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ÍNDICE

CONCEPTO DE LA LETRA DE CAMBIO ........................................................... 3

El protesto................................................................................................... 3
Formas de protesto ...................................................................................... 6
Efectos del protesto ..................................................................................... 9

Acción cambiaria ......................................................................................... 9


Concepto .................................................................................................... 10
Acción cambiaria directa ............................................................................ 11
Acción cambiaria de regreso ...................................................................... 13
Acción causal.............................................................................................. 14
Caducidad y prescripción de las acciones cambiarias en las letras de cambio
.................................................................................................................. 15
La caducidad .............................................................................................. 15
Acción de enriquecimiento ........................................................................ 18
Concepto .................................................................................................... 18
Requisitos para su ejercicio: ....................................................................... 18

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Formas de protesto
El protesto
Efectos de protesto

Concepto

Acción cambiaria

Directa.
Acción Cambiaria
Acción cambiaria

De regreso
Letra
Acción Causal Requisitos
De
Para su ejercicio
Cambio

Caducidad La caducidad

Y prescripción
De las acciones
La prescripción
Cambiaria.

Concepto

Acción
De enriquecimiento Requisitos

Para su ejercicio.

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CONCEPTO DE LA LETRA DE CAMBIO
La letra de cambio es considerado por los juristas como el más importante de los títulos
de crédito, debido a que fue el primer título de crédito, no obstante hoy es uno de los
menos utilizados.
La letra de cambio es un documento literal que contiene una orden incondicional de pago
dada por una persona llamada “girador” a otra llamada “girado”, para que pague a la
orden de un tercero llamado “beneficiario”, cierta cantidad de dinero en la fecha y lugar
señalados en el documento.
2.- FUNDAMENTO LEGAL. La letra de cambio viene regulada del artículo 76 al 169 de la Ley
de Títulos y Operaciones de Crédito.

El protesto
El protesto es un acto formal que corre a cargo de un notario o corredor público
titulado o, a falta de éstos, la primera autoridad política del lugar, por virtud del cual
se establece de manera auténtica que una letra de cambio fue presentada en tiempo
y no fue aceptada o pagada o sólo fue aceptada o pagada parcialmente por el obligado
a ello.

Cuando una persona a la que se denomina girador ha elaborado una letra de cambio y ha
determinado su contenido, después de suscribirla la hace entrar en circulación
entregándosela al beneficiario, constituyéndose éste último en legítimo poseedor del
título de crédito. Ya con ese carácter, ahora le corresponde a éste presentar el documento
al girado, ya sea para que lo acepte y entonces lo suscriba o para que realice su pago, pero
en uno u otro caso podrán ocurrir los siguientes supuestos:

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Girador

Supuestos respecto de la presentación de la letra para su aceptación


1. Que la letra de cambio sea aceptada totalmente por el girado por la cantidad que
ampara; en este caso, llegada la fecha de vencimiento del título, el beneficiario la
presentará al deudor para que cumpla con el pago. En este supuesto la letra no
requiere ser protestada por falta de aceptación.
2. Que la letra de cambio sea aceptada parcialmente por el girado, es decir, que sólo
admita el título de crédito por una cantidad menor a la que en éste se consigna, por
ejemplo, que la letra de cambio ampare la cantidad de veinte mil pesos y el girado se
obligue por una cantidad menor debiendo especificarlo así: “acepto esta letra de
cambio únicamente por nueve mil pesos”.
3. Que la letra de cambio no sea aceptada por el girado, ya sea porque se niegue a
recibir al tenedor, o recibiéndolo le manifieste su negativa a aceptar el título de crédito
o que incluso aceptada la letra, antes de devolverla al tenedor, cancele su firma
tachándola, testándola, o escriba sobre ésta “sin valor” o cualquier otra expresión
equivalente que indique su intención de retractarse de su aceptación.

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Supuestos respecto de la presentación de la letra para su pago
1. Que la letra de cambio sea pagada íntegramente por el aceptante o por
intervención, cumpliéndose así la obligación cambiaria consignada en la letra. En este
supuesto resulta obvio que no se requiere protestar la letra.
2. Que la letra de cambio sea pagada parcialmente por el aceptante.
3. Que la letra de cambio sea pagada parcialmente por intervención.
4. Que la letra de cambio no sea pagada.
De lo anteriormente mencionado, los supuestos marcados con el número 1, no requieren
del protesto, por consiguiente, los puntos signados con los números 2 y 3 de la aceptación,
2, 3 y 4 del pago, respectivamente, deberán ser protestados, tomando en cuenta la
seguridad jurídica que debe brindarse al beneficiario del título, quien queda en un estado
de inseguridad al no saber si el obligado cumplirá con su obligación, y sobre todo para poder
requerir judicialmente a los otros obligados en la letra y éstos no tengan duda alguna de
que el obligado fue requerido para su aceptación o pago y no lo hizo, de ahí que el protesto
sea la prueba fehaciente del incumplimiento y de esta manera evitar la caducidad de la
acción cambiaria en vía de regreso en contra de cualquier otro obligado en la letra, que no
sea el deudor principal o su aval, como lo ordena el artículo 160, fracción II, de la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito.

El artículo 139 de la ley citada establece que “La letra de cambio debe ser protestada por
falta total o parcial de aceptación o de pago...”, sin embargo, existe una excepción, la cual
se dará cuando el girador haya dispensado al tenedor de protestarla, señalando en el cuerpo
de la letra la expresión “sin protesto”, “sin gastos” o cualquier otra que denote tal dispensa,
previendo la Ley en su artículo 141, que si es el tenedor o un endosante quien inserta en el
título dicha expresión liberatoria, se tiene como no puesta, es decir, queda anulada de pleno
derecho.

La expresión “sin protesto”, u otra equivalente, no libera al tenedor de la letra de


presentarla para su aceptación o para su pago y sólo si el obligado deja total o parcialmente
de aceptarla o pagarla, el tenedor queda liberado de la obligación de protestarla, sin
embargo, deberá dar aviso de esta circunstancia a los obligados en vía de regreso y si el
tenedor de la letra decide protestarla, no podrá reclamar del obligado los gastos del
protesto, es decir, serán pagados por su propia cuenta.

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El protesto es un acto formal
Que corre a cargo de un notario o corredor público titulado o, a falta de éstos, la primera
autoridad política del lugar, por virtud del cual se establece de manera auténtica que una
letra de cambio fue presentada en tiempo y que no fue aceptada o pagada o sólo fue
aceptada o pagada parcialmente por el obligado a ello. Entiéndase que el protesto es un
acto formal, ya que debe constar en el acta que al efecto levante el notario o corredor
público titulado o autoridad política del lugar en ausencia de los primeros, en la que se
consigne el día y la hora que se lleve a cabo dicha diligencia, la persona con la que se
entienda, el requerimiento para su aceptación o pago, el resultado de ésta, así como todas
las circunstancias acaecidas con motivo del protesto.
Dada la formalidad del protesto, no puede ser sustituido por ningún otro acto, a menos que
la Ley lo permita, ejemplo de esta excepción la encontramos en el artículo 168 de la ley
citada, que permite suplir la rigidez del protesto con cualquier medio de prueba, esto
cuando se ejercita la acción causal ya que para su procedencia se requiere:
1. Entregar la letra.
2. Demostrar que fue presentada inútilmente para su aceptación o para su pago; es en
este segundo punto que el legislador permite suplir el protesto.

Formas de protesto
En el protesto identificamos dos tipos, uno intrínseco y otro extrínseco.
El protesto intrínseco se refiere a los requisitos que físicamente debe contener el
documento, que hemos denominado acta:
1. El protesto debe constar en la letra o en hoja adherida en ella se refiere a que el
documento lleva implícito un derecho, el cual no se pone en duda al existir el documento,
por tanto, aplicando esta idea al protesto, se entiende por qué se exige tal requisito, que es
tener la seguridad y certeza jurídica de que el derecho incorporado en el documento no fue
cumplido.
2. La reproducción literal de la letra con su aceptación, endosos, avales o cuanto en ella
conste. Para que haya seguridad de que se trata del mismo título de crédito, el notario o
corredor público titulado o autoridad política del lugar, en su caso, deberá trasladar el
contenido de la letra de cambio no aceptada o no pagada al acta que con motivo del
protesto levante.

3. El requerimiento al obligado para aceptar o pagar la letra, haciendo constar sí estuvo o


no presente quien debió aceptarla o pagarla. El protesto inicia con una interpelación

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extrajudicial, es decir, con la exigencia que el tenedor, por conducto del notario o corredor
público titulado o autoridad política del lugar, le hace al obligado cambiario para que
cumpla aceptando o pagando la letra, según sea el caso, y si no hubiera estado presente la
diligencia se entenderá con los dependientes, familiares, criados o con algún vecino de éste,
desde luego, la persona con quien se entienda la diligencia deberá ser mayor de edad sin
limitación alguna en su capacidad. “Dicen los jurisconsultos que el protesto es el
requerimiento que se hace al que no quiere pagar o aceptar una letra de cambio,
protestando recobrar su importe más los gastos, réditos, importe del cambio, etcétera.”
4. Los motivos de la negativa para aceptarla o pagarla. El funcionario encargado de levantar
el acta del protesto deberá indicar en el documento las razones que tuviera el obligado para
negarse a pagar o aceptar la letra de cambio, por ejemplo, que el girado manifestara que
sabía que le presentarían la letra para que él la aceptara pero por una cantidad menor,
causa por la que no la acepta.
5. La firma de la persona con quien se entienda la diligencia, o la expresión de su
imposibilidad a firmar, si la hubiere. La firma es un signo que da autenticidad a lo que
manifiesta o se le atribuye a una persona, por lo que se exige que el acta levantada en el
protesto sea firmada por la persona con quien se entendió la diligencia, pero si ésta se
negara a hacerlo o estuviera impedida para ello, el que haya levantado el acta así lo hará
constar.
6. La expresión del lugar, fecha y hora en la que se practica el protesto y la firma de quien
autoriza la diligencia. Este requisito nos indicará con precisión si el protesto fue practicado
en el lugar pactado o en aquel que la Ley establece y dentro del plazo legal, pues un protesto
fuera del lugar o periodo exigido por la Ley no produce efectos y la consecuencia sería que
caducara la acción cambiaria en vía de regreso.
Para cerrar eficazmente la diligencia del protesto, el acta deberá ser suscrita por aquel que
la haya practicado, sea notario, corredor público titulado o la persona que pertenezca a la
autoridad política del lugar.
Forma extrínseca en el protesto Los requisitos extrínsecos o externos del protesto se
refieren a la forma en la que debe practicarse la diligencia del protesto

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Cuestionamientos Protesto por falta de aceptación Protesto por falta de Pago
Quien lo practica Notario, corredor publico titulado o, a falta de éstos, la primer autoridad política del lugar.
En qué momento Dentro de los días hábiles que sigan a la Dentro de los dos días hábiles que sigan
presentación, pero siempre antes de la fecha de del vencimiento.
Lo practica La letra con vencimiento a la vista debe
vencimiento.
ser presentada dentro de los dos días
que sigan a su presentación.

En qué lugar En el lugar y dirección señalados en la letra. En el lugar y dirección señalados en


Se lleva a cabo la letra.

Si no se designó lugar, en el otro domicilio o Si no se designó lugar, en el domicilio


residencia del girado o recomendado. del girado y si tuviere varios, en
cualquiera de ellos a elección del
tenedor.

En el domicilio o residencia de los


recomendatarios si los hubiere.

En contra de quien Contra el girado y los recomendatarios. Contra el girado.


se levanta Contra el aceptante o domiciliario.
Contra el recomendatario.
Con que persona Con los dependientes, familiares, criado, o con algún vecino que sean mayores de edad
Se puede llevar a sin limitación alguna a sus capacidades de ejercicio.
Cabo la diligencia
Plazo de El notario, corredor publico titulado o autoridad política que practique el protesto,
retención tendrá el derecho de retener la letra en poder todo el día del protesto y el siguiente, el
cual debe ser día hábil.

Cuál es el objeto Es para el girado se presenta en plazo determinado a saldar el importe de las letras más
De la retención. los interesados moratorios y los gastos de la diligencia del protesto.
Como opera el En este tipo de vencimiento, la letra no se Si admite el protesto por falta de pago,
protesto protesta por falta de acepción. Observándose lo mismo para el caso de
que la presencia sea potestativa
En la letra con
Vencimiento
A la vista

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Efectos del protesto
Una vez que se ha protestado la letra de cambio por falta de aceptación, resulta evidente
que el obligado en el cambial (letra de cambio) se ha desacreditado de tal forma ante el
tenedor, que éste último queda dispensado por la Ley:
1. Para presentar la letra para el pago.
2. Para protestar la letra por falta de pago.
Es tal el efecto del protesto por falta de aceptación, que el tenedor al quedar liberado de
la obligación para presentar la letra para exigir el pago o protestarla por falta de pago,
puede acudir directamente ante el juez competente a exigir su pago, incluso antes de que
llegue la fecha de su vencimiento, por así disponerlo el artículo 145 de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito.
No obstante que el protesto por falta de aceptación faculta al tenedor de la letra para exigir
el pago judicial, ésta puede ser aceptada por un recomendatario o por intervención, lo que
también ocurre una vez protestada la cambial (letra de cambio) por falta de pago, pues
puede ser pagada por intervención.
También es efecto del protesto tener que notificar su resultado a todos los demás obligados
en la letra, tales como recomendatarios, avalistas, endosatarios, domiciliarios, etc., pues de
lo contrario el tenedor responderá de los daños y perjuicios que con su incumplimiento les
ocasione.
Una vez que la letra de cambio ha sido protestada, el tenedor podrá ejercitar la acción
cambiaria en contra de cualquier obligado en ella para constreñirlos a pagar judicialmente,
lo que deberá hacer dentro de plazo de tres meses a partir de la fecha del protesto. Sin
embargo, cabe puntualizar que para el ejercicio de la acción cambiaria en contra del deudor
principal o su aval no requiere del protesto.

Acción cambiaria
La acción es un derecho público subjetivo, que tiene el individuo como ciudadano,
para obtener del Estado la composición de un litigio. Carnelutti
El incumplimiento del o de los obligados de pagar o aceptar la letra de cambio, así como la
declaración de quiebra o de concurso del girado o aceptante, genera el derecho en favor
del último tenedor de ésta o de la persona que la haya pagado en vía de regreso para acudir
al órgano judicial, por medio de la acción cambiaria, y exigirles el cumplimiento forzoso de
su obligación consignada en dicho título de crédito, tal y como lo establece el artículo 150
de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito:
La acción cambiaria se ejercita:

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I. En caso de falta de aceptación o de aceptación parcial;
II. En caso de falta de pago o de pago parcial; y
III. Cuando el girado o el aceptante fueren declarados en estado de quiebra o de
concurso. En los casos de las fracciones I y III, la acción puede deducirse aun antes del
vencimiento por el importe total de la letra, o tratándose de aceptación parcial, por la
parte no aceptada.
En los casos de las fracciones I y III, la acción puede deducirse aun antes del vencimiento
por el importe total de la letra, o tratándose de aceptación parcial, por la parte no
aceptada.

Concepto
La ventaja de los conceptos es que nos pueden llevar a la noción del tema con tan solo
pocas palabras, la desventaja es que se corre el riesgo de omitir aspectos importantes, por
lo que, aceptando tales riesgos, pero con ánimo de otorgar la noción de la acción
cambiaria, a continuación presentamos su concepto.
La acción cambiaria es aquella que se deriva del incumplimiento parcial o total de la
obligación cambiaria consignada en un título de crédito, en favor de su tenedor, para
constreñir judicialmente al obligado u obligados al pago del título.
Es importante establecer que la acción cambiaria, si bien surge por el incumplimiento en
la letra de cambio para aceptarla o pagarla totalmente, no es exclusiva de este título de
crédito, pues lo mismo aplica en los casos de incumplimiento de cualquier otro título
como el pagaré, el cheque, etcétera.
El artículo 151 de la Ley establece que la acción cambiaria puede ser directa o de
regreso, la primera se hace valer en contra del aceptante o de sus avalistas y la segunda
es la que se hace valer en contra de cualquier otro obligado en la letra, tal y como se
ilustra en la figura:

Contra el aceptante

Contra sus avalistas

Acción
cambiaria

Contra cualquier otro obligado en la


letra, por ejemplo, el
recomendatario, el domiciliario, el
endosatario, etcétera.

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Acción cambiaria directa
La acción cambiaria directa es denominada así, ya que por medio de ella se exige directamente
el pago a los principales obligados en el título de crédito, sin necesidad de protestar la letra de
cambio; son obligados principales el aceptante y su aval.

La acción cambiaria se funda en los artículos 150, 151 y 152 de la Ley General de
Títulos Y Operaciones de Crédito

Para ello, el tenedor de la letra de cambio debe acudir ante el juez competente para deducir,
es decir, ejercitar la acción cambiaria en la vía ejecutiva mercantil, fundándose
precisamente en la letra de cambio, sin que el tenedor tenga que demostrar cuál fue la
causa generadora de la expedición de ésta, bastando con su exhibición, pues al encontrar
el derecho cambiario incorporado en este documento no se pone en duda su existencia y el
hecho de que el tenedor exhiba la letra con el escrito de demanda judicial, es prueba
innegable de que ésta no ha sido pagada por el obligado.
Tiempo en que prescribe la acción cambiaria
El tenedor de la letra tiene un plazo de tres años para ejercitar la acción cambiaria directa,
no hacerlo en dicho plazo traería como consecuencia la prescripción de la acción,
circunstancia que beneficiaría al deudor demandado, ya que la sentencia que se
pronunciaría en el juicio correspondiente decretaría la prescripción, no entrando al fondo
del asunto, por lo que no se condenaría al demandado al pago de lo que se le haya
reclamado, pero dejarían a salvo los derechos del actor para hacerlos valer en la vía y forma
correspondiente, lo que significa que el título de crédito le será devuelto y éste podrá
intentar otra acción, pero ya no la cambiaria directa, puesto que sobre ésta operó la
prescripción.
El plazo antes mencionado, empieza a correr a partir del día del vencimiento de la letra o
una vez que concluyan los plazos que la citada ley de la materia señala en los artículos 93 y
128, que se refieren a la letra con vencimiento a cierto tiempo vista y a la vista, debiéndose
ejercitar la acción cambiaria directa ante el juez competente del lugar señalado en la letra
para su pago, y si no se hubiera indicado, lo será el del domicilio o residencia del girado o
del aceptante.
El deudor que en la vía ejecutiva haya sido demandado para que pague la letra de cambio
y demás accesorios legales, sólo podrá oponer como medios de defensa las excepciones
contenidas en el artículo 8o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
El artículo 152 de la ley de la materia señala cuáles son las prestaciones que mediante la
acción cambiaria puede reclamar el último tenedor de la letra de cambio, siendo éstas:
I. El importe de la letra.

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II. Intereses moratorios al tipo legal, desde el día del vencimiento.
III. Los gastos del protesto y demás gastos legítimos.
IV. El premio de cambio entre la plaza de su domicilio y la del reembolso más los gastos de
situación.
A continuación, te presentamos un cuadro que muestra lo esencial de la acción cambiaria
directa:

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Acción cambiaria de regreso
A este tipo de acción se le denomina “de regreso”, pues mediante ella se hará la reclamación judicial
de pago a todas aquellas personas que no sean obligados principales en la letra de cambio, pero
antes deberá ser protestada en los términos antes mencionados, o de lo contrario, operaría la
caducidad en esta acción.

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Acción causal
Una vez prescrita o caducada la acción cambiaria, el tenedor de la letra podrá ejercitar la
acción causal que reglamenta el artículo 168 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito, estableciendo varios requisitos para su procedencia, tales como haber
ejecutado los actos necesarios para que el demandado conserve las acciones que en virtud
de la letra pudieran corresponderle, ejemplo de ello sería que el tenedor haya protestado
la letra para que si el demandado paga como consecuencia de la acción causal, a su vez
pueda ejercitar las acciones en contra de los otros obligados consignados en la letra.
Para el ejercicio de la acción causal, el tenedor de la letra de cambio necesita indicar y
acreditar la causa que dio origen al nacimiento o transmisión del título de crédito, es decir,
debe probar la causa, el acto jurídico que le dio lugar, para ello no basta entonces con que
exhiba la letra sino que además debe señalar y presentar aquel o aquellos documentos
que denoten el origen, la causa de la emisión o transmisión de este título de crédito, del
cual se desprenden derechos y obligaciones determinados, de ahí que a esta acción se le
denomine causal; tal sería el caso de un contrato de compra-venta, en el que se haya
acordado entre los contratantes la emisión de las letras de cambio para garantizar el pago
del precio acordado, y que para el ejercicio de la acción causal en el ejemplo que se cita,
el tenedor debe exhibir con su demanda judicial tanto la letra de cambio, como el contrato
de compra-venta, ya que este último constituye el origen o causa de la emisión de la letra,
a menos que el demandado pruebe que hubo novación, es decir, la sustitución de la
obligación primitiva por otra nueva y el contrato exhibido carezca de fuerza vinculatoria
entre las partes. “La novación nunca se presume, debe constar expresamente”, de
acuerdo con lo señalado en el artículo 2215 del Código Civil para el Distrito Federal.
La exigencia de indicar y acreditar la causa que dio origen al nacimiento de la letra no
existe como condición para el ejercicio de la acción cambiaria directa, en la que dada la
autonomía directa de los títulos de crédito, desde el momento de su nacimiento, se
desvinculan de la causa que le dio origen y por tanto el tenedor no tiene por qué
acreditarla, ésta se funda en la emisión, no en la causa, sin embargo, en la acción causal
sí debe indicarla y probarla.
¿Quién puede ejercitar la acción causal?
Tomando en cuenta la naturaleza de esta acción, sólo puede ejercerla el tenedor originario
en contra de la persona que emitió el título, pues es con éste con quien guarda el nexo
jurídico de la causa; si la acción fuera intentada por el último tenedor, sólo podrá deducirla
en contra de quien le transmitió la letra de cambio, pues es la persona con quien guarda
un nexo de causalidad, que es precisamente lo que hay que indicar y probar en el juicio de
validez de esta acción mercantil, es decir, no podrá ejercitarse válidamente en contra de
cualquier otro signatario de la letra.

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Requisitos para el ejercicio de la acción causal
El artículo 168 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito señala los requisitos
para la procedencia de la acción causal derivada de la emisión o transmisión de la letra:
1. Que previamente se haya presentado inútilmente para su aceptación o para su pago.
2. Que se hayan cumplido los requisitos de la Ley en cuanto al protesto, aunque el propio
artículo permite suplir el protesto por cualquier otro medio de prueba.
3. Que se restituya la letra de cambio al demandado, de no hacerlo, el deudor estaría en la
incertidumbre de hacer doble pago, además así lo dispone el artículo 17 de la materia, que
ordena “El tenedor de un título de crédito tiene la obligación de exhibirlo para ejercitar el
derecho que en él se consigna. Cuando sea pagado, debe restituirlo...”.

Caducidad y prescripción de las acciones cambiarias en las letras de


cambio
Regularmente se confunden la caducidad con la prescripción o viceversa, sin embargo, se
trata de dos figuras distintas, de aplicación diversa, ya sea para los casos de la acción
cambiaria directa o de regreso.

La caducidad y la prescripción
Son dos figuras jurídicas con gran similitud, quizá por el hecho de que en ambas el
transcurso del tiempo y la pérdida de un derecho están involucrados, sin embargo, son
diferentes.
El artículo 8o. de la ley de la materia establece de manera limitativa cuáles son las
excepciones y defensas que pueden hacerse valer por el demandado en contra de las
acciones derivadas de un título de crédito, y en su fracción X encontramos la prescripción y
caducidad, cuyo contenido, características y alcances legales a continuación lo exponemos

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Caducidad Prescripción

Concepto Es la pérdida de un derecho cambiario ante la Es la pérdida de un derecho


omisión del ejercicio de un derecho en cambiario, por no haberlo ejercitado
términos dispuestos por la ley mediante la acción correspondiente
dentro del plazo que la ley señala

Preceptos que Artículos: 160-164, 168 y 169, LGTOC Artículos:165,166, 168 Y 169, LGTOC
la regulan

“la caducidad implica un derecho que no llega “la prescripción supone la extinción
a existir, porque quien debió ser su titular, de un derecho ya existente por la
Características
dejo de realizar en momento oportuno un iniciativa del titular durante un
acto que es condición indispensable para el determinado tiempo.”
nacimiento y ejercicio del derecho”

Su efecto El juez está obligado a estudiar de oficio la Para que el juez entre al estudio de la
procesal caducidad analizando si la demanda fue prescripción, el demandado debe
presentada dentro del plazo señalado, aun oponerla en su capítulo de
cuando el demandado no lo haga valer. excepciones y defensas al contestar al
contestar la demanda, de lo contrario
el juez no puede hacer el análisis.

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Cómo opera la prescripción en las acciones derivadas de la letra de cambio
La acción cambiaria directa o de regreso en la letra de cambio prescribe en tres años,
contados a partir del vencimiento de la letra o desde que concluyan los plazos que indican
los artículos 93 y 128 de Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, pues así está
establecido en el artículo 165 de la misma ley, mientras que la acción causal prescribe de
acuerdo con el acto o negocio jurídico que le dio origen, y la acción de enriquecimiento
prescribe en un año, como se dispone en el artículo 169 de la ley citada.
Cómo opera la caducidad en las acciones derivadas de la letra de cambio
La acción en vía de regreso caduca respecto del último tenedor de la letra contra los demás
obligados cambiarios de acuerdo con las fracciones que integran el artículo 160 de la ley
citada:
I. Por no haber sido presentada la letra para su aceptación o para su pago, en los términos
de los artículos 91 al 96 y 126 al 128;
II. Por no haberse levantado el protesto en los términos de los artículos 139 al 149;
III. Por no haberse admitido la aceptación por intervención de las personas a que se refiere
el artículo 92;
IV. Por no haberse admitido el pago por intervención en los términos de los artículos 133
al 138;
V. Por no haber ejercitado la acción dentro de los tres meses que sigan a la fecha del
protesto o, en el caso previsto por el artículo 141, al día de la presentación de la letra para
su aceptación o para su pago; y
VI. Por haber prescrito la acción cambiaria contra el aceptante, o porque haya que prescribir
esa acción dentro de los tres meses siguientes a la notificación de la demanda.
La acción en vía de regreso caduca respecto del que paga la letra contra los demás obligados
cambiarios en la misma vía de regreso pero anteriores a él, de acuerdo con las fracciones
que integran el artículo 161 de la ley de la materia:
I. Por haber caducado la acción de regreso del último tenedor de la letra, de acuerdo con
las fracciones I, II, III, IV y VI del artículo anterior;
II. Por no haber ejercitado la acción dentro de los tres meses que sigan a la fecha en que
hubiere pagado la letra, con los intereses y gastos accesorios, o a la fecha en que le fue
notificada la demanda respectiva, si no se allanó a hacer el pago voluntariamente; y
III. Por haber prescrito la acción cambiaria contra el aceptante, o porque haya de prescribir
esa acción dentro de los tres meses que sigan a la notificación de la demanda. En los casos
previstos por el artículo 157, se considerará como fecha de pago, para los efectos de la

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fracción II de este artículo, la fecha de la anotación de recibo que debe llevar la letra pagada,
o en su defecto, la del aviso o la de la letra de resaca a que aquel precepto se refiere
En los casos previstos por el artículo 157, se considerará como fecha de pago, para los
efectos de la fracción II de este artículo, la fecha de la anotación de recibo que debe llevar
la letra pagada, o en su defecto, la del aviso o la de la letra de resaca a que aquel precepto
se refiere.
La acción cambiaria sólo caduca contra el aceptante por intervención y contra el domiciliario
por no haber sido protestada la letra.

Acción de enriquecimiento
Concepto
Podemos afirmar que es la última alternativa procesal con la que cuenta el tenedor de la
letra para exigir su pago, sin embargo, esta acción sólo puede ejercitarse en contra del
girador, por la suma de que se haya enriquecido en su daño, la cual va a proceder, siempre
y cuando la acción cambiaria o la causal, sean inoperantes e improcedentes jurídicamente
por caducidad o porque carezca de derecho para el ejercicio de la citada acción.
El artículo 169 de la Ley establece que si la acción de regreso contra el girador se extinguió
por caducidad y el tenedor de la letra carece de acción causal en su contra, puede exigirle
la suma con la que se haya enriquecido en daño propio del tenedor.
¿Cuáles son los requisitos para la procedencia de la acción de enriquecimiento?
Son requisitos para el ejercicio de la acción de enriquecimiento, la extinción de las acciones
cambiarias directas o de regreso y de las acciones causales contra todos los endosatarios.

Son requisitos para su ejercicio:


1. Que se dé contra el girador del documento.
2. Que haya perdido la acción de regreso contra el girador por haber caducado.
3. Que carezca de acción causal en contra del girador.
4. Que carezca de acción cambiaria o causal en contra de los otros obligados en la
letra.
¿Contra qué persona se ejercita la acción de enriquecimiento?
El maestro Cervantes Ahumada sostiene lo siguiente respecto de la acción de
enriquecimiento: “Se trata de una acción típica de enriquecimiento injusto, que se da
sólo contra el girador, porque normalmente es el único que puede enriquecerse en
virtud de la letra, por ser su creador”,6 de ahí que esta acción sólo pueda ejercitarse
en contra del girador, siendo improcedente su ejercicio en contra de cualquier otro
obligado en la letra.

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Para acreditar la procedencia de la acción del enriquecimiento ilegítimo, el tenedor debe
probar:
1. Que el girador se haya enriquecido en daño del tenedor de la letra, de ahí que se le
denomine ilegítimo.
2. El empobrecimiento del tenedor, como consecuencia del enriquecimiento ilegítimo del
girador.
Hay enriquecimiento ilegítimo cuando el patrimonio de una persona se incrementa en
detrimento de otra, sin que medie causa que justifique el incremento del primero y el
empobrecimiento del segundo, quedando obligado el primero a indemnizar al segundo,
hasta que ambos patrimonios queden en la situación que tenían antes del enriquecimiento
ilegítimo. Así, entonces, el empobrecimiento debe ser causa directa e inmediata del
enriquecimiento obtenido por el girador, si no se acredita lo anterior, la acción de
enriquecimiento ilegítimo no se habrá probado en el juicio respectivo.
¿En que tiempo prescribe la acción de enriquecimiento ilegitimo?
La acción de enriquecimiento prescribe al año, contado desde el día en que caducó la acción
cambiaria. Es importante puntualizar que tanto la acción causal como la de enriquecimiento
no son acciones cambiarias, por tal motivo, su ejercicio ante la autoridad competente
deberá ser en la vía ordinaria mercantil, regulada en los artículos 1377 al 1390 del Código
de Comercio, o en la vía ordinaria civil, regulada por el Código de Procedimientos Civiles,
dependiendo cada caso de la causa que le dio origen al título. Cabe mencionar que la letra
de cambio ha caído en desuso, por ser un documento de crédito complejo en su
elaboración y en su trámite judicial, superado ahora por el pagaré.

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