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Afiliado a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Salesiana – Roma

Incorporado a la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco


RVOE ESLI20111449 del 03 de octubre de 2011

Instituto Superior Salesiano


Licenciatura en Teología

Introducción a la Teología Litúrgica


RESUMEN
Constitución Sacrosanctum Concilium
sobre la Sagrada liturgia

Fray Mayron Jair M. Rojas Jaramillo. O.S.M.

Profesor: Pbro. David Benjamín Martin del Campo.

Tlaquepaque, Jalisco, México


13 de octubre de 2018.
INTRODUCCION

Este sacrosanto Concilio se propone: acrecentar la vida cristiana entre los fieles, adaptar
las instituciones a las necesidades de nuestro tiempo, la unión de cuantos creen en
Jesucristo, e invitar a todos los hombres al seno de la Iglesia. Por eso cree que le
corresponde de un modo particular facilitar la reforma y la difusión de la Liturgia.

La Liturgia y sobre todo el divino sacrificio de la Eucaristía contribuyen a que los fieles
expresen en su vida el misterio de Cristo y la naturaleza de la Iglesia, fortaleciendo
admirablemente sus fuerzas para predicar a Cristo y presenta a la Iglesia a los que están
afuera, para que se congreguen los hijos de Dios que están dispersos.

CAPITULO I
PRINCIPIOS GENERALES PARA LA REFORMA Y FOMENTO DE LA SAGRADA
LITURGIA

I. NATURALEZA DE LA SAGRADA LITUGIA Y SU IMPOTANCIA EN LA VIDA DE LA


IGLESIA

Cristo, el hijo de Dios, el verbo hecho carne, ungido por el Espíritu santo fue instrumento
de nuestra reconciliación y nos dio la plenitud del culto divino, esta obra de la redención
humana Cristo la realizo principalmente por el misterio pascual y del costado de Cristo
dormido en la cruz nació el sacramento admirable de la Iglesia entera.

Él envió a sus apóstoles a predicar el Evangelio a todo criatura y anunciar que el hijo de
Dios con su muerte y resurrección, nos libró del poder de Satanás y nos condujo al reino
del padre; a realizar la obra de salvación mediante el sacrificio y los sacramentos, desde
entonces la Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual en la
cual se hace de nuevo presente la victoria y el triunfo de su muerte y dando al mismo
tiempo gracias a Dios por el don inefable.

En la Liturgia terrena participamos de aquella Liturgia celestial, en donde Cristo está


sentado a la diestra de Dios, cantamos con el ejército celestial el himno de gloria,
veneramos la memoria de los santos y aguardamos la compañía de nuestro Señor
Jesucristo.

La Liturgia es la cumbre de la actividad de la Iglesia, y al mismo tiempo la fuente de


donde emana toda su fuerza. Por tanto, la Liturgia, sobre todo la Eucaristía emana la
gracia de santificación de los hombres y la glorificación de Dios.

II. NECESIDAD DE PROMOVER LA EDUCACION LITURGICA Y LA PARTICIPACION


ACTIVA

La santa Madre Iglesia desea que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena,
consciente y activa en las celebraciones litúrgicas a la cual tiene derecho y obligación en
virtud del bautismo. Por ser esta fuente primaria y necesaria donde los fieles beben el
verdadero espíritu cristiano.

III. REFORMA DE LA SAGRADA LITUGIA

La santa Madre Iglesia dese proveer con solicitud a una reforma general de la misma
Liturgia., porque consta de una parte inmutable por ser divina y de otras partes sujetas a
cambios.
Para que en esta reforma el pueblo cristiano obtenga con mayor seguridad gracias
abundantes, En esta reforma, los textos y los ritos para que expresando con mayor
claridad las cosas santas el pueblo cristiano pueda participar en ellas por medio de una
celebración plena.

Para conservar la santa Tradición debe preceder una concienzuda investigación


teológica, histórica y pastoral de cada una de las partes, además no solo las leyes
generales sino también la experiencia adquirida. No se introduzcan innovaciones sino lo
exige una utilidad verdadera de la Iglesia.

La Sagrada Escritura es trascendental en la celebración litúrgica, porque de ella se toma


todo: lecturas, salmos, oraciones e himnos. Todos estos están penetrados de su espíritu
y de ella reciben su significado. Por tanto, hay que fomentar aquel amor suave y vivo a
la Sagrada Escritura.
Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia.
Pertenecen a todo el cuerpo de la Iglesia, es decir pueblo santo.

IV. FOMENTO DE LA VIDA LITURGICA EN LA DIOCESIS Y EN LA PARROQUIA

El obispo debe ser considerado por sus fieles como el gran sacerdote de su rebaño. Por
eso es útil que todos tengan en gran aprecio la vida litúrgica de la diócesis.

Como al obispo no le es posible presidir siempre personalmente en su iglesia, debe por


necesidad crear comunidades. Entre ellas las parroquias bajo un pastor que hace las
veces de obispo. De aquí la necesidad de fomentar entre los fieles y el clero la vida
litúrgica parroquial.

V. FOMENTO DE LA ACCION PASTORAL LITURGICA

La actividad por sembrar y transformar la sagrada Liturgia se considera como un signo


de las disposiciones providenciales de Dios y el paso del Espíritu Santo por su Iglesia.

Conviene que las asambleas territoriales de obispos establezcan una comisión litúrgica
con la que colaborarán especialistas en la ciencia litúrgica, música, arte sagrado y
pastoral. La comisión tendrá que dirigir dentro de su territorio la acción pastoral litúrgica,
y promover los estudios cuando se trate de adaptaciones que deben plantear a la Sede
Apostólica.
CAPITULO II
EL SACROSANTO MISTERIO DE LA EUCARISTIA

Nuestro salvador, en la última Cena instituyó el sacrificio eucarístico con el cual iba a
perpetuar por lo siglos el sacrificio de la cruz y a confiar a su Esposa, la Iglesia, el
memorial de su muerte y resurrección. Banquete pascual, en el cual se come a Cristo, el
alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura.

La Iglesia trata que los cristianos no asistan a este misterio de fe como extraños, sino
que comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente,
piadosa y activamente en la acción sagrada y sean instruidos con la palabra de Dios.

CAPITULO III
LOS DEMAS SACRAMENTOS Y LOS SACRAMENTALES

Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del


cuerpo de Cristo y, a dar culto a Dios; pero en cuanto signos, también tiene un fin
pedagógico. No solo aceptan la fe, sino que la alimentan, la robustecen y la expresan.
Otorgan la gracia, pero también prepara a los fieles para recibir fructuosamente la gracia,
rendir en culto a Dios y practicar la caridad.

La santa Madre Iglesia formo además los sacramentales, estos son signos sagrados
según el modelo de los sacramentos. Por ellos los hombres se disponen a recibir el efecto
principal de los sacramentos y se santifican las diversas situaciones de la vida.

Efectivamente, la Liturgia de los sacramentos y de los sacramentales hace que, en los


fieles bien dispuestos, los actos de la vida sean santificados por la gracia divina que
procede del misterio pascual y hace también que el uso honesto de las cosas materiales
puede dirigirse a la santificación del hombre y alabanza de Dios.

CAPITULO IV
EL OFICIO DIVINO

Cristo Jesús, al tomar la naturaleza humana, introdujo aquel himno que se canta
perpetuamente en las moradas celestiales, El mismo une a sí la comunidad entera de
los hombres y la asocia al canto de este divino himno de alabanza.

El oficio divino está estructurado de tal manera que la alabanza a Dios consagra el curso
entero del día y de la noche y cuando los sacerdotes, o cuando los fieles oran junto con
el sacerdote, entonces es en verdad la voz de la misma Esposa que habla al Esposo,
más aún, es la oración de Cristo, con su Cuerpo, al Padre.

Aquellos que ejercen esta función, por su parte cumplen la obligación de la Iglesia y, por
otra participan del altísimo honor de la Esposa de Cristo, están ante su trono en nombre
de la Madre Iglesia.
CAPITULO V
EL AÑO LITURGICO

La santa Madre Iglesia considera obligación celebrar en días determinados a través del
año la obra salvífica de su divino Esposo. Su resurrección, cada semana en el día en
que ha llamado “del Señor”, su resurrección con su santa pasión en la máxima
solemnidad de la pascua. Además, desarrolla todo el misterio de Cristo desde la
Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa
esperanza y venida del Señor. Conmemorando así los misterios, abre las riquezas del
poder santificador para que puedan los fieles llenarse de la gracia de la salvación.

La santa Iglesia venera con amor especial a la bienaventurada Madre de Dios, la virgen
María, unida a la obra salvífica de su Hijo, admira el fruto más espléndido de la redención,
y la contempla como purísima imagen de lo que ella, ansía y espera ser.

La Iglesia introdujo en el círculo anual el recuerdo de los mártires y demás santos, que
llegados a la perfección por la multiforme gracia de Dios cantan la perfecta alabanza a
Dios e interceden por nosotros. La Iglesia proclama el misterio pascual cumplidos en
ellos que sufrieron y fueron glorificados por Cristo.

CAPITULO VI
LA MUSICA SAGRADA

La tradición musical, sobresale entre las demás expresiones artísticas, porque el canto
sagrado, unido a las palabras, constituye una parte integral de la Liturgia. En efecto, el
canto sagrado ha sido glorificado tanto por la Sagrada Escritura, como por los santos
padres, los romanos pontífices, empezando por San Pio X. La música sacra, será tanto
más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, expresando la
oración o animando la unión, ya sea enriqueciendo los ritos sagrados.

CAPITULO VII
EL ARTE Y LOS OBJETOS SAGRADOS

Las bellas artes, principalmente el arte religioso y su cumbre, que es el arte sacro, están
relacionadas con la infinita belleza de Dios. Y tanto más pueden dedicarse a Dios y
contribuir a su alabanza y a su gloria y colaborar lo más posible con sus obras para
orientar santamente a los hombres. Por esta razón, la santa Madre Iglesia fue siempre
amiga de las bellas artes, buscó su noble servicio, para que las cosas destinadas al culto
sagrado fueran en verdad dignas y símbolos de las realidades celestiales.
La Iglesia nunca consideró propio ningún estilo artístico, sino que, acomodándose al
carácter y las condiciones de los pueblos y a las necesidades de los ritos, aceptó las
formas de cada tiempo. El arte de nuestro tiempo, y el de todos los pueblos, ha de
ejercerse libremente en la Iglesia.
Conclusión

Este Concilio propone una renovación en la liturgia en especial dentro del rito latino; la
inclusión de los verbos (acrecentar, adaptar, promover, fortalecer) dejan claro que su
intención es incluir y motivar más al crecimiento de lo que conocemos de la Iglesia

Por medio de la liturgia en especial por el sacramento Eucarístico se da la Redención de


la Iglesia, esta debe ser instrumento que nos lleve a ser testimonio en hechos y palabras
de unir nuestra vida a la de Cristo.

En este documento se proponen algunos principios y normas que han ayudado y


ayudan a la reforma y fomento de la liturgia, estos principios se enfocan de forma
especial al rito latino.

“…el sacrosanto Concilio, ateniéndose fielmente a la tradición, declara que la Santa


Madre Iglesia atribuye igual derecho y honor a todos los ritos legítimamente reconocidos
y quiere que en el futuro se conserven y fomenten por todos los medios. Desea, además,
que, si fuere necesario, sean íntegramente revisados con prudencia, de acuerdo con la
sana tradición, y reciban nuevo vigor, teniendo en cuenta las circunstancias y
necesidades de hoy.” N° 4 S.C

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