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Psicodiagnóstico
Fecha: 19/10/2018
Sigmund Freud
Se debe tomar en cuenta que la enfermedad del paciente a quien se toma bajo análisis “no
es algo terminado, congelado, sino que sigue creciendo, y su desarrollo prosigue como el
de un ser viviente” (Freud, 1916-1917) ; la iniciación del proceso terapéutico no pone fin
a ese desarrollo, sin embargo cuando “la cura se ha apoderado del enfermo, sucede que
toda la producción nueva de la enfermedad se concentra en un único lugar, a saber, la
relación con el médico” (Freud, 1916-1917). Por otra parte, es importante mencionar un
aspecto importante que tiene lugar en el transcurso de la terapia, y es la llamada
transferencia, la cual surge en el paciente desde el inicio del tratamiento y constituye un
eje fundamental en el trabajo que se realizara. La transferencia es entendida como un
traspaso de sentimientos del paciente hacia el médico que debe su origen al proceso que
se ha llevado para llegar a una cura, sin embargo, para (Freud, 1916-1917), “toda esa
proclividad del afecto viene de otra parte, estaba ya preparada en la enferma y con
oportunidad del tratamiento analítico se trasfirió sobre la persona del médico”, es decir
que no tuvo su génesis en la terapia, sino que son producto de experiencias pasadas.
Al hablar del encuadre terapéutico Freud aclara que los aspectos de los que hablara no
deben ser tomados como reglas de carácter obligatorio sobre el tratamiento sino más bien
como consejos. Es importante para obtener un correcto proceso terapéutico, definir los
roles que se ejercerán, la confidencialidad que se mantendrá y también es conveniente
que el paciente y el terapeuta no se conozcan, es decir que nos sean familiares o amigos,
ya que para (Freud S. , 1913), “dificultades particulares se presentan cuando han existido
vínculos amistosos o de tarto social entre el médico y el paciente que ingresa en el análisis,
o su familia”, esto se da ya que al tener una carga afectiva entre ambos existe la
posibilidad que en el momento que el terapeuta de sus puntos de vista o los resultados de
su análisis, estos no sean lo esperado por el paciente, ocasionando disgustos, malos
entendidos y resentimientos.
Freud plantea puntos importantes para el comienzo de la cura psicoanalítica, que son las
estipulaciones sobre el tiempo, el dinero y el lugar. Con relación al tiempo, se basa en que
se debe determinar la hora de sesión con el paciente, tomando en cuenta la disponibilidad
que cada uno tenga; ya que caso contrario “cuando se adopta una práctica más tolerante,
las inasistencias ocasionales se multiplican hasta el punto de amenazar la existencia
material del médico”. El siguiente punto es el dinero, es decir, los honorarios del médico,
los cuales se definirán dependiendo de las posibilidades que el paciente tenga, si se
encuentra en un nivel económico bajo, medio o alto, pero nunca la asistencia terapéutica
puede ser gratuita; ya que, según Freud,
Por último el lugar donde se realizará el proceso terapéutico engloba no solo donde esta
situado el consultorio del terapeuta, sino el lugar que usa el paciente a la hora de la terapia;
Freud mantiene el consejo de “hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras
uno se sienta detrás, de modo que él no lo vea” (Freud S. , 1913), sin embargo, esto no es
una concepción que sea muy aceptada, ya que dentro de una terapia es importante el tener
una relación cara a cara con el paciente, para poder analizar no solo lo que verbaliza sino
también sus gestos, y movimientos, en otras palabras su comunicación no verbal.
Finalmente, Freud plantea que “no interesa para nada con que material se empiece”
(Freud S. , 1913), sino que lo importante es dejar que el paciente mismo haga su relato y
escoja el punto de partida del tratamiento.
En conclusión, es necesario para poder realizar una hipótesis diagnóstica sobre el caso
que se presente, tener un fundamento teórico determinado el cual permita una orientación
en el tratamiento que se requiera tener con el paciente en crisis, así pues, es importante
tener claro los objetivos que buscan cumplir la corriente que se elija y los métodos que se
usan para lograrlos. Por otra parte, es importante también definir los roles que se
mantendrán y dejar claro los aspectos con los que se llevara acabo la terapia, para que no
se presenten inconvenientes en el transcurso de la misma.
Bibliografía