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LA MONARQUÍA AUTORITARIA: LOS REYES CATÓLICOS

UNIÓN DINÁSTICA Y EXPANSIÓN TERRITORIAL

En 1469 se casaron Fernando e Isabel. Tras una guerra civil, en 1479 Isabel se impuso como reina
en Castilla. El mismo año, Fernando fue proclamado rey de Aragón.

La unión de los monarcas no significó la unificación de ambas coronas, sino que fue una unión
dinástica. De este modo, ambos reinos mantuvieron sus fronteras, su moneda, su sistema fiscal y
sus leyes e instituciones. Actuaron unidos en asuntos militares y en política exterior.

Durante el reinado de los Reyes Católicos (1479-1516) se inició la expansión territorial para unir bajo
su Corona todos los territorios peninsulares. Conquistaron el reino nazarí de Granada, tras una
guerra de diez años; impulsaron una política de enlaces matrimoniales con Portugal y se
anexionaron el reino de Navarra (1515), aunque este territorio siguió conservando leyes e
instituciones.

Su política exterior también fue muy intensa y siguió dos direcciones:

– La continuación de la política mediterránea del reino de Aragón: recuperaron los condados del
Rosellón y la Cerdaña; tras varias guerras con Francia un ejército conquistó el reino de Nápoles
(1504) y buscaron el dominio del Norte de África para frenar a los corsarios berberiscos,
conquistando Melilla (1497) y otros enclaves.

– La expansión hacia el Atlántico, con la consolidación de su soberanía sobre las islas Canarias
(1496) y el apoyo a Cristóbal Colón, que permitió la llegada a América (1492).

LA CONSTRUCCIÓN DE LA MONARQUÍA AUTORITARIA

Los Reyes Católicos quisieron imponer la autoridad real en cada uno de sus territorios (monarquía
autoritaria). Isabel consiguió imponer su poder y se introdujeron una serie de reformas para
reforzarlo:

– Se creó la Santa Hermandad, un cuerpo armado que perseguía a los criminales.

– Se instauraron los Consejos para asesorar al rey y disminuir la influencia de la nobleza. Se creó la
Real Audiencia para controlar la justicia y hacerla más eficaz.

– Se reforzó la recaudación de impuestos mediante la Contaduría Real de Hacienda.

– Se nombraron corregidores, funcionarios reales que presidían los ayuntamientos y que ejercían
funciones de gobierno.

Los Reyes Católicos pretendieron la uniformidad religiosa. Para ello, instituyeron el Tribunal de la
Inquisición (1478), única institución que tenía jurisdicción sobre todos los territorios de ambas
coronas. También instaron a los judíos y musulmanes a convertirse. Los judíos que se convirtieron
fueron llamados conversos y los que decidieron conservar su religión fueron expulsados.
PROTESTANTISMO

La Reforma Protestante fue un movimiento de carácter religioso, surgido en Alemania en la segunda


década del siglo XVI, liderado por Martín Lutero, que desafió a la Iglesia Católica mediante la
publicación de un documento que pasaría a la historia con el nombre de «las 95 tesis»

Fue un movimiento religioso en contra del poder de la Iglesia Católica y el papa. Fundamentalmente,
criticaron la venta de indulgencias (cuando la Iglesia "dio" perdón divino a cualquier persona que
pagara). Este movimiento tuvo fuerte apoyo de la nobleza de Alemania, desaprobó el capitalismo y
la utilización del dinero.

El acto dio lugar a un proceso de ruptura en serio sacudió el área católica en el oeste de Europa y
permitió la aparición de ramas del cristianismo, como el luteranismo, la primera religión
protestante. Características de la Reforma Protestante:

 Hablaba de que la biblia debía ser la única fuente de la palabra de Dios


 Estaba a favor de que la Iglesia no debía poseer bienes materiales.
 Prohibía imágenes en las iglesias.
 Suprimió el celibato y el Clero Regular.
 Eucaristía y bautismo como únicos sacramentos válidos.
 Solo la Fe sirve para lograr la salvación por si sola, las prácticas religiosas no tienen mayor
trascendencia.

CARLOS I

Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556) fue el primer monarca de la dinastía de los Austria.
Era hijo de Juana de Castilla, heredera de los Reyes Católicos, y del príncipe alemán Felipe de
Habsburgo. Debido a sus orígenes recibió una gran herencia: por parte materna, Castilla, Navarra,
la Corona de Aragón y las posesiones en América e Italia; de su padre, los Países Bajos, Luxemburgo
y el Franco Condado; de su abuelo paterno, las posesiones de los Habsburgo y el título de emperador.
Carlos fue rey de España de 1516 a 1556 y emperador de Alemania de 1519 a 1556.

Durante su reinado se enfrentó a graves revueltas internas en la Península: la de las Comunidades


en Castilla (1520-1521), contra la política económica, y la de las Germanías en la Corona de Aragón,
sobre todo en Valencia y Mallorca (1521-1523).

También mantuvo conflictos internacionales con Francia, el Imperio turco y con los príncipes
alemanes que daban apoyo a Lutero (protestantes) y se oponían a la autoridad del emperador
(guerras de religión).
ECONOMÍA DEL S.XVI

En el siglo XVI, se produjo una gran demanda de productos agrícolas para América, que no podía
ser cubierta con la producción hispánica. Esta demanda de productos provocó escasez, y la gran
llegada de oro y plata de las minas americanas llevó a la subida de los precios (revolución de los
precios) y a la disminución del poder adquisitivo de las clases populares.

La industria textil se debilitó por la competencia extranjera. Pero fue el comercio el que experimentó
un gran desarrollo; se centró en las ciudades castellanas y en los puertos atlánticos, especialmente
el de Sevilla, que tenía el monopolio del comercio con América.

En el siglo XVI hubo un crecimiento demográfico, sobre todo en Castilla, pero la población urbana
continuaba siendo escasa.

IDEOLOGÍA DEL SIGLO XVI

Durante el Renacimiento coexistían en Europa dos tipos de pensamiento político: uno realista,
basado en un análisis de la experiencia de los grandes protagonistas del pasado; el otro, utópico, que
lamentando los males provocados por los abusos del poder, trataba de encontrar una fórmula acorde
con las exigencias éticas. Cada una de estas dos tendencias estuvo representada por dos de los
grandes teóricos del siglo XVI: Maquiavelo y Erasmo.

Estas dos concepciones políticas tan dispares, una realista y cínica; otra, idealista y hasta utópica,
marcarían las líneas fundamentales de la acción política de los dos grandes rivales del siglo XVI. Así,
según la concepción maquiavélica, Francisco I pasará todo su reinado rompiendo la paz y
guerreando sin cesar, mientras que Carlos V, según la ideología erasmista, tratará de defenderse
como puede, también buscando alianzas, en Roma o en Londres.

FELIPE II

Felipe II heredó de su padre todos los territorios, excepto las posesiones austriacas y el título de
emperador. Por ello, gobernó en función de los intereses hispánicos.

Consolidó la monarquía autoritaria: convirtió a Madrid en capital, gobernó personalmente ayudado


por funcionarios (burocracia), reformó las instituciones y consolidó los Consejos. Asimismo,
durante su reinado, los dominios americanos alcanzaron su máxima expansión.

Felipe II fue un firme defensor de la ortodoxia católica y del espíritu de la Contrarreforma: impulsó
la lucha contra el protestantismo, apoyó la Inquisición y persiguió a los moriscos granadinos.

Para mantener su hegemonía en Europa luchó contra Francia (victoria de San Quintín, 1557), el
Imperio turco (victoria de Lepanto, 1571) e Inglaterra (derrota de la Armada Invencible, 1588). El
mayor conflicto fue la rebelión protestante en Flandes, que acabó en una sublevación dirigida por
Guillermo de Orange, 1566. Su mayor éxito fue la anexión de Portugal (1581), gracias a los enlaces
matrimoniales entre ambas familias reales.
FELIPE III

Durante su reinado, el sistema de gobierno fue el mismo que el de los primeros Austrias, aunque
pronto se sustituyó por el poder delegado en un valido, el Duque de Lerma.

Aunque continuó la política de hostilidad con los turcos otomanos, la política exterior de Felipe III
se orientó hacia la pacificación. En 1609 se firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos.
Esta paz permitió al gobierno enfrentarse con el problema de los moriscos y decidió la expulsión de
estos por motivos religiosos y de seguridad interior. Pero este periodo de paz finalizó en 1618 al
comenzar la guerra de los Treinta Años en la que España apoyó al emperador Fernando II de Austria.

El reinado de Felipe III supuso el mantenimiento de la hegemonía española en el mundo, pero sus
dificultades económicas y la cesión del gobierno a privados o validos predecía ya el declive del
Imperio.

FELIPE IV

El reinado de Felipe IV, que intentó tener un carácter reformista y afrontó una recesión económica.

La agresiva política exterior de Olivares en Europa pretendía mantener la hegemonía española en el


continente, y para ello no se escatimaron recursos contra los dos conflictos principales: Tregua de
los Doce Años con las Provincias Unidas (1621) y Guerra de los Treinta Años.

La política exterior del Conde-Duque tuvo repercusiones negativas en el ámbito nacional. Los reinos
de la Corona de Aragón se rebelaron cuando se les reclamó una aportación para financiar las
campañas europeas; en 1640, el Principado de Cataluña y Portugal se sublevaron contra Felipe IV,
motines que produjeron la caída del Conde-Duque, sustituido por Luis de Haro.

En los últimos años del reinado, la Monarquía está sumida en una profunda recesión y crisis, en la
que la autoridad real estaba cuestionada por amplios sectores sociales, además de las campañas
militares contra Francia e Inglaterra.

FORMAS DE GOBIERNO DEL S.XVII

Absolutismo. Forma de gobierno donde el poder estaba centralizado en el monarca, el cual debía ser
obedecido por todas las personas, y no tenía que rendir cuentas al parlamento ni al pueblo.

Despotismo Ilustrado. José II de Austria, Emperador de Austria, aplica el despotismo ilustrado en


el imperio austríaco, destituye la autoridad del papa en el imperio y pasa a manos del estado, el
controla todos los aspectos, se hacen reformas de mejoras económicas educativas y otros aspectos
todas surgidas del emperador.

Monarquía constitucional. Es una forma de gobierno en que se rige mediante reglas escritas
(constitución) y un Parlamento o instituciones democráticas junto con el rey. A diferencia del
absolutismo el monarca no centraliza el poder.
GUERRA DE SUCESION ESPAÑOLA (1701-1713)

Carlos II, que había muerto sin descendencia, nombró sucesor a Felipe de Anjou, quien fue coronado
con el título de Felipe V. Acababa así la dinastía de los Habsburgo y llegaba al trono español la
dinastía de los Borbones. Sin embargo, se formó un bando dentro y fuera de España que no aceptaba
al nuevo rey y apoyaba al pretendiente el Archiduque Carlos de Habsburgo. La guerra civil y europea
estalló.

El conflicto tenía una doble perspectiva:

El ascenso al trono español de Felipe V representaba la hegemonía francesa y la temida unión de


España y Francia bajo un mismo monarca. Este peligro llevó a Inglaterra y Holanda a apoyar al
candidato austriaco, que, por supuesto, era sustentado por los Habsburgo de Viena.

Por otro lado, Felipe V representaba el modelo centralista francés, apoyado en la Corona de Castilla,
mientras que Carlos de Habsburgo personificaba el modelo foralista, apoyado en la Corona de
Aragón y, especialmente, en Cataluña.

La guerra terminó con el triunfo de Felipe V con la firma del Tratado de Utrecht en 1713.

EJECUCIÓN DE CARLOS I

El 30 de enero de 1649, el rey de Inglaterra Carlos I Estuardo era decapitado. Su ejecución daba
cumplimiento a la sentencia dictada días antes por un tribunal formado específicamente para juzgar
al monarca y que había declarado al mismo culpable de alta traición y lo había condenado a ser
ejecutado.

Con ello se ponía fin a varios años de enfrentamiento entre el rey coronado del país y su parlamento
y a dos cruentas guerras civiles que habían asolado las islas británicas primero entre 1642 y 1646 y
después en 1648. Carlos I Estuardo había sobrepasado con creces todos los límites con sus altaneros
modales y su desprecio hacia un parlamento al que convocaba y desconvocaba a su antojo en función
de sus necesidades económicas y sus discrepancias políticas.

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

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