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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA CIVIL
GEOLOGÍA APLICADA

PRESA JOSÉ TORÁN, ESPAÑA


ESTUDIO DE LA AGRESIVIDAD DE REACCIONES QUÍMICAS HACIA ESTRUCTURAS DE CONCRETO

Profesora: INTEGRANTES:

Cueto, María  Bustamante, Diana


 Cedeño, Yoismar
 Morales, María Gabriela
 Muñoz, Johanna
 Vásquez, Julia
MARCO TEÓRICO

REACCIÓN ALCALI-SÍLICE (RAS)

Se manifiesta en el concreto cuando los


álcalis (sodio y potasio) presentes en el cemento o
de alguna forma externa, reaccionan con ciertos
agregados reactivos silíceos.
La reacción inicia con un ataque de los
minerales silíceos en el agregado por los
hidróxidos alcalinos derivados del álcali (óxido de
sodio Na2O y óxido de potasio K2O)) en el
cemento. Entonces, se forma un gel que altera el
contorno en el agregado y empieza a hincharse Figura 1: Manifestaciones de la RAS en
absorbiendo agua e incrementando su volumen. estructuras.

La expansión provoca deterioración a la pasta de cemento en su imagen externa y daños


internos, donde posteriormente se verán afectados y comprometidos los elementos estructurales
debido al desarrollo de presiones internas como resultado de la reacción química, el cual podría
producir propagación de micro fisuras, las cuales es común observar que parten desde un punto y
se orientan a 120º.
Factores influyentes
1. Propiedades de los materiales: Los áridos que se ven
afectados por la ASR, son aquellos que en su
composición cuentan con minerales silíceos. Los
áridos que componen los hormigones vienen de unas
rocas que se encuentran en un estado distinto a sus
condiciones naturales, por lo que evolucionarán hasta
encontrar un nuevo equilibrio. Esto es lo que se conoce

como reactividad, y dependerá tanto de los minerales Figura 2: Factores influyentes


como de las rocas de las que forman parte estos
minerales. Por un lado, dependerá del tipo de mineral, y de su historia tectónica; y por
otro, de la estructura, tamaño de los granos, porosidad, permeabilidad de la roca y de la
composición.
2. Humedad ambiental: Para que se produzca la reacción álcali - sílice se necesita un cierto
contenido de agua. Se considera que no se producirá daño, o que su evolución cesará, si
la humedad ambiental es inferior al 80 %, suponiendo el aire como la única fuente de
humedad.
3. Temperatura: En general, la velocidad de reacción y la formación de gel aumentan con la
temperatura. Pero hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo, el gel a altas
temperaturas es menos viscoso y se introduce mejor por las fisuras y huecos del
hormigón, pudiendo disiparse en parte la expansión.

Factores externos
1. Sales descongelantes: Evitan que el agua se congele antes de o durante el proceso de
hidratación, mediante la disminución del punto de congelación. Sin embargo, es
recomendable evitar el uso de estas sales, puesto que son químicamente agresivas y
pueden destruir la superficie del concreto.
2. Condiciones ambientales: Las condiciones necesarias para que ocurra la reacción álcali-
agregado son una elevada humedad de ambiente o el humedecimiento y secado cíclico
del concreto.
3. Temperatura: La temperatura tiene un efecto considerable sobre la reacción álcali-
agregado. A temperaturas muy bajas la reacción es demasiado lenta para que ocurra daño
alguno durante la vida de la estructura. A temperatura elevada la velocidad de la reacción
es mucho más rápida y aumenta también la producción del gel de silicato de sodio.
4. Agua de mar y aguas alcalinas de desagües industriales.
Las adiciones minerales que pueden ser utilizadas para mitigar RAS son:

1. Micro sílice: Dada su alta finura y carácter


puzolánico, la micro sílice es altamente
reactiva a Ca(OH)₂. Esta reactividad da a
los productos donde se utiliza una mayor
homogeneidad y reduce la porosidad y
permeabilidad. Como resultado, es posible
obtener hormigón y morteros más densos.
2. Puzolana clase F: Son residuos de carbón
bituminoso ardiendo, que son lo Figura 3: Adiciones minerales
suficientemente finos para ser llevados por
el gas que sale del horno.
Sintomatología:
Los síntomas más comunes de la ocurrencia de reacción álcali-agregado en las estructuras del
concreto son:
 Expansión y deformación de miembros estructurales
 Fisura en forma de Y
 Presencia de gel
 Gotas de gel que pueden observarse en la superficie aisladas del concreto o rellenando
fisuras.
Tratamiento:
Una vez que se desencadena la reacción álcalis-sílice en el concreto, ya no se podrá
detener, existen algunos métodos efectivos para desacelerar su avance (diversos métodos de
secado, tratamientos químicos, alivio de la tensión y restricción). Sin embargo, esta reacción
implica una modificación a nivel molecular que no se puede cambiar.

REACCIÓN ALCALI-CARBONATO
La reacción álcali - carbonato se da en hormigones que tienen rocas carbonatadas como
áridos. Hay dos clases de reacciones álcali-carbonato:
a) Las rocas carbonatadas reaccionan con los álcalis presentes en los poros del
hormigón produciendo expansiones y fisuraciones nocivas.
b) Las zonas periféricas de las partículas de árido en contacto con la pasta de
cemento se modifican, desarrollándose bordes sobresalientes entre la partícula y
la pasta alterada que la rodea, tal como se muestra en la siguiente figura:

Figura 4: Reacción álcali-carbonato

Factores que influyen:


a) Alcalinidad: La expansión y fisuración se dan cuando los áridos se usan como árido
grueso en hormigones y cementos con alto contenido en álcalis. Los álcalis provendrán
principalmente del cemento, aunque también pueden provenir de otros componentes del
hormigón y de fuentes externas: adiciones minerales, aditivos, áridos contaminados con
sal.
b) Tamaño del árido: Cuánto menor es el tamaño del árido reactivo, menor es la expansión
observada. Dado que se produce una mayor expansión en el contacto pasta - árido, el
porcentaje relativo de volumen de expansión de las partículas de árido menores es mayor
que el de las partículas más grandes, pero la expansión absoluta es al contrario.

Factores externos:
 Condiciones ambientales
 Temperatura
Sintomatología:
Se manifiesta en su forma externa como una red de agrietamientos o fisuras cerradas en
forma de “piel de cocodrilo”, en ocasiones con exudación de gel producto de la reacción, juntas
cerradas, o la simple dislocación de las estructuras hechas de concreto.
Tratamiento:
Las actuaciones para mitigar los efectos de las reacciones expansivas se pueden clasificar en
pasivas y activas. Las primeras son aquellas cuyo objetivo sería detener o ralentizar la reacción y las
segundas las que pretenden solucionar los problemas generados por la reacción, manteniendo la
operatividad de la presa.

 Las actuaciones pasivas se centran en impedir el paso de agua al cuerpo de la presa, ya


que una fuente de agua externa es necesaria para el desarrollo de la reacción. Estas
medidas pueden ser la impermeabilización, la inyección, el sellado de juntas o una
combinación de las anteriores.
 Las actuaciones activas tienen distintos objetivos, pueden estar destinadas a aliviar
tensiones y evitar movimientos (cortes) o a estabilizar la presa (anclajes, incrementos de
sección).

CICLOS HIELO-DESHIELO

Cuando el hormigón alcanza un grado de


saturación tal que cuando las temperaturas
descienden y se produce la helada, el agua carece
de espacio suficiente para expandirse. De esta
forma, se produce una variación en la temperatura
de congelación en diferentes puntos del hormigón
de modo que al descender la temperatura el agua de
los poros de mayor diámetro se hiela antes que la
de los poros más finos apareciendo una presión Figura 5: Descascaramiento de las superficies
hidráulica sobre las paredes de dichos poros lo que de concreto
puede dañar al hormigón. Posteriormente, la subida
de las temperaturas descongela el hielo formado para posteriormente producirse otra nueva
saturación de agua y repitiéndose el ciclo cuando vuelvan a descender las temperaturas.
La constante repetición de este ciclo puede causar el descascaramiento o delaminación
local de una superficie terminada de concreto endurecido.
Factores que influyen
a) La presencia de cantidades excesivas de sales de cloruro de sodio o calcio pueden
provocar el descaramiento y además incluir ataques químicos severos sobre la superficie
del concreto.
b) Cualquier operación de acabado que se ejecute en presencia de agua de exudación
(sangrado) sobre la superficie. Si el agua de exudación se reincorpora dentro de la
superficie de la losa, se produce una elevada relación agua/cemento y por lo tanto una
capa superficial de baja resistencia. El exceso de trabajo de la superficie durante el
acabado reducirá el contenido de aire en la capa superficial, haciéndola susceptible al
descascaramiento en las condiciones de congelación.
c) Curado insuficiente: La falta de curado frecuentemente da lugar a una capa superficial
frágil, que sufrirá de descaramiento si es expuesta a la congelación y el deshielo en
presencia de humedad y de sales de deshielo.
Factores externos
Temperatura: La temperatura juega un papel importante puesto que los cambios radicales
crean los ciclos de hielo y deshielo, por tal motivo la mezcla debe incluir suficientes cantidades
de aire incorporado.
Sintomatología:
Luce como una especie de desprendimiento de la superficie del concreto, generalmente
comienza en pequeñas zonas aisladas, que después pueden fusionarse y extenderse a grandes
áreas. El descascaramiento ligero no expone al agregado grueso. El descascaramiento moderado
expone el agregado y puede incluir pérdidas de hasta 1/8 o 3/8 de pulgada del mortero
superficial. En el caso de descascaramiento severo la mayor parte de la superficie se pierde y el
agregado está claramente expuesto y sobresale.
Adiciones minerales
Un concreto expuesto a ciclos de congelación y deshielo debe tener aire incorporado. Los
grados de exposición severos requieren de contenidos de aire de un 6 a un 7 por ciento en
mezclas de concreto fresco elaboradas con agregados de ¾ de pulgadas o de 1 pulgada. En
grados de exposición moderada, donde no se emplearán sales de deshielo, será suficiente con 4 a
6 por ciento de aire incorporado. Es necesario utilizar un concreto con aire incorporado de
asentamiento moderado y de calidad adecuada. En general un concreto con resistencia de 24.5
Mpa para los ciclos de hielo/deshielo y uno de 28 Mpa cuando es necesario emplear
descongelantes, son suficientes para prevenir el descascaramiento.
Tratamiento para superficies con descaramientos:
La superficie reparada será tan resistente como la superficie base a la cual está adherida,
por lo tanto, la superficie a reparar deberá estar libre de suciedades, aceites o pintura. Se debe
utilizar cincel y martillo, chorro de arena, lavado a alta presión, o taladro para remover todo el
material frágil y que no esté sano. La superficie limpia, rugosa y sólida estará entonces lista para
un recubrimiento adherido que puede ser:
a) Recubrimiento de concreto a base de cemento portland
b) Recubrimiento de concreto modificado a base de látex
c) Mortero de reparación de base cementante modificado con polímeros.

ATAQUE POR SULFATOS


Este tipo de compuestos reaccionan fundamentalmente con los componentes del cemento,
dando lugar a una serie de nuevas sustancias cuyo volumen es, en la mayoría de los casos, mayor
que los productos de reacción. Este incremento de volumen provoca un hinchamiento diferencial
en el seno del hormigón cuyas tensiones internas asociadas pueden superar la resistencia a
tracción del material, causando la fisuración.
Factores influyentes:
1. Cemento: El cemento Portland incorpora yeso en su proceso de fabricación, como
regulador del fraguado.
2. Áridos: El contenido en yeso de un árido debe limitarse (recomendable 4,5 % si se
emplea cemento Portland normal y 6 % si se emplea resistente a sulfatos).
3. Agua: Para considerar la importancia del papel del agua en el ataque sulfático del
hormigón, hay que tener en cuenta factores como la permeabilidad del suelo, si el agua
circula o está estancada, y la localización del nivel freático. La zona más atacada es la
zona en la que oscila el nivel de agua, ya que se produce cristalización de las sales y esto
agudiza el ataque. La circulación de agua también es más peligrosa que cuando está
estancada, ya que, en este caso, la renovación de sulfatos es continua.
4. Modo de construcción: Las vigas fabricadas sin ningún tipo de compactación muestran
altos contenidos en sulfatos después de cinco años, que se concentraban preferentemente
en las zonas más rugosas de la superficie del hormigón.
Fuentes externas:
a) Aguas subterráneas: Los sulfatos más peligrosos se encuentran en suelos y aguas
subterráneas. También las rocas seleníticas en la cimentación pueden producir ataques
por sulfatos.
b) Aguas marinas: La acción química del agua marina sobre el hormigón se debe
principalmente al sulfato de magnesio. El sulfato de magnesio reacciona con el hidróxido
de calcio de los cementos Portland para dar sulfato de calcio e hidróxido de magnesio. De
todas formas, en presas, no será esta la fuente de los sulfatos.
c) Aguas del embalse: Las rocas yesíferas en la zona del embalse pueden producir ataque
por sulfatos.
Sintomatología:
Esta reacción origina aumento de volumen en el sólido, expansiones, rupturas y
ablandamiento del concreto, pues los sulfatos reaccionan con el aluminato de calcio hidratado.
Tratamiento:
a) Saneado: Consiste en eliminar todas las partes sueltas o mal adheridas, con objeto de
dejar una superficie resistente y coherente para la posterior colocación de los materiales
de reparación. De esta forma se eliminan sólo las partes sueltas, y no las partes
resistentes.
b) Limpieza: Consiste en eliminar, de la superficie del hormigón y del acero, todas las
partículas que puedan disminuir la adhesión de los materiales que se van a poner encima.
La superficie de hormigón debe quedar libre de polvo, suciedad, lechadas y restos de
otros oficios.
c) Pasivación y puente de adherencia: Consiste en la aplicación de una lechada o
imprimación sobre la superficie del acero expuesto, previamente limpio. Este producto
tiene la doble función de pasivar la armadura impidiendo la posterior corrosión y de
promover la adherencia con las posteriores capas a aplicar.
d) Regeneración: Consiste en la colocación de un mortero, en las zonas donde se haya
perdido o saneado el hormigón, hasta conseguir devolver la estructura al perfil que tenía
previamente.

ANÁLISIS DE LA PRESA JOSÉ TORÁN


La Presa de José Torán fue construida sobre el cauce del río Guadalbarcar y sus obras
finalizaron en 1992.
El embalse pertenece a la cuenca de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y se
encuentra ubicado en la provincia de Sevilla España. Fue construido entre 1983 y 1991, siendo
inaugurado en 1991, y llamado así en honor del ingeniero de caminos José Torán Peláez, sus
principales usos son de riego, abastecimiento, navegación, baño y pesca.
El Embalse de José Torán está situado en el cauce del río Arroyo Guadalbarcar/Víbora,
formando parte de los municipios de Constantina, Lora del Río y Puebla de los Infantes, en la
provincia de Sevilla en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla.

Figura 6: Ubicación de la presa José Torán


DATOS DEL EMBALSE
CUENCA: Guadalquivir
PROVINCIA: Sevilla
MUNICIPIO PRESA: Lora del Rio
RÍO: Guadalbarcar
TIPO DE PRESA: Bóveda, Hormigón
USO: Abastecimiento y riego
AÑO FINAL DE CONSTRUCCIÓN: 1991
ALTURA: 77 m
PERÍMETRO: 50 km
SUPERFICIE: 716 ha
VOLUMEN DE ALMACENAMIENTO: 113 hm3
CAUDAL ECOLÓGICO: 63 l/s
PRECIPITACIÓN MEDIA: 850 mm/año

A la presa se accede fácilmente desde Lora del Río, el embalse se encuentra a unos 12 km
de esta localidad.

Figura 7: Vista de la presa tipo bóveda José Torán

Geología de la provincia de Sevilla


En el caso de Sevilla, estamos en un territorio que, desde el punto de vista geológico,
abarca dos zonas completamente diferentes: los relieves situados al Norte del valle del
Guadalquivir (Sierra Morena), formados por rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas muy
antiguas (de edad paleozoica, es decir, entre 540 y 250 millones de años) y los relieves béticos
situados al Sur del valle del Guadalquivir, formados por rocas exclusivamente sedimentarias y
todas ellas mucho más jóvenes que las
anteriores. La edad de éstas últimas es
Mesozoico (250-65 millones de años) y
cenozoico (65 millones de años hasta la
actualidad). Cada una de las dos zonas
constituye lo que se conoce como un
cinturón orogénico, lo que significa que
representan zonas de la corteza terrestre
intensamente deformadas (afectadas por
pliegues, fallas, etc.). En el caso de las
rocas de Sierra Morena esta
deformación ocurrió a finales del
Paleozoico. Por el contrario, la
deformación en las rocas de la
Cordillera Bética es mucho más Figura 8: Mapa geológico de la provincia de Sevilla
reciente: empezó hace unos 25 millones
de años y aún no ha finalizado. Esta es la razón por la que todavía hay terremotos en esta región,
por ejemplo, los ocurridos en los últimos años cerca de Morón de La Frontera.
Entre Sierra Morena y la Cordillera Bética se instala la Depresión del Guadalquivir que,
desde el punto de vista geológico, representa una verdadera frontera entre estas dos zonas. De
hecho, el valle y su cuenca sedimentaria asociada son consecuencia directa de la interacción de
las otras dos zonas. Si se hace un sondeo en el centro del valle se acabaría perforando las rocas
paleozoicas de Sierra Morena, que son el basamento de la cuenca sedimentaria del Guadalquivir.
Por otra parte, las rocas de los relieves béticos se han desplazado mediante una serie de fallas
sobre las rocas paleozoicas. El apilamiento de los materiales béticos sobre los paleozoicos
produjo el hundimiento de la zona y condicionó la aparición durante el Mioceno de la Depresión
del Guadalquivir, que inicialmente era una cuenca marina conectada con el Atlántico.

Comportamiento de presas frente al ataque sulfático


Una presa debido a sus características particulares tales como: grandes volúmenes de
hormigón, prolongados tiempos de construcción, contacto con agua de embalse y uso de árido de
la zona de ubicación, tienen más riesgo que otras estructuras a estar sometidas a ataques por
sulfatos: en el caso de las presas que se mencionarán más adelante los sulfatos provienen de la
oxidación de los sulfuros existentes en los áridos empleados en la construcción de estas.
En presencia de oxígeno y humedad, los sulfuros se oxidan generando óxido de hierro,
sulfato de hierro y acidez. Estos compuestos reaccionan con los componentes de hidratación del
cemento y causan un ataque ácido y sulfático al hormigón. En esta etapa se generan etringita
secundaria y yeso. Los elementos formados en las dos etapas del ataque tienen sus volúmenes
mayores que los elementos originales, lo que implica una expansión del hormigón, con los
consiguientes efectos a nivel meso y macroestructural.
En el caso de presas, debido a actuación distinta de los agentes oxidantes en los
paramentos, las expansiones ocurren con más intensidad en los paramentos aguas abajo
provocando un desplazamiento de la coronación de la estructura en dirección aguas arriba.
Caso de presa José Torán
Torán es una presa de hormigón
de gravedad de labio fijo compuesta de
8 bloques
Está presenta una similitud con
los síntomas de otras presas cercanas a
ella, que son la presa Graus y la presa
Tavascán, cuyos estudios ya se habían
realizado anteriormente, y se pudo Figura 9: Vista desde aguas arriba de la presa de Torán
detectar la presencia de fisuras de tipo enramado y cambio de coloración de la superficie del
hormigón, además de movimientos de alineación y nivelación de coronación hacia aguas arriba
en los distintos bloques y a su vez se determinó que estos comportamientos anómalos están
relacionados con la oxidación de los sulfuros presentes en los áridos utilizados en el hormigón,
es decir se estaría hablando de una reacción por ataque de sulfatos.
Debido la similitud con los síntomas de las otras presas se hizo un estudio previo para
saber si lo que sucede en este caso es debido a las mismas causas de las presas ya estudiadas.
Para eso, se estudió si la formación geológica en que está ubicada Torán es equivalente a la de
Graus y Tavascán.

Figura 10: Mapa geológico de las zonas de las presas


En el mapa de la zona se observa que la formación geológica de ubicación de las tres
presas es la misma, o sea, hay la predominancia de pizarras y calizas del período cambriano. Por
lo tanto, esta constatación refuerza la idea de que los áridos usados en la presa de Torán tienen
las mismas características de los de Graus y Tavascán. Es decir que los mismos presentan
sulfuros de hierro. Ahora bien, puesto que los áridos empleados en las presas son de la misma
formación geológica y que la sintomatología es idéntica, se pudo concluir que las causas que
afectan la Presa de Torán son las mismas detectadas en Graus y Tavascán, es decir, ataque
sulfático/ácido debido a los sulfuros del árido.

Figura 11: Fotografía de los sulfuros de hierro del


árido

Mediciones
No obstante, para constatar estos resultados se procedió a comprobarlo
experimentalmente.
Una etapa imprescindible para el seguimiento de los estudios del ataque sufrido por el
hormigón es identificar el mineral que causa las patologías observadas. De las 3 presas
estudiadas se realizaron ensayos de Microscopia Electrónica de Barrido (MEB) y de
Difractograma de Rayos X (DRX), sobre muestra con gran cantidad de sulfuro.
En este caso estudiado, hay dos posibles minerales responsables por la aparición de los
sulfuros de hierro, la pirita (FeS2) y la pirrotina (FeS). Por los cuantitativos presentados en la
Figura 4 se observa que la relación azufre/hierro está muy próxima al valor 1. Ahora bien, siendo
el peso atómico del azufre igual a 32 y del hierro igual a 55.6 la relación de la pirita es de
aproximadamente 1.15 y de la pirrotina es de 0.57. Con lo cual este es un primer un indicio de
que el mineral es pirita. Un segundo indicio es la morfología cúbica los cristales, característica
de las piritas. Sin embargo, para confirmación, se hizo el ensayo de DRX con una muestra de
roca con una cantidad mínima de sulfuro y otra muestra con gran cantidad. Los espectros
sobrepuestos se presentan en la siguiente Figura.
Figura 12: Sobreposición de los espectros de la roca

En esta figura se observa que, cualitativamente, lo que hay de diferente son picos que
aparecen en la muestra de roca rica en sulfuro. Ahora bien, en los picos más importantes de
difracción de la pirrotina no se observa picos de difracción en la roca con altas concentraciones
de sulfuro de hierro. Sin embargo, los principales picos de los sulfuros de la muestra concentrada
coinciden con los de la pirita. Por consiguiente, con los indicios de morfología y la relación
azufre-hierro del MEB y la confirmación mediante el espectro de DRX, se concluye que los
sulfuros de hierro presentes en los esquistos analizados son piritas, aunque no se debe descartar
la presencia de pirrotina en pequeñas cantidades o en otras muestras de la zona.
Medidas adoptadas
Se han llevado a cabo numerosas medidas, como impermeabilización del parámetro
aguas arriba e inyecciones y se han sellado las fisuras en el parámetro aguas abajo, sin embargo,
en la actualidad todavía se siguen realizando estudios para determinar la causa de la expansión.

BIBLIOGRAFÍA
 Serafim, G. Aguado, A. Aguillo, L. Chinchon, S. Rio, F. Estudio del comportamiento de
presas de hormigón frente al ataque sulfático. Doctoranda de la Universidad Politécnica
de Catalunya.
 Exposito, I. Balanyá, J. Barcos, L. Bruque, J.M. (2015) La línea de costa del sur de
iberia a finales del Mioceno: un recorrido entre Lora del Río y la puebla de los infantes.
 Moral, F. Balanyá, C.J. Rodríguez, M. Exposito, I. Díaz, M. (2011). Del valle del
Gualquivir a Sierra Morena: un recorrido por la geología de la provincia de Sevilla.

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