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Integrantes
Grupo: 403010_7
Tutora:
Yaneth del rocío Gaviria
2018
Introducción
A causa de esto aparecen problemas como la falta de actitudes solidarias bajos niveles de
prosocialidad entre los habitantes de Valledupar, indiferencia ante los sentimientos y
problemáticas de los demás, y dificultades para trabajar en equipo de forma cooperativa en la
búsqueda de soluciones a los problemas de violencia e inseguridad de la ciudad.
Como residentes de la ciudad de Valledupar nos estamos viendo afectados por toda esta
situación; por ello consideramos pertinente trabajar en esta problemática, a fin de fomentar
conductas prosociales a partir de estrategias que conlleven a disminuir los índices de violencia e
inseguridad, contribuyendo a una sana y pacífica, convivencia.
Paso 4. Lista de aquello que necesita hacerse para resolver el problema de Inseguridad y
violencia en la ciudad de Valledupar
1. Realizar programas para atender a la población de alto riesgo como los jóvenes, para
reducir la posibilidad que se involucren en actividades criminales.
6. Disminuir las oportunidades de los delincuentes de cometer delitos, con una mayor
presencia de la Fuerza Pública en la calle.
7. Generar empleo formal, con ingresos dignos para la ciudadanía, compromiso del
mandatario de la ciudad, el cual debe ser una persona dinámica y con alta capacidad de gestión
que logre la instalación o creación de empresas industriales
10. Mantener el pie de fuerza policial, suministrándole los recursos en materia de movilidad y
tecnología, entre otras, pero igualmente exigirles, mayores resultados en la lucha contra la
delincuencia; una policía efectiva, pero más humana, que en vez de generar odios, cautive el
cariño y la confianza de la ciudadanía.
Paso 6. Identificar la información pertinente que sustente el problema con base en las
lecturas sugeridas en esta unidad y en las búsquedas bibliográficas que han realizado
alrededor del problema. Se presenta en forma de Marco Conceptual.
La falta de este marco y de esta formación conlleva a una problemática de falta de conductas
prosociales y por lo tanto priman en ellos conductas contrarias que son reforzadas por los
modelos individualistas, agresivos y egocéntricos que promueve los medios de comunicación
y la sociedad de consumo que impera en nuestra sociedad.
De acuerdo con Roche(1995), “En los momentos actuales de una sociedad en donde abundan
los modelos agresivos y competitivos, no sólo los investigadores sino los líderes educativos,
sociales y políticos están descubriendo la importancia de las actitudes y comportamientos
prosociales, por el potencial que ofrecen de cara a la optimización de una convivencia más
armónica, funcional y ajustada así como por su valor preventivo de higiene mental para la
persona en particular, sometida, generalmente, a fuertes presiones de una sociedad que no
siempre facilita, espontáneamente, las conductas sanas. ”La prosocialidad se presenta en la
actualidad como una respuesta, principalmente desde la psicología y la educación, para educar
no solo a los niños y jóvenes sino también a los adultos en todas sus categorías en
comportamientos que promuevan una sociedad más solidaria que piense en las necesidades de
los demás. No basta con una educación que prevea solamente el que no se le haga mal a nadie, el
que no seamos violentos.
Hoy la sociedad necesita, más bien, una educación que promueva la aceptación de los demás
en toda su persona, es decir ,que las personas sean no solo toleradas sino también aceptadas o
vinculadas en ella como tal, lo cual lo hace posible una educación que promueva la
prosocialidad, el reconocimiento del otro, su aceptación y vinculación.
Así, por ejemplo, policías de lugares de diversión son fuente de temor para jóvenes de
sectores populares; agresores sexuales, para las mujeres de barrios del conurbano bonaerense;
personas ligadas al poder local capaces de todo tipo de abuso, para los sectores populares del
Interior; “gente que antes no existía” productos de la crisis, como limpiavidrios, mendigos o
cartoneros, para algunos entrevistados de sectores altos de la ciudad, mientras que otros temen a
la policía y desconfían de ellos . Una de las principales consecuencias de la extensión del
sentimiento de inseguridad es lo que M. Llanos y M. Douglas (2000) han llamado
“dangerization”.
En estos carriles, es hasta lógico concluir que en una sociedad donde la falta de respeto al otro
está a la orden del día, ésta nunca logre ser una sociedad justa. Porque el respeto "debe ser tenido
en cuenta en todas las relaciones que establecemos con las personas que nos rodean.
Si solo respetamos a quien nos respeta, aceptamos las ideas de quien acepta las nuestras,
toleramos a quien nos tolera, nos ponemos en la situación que la falta de respeto produce y
podemos volvernos intolerantes. Ponemos límites a algo que no debe tenerlos, pero por sobre
todo estaríamos justificando constantemente todo –cada conducta y cada falta de respeto– según
lo que el otro nos haga o diga".
Conclusiones
Llorca, A., Mesurado, B., Samper, P. (2014) El Rol Mediador de la Empatía, la conducta
Prosocial y la Conducta Agresiva en la Depresión y la Ansiedad.Ansiedad y Estrés. 20(2/3).
Recuperado de:http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2125/ehost/detail/detail?sid=bf191776-
84b4-4c09-b9e9-
c2813546e24e%40sessionmgr103&vid=0&hid=125&bdata=Jmxhbmc9ZXMmc2l0ZT1laG9z
dC1saXZl#AN=99981920&db=zbh
Delincuencia juvenil en Bogotá: más de 3400 jóvenes han sido aprehendidos en 2016. El
Espectador. Recuperado el 8 de mayo de 2018
de: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/delincuencia-juvenil-bogota-mas-de-3400-
jovenes-han-sid-articulo-665529