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Las mujeres en Un marido de ida y vuelta y Tres sombreros de copa.

Hernández López Yael

“En las comedias y en las cartas de amor


sobra casi todo. Lo único que interesa es
el encabezamiento y la despedida”
Miguel Mihura

El siglo XX fue el escenario perfecto para que España sufriera las dictaduras
de Primo de Rivera y Francisco Franco, los mandatos más crueles sufridos por el
país, sin embargo, cual flor que nace en pavimento, surgieron grandes escritores
como, Camilo José Cela o Federico García Lorca que harían de la literatura una
firma de sobrellevar las desgracias de una sociedad lastimada y maltrecha. En estos
años el teatro vio nacer a dos grandes escritores que reinventaron el arte de hacer
comedia y critica: Jardiel Poncela y Miguel Mihura.

Así pues, la tesis de este ensayo es demostrar como las mujeres más
cercanas a los protagonistas presentan ciertas similitudes desde su propia
construcción hasta su importancia dentro de la obra, cabe aclarar que en este
análisis no involucraré a otras mujeres que sean amigas o sirvientas pues su
posición puede definir sus actos.

El ensayo lo dividiré en tres partes, en la primera parte daré una mínima


contextualización sobre los autores de cada uno de los textos, en la segunda parte
me ocuparé de describir a las mujeres de cada una de las obras, comenzando por
Un marido de ida y vuelta y terminando con Tres sombreros de copa, para la tercera
parte pasare a comparar las funciones de las mujeres dentro de la obra.

Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) fue uno de los principales escritores de


teatro del absurdo durante la primera mitad del siglo XX, perteneciente a la Otra
Generación del 27 aportó a distintos ámbitos de la literatura pues fue un prolífico

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escritor de teatro, novela, cuentos y ensayos en los cuales siempre se ocupaba de
innovar, tanto en los temas como en la estructura de sus obras.

Por otro lado, Miguel Mihura Santos (1905-1977), otro miembro de la Otra
Generación del 27, fue un escritor de teatro del absurdo, su trabajo fue,
principalmente, como escritor de teatro, guionista de cine1, de igual manera trabajo
en distintas revistas y periódicos. Su obra teatral se divide en dos periodos, en el
primero se aprecia un constante enfrentamiento entre los personajes y los su
entorno, mientras que en el segundo periodo predomina un teatro cómico con
toques costumbristas en donde se recuperan ciertas tradiciones de la España del
siglo XX.

Un marido de ida y vuelta

Un marido de ida y vuelta es una obra de teatro cómico escrita por Jardiel
Poncela, fue escrita en 1939 y nos cuenta la historia de cómo un hombre moribundo
llamado Pepe advierte a su amigo, Paco, para que no se case con, Leticia, su mujer,
el problema comienza cuando el amigo incumple la promesa y el espíritu del amigo
muerto regresa a reclamar a su esposa, el regreso de Pepe provocará los celos de
Paco y obligará a Leticia a elegir con quien se va quedar.

Estructuralmente la obra se divide en tres actos perfectamente divididos pues


en el primero se establece el carácter de los distintos personajes, además de que
establece cual será el evento que dará paso al nudo, en el segundo acto se
desarrollan los nudos surgidos en el primer acto y en el tercero se desata el nudo
de manera inesperada.

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El cine fue tan importante en su vida que varias de sus obras de teatro fueron adaptadas al cine por el
mismo Mihura.

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La historia se lleva a cabo en un lapso mayor a dos años, entre el día en que
muere Pepe y el día en que termina la obra. Los espacios son dos, el primero es el
cuarto de Pepe y de Leticia y el segundo espacio es la sala en la planta baja.

En esta obra de teatro nos encontramos con una situación poco común pues
el personaje principal es el espíritu de Pepe, sin embargo, los personajes que me
interesan son los femeninos, es decir, la Leticia que inicia la obra siendo la esposa
de Pepe y la sobrina de Pepe y Leticia, Cristina.

Estas dos mujeres son dos tipos de mujeres muy diferentes, por un lado,
tenemos a Leticia, una mujer joven que se casó con un hombre ya viejo y que tiene
intereses artísticos y amante de la moda que puede llegar a ser frívola e interesada,
este interés por lo artístico choca con una pésima capacidad para controlar su dinero
y su ingenuidad en distintos temas la hacen una esposa realmente caótica; Pepe la
define de la siguiente manera:

“Pepe.- Leticia es infantil, incongruente, vanidosa, presumida, y tiene


un concepto falso de todas las cosas. Desde hace ya tiempo le ha dado por
decir que yo no la comprendo y coquetea con todo el que se le pone a tiro[…]”
(Poncela, 1939)

Las palabras con las que describe Pepe a su mujer es una advertencia para
su amigo pues lo que quiere evitar es que Paco sufra el mismo camino por el ha
pasado gracias al carácter infantil de Leticia.

El contraste de Leticia es su sobrina Cristina, la cual es una mujer muy alegre


y poco interesada en la moda y en el arte, para Cristina su marido es muy importante
a pesar de no poder entenderlo ya que es muy parecido a su tía Leticia. A pesar de
que Cristina no aparece con mucha frecuencia en la historia se logra entender que
la naturaleza de ella es muy diferente a la de su tía.

Tres sombreros de copa

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La segunda obra se titula Tres sombreros de copa y fue escrita por Miguel
Mihura fue escrita en 1932 aun que se estrenó en 1952, En esta obra, Mihura, nos
presenta la historia de un hombre llamado Dionisio que, una noche antes de
contraer nupcias, llega a un hotel en donde conocerá a conocerá Paula, una
bailarina que tras varios eventos le hará entender a Dionisio que casarse no es lo
que realmente quiere.

La estructura de esta obra es similar a la de Poncela pues está dividida en


tres actos, en el primero se nos presentan los personajes y sus características,
además se le da paso a lo que será el nudo de la historia; en el segundo acto se
desarrolla en nudo y se desarrolla un poco más el carácter de los personajes,
mientras que en el último acto vemos como es el desenlace de la historia y con ella
vemos otra vez una evolución en los personajes.

La historia se realiza en un lapso de una noche, pues Dionisio llega al hotel


al anochecer y se va del hotel cuando amanece. El espacio de toda la historia es el
cuarto de hotel de Dionisio.

En esta obra solo tomaré en cuenta a las dos mujeres relacionadas


directamente con Dionisio. La primera es la prometida de Dionisio que, a pesar de
que no aparece en toda la obra, se puede entender como es gracias a que la
describen algunos personajes, además de que en la historia encontramos algunas
acciones que de alguna manera afectan la historia y podrían ayudar a definir el
temperamento de la prometida de Dionisio.

En la primera conversación que Dionisio sostiene con Don Rosario, dueño


del hotel en donde se hospeda el protagonista, comienzan a hablar de la boda de
Dionisio y es aquí en donde se nos dan las primeras características de esta joven:

DON ROSARIO: Son unas bellísimas personas… Y su novia de usted


es una virtuosa señorita… Y, a pesar de ser de una familia de dinero, nada
orgullosa… (Tuno) Porque ella tiene dinerito, don Dionisio.

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DIONISIO: Sí. Ella tiene dinerito, y sabe hacer unas labores muy
bonitas y unas hermosas tartas de manzana… ¡Ella es un ángel!

Esta mujer es relevante pues es la prometida de Dionisio y por ello representa


a un tipo de mujer que cumple su papel dentro de la sociedad, una mujer que hará
una familia, además, por lo que Don Rosario dice de ella entendemos que es una
mujer de familia rica y que ha sido muy bien educada, esta educación se ve en que
no es orgullosa y en que, como lo menciona Dionisio, sabe hacer unas labores muy
bonitas y sabe preparar tartas de manzana.

Ya casi al final llega el padre de la novia, Don Sacramento, diciendo que ha


tenido que ir pues las llamadas que no contestó Dionisio han alterado la novia a tal
punto que pensó que su prometido estaría muerto, esto nos indica que es una mujer
que se preocupa por su amado, sin embargo, por la cantidad de llamadas que
realiza a lo largo de la obra podemos entender a la joven prometida como una
persona un poco obsesiva

Por otro lado, tenemos a Paula, una mujer que se presenta como una
bailarina pero que se dedica a engañar hombres para robarles el dinero que tienen,
esta mujer representa a una sociedad pobre y delincuente, sin embargo, ella es
diferente a sus cinco compañeras pues a esta le molesta su trabajo, y cuando
conoce a Dionisio prefiere evitar engañarle, pero por culpa de Buby, el negro que la
cuida y le ordena, ella se ve obligada a mentirle al joven prometido.

Paula es una mujer con cierto gusto a las cosas caras y a los lujos, de igual
manera presenta gusto al arte, su comportamiento cambia cuando está con sus
amigas pues con ellas se comporta como una chica sin preocupaciones, de gustos
vanales y que solo le interesa llevar a cabo el plan para poder seguir viviendo de las
comodidades que le ofrezca el amante rico, empero cuando está a solas con Buby
o con Dionisio su comportamiento cambia, se comporta muy reflexiva y tranquila a
tal punto que logra decir comentarios como el siguiente:

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Paula: […] Los compañeros del Music-Hall no son como debieran
ser… Los caballeros de fuera del Music-Hall tampoco son como debieran ser
los caballeros… (DIONISIO, distraído, coge la carraca que se quedó por allí
y empieza a tocarla, muy entretenido) Y, sin embargo, hay que vivir con la
gente, porque si no una no podría beber nunca champaña, ni llevar lindas
pulseras en los brazos… ¡Y el champaña es hermoso… y las pulseras llenan
siempre los brazos de alegría! […] (Santos, 1932)

En este comentario se aprecia que Paula es una chica consciente de su


sociedad y que para obtener lo que le gusta, a lo que está acostumbrada deberá de
pagar un precio, aguantar la compañía de hombres despreciables que fingen ser
caballeros solo para buscar obtener algo a cambio de su dinero, empero, en la
acción que Dionisio durante su respuesta es una señal de lo poco importante que
son sus sentimientos para los hombres.

Estas mujeres, además de compartir algunas características como el interés


por el arte y las comodidades, también cumplen con dos funciones muy importantes
en la obra, la primera es que en el caso de Paula y Leticia ambas mujeres, con sus
acciones, dan paso al nudo, es decir que Paula es la que hace dudar a Dionisio
sobre su boda cercana, así lo expresa Dionisio en el último acto “DIONISIO: ¡Paula!
¡Yo no me quiero casar! ¡Vámonos juntos a Chicago…!” (Santos, 1932).

Así mismo, Leticia, en la fiesta de disfraces, provoca la muerte de Pepe al


pedirle que se quite la barba y al casarse con Paco provoca que el espíritu de su
fallecido marido regrese de la tumba para reclamar su lugar en la casa.

El segundo aspecto que une a las mujeres de estas novelas es que ellas
provocas la evolución de los personajes, en el caso de Pepe comienza a leer a
Shakespeare y escribir poesía, además de que intenta aprender a tocar el piano y
a interesarse por el arte y llevar una existencia más espiritual: “PACO.— Y habrás
sido tú también, claro, el que le ha escrito a Leticia unos versos…
PEPE.— Sí. Reconozco que empezar a hacer versos a mi edad es una chiquillada;
pero ¡es que ahora me atrae tanto el arte!…” (Poncela, 1939)
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Por parte de Dionisio vemos que, tras conocer a Paula, este comienza a
cuestionarse la razón de haber elegido las nupcias con su primera novia, esta idea
se inserta en la mente del protagonista y logra desarrollarse hasta que lo expresa
en la última conversación que tiene con Paula pues le dice que no desea casarse y
que mejor se fuguen juntos a Chicago.

Por otro lado, tenemos a las contrapartes de Paula y Leticia respectivamente,


la prometida de Dionisio y la sobrina Cristina. En el caso de ambas mujeres su
presencia en la obra representa a una sociedad conservadora pues Cristina es
como su tío antes de morir, un hombre regido por la lógica, que no entiende mucho
de arte y no le interesa pues para ella lo más importante es cumplir con un papel ya
definido, el soporte de su marido.

Por otra parte, tenemos a la prometida de Dionisio que representa el


compromiso ante la sociedad de hacer una familia, de cumplir su palabra a pesar
de sus circunstancias, además de cumplir con un papel dentro de una sociedad ya
prestablecida.

Como conclusión puedo decir que a pesar de que estas dos obras tengan
siete años de diferencia comparten muchas características como lo son la
estructuración de los personajes a partir de comportamientos e intereses que en el
caso de las Paula y Leticia son el amor a los lujos y el dinero, así como un
comportamiento diferente a lo establecido por la sociedad pues de alguna manera
ambas utilizan sus encantos para poder obtener algo de los hombres que le rodean,
también se puede ver que ambas mujeres dan pie al desarrollo de la historia y estas
no son solo un personaje más.

En cuanto a las otras mujeres su relación va más en pos de su función de la


obra pues estas representan a una sociedad conservadora en la que una mujer
debe cumplir ciertos papeles para ser respetada o querida por los hombres que la
rodena.

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En cuanto a estructura, podemos ver dos tipos de mujeres, las que dan paso
a la acción dentro de la historia y las que se ven como un personaje pasivo que solo
reacciona y no afecta la historia, más bien son un elemento de comedia en la obra.

Bibliografía
Poncela, E. J. (1939). Un marido de ida y vuelta. Madrid: Titivillus.

Santos, M. M. (1932). Tres sombreros de copa. Madrid: Minicaja.

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