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LA LEYENDA DE NAYLAMP

La leyenda de Naylamp comienza un día como cualquiera de los días de los


pocos pobladores de Lambayeque, apareció por el mar en una balsa; un
misterioso Señor que traía el rostro pintado de diversos colores, usaba ropas de
plumas, y venía con él un séquito muy grande.

En ese séquito se encontraban sus numerosas concubinas, un número


indescriptible de oficiales que se encargaban del cuidado personal del Señor y
de sus concubinas, y muchos seguidores que lo consideraban su capitán y lo
llamaban Naylamp.

La balsa se detuvo en la boca de un río llamado Faquisllanga, desde donde


Naylamp observó, con la gran sabiduría de la que era poseedor, unas tierras
fértiles que le podrían ser útiles para desarrollar sus actividades. Entonces dijo a
Cetarni, su mujer principal:

– Creo señora Cetarni que ha de ser aquí donde hemos de asentar nuestro reino.

Y fue así que con el consentimiento de Cetarni, Naylamp y todo su séquito


caminaron tierras adentro por aproximadamente media legua hasta encontrar lo
que a su parecer era el lugar más apropiado para establecerse. Allí todos sus
seguidores construyeron palacios como ellos sabían hacerlo y llamaron al nuevo
poblado Chot.

Los oficiales y seguidores de Naylamp veneraban con devoción bárbara a un


ídolo enorme tallado en piedra verde con el rostro de su señor, el que había sido
transportado desde sus tierras desconocidas, y decidieron ponerlo a manera de
estatua en el centro de la cuidad para ser adorado. Esta estatua fue llamada
Llempellec, que significa figura y estatua de Naylamp.

Esta gente vivió muchos años en paz y trabajando para servir a su señor
Naylamp, al que veneraban y cuidaban de manera sigilosa. Había gente que se
dedicaba a la fabricación de sus ropas con plumas de aves, otros que se
especializaban en la pintura del rostro de su Señor, otros en rociar conchas
marinas molidas por el camino donde iba a pasar Naylamp, algunos al cuidado
del anda que servía de medio de transporte para el Señor y algunas mujeres
encargadas de los baños especiales para él y sus mujeres.

La gran parte de la población se dedicaba a la agricultura y pesca (vivían a orillas


del mar) para la alimentación de la población y su Señor, así como a la
fabricación de piezas de barro como vasijas y cántaros para los rituales, y
herramientas de agricultura a base de metales.

Durante todo este tiempo Naylamp tuvo muchos hijos en cada una de sus
mujeres. Llegado el tiempo de la muerte del señor, su hijo mayor y heredero del
reino, Cium, salió a dirigirse a su pueblo y dijo:

– Nuestro Señor y querido padre mío, ha tomado alas por su propia virtud y
volado desapareciendo en el cielo donde morará desde ahora y vigilará y cuidará
de nuestras vidas.

Uno de los principales oficiales del reino preguntó acongojado:

– Si nuestro señor Naylamp no mora entre nosotros ahora, ¿Quién dirigirá


nuestro pueblo?

A lo que muy preparado Cium respondió:

– Nuestro señor es inmortal, seguirá gobernándonos y hará saber sus decisiones


a través de mí, que seré su instrumento para dirigirse a Uds.

Y fue a así que Cium se convirtió en el nuevo caudillo, tuvo muchos hijos en
distintas concubinas como su padre. A la muerte de Cium, su hijo mayor asumió
el liderazgo de esa población y así sucedió con muchas generaciones, hasta que
llegó un desafortunado gobernante llamado Fempellec.

Fempellec ya no creía en la divinidad de Naylamp ni de sus antecesores, por lo


que mando mudar la estatua de Naylamp desde Chot a otro poblado; sin
embargo no consiguió trasladar la estatua, y como castigo se le presentó el
demonio en la figura de una hermosa mujer que tentó a Fempellec consiguiendo
que duerma con ella.

Consumada la unión entre el demonio y Fempellec se desató una lluvia intensa


(nunca antes había llovido por esas costas). El diluvio duró treinta días al que le
siguieron varios años de sequía y hambruna.

Los sacerdotes se dieron cuenta del sacrilegio de su caudillo y decidieron


matarlo apedreándole hasta morir. Fue así como se quedaron sin líder por algún
tiempo hasta que un tirano muy malvado llegó con un gran ejército y se apoderó
de esas tierras siendo así el final del poblado fundado por Naylamp.
CHAN CHAN
Fue la capital política y administrativa del Reino Chimú. La extensión original fue
de más de 20 Km2; actualmente cubre solo 14 Km2, siendo considerada como
“La Ciudad de Barro más grande del mundo”. El 28 de noviembre de 1986, la
UNESCO declaró a Chan Chan Patrimonio Cultural de la Humanidad.

EL NOMBRE
No se conoce el nombre original , ni tampoco si la denominación de Chan Chan
abarcaba a toda la ciudad. Los primeros cronistas no indican este nombre, sino
que se refieren al lugar como “La Ciudad de Chimo” -nombre dado al valle- o
Palacios del Gran Chimú.
En 1791, aparece recién el nombre Chan Chan, en la revista el Mercurio
Peruano, como referencia a este sitio arqueológico. El estudio de documentos
antigüos indican que el nombre Chan Chan, correspondía a unas salitreras que
se ubicaban cerca del camino a Huanchaco, localizado dentro de lo que ahora
llamamos Chan Chan.

El significado de Chan Chan como derivado Muchic Jan Jan, Sol Sol, se debe a
Ernst Middendorf (1892). A opinión de Zevallos Quiñones el término no tiene
relación con el área, pues se hablaba aquí el Quingñam. El nombre Chechengo
(1679) pudo haber sido el antecedente mas remoto de la actual denominación.

POBLACIÓN
Se calcula entre 20 a 30 mil habitantes (Kent Day) y los habitantes de todo el
territorio Chimú en 500 mil, de acuerdo a John Rowe. Según Middendorf (1894)
en Chan Chan vivieron 100 mil personas. En la época de abandono, la población
habría sido de 5 a 10 mil habitantes (Kent Day).
ARQUITECTURA
Se han podido reconocer tres clases de arquitectura:
1.- Arquitectura Monumental, referida a cercas rectangulares o ciudadelas que
fueron residencia de la clase alta. Y también a las huacas o templos.
2.- Arquitectura Intermedia, corresponde a construcciones de adobe donde
vivieron los miembros de la baja nobleza y los curacas locales.
3.- Arquitectura Popular, es la más simple, asociada a construcciones de caña
y barro utilizada por los artesanos.
CIUDADELAS
La ciudad se compone de 9 ciudadelas o palacios que han sido designados con
nombres nuevos, oficializados hacia 1945. Cada una tiene características
formales similares como: su escala monumental, acceso muy restringido, la
complejidad y elaboración de sus formas arquitectónicas.
Según la mayoría de investigadores las ciudadelas fueron palacios que tuvieron
varias funciones entre ellas: residencias de la élite, áreas de administración y al
final tumbas de los reyes Chimú.

SECUENCIA DE CONSTRUCCIÓN

Hay poco acuerdo de los investigadores sobre la secuencia de construcción.


Algunos han propuesto que toda la ciudad fue hecha de una sola vez (Lanning
1967), sin embargo la mayoría ha sugerido una construcción y ocupación
secuencial para toda la ciudad.
Se han hecho estudios para intentar determinar la secuencia, basados en la
arquitectura como: estructuras en U (Andrews 1972); plataformas funerarias
(Pozorski 1971); Conrad 1974); la forma del plan de las ciudadelas (Day 1973) y
los tipos de adobe (Kolata 1978, 1982, 1990) la cual ha sido la más aceptada y
funcional.

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