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PROCESO DE EJECUCIÓN:

Artículo 57.- Títulos ejecutivos Se tramitan en proceso de ejecución los


siguientes títulos ejecutivos:
a) Las resoluciones judiciales firmes;
b) las actas de conciliación judicial;
c) los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia, resuelven
un conflicto jurídico de naturaleza laboral;
d) las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que
reconocen obligaciones;
e) el documento privado que contenga una transacción extrajudicial;
f) el acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa; y
g) la liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones.
Artículo 58.- Competencia para la ejecución de resoluciones judiciales firmes y
actas de conciliación judicial Las resoluciones judiciales firmes y actas de
conciliación judicial se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la
demanda y dentro del mismo expediente. Si la demanda se hubiese iniciado
ante una sala laboral, es competente el juez especializado de trabajo de turno.
Artículo 59.- Ejecución de laudos arbitrales firmes que resuelven un conflicto
jurídico Los laudos arbitrales firmes que hayan resuelto un conflicto jurídico de
naturaleza laboral se ejecutan conforme a la norma general de arbitraje.
Artículo 60.- Suspensión extraordinaria de la ejecución Tratándose de la
ejecución de intereses o de monto liquidado en ejecución de sentencia, a
solicitud de parte y previo depósito o carta fianza por el total ordenado, el juez
puede suspender la ejecución en resolución fundamentada.
Artículo 61.- Multa por contradicción temeraria Si la contradicción no se
sustenta en alguna de las causales señaladas en la norma procesal civil, se
impone al ejecutado una multa no menor de media (1/2) ni mayor de cincuenta
(50) Unidades de Referencia Procesal (URP). Esta multa es independiente a
otras que se pudiesen haber impuesto en otros momentos procesales.
Artículo 62.- Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución Tratándose
de las obligaciones de hacer o no hacer si, habiéndose resuelto seguir adelante
con la ejecución, el obligado no cumple, sin que se haya ordenado la
suspensión extraordinaria de la ejecución, el juez impone multas sucesivas,
acumulativas y crecientes en treinta por ciento (30%) hasta que el obligado
cumpla el mandato; y, si persistiera el incumplimiento, procede a denunciarlo
penalmente por el delito de desobediencia o resistencia a la autoridad.
Artículo 63.- Cálculo de derechos accesorios Los derechos accesorios a los
que se ejecutan, como las remuneraciones devengadas y los intereses, se
liquidan por la parte vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del perito
contable adscrito al juzgado o recurrir a los programas informáticos de cálculo
de intereses implementados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo. La liquidación presentada es puesta en conocimiento del obligado por
el término de cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación. En caso de que
la observación verse sobre aspectos metodológicos de cálculo, el obligado
debe necesariamente presentar una liquidación alternativa. Vencido el plazo el
juez, con vista a las liquidaciones que se hubiesen presentado, resuelve acerca
del monto fundamentándolo. Si hubiese acuerdo parcial, el juez ordena su pago
inmediatamente, reservando la discusión sólo respecto del diferencial.

I.- Introducción.
El proceso de ejecución previsto en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N°
29497, en adelante NLPT, define la competencia en el conocimiento de dicho
proceso básicamente en razón a la cuantía, salvo el caso de la cobranza de los
aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, en cuyo caso la
competencia es exclusiva de los Juzgados de Paz Letrados, resultando
irrelevante el importe materia de cobranza.
La regulación prevista sobre el proceso de ejecución en la NLPT, requiere
establecer previamente qué debemos entender como proceso de ejecución y
qué como título ejecutivo, sobre aquello se tratará de definir su diferencia con el
proceso de conocimiento, su estructura y finalidad y en cuanto al
título ejecutivo, se tratará de verificar su contenido, es decir, la obligación que
este puede contener y la limitación de las defensas que contra el mismo, se
puede generar.
Se revisará qué títulos ejecutivos ha señalado expresamente la NLPT, pueden
ser tramitados mediante el proceso de ejecución, haciéndose énfasis en los
referidos a la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, dado que los mismos constituyen aproximadamente el noventa por
ciento (90%) de los expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados,
verificándose entonces en ellos las incidencias que surgen en la cobranza de
los referidos títulos ejecutivos.
Finalmente, serán materia de análisis los supuestos de suspensión
extraordinaria de la ejecución, la multa por contradicción temeraria, definiendo
para ello, lo que se debería entender por conducta temeraria y distinguirla de la
conducta procesal de mala fe, para luego ingresar a la revisión del
incumplimiento injustificado al mandato de ejecución, en el caso de las
obligaciones de hacer y no hacer y las consecuencias que se proponen
legislativamente y la forma de cálculo de los derechos accesorios.

II.- Proceso de ejecución.


La NLPT en el Título II, en su Capítulo V, desde el artículo 57 a 63, trata sobre
el proceso de ejecución.
En cuanto a la competencia el inciso 2º del artículo 1 de la NLPT, señala que
los procesos con título ejecutivo cuando la cuantía no supere las cincuenta (50)
Unidades de referencia procesal (URP) son competencia de los Jueces de Paz
Letrados; salvo cuando se trata de la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones retenidos por el empleador, en cuyo caso los
Jueces de Paz Letrados son competentes con prescindencia de la cuantía.
Por su parte, el artículo 57 de la NLPT específicamente señala qué títulos
ejecutivos, van a ser tramitados mediante el proceso de ejecución. De esa
forma, debemos tener presente dos conceptos: el de proceso de ejecución y el
de título ejecutivo.
Así, para el Juez Supremo ARÉVALO VELA, el proceso de Ejecución Laboral
es un conjunto de actos procesales a través de los cuales el acreedor de un
derecho persigue el cumplimiento por parte de su deudor de una obligación de
dar, hacer y no hacer, para lo cual sustenta su pretensión en la existencia de
un proceso previo, donde se ha declarado su derecho, o del documento
denominado título al cual la ley le otorga la presunción de legitimidad.

En esa misma línea, ANACLETO GUERRERO señala que la finalidad del juicio
ejecutivo no consiste en lograr un pronunciamiento judicial que declare la
existencia o inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino en obtener la
satisfacción de un crédito que la ley presume existente, en virtud de la peculiar
modalidad que reviste el documento que lo comprueba. Por ello, los dos
extremos principales que ha de reunir el título son suficiencia e integración; es
decir, debe bastarse a sí mismo, sin que pueda ser completado con prueba de
otra índole, porque el título mismo es una suerte de prueba.
Al respecto PRIORI POSADA señala que, el proceso de ejecución supone
partir de la certeza que genera el título ejecutivo, por lo que únicamente
corresponde ejecutar el derecho. Con ello, lo que se hace frente a una
demanda que cumple los requisitos es la emisión de un mandato de ejecución
que ordena al ejecutado cumplir con su obligación. Por ello, la defensa que
puede realizar un ejecutado es muy limitada: consiste únicamente en oponerse
al mandato de ejecución a través de una contradicción.
Por otro lado, para VINATEA y TOYAMA en los procesos de ejecución ya no se
discute la existencia del derecho contenido en el título ejecutivo, pues ya está
reconocido en el propio título, aunque naturalmente se concede al demandado,
llamado ejecutado, mecanismos de defensa destinados a cuestionar
únicamente la validez del título o la exigibilidad de la obligación, entre otros
motivos taxativamente contemplados. Señalan además los citados autores, que
dicho proceso tiene por fin último la materialización de las decisiones judiciales
o de los derechos reconocidos por las partes, o declarados por un tercero,
satisfaciéndose así los intereses respecto de los cuales se solicita tutela
jurisdiccional.
Por su parte, PAREDES INFANZON señala que el proceso de ejecución es uno
diferente al proceso de conocimiento, tanto por su contenido como por su
estructura y finalidad, ya que aquel no parte del conflicto de derechos, que es
atendido más bien por este último, el que lo resuelve en forma declarativa o
constitutiva a través de una sentencia. El proceso de ejecución no tiene por
finalidad resolver un conflicto, por lo que en su interior no existe debate
posicional, ni actuación probatoria ni expedición de una sentencia, sino por el
contrario se inicia con la acreditación de un derecho reconocido o declarado a
través de un Título que se encuentre pendiente de cumplimiento para luego de
calificarlo debidamente se expida un Mandato de ejecución que no permite la
discusión del origen del derecho, sino únicamente la argumentación sobre la
exigibilidad de la obligación que contiene el título, la misma que en caso no
tener fundamento adecuado, induce al Juez a emplear todos los medios
imperativos, forzosos, coactivos o coercitivos que la Ley franquea para lograr el
cumplimiento de la obligación de parte del deudor y ofensor. Ello determina que
sea un proceso breve, expeditivo y conminatorio que no admite mayor debate
entre las partes, prohibiéndose los artículos de nulidad y la concesión de
medios impugnatorios con efecto suspensivo, hasta que no se haya dado
cumplimiento a la obligación ejecutada.
A lo anteriormente expuesto por la doctrina citada, debo agregar que la única
excepción por la cual el proceso de ejecución no termina con la expedición de
un auto, sino con la emisión de una sentencia, será aquel referido a la
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, como se
explicará más adelante, por lo demás, el proceso de ejecución como se ha
señalado, es aquel referido a una serie o sucesión de actos procesales,
mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y
consecuentemente materializar en forma objetiva y efectiva, lo resuelto por una
autoridad judicial, autoridad administrativa, por los árbitros o lo acordado o
transado por las partes y finalmente, también el documento (liquidación)
emitido para la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, en el entendido de que los mismos reflejan un derecho cierto y
auténtico; es decir, les otorga la Ley una presunción de certeza y autenticidad,
por ello las defensas son taxativamente enumeradas por el artículo 690-D del
Código Procesal Civil y en su caso, por el artículo 38 del Texto Único Ordenado
de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones,
estableciendo en ellos plazos breves y perentorios.

III.- Títulos ejecutivos.


Un título ejecutivo, señala ARÉVALO VELA es una declaración contenida en un
documento, por el cual una persona natural o jurídica reconoce una obligación
cierta y exigible a su cargo. Continúa señalando el citado jurista, que el título
ejecutivo tiene dos requisitos uno de fondo y otro de forma. El requisito de
fondo está dado por el reconocimiento de la existencia de una obligación,
mientras que el requisito de forma está dado por la existencia de un documento
donde conste el reconocimiento antes mencionado.
Para VINATEA y TOYAMA solamente se puede promover un proceso de
ejecución si el derecho del acreedor, que demanda (llamado ejecutante) está
contenido en el título ejecutivo donde conste que el deudor que es demandado
(llamado ejecutado) se obliga o es obligado a satisfacer cierto crédito. Cabe
precisar que los derechos contenidos en los títulos ejecutivos, y que habilitan a
iniciar un proceso de ejecución de estas características, no solamente pueden
referirse a obligaciones de dar sumas de dinero o bienes determinados, sino
también a obligaciones de hacer y de no hacer. Naturalmente, en los casos
regulados en este artículo las obligaciones a ejecutar deben estar referidas o
derivarse de una relación laboral.
En línea de lo anteriormente señalado, mediante el proceso de ejecución se va
promover este, en virtud de títulos ejecutivos de naturaleza judicial o aquellos
como los señala LINO PALACIO citado por HINOSTROZA
MINGUEZ, denominados títulos ejecutivos extrajudiciales, los mismos que la
ley, en razón de tratarse de documentos que contienen una autodeclaración de
certeza del derecho proveniente del deudor o de la administración pública,
asigna efectos equivalentes a los de una sentencia condenatoria.
Esto por cuanto, ya no existe un tratamiento diferenciado desde las
modificaciones realizadas al Código Procesal Civil por el Decreto Legislativo N°
1069 del 28 de junio del año 2008, entre títulos ejecutivos y títulos de
ejecución, ahora todos se denominan títulos ejecutivos y así se refleja en la
NLPT de fecha 15 de enero del año 2010.
Siendo que cuando el artículo 690-A del Código Procesal Civil indica que a la
demanda se debe acompañar el título ejecutivo, además de los requisitos y
anexos provenientes en los artículos 424 y 425 y los que se especifiquen en las
disposiciones especiales, es por qué en este tipo de procesos señala
PAREDES INFANZÓN el contradictorio se invierte. La sola afirmación
contenida en la demanda y sustentada en el título que se adjunta es suficiente
para que el órgano jurisdiccional expida el mandato ejecutivo.
De lo hasta aquí expuesto, los títulos ejecutivos deben contener como requisito
indispensable, una obligación cierta o veraz, expresa es decir indubitable y
exigible, por lo que, si está sujeta a plazo debe encontrarse vencido y si la
obligación está sujeta a condición, ésta debe haberse cumplido. Cuando se
trata de un título que contiene una obligación de dar suma de dinero, ésta debe
ser, además, líquida o liquidable mediante una simple operación aritmética.
En tal sentido, para la NLPT son títulos ejecutivos los siguientes:

A. Las resoluciones judiciales firmes.

Se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la demanda y dentro del


mismo expediente, es decir, si la demanda si hubiese iniciado ante una Sala
Laboral, es competente el Juez especializado de trabajo de turno, siendo que
en este caso ya no existe el turno, será competente el Juez especializado de
Trabajo, en forma aleatoria según su ingreso al Sistema Integrado Judicial
(SIJ).
Se trata entonces de aquellas decisiones judiciales autos y sentencias emitidas
y que tengan la condición de consentidas o ejecutoriadas, para ARÉVALO
VELA son aquellas que gozan de autoridad de cosa juzgada, es decir que
contiene una decisión inimpugnable, inmutable y coercible, no siendo
ejecutables en esta vía agrega el citado autor, las resoluciones judiciales
expedidas en procesos referidos a otras materias.
Siendo que dichas resoluciones deben establecer una condena, es decir,
aquellas en la que se tenga que cumplir una obligación de dar, de hacer o de
no hacer.
B. Las actas de conciliación judicial.

Son aquellos acuerdos totales o parciales a los que arribaron las partes, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 30 de la NLPT, teniendo las mismas
la autoridad de cosa juzgada y que se ejecutan exclusivamente también ante el
juez que conoció la demanda y dentro del mismo expediente. De igual manera,
que en el caso anterior si la demanda se hubiese iniciado ante una Sala
Laboral, sería competente el Juez Especializado de Trabajo, en forma aleatoria
en la medida que ya no existe el turno, como forma de determinar la
competencia.

C. Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,


resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral.
En palabras de ARÉVALO VELA, el laudo puede definirse como decisión final
que emiten los árbitros dentro de un proceso arbitral condenando a una de las
partes a cumplir una obligación de dar, hacer o no hacer.
Sin embargo, debemos estar frente un laudo arbitral firme, por el cual se haya
resuelto un conflicto jurídico y no aquellos que resuelvan conflictos económicos
de naturaleza laboral, el que va ser tramitado conforme a la norma general de
arbitraje, prevista en el Decreto Legislativo N° 1071, en los que no se haya
otorgado facultades de ejecución a los árbitros, según inciso 1) del artículo 67
del referido Decreto Legislativo, pudiéndose tratar de laudos arbitrales firmes
emitidos en derecho o en equidad.
Por su parte, entre otro supuesto cuando estamos frente a una controversia
jurídica entre el empleador y el trabajador, ambos acuerden firmar un convenio
arbitral y la remuneración mensual del trabajador supere las setenta (70)
unidades de referencia procesal, el laudo arbitral que se emita, una vez firme,
constituirá un título ejecutivo.

D. Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes


que reconocen obligaciones.

Se refiere a resoluciones firmes, es decir, aquellas contra las cuales ya no cabe


interponer recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa, las que se
constituirán en títulos ejecutivos.
Estas resoluciones pueden ser emitidas por el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo o por la Superintendencia Nacional de Fiscalización
Laboral – SUNAFIL, a través de las cuales se reconocen obligaciones.
ELIAS MANTERO señala que las resoluciones administrativas por su propia
naturaleza pueden ser cuestionadas en la vía judicial a través del proceso
contencioso administrativo, siendo el requisito esencial de procedencia la
interposición de la demanda dentro del término de tres meses señalados en el
artículo 17 de la Ley N° 27584, (Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo). La interposición de la demanda no determina de por si la
interrupción de la ejecución, en cuyo caso se requeriría una medida cautelar,
no necesariamente fácil de obtener en razón de que los pronunciamientos de la
autoridad están premunidos de una presunción de legalidad, lo que hace difícil,
aunque no imposible, cumplir con el requisito de la apariencia del buen derecho
o verosimilitud dela obligación.

E. El documento privado que contenga una transacción extrajudicial;


en donde se hayan abordado asuntos laborales.

Son títulos ejecutivos en este caso las transacciones extrajudiciales, cuando las
mismas aborden asuntos laborales, no debe tratarse de aquellos casos en los
cuales ya existe un proceso judicial, sino previas al mismo y que contengan
concesiones recíprocas y no equivalentes.
En estos casos el Juez al calificar el título ejecutivo deberá observar especial
cuidado, es decir, verificar de lo expuesto en los documentos y en su caso
requerir a la parte, que señale si existe algún tercero que pueda afectarse con
lo acordado en la transacción extrajudicial, por cuanto, muchas veces mediante
estos documentos, se quiere generar supuestas obligaciones para otorgarles
un derecho preferencial y/o generar un derecho persecutorio y burlar de esa
forma el cobro de acreedores reales y no ficticios; así como, deberá apreciarse
al calificar el título ejecutivo, que el trabajador en la transacción no este
renunciando a derechos laborales.

F. El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa.

La conciliación extrajudicial es el acuerdo de las partes para poner fin una


controversia evitando que la misma llegue a la vía judicial.
Sobre la conciliación extrajudicial privada, esta posibilidad se encuentra
prevista en el artículo 7 de la Ley N° 26872 – Ley de Conciliación, que
establece que la conciliación en materia laboral se llevará a cabo respetando el
carácter irrenunciable de los derechos del trabajador reconocidos por la
Constitución Política del Perú y la Ley. Se indica además que la misma será
atendida por los Centros de Conciliación Gratuitos del Ministerio de Justicia,
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y por los Centros de Conciliación
privados para lo cual deberán de contar con conciliadores acreditados en esta
materia por el Ministerio de Justicia. En la audiencia de conciliación en materia
laboral las partes podrán contar con un abogado de su elección o, en su
defecto, deberá de estar presente al inicio de la audiencia el abogado
verificador de la legalidad de los acuerdos.
Por su parte, la Cuarta Disposición Final de la Ley de Conciliación, Ley N°
26872 señaló que la Conciliación Administrativa a que se refiere el Capítulo III
del Título III del Decreto Legislativo N° 910, Ley General de Inspección del
Trabajo y Defensa del Trabajador, mantiene su plena vigencia.
En ese sentido, el artículo 27 del citado Decreto Legislativo señala que el área
de Conciliación Administrativa, está destinada a promover el acuerdo entre
empleadores y trabajadores o ex trabajadores a fin de encontrar una solución
autónoma a los conflictos que surjan en la relación laboral. La asistencia del
trabajador y del empleador a la Audiencia de Conciliación es de carácter
obligatorio. La Audiencia de Conciliación puede ser solicitada por el trabajador,
ex trabajador, la organización sindical, por el empleador o por ambas partes.
Para la realización de la Audiencia de Conciliación debe notificarse a ambas
partes, con una anticipación no menor de diez (10) días hábiles.
Siendo que por su parte, señala el artículo 28 el plazo de caducidad en materia
laboral, se suspende a partir de la fecha en que cualquiera de las partes
presenta la solicitud de Audiencia de Conciliación y hasta la fecha en que
concluya el procedimiento.
Las partes, indica el artículo 29 pueden intervenir en la conciliación a través de
sus representantes o apoderados. La designación puede constar en una carta
simple, con la facultad expresa para conciliar, acompañada de la copia del
poder del otorgante.
Si el empleador o el trabajador no asisten a la conciliación por incapacidad
física, caso fortuito o fuerza mayor, deben acreditar por escrito su inasistencia,
dentro del segundo día hábil posterior a la fecha señalada para la
misma. Admitida la justificación se notifica oportunamente a las partes para
una segunda y última diligencia. La notificación en este caso se efectúa con
una anticipación no menor de veinticuatro (24) horas. Si en el plazo señalado
en el primer párrafo del presente artículo, el empleador no presenta la
justificación pertinente o ésta es desestimada, se aplica una multa de hasta una
(1) Unidad Impositiva Tributaria vigente, según los criterios que establece el
Reglamento. Contra la resolución por la que impone la multa, el empleador,
dentro del tercer día hábil de su notificación, puede interponer Recurso de
Apelación, el que es resuelto en el término de diez (10) días hábiles de su
presentación, agotándose la vía administrativa.
Finalmente, en la conciliación sólo se levanta acta cuando las partes lleguen a
un acuerdo total o parcial del tema controvertido, en caso contrario únicamente
se expide una constancia de asistencia. Dicho acuerdo debe quedar reflejado
en el acta de conciliación que debe contener una obligación cierta, expresa y
exigible la que constituye título ejecutivo y tiene mérito de instrumento público.

G. La liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema


Privado de Pensiones.

La NLPT viene siendo implementada en nuestro país y no dudo que con éxito,
sin embargo, la misma fue diseñada bajo el criterio de especialidad y bajo el
modelo del Despacho Judicial Corporativo, conforme a la Resolución
Administrativa N° 127-2012-CE-PJ de fecha 4 de julio del año 2012, dicho
modelo requiere de al menos un Juzgado de Paz Letrado y un Juzgado
Especializado de Trabajo para su funcionamiento.
Sin embargo, resulta ser que aproximadamente el noventa por ciento (90%) de
los expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados, están referidos a
la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones,
situación que se ha visto acentuada con lo acordado en el Segundo Pleno
Jurisdiccional Supremo en Materia Laboral, que en el Quinto Tema del mismo,
en relación a la competencia de los Juzgado de Paz Letrados, se precisó lo
siguiente: “5.1. ¿Son competentes los juzgados de paz letrados para conocer
pretensiones no cuantificables? El pleno acordó por unanimidad: Los juzgados
de paz letrados no son competentes para conocer pretensiones no
cuantificables, pues de conformidad con el artículo 1 de la Ley N° 29497,
Nueva Ley Procesal del Trabajo, sólo son competentes para conocer
pretensiones cuantificables originadas en demandas de obligación de dar
sumas de dinero y títulos ejecutivos, cuyas cuantías no sean superiores a
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP). 5.2. ¿Son
competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que sí es de su
competencia por la cuantía? El pleno acordó por unanimidad: En la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, los juzgados de paz letrados no son competentes para
conocer pretensiones no cuantificables acumuladas con una pretensión
cuantificada que si es de su competencia por la cuantía; pues éstos
únicamente pueden conocer las materias expresamente señaladas en el
artículo 1 de la Ley N° 29497”; en conclusión, los juzgados de paz letrados no
pueden conocer pretensiones no cuantificables, aún estas estén acumuladas
con pretensiones cuya cuantía no supere las cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal, lo que casi convierte a los mismos en órganos
jurisdiccionales a exclusividad para conocer la cobranza de aportes
previsionales del Sistema Privado de Pensiones, significando que la mayoría
de las pretensiones sean conocidas por los Jueces de Trabajo, los que tienen
que afrontar una gran cantidad de procesos, atentando con ello el principio de
celeridad que inspira al nuevo proceso laboral, lo que hace necesario una
modificación legislativa al respecto, para que los Juzgados de Paz Letrados
asuman competencia frente a pretensiones no cuantificables acumulada a una
cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal, dado
que son órganos jurisdiccionales que han sido creados bajo el criterio de
especialidad en dicha materia.

1) La liquidación para cobranza:

Es un documento con mérito ejecutivo, emitido por una Administradora de


Fondo de Pensiones en el cual se determina el monto de los aportes
adeudados por el empleador.

2) Normas que rigen la cobranza de aportes previsionales del Sistema


Privado de Pensiones:

Conforme a la modificatoria realizada por la Segunda Disposición Modificatoria


de la NLPT al artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema
Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto
Supremo N° 054-97-EF, en la misma se señala que la cobranza se efectuará
de acuerdo con el Título II de la Sección Séptima de la NLPT, estableciendo a
continuación reglas especiales para dicha ejecución, es decir, que si bien el
proceso de cobranza de los aportes se tramita con arreglo a la NLPT, lo cierto
es que existen en el Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, reglas especiales que priman sobre las
disposiciones generales que son las establecidas por la NLPT.
Al respecto ELIAS MANTERO, señala que el proceso de ejecución de los
adeudos contenidos en la liquidación de cobranza que debe preparar la AFP,
se debe llevar a cabo de acuerdo con lo señalado en la NLPT. El tema está
regulado por el artículo 38 del D.S. 054-97-EF (Texto Único Ordenado de la
Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones). Este
dispositivo señala las pautas especiales para la tramitación de la ejecución y
las razones para sustentar la contradicción de la ejecución.
En ese sentido, siguiendo el principio que rige para la solución del conflicto de
normas, que la norma especial rige sobre la norma general, se tiene que
habiéndose establecido expresamente en la norma especial, incisos c), d) y e)
del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N°
054-97-EF, que para la ejecución de los adeudos contenidos en la Liquidación
para Cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones que
si se formula contradicción, el juez expedirá sentencia dentro de los cinco días
de realizada la absolución o sin ella, no se efectuará audiencia y que
independientemente de la cuantía de la pretensión, conocerá la apelación el
Juez de Trabajo, quien expedirá sentencia dentro de los diez días de recibido el
expediente, no admitiéndose informe oral, primando dichas normas especiales,
sobre cualquier otra de carácter general.
Es importante resaltar por otro lado, que las normas del Código Procesal Civil,
no son de aplicación supletoria en forma directa a la cobranza de aportes
previsionales, en la medida que existe normas especiales que establecen el
proceso a seguir, su aplicación estará supeditada a que al respecto no exista
nada regulado ni en la norma especial, ni en la NLPT.

3) Resolución que pone fin al proceso:

Habíamos ya señalado que en el caso del proceso de ejecución de las


liquidaciones para cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, el proceso no concluía con un auto sino con una sentencia.
Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto,
existen dos supuestos:

 Con contradicción: Es supuesto está previsto expresamente por la


referida norma especial, que señala que formulada contradicción con la
absolución o sin ella, se emite sentencia e interpuesto el recurso de
apelación, en este caso, en aplicación supletoria del artículo 691 del
Código Procesal Civil, en el plazo de 3 días contados, desde el día
siguiente a su notificación, la resolución que se emite en revisión de los
actuados, conforme se señala en la norma especial, es la de una
sentencia de vista.
 Sin contradicción: El segundo supuesto que puede generar dudas sobre
el tipo de resolución a emitirse, es aquel en el cual no se ha formulado
contradicción y se emite resolución ordenando llevar adelante la
ejecución, supuesto no señalado en la norma especial, pero siguiendo la
misma lógica, si interpuesto el recurso de apelación contra la citada
resolución, está debe ser resuelta por el Juez de Trabajo por una
sentencia, no puede ser la resolución materia de apelación un auto sino
una sentencia, por cuanto dicha resolución también al igual que en el
primer supuesto, resuelve llevar o no adelante la ejecución. Por otro
lado, cualquiera sea la posición que se adopte tratándose de una
resolución que pone fin al proceso de ejecución, interpuesto el recurso
de apelación debe ser concedido con efecto suspensivo conforme al
artículo 371 del Código Procesal Civil y no sin efecto suspensivo y sin la
calidad de diferida, en cuyo caso se remitirá un cuaderno de copias
certificadas, lo que atenta contra los principios de celeridad y economía
procesal que inspiran al nuevo proceso laboral, conforme al artículo I del
Título Preliminar de la NLPT.

4) Prueba tasada o libertad probatoria:

Surge de las normas especiales previstas en el artículo 38 del Texto Único


Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de
Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF, duda en cómo se
debe interpretar lo dispuesto en el inciso b) literales 1), 3) y 4) del referido
artículo, cuando señala que: “El ejecutado podrá contradecir la ejecución solo
por los siguientes fundamentos: 1. Estar cancelada la deuda, lo que se
acreditará con copia de la Planilla de Pagos de Aportes Previsionales
debidamente cancelada; (…) 3. Inexistencia del vínculo laboral con el afiliado
durante los meses en que se habrían devengado los aportes materia de
cobranza, lo que se acreditará con copia de los libros de planillas. 4. Error de
hecho en la determinación de monto consignado como deuda en la Liquidación
para Cobranza, lo que se acreditará con copia de los libros de planilla o de las
boletas de pago de remuneraciones suscritas por el representante del
demandado; (…)”.
La norma examinada delimita en números clausus los supuestos que van a
permitir justificar y sustentar la contradicción a la ejecución de las Liquidaciones
para Cobranza emitidas por las Administradoras de Fondo de Pensiones en
ejercicio de la obligación que bajo responsabilidad le impone el artículo 37 de la
misma Ley del Sistema Privado de Fondo de Pensiones, que dentro de este
marco jurídico su mérito ejecutivo sólo va a poder ser válidamente enervado
acudiendo a cualquiera de las hipótesis taxativamente determinadas; empero
no podría también sostenerse que la acreditación de la configuración de cada
supuesto señalado se encuentre en estricto vinculado al mérito exclusivo y
excluyente de dichos documentos: planilla de pagos previsionales debidamente
canceladas y copia del Libro de Planillas o con las boletas de pago de
remuneraciones, con lo cual estaríamos implícitamente tipificando un supuesto
de prueba tasada ajena al ámbito y contornos del Principio de Libertad
Probatoria bajo el cual se estructura el Sistema Probatorio que acoge la Nueva
Ley Procesal del Trabajo concordado con el Código Procesal Civil. Pues en
realidad la finalidad del citado artículo es relevar en forma enunciativa cual es
el instrumento que en forma directa, adecuada e idónea cumpliría con tal
propósito sin descartar que pueda ser alcanzado vía otros elementos de prueba
o sucedáneos probatorios que incidan en demostrar la cancelación de la
deuda, la inexistencia del vínculo laboral acusado o el error de hecho en la
determinación del monto consignado como deuda, salvo bajo la limitación
procesal que se traten sólo de documentos conforme el último párrafo del
inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema
Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto
Supremo N° 054-97-EF que indica: “(…) No se admitirá prueba distinta a los
documentos. (…)”, lo cual por lo demás resulta razonable y proporcional a la
naturaleza del proceso de ejecución; de lo que se desprende que si es
admisible cualquier documento cuyo mérito sirva para el objetivo y propósito de
probar el supuesto de contradicción denunciado, es decir, otorgan la
habilitación para respaldar la configuración de un supuesto de contradicción en
el mérito de cualquier documento que en forma valida, razonable y proporcional
sirva para demostrar su existencia con lo cual el sentido interpretativo fijado se
ve incluso respaldado desde un criterio de interpretación sistemática.

5) Oportunidad de presentación de los medios de prueba:

Si bien el inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del
Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por
Decreto Supremo N° 054-97-EF, señala que a la contradicción se deberá
presentar acompañada de la prueba instrumental que acredite sus
fundamentos, salvo los casos a que se refiere el numeral 2 del citado artículo
(nulidad formal o falsedad de la liquidación para cobranza) y el inciso 3 del
artículo 446 del Código Procesal Civil (referido a la excepción de
representación defectuosa o insuficiente del demandante o del demandado),
suele suceder que la presentación de la documentación que acredita la
cancelación de la deuda, inexistencia del vínculo laboral o el error de hecho en
la determinación de monto consignado como deuda, se realiza no con la
contradicción, sino con la apelación, esto quedaría solucionado de raíz, si como
sucede con el Sistema de Planillas Electrónicas Web (PLAME), los Jueces
Laborales contaran con el Sistema AFP Net, sin embargo, ello no se encuentra
previsto, ni existe convenio alguno entre el Poder Judicial y la Superintendencia
de Banca, Seguros y AFP, pero que sin embargo, se hace necesario por
cuanto directamente se contaría con la verificación de haberse o no realizado el
pago de los importes materia de cobranza, es decir, se accedería no sólo a lo
declarado sino a lo efectivamente pagado y la oportunidad del mismo.
Mientras ello sucede, queda en manos del Juez de Trabajo, adopte alguna
alternativa de solución, la formal sería simplemente que al no haberse
acompañado las documentales con la contradicción y no encontrándose los
documentos presentados en alguno de los supuestos previstos en el artículo
374 del Código Procesal Civil, es decir, se trate de medios probatorios referidos
a la ocurrencia de hechos relevantes para el derecho o interés discutido, pero
acaecidos después de concluida la etapa de postulación del proceso o
documentos expedidos con fecha posterior al inicio del proceso o que
comprobadamente no se hayan podido conocer y obtener con anterioridad,
procederá a confirmar la sentencia apelada y ordenar se prosiga con la
ejecución.
Sin embargo, también en justicia podría tomar la alternativa de admitirlo de
oficio los medios probatorios acompañados con el escrito de apelación, con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 22 de la NLPT, en cuyo caso podría afectar
el derecho de contradicción de la contra parte, o teniendo en cuenta el primer
párrafo del artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil que indica
que: “El juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver
un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia
jurídica haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad
abstracta es lograr la paz social en justicia. (…)”. Para efectos de obtener un
fallo justo, y no soslayar los elementos fácticos que fluyen del proceso y
obtener una decisión mucho más analítica, exhaustiva e integral del caso y en
la medida que resulta imprescindible determinar con la mayor certeza, si la
parte ejecutada, en base a los documentos adjuntados a su recurso
impugnatorio, resulta ser la obligada para atender el monto devengado, ello a
fin de evitar un posible enriquecimiento indebido por parte de la ejecutante,
podría ordenar que el Juzgado de Paz Letrado evalúe bien los documentos
aportados por la ejecutada en su escrito de apelación y los que fueran
necesarios, en tanto que los primeros no se consideraron para la emisión de la
resolución materia de apelación; tanto más, si el Juez de Paz Letrado puede
acceder a otros tipos de instrumentos tales como: Sistema de Planillas
Electrónicas Web (para verificar la fecha de ingreso y cese de cada trabajador
afiliado) o solicitar a las partes información relevante respecto de lo
peticionado, concediéndole a la ejecutante el traslado respectivo para que
pueda exponer los argumentos que considere pertinentes a su derecho y a la
ejecutada para que se pronuncie sobre la situación de los aportes
previsionales, que pretende desvirtuar con la documentación acompañada con
el escrito de apelación, preservando con ello el derecho de contradicción de la
parte ejecutante, contra la documentación presentada; abonan a una solución
en justicia el hecho de que el sistema de pagos AFP Net, al efectuarse el
mismo, solicita el ingreso mediante el sistema de la planilla de pago, y el pago
se puede efectuar con un comprobante con el cual se hace efectivo
directamente en las oficinas bancarias o inclusive debitado directamente de las
cuentas de la empleadora, mientras que por su parte, la norma le exige la
planilla de pagos de aportes previsionales (la que es ingresada al sistema AFP
Net) debidamente cancelada, (lo que puede acreditarse con el comprobante de
pago o el estado de cuenta en la que figure el débito en la cuenta respectiva de
la ejecutada), sin perjuicio de indicarse que por lo menos desde el punto de
vista normativo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo debería
permitir a todos los Jueces Laborales, el acceso a la información de las
planillas electrónicas.

H. Otros títulos ejecutivos.

Debemos señalar que a diferencia de lo que sucede en la norma procesal civil


(inciso 11 del artículo 688), en el caso de la Nueva Ley Procesal del Trabajo,
no se ha previsto que tengan mérito de título ejecutivo, otros títulos a los que la
Ley les da ese mérito, pero nada quita que el legislador, mediante una norma
de ese rango así lo establezca. Al respecto VINATEA y TOYAMA señalan que
por la redacción de este dispositivo se entiende que no existen otros títulos
ejecutivos distintos de los específicamente mencionados, a diferencia de la
norma procesal civil que utiliza el esquema de númerus apertus.

IV.- Suspensión extraordinaria de la ejecución


El artículo 60 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, indica que tratándose de la
ejecución de intereses o de monto liquidado en ejecución de sentencia, a
solicitud de parte y previo depósito o carta fianza por el total ordenado, el juez
previo traslado a la parte contraria entendemos, puede suspender la ejecución
en resolución fundamentada, esto dada su carácter extraordinario, siendo la
citada resolución impugnable. Es decir, no basta que se presenten todos los
requisitos señalados en la norma, sino que, una vez verificada la existencia de
ellos, el juez debe fundamentar porque ha decidido suspender la ejecución.
A diferencia de lo que sostiene VINATEA y TOYAMA que indican que el
supuesto de hecho del artículo 60, se refiere a los casos de ejecución de
sentencia firme, respecto tanto del capital como de los intereses, lo que señala
literalmente la citada norma, es que la suspensión extraordinaria de la
ejecución, trata “de la ejecución de intereses o de monto liquidado en
ejecución”, por tanto, no se trata entonces del capital, sino de los importes
liquidados de intereses, de los costos y/o de las costas e inclusive de
remuneraciones devengadas.

V.- Multa por contradicción temeraria


Si la contradicción no se sustenta en alguna de las causales señaladas en la
norma procesal civil, se impone al ejecutado una multa no menor de media
(1/2) ni mayor de cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP), esto
apunta a evitar los casos de temeridad que supone una conducta procesal
objetiva carente de fundamentos defendibles en derecho.
Esta multa es independiente a otras que se pudiesen haber impuesto en otros
momentos procesales, estas están referidas a las reglas de conducta en las
audiencias u otras aplicadas en el transcurso del proceso, como sería el caso
de la mala fe, impuesta por falta de razón procesal o abuso de maniobras
dilatorias.
VI.- Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución
El artículo 62 de la norma Procesal Laboral, señala que tratándose de las
obligaciones de hacer o no hacer, a diferencia de las obligaciones de dar en las
que sí es posible emplear medidas coercitivas contra el deudor, generalmente
el empleador, para que cumpla con la prestación a su cargo, por ejemplo, con
el embargo de sus bienes u otro tipo de medidas cautelares; en las
obligaciones de hacer y de no hacer que están asociadas a la conducta o
comportamiento del obligado no es posible utilizar las mismas medidas de
presión, ya que significaría emplear violencia física, lo cual está prohibido por el
ordenamiento jurídico, en ese sentido, habiéndose resuelto seguir adelante con
la ejecución, el obligado no cumple, sin que se haya ordenado la suspensión
extraordinaria de la ejecución, el juez impone multas sucesivas, acumulativas y
crecientes en treinta por ciento (30%) hasta que el obligado cumpla el mandato;
y, si persistiera el incumplimiento, procede a denunciarlo penalmente por el
delito de desobediencia o resistencia a la autoridad, previsto en el Código
Penal en el artículo 368, tratándose de una persona jurídica, quien sería
denunciado sería su representante legal.
Al respecto ARÉVALO VELA señala que este artículo tiene su fundamento en
el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva de que goza toda persona, una de
cuyas dimensiones es el cumplimiento oportuno de los mandatos judiciales, es
por ello que se autoriza la utilización de medidas de coacción para que se dé
cumplimiento a lo ordenado por el Poder Judicial.
VII.- Cálculo de derechos accesorios
Finalmente, en el artículo 63 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, señala que
los derechos accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones
devengadas que son conocidas también como salarios caídos no percibidos
por el trabajador durante el periodo en que no prestó efectivamente servicios
por razón de haber sido despedido y encontrarse siguiendo un proceso para
lograr su readmisión en el empleo y los intereses, se liquidan por la parte
vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del perito contable adscrito al
juzgado o recurrir a los programas informáticos de cálculo de intereses
implementados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
La liquidación presentada es puesta en conocimiento del obligado por el
término de cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación. En caso de que la
observación verse sobre aspectos metodológicos de cálculo, es decir, la
fórmula o ecuación empleada, en este caso, el obligado debe necesariamente
presentar una liquidación alternativa.
Vencido el plazo el juez, con vista a las liquidaciones que se hubiesen
presentado, resuelve acerca del monto fundamentándolo.
Si hubiese acuerdo parcial, el juez ordena su pago inmediatamente, reservando
la discusión sólo respecto del diferencial.

XIII.- Conclusiones.

 El proceso de ejecución es aquel referido a una serie o sucesión de actos


procesales, mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y
consecuentemente materializar, lo contenido en el título ejecutivo.
 El título ejecutivo debe contener como requisito indispensable, una obligación
cierta o veraz, expresa o indubitable y exigible, es decir, si está sujeto a plazo
este debe encontrarse vencido y si está sujeto a condición, esta debe haberse
cumplido.
 Las normas especiales previstas en el T.U.O. de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, priman sobre las generales
establecidas en la NLPT y en su caso, en el Código Procesal Civil.
 Cuando en la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, no se formula contradicción y se emite resolución ordenando llevar
adelante la ejecución, interpuesto recurso de apelación el mismo debe ser
concedido con efecto suspensivo, al tratarse de una resolución que pone fin al
proceso.
 La acreditación de la contradicción en la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones, no está supeditada al mérito exclusivo y
excluyente de ciertos documentos, pues ello sería contrario al principio de
libertad probatoria, siendo admisible cualquier documento siempre que en
forma válida, razonable y proporcional sirva para demostrar su existencia.
IX.- Recomendación.

 Debe realizarse una modificación legislativa, para que los Juzgados de Paz
Letrados asuman competencia frente a pretensiones no cuantificables
acumuladas a una cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal, dado que son órganos jurisdiccionales creados bajo el
criterio de especialidad en materia laboral.
 Dado que un porcentaje significativo (90% aproximadamente) de la carga que
afrontan, los Juzgados de Paz Letrado de Especialidad Laboral, está
constituido por procesos de cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones retenidos por el empleador, hace que sea necesario la
firma de un convenio institucional entre la Superintendencia de Banca, Seguros
y AFP y el Poder Judicial, que permita que los Jueces Laborales puedan
acceder al Sistema AFP net, con lo cual en forma directa, podrían verificar la
existencia o no de la obligación, su cumplimiento y la oportunidad del mismo,
siendo que ello contribuiría hacer efectivo el principio de celeridad y economía
procesal que inspiran al nuevo proceso laboral.
CAPÍTULO VI PROCESOS NO CONTENCIOSOS.

Artículo 64.- Consignación La consignación de una obligación exigible no


requiere que el deudor efectúe previamente su ofrecimiento de pago, ni que
solicite autorización del juez para hacerlo.

Artículo 65.- Contradicción El acreedor puede contradecir el efecto


cancelatorio de la consignación en el plazo de cinco (5) días hábiles de
notificado. Conferido el traslado y absuelto el mismo, el juez resuelve lo que
corresponda o manda reservar el pronunciamiento para que se decida sobre su
efecto cancelatorio en el proceso respectivo.

Artículo 66.- Retiro de la consignación El retiro de la consignación se hace a la


sola petición del acreedor, sin trámite alguno, incluso si hubiese formulado
contradicción. El retiro de la consignación surte los efectos del pago, salvo que
el acreedor hubiese formulado contradicción.

Artículo 67.- Autorización judicial para ingreso a centro laboral En los casos en
que las normas de inspección del trabajo exigen autorización judicial previa
para ingresar a un centro de trabajo, esta es tramitada por el inspector de
trabajo o funcionario que haga sus veces. Para tal efecto debe presentar, ante
el juzgado de paz letrado de su ámbito territorial de actuación, la respectiva
solicitud. Esta debe resolverse, bajo responsabilidad, en el término de
veinticuatro (24) horas, sin correr traslado.

Artículo 68.- Entrega de documentos La mera solicitud de entrega de


documentos se sigue como proceso no contencioso siempre que ésta se
tramite como pretensión única. Cuando se presente acumuladamente, se
siguen las reglas establecidas para las otras pretensiones.

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