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2.- Análisis del documento Lineamientos Curriculares para la educación sexual integral y
nuestra posición en relación al mismo.
Asimismo habría que definir quienes tendrán a su cargo la capacitación de agentes para
desarrollar la ESI en los diferentes ámbitos en los que se aplicará, como lo establece la Ley nº
25.673 artíc. El Ministerio de Salud en coordinación con los Ministerios de Educación y de
Desarrollo Social y de Medio Ambiente tendrán a su cargo la capacitación de educadores,
trabajadores sociales y demás operadores comunitarios a fin de formar agentes aptos para:
a) Mejorar la satisfacción de la demanda por parte de los efectores y agentes de salud.
b) Contribuir a la capacitación, perfeccionamiento y actualización de conocimientos
básicos, vinculados a la salud sexual y a la procreación responsable en la comunidad
educativa.
c) Promover en la comunidad espacios de reflexión y acción para la aprehensión de
conocimientos básicos vinculados a este programa.
d) Detectar adecuadamente las conductas de riesgo y brindar contención a los grupos de
riesgo…
Consideramos que en el documento cabría avanzar sobre la estrategia a utilizar para el
monitoreo de la implementación de la ESI (el Estado deberá explicitar claramente quién,
cuando y cómo) en las distintas jurisdicciones, como lo plantea la ley 26.150 en su artículo 5º
“Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal
garantizarán la realización obligatoria, a lo largo del ciclo lectivo, de acciones educativas
sistemáticas en los establecimientos escolares, para el cumplimiento del Programa Nacional de
Educación Sexual Integral. Cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de
su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el
marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.”
Rescatamos también en el documento la definición acerca lo que es la Educación Sexual
Integral, en el marco de la promoción de una salud Integral, que incluye el bienestar Físico,
Psíquico y Social y como un Derecho al que deben acceder todas las personas y durante toda la
vida. Por otro lado el abordaje complejo de la Educación Sexual, sin reduccionismos biológicos,
que apunte a promover cambios cognitivos, mediante información validada científicamente y
libre de prejuicios códigos morales o religiosos particulares. Esto desafía a los agentes
educativos, sociales, y de la salud, a un proceso de formación que les permita informar, trasmitir
y debatir contenidos y perspectivas diferentes, tomando distancia y sin imposiciones de su
posición moral sobre la temática (por ej. No se puede seguir afirmando que la AHE es abortiva,
cuando es un recurso para prevenir embarazos no deseados en situaciones concretas de
violación, o falla de otro método anticonceptivo) y adquiriendo conocimientos y aprendizajes
respecto del abordaje de éstas temáticas (gradualidad de contenidos, evitar prejuicios y juicios
valorativos, etc.
El desarrollo de competencias emocionales que permitan promover el debate, la reflexión, la
solidaridad y la empatía es otro eje que nos parece importante de promover en la escuela, junto al
saber hacer, que implica el derecho a promover la autonomía en procesos de decisión, ante
situaciones concretas de coerción y en el cuidado personal.
El documento nos remite también a la necesidad de abordar esta temática teniendo como
prioridad “el consenso y la atención a la diversidad, deben constituirse en ejes estratégicos para
promover la igualdad de oportunidades y la calidad educativa (Pág.145). Lo cual da cuenta de
que la sociedad tiene diferentes posiciones ante esta temática pero que es fundamental asegurar
una política pública que permita a todos los/as educandos acceder a información válida y segura
más allá de sus códigos morales y posicionamientos religiosos. Esto demanda asumir al docente
como un sujeto hacia el cual se deben prever acciones y gestar posibilidades en su formación.
Se destaca como muy valioso que se plantee la no exclusión entre la transversalidad y la
inclusión en nuevos espacios curriculares específicos para el desarrollo de la ESI, como por
ejemplo talleres, u otros espacios diferenciados de las clases tradicionales y que permitan la
implementación de proyectos escolares. Es fundamental que estos dos espacios (transversal y
específico) estén presentes en la formación. Esto implica un interés por hacer permeables estos
debates en las escuelas ya que requerirán diversos tipos de abordaje y articulaciones entre los/as
actores de la educación.
Proponemos que en el nivel primario y sobre todo en el segundo ciclo del mismo, que los
contenidos de educación sexual estén bien explícitos y definidos en relación a cada una de las
áreas de conocimiento que se abordan, y en el nivel medio, la necesidad de establecer un espacio
y tiempo curricular especifico para abordar este temática tanto en el CBU como en el Polimodal.
Es clave en las instancias de implementación de la ley considerar los marcos legislativos locales
y nacionales que permiten ampliar la perspectiva respecto de problemáticas cercanas y
colaterales a las propias de la SSR tal es el caso, por ej., de la ley Prov. de violencia familiar. Por
otro lado es importante considerar estas leyes nacionales que no están incluidas en el documento
y que pueden ser validas:
Ley Nacional 25808 Adolescentes embarazadas2
Año: 2003 Ley 25808. Ley sobre estudiantes embarazadas. Sancionada: Noviembre 5 de 2003.
Promulgada: Noviembre 27 de 2003. Publicada B.O. 28/11/03 Modifica el artículo 1º de la Ley
Nº 25.584, prohibiendo a los directivos o responsables de los establecimientos oficiales y
privados de educación pública de todo el país, en todos los niveles del sistema y de cualquier
modalidad, la adopción de acciones institucionales que impidan o perturben el inicio o
prosecución normal de sus estudios a las estudiantes en estado de gravidez o durante el período
de lactancia y a los estudiantes en su carácter de progenitores.
Ley Nacional 25584 Acciones contra alumnas embarazadas3
Año: 2002 Ley 25584. Ley Sobre Acciones Contra Alumnas Embarazadas. Sancionada Mayo
2002. Prohíbe toda acción institucional que impida el inicio o continuidad del ciclo escolar a
cualquier alumna embarazada o por cualquier otra circunstancia vinculada con lo anterior que
produzca efecto de marginación, estigmatización o humillación, en los establecimientos de
educación pública del país, de cualquier nivel, ciclo y modalidad. Designa al Ministerio de
Educación de la Nación como autoridad responsable de su cumplimiento, dando el curso
administrativo o judicial adecuado....
Por otro lado marcamos algunas cuestiones que no están explicitas en el documento y serian
valiosas a la hora de la implementación de la ley tales como:
• Si bien el enfoque adoptado por la Ley N° 26.150 en su espíritu tiene una postura superadora
y una mirada integral de la Educación Sexual, abordando aspectos multidimensionales que
dan cuenta de la sexualidad como una construcción social e histórica (que no debe
restringirse a aspectos biomédicos u otros reduccionismos), en los lineamientos propuestos
para el currículum escolar aparece también el enfoque de riesgo dirigido especialmente a la
2 Fuente: www.conders.org.ar
3 Idem Nota 1.
prevención de algunas problemáticas tales como embarazos adolescentes, abuso sexual,
violencia de género, infecciones de transmisión sexual, etc. Alertamos sobre este punto ya
que muchos docentes abordan la educación sexual desde una perspectiva de la patología, y
no desde la mirada amplia de la ESI, que el documento define. A manera de ejemplo: se hace
clara mención de qué actitudes serían deseables ante la presión de los pares, la actitud de un
abusador, la negociación de conductas saludables, etc., lo cual es muy positivo, pero sería
esperable también que con el mismo énfasis los/as educadores pudieran aportar elementos
concretos referidos al ejercicio de una sexualidad placentera abriendo espacios de escucha
donde las/os jóvenes puedan plantear sus miedos, sus dudas y necesidades personales.
• Si bien la ley 25.673 por la cual se crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable establece que el mismo “está destinado a la población en general, sin
discriminación alguna” (artículo 3º) y además dice “garantizar a toda la población el
acceso a la información” Artículo 2º inc. f) en el documento se reconoce como
destinatarios de la ESI sólo a niños/as, adolescentes y jóvenes, reduciendo la necesidad de
educación sexual sólo a esta etapa de la vida. Por lo tanto resulta entonces imperioso
reconocer la necesidad de las poblaciones de más edad de acceder a este tipo de educación
aunque cada etapa requiera un tratamiento diferente. Por ejemplo es necesario reconocer
como destinatarios de la ESI a alumnos/as jóvenes y adultos/as que asisten a CENPAs y
CENMAs, ya que son poblaciones que manifiestan muchas necesidades y que fueron
excluidos en algún momento del sistema escolar.) El documento está dirigido a un “alumno/a
común” que transita sin interrupciones su trayectoria escolar, por lo que se hace necesario
ampliar este concepto. Creemos que también se debiera contemplar como destinatarios/as
de la ESI, a los/as jóvenes del nivel terciario y universitario, ya que en éste nivel no
puede reducirse la formación sólo a aspectos técnicos propios de la carrera sino que
habría que considerar una formación más holística del estudiantado, a través de
alternativas tales como seminarios, publicaciones de difusión gratuita y masiva, materias
obligatorias en el caso de los/as profesionales de la salud y de las Cs. Sociales, para ello sería
propicio generar espacios de articulación interministerios, universidades y ONGs.
Por último, deberían contemplarse también instancias de educación no formal que incluyan a
aquellas instituciones que no forman parte del sistema educativo o personas que fueron
excluidos en algún momento de la educación formal.
Atendiendo a lo que establece la ley 26.150 en su art. 8º inc. (e) acerca de la gratuidad de la
capacitación en servicio, creemos que el Estado debe garantizar el acceso a una formación
sólida para todas las regiones, garantizando los recursos financieros necesarios para la efectiva
aplicación de los considerandos de la ley en lo que a ello se refiere.
Reconocemos como un hecho muy positivo que los lineamientos curriculares pongan de
manifiesto la voluntad de articular acciones interministeriales como lo plantea en su artículo
1º, la ley 26.150. Esto supone avanzar en pensar a la escuela no como una institución cerrada
(donde la capacitación esté planteada sólo para los/las docentes) sino abierta a la participación
de otros actores entre ellos padres, operadores comunitarios, etc. como lo sugiere la ley 25.673
en su artículo 5º.
Más allá de la capacitación, debería haber espacios de consejería para la contención de los/las
docentes, padres y alumnos/as ya que al abrir estos espacios de diálogo se generan vínculos de
confianza con los/as alumnos/as en las que se ponen de manifiesto situaciones que requieren de
atención o derivación profesional, (abuso sexual, violencia doméstica, de género, etc.)
Como resultado de las acciones emprendidas sería dable esperar que se explicitara un
cronograma concreto (cuándo), acciones específicas a desarrollar (qué, quienes y cómo),
equipos de capacitadores y con qué financiamiento se lograría todo esto.
4Ver apartado “La Educación Sexual integral”, en donde se analizan los criterios en los que se asienta el enfoque
desde el cual se plantean los lineamientos curriculares. Pags. 9 y 10
familias efectivicen las obligaciones que de él se derivan. En este sentido, el documento plantea,
en la pág. 10: “…La consideración de que todo derecho de los adultos en relación a los menores
conlleva una obligación legal y que es obligación del Estado la implementación de acciones que
propendan a garantizar los derechos humanos, entre los que se encuentra el derecho a la
educación de todos los niños, niñas y adolescentes, debe ser el eje que oriente la progresiva
superación de las tensiones que pueden suscitarse a la hora de definir el modo en que éstos se
hagan efectivos”. En cuanto a los/as docentes señala que su reconocimiento como sujetos de
derecho debe expresarse en el reconocimiento de la identidad profesional y en la oferta de
espacios de formación para que puedan cumplir con los propósitos del ESI. Esto requiere ciertas
garantías para que pueda darse en el marco del sistema educativo que respalda a los/as docentes.
FAMILIAS: el documento señala, en la pág. 10 que “las familias de los alumnos y alumnas no
aparecen desde esta perspectiva como destinatarios secundarios de las acciones, sino como
interlocutores genuinos, portadores de derechos y responsabilidades, entre los cuales está la
educación de sus hijos” y, en la pág. 14 que “…si bien la Ley de Educación Nacional y la Ley N
° 26.150 establecen el derecho fundamental de las familias en lo que respecta a la educación de
sus hijos, conforme a sus propios valores y creencias, éste no puede vulnerar o soslayar el
cumplimiento de las normas vigentes que las mismas leyes citadas también establecen”. En este
sentido, la construcción de consensos y “sin eludir el abordaje de las tensiones” será necesario
encarar desde el rol que le compete a cada una. La escuela desde su función de asegurar la
transmisión de conocimientos científicamente validados, la formación ética y ciudadana en el
marco de respeto por los derechos humanos y la ampliación del universo simbólico. Las familias
desde su rol formador en las creencias y códigos morales que aspiran para sus hijos/as.
Acciones necesarias
Talleres de sensibilización dirigidos a las familias y/o adultos de referencia, esta
recomendación, que se desprende del documento, nos parece fundamental a la hora de abordar
diversas temáticas que contribuyan a construir consensos que faciliten la implementación de la
ley. Así, se plantea en el documento en la pág. 14: “.Según lo dispuesto por la Ley N° 26.150, y
en vista de diversas experiencias que demuestran cómo el abordaje de la educación sexual y el
trabajo docente se facilita y enriquece con la participación de las familias, resulta pertinente la
recomendación de realizar talleres de sensibilización para adultos/as de la familia o de
referencia, para acompañar las acciones y propósitos establecidos por la Ley N° 26.150 en su
artículo 9°”. Estas acciones además podrán favorecer la lectura del estado de situación de los
niños/as jóvenes/as respecto a la temática y el grado y posibilidad de complementación con los
elementos con que cuentan las familias. Asimismo, desde la escuela es posible promover la
comunicación con niño/as y adolescentes sobre el desarrollo de su sexualidad, sus cambios,
opciones e inquietudes. Cabe señalar, además, que sin duda esto traerá posiblemente nuevas
demandas a abordar sobre el tema que tiene que contar con previsiones al respecto. En muchos
casos las familias demandan asesoramiento y apoyo para abordar problemáticas específicas o
simplemente afrontar los prejuicios y tabúes para ponerlos en cuestión ampliando el universo
simbólico y negociando significados.
Articulación de políticas interministeriales: esto se plantea como una necesidad y un aporte
para que las Escuelas, sin perder su especificad y función educativa, puedan derivar a las
instancias pertinentes al momento de detectar problemas vinculados a la salud sexual y
reproductiva de los alumnos; así como ciertas demandas que probablemente queden planteadas
en los procesos que se desarrollen. En este sentido, consideramos que facilitar el acceso
actualizado a una base de datos de recursos institucionales disponibles, (en los diversos ámbitos
del estado, sociedad civil, redes, etc.) así como también trabajar en la construcción de bancos de
datos respecto de materiales, propuestas didácticas, material de lectura para docentes, estrategias
y material didáctico, etc, sería un primer paso. Es fundamental articular y disponer los recursos
interministeriales necesarios para el asesoramiento y acompañamiento a las escuelas en la
denuncia y asistencia de casos de violación y abuso sexual, prostitución infantil y diferentes
formas de maltrato y abandono. Esto fue desarrollado también, en el apartado anterior, cuando
aludimos a la necesidad de la consejería para padres y docentes.
Comunicación Social: tal como se plantea en el documento, consideramos que es prioritario
diseñar una estrategia masiva de comunicación orientada a facilitar la información a la población
acerca de la implementación de la ley de ESI, por un lado y a promover el ejercicio de una
sexualidad placentera y responsable. Esto consideramos que es necesario a los fines de
legitimación y gestación de consensos en el plano de la sociedad respecto de la presencia de la
temática en la escuela., Así se expresa en el documento en la pág. 18: “Otra responsabilidad de
la agenda educativa debe pasar por la comunicación social. Así, las acciones educativas
encaradas desde la educación formal, en la medida en que sean adecuadas y responsablemente
socializadas, contribuirán también a generar la visibilización, el debate y la concientización
necesarios para fortalecer la construcción de representaciones sociales acordes con los
derechos humanos promovidos en toda la legislación referida a la educación sexual integral.
Una eficaz estrategia de comunicación puede motivar conductas grupales e individuales atentas,
responsables y cuidadosas en el plano de la sexualidad, especialmente en los jóvenes, en tanto
llegue de manera sistemática y continua a un número elevado de integrantes de la sociedad” y
en el artículo 8º inc. a) de la ley nº 26.150 que establece la difusión del Programa entre quienes
lo van a implementar: “cada jurisdicción implementará el programa a través de la difusión de
los objetivos de la presente ley en los distintos iveles del sistema educativo…”