Desarrollando un liderazgo

inspirador y práctico en la Iglesia

de Dios del Siglo XXI

José J. Sarracino H.
CAPACITACIÓN A INSTRUCTOR

LÍDERES DISTRITALES
2015
DISTRITO MÉRIDA NORTE
Iglesia de Dios en México, Distrito Mérida Norte.

IGLESIA DE DIOS EN MÉXICO E.C.A.R.

DISTRITO MÉRIDA NORTE
CAPACITACION A LÍDERES DISTRITALES
Contenido.
I. Entendiendo Al Líder Y El Liderazgo Cristiano
II. Cómo Liderar Grupos.
III. Como Liderar Un Ministerio Distrital.
IV. La Integración De Los Ministerios Distritales Con Los Pastores Y Los Otros Ministerios.
V. Liderando Entre Paradigmas, Propuestas Y Proyectos De Otros Niveles.
VI. Responsabilidades Administrativas.

I. ENTENDIENDO AL LÍDER Y EL LIDERAZGO CRISTIANO

La palabra liderazgo define a una influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas
para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común. Quien ejerce el liderazgo se conoce
como líder.

El liderazgo es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones
acertadas para el grupo, equipo u organización que preceda, inspirando al resto de los que participan de
ese grupo a alcanzar una meta común. Por esta razón, se dice que el liderazgo implica a más de una
persona, quien dirige (el líder) y aquellos que lo apoyen (los subordinados) y permitan que desarrolle su
posición de forma eficiente.
La labor del líder consiste en establecer una meta y conseguir que la mayor parte de las personas deseen
y trabajen por alcanzarla. Es un elemento fundamental en los gestores del mundo empresarial, para sacar
adelante una empresa u organización, pero también lo es en otros ámbitos, como los deportes (saber
dirigir un equipo a la victoria), la educación (profesores que consiguen que sus alumnos se identifiquen
con su forma de pensar) y hasta en la familia (padres o hermanos mayores que son tenidos como absoluto
ejemplo por parte de sus hijos, por ejemplo).
Existen distintas clasificaciones de los líderes, que se establecen a partir de diversos criterios. Cuando un
líder es escogido por una organización, se habla de un líder formal. Los líderes informales, en cambio,
emergen de manera natural o espontánea dentro un grupo.
De todas formas, la clasificación más difundida es aquella que refiere al vínculo entre el líder y los sujetos
a los cuales influencia (es decir, sus seguidores).
En este caso, existen liderazgos democráticos, autoritarios y liberales (laissez faire).
El líder democrático es aquel que, en primer lugar, fomenta el debate y la discusión dentro del grupo.
Después toma en cuenta las opiniones de sus seguidores y recién entonces, a partir de criterios y normas
de evaluación que resultan explícitas, toma una decisión.
El líder autoritario, en cambio, es aquel que decide por su propia cuenta, sin consultar y sin justificarse
ante sus seguidores. Esta clase de líder apela a la comunicación unidireccional (no hay diálogo) con el
subordinado.
En cuanto al líder liberal, suele adoptar un papel pasivo y entregar el poder a su grupo. Por eso no realiza
un juicio sobre aquello que aportan los integrantes, a quienes concede la más amplia libertad para su
accionar.
Si el liderazgo es ejercido a partir de cambios en los valores, los comportamientos y los pensamientos de
los miembros del grupo, recibe la denominación de transformacional.

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Las bases para ser un buen líder son: mantenerse al tanto de lo último en el campo en el que se desarrolla
el trabajo, observar la labor de otros líderes y modificar la forma de trabajo siempre que sea necesario.
Por otro lado, las cualidades que debe tener alguien que ejerce el liderazgo son: conocimiento, confianza,
integridad, y, por su puesto, carisma para inspirar a sus subordinados.
Los mejor líderes son aquellos que son visionarios, que son capaces de comprender las situaciones
productivas para la empresa antes de que estas se presenten, son innovadores y están a favor del cambio.
Podemos poner como ejemplo a Bill Gates, un frustrado estudiante de Harvard, que gracias a sus
cualidades de líder fue capaz de fundar una de las empresas más importantes en el sector tecnológico,
Microsoft y, gracias a las decisiones que supo tomar y a que consiguió que empresas influyentes confiaran
en él, se convirtió en la persona más rico del mundo. Él fue capaz de comprender que los ordenadores un
día se convertirían en una parte indispensable de los hogares, y trabajó desarrollando los productos que
lo permitieran, supongo que es el mejor ejemplo de un líder visionario.
Pero tener una buena idea no basta para convertirse en líder, es necesario saber llevarla a cabo y
convencer a los que te rodean de que dicha idea es el mejor invento en el que se haya pensado jamás y
que tiene como objetivo resolver nuestros problemas más importantes. Si conseguimos cautivar al
público con nuestra idea, posiblemente nos convirtamos en un líder visionario y valorado por el entorno.

II. CÓMO LIDERAR GRUPOS.

1)- Desarrollar un pensamiento pragmático.
2)- Demostrar buenos modales y verdadero respeto por los demás.
3)- Conocer de las normas imperantes.
4)- Atender a los detalles.
5)- Desarrollar una clara idea sobre la autoridad y la responsabilidad.
6)- Alcanzar un buen nivel de educación y cultura.
7)- Dar el ejemplo.
8)- Adoptar una postura crítica consigo mismo.
9)- Mantener el orden y la disciplina.
10)- Desarrollar una visión hacia el futuro y las consecuencias de nuestros actos.
11)- Acostumbrarse a la persistencia y tenacidad.
12)- Ser benevolentes.
13)- Pensar en términos no convencionales.
14)- Desarrollar un espíritu antiburocrático.
15)- Aprovechar el entorno y las oportunidades.
16)- Alcanzar un alto sentido del honor y credibilidad.
17)- Desarrollar la capacidad para organizar grupos.
18)- Desarrollar la capacidad para crear y ensalzar tradiciones y símbolos grupales.
19)- Ser capaces de escuchar a los demás.
20)- Desarrollar la capacidad de colocar cada problema en su dimensión apropiada.
21)- Demostrar habilidad para negociar.
22)- Obtener el entendimiento y conocimiento sobre las organizaciones en general.
23)- Desarrollar iniciativa personal.
24)- Escuchar consejos de otros.

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25)- Crear o proponerse un objetivo.

26)- Entender el asistencialismo.
27)- Evitar los rumores.
28)- Adoptar una metodología científica.
29)- No asumir que la culpa es de otros.
30)- Generar un proyecto o estrategia a largo plazo para su organización.
31)- No acostumbrarse a vivir siempre con medidas de emergencia.
32)- Considere al liderazgo como una ciencia.
33)- No ceda poder.
34)- No subestime ni a su gente ni a usted mismo.
35)- Apele a la autodisciplina más que a la disciplina por imposición.

Cómo conducir voluntades

Liderar un grupo de trabajo es poner en funcionamiento una increíble y fabulosa maquinaria compuesta
por seres humanos: justamente al estar integrada por personas, su conducción se vuelve más compleja,
aunque también más interesante.
El líder, además de ofrecer a la organización sus conocimientos técnicos o capacidades intelectuales,
necesita mostrarse apto para lograr que un grupo de personas trabajen como un sólido equipo con el fin
de cumplir los objetivos esperados. Para aprender cómo liderar a un equipo de trabajo es necesario en
principio, entender algunos conceptos básicos, para luego poner en funcionamiento determinadas
metodologías con el objetivo de construir equipos más eficientes y productivos para la organización.

La autoridad
Las organizaciones esperan que el líder sea capaz de influir en el comportamiento de los integrantes del
equipo para lograr los objetivos previstos. El líder representa la autoridad del equipo y tiene la obligación
de cumplir su rol ya que si no lo hace, otro lo hará por él o en el peor de los casos, ese equipo se quedará
acéfalo, formando un grupo de personas que perseguirán objetivos por propio criterio.
Las organizaciones otorgan la autoridad al líder a través de su puesto; esto es lo que se denomina
“autoridad formal”. El puesto le brinda al líder la facultad de mandar, transformándolo en el jefe del
equipo. A su vez, existe otro tipo de autoridad, aquella que la persona se gana por mérito propio,
denominada “autoridad informal”.
La autoridad formal es dada por la organización en tanto la autoridad informal es generada a partir de la
personalidad, de los conocimientos del líder y de sus logros. Ambas resultan muy importantes para
cualquier persona a la hora de liderar un equipo de trabajo.
De esta manera, la autoridad formal se ve reforzada por otra autoridad que la avala gracias a los resultados
que ha demostrado obtener el líder en su gestión y que permite que los colaboradores confíen y respeten
la dirección que éste decide emprender. Ciertas cualidades de la personalidad como la lealtad, la
flexibilidad, el interés por los otros, favorecen a aumentar la autoridad informal del líder.
Una buena conducción de equipo requiere del cuidadoso ejercicio de esta “doble autoridad” (formal e
informal) y esto se alcanza a través de la reflexión, la experiencia y la retroalimentación respecto al propio
desarrollo como líder.

Los Objetivos
El líder es el encargado de establecer los objetivos que debe alcanzar el equipo de trabajo. Si las metas
estuvieran previamente establecidas, el líder tendrá que reunirse con el grupo para definir la forma de
alcanzar las mismas.

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Involucrar al equipo de trabajo, tanto en la fase de definición de objetivos como en la forma de alcanzarlos
es muy importante ya que esto permitirá que adopten un compromiso mayor al sentirlo como algo propio
y generado por ellos.
Cuando los colaboradores son dejados de lado respecto al proceso de establecimiento de objetivos y a
cómo alcanzarlos, disminuye el esfuerzo que están dispuestos a brindar debido a que entienden que se les
está imponiendo algo “desde afuera”.
Los objetivos representan el propósito del equipo y deben ser bien claros. Si los integrantes no tienen bien
en claro el propósito, los esfuerzos se verán fragmentados. La función del líder es explicar la relación que
existe entre la estrategia de la organización y el propósito del equipo, y cómo el grupo logra volverla más
competitiva.
La comunicación que se establece entre el líder y el equipo es de vital importancia: la comunicación se
transforma en una gran arma para el líder quien debe ser capaz de expresarse de tal forma que logre
mantener al equipo unido y orientado a los objetivos.

Métodos para construir equipos efectivos

A la hora de liderar con efectividad a un grupo es necesario contar con métodos probados para conseguir
armar equipos sólidos y motivados para producir excelentes resultados para la organización. Para saber
cómo liderar un equipo de trabajo, el líder deberá considerar las siguientes cuestiones:
 Explicar con claridad las expectativas. El líder debe ser claro respecto a los resultados que espera
obtener de su equipo de trabajo. Y para ello, deberá asegurarse de que cada integrante haya
comprendido las razones de dichas expectativas, manteniendo un nivel de transparencia en su gestión.
A su vez, su función será brindar el tiempo necesario para analizar y discutir las variables, intercambiar
puntos de vistas, planificar los fondos, los recursos, etc.
 Desarrollar el máximo nivel de compromiso por parte del equipo. Para conseguir que los colaboradores
se comprometan totalmente con “la causa”, deben sentir que su función dentro de la misión es
importante. A su vez, deben percibir que son valorados por la organización. El líder debe ser capaz de
que el grupo de trabajo adopte como “suyo” los retos del equipo para que se sientan verdaderamente
motivados y comprometidos.
 Los integrantes del equipo deben ser aptos para el trabajo que se les encomienda. Eso significa que cada
uno de ellos debe contar con la formación y/o la experiencia necesaria para cumplir sus tareas a
conciencia y en forma correcta. Es importante que el líder conozca los antecedentes y la formación
académica o técnica de cada colaborador y sepa establecer la función adecuada para cada uno. El
equipo no funcionará correctamente si alguno de sus integrantes no se encuentran capacitado para
cumplir con su rol.
 Llevar a cabo una planificación para efectuar una medición y el control permanente de los resultados
obtenidos en cada área. Para que un equipo funcione bien, es necesario realizar un seguimiento de
todas las actividades que se realizan dentro del grupo y solicitar un reporte del rendimiento de las
mismas. El líder debe ser capaz de planificar una metodología de medición y control que a la vez, genere
motivación y cohesión en el grupo.
 Ser paciente con el equipo de trabajo. El líder debe entender que el buen funcionamiento de un grupo
no se logra de un día para el otro. Para ello, es conveniente organizar reuniones de equipo, ya sea para
corregir desencuentros, como para desechar aquellas barreras que obstaculizan “el fluir normal” del
grupo.

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III. COMO LIDERAR UN MINISTERIO DISTRITAL.

 Conocer la naturaleza del ministerio en cuestión.

 Estar consciente del personal al que se dirige.
 Detectar o establecer los objetivos y la proyección de dicho ministerio de acuerdo a las
necesidades del grupo internas y externas.
 Tener en claro la proyección real de la iglesia en general, del distrito y el territorio.
 No perder de vista los dos enfoques generales de trabajo de la iglesia: hacia adentro y hacia afuera.
 Reunir un equipo distrital de trabajo
 Levantar una visión distrital inclusiva.
 Recibir o conseguir y entender las informaciones nacionales y distritales del ministerio.
 Ocuparse de transmitir a los pastores, líderes locales e iglesias lo que es necesario a fin de que el
ministerio de todas las iglesias se involucre y participe como se debe en lo que concierne a su
ministerio.
 Recibir los reportes locales de su ministerio y con ellos rellenar el formato de reporte distrital, el
cual deberá enviar al Territorio a través del supervisor de distrito.
 Revisar mensualmente la condición de los ministerios locales, a través de la revisión del reporte
que envía cada iglesia, a fin de estar al tanto de las necesidades de las iglesias locales en relación
al ministerio a su cargo.
 Representar al Distrito en toda reunión o evento de su ministerio al que sea convocado.
 Procurar mantenerse en comunicación con el líder territorial de su ministerio a fin de mantenerse
al corriente de los programas y proyectos propios.
 Estar representado en cada junta de reporte distrital a fin de informarse, promover y hacer su
labor administrativa.
 En comunicación con el supervisor de distrito, idear los programas y proyectos necesarios para
mantenerse atendiendo y dirigiendo bien a su ministerio.
 La labor del líder distrital se realiza a través de cada pastor local y de las directivas distritales.
 Organizar reuniones periódicas de informaciones y ministración con el equipo distrital de trabajo.
 Organizar anualmente un evento plenario con su ministerio. (congresos, retiros,
confraternidades,…etc.)

IV. LA INTEGRACIÓN DE LOS MINISTERIOS DISTRITALES CON LOS PASTORES Y LOS OTROS MINISTERIOS.
 Comunicación abierta.
 Agenda en equipo.
 Ubicados en un mismo proyecto de trabajo.
 Unificación de programas y/o eventos similares.
 Reconocer el papel del pastor y su autoridad en su iglesia local.
 Los ministerios son, proceden y dependen de las iglesias locales bajo la autoridad de cada pastor.
 Los ministerios distritales existen para reforzar, ayudar para el trabajo pastoral.
 Interdependencia es la base para el buen funcionamiento.
 El diálogo permite integrarse para alcanzar los mismos objetivos.
 Debe existir y fomentarse la mutua cooperación.

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V. LIDERANDO ENTRE PARADIGMAS, PROPUESTAS Y PROYECTOS DE OTROS NIVELES.

 Paradigma es un término de origen griego, "parádeigma", que significa modelo, patrón, ejemplo.
En un sentido amplio se corresponde con algo que va a servir como modelo o ejemplo a seguir en
una situación dada. Son las directrices de un grupo que establecen límites y que determinan cómo
una persona debe actuar dentro de los límites.

 En el caso de la iglesia se refiere a los formatos de ministerio que existen y son los usados por la
mayoría, dados como los validos o únicos en algunos casos.

 Le toca al líder distrital conocer, entender y trabajar con estos paradigmas existentes, promoverlos
o mejorarlos, de acuerdo a las necesidades y realidades actuales locales.

 Al mismo tiempo de que debemos tener en cuenta lo establecido y a partir de ahí proponer el
trabajo distrital, debemos evaluar lo funcional y proponer lo que resulte necesario para una mejor
atención a la realidad distrital.

 El líder distrital debe siempre mantener presente y en claro sus prioridades como líder de un
ministerio distrital: el contexto local, el fortalecimiento y la mejoría de la iglesia misma y, la
necesidad de cumplir con nuestra Gran Comisión en el mundo.

VI. RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS.

 Reuniones.

 Reportes

 Informarse

 Informar

 Promover

 Modelar.

 Evaluar.

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