En nuestro país La gestión y calidad de agua de las empresas prestadoras de
servicios de agua potable, alcantarillado y desagüe es una de las funciones más importantes de las municipalidades.
La vigilancia ciudadana de esta prestación básica constituye un mecanismo
importante para mejorar el desempeño del Estado y de las empresas prestadoras de servicios
Según la legislación peruana, las entidades prestadoras pueden ser públicas,
privadas o mixtas, y se constituyen con el exclusivo propósito de prestar los servicios de saneamiento, debiendo estas poseer patrimonio propio y gozar de autonomía funcional y administrativa. Así también se tiene un marco normativo en el que se inscriben los reglamentos y las directivas sobre la calidad del agua en el país.
En la actualidad, en el ámbito de las 50 EPS, que es básicamente urbano, viven
18.6 millones de habitantes, de los cuales 16.5 millones cuentan con el servicio de agua potable y 14.9 millones tienen una conexión de alcantarillado, registrando una cobertura de 88.1% y de 79.6%, respectivamente. En el caso de Lima Metropolitana y Callao, que son abastecidos por Sedapal, la cobertura de agua potable es 91%, y en alcantarillado alcanza al 87% de la población. Es decir, sólo en la capital cerca 800 mil de sus habitantes no cuenta con el servicio de agua potable y más de 1.2 millones no tienen alcantarillado.
Con respecto a la gestión utilizan indicadores que representa el
desenvolvimiento de la EPS tanto en aspectos operacionales como financieros, pero es bien conocido que aún no se han eliminado o minimizado en forma eficiente las barreras físicas y/o económicas que impiden el acceso de la población vulnerable a metales pesados y arsénico al agua segura. Por ello es necesario mejorar y hacer más eficiente el manejo integral de los recursos hídricos, de su captación, tratamiento y distribución a los consumidores, de una adecuada selección de soluciones alternativas para la remoción de metales pesados y arsénico, con la asistencia técnica, cooperación y seguimiento necesarios y de información confiable, cierta, oportuna y que sea recibida por una población que ha sido concientizada y educada en la relación a la presencia de metales pesados y arsénico en el agua y la salud. A excepción de las EPS de Lima, Tacna e Ilo (que remueven arsénico a niveles aceptables) el país no cuenta con sistemas centralizados para remoción de metales pesados y/o arsénico en el caso de poblaciones vulnerables mayores, ni a nivel doméstico en comunidades rurales y dispersas. Para el caso de la remoción de arsénico de fuentes de abastecimiento de agua a pequeña escala o de tipo doméstico existen aún en prueba opciones eficaces y económicas pero que no se aplican sistemáticamente en el país. Para mejorar la calidad del servicio y ampliar la cobertura de agua potable y alcantarillado es necesario fortalecer a las Empresas Prestadoras del Servicio de Saneamiento(EPS) y al organismo regulador.
La SUNASS, como entidad reguladora, supervisora y fiscalizadora del servicio
que prestan las empresas de agua potable y alcantarillado sanitario o empresas prestadoras de servicios de saneamiento o empresas prestadoras (EPS), llama la atención sobre la necesidad de desarrollar una gestión eficiente en el marco normativo del sector saneamiento. Así, la gestión de la calidad del agua potable se convierte en una de las expresiones más claras de la gestión empresarial de las EPS que administran este recurso, de su integración y compromiso con el entorno, así como de su visión de desarrollo organizacional.