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UNIVERSIDAD ANDRES BELLO

FACULTAD DE EDUCACIÓN

SOLEMNE 1

NOMBRE: EVELYN SAMANTHA RAMIREZ PONCE DE LEÓN


CARRERA: PROGRAMA DE PEDAGOGÍA EN ENSEÑANZA MEDIA PARA
LICENCIADOS
RAMO : CURSO DE GESTIÓN E INNOVACIÓN EDUCATIVA
FECHA : 12 DE SEPTIEMBRE DE 2018

La administración educativa se refiere a la administración de los sistemas educativos,


a la administración del desarrollo educativo, a la función que asume la responsabilidad de
asegurar el cumplimiento de las políticas educativas. Hoy en día, esta última esta suscrita a
un paradigma teórico-práctico, el cual, desconfiado de la innovación y las transformaciones
ofrecidas por la globalización, promueve una conducta empresarial, resistente a los cambios
exigidos por la comunidad educativa. Esta burocracia, resta flexibilidad, rapidez, calidad y
sentido a los distintos procesos de la administración educacional, extinguiendo la motivación
de una comunidad educativa acostumbrada a las rutinas, amedrentada por políticas y
lineamientos que rozan lo corporativo. Y es que hoy en día, la administración educativa,
sigue políticas de control y sometimiento las cuales la transforman en un equivalente a la
administración empresarial: un conjunto de funciones que busca la subordinación funcional
y la previsibilidad de resultados, una especie de psicometría de la educación en donde, la
rigidez del modelo se aleja de los discursos constitucionales, de las necesidades y urgencias
de la ciudadanía, de una sociedad de derechos. En ese contexto, Malpica (1980), señala, en
su estudio de la administración educativa en los países andinos, que se caracteriza por:

[…] la plétora de personal y de recursos asignados a los servicios administrativos en


desmedro de la prestación de servicios directos a la población. También por el
formalismo y el legalismo que impera excesivamente en el accionar de las
administraciones, restándoles dinamismo, eficacia y oportunidad. Mas aún, el
burocratismo representa también la inadecuada aplicación del poder y de los medios
a cargo de las autoridades de los entes administrativos, en relación con los fines y
políticas del sistema; es el caso en el cual la administración pierde de vista su función
de servicio, y se sirve más bien ella de los medios que le han sido asignados, para sus
propios fines. (p.9)
El burocratismo puede repetirse también en los diferentes niveles y ámbitos del
sistema educativo, restando flexibilidad y eficiencia al sistema y a menudo frenando los
intentos de innovadores y reformistas, estableciendo una cultura de tolerancia cero al cambio,
una política de control y castigo (si es requerido) de las practicas que se desarrollan en el
sistema educativo. La UNESCO, señala:

Los mecanismos de supervisión penalizan las conductas singulares no previstas,


considerándolas conductas desviadas, transgresoras. Las estructuras altamente
desacopladas introducen diques de contención adicionales a los procesos de
comunicación, multiplican las retraducciones parciales de las decisiones generales, o
desconocen la existencia de problemas generales. (p.11).
En base a lo anterior, es evidente la estructura jerárquica predominante en el sistema,
un organigrama con distintos niveles de supervisión y control, el cual le otorga trazabilidad
al sistema educativo. Según este modelo, el centro educativo de cualquier establecimiento
administra la enseñanza: tomando objetivos, cumpliendo las decisiones de otros, ejecutando
políticas. En base a estas últimas, la identidad misma del sistema administrativo educacional
establece las relaciones entre las partes de la comunidad educativa. En ese sentido, la
UNESCO señala:

[…] educativas, la estandarización reglamentaria, el control externo y formal, el


desacople estructural, el desprecio de la cooperación, el bloqueo de la innovación y
la visión trivial sobre el funcionamiento real del sistema educativo, pueden resumirse
en la disociación entre lo pedagógico y lo administrativo, al punto de relegar y ocultar
las discusiones educativas. (p. 12)
La cultura burocrática ha hecho de las escuelas los lugares donde menos se discute de
educación. En ese sentido, la pérdida del sentido pedagógico es el primer desafío que se debe
abordar, a través de actividades reflexivas, en donde toda la comunidad educativa,
democráticamente y sin distinciones, cuestione el sentido de las diferentes actividades y
procesos que se desarrollan los distintos niveles del sistema educativo.

Luego, después del dialogo y cambiando la perspectiva burocrática de la educación,


a mediano plazo es posible modificar la administración escolar y, en particular, las rutinas
formalistas de desempeño y de control, especificándolas y con ello, por tanto, adaptándolas
a situaciones diferentes y cambiantes.
Finalmente, luego de haber generado instancias de diálogo y lograr cambios de
hábitos, es necesario modificar el control ejercidos a través de indicadores formales a las
distintas entidades educativas. De esta forma, las instituciones educativas deben redefinir los
procesos administrativos, abandonando la burocracia y tendencias corporativas. Por ejemplo,
las instituciones educativas no pueden ser administradas económicamente según sus
resultados de éxito o KPI educativos (en chile, por ejemplo, un KPI sería un puntaje SIMCE)
si no, por el contrario, requiere una administración estatal que garantice el derecho a la
educación y la equipartición de los recursos. Esto último, es un cambio a largo plazo el cual,
hoy en día, se desarrolla a través de la estatización de la educación.

Y, ¿cómo se implementan estos desafíos en establecimientos educativos? A través de


liderazgo pedagógico. Se entiende por liderazgo al “conjunto de prácticas intencionadamente
pedagógicas e innovadoras. Diversidad de prácticas que buscan facilitar, animar, orientar y
regular procesos complejos de delegación, negociación, cooperación y formación de los
docentes, directivos, funcionarios, supervisores y demás personas que se desempeñan en la
educación” (p.28), en base a esto, el liderazgo en los establecimientos educativos chilenos
aluden, principalmente, a que el sistema que asegura la calidad de la gestión educativa surge
en base a líderes capaces de conducir el proceso de instalación de gestión (Thieme 2002: p.
98).

Para que exista un buen liderazgo escolar, es importarte conducir los sentimientos,
actitudes, opiniones y prácticas al mejoramiento del clima escolar. Por lo mismo, los
directores deben ejercer gestión acompañado de liderazgo que fortalezcan las capacidades
para así mejorar la calidad de la educación.

Uribe (2005: p. 102) destaca que el liderazgo docentes y directivos como un factor
clave para convertir a la escuela como organización con cultura de calidad.

Para terminar, es necesario tener en cuenta que en cualquier proceso de gestión


educativa en cualquier establecimiento educacional, es de suma importancia no solo para la
planificación, sino también para llevar a cabo innovaciones y transformaciones de cada uno
de ellos, enfocándose en la mejoría de los aprendizajes de los alumnos.
Bibliografía:

Unesco. (2000). Desafíos de la Educación: Diez módulos destinados a los


responsables de los procesos de transformación educativa. Buenos Aires: IPEI Buenos
Aires, Instituto internacional de planeamiento de la Educación.

Malpica, C. (1980). La administración de la educación y sus relaciones con la


planificación y con la investigación. Paris: Rae Eugène-Delacroix.

Thieme, J. (2002). Liderazgo y eficiencia en la Educación primaria. El caso de Chile.


Tesis doctoral. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona.

Uribe, M. (2005). El liderazgo del docente en la construcción de la cultura escolar de


calidad un desafío de orden superior. OERALC UNESCO, Revista PRELAC.

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