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Universidad Da Vinci de Guatemala

Maestrìa en Docencia Universitaria


Tècnicas Didàcticas I

“Los desafíos de la didáctica en la educación superior”

Silvia Leticia Villatoro Argueta


Escuintla 10-11-2018
Introducción

Didáctica proviene de la voz griega “didactike” que proviene a su vez de las voces
“didacken” y tekne” que significan “enseñar” y “arte”, respectivamente. Según planteaba
J.A. Comenius: “.....artificio universal para enseñar todo a todos”... arte de enseñar a
aprender”.
En síntesis, la Didáctica se puede considerar como una rama de la Pedagogía como ciencia|
Pedagogía]], al desarrollo de la cual como ciencia contribuyó la misma. La Didáctica en sus
inicios tenía como objeto de estudio la actividad del maestro, es decir enseñar solamente
(de ahí el nombre que se le concedió en un momento determinado: teoría de la enseñanza”)
sin tener en cuenta su relación con la actividad del alumno: el aprendizaje.

La didáctica se puede considerar como una rama de la Pedagogía y al desarrollo de ésta


como ciencia contribuyó la Didáctica, considerada independiente por mucho tiempo.

La Didáctica tiene que ver con el proceso de Instrucción, sin embargo la unión con el
Proceso educativo(que lleva a la formación de sentimientos y convicciones y que no estaba
explícitamente expresado en su concepción original) es algo que no se puede dejar de
expresar actualmente.
Origen y desarrollo de la didáctica
La didáctica , concebida en el siglo XVII, fue la base sobre la cual se fincó el desarrollo
ulterior de la pedagogía como disciplina educativa. La didáctica aportaba los saberes que el
docente necesitaba para poder afrontar las situaciones que le demandaba la educación,
concebida como una tarea mucho más amplia que la enseñanza. “La didáctica llega al siglo
XX con profundas tensiones sobre sus diversas perspectivas: el denominado ‘modelo de la
escuela tradicional’ es confrontado con diversos postulados del movimiento escuela nueva
o escuela activa. Los conflictos entre ambas perspectivas, lejos de resolverse, forman parte
del debate cotidiano en este campo del conocimiento. La didáctica se presenta a sí misma
como una disciplina compleja, pero con gran legitimidad en el ámbito educativo” (Díaz
Barriga, 2009, p. 18). Después, hemos sido testigos de cómo en la segunda mitad del siglo
pasado la didáctica fue gradualmente desplazada por la teoría del currículo, cuyo origen y
tradición remite a otras coordenadas muy distintas a las de la didáctica (Díaz Barriga,
1999).

También se refiere a una noción de orden que no sólo se vincula con la cuestión de los
contenidos (de lo particular a lo general, de lo simple a lo complejo, de lo concreto a lo
abstracto, una sola cosa a la vez), sino que permite establecer, asimismo, una visión
centrada en el método (primero los sentidos, luego la presentación de las cosas, después la
correcta comprensión de lo expuesto), una concepción incipiente de plan de estudios (los
estudios correctamente organizados posibilitan un mejor aprendizaje), y, finalmente, un
orden de comportamiento: la disciplina escolar.
Ejemplo: Cuando enseñamos matemática debemos buscar estrategias que faciliten el
aprendizaje y que permitan abrir el interés a los estudiantes, cuando decimos partir de lo
particular a lo general implica dar información de aplicación para luego enseñar paso a paso
como se realiza cada procedimiento o formula que deba utilizarse.
Cuando los niños inician en las escuelas desde kínder sabemos que el enfoque es que
aprendan a leer y escribir sin embargo su preparación inicia con bases especificas (aprenden
a sostener un crayón, identifican que es un cuaderno, identifican que es un docente,
conocen un libro para colorear) después de identificar todos los elementos de su entorno
inician a pintar y desarrollar habilidades que les permitirán dibujar objetos para luego
identificarlos.

Cambios en la Educación Superior contemporánea


Los cambios que la sociedad contemporánea está afrontando son de tal envergadura que los
sistemas educativos, en todo el mundo, se han visto en poco tiempo literalmente sacudidos.
La ciencia y la tecnología evolucionan a un ritmo vertiginoso, con lo que el conocimiento
reciente corre el riesgo de convertirse pronto en obsoleto. El poder de las sociedades se
basa en su capacidad para producir y aplicar nuevos conocimientos de forma innovadora.
Hoy más que nunca cobra vigencia el lema: «conocimiento es poder». Las universidades
tienen como materia prima la generación de nuevos conocimientos, de ahí que mientras
mayor sea su capacidad en este terreno, mayores serán sus fortalezas. Pero esto significa un
gran lance que obliga a las instituciones de educación superior a replantear sus modelos de
formación. El desafío es de tal calibre que incluso se ha llegado a señalar la necesidad de
«reinventar la escuela».
Es por ello que los países desarrollados, en los últimos años, han puesto en marcha amplios
proyectos de reforma educativa que buscan nuevas formas de atender las demandas y
exigencias de la sociedad del conocimiento, conscientes de que no pueden seguir
respondiendo con las fórmulas que lo hacían antes. En el discurso de estas reforma, se
plantea la necesidad de un cambio de paradigma, lo que significa que el proceso educativo
no puede continuar centrado en la enseñanza o, lo que es lo mismo, en el profesor. Se trata
de reemplazar un paradigma de enseñanza por un paradigma centrado en el aprendizaje.
Esto quiere decir volver la mirada al alumno y sus necesidades de aprendizaje, durante
tanto tiempo descuidadas por la escuela. Aunque esta idea deberá tomarse con reservas,
porque de ningún modo significa descuidar la figura del profesor, quien requerirá aprender,
desaprender y reaprender nuevas competencias (Stoll, Fink y Earl, 2003; Moreno Olivos,
2009b).
Ejemplo: Cada docente debe seleccionar estrategias que sean acordes a la comprensión del
aprendizaje, debe identificar los estilos de aprendizaje de sus estudiantes para que sea fácil
la comprensión de los contenidos. En la antigüedad el docente era el centro de atención en
la enseñanza y se dejaba a un lado al estudiante ya que debía ser el estudiante el que debía
adaptarse a las estrategias que le eran fácil al docente para desarrollar el tema, no
importando si esas estrategias eran complicadas para los estudiantes.
Aulas sobrepobladas.

La democratización de los sistemas educativos en el mundo ha producido que cada vez más
arriben al aula, jóvenes de estratos socioeconómicos que antes permanecían al margen de
los beneficios de la educación superior pública, con lo que se ha dado el fenómeno de
masas de las aulas universitarias. Esto, desde luego plantea nuevos lances al profesorado
que en la cotidianidad tiene que lidiar con aulas saturadas, heterogéneas y diversas, lo que
requiere un cambio importante en las formas de organizar y conducir el proceso de
enseñanza. Con aulas sobrepobladas es difícil implementar metodologías que propicien una
atención personalizada del alumno; el apoyo y el tiempo que el profesor puede dedicar a
cada uno de sus alumnos se verán limitados, por lo que tiene que recurrir a propuestas más
convencionales, tales como: clases tipo conferencia, exposiciones orales, trabajo en grupos,
exámenes escritos…Pero la ratio profesor-alumno no puede ser un obstáculo insalvable
para el cambio, habrá que buscar un balance entre una pedagogía frontal y una pedagogía
horizontal, y gradualmente, transitar hacia esta última.

Diversidad del alumnado.

Este punto está estrechamente relacionado con el anterior, al ser más heterogénea la
población escolar el profesor tiene que recurrir a una gama también mucho más variada en
cuanto a las metodologías de enseñanza-aprendizaje por emplear en el aula, de modo que su
instrucción pueda dar respuesta a los diversos intereses, necesidades, expectativas y
proyectos de los alumnos. Esto exige un cambio en la formación continua del profesorado,
que, en el mejor de los casos, ha estado orientada al manejo de un grupo-clase promedio.
Será necesario reemplazar estos modelos de formación estandarizados por otros más
flexibles, abiertos y heterogéneos. En definitiva, se trataría de apostar seriamente por una
pedagogía diferencial (Meirieu, 2002; Perrenoud, 2010).
Ejemplo: Hoy en dìa tenemos el problema que las instituciones públicas aceptan
demasiados estudiantes en los salones de clase debido a que la situación económica obliga a
los padres de familia a enviar a sus hijos a establecimientos públicos para cursar Tercero
Bàsico ò Diversificado, sobre poblar un salòn de clase dificulta realizar una clase más
personalizada ya que es difícil interactuar con todos los estudiantes y no permite brindarle
el tiempo necesario para evaluar su avance. Las universidades tienen el inconveniente que
reciben estudiantes de diferentes áreas y normalmente no vienen con una preparación
académica estandarizada porque provienen de establecimientos diferentes y la labor del
docente universitario al querer nivelar el conocimiento es complicado porque los tiempos
son limitados.
Las estrategias metodológicas.

En consonancia con estos enfoques curriculares, se proponen metodologías activas de


enseñanza-aprendizaje -algunas poco novedosas- las cuales han tenido escasa aceptación y
no han logrado ser incorporadas al repertorio de competencias del profesorado de
educación superior, que, en general, carece de formación didáctico-pedagógica.
Entre las propuestas metodológicas más recurrentes se encuentran: el aprendizaje basado en
problemas, el método de proyectos, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje colaborativo,
el aprendizaje por descubrimiento, el estudio de casos, los incidentes críticos, la enseñanza
situada, etc. Cada una de estas estrategias daría para escribir un artículo. No es esta la
pretensión, sólo queremos ilustrar que una didáctica para la educación superior en la
actualidad cuenta a su disposición con un menú amplio de métodos y dispositivos para
organizar y gestionar el trabajo en el aula, si lo que se busca es promover una participación
activa de los educandos en su proceso formativo hasta lograr cierta independencia. Todas
estas propuestas metodológicas demandan un rol distinto del profesor que se convierte en
guía, mediador, facilitador y orientador del proceso, siendo el alumno el protagonista y
responsable principal en la construcción de su propio aprendizaje, por supuesto, siempre
con la asesoría y acompañamiento del profesor, quien le ofrece andamiajes que
gradualmente le irá retirando hasta lograr una mayor autonomía en su proceso de
aprendizaje.
Ejemplo: El enfoque Constructivista permite al estudiante contribuir a la construcción del
aprendizaje con la supervisión del docente, bajo este enfoque el docente pasa a ser
facilitador del aprendizaje y genera autonomía en el estudiante.
Las organizaciones demandan profesionales con capacidades diferentes, que sean capaces
de: Trabajar en equipo, que tengan buenas relaciones interpersonales, que sean tomadores
de decisiones, que aprendan a solucionar conflictos y que sean buenos negociadores.
Cierre

Los medios de enseñanza son todos aquellos componentes del proceso docente- educativo
que sirven de soporte material a los métodos de enseñanza para posibilitar el logro de los
objetivos.

Los medios de enseñanza y aprendizaje responden a la interrogante ¿ Con que enseñar y


aprender?, están constituidos por objetos naturales o conservados o sus representaciones,
instrumentos o equipos que apoyan la actividad de docentes y alumnos en función del
cumplimiento del objetivo.

La evaluación es el proceso para comprobar y valorar el cumplimiento de los objetivos


propuestos y la dirección didáctica de la enseñanza y el aprendizaje en sus momentos de
orientación y ejecución. La evaluación es un proceso regulador en la dirección del proceso
de enseñanza- aprendizaje en la cual intervienen docentes y estudiantes.

Las distintas maneras en que se manifiesta externamente la relación profesor- alumno, es


decir, la confrontación del alumno con la materia de enseñanza bajo la dirección del
profesor.
Conclusión

En el enfoque tradicional de la didáctica se aprecian categorías generales y fundamentales,


éstas últimas denominadas componentes; y además éste centra su estructura teórica en un
sistema de principios didácticos. De ahí que también resulte una característica distintiva del
mismo que no distingue de forma explícita la parte “estática” del proceso, es decir, la
concepción o diseño de la parte “dinámica”, la ejecución.

Referencias

Álvarez de Zayas, Carlos. Didáctica: la escuela en la vida. Editorial Pueblo y Educación, La


Habana, 1999.
Álvarez de Zayas, C. M. (1989). Fundamentos teóricos de la dirección del proceso docente
educativo en la educación superior. Ciudad de la Habana: MES.
Fuentes G., H. (1994). Fundamentos de didáctica de la educación superior. Centro de
Estudios de Educación Superior (CEES) "Manuel F. Gran". Universidad de Oriente.
Fuentes González, H. y colaboradores.”La didáctica con un enfoque holístico- y
configuracional”. Material en soporte magnético. CeeS” Manuel F. Gran” Universidad de
Oriente, Santiago de Cuba, 2000.
Ramírez Urizarri, L. A. “DIDÁCTICA: TRES ENFOQUES PARA SU ESTUDIO”
Conferencias de Metodología de la investigación educativa, para el Doctorado Curricular.
Formato digital. CEdEG ISP ”Blas Roca Calderío” Granma, 2005.

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