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RESPETABLE LOGIA

FENIX Nº 167
VALLE DE RANCAGUA

TRABAJO DE CAMARA
DOCENCIA

“FRANCISCO DE MIRANDA, EL HOMBRE Y MASON ”

Q.·. H.·. MIGUEL ALFONSO VALLEJO SOLARI


PRIMER GRADO – CAMARA APRENDICES
LUNES 06 DE AGOSTO DE 2018 E.·. V.·.
A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.

“Entre las diversas maneras de matar a la libertad, no hay ninguna más


homicida para la republica que la impunidad del crimen o la proscripción de
la virtud” (Francisco de Miranda)
INTRODUCCION
De cierto me ha resultado muy complejo poder iniciar un relato coherente respecto
a la figura de este personaje histórico dada la gran cantidad de información
desinformada que existe respecto a él, han sido varios los historiadores masones
que no encontraron evidencias concretas de la iniciación de Francisco Miranda en
la masonería, sin embargo si existen testimonios de otros grandes personajes de la
historia mundial que aseguran que Miranda fue iniciado en la masonería, entonces
para poder dar curso a este tema e ilustrar, con mis precarios conocimientos, para
tener alguna cercanía con esa realidad es que abordare el tema desde dos
dimensiones, una la del hombre y la otra como masón.
EL HOMBRE

Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinosa, conocido como Francisco


de Miranda nació en Caracas, 28 de marzo de 1750, Hijo de un comerciante que
hizo una vida en Venezuela y allí acumulo su fortuna, hizo sus estudios básicos y
sirvió a su país. Estudió en la Universidad de Caracas y se enlistó en el ejército
español en 1771. Combatió en el norte de África, en las Antillas y en la intervención
contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; en
1781, su participación en el sitio de la colonia británica de Pensacola (Florida) le
valió el ascenso a teniente coronel. Miranda vio en la emancipación estadounidense
el ejemplo a seguir para la América hispana, y animado por este ideal se lanzó, por
lo que le quedaba de vida, a luchar contra la dominación colonial española. Recorrió
Europa y Estados Unidos defendiendo la causa de la independencia
hispanoamericana, a imagen de lo que habían hecho las antiguas colonias
británicas del continente, Miranda comenzó a ver en ello un trasfondo útil que venía
de los enciclopedistas y los filósofos ilustrados, el pensamiento liberal que lo lleva a
pensar en la libertad de América hispana y la lucha contra la colonia.

Durante su estancia en Francia, apoyó la Revolución Francesa, que le nombró


mariscal de campo, y prestó sus servicios para la conquista francesa de los Países
Bajos (1792-1793). Por su actuación en la victoriosa batalla de Valmy (20 de
septiembre de 1792) fue ascendido a general, y al mando del Ejército del Norte tomó
las ciudades de Amberes y Roermond; pero su superior, el general francés
Dumouriez (que más tarde se pasaría a los austriacos) lo responsabilizó ante la
Convención de las derrotas de Maestricht y Nearwinden. Defendido por Chauveau-
Lagarde, quien brindó uno de los testimonios más hermosos acerca de su
trayectoria y servicios en favor de la libertad, Miranda fue absuelto de todos los
cargos. Con la llegada al poder de los jacobinos y el inicio del Terror (1793), fue
víctima de las persecuciones del Comité de Salvación Pública contra los girondinos
y sus simpatizantes; encarcelado de nuevo, fue absuelto tras la caída
de Robespierre.

Presidió luego una junta de representantes de las colonias españolas de América


(fundada en París en 1797), que respaldó su campaña en busca de apoyos
internacionales. En 1806 regresó a Venezuela, habiendo conseguido promesas de
ayuda por parte de la zarina Catalina II de Rusia, del presidente
norteamericano Thomas Jefferson y, sobre todo, de William Pitt el Joven, primer
ministro de Gran Bretaña, de cuyos intereses geoestratégicos se convirtió en
agente.

Miranda pretendía formar un único Estado hispanoamericano independiente desde


el Mississippi hasta la Tierra del Fuego, para el cual había proyectado una
constitución, ideado un nombre («Colombia») e incluso diseñado una bandera (la
actual de Colombia, Venezuela y Ecuador). Pero su primer intento de desembarcar
en Ocumare fue rechazado por el capitán general de Venezuela; y un segundo
desembarco en Coro no despertó la adhesión que esperaba por parte de los criollos,
por lo que regresó a Europa en busca de refuerzos (1807).

La invasión de España por las tropas de Napoleón Bonaparte en 1808 creó en las
colonias americanas una situación de desconcierto y vacío de poder, que los
independentistas aprovecharon para lanzar su levantamiento con más garantías de
éxito: Miranda fundó el periódico El Colombiano, desde el cual coordinó los
movimientos independentistas que estallaron simultáneamente y con características
semejantes en toda Hispanoamérica en 1810; en aquel año regresó a Venezuela, a
instancias de Simón Bolívar y de la junta revolucionaria formada en Caracas.

Un Congreso proclamó la independencia de Venezuela al año siguiente, adoptando


una Constitución inspirada en la de los Estados Unidos. Pero Miranda no fue tomado
en cuenta para formar parte de las nuevas autoridades ejecutivas, y se recurrió a él
únicamente para hacer frente al ejército realista que, con el objetivo de liquidar la
insurrección, se estaba preparando en Puerto Rico, al mando de Domingo de
Monteverde. La flamante República puso a Miranda al frente de las fuerzas rebeldes
y le otorgó plenos poderes para detener el contraataque español (23 de abril de
1812).
Sin medios para organizar un ejército eficaz, Miranda tomó la razonable decisión de
rendirse tras la caída de Puerto Cabello, plaza defendida por Bolívar, pero aunque
contaba con el respaldo de patriotas de la talla de Juan Germán Roscio, Francisco
Espejo y José de Sata y Bussy, la firma de la capitulación (24 de julio de 1812) fue
entendida como un acto de traición por parte de algunos jóvenes oficiales
como Carlos Soublette, Miguel Peña y el mismo Bolívar. Desacreditado por sus
errores políticos y militares, y enfrentado tanto a los republicanos radicales como a
los terratenientes conservadores, fue arrestado por Bolívar y entregado a los
realistas, que le enviaron preso a España, donde murió en San Fernando, Cádiz,
el 14 de julio de 1816.

EL MASON
Francisco de Miranda, como ya los describi fue un político, militar, diplomático,
escritor, humanista e ideólogo venezolano, considerado “El Precursor de la
Emancipación Americana” contra el Imperio español. Conocido como “El Primer
Venezolano Universal” y “El Americano más Universal”, fue partícipe de la
Independencia de los Estados Unidos, de la Revolución Francesa y posteriormente
de la Independencia de Venezuela, siendo líder del “Bando Patriota” y gobernante
de la Primera República de Venezuela durante esta última, siendo Dictador
Plenipotenciario y Jefe Supremo de los Estados de Venezuela.

Napoleón decía que Francisco de Miranda era un Quijote, pero sin la locura.

Sobre Francisco de Miranda se han tejido diversas hipótesis en las que se dice y
desdice sobre si fue o no Mason.
El Historiador masón, Seal Coon, miembro de la logia de investigación histórica Ars
Quatour Coronaty de Londres, quien escribiera un trabajo sobre Bolívar Masón,
donde reproduce una copia certificada del acta de su recepción al grado de
compañero. Publicó otro minucioso escrito sobre Miranda donde admite no haber
encontrado motivo alguno para pensar que Miranda hubiera pertenecido a la
Masonería, y que eso no le restaba ningún mérito como personaje histórico.

Hay otra historia en la que se cuenta que luego de estar preso en cuba y salir en
libertad, se fue a estados unidos. Al tiempo de haber llegado, se instala en Filadelfia,
donde conoce y entabla, una gran amistad, con los generales Washington y
Lafayette, uniéndoseles a su gesta libertaria en contra de la corona Británica.

Varios historiadores masónicos norteamericanos y franceses aportan valiosa


información sobre la actividad masónica del caraqueño Francisco de Miranda, de
quien aseguran que se inició en 1783, en una logia de Filadelfia, muy frecuentada
por el famoso general francés Lafayette.
No hay datos sobre el día y el mes. Por las contingencias derivadas de la guerra, al
parecer se perdieron los archivos de la logia donde Miranda recibió la luz masónica.
De lo que se sabe es que Lafayette fue su padrino de iniciación. Existen muchas
referencias sobre la asistencia de Miranda a logias de Nueva York y de sus tertulias
con George Washington en locales masónicos.
Por esa inexactitud en la fecha de iniciación de Miranda, en Filadelfia, algunos
historiadores demasiado ortodoxos, también han puesto en duda la iniciación del
precursor en los Estados Unidos.
Otros investigadores aseguran que Miranda se inició en la masonería en París,
Francia, en 1797, meses antes de su regreso a Londres. Pero esas teorías pierden
fuerza con las referencias publicadas por diarios ingleses en 1785, donde hablan de
las reuniones masónicas de Miranda con intelectuales y personajes de la nobleza.

Al citar esas evidencias, un historiador británico, llegó a la conclusión de que


Miranda se inició en Filadelfia, Estados Unidos, en 1783; recibió el grado de
compañero en Londres, en 1785; y el grado de Maestro, en París, en 1797. Esa
cronología parece la más ajustada a la verdad, ya que guarda relación con el
recorrido de Miranda por esos países.
En 1798, regresó a Londres, donde fundó la logia la Gran Reunión Americana.
Desde aquí trabajó con fuerza para preparar la expedición libertadora de Venezuela.
Esta logia es cuestionada por algunos historiadores masones, porque se salía de
los rituales, para dar preponderancia a los ideales de la causa republicana.

Los trabajos en la "Gran Reunión Americana", no se basaban tanto sobre


simbología o el catecismo masónico, como sobre las ideas de la Revolución
Francesa y la necesidad de libertar a las colonias españolas en América.
En las reuniones de la logia Miranda conoció al chileno, Bernardo O’Higgins, con el
cual entabló una gran amistad.
Luego de más de un año, Miranda le expone a O’Higgins, todos los planes libertarios
que había estado madurando. Sorprendido por la igualdad de criterios y opiniones
sobre el tema, O’Higgins le cuenta a Miranda, la historia y hazañas de Lautaro, el
gran cacique Araucano, que defendió y reconquisto el suelo de Arauca. Nació
entonces la idea en Miranda, que luego llevaría a los hechos de homenajear al héroe
Araucano, fundando la logia Lautaro, teniendo con el tiempo filiales en varias
ciudades europeas, siendo la de mayor importancia, la de la ciudad de Cádiz, en la
cual fueron muchos los sudamericanos que allí se iniciaron como Masones.

Todos junto a Francisco de Miranda, juraron con devoción patriótica, cumplir con los
preceptos, que promulga la Masonería: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, para
luego partir, cada uno a su patria, a emprender sus respectivas gestas que
culminaron con la liberación e independencia de toda la América. Gracias a que
Miranda sembró en los corazones de todos estos jóvenes la semilla de libertad y los
preceptos de la augusta orden, fue que se pudo realizar una empresa libertaria de
esa magnitud.
CONCLUSION
El problema con Miranda es que la historiografía chismográfica mantuana lo había
etiquetado como traidor, con el objeto de justificar su detención y entrega al
enemigo. Ese Miranda, creado por la chismografía caraqueña, y la saña
periodística, se fue derrumbando lentamente, cuando se dieron cuenta de la
proyección internacional que el venezolano alcanzó en su tiempo: a través de
testimonios de historiadores estadounidenses, franceses y rusos. Cuando el
historiador Robertson halló el archivo de Miranda en Inglaterra, y se puso en
contacto con Carracciolo Parra Pérez, comenzaron a revisar los originales de
Miranda; entonces se hizo cuesta arriba sostener el mito de Miranda Masón. Iniciado
por demás por la certeza infundada, de que en dichos papeles Miranda figuraría
como hijo de una viuda.
Esa busqueda arroja que Miranda perteneció a alguna cofradía no fue en la
Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, fundado ocho años antes de su
muerte en Charleston. Debió ser una fraternidad muy especial como para retener a
un peregrino semejante. Varios estudiosos e historiadores piensan que perteneció
a cofradías militares, aunque estas fueron más frecuentes en las guerras
napoleónicas, o alguna cofradía más discreta de hermetistas o martinistas.
Miranda el precursor de la independencia americana, aunque aún existe mucha
controversia en si fue masón o no, para mi QQ:.HH:. el temple y el carácter de
Miranda, confirmado por sus actuaciones, hablan de un hombre libre, sin dogmas y
sin compromisos, que actuó conforme a su conciencia y con los principios de la
moral universal, es ejemplo a seguir y si no fue iniciado, es como dicen muchos de
mis QQ:.HH:. Fue entonces un masón sin mandil. Yo particularmente creo que sin
duda, Miranda simplemente es masón, porque casi todos los hermanos lo
reconocemos como tal, aunque estuviera en el oriente eterno desde hace tanto
tiempo y nunca hubiera visitado una logia o asistido a tenida alguna.
“La tiranía no puede reinar sino sobre la ignorancia de los pueblos” (FdM)
S.·. F.·. U.·.

Fuentes bibliográficas
Wikipedia,
Blog los Arquitectos
GranlogiaVzla.blogspot.com
Eloy Reverón

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