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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTONIO

GUILLERMO URRELO
Tema:
“Estrés Académico”
Curso:
Estadística Aplicada a la Piscología
Integrantes:
Mantilla Alvarado, Ulises
Rodríguez Herrera, Carlos
Tello Zavala, Mayra

Cajamarca 2018
Dedicatoria

Dedicamos este trabajo a DIOS por darnos siempre las fuerzas para continuar a
pesar de las adversidades, por guiarnos en todo el transcurso de la investigación y
darnos la sabiduría en todas las situaciones. A nuestros padres por darnos la vida y
salud para luchar día a día para seguir adelante y conquistar cada peldaño en la
vida.
Agradecimiento

Le agradecemos a nuestra maestra por brindarnos el conocimiento, valores y


destrezas que nos impartió en este curso, así como sus esfuerzos para que
finalmente pudiésemos terminar nuestra investigación.
INTRODUCCIÓN

La presente investigación da a conocer el trabajo realizado por los estudiantes de


la facultad de psicología del 5° ciclo de la Universidad Privada Antonio Guillermo
Urrelo, a través de encuestas aplicadas a alumnos de ambos sexos de la
“Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo” de la cuidad de Cajamarca con
fines solamente estudiantiles en el curso de Estadística Aplicada a la Psicología.
Elegimos el tema a investigar “Estrés Académico” ya que en nuestra actualidad
observamos que es un problema grave en el ámbito universitario este produce
sobrecargas, abandono de carrera, pocas horas de sueño, bajo rendimiento,
autoconcepto académico, etc. Este problema en la actualidad no es muy tomado
en cuenta por lo que consideramos investigar dicho problema.

Esta investigación tiene como objetivo general evaluar el conocimiento del


“Estrés Académico” en la ciudad de Cajamarca en jóvenes universitarios y como
objetivos específicos realizar el diagnóstico del conocimiento que existe acerca de
los riesgos y consecuencias que trae el “Estrés Académico”.
CAPÍTULO I.
EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1. Planteamiento del Problema
Actualmente en nuestra sociedad observamos que los jóvenes se inclinan
por tener una carrera profesional esto significa que el estudiante se enfrenta a
mayores exigencias académicas y sociales que pueden constituirse en fuentes
de estrés que estos pueden manifestarse en problemas emocionales, cognitivos
y fisiológicos, generando este un desequilibrio sistémico, manifestando una
serie de con las consecuencias, Según Arturo Barraza Macías, el estrés
académico es un proceso sistemático de carácter adaptativo y esencialmente
psicológico que se presenta cuando el alumno se ve sometido en contextos
escolares, que bajo el estudiante son considerados estresores, con base a lo
antes mencionado consideramos investigar cuales podrían ser los estresores
mas importantes en los alumnos de la “Universidad Privada Antonio
Guillermo Urrello”.

1.2. Formulación del Problema


¿Cuáles son los principales estresores en los alumnos de la Universidad
Privada Antonio Guillermo Urrello ?

1.3. Objetivos
General:
 Identificar los principales estresores del estrés académico en la
“Universidad Privada Antonio Guillermo Urrello”

Específicos:

 Definir si la sobrecarga académica causa el estrés académico.


 Comprobar si la realización de un examen es un estresor académico
 Descubrir si la exposición de trabajos en clase influye en la aparición de
estrés académico.

1.4. Justificación
La población universitaria que inicia sus estudios no está exenta a padecer
reacciones de estrés. Ya que en primer lugar están atravesando un cambio de la
educación media a la superior, ya que, se deben someter a procesos muy diferentes a los
acostumbrados en el bachillerato, algunos también experimentan cambio de domicilio
inmigrando de su pueblo a la ciudad, escasez de recursos económicos, además de
enfrentarse diariamente con la saturación del tráfico, y la delincuencia en las calles en
su trayecto de la casa a la universidad y viceversa.
CAPÍTULO II.
MARCO TEÓRICO

1. Introducción del marco conceptual.

El objetivo de esta investigación es explicar algunos de los mecanismos estresores,


factores determinantes y consecuencias del estrés por si mismo. El estrés es uno de los
factores de riesgo que contribuyen a la mayoría de las enfermedades, que con más
frecuencia se están manifestando en estos tiempos.

El cuerpo desarrolla distintas habilidades para adaptarse a los estímulos a que es


sometido por su entorno, por medio de cambios internos, que incluyen, entre otras
cosas, la liberación de hormonas. Queda claro entonces que el estrés está dentro de uno,
y en la forma en que desarrolla esas habilidades para adecuarse al medio.

El estrés es aquella respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el


equilibrio emocional y psicológico de la persona. El resultado de este proceso es un
deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta
reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los
nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función
muscular.

2. Antecedentes históricos:

Estrés es una palabra que deriva del latín, la cual fue utilizada con mucha frecuencia
durante el siglo XVII para representar "adversidad" o "aflicción". A finales del siglo
XVIII se define como "fuerza” o "esfuerzo", puesta en práctica en primer lugar por la
propia persona su cuerpo y su mente. El concepto del estrés no es nuevo, pero fue sólo
en al principio del siglo XX cuando las ciencias biológicas y sociales iniciaron la
investigación de sus efectos en la salud del cuerpo y de la mente de las personas.
“El término estrés fue introducido en 1930 por el médico fisiólogo Hans Seyle un
joven austriaco de 20 años y no tenía traducción al español. Originalmente se refirió a
las reacciones inespecíficas del organismo ante estímulos tanto psíquicos como físicos,
involucrando procesos normales de adaptación (eustrés), así como anormales (distrés)”.
En el nivel de la emoción, sin embargo, las reacciones del estrés son muy distintas. La
persona maneja la situación con la motivación y el estímulo del estrés. Al contrario, el
distrés acobarda e intimida a la persona y hace que huya de la situación. Los estudios
originales de Selye se hicieron a partir del "síndrome general de adaptación" descrito
como la respuesta general de organismos a estímulos "estresantes".

Las respuestas de adaptación demuestran científicamente la participación de los


procesos emocionales y psíquicos en la modulación de las respuestas a estímulos tanto
internos como externos y a la posibilidad de desbordamiento de las capacidades de
adaptación individuales. Esto llevó al concepto de medicina psicosomática que
involucra los procesos mentales y emotivos en la génesis de procesos patológicos
orgánicos.

El estrés es entonces, la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria, o


simplificando aún más, es todo aquello que nos obliga a un cambio. Las situaciones
estresantes llamadas estresores que pueden causar el cambio o adaptación son de un
espectro enorme. Desde el enojo transitorio a sentirse amenazado de muerte, la
frustración o la angustia al temor que nunca cede. A veces la causa difiere enormemente.
Un divorcio es normalmente muy estresante pero una boda también puede serlo. El
fallecimiento de un familiar produce estrés, pero también un nacimiento.

Tanto el estrés positivo (estrés), como el negativo (distrés), comparten las mismas
reacciones, pero en el caso del negativo estas respuestas quedan detenidas en la posición
de funcionar permanentemente. Pero el estrés también es positivo y necesario, puesto
que necesitamos alguna dosis de tensión para conseguir algunas metas, destacando que
este estado no es permanente, sino que se ve compensado por períodos de tranquilidad,
y esta alternancia forma parte del equilibrio humano.
El estrés se define entonces de variadas formas según qué aspecto sea considerado,
pero, básicamente es un conjunto de síntomas que transmiten a la persona que lo padece
la sensación de que la vida diaria necesita de recursos con los que no cuenta, llevando a
una sobre exigencia física y psicológica y sus consecuencias, o derivaciones en otras
enfermedades. La persona se siente ansiosa y tensa, y todas las funciones normales
pueden verse alteradas en más o en menos: movimientos motrices, respiración,
funciones de memoria y concentración. Son normales los trastornos del dormir y
digestivos.

El cuerpo también reacciona frente al estrés con síntomas como dolor de espalda,
cansancio excesivo, dolores de cabeza, de músculos, acidez estomacal, malestares
digestivos, alta presión, ganancia o pérdida de peso, entre otros trastornos.

Es importante saber que el estrés es una condición necesaria para vivir. Se necesita
estar apto para afrontar un estrés sano, propio de la vida diaria; de lo contrario cualquier
problema dejaría a la persona en estado de shock, paralizada. Como todo, el estrés
excesivo es el nocivo para la salud, ya que el organismo responde a situaciones
estresantes aumentando la presión sanguínea y llevando al corazón a realizar esfuerzos,
situación que puede tornarse grave si la persona tiene problemas cardíacos o
circulatorios.

Relación entre los componentes implicados en el estrés

4.1. Demandas psicosociales. Se refiere a los agentes externos causales primariamente


del estrés. En principio, esta dimensión podría incluir no sólo los factores psicosociales,
sino también los agentes ambientales naturales (por ejemplo, radiación, electricidad
atmosférica, frío, calor, viento, humedad, magnetismo, etc.) y artificiales (ruido,
contaminación atmosférica, radiaciones, etc.).

Este tipo de estresores se ha denominado estresores ambientales y, posiblemente,


no sean menos importantes que los psicosociales. El ruido de la ciudad, la congestión
del tráfico o la elevada densidad de población se han sugerido como agentes altamente
patógenos para la salud somática y psicológica (véase Cohen, Evans, Stokols y Krantz,
1986; Sandín, 1984). En nuestro análisis posterior, no obstante, nos basaremos
únicamente en los sucesos estresantes mayores y menores (estrés diario), es decir, en la
aproximación teórica conocida habitualmente como estrés psicosocial.

4.2. Evaluación cognitiva. Los sucesos vitales y los acontecimientos diarios (o sucesos
menores) ejercen demandas sobre el organismo que son valoradas por éste.
Dependiendo de cómo sea esta valoración (incluye los niveles de evaluación primaria y
secundaria, así como los posteriores procesos de reevaluación), se producirá o no la
respuesta de estrés. Esta ocurrirá únicamente si se produce ruptura del balance entre la
percepción de la demanda y la percepción de los recursos personales para superarla
(Cox, 1978), es decir, si la persona percibe que el suceso supera o grava sus recursos
(afrontamiento, apoyo social, etc.) (Lazarus y Folkman, 1984).

4.3. Respuesta de estrés. Incluye en primer lugar el complejo de respuestas fisiológicas,


tales como las neuroendocrinas y las asociadas al sistema nervioso autónomo. A esta
tercera fase incorporamos también las respuestas psicológicas que contribuyen a
constituir la “respuesta de estrés”, tales como las respuestas emocionales. Aparte de
estas últimas, existen también componentes cognitivos y motores, muchas veces
difíciles de separar de los emocionales. No obstante, al definir la respuesta de estrés, los
autores suelen estar totalmente de acuerdo en lo que respecta a las reacciones
fisiológicas, pero no tanto con las reacciones psicológicas.

4.4. Estrategias de afrontamiento (coping). Se refiere a los esfuerzos conductuales y


cognitivos que emplea el sujeto para hacer frente a las demandas concretas valoradas
como “gravamen”, así como también para suprimir el estado emocional del estrés. En
realidad, ésta es la última etapa del proceso del estrés propiamente dicho. Estas cuatro
fases, no obstante, interaccionan constantemente en un proceso dinámico. Así, por
ejemplo, un afrontamiento eficaz del estrés podría influir por feedback negativo sobre la
valoración cognitiva de la situación, así como sobre la propia situación psicosocial.

Una relación muy estrecha ocurre entre el afrontamiento y los componentes


psicológicos y fisiológicos de la respuesta de estrés (en el gráfico indicamos esta
relación particular). De hecho, en ciertas circunstancias resulta difícil separar una
reacción emocional o cognitiva y un proceso de afrontamiento.
4.5. Variables disposicionales. Incluye todo un conjunto de variables que pueden
influir sobre las cuatro etapas anteriores. Pertenece a este nivel variable como los tipos
de personalidad, los factores hereditarios en general, el sexo, la raza, etc.

4.6. Apoyo social. Se ha referido también como un factor importante asociado al estrés.
El apoyo social puede “amortiguar” el efecto de las demandas estresantes sobre las
respuestas de estrés. También parece que puede actuar directamente sobre la salud.

4.7. Estatus de salud. Más que una fase del proceso del estrés se trata de un resultado
del mismo. Este estado de salud, tanto psicológico como fisiológico, depende del
funcionamiento de las fases anteriores.

Un afrontamiento inapropiado (por ejemplo, fumar, autoaislamiento, reducción


del ejercicio físico, etc.) puede ser nocivo para la salud. La psicopatología del estrés
trata de explicar los mecanismos del estrés, en sus diferentes niveles de actuación,
relacionados con la alteración de la salud. Al abordarse este problema, generalmente
cada autor, si bien suele tratar de integrar en mayor o menor grado los diferentes
componentes, principalmente toma como marco de referencia un aspecto o fase del
proceso del estrés.

Así, nos encontramos con autores que ponen el mayor énfasis en los sucesos
vitales, otros desarrollan modelos a partir de las variables de personalidad, algunos se
centran en el afrontamiento (por ejemplo, activo o pasivo), y no pocos en las reacciones
emocionales (por ejemplo, ira, depresión, desesperanza, etc.)

Todo cambio provoca estrés.

Cualquier acontecimiento novedoso supone inexperiencia por parte de la persona


que debe hacerle frente y en este sentido lo obliga a movilizar formas de respuesta poco
entrenadas e igualmente novedosas, no obstante, la mayoría de situaciones no son
completamente nuevas, puesto que se asemejan en algún aspecto a otras experiencias
vividas anteriormente, con las que pueden ser comparadas, por ejemplo la transición de
la infancia a la adolescencia y de la adolescencia a la adultez, cambios de escuelas,
inicio en la universidad, trabajo nuevo, cambio de trabajo, matrimonio, jubilación, etc.
La mejor forma de afrontar los cambios sin mayores consecuencias es con el
apoyo de la familia y de los amigos, puesto que esta interacción contribuye a evitar las
enfermedades que se dan por consecuencias del estrés. Las personas que poseen más
habilidades para la adaptación a situaciones nuevas son menos vulnerables a estresarse
debido a que asimilan de una forma más adecuada el cambio.

6. Proceso que conllevan las etapas del estrés.

 Todo el estímulo externo o interno físico o psíquico se sigue en el organismo da una


reacción.
 Las reacciones pueden ser específicas o inespecíficas.
 Las reacciones orgánicas persiguen dos fines:
o Preparar defensas inmediatas (lucha o huida).
o Desencadenar procesos de adaptación.

Si los estímulos son muy intensos, se repiten frecuentemente o persisten por mucho
tiempo se satura la capacidad de adaptación y se presenta la desadaptación alterándose
la homeostasis orgánica.

7. ¿Qué causa el estrés?

Según Jean Benjamín Stora "el estrés es causado por el instinto del cuerpo de
protegerse a sí mismo1". Este instinto es bueno en emergencias, como el de salirse del
camino si viene un carro a velocidad. Pero éste puede causar síntomas físicos si
continua por mucho tiempo, así como una respuesta a los retos de la vida diaria y los
cambios.

Cuando esto sucede, (explica Jean) es como si su cuerpo se preparara para salir
fuera del camino del carro, pero usted está inmóvil. Su cuerpo está trabajando sobre

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tiempo, sin ningún lugar para usar toda esa energía extra. Esto puede hacerlo sentir
ansioso, temeroso, preocupado y tenso.

¿Por qué se produce el estrés?

En principio, se trata de una respuesta normal del organismo ante las situaciones
de peligro. En respuesta a las situaciones de emboscada, el organismo se prepara para
combatir o huir, mediante la secreción de sustancias como la adrenalina, producida
principalmente en unas glándulas llamadas "suprarrenales" o "adrenales" (llamadas así
por estar ubicadas adyacentes al extremo superior de los riñones). La adrenalina se
disemina por toda la sangre y es percibida por receptores especiales en distintos lugares
del organismo, que responden para prepararse para la acción.

El corazón late más fuerte y rápido. Las pequeñas arterias que irrigan la piel y
los órganos menos críticos (riñones, intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de
sangre en caso de heridas y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para
la acción (corazón, pulmones, músculos).

La mente aumenta el estado de alerta, Los sentidos se agudizan.

9. Utilidad del estrés.

En condiciones apropiadas (si estamos en medio de un incendio, nos ataca una


fiera, o un vehículo está a punto de atropellarnos), los cambios provocados por el estrés
resultan muy convenientes, pues nos preparan de manera instantánea para responder
oportunamente y poner nuestra vida a salvo. Muchas personas en medio de situaciones
de peligro desarrollan fuerza insospechada, saltan grandes obstáculos o realizan
maniobras prodigiosas.

10. El problema del estrés.

Lo que en situaciones apropiadas puede salvarnos la vida, se convierte en un


enemigo mortal cuando se extiende en el tiempo. Para muchos, las condiciones de
hacinamiento, las presiones económicas, la sobrecarga de trabajo, el ambiente
competitivo, etc., son circunstancias que se perciben inconscientemente como
amenazas.

Tipos de estrés.

Estrés agudo:
El estrés agudo es la forma de estrés más común. Proviene de las demandas y las
presiones del pasado inmediato y se anticipa a las demandas y presiones del próximo
futuro. El estrés agudo es estimulante y excitante a pequeñas dosis, pero es demasiad
agotador. Por ejemplo, un descenso rápido por una pista de esquí de alta dificultad por
la mañana temprano puede ser muy estimulante; por la tarde puede añadir tensión a la
acumulada durante el día; esquiar por encima de las posibilidades puede conducir a
accidentes, caídas y sus lesiones. De la misma forma un elevado nivel de estrés agudo
puede producir molestias psicológicas, cefaleas de tensión, dolor de estómago y otros
muchos síntomas.

Puesto que es breve, el estrés agudo no tiene tiempo suficiente para producir las grandes
lesiones asociadas con el estrés crónico. Los síntomas más comunes son:

 Desequilibrio emocional: una combinación de ira o irritabilidad, ansiedad y


depresión, las tres emociones del estrés.
 Problemas musculares entre los que se encuentra el dolor de cabeza tensional, el
dolor de espalda, el dolor en la mandíbula y las tensiones musculares que producen
contracturas y lesiones en tendones y ligamento. Problemas digestivos con molestias
en el estómago o en el intestino, como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento y
síndrome del intestino irritable.
 Manifestaciones generales transitorias como elevación de la presión arterial,
taquicardia, sudoración de las palmas de las manos, palpitaciones cardíacas, mareos,
migrañas, manos o pies fríos, dificultad respiratoria y dolor torácico.

El estrés agudo puede aparecer en cualquier momento de la vida de todo el mundo, es


fácilmente tratable y tiene una buena respuesta al tratamiento.

Estrés agudo episódico:

Existen individuos que padecen de estrés agudo con frecuencia, cuyas vidas están tan
desordenadas que siempre parecen estar inmersas en la crisis y en el caos. Van siempre
corriendo, pero siempre llegan tarde. Si algo puede ir mal, va mal. No parecen ser
capaces de organizar sus vidas y hacer frente a las demandas y a las presiones que ellos
mismo se infringen y que reclaman toda su atención. Parecen estar permanentemente en
la cresta del estrés agudo.

Con frecuencia, los que padecen estrés agudo reaccionan de forma descontrolada, muy
emocional, están irritables, ansiosos y tensos. A menudo se describen a sí mismos como
personas que tienen "mucha energía nerviosa". Siempre tienen prisa, tienden a ser
bruscos y a veces su irritabilidad se convierte en hostilidad. Las relaciones
interpersonales se deterioran rápidamente cuando los demás reaccionan con hostilidad
real. El lugar de trabajo o estudio se convierte en un lugar muy estresante para ellos.

. Signos físicos, cognitivos, emocionales y de comportamiento.

Mikel García clasifica los signos y síntomas comunes del estrés, que pueden ser suaves,
moderados o severos, en cuatro grupos.
14.1. En primer lugar, entre los físicos están: “Ritmo cardiaco acelerado y presión
sanguínea elevada, náuseas y vómitos, dolor en el pecho, dificultad para respirar,
desmayo, vértigo, temblor, transpiración aumentada, dolores de cabeza, contracciones
musculares, sed, debilidad, fatiga, rechinamiento de dientes, dificultades visuales y
auditivas y quejas no específicas de problemas en el organismo”2.

14.2. Los signos cognitivos del estrés son concentración pobre y memoria alterada,
pérdida de autoconfianza y conciencia aumentada o disminuida de lo que le rodea,
dificultad para tomar decisiones y pobre pensamiento abstracto, culpar a otras personas
y dificultad para identificar objetos o personas familiares, pérdida de orientación
temporal, pensamientos fugaces y pensamiento alterado.
14.3. Los síntomas emocionales del estrés son: Aprensión e incertidumbre, miedo,
agitación y ansiedad, pánico severo y enojo, sentirse agobiado, irritabilidad y
desesperanza, culpa, tristeza y depresión, rechazo, falta de autoestima e insatisfacción, y
falta de esperanza o de ilusión en la vida.

14.4. Los de comportamiento, por último, respuesta emocional inapropiada, cambio en


los niveles de actividad, alteraciones del sueño, movimientos erráticos, cambio en la
manera habitual de comunicarse y pérdida de interés en actividades anteriormente
placenteras, cambio en los hábitos dietéticos, arrebatos emocionales y conducta
antisocial, uso inapropiado del humor, recelo, hiperestimulación y empleo de sustancias
como cafeína, nicotina y alcohol, deterioro en la efectividad del rendimiento,
propensión a los accidentes, tendencia a dramatizar, hablar rápido y gritar, y gestos
nerviosos como dar golpecitos con los pies, morderse las uñas, rechinar los dientes,
tirarse del cabello, o frotarse las manos, por ejemplo.

Según García Iturrioz se sufre de estrés cuando la dosis de tensión acumulada supera el
nivel óptimo de adaptación y el organismo empieza a manifestar señales de
agotamiento, momento que depende, tanto del perfil psicológico como de las
situaciones experimentadas por la persona. Las manifestaciones son muy variadas,
suelen presentarse aisladamente y desaparecen cuando se manejan adecuadamente las
situaciones de estrés, por lo que son pasajeras, o si se repiten y persisten pueden reflejar

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un desajuste crónico susceptible de originar una afección cardiovascular, inmunitaria,
gastrointestinal, hormonal o dermatológica.

Es frecuente la fatiga física sobre todo por la mañana y en forma de cansancio, falta de
energía y motivación, fatiga sexual, disminución del deseo y dificultades en la erección.
También fatiga intelectual, dificultad para la concentración, vacíos de memoria y
descenso del rendimiento intelectual.

Hay quejas de dolores generalizados, sobre todo cervicales, de espalda y de cabeza.


Asimismo, impaciencia, irritabilidad, nerviosismo, angustia, tristeza e insatisfacción,
además de diferentes trastornos psicosomáticos como pesadez y opresión torácica,
calambres, acidez estomacal y diarrea o estreñimiento, erupciones en la piel y
alteraciones del sueño o del apetito.
 Cardiovascular: en palabras de Mikel García, es posible que las enfermedades
cardiovasculares que tienen otros factores de riesgo como una dieta inadecuada y el
hábito de fumar sea el problema de salud más grave relacionado con el estrés: "El
estrés activa el sistema nervioso simpático y puede afectar de manera negativa al
corazón mediante constricción arterial, arritmias, coágulo sanguíneo, aumento de
colesterol en sangre, niveles bajos de serótonina, lo que aumenta el riesgo de
depresión o enojo, y una mayor producción de citoquinas que puede causar
inflamación y daño celular. Las hormonas adrenalina, cortisol y aldosterona,
segregadas por las suprarrenales en una situación de estrés, producen un aumento de
la tensión arterial. Además, el estrés crónico puede reducir los niveles estrogénicos
en la mujer."

 Inmunitaria: el estrés más que inmunosupresor es disregulador de la inmunidad. En


situaciones de estrés agudo y crónico, indica Iturrioz, parece producirse una
disminución de parámetros inmunológicos. Si el estrés es pasajero, el debilitamiento
de la resistencia no dura mucho, pero si es crónico el sistema inmunitario permanece
bajo mínimos casi continuamente, lo que: "Explica por qué nos acatarramos más
fácilmente o se reactiva un herpes cuando estamos sometidos a estrés, tampoco se
ha de tomar a la ligera el estrés crónico ya que los estímulos estresantes pueden ser
un factor de riesgo de cáncer. El estrés puede también relacionarse con una
reactivación de varias enfermedades inflamatorias, como dermatitis atópica y
psoriasis, que son exacerbadas por el estrés”.

 Gastrointestinal: muchos problemas digestivos como indigestión, gases, ardor de


estómago y colon irritable tienen que ver con el estrés y, si no es la causa inicial,
empeora el problema. Actualmente se sabe que la mayor parte de las úlceras
pépticas son causadas por la bacteria Helicobacter pylory o por el uso de
medicamentos anti-inflamatorios no esteroides. El estrés puede predisponer las
úlceras o mantener las ya existentes. El factor significativo no es solamente la
cantidad de estrés sino más bien la respuesta al mismo. Se ha demostrado que el
estrés tiene una influencia significativa en el balance de la microflora intestinal.

 Depresión: los efectos psicológicos del estrés crónico pueden generar depresión,
situación a la que contribuyen también los factores fisiológicos: "Las hormonas
suprarrenales adrenalina y noradrenalina son mensajeros químicos en el cerebro.
Si el nivel de adrenalina en circulación es bajo, puede aparecer la depresión,
asociada pues a una función alterada de las glándulas adrenales". También la
elevación en el nivel de cortisol refleja una alteración en el control de la función
adrenal por parte de hipotálamo y glándula pituitaria: "Cuando las glándulas
adrenales liberan cantidades aumentadas de cortisol, con insuficiente nivel de
síntesis de serotonina y melatonina, sus efectos son depresión, manía, nerviosismo,
insomnio".

 Síndrome premenstrual (SPM): si el estrés es extremo, inusual o de larga duración,


asegura García Iturrioz, desencadena cambios biológicos en el cerebro, sobre todo
por alteración de la función adrenal y de la secreción o acción de las endorfinas,
originando cambios en la fisiología normal. Un síntoma frecuente en SPM es la
depresión, cuya causa se atribuye a un descenso en el nivel cerebral de
neurotransmisores como serotonina y ácido gamma-amino-butírico (GABA) y a un
aumento de la hormona suprarrenal aldosterona, lo que en parte explica el excesivo
aumento de peso, la retención de líquidos, la sensibilidad mamaria y la hinchazón
abdominal. Una mayor secreción de aldosterona producida por el estrés empeora la
situación, Un tratamiento efectivo del SPM debe incluir una gestión del estrés.
 Procesos inflamatorios: los corticosteroides tienen efecto antiinflamatorio, en una
persona sometida a tal estrés crónico que sus glándulas pierden fuerza y aporte
hormonal, disminuye la capacidad de su organismo para regular la inflamación.

 Alergias: en caso de agotamiento suprarrenal se reduce la acción de la adrenalina,


por lo que los trastornos relacionados con las alergias se manifiestan especialmente
en situación de estrés crónico.

 Diabetes: se asocia el estrés crónico con el desarrollo de insulino-resistencia,


situación en la que el organismo no puede usar la insulina de manera efectiva para
regular la glucosa sanguínea: En caso de estrés crónico puede manifestarse
fácilmente una tendencia a la diabetes, sobre todo si la persona presenta otros rasgos
propios del diabético de tipo 2 como obesidad o elevado consumo de azúcar. El
estrés también puede exacerbar una diabetes existente.

 Dolor: el estrés puede intensificar el dolor crónico provocado por la artritis o la


severidad del dolor de espalda, se asocia al estrés el dolor de cabeza de tipo
tensional.

 Síndrome de fatiga crónica: el estrés puede ser el factor que subyace en la


depresión, baja función inmune u otras causas de fatiga crónica.

 Desórdenes dermatológicos: el estrés exacerba trastornos como herpes, psoriasis,


acné, rosácea y eccema, provoca el picor de causa desconocida y urticaria crónica, y
tiene un papel en la alopecia areata.

 Aftas bucales: el estrés puede ser factor precipitante en la estomatitis aftosa, al


alterar la correcta función inmune y la integridad de la barrera mucosa.

 Desórdenes alimentarios y variaciones de peso: anorexia y bulimia nerviosas están


asociadas con problemas de regulación en respuesta a asuntos emocionales
estresores: se puede perder apetito y peso, a veces puede originarse hiperactividad
tiroidea, estimularse el apetito y una mayor quema de calorías, pero es más habitual
la relación de estrés con aumento de peso y obesidad, debido a antojos por sal, grasa
y azúcar para contrarrestar la tensión. Los carbohidratos estimulan la producción de
serotonina, el neurotransmisor calmante cerebral y a un estilo de vida sedentario.

 Disfunción sexual y reproductiva: el estrés puede disminuir el deseo sexual y


originar incapacidad para alcanzar el orgasmo en la mujer e impotencia temporal en
el hombre. Puede afectar a la fertilidad y en palabras de García Iturrioz, los niveles
seriamente elevados. En situaciones catastróficas, como incendios e inundaciones,
tan solo un 20% de las personas son capaces de actuar eficazmente. La exposición
continua al estrés suele dar lugar a una serie de reacciones que pueden ser
clasificadas como físicas, psicológicas y comportamentales (Rossi, 2001), físicas,
mentales, comportamentales y emocionales (Ed. Tomo, 2000) o fisiológicas y
psicológicas (Trianes, 2002 y Kyriacou, 2003). Estas reacciones, que constituyen en
esencia los síntomas del estrés, suelen presentarse en listas exhaustivas, pero no
siempre coincidentes, ya que muchas veces una misma reacción puede presentarse
en un rubro u otro, lo que a veces dificulta su ubicación en alguno de los tipos que
se establecen regularmente.

Esta situación ocasionó que Barraza (2003) estableciera una clasificación propia, que
toma como base la de Trianes, (2002) y que reconoce solamente dos grupos de
reacciones: físicas y psicológicas. Entre las primeras, ubicó la hiperventilación
(respiración corta y rápida), la pérdida del apetito, los trastornos en el sueño (insomnio o
pesadillas), la fatiga crónica (cansancio permanente) y los dolores de cabeza o migrañas,
entre otras; mientras que entre las segundas, ubicó a la inquietud (incapacidad de
relajarse y estar tranquilo), los sentimientos de depresión y tristeza, la aprehensión
(sensación de estar poniéndose enfermo), el sentimiento de agresividad o aumento de
irritabilidad y la necesidad de estar solo sin que nadie moleste, entre otras. En la
presente investigación se ha decidido seguir la línea de trabajo de Rossi (2001), con
algunas enmiendas que se consideraron necesarias, que identifica tres tipos de síntomas
o reacciones al estrés: físicas, psicológicas y comportamentales.

Entre las reacciones físicas tenemos las siguientes:


 Dolor de cabeza
 Cansancio difuso o fatiga crónica.
 Bruxismo (rechinar de los dientes durante el sueño)
 Elevada presión arterial.
 Disfunciones gástricas y disentería.
 Impotencia.
 Dolor de espalda.
 Dificultar para dormir o sueño irregular.
 Frecuentes catarros y gripes.
 Disminución del deseo sexual.
 Vaginitis.
 Excesiva sudoración
 Aumento o pérdida de peso.
 Temblores o tics nerviosos.
 Entre los síntomas psicológicos tenemos los siguientes.
 Ansiedad
 Susceptibilidad.
 Tristeza.
 Sensación de no ser tenidos en consideración.
 Irritabilidad excesiva.
 Indecisión.
 Escasa confianza en uno mismo.
 Inquietud.
 Sensación de inutilidad.
 Falta de entusiasmo.
 Sensación de no tener el control sobre la situación.
 Pesimismo hacia la vida.
 Imagen negativa de uno mismo.
 Sensación de melancolía durante la mayor parte del día.
 Preocupación excesiva.
 Dificultad de concentración.
 Infelicidad.
 Inseguridad.
 Tono de humor depresivo.

Entre los síntomas comportamentales tenemos los siguientes:


 Fumar excesivamente.
 Olvidos frecuentes.
 Aislamiento.
 Conflictos frecuentes.
 Escaso empeño en ejecutar las propias obligaciones.
 Tendencia a polemizar.
 Desgano.
 Ausentismo laboral.
 Dificultad para aceptar responsabilidades.
 Aumento o reducción del consumo de alimentos.
 Dificultad para mantener las obligaciones contraídas.
 Escaso interés en la propia persona.
 Indiferencia hacia los demás.

15. Consecuencias del estrés.


“La respuesta del organismo es diferente según se esté en una fase de tensión inicial en
la que hay una activación general del organismo y en la que las alteraciones que se
producen son fácilmente remisibles, si se suprime o mejora la causa, o en una fase de
tensión crónica o estrés prolongado, en la que los síntomas se convierten en
permanentes y desencadena la enfermedad”3.

La importancia de las diferencias personales. Existen diferencias generales entre las


personas en su modo de valorar las situaciones estresantes, estableciendo tres tipos
generales de personas (Meichenbaum y Turk, 1.982): Sujetos Autoreferentes,
Autoeficaces y Negativistas.

3
Incidencia. Aunque se ha dicho que este es un caso muy común, es importante anotar
que el estrés no es un problema asociado únicamente al trabajo, ya que también existe
fuera de él. Fuera del lugar de trabajo el estrés está asociado con la vida doméstica del
trabajador y de su familia las responsabilidades familiares, civiles, la organización del
transporte el ocio y las actividades de formación o docentes. Además, damos por sabido
que no solamente un ámbito laboral y/o familiar pueden ser fuentes potenciales de
estrés, sino que también debemos tener en cuenta dentro de las responsabilidades
familiares o civiles, el estrés causado por presiones del estudio. Esto puede darse más
frecuentemente en estudiantes universitarios.

Efectos y costos del estrés. Los problemas de ansiedad, depresión, neurosis, alcohol y
drogas van claramente asociados al estrés. Consideradas en conjunto estas alteraciones
son las responsables de la gran mayoría de enfermedades, fallecimientos, incapacidades
y necesidad de atención médica en los (Di Margino, 1.996).

Tipos de estrés
Hay una serie de factores que condicionan una situación estresante:
* Sobrecarga de actividades
* Exceso o falta de actividades.
* Rapidez en realizar la tarea.
* Necesidad de tomar decisiones.
* Fatiga, por esfuerzo físico importante. Viajes largos y numerosos.
* Excesivo número de horas de trabajo o estudio.

El estrés académico. Los tipos de estrés suelen ser clasificados tomando como
base la fuente del estrés (en términos de Orlandini, 1999, "el tema traumático), en ese
sentido se puede hablar del estrés amoroso y marital, del estrés sexual, del estrés
familiar, del estrés por duelo, del estrés médico, del estrés ocupacional, del estrés
académico, del estrés militar y del estrés por tortura y encarcelamiento.
A pesar de que Orlandini (1999) no establece una diferencia entre los niveles
educativos que cursan los alumnos al momento de clasificar el estrés como académico,
la literatura existente sobre el tema sí lo realiza, por lo que suele denominar estrés
escolar (v. gr. Witkin, 2000 y Trianes, 2002) a aquel que padecen los niños de educación
básica, por lo que en esta investigación se entenderá por estrés académico solamente
aquel que padecen los alumnos de educación media superior y superior.
Con base en estas acotaciones, estamos en consideración de proponer la siguiente
definición de estrés académico:

El estrés académico es aquel que padecen los alumnos de educación media superior y
superior y que tiene como fuente exclusiva a estresores relacionados con las actividades
que van a desarrollar en el ámbito escolar.
Los estresores. Desde que Selye hizo sus famosos hallazgos sobre el estrés, la
investigación médica y psicológica ha dedicado grandes esfuerzos a estudiar sus
implicaciones. Una línea de investigación ha explorado los factores causales son los que
se definen como estresores que son el estímulo o situación amenazante que desencadena
en el sujeto una reacción generalizada e inespecífica

. Muestra

A.1. Población:
Son todos los estudiantes del sexo masculino y femenino de la Universidad Privada
Antonio Guillermo Urrello (40)

Para el informe
 Intruduccion
 Planteamiento del problema
 Objetivos
 ANALISIS CUANTITATIVO
 Medida de tendencia central y dispersión para datos originales
Media, mediana, moda rango, (interpretación)
 Medida de tendencia central y dispersión para datos agrupados (cuatro
ejemplos)
 Medidas estadísticas de las cuatro variables cuantitativas
ANALISIS CUALITATIVO
 Proporciones y gráficos
 Tabas de distribución de frecuencia (solo dos cualitativas)
 Probabilidades (1. tabla) (de bayes)
 Un ejemplode binomial y poisson
 Muestreo
 Conclusiones.

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