LO AMBIENTAL: UNA PROBLEMÁTICA COTIDIANA DEL SIGLO XXI

Zúñiga Cruz, Ángel Dámaso

El ambiente en el que vivimos se ha visto modificado muy bruscamente, fuera de una

variabilidad normal, hasta llegar a una dependencia que limita el desarrollo de los seres
humanos y de las demás especies que habitan el globo terrestre. Existen varias
herramientas de medición que muestran el real impacto de la actividad económica, en
mayor medida en el proceso productivo, y sobre esta información determinar las
acciones-particulares o políticas de estado- para lograr una mayor sostenibilidad.

La huella hídrica es un indicador que mide la utilización de agua, ya sea de uso directo
como indirecto por parte de un consumidor o un productor definido como el volumen
total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el
individuo. La huella hídrica per cápita peruana bordea los 650 m3, mientras que la de
China, Japón, España y Estados Unidos tienen 700m3, 1150m3, 2325m3 y 2500m3
respectivamente. Para la obtención de una taza de café se necesita 140 litros de agua,
pero esta comprende el total de agua utilizada desde la siembra, cultivo, obtención del
grano, así como el agua usada en la preparación del café.

La huella de carbono al igual que la huella hídrica es un indicador que mide la producción
de gases de efecto invernadero, en toneladas de dióxido de carbono equivalentes. Este
tipo de mediciones, muestran el impacto de las empresas con el medio ambiente,
sirviendo de medida estándar para la implementación de acciones que reduzcan las
emisiones generadas en el proceso productivo. Los últimos 15 años representaron el
tiempo de mayor conectividad hasta hoy, donde el internet ha cambiado diversos
patrones de convivencia social; más aún toda la plataforma que la integra. Los servicios de
internet generan dicho impacto-aunque en menor proporcio-Una búsqueda de Google
genera 7 grs. de CO2 y se necesitan 143 000 búsquedas de Google para generar una
tonelada de CO2. El uso de las redes sociales lleva implícitamente la generación de CO2,
donde el 53.2% de la energía que usa Facebook proviene de fuentes no renovable como el
carbón. El envío de un mensaje spam genera 0.3 grs. de CO2, y en un año representa el
envió de 65 trillones de correos spam equivalentes a la emisión de gases de 1,6 millones
de automóviles dándole la vuelta al planeta.

Las convenciones de cambio climático, tales como la COP20 y la COP 21, esta última
desarrollada en parís, las cuales reunieron a 196 mandatarios y más de 40 000
participantes, establecieron lineamientos a escala mundial para la consecución de las
políticas a seguir por cada país firmante. Tenemos antecedentes como el protocolo de
kyoto, en la cual se estableció reducir la emisión de los GEI producto de la quema de
fósiles combustibles por más de 150 años. En los recientes años se adoptaron políticas
nacionales como los llamados bonos de carbono, las cuales representan incentivos para
las empresas que reducen las cantidades de CO2 emitidos.

En comercio internacional ha venido implementándose certificaciones que inducen a la

obtención de productos con menores niveles de emisiones de GEI. En los países de la
Unión Europea, para que los productos importados sean comercializados, antes deben de
poseer estas certificaciones. En muchos otros países se realizan tales controles, y con el
paso de los años -las certificaciones-pasaran a ser obligatorios para todos aquellos que
quieran participar en el comercio internacional.

Una de las tendencias que busca retomar el equilibrio entre desarrollo humano y
sostenibilidad son las llamdas Smart Cities, ciudades inteligentes, conformada por
plataformas de interacción que permiten un mejor uso, aprovechamiento y generación de
recursos haciendo uso de las tecnologías de información y comunicación. Las ciudades
inteligentes la conforman desde diminutos sensores los que permiten obtener
información de niveles de CO2, de perturbación sonora, variaciones en las temperatura,
nivel de congestionamiento, etc. hasta los sistemas complejos dentro de las ciudades
teniendo como base las infraestructuras generadoras de su propia energía haciendo uso
de paneles solares o aquellas que aprovechan otros elementos de la naturaleza.

Ante la gran implicancia que tienen las actividades económicas en el impacto hacia el
ambiente, es preciso considerar el gran alcance que representa el cambio marginal de
patrones de interacción, dentro del proceso productivo y las plataformas de interacción
social. En los lineamientos de políticas gubernamentales basadas en los acuerdos de
convenciones internacionales muestran la relevancia de la problemática ambiental,
llegando a la conformación de un presupuesto de US$ 100 000 millones destinado hacia
los países más vulnerables. Además de las tendencias que llevan incrustado el avance
tecnológico muestran la respuesta de los seres humanos frente al problema ambiental.