Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Bueno, como cristianos, tenemos acceso a Alguien aún superior: el Espíritu Santo
Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, El Espíritu Santo viene a morar dentro
de nosotros, Dios literalmente nos da a cada uno de nosotros un pedacito de Él Mismo.
Entonces, ¿qué significa esto? Esto significa que todo el poder, la fuerza, el consuelo, la
creatividad, y la ayuda de Dios están disponibles para nosotros en todo momento. Él es
nuestro superhéroe en la vida real.
En Juan 16:7 Jesús usa una variedad de palabras para describir la increíble obra del
Espíritu Santo: Consolador, Ayudador, Defensor, Intercesor, Fortalecedor y que está a la
espera. Echemos un vistazo de lo que esto significa para nuestras vidas…
CONSOLADOR
Es simplemente increíble lo que puede suceder cuando empezamos a pedirle al Espíritu
Santo Su ayuda y soluciones a nuestros problemas.
Creo que a menudo damos muchas vueltas en busca de soluciones, cuando el Señor tiene
nuestras respuestas todo el tiempo. El Espíritu Santo es nuestro Consolador, y como
nosotros le buscamos, Él puede revelarnos en pocos momentos las cosas que nunca
pudiéramos descubrir por nuestra propia cuenta.
AYUDADOR
¿Sabías que el Espíritu Santo quiere ayudarte en cada pequeño detalle de tu vida? Quizás
tú eres como lo fui yo antes. Por años, me sentía como que estaba bien traer mis
“problemas más serios” a Dios, pero no quería molestarlo a Él con las cosas pequeñas.
La verdad es que, el Espíritu Santo está preocupado por cualquier cosa que a ti te
preocupe, ya sea algo “serio” como un problema familiar… o algo tan simple como
arreglarte el cabello en la mañana.
“Ayúdame” se ha convertido en una de mis oraciones favoritas. Cuanto más reconocemos
el Espíritu Santo y pedimos Su ayuda, más descubriremos Su presencia y capacidad en
todo lo que hagamos.
DEFENSOR
La Biblia nos dice que Satanás es nuestro adversario. De hecho, incluso lo llama el
“acusador de nuestros hermanos”. (Apocalipsis 12:10 NVI). Pero hay buenas noticias:
Tenemos un defensor, el Espíritu Santo, Quien aboga a Dios por nosotros.
Él no es sólo nuestro Abogado con el Padre, sino también el Espíritu Santo nos acompaña s
través de la vida, ayudándonos, defendiéndonos, y favoreciéndonos con otros cuando lo
necesitamos. Cualquiera que sea la situación que estés enfrentando, tu puedes estar
tranquilo sabiendo que el mismo Dios esta de tu lado.
INTERCESOR
No sé donde estaría yo sin la ayuda del Espíritu Santo en mi vida de oración. La Biblia dice
que Él no sólo intercede por nosotros al Padre, sino que también viene en nuestro auxilio
y nos ayuda a orar la perfecta oración cuando no sabemos qué o cómo orar. (Romanos
8:26)
1 Corintios 2:11 dice que nadie conoce los pensamientos de Dios excepto el Espíritu Santo.
Eso significa que, independientemente de la situación, el Espíritu Santo siempre puede
ayudarnos a orar la oración correcta en el momento correcto.
FORTALECEDOR
Isaías 40:29 dice que Dios…Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.
Yo nunca comienzo mi día sin pedirle al Espíritu Santo que me de la fuerza, física y
mentalmente en todas las aéreas. Porque no importa lo fuerte, talentoso, capacitado que
pensemos que somos, cada uno de nosotros requerimos de la fortaleza de Dios para
cumplir Su voluntad y disfrutar de nuestras vidas.
Yo te animo a que empieces a pedirle al Espíritu Santo por fortaleza en el transcurso del
día. Mientras lo haces, Él te dará energía para hacer tu trabajo, resistir la tentación, ser
amable, amoroso con los demás y tener éxito. He descubierto que incluso una breve
oración para pedir la fortaleza de Dios puede marcar
A ninguno de nosotros nos gusta mucho la incomodidad. Una picazón nos impide
quedarnos quietos sentados. Un colchón incómodo nos impide dormir. La amenaza de
rechazo puede llevarnos a tomar algunas decisiones realmente estúpidas.
MI DECISIÓN RECHAZADA
Cuando decidí seguir el camino ministerial, creo que a algunas personas no les gustó
porque estaban incómodas al ser relacionadas con una mujer tonta que pensaba que iba a
predicar el Evangelio por todo el mundo.
Cada decisión que tomamos no solo nos afecta a nosotros, sino a las personas que nos
rodean. Incluso las generaciones futuras se ven afectadas por lo que elegimos hoy.
Entonces, debemos buscar la Palabra de Dios para recibir una guía, y debemos prestar
atención a la instrucción del Espíritu Santo en nuestro corazón.
Creo que una de las principales razones por las que algunas personas dejan que otros
tomen decisiones por ellos es porque realmente no creen que puedan escuchar a Dios.
Ellos desean poder o esperar poder hacerlo. Se preguntan si pueden, pero tienen miedo
que no.
Cuando se trata de las responsabilidades y la vida para la que Dios te ha llamado, hay una
unción permanentemente dentro de ti. Esto significa que el Espíritu Santo te guiará y
conducirá. Es tu derecho adquirido por sangre y dado por Dios a seguir la guía del Espíritu
Santo.
Te animo a que confíes en ti mismo con Dios y le digas: “Dios, quiero saber de ti. No
quiero hacer nada fuera de Tu voluntad. Así que voy a confiar en que Tú me hables, y voy
a confiar en que pueda escucharte “.
Si sigues la guía de Dios, tendrás paz, alegría, justicia y darás buenos frutos. No estarás
confundido y frustrado.
Dios nunca nos lleva a ocuparnos tanto que estemos estresados todo el tiempo y no
tengamos gozo. Y no intentará confundir tu mente: ese es el trabajo del enemigo.
Para encontrar dónde reposa tu paz, simplemente pregúntate: ¿hay alguna escritura que
se aplique a mi situación? ¿Qué dice la Palabra que debo hacer?
Por ejemplo, si hay algo que deseas comprar, pero no tienes suficiente en tu cuenta
bancaria para comprarlo, es probable que lo mejor es que esperes, ya que Dios no quiere
que te endeudes. (Ver Romanos 13:8).
Muchas veces, la Palabra de Dios suena como el sentido común. Te animo a dejar que la
paz en tu corazón decida con firmeza cada pregunta que surja en tu mente.
Una cosa que debes preguntarte es, ¿Estoy buscando un consejo sabio? Muchas veces,
terminamos preguntándoles a personas que ni siquiera saben lo que hacen. O pueden
tener un motivo egoísta.
Ten esto en cuenta: La verdadera consejería te conduce a Dios; no trata de manejar tu
vida.
Tal vez no sabes por qué, solo sientes que es justo lo que se supone que debes hacer. Dios
tiene un plan, y tú eres parte de ese plan, pero no vivirás si vives con temor al hombre.
¿Qué crees que Dios te está diciendo? ¿Qué estás sintiendo de Dios? En última instancia,
debes asumir la responsabilidad de tomar la decisión que trae paz a tu corazón. Si
cometes un error, no es el fin del mundo. Pero ser fiel a lo que Dios ha puesto en tu
corazón es la clave de tu felicidad.
Así como el invierno prepara las plantas y los árboles para el clima más cálido, una
estación espiritualmente inactiva es un tiempo de preparación, cuando nuestro carácter
interno se desarrolla y se fortalece. El carácter fuerte es esencial para soportar las
tormentas que vendrán durante las temporadas de crecimiento y cosecha. Encuentro que
hay mucha gente que tiene los dones y el talento para llevarlos a algún lugar
emocionante, pero si no tienen un carácter fuerte, como Cristo, todo el talento del mundo
no los mantendrá allí.
Dios tiene algo planeado para ti, y si no estás viviendo el cumplimiento de Su plan para ti,
entonces ahora es el tiempo de preparación. Ten la seguridad de que no estás solo. Todos
pasamos por momentos como este. La Biblia nos dice que incluso Jesús necesitó tiempo
para crecer, aumentar en sabiduría, estatura y años antes de que Él estuviera listo para
hacer un impacto global a través de Su ministerio de tres años (Lucas 2:52).
Aquí hay tres ideas que he aprendido que pueden ayudarte a llegar hacia tus metas,
planes y visiones durante las temporadas inactivas.
Parece que muchas personas realmente no se conocen y entienden por qué hacen lo que
hacen. Auto-decepción es fácil de caer en ella, y una de las cosas más difíciles de
enfrentar. Pero cuando estamos dispuestos a enfrentar la verdad acerca de nosotros
mismos y examinar nuestros motivos, Dios nos ayudará a cambiar para mejor y
encarrilarnos con Su voluntad para nuestras vidas.
Si mantienes un pie donde estás mientras el otro pie se estira hacia un lugar nuevo,
eventualmente perderás el equilibrio y caerás. Dios quiere que confiemos en Él haciendo
lo que Él quiere que hagamos y sigamos hacia donde Él quiere que vayamos. Debemos
aprender a soltar lo que tenemos, antes de tomar posesión de algo nuevo, y aprender a
confiar en Dios para satisfacer todas nuestras necesidades.
ACEPTAR LA DISCIPLINA
La Biblia nos dice que “ninguna disciplina trae alegría, sino que parece lamentable y
dolorosa; pero después dará un fruto apacible de justicia a los que han sido entrenados
por ella “(Hebreos 12:11). La disciplina no es divertida, pero es esencial para el desarrollo
de nuestro carácter.
¡Dios tiene planes asombrosos para tu vida! Él quiere que cumplas tus sueños y vivas una
vida de bendición, esperanza y promesa. Espero que hoy hayas sido animado. Llegarás allí,
siempre y cuando estés dispuesto a hacer tu parte y confiar en que Dios haga la Suya. Y
cuanto más te apoyes y confíes en Él a través de este proceso, más pronto estarás listo
para todo lo que Él te ha preparado.
Vamos a examinar tres circunstancias que vas a tener que enfrentar en algún momento de
tu vida. También he incluido algunas preguntas que debes hacerte, las cuales te animo a
responder con honestidad. Estas te darán una buena idea de cómo tus sentimientos
juegan una parte grande en estas circunstancias.
CIRCUNSTANCIA # 1: CAMBIO
Todo cambia excepto Dios, y dejando que todos los cambios en nuestras vidas nos alteren,
no evitaremos que se produzcan. La gente cambia, las circunstancias cambian, nuestros
cuerpos cambian, nuestras pasiones y deseos cambian.
La mayoría de los cambios se llevan a cabo sin nuestro permiso. Pero podemos elegir
adaptarnos. La adaptación no cambia las circunstancias, pero sí mantendrá viviendo en
paz y alegría a medida que vas a través del cambio.
LO PRIMERO ES LO PRIMERO
Nuestros pensamientos son la primera cosa a la que tenemos que hacerle frente durante
el cambio, ya que los pensamientos afectan directamente a las emociones. Cuando las
circunstancias cambien, haz la transición mental y tus emociones serán mucho más fáciles
de manejar. Si algo cambia y no estás listo, no lo deseas, y no lo elegiste, lo más probable
es que tengas una variedad de emociones al respecto.
“Las emociones crecen y luego salen queriendo que las sigamos. Cuando siento esto, sé
que necesito tomar medidas”.
PREGÚNTATE
• ¿Cómo yo respondo al cambio?
CIRCUNSTANCIA # 2: ESPERAR
Si no has desarrollado la paciencia, entonces tener que esperar puede sacar lo peor de ti.
Al menos ese fue mi caso, hasta que finalmente me di cuenta que mis reacciones
emocionales no estaban haciendo que las cosas fueran más rápido.
A todos nos gustaría ser paciente, pero no queremos desarrollar la paciencia porque eso
significa comportarse bien mientras no estamos consiguiendo lo que queremos, ¡y eso es
duro!
PREGÚNTATE
• ¿Cómo me comporto cuando tengo que esperar?
• ¿Cómo actúo cuando estoy trabajando con alguien que es muy lento?
• ¿Cómo actuó si alguien toma el espacio libre en el estacionamiento que he estado
esperando?
• En una escala de 1 a 10, ¿Qué tan bien puedo lidiar conmigo mismo cuando las cosas no
salen a mi manera?
Cuando alguien es grosero conmigo, puedo sentir mis emociones crecer y después salir,
esperando que yo las siga. Es cuando sé que tengo que tomar medidas. Tengo que
recordar que la persona que está siendo grosera, probablemente tiene un montón de
problemas, y ni siquiera puede darse cuenta de cómo se escucha.
Estoy muy agradecida de conocer la Palabra de Dios y que lo tengo a Él en mi vida para
ayudarme y consolarme. Sin embargo, una gran cantidad de personas difíciles no tienen
eso. He tenido que trabajar muy duro con el Espíritu Santo para tener la capacidad de
actuar en base a la Palabra de Dios cuando las personas son groseras … en lugar de
simplemente reaccionar con un comportamiento que iguala o supera el de ellos.
Jesús nos enseña cómo responder a aquellos que nos tratan bien y a los que no lo hacen
(ver Lucas 6: 32-35).
Si te encuentras en una situación en la que requieras estar todos los días con una de estas
personas difíciles de llevarse bien con la gente, te exhorto a orar por ellas en vez de
reaccionar emocionalmente a ellas. Nuestras oraciones abren una puerta por donde Dios
trabaja.
PREGÚNTATE
• ¿Cómo reacciono a las personas que son groseras o ásperas?
Como hijos de Dios, tenemos poder y autoridad sobre el diablo. Y debemos usar ese poder
y autoridad para el bien… y para el servicio a los demás. Eso casi suena como algo que se
podría decir acerca de un superhéroe, ¿no?
Me recuerda a una carta que una vez recibí de una mujer, contándome acerca de su hijo
de cuatro años y sus primos jugando un día juntos. Todos fingían ser superhéroes. Uno de
ellos exclamó: “¡Soy Superman!” La otra dijo: “¡Soy Superwoman!” Y esta señora decía
que su hijo manejaba orgullosamente su imaginaria espada y proclamaba: “¡Soy Joyce
Meyer!”
¡Qué elogio al Cristo en mí! Ese niño vio algo en mí que él pensó que era “súper” y quería
imitarlo. Lo que él vio es simplemente el resultado de la obra que Dios ha hecho en mi
vida a través de Su Espíritu Santo. ¡Y es interesante que, mientras que el traje de
superhéroes de otros niños incluía una capa, su pequeña arma era una espada! (Ver
Efesios 6:17.)
A menudo nos llaman soldados en la Palabra de Dios. Los soldados están bien entrenados
en combate; Llevan todo tipo de equipos de ofensiva, así como defensivos, y se les enseña
a estar vigilantes, alertas y conscientes.
No importa si nos vemos como soldados o superhéroes o lo que sea, nuestra guerra es
espiritual. Y nuestras armas y armadura también son espirituales.
Pero Efesios 6:11 nos dice que nos pongamos toda la armadura de Dios, para que
podamos tomar posición contra los planes del diablo. Nuestros pensamientos son muy
importantes en esta guerra … lo que pensamos de nosotros mismos, así como lo que
pensamos de los demás o de nuestras circunstancias. La razón es que nuestra lucha no es
contra la carne y la sangre, sino contra los gobernantes, contra las autoridades, contra los
poderes de este mundo oscuro y contra las fuerzas espirituales del mal en los reinos
celestiales.
Así, mientras el diablo pueda tener poder… tenemos el poder y la autoridad de Jesucristo
que obra en nosotros por Su Santo Espíritu. Nuestro trabajo es llegar a conocer a Dios por
nosotros mismos… saber quiénes somos en Él… y el poder que está disponible para
nosotros a través de Él. Necesitamos aprender a seguir al Espíritu Santo, porque Él quiere
guiarnos en nuestras batallas individuales de acuerdo a lo que es correcto para cada uno
de nosotros. Dios está de nuestro lado… ¡y eso ya nos hace más que vencedores en Él!
(Ver Romanos 8:31, 37.)
Colosenses 3: 12-14 NVI dice: Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados,
revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo
que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el
Señor los perdonó, perdonen también ustedes. 14 Por encima de todo, vístanse de amor,
que es el vínculo perfecto.
Estos versículos revelan las armas y la armadura de nuestra guerra espiritual. Derrotamos
la táctica del enemigo cada vez que perdonamos en lugar de guardar rencor … tener
paciencia con alguien en lugar de apresurarlo… hablar con humildad en lugar hablar con
arrogancia.
Efesios 4:25 nos dice que, Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo
con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo. El versículo 31
continúa diciendo: Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda
forma de malicia. Estas son cosas que nos obstaculizarán y nos pesarán en la vida, y
ciertamente una batalla espiritual.
EL PLAN DE BATALLA
La clave es aprender a cooperar con el Espíritu Santo mientras Él te conduce de acuerdo a
Su propósito y plan para tu vida. Sepan que todo lo que Él les pida, Él les proveerá el
camino para que lo logren. Dios te ungirá y también lo que Él puso en tu mano. En otras
palabras, cada uno de nosotros tiene nuestras propias batallas para luchar. No puedes
usar la armadura de otra persona; tú debes usar las tuyas propias.
Así que, aprieta tu cinturón de la Verdad. En otras palabras, aprende y conoce la verdad
de la Palabra de Dios… especialmente lo que Su Palabra dice acerca de ti. Entonces haz lo
que sabes hacer… haz lo que puedas… y Dios hará lo que no puedas. No te preocupes
tanto por el cómo… ¡confía en Dios para que haga lo que es justo para ti!
Hoy en día, hay muchas personas en todo el mundo que luchan en la vida con daños
emocionales. Han aguantado muchas cosas negativas, causando un daño incalculable que
necesita ser tratado. Pero con demasiada frecuencia, estas heridas son simplemente
echadas bajo la alfombra en un intento para hacer que desaparezcan.
A través de mis propias experiencias de vida y de muchos años ayudando a los demás a
través de este proceso, he descubierto que, aunque Dios quiere ayudar a aquellos que
realmente quieren sanidad emocional, hay algunos pasos muy importantes que ellos
deben tomar por sí mismos. Si deseas recibir sanación emocional, uno de los primeros
pasos que debes tomar es enfrentar la verdad. No se puedes libre mientras vivas en la
negación. No puedes pretender que ciertas cosas negativas no te sucedieron.
Me he dado cuenta de que somos expertos en construir muros y guardar las cosas en las
oscuras esquinas, fingiendo que nunca sucedieron.
Pasé los primeros dieciocho años de mi vida en un ambiente abusivo, pero tan pronto
como salí de esa situación, actué como si nada hubiera pasado. Nunca le conté a nadie lo
que me había pasado en mi vida privada.
¿Por qué no queremos sacar esas cosas a la luz? Tenemos miedo de lo que la gente vaya a
pensar. Tenemos miedo de ser rechazados, incomprendidos, o no amados por aquellos
que nos importan o que podrían tener una opinión diferente de nosotros si realmente
supieran todo sobre nosotros.
El siguiente paso hacia la sanación emocional es confesar tus faltas. Creo que
eventualmente compartir habrá tiempo para compartir con alguien las cosas que nos han
ocurrido en nuestras vidas. Cuando se verbaliza esto a otra persona, pasan maravillas en
nosotros, pero usa la sabiduría. Elige a alguien en quien confíes. Asegúrate de que, cuando
compartas tu historia con otra persona, no simplemente pongas tu carga sobre los
hombros de esa persona. Además, no vayas excavar demasiado, tratando de desenterrar
viejas heridas y ofensas que han sido enterradas y olvidadas.
Cuando por fin tuve el coraje de compartir con alguien lo que había sucedido en el
comienzo de mi vida, en realidad empecé a temblar violentamente de miedo. Fue una
reacción emocional a las cosas que había guardado enterrado dentro de mí durante tanto
tiempo. Ahora, cuando hablo de mi pasado, es como si estuviera hablando de los
problemas de otra persona. Porque he sido sanada y restaurada, mi pasado ya no me
molesta.
Nadie puede ser liberado de un problema hasta que esté dispuesto a admitir que tienen
uno. Un alcohólico, drogadicto o cualquier persona que ha perdido el control de su vida
está condenado a sufrir hasta que puedan decir, “tengo un problema, y necesito ayuda
con ello.”
A pesar de que nuestros problemas pueden haber llegado sobre nosotros en contra de
nuestra voluntad, no tenemos excusa para permitir que el problema persista, crezca e
incluso tome el control de toda nuestra vida. Nuestras experiencias pasadas pueden
habernos hecho de la manera que somos, pero no tenemos que permanecer así. Podemos
tomar la iniciativa tomando medidas positivas para cambiar las cosas, y podemos pedir la
ayuda de Dios. Sea cual sea tu problema, enfréntalo, considera confesarlo a un amigo de
confianza y luego admitirlo a ti mismo.
Es fácil ver que enfocarse en Jesús tiene bastantes beneficios. En primer lugar, cuando le
prestamos atención a Él, no nos enfocamos en los problemas del mundo; Y podremos vivir
con la paz y el gozo de Dios. Otro beneficio de vivir de esta manera es que nos impide
estar continuamente estresados, viviendo en un modo de supervivencia y simplemente
consiguiendo pasar el día.
NO ESPERES EN EL “CUANDO…”
Muchas personas tienen la mentalidad de que serán muy felices y disfrutarán de la vida
cuando… cuando salgan de vacaciones, cuando los niños sean mayores, cuando estén en
la cumbre de la escala del éxito del trabajo, cuando se casen… la lista podría ir
incesantemente. Estoy familiarizada con esto porque hubo un tiempo en que, aunque
amaba estar en el ministerio, no estaba disfrutando de las responsabilidades y actividades
cotidianas que ello involucraba. Tuve que aprender a vivir el momento y disfrutar de lo
que Dios estaba haciendo en mí y a través de mí ahora, no cuando la conferencia había
terminado o cuando pudiera ir de vacaciones.
Realmente quiero que entiendas esto: Dios quiere que disfrutes tu vida ahora, no cuando.
Estoy tan agradecida que tenemos el Espíritu Santo, que vive en cada creyente de
Jesucristo. Él es el Ayudante que nos da la fuerza sobrenatural y la unción para vivir esta
vida cotidiana día tras día con el gozo sobrenatural del Señor. Nehemías 8:10 dice que el
gozo del Señor es nuestra fortaleza. Y necesitamos esa fuerza todos los días.
Es importante entender lo que es el gozo. No se trata de entretenerse todo el tiempo,
conseguir todo como tú quieres todo el tiempo, o reírte todo el tiempo. ¡El gozo puede ser
una alegría extrema o un tranquilo deleite y todo en el medio de eso! Yo soy una persona
seria por naturaleza, así que la definición de “tranquilo deleite” suele ser mi estado de
gozo. Pero una buena risa, es a veces justo lo que tú necesitas.
No es de extrañar que el diablo quiera robar nuestro gozo y nos desanime, deprima y
oprima. Recuerda que el ladrón viene sólo para robar, matar y destruir. Pero no tenemos
que ceder a él y perder nuestro gozo.
¡ALIGÉRATE!
Toma una decisión hoy para disfrutar de tu vida. Si eres demasiado serio, acerca de todo,
¡aligérate! Aprende a reírte de ti mismo y de las cosas que normalmente te frustran.
Recuerda que Dios siempre te ama. Él sabe todo sobre ti y te ama de todos modos. Todos
tenemos cosas acerca de nosotros y en nuestras vidas que necesitamos cambiar, pero
realmente solo cambiarán cuando permanezcamos en Cristo, viviendo con el gozo del
Señor.
Hoy a medida que avanzas en tu día, haz esto tu meta: ¡Regocíjate en el Señor! ¡Como el
gozo del Señor te da fuerza, tú serás capaz de hacerle frente a cualquier problema que
tengas que hacerle frente, y disfrutarás de tu vida mientras lo estás haciendo!
De hecho, no se puede tener una vida positiva y emocionante en una mente negativa.
Pasé muchos años de mi vida infeliz ya que desde el minuto que me despertaba en la
mañana lo comenzaba pensando en cosas negativas, tristes, deprimentes. Ahora puedo
decir verdaderamente que estoy plenamente satisfecha ya que el Espíritu Santo me ha
ayudado a operar en la mente de Cristo (la mente del Espíritu) que está dentro de mí.
Tal vez has pasado años teniendo malos pensamientos basados en un pasado
distorsionado, disfuncional, pero eso hoy puede cambiar.
La Biblia dice que Dios nos ama, pero ¿alguna vez has luchado para creer esto? He
aprendido que, si nunca meditamos en la Palabra de Dios, nunca experimentaremos la
profundidad de Su amor por nosotros.
El amor de Dios está destinado a ser una fuerza poderosa en nuestras vidas, que nos
llevará a través incluso de las pruebas más difíciles a la victoria.
Durante la mayor parte de mi vida, simplemente pensaba en todo lo que caía a mi cabeza.
Mucho de lo que estaba en mi cabeza eran mentiras que Satanás me estaba diciendo o
simplemente cosas sin sentido. El diablo estaba controlando mi vida porque estaba
controlando mis pensamientos.
En la carne somos perezosos y queremos recibir de Dios sin ningún esfuerzo de nuestra
parte, pero esa no es la forma en que funciona. Sólo obtendrás de la Palabra lo que estés
dispuesto a invertir en ella.
Te animo a tomar la decisión de meditar en la Palabra de Dios cada día porque cada
momento que pases absorbiéndola, más virtud y conocimiento recibirás de Dios.
ABUSO Y EL MILAGRO DE LA RECUPERACIÓN
POR JOYCE MEYER
Durante mi infancia fui abusada sexual, emocional, verbal y físicamente. Muchos de
ustedes también han sido maltratados, o han tratado con alguien que viene de un pasado
abusivo y disfuncional.
Abuso verbal: puede ser expresado o silencioso. Expresado: se manifiesta con palabras
agresivas, que dicen que eres defectuoso o inaceptable. Silencioso: se calla y retiene
palabras cariñosas de ánimo y aceptación que ayudan a un desarrollo apropiado.
Abuso físico: consiste en golpes, injusta disciplina, estar encerrado en armarios o cuartos
oscuros y privar a la persona de sus alimentos.
Yo estaba tan amargada por mi pasado y tenía una espina en mi corazón, lo que me hizo
tener la actitud de que todo el mundo me debía un trato preferencial. Yo sentía mucha
lastima de mi misma, especialmente si las cosas no salían a mi manera. Yo era
controladora, manipuladora, temerosa, insegura y áspera. Yo era simplemente alguien con
quien era difícil de llevarse bien y a menudo francamente desagradable. Yo era crítica,
suspicaz y muy negativa. Experimenté mucha culpa y condenación. Yo tenía una
naturaleza basada en la vergüenza; por lo tanto, todo lo que intenté era toxico. Como no
me gustaba quién era, pasé muchos años tratando de ser como alguien más. ¡Estoy segura
de que te podrás imaginar de qué hablo! Yo era un desastre.
En 1976, recibí el bautismo del Espíritu Santo. Hechos 1: 8 habla de recibir el poder de
Dios para ser sus testigos. Observa que no dice hacer testigos, sino ser testigos. La Biblia
dice que debemos ser epístolas vivientes y ser leídas por todos los hombres (ver 2
Corintios 3: 2), la luz en un mundo de oscuridad y la sal de la tierra (ver Mateo 5: 13-14).
Hacerlo es una cosa diferente a serlo. En mi vida exterior brillaba, pero mi vida interior era
una ruina. Muy a menudo la confusión interna explotaba, y entonces todo el mundo podía
ver que no era exactamente lo que parecía ser.
El derramamiento del Espíritu Santo en mi vida me dio un verdadero amor por la Palabra
de Dios y una habilidad para entenderla como nunca antes. 2 Corintios 3:18 dice que mirar
la Palabra de Dios es como mirar en un espejo que nos transforma en Su imagen de gloria
en gloria. He estado cambiando desde entonces. He cambiado, cambiado y cambiado. ¡Y
todavía estoy cambiando! La mayoría de esos problemas se han ido por completo, y el
resto sólo brota de vez en cuando. Incluso me veo diferente, más joven, más feliz, más
tranquila.
2 Corintios 5:17 dice que, si alguno está en Cristo, es una criatura nueva; las cosas viejas
han pasado; y todas las cosas son hechas nuevas. Pero eso realmente no significa que
todo lo que haya pasado se desvanezca. La Biblia Ampliada lo dice de esta manera: ¡He
aquí, lo fresco y lo nuevo ha llegado! En otras palabras, sin Jesús no hay esperanza para lo
nuevo de la vida. El pasado siempre afecta el futuro sin el poder de Dios para vencerlo.
Pero incluso con Jesús, no somos automáticamente libres del pasado. Cuando lo fresco y
lo nuevo llegan, hay oportunidad de ser libre. Pero debemos dar a la Palabra de Dios un
lugar exaltado en nuestras vidas. Debemos encarar la verdad tal como ella nos es revelada
en Su Palabra, y entonces la verdad nos liberará a medida que se actúa sobre ella.
“No importa lo que hayas experimentado en tu pasado o todos los problemas que
tengas. ¡Dios hará un milagro para ti, Él te cambiará conforme a la imagen de Jesucristo
y te dará una nueva vida digna de ser vivida!”-Joyce
Hace años cuando estaba luchando contra el cáncer, Dios puso en mi corazón llenar mi
mente con las siguientes cosas, luego hablarlas en voz alta tan a menudo como pudiera.
Yo pensé y dije: “Dios, yo sé que Tú me amas.” Yo creo que todas las cosas funcionan para
bien a aquellos que te aman y son llamados de acuerdo a Tu propósito. Pongo mi
confianza en Ti, y no temeré “(Romanos 8:28, 35-39, Josué 1: 9, Proverbios 3: 5)
No importa el tipo de enfermedad con la que estás luchando, te animo a enfocarte en las
cosas que son positivas y llenas de esperanza de la Palabra de Dios. Piensa, soy bendecido,
y cada día me estoy haciendo más fuerte-el Señor renueva mi fuerza. Recibo sanación
porque Jesús murió para quitar la enfermedad y dolencia. Dios tiene un gran plan para mi
vida, y estoy esperando grandes cosas para mi futuro. ¡Algo bueno me va a pasar hoy!
(Isaías 30:18, 40:31, 53: 5, Efesios 1: 3, Jeremías 29:11)
Ahora Dios está preocupado por el hombre que está escondido en el corazón, que es
nuestra vida interior. Nuestra vida interior es lo que pensamos. Y como dice la escritura
anterior, la manera en la que pensamos determina cómo vivimos y quiénes somos. Es por
eso que tenemos que pensar acerca de lo que estamos pensando.
Es tan importante para nosotros entender esto porque si no aprendemos a llevar a todos
los pensamientos cautivos a la obediencia de Cristo (ver 2 Corintios 10: 4-5), no viviremos
la vida por la que Jesús murió para darnos, una vida de paz con Dios, paz con nosotros
mismos, grandiosas relaciones, gozo real y la capacidad de llegar a ser todo lo que Dios
nos ha creado para ser. Se trata de elegir creer lo que Dios dice (la verdad) más de lo que
creamos a nuestros sentimientos, lo que digan otras personas o a nuestras circunstancias.
La Biblia habla específicamente de tres cosas que debemos hacer para desarrollar una
mente que esté de acuerdo con Dios. Quiero compartir los beneficios de cada una de
ellas.
Una manera práctica de lograr estas tres instrucciones de parte de Dios es tener una
sesión de reflexión todos los días. Simplemente siéntate y di: “Voy a pensar en algunas
cosas adrede”. Luego pasa un tiempo pensando en las escrituras que renueven tu mente
con la verdad de lo que Dios dice sobre ello, acerca de Su amor por ti, Su plan para ti,
Cómo Él quiere que vivas y te comportes … Usa una concordancia para encontrar versos
que cubren áreas con las que estás luchando o necesitas saber más. Quiero animarte a
que escribas algunos de ellos y los pongas en lugares donde los veas todos los días, como
el espejo del baño o el refrigerador.
Sí, todos estamos tentados a hablar negativamente, pero no tenemos que ceder a esa
tentación.
Para cambiar nuestras palabras, tenemos que empezar a pensar en lo que estamos
pensando, y luego hacer algunos cambios reales.
Debido a que había encontrado tantas decepciones, tenía miedo de creer que algo bueno
me pudiera pasar. Había desarrollado una perspectiva terriblemente negativa acerca de
todo.
Si yo hubiera continuado creyendo esas mentiras sobre nunca superar mi pasado, nunca
hubiera superado mi pasado.
Y como las dos están unidas, mi boca no iba a enderezarse hasta que mi mente lo hiciera.
Cambiar tus palabras y pensamientos definitivamente no es algo fácil de hacer, pero con
la ayuda de Dios todas las cosas son posibles.
Habrá días en que tengas contratiempos, solo retrocede, quítate el polvo y empieza de
nuevo.
Cuando un bebé está aprendiendo a caminar, se cae muchas, muchas veces antes de que
gane la confianza para caminar. Fallar de vez en cuando, lo cual harás, no significa que
seas un fracaso. Simplemente significa que no haces todo bien todo el tiempo.
Antes de aprender a vivir con esta actitud, luché con dos cosas con las que el diablo a
menudo me atacaba: la duda y la incredulidad.
La duda y la incredulidad son un gran problema para los cristianos. Estas son negativas y
desalentadoras. Nos hacen tomar pobres decisiones, que hacen la vida difícil. Nos hacen
decir cosas como: “Ojalá pudiera perder peso”, o “Ojalá mis hijos se comportaran”, o
“Ojalá pudiera mantener mi casa limpia”, o “Ojalá tuviera mejores relaciones”.
Necesitamos dejar de desear cosas y decidir cambiar nuestra mente de que Dios nos
ayudará a tener sabiduría para tomar buenas decisiones y a superar nuestras pruebas y
tribulaciones, si ponemos nuestra fe en Él.
LUCHA
Otra manera en que luchamos con la duda y la incredulidad es pensando que Dios no nos
ayudará porque no hemos hecho todo bien. O creer que Dios está dispuesto a ayudar a
otras personas, pero a mí no.
Pero Dios no espera de nosotros la perfección. Dios trabaja en nuestras vidas a través de
la fe. Él quiere que confiemos en Él, creamos en Él, tengamos fe en Él y tengamos una
actitud positiva y esperanzadora. Él quiere que tengamos la expectativa de que Él haga
cosas buenas en nuestras vidas.
Cada día tienes que decir: “Hoy algo bueno me va a suceder. ¡Apenas puedo esperar para
ver lo que Dios va a hacer en mi vida el día de hoy! ”
Y especialmente necesitas decir esto cuando el diablo trate de inundar tu mente con
dudas. La forma de combatir al diablo es abrir la boca y decir lo que Dios dice. No deje que
el diablo use tu mente como basurero.
Entonces, ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo creer en Dios y vivir por fe? Romanos 10:17 (NVI)
nos dice cómo: “La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios”.
La clave aquí es la Palabra de Dios. Necesitamos amar la Palabra de Dios e ir tras ella como
si fuéramos a buscar comida cuando realmente tenemos hambre. Cuando estamos con
hambre, generalmente hacemos lo que tenemos que hacer para conseguir comida.
La Palabra de Dios es medicina para nuestra alma y la comida que necesitamos para
mantener nuestro espíritu fuerte. Tiene poder inherente para cambiar nuestras vidas
cuando se mezcla con la fe. Al estudiar y hablar la Palabra, asegúrate de hablar también de
las cosas buenas que Dios ha hecho y no de los problemas. ¡Decide dudar de tus dudas!
En Lucas 4, cuando Jesús estaba en el desierto, el diablo vino a tentarlo. Cuando el diablo
le habló, Jesús respondió: “Está escrito …” y citó la Palabra de Dios. Él usó la Palabra como
un arma para superar las mentiras del enemigo.
ALIMENTA TU FE
Podemos hacer lo mismo. Podemos responder a los pensamientos que el diablo trae a
nuestra mente con la verdad de la Palabra de Dios. Podemos alimentar nuestra fe con la
Palabra, en lugar de alimentar la duda con las mentiras del diablo. Y cuando pasas tiempo
con personas que alimentan tu fe, esto animará tu fe en Dios.
Rechaza ser un cristiano perezoso y rehúsa a una actitud pasiva y apática. Siendo
determinado a hacer tu parte para construir tu fe. Nunca te des por vencido ¡Y derrotarás
la duda y la incredulidad!
“Las otras mujeres de mi mesa habían sido liberadas de sus problemas”, dijo ella, “pero yo
seguía lidiando con los míos, y ahora me doy cuenta de por qué. Dios me dijo que hiciera
exactamente las mismas cosas que Él le dijo a las otras mujeres que hicieran. La única
diferencia fue que hicieron lo que Él les pidió que hicieran, y yo no.”
¿Alguna vez tuviste la sensación de que Dios quería que trataras con algo que no
abordaste completamente la primera vez? Yo sí, y no es una sensación particularmente
buena. Cuando nos encontramos en una situación como esa, tenemos que estar
dispuestos a retroceder y hacerle frente a ese problema. En otras palabras, necesitamos
terminar lo que empezamos.
Tal vez tengas a alguien en tu vida que necesites perdonar. O simplemente necesitas
comenzar a comer bien o ser un mejor administrador de tu tiempo, talentos y recursos. O
tal vez estás conformado con lo menos en un área determinada de tu vida cuando Dios
quiere que sigas Su plan para hacer algo más grande. Podría darte cientos de ejemplos.
Pero la conclusión es que, con la ayuda de Dios, somos capaces de hacer todo lo que Él
nos pide que hagamos. Y tenemos que ser diligentes con respecto a seguir presionando en
hacer lo que sea necesario para hacer el trabajo bien.
“No hay nada mejor que tener la paz, la justicia, la alegría y la satisfacción de saber que
has terminado lo que Dios te ha dado para hacer.
“No hay nada mejor que tener la paz, la justicia, el gozo y la satisfacción de saber que has
terminado lo que Dios te ha dado para hacer. La recompensa es mucho mayor que
cualquier precio que tengas que pagar. Puede que no te sientas bien mientras estás
pasando por el proceso de llegar allí, pero cuando se termina, tienes ese sentimiento
satisfactorio de saber que hiciste lo que Dios puso en tu corazón para hacer. ¡Puedes
sentarte, relajarte y ver a Dios moverse!
Quiero animarte a asociarte con Dios para cuidar cualquier asunto inconcluso que puedas
tener en tu vida. Es increíble lo rápido que puedes experimentar la libertad si simplemente
haces lo que Dios te ha pedido que hagas por Su gracia y termines lo que empezaste.
QUÉ HACER SI ESTÁS CANSADO DE MANTENERTE
FUERTE
POR JOYCE MEYER
¿Alguna vez has notado cómo un montón de diferentes pensamientos pasan por nuestras
mentes todos los días? Algunos son buenos, otros malos. Desafortunadamente, nuestra
tentación natural es centrarnos en lo malo; Así que aceptarlos no toma ningún esfuerzo. El
esfuerzo viene cuando estamos decididos a echar abajo los pensamientos negativos, y
tomar una firme comprensión de los positivos.
Las batallas se luchan en nuestra mente todos los días. Cuando empezamos a sentir que la
batalla es demasiado difícil y queremos darnos por vencidos, debemos elegir resistir los
pensamientos negativos y estar decididos a sobreponernos a nuestros problemas.
Debemos decidir que no vamos a darnos por vencidos.
Cuando nos bombardean las dudas y temores, debemos tomar posición y decir: “¡Nunca
me daré por vencido, ¡Dios está de mi lado, Él me ama, me está ayudando, y lo voy a
lograr!
En Gálatas 6: 9, el apóstol Pablo simplemente nos alienta a ¡seguir adelante! ¡No seas
débil! No tengas ese viejo espíritu de “darte por vencido”. Dios está buscando gente que
encuentre la valentía para sobreponerse por encima de todo lo negativo y perseguir lo
positivo.
¡Sea lo que sea que estés enfrentando o experimentando ahora en tu vida, quiero
animarte a permanecer positivo y negarte a ¡darte por vencido! Dios está contigo. Él te
ayudará a hacer progresos espirituales, fortaleciéndote y animándote a continuar
manteniéndote durante los tiempos difíciles. Es fácil renunciar, pero se necesita fe para
seguir adelante hacia la victoria.
REPROGRAMA TU MENTE
Cuando la batalla parece interminable y piensas que nunca lo lograrás, recuerda que estás
reprogramando una mente “mundana” para pensar como Dios piensa. De la misma
manera que las computadoras están programadas, nuestras mentes también están
programadas.
Desde el momento en que nacemos, nuestras mentes son como computadoras que han
sido por mucho tiempo programadas con basura. Pero Dios el mejor “programador de
computadoras” está trabajando en nosotros todos los días para reprogramar nuestras
mentes mientras cooperamos con Él (ver Romanos 12: 2).
Cuando un bebé está aprendiendo a caminar, se cae muchas y muchas veces antes de
desarrollar la capacidad de caminar sin caerse; Sin embargo, el bebé es persistente. Él
puede llorar por un tiempo después de que se cae, pero siempre se recupera e intenta de
nuevo.
Yo solía pensar que Dios estaba decepcionado de mi cuando yo cometía errores. Pero Dios
sabe cada decisión que vayamos a tomar, Él nos ama de todos modos, y Él sabe que Él
puede cambiarnos si permanecemos en Su Palabra.
Durante seis años compré mis calcetines y ropa interior en las ventas de garaje.
¡Estábamos totalmente en banca rota y yo enseñaba de la prosperidad!
No sólo eso, simplemente no era popular para las mujeres predicar en ese entonces.
Perdimos amigos y tuvimos miembros de la familia que no querían tener nada que ver con
nosotros.
Fue muy difícil y veces quise renunciar a ello. Pero hoy estoy muy contenta de haberme
quedado con Dios porque hay personas de todo el mundo que han sido ayudadas por
nuestro ministerio.
La Escritura nos dice en Mateo 19:29 Y todo el que por mi causa haya dejado casas,
hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la
vida eterna.
Sé que es verdad porque ahora mismo eso es lo que estoy experimentando en mi propia
vida. Si decidimos confiar en la Palabra de Dios y nunca renunciar, tendremos victoria.
LA ACTITUD ES ESENCIAL
Nuestra actitud tiene mucho que ver con cómo Dios obra en nuestra vida.
La esperanza es realmente una actitud positiva. Espera que algo bueno suceda en tu vida.
Dios quiere que seamos prisioneros de la esperanza. En otras palabras, Él quiere que creas
que Él puede cambiar lo que necesite ser cambiado y que puedes hacer lo que sea
necesario que tengas que hacer.
A veces no nos damos cuenta de que una persona realmente puede hacer una diferencia.
Podemos inspirar a la gente que nos rodea simplemente haciendo las elecciones
correctas. Y podemos cambiar el mundo a través de nuestras oraciones, nuestro dar y
alcanzar con el amor de Dios a aquellos que están en necesidad desesperada.
Tú y yo podemos cumplir la visión de Dios para nuestras vidas viviendo con esperanza y
expectativa, siendo apasionados por las cosas que a Dios le apasionan en la vida.
Jesús también experimentó duros momentos…el camino a la cruz no fue algo de poca
importancia, pero Él tuvo que decidir atravesar ese camino. Él incluso le pregunto a Dios si
esto en realidad era necesario. (Pero sabemos cómo esta maravillosa historia de amor
termina.)
¿Te has preguntado por qué nos referimos al día de la muerte de Jesús como Viernes
“Santo”, ya que es pues un día en el que ha habido tanto dolor, agonía y angustia? Bueno,
es porque el resultado de este particular Viernes fue la resurrección de Cristo de entre los
muertos el Domingo, esto fue Sagrado.
En nuestra vida cotidiana, tenemos que creer que cuando pasamos por tiempos difíciles,
el resultado será bueno. Pero cuando estamos sufriendo, probablemente una de las cosas
más difíciles para nosotros recordar es que Dios va a resolverlo para nuestro bien.
Ahora bien, esto no significa que las pruebas son necesariamente buenas, pero Dios
puede hacer que trabajen para nuestro bien porque Él es impresionante. ¡Dios tiene que
ser maravilloso para ser capaz de tomar las cosas malas y usarlas para nuestro bien!
Si amamos a Dios y realmente queremos Su voluntad para nuestra vida, creo que es
seguro decir que podemos confiar en Él y que todo saldrá bien, no importa lo que nos
pase. Incluso si nos hemos desviado debido a nuestra propia estupidez o si somos
inocentes pero alguien más se involucra y trae dolor y sufrimiento a nuestra vida,
podemos confiar que Dios lo resolverá. Me gusta decir, “No hay persona en la tierra ni
diablo en el infierno que pueda detenerme de la voluntad de Dios.”
LA CRUCIFIXIÓN: CRECER EN LOS DUROS MOMENTOS
Es realmente reconfortante creer que las cosas van a funcionar para bien… Incluso en un
día como Viernes Santo cuando nada tuvo sentido y todo fue difícil, Dios lo resolvió todo
para bien, ¡trayendo la mayor bendición que la humanidad haya recibido!
Podemos creer que el viernes fue bueno por el resultado que trajo, no a causa de lo que
sucedió en el momento.
Yo después de haber pasado por un momento muy difícil, he mirado hacia atrás y pienso
que yo no sería ni siquiera la mitad de la persona que soy ahora si eso no hubiera
sucedido. ¿Muchos de nosotros no hemos experimentado esto? ¿No nos gustaría poder
crecer sólo en los buenos tiempos?
Pero parece que sólo crecemos de verdad en los tiempos difíciles. Yo creo que es porque
es en esos momentos es que realmente llegamos a Dios en nuestra relación con Él a un
nivel más profundo. ¿Por qué? Porque tenemos que hacerlo. Es nuestra única opción si
queremos superar la dificultad. Cuando confiamos en Dios, Él nos dará la tranquilidad de
saber que Él puede hacer que las cosas malas funcionen para nuestro bien.
Hebreos 12:2 dice que Jesús, por el gozo de obtener el premio de la otra cara de la cruz, la
resurrección, aguanto el dolor. Como Jesús, tenemos que soportar cosas malas. El
soportar significa aguantar sobre el enemigo, estando firmes el tiempo suficiente para
dejar que esa prueba haga lo que sea que tenga que hacer en nuestra vida y pasar de una
cara de la cruz a la otra.
La mayor parte del tiempo, no sabemos cuánto va a durar el medio, y aunque Dios lo
sabe… Él no lo dice. (¿No es Él grandioso en guardar secretos?) Entonces necesitamos
recordar que si estamos en el medio de una situación, podemos estar seguros de que el
domingo siempre llega después del viernes, pero tenemos que soportar pasar por el
sábado. Tenemos que aguantar sobre el enemigo, estando firmes y no dándonos por
vencidos o renunciando. Cuando lo hagamos, disfrutaremos de los beneficios de la
resurrección y las bendiciones que llegan el domingo.
Sea que seamos golpeados por una circunstancia inesperada, sufriendo por algo que
hicimos mal o resistiendo a la tentación, tenemos que pasar por cosas, pero esperando la
otra cara de los momentos duros, que es el gozo de obtener el premio al buen resultado.
Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano- 1
Corintios 10:13 (NVI)
Todos nos enfrentamos con la tentación— Es una parte inevitable de la vida. La pregunta
no es ¿serás tentado? La pregunta es ¿cuándo sea tentado estaré preparado?
Realmente quisiera que entiendas esto: La tentación puede ser vencida. Deja de decir,
“Joyce, no puedo” Quita el “¡No puedo!” de tu vocabulario.
Por un lado, tienes razón, con tus propias fuerzas y por tus propias habilidades no podrás.
Pero cuando nutras tu corazón con la Palabra de Dios, cuando descansas en las fuerzas del
Señor y confías en las promesas de Él, no hay tentación que no puedas vencer.
A través de los años, me he dado cuenta de cinco cosas que hacen la diferencia y te
ayudarán a vencer las tentaciones. En primer lugar, se necesita ser sabio. Piense acerca de
las decisiones que estás por tomar y analiza las consecuencias de estas decisiones antes
de tomarlas. La sabiduría se enfoca hacia adelante.
Lo siguiente es que tienes que creer que puedes resistir la tentación. La condenación, la
culpabilidad y la vergüenza se alimentan del ímpetu; si logras controlar esas las emociones
a tiempo perderán su poder, pero una vez comienzan a rodar son difícil de frenar. En
tercer lugar, al reflexionar sobre las tentaciones, debemos considerar que forman parte
normal de la vida. Si estás a la expectativa de una batalla, siempre estarás preparado para
luchar.
En cuarto lugar, evita las áreas de debilidad. No te pongas en situaciones en las que
puedas caer fácilmente. Si luchas con la administración de tus finanzas, ¡no te vayas al
centro comercial donde no te alcanzará para comprar las cosas que deseas!
Dios quiere que confíes en que Él te traerá victoria en cada área de tu vida. ¡Por su gracia
es posible alcanzarla!
Oración final: Dios, entiendo que la tentación forma parte de la vida. Ayúdame a no
encontrarme desprevenido ni sorprendido cuando llegue. Gracias por la sabiduría y la
gracia que impartes para que yo pueda sobrellevar cualquier tentación, y para que pueda
vivir en Tu victoria