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Teología y Vida, 57/4 (2016), 563-573 563

ACTA SYNODALIA, Documentos sinodales desde el año 50 hasta el 381 A.


BARON y H. PIETRAS (Eds.), Edición española dirigida y reelaborada por
Samuel Fernández, B.A.C, Madrid 2016, 902 pp. ISBN 978-84-220-1879-7

El 31 de agosto de 2016 se realizó de la Iglesia. Un autor tan poco sos-


en la Facultad de Teología de la Pon- pechoso de heterodoxia, como Ata-
tificia Universidad Católica de Chi- nasio, en De synodis, para esclarecer
le una presentación oficial de este la contradicción entre los textos de
texto, fruto del trabajo del profesor importantes sínodos, afirma que para
titular de esta casa de estudios, Dr. entender estas declaraciones, es nece-
Samuel Fernández Eyzaguirre. En la sario considerar «la explicación dada
ocasión participaron como presenta- por los padres (Į੝IJ૵Ȟ ਦȡȝȘȞİȓĮ) y
dores tres colegas del autor –Fernan- el requerimiento (ȤȡİȓĮ) por el cual
do Berríos, Marcelo Gidi y Rodrigo ellos escribieron de este modo acer-
Polanco–, quienes destacaron diver- ca del Señor». De esta manera, según
sos aspectos de la obra y de su valor Atanasio, «cada sínodo posee un mo-
y significado para el quehacer teo- tivo razonable por el cual unos han
lógico actual. También intervino el escrito de un modo y los otros, de
mismo Prof. Fernández, para aportar otro» DSy 45,5 (AW II, 270).
algunos antecedentes generales de la
Pero, la rica actividad sinodal
publicación. A continuación se ofre-
desarrollada por la Iglesia en sus
ce una versión extractada de los ele-
primeros siglos no es de fácil acceso
mentos centrales de cada una de es-
para el lector contemporáneo. Las
tas presentaciones, partiendo por la
colecciones de textos, disponibles en
del autor. Para respetar la autoría de
español, en lo que se refiere a los pri-
los aportes, se ha mantenido, cuando
meros siglos de la Iglesia, son extre-
corresponde, la redacción en primera
madamente selectivas y en general
persona.
recogen solo unos pocos documen-
El exégeta liberal David Friedrich tos y de manera parcial. No es fácil,
Strauss, en 1840, escribió: “La ver- entonces, el acceso a la riqueza de
dadera crítica del dogma no es más las discusiones y a la variedad de las
que su historia”. Efectivamente, el posiciones. Por otra parte, la natu-
estudio histórico del desarrollo de ral preocupación por los contenidos
la teología derriba los dogmas com- relativos a la fe y a las costumbres
prendidos como fórmulas absolutas, (fides et mores) ha postergado una
desvinculadas de su propio contexto. buena cantidad de temas discipli-
Pero, por el contrario, el estudio his- nares, cuyo contenido parece menos
tórico de la teología otorga vida a los relevante para la actualidad, pero
dogmas como formulaciones histó- que transmiten interesantes carac-
ricas que, desde su propio contexto, terísticas de la vida cotidiana de los
tienen un valor permanente para la fe cristianos de los primeros siglos.
564 Fernando Berríos, Marcelo Gidi, Rodrigo Polanco

¿Se trata de un Denzinger más I (381) que la colección polaca ubica


amplio para la Iglesia antigua? En en otro volumen.
parte se podría decir eso, pero solo Algunas particularidades de la edi-
en parte. Efectivamente, el lector en- ción. Todas las traducciones han sido
contrará muchos textos oficiales que hechas desde los respectivos origi-
expresan la fe de la Iglesia y que no nales, griegos, latinos o siríacos. Al-
se encuentran en el Denzinger, pero gunas han sido tomadas, con ciertas
encontrará también muchos textos modificaciones, de autorizadas obras
que provienen de la actividad sino- ya publicadas, pero la gran mayoría
dal de los obispos, pero que no son de los textos no contaba con una ver-
reconocidos como expresión de la fe sión española y su traducción ha sido
de la Iglesia. Es decir, no todos los realizada para este volumen por un
textos publicados en este volumen se equipo internacional de traductores,
pueden considerar normativos. Por cuya autoría está señalada para cada
ello, es muy necesario advertir que en documento en particular. El equipo,
la lectura de Acta synodalia hay que en orden alfabético, está conformado
tener en cuenta, caso a caso, el con- por:
texto y la proveniencia de cada texto,
para realizar un discernimiento de su Ramón Cornavaca (Universidad
valor y de su lugar en la historia de la Nacional de Córdoba, Argentina)
teología. Samuel Fernández (Pontificia Uni-
Contenido y antecedentes del vo- versidad Católica de Chile)
lumen. Acta synodalia es una versión Jaime Hoefken (U. Antonio Ruiz
reelaborada, y con traducción espa- de Montoya y U. del Pacífico,
ñola, de la obra homónima prepa- Perú)
rada por Arkadiusz Baron y Henryk
Jerónimo Leal (Pontificia Univer-
Pietras, publicada en Cracovia en
sità della Santa Croce, Italia)
2006, como parte de una colección
más amplia que tiene por título Syno- Octavio Peveraro (Investigador,
di et collectiones legum. Los primeros Argentina)
pasos de este proyecto fueron dados Fernando Soler (Pontificia Univer-
en el 2011. En términos generales, la sidad Católica de Chile)
selección de los documentos y la es-
tructura del volumen son obra de los Cristián Sotomayor (Pontificia
estudiosos polacos, si bien, en algu- Universidad Católica de Chile)
nos casos, hemos juzgado apropiado Se ha intentado homogenizar la
cambiar de lugar algún documento, traducción de algunos términos téc-
agregar otros o eliminar alguno. So- nicos y, en ciertos casos, más que
bre todo, la presente versión española traducidos ellos han sido translite-
ha incluido los textos de los sínodos rados (hypóstasís, homooúsios, pró-
de Nicea (325) y de Constantinopla sopon, etc.), dado que este tipo de
Crónica 565

términos sufre una importante evo- Fernando Berríos: la importancia


lución durante la crisis arriana y, en del conocimiento de las fuentes
muchos casos, es discutible cuál es su para la teología sistemática
significado.
Tener que hablar de esta obra des-
La información disponible sobre
de mi experiencia como profesor en
los sínodos es irregular. A veces se
el ámbito de los sacramentos de ini-
ha contado con las actas, a veces solo
ciación y, en algún momento, tam-
con fragmentos de los documentos,
bién de eclesiología, me ha llevado a
a veces con una breve noticia en una
reflexionar sobre los principios fun-
carta.
damentales que deberían guiar siem-
Las notas, por su parte, son ori- pre la enseñanza en el ámbito de la
ginales de la edición española y son teología sistemática. Voy a compar-
obra de una sola mano. Ellas buscan tir ahora, muy brevemente, estas re-
aclarar el contexto histórico y doctri- flexiones, a propósito del aporte que
nal de los diferentes escritos y ofrecer ofrece Acta Synodalia.
alguna orientación bibliográfica.
Es sabido que, siguiendo los im-
Finalmente, junto con los tra- pulsos renovadores que confluyeron
ductores Cristián Sotomayor y en el Concilio Vaticano II, el cultivo
Fernando Soler, de esta Facultad, de la teología adquirió en nuestra Fa-
agradecemos a los colegas que han cultad una impronta que ha mante-
participado en esta presentación, y nido hasta hoy, y que solemos definir
a los que han contribuido en la ela- como una perspectiva histórico-dog-
boración de este volumen. A Karla mática. Este enfoque fundamental
Huerta, Pierina Monte y Paula de nos ha ayudado a varias generaciones
la Cerda que han trabajado en la de teólogos que estudiamos en esta
corrección del texto y en la elabo- casa, a tener una comprensión más
ración de los índices, y en especial lúcida sobre los contenidos teológi-
a Pascale Larré, que además ayudó a cos de cada tratado en su desarrollo
Fernando Soler en la digitalización histórico y, más específicamente, te-
de los textos en griego. Esperamos niendo en consideración los elemen-
que este volumen pueda ser útil a in- tos contextuales de cada uno de los
vestigadores, profesores y estudian- momentos de ese despliegue, inclu-
tes de Teología, Historia, Derecho yendo en esto a los fundamentos
Canónico, etc., y que la riqueza y bíblicos. Esta mirada ha sido un im-
la variedad, los aciertos y los errores portante aporte teológico de nuestra
de las comunidades de los primeros Facultad, porque ha hecho posible
siglos, su fundamental unidad, su una consideración más matizada de
relativa autonomía y su sinodalidad los diversos avatares del cristianismo
puedan ser un estímulo para la siem- en su historia y, con ello, una toma
pre necesaria renovación eclesial. de distancia o una consideración más
566 Fernando Berríos, Marcelo Gidi, Rodrigo Polanco

crítica de ciertos clichés o posibles de ese modo encaminarse a una re-


simplificaciones. flexión propia.
Pero, a mi parecer, este enfoque A partir de esta reflexión, vuelvo
ha tenido también sus limitaciones; al texto de Acta Synodalia para mos-
y yo agregaría: más en la práctica trar por qué y en qué sentido creo
docente que en el espíritu que la ha que será un gran aporte al quehacer
animado. El acento en el aspecto docente, sobre todo para los profeso-
orgánico, diacrónico, genético, si res que, tanto en la dogmática como
bien, como he dicho, ha favorecido en la teología práctica, damos a los
el conocimiento del contexto de los cursos una orientación sistemáti-
grandes temas en su origen y en su ca. Será un aporte, en primer lugar,
despliegue, por otra parte ha llevado porque esta obra es una cantera de
textos fontales. Por esa índole suya,
por momentos a privilegiar las gran-
nos ponen en contacto directo con
des síntesis y, con ello, aunque segu-
los protagonistas de grandes cues-
ramente sin pretenderlo, una aproxi-
tiones teológicas de las que solemos
mación más bien “manualística” a los
enterarnos solo por vía secundaria.
tratados. Esta búsqueda de síntesis
Esto es de gran interés no solo por-
en muchos casos no ha favorecido el que este volumen puede satisfacer
encuentro directo con los textos, con la curiosidad intelectual de algunos,
las fuentes y su contenido, lo cual era sino sobre todo porque este contac-
una parte de la intuición básica del to directo con las fuentes es la úni-
Concilio: la vuelta a las fuentes. Más ca manera de precaverse del peligro
bien ha privilegiado una hermenéuti- de construir una imagen del pasado
ca histórica hecha por el profesor (o plagada de imprecisiones, cuando no,
por los autores leídos), pero en gene- lisa y llanamente, de deformaciones y
ral no compartida por los estudiantes de apreciaciones equivocadas.
en su camino de constitución. Estos
En lo personal, debo decir que
han debido compartir más bien un
para los tratados teológicos que me
producto, o el fruto de una reflexión ha tocado enseñar en los últimos
ajena. El resultado muchas veces ha años, esta obra es de especial valor
sido una visión de conjunto –hay que e interés. Un par de ejemplos. Al re-
decirlo, casi siempre coherente y bien visarla he descubierto documentos
lograda– del respectivo tratado, pero interesantísimos relativos a la inicia-
como un hilvanado de “valoraciones” ción cristiana, partiendo por la Carta
teológicas parciales y, sobre todo, con de los apóstoles (en torno al año 50),
poco contacto directo con las obras y luego todo aquello en relación al
de los protagonistas de esa historia affaire de los lapsi, a la controversia
narrada. En los mejores casos, los es- de Cipriano de Cartago y Esteban de
tudiantes han podido dialogar con –o Roma sobre el bautismo de los here-
a partir de– esa visión de conjunto, y jes y, sobre todo, aquellos documen-
Crónica 567

tos sobre la praxis del bautismo de gracia de Dios” (ASy § 26). “Que hay
los niños recién nacidos, que aparece una igualdad de dones de Dios para
atestiguada como algo ya habitual a todos, tanto niños como mayores,
mediados del siglo III. En el estu- nos lo declara la fe de la divina Escri-
dio de los sacramentos de iniciación tura…” (Ibid.). Entre un adulto y un
esta temática es relevante, sobre todo recién nacido hay
cómo a partir de la obra de Agustín
“una igualdad divina y espiritual,
de Hipona y en especial en el con-
porque todos los hombres son seme-
texto de la controversia pelagiana la
jantes e iguales desde el momento en
doctrina del pecado original se fue
convirtiendo en, al menos, uno de que Dios los creó, y si hay diferencia
los argumentos teológicos centrales de edad en cuanto al crecimiento del
para fundamentar la necesidad para cuerpo delante del mundo, delante
todos del bautismo “para el perdón de Dios no hay ninguna […] Ya que
de los pecados”, incluyendo a los ni- Dios, igual que no hace distinción de
ños recién nacidos, que no han co- personas, tampoco la hace de edades,
metido pecados personales. Antes de sino que se da a todos como padre
esta coyuntura, si bien la doctrina del con una distribución equitativa para
pecado original ya venía gestándose, que todos consigan la gracia celestial”
tanto en Occidente como Oriente, la (ASy § 27).
praxis del bautismo de niños estaba Solo al final de la carta se agrega,
ya instalada por otras consideracio- como un argumento de refuerzo, una
nes teológicas. De especial interés en reflexión que hay que entender más
este sentido me ha parecido la carta bien como un antecedente o una re-
sinodal de Cartago, escrita por Ci- flexión encaminada a la doctrina del
priano y fechada el 15 de mayo del pecado original, tal como se fijará en
año 252 (ASy §§ 25-30). Al respecto, los siglos siguientes:
transmite la opinión unánime de los
Padres sinodales, en el sentido de que “… si aún a los más grandes peca-
ni siquiera es necesario “atender a la dores, a los que han pecado mucho
ley de la antigua circuncisión” (ASy § contra Dios, si después creyeren se les
26), que obligaba a esperar hasta des- perdonan los pecados y nadie es pri-
pués del octavo día, sino que no hay vado del bautismo y de la gracia, mu-
inconveniente alguno en bautizar a cho menos se ha de privar al niño que,
los niños recién nacidos. El argumen- como recién nacido, en nada ha peca-
to primario no es la situación de pre- do sino que, como hijo de Adán según
mura en que está todo recién nacido la carne, se ha contaminado desde su
según la doctrina del pecado original, primer instante de vida con el conta-
sino más bien la igualdad fundamen- gio antiguo de la muerte, y que por
tal de toda criatura humana ante el eso mismo recibe más fácilmente el
don de Dios: “No se puede negar a perdón de los pecados, porque no son
ningún nacido la misericordia y a propios de él sino ajenos” (ASy § 29).
568 Fernando Berríos, Marcelo Gidi, Rodrigo Polanco

Este ejemplo, muy concreto, nos sínodos que han promulgado cánones
ayuda a ver que solo el contacto di- doctrinales y disciplinares de la activi-
recto con las fuentes puede mos- dad sinodal de los primeros siglos de
trarnos de manera verdaderamente la Iglesia. Sínodos universales, regio-
vívida el caminar de la Iglesia en la nales, provinciales y locales. Cánones
constitución de la doctrina de la fe; que expresan la fe de la Iglesia y textos
que la verdad de esta doctrina y de que no la expresan, textos normativos
esta fe, aunque nunca se ponga en y textos disciplinares, que ayudan a
duda, se muestra por otra parte, en comprender la importancia que la ac-
cuanto propiamente divina, como tividad sinodal en la iglesia.
algo que no se posee nunca del todo, Hace ya muchos años afirmaba S.
sino que hay que ir descubriendo y Juan Crisóstomo que “la Iglesia tie-
precisando en los límites del lenguaje ne nombre de reunión o de sínodo”.
humano, histórica y culturalmente Y Acta Synodalia tiene, precisamente,
situado. Por este solo aporte, agradez- como elemento rector la sinodalidad,
co y aplaudo una vez más a Samuel una de las expresiones de la comunión
Fernández por su trabajo. eclesial, en cuanto el sínodo es una re-
unión de fieles cristianos que caminan
juntos y que en un momento central
de la vida de una Iglesia buscan reno-
Marcelo Gidi: la sinodalidad, una
var la vida de fe a partir de la escucha
mirada desde el derecho canónico
de la Palabra del Señor que interpela,
Acta synodalia es un libro que con- cuestiona, invita a tomar decisiones,
teniendo importante información en renovar estructuras y reforzar la unidad
idioma original, da cuenta de la si- en un momento concreto de la histo-
nodalidad en la reflexión teológica y ria. De la lectura de esta obra queda
magisterial en un período fundante claro que la Iglesia, en cuanto aconte-
de la doctrina cristiana y de la Iglesia. cimiento pneumatológico que vive de
El acceso, mediante esta obra, a las la Pascua y de Pentecostés, en cada cir-
colecciones de cánones completas (y cunstancia histórica ha de plantearse,
no solo a una selección de ellos) no sinodalmente y con total honradez, cuál
solo enriquece la visión de conjunto, es la mejor respuesta que ella puede dar
sino que además permite ubicar en su a las necesidades de sus fieles.
contexto doctrinal, jurídico y eclesial En esta publicación hay, además,
los cánones que responden a variadas mucha información importante y
inquietudes, necesidades y situaciones rica que nos ayuda a comprender
de las comunidades cristianas de esos la historia disciplinar en la Iglesia.
tiempos. Desde esta perspectiva pode- Como afirma el autor, no todos los
mos encontrar la novedad de este li- textos publicados en este volumen se
bro, que contiene valiosa información pueden considerar normativos, pero
doctrinal y jurídica de los distintos cuando no lo son, son textos disci-
Crónica 569

plinares. Por esto mismo el conjunto porque ellos no han de servir sino al
de estos documentos expresa tanto la altar y los sacrificios, plegarias y ora-
información necesaria para la com- ciones (ASy § 39).
prensión del dogma, como la rique-
Procesalmente, considerando las
za para la aplicación de la discipli-
distintas opiniones que sobre el tema
na. Esto nos brinda justamente una
se levantan en la Iglesia, es muy inte-
mejor comprensión del rol y de la
resante lo señalado en el texto acer-
mutabilidad del derecho eclesial no
ca de que a los corruptores de niños
solo al interior de lo dogmático, sino
no se les ha de dar la comunión ni
también de la historia de la disciplina
siquiera al final de la vida (ASy §§
canónica. Así, los cánones disciplina-
205; 258). O de la posibilidad que
res, de diferentes materias que están
un obispo sea juzgado por los obis-
contenidos en este libro dan cuenta
pos de la provincia eclesiástica y no
de las más variadas circunstancias y
por Roma (ASy § 321), dejando la
ámbitos de la Iglesia y de la vida indi-
apelación al Obispo de Roma (ASy
vidual, comercial, familiar y religiosa
§§ 457-459). Hay también varios
los fieles entre los años 50-381. Por
cánones que destacan la función y el
lo mismo, creo que habría sido muy
rol del Obispo Metropolitano en la
útil y conveniente para esta edición
solución de conflictos y en el cuida-
el que hubiera contenido un índice
do de la unidad y de la disciplina de
de materias.
la Iglesia (ASy § 469). Se contienen,
Destaco algunos ejemplos del asimismo, varios cánones que seña-
contenido de la obra. lan el modo de constituir los tribu-
nales de jueces según sea la categoría
En materia litúrgica, se plantea la
del acusado (ASy §§ 601; 670). Y se
pregunta: ¿Se celebra la pascua el deci-
establecen innumerables sanciones a
mocuarto día de la luna, cayese el día
quienes pecan, especialmente de ido-
de la semana que cayese o el domingo?
latría, fornicación y adulterio, impi-
Solo el domingo y ese día se finaliza el
diéndoles la comunión eucarística de
ayuno; Pentecostés se celebra no a los
modo absoluto o parcial (ASy § 179-
40 días sino a los 50 días desde la Pas-
209; 215-229).
cua. O la cuestión, y destacada antes,
acerca de cuándo bautizar a los niños Igualmente interesante es la in-
recién nacidos (¿al segundo o al tercer formación acerca del nombramiento,
día, o al octavo?), y la respuesta de en la Iglesia latina, de un obispo por
no tener que esperar… También son parte del sínodo provincial de obispos
destacables los cánones que prohíben reunidos junto con el metropolitano
a clérigos asumir cargos seculares o (ASy §§ 323; 325). Considerando al-
de gobierno (ASy § 665); o la pro- gunos hechos recientes de la Iglesia
hibición para que nadie nombre en chilena, llamará la atención al lector
su testamento como tutor o curador el criterio de que si “el pueblo llama
a ningún clérigo ni ministro de Dios, para que sea establecido el obispo de-
570 Fernando Berríos, Marcelo Gidi, Rodrigo Polanco

seado por ellos”, hay que satisfacer rídico, a partir de la lectura de este
este deseo (ASy § 459). Asimismo, la libro, debería decir que me quedo
conveniencia de realizar, por derecho con una comprensión más grande de
divino (ASy § 41), la elección de un la historia y con una esperanza muy
obispo en presencia de todo el pue- amplia en el futuro.
blo, para así poder escuchar lo que se
piensa de él, a fin de evitar que sea
nombrado en ese cargo tan impor-
tante alguien que por testimonio del Rodrigo Polanco: el sínodo como
pueblo no sea digno (ASy §§ 69-71). articulación y reflejo de una con-
En el mismo plano de los ministerios, cepción comunional de la Iglesia
se regula el número de diáconos: no
Nos encontramos frente a un li-
más de siete por ciudad grande (ASy
bro muy útil para la teología y la au-
§ 354). O los cánones que regulan el
modo de mantención de los sacerdotes toconciencia de la Iglesia. Publica los
en los pueblos (ASy §§ 893-894) o los sínodos que van desde el año 50 hasta
procedimientos a partir de acusacio- el año 381, es decir, de los que van
nes sobre sacerdotes y sus penas (ASy desde el llamado Concilio de Jeru-
§§ 813, 904). También se puede des- salén (Hech 15) hasta el 2º Concilio
tacar un sinnúmero de cánones disci- “Ecuménico”, el de Constantinopla,
plinares sobre las relaciones familia- en 381.
res (ASy §§ 427-433), relativos a la El texto de Samuel Fernández
regulación de la convivencia (ASy §§ nos muestra, entre otros ejemplos
593; 595) o aquellos que regulan las posibles, que en torno al 140/144
visitas y los regalos que se le debían tenemos ya una asamblea de presbí-
hacer al obispo (ASy §§ 891-892). teros en Roma sobre el tema de Mar-
Este “pequeño Denzinger” ayuda ción, que había elaborado una teo-
a nuestra propia reflexión sobre la logía centrada en la oposición entre
necesidad permanente de adecuación el Dios del AT y del NT; en torno
de la legislación eclesiástica. Es im- al 198 sabemos de una asamblea en
portante tener este espíritu no solo Cesarea de Palestina sobre la fecha de
sinodal, sino sobre todo reformador la pascua, tema debatido en la épo-
de nuestra disciplina como un buen ca; en el 210, en Asia Menor, una
modo de responder a los actuales de- asamblea de presbíteros sobre Noeto,
safíos en el marco de la historia de hombre de teología monarquiana de
la salvación. La ley, hecha para el tendencia modalista que negaba la
hombre, en cuanto ley de la Iglesia se real distinción personal entre el Pa-
debe adecuar, modificar, renovar, de- dre y el Hijo; en Alejandría, el 231,
pendiendo del tiempo y de la cultura, encontramos un sínodo contra Orí-
manteniendo firme la fe. Si tuviera genes; y así en adelante. S. Fernández
que sacar una conclusión, a nivel ju- presenta más de 20 sínodos en el si-
Crónica 571

glo III, de los que se conserva algu- cosas son importantes: lo doctrinal,
na documentación. A partir de esta en donde la Iglesia de Roma, en sin-
actividad sinodal inicial, ya entrando tonía con lo que ocurría en las otras
en el siglo IV, se establece paulatina- iglesias, acoge el AT como Escritura
mente, y en general en todo el orbe válida y en armonía con el NT; a di-
cristiano de la época, la praxis de los ferencia de lo que proponía Marción,
concilios ecuménicos y de los conci- el cual elaboró una teología centrada
lios provinciales. Esta praxis mostra- en la oposición entre el Dios del AT,
ba la autoconciencia de la Iglesia de
justo y legislador, y el del NT, ajeno
su unidad de fe, pero también era el
a este mundo, bueno y gratuito. Y
instrumento común y más evidente
la segunda cosa es que el sínodo es
de la colegialidad episcopal, esto es,
llevado a cabo por los presbíteros de
de la particular responsabilidad de
los obispos junto al Obispo de Roma Roma, junto a su obispo. Muestra
en el gobierno de la Iglesia. De allí esto el protagonismo que tenía el co-
que vemos una cantidad todavía mu- legio de presbíteros, a mediados del
cho mayor de sínodos regionales que siglo II, en la conducción de la Iglesia
se desarrollan entre los dos primeros de Roma. Aspectos de gran interés.
concilios ecuménicos, es decir, entre En el año 258, encontramos una
325 y 381. Además de los siete con- carta sinodal de 57 obispos de Áfri-
cilios ecuménicos de la antigüedad,
ca Proconsular, es decir, de lo que
encontramos, por ejemplo, ya en el
es actualmente Túnez y Libia, sobre
siglo V, y fuera del período de este
la cuestión de Basílides y Marcial,
libro, los concilios plenarios africa-
nos realizados en Cartago por Aure- esto es, personas que sin haber par-
lio, que muestran la vitalidad de esa ticipado en los sacrificios paganos, se
Iglesia. Un sínodo y una actividad conseguían de modo fraudulento un
sinodal, no solo muestran comunión, certificado de sacrificio a los ídolos.
sino también vitalidad de la fe y de la La carta indica que esos dos obispos
misión de la Iglesia. “no deben ejercer el episcopado y el
ministerio divino”. Así de simple. La
Mirando más de cerca los textos
carta sinodal, eran entonces cartas so-
publicados y traducidos por el Dr.
lemnes compuestas en el sínodo para
Samuel Fernández, nos encontramos
con algunos sínodos especialmente exponer la doctrina o la resolución
significativos e interesantes hoy. A disciplinar acordada en el sínodo. Se
partir del relato de Epifanio en su podría comparar a las Exhortaciones
obra llamada Panarion, conocemos Apostólicas postsinodales actuales,
de un sínodo el año 140/144, llevado pero con la importante diferencia
a cabo en Roma con los presbíteros que la carta sinodal está redactada
en el cual se expulsa a Marción de por todos o con acuerdo de todos los
la Iglesia, por no aceptar el AT. Dos participantes en conjunto del sínodo.
572 Fernando Berríos, Marcelo Gidi, Rodrigo Polanco

Por otra parte, no hay que pensar lidad del Espíritu Santo es sutil y el
que todos estos sínodos tenían como mismo Espíritu en un cierto sentido
finalidad única “condenar” herejías. se esconde a sí mismo, los sínodos
También se realizaban para reincor- aportaron mucho. De hecho, el fa-
porar a los separados por razones teo- moso concilio ecuménico de Cons-
lógicas. Así encontramos el sínodo tantinopla, que es la base de la doc-
de Jerusalén para la reposición de los trina trinitaria hasta el día de hoy, fue
arrianos, celebrado en septiembre del en realidad un sínodo, y luego, 70
año 335, diez años después de Nicea, años más adelante (en el Concilio de
que condenó la doctrina de Arrio. Calcedonia el 451) se consideró ecu-
Termina su carta diciendo: “Convie- ménico, es decir, expresión de la fe
ne que vosotros, habiendo conocido común de la Iglesia. Encontramos en
verdaderamente los hechos y cómo ese contexto otro sínodo, el de Iconio
estos hombres estuvieron en comu- (en lo que es hoy Turquía), del año
nión y fueron recibidos por el mag- 376, anterior a Constantinopla. Allí
no y santo sínodo, deis una calurosa se encuentran con toda la claridad
bienvenida a la reunión y a la paz con deseada, siguiendo a la teología de
vuestros propios miembros, especial- Basilio, lo que luego llegará a ser doc-
mente porque las afirmaciones de la trina teológica común. Afirma la car-
fe expuesta por ellos salvan, íntegra y ta sinodal de Anfiloquio de Iconio:
sin ambigüedad, la tradición y ense- en la profesión bautismal de Mateo
ñanza apostólicas confesadas por to- 28 se declara “por una parte las tres
dos”. La historia no terminó aquí, lo prósopa e hipóstasis, y por otra parte
sabemos bien, la controversia arriana se confiesa una única naturaleza y di-
tuvo una larga historia que ayudó vinidad”. Por eso “es necesario con-
también a definir el dogma trinitario, glorificar al Espíritu, con el Padre y el
pero es bueno conocer estos hechos Hijo”. Por eso los padres de Nicea de-
que iluminan sobre la complejidad clararon solo “creemos en el Espíritu
de la historia y la necesidad de cono- Santo”. Para ellos eso era suficiente:
cer mejor la historia eclesiástica. declararon creer en el Espíritu santo
tal como creían en el Padre y el Hijo.
Finalmente, mirando el texto que
ahora presentamos se ve un enorme Luego de este recorrido somero,
aumento de la actividad sinodal en- vemos sínodos en Roma, norte de
tre los dos primeros concilios ecu- África, Jerusalén y Asia Menor, es de-
ménicos (325-381). Las resolucio- cir en todas las regiones del mundo
nes y el progreso del dogma en esa evangelizado en esa época. La activi-
época tuvo mucho que ver también dad sinodal era una práctica común,
con esta actividad sinodal. Esto ya es sana, no fácil, pero muy fecunda. Pa-
importante en sí. Por ejemplo, en la rece muy claro que eso es un llamado
controversia sobre el Espíritu Santo, a recuperar hoy, de manera bastante
que es muy compleja porque la rea- más eficaz y real, esa práctica que
Crónica 573

nace de la concepción de la Iglesia estos textos sinodales es un servicio


como comunión. Si este libro pu- muy importante al desarrollo de la
blicado por Samuel Fernández ayu- teología dogmática, porque sin his-
da algo en esto, el fruto de sus tra- toria, tampoco hay presente. Esta es
ducciones será todavía más hondo e una obra de bien para la teología y
importante. Poder leer de inmediato para la vida eclesial.

Fernando Berríos
Marcelo Gidi
Rodrigo Polanco
Facultad de Teología
Pontificia Universidad Católica de Chile

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