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CUIDADOS MEDIATOS DEL RECIÉN NACIDO: TÉCNICAS DE

AMAMANTAMIENTO, PREVENCIÓN DE HIPOTERMIA DE INFECCIONES, Y


DE HIPOGLUCEMIA.

1. Cuidados mediatos:

Grupo de tareas que se le realizan a los recién nacidos de manera rutinaria por el personal de
enfermería, con el objetivo de identificar cualquier alteración, brindar bienestar al niño y
evitar complicaciones.

2. Periodos de reactividad neonatal:


 Durante las primeras horas de vida del bebé su cuerpo debe adaptarse a la vida
extrauterina. Se producen numerosos cambios en todos los órganos y sistemas que
tienen el objetivo de garantizar la supervivencia por sí mismos.
 en los primeros minutos que transcurren después del nacimiento cambian
los mecanismos de funciones fisiológicas básicas como la respiración (los pulmones
deben expulsar todo el líquido amniótico que contienen e iniciar el intercambio
gaseoso), la alimentación (pasará de alimentarse por los nutrientes que le aporta la
placenta continuamente por la sangre a una nutrición intermitente por boca) y (la
placenta se encargaba de eliminar los desechos del organismo y ahora pasará a tener
digestión intestinal).
 En este periodo de transición durante el parto y el nacimiento tu bebé recibe unos
estímulos sensoriales que influyen en su adaptación a la vida extrauterina. Se produce
una descarga en el sistema simpático. En tu bebé se observan cambios en la frecuencia
cardíaca (pulso), coloración de la piel, respiración, actividad motora (movimiento del
cuerpo), función gastrointestinal (primera micción y meconio) y la temperatura.
Primer estadio (Primer periodo de reactividad neonatal)

De 0 a 30 minutos. Tu bebé se muestra extremadamente activo. Se mantiene en alerta, con


los ojos abiertos, con movimientos de sobresalto y el reflejo de succión es muy enérgico. Su
llanto es fuerte y vigoroso. Sus constantes están alteradas, presenta taquicardia (frecuencia
cardíaca alta 160- 180 x´ en los primeros 15 minutos y de 100-120x´durante los 30 primeros
minutos), taquipnea (frecuencia respiratoria 60-80x´) y su respiración es irregular. Mantener
la temperatura de su cuerpo será primordial porque oscila con facilidad.

Segundo estadio (Intervalo en reposo)

Después de este estado de alerta inicial, disminuye la respuesta y actividad, aunque lo


estimules no hay respuesta. Esta fase puede durar de 30´ a 2 horas. Las constantes se
normalizan y tanto la frecuencia cardíaca como la respiratoria disminuyen. Se inicia el
peristaltismo (movimientos intestinales) y elimina mucosidad. La actividad motora desciende
hasta que finalmente se duerme.

Tercer estadio (segundo periodo de reactividad)

Se inicia cuando tu bebé se despierta del sueño profundo del intervalo de reposo y puede
durar de 2 a 2 horas. Este segundo periodo se caracteriza por las manifestaciones descritas
en el primer periodo de reactividad, pero menos marcadas: taquicardia, cambios de color,
respuesta a estímulos exógenos y también emisión de meconio, secreciones, vómitos,…
3. cuidados mediatos del recién nacido:
Atención en la sala de partos:
 ligadura del cordón con pinza o cinta umbilical.
 Profilaxis oftálmica con gotas de cloranfenicol o neomicina.
 Aplicación de la vitamina K
 Probar permeabilidad rectal con termómetro apropiado
 Evaluar la permeabilidad esofágica
 Identificación del niño para su traslado.
 Toar huellas del RN
 Exploración inicial, rápida e intencionada para corroborar la integridad y
ausencia de malformaciones y traumatismo obstétrico.

Manejo en la sala de cunas

 Atención de enfermería, corrobora sexo e identificación.


 Se revisa rápidamente al niño para evaluar sus condiciones y definir si requiere
manejo normal o procedimientos especiales.
 Se verificara que su expediente completo.
 Se coloca en una cuna térmica, cuna abierta o incubadora.
 Se le deja en posición horizontal y decúbito dorsal o en posición lateral.
 Se le mantiene en sito donde pueda vigilarse.
 Se realiza somato métrica

Además de los cuidados prestados en las primeras cuatro horas de vida se debe:

 Iniciar esquema de vacunación con aplicación de BCG, antihepatitis B.


 La vacunación se debe realizar siempre que no exista ninguna
contraindicación, por ejemplo se debe posponer la aplicación de BCG en caso
de bajo peso.
 Brindar educación y orientación a la madre sobre:
 Lactancia materna exclusiva, puericultura y detección de signos de alarma o
complicaciones por las que debe consultar a una institución de salud.
 Inscripción del recién nacido para la valoración de su crecimiento y desarrollo
y esquema completo de vacunación.
 Dar certificado del recién nacido vivo y orientación acerca del registro civil.
 Inscripción del niño y la niña en el Sistema General de Seguridad Social en
Salud.
 Fortalecimiento de los vínculos afectivos entre madre, padre e hijo o hija.
 Confirmar antes de dar de alta que se tomó la muestra de sangre para el
Tamizaje de hipotiroidismo congénito, si al momento de la salida se cuenta
con el resultado de la prueba, este debe ser verificado. Si es anormal, debe
realizarse inmediatamente TSH y T4 por parte del laboratorio que hizo el
tamizaje y si se comprueba anormalidad el recién nacido debe ser remitido al
pediatra para valoración.
 En caso de ausencia de la serología de la madre o de los resultados de su
serología reciente, es preciso verificar la toma de muestra para serología y
hacer seguimiento del resultado.
 Dar de alta y citar a control a las 72 horas siguientes al nacimiento.
TÉCNICAS DE AMAMANTAMIENTO

Para una lactancia exitosa hay que asegurar una buena técnica de amamantamiento y un buen
acoplamiento boca pezón-areola.

 Buen agarre:
La boquita del bebé debe estar bien abierta para que el pezón y gran parte de la areola
entren bien en ella. Si la areola es muy grande, la madre puede ver parte de ella cuando
el bebé come; por el contrario, cuando la areola es pequeña, el bebé tendrá entre su
boca parte de piel adicional a la areola.
 buena posición:
 Posición del niño con la madre acostada. (Muy útil por la noche o en las
cesáreas). Madre e hijo se acuestan en decúbito lateral, frente a frente y la cara
del niño enfrentada al pecho y abdomen del niño pegado al cuerpo de su
madre. La madre apoya su cabeza sobre una almohada doblada. La cabeza del
niño sobre el antebrazo de la madre.
 Posición tradicional o de cuna: La espalda de la madre debe de estar recta y
los hombros relajados. El niño está recostado sobre el antebrazo de la madre
del lado que amamanta. La cabeza del niño se queda apoyada en la parte
interna del ángulo del codo y queda orientada en el mismo sentido que el eje
de su cuerpo. El abdomen del niño toca el abdomen de la madre y su brazo
inferior la abraza por el costado del tórax: La cabeza del niño en el antebrazo
de la madre.
 Posición de cuna cruzada. (Útil para dar ambos pechos sin cambiar al niño
de posición en casos en los que el bebé tenga predilección por uno de los dos
pechos). Una variante de la anterior en la que la madre con la mano del mismo
lado que amamanta, la coloca en posición de “U” y sujeta el pecho, la otra es
para sujetar al bebé por la espalda y la nuca. Es necesario disponer de una
almohada para colocar el cuerpo del bebé a la altura del pecho.
 Posición de canasto, o de rugby: (Útil en caso de cesáreas, grietas y
amamantamiento simultáneo de dos bebés). Colocamos al niño bajo el brazo
del lado que va a amamantar, con su cuerpo rodeando la cintura de la madre.
La madre maneja la cabeza del bebé con la mano del lado que amamanta,
sujetándolo por la nuca.

 Posición caballito. (Útil para niños hipotónicos, reflejo de eyección


exagerado, grietas y mamás muy grandes). En ella el bebé se sienta vertical
frente al pecho, con sus piernas bien hacia un lado o montado sobre el muslo
de su madre. La madre sujeta el tronco del bebé con el antebrazo del lado que
amamanta.

 Posición sentada. La madre se coloca con la espalda recta, hombros relajados


y un taburete o reposapiés para evitar la orientación de los muslos hacia abajo.
El bebé mirando a la madre y barriga con barriga, colocando una almohada o
cojín debajo para acercarlo al pecho de la madre, si fuera necesario (no el
pecho al bebé).

 SIGNOS DE MAL POSICIÓN.


 Hundimiento de las mejillas, en este caso el niño no está mamando, está
succionando.
 Dolor y grietas en el pezón debido a la fricción y aumento de la presión por la
succión.
 El niño mama durante mucho tiempo, hace tomas muy frecuentes y casi sin
interrupción.
 Traga aire y hace ruido al tragar.
 Se produce regurgitación, vómito y cólico con frecuencia.
 Presencia excesiva de gases: en forma de eructo por el aire tragado y los que
se forman en el colon por fermentación de la lactosa y son expulsados por el
ano.
 Ingurgitación frecuente. Con esto la producción de leche aumenta y la ingesta
del bebé es mayor en proteínas y lactosa, puesto que la capacidad del
estómago está limitada impide que el niño tome la leche del final rica en
grasas y que sacia al bebé, por lo que se queda con hambre a pesar de haber
comido. Se atraganta con el chorro de leche que sale desesperado por la
“bajada” de leche.
 Irritación de las nalgas por la acidez de las heces.
 El bebé pasa el día lloroso e intranquilo. A veces se pelea con el pecho, lo
muerde, lo estira y lo suelta llorando.
 La madre está agotada.
 Aparece dolor en el pezón, el bebé no suelta espontáneamente el pecho y la
frecuencia de las tomas al día es de 15 veces y más de 15 minutos.
PREVENCIÓN DE HIPOTERMIA DE INFECCIONES, Y DE HIPOGLUCEMIA

HIPOTERMIA
La termorregulación es la habilidad de mantener un equilibrio entre la producción y la
pérdida de calor para que la temperatura corporal esté dentro de cierto rango normal. En el
recién nacido, la capacidad de producir calor es limitada y los mecanismos de pérdidas
pueden estar aumentados, según la edad gestacional y los cuidados en el momento del
nacimiento y el periodo de adaptación.
La hipotermia se define como una temperatura central < 35 a35,5°C. Puede deberse a una
causa exclusivamente ambiental o representar una enfermedad intercurrente. El tratamiento
consiste en el recalentamiento y la corrección de la causa.
La hipotermia afecta más a los recién nacidos que a los adultos, ya que su anatomía lo
predispone a la pérdida de calor; aunque no presente problemas en su producción, la pérdida
de calor está en función directa con la superficie corporal y el peso: a mayor superficie en
relación con la masa corporal, mayor oportunidad de pérdida calórica. Un recién nacido
hipotérmico utiliza toda su energía para producir calor, y este gasto constante de energía
puede ocasionarle trastornos en las demás funciones vitales, como apnea, hipoglucemia,
retraso en el aumento de peso e incluso, en casos extremos, un problema neurológico que
comprometa su estado. La hipotermia también activa mecanismos de sufrimiento que
requieren un aumento de trabajo metabólico
La hipotermia se puede clasificar de acuerdo a su severidad. (OMS 1997)
 Hipotermia leve: Temperatura corporal → 36 - 36,4 ° C.
 Hipotermia moderada: Temperatura corporal → 32 - 35,9 ° C.
 Hipotermia grave: Temperatura corporal de < 32 ° C.
Fisiología del control térmico en los recién nacidos
La homeostasis del organismo necesita de una temperatura constante dentro de límites
estrechos. Este equilibrio se mantiene cuando hay relación entre la producción y la pérdida
de calor. La producción de calor en el recién nacido tiene dos componentes. El primero es la
“termogénesis no termorreguladora”, que es el resultado del metabolismo basal, la actividad
y la acción térmica de los alimentos. Cuando las pérdidas de calor superan a la producción,
el organismo pone en marcha mecanismos termorreguladores para aumentar la temperatura
corporal a expensas de un gran costo energético. A esta forma de producción de calor se
denomina “termogénesis termorreguladora”, termogénesis química, mecanismo de la grasa
parda o estrés térmico. En condiciones de estrés por frío, la temperatura corporal central es
inicialmente normal a expensas de un gran costo energético. Cuando el niño pierde la
capacidad para mantener su Temperatura corporal normal, cae en hipotermia. Las respuestas
neonatales primarias al estrés por frío son la vasoconstricción periférica y la termogénesis
química (metabolismo de la grasa parda). Por este mecanismo, el recién nacido hipotérmico
consume glucosa y oxígeno para producir calor y pone al recién nacido en situación de riesgo
de hipoxia e hipoglucemia. Cuando un recién nacido debe producir calor por medio del
metabolismo de la grasa parda, pone en funcionamiento mecanismos que en el corto plazo lo
llevarán a hipotermia y los riesgos que esto implica como se expresa en el siguiente cuadro.

Ambiente térmico neutro


Se define como ambiente térmico neutro (termoneutralidad) definido como el rango de
temperatura ambiente dentro del cual la temperatura corporal está dentro del rango normal,
el gasto metabólico es mínimo, (consumo oxígeno mínimo y glucosa), y la termorregulación
se logra solamente con procesos físicos basales y sin control vasomotor (vasoconstricción
periférica). De esa manera el niño está en equilibrio térmico con el ambiente. Este rango de
temperatura es muy pequeño si el niño es muy inmaduro y se va haciendo mayor a medida
que el niño va madurando. En el estado de termoneutralidad el RN no gana ni pierde calor, y
el consumo de O2 es mínimo al igual que el gradiente de temperatura central y periférica. El
gradiente de temperatura entre la central y periférica se denomina temperatura delta T.
Cuando la diferencia es mayor de 1º C es un signo predictor de estrés térmico.
Por tanto, es fundamental no solo prevenir la hipotermia sino también el estrés térmico
(diferencia de Temperatura axilar y periférica >1ºC) En el RNMBP el estrés térmico se asocia
con aumento de la morbilidad y de la mortalidad neonatal.
Etiología
 La edad gestacional es uno de ellos: A menor edad gestacional, la postura es más
deflexionada y presenta menor tono muscular. Los recién nacidos pretérminos
presentan menor cantidad de depósitos de grasa parda y menor habilidad de generar
calor por este mecanismo, Escasez de reservas de glucógeno y glucosa. También
presentan mayor área de superficie (relación masa-superficie) y menor cantidad de
tejido celular subcutáneo; mayor pérdida de calor desde el interior del organismo por
falta de aislamiento ya que presenta epidermis fina y ausencia de estrato corneo en
las primeras semanas de nacimiento (Las pérdidas por evaporación, por si solas,
pueden exceder la capacidad de producir calor). Ausencia de vermix caseoso y
respuesta fisiológica dependiendo de su EG:
- Los RN < 28-29 semanas. EG tienen dificultad para producir calor en respuesta al
frío. Necesitan temperaturas medioambientales elevadas, más altas cuanto menor es
el peso del niño al nacimiento. Durante las primeras 48 h de vida estos niños tienen
una respuesta vasomotora muy pobre ante una situación de frío y permanecen
vasodilatados lo que aumenta las pérdidas de calor.
- Los RN> 29-30 semanas de EG (comparados con el grupo anterior) tienen mayor
capacidad de aumentar o disminuir la producción de calor con objeto de mantener su
temperatura corporal a pesar de las variaciones de temperatura de su entorno, pero
igual tienen riesgo de alteraciones de la termorregulación.
 La hipoxia y la hipoglucemia interfieren en la producción de calor en el pretérmino
y son además una consecuencia cuando utiliza el mecanismo metabólico para corregir
la hipotermia.
 Las Anomalías congénitas que impliquen apertura en la piel como las gastrosquisis,
onfalocele, extrofia vesical, meningocele, también favorecen la hipotermia.
 El Daño del sistema nervioso central que puede interferir con su capacidad
termorreguladora
 Retardo de crecimiento intrauterino
 La Sedación disminuyen la actividad física, el tono muscular por lo que no puede
usar posición en flexión para reducir el área de superficie expuesta. El recién nacido
no presenta respuesta muscular involuntaria como el escalofrío.
 Respuesta sudo motora escasamente desarrollada.
 Tono Motor y Actividad: Niños enfermos y de edades gestacionales más bajas.
Mecanismos de pérdida y ganancia de calor en el recién nacido
Es necesario tener en cuenta que:
- La cantidad de calor que se pierde y la rapidez con que se pierde es proporcional al gradiente
de temperatura entre el RN y el medio que le rodea (aire, liquido, sólido u objetos cercanos).
- Cuanto mayor es la superficie de contacto, mayor es la transferencia de calor.
Los cuatro mecanismos por los cuales el calor es transferido desde y hacia la superficie
corporal son:
Signos y síntomas
Tratamiento
La hipotermia se trata por recalentamiento en una incubadora o bajo una fuente de calor
radiante. Debe controlarse al recién nacido y tratar, según sea necesario, la hipoglucemia, la
hipoxemia y la apnea. Los cuadros de base, como sepsis, abstinencia de drogas o hemorragia
intracraneal, requieren tratamiento específico.
Si la temperatura del niño es menor de 36,5 º, realizar el calentamiento lentamente entre 1º-
1,5ºC por hora. El rápido recalentamiento puede asociarse con mayores problemas orgánicos,
metabólicos, cutáneos y cerebrales.
Ajustar la temperatura de la incubadora 1-1,5º C por encima de la temperatura axilar del niño.
Retirar todos los elementos que puedan interferir con la ganancia de calor como sabanas
plásticas, gorro y la vestimenta del recién nacido, hasta que la temperatura se normalice.
Evitar las pérdidas de calor por cualquiera de los mecanismos: convección, radiación,
conducción y evaporación.
Confirmar que el porcentaje de humedad es el adecuado para su EG y tiempo de nacimiento.
Controlar siempre la temperatura cuando se modifique la humedad. La humedad tiene la
propiedad de alterar los requerimientos de temperatura del niño; a mayor humedad, menor
requerimiento térmico. Todos los gases que respire el niño deben de estar húmedos y
calientes.
Prevención de la hipotermia
Resulta imprescindible ofrecer al recién nacido una neutralidad térmica, es decir, un ambiente
térmico en el que pueda mantener una temperatura corporal normal con el consumo de
energía mínimo. La temperatura corporal del recién nacido debe mantenerse entre 36y 37ºC;
para ello deben ajustarse al máximo las condiciones de temperatura ambientales.
Secar al Recién nacido: el campo precalentado utilizado para recibir al recién nacido se
utiliza para secar rigurosamente toda la piel, cuero cabelludo y pliegues del recién nacido
(esto reducirá las pérdidas de calor por contacto y evaporación). Se deberá secar con especial
cuidado la cara y el cuero cabelludo, ya que la cabeza representa un 20% de la superficie
corporal total del RN. No se debe bañar ni lavar al RN, solo secarlos con campos
precalentados para retirar la sangre, meconio o líquido amniótico, procurando no eliminar el
vérmix caseoso.
Además, se procede a retirar de la boca y nariz del RN cualquier secreción o resto de líquido
amniótico claro, utilizando una gasa o toalla limpia.
Contacto precoz piel a piel: se procede a retirar el primer campo húmedo (el que se utilizó
para recibir al RN), cubriéndolo con un segundo campo precalentado y un gorro. Entonces
se coloca sobre el vientre o entre las mamas de su madre (contacto piel a piel), en donde debe
permanecer durante un tiempo no menor de 45 minutos, estimulando la succión del calostro.
Este procedimiento es útil para prevenir las pérdidas de calo, promover el apego, fortalecer
el vínculo afectivo madre-hijo, muy importante para el futuro desarrollo de la infancia, y
estimular la lactancia materna.
El contacto piel a piel, a través de estimulos sensoriales como de tacto y olor, es un potente
estimulante vagal que, entre otros efectos, libera oxitocina materna. La oxitocina produce un
incremento de temperatura de la piel de las mamas de la madre, lo que proporciona calor al
RN. Además, favorece la contractibilidad uterina, reduciendo el sangrado posparto.
En esta posición, se realizan los siguientes cuidados del RN dentro de la sala de partos: la
temperatura ambiental debe mantenerse entre 24-26ºC, usar un calefactor radiante en el área
en donde se llevan a cabo las maniobras iniciales.
INFECCIONES NEONATAL

Se entiende por sepsis neonatal o infecciones


aquella situación clínica derivada de la
invasión y proliferación de bacterias, hongos
o virus en el torrente sanguíneo del recién
nacido (RN) y que se manifiesta dentro de
los primeros 28 días de vida, si bien
actualmente se tiende a incluir las sepsis
diagnosticadas después de esta edad, en recién nacidos de muy bajo peso (RNBP). Los
microorganismos patógenos inicialmente contaminan la piel y/o mucosas del RN llegando al
torrente circulatorio tras atravesar esta barrera cutáneo-mucosa, siendo la inmadurez de las
defensas del neonato, sobre todo si es un RNBP, el principal factor de riesgo que predispone
al desarrollo de la infección.

Según su mecanismo de transmisión, se deben diferencian dos tipos fundamentales de sepsis


neonatal: las sepsis de transmisión vertical que son causadas por gérmenes localizados en el
canal genital materno y contaminan al feto por vía ascendente (progresando por el canal del
parto hasta alcanzar el líquido amniótico) o por contacto directo del feto con secreciones
contaminadas al pasar por el canal del parto y las sepsis de transmisión nosocomial que son
producidas por microorganismos localizados en los Servicios de Neonatología y que
colonizan al niño a través del personal sanitario (manos contaminadas) y/o por el material de
diagnóstico y/o tratamiento contaminado (termómetros, fonendoscopios, sondas, catéteres,
electrodos, etc.). La mayoría de las sepsis verticales debutan en los primeros 3-5 días de vida,
por lo que también reciben el nombre de sepsis de inicio precoz, mientras que las sepsis
nosocomiales, suelen iniciar los síntomas pasada la primera semana de vida y son
denominadas sepsis de inicio tardío. Sin embargo, este criterio cronológico para diferenciar
el tipo de sepsis, no está exento de errores, pues hay sepsis de transmisión vertical de inicio
tardío que con este criterio no serían consideradas como tales y sepsis nosocomiales de inicio
precoz que serían falsamente clasificadas como verticales.
Por ello, consideramos más correcto clasificar las infecciones según su mecanismo de transmisión y
FACTORES QUE FAVORECEN EL DESARROLLO DE LA SEPSIS NEONATAL
Inmadurez Del Sistema Inmune
 Paso transplacentario reducido de IgG materna (pretérmino)
 Inmadurez relativa de todos los mecanismos inmunes (fagocitosis, actividad del
complemento, función de Linf. T,..)
Exposición A Microorganismos Del Tracto Genital Materno
 Infección amniótica por vía ascendente
 Contacto con microorganismos durante el parto
 Parto prematuro desencadenado por infección (corioamnionitis)
Factores Periparto
 Traumatismos de piel, vasos, ..., durante el parto
 Scalp de cuero cabelludo por electrodos u otros procedimientos
Procedimientos Invasivos En UCI
 Intubación endotraqueal prolongada
 Colocación de catéteres intravasculares
 Alimentación intravenosa
 Drenajes pleurales
 Shunts de líquido cefalorraquídeo
Incremento De La Exposición Postnatal
 Presencia de otros neonatos colonizados
 Hospitalización prolongada
 Plétora hospitalaria
 Escasez de personal sanitario (sobrecarga de trabajo)
Pobres Defensas De Superficie
 Piel fina, fácilmente erosionable (pretérmino)
Presión Antibiótica
 Aparición de microorganismos resistentes
 Infección fúngica
no según el momento de aparición de los síntomas, evitando así mezclar infecciones de distinta
patogenia, etiología y tratamiento. Finalmente están las sepsis adquiridas fuera del hospital o sepsis
comunitarias, que son muy infrecuentes y que habitualmente aparecen asociadas a otra infección
localizada como neumonía, infección urinaria o meningitis.
SEPSIS DE TRANSMISIÓN VERTICAL

Se producen como consecuencia de la


colonización del feto, antes (vía ascendente)
o durante el parto, por gérmenes procedentes
del tracto genital materno, siendo por tanto la
presencia de gérmenes patógenos en el canal
genital de la gestante el principal factor de
riesgo relacionado con estas infecciones Esta
colonización genital materna está también
relacionada con la aparición de rotura
prematura de membranas amnióticas, corioamnionitis y parto prematuro. En mujeres
gestantes la detección de gérmenes patógenos en vagina tiene una prevalencia variable, y la
mejor manera de predecir el estado de colonización vaginal en el momento del parto es el
análisis del exudado vagina-rectal en las 5 semanas previas al mismo (entre las 35-37
semanas de gestación).

FACTORES DE RIESGO

Existen una serie de factores de riesgo que pueden condicionar una mayor probabilidad de
infección en el RN. Unos son factores de riesgo maternos y otros del propio neonato. Algunos
factores se consideran de alto riesgo como: Roturas prematuras y prolongadas de membranas,
fiebre materna intraparto, corioamnionitis, colonización rectovaginal por

Estreptococo beta-hemolítico del grupo B (EGB), antecedente de un hijo previo con


enfermedad por EGB, infección urinaria materna no tratada en el último trimestre de la
gestación o prematuridad sin causa que la justifique. Otros sin embargo parecen tener menos
riesgo para favorecer la sepsis neonatal: sexo varón, parto prolongado, embarazos múltiples,
administración preparto de corticoides (esto muy controvertido),etc

ETIOLOGIA

Con relación a la etiología ésta ha ido cambiando a lo largo de los años y varía de acuerdo al
área geográfica. Antes de la aparición de los antibióticos, los gérmenes Gram positivos eran
los principales responsables de estas infecciones, destacando entre ellos los Estreptococos
Beta-hemolíticos del grupo A. Al iniciarse el uso de los antibióticos, en la década de los 40,
se evidenció un predominio de los Staphylococcus aureus resistentes a la penicilina.
Posteriormente, con la utilización de los antibióticos de amplio espectro se constató una
disminución de ellos y una aparición de gérmenes Gram negativos, siendo el Escherichia coli
(E. Coli) el germen más representativo de la década de los 50.

Durante los años 60 y 70 se mantiene E. Coli como máximos responsables de las sepsis
neonatales y aparecen otros gérmenes Gram negativos como causantes de ellas, el llamado
grupo KES (Klebsiella, Enterobacter, Serratia); así mismo, y durante esta época, se aísla con
cierta frecuencia un germen Gram positivo, la Listeria monocytogenes, que posteriormente
sufre un descenso importante, probablemente por los cambios en los hábitos alimenticios e
higiénicos y por el tratamiento antibiótico intraparto que puede inhibir la transmisión vertical
de este germen.

A partir del final de los años 70 se evidencia un aumento progresivo de las infecciones por
el EGB (Streptococcus agalactiae), germen excepcional en épocas anteriores como indicó en
1981 Freedman quien revisó la etiología de la sepsis en el RN durante un periodo de 50 años
(1928-78). Posteriormente Gladstone amplía la revisión anterior hasta 1988 y ya encuentra
al EGB como máximo responsable de las sepsis neonatales, seguido por el E. Coli. Esta
situación se mantiene en la actualidad.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico de infección en el RN debe hacerse lo más precoz posible para iniciar la


terapéutica de forma inmediata y mejorar, de esa forma, el pronóstico. Para efectuar el
diagnóstico de infección debemos valorar la clínica y disponemos de exámenes
bacteriológicos así como de exámenes biológicos y bioquímicos

 CLÍNICA

El diagnóstico inicial de sepsis es clínico, de ahí que haya que efectuar un examen físico
muy detallado del RN en busca de cualquier signo o síntoma, sabiendo que las
manifestaciones clínicas suelen ser inaparentes, inespecíficas, más o menos sutiles y, a veces,
de aparición tardía; otras, las menos, el inicio de la clínica es fulminante, con shock séptico,
sin que exista tiempo a realizar el diagnóstico.
El distres respiratorio es el signo más común y su presentación clínica puede variar desde
pausas de apnea a un grave síndrome respiratorio que requiera apoyo ventilatorio; signos
cardiocirculatorios, neurológicos, digestivos... así como la mala regulación de la temperatura
(es más frecuente la hipotermia en el prematuro y la hipertermia en el nacido a término),
suelen estar presentes en las infecciones neonatales. Debido a la pluralidad de signos y
síntomas, habitualmente inespecíficos, que puede tener el RN infectado, habrá que incluir la
infección en el diagnóstico diferencial de casi la totalidad de la patología neonatal.

 EXÁMENES BACTERIOLÓGICOS

Hemocultivo.

Considerado “patrón de oro” para el diagnóstico. Está probado que un tanto por ciento
elevado de sepsis bacteriana tienen el hemocultivo negativo, bien por terapéutica materna
previa con antibióticos, bien por defectos en la recogida de la muestra, Conviene extraer un
mínimo de 0,5 ml de sangre por frasco. Con dos frascos se aumenta el rendimiento de los
cultivos positivos pues se disminuye el riesgo de interpretaciones erróneas por contaminación
(0,5 a 1 mL, de dos venas periféricas diferentes y con intervalo no mayor de 5 minutos). Si
la muestra se toma de catéteres umbilicales el riesgo de contaminación es inversamente
proporcional a las horas o días de la colocación del catéter.

Examen y cultivo de líquido cefalorraquídeo (LCR).

A los RN con sospecha de sepsis se les debe efectuar punción lumbar (PL), pues no todos los
que tienen participación meníngea presentan signos y síntomas de meningitis. Además,
algunos RN con cultivo positivo del LCR pueden tener un hemocultivo negativo. El retraso,
por tanto, en hacer PL solo estaría justificado por una inestabilidad cardiocirculatoria o
respiratoria, o bien por alteraciones de la coagulación. Algunos autores indican que no hay
que efectuar PL en neonatos asintomáticos.

Están de acuerdo de que casi la tercera parte de los RN con sepsis bacteriana va a cursar con
meningitis, pero aseguran que siempre que existe ésta habrá sintomatología. Así pues, la
decisión del estudio del LCR deberá individualizarse. Se considerará cuidadosamente la PL
en todo RN que esté siendo estudiado por una infección bacteriana y, sobre todo, si va a
recibir tratamiento antibiótico. Es importante además recordar que el examen citoquímico
normal no descarta meningitis.

Identificación de antígenos bacterianos.

El mejor test para la identificación de antígenos es la prueba del látex, es una prueba rápida,
sensible y específica. Se puede realizar en suero, LCR, orina,... Los mejores resultados se
obtienen en orina, fundamentalmente para la detección de antígenos EGB. Esta prueba puede
servir de complemento importante a otras pruebas diagnósticas, sobre todo, si se ha efectuado
tratamiento antibiótico prenatal materno. La prueba en orina es muy sensible, pero tiene baja
especificidad.

Urocultivo.

Útil en las sepsis de aparición tardía y muy poco útil en las precoces, ya que el desarrollo
bacteriano de la orina es extremadamente raro antes de las 72 horas. Cuando existe una
infección bacteriana en orina antes de esta fecha, hay que sospechar una metástasis de la
bacteriemia.

Para evitar los riesgos de contaminación es preferible la obtención de la muestra por punción
suprapúbica o por sondaje vesical.

Cultivos periféricos.

Los cultivos umbilicales, de oídos, faringe, piel, etc., sólo tienen valor en las sepsis verticales
si son negativos, ya que su positividad sólo indica colonización bacteriana. Donde tienen
algún valor es cuando la madre ha sido tratada prenatalmente con antibióticos, ya que al
poder negativizarse el hemocultivo del RN, los gérmenes aislados pueden orientar hacia la
etiología de la infección.

Cultivo de aspirado traqueal.

En los RN intubados se recomienda efectuarlo en las primeras 4 horas tras intubación, o bien
en cualquier momento cuando se sospecha el desarrollo de una sobreinfección pulmonar. Un
resultado positivo no implica un diagnóstico etiológico de certeza sino que son orientadores
dado que sólo indican contaminación de la vía aérea. También se puede hacer un recuento
celular, ya que se puede ver aumento de leucocitos en aspirado traqueal como signo indirecto
de infección.

Cultivos en la madre

(Vaginal, rectal, de placenta, de líquido amniótico y orina). Es aconsejable realizarlos


cuando se sospecha una sepsis de transmisión vertical en el neonato.

 EXÁMENES BIOLÓGICOS Y BIOQUÍMICOS

Las dificultades para identificar al RN séptico han dado lugar a que se valoren muchas
pruebas coadyuvantes que puedan indicar infección, pero que no identifican el
microorganismo causal. Los indicadores evaluados hasta ahora para el diagnóstico de sepsis
están lejos de ser los ideales (rápido, con alta sensibilidad y alto valor predictivo negativo),
por lo que se investigan nuevos marcadores y mientras tanto se efectúa la valoración conjunta
de varias pruebas con el fin de aumentar la sensibilidad y el valor predictivo negativo.

Recuento y fórmula leucocitaria.

Durante la época neonatal, los límites del recuento leucocitario normal son muy amplios.
Durante los primeros días de vida, la leucocitosis superior a 30.000 leucocitos/mm3 o
leucopenia inferior a 5.000 leucocitos/mm3, la neutrofilia superior a 15.000 neutrófilos/mm3
o neutropenia inferior a 5.000 neutrófilos/mm3 en las primeras horas de vida y luego inferior
a 1.500 neutrófilos/mm3, así como la relación neutrófilos inmaduros/ neutrófilos totales
superior a 0,2 en las primeras 48-72 horas de vida y luego superior a 0,12, proporcionan datos
válidos para el diagnóstico de sepsis bacteriana neonatal.

Sin embargo, estos parámetros leucocitarios se pueden alterar de forma importante en


muchas situaciones de estrés (neumotórax, parto difícil, convulsiones, toxemia materna, etc.)
y pueden simular una respuesta infecciosa. La repetición del recuento y fórmula leucocitaria
cada 6-12 horas aumenta de forma importante su valor predictivo.

Recuento plaquetario.

La trombocitopenia es habitualmente un signo tardío y poco sensible, aunque una cifra


menor de 100.000/mm3 posee una buena especificidad. El distrés respiratorio, la asfixia y la
coagulación intravascular diseminada son algunas patologías en las que puede estar presente
la trombocitopenia sin existir infección.

Velocidad de sedimentación globular.

Se puede utilizar como diagnóstico de infección, pero tiene poca sensibilidad.

Proteína C reactiva (PCR). Es un reactante de fase aguda, rápido y que se eleva ante un
estímulo infeccioso o inflamatorio muy por encima de su rango normal. Está demostrada su
utilidad como marcador de sepsis bacteriana neonatal. Los valores normales varían según el
laboratorio y la edad del RN, pero en general se da como cifra normal hasta 1,5 mg/dL.

Puede no elevarse en las fases iniciales de la infección, de ahí la conveniencia de su


determinación seriada en las primeras 24-48 horas del supuesto proceso infeccioso. La asfixia
y la aspiración de meconio pueden dar concentraciones altas de PCR. Valorada
conjuntamente con otras pruebas (relación inmaduros/totales, neutropenia, etc.) posee una
alta sensibilidad y valor predictivo negativo, y el descenso o normalización de los valores de
PCR puede ser un buen predictor de la eficacia del tratamiento antibiótico.

Otras pruebas:

Orosmucoide, fibrinógeno, alfa-1-antitripsina, fibronectina, haptoglobina, elastasa


leucocitaria, prealbúmina, IgM, etc., han sido estudiadas con más o menos eficacia
diagnóstica.

En el futuro es posible que se disponga, de forma generalizada, de marcadores infecciosos


muy precoces que mejorarán de forma evidente el diagnóstico de sepsis bacteriana neonatal,
como la procalcitonina (marcador muy precoz y específico), interleukinas, factor de necrosis
tumoral, moléculas solubles de adhesión intercelular, etc.

Mientras tanto, el recuento y fórmula leucocitaria, la relación inmaduros/totales y los niveles


de PCR, por su disponibilidad, rapidez y sensibilidad, son las pruebas más usadas.

TRATAMIENTO

El tratamiento del RN infectado o con sospecha de ello es posible que se haya iniciado
intraútero, debido al uso de antibióticos prenatales en aquellas situaciones en que existe un
riesgo de sepsis bacteriana vertical, y aunque ese tratamiento, muy posiblemente, haya
inhibido el crecimiento bacteriano e incluso haya impedido la llegada del germen al feto, la
actuación en el RN debe ser individualizada, valorando la posibilidad de continuar con el
tratamiento antibiótico, sobre todo en el RN prematuro, hasta evidenciar que no existe
infección. No hay que olvidar que a veces este tratamiento materno negativiza el hemocultivo
del RN, aun en presencia de sepsis.

El tratamiento antibiótico debe iniciarse de forma precoz ante la menor sospecha de


infección, ya que su retraso puede aumentar la morbimortalidad debido a la mayor carga
bacteriana.

La selección de antibiótico para el tratamiento inicial se basará en el conocimiento del mapa


bacteriológico y sensibilidad antibiótica propia de cada hospital, en la presencia de FR y en
el momento de aparición de la infección.

La asociación ampicilina y aminoglucósido (frecuentemente gentamicina) se ha mostrado


muy eficaz en el tratamiento de las sepsis verticales. Este último tiene como inconveniente
la necesidad de vigilar niveles séricos. En RN prematuros y en los hemodinámicamente
inestables podría sustituirse el aminoglucósido por cefotaxima, que además está muy
indicada cuando existe sospecha de meningitis.

Cuando el germen haya sido identificado, el tratamiento antibiótico se indicará según


antibiograma.

La vía utilizada es siempre parenteral y la duración del tratamiento será de 7 días en la sepsis
clínica de buena evolución, al menos de 10 días en la sepsis a Gram positivos y de 14 días en
caso de Gram negativos.

Las sensibilidades y resistencias a los antibióticos usados en dicho Grupo, pudiendo resumir
los resultados de la siguiente forma:

 No existe ninguna resistencia del EGB (como era de esperar) a Penicilina ni


Ampicilina.
 La resistencia del E. Coli a Ampicilina ha aumentado progresivamente en estos años.
 Van apareciendo resistencias del EGB a la Eritromicina así como a la Clindamicina.
Es conveniente conocer este dato para la profilaxis intraparto al EGB en las madres
alérgicas a betalactámicos.

PREVENCIÓN

Durante los años 80 diversos ensayos clínicos realizados buscando estrategias de prevención
frente a estas infecciones, demostraron que la administración de antibióticos en el momento
del parto a la madre colonizada por EGB, era capaz de prevenir la enfermedad invasiva
neonatal y que el cultivo recto-vaginal realizado entre la 35-37 semanas de gestación podía
identificar a estas mujeres susceptibles de profilaxis. La culminación de estos estudios y de
los esfuerzos colaborativos de distintos estamentos sanitarios norteamericanos, fue la
publicación en 1996 de las recomendaciones para la prevención de la enfermedad perinatal
por EGB, consensuadas por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, la Academia
Americana de Pediatría y el CDC y que han sido recientemente revisadas. En nuestro país,
las recomendaciones para la prevención de la infección perinatal por EGB, consensuadas por
las Sociedades de Obstetricia y Ginecología y Neonatología y avaladas por las Sociedades
de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y de Quimioterapia, fueron
inicialmente publicadas en 1998 y recientemente revisadas. Como ya hemos descrito, su
implantación en nuestro país ha supuesto una reducción significativa del 65% en las sepsis
verticales en global y del 80% en las sepsis por EGB.

Los principales puntos a destacar en estas pautas de prevención son: recomendación de


realizar cultivo vaginal y rectal a todas las gestantes entre la 35 y 37 semanas de gestación,
debiendo repetirse el estudio si han pasado más de 5 semanas desde su realización hasta el
parto (disminuye el valor predictivo dada la naturaleza intermitente de la colonización) y
recomendación de profilaxis antibiótica intraparto en las siguientes situaciones:

1) Todas las mujeres identificadas como portadoras vaginales o rectales de EGB en un


cultivo practicado durante las 5 semanas previas al parto.
2) Todas las mujeres en que se detecte EGB en orina durante la gestación,
independientemente del resultado del cultivo vaginal o rectal si éste se ha realizado.
3) Todas las gestantes que previamente hayan tenido un hijo con infección neonatal por
EGB, con independencia del resultado del cultivo vaginal o rectal si se ha realizado.
4) Todos los partos en los que se desconozca el estado de portadora y exista rotura de
membranas superior a 18 h o fiebre intraparto (38°C o más) o se produzcan antes de
la semana 37 de gestación.

La profilaxis intraparto no está indicada en los siguientes casos:

1) Cultivo vaginal y rectal negativo a EGB en la presente gestación (en un cultivo


practicado durante las 5 semanas previas al parto), aunque existan factores de riesgo
y aunque hayan sido positivos en un embarazo anterior.
2) Recién nacido a término sin factores de riesgo en el caso (no deseable y que debe ser
excepcional) de que se desconozca el estado de portadora de la madre.
3) Cesárea programada con cultivo positivo a EGB sin comienzo del parto y con
membranas íntegras.

PROFILAXIS

La prevención de la sepsis bacteriana neonatal se efectuará, de forma primordial, procurando


evitar, si es posible, los factores de riesgos indicados anteriormente.

De una forma especial destaca la prevención de la infección perinatal por EGB. Este germen,
Gram positivo, es el que provoca mayor número de sepsis y meningitis de transmisión
vertical en la época neonatal. La vía de infección habitual es la transmisión de la madre,
colonizada en vagina y/o recto, al feto-RN. Las manifestaciones clínicas más frecuentes de
esta infección son la sepsis, neumonía y meningitis, aunque también se describen infecciones
localizadas (artritis, celulitis,...).

La sepsis a EGB puede presentarse de una forma precoz, (habitualmente a las pocas horas
del parto, con dificultad respiratoria que va en aumento conforme pasan las horas, hipoxemia
y shock, mostrando la radiografía de tórax infiltrado pulmonar difuso), y de una forma tardía
(frecuentemente como forma meníngea, que es indistinguible de las otras meningitis
bacterianas).

Las estrategias de profilaxis se basarán en la detección de las gestantes portadoras de EGB


y el tratamiento antibiótico de las mismas; éste debe efectuarse durante el parto y para que la
eficacia aumente deben administrarse al menos 2 dosis antes de la finalización del parto.
SEPSIS DE TRANSMISIÓN NOSOCOMIAL

Son causadas por gérmenes ubicados en los servicios de Neonatología y por tanto los factores
de riesgo que favorecen su aparición son:

La sobreutilización de antibióticos y la insuficiencia de personal sanitario que haga difícil


seguir los protocolos de limpieza, favoreciendo la permanencia y difusión de bacterias
patógenas en detrimento de bacterias saprofitas; el lavado y desinfección insuficiente de las
manos como vehículo de contaminación de la piel y/o mucosas del RN y por tanto principal
causa de colonización del neonato, si bien también tiene importancia la utilización del
material que va a estar en contacto con el niño (termómetros, fonendoscopios, sondas, tetinas,
incubadoras, tubos endotraqueales, etc.) insuficientemente desinfectado.

En la contaminación de la mucosa respiratoria, los factores de riesgo más importantes son la


intubación intratraqueal, las aspiraciones intratraqueales y la utilización de respiradores. En
la contaminación de la mucosa digestiva, los factores de riesgo más importantes son la
utilización de sondas nasogástricas inadecuadamente desinfectadas, la utilización de tetinas
de biberones contaminadas y/o el empleo de fórmulas nutricionales elaboradas sin la debida
limpieza. Una vez que el neonato se contamina con bacterias patógenas, estas pueden
atravesar la barrera cutáneo-mucosa e invadir el torrente circulatorio y en este sentido las
punciones venosas y arteriales y sobre todo la utilización de catéteres invasivos para
perfundir alimentación intravenosa, son factores de primer orden que favorecen la llegada de
bacterias a la sangre.

Una vez que se produce la invasión del torrente circulatorio, las bacterias se dividen de forma
logarítmica y el que se produzca la infección dependerá de sus características (más facilidad
con S. epidermidis, E. coli, Candida spp) y de las defensas del RN, que en el caso de ser
prematuro van a estar disminuidas (menos Ig G, complemento y citoquinas, menor capacidad
de movilización de los neutrófilos y macrófagos etc.)

FACTORES DE RIESGO

Existen una serie de factores de riesgo (FR) relacionados con las sepsis nosocomiales,

Entre ellos:
 RNMBP (recién nacido con muy bajo peso)

Está demostrada una relación inversa entre el peso al nacer y la susceptibilidad a la infección
nosocomial, siendo para algunos el bajo peso al nacimiento el factor aislado más
estrechamente relacionado con el incremento de riesgo de infección en el neonato; esto se
justifica por los defectos inmunitarios, tanto humorales como celulares, que poseen estos RN.
Durante el transcurso de un año, en un total de 14.683 RN ingresados se comunican 276
sepsis nosocomiales, con una incidencia en los RNMBP del 14.44% frente al 0.99% en los
mayores de 1.500 g.

 CATÉTERES INTRAVASCULARES

La utilización de catéteres es un importante FR, que se ve aumentado por una serie de


circunstancias, como son:

 Edad del RN en el momento de la colonización. A más edad, mayor riesgo de


infección. Ello es lógico porque no hay que olvidar que el RN se va colonizando
conforme pasan los días, estándolo de forma generalizada al 5º - 7º día de vida.
 Tiempo de permanencia del catéter. A mayor duración de la canalización, mayor
riesgo de sepsis. Este riesgo aumenta de forma evidente a partir del 7º día. Existe, por
tanto, una relación directamente proporcional entre tiempo de permanencia de catéter
y riesgo de infección. Este dato obliga a seleccionar los casos en los que el catéter
está realmente indicado y a retirarlo en cuanto ya no sea imprescindible, evitando
periodos de canalización innecesarios.
 Condiciones de la técnica para la inserción del catéter. Está claro que el abordaje de
una vena con carácter urgente puede no cumplir las normativas para la prevención de
infecciones; que los intentos múltiples de canalización no solo pueden agravar el
estado general del RN, sino que aumenta el riesgo de infección; que el no cuidar la
asepsia en la colocación es un FR importante de infección; etc. En definitiva, la
destreza y la técnica aséptica del personal que inserta el catéter juega un papel
importante en las infecciones.
 Tipo de vía utilizada. En general los catéteres centrales tienen más riesgo de producir
infección que los periféricos. Los insertados a través de una vena del brazo tienen
menos riesgo que los colocados en miembros inferiores, subclavia y yugulares.

La utilización de catéteres no está discutida, pero sí existe discusión en lo referente a su


extracción cuando hay una sospecha fundada de “sepsis relacionada con catéter”. Algunos
autores, con el fin de evitar nuevas canalizaciones en RN a veces en estado crítico, intentan
en ciertas circunstancias tratar con antibióticos “in situ” y así “salvar el catéter”, lo que no
siempre se consigue; otros ante la menor sospecha de sepsis relativa a catéter los extraen;
nosotros efectuamos una guía de extracción ante un RN con sospecha de “sepsis relacionada
con catéter” y en base a una serie de parámetros tomar la decisión de mantener o extraer
catéter.

 OTROS CUERPOS EXTRAÑOS. Tubos endotraqueales, válvulas de derivación,


sondajes (vesicales, nasoduodenales, nasogástricos, ...) son FR importantes de sepsis
neonatal.
 NUTRICIÓN PARENTERAL Y LÍPIDOS. Constituyen un buen caldo de cultivo
para los gérmenes y, además, las emulsiones lipídicas posiblemente impidan la
función normal de los neutrófilos y macrófagos, facilitando la invasión bacteriana.
 ANTIBIÓTICOS PREVIOS. El uso y abuso de los antibióticos de amplio espectro
puede favorecer la proliferación de gérmenes así como seleccionar cepas resistentes.
 La INFECCIÓN GRAVE PREVIA, algunos FÁRMACOS (corticoides, ...),
 EXANGUINOTRANSFUSIÓN, el tiempo de ESTANCIA HOSPITALARIA, las
 ACTUACIONES QUIRÚRGICAS, etc., son factores evidentes y demostrados de
riesgo de infección nosocomial

ETIOLOGIA

La etiología de la sepsis fue Estafilococos coagulasa negativos (SCoN) la mas destacada,


especialmente el S. epidermidis (42%). Siguen en frecuencia, Candida spp (11,5%), E. coli
(7,8%), Enterococcus (7,7%) y Klebsiella (7%). Los RN de ≥ 1500 gr. tenían mayor
frecuencia de sepsis causadas por E. coli y Enterobacter (p<0,05) y los RN de < 1500 gr. de
Candida spp (p<0,01).
DIAGNOSTICO

El repertorio que tienen los recién nacidos para expresar enfermedad es muy limitado, lo que
hace difícil basar un diagnóstico sólo en elementos clínicos, pero sí ayuda a aumentar o
disminuir una evaluación previa de riesgo. Los signos y síntomas de infección en el recién
nacido suelen ser útiles. Entre ellas destacan la inestabilidad térmica, el letargo y la dificultad
en la alimentación, distensión abdominal y residuo gástrico bilioso, palidez terrosa de la piel,
síndrome de dificultad respiratoria, signos de shock, síndrome convulsivo,
hepatoesplenomegalía, signos de coagulación intravascular diseminada y signos localizados
de infección de piel, cordón umbilical o articulaciones.

Es importante señalar que existen criterios objetivos que permiten sospechar una sepsis
(fiebre o hipotermia, taquicardia, taquipnea, alteración de conciencia, oliguria, mala
perfusión periférica e inestabilidad hemodinámica).

Hemocultivos

El 98% de los cultivos que serán positivos se identifican a las 72 horas de incubación por
métodos tradicionales. Las técnicas de cultivo automatizadas o semiautomatizadas que se
basan en la detección de CO2 producido por el metabolismo bacteriano, permiten informar
positividad de hemocultivos en menos de 24 horas. Con todo, la positividad de los
hemocultivos en sepsis neonatal no supera el 80 - 85% en los mejores centros, por lo que
un resultado negativo en presencia de factores de riesgo y clínica compatible no descarta la
infección.

Líquido cefalorraquídeo

En el grupo de recién nacidos asintomáticos que se evalúan por la presencia de factores de


riesgo materno, el rendimiento de la punción lumbar es muy bajo, por lo que puede ser
diferida en espera de resultados de otros exámenes de apoyo diagnóstico.

En los recién nacidos sintomáticos debe ser parte de los exámenes de evaluación inicial.
Signos de meningitis son la pleocitosis, proteinorraquia e hipoglucorraquia, pero debe
recordarse que los valores normales en líquido cefalorraquídeo difieren de los del lactante y
niño mayor.
Urocultivo

De poco valor en las primeras 72 horas de vida. Si se toma en el mayor de 7 días debe ser
por punción vesical, por la alta probabilidad de contaminación que tienen los cultivos
tomados por recolector.

Aspirado Bronquial

Útil en las primeras 12 horas de vida, con una sensibilidad cercana al 50% en los niños que
cursan con bronconeumonía.

Detección de antígenos bacterianos

Disponible para estreptococo betahemolítico grupo B y E. coli, test de aglutinación en látex


en orina y líquido cefalorraquídeo. Hay reacciones cruzadas con otras especies bacterianas,
por lo que puede producirse falsos (+) contaminación de orina .

Detección de DNA bacteriano por PCR

Se trata de una técnica automatizada que utiliza Primeros dirigidos a secuencias de DNA
altamente conservados entre bacterias (que codifican para subunidad ribosomal 16S) que
permiten identificar la presencia de DNA bacteriano en 4 a 6 horas, aunque sin identificar en
forma específica el germen. Se pretende que este test sea utilizado en la evaluación inicial de
recién nacidos con sospecha de sepsis ya que permitiría identificar bacteriemia en forma
rápida aunque inespecífica.

Índices y recuentos leucocitarios.

La cinética de los leucocitos y neutrófilos, ha sido estudiada en el recién nacido normal


demostrándose que existen cambios dinámicos en las primeras 72 horas de vida, de manera
que cada paciente debe compararse con una gráfica para establecer los límites de la
normalidad.

Dentro de los índices más estudiados se encuentran la relación leucocitos inmaduros / totales
que se define como normal si es menor a: 0.16 al nacer; 0.12 a las 72 horas de vida; 0.2
durante todo el resto primer mes.

Proteína C reactiva cuantitativa.


Los valores normales de la primeras 48 horas son de 16 mg/l o menor. En el primer mes
son de 10 mg/l o menor.

Debe considerarse que no sólo se altera en presencia de infección y que también se eleva en
asfixia neonatal, aspiración meconial, trabajo de parto prolongado, SHIE, hemorragia
intracraneana.

Interleukina 6.

Se han demostrado concentraciones muy elevadas en pacientes sépticos y en líquido


amniótico de embarazadas con carioamnionitis. En un estudio de casos y controles que evalúa
la utilidad de IL-6 en el diagnóstico de sepsis en recién nacidos mayores y menores de 48
horas, se muestra que en sepsis tardía los valores se elevan 200 veces sobre lo normal y en
sepsis precoz sólo 6 a 7 veces. En las primeras 24 horas de vida la elevación no permite
diferenciar un recién nacido infectado de otro recién nacido críticamente enfermo de causa
no infecciosa. Al igual que la proteína C reactiva sería de utilidad en la monitorización de la
respuesta a tratamiento.

Micro VHS.

Test de bajo costo y fácil de realizar. Es útil durante los primeros días de vida. Mucho menos
sensible que proteína C reactiva con especificidad 83- 97%. Tiene mejor rendimiento durante
las primeras 72 horas de vida y en recién nacidos de término.

Ya que ningún elemento de diagnóstico clínico, factores de riesgo o laboratorio puede por
sí solo asegurar el diagnóstico de sepsis neonatal, estos antecedentes deben ser valorados en
conjunto.

Ante un recién nacido febril, el criterio que prima entre los médicos es hacer una evaluación
con exámenes, hospitalizar y dejar tratamiento antimicrobiano en espera de resultados de
cultivo.

PREVENCIÓN

La prevención de infecciones asociadas al cuidado de la salud o IN se basa en tres estrategias


fundamentales: 1. Limitar la susceptibilidad a la infección, mientras los pacientes aumentan
sus defensas, 2. Interrumpir la transmisión de microorganismos por parte de los trabajadores
de la salud y 3. Promocionar el uso racional, adecuado y juicioso de los antibióticos.

Lavado de manos

Es la medida que mejores resultados ha mostrado para disminuir las infecciones


nosocomiales, sin embargo, su práctica en el mundo es complicada. En los países
subdesarrollados la falta de agua, jabón y lavamanos adecuados son los principales
inconvenientes, así como personal de enfermería insuficiente y el sobrecupo en las UCIN no
favorecen su aplicabilidad; se requieren estrategias como educación continua y
retroalimentación para crear conciencia de su necesidad en el personal médico, paramédico
y familiares de los pacientes. Una de las estrategias para aumentar la adherencia al lavado de
manos es el uso de alcohol glicerinado.

Nutrición

La sepsis neonatal se correlaciona con el uso de nutrición parenteral, especialmente cuando


contiene lípidos intravenosos, se debe limitar el uso de estas soluciones, así como la
permanencia de catéteres umbilicales por el tiempo mínimo posible; iniciar la alimentación
enteral lo más pronto posible en los neonatos, si es pretérmino se comienza con dosis tróficas
de leche idealmente materna. En general el uso de leche materna de forma precoz disminuye
el riesgo de enterocolitis necrotizante así como infección nosocomial; la suplementación con
glutamina se ha relacionado con una reducción de sepsis nosocomial.

Catéteres intravasculares

Existe clara relación entre infección nosocomial y el uso de catéteres centrales; es un factor
de riesgo para infecciones por Staphylococcus en especial los coagulasa-negativos. Dentro
de las medidas para prevenir su aparición se encuentra la utilización de técnica aséptica para
su colocación que incluye: utilización de gorros, tapabocas y guantes estériles. Se debe
remover de manera pronta cuando no sea necesario su uso, o cuando haya cultivos repetidos
del catéter positivos para Staphylococcus aureus o coagulasas negativos.

Se debe utilizar como antiséptico soluciones yodadas o clorhexidina, no se deben utilizar


soluciones orgánicas, ni ungüentos antibióticos. El uso de vancomicina profiláctica no se
recomienda. El sistema debe estar cerrado, los cambios en este deben hacerse con técnica
estéril. No se recomienda ordenar cultivos de “punta del catéter” ya que según datos
suministrados por el CDC de Atlanta, entre 20 y 25% están colonizadas. Por último se
recomienda crear equipos o comités para la colocación y cuidados del catéter, integrado por
enfermeras, personal del comité de infecciones, liderado por el neonatólogo; dentro de sus
funciones se encuentran llevar a cabo educación continua, revisión de las guías y protocolos
periódicamente, calificar la colocación y los cuidados de estos dispositivos.

Cuidados de la piel

La piel de los recién nacidos es frágil, en especial la de los prematuros; en las UCIN debido
a los procedimientos invasivos y las tomas de sangre continuas se produce una puerta de
entrada para gérmenes intrahospitalarios y riesgo de sepsis neonatal. Un estudio clínico
realizado con neonatos de 501 a 1000 gconfirmó que la utilización de ungüentos emolientes
se relacionó con infecciones nosocomiales. Campbell y colaboradores encontraron que la
utilización de petrolato tópico aumentaba el riesgo de candidiasis sistémica. No se
recomienda la utilización profiláctica de emolientes.

PREVENCION DE INFECCIONES EN EL HOGAR

 Orear, ventilar e iluminar aquellos ambientes cerrados de la casa, inclusive en


invierno para evitar “ambientes cargados”.
 Desinfecta todos los ambientes de la casa, especialmente aquellos donde permanezca
el bebé. Pon énfasis en cocina, comedor, baño y su cuarto.
 Bañarlo cuidadosamente, con agua tibia y limpia. Secarlo bien sin dejar humedad en
la piel.
 Mantén las toallas limpias e impecables. Incluso, para el secado de manos es
recomendable utilizar toallas desechables o paños de papel.
 Nada más higiénico que mantener tus uñas y las de tu hijo cortas, pues se trata de una
superficie que suele juntar un sinfín de bacterias.
 No le des besos en la boca a los bebés; si bien es una muestra de cariño, los
especialistas indican que puede llegar a ser fatal.
 Después de ir al baño a hacer las necesidades o bien para limpiar el pañal es
fundamental hacer la higiene, lave sus manos, luego limpia su cola en dirección hacia
la espalda para evitar llevar bacterias a la zona genital. Igualmente, la parte íntima de
nenas debe limpiarse de adelante hacia atrás para prevenir infecciones urinarias.
Luego de esta serie, nuevamente lávate las manos.
 En épocas invernales, procura que todos los miembros de la casa se cubran nariz y
boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar, así como será menester evitar
que se acerquen al bebé personas con un resfriado u otra enfermedad contagiosa.
Puede que en el adulto no cause mayor inconveniente, más en el pequeño ese mismo
virus o bacteria puede desencadenar un cuadro más complejo.
 Su alimentación debe ser exclusivamente leche materna.
 Mantener el cordón umbilical siempre limpio para evitar una posible infección. En
este sentido, es importante no cubrirlo con el pañal, puesto que esto facilitaría que se
ensuciara con las heces o la orina del bebé. Es sencillo: solo hay que doblar un poco
la parte superior del pañal al colocarlo y, de este modo, dejar el cordón expuesto al
aire.
 Cumplir con su vacunación. Cuidar la zona de administración.
 Mantener las mascotas alejados pueden favorecer a infecciones, más aun si son
prematuros.
 Si utiliza biberones, limpiarlos por dentro y por fuera. Se recomienda sumergirlo en
agua caliente (baño maría), secarlo bien.
 Cuidado del oído durante el baño, mantenerlo seco, podría ingresar por ahí alguna
infección. (por ejemplo Meningitis)

HIPOGLUCEMIA NEONATAL

CONCEPTO

Es un trastorno en el cual el nivel de glucosa (azúcar) en sangre de los bebes en los primeros
días del nacimiento es más baja que la normal (por debajo de 50 mg/dL).

Cada una de las células del cuerpo necesita una provisión de glucosa (azúcar)— para
mantener un buen funcionamiento. El recién nacido sano produce glucosa en el hígado a
partir del azúcar y otros nutrientes que se hallan en el calostro y, más tarde, en la leche
materna madura. se presenta aproximadamente en 1 a 3 de cada 1,000 nacimientos.

La cantidad de glucosa en la sangre se puede medir y, si cae por debajo del nivel saludable y
permanece en ese nivel. Puede causar en el bebé problemas tales como tinte azul en la piel y
problemas para respirar y de alimentación, además puede sentirse cansado, tener el cuerpo
desmadejado (blando o sin fuerza) y sufrir convulsiones. Si el nivel permanece bajo durante
mucho tiempo, es posible que se produzca daño cerebral.

FISIOPATOLOGIA
 La glicemia total es más o menos el 60% de la glicemia materna, al nacer se produce
una brusca suspensión.
 El RNT controla la homeostasis de la glucosa utilizando las reservas de glucógeno y
la gluconeogénesis a partir de aminoácidos.
 Entre 1 y 2 horas después del nacimiento baja a niveles cercano a 40mg/dl.
ETIOLOGÍA

La hipoglucemia neonatal puede ser transitoria o persistente.

Las causas de hipoglucemia transitoria son

 Sustrato inadecuado
 Función enzimática inmadura que hace que los depósitos de glucógeno sean escasos
 El bebé no es capaz de alimentarse lo suficiente como para evitar que la glucosa suba
de nivel.

Las causas de hipoglucemia persistente son

 Hiperinsulinismo
 Deficiencias de liberación de hormonas contrarreguladoras
 Trastornos hereditarios del metabolismo (p.ej., glucogenosis, trastornos de la
gluconeogénesis, trastornos de la oxidación de ácidos grasos)

La deficiencia de los depósitcos de glucógeno en el momento del nacimiento es frecuente en


recién nacidos pretérmino de muy bajo peso, recién nacidos pequeños para la edad
gestacional debido a una insuficiencia placentaria y recién nacidos que sufren asfixia
perinatal. En estos recién nacidos, la glucólisis anaerobia consume los depósitos de
glucógeno, y puede producirse una hipoglucemia en cualquier momento durante los primeros
días, en especial si el intervalo entre las raciones de alimento es prolongada o si la ingesta
nutricional es escasa. Por lo tanto, un aporte sostenido de glucosa exógena es importante para
prevenir la hipoglucemia.

El hiperinsulinismo transitorio afecta, la mayoría de las veces, a hijos de madres diabéticas


y es inversamente proporcional al grado de control de la diabetes materna. Asimismo, es
frecuente en recién nacidos que sufren estrés fisiológico y son pequeños para la edad
gestacional. Las causas menos frecuentes son el hiperinsulinismo congénito (enfermedades
genéticas transmitidas en forma autosómica tanto dominante como recesiva), la
eritroblastosis fetal grave y el síndrome de Beckwith-Wiedemann (en el que la hiperplasia de
las células de los islotes se acompaña de macroglosia y hernia umbilical). Es característico
que la hiperinsulinemia cause un descenso rápido de la glucosa sérica en las primeras 1-2
horas que siguen al nacimiento, cuando se interrumpe el aporte continuo de glucosa a través
de la placenta.

La interrupción brusca de una infusión IV de dextrosa en agua también puede causar


hipoglucemia. Por último, la hipoglucemia puede deberse a la mala posición de un catéter
umbilical o a sepsis.

FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO EN LOS RECIEN NACIDOS DE


SUFRIR HIPOGLUCEMIA

Algunos bebés tienen más propensión a la hipoglucemia. Entre ellos están:

 Los bebés prematuros y los bebés pequeños para su edad de gestación pueden tener
reservas pobres de glucógeno en el hígado (necesario para producir glucosa) y
también pueden tener poca grasa corporal (esto significa que no pueden contar con la
grasa para producir energía).
 Los bebés que han tenido dificultades respiratorias al nacer. (asfixia al nacer)
 Los bebés que han sufrido hipotermia (exceso de frío).
 Infección en la sangre (sepsis)
 Trastornos endocrinos, como la baja producción de la hormona tiroidea
(hipotiroidismo)
 Restricción del crecimiento intrauterino
 Tamaño grande para su edad gestacional
 Madre con diabetes
 Madre que puede tener corioamnionitis o una infección más o menos hacia el
momento del nacimiento del bebé
 La mala nutrición de la madre durante el embarazo
 Grupos sanguíneos incompatibles entre la madre y el bebé (enfermedad hemolítica
severa del recién nacido)
 Defectos de nacimiento
 Enfermedad cardíaca congénita

SÍNTOMAS DE LA HIPOGLUCEMIA EN EL RECIÉN NACIDO


Los síntomas de la hipoglucemia pueden no ser tan evidentes en los bebés recién nacidos. A
continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la hipoglucemia. Sin embargo, cada
bebé puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:

 Nerviosismo
 cianosis (color azul)
 apnea (interrupción de la respiración)
 hipotermia (baja temperatura corporal)
 poco tono corporal
 alimentación insuficiente
 letargo
 convulsiones.
Los síntomas de la hipoglucemia pueden ser similares a los de otras afecciones o problemas
médicos. Siempre consulte al médico de su bebé para obtener un diagnóstico.

CONSECUENCIAS DE LA HIPOGLUCEMIA EN EL RECIÉN NACIDO

El cerebro depende de la glucosa en sangre como su fuente principal de combustible. La falta


de glucosa puede afectar las funciones cerebrales. La hipoglucemia grave o prolongada puede
producir convulsiones y daño cerebral grave. Trastornos del neurodesarrollo: lenguaje;
Déficit de atención, y concentración; Hiperquinesia.

EXÁMENES Y PRUEBAS DE LA HIPOGLUCEMIA EN BEBÉS

A los recién nacidos en riesgo de sufrir hipoglucemia se les debe practicar un examen de
sangre con intervalos de pocas horas después del nacimiento con el fin de medir los niveles
de azúcar en la sangre. El médico debe seguir practicando los análisis de sangre hasta que el
nivel de azúcar en la sangre del bebé sea normal.

Otros posibles exámenes:

 Examen de detección de trastornos metabólicos en el recién nacido


 Exámenes de orina

TRATAMIENTO DE LA HIPOGLUCEMIA EN BEBÉS


 Dextrosa IV (para prevención y tratamiento) . Una solución azucarada a través de
una vena (por vía intravenosa) si el bebé es incapaz de alimentarse por vía oral o si
el azúcar en la sangre está muy bajo
 Alimentación con leche materna o leche maternizada dentro de las primeras horas
después del nacimiento, ya sea por vía oral o a través de una sonda insertada a través
de la nariz hasta el estómago (lavado nasogástrico)
 En ocasiones, glucagón IM

Está indicado el tratamiento preventivo de la mayoría de los recién nacidos de alto riesgo.
Por ejemplo, suele adminsitrarse una infusión IV de dextrosa al 10% en agua o glucosa oral
a los hijos de mujeres diabéticas que han estado usando insulina, así como a aquellos
enfermos extremadamente prematuros o con dificultad respiratoria. Otros recién nacidos en
riesgo que no están enfermos deben recibir alimentación temprana y frecuente con leche
maternizada para aportar hidratos de carbono.

En cualquier recién nacido cuya glucosa descienda a ≤ 50 mg/dL (≤ 2,75 mmol/L) debe
comenzarse el tratamiento rápido con alimentación enteral o con una infusión de dextrosa
hasta del 12,5% en agua, a razón de 2 mL/kg en 10 minutos; si es necesario, pueden infundirse
concentraciones más altas a través de un catéter central. Después, debe continuarse con la
infusión de glucosa a una velocidad que aporte de 4 a 8 mg/kg de glucosa por minuto (es
decir, dextrosa al 10% en agua a aproximadamente 2,5-5 mL/kg por h). Se deben controlar
las concentraciones séricas de glucosa para guiar los ajustes de la velocidad de infusión. Una
vez que ha mejorado el estado del recién nacido, puede reemplazarse gradualmente la
infusión IV por alimentación enteral, mientras sigue controlándose la concentración de
glucosa. La infusión IV de dextrosa siempre debe disminuirse en forma gradual, porque la
suspensión brusca puede causar hipoglucemia.

Si es difícil iniciar rápidamente una infusión IV en un recién nacido hipoglucémico, el


glucagón en dosis de 100 a 300 μg/kg IM (máximo, 1 mg) suele aumentar rápidamente la
glucosa sérica, un efecto que persiste de 2 a 3 h, excepto en recién nacidos con depleción de
los depósitos de glucógeno. La hipoglucemia resistente a la infusión de glucosa a alta
velocidad puede tratarse con hidrocortisona en dosis de 2,5 mg/kg IM 2 veces al día. Si la
hipoglucemia es resistente al tratamiento, hay que considerar otras causas (p. ej., sepsis) y,
posiblemente, una evaluación endocrina para investigar hiperinsulinismo persistente y
trastornos de gluconeogénesis o glucogenólisis defectuosas.

COMPLICACIONES

La hipoglucemia severa o prolongada puede llevar a daño cerebral, afectando así la función
mental normal. Las complicaciones pueden abarcar:

 Retraso en el desarrollo
 Insuficiencia cardíaca
 Convulsiones

PREVENCIÓN DE LA HIPOGLUCEMIA EN EL RECIÉN NACIDO


No hay ninguna forma de prevenir la hipoglucemia, solo pueden controlarse los síntomas
cuidadosamente y tratarlos lo más pronto posible. Las madres con diabetes pueden ayudar a
minimizar la cantidad de glucosa que estresa al feto mediante un control estricto de los
niveles de glucosa en sangre para mantenerlos dentro de un rango normal.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

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http://www.hvn.es/servicios_asistenciales/ginecologia_y_obstetricia/ficheros/tecnic
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de práctica clínica de termorregulación en el recién nacido.
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Fernández. (2008). “Sepsis Del Recién Nacido” España. disponible en:
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/21_0.pdf

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