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Rifo mi casa a pie de playa por cinco euros

La propietaria de una vivienda unifamiliar en Alcalà de Xivert (Castellón) recurre


a un sorteo ‘online’ con 70.000 papeletas en juego para venderla

Imágenes de la casa que se sortea en Castellón. LOTOHOME.ES

El gancho dice así: “Esta es la oportunidad de tener la casa con la que siempre has
soñado, ¡por sólo cinco euros!” Sin hipoteca ni cargas adicionales. La casa soñada,
totalmente reformada, tiene 193 metros cuadrados. Dos dormitorios, baño y aseo,
almacén, bodega, sala de estar, salón comedor, cocina y dos terrazas. Está en pleno
centro de la población castellonense de Alcalà de Xivert, a cinco minutos de la
playa y de la montaña. A los pies del parque natural de la Serra d’Irta y próxima a la
turística Peñíscola.

Los cinco euros son el coste de la papeleta con la que cualquier comprador puede
optar a esta vivienda unifamiliar. Y todo, de la mano del sorteo que ha
lanzado LotoHome, una empresa pionera en España dedicada al sorteo de bienes
inmuebles. 70.000 papeletas a cinco euros que, si se venden íntegramente,
proporcionarán a la propietaria de la casa, Elisabeth Bosch, 350.000 euros. El
nombre del ganador, o ganadora, se conocerá ante notario dentro de un año: el 14
de febrero de 2019. En dos semanas ya se han vendido 500 boletos, “los últimos 75
ayer, en una sola noche”, explica a EL PAÍS el administrador de LotoHome, Pepe
Bolumar.

Este valenciano hizo el experimento con el que germinó la empresa que hoy
administra en primera persona. Rifó la casa de su abuela en Segorbe (Castellón) en
2014. “Somos una familia grande y necesitábamos vender la vivienda para
comprar una más amplia, pero era complicado en ese momento por cómo estaba
el sector inmobiliario; pensamos que sortearla era una buena fórmula y una
ocasión para montar esta empresa novedosa y demostrar que podía funcionar, que
era un negocio rentable”. Lograron vender 32.000 de las 40.000 papeletas a 10
euros que integraban el sorteo. Hubo compradores de toda España, pero también
de varios puntos del continente africano, Latinoamérica o países como Rusia o
Canadá. Salió ganador: el 42916. Pero a pesar de publicitar el premio en varias
plataformas —desde la línea de autobuses de Valencia a campañas en medios de
comunicación y páginas web— y transcurrido el año para reclamarlo, quedó
desierto.

La casa sigue en manos de sus antiguos propietarios, que invirtieron los ingresos
de ese primer sorteo en lanzar LotoHome, desde donde además de materializar
rifas de este tipo asesoran a propietarios con dificultades para vender sus casas.

Tenían la idea y las herramientas para materializar la firma: una hermana


arquitecta para ejecutar los estudios de viabilidad de los proyectos susceptibles de
sorteo y el soporte informático de la empresa paterna, gestionada ahora por
Bolumar. Faltaba el amparo administrativo, así que desde ese momento se
sucedieron los viajes desde Valencia —lugar de residencia de sus promotores— a
Madrid. Mucha investigación y un buen puñado de reuniones con los ministerios
de Vivienda y de Hacienda para cerciorarse de que el leitmotiv de la futura firma, el
sorteo de bienes inmuebles, se ajustaba a la legalidad. Una vez dada con la fórmula
adecuada y “completamente legal”, esta empresa pionera se lanza al primer sorteo
‘contratado’ por un cliente del círculo extrafamiliar y sueña ya con dar el salto a
ciudades “importantes” como Madrid y Barcelona, “pero siempre con cuidado,
eligiendo bien”.
De aquella experiencia piloto que fue el sorteo de la vivienda de la calle de la
Esperanza de Segorbe participó como compradora de su correspondiente papeleta
Elisabeth Bosch, la propietaria de la vivienda de Alcalá de Xivert que se rifa ahora.
Por un traslado laboral a Pamplona hace tres años, ya no podía disfrutar de su casa
a pie de playa como antes, y decidió venderla.

“Le gustó la iniciativa y se quedó con la inquietud de hacer algo parecido a lo que
impulsamos en Segorbe. Tenía su casa a la venta y aunque había personas
interesadas, el banco pedía un 20% en metálico al comprador, y era difícil poder
aportar esa cantidad. Nos contactó y empezamos a gestionarlo. Hicimos un estudio
de viabilidad, vimos que la ubicación era estupenda, que la casa tenía
posibilidades, y aquí estamos”, añade Pepe Bolumar.

“Sé que parece muy loco pero sí, rifo mi casa”, afirma la propia Elisabeth Bosch en
la página web creada para la ocasión, que incluye información detallada de la
vivienda, el entorno, las condiciones del sorteo y las bases legales del mismo. El
diseño de una web personalizada para cada proyecto, los servicios de
asesoramiento, el cálculo de costes tributarios y las labores de comunicación y
promoción que prestan a cada cliente son la vía de ingresos para LotoHome. La
propietaria, en este caso Elisabeth, asume los gastos derivados: el ganador se lleva
la casa, y los costes de notaría por cambio de titularidad e impuestos los asume la
dueña.

El sorteo de esta vivienda a los pies de la Serra d’Irta, inciden desde la empresa, se
realizará “independientemente de las papeletas vendidas”. Esperan llegar a las
70.000 en juego. Un reto factible ahora que han pulido la técnica: gracias al sistema
de pago mediante PayPal ya no hay barreras planetarias. Un obstáculo que sí
tuvieron que salvar en el caso de Segorbe. La suerte estará echada dentro de un
año. El 14 de febrero de 2019. Una “fecha bonita” para ganar una casa. Por cinco
euros.

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