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El Gran Disparo: un modelo del origen de todo

La teoría más completa sobre el origen del Universo es la del Gran Disparo (Big Bang), según la cual al
comienzo, toda la materia del Universo estaba concentrada en un punto muy pequeño que explotó y comenzó
a expandirse, formado por una “sopa” de quarks, gluones, electrones y neutrinos a temperaturas enormes
(1012 oC, es decir 1 billón de grados Celsius). En menos de 0,0001 segundos, estas partículas elementales se
combinaron para formar protones, neutrones y electrones. Hubo también destrucción de materia para formar
luz, quedando tan sólo una pequeña fracción de materia que forma el Universo actual. Cuando la temperatura
cayó a 1.000 millones de oC, empezaron a formarse los núcleos atómicos (dos protones y dos neutrones), los
que se fusionaron para formar núcleos de helio, y aparecieron también núcleos de deuterio, tritio y litio):
habían pasado, a todo esto, apenas 3 minutos...
Cien mil años después, la temperatura del Universo descendía a 4.000 oC, y los electrones podían ya
combinarse con los núcleos para formar átomos. El Universo se había vuelto transparente, pues los fotones
(luz) ya no eran retenidos por la materia. En ciertas regiones, estas nubes de átomos se contrajeron debido a
la gravedad, formando las primeras galaxias, 200 millones de años después del Gran Disparo. Las estrellas
donde el hidrógeno y el helio se fusionaron para formar los elementos más pesados, llamadas supernovas,
explotaron, y estos elementos se dispersaron en el espacio, dando lugar a planetas.
Uno de ellos era la Tierra, y habían pasado ya, desde la dispersión de la “sopa” de hidrógeno y helio
que le diera origen, cerca de 10.000 millones de años.
Se estima que la vida aparece en la Tierra, recién 12.000 millones de años después del Gran Disparo.
Hoy el Universo tiene un poco más de 15.000 millones de años, su temperatura promedio es de –270 oC, y las
huellas de los primeros homínidos, antecesores del Hombre, se remontan en principio a unos 3.5 millones de
años1. Las teorías que han permitido formular el modelo del Gran Disparo han sido desarrolladas, sin
embargo, recién en los últimos 100 años.

Origen, evolución y composición química de la Tierra


Retomemos la historia anterior sobre la evolución del Universo, centrándonos, ahora, en ese minúsculo
planeta llamado Tierra.
“La historia de la Tierra, puede decirse, comenzó hace más de 4600 millones de años.
Por razones no explicadas, una nube de partículas moleculares – mayormente hidrógeno – rotando a través
de la galaxia, comenzó a contraerse, y a rotar con mayor velocidad. Debido al aumento de la energía
gravitacional, la contracción se aceleró y se generaron masivas cantidades de calor. Inicialmente, el calor
fue radiado hacia el espacio exterior, pero eventualmente quedó atrapado dentro de los confines del cuerpo
central, y su núcleo se tornó extremamente denso y caliente. El hidrógeno en las zonas más calientes
comenzó a ionizarse. Los núcleos de hidrógeno fueron el combustible para reacciones de fusión
termonuclear, que mantuvieron la temperatura interior por encima de 1.000.000 de grados Celsius.
La esfera luminosa de gas formada pudo ser una estrella más, pero... resultó ser nada menos que el Sol. El
núcleo de materia rotante que se había contraído para formarlo dejó en su periferia materia que tomó la
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Para una descripción gráfica de la evolución del Universo ver http://www.lbl.gov/abc/wallchart
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forma de un disco, conocido como nebulosa solar. Cuando las partículas más remotas de la nebulosa se
enfriaron, los gases de esa parte del sistema solar comenzaron a interactuar para formar compuestos.
Algunos átomos y moléculas condensaron para formar más partículas. Las colisiones entre estas, con el
tiempo, las convirtieron en cuerpos sólidos conocidos como planetasimales. Luego, por otras coalescencias,
los pequeños planetasimales, ahora planetas, crecieron y pudieron retener una atmósfera. Ocurrieron
reacciones dentro y entre la atmósfera y las fases sólida / líquida de los jóvenes planetas. Los elementos
presentes, y las cambiantes afinidades entre ellos a medida que el sistema se enfrió, determinaron las
especies moleculares creadas. Uno de estos planetas era la Tierra”.
“En este primer período de la vida en ella, los materiales sólidos presentes en el núcleo eran hierro y
aleaciones de hierro, y el manto y la corteza estaban formados en gran parte por óxidos y silicatos de
metales. Los gases en esta atmósfera primitiva eran hidrógeno, nitrógeno, monóxido y dióxido de carbono.
Con el tiempo, grandes cantidades de atmósfera se perdieron en el espacio, mientras que el continuo
vulcanismo traía otros gases a la superficie, donde las reacciones formaban nuevas especies gaseosas. El
oxígeno era abundante, pero no estaba presente en forma libre: estaba enteramente presente en forma
combinada, asociado con metales, o en la atmósfera como dióxido de carbono.
Muy temprano en la historia de la Tierra se formó agua, probablemente por las reacciones

3 H2 + CO2 = CH4 + H2O


H2 + CO2 = CO + H2O

Para que ocurran estas dos reacciones requirieron la presencia de catalizadores, que estaban disponibles en
forma de óxidos metálicos sobre la superficie.
El agua que constituía los primeros mares debió haber sido ácida: en parte por el dióxido de carbono
disuelto, como por el ácido clorhídrico y las especies azufradas que se encontraban como trazas en esa
atmósfera temprana.
Los ácidos, suficientemente concentrados para generar un medio acuoso de pH cercano a 2, y las
temperaturas cálidas de los primeros océanos, fueron suficientes para producir una significativa disolución
de los componentes asociados a las rocas.
La disolución de éstas involucró procesos de neutralización, y el pH de los mares subió a un valor próximo
a 8, casi como el de los actuales océanos. Al mismo tiempo, la concentración de los metales en el agua
aumentó, a veces excediendo el producto de solubilidad de ciertas sales. En algunos casos, la presencia de
carbonatos disueltos llevó a la formación de depósitos sedimentarios de calcita (CaCO 3) y otros minerales
carbonatados

Ca2+ (aq) + CO32- (aq) = CaCO3

La química de los océanos también fue afectada por el continuo aporte de gases subterráneos y erupciones
volcánicas.”

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“Debido a la ausencia de oxígeno libre en la atmósfera, no se pudo formar ozono. La atmósfera era
entonces transparente al flujo de radiación solar, incluso a la luz ultravioleta (UV). Esta radiación
altamente energética y la presencia de catalizadores hicieron posible la síntesis de compuestos orgánicos
simples, como metanol y formaldehído
2 H2 + CO = CH3OH
H2 + CO = HCHO

y muchas otras especies – incluyendo HCN, NH3, H2S.


Algunas moléculas pequeñas continuaban reaccionando para producir compuestos más complejos,
incluyendo aminoácidos y péptidos simples.
Formas muy primitivas de vida se desarrollaron hace unos 4000 millones de años. Las primeras células
utilizaron moléculas inorgánicas simples como material de partida para su síntesis, viviendo en un ambiente
exento de oxígeno libre. Con el incremento de la complejidad de los organismos,(hace 3500 millones de
años), algunas células desarrollaron la capacidad de producir reacciones de fotosíntesis, que liberaban
oxígeno en la atmósfera

H2O + CO2 = CH2O + O2

Al principio, el oxígeno libre desaparecía apenas se formaba, por reacción con materiales terrestres. Sin
embargo, cuando aumentó la presencia de las plantas acuáticas, el oxígeno libre comenzó a aparecer, y
2000 millones de años atrás, el ambiente de la Tierra era esencialmente oxidante, y el dióxido de carbono
comenzó a ser un gas minoritario en la atmósfera. El oxígeno libre llevó a la síntesis de ozono, que actuó
parcialmente como barrera para que la radiación solar altamente energética alcanzara la superficie de la
Tierra. Esto abrió la posibilidad de que emergiera la vida terrestre.
Fue el desarrollo de vida y una atmósfera oxidante lo que dominó el cambio entre el ambiente primitivo y el
actual, y en los pasados 1000 millones de años muchas características de la composición de la Tierra han
permanecido relativamente constantes. No obstante, los procesos geológicos y la vida no han permanecido
estáticos durante este período. Al contrario, la Tierra sigue siendo un sistema dinámico, donde procesos
tales como vulcanismo, movimiento de placas tectónicas, meteorización erosión, sedimentación y la
continua evolución de la vida interactúan para dar lugar al ambiente en el que ahora vivimos”.

Adaptado de: van Loon, G.W. , Duffy, S.J. (2000) Environmental Chemistry: a global perspective. Oxford University
Press.

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