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Doce Dioses y Siete

Planetas
por Ken Gillman
-- traducción Joanna Murdoch --

Nota del Editor: Este artículo ha sido previamente publicado en


Considerations (volumen XI número 4, Noviembre 1996-Enero 1997,
pgs. 63-95). Es absolutamente crucial para la comprensión de las
regencias. (Yo he personalmente alcanzado conclusiones similares sobre
el sujeto en mi tesis doctoral, y antes (1986) en un artículo publicado en
una revista francesa de Lyon).

Obviamente los signos y los planetas se relacionan íntimamente Cuando


interpretamos un planeta en una carta natal lo hacemos en términos de la
ubicación de las casas en que se encuentran los signos sobre los que rige.
Al interpretar la significación de un signo lo relacionamos con la fuerza y
la ubicación de su regente planetario. La asignación estándar de los siete
planetas clásicos de los diversos signos del zodíaco (Marte regente de
Aries y Escorpión, Venus regente de Tauro y Libra, ...etc.) figura en
prácticamente cada texto desde Ptolomeo hasta Tyl.
He estado tratando de aprender cómo y por qué estos regentes fueron
originalmente asignados. Mi búsqueda fue principalmente infructuosa,
pero en el proceso descubrí otro esquema de regencias que existió por al
menos dos mil años - e incluso quizás anterior a los signos del zodíaco
ya que existía en 1600 a.C. Durante varios siglos este antiguo esquema
de regencia co-existió con nuestro esquema de regencia estándar.
Desapareció al comienzo del siglo VI, cuando fue prohibido eficazmente
por la Iglesia Católica. Este artículo presenta el antiguo esquema de
regencia y luego trata sobre las implicaciones que actualmente puede
tener para nosotros. Una importante repercusión es que la referencia a la
mitología griega como una forma de acercarse a la significación de los
planetas quizás no sea tan válida como muchos escritores de astrología
parecen creer.

La Evidencia
Mientras que el zodíaco, esa angosta franja de cielo en la cual
observamos y medimos los movimientos del Sol, la Luna y los planetas,
era indudablemente reconocida en Babilonia unos 4000 años atrás,
aparentemente no fue que alrededor de 520 a.C que los doce signos
fueron realmente definidos. Esto parece haber sido hecho por Cleostratos
de Tenedos [1], quién dividió la eclíptica en doce partes iguales y se dice
que fue quién "reconoció los signos del zodíaco". Y, según se dice, los
describió en un poema hoy perdido, Astrología.
Antes que fuesen signos fueron meses. Los mas antiguos calendarios
eran lunares, un mes duraba desde la primera luna creciente hasta la
próxima, o desde la primera luna llena hasta la siguiente. Doce meses de
30-días y cinco días extras conformaban el año. Y se creía que cada mes
poseía un dios distinto como su regente o guardián. Evidencia de este
concepto puede trazarse tanto a la Babilonia como al Egipto antiguos.
Los dioses de los meses aparecen por primera vez en el arte egipcio tan
temprano como en la Dieciochoava Dinastia, unos 1600 años a.C. En
Europa del Oeste equivalía a la Edad de Bronce, el período en el cual fue
construido Stonehenge. Doce dioses para doce meses, originalmente los
dioses de los meses parecen haber sido deidades en cuyo honor un
festival era realizado en el primer día de cada mes.
En esa época los dioses egipcios de los meses eran, en secuencia, Thy,
diosa del primer mes, Ptah, Hathor, Sekhmet, Min, Rkh-Wr, Rkh-Nds,
Rnwtt, Khonsu, Khnt-Khnty, Ipt, y Re-Harakhty, dios del doceavo mes.
Incluían cinco diosas, cinco dioses, y dos hipopótamos (Rkh-Wr y Rkh-
Nds). Estos dioses figuran en ese orden en un reloj de agua en alabastro
del reino de Amenhotep III (1397-1360 a.C.). [2] Se encuentran en el
mismo orden en los techos de los templos de Rámses I (1290-1223 a.C)
y Rámses II (1174-1147 a.C) salvo que los hipopótamos fueron
reemplazados por chacales. En estos dos techos, en la franja central, un
simio con cabeza de perro ocupa un pilar, símbolo de Thoth, dios de los
cinco días intercalarios.
Novecientos años mas tarde, en el tiempo de Alejandro El Grande (356-
323 a.C), los dioses egipcios de los meses aún eran considerados
sagrados. Existen sobresalientes representaciones de Alejandro y de
posteriores gobernantes macedonianos de Egipcio efectuando ofrendas a
estos dioses de los meses. Representaciones de estos mismos dioses
nativos de los meses continuaron a ser usados en tiempos romanos. En
dos relojes de agua representando los dioses apropiados de los meses se
encuentran tallados en los bordes los nombres latinos de los meses.
Los doce dioses egipcios comenzaron como dioses de los meses.
Posteriormente, algo antes del tercer siglo a.C., se conviertieron también
en protectores de los signos del Zodíaco. En ese tiempo, Appollonius
Rhodius, un poeta griego que era jefe de la biblioteca de Alejandría,
escribió "los egipcios llaman a los doce signos del zodíaco dioses
consejeros por nombre, y siervientes a los planetas". Entonces eran los
doce dioses quienes gobernaban los signos del zodíaco, y no los planetas.
Herodotus, el hombre que Cicero llamaba "el padre de la historia" en el
segundo libro de sus Historias, también se refiere varias veces a un
grupo egipcio de doce dioses. Escribió "cada mes y cada día pertenece a
uno de los dioses".
Los babilonianos también creían que habían doce dioses principales,
cada uno de ellos velando sobre un mes y un signo zodiacal. Aprendemos
esto de la Bibliotheca Historica, escrita por Diodorus Siculus, un
historiador griego del primer siglo a.C.
Los griegos estaban familiarizados con el concepto de doce dioses
principales. Ellos tenían sus propios doce olímpicos.. En Atenas, los
olímpicos eran los patrones de la ciudad estado, concernidos con la
mantención y prosperidad del orden cívico, especialmente la justicia, y
también concediendo a Atenas la primacia entre las ciudades griegas.
Los dioses individuales egipcios de los meses no eran el equivalente
exacto de los doce olímpicos, a quienes posteriormente los romanos
también reconocieron como dioses de los meses, solo Ptah preside sobre
el mismo mes que su equivalente greco-romano Hefestos/Vulcano.. Los
doce dioses egipcios de los meses no son considerados como la fuente de
los doce dioses griegos (eran adorados e invocados individualmente
mientras que los griegos los invocaban como un grupo; los doce griegos
eran enteramente antropomórficos, los egipcios incluían los dos
hipopótamos, posteriormente chacales), pero el conocimiento de este
grupo similar de deidades puede haber conducido a la posterior
asociación de los doce dioses de Grecia y de Roma con los meses.
REFERENCIAS EN la literatura clásica a los altares a los doce dioses
fundados por héroes griegos implica que el culto existía en Grecia
durante la Edad de Bronce tardía : el poeta griego lírico del sexto siglo
a.C. Pindar se refiere a los altares fundados por Heracles en el olimpo,
Hellanicus (un historiador del siglo V) escribió que Deukalion fundó un
altar en Tesalia, mientras que Herodotus cita el sacrificio de Jasón a los
doce dioses cerca del Bósforos. En el Himno Homérico a Hermes,
probablemente compuesto en el siglo VIII a.C., el dios infante, después
de haber dado muerte al ganado de Apolo, reservó doce porciones para
los dioses.
Platón (c.427-c.347 a.C.) creía que los doce dioses debían tener un rol
central en la ciudad ideal. En sus Leyes, propuso que los ciudadanos
fuesen divididos en doce tribus, cada cual a ser nombrado con el nombre
de uno de los doce dioses, que serviría como su deidad protectora.
También propuso que la ciudad ideal debiese celebrar un festival cada
mes para uno de los doce dioses y que el festival del doceavo mes sería
consagrado a Plutón.
Plutón, el dios griego del mundo subterráneo, no era uno de los doce
dioses griegos. El último mes del año griego, que correspondía al
doceavo mes de Platón, era Skirophorion, nombrado después del festival
de Skira que se realizaba durante el mes. Skira parece haber estado
conectado con el rapto de Perséfone/Kore por Plutón. Es
aproximadamente equivalente a Junio, cuando actualmente en Grecia la
naturaleza se seca y muere. Así, la muerte de la naturaleza coincidiendo
con la muerte del año lo hacía un mes particularmente adecuado para ser
dedicado a Plutón, y ya existía un festival durante el mes al cual el era
asociado. Platón interpretaba a Plutón como " el dador de riqueza". En
arte, Plutón sostiene regularmente un cuerno de la abundancia, símbolo
de riqueza y de fecundidad
No existe evidencia antes del tiempo de Platón que, como grupo, los
doce dioses griegos tuviesen alguna conexión con los meses. Se piensa
que Eudoxos de Cnidos, quién es actualmente conocido como ‘el
fundador de la astronomía científica’, fue el responsable de la
identificación de los doce dioses olímpicos con los signos del zodíaco. Al
hacerlo, estaba obviamente siguiendo la tradición egipcia; se sabe que
estuvo dieciseis meses en Egipto alrededor del período 378-364 a.C.
En su Phaedrus, Platón describe a los doce dioses como deidades astrales
que recorren los cielos, manteniendo el orden en los cielos. Esto ha sido
interpretado como confirmando la asociación de los doce dioses con los
signos Zodiacales. En el pensamiento de Platón, los doce dioses ya no
eran el grupo parroquial que velaba sobre la prosperidad de Atenas
asegurando su dominación sobre las otras ciudades, pero deidades
universales interesadas en el bienestar del Cosmos.
En 293 a.C., los meses de la ciudad de Demetrias en Tesalia eran
nombrados a partir de los doce dioses olímpicos. Esta es la mas temprana
asociación de los doce olímpicos como grupo con los meses. Solo
conocemos los nombres de diez de los meses: Aphrodision, Areios,
Artemision, Athenaion, Deios (de Zeus), Demetrion, Hephaiston,
Hermaion, Hestios, y Poseidón. Lamentablemente no conocemos el
orden de los meses.
Los doce eran representados de varias maneras, quizás el mas interesante
siendo un círculo conteniendo un anillo con doce puntos en Epidauros.
Sin embargo, no existe evidencia de que la asociación de los olímpicos
con los meses fuese expresada en el arte griego.
LA MAS TEMPRANA lista babiloniana de relaciones entre los meses y
las deidades ha sido fechada alrededor de 1000 a.C. Los dioses de tres de
los meses babilonianos pueden ser igualados con los dioses olímpicos
asociados con el mismo mes - Ishtar con Demeter/Ceres, Marduk con
Ares/Marte, y Sin con Apolo. Sin embargo, en cada caso la deidad
babiloniana tiene un equivalente diferente en el sistema establecido para
los dioses planetarios.

Tabla 1: Dioses planetarios babilonianos y sus equivalentes griegos y romanos

Planeta Babiloniano Griego Romano


Saturno Ninib (Ninurta) Kronos Saturno
Júpiter Marduk Zeus Júpiter
Marte Nergal Ares Marte
Venus Ishtar Afrodita Venus
Mercurio Nabu Hermes Mercurio
Luna Sin Artemis Diana
Sol Shamash Apolo Apolo

LOS DOCE DIOSES, también conocidos como Di Consentes, fueron


introducidos en Roma antes del tercer siglo a.C. En el 217 a.C., después
de que Roma sufriese una seria derrota frente al cartaginés Aníbal, el
senado romano ordenó al colegiado religioso romano del decemviri
consultar los libros sibilinos y determinar como aplacar la ira de los
dioses. A su debido tiempo fueron informados que debía celebrarse un
banquete sagrado en honor de los dioses. Seis divanes fueron instalados
en público, uno para Júpiter y Juno, un segundo para Neptuno y Minerva,
un tercero para Marte y Venus, un cuarto para Apolo y Diana, un quinto
para Vulcano y vesta, y el último para Mercurio y Ceres, doce dioses en
total. Originalmente solo las cabezas de los dioses eran representadas
sobre los divanes. Al final, Roma fue salvada de Aníbal; así es que este
banquete inusual se justificó.
Saturno no era uno de los doce. En el primer siglo antes de Cristo, un
grupo de estatuas en bronce de los doce Di Consentes estaban en el Foro
Romano. Estaban yuxtaposados al tesoro público, que se guardaba en el
Templo de Saturno, y el archivo público se guardaba en el Tabularium.
Los Di Consentes eran entonces admirablemente convenientes para la
protección del estado, capaz de supervisar los asuntos del gobierno y
velar sobre el buen manejo financiero o administrativo.
Los doce dioses aparecieron en Roma en una época crítica. Rápidamente
los doce demostraron su habilidad de protejer Roma y hacerla florecer..
El culto que los romanos habían importado era el antiguo culto municipal
griego, y quedo atribuido a la ciudad de Roma.
Los nombres latinos de los meses no derivan generalmente de los dioses
olímpicos. Las dos excepciones obvias son Marzo (Martius) y Junio
(Iunis), nombrados después de Marte y Juno. La asociación de Marte con
Marzo persistió en calendarios ilustrados hasta la Edad Media, mucho
tiempo después que hubiesen desaparecido los dioses de los meses como
un conjunto. El poeta latino Ovidio conectaba Venus con Abril (Aprilis),
mientras que Mayo (Maius) puede decirse que se relaciona con Maia, la
madre de Hermes/Mercurio. Inicialmente solo estos cuatro meses fueron
nombrados, los otros fueron enumerados, con nuestro Julio el quinto mes
(Marzo era el primero) siendo Quintilis, nuestro mes de Agosto era
Sextilis, ...etc. Esta costumbre romana de nombrar los primeros cuatro y
de enumerar el restante es fascinante; también sucedía en las familias
romanas, después de los primeros cuatro niños los siguientes eran
nombrados Quintus, Sextus, ... etc. [3] El mes de Quintilis fue
posteriormente renombrado Julio para conmemorar Julio César en el 44
a.C., y Sextilis fue cambiado a Agosto en honor de Augusto en el año 8
a.C. El nombramiento de Enero y Febrero ocurrió anteriormente, a la
época en que el año civil romano fue cambiado de Marzo a Enero.

Tabla 2: Los doce Dioses de Grecia y su equivalente en Roma

Femenino Masculino
Griego Romano Griego Romano
Afrodita Venus Ares Marte
Artemisa Diana Apolo Apolo
Atena Minerva Efaistos Vulcano
Demeter Ceres Poseidón Neptune
Hera Juno Zeus Júpiter
Hestia Vesta Hermes Mercurio

EL SISTEMA ROMANO que posee un dios olímpico asociado a cada


mes como tutelar o guardián, aparece en pleno esplendor en el primer
siglo d.C. (después de las reformas al calendario de Julio César) en el
llamado Calendario Rústico tallado en un pequeño pilar en marbol
independiente. El ejemplar sobreviviente, que se encuentra en el Museo
Nacional de Nápoles, tiene tres columnas en cada faz, cada una
encabezada por un signo zodiacal en bajo relieve y enumera el nombre
romano por cada mes asociado con el signo, la cantidad de horas diarias
y nocturnas, la posición del Sol, el dios tutelar, y los principales
festivales como también las actividades agrícolas. Una traducción en
castellano de la inscripción [4] :
Mes Enero. 31 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 14 horas.
Sol en Capricornio. Patrocinio de Juno.
Mes Febrero. 28 días. Nonas el quinto día. Día 10 horas, noche 13
horas. Sol en Acuario. Patrocinio de Neptuno. Los campos son
sembrados.
Mes Marzo. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 12 horas, noche 12
horas. Equinoxio Marzo 24. Sol en Piscis. Patrocinio de Minerva.
Mes Abril. 30 días. Nonas el quinto día. Día 13 horas, noche 10 horas.
Sol en Aries. Patrocinio de Venus.
Mes Mayo. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 14 horas, noche 9 horas.
Sol en Tauro. Patrocinio de Apolo. Los campos son desmalezados. Las
ovejas son tondidas. La lana es lavada. Los bueyes son domesticados.
Mes Junio. 30 días. Nonas el quinto día. Día 15 horas, noche 9 horas.
Solsticio de verano 23 de Junio. Sol en Géminis. Patrocinio de Mercurio.
Mes Julio (nombrado así). 31 días. Nonas el séptimo día. Día 14 horas,
noche 9 horas. Sol en Cáncer. Patrocinio de Júpiter.
Mes Agosto (nombrado así). 31 días. Nonas el quinto día. Día de 13
horas, noche de 11 horas. Sol en Leo. Patrocinio de Ceres.
Mes Septiembre. 30 días. Nonas el quinto día. Día 12 horas, noche 12
horas. Equinoxio Septiembre 23. Sol en Virgo. Patrocinio de Vulcano.
Las jarras almacenadas son forradas con resina.
Mes Octubre. 31 días. Nonas el séptimo día. Día 10 horas, noche 13
horas. Sol en Libra. Patrocinio de Marte. Cosecha de la uva.
Mes Noviembre. 30 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 14
horas. Sol en Escorpión. Patrocinio de Diana. Siembra de trigo y cebada.
Mes Diciembre. 31 días. Nonas el quinto día. Día 9 horas, noche 15
horas. Sol en Sagitario. Patrocinio de Vesta. Comienzo de invierno.
Abono de viñas, siembra de habas.

La relación de diferentes dioses con los meses y signos zodiacales en


estos calendarios rústicos es bastante diferente a los que podríamos
esperar. ¡Júpiter para Julio!
Manilius dispuso de las deidades en el mismo orden en su Astronomica,
el mas antiguo texto astrológico completo sobreviviente, escrito durante
los regímenes de Augusto y de Tiberio (30 a.C. - 37 d.C.), pero corrió de
un lugar los signos asociados con cada deidad, ver Tabla 3. También
comenzó su lista a partir de Aries, el signo del equinoxio de primavera,
en vez que con Enero, el primer mes del año romano.
"Pallas (Minerva) vela sobre el que Lleva Lana Puesta (Aries);
Citerea (Venus) sobre Tauro;
Febo (Apolo) el bien hecho Géminis;
Tu, Cillenius (Mercurio), sobre Cáncer;
y Júpiter, tu mismo riges Leo con la Madre de los dioses;
Virgo que lleva orejas de grano pertenece a Ceres;
y las balanzas forjadas a Vulcano;
pendenciero Escorpión se agarra a Marte;
Diana aprecia al cazador parte hombre parte caballo (Sagitario);
y Vesta las estrellas contraídas de Capricornio;
opuesto a Júpiter está Acuario, la estrella de Juno;
y Neptuno reconoce su propio Piscis en aire superior".

Tabla 3: Concordancia entre los Calendarios Rústicos y Manilius

Signo
Signo
Mes Deidad (Calendarios
(Manilius)
Rústicos)
Enero Juno Capricornio Acuario
Febrero Neptuno Acuario Piscis
Marzo Minerva Piscis Aries
Abril Venus Aries Tauro
Mayo Apolo Tauro Géminis
Junio Mercurio Géminis Cáncer
Julio Júpiter Cáncer Leo
Agosto Ceres Leo Virgo
Septiembre Vulcano Virgo Libra
Octubre Marte Libra Escorpión
Noviembre Diana Escorpión Sagitario
Diciembre Vesta Sagitario Capricornio

Manilius ubicó al signo de Leo bajo la regencia de la Madre de los dioses


a la vez que de Júpiter. La suprema Diosa, Astarte/Cibeles, normalmente
era asociada con los leones. Una placa en caliza en Jordania muestra a
Cibeles rodeada de los signos del zodíaco. Arriba del zodíaco la figura de
Aries es reemplazada por un busto de Atena/Minerva, diosa tutelar de los
signos. A su lado un busto desnudo masculino con el signo de Libra, y
otros bustos reemplazan Sagitario, Capricornio y Acuario.
El lapso de tiempo asignado a un signo zodiacal, tanto entonces como
ahora, no coinciden exactamente. En el Calendario Rústico y en el
poema de Manilius las deidades son asignadas a un mes y dos signos
zodiacales sucesivos. Se deduce que originalmente los dioses eran
tutelares de los meses, no de los signos zodiacales. Esto concuerda con la
secuencia histórica: en Demetrias, hacia 293 a.C., los meses eran
nombrados según los dioses olímpicos. La elevación (nacimiento,
origen ...contexto) de la astrología personal con su énfasis en el zodíaco
parece haber ocurrido en Alejandría en el segundo siglo a.C. La fuente
del sistema romano era griego y puede haber sido inspirado por las
recomendaciones de Platón en Las Leyes.
Ha sido sugerido que Manilius comenzó por una asociación de las
deidades olímpicas con los signos zodiacales. Estos llevaron a la
conexión de la deidad con el mes en el cual el signo zodiacal se levanta y
de ahí el cambio al signo anterior que se encuentra en los calendarios
rústicos.
Charlotte R. Long [5], autora del excelente The Twelve Gods of Greece
and Rome (una fuente principal para este artículo), piensa que esta teoría
es netamente contradicha por la disposición de los costados del llamado
Altar, encontrado en Gabii en 1793 por Gavin Hamilton, quién excavaba
en el nombre del príncipe Borghese. Es una de las piezas en la colección
Borghese adquiridas para el Louvre por Napoleón. Es datada como
Adriánica, 117-138 d.C. La señora Long lo describe como una bañera de
pájaros muy ornamental, aunque la identificación oficial es que era un
reloj de sol. Doce alzadas cabezas divinas encerclan el borde. Estas son
parejas de dioses: una diosa emparejada con el dios que regía sobre el
signo zodiacal opuesto, con la diosa de la pareja a la derecha del dios
masculino. De las seis parejas, sólo tres son las mismas que aquellas del
banquete de 217 a.C.
Alrededor de los lados se encuentran los atributos de los doce dioses
olímpicos ubicados por el orden de los meses, se leen de izquierda a
derecha, y yuxtaposados con los signos zodiacales. Estos están ubicados
de tal manera que un atributo dado sigue al signo zodiacal asociado con
la deidad de los calendarios rústicos romanos y precede al signo
atribuído a la misma deidad por Manilius.
Esta disposición, sostiene la señora Long, substancia la hipótesis que las
deidades olímpicas sirvieron principalmente como guardianes de los
meses mas bien que de los signos zodiacales.
Las cabezas de encima, en sentido contrario a las agujas del reloj,
comenzando con las mejor conservadas son:
 a. Venus, con Cupidón detrás de su hombro derecho

 b. Marte usando un yelmo

 c. Diana, con una aljaba detrás de su hombro derecho

 d. Apolo, desnudo con largos rizos de costado

 e. Vesta, con largos rizos laterales lleva un peplos

 f. Juvenil Mercurio con caduceo

 g. Ceres, lleva larga cabellera suelta cubierta por un velo

 h. Neptuno con tridente

 i. Minerva (ahora completamente restaurada)

 j. Un juvenil Vulcano, con su cabellera hasta el cuello

 k. Juno (ahora completamente restaurada)

 l. Júpiter, con cabellera hasta los hombros, y rayo

Tabla 4: La disposición en los costados del Altar de Gabii

Símbolo Deidad Signo Zodiacal


Capricornio
Pavo Real Juno
Acuario
Delfines Neptuno
Piscis
Lechuza Minerva
Aries
Paloma Venus
Tauro
Trípode Apolo
Géminis
Tortuga alada Mercurio
Cáncer
Águila Júpiter
Leo
Canasto Céres
Virgo
Pileus [6] Vulcano
Libra
Lobo Marte
Escorpión
Perro Diana
Sagitario
Lámpara Vesta
Capricornio
Nota: La secuencia es contínua, Capricornio
aparece una sola vez

Otro ejemplos
EN ADICIÓN A los Calendarios Rústicos, al Altar en Gabii, y a
Manilius, solo existen cuatro otros ejemplos conocidos que relacionan
los doce dioses con los meses y/o los signos zodiacales. Uno de estos se
relaciona tanto a los meses como a los signos zodiacales, dos de ellos
solamente a los meses, y el cuarto solo a los signos.
1. Una alfombra cuadrada en mosaico de 13 metros, hallado en Hellin en
Albacete, España, y ahora exhibida en Madrid. Posee dieciseis paneles
principales octagonales, los cuatro del centro representan las estaciones.
Los doce paneles exteriores originalmente etiquetados con los nombres
de los meses, cada uno tenía una deidad montada sobre un monstruo o
genio alado simbolizando un signo zodiacal La elección de la deidad
aquí parece depender del calendario religioso mas que del rústico. La
deidad honorada es aquella honorada por el principal festival del mes.
Los siguientes meses han sido conservados:
- Febrero - etiqueta solamente
- Abril - Venus montando un hombre-toro, Tauro. (El festival Veneralia
se celebraba durante las Calendas de Abril).
- Mayo - Mercurio montando un genio alado que sostiene gemelos en su
mano extendida, Géminis. (Mayo fue nombrado de Maia, la madre de
Hermes-Mercurio, y un festival que honoraba madre e hijo se celebraba
en las Ides de Mayo).
- Agosto - Diana sentada sobre un centauro que sostiene una flecha,
Virgo. (El natalicio de Diana era celebrado durante las Ides de Agosto.
La Vulcanalia también era celebrada en Agosto, pero mas tarde en el mes
luego del cambio del signo zodiacal, y Vulcano es mostrado aquí como el
tutelar del próximo mes).
- Septiembre - Vulcano sobre genio alado portando una balanza, Libra
- Octubre - deidad barbilampiña con casco vestida de una larga falda
(una diosa marcial tal como Minerva mas que Marte) montando sobre un
genio alado que vacía un canasto de uvas, en el cabello están las garras
de Escorpión. (El principal festival de Octubre, el Armilustrum,
celebraba al ejército. Octubre era el final tradicional del año de combate).
- Noviembre - diosa alada con cetro, sentada sobre un centauro portando
un arco y flecha, Sagitario. (La diosa velada es seguramente Isis ya que
el gran festival de Isis era en Noviembre, extendiéndose desde Octubre
28 a Noviembre 3).
- Diciembre - Diosa con lanza (seguramente Minerva) montando una
creatura con pata de cabra, Capricornio.

2. Las mas antiguas representaciones de los dioses de los meses


existentes fuera de Egipto son una serie de medallones con bustos de
dioses pintados en una pieza a la orilla oeste de Pompeya. Estos pueden
ser fechados como anteriores a la destrucción de Pompeya en el año 79
d.C. Los cuatro bustos identificables describen Abril (Venus), Julio
(Júpiter), Septiembre (Vulcano) y Noviembre (Diana).
3. Otra alfombra policroma en mosaico, fechada hacia el fin del siglo III
d.C. o a comienzos del siglo IV d.C. Fue puesto por un tal Monnus en
una villa en Trier. También incluía representaciones de los meses y
estaciones. Existen ocho de estos paneles :
- Abril - solo perdura la etiqueta
- Mayo - fragmento de un caduceo, Mercurio
- Junio - diosa coronada con un cetro, Juno
- Julio - Neptuno barbudo con un tridente
- Agosto - deidad barbilampina en vestimenta roja, Ceres o Diana
- Septiembre - Vulcano barbudo equipado de tenazas
- Octubre - Bacus juvenil coronado de hojas de viña
- Noviembre - Isis
4. Una base de candelabro en márbol con los dioses de los meses de
verano fue hallado en el sótano de la Villa Pinciana en Roma en 1767/68.
Fechado: Roma Imperial, quizás del segundo siglo después de Cristo.
Fue llevado a Paris con otras piezas de la Colección Borghese por
Napoleón y se encuentra ahora en el Museo de Louvre (inv. N° MA 610).
La base de tres lados posee una sola deidad en cada faz, montada sobre
una figura simbolizando un signo zodiacal.
- Neptuno con caballo y delfín en antebrazo izquierdo montando sobre
un tritón con patas y pinzas de cangrejo adheridas, Cáncer. El festival
Neptunalia se celebraba en Roma en Julio 23, bajo Cáncer.
- Júpiter, barbudo, con aguila, montando un hombre-león, Leo.
- Diosa en peplum, originalmente con pañuelo inflado por el viento
detrás de la cabeza, montada sobre una niña con vestimenta ceñida,
Virgo. La diosa es o Venus, o Ceres o Diana.

Tabla 5: Los doce dioses del zodíaco

Villa
Signo Rústico Manilius Gabii Hellin Pinciana
Aries Venus Minerva Minerva -- --
Tauro Apolo Venus Venus Venus --
Géminis Mercurio Apolo Apolo Mercurio --
Cáncer Júpiter Mercurio Mercurio -- Neptuno
Leo Ceres Júpiter Júpiter -- Júpiter
Virgo Vulcano Ceres Ceres Diana Diosa
Libra Marte Vulcano Vulcano Vulcano --
Escorpión Diana Marte Marte Diosa --
Sagitario Vesta Diana Diana Isis --
Capricornio Juno Vesta Vesta Minerva --
Acuario Neptuno Juno Juno -- --
Piscis Minerva Neptuno Neptuno -- --

Tabla 6: Los doce dioses de los Meses

Mes Rústico Hellin Pompeya Trier


Enero Juno -- -- --
Febrero Poseidón -- -- --
Marzo Minerva -- -- --
Abril Venus Venus Venus --
Mayo Apolo Mercurio -- Mercurio
Junio Mercurio -- -- Juno
Julio Júpiter -- Júpiter Poseidón
Agosto Ceres Diana -- Diana/Ceres
Septiembre Vulcano Vulcano Vulcano Vulcano
Octubre Marte Diosa -- Bacus
Noviembre Diana Isis Diana Isis
Diciembre Vesta Minerva -- --

LOS DIOSES PLANETARIOS forman un grupo cerrado de siete, que se


distingue rápidamente de los de los doce meses o dioses del zodíaco por
la presencia de Saturno. Es evidente que ambas distribuciones co-
existieron al mismo tiempo. Por ejemplo, tanto los dioses de los doce
meses/zodíaco y los siete son representados en grupos separados en
medallones pintados en la misma pieza de Pompeya. Los siete dioses
planetarios también fueron combinados con los signos del zodíaco que
generalmente regencian. Así es como en Pompeya, Júpiter es
representado al mismo tiempo como un dios de los meses/zodíaco
protegiendo Julio/Leo y como el dios planetario gobernando sobre los
dos signos, Sagitario y Piscis.
Los siete dioses planetarios eran relacionados con los doce signos en un
grupo de monedas astrológicas emitidas por Alejandría bajo Antonius
Pius (137-167 d.C.). Cada una de las monedas tiene un solo dios
planetario combinado con el signo zodiacal normalmente asociado con
ese planeta particular.
Los siete también son representados en una alfombra policroma en
mosaico de Bir Chana en el Norte de Africa. Aquí Saturno ocupa el panel
central con los seis dioses planetarios restantes en los paneles adyacentes
y los signos del zodíaco entre estos y el borde exterior.
EL CULTO de los doce dioses parece haber sido ocultado luego de la
Batalla del Puente Milvian en 312 d.C., en el cual Constantino, inspirado
a presentar batalla bajo el símbolo del Dios Cristiano ( una cruz
flameante que apareció en el cielo con la inscripción "En esta
conquista"), venció a Maxentius, quién presumiblemente tenía de su lado
a los dioses de Roma. Como consecuencia se pensó que el Dios de los
Cristianos debía ser el Ser Supremo en quién el bienestar del estado
dependía. Constantino, convertido al cristianismo, Lo aceptó como tal, y
concedió los derechos civiles y la tolerancia a los Cristianos a través del
todo el imperio. Estaba agradecido con el Dios Cristiano por su éxito, y
no a Júpiter Optimus Maximus y al resto. De esta manera, Constantino,
por necesidad, estableció un nuevo patrono divino para el estado.
El culto tuvo que recurrir al engaño. Uno de los padres de la Iglesia,
Clemente de Alejandría (150-215 d.C) había escrito en Excepta ex
Theodota que los apóstoles reemplazarían a los signos del zodíaco,
presidiendo sobre el renacimiento como anteriormente los signos habían
velado sobre el nacimiento. Los doce olímpicos se dieron por aludidos y
se convirtieron en los doce apóstoles.
Para su lugar de entierro, Constantino, que había sido, antes del Puente
de Milvian, un ardiente seguidor del Sol Invictus como el dios supremo
universal,se hizo construir un mausoleo, que dedicó como Iglesia de los
Sagrados Apóstoles. Su sarcófago fue ubicado en el centro, costeado por
los memoriales a los doce apóstoles (también podría considerársele como
una representación del Sol rodeado por los doce signos del zodíaco). Tres
de los apóstoles tenian estrellas talladas al lado de sus cabezas, lo que
tiende a confirmar esta asimilación de los apóstoles con las deidades
astrales y el zodíaco.
Tanto si el descarado acto final de Constantino en su lecho de muerte
pudiese ser interpretado como una vuelta atrás a la antigua religión
pagana, seguramente que no agradó a la recientemente empoderecida
Iglesia en Roma. Su sarcófago fue bastante rápidamente sacado de la
Iglesia de los Doce Apóstoles, con el pretexto de que el edificio era
inseguro (esto ocurrió después de solo un año o tanto de la construcción
del edificio, durante el gobierno de su hijo Constantius II), y colocado en
una rotonda cerca de la iglesia, lugar donde mas tarde otros emperadores
serían también enterrados.

Tabla 7: Relación entre los doce dioses y los doce apóstoles

Signos Olímpicos Apóstoles


Aries Minerva Pedro
Tauro Venus Simon Zelotes
Géminis Apolo Jaime "el menor"
Cáncer Mercurio Andrés
Leo Júpiter Juan
Virgo Ceres Felipe
Libra Vulcano Bartolomeo
Escorpión Marte Tomas
Sagitario Diana Jaime
Capricornio Vesta Mateo
Acuario Juno Tadeo-Judas
Piscis Neptuno Judas Iscariota

Hubo un renacimiento de la antigua religión pagana durante el breve


gobierno de Julián El Apóstata (361-363 d.C.). Aliado y aconsejado por
Neoplatonistas, trajo devuelta a los doce dioses y retiró los privilegios a
la Iglesia. Pero esta resurección no sobrevivió a la muerte de Julián.
Luego de esa humillación, la Iglesia Cristiana insistió en que los nuevos
emperadores actuaran según sus dictados.
El 8 de Noviembre, 392 d.C., el emperador Theodosius (nacido el 11 de
Enero del 347 a.D.), a instancias del Obispo Ambrosio, prohibió
completamente la adoración de los dioses paganos (también puso fin a
los juegos olímpicos). Sobrevino una guerra religiosa. En la batalla del
río Frigidus el 5 de Septiembre de 394, Theodosius venció a Eugenius y
a Arbogast, los líderes de la revuelta pagana. Mas tarde la tradición
cristiana interpretó esencialmente la victoria como un juicio divino: el
dios de los cristianos había triunfado sobre los dioses romanos. Ustedes
recordarán que el Di Consentes había sido introducido en Roma
seiscientos años antes, cuando la ciudad estaba en peligro de ser
capturada por Aníbal. A partir de ahí, Roma se había elevado a alturas
extraordinarias. Ahora los doce dioses eran arbitrariamente destituidos.
Dentro de veinte años Roma yacería en ruinas, saqueada por Alarico y
sus visigodos, el último emperador de Roma vivo y en buena salud,
viviendo lejos en Constantinopla.
Un acontecimiento relacionado a ello fue el procesamiento del
priscilianismo. Prisciliano fue uno de los primeros obispos cristianos que
fue desacreditado por haber sido el primer herético que recibió la pena
capital. Fue ejecutado en el año 385. La doctrina poco ortodoxa que
fundó, que incluía la creencia en que los signos del zodíaco estaban bajo
el patrocinio de los doce patriarcas, perduró hasta el año 561 o 563. En
uno de estos años el Concilio de la Iglesia en Braga, España, pronunció
un anatema, una prohibición eclesiástica formal o excomunicación,
contra el Priscilianismo y específicamente incluía a cualquiera que
considerase a los signos del zodíaco como estando bajo el patrocinio de
los doce patriarcas. Con esta denuncia formal de la herejía de la creencia
pagana en la cristianización de los dioses olímpicos como protectores del
zodíaco, desaparecieron los dioses de los meses y del zodíaco de 2000
años de existencia.
El neoplatonismo aceptó los doce dioses, para ellos los dioses olímpicos
controlaban el universo. Como el nombre lo implica, esto fue un
renacimiento del platonismo, que ocurrió en el tercer siglo d.C. Los
neoplatonistas continuaron a florecer hasta el quinto siglo, pero su
academia fue cerrada en el 529 d.C. por el emperador Justiniano, poco
antes del Concilio de Braga. A partir de entonces la doctrina se fue
desapareciendo en la forma de un agnosticismo místico.
Tabla 8: Las naturalezas de los doce dioses

Creadores Guardias Dadores de Vida Inspiradores


Júpiter Vesta Ceres Mercurio
Neptuno Minerva Juno Venus
Vulcano Marte Diana Apolo

Los doce dioses fueron divididos en cuatro grupos, cada uno de tres
(inicio, medio y final), como enumerados en la Tabla 8. Los dioses
creativos y paternales conforman el universo, los dadores de vida le dan
vida, los inspiradores lo harmonizan, y los guardias lo conservan y lo
protejen. [7]
La naturaleza de los doce dioses eran explicados como sigue:
Júpiter se sitúa en el lugar mas elevado de la tríada, ordenando almas y
cuerpos, y preocupado de todas las cosas. Neptuno completa la parte
media de la creación y gobierna especialmente el orden espiritual, ya que
es el dios que causa movimiento y todo nacimiento. El alma es la
primerísima de las cosas producidas y el movimiento es de acuerdo al ser
(por ejemplo, planta, ave, pez, humano). Finalmente, Vulcano inspira la
naturaleza de los cuerpos y fabrica todos los asientos de los dioses en el
universo.
De la tríada inmóvil y protectiva, Vesta es primera porque ella conserva
la existencia misma de las cosas y las mantiene no desafiadas. Minerva
guarda las creaturas intermedias en vida inquebrantable, inteligente y
espontánea, elevándolas de la materia. Marte hace brillar su poder sobre
las creaturas en forma corpórea.
Ceres gobierna todo lo que da vida, produciendo enteramente todo lo que
da vida en el universo, intelectual, espiritual, y aquello inseparable del
cuerpo. Juno vela sobre la parte media, devocionándose a la producción
del alma. Ya que la diosa intelectual, Ceres, envio desde ella todas las
emanaciones de otras entidades espirituales. A Diana se le asigna el fin,
despertando a todo el Logoi natural a la actividad y completando la auto-
suficiencia de la materia.
De los últimos, la triada inspiradora o harmonizadora, Mercurio es líder
de la filosofía. Así, a través de ella guía y eleva las almas y con sus
poderes dialectales los envía, en entero y en parte, arriba hacia el bien en
sí mismo. Venus es la causa primera del movimiento de la inspiración
erótica que impregna toda cosa y adapta aquellas vidas elevadas por ella
hacia lo bello. Ella está desnuda puesto que su función, la armonía, crea
lo bello y lo bello no se esconde. Apolo, a través de la música completa
todas la cosas y corrige todas las cosas, moviéndolas en entero, y
atrayéndolas a través de la armonía y el ritmo hacia la verdad intelectual
y la luz que se encuentra allí.
En algunas enumeraciones Plutón reemplaza Vulcano. Los neoplatonistas
aceptaron los doce dioses como un legado de Platón. Conectaron a cada
dios olímpico con el planeta o elemento generalmente asociado con él o
ella. Demeter subsecuentemente cedió su lugar entre los doce a Saturno,
presumiblemente porque Cronos-Saturno no era un olímpico. Apolo y
Aremis cedieron el suyo a Helios y a Selena (el Sol y la Luna) Vesta
representa la tierra, Neptuno el agua, Juno el aire, y Vulcano el fuego.

Discusión
¿Hay alguna pertinencia entre todo esto y la práctica de la astrología
moderna? Yo creo que si.
La asignación de los doce dioses a cada uno de los meses precedió
claramente al reparto de los signos del zodíaco entre los mismos doce
olímpicos. Era un esquema de regencias mas antiguo. Cuando el zodíaco
fue definido, cada uno de los doce dioses de los meses
(¿automáticamente?) se convirtieron en protectores de un signo zodiacal.
Mas tarde, o incluso al mismo tiempo, los siete planetas fueron también
relacionados a los mismos doce signos. Si podemos entender algo de
como la repartición original ocurrió, y como y porqué llegó a cambiarse
por el que todos conocemos, honoramos y obedecemos, quizás podemos
mejorar nuestra comprensión de la relación entre los siete planetas y los
doce signos. Mucho de lo que hacemos en astrología depende de esta
relación.
La misma secuencia de los doce dioses aparece en el Calendario Rústico,
en Manilius y en el Altar en Gabii (ver Tabla 5). Mientras que es
imposible de afirmar que ésta es actualmente la verdadera secuencia
básica, existe una concordancia general de las otras fuentes sobre la
ubicación de Vulcano, Júpiter y Venus.
El Altar de Gabii presenta un problema de interpretación ya que las
fotografías indican que los símbolos de las deidades están intercalados a
medias entre cada uno de los signos zodiacales representados (ver Tabla
4). La tortuga alada de Mercurio esta a medias entre el signo de los
mellizos y aquel del cangrego. Si relacionamos el símbolo al signo
anterior la distribución del Calendario Rústico es confirmado, y si se le
asocia con el signo siguiente entonces Manilius es confirmado.
Tanto la tortuga como el cangrejo eran un símbolo de Cáncer, las dos
creaturas como el signo son conocidos por sus caparazones duros; las
alas de la tortuga indican que Mercurio-Hermes es el guardia del signo.
Esto apunta hacia el esquema de Manilius.
Las únicas otras representaciones que tenemos, aquellas de Hellin, ... etc.
concuerdan en que Vulcano es el protector de Septiembre y/o de Libra.
Suponiendo que esto también era así en Gabii, tenemos mas evidencia de
que el símbolo que precede el signo del zodíaco sería el que debe
relacionarse al signo y de que Gabii es un ejemplo del esquema de
regencias de Manilius. Esto sugiere que es la versión de Manilius la que
fue aceptada en vez de la detallada en los Calendarios Rústicos.
Cinco fuentes relacionan a los dioses olímpicos con los signos del
zodíaco (ver Tabla 5). Si ignoramos el Calendario Rústico, tenemos a
Venus consistentemente como la protectora de Tauro, Júpiter de Leo, y
Vulcano de Libra. De las parejas estándar de los dioses (mostrados en la
Tabla 2), suponemos, por consiguiente, que Marte es el protector de
Escorpión, el signo opuesto al de Venus; Juno a oponerse al signo de
Júpiter; y Minerva proteger a Aries, el signo opuesto al Libra de Vulcano.
¿Existe una lógica aparente de la distribución original de los doce
olímpicos entre los doce meses y los signos?
Aries y Libra tenían a Atenas-Minerva y Efestos-vulcano como sus
dioses guardianes.
Atenas-Minerva es la diosa de la sabiduría. A su nacimiento, se nos dice
que salió de la cabeza de Zeus vestida de su armadura, blandiendo su
lanza, y dando su grito de guerra. Aunque es una diosa marcial, su
atributo mas característico es su inteligencia práctica y ella es la
protectora, inspiradora y profesora de todos los trabajadores
especializados y artistas. Sus rasgos mayores son la prudencia y el valor.
Nunca va a la guerra a menos que es forzada, y cuando pelea, siempre
gana. Su emblema es la lechuza.
Efestos-Vulcano es el feo herrero-mago, cojo, es el artesano y shaman
arquetípico, el dios de la perfección tecnológica que crea muchas cosas
maravillosas. También es una deidad del fuego volcánico, que usa en su
forja. Sus emblemas son sus tenazas y la codorniz, un ave que baila
cojeando en primavera.
Aries simboliza la cabeza de la cual salió Atenea. La asociación Efestos-
vulcano con Libra, una constante en todas partes, es sin duda debido a la
balanza forjada siendo el unico objeto manufacturado del zodíaco. Ariel
Guttman y Ken Johnson [8] astutamente sugieren que Atenea y Efesto
son emparejados porque ambos nacieron de un pariente celibato, Atenea
de Zeus sin intervención femenina, y Efesto de Hera sin contribución
masculina.
Tauro y Escorpión fueron asociados con Afrodita-Venus y Ares-Marte.
Afrodita-Venus es la diosa de la sexualidad, la belleza y el amor.
Introduce el deseo en el hombre y los animales, y estimula su urgencia
sexual, amor físico y unión corpórea. Ella representa el poder de
atracción que une a la gente. Su emblema es la paloma.
Ares-Marte es simplemente el dios destructivo, matón de la guerra.
Goza en asesinar y saquear. No se dice nada mas de él en mitos, aparte
de su aventura con Venus. Sus emblemas son un jabalí salvaje, un lobo, y
una lanza ensangrentada.
Damos las regencias de estos dos mismos signos a los planetas
nombrados en el nombre de este par de dioses.
Géminis y Sagitario fueron dados a Apolo y a su hermana melliza
Artemisa-diana.
Apolo representa tanto la iluminación predecible como fortuita. El es el
dios del Sol, y es músico como arquero, el uno indica la serenidad,
respeto de la ley y orden, y divina armonía. El otro, maestría de las
distancias y por lo tanto desprendimiento de lo ‘inmediato’. Es el dios
calmo de la curación, de la luz, de la inteligencia, y de las artes, que
mantiene alejado el mal y se asociaba con los oraculos y la profecía
verdadera. Su mensaje a la humanidad "Conócete a ti mismo" es una
directiva a la comprensión universal. Su emblema es el ratón y el trípode.
Artemisa-Diana es la diosa de la Luna. Los primeros cristianos la
consideraban su mayor rival; los Evangelios ordenaban la total
destrucción de sus templos. Ella es la patrona de los cazadores, de los
animales salvajes y de las doncellas. Ella es la diosa de la castidad que
representa lo intocable, y es indiferente al amor. Ella preside sobre el
nacimiento y, como su hermano Apolo, es una hábil arquera, nunca se le
ha visto sin su aljiba de flechas y su arco. Su emblema, la osa,
conmemora al animal salvaje mas peligroso de la antigua Grecia.
La conexión de los mellizos y el arqueo con Géminis-Sagitario es obvia.
Cáncer y Capricornio fueron dados a un par de dioses que parecen
completamente opuestos en su naturaleza el uno del otro: Hermes-
Mercurio y Hestia-Vesta.
Hermes-Mercurio es el mas listo de los dioses, el dios-timador del ardid
y de la doblez, del robo y de las aventuras amorosas nocturnas. También
es el astuto compañero del hombre, el dador sin rival de cosas buenas,
protege el rebaño, las manadas y los caminos, y es el patrono del
comercio, del negociante, de los banqueros y de los adivinos. El es el
intermediario: el heraldo y el mensajero de los dioses, y guía de los
muertos. Los filósofos lo identificaban con la divina inteligencia, el
Logos; los padres de la Iglesia lo comparaban con Cristo; y los
alquimistas (los herméticos) del renacimiento lo consideraban el
catalizador arquetípico. Sus emblemas son el cráneo, sus sandalias aladas
y el caduceo.
Hestia-vesta nunca deja el Olimpo. Ella es la que se queda en casa, la
protectora del hogar, diosa de la familia y de la paz; se cuenta con ella
para siempre estar allí en el centro del mundo. Su llama arde
continualmente, representando la luz, el calor y la seguridad. Debido a su
amabilidad era la diosa mas venerada de las deidades. Su emblema es la
lámpara.
El tiempo de Vesta en el año (ahora lo llamamos Navidad) continúa
siendo celebrado hoy en día como un festival de luces. La tutela de
Mercurio sobre Cáncer no es tan extraño ya que podemos inicialmente
pensar: la gente con este signo elevándose al nacimiento son a menudo
grandes viajadores, y siendo Cáncer el doceavo signo del zodíaco griego
y de tal manera asociado con el fin de las cosas, por ejemplo, con la
muerte, Hermes-Mercurio, como el olímpico responsable de guiar las
almas al mundo subterráneo, el psicopompa, es el guardián apropriado.
Leo y Acuario fueron asignados a Zeus-Júpiter y su consorte Hera-Juno.
Zeus-Júpiter es el jefe incontestado de los dioses, es el señor absoluto
del universo. El es el Padre de Todo, la deidad suprema, que pobló los
cielos y la tierra por medio de sus promiscuas relaciones. A veces se le
llama Jové, y los judíos y cristianos le conocen por Jehova. Representa la
prudencia y el orden dominante sobre todo. El es el gran dispensador de
justicia. Sus emblemas son el águila y el rayo.
Hera-Juno, la celosa esposa y hermana de la deidad suprema, es
preeminentemente la diosa del matrimonio y del nacimiento, y por ende
de la perpetuación de la raza Su emblema es la vaca, el león y el pavo
real.
Leo ha sido siempre considerado el signo preeminente del gobernador
universal. El año nuevo griego comenzaba cuando el Sol entraba en el
signo. También se asocia a Leo con Cibeles, la Madre del Universo.
Fuego Fijo es la mas fuerte y mas absoluta combinación de modo y
elemento; es el signo del potencial actualizado, del ‘Yo soy’. Leo solo
podía ser dado al dios supremo. Su consorte obtiene entonces
automáticamente el signo opuesto de Acuario.
Virgo y Piscis fueron destinados a Demeter-Ceres y Poseidón-Neptuno.
Demeter-Ceres el la dadora de leyes y la diosa de la agricultura y de la
fertilidad. También es, en asociación con Plutón (ver el mito de
Persefona/Kore), diosa de los misterios. Estos incluyen el destino cíclico
de la vegetación: nacimiento, vida, muerte, y renacimiento. Los misterios
enseñaron que la vida del hombre es como la vida de los cereales, la
fuerza y la perennidad son accesibles a través de la muerte. Los muertos
retornan a la Madre Tierra (De-meter = la madre), con la esperanza de
compartir el destino de la semilla sembrada. Sus emblemas son una
canasta y la amapola, que florece roja como la sangre entre la cebada.
Poseidón-Neptuno es el Mar; el colérico, malhumorado señor del
océano. Como marido de la tierra, él era el que hacía temblar la tierra,
fabricante de terremotos. Sus emblemas son los delfines, el caballo y el
tridente.
Virgo es asociado con la estrella fija Spica, la Oreja de Trigo, y Demeter-
Ceres es la diosa de los cereales. Poseidón-Neptuno es el dios del mar y
Piscis es el signo del mar. Este emparejamiento tiene sentido cuando
recordamos que Poseidón es el marido de la Tierra y que Demeter-Ceres
es la diosa de la Tierra.
Parecen existir perfectamente buenas razones míticas para la asignación
de los doce dioses a cada uno de los doce signos del zodíaco. Sin
embargo, las naturalezas esenciales de los siete dioses planetarios y sus
subsecuentes relaciones con los doce signos del zodíaco deberían haber
sido detectados muy diferentemente. Uno esperaría que las naturalezas
de los siete dioses planetarios habrían sido descubiertas por medio de
observaciones a través del tiempo, de los efectos observados sobre la
vida a las culminaciones y al horizonte oriental, empíricamente. Estas
naturalezas planetarias serían, a su vez, aliados a aquellos de los signos
del zodíaco, exhibiendo atributos similares. Yo creo que esto sucedió
solo en parte.
EN GRECIA, la atribución de la naturaleza de los dioses a los planetas
mismos fue lento a desarrollarse totalmente. Siguiendo las anteriores
sugestiones de Platón, la fuerza directiva parece haber sido el Epinomis,
escrito en el cuarto siglo a.C. por Felipe de Opus, quién había sido el
secretario de Platón a su vejez. Este establecía que los planetas debían de
ser dioses, como ya lo sabían los egipcios y los babilonianos desde hace
mucho tiempo, y que los griegos deberían aceptar este saber y religión,
después de mejorarlo. Mientras se rinda la debida reverencia a los
antiguos dioses, de acuerdo a las tradiciones venerables, el culto a los
dioses visibles, los cuerpos celestes, debería ser la religión del estado.
Por medio de la precisión eterna de su movimiento, los planetas revelan
que ellos mismos son dioses, cada planeta regulando su propio
movimiento con una inteligencia divina y repitiéndolo eternamente para
dar testimonio de su propia sabiduría. [9]
La religión astrológica inicialmente defendida por el Epinomis
gradualmente evolucionó a la religión suprema en el mundo pagano. Los
antiguos dioses aún seguían siendo adorados, pero sus aventuras
mitológicas eran siendo cada vez mas consideradas como infantiles e
inmorales; la gente pensante consideraba a la astrología como muy
racional y la mayoría de los miembros de la elite intelectual la
consideraba como una ciencia
Inicialmente los griegos conocían a los planetas por términos expresivos
mayoritariamente relacionados a su luminosidad, tal como Fainón por
Saturno, Phaethon (Júpiter), Pyroeis (Marte), Phosphoros (Venus),
Stilbon (Mercurio). La última palabra que significa Centelleante o
Parpadeante, fue usado para Mercurio por Eudoxos y Aristóteles. Estos
mismos nombres de los planetas seguían siendo utilizados en la
interpretación de un horóscopo fechado el año 81 d.C. [10]
Podemos suponer con seguridad que los primeros astrólogos griegos no
comenzaron de cero. A partir del cuarto siglo a.C., en virtud de las
conquistas de Alejandro, estuvieron en estrecho contacto con sus
homólogos en Babilonia y Egipto, quienes poseían "un milenio" de
observaciones. Teofrastus, el sucesor de Aristóteles que murió el 322
a.C., de quién se afirma haber dicho que los caldeanos eran capaces de
predecir, en su época, no solo el clima de los cielos pero también la vida
y la muerte de todas las personas. Por lo tanto los griegos deben de haber
podido obtener de otros un inventario de los atributos que podían ser
asociados con cada uno de los siete planetas.
Habrían aprendido, por ejemplo, que su Pyroeis era el mismo planeta que
los babilonios llamaban Nergal, y que Nergal con su color de fuego rojo
y su movimiento a saltos, había sido identificado como un tirano
sangriento y capricioso, el enemigo del hombre, un planeta que cuando
visto en ciertos lugares del cielo era capaz de perturbar toda la
naturaleza. Los griegos habrían reconocido la similitud de naturaleza del
llamativo Nergal o Pyroeis con su propio dios de la guerra. Así es como
Pyroeis llegó a ser conocido como ‘Pyroeis la Estrella de Ares’.
Marduk, el nombre dado por los babilonianos a su dios supremo, solo
podía ser Zeus; había solo un dios supremo. Marduk fue asociado con el
planeta que los griegos conocían por Faeton. Astrológicamente, ‘Faeton
la Estrella de Zeus’ mezclaba la supremacia del olímpico, Padre de los
dioses y del Hombre, con el aspecto astrológico de Dios de la Atmósfera.
Afrodita e Ishtar fueron nombres diferentes para la misma diosa del amor
y del placer. Fosforos en consecuencia era la Estrella de Afrodita, aunque
el planeta continuó a ser conocido como la estrella del amanecer o del
atardecer, la que brillaba en la obscuridad como el fósforo.
El Nabu babilónico, como Hermes, era un intrigante engañoso y astuto y
un entreprendedor, también era elocuente y un estimulador de las artes.
Los griegos conocían al planeta Nabu como Stilbon; así es como el
planeta parpadeante cercano al Sol, que se mueve rápidamente y esta
constantemente girando y dando vueltas hacia adelante y atrás paso a ser
la Estrella de Hermes.
El planeta Ninib tenía un aspecto apagado, lívido y se movía lentamente;
este era el planeta que los griegos conocían como Fainón y que los
babilonianos asociaban con un hombre prudente, grave, melancólico y
viejo, indiferente al destino humano e incluso un poco malévolo. Esa
descripción no coincidía con ningún miembro del grupo de los doce
olímpicos, pero si identificaba a Cronos, el exiliado padre de Zeus,
Poseidón, Hera y Plutón. Fainón pasó a ser la estrella de Cronos. Debido
a su edad, los astrólogos griegos le dieron una especie de primacia; pero
también a través de asociaciones antiguas con el momento de la siembra,
se creía que poseía una virtud generativa - aunque la paternidad no le iba
nada de bien con sus años.
Unos 200 años o tanto pasaron antes de que los planetas adoptaran
finalmente sus nuevas identidades y fuesen simplemente conocidos como
Cronos, Zeus, Ares, ... etc. Por el uso de los nombres planetarios
antiguos, el astrólogo que hizo el horóscopo del año 81 d.C. Puede que
nos esté diciendo la fecha aproximada de cuando ocurrió el cambio.
Todos los horóscopos conocidos después de esa fecha usan la nueva
nomenclatura planetaria.
Aunque los astrólogos no intentaron liar los planetas con las diversas
mitologías contadas sobre los dioses, si aparecen haber recurrido a la
mitología para el carácter esencial de cada deidad escogida, el complejo
de asociaciones suscitadas por el nombre.
Estas asociaciones de un dios con un planeta y el carácter que ese dios
había desarrollado parece que fue aceptado por los griegos como
axiomas científicos de los cuales se podía deducir el tipo de influencia
que ejercía el planeta. Como los dioses, los planetas eran considerados
como seres con voluntad, sexo y fuertes emociones. Sus naturalezas
vivientes se reflejaban en los términos que los primeros astrólogos
usaban para ellos. Ellos podían ver, escuchar, regocijarse, apenarse, estar
contentos o tristes, obedecer o no, simpatizar o no, e incluso se decía que
portaban lanzas que, en las ocasiones apropriadas, podían lanzar.
LA ASIGNACIÓN de los siete planetas entre los doce signos, 7-en-12,
tiene cada uno de los cinco verdaderos planetas recibiendo la regencia de
dos signos cada uno y los dos signos restantes gobernados por las
luminarias. La secuencia de los gobernadores planetarios probablemente
se relacionan al movimiento diario aparente de los planetas. [11] Así el
mas lento, Saturno, se encuentra a una punta y el mas rápido, la Luna, a
la otra, y la secuencia sigue: Saturno-Júpiter-Marte-Venus-Mercurio-
Luna por un lado, y se devuelve Sol-Mercurio-Venus-Marte-Júpiter-
Saturno por el otro.
Este esquema de regencias es muy diferente a aquel de la antiquísima
asociación de los doce dioses a los meses y a los signos del zodíaco. ¿Es
que podemos suponer que el antiguo sistema que dió un dios protector a
cada mes no fue solo arbitrario, pero que también se desarrolló a través
del tiempo? Existe evidencia de que en diferentes países dioses con
atributos similares protegían el mismo mes: por ejemplo, Vulcano y su
tocayo fue asociado en todas partes con Septiembre y el signo Libra.
Estas asignaciones venerables fueron aparentemente ignoradas cuando se
le dieron a los siete planetas sus regencias sobre los doce signos. ¿Por
qué ?
¿Son los planetas más eficaces, más verdaderos a sus esencias naturales
cuando ubicados en los signos que el sistema 7-en-12 los hace gobernar?
¿Son estas asignaciones basadas en observaciones sobre los efectos que
tienen en la vida estos planetas cuando en distintos signos?
¿O fue este un elegante ejercicio en la simetría planetaria, la creación de
algun astrónomo pitagoriano? ¿Fue un ejercicio teórico de como
deberían ser las cosas - había una fuerte creencia entre los griegos en la
primacia de los números y de los armónicos? ¿Fueron las
manifestaciones de todos los días simplemente ignoradas, consideradas
solo como sombras inadecuadas de una realidad verdadera?
Dado que este planteamiento de la regencia de 7-en-12 ha de ser
adoptado, ¿cual es el signo ancla, donde comienza la secuencia ?
Leo contenía la estrella Regulus, que los babilonianos conocían como
Sharru, el Rey. En India Regulus era Magha, el Poderoso, y en Persia era
Miyan, el Centro, el líder de las Cuatro Estrellas Reales de la antigua
monarquia persa, los Cuatro Guardianes del Cielo. A través del antiguo
mundo estas cuatro estrellas reales (las otras tres eran Aldebaran, Antares
y Fomalhaut), cada una de ellas están separadas por seis horas de
ascención directa, eran utilizadas para marcar los cuatro cuartos de los
cielos. En la época en que esta división por cuatro fue inicialmente
pensada, Regulus yacía muy cerca del solsticio de verano.
Los griegos habrían sabido sobre la estrella real en Leo, el primer signo
de su año.
En astrología el Sol rige Leo, mientras que Júpiter rige sobre Sagitario y
Piscis. El dios olímpico Zeus-Júpiter era originalmente el protector de
Leo porque, presumiblemente, sus atributos y aquellos del signo
coinciden. El olímpico Zeus-Júpiter es el dios supremo y Leo contiene a
Regulus, el trono celeste reservado al dios de los dioses. Sin embargo, en
astrología el Sol como fuente de vida es considerado superior a todos los
planetas, incluyendo Júpiter. El Sol, y no Júpiter, debe por lo tanto regir
este signo de fuego fijo.
En algun momento en el distante pasado tuvo lugar un complicado juego
de sillas musicales celestes. Puede haber sucedido como sigue:
Primero, el Sol toma el poder de Leo y fuerza a Júpiter-Zeus fuera.
Entonces la Luna, como el planeta femenino supremo toma el lugar de
Juno, no el de Diana. Junio es el mes de Juno [12] en el que comienza
Cáncer, de modo que la Luna pasa a regir Cáncer. La Luna rigiendo
Cáncer, la diosa olímpica lunar, Diana-Artemisa, automáticamente pierde
su protección sobre Sagitario y se le fuerza fuera del círculo. Al mismo
tiempo Mercurio-Hermes debe hacer lugar para la Luna, así es que él se
mueve al lado a Géminis, el signo dejado vacante por Apolo cuando el
Sol asumió la regencia de Leo. El planeta Júpiter ahora no puede
simplemente cambiar de lugar con el dios Sol Apolo pero en vez
reemplaza a la diosa Luna Diana-Artemisa como gobernador de
Sagitario.
Y sin duda que debe de haber doce otras posibilidades de escenario.
Ahora tenemos, para los dioses planetarios, a Venus gobernando a Tauro
(ningún cambio), Mercurio como el nuevo gobernante de Géminis, Diana
(la Luna) como la nueva gobernante de Cáncer, el Sol en su lugar
correcto gobernando a Leo, Marte como el gobernante de Escorpión
(ningún cambio), y el planeta Júpiter gobernando Sagitario. Eso es por
seis de los siete. Saturno no era un olímpico, puede que lógicamente haya
reemplazado a Ceres-Demeter, la protectora olímpica de Virgo -
originalmente él era el dios romano de la agricultura - pero eso habría
trastocado la simetría de las regencias involucrando los diferentes
movimientos diurnos de los planetas. Saturno tiene el movimiento diario
mas lento de todos, así es que se le dió la regencia de los signos mas
lejanos al Sol y a la Luna, aquellos previamente gobernados por los
olímpicos Vesta-Hestia y Juno-Hera. Los signos restantes reciben
entonces automáticamente sus gobernadores de acuerdo al esquema del
movimiento diurno, y los olímpicos que no eran también dioses
planetarios dejan el círculo zodiacal.
Todo esto nos deja algunas preguntas interesantes. El cambio de regencia
de Leo es comprensible. ¿Pero existen verdaderas razones empíricas, que
afecten la interpretación, para los otros cambios? ¿Fueron estos cambios
realizados solo para crear un esquema de regencia que fuese simétrico a
las luminarias?
Por supuesto, no es enteramente imposible que la regencia de los siete
dioses planetarios precediese la asignación de los doce olímpicos como
protectores de los signos. La serie de movimientos hipotéticos de
regencia/protectores entonces habría sucedido al revés ¿Podría ser que
entonces el esquema de regencia planetaria fuese basado en anteriores
evidencias de la vida de los diversos efectos de los planetas en diferentes
signos? Como astrólogo del XXavo siglo, así es como yo hubiese
preferido que haya sucedido. Pero, si fue así, ¿como fue que el grupo de
los doce protectores olímpicos (el que presumiblemente fue conocido y
aceptado por las masas griegas) llegase a ser tan diferente? ¿Es esto una
indicación que el anterior saber astrológico era esotérico, escondido de
los no iniciados, como en las religiones de misterio? ¿Fue el saber
astrológico disponible solo a unos pocos privilegiados?
Mientras mas lo pienso, parece menos posible que el esquema de
regencia planetaria precediese la de los doce dioses. Existe amplia
evidencia que demuestra que los doce dioses habían sido protectores de
los meses mil años antes de que el zodíaco fuese por primera vez
dividido en signos. Y pasar de la regencia de los meses a la regencia de
los signos es un paso tan simple y obvio, incluso si existiese alguna duda
en como asignar lo mejor posible un dios de mes a un signo del zodíaco:
tanto si el protector del mes debiese ser relacionado al signo ocupando la
mayoría del mes o al que comienza durante el mes, como hemos visto en
el contraste entre el Calendario Rústico y el esquema de protectores de
Manilius. Los regentes de los doce meses llegaron primero, luego
pasaron a ser los regentes de los doce signos.
Existen, sin embargo, diferencias mayores que involucran el signo regido
por un planeta y aquellos bajo la protección de un dios con el mismo
nombre.
Si el Sol astrológico es el Júpiter-Zeus olímpico, ¿que planeta se
relaciona al Apolo olímpico? ¿Es el planeta Júpiter?
¿Pueden ser atribuidos al planeta Júpiter algunos de los atributos
mitológicos del olímpico Zeus-Júpiter? ¿Deberían relacionarse todos al
Sol?
Los astrólogos concedieron a Mercurio el signo Géminis de Apolo,
cuando su tocayo olímpico Mercurio-Hermes fue sacado de Cáncer por
la Luna. Apolo y Mercurio están conectados en la mitología - poco
después del nacimiento de Mercurio (como Hermes) él robó el ganado de
Apolo y mas tarde fabricó y dió a Apolo la lira con la cual el dios del Sol
encantó al mundo que escuchaba. ¿Es el planeta Mercurio el compuesto
de dos olímpicos - Mercurio-Hermes y Apolo? ¿Que debiésemos
entender por la tentadora declaración en Pliny: "El planeta al lado de
Venus es Mercurio, llamado por algunos Apolo". (mis itálicos) ? [13]
La Luna rige Cáncer, el antiguo signo de Hermes-Mercurio. ¿Significa
esto que la Luna asumió los deberes de su predecesor como guía en la
ultratumba, que se convirtió en guía de almas en el mundo del mas allá
después de la muerte?
Si la olímpica Juno-Hera es la Luna astrológica, ¿que planeta debiésemos
relacionar con la diosa luna olímpica, Diana-Artemisa?
LA ASIGNACIÓN de los signos a los planetas parece haber sido un
ejercicio en simetría planetaria, sin considerar las correspondientes
naturalezas de los planetas ni de los signos.
Los lectores pueden responder diciendo: "OK, así es que quizás las
asignaciones iniciales de los planetas a los signos no reflejan la
experiencia en la vida, pero los astrólogos han estado usando este
esquema durante 2000 años o tanto, y en el proceso lo han hecho
funcionar".
¿Realmente lo han hecho funcionar? ¿Realmente funciona este esquema
de regencias? Por ejemplo, la regencia de los signos son una parte
esencial en astrología Horaria. ¿Es esta rama de la astrología tan eficiente
como lo proclaman sus adeptos? Escuchamos hablar de sus éxitos,
mucho de los cuales son a menudo debido a que los planetas en el tema
Horario están cerca de los ángulos o a los aspectos próximos a la Luna, y
de esta manera no necesitan el uso de un sistema de regencia a lo ‘ronda
de flores’ con un consultante, un disponedor, ... etc. ¿Pero qué de los
muchos fracasos?
Casi cincuenta años atrás un Sr. Ionides, el autor de One Day Telleth
Another (no tengo ni el nombre del autor ni el editor del libro), sugirió
que la división de la eclíptica en 12 partes "no era nada de natural, pero
había sido impuesto sobre la naturaleza por la creencia que el hombre
tenía en ello y de esta manera han obtenido una cierta validez".
Discutiendo sobre esto, Charles E. O. Carter [14], un astrólogo por quién
continúo de tener un gran respeto, comentó:
En otras palabras, dejen al hombre creer cierta cosa un tiempo suficiente
y con una fuerza suficiente y la Naturaleza, hablando de una cierta
forma, lo acepta de él. El pensamiento, siendo esencialmente y siempre
positivo, puede trabajar sobre al anima mundi pasivo y moldear esto a su
voluntad.
Si esta noción tiene alguna base en los hechos, entonces su importancia
práctica (como teórica) sería considerable. En ese caso, deberíamos
seguramente hacer bien de abrigar en nosotros las concepciones mas
superiores de los planetas...
Tendríamos que distinguir, en el caso de un planeta como Neptuno, una
cualidad natural y una cualidad impresa. El primero puede cubrir
tendencias neptunianas naturales tales como inspiración poética, interés
en lo oculto, la propensión a los estados de confusión y de complicación,
de encierro y de retiro, ninguno de los cuales aparece tener alguna
conexión con el Neptuno mitológico, mientras el último incluiría todas
las relaciones con el mar, lo cual sería validado porque los astrólogos,
aprendiendo que el planeta sería llamado Neptuno, inmediatamente se
unieron para pensar en él en términos de ese dios.
La prueba sería, ¿que significó Neptuno en los horóscopos de aquellos
que vivieron antes de que fuese descubierto? ¿Aparecía solo el
significado ‘natural’, o lo que yo llamo el significado ‘impreso’ también
se manifiesta? Porque, según la hipótesis que he avanzado, muy
provisionalmente, la última significacion no podría encontrarse.
Sé que Neptuno estaba en tránsito sobre el ascendente del Rey Jaime al
momento de la Conspiración de la Pólvora, exhibiendo el ‘aspecto
traicionero’ de Neptuno, el cual, creo, no es para nada mitológico.
Urano no expresa ninguna concepción mitológica particular al hombre
medio, y quizás esto nos ha permitido conservar sus cualidades naturales
en su forma mas o menos pura. Pero desde luego que Plutón significa
algo, incluso para aquellos cuyos estudios mitológicos han sido
estrictamente limitados, y es cierto que la mayoría de nosotros estamos,
por decir, dandole duro como un planeta de muerte y de obscuridad.
Si la creencia del hombre hace que una cosa sea tal, entonces
seguramente sera la creencia de la mayoría de la humanidad que lo hará.
Los creyentes en astrología han sido relativamente pocos desde los días
en que una mucha mas grande proporción de la populación mundial
creía, y había hecho tal durante cientos de años, en la existencia y la
naturaleza de los doce dioses.
Lo cual me recuerda que en los 1830 un doctor francés determinó que la
gente que se enfermaba durante una epidemia de cólera moría o se
recuperaba en la misma proporción fuesen tratados o no por un doctor.
Ese incómodo descubrimiento forzó a la comunidad medical a estudiarse,
a buscar las cosas que funcionaban y las que no, y a la larga la medicina
se transformó de un oficio a un arte científico.
OBVIAMENTE no necesita ser sacrosanto qué planeta rige qué signo,
aún cuando el sistema que hemos estado utilizando exista desde hace
mucho tiempo. Si la edad de una creencia fuese nuestro criterio para
decidir entre alternativas estaríamos todos creyendo que vivimos en un
mundo plano en torno al cual gira el resto del universo. Ni tampoco
puede guiarnos el esquema de una elegancia teórica. La astrología trata
sobre el efecto que tienen los planetas y los signos al reflejarse estos en
la vida.
Quizás debiésemos considerar en qué signos los diferentes planetas son
más fuertes. Por ejemplo, Capricornio podría ser concedido a Mercurio,
donde es mas fuerte que en cualquier otro signo: puede ser una posición
de una verdadera habilidad mental y de una expresión fluida - Mercurio
puede ciertamente ser capricioso. Y quizás la regencia de Virgo podría ir
a Saturno. Pero, además de qué planeta rige qué signo, consideremos que
quiere decir justamente todo esto sobre los principios básicos de los siete
cuerpos clásicos.
El planeta Mercurio, por ejemplo, no necesita tener los mismos atributos
que el dios olímpico del mismo nombre. Los nativos de Cáncer, el signo
asociado con el olímpico, viajan bastante (a menudo mas que los nativos
de Sagitario), generalmente como turistas o en viaje de negocios, pero es
dificil de asociar al Mercurio astrológico con el signo de Cáncer en la
forma que lo fue el Mercurio-Hermes olímpico. Al menos, no como
actualmente interpretamos el planeta o el signo. En el mito, Mercurio-
Hermes era el mensajero de los dioses. También se decía que poseía los
otros atributos enumerados un par de paginas atrás.
Como cada uno de los dioses, el Mercurio-Hermes olímpico era una Idea
para los griegos, un concepto primario, la esencia personificada de algo,
una forma platónica o arquetipo. Mientras que nosotros suponemos
interpretar un planeta generalizando sobre detalles observados, los dioses
eran considerados de una manera completamente opuesta: Mercurio-
Hermes representaba, entre otras cosas, el primer principio trascendente
de intercambio. El era el comerciante arquetípico (y el mensajero
arquetípico). Cualquier transacción de negocio era simplemente una
manifestación localizada de la Forma absoluta arquetípica de
Intercambio.
La asociación de Mercurio con el comercio y el intercambio ha
continuado en nuestro lenguaje hasta nuestros días. Existen noventa y
dos palabras en el "Oxford English Dictionary" que comienzan con la
letra MERC. Cincuenta y dos de estas palabras se relacionan al
intercambio y al comercio: haciendo algo por la utilidad, la recompensa o
interés propio. Estas incluyen palabras como Merchant, Mercenary,
Mercantile, Mercer y Merchandise. Yo incluyo el arcaico Merchet: "una
multa pagada por un inquilino o siervo a su señor por la libertad de dar a
su hija en matrimonio". Un significado moderno frecuente de palabras en
Merc implica la substitución química (o intercambio) de un elemento por
otro.
Hoy en día nuestros textos en gran parte ignoran las relaciones de
Mercurio con el intercambio, el comercio y los negocios, cada vez mas
se enfatiza la asociación del planeta con la comunicación. Verifiquen en
cualquier libro de textos moderno.
Es improbable que haya un problema con la naturaleza astrológica de
Saturno, no era un olímpico y no existe ningún mito detallado para
explicar su naturaleza. Lo mismo debería aplicarse a los tres planetas
descubiertos recientemente. Probablemente se aplique a Urano pero,
como Charles Carter, estoy menos seguro sobre las significaciones
generalmente atribuidas a los planetas Neptuno y Plutón.
El problema, si existe alguno, puede ser bastante reciente,
desarrollándose solo en los recientes años. En este siglo ha habido lo que
muchos consideran haber sido un paso conceptual mayor hacia como
consideramos los planetas. Ahora los consideramos como entidades por
derecho propio, de la misma manera en que Platón y los antiguos griegos
consideraban los doce dioses, como arquetipos. Ha sido solo
recientemente que hemos comenzado a hablar de Saturno como el
principio de limitación y de restricción, o Mercurio como el principo de
comunicación. Los astrólogos des siglo XIX no hubiesen comprendido lo
que esto significa.
Reconozco molestarme con las exposiciones de varios de los principios
planetarios en los cuales tanto de la astrología actual se basa y que
parecen a menudo extraidos directamente de Homero. El problema se
presenta cuando, en nuestra práctica de la astrología, pensamos en
Mercurio (o Venus o Marte, ... etc.) y comenzamos a asociar libremente,
trayendo a nuestra mente todo lo que hemos leido en el pasado
incluyendo a entidades con el mismo nombre. Antes de darnos cuenta las
antiguas historias de dioses con sandalias aladas moviéndose de un lado
a otro comienzan a influenciar como enfocamos al planeta
Aquellos que utilizan los asteroides son particularmente inclinados a esta
foma de extrapolación mítica. Uno se queda pensando que hubiesen
dicho los libros de texto si al cometa de Haley se le hubiese dado un
nombre mítico, quizás Ulises, y que después de su descubrimiento se
hubiese dado a Quirón el nombre de Kowal.
Gracias a Dios, los mejores astrólogos no hacen esto.
No solo debemos examinar cuidadosamente lo que creemos que es la
astrología, pero también quienes somos y como vemos el mundo en que
vivimos. ¿Aceptamos realmente el concepto, como lo hicieron los
antiguos griegos y luego los neoplatonistas, que existe una multiplicidad
de dioses o de Ideas primarias - arquetipos si se prefiere, pero en un
sentido platónico y no jungiano? Cada uno de estos dioses se creía que
poseía una cualidad de ser, un grado de realidad superior a cualquier cosa
que pudiese ocurrir en el mundo cotidiano. Los griegos creían que los
dioses eran la verdadera realidad y todo lo que cualquiera ‘abajo’ pudiese
ser o experimentar era simplemente una expresión, una sombra de esa
existencia más fundamental. Richard Tarnas [15] lo describe bien:
Lo que se percibe como un objeto particular en el mundo puede ser
comprendido mejor como una expresión concreta de una Idea mas
fundamental, un arquetipo que da a ese objeto su estructura y condición
especial ... Algo es "bello" en la medida exacta que el arquetipo de
Belleza está presente en él. Cuando uno se enamora, es la Belleza (o
Afrodita) que uno reconoce y se abandona, el objeto adorado siendo el
instrumento o recipiente de la Belleza.
Si esa es en realidad nuestro enfoque de la vida, entonces quizás también
vemos a Venus como ‘el planeta de Venus-Afrodita’. Mercurio como ‘el
planeta de Mercurio-Hermes’, y de la misma manera los otros; los
planetas astrológicos y el signo zodiacal como vehículos para el flujo de
estas esencias arquetípicas a nuestro mundo, y el horóscopo natal un
archivo de los dones dados por los dioses con los cuales nace un nino.
Nada hay de incorrecto en ello, es un concepto delicioso y ampliamente
consistente con mucho de la astrología moderna. Y sería apropriado que
los astrólogos con tal enfoque utilizasen los atributos míticos de
Mercurio-Hermes y los otros dioses al interpretar como los planetas se
manifiestan en la vida.
Pero quizás el astrólogo tiene una vista diferente de la vida, una que no
acepta la validez continua de los doce olímpicos hasta el presente siglo,
una que rechaza la noción en que la base de la realidad exista en una
esfera completamente trascendental e inmaterial de entidades ideales,
uno que diga que muchas cosas pueden ser bellas sin la necesidad de una
Idea trascendental de Belleza. ¿Qué entonces? ¿Continuará a ser
Mercurio el joven mensajero celeste en las cartas que este astrólogo
interpretará? Si es así, ¿debiese Libra, el antiguo lugar predilecto de
Vulcano, ser interpretado como el signo de la tecnología?
Confirmar nuestra comprensión de los significados básicos de los siete
planetas originales no es tan simple. Cuando Urano, Neptuno y Plutón
fueron descubiertos, cuatro métodos parecen haber sido utilizados para
descubrir el significado de estos planetas nuevos, para averiguar lo que
indicaba cada uno en el tema natal. Dado su importancia actual en el
proceso, estos cuatro métodos fueron:
1. Acontecimientos mundiales coincidiendo con su descubrimiento,
2. Indicaciones de sus atributos en la mitología,
3. Asociación con el signo zodiacal que se creía que el planeta regía (la
interpretación frecuentemente dada a Plutón, por ejemplo, es raramente
mas que una expansión del significado de Escorpión), y
4. La observación del efecto del planeta en el horóscopo: cuando angular
y al mismo tiempo no aspectado en una carta, cuando progresado a un
ángulo, cuando transitado por un planeta cuya naturaleza conocemos, ...
etc.
De estas cuatro posibilidades, solo el último método es libre de
confirmar los significados de los siete cuerpos clásicos.
Para complementar, debe mencionarse las exaltaciones y las
recientemente redescubiertas regencias de los sectores. El esquema de
regencias de sectores, en el cual ciertos planetas poseen la regencia de las
triplicidades de los signos en una carta diurna, y otros planetas esta
regencia en cartas nocturnas, es simplemente una extensión del esquema
7-en-12. Estas regencias de sectores son realmente dignidades. La
asignación de cual planeta posee la regencia diurna o nocturna de una
triplicidad deriva de una combinación de las regencias estándar de los
signos y de las exaltaciones. [16] El mas simple de varios de los
esquemas de sectores es [17]:

Regente Regente
Triplicidad
Diurno Nocturno
Fuego Sol Júpiter
Tierra Venus Luna
Aire Saturno Mercurio
Agua Marte y Venus Marte y Luna

Cyril Fagan demostró que las exaltaciones de los planetas son sus
longitudes siderales en sus salidas y puestas helíacas en el 786 a.C. Si él
está correcto, el Sol en 19° Aries, Marte en 28° Capricornio, ...etc., no
son grados ni signos ( tanto medidos en el zodíaco sideral o tropical),
mas bien la posición que el cuerpo planetario necesariamente ocupaba en
las cartas donde se sabe que era poderoso en la vida. Sin embargo,
nuestros libros de textos continuan a informarnos que, por ejemplo, el
Sol es fuerte en Aires donde él está exaltado y débil en Libra. ¿Proviene
esto de la experiencia práctica o teórica? Quizás deberíamos asear la
casa, como los doctores de los 1830, y como ellos buscar lo que funciona
y lo que no. Y al mismo tiempo, quizás dupliquemos su éxito y
cambiemos la astrología en un verdadero arte científico.
Si hay una cosa que esta investigación de las primeras regencias de los
signos me ha enseñado, es que hay una gran necesidad de precaución;
necesitamos ser tímidos en lo que aceptamos de nuestras lecturas,
reservados en como desarrollamos y usamos el simbolismo de los
planetas y de los signos que se dice que rigen.

Referencias
[1] Véase George Sarton. History of Science Vol. I, Ancient Science Through the
Golden Age of Greece. 1952. Cambridge, Mass; Harvard University Press. « Texto

[2] Los dos hipopótamos representaban el sexto y séptimo mes del año Egipcio. Como
el año egipcio comenzaba con la salida helíaca de Sirius a mediados de Julio, estas
creaturas acuáticas se asociaban con los meses que actualmente relacionamos con los
signos zodiacales ‘acuosos’ Capricornio y Acuario (antes de transformarse en una
simple cabra Capricornio era una cabra marina o un antílope de mar, semejante a un
hipopótamo) « Texto

[3] Véase Rees, Alwyn & Brinley Rees. Celtic Heritage. 1961. Pg. 397. « Texto

[4] Cippus Colotianus: Nápoles, Museo Nacional, inv. N° 2632 « Texto

[5] Charlotte R. Long. The Twelve Gods of Greece and Rome. 1987. Holanda: E. J.
Brill « Texto

[6] Un Pileus era un casquete redondo y sin borde. « Texto

[7] Proclus (siglo V a.C.). In Platonis Theologium Libri Sex (ed. A. Portus, Hamburg-
Frankfurt, 1618, reimpreso Frankfurt-am Main, 1960). « Texto

[8] Ariel Guttman & Kenneth Johnson. Mythic Astrology. 1993. Llewelyn. « Texto

[9] Citado en George Sarton Ancient Greece Through the Golden Age. 1952. Harvard
University Press. Pgs. 451-454. Edición Dover. « Texto

[10] Neugebauer, O. & H. B. Van Hoesen. Greek Horoscopes. 1959. Pgs. 21-28. «
Texto

[11] Un reconocido experto en astrología clásica, el Dr. George Noonan


(correspondencia privada 9/96) sugiere que las regencias sucedieron de otra manera:
"Dos mil años atrás la ascención de Leo señalaba el comienzo de la temporada mas
caliente del año en la región del este del Mediterráneo. El sol estaba también mas alto
en el cenit. Por lo tanto, al Sol se le dió Leo como domicilio. Los clacisistas creían que
la relativa luminosidad de un cuerpo celeste (‘magnitud aparente’ en astronomía
moderna) era directamente proporcional a su calor; de esta manera a la Luna se le dió
Cáncer como su casa ya que el próximo mes mas caliente era anunciado por el ascenso
de ese signo. Saturno, siendo el mas distante del sol, y por lo tanto el planeta mas frío,
le fueron dados los signos marcando los meses mas fríos: Capricornio y Acuario. Según
Ptolomeo, las casas de los otros planetas fueron asignados de acuerdo a sus relaciones
con Saturno en el entonces concepto ‘científico’ del sistema solar".

Sea que fuese la luminosidad del planeta (lo cual me hace pensar en la relativa
ubicación de Mercurio y Venus, ya que esta última es el objeto mas luminoso en el cielo
después de las dos luces) o su movimiento diario, el resultado final fueron las regencias
planetarias, las cuales son bastante diferentes a aquellas de los doce dioses. « Texto

[12] Quizas la relación de los doce dioses a los doce signos zodiacales no fue
completamente ignorada en la asignación 7-a-12 de los planetas a los signos. « Texto

[13] Pliny. Natural History, Book II. « Texto


[14] Editorial en Astrology, volumen 22, número 2, Junio-Agosto 1948, pgs. 37-38. «
Texto

[15] Richard Tarnas. The Passion of the Western World. 1991. NY: Ballantine Books.
Pg. 6. « Texto

[16] Rob Hand ofrece una clara explicación de este esquema en su monografía de 1995
Night & Day, Planetary Sect in Astrology. The Golden Hind Press. « Texto

[17] De Ptolomeo, Tetrabiblios I, 18. « Texto

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