RUTINA DE PENSAMIENTO
CAD
Conectar - Ampliar – Desafiar
¿Cómo se conectan las
ideas con lo que usted ya
conoce?
-Habiendo tenido alumnos con
problemas para reconocer
códigos gráficos, hemos
utilizado carteles y hemos
trabajado en conjunto con un
psicólogo que hacía las veces
de maestro integrador. Puedo
decir que integrar no es un
proceso fácil. Román en el
caso de mi alumno no
continuó en la escuela debido
a un aviso claro por parte del
equipo de orientación. Una
despedida preventiva en
segundo grado puede ahorrar
una desilusión futura cuando
los logros esperables no se
dan. Pero a su vez un simple
profesor no puede evitar sentir
una injusticia cuando él logra
ver mejoras de
comportamiento y de
asimilación al grupo, de
tolerancia ante la frustración,
de motivación. Siguen siendo
los contenidos los que rigen a
la hora de evaluar a un niño,
pero en estos casos deberían
ser más bien otros signos.
Surge la pregunta: ¿Hice bien
mi trabajo con Román?
¿Qué nuevas ideas
amplían o impulsan su
pensamiento en nuevas
direcciones?
-Usualmente nuestra propia
ignorancia pesa sobre quienes
tienen un problema de
desarrollo, proyectando sobre
ellos ciertos impedimentos
imaginarios, por lo cual no los
exigimos ni invitamos al saber
como merecen. El texto de
Friend ilumina sobre este
aspecto que la película italiana
“Rosso come il cielo”
demuestra tan bien. Un niño
sufre un accidente con un
arma y debe ir a una escuela
especial lejos de su familia
junto a otros niños muchos de
los cuales nunca han visto. El
niño no conoce sus nuevas
limitaciones revelándose a
escribir en braile, pero
robando una grabadora de
sonidos demuestra una pasión
por ellos, y por contar historias
mediante ese método.
Debemos no esclavizarnos en
1 sólo sentido, desarrollando
tareas que contemplen
nuestra totalidad y no un
fragmento. La educación es
muy dependiente de la vista.
¿Qué continúa siendo
desafiante?
-Es difícil y es más trabajoso
repensar las actividades para
un grupo particular, más
cuando se tienen muchas
horas para poder tener un
sueldo decente. El profesor
debe diseñar actividades no
con como cree que es el
alumno, sino con todas sus
dimensiones. Muchas veces
no se logra por diferentes
motivos, quizás el mayor de
ellos es la improvisación sobre
la marcha, readaptando una
actividad que fue diseñada
para todos, no
específicamente para quién no
puede de determinada
manera. Es difícil para un
profesor evitar ver a un
alumno con dificultades como
a un problema. Es algo en lo
que tenemos que trabajar y
verdaderamente ponernos en
los zapatos del otro, aplicando
la reciprocidad evangélica.
También debemos tener en
cuenta estos textos para
formar a nuestros futuros
docentes desde el área
directiva, ofreciéndoles ideas y
alternativas.