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Pontificia Universidad Católica del Perú

Curso: Deontología: ética y sociedad


Profesor: Augusto Castro
Nombre: Katherine Meza Alegre
Código: 20125833

Informe "La idea de la Justicia"


Autor Amartya Sen

Resumen

El libro la idea de Justicia fue publicado en el año 1971. En este libro el autor, Amartya Sen, premio
nobel de economía en 1988 se propone hacer una revisión crítica del concepto de justica. En principio
el autor señala que la idea de justicia ha sido muy explorada por diferentes autores durante miles de
años. Asimismo, Sen explica que no existe una impronta occidental en las personas que han trabajo este
concepto. Sin embargo el autor reconoce que el pensamiento sobre la filosofía y específicamente sobre
la justicia fue bastante trabajado durante la ilustración europea fomentado por el cambio político y las
transformaciones sociales y económicas de este periodo en Europa y Norte Améríca.

No obstante, retomando el primer argumento propuesto por Sen sobre la inexistencia de una impronta
occidental se señala que incluso estas voces europeas que trabajaron sobre la idea de justicia no lograron
consenso. Sen señala que siempre ha existido una dicotomía substancial entre dos diferentes líneas de
razonamiento sobre la justicia que no han recibido atención suficiente atención. Esta puede verse entre
dos grupos de filósofos reconocidos.

Según el autor un primer aproximamiento se concentra en la identificación de arreglos de justicia social


que tomaron la caracterización de instituciones de justicia para que sean los principales objetos de
estudio de la teoría de la justicia. Esta idea de justicia se encentra articulada a la hipótesis del contrato
social. Contrato que serpa aceptado por la población de cualquier estado quienes se encargan de proteger
el contrato social. Las principales contribuciones a esta aproximación se han hecho desde el
pensamiento de Hobbes, Locke, Rousseau, Kant y contemporáneamente por Rawls1. Estos autores se
concentran en la idea de lograr instituciones ideales que persigan la justicia.

Sobre este punto el autor señala que esta teoría de justicia basada en el contrato social tiene tres
características diferentes. Es así que el autor las expone para mostrarse crítico ante estas. Primero, señala
que este enfoque concentra su atención en lo que él llama “justicia perfecta”. Esta noción es contraria a
lo que Sen llama justicia relativa o comparativa. Segundo, en búsqueda de perfección, esta
aproximación se concentrar en hacer de las instituciones indeales y no se enfoca directamente en las
sociedades concretas. La naturaleza de las sociedades, que serán resultado de algún entramado de
instituciones, también serán el resultado de rasgos no institucionales como el comportamiento de las
personas y las interacciones sociales. Tercero, las voces que son tomadas en cuenta al hablar de justicia
son aquellas que son vistas como partes iguales en el contrato social. Es decir miembros de una
estructura política específica: ciudadanos que de manera separada deciden sobre el ideal de las
instituciones y los valores correspondientes a ese estado particular. Sin embargo en esta fórmula no hay

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Jhon Rawls, el cual hemos visto en el curso, su mirada a la justicia se basa en un pacto, en la dimensión
institucional, que se entienda como “justo” para la sociedad

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seguridad para aquellos que no pertenezcan a la estructura política específica. Este punto es denominado
por Sen como “imparcialidad cerrada.” En contraste lo que sugiere Sen es prestar atención a lo que
sucede con los sujetos cercanos a la estructura política –occidental- determinada y con los sujetos
lejanos a esta. Lo que el autor denomina “imparcialidad abierta.” Esto requiere que miremos más allá
de las fronteras de los países y de las perspectivas de la afiliación.

En ese sentido puede contrastarse la idea de la imparcialidad situada en el contrato social mediante
diversas aproximaciones. Entre los pensadores que han trabajado una perspectiva distinta se encuentran
Marx, Jhon Stuart Mills y otros. Estas “teorías del contrato social no occidentales” como las llama Sen
varían entre sí, pero comparten un interés común al hacer comparaciones entre la existencias de
diferentes formas en las que las vidas de las personas transcurren. Es así que señalan que las diferentes
vidas se verán influenciadas por el trabajo de las instituciones, las acciones de las personas, las
interacciones sociales y otros aspectos que tienen un impacto significante en lo que realmente pasa en
el mundo: cómo transcurren nuestras vidas, cuanta libertad y que capacidades tenemos. En ese sentido

Sen se alineará con esta segunda tradición de los estudios sobre la justicia pues profundiza en la justicia
desde un enfoque comparativo en distintas sociedades. Las ventajas del segundo enfoque, es según el
autor, poder enfocarse en situaciones reales, en vez del escenario perfecto que pocas veces se podría
dar. Es así que se argumenta que la justicia no puede ser entendida sin no se toma en cuenta la vida
concreta de las personas pues es en ellas y para ellas para las que se funda el concepto.

Otro elemento importante que propone Sen en su libro es el de “elección social.” Según el autor este
concepto se contrapone al concepto de “elección racional” tradicional. La base de este último es la
primacía del interés propio de los sujetos o lo que comúnmente podríamos llamar egoísmo. Sobre la
elección racional el autor plantea que es una mirada limitada y centrada en un solo tipo de sociedad en
la que efectivamente la elección racional es la principal. No obstante el autor argumenta que existen
otros tipos de racionalidades que apuntan a un interés más colectivo. Es así que Sen propone como
“elección social” elementos vinculados al cuidado, compromiso a la comunidad, etc. Elementos que se
han visto olvidadas por las instituciones socioeconómicas que trabajan influenciadas por la l´+ogica
racional.

Finalmente, en base a todo lo desarrollado, el autor propone hacer que el concepto de justicia se base
en la vida concreta de las personas y no en modelos hipotéticos. En ese sentido el autor propone la teoría
de desarrollo con enfoque en capacidades que se basará en el trabajo sobre las capacidades de los
individuos. Este concepto –capacidad- será entendido como el poder hacer algo para desarrollar las
habilidades de las personas como seres inteligentes en el entorno en el que se desenvuelven. Para Sen
lo importante del desarrollo de estas capacidades y habilidad es la oportunidad de alcanzar la libertad.
Es decir libertad de las personas para desarrollarse en el que ellas quieran.

Frente a esta propuesta el autor trabajó en indicadores de medición de capacidades. Esto indicadores
difieren de la tradición pues no se basan solo en aspectos económicos sino que se centran en el bienestar.
Es decir, el autor critica las medición del PBI y en su lugar propone indicadores que remitan a la
felicidad, libertad y bienestar de las personas. Por último, Sen es enfático al argumentar que no se debe
confundir la cantidad de ingresos con el indicador de felicidad pues no existe causalidad entre estos dos
indicadores. Además que la para el autor la felicidad y la libertad son fin en sí mismo.

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Comentario crítico

Considero que la propuesta de Sen se presenta como un gran avance en la discusión sobre la idea de
Justicia. En principio porque reconoce la diversidad de los países y sociedades. El autor señala que la
estructura política dominante a sido la occidental y que desde esta mirada se ha pensado la justicia. Esto
se presenta como una gran falencia en los teóricos de la justicia porque, primero, la justicia no es solo
propia de occidente y, segundo, porque no se han observado realidades diversas y concretas de la justicia
e injusticia.

Asimismo considero que el autor es muy claro al criticar el enfoque de la justicia perfecta pues deja
claro cómo el enfocarnos solo en el funcionamiento de las instituciones nos deja con una realidad
hipotética y excluyente pues las instituciones solo tomarán como partes del contrato social a quienes se
considere como sus iguales. En esa línea, al criticar el énfasis en las instituciones considero que Sen
crítica la idea de burocracia racional de Weber. Si bien no es la intención del autor y sería una crítica
anacrónica, es posible señalar que el modelo de burócrata e instituciones racionales planteados por
Weber se ven criticados por el enfoque del Sen quien además critica el concepto de elección racional.

Sobre ese punto –elección racion me parece uno de los más interesantes del autor y una idea con la que
me encuentro de acuerdo. Considero que este cambio de visión sobre las racionalidades es uno de los
puntos más fuertes para comprender al autor cuando se refiere a que la idea de justicia no es propia de
occidente, sin embargo cita muchos autores de occidente. Lo que el autor defiende sobre este punto es
que el contrato social solo ha tomado en cuenta la racionalidad en la que los sujetos siempre buscarán
los mejores resultados para ellos. Sim embargo otras racionalidades consideran la bien colectivo o
común importante para la movilización de interés.

En ese sentido, para reconocer las diferente racionalidades, primero es importante reconocer la las
realidades concretas de justicia e injustica y la diversidad de estas realidades. Segundo la injusticia que
subyace a la “imparcialidad cerrada” pues excluye a quienes no son parte del contrato social. De esa
manera será mucho más sencillo comprender otras racionalidades.

Por último, creo que es importante reconocer el gran aporte del autor no solo teórico sino empírico pues
la producción de los indicadores de bienestar son la materialización de las reflexiones del autor entorno
a la idea de justicia. Los indicadores de bienestar que se encuentran en el IDH son un gran avance no
solo en materia de política sino en el desarrollo de las ciencias sociales en general. Considero que por
mucho el desarrollo fue tomado como terea de economistas o científicos sociales cuantitativos que no
lograron cuantificar otro tipo de variables además de las económicas. Por lo que considero que el trabajo
de Sen tiene un doble mérito en ese sentido.

No obstante sobre este punto es importante señalar un problema. En principio, el modelo de indicadores
desarrollados por Sen no ha sido adaptado a los diferentes contextos culturales, sociales y políticos.
Considero que esta podría ser una crítica importante pues el autor reflexiona sobre la diversidad de
realidades.

Asimismo, otro problema es que los resultados que muestran los indicadores no han sido transformados
en políticas públicas con la misma visión hacia el desarrollo del bienestar. Es así que mucho de los
proyectos planteados en Perú son de corte económico y buscan resultados a corto plazo traducido en
cifras. En ese sentido si bien gracias a Sen ahora puede medirse la calidad del bienestar y las
capacidades, los políticos actuales no han sido capaces de traducir este aporte en proyectos que
desarrollen el bienestar y capacidades humanas.

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Finalmente, a modo de conclusión, considero que el aporte de Sen, primero, se encuentra orientado
hacia el reconocimiento de la diversidad cultural y social. Segundo, considero que su reflexión recoge
otras variables además de la económica. Es así que estos dos punto articulados representan una fuerte
crítica a la idea y la reflexión sobre justicia apropiada por occidente y nos invita a buscar la comprensión
de diferentes formas de entender la justicia y a cuestionarnos sobre como nuestra idea de justicia puede
resultar injusta para otros.

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