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Intervención Psicosocial, 2003, Vol. 12 N.° 2 - Págs.

153-161

DOSSIER

La sociedad educadora
The educational society

María LÓPEZ MATALLANA*


Jorge TORRES LUCAS**
Fecha de Recepción: 10-10-2003 Fecha de Aceptación: 30-10-2003

RESUMEN

Toda sociedad tiene como misión asegurar un adecuado proceso de socialización de


sus nuevos miembros. En la actualidad este objetivo se ha logrado mediante la implan-
tación de la escolaridad obligatoria, al menos desde un punto de vista cuantitativo,
pero también es cierto que esto ha tenido como consecuencia una des-responsabiliza-
ción de la sociedad en lo que se refiere a la educación de sus miembros más jóvenes.
Una sociedad-ciudad será educadora cuando reconozca, ejerza y desarrolle, entre
otras, una función educadora, en el sentido de asumir una intencionalidad y una res-
ponsabilidad con el objetivo de la formación, la promoción y el desarrollo de todos sus
habitantes, empezando por los más jóvenes. Desde esta perspectiva, se plantean algu-
nas líneas de reflexión de cara a la praxis de una sociedad educadora: la necesaria
incidencia en una acción educativa de carácter comunitario sobre los niños y algunas
de sus premisas, así como la activación/recuperación de espacios de convivencia y par-
ticipación social y algunas de las vías para conseguirlo.

PALABRAS CLAVE
Sociedad educadora, Educación, Participación, Ciudad educadora, Comunidad, Proyecto
ciudad educadora.

* Dra. en Pedagogía . Departamento de Educación Social. Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle,
Madrid. c/ Lasalle, 10 - 28023 Madrid.
**Dr. en Pedagogía. Departamento de Educación. Universidad Pontificia Comillas de Madrid. c/ Universidad
Comillas, 3 - 28049 Madrid.

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La sociedad educadora

ABSTRACT
The mission of every society is to ensure an appropiate socialization process for their
new members. Nowadays this objetive has been achiveved through the implementation of
compulsory schooling, at least, from a quantitative point of view; but it is also true that this
has had as consequence a de-responsibilization for the younger members education. To be
educational, a city-society must recognize, practice and develop –among others - an educa-
tional function, in the sense of assuming a purpose and a responsibility aimed to the for-
mation, promotion and development of all its members, starting with the younger. From
this point of view, some reflection lines are considered in order to face the practice of an
educational society: the necessary incidence in an educational action of community cha-
racteristic on children and some of the premises, as wells as the activation/recovering of
spaces for social cohabitation and participation and some ways to achieve it.

KEY WORDS

Educational society, Education, Participation, Educational city, Community, Educational


city project.

1. FUNCIÓN EDUCADORA DE LA que deben ser realizadas para asegurar


SOCIEDAD la preservación del sistema social. Una
de las funciones sociales básicas para
Toda sociedad tiene como misión fun- dicha preservación es la educación de
damental asegurar un adecuado proceso niños y jóvenes de cara a una correcta
de socialización de sus nuevos miem- integración en la sociedad. Tal función
bros, que niños y jóvenes se integren y ha ido progresivamente institucionali-
adapten en la estructura social y asu- zándose, hasta llegar al sistema escolar
man transformadoramente las pautas y que es propio de las sociedades desarro-
patrones culturales propios del sistema. lladas.
Desde una perspectiva antropológica, Esta progresiva institucionalización
dicho proceso recibe el nombre de encul- de la función educativa en torno al siste-
turación, según el cual el sujeto va asu- ma escolar ha dado, entre otros, los
miendo paulatinamente los patrones y siguientes resultados: por un lado, la
pautas culturales en la vivencia cotidia- universalización del derecho a la educa-
na que tiene en un ambiente que está ción y la igualdad de oportunidades de
investido culturalmente. Desde otras acceso a la enseñanza y la formación (al
perspectivas, se entiende como el proce- menos cuantitativamente). Pero, por otro
so de asunción de las funciones básicas lado, ha generado una fuerte des-res-

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ponsabilización del resto de los sectores Trilla (2000) hace un análisis muy
sociales con respecto a la educación y la lúcido de los aspectos que hemos desa-
formación de los ciudadanos más jóve- rrollado hasta ahora, señalando dos
nes. principios fundamentales sobre la edu-
cación, los principios de heterogeneidad
La vinculación con carácter de casi y globalidad:
exclusividad que se da entre la institu-
ción escolar, con apoyo de las familias, y — El primero hace referencia a la
la educación de niños y jóvenes choca diversidad y amplitud del hecho educati-
con la globalidad que caracteriza al vo. La educación puede estar en muchas
hecho educativo. Y también al proceso partes y puede proceder de una gran
de socialización. variedad de agentes e instituciones.
El niño y el joven se van conformando — El segundo, reconoce la heteroge-
a través de una red múltiple de influen- neidad de la educación, pero incide en
cias y mensajes generados desde muy que, al mismo tiempo, es necesario tener
diversas fuentes: el colegio, la familia, una visión holística, global e integradora
los amigos, los medios de comunicación del hecho educativo. Si miramos la edu-
y, en algunos casos, otros grupos de cación desde fuera, de una forma analí-
referencia... Este aspecto esencial del tica, vemos que hay muchas educacio-
proceso educativo y socializador es el nes distintas; pero si cambiamos el enfo-
que pone de relieve el papel educador de que y miramos desde la perspectiva del
la sociedad, como responsable último del sujeto que se educa, todas aquellas edu-
bagaje relacional, actitudinal y compor- caciones distintas se mezclan de una
tamental que las personas van adqui- forma muy compleja.
riendo a lo largo de la vida.
Franch (1985) lo explicaba muy bien
Una sociedad que recupere su respon- al indicar que cuando se está hablando
sabilidad formativa, su función educado- tanto de “…educación sexual, educación
ra y conformadora de sus miembros, que para la salud, educación ambiental, y
no esconda y arrincone esa función en de un montón de educaciones que cues-
tan sólo unos determinados espacios ta recordar, es importante plantearse si
institucionales. Una sociedad que asuma educaciones hay muchas o sólo hay una
explícitamente su papel como generado- que requiere diversidad de procedimien-
ra de las condiciones para que se desa- tos y una matización de las finalidades
rrollen valores de ciudadanía democráti- propias de cada momento según el sec-
ca tales como la participación, la respon- tor de la vida del niño en que incide. Si
sabilidad social, la solidaridad, la convi- se parte de muchas educaciones es que
vencia, la tolerancia… se tiene más presente lo que hace de
Desde la pedagogía se viene insistien- especial el supuesto educador que lo
do desde hace tiempo en la necesidad de que hace el niño. Si, en cambio, se pone
profundizar e instrumentalizar la fun- al niño en el centro de la consideración
ción educadora de la sociedad, estable- del problema, entonces se plantea nece-
ciendo como objetivo fundamental con- sariamente la unicidad del proceso edu-
seguir generar una cierta coherencia en cacional del niño y la exigencia de la
los mensajes conformadores que se emi- globalidad del conjunto de la experien-
ten desde la diversidad de agentes y cia que éste vive en ámbitos diversos.
fuentes que influyen en el proceso edu- Experiencia que, a la corta o a la larga,
cativo y socializador de niños y jóvenes deberá integrar desde su propia pers-
(y en general, de toda la población). pectiva”.

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En la base de muchos de los proble- todo, una idea-fuerza surgida a finales


mas de socialización en adolescentes y de la década de los 80 a partir de la ini-
jóvenes y de muchos de los comporta- ciativa de diversas corporaciones muni-
mientos inadaptados, se encuentra la cipales, que cristaliza en la Declaración
incoherencia entre los mensajes de los de la Carta de Ciudades Educadoras de
diferentes agentes que influyen en el 1990 (revisada en 1994). En ella se defi-
niño, y en la existencia de mensajes ne que la ciudad será educadora cuando
latentes e implícitos contradictorios. Y, reconozca, ejerza y desarrolle, además
por supuesto, en la experiencia vital de de las funciones tradicionales, también
cada sujeto que, más a menudo de lo una función educadora, en el sentido de
que sería deseable, se ve reducida a asumir una intencionalidad y una res-
contextos pobres y poco diversos. Así, ponsabilidad con el objetivo de la forma-
por ejemplo, mientras en el colegio se ción, la promoción y el desarrollo de
desautoriza la violencia como forma de todos sus habitantes, empezando por los
solucionar los conflictos, el cine, la tele- más jóvenes.
visión, la publicidad y los videojuegos
muestran constantemente mensajes en Todo esto supone incidir en que “…los
sentido contrario (y en el parque, cuan- términos de la relación entre sociedad y
do el niño está solo y surge el conflicto, educación cambian de naturaleza: hay un
la conducta que prima es de agresión). proceso de compenetración íntima de la
Mientras el sistema escolar y el laboral educación y el tejido social, político y eco-
se estructuran en torno al esfuerzo y la nómico, en las células familiares, en la
capacidad de demorar la recompensa de vida cívica” (Faure, 1972).
una conducta, en el entorno social y
cultural se valora el presentismo y la Como señala Soler (1998), se trata de
satisfacción inmediata de las necesida- dirigir la actuación hacia dos polos del
des y los deseos (la experiencia, enton- contexto social:
ces, indica que es mejor jugar ahora — Hacia el polo territorial, constitui-
que aprobar dentro de un mes; tener un do por la familia, los entes locales, las
regalo que esperar al cumpleaños; salir asociaciones y las estructuras producti-
con los amigos que prepararse para un vas, buscando el compromiso de favore-
futuro laboral aún muy lejano…) cer que los jóvenes tengan una base
Por tanto, es básico abordar las estra- experiencial rica, íntegra, auténtica, dife-
tegias necesarias para que los diferentes renciada y sanamente conflictiva.
agentes que confluyen en la conforma- — Hacia el polo escolar, constituido
ción del niño y el joven se hagan cons- por la escuela y otras agencias educati-
cientes de su papel educador y se res- vas, a quienes corresponde el deber de
ponsabilicen de él, así como definir fór- transformar las experiencias de vida en
mulas para coordinar pedagógicamente instrumentos culturales adecuados a la
sus diversos papeles. sociedad en que vivimos.
Así la ciudad, desde su voluntad edu-
2. HACIA UNA SOCIEDAD-CIUDAD cadora, ha de definir y establecer su pro-
EDUCADORA yecto educativo de ciudad, en cuyo inte-
rior todo el mundo tiene su papel, su
En esta línea de articulación y concre- función, su responsabilidad: las admi-
ción, encontramos los conceptos de ciu- nistraciones y servicios públicos, las ins-
dad educadora y proyecto educativo de tituciones y equipamientos culturales, el
ciudad. Ciudad educadora es, sobre mundo de la creación y la producción de

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la cultura, las artes, las ciencias y las reflexionar sobre algunos aspectos que
nuevas tecnologías, el mundo de la eco- nos parecen especialmente relevantes:
nomía y del trabajo, las entidades y aso-
ciaciones, los medios de comunicación y, — Por una parte, nos parece impres-
por supuesto, también la escuela. cindible incidir en una acción educadora
para la infancia, de forma que niños y
Nuestras sociedades se caracterizan, niñas vivan ya un proceso de aprendiza-
cada vez más, por la multidireccionali- je social que les permita educar-se para
dad, por la diversidad de agentes y sec- conformar la base de una sociedad con
tores que desarrollan propuestas e ini- vocación e intención educadora. Ningu-
ciativas de actuación. De hecho, ya se na política de juventud (mujer, servicios
empieza a definir el nuevo modelo de sociales, etc.) puede desligarse u olvidar
sociedad como la sociedad-red, donde la el origen de las personas con las que tra-
definición de las políticas educativas, baja: los actuales sujetos de las políticas
sociales y culturales se conciben y desa- de infancia son los futuros sujetos de
rrollan de un modo más relacional entre políticas de juventud (y, además, son
la constelación de agentes que interactú- escolares). En este sentido, la actitud de
an en el contexto social. los técnicos o los colectivos de ciudada-
nos no puede ser exclusivamente crítica
En el ámbito de la intervención con con dichas políticas, con los padres o
niños y jóvenes, dentro del marco rela- con la escuela, sino que debe ser una
cional y global que supone la sociedad- actitud de implicación, de co-responsa-
ciudad educadora, se hace necesario bilidad, de coordinación para preparar y
potenciar y recuperar los espacios para trabajar sobre los procesos necesarios
apoyar el proceso de socialización del para alcanzar un buen desarrollo perso-
niño y joven desde su propio territorio. nal y social de nuestros niños. Y para
Promover que esos espacios se configu- que esto sea posible es necesario, ade-
ren como nudos en la red social, como más, un buen clima en el que desarro-
focos de confluencia de los distintos llarse, acogedor, motivador, cariñoso…,
agentes que inciden en ese territorio. no basta con que cada institución realice
su trabajo, este trabajo debe estar inte-
grado en la comunidad, permitiendo que
3. PRAXIS DE UNA SOCIEDAD los niños y jóvenes se sientan parte de
EDUCADORA: ALGUNAS ella.
REFLEXIONES
— En segundo lugar, consideramos
Una vez hechos los planteamientos muy importante la activación y/o recu-
básicos de lo que es y supone el concep- peración de espacios de convivencia y
to de sociedad-ciudad educadora, cabe participación social (algunos muy des-
plantearse algunas reflexiones, a nues- contextualizados de las necesidades rea-
tro parecer importantes, para la puesta les, otros demasiado abandonados como
en práctica del mismo. para tener relevancia social), así como de
la interrelación entre estos espacios y,
Propiciar que la sociedad asuma su en consecuencia, el establecimiento real
responsabilidad educadora, implicaría de un mayor protagonismo de diferentes
que las administraciones responsables sectores de la población en la atención
aseguraran la integración real y cotidia- cotidiana a los problemas de la comuni-
na de los diferentes sectores sociales que dad. En el marco de esta sociedad, que
forman parte de las comunidades de cada vez tiende más a la individualiza-
referencia. En este sentido, proponemos ción, es importante conseguir que los

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ciudadanos nos sintamos parte de una sino ignorando la necesaria “normaliza-


comunidad. ción” social a la que cualquier persona
tiene derecho y que es la base del desa-
Estos dos aspectos se complementan rrollo social.
total e ineludiblemente. Es imposible
que los niños sean educandos de la El enfoque ha de ser, necesariamente,
sociedad si, a su vez, ésta no asume pro- otro. Una intervención paliativa de los
gresivamente su papel educador. problemas que surgen durante la infan-
cia aporta muy poco de cara al futuro.
Sin embargo, el primer aspecto, la Una intervención focalizada en los pro-
incidencia en la educación infantil, no blemas específicos de cada niño (o de un
deja de ser un buen punto de partida. La conjunto de ellos) sólo tiene sentido en
sociedad, en términos generales, se preo- la medida en que constituye un comple-
cupa por sus niños. Esto nos permite mento (una parte más) a una acción
contar con una tendencia por parte de comunitaria protectora y estimulante,
los diversos agentes socializadores a par- más amplia.
ticipar, en mayor o menor medida, en los
procesos que atañen a la infancia: Veamos un ejemplo: la intervención de
escuela, familia, instituciones de carác- un logopeda supone una ayuda para un
ter social y educativo, etc. La intención niño con dificultades en el lenguaje,
de proteger a la infancia y de ayudarla sobre todo en la medida en que este niño
en su desarrollo personal y social ha es estimulado a hablar –es escuchado–
generado movimientos de inestimable por sus padres, es respetado por su
valor como por ejemplo “La ciudad de los compañeros de cole bajo la tutela de un
niños” (iniciada en Fano, Italia, y difun- profesor que propicia un clima de tole-
dida por F. Tonucci y el movimiento de rancia en el que todos son importantes,
renovación pedagógica Acción Educativa, en las actividades extraescolares –aun-
en nuestro país), que recoge en asocia- que sea la de teatro– puede participar
ción a ciudades de diferentes puntos como uno más, cuando baja al parque
geográficos que se comprometen a crear los vecinos no ponen en evidencia su
un entorno más amable y estimulante dificultad y, por tanto, no transmiten a
donde crecer, así como a escuchar las sus hijos el desprecio por la diferencia...
demandas de los niños para su ciudad a
través de los “Consejos de Niños”. Y, por No es tarea fácil, pero la transmisión
supuesto, proyectos orientados al desa- de valores y el estímulo a la mejora, a la
rrollo socioeducativo infantil, de carácter importancia del aprendizaje y del esfuer-
local, ligados al barrio y su red asociati- zo, a la superación de las pequeñas frus-
va, que permiten una integración en la traciones, al respeto por el otro, a la
comunidad y a su vez abren perspectivas resolución autónoma de conflictos, al
y espacios educativos nuevos y enrique- comportamiento solidario, a la acepta-
cedores a los niños y niñas con los que ción normalizada de la diferencia, etc.,
trabajan. no es exclusivamente tarea de la escuela,
la familia o el centro social, sino que por
Pero la misma intención acoge a el contrario corresponde a todos ellos y a
menudo proyectos que, amparados en otros agentes implicados. Es importante
una vocación de integración social (de dar coherencia a esa acción educadora
niños con dificultades de origen social, que, como comentábamos antes, puede
físico, psíquico o de aprendizaje), actúan tener distintas fuentes y formas, pero
descontextualizados del entorno, no ya que finalmente es cada niño, cada joven,
sólo dificultando una integración real, quien la integra personalmente.

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Veámoslo desde otra perspectiva. Un participación –que sin duda existen


profesor no puede quedarse tranquilo muchos-, sino promover que los espacios
porque ese niño que crece en un de participación:
ambiente desfavorecido (y que por tanto
tiene dificultades de aprendizaje, de — Se integren e interrelacionen entre
adaptación y, en definitiva, personales, sí aportando mayor riqueza y permitien-
que atañen a la construcción de su iden- do: la generación de nuevas redes, el
tidad y a su forma de ver y vivir el aprovechamiento de la experiencia de
mundo), recibe apoyo escolar por parte otros colectivos y, en consecuencia, una
de una entidad de carácter social (junto mayor fuerza de la sociedad.
con otros niños en situación similar a la
suya), o su familia está atendida por los — Se den a conocer adecuada y real-
servicios sociales (junto con otras fami- mente, motivando a participar a los que
lias en situación similar). Lo cierto es nunca lo han hecho (por ignorancia, por
que ni padres, ni servicios sociales, ni dejadez, por baja autoestima) y asegu-
escuela, ni entidades sociales pueden/ rando la realidad práctica de dicha parti-
deben realizar su tarea educadora de cipación.
forma independiente ni descontextuali- Centraremos nuestra reflexión, breve-
zada, como no pueden/deben responsa- mente, en este último punto. Estimular
bilizar exclusivamente de dicha educa- y motivar la participación implica, en
ción a ninguna de las otras institucio- primer lugar, asegurar el relevo ágil y
nes. Porque, en definitiva, el niño “pasa operativo en los órganos de participación
de mano en mano” sin satisfacer nunca a través de procesos de información/for-
a los adultos (los mismos adultos res- mación adaptados a las características
ponsables de ayudarle a crearse una de la población participante. Que el tra-
identidad, de alimentar su autoestima). bajo previo a la incorporación de los
Y el único espacio en el que puede ser nuevos miembros esté documentada y
“alguien” es el de los iguales (que habi- disponible es imprescindible, pero en
tualmente se encuentran en la misma muchos casos no es suficiente. El espa-
situación personal y social). Sin duda cio de participación ha de resultar aco-
este ejemplo, como suele suceder, es gedor e integrador con independencia del
excesivamente simplificador, pero lo cier- nivel formativo o la edad de los partici-
to es que aunque la realidad sea comple- pantes; esto requiere articular formas
ja, no podemos eludir la responsabilidad creativas y estimulantes para la transmi-
de buscar y abordar soluciones educati- sión de la información. Y también, por
vas globales, que impliquen la coordina- supuesto, que hagamos real la vieja pre-
ción de los diferentes sectores. misa “a participar se aprende participan-
Lo cual nos lleva a abordar el segundo do”.
punto. La progresiva implicación de los En segundo lugar, las reflexiones y
diferentes agentes sociales en la re-cons- propuestas generadas en el seno de los
trucción de una sociedad educadora, espacios de participación deben ser
supone sin duda que las administracio- atendidas, analizadas colectivamente y,
nes públicas y/o las instancias respon- en su caso, puestas en marcha por las
sables activen los espacios de participa- instancias oportunas. Esto es posible si,
ción, asegurando un mayor protagonis- por una parte, los participantes han
mo social. recibido la adecuada información/for-
La participación social requiere, no mación acerca de sus funciones, por otra
sólo el establecimiento de cauces para la los foros de participación son dinamiza-
dos adecuadamente y, finalmente, los

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profesionales que trabajan en las dife- — Intergeneracional: entre niños de


rentes entidades (centros formativos, diferentes edades, con abuelos, fami-
sociales, culturales, etc.) aceptan los liar… el trato con personas de diferentes
enfoques y propuestas generados en los edades es altamente enriquecedor.
espacios de participación como una
aportación importante que deben tratar — Para la reivindicación de lo peque-
de articular en la práctica y no como ño pero importante: el arreglo del par-
intrusismo profesional. que, la defensa de unos vecinos, la crea-
ción de un espacio deportivo…
La consecuencia de todo lo planteado
debe ser un mayor protagonismo de la — Para la convivencia en el barrio, en
sociedad en su propio proceso. Ahora el pueblo: asociaciones para el deporte,
bien, desde la perspectiva de una socie- para el ocio (las peñas), para la fiesta,
dad-ciudad educadora, creemos que este movimientos de ayuda vecinal…
protagonismo no sólo debe centrarse en
la propuesta, sino también en la ejecu- — Para el ocio y la cultura de todos,
ción de soluciones o alternativas comu- en los que prime la “normalización”
nitarias a los problemas (si la escuela no sobre la “integración”, la construcción y
es la única responsable del proceso edu- vivencia de la cultura sobre el mero con-
cativo de nuestros niños, tampoco lo es sumo de productos culturales.
la administración pública de la resolu- — Para la iniciativa compartida desde
ción de problemas sociales). los intereses comunes, no sólo la “matri-
Creemos que esto sólo es posible culación” en actividades organizadas por
desde la potenciación y el desarrollo de otros.
un sentimiento de pertenencia a la — Para la tertulia y el café, no sólo
comunidad en la que se vive. Desde esta los cursos de formación, las escuelas de
perspectiva, parece imprescindible la padres con expertos o los talleres.
creación de nuevos espacios de convi-
vencia y la búsqueda de alternativas que Y las administraciones competentes,
impliquen a la comunidad, coordinados desde el objetivo de que la sociedad
y motivados por las administraciones recupere su función educadora, deberían
competentes. articular la recuperación/implementa-
ción de actividades comunitarias ligadas
Las políticas actuales parecen tender a las realidades sociales que le son pro-
al trabajo sectorializado: espacios para pias. Veamos un ejemplo, ante la reali-
los mayores, para los jóvenes, para los dad de padres que trabajan y no pueden
niños, para las mujeres con dificultades, atender a sus niños hasta las 19 o las
para las personas en situación de riesgo 20 h. de la tarde, diferentes instancias
social… Es cierto que, en ocasiones, es ponen en marcha proyectos de activida-
necesario un trabajo profesionalizado de des extraescolares, ludoteca o apoyo
apoyo y/o ayuda a personas con deter- escolar que aseguran el cuidado de los
minadas dificultades (ya lo hemos apun- niños hasta que pueden ser recogidos.
tado antes), pero también es cierto que Ciertamente son proyectos con un talan-
este trabajo no tiene los resultados dese- te educativo y, en principio, interesan-
ados si no se contextualiza y se apoya en tes. Pero también es cierto que los niños
la comunidad. Nuestra sociedad, si pre- necesitan descansar, estar con sus
tendemos que recupere su función edu- mayores, tener otras oportunidades de
cadora, necesita recuperar o re-inventar estímulo familiar: una jornada de 9 a 20
espacios para el encuentro: resulta agotadora para cualquiera.

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Antes, era común que los vecinos y fami- dades, creadores de un sentido de perte-
liares se encargaran de estos niños nencia a la misma.
hasta que los padres llegaran del traba-
jo. ¿Por qué no implementar proyectos Sólo se necesita que las instituciones,
de “madres-canguro” que recogen a los técnicos, los pedagogos, los maes-
varios niños del colegio, de la ludoteca o tros, los educadores sociales… favorez-
de la extraescolar (hacia las 18 h.) y se can la implementación de espacios para
quedan con ellos en casa hasta que pue- la convivencia y la participación, capa-
den recogerlos sus padres? Mayores que ces de generar soluciones más ligadas a
ejercen voluntariado con personas más las necesidades comunitarias, contando
mayores o impedidas (voy a ver a mi con las personas que forman parte de
vecina que no puede salir, y de paso la ella. O, como dice Ortega Esteban
llevo un caldo); ludotecas integrales, (1998), que sintetiza perfectamente las
donde abuelos y niños, jóvenes y adultos ideas desarrolladas en esta parte del
comparten un rato de ocio alrededor artículo: “La educación a lo largo de la
de... ¿un parchís?, o simplemente com- vida debe integrar a los niños y los jóve-
parten el espacio, se ven, se oyen, nes en la sociedad, incluso en el sistema
comentan; jóvenes que ayudan con los educativo, pero también y sobre todo en
deberes a niños más pequeños de su la familia y en la comunidad de base. La
colegio o de su asociación. Las posibili- educación como enriquecimiento de los
dades son múltiples, y seguramente la conocimientos y las capacidades, pero
misma comunidad sería capaz de gene- también y sobre todo, de estructuración
rar ideas y proyectos sencillos pero úti- personal y de las relaciones entre los
les, ligados a sus necesidades y posibili- individuos y los pueblos”

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