en un área tropical y en una templada).
336
Extracción máxima del 10% de la población/año; para poblaciones que ocupen
100,000 ha (para UMAs del norte del país; para Sonora se ha estimado una
densidad de 4 animales/100 Km2.
Desde el punto de vista de cacería deportiva, los trofeos más solicitados son
cuando tienen el pelaje más abundante que ocurre entre diciembre y marzo.
Desde el punto de vista biológico se recomienda ajustar este periodo de extracción
a las fechas a un periodo posterior al pico reproductivo de la población de cada
localidad. Al ajustar la actividad posterior al pico reproductivo favorece la población
ya que se da la oportunidad a los machos de reproducirse, reduce el riesgo de
mortalidad de los cachorros (aun en controversia) y aumenta la disponibilidad de
presas (MSFWP 1995). Se recomienda en ambos casos que la cosecha ocurra en
un lapso de 35 días.
Para evitar una extracción con efectos negativos, la UMA solicitante debe tener
por lo menos la extensión de un ámbito hogareño de un macho (100 km2) (Núñez
2006, Chávez 2006). Como se mencionó anteriormente, el enfoque debe ser
regional y las tasas se deben otorgar con base en la estimación poblacional de
toda un área y posteriormente dividirla entre las UMAs que ésta contenga.
337
1. Reducción de la presencia de huellas: la densidad de huellas es un reflejo de
la densidad poblacional y puede ser empelada para detectar cambios de entre
30 y 50% de la población (Beier y Cunninham 1996). Se requiere de un
estudio intensivo y sistemático para determinar los cambios en la población.
No obstante, como una señal de alarma puedes ser la ausencia de huellas.
2. Reducción de la presencia de excretas. Debido a que los felinos tienen una
tasa de deyección por día, entre mas individuos haya en un área, mayor
numero de excretas deben de estar en el paisaje. A pesar de que en algunas
áreas es mas fácil localizar las excretas que en otras áreas, los cambios
deben ser proporcionales. Una ausencia o visible reducción de excretas puede
ser una señal de la reducción de la abundancia de la especie.
3. Aumento en la abundancia de presas: Debido a que los pumas se alimentan
básicamente de ungulados, un aumento en la abundancia de los venados y de
otras presas pueden ser un indicador de la disminución de sus depredadores
(Robinson et al. 2002, Ripple y Besctha 2006).
4. Aumento de carnívoros medianos: Otros depredadores como los coyotes
también aumenta con la ausencia de los pumas, por lo que un aumento en la
población de coyotes y otros carnívoros menores puede ser indicativo de una
disminución de la presencia de los pumas (Crooks y Soule 1999).
338
e) Si se observa pocos cambios en la abundancia de pumas, pero si
son en su mayor parte juveniles, se podría suspender la actividad
extractiva por 1 o 2 años.
Como principio general se debe evaluar y considerar caso por caso, antes de
autorizar un programa de control de depredadotes o la extracción de un “animal
problema”. Es fundamental que los técnicos de UMAs, personal de Delegaciones y
DGVS cuenten con un manual lo más práctico y sencillo posible (Existe un manual
de identificación de jaguar-puma que depredan sobre ganado de Hoogesteijn
(2001) y un Manual de Identificación de Rastros de Jaguar y Puma, Jalisco).
Asimismo, es importante que si existen variaciones por tipo de hábitat mencionar
las diferencias para cada rubro, lo mismo que para el caso particular cuando existe
reintroducción de especies.
339
Intensidad
Métodos
Los autorizados por la ley; Los métodos de cosecha aceptables para la especie
fundamentalmente contemplan el uso de armas de fuego (Ver las especificaciones
recomendadas por la U.S. National Rifle Association). La cacería con perros a sido
el método por excelencia empleado por cazadores deportivos, igual presenta una
ventaja y una desventaja: Ventaja es una método selectivo y permite tomar la
decisión de cazar o no al individuo y la desventaja estos perros son capaces de
matar a un cachorro si le dan alcance (Laundre y Clark 2003).
Recomendaciones
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340
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343
GATO MONTÉS (Lynx rufus Schreber, 1777)
Introducción
El Lince Rojo (Lynx rufus) es un felino de tamaño mediano, el peso del adulto va
de 20Kg a 25Kg y el cuerpo mide de 60 a 90cm de longitud, la gestación varía de
60 a 70 días y pueden tener de 2 a 5 crías. Se caracteriza por tener la cola corta y
tener en la punta de las orejas unos pelos largos de color negro, además cuenta
con unas “patillas” en las mejillas que le dan una apariencia muy particular. La piel
es normalmente de color gris rojizo con tenues manchas y rayas negruzcas o
marrón. Se distribuye en Norteamérica, desde el sur de Canadá hasta México
(Istmo de Tehuantepec) (Leopold 1977, Laviere et al. 1997). Ocupa una amplia
variedad de hábitat, que incluyen desde bosques de pino encino, zonas de
matorral, semidesiertos en el sur y recientemente se reporto en la selva baja
caducifolia (López 1998). Suele refugiarse y criar en zonas de vegetación densa,
roquedos, grutas y otras zonas cubiertas. Es solitario, los machos abarcan el
territorio de una o varias hembras, es polígamo. La época de apareamiento es
entre febrero y marzo (varia en función de la latitud) y las crías nacen dos meses
después (Anderson y Lovallo 2003). Los machos son polígamos y las hembras
poliéstricas. Un promedio de 2 a 3 crías son paridas (Laycock 1983). Si las crías
344
se pierden rápidamente, una segunda camada puedo ocurrir pronto. Las hembras
usan una madriguera entre rocas, raíces, troncos caídos, etc., y llegan a usarla por
varios años (Bluett 1984). Los cachorros acompañan a la madre hasta los nueve
meses de edad aproximadamente, época en la que se independizan y se
dispersan en busca de su propio territorio. Las hembras maduran sexualmente
entre los 9 y 12 meses de edad y los machos hasta el 2do año (Anderson 2003).
Las hembras se reproducen por primera vez a la edad de 2 años
aproximadamente. El éxito de las crías depende de la disponibilidad de alimento
(Bailey 1974, Anderson y Lovallo 2003). Se alimenta principalmente de lagomorfos
(liebres y conejos), roedores, aves y en menor grado ungulados (Laviere et al.
1997, Delibes et al. 1997, Aranda et al. 2003, Luna y Lopez 2005).
Los linces machos pueden usar hasta 60Km2 (Bluett 1984) y sus ámbitos
hogareños se traslapan con el de varias hembras cuyo tamaño es menor al del
macho, alrededor de de 30Km2. En México se reporto un ámbito hogareño de
5Km2 para un macho y 1Km2 para una hembra (Burton et al. 2003). El lince, como
carnívoro solitario, su organización social depende del ambiente, recursos y la
densidad poblacional (Anderson 1987). Las hembras por lo general usan el hábitat
más productivo debido a las exigencias de criar a los cachorros (Bailey 1981).
Debido al comercio y belleza de su piel es perseguido en muchas zonas de
México además de considerarlo una amenaza a la ganadería (ovejas y aves de
corral). Esta incluido en el Apéndice II de la CITES sobre el comercio internacional
de especies amenazadas la subespecies L. r. escuinapae, del noreste del país se
considera en peligro, aunque se sugiere que no es una subespecie distinta.
345
El ámbito hogareño es uno de los aspectos más relevantes para el estudio de las
poblaciones y la determinación de niveles de cosecha sostenibles. En este caso
se estima conveniente utilizar como valor de referencia para la especie (bosque
templado): 15Km2 (hembras) y 20Km2 (machos), pero llegan a usar hasta 60Km2
los machos y 30Km2 las hembras (Lovallo y Anderson 1996). Las características
del ámbito hogareño reflejan la heterogeneidad del terreno y la disponibilidad de
alimento. Un ámbito hogareño grande, es reflejo de una reducida disponibilidad de
presas. Dentro de una misma población, las hembras pueden preferir
estacionalmente un tipo de vegetación diferente al macho (Rolley y Warde, 1985).
Así mismo, es fundamental que al realizar un estudio poblacional, se consideren
los tipos hábitat que ocupa la especie. Para el lince se han reportado los
siguientes tipos de vegetación: bosques templados, bosques mesofilos, matorral
xerofilo, chaparrales, bosques subtropicales y matorrales desérticos (excepto
bosques tropicales) (Lariviere y Walton 1997). En años recientes un lince fue
fotografiado en la estación de Biología de Chamela, que es selva baja caducifolia
(López 1998) sin embargo es un registro inusual para la región.
Existen otros factores biológicos, característicos de la especie, que es necesario
tomar en cuenta cuando se hace una evaluación poblacional o de hábitat, entre
estos cabe destacar fundamentalmente la disponibilidad de alimento suficiente, en
particular los lagomorfos y roedores que componen la mayor parte de su dieta.
Estaciones olfativas:
• Se establece un transecto de 10 estaciones olfativas con una distancia entre
0.3 y 0.5 Km entre cada estación.
• Cada estación consiste en un círculo de tierra o arena finamente tamizada y
mejor si esta húmeda. El círculo tiene un diámetro de 1 m y en el centro se
coloca un atrayente, ya sea comercial o en algunos casos se puede emplear
chorizo, sardinas huevos podridos entre otros alimentos odoríferos.
• Estas estaciones se colocan en las orillas de las veredas o caminos, de
preferencia donde no sean inhabilitadas por ganado, vehículos, lluvia, etc.
• Generalmente los carnívoros son nocturnos por lo que se recomienda activar
las estaciones en la tarde y revisarlas en la mañana.
346
• Al revisarla se registra una huella por especie que visita la estación.
• Se debe realizar este muestreo por un periodo no mayor de 5 días.
• El índice de abundancia se calcula como:
Total de visitas por especie / total de estaciones operables por noche x 1000= IAR
Fototrampeo:
• Mediante el empleo de cámaras automáticas y análisis de captura recaptura se
puede calcular la densidad poblacional (Heilburn et al. 2003)
• Se recomienda colocar estaciones de fototrampeo con dos cámaras una
enfrente de otra.
• Entre estaciones de fototrampeo debe de existir 1Km de distancia o una
cámara por Km2 distribuidas en el área de estudio siguiendo una retícula. Cada
cuadrante tendrá 1 o 2 estaciones de fototrampeo en las áreas de mayor
probabilidad de ser fotografiado un lince.
• Un período de 2 a 3 meses como máximo.
• Análisis de captura-recaptura se puede realizar con el programa CAPTURE
(White et al. 1982).
• La densidad se calcula dividiendo el resultado del análisis de captura-recaptura
entre el área efectiva de muestreo (Heilbrun et al, 2003, Silver et al. 2004).
347
Se propone que como mínimo los datos del formato anexo sean incluidos
(Formato Felinos Protocolos DGVS.xls).
348
Aspectos del hábitat más relevantes para la determinación, la práctica y el ajuste
de la cosecha sustentable en UMA
Se considera que los componentes del hábitat más relevantes para la especie,
sobre los que se sugiere centrar los programas de evaluación y monitoreo del
hábitat son los siguientes:
349
sin protección o refugio para las presas favorecerá que estas disminuyan. Los
felinos también se benefician de dos maneras: un refugio contra depredadores
o el hombre, áreas de acecho y disponibilidad de madrigueras.
4. Alrededor de 1 aguada permanente por cada 5-10Km2; (agua para presas
principalmente); una aguada por cada 10 ayudará a las presas como los
venados en particular en regiones de escasez de agua.
5. En caso de existir manejo de linces por depredación de ganado, se recomienda
que sea considerado si han ocurrido por lo menos 4 eventos de depredación
en un área determinada por el “mismo” felino en un periodo de 1 mes o que .un
productor pierda mas de 4 cabezas de ganado por mes.
350
De manera complementaria, se sugiere utilizar como signos de alerta temprana,
que pueden ayudarnos a identificar que existen alteraciones significativas en las
poblaciones de la especie los siguientes (indicadores indirectos): (1) Bajo numero
de lagomorfos observados; (2) Intensidad y/o frecuencia de la actividad humana;
(3) Primeros eventos de depredación; (4) Un alto porcentaje de áreas con
ausencia sotobosque. Incremento de áreas; y (5) Aguadas temporales y menos de
una aguada permanente.
Finalmente, con relación a prácticas para el manejo adecuado de poblaciones y
de hábitat para la especie, podemos citar las siguientes como algunas de las más
recomendables: Restauración; Reducción de actividades antropogénicas; Manejo
y practicas alternativas de ganadería; Remoción; Restauración; Construcción de
aguadas, pozos.
Se sugiere que para dar mayor solidez a las recomendaciones y metodologías
planteadas en este protocolo se realice un ejercicio de prueba-calibración de los
indicadores para probar su utilidad y factibilidad (por ejemplo seleccionando una
localidad en un área tropical y en una templada).
Se anexa formato.
351
permitan. Por lo mismo, se considera necesario promover el mercado legal al
autorizar el aprovechamiento de poblaciones que estén bien estudiadas y
monitoreadas y de las cuales exista evidencia de que son demográficamente
saludables y por lo tanto es factible realizar extracciones sin afectar a las mismas.
352
Descripción de los modos de cosecha aceptables, incluyendo métodos de campo
y previsiones para la cosecha diferencial por sexos y edades, u otros criterios, si
aplica al caso.
353
1. Si se observa una reducción en los valores de abundancia relativa se sugiere
detener la actividad de cosecha de especimenes.
2. Si no se observan cambios en la abundancia relativa se puede mantener la
cosecha a la tasa sugerida.
3. Si se observa un aumento en la abundancia relativa se puede aumentar el
número de especimenes a cosechar.
4. Si se observa una desproporción de sexos, donde existan mayor número de
machos que de hembras, se ajustara la tasa de extracción.
5. Si se observa pocos cambios en la abundancia de linces, pero si son en su
mayor parte juveniles, se podría suspender la actividad extractiva por 1 o 2
años.
Como principio general se debe evaluar y considerar caso por caso, antes de
autorizar un programa de control de depredadotes o la extracción de un “animal
problema”. Es fundamental que los técnicos de UMAs y personal de Delegaciones
y DGVS cuenten con un manual lo más práctico y sencillo posible (Existe un
manual que incluye un capítulo sobre identificación de depredación por esta
especie McKinney y Delgadillo 2004, del que se puede extraer una síntesis; U.S.
F&WS; Manual de Identificación de Rastros de Jaguar y Puma, Jalisco; TP&W).
Asimismo, es importante que si existen variaciones por tipo de hábitat mencionar
las diferencias para cada rubro, lo mismo que para el caso particular cuando existe
reintroducción de especies.
Son los eventos de depredación a ganado domestico por parte de los linces, pero
suelen alimentarse de carroña en áreas donde la disponibilidad de presas
naturales es reducida.
354
No se debe realizar cacería o captura de individuos después de la temporada de
apareamiento y hasta que los cachorros mantengan cierta independencia. No
permitir cacería de hembras ni juveniles hembras.
Intensidad
Métodos
Los autorizados por la ley; los métodos de cosecha aceptables para la especie
fundamentalmente contemplan el uso de armas de fuego. Usar los calibres
aceptados por la SEMARNAT.
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356
JAGUAR (Panthera onca Linnaeus, 1758)
Introducción
357
coatíes (Nasua spp.) y en ocasiones tortugas marinas (e.g. Lepidochelys olivacea)
y cocodrilos (Crocodylus spp.) (Gomes 1994). Los jaguares están activos
principalmente de noche, sin embargo donde no son molestados pueden estar
activos a cualquier hora del día, aunque los períodos de actividad más importantes
los encontramos en los crepúsculos (Schaller y Crawshaw 1980, Rabinowitz y
Nottingham 1986, Quigley 1987, Seymour 1989, Gomes 1994, Crawshaw 1995).
El período de reproducción puede ser en cualquier época del año, pero se
concentra al final de la temporada de secas, pueden tener de 1 a 3 cachorros,
pero en promedio tienen 2. Los individuos alcanzan la madurez sexual a los 2
años y generalmente tienen su primera camada a los 3 años. Los cachorros se
independizan entre los 1.5 y los 2 años. Poco se ha estudiado de la historia
natural del jaguar, siendo los estudios de hábitos alimentarios los más comunes.
Los estudios para conocer los patrones y área de actividad son escasos. Se
estimó para el año de 1987, que su área de distribución se había reducido al 67%,
y que la mayoría de sus poblaciones presentan algún grado de fragmentación
(Swank y Teer 1989, Sanderson et al. 2002). Esta reducción es debido
básicamente a causas de la actividad humana. Estudios recientes en México
reportan densidades variables que van desde 6 individuos/100Km2 (Chávez 2006)
en Campeche, hasta 9 individuos/Km2 en un área protegida de la costa de Jalisco
(Núñez 2006).
358
niveles de cosecha sostenibles. En este caso se estima conveniente utilizar como
valores de referencia para la especie los siguientes: Selva baja caducifolia de
Jalisco.- 40Km2 (hembras) y 60Km2 (machos) (Núñez et al. 2002, Núñez 2006):
Belice.- Rabinowitz y Nottingham (1986) reportARON 10-11Km²; Calakmul.-
Ceballos et al. (2002) reportan 32-59Km²; Pantanal, Brasil.- Crawshaw y Quigley
(1991) y Soisalo y Cavalcanti (2006) reportaron 47-83Km² y 50Km²,
respectivamente; llanos de Venezuela.- Scognamillo et al. (2003) reportan 80Km2.
Así mismo, es fundamental que al realizar un estudio o evaluación poblacional, se
consideren los tipos hábitat que ocupa la especie. Se identificaron los siguientes
tipos de vegetación, como aquellos en que es posible encontrar a la especie:
Selvas húmedas y secas, bosques mesófilos y de encino-pino, humedales
(manglares y petenes), vegetación semiárida y vegetación secundaria (Leopold
1977, Seymour 1989, Brown y López 2001, Nuñez en prep.).
Finalmente, existen otros factores biológicos característicos de la especie, que es
necesario tomar en cuenta cuando se hace una evaluación poblacional o de
hábitat, entre los que destacan que son animales que se reproducen todo el año
(junio a septiembre “pico” reproductivo en el occidente de México), la
disponibilidad de alimento suficiente es un aspecto clave (ungulados: venados,
pecaríes), prefieren hábitat con bajos niveles de perturbación, vegetación densa,
baja presión humana y se considera que presentan una tasa reproductiva baja: 1 a
2 cachorros cada 2 a 3 años.
359
cambios en la densidad poblacional (Beber y Cunningham 1996). El índice de
abundancia se calcula obteniendo el numero de fotos de jaguar, numero de
huellas, o numero de individuos vistos entre unidad de distancia o de tiempo, por
ejemplo 10 huellas/km2 caminado, 5 jaguares vistos por hora, 6 fotos de jaguares
por noches trampa, por mencionar algunos (Ver Karanth y Nichols 2000).
Se recomienda que los estudios poblacionales de esta especie se realizan con el
apoyo y bajo la supervisión de especialistas (investigadores con reconocida
experiencia) y se empiece a trabajar con aquellas UMAs en que existan solicitudes
recurrentes lo cual no significa que se aprobará el control o aprovechamiento.
La escala de manejo (estudio, monitoreo y aprovechamiento) óptima debe ser a
escala regional. Por ejemplo a través del muestreo de sierras o cuencas y sub-
cuencas, de tal forma que se trate de asegurar el monitoreo de poblaciones. Se
sugiere utilizar como valor de referencia una área de muestreo de 100Km2 como
mínimo. Debido a los requerimientos espaciales y la organización social de los
felinos, esperaríamos que en 100 km2 encontraríamos las variaciones en la
distribución y abundancia de los felinos y sus presas que la heterogeneidad del
terreno genera. De esta manera, al evaluar una o varias áreas de 100Km2
garantizamos una muestra representativa de la población o meta-población del
área en cuestión.
Dada la naturaleza y estatus legal de la especie y el estado de sus poblaciones se
recomienda la capacitación y certificación periódica de técnicos responsables de
UMAs y del personal de la DGVS y de los Gobiernos de los Estados, apoyados
por especialistas (investigadores con reconocida experiencia), para la realización
de los estudios, en particular la de las especies prioritarias.
Se propone que como mínimo los datos del formato anexo sean incluidos
(Formato Felinos Protocolos DGVS.xls).
360
Aspectos del hábitat de las especies (o grupos de especies), relevantes para
la conservación y la eventual gestión de la cosecha sustentable en UMA.
Se considera que los componentes del hábitat más relevantes para la especie,
sobre los que se sugiere centrar los programas de evaluación y monitoreo del
hábitat son los siguientes:
361
venados y pecari. Ello implica a su vez una reducción en la cobertura que
implica altera a reducción de refugios para las presas y competencia por
alimento, por lo tanto la disponibilidad de presas disminuye. Se podría
presentar u potencial conflicto depredador - ganado.
362
ambientes muy estructurados seria más fácil emplear el método basado en
el conteo de excretas.
2. Medición del área del parche y de las distancias entre ellos: los parches y
distancias pueden ser medidos con ayuda de un GPS, Mapas y SIGs. Se
han desarrollado varios índices para medir la fragmentación del bosque.
Dos de ellos son el a) el índice de Área/Perímetro y b) la Proporción del
Límite/Centro (WCMC 1996).
3. Presencia o ausencia del estrato; para analizar la presencia del estrato
arbustivo se emplearé un tubo de PVC o madera de 1.5 a 3 metros (según
el hábitat a estudiar) dividido en segmentos de colores, generalmente de 10
cm. Este tubo también conocido como “vara de cobertura” se ubica en
áreas al azar dentro del predio. Se observa esta vara desde los cuatro
diferentes puntos cardinales y se anota cuantos de los segmentos de
colores son observables a cada determinada distancia. El % de cobertura
se reporta como el promedio de los % de la vara que no se observa a través
del bosque desde los 4 puntos y a diferentes distancias.
4. La disponibilidad de posos de aguada o aguadas se pueden catalogar en
temporales y permanentes. Para determinar la disponibilidad se contaran
los cuerpos de agua permanentes y temporales por Km2.
5. Verificación en campo del evento de depredación. Visitar el sitio lo más
pronto posible, no más de dos días. Comprar patrones de alimentación y
buscar rastros asociados para identificar al depredador. El uso de cámaras
automáticas es una herramienta de gran utilidad. En algunos estados ya
existen algunos protocolos de manejo de eventos de conflicto entre
jaguares-pumas y ganaderos (Núñez 2007).
363
Finalmente, con relación a prácticas para el manejo adecuado de poblaciones y de
hábitat para la especie, podemos citar las siguientes como algunas de las más
recomendables: pequeños clareos; establecimiento de conexiones entre parches y
restauración; restauración, remoción de ganado vacuno y caprino; construcción de
aguadas, represas, pozos; manejo y practicas alternativas de ganadería;
remoción.
Se sugiere que para dar mayor solidez a las recomendaciones y metodologías
planteadas en este protocolo se realice un ejercicio de prueba - calibración de los
indicadores para probar su utilidad y factibilidad (por ejemplo seleccionando una
localidad en un área tropical y en una templada).
No se especificó
364
• Baja tasa reproductiva, es decir, pocos individuos llegan al estado adulto.
• La falta de presas influye en baja densidad de los depredadores e
incrementa el tamaño del ámbito hogareño.
Nota: En la costa del Pacífico los jaguares se reproducen todo el año, pero hay
un pico de nacimientos entre junio y agosto. Entre abril y julio se dan los
llamados o rugidos de los jaguares. Aun en situaciones de control de
depredadores, si fuera el caso tendría que ser en dic-enero, pero la mayor
problemática se da entre junio y septiembre (Núñez com. pers.).
365
Nota: Es una especie actualmente protegida, pero en caso de autorizarse algún
tipo de extracción, requeriría arma de fuego o eutanasia por anestesia.
Como principio general se debe evaluar y considerar caso por caso, antes de
autorizar un programa de control de depredadores o la extracción de un “animal
problema”. Es fundamental que los técnicos de UMAs y personal de Delegaciones
y DGVS cuenten con un manual lo más práctico y sencillo posible. Existen varios
manuales que incluyen un capítulo sobre identificación de depredación por esta
especie (Leite et al. 2002 y Hoogeteijin 2001) de los que se puede extraer una
síntesis: U.S. F&WS; Manual de Identificación de Rastros de Jaguar y Puma,
Jalisco; TP&W. Asimismo, es importante que si existen variaciones por tipo de
366
hábitat mencionar las diferencias para cada rubro, lo mismo que para el caso
particular cuando existe reintroducción de especies.
Se esperaría que con las medidas sugeridas no debieran existir problemas por
más de cinco años. Se sugiere otorgar un tiempo de 15 días para extraer al
animal.
Intensidad
Métodos
Los autorizados por la ley; los métodos de cosecha aceptables para la especie,
fundamentalmente contemplan el uso de armas de fuego (Ver las especificaciones
recomendadas por la U.S. National Rifle Association y la SEDENA).
Recomendaciones
367
aspecto fundamental es modificar el manejo del ganado (en época de lluvias,
cuando las vacas están pariendo y se recomienda estabular a los animales).
Asimismo, como regla general no deberían otorgarse permisos de control a las
personas que cuenten con apoyo de programas federales como Procampo y
Progan, entre otros.
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370
LAGOMORFOS
Introducción
371
inglés) incluyó en 2006 a las 7 especies endémicas bajo alguna categoría cercana
a la amenaza, amenazada o en peligro de extinción, y también consideró a la
liebre torda (Lepus callotis) como cercana a la amenaza (Tabla 1). Además de
considerar a las especies y subespecies que reciben protección bajo la Norma
Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2001), es necesario tomar en cuenta el
estatus de conservación de liebres y conejos en México de acuerdo a la IUCN
para tomar decisiones prudentes de conservación, manejo y aprovechamiento en
las UMA. Por lo tanto, se recomienda realizar únicamente actividades de
conservación e investigación para los lepóridos endémicos y de distribución
restringida, con especial énfasis en especies como Romerolagus diazi, Sylvilagus
graysoni, Sylvilagus insonus, Sylvilagus mansuetus, Lepus flavigularis y Lepus
insularis, en Sylvilagus robustus por ser una especie descrita recientemente
(Ruedas 1998), así como Lepus callotis que es casi endémica a México y sus
poblaciones parecen estar disminuyendo rápidamente ante la continua
desaparición de su hábitat (Martínez 2006).
372
brasiliensis amenazada
(LR/lc)
Sylvilagus Conejo montés Cercana a la 2.7 individuos por ha en el Parque
cunicularius amenaza Nacional La Malinche, Tlaxcala
Conejo (LR/nt) (González 2005)
Endémica mexicano
Sylvilagus Conejo No Se han reportado densidades
floridanus castellano amenazada máximas de 8.9 – 10.18 individuos
(LR/lc) por ha (Trent y Rongstad 1974,
Bittner y Chapman 1979) pero las
densidades normales son más bajas
(Chapman y Flux 1990)
No hay información para México
Sylvilagus Conejo de las En peligro de Amenazada No hay información
graysoni Islas Marías extinción
(EN)
Endémica
Insular
Sylvilagus Conejo de En peligro Peligro No hay información
insonus Omiltemi crítico de
extinción
Endémica (CR)
Sylvilagus Conejo de Isla Cercana a la Sujeta a No hay información
mansuetus San José amenaza protección
(LR/nt) especial
Endémica
Insular
Sylvilagus No hay información
robustus Especie descrita recientemente
(Ruedas 1998)
Romerolagus Conejo En peligro de Peligro 0.11 + 0.05 individuos observados
diazi Zacatuche extinción por ha (=io/ha) en zacatón, 0.24 +
(EN) 0.07 io/ha en bosque de pino-aile,
Endémica Teporingo 1.22 + 0.8 io/ha en bosque de pino
con zacatón y aile (Velázquez 1994)
373
Romerolagus 400 a 5 a 7 1H:1M Gregarios.
600 g meses Jerarquías
sociales.
Las liebres y los conejos son especies poliéstricas estacionales, esto es,
presentan varios ciclos estrales en la misma estación reproductora. La
reproducción de los lagomorfos está relacionada con diferentes aspectos como el
estado fisiológico de las hembras, las cuales poseen folículos maduros a lo largo
de todo el año (Bronson, 1989); por otro lado, con factores climáticos, que en
zonas templadas están vinculados a las condiciones ambientales favorables para
el nacimiento de las crías, lo que implica cantidad y calidad de alimento disponible
(Wallage-Drees 1983, Martinet et al. 1984). En México, los lagomorfos pueden
reproducirse durante casi todo el año.
Podemos hacer una distinción notable entre las estrategias de reproducción de las
liebres (Lepus) y los conejos (Sylvilagus, Romerolagus). Las liebres no usan
madrigueras y sus crías, llamados lebratos, nacen sobre la superficie del suelo en
depresiones preparadas por la madre. Los lebratos son precoces, lo que significa
que nacen cubiertos de pelo y con los ojos abiertos, y son capaces de caminar
(Flux 1981, Flux y Angermann 1990) (Tabla 2). A los pocos días pueden comenzar
374
a saltar y correr, pero reciben cuidados maternos hasta después de los 30 días y
son acompañados por sus madres hasta aproximadamente los 3 meses de edad.
En contraste, los conejos construyen sus nidos en madrigueras y sus crías,
llamados gazapos, nacen sin pelo y con los ojos cerrados. Los gazapos son
especies altricias, que abren los ojos después de 5 días y no son capaces de
valerse por sí mismos hasta después de aproximadamente 15 días,
permaneciendo durante este tiempo bajo el cuidado de la madre en la madriguera
(Chapman et al, 1982).
Para determinar la escala geográfica de trabajo óptima para dar seguimiento a una
población silvestre es recomendable estimar el área mínima de hábitat apropiado
que se requiere para mantener y asegurar la supervivencia de la población a largo
plazo (Primack 2001a). Las estimaciones precisas del tamaño de población y del
área mínima de hábitat apropiado requieren un estudio demográfico detallado de
la población y un análisis de su ambiente (Primack 2001a), pero
desafortunadamente en México no se han realizado este tipo de estudios para la
mayoría de las poblaciones de lagomorfos. Por lo tanto, se sugiere adoptar una
estrategia de manejo adaptativo (Walters 1986), que consiste en una evaluación
de la condiciones iniciales del manejo y los resultados obtenidos cada periodo, con
el objetivo de ir mejorando la estrategia de manejo cada periodo de acuerdo a la
experiencia e información que brinden los resultados (Sutherland 2000).
375
torda (L. callotis) y la liebre antílope (L. alleni) se encuentran principalmente en
desiertos y matorrales, y en pastizales semiáridos (Cervantes y González 1996).
La excepción es la liebre de Tehuantepec (L. flavigularis) que se encuentra en
pastizales y matorrales abiertos en hábitat tropical.
En México, el tamaño del ámbito hogareño anual de la liebre de Tehuantepec se
ha determinado mediante la radiotelemetría en 0.55 + 0.08 km2 para ambos sexos
(Farías et al. 2006), y mediante el análisis de superposición de los ámbitos
hogareños se estima una densidad máxima de 12 liebres adultas por km2 (Farías
2004), por lo que en un área de 10x10 km podría mantenerse una población de
liebres a largo plazo, en hábitat tropical. Debido a que en hábitat árido los
recursos como agua y alimento son más escasos en tiempo y espacio que en
hábitat tropical, se recomienda como guía la escala geográfica mínima de 20x20
km para las otras especies de liebres que habitan en desiertos, matorrales y
pastizales en México.
Hábitat árido: 20x20 km
Hábitat tropical: 10x10 km
Conejos (Sylvilagus).- Los conejos se encuentran en casi todo México por lo que
es posible encontrarlos en hábitat árido, templado y tropical de acuerdo a las
especies. Los conejos son de menor tamaño que las liebres, aunque el conejo
montés (S. cunicularius) puede alcanzar la talla de una liebre (Cervantes y
González 1996). Resultados preliminares de un estudio de radiotelemetría,
indican que el tamaño del ámbito hogareño del conejo montés en el Parque
Nacional La Malinche, Tlaxcala, es de 0.2 a 0.7 km2 para ambos sexos (Vázquez
et al. 2006), y se ha reportado la densidad poblacional del conejo montés en 27
individuos por km2 que varía de acuerdo a la estaciones de lluvias y seca en el
Parque Nacional La Malinche, Tlaxcala (González 2005). En hábitat templado y
tropical, un área de 5x5 km puede ser tomada como guía para la escala geográfica
óptima para dar seguimiento a una población de conejos silvestres. Sin embargo,
estas dimensiones pueden ser insuficientes cuando existen dos o más especies
simpátricas (que viven en el mismo lugar) de conejos, lo cual es común encontrar
en México, en cuyo caso se podría adoptar una escala de 10x10 km. Debido a
que en hábitat árido los recursos como agua y alimento son más escasos en
tiempo y espacio que en hábitat templado y tropical, se recomienda la escala
mínima de de 10x10 km cuando exista una sola especie, y de 20x20 km cuando
exista más de una especie.
Hábitat árido: 10x10 km (una especie), 20x20 (más de una especie)
Hábitat templado y tropical: 5x5 km (una especie), 20x20 (más de una especie)
376
Hábitat templado: 5x5 km
377
60% de juveniles). En lagomorfos generalmente se distingue entre
adultos y juveniles, y ocasionalmente se distingue una tercera clase de
edad que son los subadultos. Los adultos son los individuos
sexualmente maduros, y los juveniles son los individuos que no han
alcanzado la madurez sexual. Los subadultos son individuos jóvenes
que están próximos a alcanzar la madurez sexual. La estructura de
edades puede ser un indicador del grado de aprovechamiento de una
población, ya que cuando se extrae preferentemente a los adultos la
proporción de juveniles aumenta (Sutherland 2000).
378
7. Fecundidad. La fecundidad puede medirse como fecundidad bruta,
que es el número de fetos producidos por hembra en cada embarazo
(Krebs 1989). En las hembras de lagomorfos también es importante
conocer el número de camadas por hembra por ciclo reproductivo,
ya que una hembra puede tener varias camadas al año (Flux y
Angermann 1990).
A. Transecto en Línea
Una de las técnicas más recomendadas para lagomorfos, en general, pero para el
género Lepus en particular es la de transecto en línea de amplitud variable con
reflector, en el que a diferencia del método de transecto en franja, no se fija
previamente la amplitud del ancho del recorrido para el registro de los individuos
observados (Smith y Nydegger 1985), y consiste en realizar recorridos nocturnos a
lo largo de trayectos de longitud conocida, en un vehículo a una velocidad de 10
km/h, provisto de dos faros para alumbrar ambos lados del camino en la búsqueda
de individuos. Una vez detectado, se señala el ejemplar con uno de los faros, y se
mide la distancia en metros de manera perpendicular al camino, mientras que con
el otro faro se observa la dirección hacia la cual se mueve el ejemplar para evitar
repetir su registro. (Ballesteros 2000, Thomas et al. 2002). Además del cálculo de
la abundancia a partir de estos itinerarios, también se puede conocer la
distribución de los lagomorfos y su selección de hábitat.
379
permite construir una curva de detección g(x) y estimar la densidad de una
población con base en los siguientes supuestos (Burnham et al. 1980, citado por
Smith y Nydegger 1985):
380
En donde n es el número de excrementos o letrinas acumulados en las parcelas
extrapolado a 1 km2, A es la tasa de defecación diaria y B es el número de días de
acumulación.
Los datos también se pueden analizar con otros métodos estadísticos como
índices de abundancia relativa, regresión logística y análisis de varianza.
1. Tasa de defecación
Se debe determinar la tasa de defecación de los excrementos en relación a la
época del año y al tipo de vegetación. La tasa de defecación se puede estimar de
individuos en cautiverio que sean alimentados con las especies presentes de
acuerdo a los tipos de vegetación a evaluar.
2. Periodo de acumulación
Para determinar con certeza el tiempo de acumulación, las parcelas se limpian de
excrementos el día que se ubican en el campo, a partir del cual se inicia el
periodo. Se recomienda hacer los muestreos de manera estacional, es decir,
comparando primavera, verano, otoño e invierno, o también comparando la época
húmeda contra la época seca. Tasa de descomposición. Se debe determinar la
tasa de descomposición de los excrementos tomando en cuenta la posibilidad de
que existan diferencias debidas a la época del año y al tipo de vegetación. Se
puede caracterizar la diferente exposición de excrementos a la radiación solar,
lluvia, viento, midiendo la cobertura vegetal horizontal y vertical en cada parcela.
La tasa de degradación también puede verse afectada por diferencias en la dieta
debidas a la estacionalidad y a la disponibilidad de alimento.
381
redondas pero con forma de conejos, miden de 1
algo irregular. a 1.5 cm de diámetro
Sylvilagus Son bolitas de materia pardo En general son de
cunicularius vegetal compactada mayor tamaño que las
redondas y un poco de otros conejos. Miden
aplanadas en su cara con alrededor de 1.5
ancha. cm de diámetro.
Sylvilagus Son bolitas de materia pardo Su diámetro máximo es
floridanus vegetal redondas pero de alrededor de 1 cm.
irregulares.
Romerolagus Son bolitas de materia Frescas Son de diferentes
diazi vegetal triturada y son de tamaños en relación al
compactada. Su forma es color ocre y tamaño del individuo,
como la de una esfera brillosas, de pero su diámetro
que hubiera sido textura lisa. máximo es de 1 cm. En
comprimida en dos Secas se promedio miden de 5 a
extremos, pero si se tornan 9 mm. Los excrementos
observan por su cara amarillentas están por lo regular en
ancha se ven muy o verdosas letrinas de 90 o más
redondeadas. bolitas.
382
Sitio Fecha Hábitat Especies Kilometraje Distancia Dirección Comentarios
(UMA) recorrido perpendicular respecto Hora
del individuo al transecto
al transecto (D/I)
Fecha:
Sitio:
Observador (es):
Número de excrementos o letrinas
Tansecto 1 Transecto 2 Transecto 3 Transecto 4 Transecto 5
Parcela 1
Parcela 2
Parcela 3
Parcela 4
Parcela 5
Parcela 6
Parcela 7
Parcela 8
Parcela 9
Parcela 10
Nota: para cada parcela se debe determinar el tipo de hábitat y las coordenadas geográficas
A. Transecto en linea
El programa DISTANCE sirve para estimar abundancias y densidades de
organismos por medio de una serie de modelos estadísticos a partir de la
detección de dichos organismos (Buckland et al, 1993). En este método se espera
que conforme los organismos se alejan de la línea del trayecto, se dificulta más su
observación, dando como resultado que el número de detecciones disminuirá
conforme aumente la distancia. Por lo que la clave para el análisis de este tipo
muestreo es ajustar las distancias observadas a una función de detección, para
estimar la proporción de “objetos perdidos” o individuos no observados a lo largo
del estudio (Thomas, et al, 2002).
Partiendo de los supuestos antes mencionados y del hecho de que, al utilizar este
método se considera que sólo una parte de todos los individuos dentro del área de
estudio son detectados, existiendo por lo tanto una proporción desconocida que
debe ser calculada (Buckland, et al, 1993), es posible estimar la densidad de una
población por medio de la siguiente fórmula:
383
D = n x f(0)
2L
en donde:
n= al número de individuos contados
x= a la distancia perpendicular
f(0) = a la función probabilística de densidad a una distancia de cero metros
L = a la longitud del trayecto
La elección del modelo más adecuado para estimar f(0) y por consecuencia la
densidad poblacional, dependerá de algunas características del estimador, como
que presente los menores valores de la varianza de muestreo y del valor de AIC
(Smith y Nydegger, 1985).. Dentro de los modelos utilizados, el de las Series de
Fourier es considerado el más robusto para explicar las densidades en este tipo
de estudios (Buckland, 1993, Parmenter, et al, 2003).
384
En donde n es el número de excrementos o letrinas acumulados en las parcelas
extrapolado a 1 km2, A es la tasa de defecación diaria y B es el número de días de
acumulación.
Por ejemplo:
Animales / km2 = 290,000 / (560 excrementos por día por liebre) (30 días) =
Animales / km2 = 17.26 liebres / km2
Los datos también se pueden analizar con otros métodos estadísticos como
índices de abundancia relativa, regresión logística, análisis de varianza (Aranda
2000a).
385
requieren un estudio demográfico detallado de la población y un análisis de su
ambiente (Primack 2001a), pero desafortunadamente en México no se han
realizado este tipo de estudios para la mayoría de las poblaciones de lagomorfos.
Por lo tanto, se sugiere adoptar una estrategia de manejo adaptativo (Walters
1986), que consiste en una evaluación de la condiciones iniciales del manejo y los
resultados obtenidos cada periodo, con el objetivo de ir mejorando la estrategia de
manejo cada periodo de acuerdo a la experiencia e información que brinden los
resultados (Sutherland 2000).
Conejos (Sylvilagus).- Los conejos se encuentran en casi todo México por lo que
es posible encontrarlos en hábitat árido, templado y tropical de acuerdo a las
especies. Los conejos son de menor tamaño que las liebres, aunque el conejo
montés (S. cunicularius) puede alcanzar la talla de una liebre (Cervantes y
González 1996). Resultados preliminares de un estudio de radiotelemetría,
indican que el tamaño del ámbito hogareño del conejo montés en el Parque
Nacional La Malinche, Tlaxcala, es de 0.2 a 0.7 km2 para ambos sexos (Vázquez
et al. 2006), y se ha reportado la densidad poblacional del conejo montés en 27
individuos por km2 que varía de acuerdo a la estaciones de lluvias y seca en el
386
Parque Nacional La Malinche, Tlaxcala (González 2005). En hábitat templado y
tropical, un área de 5x5 km puede ser tomada como guía para la escala geográfica
óptima para dar seguimiento a una población de conejos silvestres. Sin embargo,
estas dimensiones pueden ser insuficientes cuando existen dos o más especies
simpátricas (que viven en el mismo lugar) de conejos, lo cual es común encontrar
en México, en cuyo caso se podría adoptar una escala de 10x10 km. Debido a
que en hábitat árido los recursos como agua y alimento son más escasos en
tiempo y espacio que en hábitat templado y tropical, se recomienda la escala
mínima de de 10x10 km cuando exista una sola especie, y de 20x20 km cuando
exista más de una especie.
Hábitat árido: 10x10 km (una especie), 20x20 (más de una especie)
Hábitat templado y tropical: 5x5 km (una especie), 20x20 (más de una especie)
Los conejos del Género Sylvilagus se distribuye a lo largo de todo México por lo
que puede encontrarse en diferentes tipos de vegetación o biomas, como en
matorrales, desiertos, pastizales, bosques templados, inclusive en bosques
mesófilos y selvas (Cervantes y González 1996).
387
el área muestreada debe ser suficientemente grande para que represente las
diferentes comunidades vegetales dentro de la UMA.
Se deben elegir los sitios de muestreo más adecuados para la distribución de las
poblaciones de lagomorfos, realizando una descripción de la presencia,
distribución espacial y disponibilidad de especies vegetales de importancia
particular como alimento para los lagomorfos y de protección contra depredadores,
así como medir el porcentaje inicial de la cobertura vegetal dentro de la UMA para
detectar cambios en la proporción a lo largo del tiempo. Asimismo, se deben
realizar evaluaciones de la biomasa general del área, de acuerdo a la
estacionalidad de la región a través de muestreos de parcelas representativas del
hábitat. También es necesario y muy importante evaluar la presencia y abundancia
de los depredadores nativos y exóticos que potencialmente pueden afectar a las
poblaciones de lagomorfos..
388
primer lugar los sitios de muestreo se pueden seleccionar al azar, o
sistemáticamente, si se planea el lugar preciso y la dirección del muestreo.
Dependiendo de la altura de la vegetación se puede seleccionar el tipo de
muestreo. De esta manera, en Vegetación baja, en la que predominen pastizales o
plantas herbáceas se recomienda utilizar las Líneas de Canfield. Pero en el caso
de vegetación heterogénea es más recomendable usar: áreas (en forma de
2 2 2
círculos, cuadros o rectángulos), de 1 m para hierbas, 5 m para arbustos y 10 m
para árboles.
1.- Ubicar en un mapa los principales tipos de vegetación (esto es, los principales
tipos de bosque, matorral, selva), así como caminos, senderos, arroyos, cuerpos
de agua, arroyos o estanques temporales y áreas de muestreo dentro de la zona
de estudio.
– 5: >75% cubierto
– 4:50-75% cubierto
– 3: 25-50% cubierto
– 2: 5-25% cubierto
– 1: < 5% numerosas plantas, pero con una cobertura
inferior al 5%.
Registrando las especies de mayor cobertura dentro de cada estrato, para este
caso se recomienda usar un Código de 4 letras tomando las 2 primeras del
nombre del género y de la especie. Por último, se debe calcular la altura promedio
de cada estrato.
389
conteo de excrementos (ver Parte I. Protocolo para el seguimiento de
poblaciones), para relacionar los cambios en composición y abundancia de la
fauna con los cambios de la vegetación.
Sitio
(nombre Especies
de la Tipo s de Método vegetales
UMA) Fecha vegetación utilizado presentes Cobertura Frecuencia
390
Algunos parámetros de hábitat indispensables son:
391
El modelo recomendado es el de Modelo de Cosecha (Bodmer et al. 1997). Este
modelo evalúa el impacto de la caza, al comparar la cosecha (extracción) contra la
producción. Para la estimación de dicha producción se requiere información sobre
la productividad reproductiva y la densidad poblacional.
Con estos datos se calcula la productividad reproductiva anual (Pr) que está
definida como el número promedio de crías/hembra/año.
392
Para ejemplificar el uso del Método de Cosecha y su algoritmo, se utilizarán datos
recientes obtenidos a partir del monitoreo de casi 9 años de una población de la
liebre cola negra Lepus californicus en la Reserva de la Biosfera de Mapimí,
Durango (Portales, 2006), y por ser además la especie con mayor potencial de
aprovechamiento en México.
También es muy importante recalcar que la especie usada en este ejemplo, Lepus
californicus es la más abundante en México, y no está dentro de ninguna categoría
de riesgo de extinción. Por el contrario es frecuente encontrarla también en
cultivos, pudiendo ser considerada en ocasiones en algunos sitios como una
plaga; por lo que creemos que esta propuesta debe ser manejada con cautela,
debido a que en realidad extrapolar estos resultados o tratar de aplicar este
algoritmo a otras especies puede tener muchos inconvenientes, principalmente
porque lo más probable es que no exista la información suficiente sobre datos
reproductivos o sobre las densidades, por lo que se debe continuar buscando la
fórmula que mejor se ajuste a la información disponible sobre las especies
mexicanas de lagomorfos.
393
Métodos para la determinación del calendario de las actividades de cosecha en
una UMA.
Las liebres y los conejos son especies poliéstricas estacionales, esto es,
presentan varios ciclos estrales en la misma estación reproductora. La
reproducción de los lagomorfos está relacionada con diferentes aspectos como el
estado fisiológico de las hembras, las cuales poseen folículos maduros a lo largo
de todo el año; por otro lado, con factores climáticos, que en zonas templadas
están vinculados a las condiciones ambientales favorables para el nacimiento de
las crías, lo que implica cantidad y calidad de alimento disponible (Flux 1981,
Wallage-Drees 1983, Martinet et al. 1984). En México, los lagomorfos pueden
reproducirse durante casi todo el año. Generalmente el número de hembras
gestantes, el número de individuos por camadas y el número de camadas se
incrementan durante la temporada de lluvias.
Recapitulación y recomendaciones.
1.- En primer lugar es básico para poder asignar los permisos de establecimiento
de cualquier tipo de UMA, hacer una correcta identificación de las distintas
especies de liebres o conejos que se distribuyen dentro de la misma.
2.- Relacionado con este primer punto, también es muy importante conocer el
estatus de conservación de acuerdo a las categorías de riesgo de la IUCN, 2006 y
394
de la NOM-059-SEMARNAT-2001, para cada una de las especies, así como
determinar si se trata de especies endémicas de México.
3.- Con esta información se podrá decidir que tipo de UMA se deberá establecer,
esto es: si las especies de lagomorfos fueran endémicos o estuvieran dentro de
alguna categoría de riesgo (ver Tabla 1) la UMA deberá ser solamente con fines
de conservación o de investigación.
4.- Por lo que para conocer la distribución geográfica de los lagomorfos en México,
así como sus principales características, se recomienda revisar la serie de
referencias bibliográficas de Mammalian Species, que reúnen lo más relevante de
la información de cada una de las especies de liebres y conejos mexicanos. (Ver
apartado de Referencias Bibliográficas).
5.- En relación al hábitat dentro de las UMAs será muy importante determinar su
estado de conservación, y en caso de que se requiera, se deberán implementar
medidas de restauración en hábitat perturbados (sobrepastoreo, agricultura), con
la finalidad de conservar el tipo de vegetación o el tipo de hábitat compuestos de
flora nativa que beneficie a la(s) especie(s) de lagomorfo(s) en la UMA.
8.- Esta información será muy importante para poder ajustar las tasas de cosecha
(sobre todo para el caso concreto de UMAS con especies factibles a manejo o
aprovechamiento, como Sylvilagus floridanus, o Lepus californicus, que no son
endémicas de México y cuyas poblaciones no están amenazadas. Y para el caso
de UMAs con especies amenazadas esta información será de gran utilidad para
decidir e implementar las medidas correctas de conservación y/o recuperación de
las especies, y en dado caso, se realizar el control de la fauna exótica.
395
todas las especies de lagomorfos, sobretodo considerando que de la mayoría de
las especies existe poca información sobre el tamaño de sus poblaciones, pero
que además aún para especies comercialmente viables, resulta un número muy
elevado, ya que en un estudio poblacional reciente en la Reserva de la Biosfera de
Mapimí, para la libre cola-negra, Lepus californicus especie de amplia distribución
en Norteamérica, Portales 2006, estimó su densidad con valores máximos de 0.27
individuos por hectárea.
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401
TEPEZCUINTLE (Cuniculus paca)
Introducción
Reino: Animalia
Subreino: Metazoa
Superfilo: Deuterostomata
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase : Mammalia
Subclase: Theria
Infraclase: Eutheria
Orden: Rodentia
Suborden: Hystricomorpha
Familia: Agoutidae (=Cuniculidae)
Género: Cuniculus
Especie: paca
El género hoy válido, Cuniculus, tiene las siguientes sinonimias históricas: Mus,
Coelogenys, Agouti, Stictomys (Wilson y Reeder, 1993).
402
dos líneas evolutivas filogenéticamente relacionadas aparecieron en el Oligoceno
temprano, las que dieron origen a los histricomorfos del nuevo mundo y a los ubicados en
Africa; otra línea evolucionó en el Mioceno Tardío o en el Plioceno temprano, que originó
a los histricomorfos del viejo mundo.
Con base en este autor existen tres familias de histricomorfos del viejo mundo:
Hystricidae, Petromydae y Thryonomidae. A los histricomorfos del nuevo mundo también
se les ha denominado Caviomorfos, cuyas familias son Erethizontidae, Caviidae,
Hydrochoeridae, Dinomyidae, Dasyproctidae, Chinchillidae, Capromyidae, Myocastoridae,
Octodontidae, Ctenomyidae, Abrocomidae y Echimyidae.
Las patas son cortas y delgadas, las anteriores más cortas que las posteriores. Poseen
cuatro dedos desarrollados y uno rudimentario en las patas anteriores, y cinco dedos bien
desarrollados en las patas posteriores (Montes, 1997).
Los tepezcuintles no presentan dimorfismo sexual notorio en etapa infantil ni juvenil, solo
en estado adulto (cuando el arco zigomático ya ha aumentado de tamaño). Así, para
403
confirmar el sexo se necesita examinar los órganos sexuales externos, los cuales están
relativamente ocultos en animales jóvenes.
Esta especie tiene actividad nocturna la cual inicia al atardecer, alrededor del crepúsculo y
termina a la mañana siguiente, aproximadamente al amanecer. En las noches en que hay
luna llena permanecen ocultos en sus madrigueras, aunque ocasionalmente pueden
deambular inclusive en algunas horas del día. Los tepezcuintles son monógamos y
territoriales, por lo tanto viven en parejas que comparten ocasionalmente una misma
madriguera, pero también se ha observado que cada miembro de la pareja puede ocupar
una madriguera separada.
Su reproducción es continua a lo largo del año; sin embargo, presentan dos períodos de
mayor frecuencia de celos fértiles, en los meses de noviembre y mayo, lo que se traduce
en dos períodos de mayor frecuencia de partos, en marzo y septiembre. La gestación
dura 114 días, con variación de entre 85 y 156 días. El ciclo estral dura en promedio 31.16
días, con variación entre 12 y 67 días. La edad en que los tepezcuintles inician su primer
ciclo estral es entre los cuatro y siete meses, pero su madurez sexual plena ocurre a los
diez meses de edad y, particularmente en los machos, a los 12 meses.
El intervalo entre partos es de 178 a 190 días y paren de uno a dos crías (Smythe y
Brown, 1995; Montes, 1997). Estos histricomorfos tienen la capacidad de producir crías
capaces de moverse y alimentarse por sí mismas desde el primer día de nacidos
(precoces).
Escala geográfica
404
vegetación; para efectuar este análisis se tendría que tener un panorama al menos al
nivel municipal de este tipo de información del paisaje. La escala que podría utilizarse es
de 1:50,000 (Swain, 1998).
2.- Dimensión del predio en particular, este análisis es el segundo paso para determinar
las características de la vegetación, ahora en el predio donde se establece la UMA. Para
efectuarlo se necesita mayor nivel de precisión y exactitud, y la escala recomendada para
analizarlo es de 1:25,000, de manera que se puedan observar detalles del predio en
superficies de 0.5 Ha (100 x 50 m) (Swain, 1998). En relación con este aspecto, se ha
informado que el ámbito hogareño del tepezcuintle es de 2 a 3 ha; por tanto el análisis de
superficies, adecuado para esta especie a detalle, es congruente con la escala propuesta
(Parroquin, 2004).
Es importante que se disponga una base de datos que describa la caracterización predial,
los documentos necesarios son: polígono cartográfico, esta fuente de información podrían
ser obtenido de los Comités agrarios estatales, Registro Nacional Agrario o la Secretaría
de Desarrollo Rural y Ganadería del estado, otros documentos que es importante obtener
son fotografías aéreas o satelitales recientes de la zona donde se encuentra el predio
(especialmente no más antiguas que 3 años).
Ahora bien, sería deseable que una vez establecida la ubicación y condiciones de los
parches de mayor magnitud, dentro de una entidad federativa dada (o varias), se
propusiera el establecimiento de un subconjunto del SUMA a nivel estatal, con lo cual se
podrían formar corredores biológicos, así mismo aumentarán las dimensiones del hábitat
mediante predios colindantes.
405
Una vez obtenidas las estimaciones con estas metodologías, se empleará aquella
que muestre un coeficiente de variación menor o igual al 20% y un intervalo de
confianza reducido.
Es muy importante hacer notar que aun cuando el muestreo sea representativo, la
densidad obtenida no debe entenderse como aplicable a todo el predio, sino
solamente a aquellas áreas con hábitat adecuado para el tepezcuintle.
Los datos de campo serán tabulados con base en el siguiente formato para cada
método:
Censo No._______________________________
Fecha___________________________________Hora______________________
*Observaciones: Señalar los eventos naturales o antropogénicos que acontecen durante cada ciclo anual (inundaciones, sequía,
incendios, huracanes, cambio de tipo de suelo, remoción de vegetación, asentamientos humanos irregulares).
406
*Observaciones: Deben anotarse eventos naturales o antropogénicos que acontecen durante cada ciclo anual (inundaciones, sequía,
incendios, huracanes, cambio de tipo de suelo, remoción de vegetación, establecimiento de asentamientos humanos irregulares).
2. Los algoritmos que deben emplearse, para hacer la estimación poblacional por el
método de transecto en línea, son los indicados por Mandujano (1994) y Burnham
et al. (1980). Los datos obtenidos en la hoja de campo se introducirán al software
Transect o Distance para ser procesados. Los resultados arrojados por el programa
serán impresos y anexados al informe de la estimación.
407
Aspectos del hábitat del tepezcuintle Cuniculus paca, relevantes para la
conservación y la gestión de la cosecha sustentable en UMA
Componente 1
408
sujetas a conservación y aprovechamiento. También es importante efectuar la
supervisión de los diferentes sitios que pueden funcionar como hábitat donadores y
receptores de poblaciones de fauna, en virtud de que tales hábitat pudieron haber sido
modificados, o no, en el lapso transcurrido a partir de la elaboración del mapa y el
momento en que se inicia el estudio del hábitat; por este motivo se considera
adecuado que los mapas, imágenes y fotografías no tengan una antigüedad mayor de
tres años a partir del inicio del estudio en cuestión (Swain, 1998).
La caracterización será estructurada mediante un documento que contenga lo
siguiente:
1. Portada que indique el título de esta sección, con fecha, nombre del
predio, ubicación del polígono en coordenadas geográficas o UTM,
nombre del ejido o de la propiedad privada, nombre del representante
legal y de la asociación (si fuera el caso) y nombre del responsable
técnico.
2. Mapa de la distribución espacial de los diferentes tipos de parches de
vegetación geo-posicionados, en éste deben estar identificados cada uno
de los tipos de vegetación mediante una clave o leyenda, dentro del
mapa o fotografía o imagen, así como su escala y la fuente de
información que lo proporcionó. También debe contener el tamaño de
cada tipo de parche. Debe haber una descripción de las especies
vegetales dominantes, número de estratos y comentarios sobre el estado
de conservación de la vegetación nativa, así como de los cultivos
actuales, praderas y alguna otra zona que haya sido manejada (por
ejemplo, zonas de roza, tumba y quema). Es muy recomendable
enfatizar la presencia y distribución de especies vegetales de reconocida
importancia para la alimentación del tepezcuintle.
3. Mapa de caracterización de los tipos de suelo, geología y cuerpos de
agua (o de la cuenca hidrológica). Cada mapa debe tener información
acreca de la escala, estar geo-referido y contener una clave o leyenda
dentro del mapa, que identifique claramente cada rasgo físico
mencionado. Finalmente, debe tener una sección de comentarios que
describa o analice las variaciones que presentan los rasgos biológicos y
físicos a lo largo de cada ciclo anual (Swain, 1998).
Componente 2
409
de animales cazados, brinda información importante: cantidad de hembras gestantes,
productividad bruta, que es la cantidad de fetos que tienen las hembras gestantes; la
productividad reproductiva que es el producto de la cantidad de fetos por la cantidad
de partos al año, que produce la hembra. Y finalmente la densidad poblacional, que es
la suma algebraica de la reproducción, inmigración, emigración y mortalidad que
experimenta la población en cuestión.
ACTIVIDADES ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Monitoreo de los
Resultados
individuos y R R R R R R R R R R R
(R)
madrigueras
Cacería con base Resultados
en la tasa de en
aprovechamiento formularios
y recolección de especiales R R R R R R R R R R R
datos de los
ejemplares
cazados
Descripción
Mes de lluvia de D D D D D D D D D D D
incidencia
Descripción
Mes de sequía de la D D D D D D D D D D D
misma
Descripción
Verificación de
del estado
campo de la D D D D D D D D D D D
de cada
vegetación
parche
Entrega del Fecha
F F F F F F F F F F F
reporte mensual
410
g) Productividad reproductiva (Pr): Productividad bruta x numero de partos por
hembra al año.
h) Se graficará el porcentaje de animales parasitados, productividad bruta y
productividad reproductiva contra el año. En el eje X se coloca el año, en el eje Y
se colocan Pa, Ap, Pb, Pr
Donde:
411
Aspectos de conservación del tepezcuintle Cuniculus paca, en la gestión de la
cosecha sustentable en UMA
Figura 1.
412
La determinación de la viabilidad de la cosecha se puede efectuar a partir del siguiente
algoritmo:
El tepezcuintle, por ser una especie de reproducción continua a lo largo del año y por
tener una tasa de crecimiento moderada (λmáx mayor a 1.5) (Robinson y Redford,
1991), así como una alta supervivencia de neonatos, debido a que nacen precoces y
son capaces de alimentarse por ellos mismos desde el primer día de nacidos, permite
concentrar la atención en cuidar la cantidad de alimento, las áreas de refugio y de
parto de crías. Es importante evitar la extracción de ejemplares durante el período en
el cual hay mayor cantidad de nacimientos, que es en marzo-abril y agosto-septiembre
(Montes, 1999).
Se utilizarán dos métodos de cosecha, en virtud de que el primero podrá ser utilizado
cuando no se conozcan los valores de Productividad bruta ni Productividad
reproductiva. El segundo modelo es el adecuado, porque mide los indicadores
mencionados.
H = Pmax - M
Donde:
413
Pmax (D) es la producción máxima anual a la densidad estimada.
D es densidad estimada.
λmáx es la tasa máxima finita de incremento correspondiente a la especie aprovechada,
que para el tepezcuintle es de 1.95 (Robinson & Redford, 1991).
H es cosecha
M es mortalidad natural
Modelo 2. Modelo de cosecha de Bodmer et al., (1997). Este modelo utiliza los
indicadores de productividad bruta y productividad reproductiva y el ajuste de la cosecha
con base al valor de Rendimiento máximo sostenido (RMS), mencionado por Robinson y
Redford (1991) para los casos de especies de vida tanto muy corta, como corta y larga.
Productividad bruta (Pb) es número de fetos por hembra gestante. Se procede a estimar
la productividad reproductiva (Pr): Productividad bruta x numero de partos por hembra al
año.
C es cosecha en crías/año/km2
De es la densidad estimada en el estudio de campo, en animales/km2
Una vez obtenido el valor de C, se relaciona con la RMS, que para el tepezcuintle puede
considerarse de 20%, con base en la longitud de su vida.
El algoritmo empleado para determinar la sustentabilidad de la cosecha es:
Densidad cacería
Sust = -------------------------
Cosecha
414
poblacionales, Ap, Pb y Pr se mantienen dentro de un intervalo de variación que no pone
en riesgo a la población base. Disminución, cuando el intervalo de variación desciende a
lo largo del tiempo e, Incremento, cuando este intervalo de variación aumente, lo cual
debe motivar atención especial.
Gráfica 1
tasas de aprovechamiento anual
25
cantidad de animales
20
aprovechados
15
10
0
1 2 3 4 5 6
año
Gráfica 2
415
Ocupación anual de madrigueras
120
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5 6
años
Recapitulación y recomendaciones
Es conveniente efectuar los mapeos de tipos de suelo y vegetación cada tres años,
porque permitirían caracterizar cambios y la dinámica florística, posibilitando relacionarlos
con el mapeo de madrigueras de A. paca para cada predio.
416
Saramullo
Tomate
Guayaba
Cuando no exista información sobre la capacidad de carga (K) para el tipo de hábitat que
existe en la UMA, entonces no será posible aplicar el método de reclutamiento de stock
para medir la viabilidad de la población ni la sustentabilidad de la cosecha. Entonces se
necesita recurrir a otro criterio para tratar de mantener la viabilidad poblacional sujeta a
aprovechamiento extractivo; para ello se puede tomar como punto de partida la
información generada por la FAO respecto a animales domésticos. Se propone conservar
como mínimo un tamaño efectivo de población de 50 animales adultos (Ne = 50), de los
cuales 25 son hembras y 25 machos, ambos fértiles; si el sistema de apareamiento es
libre, cada individuo tiene la capacidad de producir un descendiente a la próxima
generación. Con esta población efectiva, la tasa de endogamia alcanza el 1% en cada
generación (Echeverría et al., 2002). Con base en este Ne, entonces el tamaño de la
población base debiera ser mayor a 50, debido a que no se contabilizan los machos y
hembras con capacidad reproductiva pero que no se reproducen por diferentes
circunstancias (Echeverría, 2005).
Adicionalmente, con los datos generados por la aplicación de esta metodología se podrá
calcular la tasa de cosecha sustentable, con base en la productividad bruta y en la
productividad reproductiva (Bodmer et al., 1997).
Respecto a los parches de vegetación que se extienden entre dos o más comisarías, dos
o más municipios e incluso entre dos o más estados, se torna importante iniciar las
gestiones para que estos parches se mantengan sin fragmentación ni deterioro, mediante
acuerdos con las autoridades políticas, propietarios de predios y otros actores
involucrados en el manejo de estos recursos, para facilitar la toma de decisiones hacia el
establecimiento de nuevas UMA extensivas.
417
Es necesario que se apoye a los representantes técnicos y legales de UMA, para que
efectúen adecuadamente los procedimientos técnicos de estimación, caracterización y
cálculo de aprovechamiento, así como efectuar supervisión para la correcta aplicación de
los métodos indicados en este documento.
Los formatos rediseñados y aprobados, una vez generada la información tanto en los
aprovechamientos para uso de consumo como en los de cacería con otros fines deberán
ser debidamente entregados a la Dirección General de Vida Silvestre (SEMARNAT), a la
Delegación estatal y a una Institución Educativa en el estado correspondiente, para su
análisis (en el caso de Yucatán, el IES).
Bibliografía
418
Burnham, K., D. Anderson y J. Laake. 1980. Estimation of density from line transect
sampling of biological populations. The Wildlife Society. Wildlife Monographs 72: 1-
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Echeverría G. W. A., R. C. Montes P. y C. J. Segura. 2002. ¿De qué tamaño debe ser la
población de una Unidad de manejo animal?. XIX Simposio sobre Fauna silvestre.
Gral. MV. Manuel Cabrera Valtierra. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia,
UNAM. 27 al 29 de noviembre de 2002. México D.F.
Montes P., R. C. 1999. La crianza del tepezcuintle (Agouti paca). Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología y Universidad Autónoma de Yucatán, Septiembre de 1999.
Mérida, Yucatán, México.
Montes P., R. C. y G. A. Reid. 2000. Manual para la crianza del tepezcuintle o jaleb en
solar. Departamento de Investigación en Sistemas y Extensión (DISE), Universidad
Autónoma de Yucatán y Department for International Development, Reino Unido &
Mérida, Yucatán.
419
Robinson, J. G. y K. H. Redford. 1991. Sustainable Harvest of Neotropical Forest
Mammals. En: J. G. y K. H. Redford. (eds.), Neotropical Wildlife Use and
Conservation, pp. 415-29. Chicago: University of Chicago Press.
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41:663-8.
Swain, H. 1998. Land Use Planning. In: Problem-solving in Conservation Biology and
Wildlife Management. Gibbs J. P., M. L. Hunter y E. J. Sterling (eds.). Blackwell
Science Ltd. USA.
Wood, A. E. 1974. The evolution of the World and new World hystricomorphs. Symposia
of the Zoological Society of London, 34: 21-60.
420
421
A MODO DE CONCLUSIÓN
Los resultados obtenidos por el grupo de expertos que participaron, en cada una de las
Mesas temáticas, proveen líneas de interés para orientar –y reorientar progresivamente–
programas de conservación y gestión para el uso sustentable de varias especies de aves
y mamíferos silvestres en México de mayor interés directo, particularmente en el contexto
de las UMA. Asimismo, ofrecen un panorama representativo de los avances actuales y de
los temas pendientes de desarrollo en cada caso tratado.
Sin duda este ejercicio colectivo de análisis, debate y búsqueda de consenso, representó
una experiencia novedosa cuyo resultado ha provisto indicios alentadores de lo que
puede lograrse manteniendo este enfoque crítico y objetivo, en busca de la integración y
actualización permanente de los aspectos científicos y técnicos para la conservación de
especies silvestres y sus hábitat. Esa integración y actualización deben irse reflejando
progresivamente en métodos y técnicas de clara aplicación práctica, útiles para personal
de los gobiernos y de UMA que tiene a su cargo programas de conservación de vida
silvestre. La presente compilación significa un paso en la incorporación progresiva de los
resultados de la investigación científica a la gestión para la conservación de especies
silvestres y sus hábitat en México pero, claramente, no es un punto de llegada sino más
bien de partida y referencia.
Óscar Sánchez,
Coordinación de los Talleres
422
ANEXO 1
DIRECTORIO DE PARTICIPANTES
423
Nombre Institución Correo electrónico
Javier Ochoa Covarrubias SIAFASE siafase@prodigy.net.mx
Texas Parks and
Jesus G. Franco jesus.franco@tpwd.state.tx.us
Wildlife Department
DGVS -
Jonás Sánchez josanche@semarnat.gob.mx
SEMARNAT
José Manuel Ochoa DUMAC manuelochoa@dumac.org
424