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El perfil ético se debe construir a lo largo de nuestra experiencia pedagógica

tiene como objeto crear consciencia en nuestra persona para lograr una
reflexión acerca de nuestros deberes. Como educadoras de párvulos, deben
tener competencias que habiliten nuestro desempeño en el área de la
educación. Debemos ser un profesional reflexivos, crítico, autónomo: No solo
por lo que es nuestra labor habitual, sino por el importante rol que nos
corresponde desempeñar como mediador cultural, a la vez de ser articulador y
facilitador de la labor educativa de importantes grupos sociales: Educandos,
Familias, Comunidades.

Propósitos ideales para un perfil ético:

Flexible, que significa hacerse cargo de los problemas, con una profunda base
ética, que apunte a lo humano.

Profesional capaz de elaborar proyectos educativos pertinentes y de realizar


trabajos en equipo.

Investigador, gestor de nuevas estrategias educativas aplicadas en el aula. Un


profesional con dominio de contenidos que le permita recontextualizar y
reactualizar constantemente, en procesos de auto aprendizaje y
autoevaluación.

Abierto a críticas, opiniones, reflexiones internas y por último como profesional.


Aceptación: Debemos de cultivar en el diario vivir ya que todas las acciones
no son acertadas y probablemente estas provocarán efectos en otros.

El perfil ético de una educadora

El perfil de una educadora a mí parecer, se va construyendo a lo largo de los


años de estudio. Unos de los objetivos fundamentales de nuestro perfil, son
lograr una reflexión acerca de nuestros deberes y la labor que debemos
entregar para con los educando y la sociedad.

Las educadoras de hoy, deben ser competentes, con conocimientos y


destrezas no solo para aplicarlas en la escuela, sino también, para poder
transformarla. Hoy en día los educadores estamos enfrentados a nuevos
problemas y obligaciones que exige la época en que vivimos. Lo anterior
implica considerar en la formación de las y los educadores estrategias para
llevar a cabo la mediación pedagógica de manera reflexiva, promoviendo el
análisis crítico, la autonomía, la solidaridad, etc.

Se considera a la educadora como reflexiva, racional, que toma decisiones,


emite juicios, que tienen creencias y generan rutinas, propias de su desarrollo
profesional.

Una de las cosas más importantes que se podrían considerar de nuestro


aspecto pedagógico, didáctico y curricular podría ser:

* La atención a la calidad debe ser el eje central que oriente la labor educativa.

* Estímulo a la educación como un derecho fundamental de la persona y como


una condición necesaria para desarrollar plenamente sus capacidades, para
permitirle vivir dignamente y contribuir a su progreso individual y social.

* La articulación de los diversos niveles y modalidades educativas, con una


visión integral, para garantizar la excelencia académica.

* Búsqueda de un modelo de gestión descentralizado que permita ajustar la


educación a los requerimientos de cada región.

* Búsqueda de igualdad de condiciones y de oportunidades educativas para la


población escolar del país, para romper las brechas de inequidad.

* Estímulo a la participación y el compromiso de la familia, la comunidad, los


medios de comunicación colectiva, las organizaciones estatales y no
estatales, es decir, asumir la educación como un compromiso de todos.

* Búsqueda de oportunidades educativas que satisfagan las necesidades


básicas de aprendizaje, garantizando el acceso, la permanencia y el éxito
dentro del sistema a toda la población en edad escolar.

* Estímulo a una oferta curricular que permita educar preventivamente a toda la


población joven para que esté en condiciones de asumir cualquier horizonte
ocupacional.
* Superar el enfoque pedagógico academicista y rígido, centrado en la
transmisión de información, en la memorización y en la repetición mecánica
que todavía prevalece en el país.

* Deben propiciarse estrategias metodológicas activas, participativas y lúdicas


que respondan a los intereses de los educandos.

Otras cualidades sobre el perfil de una educadora, sobre el aspecto social,


podríamos nombrar:

* Poseer un profundo conocimiento y sensibilidad sobre la realidad social y


económica, tanto en el ámbito nacional, como internacional.

* Promover la reflexión sobre los principales problemas que aquejan a la


comunidad y relacionarlos con los contenidos, objeto de aprendizaje.

* Promover la responsabilidad hacia los problemas del colectivo y, en conjunto,


desarrollar actividades que conduzcan hacia el cambio.

* Favorecer en la institución educativa principios democráticos a partir de la


organización de los estudiantes en consejos estudiantiles, comités, etc.

* Promover el acercamiento a la institución de aquellas personas que han


acumulado experiencias de tipo social, cultural, deportivo, etc.

Todos tenemos una noción aproximada acerca de la ètica, del mismo modo
que hasta la persona menos ilustrada es capaz de percibir la diferencia
entre lo bueno y lo malo.

En nuestra profesión surge como consecuencias las continuas denuncias


presentadas en contra de malos profesionales, que lejos de proyectar una
imagen de ejemplo y paradigma, denigran la profesión, y en especial, la
docente aunque pertenezcan a un gremio oficialmente reconocido.
Esto también perjudica a educadoras de párvulos que por causa de algunos
casos que salen a la luz pública suele englobarse a todas por igual.

Tal es el caso que en algunos jardines se a visto maltratos a niños y niñas, ya


sean físicos o psicológicos, o en el peor de los casos llegando hasta la
muerte.

Hoy en día se abren jardines infantiles muy fácilmente que muchas veces dicen
estar empadronados por JUNJI pero lamentablemente ésta empresa no
cuenta con el personal suficiente para supervisar todos los centros.

Creemos que la formación ética es fundamental en todas las profesiones y en


todo proceso educativo, ya que, se prepara a los educandos para cumplir
obligaciones tanto personales, familiares, patrióticas y también para ejercer
sus deberes y derechos ciudadanos.

Además el código de ética nos muestra los derechos y deberes que los
docentes tenemos

Teoría del aprendizaje social

Para poder actuar sobre la agresividad necesitamos un modelo o teoría que


seguir y éste, en nuestro caso, será la teoría del aprendizaje
social.Habitualmente cuando un niño emite una conducta agresiva es
porque reacciona ante un conflicto. Dicho conflicto puede resultar de:

1.-Problemas de relación social con otros niños o con los mayores, respecto de
satisfacer los deseos del propio niño.

2.-Problemas con los adultos surgidos por no querer cumplir las órdenes que
éstos le imponen.

3.-Problemas con adultos cuando éstos les castigan por haberse comportado
inadecuadamente, o con otro niño cuando éste le agrede.

Sea cual sea el conflicto, provoca en el niño cierto sentimiento de frustración u


emoción negativa que le hará reaccionar. La forma que tiene de reaccionar
dependerá de su experiencia previa particular. El niño puede aprender a
comportarse de forma agresiva porque lo imita de los padres, otros adultos o
compañeros. Es lo que se llama Modelamiento. Cuando los padres castigan
mediante violencia física o verbal se convierten para el niño en modelos de
conductas agresivas. Cuando el niño vive rodeado de modelos agresivos, va
adquiriendo un repertorio conductual caracterizado por una cierta tendencia a
responder agresivamente a las situaciones conflictivas que puedan surgir con
aquellos que le rodean. El proceso de Modelamiento a que está sometido el
niño durante su etapa de aprendizaje no sólo le informa de modos de
conductas agresivos sino que también le informa de las consecuencias que
dichas conductas agresivas tienen para los modelos. Si dichas consecuencias
son agradables porque se consigue lo que se quiere tienen una mayor
probabilidad de que se vuelvan a repetir en un futuro.

Por ejemplo, imaginemos que tenemos dos hijos, Luis y Miguel, de 6 y 4 años
respectivamente. Luis está jugando con una pelota tranquilamente hasta que
irrumpe Miguel y empiezan a pelear o discutir por la pelota. Miguel grita y
patalea porque quiere jugar con esa pelota que tiene Luis. Nosotros nos
acercamos y lamentándonos del pobre Miguel, increpamos a Luis para que le
deje la pelota a Miguel. Con ello hemos conseguido que Miguel aprenda a gritar
y patalear cuando quiera conseguir algo de su hermano. Es decir, hemos
reforzado positivamente la conducta agresiva de Miguel, lo cual garantiza que
se repita la conducta en un futuro.

De acuerdo con este Modelamiento la mayoría de los adultos estamos


enseñando a los niños que la mejor forma de resolver una situación conflictiva
es gritándoles, porque nosotros les gritamos para decir que no griten. ¡Menuda
contradicción! Y si nos fijamos como esa solemos hacer muchas a diario.

Factores influyentes en la conducta agresiva

Como ya hemos dicho, uno de los factores que influyen en la emisión de la


conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo. Uno de los elementos
más importantes del ámbito sociocultural del niño es la familia. Dentro de la
familia, además de los modelos y refuerzos, es responsable de la conducta
agresiva el tipo de disciplina a que se les someta. Se ha demostrado que tanto
un padre poco exigente como uno con actitudes hostiles que desaprueba
constantemente al niño, fomentan el comportamiento agresivo en los niños.
Otro factor familiar influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia
en el comportamiento de los padres. Incongruencia se da cuando los padres
desaprueban la agresión castigándola con su propia agresión física o
amenazante hacia el niño. Asimismo se da incongruencia cuando una misma
conducta unas veces es castigada y otra ignorada, o bien, cuando el padre
regaña al niño pero la madre no lo hace.

Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que
pueden inducir al niño a comportarse de forma agresiva. Dentro del factor
sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva como
expresiones que fomenten la agresividad "no seas un cobarde".

En el comportamiento agresivo también influyen los factores orgánicos que


incluyen factores tipo hormonales, mecanismos cerebrales, estados de mala
nutrición, problemas de salud específicos.

Finalmente cabe mencionar también el déficit en habilidades sociales


necesarias para afrontar aquellas situaciones que nos resultan frustrantes.
Parece que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a
menudo conduce a la agresión (Bandura, 1973).

CENTRO DE PRÁCTICA.

Según lo observado en el centro de práctica, los niños y niñas presentan una


gran agresividad dentro y fuera de las aulas, la gran parte de estos niños y
niñas son diagnosticados por los docentes como “niños problemas”, por su baja
concentración, déficit atencional e hiperactividad. Los docentes para mejorar
esta situación dan aviso a la dirección del establecimiento, citan al apoderado y
dan aviso al consultorio hospitalario del sector para citar a los niños y niñas con
su apoderado al neurólogo, la solución de los docentes no va en el sentido de
mejorar las situaciones si no que de tranquilizar a los niños y niñas con
medicamentos para relajarlo y no se agredan dentro y fuera del aula. Al
analizar algunas situaciones que ocurrieron dentro del aula, los niños y niñas
se agraden para llamar la atención del adulto ya que la mayoría de las veces
éste va, conversa y los toma en cuenta, entregando cariño y en ocasiones
ayudándolos en sus tareas.La familia de éstos niños y niñas en la mayoría de
los casos no está presente, no aportan en su educación, en la entrega de
valores, en su formación personal y social, siendo también agresivos y
prepotentes al entablar un diálogo con ellos.

El establecimiento por su parte tiene ayuda con profesionales del área de


psicología solo asiste una vez a la semana y atiende a 100 alumnos y alumnas
aproximadamente. En conclusión la agresividad no se trabaja como un
problema solo se dan soluciones rápidas y de corto plazo, haciendo un
problema mayor ya que al niño y niñas se le hace adicto a un fármaco, no
entregando herramientas necesarias para la formación valórico y personal.

Al estar dos semanas intensivas con los “niños problemas” pudimos concluir
que la agresividad es un trabajo largo y constante, el apoyo del docente es
fundamental para la entrega de valores, y crear nuevas estrategias de trabajo.

Las estrategias que implementamos como docentes en formación las dos


semanas intensivas de prácticas, fueron de hacer las clases dentro del aula
más participativas y activas, salir del formato común como sentarse en fila
sentándonos en semicírculo, no dejar momentos libres estar en un constante
trabajo cantando, jugando, conversando y así entregar valores como el respeto
hacia sí mismos y los demás, a compartir materiales, a trabajar en equipo, etc.

En las ocasiones en que los alumnos comenzaban a distraerse se les


preguntaba que deseaban realizar y comenzar una nueva actividad.

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