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Trayecto formativo. Cuidado y atención de personas.

Material de apoyo para la formación de cuidadoras y cuidadores de personas


El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social continúa con su tarea de promo-

Trayecto formativo
ción del Trabajo Decente y su firme intención de mejorar la empleabilidad de las per-
sonas en situación de precariedad laboral. Para ello pone este material a disposición
de instituciones, proyectos y programas que hacen de la formación una herramienta
sustantiva para mejorar la posición en el mundo del trabajo de amplios sectores de la
población. La formación de calidad en coordinación con la orientación laboral y el apo-
Cuidado y atención de personas
yo a la búsqueda de empleo son, en definitiva, herramientas fundamentales para lograr
estos objetivos. La inclusión de un enfoque de equidad de género, un reaseguro para
Material de apoyo para la formación
que varones y mujeres puedan acceder a la formación en igualdad de oportunidades.
de cuidadoras y cuidadores de personas
Este manual de formación para docentes incluye una propuesta didáctica para la for-
mación de trabajadores y trabajadoras interesados/as en desarrollar las competencias
laborales requeridas para el cuidado y atención de personas, ya sean niños y niñas,
personas enfermas o personas mayores. Incorpora también, el desarrollo de las com-
petencias necesarias para el desempeño en diferentes ámbitos laborales, denomina-
das en consecuencia, competencias transversales; y contenidos y herramientas para
que trabajadoras y trabajadores, conozcan sus derechos y deberes laborales y estén
en posibilidad así, de negociar condiciones laborales satisfactorias.

El cuidado y atención de personas a cargo de personal especializado, es una actividad


cada vez más requerida en el mundo actual, tanto por la incorporación de las mujeres,
habitualmente a cargo de estas responsabilidades en el hogar, al mercado de traba-
jo, como por el aumento de la edad promedio de la población. Supone el manejo de
saberes específicos que son mayoritariamente adjudicados al “sexo femenino”, como
si estuvieran “en su naturaleza”. Sin embargo, estos saberes deben ser reconocidos
como competencias laborales, transferibles a otros ámbitos y ocupaciones que pue-
den ser adquiridas por personas de uno u otro sexo. Implican el manejo de tecnología
adecuada, la atención profesional de personas, competencias de gestión, adecuadas
para insertarse en esta actividad dentro del sector servicios o sector terciario de la
economía.

Al mismo tiempo, este sector –el de los servicios– se encuentra en plena expansión y
profesionalización y por lo tanto requiere trabajadores/as calificados/as para desempe-
ñar nuevas funciones, tanto en casas particulares, como en instituciones u organiza-
ciones –centros de desarrollo infantil, clubes y asociaciones de jubilados/as, espacios
para la tercera edad, residencias de adultos mayores, centros de estimulación y/o re-
creación, etc.–

El “Trayecto Formativo Cuidado y atención de personas. Material de apoyo para la for-


mación de cuidadoras y cuidadores de personas” se orienta a brindar las herramientas
necesarias para el desarrollo de competencias de servicio orientadas a lograr desem-
peños profesionales de calidad.
Trayecto formativo
Cuidado y atención de personas

Material de apoyo para la formación


de cuidadoras y cuidadores de personas
Trayecto formativo
Cuidado y atención de personas

Material de apoyo para la formación


de cuidadoras y cuidadores de personas
Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Carlos Alfonso Tomada

Secretario de Empleo
Enrique Deibe

Subsecretario de Políticas de Empleo y Formación Profesional


Matías Barroetaveña

Directora Nacional de Orientación y Formación Profesional


Marta Susana Barasatian

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COORDINACIÓN Y REVISIÓN DEL MATERIAL
Secretaría de Empleo
Estela Barba
María José Rodríguez
María Agostina Vigna
María Soledad Fernández
Daniela Comaleras
Silvana Fernández
Ana Lis Rodriguez Nardelli

ELABORACIÓN
Mariel Deus
Carolina Tapia

DISEÑO GRÁFICO
Marcelo Kohan / diseño + broker de impresión

ILUSTRACIONES
José Nasello
Mariano Cassano

IMPRESIÓN
Marcelo Kohan / diseño + broker de impresión

CORRECCIÓN DE TEXTOS
Martín Vittón

Este material fue elaborado, diseñado y publicado en el marco del Proyecto “Es-
trategias de Género en los Servicios Públicos de Empleo”, Secretaría de Empleo,
MTEySS / Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).

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Reconocimientos

En el proceso de elaboración de estos materiales se revisaron y consultaron los siguientes


documentos para definir el perfil y las competencias implicadas en los servicios de cuida-
do y atención de personas:

• “Atención y cuidado de personas” – Documento Curricular – Servicio Social San Caye-


tano – Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social – Programa de Fortalecimiento
Institucional para la Formación Técnica y Profesional de Mujeres de bajos ingresos –
BID/FOMIN- 2004
• Diseño curricular de Servicios a Familias de Cuidado de niños- Ministerio de Producción
y Trabajo, Gerencia de Promoción del Empleo de la provincia de Córdoba
• Curso de Formación de cuidadores domiciliarios. Ministerio de Desarrollo Social de la
Nación Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. Dirección Nacional de
Políticas para Adultos Mayores

También se han tomado en cuenta aportes de múltiples personas e instituciones con las
que nos hemos contactado durante este proceso. Entre ellos destacamos:

• La Dirección de Regulaciones del Trabajo, del MTEySS.


• ALMA: Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer
• PAMI
• Caritas

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Presentación I

El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación ha promovido el diseño


e implementación de una estrategia de formación profesional, que tal como la define la
Recomendación N° 195 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), constituye un
cruce de caminos entre la contención social y el apoyo a la competitividad de la econo-
mía.

Efectivamente, desde hace ya varios años, la formación profesional ha sido un eje estra-
tégico en la implementación de las políticas activas de empleo y ha resultado un factor
preponderante en la inclusión social de vastos sectores desfavorecidos de la sociedad.
La firme decisión política de acompañar el crecimiento económico con la generación de
empleo se concretó a través de acuerdos sectoriales e institucionales con el propósito de
proporcionar a la población trabajadora la adecuada formación laboral para la incorpora-
ción y mantenimiento en puestos de trabajo acordes con el paradigma del Trabajo Decen-
te. La formación de calidad ha incorporado definitivamente la perspectiva de género, en
coordinación con la orientación laboral y el apoyo a la búsqueda de empleo. La conjunción
de los tres factores contribuye al logro de estos objetivos.

La incorporación activa de las mujeres al mercado de trabajo, los cambios producidos en la


estructura familiar y el envejecimiento creciente de la población, son aspectos que obligan
a reflexionar en la necesidad de contar con personas especializadas en el cuidado y la
atención de personas, ya sea de niños, de quienes han alcanzado edades avanzadas o
de quienes requieren cuidados especiales. Por la particularidad de su trabajo, estas perso-
nas, las cuidadoras y los cuidadores, se desempeñan en casas particulares, instituciones
u organizaciones, realizando tareas social y económicamente necesarias, que implican el
acompañamiento y asesoramiento en todas las actividades básicas de la vida diaria, en
permanente interacción con la familia y/o profesionales vinculados con la persona a su cui-
dado.

Estas tareas del “cuidado” suponen el manejo de saberes específicos que históricamente
han sido atribuidos a las mujeres como si estuvieran en su “naturaleza”. Sin embargo, és-
tos pueden ser reconocidos como competencias laborales, transferibles a otros ámbitos
y pueden ser adquiridos por personas de otro sexo. Implican el manejo de tecnología
adecuada, atención profesional de personas, conocimientos específicos, competencias
de gestión, insertándose como actividad en el sector de los servicios, o sector terciario
de la economía. La consecuencia de ello es la necesidad de hablar de la “socialización
del cuidado” concepto que entraña la consideración del mismo no como un tema privado,
relegado al interior de las familias, sino propio del ámbito público que contempla por un
lado, el diseño y la implementación de la formación profesional a fin de contar con perso-
nas con perfiles adecuados, y por otro, la existencia de estructuras y recursos que apoyen

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a las mujeres, por lo general a cargo de la responsabilidad del cuidado, en el proceso de
conciliación entre su vida laboral y personal.

Por otra parte, la profesionalización del cuidado está determinada por el perfil del sujeto al
que se cuida y en ese sentido, a fin de planificar las características de la formación de los
cuidadores y cuidadoras, es necesario contar con información acerca de la composición
demográfica del país y el peso específico que cada colectivo adquiere en ella. Hoy por
hoy, en nuestro país los niños adquieren una mayor relevancia, pero en forma coincidente
con otros países de la región, el paulatino envejecimiento de la población a mediano plazo
condicionará los perfiles requeridos.

El sector de cuidado de personas, es un sector históricamente rezagado en sus condicio-


nes de trabajo y remuneración; desempeñada en el ámbito de hogares particulares, casi
en exclusividad, ha sido una ocupación desvalorizada económica y socialmente, afectando
particularmente a las mujeres trabajadoras, quienes han ocupado este espacio tradicional
y mayoritariamente. La formación de calidad con enfoque de género, dignifica y jerarqui-
za a las trabajadoras y los trabajadores del sector, desde objetivos de promoción de la
igualdad y equidad de género, teniendo en cuenta las brechas que existen en perjuicio de
las mujeres en materia de empleo, ingresos, participación económica y representación.
Sumado a esto, jerarquiza los servicios que se brindan en los hogares particulares y en las
instituciones que los brindan.

Este manual de formación para docentes incluye una propuesta didáctica para la formación
de trabajadores y trabajadoras interesados en desarrollar las competencias laborales re-
queridas para el cuidado y la atención de las personas. Incorpora además el desarrollo de
competencias transversales necesarias para el desempeño en diferentes ámbitos labora-
les, contenidos y herramientas para que trabajadores y trabajadoras, puedan conocer sus
derechos y deberes laborales, así como negociar condiciones satisfactorias. Contribuye a
la labor del docente que encontrará en sus páginas muy buenas propuestas didácticas y
desarrollos metodológicos y conceptuales. Sin embargo, nada puede sustituir la capaci-
dad del docente para desentrañar de quien se capacita la facultad de recordar, reflexionar
y transformar aquello que sin duda se aprendió en su momento en el ámbito doméstico y
ahora se transforma en el aula.

Susana Barasatian
Directora Nacional de Orientación y Formación profesional
MTEySS

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Presentación II

El proceso de envejecimiento de nuestro país y la fragilización que el mismo conlleva para


las personas mayores, obliga a combinar herramientas para ofrecer cuidados progresivos,
integrados e integrales.

Los cuidados domiciliarios de las personas mayores conforman parte de una modalidad
de atención que posibilita el cuidado en un entorno conocido, familiar, rodeado de afectos,
afianzando los lazos de pertenencia y, sin ninguna duda, garantizando una mejor calidad
de vida. Este servicio, otorgado en forma adecuada y oportuna, cumple una función pre-
ventiva, y su duración puede extenderse en el tiempo.

Es necesario que el/la cuidador/a esté capacitado/a para acompañar a la persona mayor,
conociendo las características inmanentes a esta etapa de la vida. De esta manera podrá
acompañar a la persona y facilitar el desarrollo de las actividades básicas e instrumentales
diarias aun con las limitaciones funcionales que pueden aparecer en esa etapa de la vida.
La tendencia hacia una creciente expectativa de vida, la mayor prevalencia de enferme-
dades crónicas con secuelas limitantes, los cambios en el modelo de familia y la creciente
incorporación de las mujeres al mundo laboral, acrecientan la demanda sostenida de este
sector y destacan la importancia de un abordaje integral, médico y social, de esta situa-
ción.

De esta forma, la atención domiciliaria se convierte en una oportunidad de empleo que


posibilita que muchas personas accedan al mercado del trabajo a través de la formación
profesional.

Es por esto que consideramos auspiciosa la presentación de este Manual para formar a
cuidadores y cuidadoras en la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes es-
pecíficas para el desempeño de su labor. De esta manera se continuará en la senda de
restitución de los derechos de las personas mayores que viene dándose en nuestro país
desde mayo de 2003 a la fecha.

Federico Susbielles
Gerente de Promoción Social y Comunitaria INSSJP
PAMI

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Introducción
El material que hoy presentamos incluye una propuesta didáctica para la capacitación de
trabajadoras y trabajadores interesados/as en desarrollar las competencias laborales re-
queridas para desempeñarse en forma especializada en el cuidado de personas.

Se enmarca en la iniciativa del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, destinada


a jerarquizar ésta y otras actividades del sector de los servicios que suelen no ser reco-
nocidas o valoradas como un oficio calificado por quienes contratan los servicios ni una
práctica calificante, por parte de quienes la realizan.

Los contenidos y actividades que se proponen en este material tienen como objetivo que
quienes participan de la formación adquieran los conocimientos, habilidades y actitudes
específicas de estos servicios y otro conjunto de competencias, necesarias para el des-
empeño en diferentes ámbitos laborales. Por este motivo, los contenidos y actividades pre-
sentados apuntan a generar o fortalecer competencias para la comunicación, la resolución
de problemas, la planificación, el uso de tecnología, la evaluación de lo hecho en base a
parámetros de calidad, y para el ejercicio de los derechos laborales y la negociación de las
condiciones de trabajo

Por otra parte, la propuesta promueve la reflexión sobre la feminización de esta actividad
-el cuidado de personas-, resultado de la asignación histórica de roles bien diferenciados a
varones y mujeres. Propone una mirada crítica sobre la naturalización de dicha asignación
de roles y su impacto en la desjerarquización – desvalorización social y económica - de
este trabajo. Tradicionalmente se ha considerado que las mujeres cuentan “por naturaleza”
con un saber “ya dado” para el ejercicio de la atención y el cuidado de personas y para
las actividades que se realizan en el ámbito privado de los hogares, y que, por lo tanto,
no sería necesaria ninguna formación específica para desempeñarlo. Plantea y cuestiona
entonces, como otro impacto de la naturalización del trabajo en el sector, la desprofesio-
nalización de la actividad.

El material incorpora como eje articulador de la formación, el acompañamiento en la cons-


trucción de un proyecto formativo y laboral, en el marco del cual se recuperen y valoricen
experiencias y conocimientos que las personas que participan de la formación han ad-
quirido a lo largo de su vida, y las pongan en relación con estas y otras oportunidades de
inserción laboral para el futuro, considerando el contexto productivo. De esta manera se
acompaña para que cada participante pueda definir los nuevos recorridos que desea y
decida seguir en materia de formación o empleo.

En este sentido, es importante destacar que esta propuesta puede ser concebida como un
primer tramo de un trayecto formativo, que las personas podrán complementar con otras
formaciones en actividades afines o diversificar, facilitando de esta manera, su acceso a
otros campos ocupacionales. Por ejemplo podrán profundizar su formación para el cuida-

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do especializado de la infancia, los servicios personales de acompañamiento terapéutico,
recreación con personas en diferentes etapas vitales, actividades de animación y ense-
ñanza, actividades de atención de personas en hoteles, recreos, empresas, y en diversos
tipos de instituciones, como establecimientos para la tercera edad, clubes y asociaciones
de adultos mayores, centros de desarrollo infantil, etc. También podrán generar proyectos
de autoempleo en forma individual o asociada.

En la misma línea, al incorporar el acompañamiento para la construcción de un proyecto


ocupacional en el trayecto formativo, se fortalece la empleabilidad de las personas, en la
medida en que:
• La formación se centra en lo que las personas tienen y lo pone en valor.
• Lo que les falta no se connota como estigma, sino como generador de nuevas oportu-
nidades.
• Se focaliza en las oportunidades y restricciones para el desempeño laboral de las per-
sonas en sus contextos de vida, haciendo visibles condicionamientos fundados en gé-
nero, clase, etnia, edad, entre otros.
• Apuesta a la proyección personal y a la posibilidad de cambios, enfatizando en que -aún
en contextos de incertidumbre y restricciones- hay márgenes para la acción.
• Permite desarrollar competencias laborales transversales a más de un campo ocupacional.

Enfoque metodológico
Es probable que muchos/as de los/as participantes hayan tenido experiencias educativas
que por diversas circunstancias debieron interrumpir, o que hayan permanecido mucho
tiempo sin involucrarse en instancias de formación. Puede suceder que en el tránsito por
la capacitación reaparezcan miedos, falta de confianza o inhibición, lo que suele darse
en una población cuyas experiencias de educación están frecuentemente marcadas por
la frustración y la descalificación. Los y las instructores/as deben tener en cuenta que se
dirigen a adultos trabajadores/as, en su mayoría mujeres con experiencias previas en el
servicio doméstico y el cuidado de personas, pertenecientes a sectores vulnerables.

En este sentido es central que el/la instructor/a asuma un rol de orientador, moderador o
acompañante del proceso de enseñanza y aprendizaje y no de “administrador del saber”.
Que considere el punto de partida de los/as participantes, es decir, sus saberes y sus
trayectorias; no sólo como un mero recurso pedagógico, sino como una herramienta para
afirmar al otro como sujeto portador de conocimientos y capaz de seguir aprendiendo.

Por lo tanto, es fundamental que el/la instructor/a esté atento a:


• Promover la confianza en la propia capacidad para aprender y respetar los tiempos de
aprendizaje de cada persona.
• Alentar los logros, reconocer el crecimiento del grupo y de cada persona en particular.
• Promover la participación de todos los integrantes, atendiendo especialmente a aque-
llos con mayores dificultades.

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• Promover la reflexión y la expresión de todas las ideas.
• Estimular el diálogo, el intercambio de ideas atendiendo a las diferencias.
• Estimular la iniciativa y la autonomía para resolver problemas.
• Compartir las dificultades que se pudieran presentar en el proceso de formación con el
objetivo de buscar soluciones superadoras.
• Atender a posibles restricciones para la formación derivadas del género, la edad, las
diferencias culturales y sociales y promover alternativas de solución.
• Alentar en los/as participantes la ampliación de sus proyectos formativos y laborales y
orientarlos en la elección de futuras formaciones.

Este enfoque otorga un valor especial al desarrollo de capacidades para la comunicación,


como un recurso central para el desempeño laboral y social. Por eso es fundamental ga-
rantizar un clima de confianza que estimule el uso de la palabra oral y escrita, ya sea para
hablar de sí mismos/as, expresar o defender una idea, preguntar, relatar un procedimiento
o plantear una demanda. Es necesario invitar a hablar a aquellos/as que no lo hacen por
iniciativa propia, establecer pautas de diálogo para que todos/as se sientan respetados en
su opinión, explicitar que no hay “buenas o malas” opiniones, en la medida que cada una
expresa la singularidad de cada persona y que siempre es posible modificar en parte o
totalmente un punto de vista, si se puede escuchar y ser escuchado con atención y res-
peto.

Finalmente, dado que el material ha sido diseñado con el propósito de fortalecer la empleabi-
lidad1 de las personas, es importante que el instructor/a “traiga” de manera permanente el
contexto laboral real a la clase, para relacionarlo con las actividades didácticas, de manera
que éstas puedan ser trabajadas como si fueran tareas reales en contextos laborales reales.

Organización del manual


El material está organizado en cinco módulos, los cuatro primeros pueden ser aplicados
de manera independiente, aunque es conveniente respetar el orden, dado que las nocio-
nes y habilidades adquiridas en un módulo resultan beneficiosas para otro. En el caso del
módulo cinco, se trata de un módulo integrador, que recoge los resultados de los módulos
anteriores; si bien algunas de las actividades propuestas también pueden ser aplicadas en
forma independiente.

Cada módulo aborda un conjunto de temas y está estructurado en clases de una dura-
ción de 120 minutos. Cada clase contiene un conjunto de actividades teórico- prácticas,
que aunque incluyen un desarrollo paso a paso, el/la instructor/a deberá contextualizar de
acuerdo a las características de los/as participantes y del lugar de aplicación.
Como instrumentos de apoyo, cada módulo incluye un anexo de Herramientas Conceptua-

1 Definimos empleabilidad como la aptitud para “encontrar, crear, conservar enriquecer un trabajo y pasar de uno a otro obteniendo
a cambio una satisfacción personal, económica, social y profesional”.

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les para el desarrollo de los temas y un anexo de Recursos Didácticos para la realización
de las actividades. Ambos materiales se presentan de manera que puedan ser reproduci-
dos para el trabajo en el aula.
En los recursos de cada actividad figurarán entre paréntesis las siglas RD, que refiere a
recursos didácticos o HC, que refiere a herramientas conceptuales, seguidos por la letra
M, que hace referencia al módulo al que pertenece. Por ejemplo: Ficha Nº1 (RD M1), indica
que esa ficha se encuentra en el anexo de recursos didácticos del módulo 1.

El desarrollo de las actividades que integra el Manual suma un total de 116 horas, lo que
garantiza la cobertura de todos los temas.

Las actividades son de carácter eminentemente práctico, de todas maneras, se recomien-


da fuertemente, sumar clases de práctica en las actividades que se consideren necesarias,
de acuerdo a la diversidad de situaciones que pueden darse en el territorio nacional, y a las
particularidades del contexto local.

Siguiendo esta línea, se sugiere la inclusión al final de cada módulo, previo a la evaluación, de
un encuentro de “revisión”. El propósito del mismo es realizar un recorrido a través de todo
lo trabajado en cada módulo para poder revisar conceptos, aclarar dudas, realizar preguntas
y reforzar aquellas cuestiones que se consideren necesarias. Es importante recordar que el
aprendizaje es el resultado de un proceso de construcción en el cual las personas incorporan
y asimilan nuevos conocimientos, acomodándolos a los que ya poseen y adaptándolos a nue-
vos contextos y situaciones. Es por eso que al que aprende le cabe un rol activo en este proce-
so de construcción: establecer relaciones, inferir, preguntarse y preguntar, recordar, reflexionar,
ejemplificar, relacionar con sus prácticas laborales. Nos parece que este es un espacio propi-
cio para dar lugar a este proceso y profundizar en la transferencia de los contenidos trabajados
en los distintos encuentros a los contextos posibles de actuación profesional. En este sentido,
consideramos conveniente que cada instructor/a organice este encuentro de acuerdo a las
necesidades, inquietudes y características de cada grupo. A continuación le presentamos a
modo de ejemplo, algunas actividades que podrán utilizar en la jornada de revisión:
• Resolución de casos
• Dramatización de una situación de trabajo y análisis
• Visita y observación en una institución de la zona, y posterior análisis.
• Tarjetas con afirmaciones para evaluar V o F
• Detección de errores
• Preparación y presentación de una clase por parte de los/as participantes
• Extensión de las prácticas propuestas en los encuentros de cada módulo
• Invitación de alguna persona relacionada con los contenidos abordados que sea de
interés para profundizar un tema.

Resulta importante que las/los participantes, luego de realizar la evaluación de cada mó-
dulo, puedan identificar las posibilidades laborales y formativas que se desprenden de las
temáticas abordadas en los mismos, teniendo en cuenta las opciones de formación y tra-
bajo asociadas a las competencias desarrolladas en los distintos módulos.

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Contenidos

Módulo 1: Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• Análisis del sector de los servicios de atención y cuidado de personas desde una pers-
pectiva de género.
• Conocimientos, experiencias y habilidades previas de los y las participantes. Autodiag-
nóstico de saberes, habilidades, deseos y necesidades.
• Particularidades de la relación laboral según ámbitos de desempeño institucional y do-
miciliario. Caracterización de las competencias del cuidador o la cuidadora: roles y fun-
ciones, límites y posibilidades. Aspectos legales.
• Herramientas para la comunicación con las personas asistidas, con familiares, respon-
sables y profesionales del entorno.
• Necesidades fundamentales a tener en cuenta por el cuidador o la cuidadora: salud,
alimentación y recreación. Definición e importancia de cada uno de los aspectos.
• Primeros auxilios: medidas básicas que se pueden tomar en casos de emergencia; qué
no hacer en esas situaciones.
• Evaluación de los aprendizajes.

Módulo 2: Atención y cuidado de niños y niñas


• El rol del cuidador o cuidadora de niños y niñas.
• La comunicación con la familia y adultos responsables del niño o niña.
• Las etapas de la niñez y sus características.
• La salud de los niños y niñas. Factores de riesgo. Normas y técnicas generales para la
higiene de niños y niñas y para la prevención de accidentes en tareas cotidianas.
• La alimentación de los niños y niñas en las distintas etapas evolutivas (lactancia, primera
infancia, edad preescolar y escolar).
• El tiempo libre y la niñez: posibles actividades recreativas según la etapa evolutiva.
• Tareas de gestión en la atención y cuidado de niños y niñas.
• Primeros auxilios para niños y niñas.
• Evaluación de los aprendizajes

Módulo 3: Atención y cuidado de personas mayores


• Las características de la persona mayor y sus necesidades básicas. El rol del cuidador
o de la cuidadora.
• Estrategias para la promoción de la salud de personas mayores. Prevención de los prin-
cipales problemas de salud.
• Prevención de accidentes de personas mayores en el hogar o en instituciones.
• Revisión y construcción de herramientas para la valoración funcional de la persona
mayor.
• Envejecimiento activo, productivo y saludable.
• Necesidades de alimentación de la persona mayor. Factores que condicionan el estado
nutricional.

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• Posibles actividades recreativas para personas mayores. Recursos para el uso del tiem-
po libre y de esparcimiento.
• Diferentes tipos de gestiones a realizar por el cuidador o la cuidadora. Herramientas
para la realización de distintas gestiones en ámbitos laborales domiciliarios o institucio-
nales. Herramientas metodológicas para la administración y rendición de gastos.

Módulo 4: Cuidado y atención de personas enfermas


• Características del rol del/la cuidador/a que atiende a personas enfermas.
• Diferentes tipos de enfermedades, según compromisos psíquicos y físicos. Cuidados
paliativos.
• Características básicas de enfermedades con compromisos psicológicos: demencias,
Alzheimer, Parkinson
• Modalidades adecuadas para tratar personas con las diferentes patologías y para la
administración de medicamentos.
• Pacientes terminales: pautas de atención y cuidado.
• Recursos para la observación y comunicación con personas enfermas; comunicación
con la familia.
• Conocimientos previos acerca de la práctica de higiene personal de pacientes en cama.
Técnicas para la higiene y confort del/a paciente (baño en cama, rasurado, higiene bu-
cal, cuidado de uñas, cambio de pañales, uso de chatas y papagayos).
• Alimentación de pacientes enfermos/as: importancia de ese momento; técnicas para la
colaboración con el/la paciente; límites del/a cuidador/a; confort.
• Pautas para la organización del trabajo. Técnicas de gestión. Planificación de tareas en
el cuidado y atención de personas enfermas.
• Recursos para el uso del tiempo libre en la atención de las personas enfermas.
• Responsabilidades y derechos en el cuidado de la salud del/a cuidador/a. Prácticas que
favorecen el cuidado del/a cuidador/a. Aspectos a tener en cuenta desde la perspectiva
del cuidado personal.
• Normas y técnicas de bioseguridad.
• Evaluación de contenidos.

Módulo 5: Definimos nuestro proyecto ocupacional


• El proyecto ocupacional. Definición y etapas: autodiagnóstico, análisis del contexto, de-
finición de los objetivos, plan de acción.
• Las fuentes de información sobre empleos y ofertas de formación. Los servicios de
orientación laboral públicos y privados. Los avisos clasificados.
• La elaboración del currículum vítae. La carta de presentación. La entrevista laboral.
• El plan de acción.
• Valoración de las competencias adquiridas en el trayecto formativo. Cierre del curso.

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Tema Página
Presentación I 7

Presentación II 9
Introducción 11
Enfoque Metodológico 12
Organización del Manual 13
Contenidos 15

Introducción al servicio de atención y cuidado de


Módulo 1 19
personas

Presentación del curso 25


El punto de partida en relación con el trabajo y la formación 27
La regulación del trabajo 34
Comunicación 38
Resolución de conflictos 42
Identificación de las necesidades de las personas 44
Recreación 47
Primeros auxilios 49
Revisión de contenidos 52
Evaluación 53
Herramientas Conceptuales 55
Recursos Didácticos 85

Módulo 2 Atención y cuidado de niños y niñas 99

Introducción al cuidado de niños y niñas 105


Promoción de la salud en la atención y cuidado de niños y
115
niñas
La alimentación en la niñez 121
Recreación con niños y niñas 126
Tareas de gestión en la atención y cuidado de niños y niñas 129
Prevención de accidentes y primeros auxilios 132
Cuidados del cuidador o cuidadora 136
Revisión de contenidos 138
Evaluación 139
Herramientas Conceptuales 142
Recursos Didácticos 181

17
Módulo 3 Atención y cuidado de personas mayores 201

Introducción a la atención y cuidados de personas mayores 207


Promoción de la salud de las personas mayores 210
La autonomía de la persona mayor 214
Problemas frecuentes en las personas mayores 219
El momento de la alimentación en la atención y cuidado de
221
personas mayores
Estrategias para la recreación en la atención de personas
224
mayores
Tareas de gestión en la atención y cuidado de la persona
226
mayor
Prevención de accidentes 230
Revisión de contenidos 232
Evaluación 233
Herramientas Conceptuales 237
Recursos Didácticos 257

Módulo 4 Atención y cuidado de personas enfermas 269

Introducción a la atención y cuidado de personas enfermas 275


Enfermedades con compromisos psicológicos 279
Pacientes terminales 281
El cuidado de personas con enfermedades con compromisos
283
psicológicos y pacientes terminales
La alimentación de personas enfermas 285
Higiene y confort de los pacientes enfermos 287
Actividades de gestión 290
Estrategias para el uso del tiempo libre en la atención de
299
personas enfermas
Cuidados del/a cuidador/a a cargo de personas enfermas y
301
prevención de accidentes
Revisión de contenidos 304
Evaluación 305
Herramientas Conceptuales 309
Recursos Didácticos 351

Módulo 5 Definimos nuestro proyecto ocupacional 365

Proyecto ocupacional 371


Herramientas Conceptuales 395
Recursos Didácticos 407

18
Módulo 1

Introducción al servicio
de atención y cuidado de
personas
Módulo 1: Introducción al servicio de atención y cuidado
de personas
Tiempo
Encuentro Tema Actividad
(minutos)

Encuentro 1 Presentación del curso 1. Comenzamos a formar el grupo 120

El punto de partida en relación con el 2. Mis trayectorias laborales y forma-


Encuentro 2 120
trabajo y la formación tivas

3. Una mirada desde la división sexual


Encuentro 3 El campo ocupacional del sector 120
del trabajo

4. Una mirada desde las competen-


Encuentro 4 El campo ocupacional del sector 120
cias laborales

5. ¿Cómo está regulada la actividad


Encuentro 5 La regulación del trabajo 120
de cuidado y atención de personas?

6. La comunicación y su importancia
Encuentro 6 Comunicación 120
en el desempeño laboral

7. Resolución de conflictos en el ám-


Encuentro 7 Resolución de conflictos 120
bito laboral

Identificación de las necesidades de 8. ¿Cuáles son las necesidades de


Encuentro 8 120
las personas las personas a ser atendidas?

Encuentro 9 Recreación 9. Vamos a jugar 120

Encuentro 10 Primeros auxilios 10. Primeros auxilios 120

11. Revisión de conceptos.


Encuentro 11 Revisión de contenidos Planteo de dudas y preguntas. 120
Cierre del módulo

Encuentro 12 Evaluación 12. ¿Qué aprendimos? 120

20 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


P resentación

En este módulo se abordarán las características del campo


ocupacional y los requerimientos necesarios para desempe-
ñarse en el rol de cuidadores y cuidadoras de personas. Se
trabajará en la identificación de los saberes previos, conside-
rando las expectativas de los y las participantes vinculadas con
la capacitación que van a iniciar. Con este objetivo, se brindarán
herramientas para que quien coordine la capacitación facilite la
reflexión sobre el valor que los conocimientos, las habilidades y
las experiencias adquiridas por las personas en sus trayectorias
de vida pueden tener tanto para la formación como para el de-
sempeño en el mundo del trabajo.

Se desarrollarán también aspectos referidos a la comunicación


y su importancia en el ámbito laboral, ya que el cuidador o la
cuidadora estará en permanente contacto e interacción con las
personas bajo su cuidado, su grupo familiar o responsable (per-
sona o institución) y también con profesionales del entorno.

Se reflexionará sobre la construcción histórica del oficio, analizan-


do las marcas de género que connotan la actividad y su asociación
a capacidades que se suponen naturales en las mujeres.

Finalmente, se abordará de manera general un conjunto de con-


tenidos referidos a las necesidades de las personas destinata-
rias del cuidado: salud, alimentación, recreación y prestación
de primeros auxilios, vinculados con el ejercicio de la actividad.
Éstos serán retomados y profundizados en cada módulo.

El desarrollo de dichos contenidos busca generar una mayor


comprensión sobre del rol del cuidador o de la cuidadora de
personas, sus tareas y responsabilidades específicas. A la vez,
se profundizará en el conocimiento de las características de los
distintos grupos de población destinatarios de este servicio.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 21


bjetivos
• Contribuir al conocimiento del campo ocupacional co-
rrespondiente al servicio de atención y cuidado de perso-
nas, incorporando una mirada de género.
• Promover la identificación de los saberes, habilidades,
deseos y necesidades personales en relación con los re-
querimientos del desempeño profesional de la actividad.
• Evaluar la relación entre las competencias individuales y los requerimientos del
campo laboral, a fin de reconocer los aspectos a fortalecer para mejorar la em-
pleabilidad.
• Favorecer en los y las participantes el posicionamiento como trabajadores con
conocimiento de sus derechos y obligaciones, y capacidad de negociar condicio-
nes satisfactorias conforme a la ley.
• Contribuir al conocimiento e identificación de las necesidades de los grupos de
población asistidos, que deben tenerse en cuenta en el ejercicio del rol: salud,
alimentación y recreación.
• Promover el reconocimiento y el desarrollo de competencias para la gestión de las
actividades propias del rol profesional.
• Fortalecer el manejo de herramientas para la comunicación oral y escrita, tanto
con las personas asistidas como con familiares y profesionales del entorno.
• Facilitar el manejo de procedimientos básicos de primeros auxilios para casos de
emergencia.

• Análisis del sector de los servicios de atención y cui-


dado de personas desde una perspectiva de género.
• Conocimientos, experiencias y habilidades previas
de los y las participantes. Autodiagnóstico de sabe-
res, habilidades, deseos y necesidades.
• Particularidades de la relación laboral según ámbi-
tos de desempeño institucional y domiciliario. Ca-
racterización de las competencias del cuidador o la
ontenidos cuidadora: roles y funciones, límites y posibilidades.
Aspectos legales.
• Herramientas para la comunicación con las perso-
nas asistidas, con familiares, responsables y profe-
sionales del entorno.
• Necesidades fundamentales a tener en cuenta por
el cuidador o la cuidadora: salud, alimentación y re-
creación. Definición e importancia de cada uno de
los aspectos.
• Primeros auxilios: medidas básicas que se pueden
tomar en casos de emergencia; qué no hacer en
esas situaciones.
• Evaluación de los aprendizajes.

22 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


esultados

Al finalizar este módulo, los y las participantes estarán en


condiciones de:
• Identificar las características principales del sector de ac-
tividad de los servicios de cuidados y atención de perso-
nas, reconociendo el impacto de género en las oportuni-
dades laborales y en la valoración de las ocupaciones.
• Determinar el valor de empleabilidad de los conocimien-
tos, habilidades y experiencias adquiridos en sus trayec-
torias laborales y formativas.
• Identificar los derechos que los asisten como trabajado-
res y trabajadoras del sector.
• Definir y evaluar alternativas de respuesta a situaciones
de conflicto laboral.
• Considerar las necesidades de salud, alimentación y
recreación de los grupos de población asistidos, como
parte de su labor cotidiana.
• Reconocer y fortalecer las experiencias y habilidades que
ya poseen para gestionar servicios, organizar actividades
y comunicar claramente los resultados de estas tareas.
• Disponer de alternativas básicas para actuar en casos de
emergencia.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 23


encuentro 1
Presentación del curso

Actividad 1:
Comenzamos a formar el grupo

Objetivos
• Promover el conocimiento y acercamiento entre los y las participantes.
• Generar un clima de confianza que estimule la participación y la integración grupal.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Ovillo de lana
• Pizarrón o papel afiche
• Tiza o marcador

Desarrollo
a. Comience dando la bienvenida al grupo y señalando que todos y todas están inician-
do un proceso de formación en el que, además de aprender, compartirán experien-
cias y conocimientos adquiridos en sus trayectorias de vida, así como reflexiones y
debates sobre los diferentes temas que se irán desarrollando. Para que esto se dé en
un clima de confianza, es importante comenzar a conocerse.

b. Solicite entonces que comiencen diciendo su nombre y apellido, y cómo se enteraron


de esta instancia de capacitación.

Para esto, invite a que se sienten en círculo y pida a una


persona que comience diciendo su nombre. Quien esté
sentado a la izquierda de esa persona debe decir el nom- Recomendaciones para el/la
bre de la persona anterior y el suyo propio, y así suce- instructor/a

sivamente hasta terminar la ronda con el instructor o la Si son muchos participantes, es


instructora, quien intentará repetir todos los nombres. conveniente no esperar a terminar
de dar la vuelta completa, sino cor-
tar en un punto determinado y em-
c. Terminada la ronda de presentación, invite a las per- pezar la actividad nuevamente.

sonas a continuar compartiendo otros aspectos de


su vida. Para facilitar este intercambio, puede es-

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 25


cribir en el pizarrón una guía de preguntas. Aclare que no es necesario responder
a todas ellas, sino seleccionar las que consideren más relevantes y las que deseen
compartir (por ejemplo, sobrenombre, estado civil, conformación del grupo familiar, si
está trabajando, qué le gusta hacer en su tiempo libre, si participa de alguna institu-
ción u organización del barrio, entre otras).

Luego, entregue a una persona un ovillo de lana. Pídale que se presente respondiendo
a las preguntas y que, cuando termine su presentación, lance el ovillo a cualquier otra
persona sosteniéndolo por una punta. Quien recibe el ovillo se presenta y, del mismo
modo, sosteniendo la lana, lanza el ovillo a otro u otra participante. El juego continúa
hasta que se hayan presentado todos y todas.1

d. Una vez que la presentación haya finalizado, quedará conformada una red. Entonces,
invite a reflexionar sobre:

• ¿Cuál es para ustedes la función de una red?


• ¿Qué significa la conformación de una red con otros/as?

Comente que, al igual que para el armado de


una red, para configurar un grupo se necesita del
Recomendaciones para el/la aporte de todas las personas que lo integran.
instructor/a

Para encontrar otros juegos que ten- e. Para recoger el ovillo, solicite que comen-
gan el objetivo de “romper el hielo” o
empezar a conocerse como grupo, ten las razones por las cuales eligieron el curso
puede buscar en sitios de Internet, y qué consideran que pueden aportar al grupo.
por ejemplo:
http://www.jovenaventurero.men- Luego, deben pasar el ovillo a la persona que
doza.edu.ar/Documentos/pic_1901. anteriormente les ha lanzado la madeja. Así su-
doc
http://www.infancia-misionera.com/ cesivamente, hasta que el ovillo queda recogido.
dinpres.htm
h t t p: // w w w. s c r i b d .c o m /
doc/4002952/100-dinamicas-para- f. Finalice la actividad informando la duración total
adultos del curso, los días y horarios de los encuentros, y
los requisitos de asistencia y puntualidad.

1 Esta técnica de presentación es conocida también como “La telaraña” y está tomada del libro Técnicas participativas para la educación
popular, de CEDEPO, Ed. Lumen-Humanitas. Allí se pueden encontrar, entre otras, variedad de actividades de animación y presentación.

26 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


encuentro 2

El punto de partida en relación con


el trabajo y la formación

Actividad 2:
Mis trayectorias laborales y formativas

Objetivo
• Reconocer y registrar las experiencias formativas, laborales y de participación en distin-
tos ámbitos de la trayectoria de vida personal, con valor para el desempeño laboral.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
Recursos instructor/a

• Copias del Cuadro n.º 1 (RD M1) Para el desarrollo de este


• Copias del Cuadro n.º 2 (RD M1) tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 1 en HC M1.
• Copias de la Ficha n.º 1 (HC M1)

Desarrollo
a. Inicie el encuentro explicando que antes de comenzar
un nuevo camino o proyecto, siempre es importante “revisar” con qué se cuenta
para emprenderlo. En este caso, se tratará de un camino de aprendizaje y formación,
para el cual interesa reconocer y registrar qué otras experiencias útiles para este tra-
yecto trae cada participante. Para ello, solicite que realicen una línea de la vida y que
marquen allí cinco logros, buenas decisiones, cosas que consideran que salieron bien
en sus vidas en relación con su formación y experiencias de trabajo o participación,
desde su niñez hasta la actualidad. Señale que seguramente todas las personas po-
demos identificar hechos positivos en nuestra historia de vida.

Nacimiento

Línea de vida

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 27


Luego, solicite que se agrupen en parejas y compartan sus logros. Explique que estos
hechos nos constituyen, están vinculados con lo que hoy somos y que seguramente
tuvieron que poner en juego diferentes habilidades y actitudes para lograrlos.

b. Posteriormente, entregue a cada participante una copia del Cuadro n.º1 (RD M1) y
solicite que completen los siguientes aspectos (quizás algunos de ellos se encuentren
entre los mencionados anteriormente):

Cuadro n.° 1

¿Cuáles de estos conocimientos


¿Dónde y qué estudió? ¿Qué aprendió? pueden ayudarlo/a para el
cuidado de personas?

¿Cuáles fueron sus ¿Cuáles de estos conocimientos


experiencias laborales ¿Qué aprendió? pueden ayudarlo/a para el
formales? cuidado de personas?

¿Cuáles de estos conocimientos


¿Qué trabajos realizaba en su
¿Qué aprendió? pueden ayudarlo/a para el
familia?
cuidado de personas?

¿Cuáles de estos conocimientos


¿Realizó trabajos en la
¿Qué aprendió? pueden ayudarlo/a para el
comunidad o en su barrio?
cuidado de personas?

28 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


c. En plenario proponga a cada participante que presente su cuadro y ayude a lograr
una formulación de los aprendizajes lo más precisa posible. Recuerde que el objetivo
es que puedan reconocer cuáles de esos aprendizajes son útiles para el cuidado de
personas. Señale que para realizar todas estas tareas tuvo que poner a prueba cier-
tas habilidades, capacidades, actitudes, y que seguramente también se encontraron
dificultades para realizarlas.

d. Entregue copias del Cuadro n.º 2 (RD M1) y pida que, en forma individual, enumeren
las ventajas y las dificultades que encontraron en su recorrido formativo y laboral an-
teriormente mencionado.

Cuadro n.° 2

Ventajas Dificultades
(ser organizado/a, sencillo/a, amable, puntual) (me faltaba capacitación, no me alcanzaba el
tiempo, desordenado/a)

e. Realice un cierre enfatizando que los aprendizajes identificados son el punto de par-
tida, el equipaje con el que han llegado a la formación, y el cual irán fortaleciendo y
enriqueciendo a lo largo del curso. Señale que, a la vez, la capacitación les propor-
cionará herramientas para intentar superar las dificultades enunciadas. Entregue la
copias de la Ficha n.º 1 (HC M1) para que los y las participantes lean en sus hogares
antes del próximo encuentro.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 29


encuentro 3
El campo ocupacional del sector

Actividad 3:
Una mirada desde la división sexual
del trabajo

Objetivos
• Facilitar el reconocimiento de la división del trabajo en función del sexo.
• Promover la reflexión en torno al carácter cultural de esta división y su impacto en la
desjerarquización de algunas ocupaciones tradicionalmente asignadas a mujeres.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
• Pizarrón o papel afiche Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer las
• Tizas o marcadores Fichas n.º 2 y n.º 3 en HC
• Copias del Esquema n.º 1 (RD M1) M1.

• Copias de las Fichas n.º 2 y n.º 3 (HC M1)

Desarrollo
a. Comience el encuentro comentando que cuando se realiza un determinado trabajo u
oficio, o cuando se comienza un trayecto de formación o estudio, influyen diferentes
factores: el gusto por la tarea, las posibilidades de realizarla, la habilidad para realizarla,
una necesidad económica, la figura de otra persona que funciona como “modelo”… Y
además de estos factores, que son más bien personales, existen cuestiones sociales y
culturales que condicionan este tipo de elecciones, como las vinculadas con el hecho
de ser mujer o varón. La actividad que se va a realizar en este encuentro tiene como ob-
jetivo “sondear” la historia familiar de cada uno y cada una en lo que respecta al trabajo
u ocupaciones.

Entregue entonces a cada participante una copia del Esquema n.º 1 (RD M1). Comente
que un árbol genealógico es un esquema de la familia a la que se pertenece. Aclare
que lo que se va a realizar no es una descripción de la familia sino de las ocupaciones y
oficios que desempeñaron sus integrantes (padre, madre, abuelas, abuelos).

30 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


b. Solicite que completen el esquema con las ocupaciones que han tenido los varones
y mujeres de sus familias.

c. Promueva el debate sobre el carácter femenino o masculino atribuido a ciertas ocu-


paciones. Para eso, puede valerse de las siguientes preguntas:

• ¿Cuáles son o han sido las ocupaciones o trabajos realizados por los varones y las
mujeres de sus familias?
• En sus familias, ¿las ocupaciones de los varones son diferentes de los oficios o acti-
vidades que realizan las mujeres? ¿En qué se diferencian?
• ¿Se han producido cambios importantes con respecto a lo que fueron las actividades
de sus madres y sus abuelas? ¿Cuáles?
• ¿Conocen alguna razón que justifique que ciertas ocupaciones o estudios sean rea-
lizados generalmente por varones y otros por mujeres?
• ¿Cuáles de los oficios antes anotados les parecen más importantes? ¿Por qué?
• ¿Cuáles son los trabajos que la sociedad considera como más importantes o de más
valor?
• ¿Cuáles son los trabajos que reciben mejor remuneración: los que realizan mayorita-
riamente los varones o las mujeres?

d. Concluya explicando que históricamente las mujeres se han desempeñado en los tra-
bajos que más se parecen a las actividades que realizan para su familia. Por ejemplo,
alimentar, cuidar, educar, proteger. Es así que habitualmente han ocupado los trabajos
de enfermeras, docentes, cocineras, cuidadoras.

Si bien desde hace tiempo se vienen generando cambios en esta división de los traba-
jos en función del sexo, siguen existiendo actividades laborales que se consideran típi-
camente femeninas o típicamente masculinas. Las típicamente femeninas, en su mayo-
ría, se han caracterizado por tener menor jerarquía, menor remuneración y, en muchos
casos, condiciones laborales precarias. Un ejemplo de esto es el trabajo de cuidado de
personas.

Explique y refuerce que estos roles que la sociedad asigna pueden cambiarse ya que
son producto de la cultura y no de la naturaleza. Es posible, por ejemplo, lograr que los
varones se ocupen del cuidado de los niños o de los adultos mayores de la familia, y que
las mujeres se desempeñen en espacios que siempre han sido de los varones, como
por ejemplo, ser gerentes de una empresa, ocupar la presidencia del país o ser obreras
de la construcción.

e. Entregue a los y las participantes copias de las Fichas n.º 2 y n.º 3 (HC M1) para que
las lean en grupos y relacionen los conceptos con el ejercicio realizado. Converse con
el grupo acerca de las dudas que surjan acerca de la temática.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 31


encuentro 4

Actividad 4:
Una mirada desde las competencias
laborales

Objetivo
• Valorar el servicio de atención y cuidado de personas como una actividad que requiere
el dominio de competencias laborales, el manejo de técnicas comunes a diferentes ac-
tividades del sector de los servicios, y una actitud profesional para atender con calidad
las necesidades de los y las clientes.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
• Pizarrón o papel afiche Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Papeles afiches (uno por grupo) Ficha n.º 4 en HC M1.
• Tizas o marcadores
• Copias de la Ficha n.º 4 (HC M1)

Desarrollo
a. Realice una introducción resaltando que, tal como se comenzó a analizar en la activi-
dad “Mis trayectorias laborales y formativas”, es posible que muchas y muchos de los
presentes tengan experiencia en la atención y cuidado de personas, porque en algu-
na oportunidad de la vida han cuidado a amigos, hermanos, vecinos, hijos, abuelos.

Explique que ahora se trabajará sobre cuáles son los conocimientos técnicos propios
de la actividad del cuidado y atención de personas (competencias técnicas), y cuáles
aquellos conocimientos y habilidades que servirán para desempeñarse en diversas ac-
tividades (competencias trasversales).

b. Solicite que en grupos registren en un papel afiche las posibles tareas que puede lle-
gar a realizar un cuidador o una cuidadora de personas a lo largo del día. Luego que
todos hayan terminado, realice una puesta en común. Confeccione un cuadro de dos
columnas en el pizarrón –o en papel afiche– y registre las tareas mencionadas por los
grupos. Por ejemplo:

32 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Tareas Habilidades
• Preparar la comida

• Realizar trámites

• Colaborar con la higiene de la persona atendida,


etc.

• Planificar y organizar las actividades

c. Posteriormente, solicite que identifiquen los conocimientos y las habilidades que re-
quiere la realización de esas tareas, y registre en la segunda columna lo manifestado.
Por ejemplo:

Tareas Habilidades
• Preparar la comida • Conocer las técnicas de cocina
• Conocer los gustos de la persona atendida
• Realizar trámites (ir a pagar cuentas, retirar una • Conocer los medios de transporte
prenda de la tintorería, hacer compras) • Calcular tiempos y gastos

• Colaborar con la higiene de la persona atendida, • Conocer técnicas de higiene


etc. • Conocer medidas de seguridad

d. Explique que el listado de conocimientos y habilidades confeccionado demuestra que,


para realizar las actividades propias del cuidado de personas, es necesario manejar
conocimientos y habilidades técnicas específicas. Es decir, que no alcanza con el en-
trenamiento que una persona pudo haber adquirido al realizar el trabajo en su casa.
Se trata de un oficio que como el del/a carpintero/a, el/la modisto/a, el/la matricero/a
o el/la chef, requiere del desarrollo de actitudes, de conocimientos y de habilidades
técnicas específicas de la actividad, y de otras que son necesarias en diversas activi-
dades relacionadas entre sí. A ese conjunto de actitudes, conocimientos y habilidades
se lo llama competencias laborales. Para ejemplificar estos conceptos, retome el
listado de conocimientos y habilidades construido con el grupo y vaya distinguiendo
entre competencias técnicas y competencias transversales. Las competencias téc-
nicas son las específicas del servicio de cuidado de personas. Las competencias
transversales son las que se utilizan en diversas actividades laborales. Para profun-
dizar la temática, proponga la lectura de la Ficha n.º 4 (HC M1), y facilite un tiempo
para aclarar las dudas que puedan surgir con relación al tema.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 33


encuentro 5
La regulación del trabajo

Actividad 5:
¿Cómo está regulada la actividad de
cuidado y atención de personas?

Objetivo
• Promover el reconocimiento como sujetos de derecho en el ámbito laboral conociendo
y analizando los marcos legales de la actividad.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
Recursos instructor/a

• Pizarrón o papel afiche Para el desarrollo de este


• Tizas o marcadores tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 5 en HC M1.
• Copias de los Casos n.º 1, 2 y 3 (RD M1)
• Copias de la Ficha n.º 5 (HC M1)

Desarrollo
a. Comience explicando al grupo que el perfil ocupacional del cuidador o la cuidadora
puede abarcar tanto el trabajo en casas particulares (como niñero/a, acompañante o
cuidador/a de personas mayores y enfermos) como también el trabajo en organiza-
ciones sociales y comunitarias que atiendan a la población antes mencionada (guar-
derías infantiles comunitarias, centros de día para adultos mayores, geriátricos).
Otro campo de inserción laboral posible es el de acompañantes de personas enfermas
que se encuentren hospitalizadas.

b. Solicite al grupo que, por medio de una lluvia de ideas, mencionen cuáles consideran
que son los derechos laborales y las responsabilidades como cuidadores de perso-
nas. Escriba las respuestas en dos columnas (una para los derechos y otra para las
responsabilidades) en el pizarrón o en el papel afiche.

Retome lo manifestado por las personas y explique que según donde se desempeñe el
rol (en casas particulares o instituciones) corresponderá un marco regulatorio diferente:

34 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• Cuando el cuidado de personas se desarrolle en la casa particular donde estas
residan y el servicio se trate de cuidado o acompañamiento, el vínculo se encuadrará
en el régimen de servicio doméstico vigente (decreto ley 326/56 y normas reglamen-
tarias). Aclare que este marco corresponde siempre que el cuidado no implique
prestación de servicios paramédicos o terapéuticos, para lo cual se requiere,
por ejemplo, ser enfermero/a, terapista ocupacional, etc., a lo que corresponde otro
marco legal.

• Cuando el servicio de cuidado, atención o acompañamiento de una persona se reali-


za en el centro de atención comunitario, asistencial, geriátrico u otra institu-
ción donde la persona reside o se encuentra alojada por un tiempo (siempre que no
implique la prestación de atención paramédica o terapéutica), se aplicará la Ley de
Contrato de Trabajo (o normas de locación de servicio del derecho civil en función
de que se verifique o no la existencia de una relación de dependencia laboral).

Estas pautas distintivas se aplican independientemente de quien contrate el servicio


(empleador/locador), sea la persona física que recibirá el servicio o sus familiares o la
institución asistencial donde la persona resida o se encuentre internada.

En síntesis, se aplica una u otra normativa, según donde se realice el trabajo de cuidado
de personas (casas particulares o instituciones).

c. Entregue una copia de la Ficha n.º 5 (HC M1), pida que la lean y planteen las dudas e
interrogantes que se desprendan de su lectura.

d. Posteriormente, proponga la conformación de grupos y entregue a cada uno las co-


pias de los Casos n.º 1, 2 y 3 . Solicite que los lean y los resuelvan teniendo en cuenta
el material de la ficha.

Caso n.º 1

Carmen trabaja, en relación de dependencia, en la casa de la familia Gómez hace un


año y medio acompañando a Luisa, que se encuentra postrada porque sufrió un ACV
(accidente cerebro vascular). Concurre 5 horas diarias de lunes a viernes.
La familia le comunica a Carmen que prescindirá de sus servicios porque internarán a
Luisa en un geriátrico. Le dicen que a partir de ese día ya no concurra y que le abonarán
los días trabajados hasta el momento.

• ¿En qué normativa se encuadra este caso?


• ¿Con cuántos días de anticipación los empleadores tienen que comunicarle el despi-
do a Carmen?
• ¿Le corresponde ser indemnizada? ¿Por qué?

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 35


Caso n.º 2

Inés trabaja en la casa de la familia González hace un año, cuidando a Julia, una niña 3
años. Concurre de lunes a sábado, de 9 a 14 hs.
Llegado el mes de diciembre, Inés solicita a su empleadora el pago de aguinaldo y vaca-
ciones. También quiere acordar con ella cuándo se tomará las vacaciones.
La Sra. González manifiesta que no dará curso al pedido porque considera que no le
corresponde.

• ¿En qué marco legal se encuadra el caso?


• ¿Corresponde o no el pago del aguinaldo? ¿Por qué?
• ¿Puede Inés solicitar vacaciones? ¿Cuántos días le corresponderían?

Caso n.º 3

Ana trabajó en un geriátrico durante 8 años. Concurría de lunes a viernes, de 9 a 17 hs.


Su sueldo era de $ 1.400 mensuales.
En el trayecto al trabajo, Ana sufrió un accidente que le ocasionó una fractura en la mano
y la imposibilitó para trabajar por el lapso de seis meses.
El empleador decidió despedirla. Le pagó un mes de preaviso y un mes de indemniza-
ción.

• ¿En qué marco legal se encuadra esta relación laboral?


• ¿Es correcto el pago que realizó el empleador? ¿Por qué?
• ¿Qué otros beneficios le corresponderían a Ana de acuerdo con la normativa?

e. En plenario, solicite a los grupos que presenten la resolución de cada caso.

Analice las diferencias y coincidencias encontradas. Profundice en la fundamentación


de las mismas.

f. Finalmente, aclare dudas sobre:


• ¿Cuándo se establece una relación de dependencia con los empleadores y cuándo
no?
• ¿Cuáles son los beneficios de estar en relación de dependencia?
• ¿Cuáles son las diferencias entre la prestación del servicio de cuidado de personas
en casas particulares y en instituciones, de acuerdo con la normativa vigente?

36 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


g. Por último, explique que las normativas no cu-
bren la situación de personas inmigrantes de
otros países cuando estas no disponen de la Recomendaciones para el/la
instructor/a
documentación reglamentaria. Señale que es
muy importante que quienes están en esa si- En la medida de las posibilidades,
sería interesante poder invitar a
tuación la regularicen para poder acceder a sus este encuentro a un abogado o una
derechos. abogada con conocimiento sobre
legislación laboral. También puede
ser un o una representante gremial.
El grupo podrá realizarles pregun-
tas y así podrán resolver dudas o
inquietudes acerca de los derechos
y obligaciones como trabajadores y
trabajadoras.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 37


encuentro 6
Comunicación

Actividad 6:
La comunicación y su importancia en el
desempeño laboral

Objetivos
• Promover el reconocimiento de los diferentes factores que
intervienen en la comunicación oral.
• Facilitar el manejo de herramientas para la comunicación
Nota para el/la
con las personas asistidas, familiares, responsables y instructor/a
profesionales del entorno.
Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Tiempo estimado Ficha n.º 6 en HC M1.
120 minutos

Recursos
• Copias de la Ficha n.º 6 (HC M1)
• Copias del Cuadro n.º 3 (RD M1)

Desarrollo
a. Inicie el encuentro mencionando que se trabajará sobre distintos aspectos de la co-
municación entre las personas. Solicite que conformen un círculo. Explique que esta
actividad consiste en trasmitir mensajes, respetando siempre la actitud que se con-
signe.

Un o una participante inicia la rueda diciendo a quien tiene a su derecha: “Tengo una
entrevista laboral” pero llorando. El de la derecha debe responder lo que se le ocurra,
pero siempre llorando. Luego, deberá continuar pasando la misma noticia sobre la en-
trevista laboral a la persona de su derecha. Se continuará la secuencia hasta que se
termine la rueda.

Luego se inicia otra rueda, pero cambiando de actitud. Por ejemplo, en lugar de llorar,
puede ser con actitud eufórica, con temor, con nerviosismo, mostrando confusión, etc.
La persona que recibe la noticia debe asumir la misma actitud de quien la dice.

38 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


b. Comente sobre la importancia de tener en cuenta que no sólo comunicamos con lo que
decimos, sino también con la forma en que decimos. Para seguir profundizando estos
aspectos, solicite a dos miembros del grupo que se ofrezcan como voluntarios para
realizar una tarea. Apártelos del grupo y explíqueles que deben representar, en pocos
minutos, una situación de entrevista laboral donde se den las siguientes escenas:

Escena 1
Juan dice: “Estoy muy interesado en el puesto”, mientras se recuesta en una silla.

Escena 2
Ana dice: “Soy una persona muy extrovertida”, con la cabeza gacha.

c. Luego de ver la dramatización, realice una puesta en común solicitando a los y a las
participantes que compartan sus apreciaciones. A continuación, presente una serie
de preguntas orientadoras para armar un debate:
• En la dramatización, ¿las acciones acompañaban lo que se manifestaba verbalmente?
• ¿Era claro el mensaje que se transmitía? ¿Por qué?
• ¿Cuidamos la coherencia entre lo que decimos y la manera en que lo decimos?
• ¿Tratamos de identificar qué nos “dicen” nuestros interlocutores con su cuerpo, sus
gestos o su tono de voz?
• Cuando en una conversación lo que nos dicen no coincide con lo que observamos
en la persona, ¿preguntamos para aclarar nuestras dudas? ¿O “adivinamos”, “supo-
nemos” aquello que se nos trata de transmitir?

d. Retome lo formulado por el grupo, y presente algunas ideas básicas sobre la comu-
nicación no verbal:
• Una imagen, un gesto o la postura corporal expresan a veces tanto o más que las
palabras.
• Siempre “decimos” más de lo que en realidad decimos con las palabras. Los com-
ponentes verbales y no verbales se potencian entre sí, fortaleciendo o contradiciendo
el mensaje.

Resalte que estos aspectos son de gran importancia para la comunicación en el des-
empeño laboral, porque cuando el intercambio de información es claro y se comprende
bien el contenido de los mensajes, se disminuyen los riesgos de errores. Esto contribuye
a la eficiencia y a la calidad de los servicios prestados, logrando un mejor desempeño
laboral. Una buena comunicación facilita la construcción de un buen vínculo laboral y
favorece la permanencia en el empleo. Sin embargo, los malos entendidos también
forman parte del hecho comunicativo y muchas veces son fuente de dificultades en la
relación laboral.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 39


e. Entregue la Ficha n.º 6 (HC M1), proponga su lectura en pequeños grupos y el registro
de comentarios y dudas.

En plenario, solicite que realicen un intercambio sobre los temas que les llamaron la
atención, los contenidos que no entendieron, las relaciones que encontraron entre el
texto y las actividades realizadas en el encuentro.

f. Luego explique que otro aspecto comunicacional fundamental en el trabajo de cuida-


do de personas es la escucha activa para captar todo lo que la otra persona nos dice,
no sólo con palabras sino también desde lo gestual. Explique que, con el siguiente
trabajo, se pretende brindar pistas para evaluar las habilidades de quien escucha.

Entregue a cada participante una copia del Cuadro n.º 3 (RD M1) para que puedan realizar
el test.

Cuadro n.º 3
Test sobre escucha activa

Usted… ++ +- -+ --
1. ¿Se desconecta mentalmente cuando se abordan temas
desagradables o conflictivos para usted?
2. ¿Se concentra en lo que el otro u otra está diciendo, aunque no
esté realmente interesado?
3. ¿Asume que ya sabe lo que otra persona va a decir y deja de
escuchar o la apura?
4. ¿La gente se explaya y distiende cuando habla con usted?
5. En una discusión, ¿escucha atentamente y deja terminar sus
argumentos al otro u otra?
6. ¿Escucha sin cerrarse a las personas que lo/la enfrentan o
contradicen?
7. En una reunión formal, ¿pregunta abiertamente el significado de
palabras que no conoce o no comprende?
8. ¿Prepara la réplica en su cabeza mientras la otra persona está
hablando?
9. ¿Toma apariencia de estar atento/a aunque no lo esté?
10. ¿Piensa en otras cosas mientras otra persona le habla?
11. ¿Se pone en el lugar del otro?
12. Antes de dar una opinión o un consejo, ¿hace preguntas y alienta
al otro a explicarse en profundidad?
13. ¿Escucha sólo lo que le interesa, borrando partes del mensaje del
que habla?
14. ¿Mira a la persona que está hablándole?
15. ¿Se concentra en el sentido de lo que escucha por encima de la
forma de expresión o el aspecto del que habla?

40 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


g. Realice un cierre de la actividad retomando todos los aspectos trabajados. Resalte que
escuchar es recibir lo que el otro u otra tiene para decir, esto implica des-centrarse, in-
tentar ver el mundo como la otra persona lo ve. Es frecuente encontrar determinados
vicios en la situación de escuchar. Suele ocurrir que registramos sólo algunos aspec-
tos del mensaje o que “escuchemos superficialmente” mientras distribuimos nuestra
atención entre diversas actividades (juzgar lo que escuchamos, juzgar al interlocutor,
pensar en nuestra próxima intervención, decidir apresuradamente).

Destaque que la buena escucha tiene una importancia fundamental en cualquier rela-
ción laboral.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 41


encuentro 7
Resolución de conflictos

Actividad 7:
Resolución de conflictos en el ámbito laboral

Objetivos
• Identificar alternativas de solución a situaciones conflictivas en el desempeño laboral,
analizando sus ventajas y sus desventajas.
• Conocer los recursos que ofrecen el Estado y la comunidad para actuar frente a situa-
ciones de conflicto laboral.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Copias de la Tarjeta n.º 1 (RD M1) tema, le sugerimos leer la
• Papel afiche o pizarrón Ficha n.º 7 en HC M1.

• Marcadores o tizas
• Copias de la Ficha n.º 7 (HC M1)

Desarrollo
a. Comience este encuentro mencionando que, en el marco de una relación laboral
y más allá del tipo de empleo, pueden producirse situaciones que condicionen el
desempeño de la tarea y que están vinculadas con las relaciones personales que se
establecen en ese ámbito. Así como un “buen clima” de trabajo ayuda a que se rea-
lice con gusto cualquier tarea, un ambiente en el que existen conflictos o algún tipo
de violencia puede ocasionar dificultades para llevarla a cabo. La actividad a realizar
servirá para ayudar a identificar y reflexionar acerca de situaciones de conflicto en el
ámbito de trabajo, para luego conocer diferentes alternativas de solución.

Luego, proponga que se distribuyan en tres grupos y entregue a cada uno una copia de
la Tarjeta n.º 1 (RD M1), para que lean las preguntas disparadoras:

42 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Tarjeta n.º 1

• Para quienes tuvieron alguna experiencia previa en el cuidado de personas: ¿vivieron


alguna vez situaciones de conflicto en las casas o instituciones donde han trabajado?,
¿cómo se sintieron?, ¿qué hicieron?, ¿tuvo alguna consecuencia el conflicto?
• ¿Conocen situaciones conflictivas que hayan vivido otras personas? ¿Cuáles?

b. Luego, solicite que el grupo 1 elija una situación de discriminación; el grupo 2, una
situación de maltrato; y el grupo 3, una situación de explotación en el desempeño
laboral, que hayan vivido o conozcan. Pida que la describan y dramaticen.

c. En plenario, los grupos realizan sus representaciones. Es importante promover el in-


tercambio a partir de las siguientes preguntas:

• ¿Qué sentimientos les despertaron estas representaciones? ¿Por qué?


• ¿Consideran que estas situaciones son frecuentes en los ámbitos laborales?
• ¿Por qué creen que ocurren estas situaciones?
• ¿Qué soluciones pueden proponerse?
• ¿Cuál de esas soluciones les parece más conveniente y por qué?
• ¿Quiénes podrían colaborar en la resolución de la situación?
• ¿Qué recursos ofrece el Estado o la comunidad para ayudar a resolver los conflic-
tos?

d. En un papel afiche o en el pizarrón, registre las organizaciones locales e instituciones


del Estado que trabajan en la resolución de conflictos laborales, mencionadas por el
grupo. 

Asimismo, promueva un debate analizando las diferentes alternativas de respuesta ante


situaciones conflictivas, los costos o las ventajas de las mismas para el trabajador o la
trabajadora, y los recursos disponibles para enfrentar estas situaciones.

e. Como actividad de cierre, solicite a los y las participantes que lean la Ficha N.° 7 (HC
M1) y trabaje sobre las inquietudes, dudas y aportes manifestados por el grupo.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 43


encuentro 8

Identificación de las necesidades


de las personas

Actividad 8:
¿Cuáles son las necesidades de las personas
a ser atendidas?

• Reconocer diferentes necesidades propias del ser humano para su desarrollo integral.
• Identificar las necesidades de los grupos de población asistidos a tener en cuenta como
cuidador o cuidadora: salud, alimentación, recreación.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Pizarrón o papel afiche tema, le sugerimos leer las
• Tizas o marcadores Fichas n.º 8, 9, 10 y 11 en
HC M1.
• Hojas para distribuir en el grupo
• Copias de las Fichas n.º 8, 9, 10 y 11 (HC M1)

Desarrollo
a. Comience el encuentro comentando que lo propio de la tarea para la que se están
preparando es el “cuidado y atención” de personas, es decir, se trata de un trabajo
en el cual el objetivo es contribuir a la satisfacción de algunas necesidades de otras
personas. Se intentará entonces identificar cuáles son esas necesidades, que desde
el rol de cuidador deben atenderse.

En plenario, formule la siguiente pregunta y solicite que cada participante registre su


respuesta en una hoja: “¿Cuáles son sus necesidades, es decir, aquellas sin las cuales
piensa que no podría vivir o realizarse como persona?”

Comente que para contestar esta pregunta puede ser de gran utilidad que repasen sus
actividades desde que se levantan hasta que se acuestan, anotando en una lista qué ele-
mentos emplean, qué tipo de servicios precisan, qué personas les son necesarias, etc.

44 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Luego, solicite que coloquen en una columna los elementos materiales que necesita
cada uno/a para su existencia y, en otra columna, las necesidades de otro orden que
cree imprescindibles. Una vez hecho esto, pida que coloquen las necesidades en orden
de mayor a menor importancia.

b. Presente al grupo la siguiente hipótesis:

“Imaginemos que suena en nuestra ciudad una alarma generalizada porque va a efec-
tuarse un bombardeo atómico. Cada integrante del grupo puede llevarse al refugio 12
cosas. Deben elegir bien, ya que estas les serán imprescindibles para una futura vida en
la que pueden faltar muchos elementos para el desarrollo humano.”

Solicite que cada participante prepare su lista.

Luego, explique que, por la gran cantidad de personas que se espera en el refugio,
deben prescindir de 4 cosas apuntadas en su lista anterior. Cuando sólo se tienen 8
cosas, se añade el aviso de que sólo pueden entrar con 4 elementos de su lista, ya que
se ha reducido el refugio a causa de fallos en la seguridad. Indique que hagan una nueva
elección.

c. En grupos de cuatro personas se comentan las siguientes preguntas:


• ¿Por qué eligió estas cuatro cosas?
• ¿De qué cosas le costó más desprenderse?
• ¿Con la satisfacción de qué necesidades están relacionadas las cosas que eligió y
con cuáles las que decidió dejar?

d. Realice la puesta en común anotando las necesidades que mencionan los participan-
tes en el pizarrón o en el papel afiche. Puede señalar con cruces aquellas que se van
repitiendo. Utilice la información brindada por los grupos para hacer una presentación
acerca de las necesidades de las personas. Señale que existe una gama de necesi-
dades del ser humano que van desde las vinculadas con la subsistencia física, hasta
aquellas relacionadas con la autorrealización. Luego, resalte que en la formación se
hará hincapié en la identificación de las demandas y necesidades de las personas
destinatarias del cuidado. Se busca que quien se desempeñe como cuidador o cui-
dadora pueda reconocer esas necesidades y brindar su servicio de atención y cuida-
do en los aspectos físico, psíquico y social; es decir, en actividades de alimentación,
higiene, recreación, esparcimiento y cumplimiento de prescripciones médicas, y tam-
bién resolviendo los trámites que se deriven de la atención.

e. A continuación, explique que se trabajarán en forma general los conceptos de salud, ali-
mentación y recreación, que luego se profundizarán en cada módulo con las característi-
cas propias de la población a ser atendida. Mediante la técnica de “lluvia de ideas”, trabaje
el significado de cada uno de los tres conceptos: salud, alimentación, recreación.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 45


Anote en el pizarrón o en el papel afiche todas las palabras que los y las participantes
mencionen y arme con el grupo las definiciones de cada uno de los conceptos.

Entregue las Fichas n.º 8, 9, 10 y 11 (HC M1) para su lectura.

f. A modo de cierre, y recuperando lo trabajado por el grupo, explique la importancia de


estos conceptos y cómo se abordarán en los diferentes módulos de la capacitación.

46 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


encuentro 9

Recreación

Actividad 9:
Vamos a jugar

Objetivo
• Valorar la utilización de herramientas lúdicas en el desempeño del rol del cuidador o
cuidadora.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Copias de la Tarjeta n.º 2 (RD M1)
• Papeles afiche o pizarrón
• Marcadores o tizas
• Hojas para todos los participantes

Desarrollo
a. Explique que en este encuentro se realizarán diferentes actividades lúdicas, a partir
de las cuales se profundizará el sentido y la importancia del juego en el desempeño
de las tareas vinculadas con el cuidado de personas.

b. Solicite que formen un círculo con las sillas. Explique que el objetivo del juego es que
puedan pasarse un fósforo encendido entre las personas del círculo sin que se apa-
gue.

c. Inicie el juego, encienda el fósforo y páselo a la persona que está sentada a su dere-
cha diciéndole: “Encendido lo recibo y encendido te lo doy”. El pasaje tiene que ser
con la rapidez suficiente como para que no se apague el fósforo. A la persona que
esto le suceda, tendrá que realizar una prenda que será establecida por el grupo al
terminar el encuentro.

d. Luego, solicite al grupo que se divida en dos equipos y proceda a explicar el siguiente
juego. Utilice la Tarjeta n.º 2 (RD M1) con refranes. Explique que un miembro de uno

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 47


de los equipos debe elegir al azar una tarjeta en la que aparecerá un refrán conocido.
Debe ilustrarlo en un papel afiche o en el pizarrón, de manera que el resto de su mis-
mo equipo adivine de qué refrán se trata. En caso de que no lo logre, puede adivinar
el otro equipo. Se pueden hacer dos o tres rondas de dibujos.

e. Para concluir esta serie de juegos, entregue a cada participante una hoja, solicite que
confeccionen un avión de papel y que en una de las alas escriban qué significa para
ellos y ellas jugar, o palabras asociadas con la palabra juego. Luego, pida que hagan
volar los avioncitos arrojándolos hacia los miembros del grupo. Cada participante, al
recibir uno, lee lo escrito y lo vuelve arrojar. El juego se debe realizar de manera ágil
y dinámica para que todos los miembros del grupo tengan oportunidad de leer las
opiniones de los demás.

f. En plenario, solicite a cada participante que lea en voz alta la definición de juego de-
sarrollada en el último avioncito que agarró. Registre en el pizarrón o papel afiche lo
manifestado. Analice con el grupo las diferencias y coincidencias en las definiciones.

g. Luego, proponga que se realice un intercambio a partir de las siguientes preguntas:


• ¿Les gusta jugar?
• ¿Cómo se sintieron durante los diferentes juegos?
• ¿Qué recuerdos tienen de los juegos de la infancia? ¿A qué jugaban?
• Solicite que compartan alguna vivencia.
• ¿Para qué nos sirven los juegos?
• ¿Por qué es necesario jugar?
• ¿Consideran que es importante el juego en los niños?, ¿y en las personas mayores?
¿Por qué?
• ¿Conocen otras formas de recreación? ¿Cuáles?

h. Realice el cierre de la actividad enfatizando:


• Que cada persona se acerca al juego desde una historia lúdica personal muy parti-
cular.
• La importancia y la vigencia del juego en las distintas etapas y momentos de la vida.
• La necesidad de integrar espacios de recreación y juego en las actividades del cui-
dado de personas.

Por último, mencione que este tema se profundizará en los siguientes módulos.

48 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


encuentro 10

Primeros auxilios

Actividad 10:
Conociendo nociones básicas
de primeros auxilios

Objetivo
• Conocer procedimientos básicos para ofrecer primeros
auxilios en casos de emergencia.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
120 minutos Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 12 en HC M1.
Recursos
• Copias del Cuadro n.º4 (RD M1)
• Copias de la Ficha n.º 12 (HC M1)

Desarrollo
a. Comente que tener conocimientos básicos de primeros auxilios es sumamente nece-
sario para las tareas que realizarán en el cuidado de personas, ya que permiten dis-
poner de un conjunto de procedimientos y prácticas destinadas a prevenir situaciones
de emergencia y a estar preparados para hacerles frente y dar una respuesta inicial.

En plenario, promueva el diálogo sobre:


• ¿Qué son los primeros auxilios?
• ¿Quiénes deben realizar los primeros auxilios?
• ¿Cuáles son los objetivos de los primeros auxilios?

b. Solicite que describan situaciones en las que tuvieron que brindar primeros auxilios.

c. Luego, entregue a cada participante una copia del Cuadro n.º 4 (RD M1), test de pri-
meros auxilios, para poder identificar los conocimientos previos sobre el tema. Indique
que marquen con una cruz las respuestas correctas.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 49


Cuadro n.º 4
Test de primeros auxilios

En el caso de una fractura, ¿qué medidas debemos tomar?


• Probar la capacidad del hueso o articulación para moverse. o
• Acomodar la fractura y retirar fragmentos óseos. o
• No mover al accidentado y retirarle anillos, pulseras y relojes. o

Ante una quemadura por calor, ¿qué medida se debe tomar inmediatamente?
• Enfriar el área quemada aplicando agua fría (no helada) sobre la lesión. o
• Enfriar el área quemada aplicando hielo sobre la lesión. o
• Romper las ampollas que se han formado en el área quemada. o

Para prevenir que una herida se infecte, ¿cuál de las tres afirmaciones NO es
la apropiada?
• Limpiar la zona con agua y jabón y dejar que el agua corra por la herida. o
• Utilizar algodón, polvos, cremas, pomadas u otras sustancias. o
• Aplicar antiséptico siempre desde adentro hacia fuera. o

¿Qué es lo que NO debemos hacer ante la mordedura de un animal?


• Lavar la herida con agua y jabón. o
• Intentar manipular, quitar o colocar elementos dentro de la herida. o
• Comprimir la herida para evitar el sangrado. o

En un accidente de tránsito, ¿qué es lo primero que debemos hacer?


• Comprobar que la persona esté consciente y respira. o
• Llamar al servicio de emergencia médica. o
• Parar o desviar el tránsito. o

Para socorrer a una persona que sufrió un desmayo, ¿qué es lo primero que
debemos hacer?
• Recostarla en el piso y aflojarle la ropa, vigilar si vomita y ventilar el lugar. o
• Intentar incorporarla, sentarla, moverla. o
• Darle a tomar un sorbo de agua aunque esté inconsciente. o

¿Cuál de estas medidas es correcta para ayudar a una persona en un episodio


de convulsiones?
• Protegerle la cabeza colocando algún objeto blando debajo para evitar
que se lesione. o
• Abrirle la boca para que no se ahogue. o
• Colocar un objeto duro entre los dientes para evitar que se muerda la lengua. o
¿Qué NO se debe hacer para detener una hemorragia nasal?

50 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• Sentar a la víctima con la cabeza hacia atrás. o
• Presionar la nariz con el dedo pulgar y el índice en broche. o
• Introducir de a poco una gasa con agua oxigenada en la nariz. o

¿Cuál es primer paso a seguir en una emergencia o urgencia?


• Evaluar el estado de conciencia de la víctima. o
• Instar a la víctima a moverse o trasladarse. o
• Suministrar agua, líquido, azúcar, aunque esté inconsciente. o

¿Cómo ayudar a una persona que presenta una obstrucción parcial


de las vías respiratorias?
• Darle golpes en la espalda. o
• Darle de beber agua. o
• Animarla a toser hasta que resuelva la situación. o

d. Después de compartir las respuestas en plenario.


presente las “Normas generales de los primeros
auxilios” y “Lo que no hay que hacer” (contenidos Recomendaciones para el/la
instructor/a
en la Ficha n.º 12) frente a una situación de urgen-
cia o emergencia. Es importante tener en cuenta para
esta temática que existen organis-
mos tales como la Cruz Roja Ar-
e. Finalice la actividad explicando que en los di- gentina, que brinda asistencia gra-
ferentes módulos de este trayecto formativo se tuita acerca de estas temáticas. Se
sugiere organizar una jornada de
profundizará en acciones básicas y elementales capacitación o de taller para pro-
para actuar en una situación de emergencia, pre- fundizar prácticas básicas de pri-
meros auxilios. Puede consultarse
venir otras e informarse correctamente. Entregue por Internet en:
la Ficha n.º 12 (HC M1) para que la lectura grupal. www.cruzroja.org.ar o visitar la se-
de más cercana.
Luego, promueva la puesta en común y aclara-
ción de dudas.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 51


encuentro 11

Revisión de contenidos

Actividad 11:
Revisión de conceptos. Planteo de dudas y
preguntas. Cierre del módulo

Objetivos
• Revisar conceptos, aclarar dudas, reforzar contenidos y consolidar prácticas relaciona-
das con el rol a desempeñar.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• A definir por el/la instructor/a según las actividades diseñadas.

Desarrollo
Para organizar este encuentro es importante que el/la instructora evalúe el aprendizaje
del grupo e identifique necesidades, inquietudes y conocimientos que requieran de un
nuevo abordaje tanto para aclarar dudas como para reforzar conceptos, procedimientos,
técnicas que no hayan sido consolidados. También es un espacio propicio destinado a a
realizar prácticas de actividades relacionadas con el rol a desempeñar.

A continuación le presentamos sólo a modo de ejemplo, algunas actividades que podrán


utilizar en la jornada de revisión:
• Resolución de casos
• Dramatización de una situación de trabajo y análisis
• Visita y observación en una institución de la zona, y posterior análisis
• Tarjetas con afirmaciones para evaluar V o F
• Detección de errores
• Preparación y presentación de una clase por parte de los/as participantes
• Extensión de las prácticas propuestas en los encuentros de cada módulo
• Invitación de alguna persona relacionada con los contenidos abordados que sea de
interés para profundizar un tema

52 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


encuentro 12

Evaluación

Actividad 12:
¿Qué aprendimos?

Objetivos
• Ejercitar la capacidad de comunicar de manera organizada las habilidades, las actitudes
y los conocimientos previos con valor para ejercer el cuidado de personas.
• Evaluar los contenidos abordados en la primera etapa de la capacitación.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Hojas
• Revistas y diarios
• Papeles afiches
• Marcadores
• Copias de la Tarjeta n.º 3 (RD M1)

Desarrollo
a. Realice una introducción señalando que, tras haber recorrido este primer tramo de
formación, en el que se analizó el sector de la actividad al que pertenece el servicio
de cuidado de personas, las características del trabajo y las competencias laborales
que hay que desarrollar, así como los temas que se abordarán, es un buen momento
para que revisen y seleccionen aquellas habilidades, actitudes y conocimientos que
son útiles para desempeñarse en ese campo laboral.

b. Entregue a cada participante una copia de la Tarjeta n.º 3 (RD M1), en donde en-
contrarán un listado de habilidades, y solicite que identifiquen con cuáles cuentan.
Luego, entregue a cada participante una hoja y solicite que realicen un collage en el
que expresen cómo se ven, cuáles son sus conocimientos, habilidades y cualidades
positivas.

c. Una vez realizado, solicite que presenten su trabajo, que le pongan un título y que

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 53


resalten los aspectos que consideran útiles para desempeñarse en el cuidado de
personas. Luego, formule las siguientes preguntas:
• ¿Cómo se sintieron realizando el trabajo?
• ¿Por qué le pusieron ese título al collage?
• ¿Cómo se sintieron realizando la presentación?
• ¿Hubo algo que les costó? ¿Qué?

d. Para finalizar, señale que resulta sumamente importante saber cómo se sintieron en
este primer trayecto de la formación, ya que ello permitirá ir realizando “ajustes” sobre
la marcha, que favorezcan el mayor aprovechamiento posible del camino a recorrer.
Escriba en el pizarrón o papel afiche las siguientes preguntas y solicite que las res-
pondan individualmente:
• ¿Me gustó? ¿No me gustó? ¿Por qué?
• ¿Qué aprendí?
• ¿Cómo me sentí?
• (Si lo cree necesario, agregue otras preguntas.)

e. Luego, pida que formen grupos de 4 integrantes. Cada participante comentará las
respuestas y entre todos los miembros del equipo producirán un afiche que dé cuenta
de los aspectos positivos y a mejorar de la experiencia vivida.

f. Cada grupo expondrá su producción y el instructor o la instructora dará su opinión


respecto de este primer tramo de la experiencia, mencionando los contenidos traba-
jados y aquellos rasgos grupales que considere conveniente señalar.

54 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Módulo 1
Herramientas
conceptuales
Ficha
Ficha n.º
nº 11
El rol del cuidador y la cuidadora
de personas
El cuidador o la cuidadora de personas desempeña las funciones de:
• Acompañamiento, cuidado y asistencia de las personas a cargo, tanto en sus necesida-
des primarias como de socialización y recreación.
• Mantenimiento de la higiene, seguridad y confortabilidad del espacio físico.
• Gestión domiciliaria correspondiente a la realización de trámites (por ej., médico-asisten-
ciales, bancarios, jubilatorios) y compras. Presentación de rendiciones de gastos.

¿Cuáles son las tareas principales del oficio?

• Conocer las necesidades y demandas de las personas asistidas, evaluando su grado


de autovalidez.
• Atender con comprensión y respeto a las personas que tienen a su cargo.
• Mantener el ambiente en condiciones adecuadas de higiene y orden, comodidad y
seguridad, adoptando las medidas ambientales más propicias para la prevención de
accidentes.
• Proponer modos de recreación y uso del tiempo libre acorde a cada persona.
• Asistir en la vestimenta, proponiendo el uso de aquella que sea acorde a las necesida-
des de temperatura, movilidad, comodidad y seguridad de las personas a cargo.
• Controlar los horarios de administración de medicación, así como la conservación y
vencimiento de los medicamentos. Suministrar aquellos medicamentos de vía oral.
• Requerir el auxilio médico necesario.
• Detectar posibles causas de cambios físicos o del comportamiento para buscar las so-
luciones adecuadas a partir de la consulta al profesional pertinente, en acuerdo con la
familia o los responsables de la persona bajo cuidado.
• Controlar la realización de tratamientos médicos.
• Realizar tareas relacionadas con el cuidado de una persona con problemas de salud,
acompañándola de acuerdo con las circunstancias, para que su existencia se desarrolle
en plenitud a pesar de sus limitaciones.
• Llevar un registro de los gastos a su cargo para ser presentado ante el empleador.
• Trabajar solos, solas o en equipo en las casas de los pacientes o en lugares destinados
al cuidado de las personas, atendiendo a los requerimientos de la persona a cargo, de
la familia y a las guías de los profesionales pertinentes.
• Informar y permanecer en comunicación constante con las familias, responsables o
profesionales pertinentes.

56 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Ficha n.º 2
Sexo y género
La categoría de sexo se refiere a las características biológicas que traemos al nacer y que
nos definen como un macho o una hembra. El sexo pertenece al orden de la naturaleza.

La categoría de género, en cambio, alude al conjunto de características sociales y cultu-


rales de “lo masculino” y “lo femenino”. Refiere al conjunto de roles, actitudes, comporta-
mientos, valores, poder, que la sociedad establece como lo propio del varón y de la mujer,
y que se aprende a través de los procesos de socialización. Estos roles, mandatos, com-
portamientos definidos como masculinos o femeninos “echan raíces” y adquieren “natura-
lidad”, es decir, suelen ser concebidos como atribuciones naturales, cuando en verdad son
un producto de la cultura. Por ejemplo, el hecho de que tradicionalmente el hombre fuera
el encargado de sostener económicamente a la familia mientras la mujer se encargaba so-
lamente de las tareas de ama de casa; o bien, que determinadas profesiones, deportes u
oficios sean llevados a cabo por varones (ingeniería, albañilería, jugador de fútbol), mientras
que otros sean adjudicados naturalmente a las mujeres (docencia, enfermería, costura).

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 57


Ficha n.º 3
La división sexual del trabajo.
Trabajo productivo y reproductivo
Las diferencias biológicas entre varones y mujeres han sido el soporte para justificar y
naturalizar la asignación de roles diferenciados y la división de tareas en función del sexo,
que en muchos casos colocan a las mujeres en situaciones de desventaja respecto de los
varones.

Un ejemplo de esto es la histórica asignación del trabajo reproductivo a las mujeres, funda-
mentando dicha asignación en la capacidad biológica de las mujeres para la maternidad.
La identificación entre la maternidad biológica y la maternidad social funciona en nuestra
cultura como un mecanismo para legitimar la asignación del trabajo reproductivo a las
mujeres. Se da por supuesto que ellas tienen una capacidad “natural” para las tareas de
reproducción del grupo familiar, es decir, la alimentación, la higiene, el cuidado y la educa-
ción de los niños, la atención de la salud del grupo familiar, la atención de los ancianos y
de los enfermos, etc.

“Las tareas del trabajo reproductivo pueden agruparse en cuatro grandes bloques:

• Cuidado y mantenimiento de infraestructura del hogar (limpieza, alimentación familiar,


compras).
• Cuidado y atención de la fuerza de trabajo presente, pasada y futura. Es el cuidado de
todas las personas de la familia (niños, niñas, jóvenes, personas adultas, ancianos y
ancianas). Es un trabajo social, sanitario, educativo, alimentario, psicológico.
• Organización y gestión del hogar y la familia. Mediación entre la familia y los servicios
privados y públicos existentes. Gestiones burocráticas, bancarias, búsqueda y matricu-
lación en escuelas, etc.
• Representación conyugal. Se refiere a aquellas actividades que tienen que ver con los
vínculos y relaciones afectivas y sociales de la pareja (celebraciones familiares, vínculos
con la familia extensa, con amigos, compañeros/as de trabajo, etc.)”1

El trabajo reproductivo se realiza en el espacio privado, familiar, y no tiene reconocimiento


social ni económico, es un trabajo invisibilizado y realizado mayoritariamente por mujeres.
Este tipo de trabajo circunscribe a la persona al ámbito doméstico, donde generalmente
sólo interactúa con la familia. Además, como es un trabajo que no está regulado a un ho-
rario formal, es “a tiempo completo”.

Si bien desde hace varios años esta situación viene sufriendo importantes cambios, sobre

1 Morollón, Mar: De los tiempos y de la vida, Editora Asociación Salud y Familia, Barcelona, 1997.

58 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


todo a partir del ingreso masivo de las mujeres en el mundo del trabajo productivo, sigue
pesando principalmente sobre ellas la responsabilidad por el rol reproductivo. La asunción
por parte de los varones de las tareas de la reproducción social en la familia continúa sien-
do un terreno de discusión y negociación.

Por otra parte, de los varones se espera que realicen el trabajo productivo, que es el que
tiene reconocimiento social: es visible, remunerado y se desarrolla en el espacio público
fuera del hogar. Este tipo de trabajo les facilita la interacción con el mundo exterior, un
mayor conocimiento del mundo del trabajo y sus demandas, así como mayores oportuni-
dades para participar en las decisiones públicas.

La atribución de roles diferenciados para mujeres y varones se expresa también en el


mundo del trabajo remunerado. Un prejuicio muy común es el que sostiene que varones
y mujeres no pueden realizar los mismos trabajos y tareas debido a sus diferentes carac-
terísticas físicas, o que las mujeres no tienen capacidad de dirigir y controlar, o que tienen
ingresos menores y casi no tienen perspectivas de ascenso en el empleo porque están
menos cualificadas que los varones.

Las mujeres generalmente terminan desempeñándose en ocupaciones que guardan re-


lación con el trabajo reproductivo. Incluso muchas ocupaciones o profesiones están tan
feminizadas que “se dicen en femenino”: la enfermera, la maestra, la empleada doméstica,
la planchadora, la niñera, la cocinera, aún cuando se trata de ocupaciones que pueden ser
desempeñadas por varones.

Una situación similar se da con los varones, a quienes se asignan, por ejemplo, los trabajos
que requieren de fuerza física, cierto grado de audacia o intrepidez, o habilidad con las
matemáticas y la tecnología. También en este caso hay ocupaciones o profesiones que “se
dicen en masculino”: el albañil, el chofer, el tractorista, el estibador, el ingeniero.

Esta segmentación del mercado de trabajo en función del sexo implica no sólo el esta-
blecimiento de tareas masculinas y femeninas, sino también que en muchos casos las
ocupaciones “masculinizadas” tienen mayor prestigio, mejor remuneración y condiciones
de trabajo.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 59


Ficha n.º 4
Competencias laborales
El concepto de “competencia” se refiere al conjunto de aprendizajes significativos y útiles
para el desempeño en una situación real de trabajo, que se obtiene no solamente mediante
la instrucción, sino también en las diversas experiencias de vida y en situaciones concre-
tas de trabajo. La competencia no proviene solamente de la aprobación de un currículum
escolar formal, sino de aplicar los conocimientos correctamente.

Una persona competente es aquella que posee una serie de habilidades, conocimientos,
destrezas y cualidades personales que contribuyen a su desempeño personal y profesio-
nal, y les permiten desenvolverse en el mundo de trabajo.

Es importante distinguir tres tipos de competencias laborales:


• Las competencias transversales: son los conocimientos y habilidades que se utili-
zan en distintas ocupaciones. Por ejemplo:
• Trabajar en equipo
• Tomar decisiones
• Resolver problemas con autonomía
• Organizar y administrar el tiempo
• Comunicar, escuchar
• Planificar
• Gestionar

• Las competencias básicas: son las que se adquieren en la formación básica y per-
miten el ingreso al trabajo. Por ejemplo:
• Leer
• Escribir
• Hacer cálculos

• Las competencias específicas: son los conocimientos y las habilidades técnicas


directamente relacionados con la ocupación y no son tan fácilmente transferibles a otros
contextos laborales.

60 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Ficha n.º 5
Derechos laborales
Decreto ley n.º 326 y su decreto reglamentario,
n.º 7979, ambos de 1956
Recomendaciones para el/la
instructor/a
Esta norma es la que regula la actividad del servicio
Todas las referencias a la legisla-
doméstico1, los derechos y obligaciones de las partes. ción y procedimientos deberán ser
Los aspectos centrales de dicha norma son: revisadas y actualizadas antes de
comenzar el curso, buscando in-
formación en Internet, por ejemplo,
Se entiende como “servicio doméstico” aquella rela- en los siguientes sitios:
www.trabajo.gob.ar/infoutil/dere-
ción laboral que se cumple en casas de familia para chos.asp#ancla1/
trabajadores de ambos sexos y que no supongan lu- www.trabajo.gob.ar/servicios/do-
mestico/asp
cro o beneficio económico para el empleador. www.infoleg.gob.ar
www.legislaw.com.ar/legisla/traba.
htm
El ámbito de aplicación del decreto es todo el terri-
torio nacional. Este decreto establece dos formas Se recomienda trabajar directa-
mente sobre el ejemplar de la ley
de contratar al personal del servicio doméstico: con o decreto.
relación de dependencia y sin relación de de-
pendencia. El empleado o la empleada, para ser
considerado como tal, debe cumplir tareas 4 días o
más por semana y más de 4 horas por día. Cuando el trabajador o la trabajadora no cum-
ple dicha carga horaria, se considera al servicio sin relación de dependencia.

No se considera como tal a los familiares del empleador, ni a las personas contratadas para
cuidar enfermos o para conducir vehículos. Las personas menores de entre 16 y 18 años
deberán contar con autorización de los padres o tutores. De no mediar estas condiciones,
el trabajador queda excluido de la cobertura legal. El empleador o empleadora que contra-
te personal de servicio doméstico en contra de lo establecido, está sujeto a sanción.

Establece tres modalidades de contratación: sin retiro, con retiro, y por días y horas,
según convención de las partes contratantes.

La legislación argentina ac-


El decreto 7979/56 establece las categorías laborales y las tual prohíbe el trabajo de me-
remuneraciones mínimas mensuales, pero no aborda el tema nores de 16 años en todos
los casos (ley 26.390).
de la seguridad social. Dicho tema está determinado por la ley
25.239 y sus decretos reglamentarios.

1 Esta actividad no está regulada por la Ley de Contrato de Trabajo. Sin embargo, al momento de la publicación de este manual, el
Gobierno nacional ha presentado un proyecto de ley que aproxima considerablemente el régimen laboral de este sector al del resto
de los trabajadores.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 61


Categorías y tipo de servicio que entiende:

• Primera categoría: Institutrices, preceptores, gobernantas, amas de llaves, mayordo-


mos, damas de compañía y nurses.
• Segunda categoría: cocineros/as especializados, mucamos /as especializados, niñe-
ras especializadas, Valets y porteros de casas particulares.
• Tercera categoría: cocinero/a, mucamos/as, niñeras en general, auxiliares para todo
trabajo, ayudantes/as, caseros y jardineras.
• Cuarta categoría: aprendices en general de 14 a 17 años de edad.
• Quinta categoría: personal con retiro que trabaja diariamente - 8 horas diarias

Respecto al derecho al descanso y a la duración de la jornada, para la modalidad sin


retiro se establece reposo diario nocturno de 9 horas con un descanso diario de 3 horas
entre tareas matutinas y vespertinas. Sólo puede ser interrumpido por causa grave o ur-
gente, como por ejemplo una enfermedad. El descanso semanal se establece de 24 horas
corridas o dos medios días por semana, con inicio a partir de las 15.00 horas y según
necesidades de ambas partes.

Por licencia por enfermedad, se abonan hasta 30 días al año, y el empleador debe ve-
lar para que reciba atención médica. Si la enfermedad es infectocontagiosa, el empleado
debe internarse en un servicio hospitalario.

Vacaciones: corresponden a partir del año de trabajo y se pagan por anticipado. El em-
pleador o la empleadora debe comunicar la salida de vacaciones al empleado o a la em-
pleada con 30 días de anticipación.
De 1 a 5 años de antigüedad: 10 días hábiles o 15 días corridos.
De 5 a 10 años de antigüedad: 15 días hábiles o 20 días corridos.
Más de 10 años de antigüedad: 20 días hábiles o 30 días corridos.

El aguinaldo corresponde a partir del mes trabajado. Es el derecho a percibir un mes de


sueldo complementario por cada año de servicio, o la parte proporcional al tiempo traba-
jado. No debe ser descontado del sueldo. Se paga mes vencido con el sueldo de junio y
diciembre. Hay dos tipos de aguinaldo: medio aguinaldo y aguinaldo proporcional.

• Medio aguinaldo: corresponde cuando se han cumplido 6 meses de trabajo en una


misma casa. El importe a cobrar es igual a la mitad del mejor sueldo percibido en los
últimos 6 meses.
• Aguinaldo proporcional: corresponde cuando llegan los meses de junio o diciembre
y no se han trabajado los 6 meses correspondientes para recibir la mitad del sueldo. La
proporción de los meses trabajados se calcula en base al siguiente cálculo:

Último sueldo x meses trabajados


= aguinaldo
meses del año

62 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Si se consideran las siguientes cifras como ejemplo:

Último sueldo ........... $ 800


Meses trabajados ............. 3
Meses del año ................ 12

El cálculo sería: 800 x 3 ÷ 12 = 200

Disolución del vínculo laboral

A partir de los noventa (90) días, el vínculo no puede ser disuelto sin mediar un preaviso.
El preaviso debe ser de cinco (5) días si el trabajador tuviese una antigüedad menor a dos
(2) años y de diez (10) días si el trabajador superara los dos años de antigüedad. Durante el
tiempo del preaviso el trabajador va a tener derecho a hacer uso de dos horas diarias en su
beneficio con la finalidad de buscar un nuevo empleo, obviamente, debiendo cumplir con
sus tareas. En el caso de que el empleador no otorgase el preaviso de extinción, deberá su
compensación económica y el trabajador, y eventualmente su familia, deberá desocupar
la vivienda dentro de las 48 horas. Es importante aclarar que el deber de desocupación
dentro de las 48 horas subsiste aún cuando el trabajador se crea con derecho a recibir el
pago de preaviso y/o indemnización, y éste no se haya efectuado.

Resumiendo lo anterior:
De 90 días a 2 años de antigüedad: 5 días de preaviso o su compensación económica.

De 2 años de antigüedad en adelante: 10 días de preaviso o su compensación econó-


mica.

En caso de despido, y recién a partir del año de antigüedad, el trabajador es acreedor a


una indemnización por despido de medio mes de sueldo por año de servicio o fracción
mayor a tres (3) meses. Esta última expresión, mayor a tres meses, implica que a partir de
los tres meses en adelante se computa como otro año a efectos del cálculo de la indem-
nización por despido. A ser, por ej., en caso de haber trabajado 1 año y un mes, corres-
ponde medio sueldo; en caso de haber trabajado 1 año y 4 meses ya corresponden dos
medios sueldos, o, dicho de otro modo, un sueldo. Para realizar el cálculo, se toma en
cuenta el mejor sueldo percibido.

Ejemplos de despido con causa: incumplimiento de tareas, faltas reiteradas, incumpli-


miento de horarios, maltrato a los habitantes de la familia, robo comprobado, etc.

Despido: el empleado o la empleada podrán considerarse despedidos, y con derecho al


pago de indemnización por preaviso y antigüedad, cuando reciban malos tratos, injurias
del empleador, de sus familiares o convivientes, o en caso de incumplimiento por parte de
este (ley 326/56, art. 7).

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 63


Renuncia: el empleado o la empleada deberá avisar su renuncia con 5 días de anticipa-
ción. Ante una falta por enfermedad, debe dar aviso telefónico con 2 horas de anticipación,
ya que pasadas las 48 horas se considera abandono del empleo.

Este decreto no contempla:


• El derecho a indemnización cuando se agote la licencia por enfermedad (30 días) y no
pueda reincorporarse o se enferme nuevamente.
• Cobertura por maternidad, ni asignaciones familiares por hijo, por matrimonio, por na-
cimiento, etc.
• Cobertura por riesgos del trabajo.
• Cobertura al desempleo.

Ley de Reforma Tributaria n.º 25.239

Antes del dictado de la ley 25.239, para los trabajadores en relación de dependencia regían
las leyes 23.660 (de Obra Social) y 18.037 (de Jubilación). Para los empleados del servicio
doméstico sin relación de dependencia, la ley 18.038 (de jubilaciones).

Con el ánimo de incluir al sector del servicio doméstico dentro del sistema de la seguridad
social se dictó la ley 25.239, titulada Régimen Especial de Seguridad Social para Emplea-
dos del Servicio Doméstico.

Entre sus elementos relevantes, se cuenta con que la figura del empleador se convierte en
la de “dador de trabajo”, que es anónimo.

Otra particularidad es que el pago a la seguridad social se efectúa en atención a las horas
trabajadas, tenga o no relación de dependencia.

Con esta ley, el pago de los aportes y contribuciones a la seguridad social debe realizarse
exista o no relación de dependencia. Las contribuciones se destinan al régimen jubila-
torio público y están a cargo del empleador o la empleadora. El aporte destinado a la obra
social está a cargo del empleado o la empleada de servicio doméstico.

Los aportes voluntarios los realiza el empleado o la empleada del servicio doméstico, ya
sea para aumentar el monto jubilatorio o para tener derecho a la obra social (esto último,
cuando no cubren las 16 horas).

Las empleadas y los empleados del servicio doméstico que trabajan en forma registrada
se encuentran inscriptas e inscriptos ante la ANSES, organismo que extiende la Clave Úni-
ca de Identificación Laboral (CUIL), la cual debe inscribirse ante la obra social. Actualmente,
el sistema de obra social está abierto por el derecho a opción.

64 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Régimen de la Ley de Contrato de Trabajo. Características de la relación laboral 2

Hay relación laboral cuando una persona, en forma voluntaria y personal, desarrolla tareas
para otra persona física o empresa, bajo su dependencia, recibiendo a cambio una remu-
neración. Es el caso del cuidador o cuidadora que se desempeña en instituciones.

La Ley de Contrato de Trabajo presume que si se cumplen las condiciones anteriores, aun
cuando las partes trabajador y empleador no celebren un contrato de trabajo por escrito,
existirá una relación de trabajo, generándose para ambas partes todos los derechos y las
obligaciones propios de ella.
Las tareas desarrolladas por el trabajador en el marco de una relación laboral generan
siempre el derecho a cobrar una remuneración o sueldo y, en consecuencia, la obligación
del empleador de abonarlo. Se presume que los contratos de trabajo tienen un plazo inde-
terminado, salvo que exista una legislación específica que indique lo contrario.

La ley establece un período de prueba de 3 meses. Durante ese período, el trabajador pue-
de ser despedido sin que corresponda pagarle indemnización, pero el empleador siempre
debe registrarlo, pagar las contribuciones y depositar los aportes a la seguridad social.

El régimen laboral y de la seguridad social está regulado por las siguientes leyes,
entre otras:

• Ley de Contrato de Trabajo (n.º 20.744) y sus modificatorias.


• Ley de Empleo (n.º 24.013).
• Ley de Riesgos de Trabajo (n.º 24.557).

Por otra parte, existen convenios colectivos de trabajo en los que se establecen acuerdos
salariales y condiciones laborales para un sector productivo específico.

Jornada laboral
La duración del trabajo no podrá exceder las 8 horas diarias o 48 horas semanales.

Remuneración
La remuneración es un elemento esencial del contrato de trabajo y se define como la con-
traprestación que debe percibir el trabajador como consecuencia del contrato de trabajo
(art. 103, LCT).

Puede ser medida por unidad de tiempo (horas, días, semanas, meses) o por unidad de
resultado (por pieza o medida). A la vez, puede consistir en una comisión individual o co-
lectiva, habilitación, premios, participación en las utilidades, propina.

2 Este material ha sido extraído de la página web del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social: www.trabajo.gob.ar/infoutil/
derechos.asp#ancla1

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 65


El monto debido en concepto de remuneración será igual al valor que determine para la
categoría o puesto correspondiente al trabajador la escala salarial del convenio colectivo
de trabajo aplicable a la actividad o a la empresa en la cual el trabajador o la trabajadora
se desempeñe.

En ningún caso la remuneración total que perciba un trabajador mensualizado que cumpla
una jornada legal a tiempo completo, podrá ser inferior al salario mínimo vital y móvil estable-
cido por el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.

Aguinaldo
Todos los trabajadores deben recibir un sueldo anual complementario (aguinaldo), equivalen-
te al mejor salario percibido en el último semestre. Este pago se efectúa en dos cuotas que
se deben abonar con los sueldos de junio y de diciembre de cada año, respectivamente.

Vacaciones
Las vacaciones o licencia anual ordinaria es el período de descanso continuo y remunerado,
otorgado anualmente por el empleador al trabajador, y se denomina licencia anual por vaca-
ciones. El objetivo de las vacaciones es proteger la integridad psicofísica del trabajador.

La cantidad de días de descanso dependerá de la antigüedad de los trabajadores en el


empleo:

• Menor de 5 años: 14 días corridos.


• Mayor a 5 años y menor de 10 años: 21 días corridos.
• Mayor a 10 años y menor de 20 años: 28 días corridos.
• Mayor a 20 años: 35 días corridos.

El trabajador deberá haber prestado servicios, como mínimo, durante la mitad de los días
hábiles en el año calendario. Si no llegase a completar el tiempo mínimo, gozará de un pe-
ríodo de descanso que se computará de la siguiente forma: un día de descanso por cada
20 días de trabajo.

Licencia por maternidad


Queda prohibido el trabajo del personal femenino durante los 45 días anteriores al parto
y hasta 45 días después del mismo. Sin embargo, la interesada podrá optar por que se le
reduzca la licencia anterior al parto, que en tal caso no podrá ser inferior a 30 días; el resto
del período total de licencia se acumulará al período de descanso posterior al parto. Toda
mujer tiene garantizado el derecho a la estabilidad en el empleo durante la gestación.

Otras licencias
El trabajador gozará de las siguientes licencias especiales:

• Nacimiento de hijo: 2 días corridos.


• Matrimonio: 10 días corridos.

66 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• Fallecimiento de esposa, concubina, hijos y padres: 3 días corridos.
• Por fallecimiento de hermano: 1 día.
• Para rendir examen en la enseñanza media o universitaria: 2 días corridos por examen,
con un máximo de 10 días por año calendario.

Estas licencias son pagas.

Enfermedad
Cada accidente o enfermedad inculpable que impida la prestación del servicio no afec-
tará el derecho del trabajador a percibir su remuneración durante un período de 3 me-
ses, si su antigüedad en el servicio es menor a 5 años, y de 6 meses si es mayor. En
los casos en que el trabajador tuviera carga de familia y, por las mismas circunstancias,
se encontrara impedido de concurrir al trabajo, los períodos durante los cuales tendrá
derecho a percibir su remuneración se extenderán a 6 y 12 meses respectivamente,
según si su antigüedad fuese inferior o superior a 5 años (Ley de Contrato de Trabajo,
capítulo I, art. 208).

Accidentes y enfermedades profesionales


Existen compensaciones destinadas a cubrir contingencias en casos de lesión o enferme-
dad ocasionada por la ejecución del empleo. Estos beneficios también incluyen pensiones
por invalidez o por muerte. Las compañías deben hacerse cargo del tratamiento médico y
de la medicación necesaria para la rehabilitación, si esta fuere necesaria. Para cubrir este
tipo de situaciones, los empleadores están obligados a contratar aseguradoras de riesgos
de trabajo (ART).

Riesgos de trabajo
El empleador está obligado por ley a contratar una aseguradora de riesgos del trabajo
(ART) o a autoasegurarse para cubrir a todos sus empleados y empleadas en caso de
accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.

Edad mínima de admisión al empleo


La ley n.º 26.390, sobre prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente,
elevó la edad mínima de admisión al empleo de 14 a 16 años. La norma introduce cambios
en la Ley de Contrato de Trabajo (n.º 20.744), que no contenía ninguna referencia concreta
a la prohibición del trabajo infantil.
La nueva norma amplía la protección respecto del trabajo adolescente basándose en los
postulados de la Protección Integral de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes
que sostiene la Convención sobre los Derechos del Niño.

Despidos
El artículo 231 de la Ley de Contrato de Trabajo (n.º 20.744) regula el preaviso.

Del preaviso
Artículo 231, plazos.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 67


El contrato de trabajo no podrá ser disuelto por voluntad de una de las partes, sin previo
aviso, o en su defecto, indemnización, además de la que corresponda al trabajador por su
antigüedad en el empleo, cuando el contrato se disuelva por voluntad del empleador. El
preaviso, cuando las partes no lo fijen en un término mayor, deberá darse con la anticipa-
ción siguiente:
a. por el trabajador, de 15 días;
b. por el empleador, de 15 días cuando el trabajador se encuentre en período de prueba;
de un mes cuando el trabajador tuviese una antigüedad en el empleo que no exceda
de 5 años y de 2 meses cuando fuere superior (art. sustituido por el art. 3 de la ley n.º
25.877, BO 19/3/2004).

El trabajador y el empleador están obligados a realizar aportes y contribuciones correspon-


dientes a jubilaciones, obras sociales, etc.

68 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Ficha nº 6
Las características de la
comunicación
En diversas situaciones cotidianas de comunicación (en la calle, en el trabajo, en la es-
cuela, en la televisión), las personas y los grupos con historias y costumbres diferentes
entran en contacto, dialogan, discuten, se entienden o no, negocian o no, se ponen de
acuerdo o no.

La forma de relacionarnos con “otros” depende, ni más ni menos, de la calidad del proceso
de comunicación en la vida diaria. Por lo tanto, debemos tener en cuenta cuestiones tan
básicas como que quien reciba nuestro mensaje entienda exactamente lo que quisimos
transmitir, y que nosotros estemos entendiendo lo que se nos quiso decir.

El ser humano no sólo se comunica a través de las palabras, también utiliza los gestos, la
vestimenta, el tono de la voz, la postura corporal, etc. Incluso cuando alguien no responde
a una pregunta, en realidad está dando una respuesta, ya que permanecer en silencio
también es una forma de comunicar.

Al emitir un mensaje, una persona puede usar la voz, el tono, el volumen, los silencios,
la velocidad al hablar y de diferentes maneras, en función de lo que se proponga comu-
nicar: certeza, convicción, veracidad, ambigüedad o contradicción con el contenido que
está emitiendo. Quienes reciben el mensaje no perciben cada dimensión por separado.
La comunicación integra todos esos aspectos: el lenguaje verbal y las dimensiones no
verbales.

Dichas dimensiones tienen un valor muy destacado en lo que se comunica, pueden con-
firmar o descalificar el mensaje que se emite a través de las palabras, por lo que es muy
importante tomar conciencia del modo en que nos comunicamos y qué se está comuni-
cando a través de aquellos medios de expresión que no son las palabras.

Esta característica de la comunicación suele ser bien conocida por quienes ejercen una
función de liderazgo. Cuando un líder político habla a la ciudadanía para convencerla sobre
algo, acompaña el contenido verbal con determinados gestos, postura corporal, vestimen-
ta, volumen y tono de voz, que pretenden acortar la distancia con la audiencia y agregar
convicción, veracidad, certeza a lo que está diciendo. La efectividad del mensaje trasmitido
por el líder se verificará en los grados de adhesión que logre en su audiencia.

De igual manera, en el mundo laboral, la imagen personal –es decir, la vestimenta, el pei-
nado, el cuidado personal–, así como los gestos, la postura corporal y el lenguaje que se
usa, son una carta de presentación frente a un futuro empleador o empleadora.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 69


Por último, es importante considerar que la comunicación siempre se da en contextos
específicos. Esto significa que las mismas palabras o gestos pueden tener significados
diferentes en uno u otro contexto social o cultural. Por ejemplo, en la Argentina, que dos
hombres (que no son parientes) se saluden con un beso al encontrarse o despedirse, es
una demostración de amistad. En cambio, en Bolivia o Brasil este gesto sería recibido con
mucha sorpresa y probablemente interpretado como una expresión de seducción. El gesto
esperable en estos casos es que ambos hombres se estrechen las manos.

El hecho de que lo que se comunica dependa del contexto en el que se emite el mensaje,
es un aspecto central para las relaciones laborales. Los ámbitos laborales –una oficina, un
banco, una casa de familia, una escuela, un centro de salud, un taller metalúrgico, etc.–
son contextos en los que los trabajadores y las trabajadoras se comunican y, al hacerlo,
deben adecuarse a las pautas de comportamiento, los usos y las costumbres que rigen las
dinámica cotidiana de ese contexto. Cuando esto no sucede, pueden generarse equívocos
y conflictos.

La comunicación en el ámbito laboral


Aplicada al mundo laboral, la comunicación representa la capacidad de entregar y recibir
información que contribuya a la inserción laboral, al mejoramiento del desempeño y al de-
sarrollo de relaciones armónicas en el lugar de trabajo.

La realización de las tareas de atención y cuidado de personas requiere de una buena co-
municación con el empleador y la empleadora para lograr los resultados esperados. Cuan-
do el intercambio de información es claro y se comprende bien el contenido de los men-
sajes, se disminuyen los riesgos de errores. Esto contribuye a la eficiencia y a la calidad de
los servicios prestados, logrando un mejor desempeño laboral. Una buena comunicación,
entonces, facilita la construcción de un buen vínculo laboral y favorece la permanencia en
el empleo.

Sin embargo, los malos entendidos forman parte del hecho comunicativo y muchas veces
son fuente de dificultades en la relación laboral.

Puede ocurrir que el empleador o la empleadora, al comunicar sus requerimientos, omita


información porque la da por supuesta. La persona empleada, por inhibición, no se atreve
a preguntar, creyendo que al hacerlo se expone a mostrar algo que no sabe. Este des-
encuentro impacta desfavorablemente en el resultado de la tarea. Por eso es importante
pedir aclaraciones cuando no se entiende lo que el empleador o la empleadora dice. Fingir
que siempre se entiende todo puede acarrear consecuencias perjudiciales para la persona
empleada.

Las diferencias culturales y sociales en los comportamientos y en el uso del lenguaje tam-
bién pueden ser fuente de malos entendidos. Los trabajadores y las trabajadoras inmi-
grantes con frecuencia se encuentran ante el desafío de adaptarse a pautas de comporta-
miento y usos del lenguaje distintas de las de su país de origen. Cuando estas diferencias

70 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


no son consideradas por el empleador o la empleadora, pueden generarse dificultades en
el vínculo laboral. Por ejemplo, el uso de los silencios y la discreción de los trabajadores y
las trabajadoras provenientes de la región andina pueden ser interpretados como falta de
interés, de iniciativa o pasividad por parte de un empleador o una empleadora de origen
urbano.

El diálogo es el recurso central para resolver los problemas de comunicación en el ámbito


laboral. Para ello es importante:

Escuchar, es decir, tener la disposición de atender, comprender y tomar en cuenta lo que


el otro o la otra tiene para decir. No todas las personas poseen la capacidad de escuchar. A
veces, quien escucha registra sólo algunos aspectos del mensaje del hablante, o escucha
superficialmente mientras pone su atención en otras cosas, como por ejemplo, en juzgar al
interlocutor, en pensar en la próxima intervención o en responder apresuradamente.

Preguntar. La pregunta tiene un valor fundamental para el desempeño laboral. Está fuer-
temente arraigada la idea de que el trabajador o la trabajadora tiene que saber y resolver y
que, por lo tanto, preguntar es un riesgo de demostrar algo que no se sabe. Es importante
preguntar para averiguar lo que no se sabe y para confirmar lo que se supone, es decir,
para verificar supuestos y chequear la comprensión.

Tomar conciencia y atender a que en la comunicación intervienen factores no verbales


como los gestos, la postura corporal, el tono de la voz, la vestimenta, etc., a fin de acom-
pañar adecuadamente el mensaje y de no trasmitir mensajes contradictorios o ambiguos.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 71


Ficha nº 7
¿Qué es la violencia laboral?
Se considera violencia laboral a toda conducta –ac-
tiva o pasiva– ejercida en el ámbito laboral por em-
Recomendaciones para el/la
pleadores/as o empleados/as públicos/as y privados/ instructor/a
as que, valiéndose de su posición jerárquica o de cir-
Es muy importante identificar en las
cunstancias vinculadas con su función, constituya un diferentes localidades o regiones en
manifiesto abuso de poder, materializado mediante las que se desarrolla la formación,
los ámbitos públicos y privados
amenaza, intimidación, inequidad salarial fundada en que brindan asesoramiento para
razones de género, acoso, maltrato físico, psicológi- abordar conflictos o situaciones de
violencia laboral, facilitar esta infor-
co y/o social u ofensa que atente contra la dignidad, mación a los y las participantes, e
integridad física, sexual, psicológica y/o social del insistir en la importancia de pedir
orientación y apoyo ante este tipo
trabajador o trabajadora.
de situaciones.

Las manifestaciones de la violencia laboral son


múltiples: las conductas autoritarias, la fuerza, la
coerción, las arbitrariedades, los excesos, la ame-
naza explícita o velada, la discriminación, la burla o la humillación,
así como las actitudes denigratorias, la subvaloración, el acoso moral, acciones vejatorias
y el acoso sexual.

El acoso puede definirse como el trato desfavorable que reiteradamente recibe en el sitio
de trabajo una persona por parte de otra u otras basado en el sexo, la edad, la discapa-
cidad, las circunstancias familiares, la orientación sexual, la etnia, el color, el idioma, la
religión, las creencias u opiniones políticas, sindicales u otras, el origen nacional o social, la
asociación con una minoría, el nacimiento o cualquier otra condición. Incluye toda conduc-
ta que atemoriza, ofende, degrada o humilla al trabajador o la trabajadora, y puede ocurrir
en privado, ante la presencia de compañeros o compañeras de trabajo o frente a clientes
o clientas.

El acoso sexual es todo acto, comentario reiterado o conducta con connotación sexual,
sexista u homofóbica no consentida por quien la recibe y que perjudique su cumplimien-
to o desempeño laboral, educativo, político o sindical, o su bienestar personal. El acoso
sexual también puede ser ambiental, cuando se trata de todo acto de naturaleza sexual,
sexista u homofóbica que, sin estar dirigido a una persona en particular, crea un clima de
intimidación, humillación u hostilidad.

El acoso puede tener connotación sexual si tiene como fin inducir a la víctima a acceder
a requerimientos sexuales no deseados; tiene connotación sexista cuando su contenido
discrimina, excluye, subordina, subvalora o estereotipa a las personas en razón de su sexo;

72 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


finalmente, tiene connotación homofóbica cuando su contenido implica rechazo o discrimi-
nación de la persona en razón de su orientación o identidad sexual.

Consecuencias. El acoso sexual puede ocasionar que una persona trabajadora se vea
obligada a dejar su empleo, que sea despedida o que pierda sus perspectivas de promo-
ción por no haber accedido a las sugerencias que le fueron hechas.

Generalmente, las víctimas sufren de tensión nerviosa, irritabilidad y ansiedad, que a me-
nudo pueden dar lugar a depresión, insomnios y otros trastornos psicosomáticos como
jaquecas, problemas digestivos, cutáneos, etc.

El acoso sexual dificulta el desempeño de las funciones y la satisfacción de llevarlas a


cabo. Si la víctima informa del incidente o rechaza acceder, el acosador dispone muchas
veces del poder para afectar sus condiciones de trabajo, oportunidades de formación o
promoción y su seguridad en el empleo.

¿Dónde buscar orientación y apoyo para resolver situaciones de violencia


laboral?

• Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social: www.trabajo.gob.ar


• Centro de Asesoramiento Laboral Telefónico: 0800-666-4100.
Consultas y denuncias laborales de todo el país, derivación directa a las áreas respon-
sables.
De lunes a viernes, de 10 a 16 hs. Primero marque la opción 1 y luego la 9.
Por correo electrónico, consultas@trabajo.gob.ar
• Programa Asistir: asesoramiento legal.
Ofrece a trabajadoras y trabajadores asesoramiento jurídico gratuito en las demandas
de competencia de la Justicia Nacional del Trabajo y es la instancia previa, y obligatoria
de los reclamos que se tramitan en el SECLO (Dirección del Servicio de Conciliación
Laboral Obligatoria).
El servicio es únicamente para trabajadoras y trabajadores que residen o trabajan en la
Ciudad de Buenos Aires.
Hay que dirigirse personalmente a 25 de Mayo 645, de lunes a viernes.
Para la primera consulta se otorgan números de 10 a 12 hs.
Para consultas posteriores, solicitar turnos telefónicamente al (11) 4310-5786/5959, de
13 a 16 hs.
• Tribunal del Servicio Doméstico: se encarga de tramitar todas las acciones que se
producen por irregularidades que surjan entre las personas que trabajen en el servicio
doméstico y sus empleadores o empleadoras.
Funciona como un juzgado ordinario, aunque está en sede administrativa y no per-
tenece al Poder Judicial. Su competencia comprende al servicio doméstico que se
desempeñe en domicilios de la Ciudad de Buenos Aires o hayan firmado contrato en
esa localidad.
Atención al público: 25 de Mayo 637, de lunes a viernes, de 9 a 13 hs.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 73


• Comisión Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades entre Varones y Mu-
jeres en el Mundo Laboral (CTIO): comisiontripartita@trabajo.gob.ar
Av. Leandro N. Alem 638, 5.º piso. Tel. (11) 4310-5678/5525/5956 (fax).
• Secretaría de Igualdad de Oportunidades de la UPCN:
igualdaddeoportunidades@upcnidigital.org
Tel. (11) 4322-1361/1241/0692/0207, int. 209, 210, 230.
• Secretaría de Equidad de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA:
mujeresalfrente@hotmail.com
Tel. (11) 4307-3829, int. 47.

74 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Ficha nº 8
Necesidades humanas1
Puede creerse que las necesidades humanas tienden a ser infinitas, que están constante-
mente cambiando, que varían de una cultura a otra y que son diferentes en cada período
histórico. Pero tales suposiciones son incorrectas, puesto que son producto del error de
confundir las necesidades con los satisfactores de esas necesidades.

Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables. Además, las
necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los
períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, son las maneras
o los medios utilizados para su satisfacción.

Las necesidades fundamentales son:


• subsistencia (salud, alimentación, etc.);
• protección (sistemas de seguridad y prevención, vivienda, etc.);
• afecto (familia, amistades, privacidad, etc.);
• entendimiento (educación, comunicación, etc.);
• participación (derechos, responsabilidades, trabajo, etc.);
• ocio (juegos, espectáculos);
• creación (habilidades, destrezas);
• identidad (grupos de referencia, sexualidad, valores);
• libertad (igualdad de derechos).

Concebir las necesidades tan sólo como carencia implica restringir su espectro a lo pura-
mente fisiológico, que es precisamente el ámbito en que una necesidad asume con mayor
fuerza y claridad la sensación de “falta de algo”. Sin embargo, en la medida en que las
necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son también potencialidad
y, más aún, pueden llegar a ser recursos. La necesidad de participar es potencial de par-
ticipación, tal como la necesidad de afecto es potencial de afecto.

Las necesidades humanas referidas deben constituirse en derechos inalienables del ser
humano, ya que su posesión y su práctica hacen a la dignidad del individuo y de las co-
munidades.

El trabajo como cuidador y cuidadora está directamente relacionado con la satisfacción de


necesidades de la persona atendida. Por eso es importante tener presente cuáles son esas
necesidades, identificarlas y saber que no pueden ser descuidadas en el desempeño del rol.

1 Tomado de: www.cricyt.edu.ar


Fuente: Max-Neef, M., A. Elizalde y M. Hopenhayn: Desarrollo a escala humana. Una opción para el futuro. Cepaur, Fundación Dag
Hammarskjold, Santiago de Chile, 1986.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 75


Ficha nº 9
Salud
Comúnmente se hace referencia a la salud como al estado en que el cuerpo y la mente se
encuentran en “condiciones ideales”, es decir, cuando cumplen todas sus funciones sin
dificultades. En general, cuando se tiene buena salud, se experimenta bienestar y disfrute
en las actividades que se realizan (comer, dormir, trabajar, practicar deportes o recrearse,
etc.).

Cuando ello no ocurre y no existen esas condiciones, se dice que se ha perdido salud y
puede que se experimente incomodidad, disgusto o malestar en cualquiera de las activi-
dades que se quiera realizar.

La salud o su carencia afecta entonces a distintos aspectos de la vida de una persona,


más allá del cuerpo y de su funcionamiento.

En 1946, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la salud como “el completo
estado de bienestar físico, mental y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o
incapacidad”.

Otros consideran a la salud como el “logro del más alto nivel de bienestar físico, mental,
social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que
viven inmersos el individuo y la comunidad”.1

Hay quienes conciben al ser humano como un ser “total”, de manera que desde este en-
foque holístico2 se incluyen en el concepto de salud las dimensiones: física, mental, social,
emocional y espiritual, tanto interdependientes como integradas. Desde este punto de
vista, la salud se comprende desde las siguientes características:

• Se vislumbra la salud desde una perspectiva positiva.


• Se enfatiza el bienestar en vez de la enfermedad (se busca la enseñanza y el ejercicio de
prácticas de vida saludable).
• El ser humano es una totalidad, una unidad.
• No existe salud si una de las dimensiones no está saludable.

Semejante a este es el concepto de salud integral, que supone que el individuo es un ser
biológico, psicológico, social y espiritual. Lograr la salud, entonces, supone un proceso
de interrelación entre el individuo y su entorno, que a su vez abarca cuestiones sociales,
económicas, culturales, ambientales y políticas.

1 Tomado de: www.saludintegral.grilk.com


2 “Holístico” significa integrador, totalizador, que considera las partes de un sistema en sus interacciones. Fuente: www.saludmed.
com

76 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


En tanto cuidador o cuidadora de personas, la atención sobre la salud de quien está a
cargo es un aspecto primordial. Tanto si se trata de una persona sana como de alguien
que atraviesa una enfermedad, existen acciones concretas que la persona encargada del
cuidado puede o debe realizar, ya sea para contribuir al mejoramiento de la salud o para
hacer más llevadera una enfermedad crónica o terminal, como para prevenir enfermeda-
des o accidentes.

Tener una mirada amplia sobre el concepto de salud posibilita conocer con mayor profun-
didad a las personas a atender y ofrecer cuidados más completos y adecuados en cada
caso.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 77


Ficha nº 10
Alimentación
La alimentación es un acto voluntario que se realiza cotidianamente. Sin embargo, es im-
portante notar que no todos se alimentan de igual modo. Esto depende de varios factores,
entre ellos:

• Los gustos y los hábitos.


• Los alimentos que se tengan al alcance y que se puedan adquirir.
• Las costumbres de la familia y la sociedad en que se vive.
• Ciertas creencias individuales y sociales.

No siempre estos factores favorecen una “buena alimentación”. A menudo, la escasez de


recursos económicos hace que la cantidad o la calidad de los alimentos que se consumen
no sean adecuadas. En otros casos, las formas de alimentarse se repiten de familia en
familia. Simplemente, se tiene “la costumbre” de comer determinados alimentos o prepa-
raciones, en determinadas ocasiones.

Dentro de las tareas asignadas al cuidador o la cuidadora de personas suele estar la de


colaborar de alguna manera con la alimentación, desde la compra de los alimentos hasta
su preparación y administración, según el caso.

Dependiendo de la situación, es importante indagar sobre gustos y hábitos de la persona


a cuidar, así como atender a las indicaciones de la familia o profesionales a cargo.

Cuando los cuidadores o las cuidadoras tienen a cargo la preparación y el servicio de los
alimentos, deben:

• Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de comenzar a trabajar y luego de
ir al baño y de llevar a las personas a ese lugar.
• Tener las uñas cortas y limpias.
• Usar ropa limpia.
• Llevar el pelo recogido y limpio.
• Evitar tocarse el pelo, la nariz o la boca mientras se cocina, así como estornudar o toser
sobre los alimentos o sobre los utensilios.
• Si se tuviera alguna herida en las manos, se debe vendar y aislarla con guantes de
goma.
• Usar una cuchara limpia para probar la preparación y no volver a introducirla en el reci-
piente después de hacerlo.
• Evitar realizar la preparación y el servicio de alimentos si se tiene alguna enfermedad
infecciosa, anginas, gripe, enfermedades intestinales o infecciones en la piel de manos
o brazos.

78 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• No realizar limpieza de baños mientras se está preparando o sirviendo los alimentos.

También es importante tener presente en el rol de cuidado y atención de personas que la


mesa compartida puede ser el lugar para:

• Conversar e intercambiar afectos e ideas con las personas a nuestro cuidado.


• Contribuir al desarrollo de hábitos alimentarios saludables.
• Simplemente, disfrutar de la compañía de los otros y otras.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 79


Ficha nº 11
El juego y la recreación
El juego

El origen de la palabra se remite a los pueblos de la antigüedad, donde el concepto


de juego ha sido entendido de distintas maneras por los diferentes pueblos: para los
griegos, significaba “hacer chiquilladas”; para los hebreos era una cuestión de “broma
o risa”; para los germanos era algo parecido a un “movimiento pendular que produce
placer”.1

Fueron los romanos lo primeros en hablar de lo “lúdico” como alegría o jolgorio. Poste-
riormente, el concepto de juego comenzó a tener un significado similar entre todos estos
pueblos, aludiendo al de “un grupo numeroso de acciones humanas que no requieren un
trabajo arduo, proporcionando placer y satisfacción”.2

Se puede definir al juego como uno de los procesos vitales y esenciales de la especie
humana. En el juego se expresan todas las necesidades, deseos, logros e intereses del
individuo. En él, el individuo se expresa como una unidad, como una totalidad. Toma al
individuo en todas sus dimensiones, es decir, lo compromete en una situación de juego en
lo corporal, en lo afectivo, en lo cognitivo y en lo cultural.3

Recreación

Se entiende por recreación a todas aquellas actividades y situaciones en las cuales esté
puesta en marcha la diversión, como así también la relajación y el entretenimiento. Son
casi infinitas las posibilidades de recreación que existen hoy en día, especialmente porque
cada persona puede descubrir y desarrollar intereses por distintas formas de recreación y
divertimento.

La recreación se da normalmente a través de la generación de espacios en los que los


individuos pueden participar libremente de acuerdo con sus intereses y preferencias. La
noción básica de una situación de recreación es la de permitir a cada uno encontrar lo que
más placer le genera, pudiendo por tanto sentirse cómodo y haciendo entonces lo mejor
de la experiencia. La recreación se diferencia de otras situaciones de relajación tales como
el dormir o descansar porque implica siempre una participación más o menos activa de la
persona en las actividades a desarrollar.

1 Ferrater Mora, José: Diccionario de Filosofía, Ariel, Barcelona, 1994.


2 Ibíd. ant.
3 Harf, Pastorino, Sarlé, Spinelli, Violante y Windler: Nivel Inicial: aportes para una didáctica, Ateneo, Buenos Aires. 1996.

80 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Por tanto, la recreación sirve al ser humano no sólo para activar el cuerpo, sino también
para mantener la mente en un sano equilibrio.

Sabiendo de las implicancias del juego y la recreación para el ser humano, atender a esta
necesidad se convierte en una de las tareas básicas del cuidado y atención de personas,
que debe ser también planificada y adecuada a cada caso en particular.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 81


Ficha nº 12
Primeros auxilios
Los primeros auxilios son una serie de procedimientos simples, destinados a ayudar a
personas en situaciones de urgencia, emergencia médica o enfermedad repentina, y ge-
neralmente son llevados a cabo por personas no médicas antes de la intervención de un
profesional médico.

Es importante destacar que para la realización de algunas maniobras de primeros auxilios


se necesita capacitación específica, ya que realizar mal alguna de ellas puede provocar el
agravamiento de la persona lesionada.

Emergencia y urgencia: algunas diferencias

Hablamos de emergencia cuando se trata de una situación extrema en la cual una per-
sona corre riesgo inminente de muerte. Ejemplos: hemorragia, pérdida de la conciencia,
electrocución, quemadura extensa, politraumatismo, heridas de arma blanca, heridas por
arma de fuego, paro cardiorrespiratorio, asfixia por aspiración de cuerpo extraño.

En cambio, una urgencia es aquella situación en la cual la afección que se padece no


pone en riesgo inmediato su vida, pero con el pasar de las horas puede transformarse en
una emergencia y correr riesgo de muerte si no se actúa adecuadamente. Ejemplos: dolor
abdominal, traumatismo de menores, fractura cerrada, esguince, reacción alérgica.

Objetivos de los primeros auxilios

Los primeros auxilios persiguen los siguientes objetivos:

• Prevenir situaciones que perjudiquen el bienestar o la salud física o psíquica de una


persona o comunidad a través de acciones de información y concientización.
• Salvar la vida.
• Evitar que se agraven las lesiones ocurridas en una situación de emergencia.
• Ayudar a la recuperación de la persona afectada.
• Intervenir para llamar a los profesionales de la salud.

Normas generales para prestar primeros auxilios1

• Conservar la calma para poder actuar con serenidad, rapidez y seguridad. Esto dará
confianza al lesionado. Además, contribuirá a la ejecución correcta y oportuna de técni-
cas y procedimientos necesarios para prestar un primer auxilio.

1 Extraídas de la Ficha n.º 1 del Curso básico para prestar primeros auxilios, Canal Encuentro (www.encuentro.gob.ar).

82 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


• Evaluar la seguridad de la escena y los posibles riesgos que se encuentran alrededor de la
víctima y que puedan afectar nuestra seguridad. En estos casos se debe priorizar la seguri-
dad de quien brinda los primeros auxilios para que no se convierta en una nueva víctima.
• Actuar siempre que se esté seguro de lo que se va a hacer. Si se tiene dudas, es prefe-
rible llamar al teléfono de emergencias de la localidad, porque es probable que el auxilio
no sea el adecuado y contribuya a agravar al lesionado.

Lo que no hay que hacer

En los primeros auxilios existen una serie de acciones y mitos que, ante una situación de
urgencia o emergencia, son erróneos y resultan perjudiciales. Por eso:

• No arriesgar la vida: siempre revisar la escena y los peligros potenciales a la hora de


asistir a una persona para que el auxiliador no se convierta en una victima más.
• No entrar en pánico: si estamos nerviosos, no podemos pensar adecuadamente y no
podremos ayudar a quien lo necesita.
• No obligar a la víctima a moverse: la persona podría tener lesiones importantes, por
ejemplo en la columna, y si la movemos se agravaría la situación.
• No suministrarle agua ni otro líquido si se encuentra inconsciente: al no poder manejar
los músculos de la deglución, todo tipo de sustancia que se le dé a una persona incons-
ciente irá a la vía aérea, es decir, a las vías respiratorias.
• No administrarle medicamentos: estos sólo los debe prescribir y administrar el médico,
que será quien evalúe correctamente qué tipo de padecimiento tiene la víctima.
• No hacer comentarios sobre el estado de la víctima, aunque ella se encuentre incons-
ciente, así evitaremos el estado de nerviosismo tanto a ella como a los familiares de las
personas que estén en el lugar.
• No abandonar a la víctima ni dejarla sola.
• No tocar las heridas con las manos, boca o cualquier otro material sin esterilizar, para
perseverar nuestra bioseguridad y evitar contaminar aún más la herida.
• No colocar algodón directo sobre las heridas ya que deja fibras en las heridas y puede
generar infecciones y retrasar la cicatrización.
• No limpiar la herida hacia adentro: para alejar los gérmenes, los movimientos deben ser
siempre desde adentro hacia fuera.
• No quitar de golpe la tela de una quemadura porque puede haberse pegado. Primero,
mojar la zona quemada con agua fresca. Si quedó tela adherida a la piel, recortar alre-
dedor y llamar a emergencia.

A lo largo del curso se desarrollarán herramientas para aprender “cómo actuar” desde el
rol del cuidador y la cuidadora ante los accidentes o situaciones de emergencia más fre-
cuentes en cada grupo poblacional que será destinatario del cuidado.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 83


Números importantes para tener a mano

En Capital Federal:

Emergencias médicas: 107


Bomberos: 100
Policía: 101
Emergencia: 911
Instituto del Quemado: 4923-4082
Centro de Intoxicaciones: 4962-6666

En

En

AGREGUE LOS NÚMEROS PARA EMERGENCIAS DE SU LOCALIDAD Y PROVINCIA

84 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Módulo 1
Recursos
didácticos

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 85


Actividad 2:
Mis trayectorias laborales y formativas

Cuadro n.º 1

¿Cuáles de estos conocimien-


¿Dónde y qué estudió? ¿Qué aprendió? tos pueden ayudarlo/a para el
cuidado de personas?

¿Cuáles de estos conocimien-


¿Cuáles fueron sus experiencias
¿Qué aprendió? tos pueden ayudarlo/a para el
laborales formales?
cuidado de personas?

¿Cuáles de estos conocimien-


¿Qué trabajos realizaba en su
¿Qué aprendió? tos pueden ayudarlo/a para el
familia?
cuidado de personas?

¿Cuáles de estos conocimien-


¿Realizó trabajos en la comuni-
¿Qué aprendió? tos pueden ayudarlo/a para el
dad o en su barrio?
cuidado de personas?

86 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Cuadro n.º 2

Ventajas Dificultades
(ser organizado/a, sencillo/a, amable, puntual) (me faltaba capacitación, no me alcanzaba el
tiempo, desordenado/a)

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 87


Actividad 3:
Una mirada desde la división sexual
del trabajo

Esquema n.º 1

Árbol genealógico

88 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Actividad 5:
¿Cómo está regulada la actividad de
cuidado y atención de personas?

Caso n.º 1

Carmen trabaja, en relación de dependencia, en la casa de la familia Gómez hace un


año y medio acompañando a Luisa, que se encuentra postrada porque sufrió un ACV
(accidente cerebro vascular). Concurre 5 horas diarias de lunes a viernes.
La familia le comunica a Carmen que prescindirá de sus servicios porque internarán
a Luisa en un geriátrico. Le dicen que a partir de ese día ya no concurra y que le
abonarán los días trabajados hasta el momento.

• ¿En qué normativa se encuadra este caso?


• ¿Con cuántos días de anticipación los empleadores tienen que comunicarle el
despido a Carmen?
• ¿Le corresponde ser indemnizada? ¿Por qué?

Caso n.º 2

Inés trabaja en la casa de la familia González hace un año, cuidando a Julia, una niña
3 años. Concurre de lunes a sábado, de 9 a 14 hs.
Llegado el mes de diciembre, Inés solicita a su empleadora el pago de aguinaldo y
vacaciones. También quiere acordar con ella cuándo se tomará las vacaciones.
La Sra. González manifiesta que no dará curso al pedido porque considera que no
le corresponde.

• ¿En qué marco legal se encuadra el caso?


• ¿Corresponde o no el pago del aguinaldo? ¿Por qué?
• ¿Puede Inés solicitar vacaciones? ¿Cuántos días le corresponderían?

Caso n.º 3

Ana trabajó en un geriátrico durante 8 años. Concurría de lunes a viernes, de 9 a 17


hs. Su sueldo era de $ 1.400 mensuales.
En el trayecto al trabajo, Ana sufrió un accidente que le ocasionó una fractura en la
mano y la imposibilitó para trabajar por el lapso de seis meses.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 89


El empleador decidió despedirla. Le pagó un mes de preaviso y un mes de indem-
nización.

• ¿En qué marco legal se encuadra esta relación laboral?


• ¿Es correcto el pago que realizó el empleador? ¿Por qué?
• ¿Qué otros beneficios le corresponderían a Ana de acuerdo con la normativa?

90 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Actividad 6:
La comunicación y su importancia en el
desempeño laboral

Cuadro n.º 3
Test sobre escucha activa

Usted… ++ +- -+ --
1. ¿Se desconecta mentalmente cuando se abordan temas
desagradables o conflictivos para usted?
2. ¿Se concentra en lo que el otro u otra está diciendo,
aunque no esté realmente interesado?
3. ¿Asume que ya sabe lo que otra persona va a decir y deja
de escuchar o la apura?
4. ¿La gente se explaya y distiende cuando habla con usted?
5. En una discusión, ¿escucha atentamente y deja terminar
sus argumentos al otro u otra?
6. ¿Escucha sin cerrarse a las personas que lo/la enfrentan o
contradicen?
7. En una reunión formal, ¿pregunta abiertamente el
significado de palabras que no conoce o no comprende?
8. ¿Prepara la réplica en su cabeza mientras la otra persona
está hablando?
9. ¿Toma apariencia de estar atento/a aunque no lo esté?
10. ¿Piensa en otras cosas mientras otra persona le habla?
11. ¿Se pone en el lugar del otro?
12. Antes de dar una opinión o un consejo, ¿ hace preguntas y
alienta al otro a explicarse en profundidad?
13. ¿Escucha sólo lo que le interesa, borrando partes del
mensaje del que habla?
14. ¿Mira a la persona que está hablándole?
15. ¿Se concentra en el sentido de lo que escucha por encima
de la forma de expresión o el aspecto del que habla?

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 91


Actividad 7:
Resolución de conflictos en el
ámbito laboral

Tarjeta n.º 1 con preguntas disparadoras

• Para quienes tuvieron alguna experiencia previa en el cuidado de personas:


¿vivieron alguna vez situaciones de conflicto en las casas o instituciones don-
de han trabajado?, ¿cómo se sintieron?, ¿qué hicieron?, ¿tuvo alguna conse-
cuencia el conflicto?
• ¿Conocen situaciones conflictivas que hayan vivido otras personas? ¿Cuá-
les?

92 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Actividad 9:
Vamos a jugar

Tarjeta n.º 2
Refranes

Quien mucho abarca, poco A caballo regalado no se le


aprieta. miran los dientes.

En casa de herrero, cuchillo de Matar dos pájaros de un tiro.


palo.
Más vale pájaro en mano que
Al mal tiempo, buena cara. cien volando.

A falta de pan, buenas son Mucho ruido y pocas nueces.


tortas.
Haz bien sin mirar a quién.
Unos nacen con estrella y otros
nacen estrellados. Hombre prevenido vale por
dos.
El pez por la boca muere.
Más vale maña que fuerza.
A palabras necias, oídos sor-
dos. En boca cerrada no entran
moscas
Ojos que no ven, corazón que
no siente. Sarna con gusto no pica.

El ojo del amo engorda el gana- Mal de muchos, consuelo de


do. tontos.

Perro que ladra, no muerde. No por mucho madrugar se


amanece más temprano.
A quien madruga, Dios lo
ayuda. No dejes para mañana lo que
puedas hacer hoy.
Al perro flaco no le faltan pul-
gas. Dios castiga sin palo y sin
rebenque.
A buen entendedor, pocas
palabras bastan. No hay mal que por bien no
venga.
Genio y figura, hasta la sepul-
tura.

Quien siembra vientos, recoge


tempestades.

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 93


Actividad 10:
Primeros auxilios

Cuadro n.º 4
Test de primeros auxilios

En el caso de una fractura, ¿qué medidas debemos tomar?


• Probar la capacidad del hueso o articulación para moverse. o
• Acomodar la fractura y retirar fragmentos óseos. o
• No mover al accidentado y retirarle anillos, pulseras y relojes. o

Ante una quemadura por calor, ¿qué medida se debe tomar inmediatamente?
• Enfriar el área quemada aplicando agua fría (no helada) sobre la lesión. o
• Enfriar el área quemada aplicando hielo sobre la lesión. o
• Romper las ampollas que se han formado en el área quemada. o

Para prevenir que una herida se infecte, ¿cuál de las tres afirmaciones NO es
la apropiada?
• Limpiar la zona con agua y jabón y dejar que el agua corra por la herida. o
• Utilizar algodón, polvos, cremas, pomadas u otras sustancias. o
• Aplicar antiséptico siempre desde adentro hacia fuera. o

¿Qué es lo que NO debemos hacer ante la mordedura de un animal?


• Lavar la herida con agua y jabón. o
• Intentar manipular, quitar o colocar elementos dentro de la herida. o
• Comprimir la herida para evitar el sangrado. o

En un accidente de tránsito, ¿qué es lo primero que debemos hacer?


• Comprobar que la persona esté consciente y respira. o
• Llamar al servicio de emergencia médica. o
• Parar o desviar el tránsito. o

Para socorrer a una persona que sufrió un desmayo, ¿qué es lo primero que
debemos hacer?
• Recostarla en el piso y aflojarle la ropa, vigilar si vomita y ventilar el lugar. o
• Intentar incorporarla, sentarla, moverla. o
• Darle a tomar un sorbo de agua aunque esté inconsciente. o

94 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


¿Cuál de estas medidas es correcta para ayudar a una persona en un episodio
de convulsiones?
• Protegerle la cabeza colocando algún objeto blando debajo para evitar
que se lesione. o
• Abrirle la boca para que no se ahogue. o
• Colocar un objeto duro entre los dientes para evitar que se muerda la lengua. o

¿Qué no se debe hacer para detener una hemorragia nasal?


• Sentar a la víctima con la cabeza hacia atrás. o
• Presionar la nariz con el dedo pulgar y el índice en broche. o
• Introducir de a poco una gasa con agua oxigenada en la nariz. o

¿Cuál es primer paso a seguir en una emergencia o urgencia?


• Evaluar el estado de conciencia de la víctima. o
• Instar a la víctima a moverse o trasladarse. o
• Suministrar agua, líquido, azúcar, aunque esté inconsciente. o

¿Cómo ayudar a una persona que presenta una obstrucción parcial


de las vías respiratorias?
• Darle golpes en la espalda. o
• Darle de beber agua. o
• Animarla a toser hasta que resuelva la situación. o

Respuestas del test

En el caso de una fractura, ¿qué medidas debemos tomar?


• Probar la capacidad del hueso o articulación para moverse. o
• Acomodar la fractura y retirar fragmentos óseos. o
• No mover al accidentado y retirarle anillos, pulseras y relojes. n

Ante una quemadura por calor, ¿qué medida se debe tomar inmediatamente?
• Enfriar el área quemada aplicando agua fría (no helada) sobre la lesión. n
• Enfriar el área quemada aplicando hielo sobre la lesión. o
• Romper las ampollas que se han formado en el área quemada. o

Para prevenir que una herida se infecte, ¿cuál de las tres afirmaciones no es
la apropiada?
• Limpiar la zona con agua y jabón y dejar que el agua corra por la herida. o
• Utilizar algodón, polvos, cremas, pomadas u otras sustancias. n
• Aplicar antiséptico siempre desde adentro hacia fuera. o

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 95


¿Qué es lo que NO debemos hacer ante la mordedura de un animal?
• Lavar la herida con agua y jabón. o
• Intentar manipular, quitar o colocar elementos dentro de la herida. n
• Comprimir la herida para evitar el sangrado. o

En un accidente de tránsito, ¿qué es lo primero que debemos hacer?


• Comprobar que la persona esté consciente y respira. o
• Llamar al servicio de emergencia médica. n
• Parar o desviar el tránsito. o

Para socorrer a una persona que sufrió un desmayo, ¿qué es lo primero que
debemos hacer?
• Recostarla en el piso y aflojarle la ropa, vigilar si vomita y ventilar el lugar. n
• Intentar incorporarla, sentarla, moverla. o
• Darle a tomar un sorbo de agua aunque esté inconsciente. o

¿Cuál de estas medidas es correcta para ayudar a una persona en un episodio


de convulsiones?
• Protegerle la cabeza colocando algún objeto blando debajo para evitar
que se lesione. n
• Abrirle la boca para que no se ahogue. o
• Colocar un objeto duro entre los dientes para evitar que se muerda la lengua. o

¿Qué NO se debe hacer para detener una hemorragia nasal?


• Sentar a la víctima con la cabeza hacia atrás. n
• Presionar la nariz con el dedo pulgar y el índice en broche. o
• Introducir de a poco una gasa con agua oxigenada en la nariz. o

¿Cuál es primer paso a seguir en una emergencia o urgencia?


• Evaluar el estado de conciencia de la víctima. n
• Instar a la víctima a moverse o trasladarse. o
• Suministrar agua, líquido, azúcar, aunque esté inconsciente. o

¿Cómo ayudar a una persona que presenta una obstrucción parcial


de las vías respiratorias?
• Darle golpes en la espalda. o
• Darle de beber agua. o
• Animarla a toser hasta que resuelva la situación. n

96 • Introducción al servicio de atención y cuidado de personas


Actividad 10:
¿Qué aprendimos?

Tarjeta n.º 3
Mis habilidades

• La creatividad, encontrar nuevas perspectivas


• Saber descansar
• Saber disfrutar, gozar
• Saber administrar el tiempo
• Escuchar al otro
• Relacionarme con los otros sin prejuicio
• Mirar con profundidad, ir más allá de lo superficial
• Empatía, ponerme en el lugar del otro
• Percibir lo que necesita el otro
• Lo manual, darme maña para arreglar cosas
• Lo artístico:
• En lo literario
• En lo musical
• En la danza
• En dibujar y pintar
• En la escultura
• Otros
• Escribir, redactar
• Leer con entonación, locución, pronunciar
• Cuidar las cosas
• Valorar lo antiguo
• Manejar las propias emociones
• La sensibilidad por las pequeñas cosas
• Criterio de análisis de la realidad
• Entusiasmo
• Utilización de recursos técnicos
• Saber expresarme claramente
• Capacidad de aceptación
• Poner buen humor en los momentos más difíciles
• Capacidad para poner limites
• Capacidad de apertura y entendimiento
• Saber preparar una rica comida
• Habilidad para el orden en un lugar

Introducción al servicio de atención y cuidado de personas • 97


Módulo 2

Atención y cuidado
de niños y niñas
Módulo 2: Atención y cuidado de niños y niñas

Tiempo
Encuentro Tema Actividad
(minutos)
1. ¿Cuál es el rol del cuidador o
cuidadora de niños y niñas? ¿Qué 60
actividades debe realizar?
Introducción al cuidado y atención de
Encuentro 1
niños y niñas
2. ¿Cuáles son las diferentes eta-
pas en el desarrollo de un/a niño/a? 60
(Primera parte)
3. ¿Cuáles son las diferentes eta-
pas en el desarrollo de un/a niño/a? 90
Introducción al cuidado y atención (Segunda parte)
Encuentro 2
de niños y niñas
4. Ejercicios de observación y entre- 30
vista

Promoción de la salud en la atención


Encuentro 3 5. Higiene y salud van de la mano 120
y cuidado de niños y niñas

Promoción de la salud en la atención 6. Las enfermedades más frecuen-


Encuentro 4 120
y cuidado de niños y niñas tes

Encuentro 5 La alimentación en la niñez 7. La pirámide alimenticia argentina 120

8. Las diferentes etapas en la alimen-


Encuentro 6 La alimentación en la niñez 120
tación de un/a niño/a

Encuentro 7 Recreación con niños y niñas 9. ¿A qué jugamos? 120

10. ¿Qué gestiones se suelen reali-


Tareas de gestión en la atención y
Encuentro 8 zar como cuidador o cuidadora de 120
cuidado de niños y niñas
niños y niñas?

Prevención de accidentes y primeros


Encuentro 9 11. Cómo prevenir accidentes 120
auxilios.

Prevención de accidentes y primeros


Encuentro 10 12. Primeros auxilios 120
auxilios

Cuidados del/la cuidador o cuida- 13. Cómo debe cuidarse el cuidador


Encuentro 11 120
dora o cuidadora

14. Revisión de los contenidos tra-


Encuentro 12 Revisión de contenidos 120
bajados en el módulo

15. ¿Qué aprendimos? ¿Qué necesi-


Encuentro 13 Evaluación 120
tamos mejorar?

100 • Atención y cuidado de niños y niñas


P resentación

En este módulo se trabajará sobre el rol del cuidador o cuidado-


ra de niños y niñas, la comunicación, los límites y otros aspectos
a tener en cuenta en la relación laboral, ya que la contratación
de una persona para el cuidado de niños y niñas en una familia
implica la reorganización de algunas pautas de la misma, con
los temores propios de la situación. Muchas veces los conflictos
que pueden surgir tanto por parte del empleador o empleadora
como por parte de los cuidadores o cuidadoras, se relacionan
con la falta de delimitación del rol que van a desempeñar y la
incertidumbre acerca del vínculo que logren establecer con los
niños y las niñas.

Durante este módulo se abordarán las principales característi-


cas de los niños y las niñas en cada etapa de su desarrollo, po-
sibilitando que el cuidador o la cuidadora se relacione con ellos
y con las personas responsables en forma adecuada. También
se trabajará sobre las principales pautas para el cuidado de
la salud, la higiene y la alimentación. Se buscará fortalecer las
capacidades de gestión domiciliaria, ya que el cuidador o cui-
dadora deberá realizar gestiones específicas en el cuidado de
niños y niñas. A la vez, se hará hincapié en la importancia del
juego y se brindarán herramientas para la planificación y reali-
zación de actividades recreativas, según la etapa evolutiva en la
que se encuentren los niños y niñas bajo su cuidado.

Además, se espera que luego de transitar por esta instancia


de formación, los y las participantes cuenten con herramientas
para prevenir accidentes y actuar eficazmente en caso de que
se presente alguna situación de emergencia.

Atención y cuidado de niños y niñas • 101


bjetivos
• Reconocer las particularidades del rol del cuidador o
cuidadora de niños y niñas.
• Facilitar la comprensión de las características físicas,
psicológicas, sociales y culturales de los niños y niñas.
• Comprender la importancia de mantener una comuni-
cación permanente con los responsables del niño o niña bajo su cuidado, con la
finalidad de informar, recibir instrucciones y acordar nuevas pautas.
• Contribuir al reconocimiento de las necesidades y deseos de los niños y niñas, así como
de signos y síntomas que evidencien una alteración en su salud física o psíquica.
• Conocer actividades apropiadas a cada etapa del desarrollo infantil, que contribu-
yan a promover la salud de los niños y niñas y a la prevención de enfermedades.
• Promover el aprendizaje de procedimientos y técnicas para la higiene de niños y ni-
ñas, acordes a su edad y circunstancias, conforme a normas de salud y seguridad.
• Fortalecer las capacidades para identificar factores de riesgo, prevenir accidentes
domésticos y actuar en casos de emergencia.
• Reconocer las características que debe reunir una alimentación adecuada.
• Valorar la importancia de la planificación de actividades para el uso del tiempo
libre.
• Manejar diferentes recursos de recreación para niños y niñas acordes a su edad.
• Desarrollar competencias necesarias para la realización de tareas de gestión vin-
culadas con la atención y el cuidado de niños y niñas.

• El rol del cuidador o cuidadora de niños y niñas.


• La comunicación con la familia y adultos responsa-
bles del niño o niña.
• Las etapas de la niñez y sus características.
• La salud de los niños y niñas. Factores de riesgo.
Normas y técnicas generales para la higiene de ni-
ontenidos ños y niñas y para la prevención de accidentes en
tareas cotidianas.
• La alimentación de los niños y niñas en las distintas
etapas evolutivas (lactancia, primera infancia, edad
preescolar y escolar).
• El tiempo libre y la niñez: posibles actividades re-
creativas según la etapa evolutiva.
• Tareas de gestión en la atención y cuidado de niños
y niñas.
• Primeros auxilios para niños y niñas.
• Evaluación de los aprendizajes

102 • Atención y cuidado de niños y niñas


esultados

Al finalizar este módulo, los y las participantes estarán en


condiciones de:
• Definir las particularidades del rol de cuidador o cuida-
dora, de acuerdo con las características propias de la
etapa infantil y desde una perspectiva profesional de la
actividad.
• Reconocer la importancia de una buena comunicación e
interacción con los empleadores y empleadoras y perso-
nas a su cuidado.
• Disponer de herramientas e indicadores para identificar
oportunamente necesidades y/o alteraciones en la salud
de los niños y niñas, a fin de dar intervención a las per-
sonas indicadas.
• Planificar y tomar medidas que contribuyan a la preven-
ción de accidentes domésticos y a la identificación de
riesgos.
• Conocer y poner en práctica técnicas para la higiene de
niños y niñas.
• Determinar las características que debe reunir una ali-
mentación adecuada.
• Planificar diferentes actividades recreativas adecuadas a
la edad y características de los niños y niñas a atender.
• Realizar tareas de gestión vinculadas al cuidado y aten-
ción de niños/as.
• Conocer qué acciones básicas debe realizar y cuáles no
en casos de accidentes.

Atención y cuidado de niños y niñas • 103


encuentro 1

Introducción al cuidado de
niños y niñas

Actividad 1:
¿Cual es el rol del cuidador o cuidadora de
niños y niñas? ¿Qué actividades debe realizar?

Objetivo
• Reconocer las características y particularidades del rol del cuidador o cuidadora de
niños y niñas.

Tiempo estimado
60 minutos Nota para el/la
instructor/a

Recursos Para el desarrollo de este


• Pizarrón o papel afiche tema, le sugerimos leer las
Fichas n.º 1 y n.º 2 en HC
• Tizas o marcadores M2.
• Hojas o tarjetas de cartulina de dos colores

Desarrollo
a. Comience explicando que con esta ac-
tividad iniciarán el desarrollo del módulo
específico sobre cuidado de niños y niñas.
Recomendaciones para el/la
Distribuya las tarjetas y solicite al grupo que
instructor/a
responda las siguientes preguntas utilizan-
En este momento de apertura de la do las tarjetas de un color para registrar las
actividad, es muy importante que las y
los participantes recuperen sus propios tareas y las otras para las actitudes:
saberes, conocimientos y actitudes, a
partir de la revisión de sus experiencias
de vida. Quizás algunos hayan cuidado • ¿Cuáles son las tareas que generalmen-
niños o niñas en entornos familiares pro- te se le asignan a la persona a cargo de ni-
pios o tengan experiencia laboral en ese
rol. ños y niñas?
• ¿Qué actitudes considera fundamentales
para el desarrollo de este trabajo?

Atención y cuidado de niños y niñas • 105


b. Recoja las respuestas y péguelas en el pizarrón, clasificando y organizando las tareas
y las actitudes expresadas por el grupo, de acuerdo con las principales actividades de
la ocupación (por ejemplo, las relativas a la alimentación, a la recreación, a la higiene,
etc.).
c. Realice un cierre recuperando lo manifestado por los y las participantes, resaltando la
importancia de tener en cuenta que, al comenzar el trabajo de atención y cuidado de
niños y niñas, habrá un primer momento de adaptación de las personas involucradas:
el niño o la niña, los padres (o personas responsables) y el empleado o empleada.
Es fundamental que exista una buena comunicación, lo que permitirá una adecuada
interacción con los empleadores y personas a su cuidado.

Explique que en los sucesivos encuentros se profundizará sobre cuáles son las tareas que
corresponden y las que no corresponden al rol.

Respecto de las tareas asignadas, señale que quien


cumpla ese rol tendrá que:

• Mantener comunicación permanente con los y


las responsables del niño o niña bajo su cuidado, Recomendaciones para el/la
con la finalidad de informar, recibir indicaciones y instructor/a

acordar nuevas pautas cuando sea necesario. Cuando aborde este tema, es fun-
• Realizar las acciones necesarias para garantizar damental que se tengan en cuenta
las costumbres locales, ya que lo
la seguridad del niño o niña a su cuidado, como que “se espera” de un cuidador o
también aquellas tendientes a prevenir, detectar cuidadora puede variar según las
diferentes culturas. A la vez, seña-
y atender problemas de salud, de acuerdo con la le que sus tareas se delimitarán en
información recabada y con las indicaciones del el acuerdo que realice el cuidador
o cuidadora con los padres o res-
empleador o empleadora. ponsables del niño o niña.
• Mantener en condiciones de higiene al niño o
niña y su entorno físico, respetando las normas
de salud y seguridad y lo acordado con el o la
responsable.
• Proporcionar y preparar alimentos, teniendo en
cuenta las necesidades y gustos del niño o niña
y las indicaciones recibidas de las personas res-
ponsables, aplicando criterios de higiene y se-
guridad.
• Identificar y aplicar las modalidades de recrea-
ción más adecuadas según la edad y caracterís-
ticas personales del niño o niña.

106 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 2:
¿Cuáles son las diferentes etapas en el
desarrollo de un/a niño/a? (Primera parte)

Objetivo
• Facilitar la comprensión de las características físicas, psicológicas, sociales y culturales
de los niños y las niñas.

Tiempo estimado
60 minutos Nota para el/la
instructor/a

Recursos Para el desarrollo de este


• Copias de la Tarjeta n.º 1 (RD M2) tema, le sugerimos leer la
Fichas n.º 3 y n.º 4 en HC
• Papeles afiches M2.
• Marcadores
• Copias de las Fichas n.º 3 y n.º4 (HC M2)

Desarrollo
a. Entregue a los y las participantes una copia de una canción de la Tarjeta n.º 1 (RD
M2). Proponga que comiencen a cantar la canción y que se agrupen de acuerdo con
la canción que les tocó (puede utilizarse esta u otra técnica para conformar los gru-
pos).

b. Entregue a cada grupo una tarjeta donde se enuncie una etapa evolutiva de la primera
infancia.

• Desde el nacimiento hasta que gatean.


• Desde el gateo hasta que comienzan a cami-
Recomendaciones para el/la
nar. instructor/a
• Desde que caminan hasta que dejan los paña-
Cuando realice esta actividad, es
les. importante agrupar las diferentes
• Desde los 3 hasta los 4 años. etapas según la cantidad de gru-
pos a conformar. Tal vez resulte
• Desde los 4 hasta los 5 años. más productivo que un mismo gru-
po trabaje los diferentes aspectos
vinculados con una determinada
etapa de la niñez durante todo el
c. Solicite que caractericen esa etapa a partir de módulo.
los conocimientos previos y que vuelquen la
producción en un papel afiche. Para recuperar
dichos conocimientos, pueden ser útiles pre-

Atención y cuidado de niños y niñas • 107


guntas como: ¿qué recuerdan de sus propias experiencias con niños y niñas o de
su propia infancia?; ¿qué saberes, consejos, advertencias circulaban en sus familias,
comunidades?

Proponga las siguientes preguntas disparadoras:

• ¿Cómo son las características físicas de un/a niño/a en esa etapa?


• ¿Cómo son sus movimientos? ¿Puede desplazarse? ¿Cuál es el dominio de su cuer-
po?
• ¿Cómo se comunica?
• ¿Cómo conoce el mundo?
• ¿Cuál es el grado de autonomía? ¿Qué cosas puede hacer solo o sola?
• ¿Cómo se relaciona con otras personas (pares, personas adultas)?

d. Cada grupo debe elegir a un o una representante que expondrá, a partir del afiche
elaborado, una síntesis de su trabajo. Los demás integrantes del grupo pueden reali-
zar aportes a la exposición.

e. Realice un cierre de actividad explicando que las etapas que se trabajaron en este
encuentro corresponden a lo que se denomina “primera infancia”. Destaque la impor-
tancia de esta etapa en la vida del niño/a. Explique que en el próximo encuentro se
abordarán las restantes etapas de la niñez.

f. Por último, entregue copias de las Fichas n.º 3 y n.º 4. Invite a los participantes a leer-
las en sus casas para profundizar la etapa de la niñez trabajada en el encuentro.

108 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 2

Introducción al cuidado de
niños y niñas

Actividad 3:
¿Cuáles son las diferentes etapas en el
desarrollo de un/a niño/a? (Segunda parte)

Tiempo estimado
90 minutos

Recursos Nota para el/la


instructor/a
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Copias de la Ficha n.º 5 (HC M2) Ficha n.º 5 en HC M2.

Desarrollo

a. Proponga al grupo retomar lo trabajado en el encuen-


tro anterior, realizando las siguientes preguntas:

• ¿A qué se llama “primera infancia”?


• ¿Por qué les parece que es importante esta etapa en el desarrollo de una persona?

b. Realice una síntesis de lo expuesto por los y las participantes, reforzando los concep-
tos clave del tema. Luego, pregunte qué otras etapas de la niñez conocen. Escriba en
el pizarrón o afiche las respuestas, agrupando aquellas que sean similares.

c. Solicite que se dividan en los mismos grupos de trabajo del encuentro anterior. Entre-
gue a cada grupo una copia de la Ficha n.º 5 (HC M2), invite a que la lean y comenten
los contenidos.

A continuación, asigne a cada uno de los grupos una etapa evolutiva de la niñez, a partir
de los 5 años:

Atención y cuidado de niños y niñas • 109


• Desde los 5 hasta los 7 años.
• Desde los 8 hasta los 11 años.
• Desde los 11 hasta los 13 años.

d. Pida a cada grupo que imaginen y preparen una dramatización sobre una situación
en la que interactúen uno o más niños de esa edad y el cuidador o cuidadora. Como
en los ejercicios anteriores, remita a las propias experiencias en esas etapas para re-
cuperar ideas o saberes previos.

En plenario, cada grupo presenta su escena. Invite al público a realizar comentarios so-
bre el planteo de la situación y promueva la reflexión sobre las características de la etapa
evolutiva y el rol del cuidador o cuidadora. Oriente los comentarios hacia la adecuación
o no de la situación dramatizada con la etapa representada. Realice un análisis de las
características principales de cada etapa y cómo se diferencian entre sí.

e. Realice un cierre de actividad explicando que es muy importante conocer las diferen-
tes etapas de la niñez y sus características, ya que las necesidades, gustos, activida-
des, intereses de los niños y niñas varían en cada una de ellas.

110 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 4:
Ejercicios de observación y entrevista

Objetivos
• Reconocer las características de un niño y su entorno por medio de la observación.
• Fortalecer la capacidad de preguntar y comunicar.

Tiempo estimado
30 minutos

Recursos
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Copias de las Guía n.º 1 y n.º 2 (RD M2)

Desarrollo

a. En el desempeño laboral como cuidador o cuidadora de niños y niñas, es muy impor-


tante aprender a observar: por ejemplo, si el niño o la niña es pequeño o pequeña,
puede tener algún malestar y no verbalizarlo. También puede estar triste, enojado o
enojada, y demostrarlo con su conducta. La observación será una herramienta que
ayudará a conocer al niño o la niña. Siempre que alguna actitud o conducta del niño o
la niña llame la atención, es importante comunicarlo a las personas responsables.

A la vez, se hace necesario ejercitar la capacidad de preguntar a los adultos responsa-


bles del niño o niña sobre sus principales características y también sobre lo que esperan
del cuidador o cuidadora.

b. Plantee al grupo que se hará un ejercicio de observación en una situación real, fuera
de clase. Para ello entregue a cada participante una copia de las Guías n.º 1 y n.º 2
(RD M2). Cada uno deberá observar un niño o una niña que conozca, y realizar una
breve entrevista a los padres o responsables, teniendo en cuenta los ítems planteados
en dichas guías. Se recomienda que la situación de observación sea en un momento
de juego, de tiempo libre o de recreación del niño o de la niña, para conocer las acti-
vidades por las que se interesa, sus gustos, su manera de entretenerse, etc.

c. Lea en voz alta cada ítem de la guía y permita que las personas hagan las preguntas
que consideren necesarias. Asegúrese de que se comprendan los aspectos a ser
observados y el fundamento de la observación.

Atención y cuidado de niños y niñas • 111


d. Explique que las guías poseen puntos generales a ser tenidos en cuenta en el mo-
mento de la observación y de la entrevista, aunque seguramente en las mismas sur-
girán otros datos interesantes que también conviene registrar. Todo este material será
trabajado en los próximos encuentros.

Guía n.º 1

Para la observación de un niño/a

Nombre del observador u observadora:


Lugar y situación de la observación:
Horario y duración de la observación:

Nombre del niño/a: Edad:

Características observables (aspecto general, actitud o rasgos que se destaquen en


el niño/a):

Descripción del espacio físico en el que se encuentra (casa o departamento; dimen-


siones del espacio; existencia o no de espacios al aire libre –balcón, patio, jardín–;
presencia de otros niños y/o adultos; presencia de animales domésticos; higiene del
lugar; posibles riesgos):

Actividad que realiza el/la niño/a (¿qué está haciendo?; ¿qué trata de hacer?):

¿Cómo se relaciona con el ambiente físico? (espacio, objetos y juguetes):

¿Cómo se relaciona con otras personas? (adultos y/o niños):

¿Cómo se relaciona con los animales?:

¿Cómo se comunica? (habla, llora, grita, escucha, pega…):

112 • Atención y cuidado de niños y niñas


Guía n.º 2
Para la entrevista de adultos responsables

Grupo de convivencia:

Nombre Edad Parentesco

1. Información sobre la organización familiar (actividades, trabajos dentro y/o fuera de


la casa, horarios, actividades que comparten con el/la niño/a):

2. Información sobre el/la niño/a (de ser posible, puede preguntarse también al niño/a
sobre estos puntos):
• Alimentación
¿Con quién está en cada una de las comidas (desayuno, almuerzo, merienda,
cena)? ¿Se queda sentado/a durante las comidas o quiere levantarse e irse de la
mesa? ¿Qué le gusta comer? ¿Qué no le gusta comer?

• Sueño
¿Se acuesta solo/a? ¿Hay que acompañarlo/a? ¿Tarda en dormirse? ¿Se levanta
a la noche? ¿Se pasa de cama? ¿Tiene miedos? ¿De qué? ¿Duerme con algún
muñeco?

• Control de esfínteres (las preguntas se modificarán de acuerdo con la edad)


¿Usa pañales? (esta pregunta se hará hasta los 3 años y medio o 4 años)
¿Es independiente para ir al baño? ¿Pide ayuda?

• Higiene
¿Le gusta la hora del baño? ¿Lo hace solo/a? ¿Qué ayudas pide? ¿Juega en el
baño? ¿Cuáles son sus horarios de baño? ¿Preferencias?
El lavado de dientes: ¿hay que recordárselo? ¿Le gusta? ¿Hay que ayudarlo/a?

• Salud
¿Toma algún medicamento? ¿Tiene alguna enfermedad? ¿Alergias?
¿Se debe tener algún cuidado especial con relación a su salud?

• Juegos (preferencias, dificultades para hacerlo solo/a o con otras personas, progra-
mas y tiempo permitido de televisión y computadora, actividades fuera del hogar)

Atención y cuidado de niños y niñas • 113


¿Le gustan las actividades activas de movimiento y al aire libre? ¿Prefiere permane-
cer sentado/a realizando alguna actividad? ¿Juega solo/a? ¿Juega acompañado/a?
¿Con quién juega? ¿Le gusta pintar? ¿Le gustan los juegos de mesa? ¿Le gusta
leer? ¿Disfruta de escuchar cuentos?

• Entorno social y personalidad


¿Tiene amigos y amigas? ¿Con quién le gusta jugar?¿Se relaciona mejor con niños
y niñas o con gente adulta? ¿Tiene una actitud tímida al relacionarse? ¿Habla y
se relaciona sin problema? ¿Tiene una actitud de liderar o sigue lo que hacen los
demás cuando está en grupo?
Cuando juega con otras personas, ¿se enoja si pierde? ¿Qué hace cuando se
enoja? (se aísla, llora, grita, pega, no lo dice…)
¿Con quién le gusta estar? (abuelas, abuelos, tías, tíos…)

• Puesta de límites
¿Cuáles son los límites que es necesario tener presentes? Cuando el papá o la
mamá lo reta, ¿qué hace? (le habla, le pone una penitencia…) ¿Cómo reacciona el
niño/a? (acepta, se rebela, se enoja, no escucha…)

• Actividades educativas (escuela y otras)


Características, intereses, dificultades. ¿Debe hacer tareas? ¿En qué horarios las
realiza? ¿Tiene dificultades para ello? ¿Lo hace solo/a? ¿Necesita ayuda?
¿Realiza actividades fuera del horario escolar? ¿Cuáles? ¿Quién lo/a lleva?

Información en relación con el cuidador o cuidadora:


• ¿Qué es lo que esperan del cuidador o cuidadora de niños y niñas?
• ¿Qué tareas le encargarían?
• ¿Qué capacidades esperan encontrar en el cuidador o cuidadora?
• ¿Quién/es son los que darán las consignas de trabajo al cuidador o cuidadora?
• ¿Alguna otra persona colabora en el cuidado del niño o niña (abuelos, tíos…)?
• ¿Ya tuvieron una experiencia con una cuidadora o cuidador? ¿Cómo fue? (Muy
buena, buena, regular mala.) ¿Por qué? ¿Cómo se relacionaba el niño o la niña
con ella o con él?

e. Luego de presentar la guía, explique que es necesario que registren lo observado y


las respuestas de la entrevista en el momento, para no perder los datos recabados.
Señale que luego de la observación y la entrevista, pueden tomarse un tiempo para
repasar con claridad y completar aquello que no se registró en el momento. Refuerce
la idea de completar con palabras y frases cortas, para no perder el tiempo con la
redacción; luego, a partir del registro obtenido, puede ampliarse escribiendo frases
completas para entender y describir más claramente todo lo que se escribió.

f. Por último, solicite que para el encuentro 8, “Tareas de gestión en la atención y cuida-
do de niños y niñas”, deberán traer la guía con la información recabada a partir de la
observación y entrevista que realizaron.

114 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 3

Promoción de la salud en la
atención y cuidado de niños y niñas

Actividad 5:
Higiene y salud van de la mano

Objetivo
• Promover el aprendizaje de procedimientos y técnicas
para la higiene de niños y niñas, acordes a su edad
y circunstancias, y conforme a normas de salud Nota para el/la
y de seguridad. instructor/a

Para el desarrollo de este


Tiempo estimado tema, le sugerimos leer las
Fichas n.º 6, n.º 7 y n.º 8 en
120 minutos HC M2.

Recursos
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Muñecos (“bebotes”)
• Bañera para bebés
• Pañales
• Cepillos de dientes, pasta dental
• Toallas, jabón
• Copias de las Fichas n.º 6, n.º 7 y n.º 8 (HC M2)

Desarrollo
Comente que una de las actividades que por lo general son asignadas al cuidador o cui-
dadora de niños y niñas es la colaboración en su higiene. Para realizar esta tarea, es fun-
damental tener en cuenta que existen distintos usos y costumbres propias de cada familia.
Por eso es muy importante la conversación con los padres o personas a cargo, para poder
acordar cuáles son las tareas de higiene del niño o de la niña que esperan que realice el
cuidador o la cuidadora y de qué manera.

Atención y cuidado de niños y niñas • 115


Explique que se trabajarán cuestiones generales, basadas en técnicas que pueden resultar
útiles al cuidador o cuidadora, conforme a normas de seguridad.

a. Solicite a los y las participantes que se dividan en grupos. Pídales que escriban los
pasos vinculados con la realización de las siguientes actividades:

• ¿Cómo bañar a los y las bebés?


• ¿Cómo colaborar con la higiene de un niño o niña de 6 años?
• ¿Cómo cambiar pañales?
• ¿Cómo debe cepillarse los dientes un niño o niña?

b. Posteriormente, entregue a cada grupo los elementos necesarios para realizar una
de las tareas. A partir de los pasos acordados previamente, los grupos realizan la
demostración de cómo hacerlo.

c. Al finalizar cada demostración, pregunte al resto de los y las participantes si conside-


ran que han desarrollado bien la tarea y qué otras cuestiones creen que deben ser
tenidas en cuenta para realizar la actividad. Entregue las Fichas n.º 6 y n.º 7 (HC M2)
para su lectura.

d. Comente las diferentes técnicas enunciadas en las fichas (bañar a un bebé, cepilla-
do de dientes, etc.). Favorezca el diálogo realizando algunas preguntas orientadoras,
como por ejemplo:

• ¿Qué hacer si el niño o la niña no quiere cepillarse los dientes?


• ¿Qué debo tener en cuenta si el niño o la niña se va a bañar (temperatura del agua,
temperatura del ambiente, etc.)?
• ¿Cómo evitar caídas en el baño?

e. Solicite que, en parejas, piensen y formulen las preguntas que realizarían al empleador
o empleadora, vinculadas con la higiene de sus hijos o hijas a cargo. Por ejemplo:

• El niño o la niña ¿se baña solo/a? ¿En qué horario?


• ¿Con qué frecuencia debe cepillarse los dientes?
• Si es un/a bebé: ¿cada cuánto tiempo hay que cambiarle el pañal? ¿Qué tipo de higiene
requieren las mamaderas?
• ¿Qué medidas de higiene se deben tomar al volver de la escuela, antes de comer? ¿Qué
acostumbra la familia?

f. En plenario, solicite a cada pareja que comparta sus preguntas y genere un espacio
de reflexión grupal. Tenga en cuenta qué preguntas se han formulado y si hay algún
aspecto de la higiene del niño o niña que no haya sido mencionado por los y las par-
ticipantes para complementarlo.

g. Por último, comente que el cuidado de la salud de los niños y niñas implica que el

116 • Atención y cuidado de niños y niñas


cuidador o cuidadora también realice prácticas cotidianas de higiene que lo protejan,
como por ejemplo: lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar los alimen-
tos, tener en cuenta las condiciones de higiene apropiadas en la cocina para evitar la
proliferación de bacterias, ventilar los ambientes cerrados, conocer las recomenda-
ciones para prevenir enfermedades que se pueden evitar, entre otras.

Atención y cuidado de niños y niñas • 117


encuentro 4

Promoción de la salud en la
atención y cuidado de niños y niñas

Actividad 6:
Las enfermedades más frecuentes

Objetivo
• Promover el desarrollo de capacidades para el reconocimiento de signos y síntomas
que evidencien una alteración de la salud física o anímica del/la niño/a y los procedi-
mientos adecuados para su tratamiento.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Pizarrón o papel afiche
tema, le sugerimos leer la
• Tizas o marcadores Ficha n.º 9 en HC M2.
• Copias de los Casos n.º 1 y n.º 2 (RD M2)
• Copias de la Ficha n.º 9 (HC M2)

Desarrollo
a. Introduzca la actividad explicando que la persona al cuidado de los niños y niñas
debe estar atenta a anticipar situaciones de riesgo para la salud y a reconocer signos
y síntomas que evidencien la manifestación de algún malestar físico y también aními-
co. Es parte del rol reconocer estas señales para actuar con la respuesta que ayude
al niño o a la niña a recuperar cierta calma frente al malestar que puede provocar la
incubación de alguna enfermedad, o simplemente una situación de cansancio o de
sentimientos confusos, como por ejemplo extrañar a su mamá o pelearse con un her-
mano. Explique que trabajarán en el análisis de dos casos para identificar el repertorio
de respuestas posibles por parte de la persona a cargo del cuidado de los niños y
niñas frente a posibles situaciones de trabajo.

118 • Atención y cuidado de niños y niñas


b. Solicite que se dividan en grupos y entregue a todos los mismos casos, a fin de que
en la puesta en común puedan aportar sus comentarios sobre las mismas situacio-
nes.

Caso n.º 1
Estela trabaja cuidando a dos hermanos, Rocío (de 6 años) y Julián (de 1 año y
medio). Es un día caluroso de noviembre. Estela va a buscar a Rocío a la escuela
y lleva a Julián en el cochecito. Al nene lo vistió livianito, sólo con short y remera.
Tiene que caminar siete cuadras hasta la escuela. A mitad del camino, Julián llora:
no quiere ir en el cochecito. Hace poco aprendió a caminar y no hay actividad que
le interese más que caminar. Estela lo baja y deja que camine a su lado; tienen
tiempo, Rocío sale recién a las 13 hs.
El nene se pone a llorar porque hizo caca otra vez (tercera en el día). “Uy, no traje
pañal para cambiarlo”, piensa Estela. Agarra al nene en brazos y lo consuela.
Al llegar a la escuela, la maestra de Rocío le comenta que la nena no se siente
bien, le duele la cabeza. Estela lleva a los niños a la casa. Aunque llora, el bebé va
sentado en el cochecito. Rocío le dice que le duele la cabeza y que tiene mucha
sed. Estela le dice que falta poco para llegar a la casa.
Una vez allí, le toma la fiebre: 38.5 ºC. Le dice a Rocío que se acueste y se tape (la
nena dice que tiene frío). Julián sigue llorando y no para. Estela le cambia el pañal
y nota que tiene la piel muy irritada.
Estela toma el teléfono y llama a la mamá de los niños para contarle lo que está
pasando.

• ¿Qué piensan que les pasa a los niños?


• ¿Qué medidas preventivas podría haber usado Estela?
• ¿Qué acciones podría realizar para bajar la fiebre y aliviar al bebé?
• Si usted estuviera al cuidado de estos niños, ¿cómo habría actuado en la misma
situación?

Caso n.º 2

Mirta cuida a dos hermanos: Joaquín (de 9 meses) y Agustín (de 4 años). Joaquín
ya gatea por la casa. Agustín se contagió varicela de un compañerito del jardín. No
deja de rascarse y está muy aburrido. Mirta le enciende el televisor en su habita-
ción: es la hora del programa favorito de Agustín. Y procede a ponerle talco mento-
lado (que trajo de su casa) en todo el cuerpo. El talco lo había guardado desde que
su hijo mayor tuvo varicela; ella recuerda que era lo único que lo aliviaba.
En un descuido, deja el talco al alcance de Joaquín, que muy divertido se encargó
de desparramarlo por toda la cocina. Mientras Mirta limpia, el chiquito se sube a la
cama de su hermano mayor. Ella lo reta y el niño se pone a llorar.
Agustín la llama, se siente mal. Le toma la fiebre. Nuevamente le ha subido.

Atención y cuidado de niños y niñas • 119


Mirta llama a su empleadora. Le comenta lo de la fiebre, pero no dice nada sobre
el talco mentolado.

• ¿Cómo actuó Estela?


• ¿Qué cuestiones para el cuidado de la salud de los niños no tuvo en cuenta?
• ¿Qué acciones podría realizar para bajar la fiebre? ¿Y para tratar la picazón de
Agustín?
• Si usted estuviera al cuidado de estos niños, ¿cómo habría actuado en la misma
situación?

c. Realice la puesta en común de lo trabajado en los grupos. Tomando en cuenta lo


manifestado, realice el cierre de la actividad comentando que un cuidador o cuida-
dora debe poder identificar y distinguir síntomas de enfermedad en quienes están a
su cuidado. A la vez, debe desarrollar la capacidad de comunicar a los padres con
inmediatez aquellos signos que le han llamado la atención y que pueden ser síntomas
de una posible enfermedad. Para ello, es fundamental tomar las indicaciones de los
padres acerca de qué hacer en caso de enfermedad:

• ¿A quién debo llamar en caso de urgencia?


• Si no me puedo comunicar, ¿qué debo hacer, a Recomendaciones para el/la
instructor/a
dónde o a quién recurrir?
• ¿Qué personas de la familia pueden indicar darle Tenga en cuenta cuáles son las en-
fermedades más frecuentes en los
medicación al niño o a la niña? niños de la localidad donde se brin-
de la capacitación. De ser necesa-
d. Puede entregar a los participantes la Ficha n.º9 rio, adapte los casos y situaciones
a las mismas.
(HC M2) para que profundicen este tema en sus
hogares.

120 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 5

La alimentación en la niñez

Actividad 7:
La pirámide alimenticia argentina

Objetivo
• Contribuir al conocimiento de las características que debe reunir una alimentación ade-
cuada.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos Nota para el/la


instructor/a
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Copias del Gráfico n.º 1 (RD M2) Ficha n.º 10 en HC M2.
• Copias del Gráfico n.º 2 (RD M2)
• Copias de la Ficha n.º 10 (HC M2)
• Copias del Caso n.º 3 (RD M2)

Desarrollo
a. Comente que en la etapa de crecimiento, la alimentación es un factor muy importan-
te ya que de ella se obtiene la energía y fuerza diarias. La clave de una alimentación
sana está en la variedad de alimentos. Los padres son los responsables de inculcar
en los niños y niñas una buena conducta alimenticia, es decir, enseñarles a comer de
todo, tanto lo que más les gusta como lo que menos. El cuidador o cuidadora debe
colaborar con esta tarea y respetar las opciones, pautas culturales e indicaciones que
dan los padres.

b. Solicite a los participantes que se dividan en grupos. Entregue a cada grupo una co-
pia de los Gráficos n.º 1 y n.º 2 (RD M2). La consigna es armar la pirámide alimenticia,
colocando en los círculos más grandes aquellos alimentos que deben estar presentes
en mayor cantidad en la dieta de un niño o niña, y en los círculos más pequeños,

Atención y cuidado de niños y niñas • 121


aquellos que deben consumirse en menor cantidad. Explique que lo que debe estar
siempre presente es el consumo adecuado de agua.

c. Puede realizar la puesta en común armando el esquema en el pizarrón o papel afiche.


Pregunte a cada grupo qué aporte hace cada alimento.

d. Entregue a los y las participantes la Ficha n.º 10 (HC M2). A partir de ella puede com-
plementar la información.

e. A continuación, presente el siguiente caso:

Caso n.º 3

La empleadora le pidió a Estela que prepare la comida del mediodía. Le dijo que haga
algo sencillo, que a los chicos les diera fideos.
Estela se dispone a preparar la comida. Encuentra en la heladera un trozo de carne
asada, que debe de haber quedado del fin de semana. Piensa en aprovecharla y
prepara una salsa de tuco (“bien sustanciosa y rica para los chicos”, piensa). Como
no encuentra ají molido, le pone un poco de adobo para pizza para darle sabor.
A Rocío no le gustaron los fideos. Como dice que tiene hambre, Estela le hace leche
con galletitas. A Julián sí le gustaron; come dos platos. Más tarde, al nene le duele la
panza. “Es que comió muy rápido”, piensa Estela.
Llama la empleadora y Estela le cuenta que los chicos ya comieron y están jugando.

f. En plenario, realice las siguientes preguntas:

• ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de cocinar?


• ¿Qué entiende por “dieta equilibrada”?
• ¿Qué piensa que le pasa a Julián?
• ¿Qué piensa sobre lo que comió Rocío?
• ¿Qué debería haberle informado Estela a la mamá de los chicos?
• ¿Debió haber pedido mayores precisiones sobre la forma de preparar la comida para
los chicos?

Genere un espacio de intercambio con los participantes, destacando los aspectos nutri-
cionales, pautas de higiene y culturales que deben ser tenidos en cuenta al cocinar para
los niños.

g. Realice un cierre de la actividad sintetizando lo trabajado durante la jornada. Remar-


que la importancia de que los niños y las niñas tengan una alimentación equilibrada,
tomando siempre las indicaciones de las personas responsables, sus pautas cultura-
les, familiares, gustos y preferencias.

122 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 6

La alimentación en la niñez

Actividad 8:
Las diferentes etapas en la alimentación
de un/a niño/a

Objetivo
• Contribuir al conocimiento de las características de las di-
ferentes etapas de la alimentación en la infancia.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
Para el desarrollo de este
120 minutos tema, le sugerimos leer las
Fichas n.º 11 y n.º 12 en HC
M2.
Recursos
• Copias de los Casos n.º 4, n.º 5, n.º 6 y n.º 7 (RD M2)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Copias de las Fichas n.º 11 y n.º 12 (HC M2)

Desarrollo
a. Proponga al grupo analizar los siguientes casos. Solicite a un voluntario o voluntaria
que los lean en voz alta. Luego de la lectura de cada caso, promueva la participación
y el debate de todos en la resolución de la situaciones planteadas. No olvide solicitar
que al argumentar fundamenten sus ideas.

Atención y cuidado de niños y niñas • 123


Caso n.º 4

Julia cuida a Matías, un bebé de 6 meses. Le prepara la mamadera y la calienta en


el microondas. Pone a Matías en la sillita y le da la mamadera para que la tome.
Matías la agarra con sus manos y lloriquea. Julia le habla, lo acaricia, le retira un
poco la mamadera y se la vuelve a dar. El nene la toma y enseguida da vuelta la
cabeza. Suena el teléfono, Julia lo atiende mientras decide darle la mamadera al
bebé. Matías llora y mordisquea la mamadera. Julia toma nota de un mensaje y
cuelga. Matías está muy nervioso.

• ¿Qué le pasa a Matías?


• ¿Qué cuestiones acerca de la alimentación de un bebé no tuvo en cuenta la
cuidadora?
• ¿Qué habrían hecho ustedes en lugar de Julia?

Caso n.º 5

Elena cuida a Sofía, una beba de 9 meses. Los padres de Sofía dejaron la comida
lista en la heladera. Elena la calienta, sienta a Sofía en su sillita y le da de comer. La
beba pone cara de desagrado y lloriquea. Elena se pregunta si la papilla estará fea.
Sofía escupe la comida. La cuidadora prueba agregarle un poco de azúcar, pero la
nena continúa rechazándola. Elena no sabe qué hacer.

• ¿Por qué creen que Sofía rechaza la comida?


• ¿Qué cuestiones acerca de la alimentación de un bebé no tuvo en cuenta la
cuidadora?
• ¿Qué habrían hecho ustedes en lugar de Elena?

Caso n.º 6

La empleadora acostumbra dejar indicado lo que Rosa debe cocinar. Por un impre-
visto, la llamaron del trabajo y tuvo que salir de su casa antes del horario habitual.
En el apuro, olvidó dejar establecido qué se tiene que cocinar para el mediodía y
para la cena. Al mediodía, Rosa está sola con los niños, de 4 y 7 años. A la noche
ambos padres están con los niños.

• ¿Cómo resuelve la situación?


• ¿Qué puede cocinar para el mediodía?
• ¿Y para la noche?

124 • Atención y cuidado de niños y niñas


Caso n.º 7

En la casa donde trabaja Ana María, los chicos se la pasan comiendo. La mamá le
pidió a Ana que controle un poco los “picoteos” entre hora de los mellizos Lucas y
Melina, de 12 años. Le pidió que organice las comidas en forma equilibrada (Melina
está engordando mucho y Lucas sólo come golosinas). Le deja dinero para realizar
las compras antes de que los chicos vuelvan de la escuela.

• ¿Qué alimentos puede comprar María?


• ¿Qué puede cocinar para el almuerzo y para la cena?
• ¿Qué pueden merendar los mellizos?

b. Luego de haber reflexionado en conjunto sobre los casos presentados, solicite al


grupo que arme un cuadro con las características de la alimentación en las diferentes
etapas. Este ejercicio puede realizarse por medio de la técnica “lluvia de ideas”.

c. Entregue copias de las Fichas n.º 11 y n.º 12 (HC M2). Pida que las lean y comenten
en pareja. Luego profundice en aquellos conceptos que crea necesario, aclarando
dudas y complementando con material teórico la construcción grupal realizada sobre
las características de las diferentes etapas en la alimentación de los niños y niñas.

Atención y cuidado de niños y niñas • 125


encuentro 7

Recreación con niños y niñas

Actividad 9:
¿A qué jugamos?

Objetivos
• Manejar diferentes recursos de recreación para niños y niñas acordes a su edad.
• Valorar la importancia de la planificación de actividades para el uso del tiempo libre.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos Nota para el/la


instructor/a
• Papeles afiches
• Marcadores Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer las
• Copias de la Ficha n.º 13 y n.º 14 (HC M2) Fichas n.º 13, n.º 14, n.º 15 y
n.º 16 en HC M2.

Desarrollo
a. Comente al grupo que hablarán sobre la importancia
de planificar el juego y la recreación con niños y niñas,
ya que es una de las principales actividades de la infancia, y una de las tareas que
generalmente se le asignan al cuidador o cuidadora.

El cuidador o cuidadora debe preguntar a los padres o responsables de los niños cuál
es el tiempo que deberán dedicar al juego. Acordará si cuenta o no con permiso para a
llevar a los niños o niñas a la plaza, parque u otros lugares de esparcimiento. También
deberá conocer la cantidad de tiempo que los niños o niñas pueden pasar frente al
televisor, qué programas pueden ver y en qué horarios. De la misma forma, si utilizan la
computadora o video juegos, (puede ampliar la información con el material de la Ficha
n.º 16 (HC M2).

Señale que también es importante preguntar al niño o niña sobre sus gustos y preferen-
cias, a qué destina su tiempo libre, a qué y con qué le gusta jugar. También, como ya

126 • Atención y cuidado de niños y niñas


se ha trabajado anteriormente, por medio de la observación se podrá tener datos sobre
los intereses del niño o niña.

A continuación, proponga realizar la siguiente actividad.

b. Solicite que se dividan en grupos. Entregue un afiche a cada uno . Pídales que enu-
meren y anoten allí juguetes y juegos acordes con esa etapa evolutiva. Solicite que,
al lado de cada uno, enumeren cuáles son las precauciones que hay que tener en
cuenta de acuerdo con los juegos y juguetes en esa edad.

c. Una vez que todos hayan concluido, pida que un integrante de cada grupo presente
al resto la producción realizada y promueva el intercambio de ideas para establecer
algunas pautas de utilidad para la tarea del cuidador o cuidadora. Pegue los afiches
de forma tal que sean visibles para todos.

d. Una vez que se hayan presentado todos los trabajos, entregue copias de las Fichas
n.º 13 y n.º 14 (HC M2) para que los y las participantes las lean. Al finalizar la lectura,
invite al diálogo con las siguientes preguntas:

• ¿Hay algún tipo de juego o juguete que no se haya mencionado?


• ¿Conocían las precauciones que se deben tener con los juguetes?
• ¿Los niños y las niñas juegan los mismos juegos? ¿Por qué?

e. Cierre esta parte de la actividad explicando que el juego es propio de cada cultura,
por lo que también en los juegos se pueden encontrar marcas de género que asignan
determinados juegos a los varones y otros a las niñas. Por ejemplo, las niñas juegan
a “la mamá”, a “la maestra”. Los niños juegan a “las batallas”, “los autitos”. Explique
que ningún juego es privativo de uno u otro sexo; niños y niñas pueden jugar a lo que
ellos y ellas elijan. Ellos y ellas pueden hacer volar su imaginación y ser en el juego lo
que deseen.

f. Para seguir hablando del juego, la imaginación y la fantasía, solicite a dos participan-
tes que se ofrezcan y que cuenten dos cuentos o historias que conozcan. Una vez
finalizados los relatos, pida a los y las participantes-espectadores que comenten qué
les llamó la atención de los relatos y por qué. Puede orientar la charla con las siguien-
tes preguntas:

• ¿Qué les agregarían o sacarían a los relatos?


• ¿Qué imágenes tuvieron de alguna parte de los cuentos? ¿Todos y todas imaginaron
lo mismo? ¿Por qué?
• ¿Para qué creen que sirven los cuentos y relatos?

g. Compare o amplíe la información que aporta el grupo con el material de la Ficha n.º 15
(HC M2). Explique que los cuentos abren un mundo imaginario involucrando a quienes
participan. A diferencia de lo que brindan el cine o la televisión, las narraciones y las

Atención y cuidado de niños y niñas • 127


palabras posibilitan juegos de creatividad, de imaginación, de rimas, permiten idear
relatos y modificarlos con los aportes de todos y todas.

h. Realice el cierre retomando los conceptos trabajados y resaltando la importancia de


planificar las actividades recreativas. Muchas veces, el tiempo de “jugar” ocupa un
breve espacio entre las obligaciones cotidianas. El cuidador o cuidadora debe saber
que es parte de sus tareas y responsabilidades fomentar en los niños y niñas bajo
su cuidado actividades recreativas variadas, seguras, acordes a la edad, ya que el
juego es fundamental para que ellos y ellas crezcan sanos y puedan desarrollar sus
capacidades.

128 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 8

Tareas de gestión en la atención y


cuidado de niños y niñas

Actividad 10:
¿Qué gestiones se suelen realizar como
cuidador o cuidadora de niños y niñas?

Objetivo
• Promover el fortalecimiento y desarrollo de competencias
de gestión para la atención y cuidado de niños y niñas.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
120 minutos Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer las
Fichas n.º 11 y n.º 12 en HC
Recursos M2.

• Registros de observación (Guía n.º 1 y n.º 2 RD M2)


• Marcadores, hojas y afiches
• Materiales para la dramatización
• Guías de calles y transporte público
• Copias del Caso n.º 8 (RD M2)

Desarrollo
Primera parte
a. Explique al grupo que dentro de las competencias propias del rol, se espera que la
persona cuidadora de niños pueda resolver eficazmente situaciones que demandan la
realización de algún tipo de gestión, tales como llevar y traer a los niños y niñas de la
escuela o de diferentes actividades, gestionar turnos médicos, realizar compras, etc.

b. Señale que se trabajará con la observación y la entrevista realizada en la actividad 4.


En forma individual, cada participante debe imaginar cómo sería un día con el niño o
niña observada e identificar:

Atención y cuidado de niños y niñas • 129


• ¿Cuáles son las situaciones que demandan la realización de algún tipo de gestión?

Solicite que las escriban en una hoja.

c. Invite a los y las participantes a que se reúnan en grupos, pongan en común las ges-
tiones registradas por cada uno, piensen qué aspectos deben tenerse en cuenta y
qué problemas pueden surgir en la realización de esas gestiones. Luego, pídales que
elijan una situación problemática y la dramaticen para el resto del grupo.

d. Al finalizar cada dramatización, solicite que enumeren las gestiones realizadas, se


planteen los problemas surgidos y los que podrían surgir, así como los recaudos que
habría que tomar. Vuelque en un afiche lo expuesto elaborando un cuadro de tres
columnas, como el que se muestra a continuación:

Gestión Problemas que pueden surgir Alternativas de solución


• Gestionar un turno para el den-
tista de los chicos
• Retirar a los chicos de la escue-
la.
• Monitorear el trabajo del plo-
mero y luego pagarle.
(Se incluye esta información a
modo de ejemplo)

Segunda parte
a. Presente una guía de las calles y medios de transporte público de la ciudad y expli-
que cómo se usa.1 A través de varios ejemplos, muestre cómo ubicar un sitio (calle y
numeración) y cómo encontrar en la guía los medios de transporte que conducen a
ese sitio.

b. Proponga la conformación de tres grupos. Entregue a cada grupo una guía de calles
y transporte público de la ciudad y una copia del Caso n.º 8 (RD M2):

1 Si en la localidad en la que está desarrollando la capacitación no se cuenta con guía de calles y transporte, procure un mapa y trate
de ubicar los principales medios de transporte.

130 • Atención y cuidado de niños y niñas


Caso n.º 8

Usted está trabajando cuidando dos niños de 6 y 8 años, en una casa ubicada en
la calle _____________________________________________ , n.º ________ y
le han pedido que realice las siguientes gestiones, antes de retirar a los chicos de
la escuela:
• Pagar servicios en el Banco _________ , ubicado en la calle
_____________________________ , entre las calles ______________ y
______________________ .
• Realizar compras en el supermercado, ubicado en la calle
___________________________ , entre las calles ________________ y ____
__________________________________ .
• Retirar los chicos del colegio, en la calle ________________________,
entre las calles _____________________________ y
_____________________________ .

A las 17 hs. debe llevar al mayor de los niños a un cumplea-


ños, en la calle _____________________________ , entre las calles
_____________________________ y _____________________________
. A la vuelta, debe alquilar una película para el menor en el videoclub. El vi-
deoclub queda en la calle _____________________________ , entre las calles
____________________________ y __________________________ .

Utilizando la guía de calles y de transportes públicos, planifiquen el recorrido consi-


derando las distancias y los horarios. Identifiquen el transporte público que puede
llevarlos y llevarlas a cada sitio y cuánto dinero necesitan para los traslados. Tengan
en cuenta que el banco cierra a las ___ hs. y que los chicos salen del colegio a las
___ hs.

c. En plenario, proponga a cada grupo que presente


su producción. Comenten entre todos y todas so-
bre las posibles dificultades o dudas surgidas en Recomendaciones para el/la
instructor/a
el desarrollo del ejercicio.
Complete los datos faltantes en
la ficha con información del lugar
donde se desarrolla el curso.

Atención y cuidado de niños y niñas • 131


encuentro 9

Prevención de accidentes y primeros


auxilios

Actividad 11:
Cómo prevenir accidentes

Objetivo
• Favorecer el desarrollo de capacidades para identificar
factores de riesgo y prevenir accidentes domésticos.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
120 minutos Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 17 en HC M2.
Recursos
• Copias del Gráfico n.º 3 (RD M2)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Copias de la Ficha n.º 17 (HC M2)

Desarrollo
a. En el hogar hay situaciones que pueden representar peligros para los niños y niñas
pequeños. Es necesario estar siempre atentos a lo que están haciendo y no perderlos
de vista para evitar accidentes.

b. Solicite que conforme al menos cuatro grupos. Entregue a cada uno una copia del
Gráfico n.º 3. Pida que comenten cada una de las viñetas y que piensen cómo podría
evitarse cada situación de riesgo.

c. A continuación, entregue a cada grupo cartulinas y marcadores para que inventen al


menos dos “frases publicitarias” preventivas, donde se vean reflejados los cuidados
que se deben tener para prevenir accidentes que involucren a niños y niñas.

132 • Atención y cuidado de niños y niñas


d. En plenario, realice la puesta en común de las producciones. Complemente los apor-
tes de los y las participantes con los contenidos de la Ficha n.º 17. Entregue copias de
esta ficha , e invite a la lectura y aclaración de dudas. Finalmente, realice una breve
síntesis de los conceptos principales recuperando lo trabajado hasta este momento.

Atención y cuidado de niños y niñas • 133


encuentro 10

Prevención de accidentes y primeros


auxilios

Actividad 12:
Primeros auxilios

Objetivo
• Favorecer el desarrollo de capacidades para actuar eficien-
temente en casos de emergencia.

Tiempo estimado Nota para el/la


120 minutos instructor/a

Para el desarrollo de este


Recursos tema, le sugerimos con-
sulte la Ficha n.º 18 en HC
• Copias de los Casos n.º 9 y n.º 10 (RD M2) M2.
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Copias de la Ficha n.º 18 (HC M2)

Desarrollo
a. Cuando se está al cuidado de niños y niñas, pueden surgir situaciones de malestar
físico, así como hechos que resultan en una emergencia. Converse con los y las par-
ticipantes acerca de situaciones en las que consideran que han tenido que realizar
acciones básicas de primeros auxilios. ¿Qué acciones han llevado a cabo? ¿Conside-
ran que actuaron adecuadamente? ¿Piensan que habrían necesitado saber más para
proceder correctamente? ¿Dónde aprendieron los conocimientos que aplicaron en
esas ocasiones?

b. Proponga la formación de dos grupos. Entregue uno de los siguientes casos a cada
grupo.

134 • Atención y cuidado de niños y niñas


Caso n.º 9

Lucas tiene 2 años. La cuidadora está limpiando el piso de su habitación. En un des-


cuido, Lucas toma lavandina de la botella. Ella la había guardado en una botella de
gaseosa, que dejó abierta sobre la mesa. “Nunca creí que el nene iba a agarrarla”,
se lamenta.
• ¿Qué cuestiones no tuvo en cuenta la cuidadora?
• ¿Cómo procedería usted ante la ingesta de lavandina por parte del niño?

Caso n.º 10

Martha está al cuidado de Mía, de 4 años. La lleva a jugar a la plaza. Allí, Mía se gol-
pea la frente con una hamaca, se cae al suelo y vomita. Marta le da agua, la levanta
en brazos y la lleva a la casa. La acuesta en la cama y luego busca un poco de hielo
para ponerle en el “chichón”. Al regresar, la nena se ha dormido. La cuidadora pien-
sa que es porque lloró mucho. Llama por teléfono a la mamá de Mía del trabajo y le
cuenta lo que pasó.
• ¿Qué piensa usted que le sucede a la niña?
• ¿Cómo actuó Marta? ¿Cómo actuaría usted ante una situación similar?

c. En plenario, proponga a los grupos que presenten sus respuestas. Luego, invite a que
entre todos y todas reconstruyan la escena incorporando los cambios para mejorar
las actuaciones de las cuidadoras.

d. Entregue la Ficha n.º 18 (HC M2) para que la lean y la comenten en plenario.

Realice un cierre haciendo una síntesis de los temas que deben ser tenidos en cuenta
en casos de emergencias.

Atención y cuidado de niños y niñas • 135


encuentro 11

Cuidados del cuidador o cuidadora

Actividad 13:
Cómo debe cuidarse el cuidador o cuidadora

Objetivo
• Favorecer el desarrollo de capacidades para el cuidado de la salud en el puesto de
trabajo.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Ficha n.º 19 (HC M2)

Desarrollo
a. Aunque el trabajo de cuidado de niños y niñas puede dar la apariencia de no pre-
sentar peligros, en todos los sitios de trabajo puede haber riesgos. Por tal motivo, es
necesario prestar atención a su propia seguridad mientras cuida niños y niñas. Pre-
gunte si alguna vez se habían detenido a pensar en la importancia de los cuidados del
cuidador o cuidadora.

b. En plenario, proponga a los participantes que completen las siguientes frases, que
usted deberá escribir en el pizarrón o afiche:

• Para proteger la espalda de esfuerzos mientras cuido niños y niñas, puedo _____
______________________________________________________ .
• Al trabajar alrededor de muebles pequeños, con numerosos juguetes en el piso y

136 • Atención y cuidado de niños y niñas


niños y niñas alrededor, existen más riesgos de caídas que puedo evitar si _____
_______________________________________________ .
• Si hay un niño enfermo, para reducir la diseminación de los gérmenes debo ____
_______________________________________________________ .
• Luego de cambiar pañales, siempre es importante ________________________
___________________________________ .
• Para prevenir las infecciones de piojos, es importante ______________________
_____________________________________ .
• En el caso de estar en contacto con sangre o administrar primeros auxilios, para
el cuidado de mi salud debo utilizar ____________________________________
_______________________ .

c. Al finalizar la actividad, invite a sugerir algún otro tipo de cuidados que les parezcan
importantes y no se hayan mencionado. Complemente los aportes del grupo con los
contenidos de la Ficha n.º 19 (HC M2). Explique que en otros módulos se trabajará
sobre la forma en que se debe realizar fuerza y diferentes maniobras teniendo en
cuenta el cuidado del cuerpo del cuidador o cuidadora. Realice junto con los y las
participantes la lectura de la ficha.

Atención y cuidado de niños y niñas • 137


encuentro 12

Revisión de contenidos

Actividad 14:
Revisión de conceptos. Planteos de dudas y
preguntas. Cierre del módulo.

Objetivos
• Revisar conceptos, aclarar dudas, reforzar contenidos y consolidar prácticas relaciona-
das con el rol a desempeñar.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• A definir por el/la instructor/a según las actividades diseñadas.

Desarrollo
Para organizar este encuentro es importante que el/la instructor/a evalúe el aprendizaje del
grupo e identifique necesidades, inquietudes y conocimientos que requieran de un nuevo
abordaje tanto para aclarar dudas como para reforzar conceptos, procedimientos, técni-
cas que no hayan sido consolidados. También es un espacio propicio destinado a realizar
prácticas de actividades relacionadas con el rol a desempeñar.

A continuación le presentamos sólo a modo de ejemplo, algunas actividades que podrán


utilizar en la jornada de revisión:
• Resolución de casos
• Dramatización de una situación de trabajo y análisis
• Visita y observación en una institución de la zona, y posterior análisis.
• Tarjetas con afirmaciones para evaluar V o F
• Detección de errores
• Preparación y presentación de una clase por parte de los/as participantes
• Extensión de las prácticas propuestas en los encuentros de cada módulo
• Invitación de alguna persona relacionada con los contenidos abordados que sea de
interés para profundizar un tema.

138 • Atención y cuidado de niños y niñas


encuentro 13

Evaluación

Actividad 15:
¿Qué aprendimos? ¿Qué necesitamos mejorar?

Objetivos
• Evaluar el grado de adquisición de los conocimientos y de desarrollo de habilidades y
actitudes.
• Identificar los conocimientos, habilidades y actitudes que será necesario fortalecer.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Copias de la Ficha de evaluación n.º 1 (RD M2)
• Copias de la Ficha de evaluación n.º 2 (RD M2)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
Explique que la evaluación tiene un sentido constructivo, ya que en ella se identifica lo
aprendido y lo que es necesario seguir trabajando. Comente que no tiene el objetivo de
señalar o excluir a nadie, sino que es una instancia más de aprendizaje.

a. Señale que se partirá de la realización de una autoevaluación. Esta es una instancia


que permite que cada participante tenga una mirada crítica sobre sí mismo/a, sobre
lo que sabe, lo que le gusta, etc. A lo largo de la capacitación, se hará hincapié en
este tipo de ejercicios, ya que fortalecen la capacidad de evaluar, habilidad que es
necesaria para el desempeño laboral.

b. Entregue a cada participante la Ficha de evaluación n.º 1 (RD M2) y pida que la com-
pleten en forma individual.

Atención y cuidado de niños y niñas • 139


Autoevaluación de cuidado y atención de niños y niñas

De los temas Lo nuevo que Quisiera saber Lo importante en el cuidado de niños y


vistos, ya sabía: aprendí fue: más sobre: niñas es:

Mis potencialidades como cuidador o cuidadora de niños y niñas son:

Mis dificultades como cuidador o cuidadora de niños y niñas son:

c. Realice una puesta en común. Pida que al menos cinco participantes lean sus fichas
o las comenten a sus compañeros y compañeras.

d. A continuación, entregue a cada participante la Ficha de evaluación n.º 2 (RD M2). Co-
mente que en las actividades propuestas deberán poner en juego los conocimientos
adquiridos hasta el momento en el curso sobre el cuidado de niños y niñas.

140 • Atención y cuidado de niños y niñas


Evaluación

Usted va a trabajar cuidando a dos niños de 3 y 6 años.

Formule cinco preguntas que les haría a los padres/empleadores antes de comenzar
a trabajar:
1.
2.
3.
4.
5.

Supongamos que usted ya comenzó a trabajar. El más pequeño tiene fiebre, ¿qué es
lo que puede hacer usted?

Se rompió la televisión y llueve. ¿Qué hará con los chicos en las tres horas que faltan
hasta que regresen sus padres?

Atención y cuidado de niños y niñas • 141


La empleadora no le dijo qué cocinar. ¿Qué puede cocinar para los pequeños?

¿Qué tendría en cuenta para la prevención de accidentes en el hogar?

Tiene que llevar e ir a buscar a los chicos al jardín y a la escuela, las cuales se ubican
a 30 cuadras y a 3 cuadras, respectivamente. ¿Qué tendrá en cuenta?

142 • Atención y cuidado de niños y niñas


Módulo 2
Herramientas
conceptuales
Ficha n.º 1
La adaptación de las personas
involucradas en el cuidado y
atención de niños y niñas
Sobre los niños y niñas

• Son quienes más sienten la presencia de una persona extraña en su entorno.


• La persona empleada para su cuidado puede creer que es rechazada, pero suele ocu-
rrir que lo que el niño o la niña no acepta es el cambio.
• Se puede favorecer la adaptación si el cuidador o cuidadora posee una serie de infor-
maciones sobre el niño o la niña:

• los horarios de comida y de baño;


• horario, duración y posición para dormir siesta;
• juguetes y juegos preferidos;
• actividades que realiza en el tiempo libre;
• todos los detalles acerca de sus características personales y hábitos harán más fácil
y rápida la adaptación.

Su familia
• Sentirán naturalmente cierto temor sobre la capacidad del empleado o la empleada para
cuidar y atender a su hijo o hija.
• Sólo el tiempo y la relación laboral de confianza irán disipando las dudas. Es un proceso
de construcción de confianza y conocimiento mutuo, en el cual la paciencia y la comu-
nicación son elementos fundamentales.

La persona empleada:
• No ocupa el lugar de la madre ni del padre. Por lo tanto, no compite con ellos, pues su
rol es diferente.

• La educación estará a cargo de los padres: la persona empleada para el cuidado debe-
rá seguir la línea de educación que dan los padres, sin intentar influir en concepciones
religiosas, conductas, estilos de vida y hábitos.

• Lograr la confianza del niño o la niña por medio de la verdad: no intentar disfrazar la ver-
dad con “mentiritas”. Contarle que la mamá y el papá deben trabajar, pero que volverán
como siempre a casa. Escuchar sus dudas y contestarlas es un camino a la integración
mutua.

144 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 2
El perfil ocupacional del cuidador o
la cuidadora de niños y niñas
El cuidador o cuidadora de niños y niñas habitualmente realiza tareas vinculadas con la
alimentación, higiene y recreación de quienes atiende. Las tareas, como también la forma
de realizarlas, deberán ser consultadas con los padres o persona responsable.

Por lo general, se esperará que quien cumpla ese rol pueda:


• Mantener comunicación permanente con los y las responsables, con la finalidad de in-
formar, recibir indicaciones y acordar nuevas pautas cuando sea necesario.
• Realizar las acciones necesarias para garantizar la seguridad del niño o la niña a su
cuidado, como también aquellas tendientes a prevenir, detectar y atender problemas
de salud, de acuerdo con la información recabada y las indicaciones recibidas de las
personas responsables.
• Mantener en condiciones de higiene al niño o la niña y su entorno físico, respetando las
normas de salud y seguridad y lo acordado con el o la responsable.
• Proporcionar y preparar alimentos teniendo en cuenta las necesidades y gustos del niño
o la niña y las indicaciones recibidas de las personas responsables, aplicando criterios
de higiene y seguridad.
• Identificar y aplicar las modalidades de recreación más adecuadas según la edad y ca-
racterísticas personales del niño o la niña.

Es muy importante que el cuidador o la cuidadora pregunte cuáles son las tareas que es-
peran que realice antes de su contratación. A modo de ejemplo, y como una herramienta
que el cuidador o cuidadora puede utilizar para definir su rol, se listan tareas que por lo
general le son asignadas, qué necesitaría saber para realizarlas y qué tareas no le corres-
ponden realizar.1

Es importante hacer notar que siempre se debe acordar con los responsables del niño o la
niña respecto de cada una de las actividades asignadas, y tratar de anticipar imprevistos.
La siguiente guía puede ser de ayuda para ello. Se recomienda dejar algunas filas en blan-
co para que el cuidador o cuidadora pueda completarlas según cada caso particular.

1 Material extraído de Trayecto Formativo Servicios Domésticos Generales, material de apoyo para do-
centes, MTEySS, 2010.

Atención y cuidado de niños y niñas • 145


¿Cuáles son las tareas de ¿Qué se necesita saber para ¿Cuáles son las tareas que no
atención de los niños o niñas cumplir con las tareas asig- corresponden al cuidador o
que corresponden al cuida- nadas? cuidadora?
dor o cuidadora?
Construir un vínculo de confian- ¿Qué les gusta y qué no les Influir en concepciones religiosas
za con los niños y niñas de la gusta? ¿Cuáles son sus hábitos o estilos de vida.
familia. y sus juegos preferidos? ¿Hay
algo que los atemorice? ¿Qué
cosa los tranquiliza?
Alimentarlos. ¿Qué pueden comer o beber? Decidir sobre la dieta alimentaria.
¿En qué horarios? ¿Qué canti-
dad?
Bañarlos. ¿En qué horarios? Si se trata de Decidir sobre la edad en la que el
un niño/a pequeño/a, ¿cuánto niño o niña se debe bañar solo/a.
tiempo puede permanecer en
el agua? ¿Puede llevar juguetes
a la bañadera?
Jugar, realizar actividades de ¿Cuáles son los juegos que Otorgar permisos sin previa con-
tiempo libre, contar cuentos, más le gustan? ¿Quiénes son sulta a los padres.
mirar y comentar programas de sus amigos o amigas? ¿Pueden
televisión. invitarlos a la casa? ¿Pueden Decidir qué programas de televi-
ir a casa de sus amigos o ami- sión ver con el niño o niña.
gas? ¿En qué horarios? ¿Cuán-
to tiempo?
Llevarlos y/o traerlos de la es- ¿A qué hora entran y a qué Realizar las tareas de la escuela
cuela o de otros lugares. hora salen de la escuela? del niño o niña.
¿Dónde está la escuela?
¿Cómo llegar? ¿Quién es el o la Permitirle faltar a la escuela sin
docente? consultar a los padres.

Identificar situaciones peligro- ¿Cuáles son los límites que Asustar a los niñas y niñas con
sas para los niños y niñas. puede poner a los niños o niñas argumentos falsos.
ante una situación que puede
ser peligrosa?
Responder ante situaciones de ¿A quién llamar ante una emer- Administrar medicamentos o
emergencia. gencia? ¿Qué hacer entretanto? tratamientos sin previa consulta a
los padres.

146 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 3
Primera infancia
La primera infancia es el período de tiempo comprendido entre el nacimiento y los seis
años de edad. En esta etapa se dan diferentes y complejos procesos que marcarán la
vida del niño o la niña: ocurre su mayor desarrollo neuronal y desarrolla sus capacidades
para establecer vínculos y afectos, hablar, manejar el tiempo, el espacio y el movimiento;
reconocerse a sí mismo/a y al entorno. Es la etapa de mayor desarrollo de capacidades y
habilidades del ser humano.

Rasgos evolutivos generales de la etapa

En estos años, que coinciden, en general, con la edad del jardín de infantes y de la edu-
cación inicial, el niño o la niña pasa, a través de la exploración de la realidad externa, a
incorporar elementos de su entorno y a diferenciarse del mismo. También comienza a
construir vínculos con pares y con otros adultos además de su familia. Así evoluciona para
ir integrándose poco a poco en el mundo que lo rodea.

En este desarrollo, la maduración psicomotora es decisiva. Alrededor del año de vida,


empieza a caminar: el “gateador” de la última parte del primer año se convierte en “corre-
teador”. Desde esa nueva posición (parado/a), el niño o la niña observa el mundo con una
nueva perspectiva, amplía su horizonte y puede acercarse y manipular lo que lo rodea a
su antojo.

Su inteligencia se transforma y puede representarse las cosas sin estar estas presentes.
El desarrollo del lenguaje le permite expresar y ordenar tanto su mundo interno (primeras
expresiones de sus emociones) como el externo (comienza a nombrar las cosas).

En esta época, el desarrollo afectivo es muy grande, pues aprende a controlar impulsos y
deseos en una especie de “negociación” en la que él/ella se adapta a las normas familiares
a cambio de amor y valoración.

Una vez que han quedado definidos y más o menos aceptados los límites que desde la
familia (y la sociedad) se le imponen, comienza aproximadamente a los cinco años, y co-
incidiendo con el ingreso en la educación inicial, una etapa de fuerte desarrollo intelectual,
en la que es capaz de sostener la atención por períodos más largos, y de relacionarse
progresivamente con los demás niños y niñas para integrar grupos de pares.

Atención y cuidado de niños y niñas • 147


Ficha n.º 4
Diferentes etapas en el desarrollo
de la niñez1
1. Desde el nacimiento hasta el gateo

• Hasta alrededor de los 45 días, el/la bebé no diferencia entre lo interno y lo que es ex-
terno a su propio cuerpo.
• No tiene noción del tiempo. Para organizarse, necesita una persona adulta que interpre-
te y responda a sus necesidades.
• Requiere permanentemente de otra persona que le brinde seguridad y contención para
satisfacer sus necesidades).
• El llanto es su modo de comunicación, de hacer saber que algo le está pasando.
• No puede reconocer el origen de sus sensaciones (siente satisfacción o malestar).
• En un principio, no reconoce su cuerpo ni puede movilizarse por sí mismo/a. Poco a
poco, al ejercitar en el espacio, primero encuentra y luego reconoce sus manos, sus
piernas, e intenta comenzar a moverse por sí mismo/a. Puede empezar a tocar algo con
intención.
• Etapa oral: el modo que usa para conocer el mundo es llevándose los objetos y partes
de su cuerpo a la boca.
• El movimiento es fundamental, ya que le permite conocerse a sí mismo/a, al espacio y
a las personas.
• Alrededor de los 3 meses aparece la sonrisa como modo de respuesta y de relación
con otras personas.
• Intenta reproducir los efectos logrados, por ejemplo, los sonidos con un sonajero.
• Aproximadamente a partir de los 6 meses puede tratar de sentarse solo/a, arrastrarse
acostado/a en posición boca abajo y ponerse en “cuatro patas” preparándose para el
gateo.

2. Desde el gateo hasta que comienza a caminar

• Existe mayor control de sus movimientos y de su cuerpo. Esto requiere de cierta madu-
ración del sistema nervioso.
• Puede aparecer en esta etapa la “angustia del octavo mes”, que se produce cuando
manifiesta disgusto con los desconocidos.
• Intenta alimentarse solo/a. Todo lo quiere conocer por sí mismo/a.

1 Esta ficha ha sido elaborada a partir del material Fichas para capacitadoras del Servicio Social San Ca-
yetano, elaborado en el marco del Programa FORMUJER, 2004.

148 • Atención y cuidado de niños y niñas


• Comienza a explorar el espacio, las cosas que en él encuentra, llevándolas a la boca.
• Los movimientos se van especializando hasta que logra una posición erguida y luego
comienza a caminar.
• Comprende paulatinamente el “no”, que lo/la cuida de peligros.
• No sabe esperar.

3. Desde que camina hasta que deja los pañales (2-2 ½ años)

• Comienza a movilizarse por sus medios, sin depender tanto de las otras personas.
• Colabora en la realización de distintas actividades: guardar los juguetes, acercar cosas,
levantar la cola para ponerle el pañal.
• En el momento de cambiar sus pañales puede notarse el reconocimiento de los geni-
tales.
• Llega a una gran diversidad de espacios y objetos, explorándolos.
• Puede trepar y usar soportes para acercarse a objetos que están alejados, pero no mide
los riesgos.
• Puede diferenciar las distintas partes de su cuerpo.
• Se inician las pautas higiénicas. Por ejemplo, intenta lavarse las manos, los dientes, etc.,
por sí mismo/a.
• Se inicia en el control de esfínteres voluntario cuando comienza a reconocer si se hace
“pis o caca” y al expresar desagrado al sentirse sucio/a. La enseñanza se realiza res-
pondiendo a los indicios que da el niño o la niña de manera natural.
• Continúa expresando su necesidad de movimiento; su aparente intranquilidad comunica
su curiosidad por todo lo que lo rodea.
• Comienza la representación simbólica: puede recordar acontecimientos y actuarlos. Por
ejemplo, dar de comer a las muñecas, ir de compras, disfrazarse, etc.
• Requiere de la compañía de otros/as: chicos/as o adultos/as en los juegos.
• Dibuja garabatos.
• La comunicación es básicamente para pedir cosas y expresar sus necesidades.

4. Desde los 3 hasta los 4 años

• Comienza a jugar con otros/as chicos/as.


• Los juegos dramáticos son más armados, puede asumir un rol.
• Da nombre a sus dibujos aunque varían constantemente en la denominación.
• Le gusta cambiar de actividad constantemente.
• No teme al peligro ni lo mide.
• Busca a la persona adulta, la rechaza cuando no la necesita y prefiere estar con pares.
• Elige y toma decisiones.
• Comprende mayor cantidad de palabras que las que utiliza.
• Pregunta el porqué de las cosas.

Atención y cuidado de niños y niñas • 149


5. Desde los 4 hasta los 5 años

• Necesita actividades con movimiento: saltar, correr, escalar, etc.


• Maneja lápices, crayones, papeles.
• Se enoja con facilidad pero trata de recobrar la amistad rápidamente.
• Se enoja ante las injusticias.
• Es la etapa del “¿para qué?”, pregunta por la utilidad de las cosas.
• Puede reconocer su nombre, dirección y otros datos personales.
• Hace juegos verbales, chistes. Le gusta ser cómico. Narra cuentos.
• Respeta los límites.
• Si se enoja mucho, puede insultar y amenazar con irse.
• Suele irritarse cuando algo no le sale como quería.
• Sus amistades son más duraderas.

6. Desde los 5 hasta los 6 años

• Tiene más estabilidad emocional y busca adaptarse a las reglas.


• Aparece el sentido de la vergüenza.
• Tiene mucho amor propio. Aprende a regular sus intereses.
• Tiene confianza en sí mismo/a.
• Valora y presta sus juguetes.
• Juegos con normas (reglados).
• Elige la vestimenta.
• Aparecen sentimientos ético-morales.
• No le gustan las mentiras.

150 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 5
La edad escolar
Es una época de cambios físicos, en la fuerza, en la capacidad motriz (para saltar, correr),
hay desarrollo intelectual y también cambios en la personalidad. Si bien los cambios cor-
porales son los que más se notan, también se modifica la manera de ser en esta etapa.

Cada niño o niña tiene su propio ritmo, que depende de su historia de crecimiento, su nu-
trición y su madurez afectiva. El crecimiento y el desarrollo son procesos que se construyen
con los logros de las etapas anteriores que hacen posibles las nuevas.

La edad de los dientes flojos


Alrededor de los 6 años aparece el primer molar, que es uno de los dientes permanentes.
A partir de esa edad el niño o la niña irá cambiando los dientes temporarios, llamados “de
leche”, por los definitivos.

En esta edad poseen una gran energía física. Tienen mucho interés por los deportes,
muestran responsabilidad y concentración para realizar sus actividades y un rápido ritmo
de crecimiento.

Aparece un fuerte sentido de la justicia.

La edad de las barras


Entre los 8 y 11 años sobresale la búsqueda del grupo y el cumplimiento de las reglas
orientadas a la convivencia con otras personas.

Alrededor de los 10 años hay cambios en la altura, en los músculos y en otras partes del
cuerpo, pero también hay cambios en la manera de ser y de sentir.

En esta etapa las niñas suelen cambiar más rápido que los varones.

Es una edad donde el cambio del cuerpo les provoca sentimientos muy variados. A algu-
nos/as chicos/as les da vergüenza, otros/as se sienten más seguros/as. A veces les da
más ganas de estar con pares del mismo sexo pero sienten deseo de agradar a sus pares
del sexo contrario.

La edad del cambio


Entre los 11 y 13 años se romperán muchos de sus equilibrios físicos y psicológicos. Apa-
recerán cambios orgánicos y comportamientos que indican el comienzo de la pubertad y
el paso a la adolescencia, que se producen en momentos diferentes en varones y niñas.
Algunas chicas habrán tenido su menarca (primera menstruación), otras se estarán pre-

Atención y cuidado de niños y niñas • 151


parando para este momento, que puede producirles mucha ansiedad si no han tenido la
posibilidad de hablar con alguna persona adulta que les explique lo que va a ocurrir y los
recaudos que hay que tener.

Los varones también están sufriendo cambios corporales que, al igual que las chicas,
aunque un poco más tarde, atraen su atención y los llevan a mirarse al espejo más a me-
nudo, a observar su cuerpo. También se da el aumento del vello y el crecimiento de los
genitales.
En la pubertad, tanto a los varones como a las mujeres les gusta estar solos/as, encerrar-
se en su habitación, escuchar música, etc. A veces se los/las ve alegres y dicharacheros/
as, y otras veces también tienen momentos de tristeza y retraimiento.

152 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 6
La salud de los niños y las niñas
Para preservar la salud de los niños y las niñas, es necesario tomar en cuenta diferentes
factores propios de su actividad diaria y de su entorno, como por ejemplo:

• mantener una alimentación variada y nutritiva, de acuerdo con las necesidades de cada
organismo y las costumbres del grupo familiar;
• mantener la higiene de los espacios, como así también la higiene corporal del niño o
niña;
• colaborar con el logro de la autonomía y la construcción de hábitos en relación con la
higiene del niño/a a su cuidado y la del entorno;
• realizar ejercicios físicos y recreación.

Se debe planificar el trabajo cotidiano tomando muy en cuenta estas necesidades. El cui-
dador o cuidadora, al organizar su tarea diaria, debe respetar los horarios de alimentación,
de higiene y de descanso, así como la necesidad de recreación de los niños y niñas a su
cuidado, y en función de estos organizar el resto de su trabajo.

Otros aspectos a tener en cuenta:


• Es necesario conocer cuál es el estado de salud general del niño o niña.
• Conocer si sigue algún tratamiento o toma alguna medicación y qué se espera de la
persona empleada para el cuidado en ese caso.
• Si toma remedios, cuáles son los horarios, cuál la dosificación y el modo de ingerirlo.
¿Quiénes son las personas autorizadas a administrarlos?
• Nunca dar medicamentos que no sean indicados.
• Tener instrucciones del padre y la madre para saber qué hacer en caso de presentar
síntomas de enfermedad.
• Tener a mano los números de teléfono de las personas responsables y de los parientes
más cercanos.
• Tener a mano dirección, teléfono del médico y del centro asistencial más cercano.
• Tener el carnet de la obra social o prepaga a mano.

Atención y cuidado de niños y niñas • 153


Ficha n.º 7
¿Cómo cepillarse los dientes?
Para que el cepillado de los dientes cumpla eficazmente su cometido, es preciso que se
convierta en una rutina cotidiana al levantarse, después de cada comida y, nuevamente,
antes de acostarse. La regularidad es determinante, ya que la placa bacteriana se forma
de manera continua, y sólo eliminándola una y otra vez se podrá evitar su efecto nocivo.
Pero tan importante como respetar esta norma es proceder a una técnica adecuada: si el
cepillado es incorrecto, no cumple su finalidad y, lo que es peor, puede resultar perjudicial,
dañar los dientes e irritar las encías. En el caso de tener que supervisar cuando los niños o
niñas realizan el cepillado dental, es importante conocer cuál es la técnica correcta, porque
si el procedimiento no se aprende bien desde el principio, luego resulta difícil de corregir.

A continuación se consigna un ejemplo de cepillado correcto. Si el mismo es supervisado


por el cuidador o la cuidadora, debe consultar con los/las responsables del niño o la niña
e informarse sobre cuál es la forma y frecuencia en que se realizará la higiene bucal.

Así hay que limpiarse los dientes


(Las flechas indican el sentido del movimiento del cepillo)

Desde el arranque de la encía hacia la punta de los dientes.

La parte interior y la exterior de la dentadura.

Frotar la superficie de masticación de los dientes


de delante hacia atrás.

154 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 8
Baño y cambio de pañales
¿Cómo bañar a los niños o niñas?

Debe bañar a los niños o niñas únicamente cuando los padres se lo pidan. Asegúrese de
saber dónde tienen todos los accesorios para baño.
Pasos a seguir para bañar un/a bebé:

• Ponga el/la bebé en un lugar seguro mientras usted reúne las cosas que necesita: todos
los elementos deben estar a mano. La toalla, extendida y preparada para envolver al/a
la bebé al sacarlo/a del agua.
• Antes de poner a el/la bebé dentro del agua, pruebe con el codo la temperatura del
agua. El agua no debe estar muy caliente. Los y las bebés pueden sufrir quemaduras
serias si el agua está muy caliente. Es necesario llenar la bañera solamente con 10 o 15
centímetros de agua.
• Sonría y háblele mientras le quita la ropa. Sostenga cabeza y hombros si todavía no
puede sentarse. Despacio, empiece a ponerlo/a dentro del agua. Si aún no sostiene la
cabeza, sosténgalo/a recostando su cabeza en su brazo y sosteniendo el hombro con
su pulgar. Si no puede sentarse, póngalo/a en una silla de seguridad. Nunca suelte a el/
la bebé, siempre mantenga una mano debajo de él/ella.
• Con la otra mano, suavemente póngale jabón. Use una pequeña cantidad. Solicite a
los padres que le indiquen qué jabón usar, pues muchos pediatras recomiendan jabón
neutro o de glicerina.
• No ponga jabón en la cabeza o cara. Use una toalla mojada para lavarle la cara.
• Lave el resto del cuerpo.
• Cuidadosamente levántelo/a y sáquelo/a del agua, envuélvalo/a en una toalla para que
no sienta frío. Séquelo/a y aplique lociones o talcos/polvos, como los padres le indi-
quen.
• Póngale un pañal limpio y ropa.

Forma de sostener al bebé al bañarlo

Atención y cuidado de niños y niñas • 155


El baño con esponja
Es bueno cuando un/a bebé tiene un pañal sucio. A continuación, los pasos para dar un
baño con esponja:

• Desvista a el/la bebé y envuélvalo/la en una toalla.


• Acuéstelo/la en una superficie plana a un lado del agua que usted va a usar.
• Nunca suelte a el/la bebé, mantenga siempre una mano sobre él/ella.
• Lave parte por parte su cuerpo con agua no muy caliente y séquelo/a
• Cuando termine, póngale un pañal y vístalo/a.

En caso de niños o niñas mayores


Cuando bañe a niños o niñas mayores, asegúrese de que se sienten quietos/as dentro de
la bañera. Si los/as niños/as están parados/as o moviéndose, pueden deslizarse y caerse.
Coloque en el piso de la bañera algún elemento antideslizante para evitar resbalones. Los
niños o niñas pueden necesitar ayuda para lavarse el pelo o para acceder a ciertas partes
del cuerpo (según las indicaciones de los padres o responsables). Tenga cuidado que no
entre jabón (o champú) en los ojos mientras lo/a baña.

Nunca, por ningún motivo, deje a los/as niños/as solos/as dentro de la bañera.

¿Cómo cambiar pañales?


Para cambiar el pañal de un/a bebé, observe lo siguiente:

• Reúna primero todas las cosas que necesite (por ejemplo, un pañal limpio, toallitas hú-
medas, talcos/polvos, ropa limpia y la crema para la irritaciones de la piel, según hayan
indicado sus padres o responsables).
• Ponga al/a la bebé sobre una mesa para cambiar pañales o cualquier otra superficie
plana destinada a tal fin. Sujete al bebé en todo momento.
• Levante las piernas del/a bebé sosteniéndolas de los tobillos. Si el/la bebé tiene un pa-
ñal sucio, empiece limpiando las nalgas con la esquina del pañal (también puede usar
toallitas húmedas.) A las niñas, límpielas de adelante hacia atrás.
• Quite el pañal sucio.
• Limpie con una tela o toallita húmeda, o bien con algodón embebido en óleo calcáreo
o el producto indicado por los responsables. Asegúrese de limpiar entre los pliegues
(arrugas) y los genitales.
• Aplique aceite (loción) o polvos sobre el área (entrepiernas, nalgas, etc.) según las indi-
caciones que haya recibido.
• Levante las caderas del/a bebé nuevamente y deslice una parte del pañal limpio debajo
de las nalgas.
• Pase la otra parte del pañal en medio de las piernas y sujételo con la cinta adhesiva.

156 • Atención y cuidado de niños y niñas


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Atención y cuidado de niños y niñas • 157


Ficha n.º 9
Problemas de salud comunes en los
niños y las niñas1
De 0 a 2 años

Diarreas
En nuestro país, es una enfermedad común en los niños y niñas menores de 2 años y
consiste en deposiciones líquidas frecuentes.

La diarrea aguda puede provocar deshidratación y desnutrición. Cuanto más chiquitos son
los bebés, mayor es el riesgo que corren.

• ¿Qué hacer?
Cuando un niño o niña tiene una diarrea, es conveniente avisar a los padres ni bien el cui-
dador o cuidadora haya detectado la misma, para que consulten al médico. Hay que sumi-
nistrarle líquido al niño o niña para evitar la deshidratación. Nunca suministrar medicación
sin indicación expresa de los padres o personas responsables.

• ¿Cómo se puede prevenir la diarrea?


La higiene es fundamental en la prevención de la diarrea. Incorporar hábitos como lavarse
las manos antes de dar de comer o de cambiar a la o el bebé, hervir el agua que toma y el
agua para preparar la mamadera, cuidar los alimentos y utensilios del niño o niña. Mante-
ner limpias las manos del niño o niña, ya que frecuentemente se las lleva a la boca.

Infecciones respiratorias
Son problemas provocados, en general, por virus que producen la inflamación de la nariz,
garganta, oídos, bronquios, pulmones.

Las infecciones respiratorias son muy frecuentes. En la mayoría de los casos, suelen ser
leves y los niños o niñas las toleran con un buen estado en general. Pero hay casos en
que son graves y entonces existe peligro, que se hace mayor cuanto más pequeña es la
criatura.

Cuando un niño o niña presenta tos, quejidos, dificultad para alimentarse o para dormir y
respiración agitada, se debe avisar a los padres para que realicen la consulta médica ni
bien el cuidador o la cuiadora detecte los síntomas.

1 El contenido de esta ficha se ha elaborado a partir del material publicado en las Guías de la salud de
Unicef/Asociación de Pediatría.

158 • Atención y cuidado de niños y niñas


• ¿Cómo se pueden prevenir las infecciones respiratorias?
Evitar que el/la niño/a esté en contacto con personas enfermas (gripe, resfrío o tos). No hay
que fumar cerca del/a bebé. Es importante airear diariamente el ambiente. Recordar que la
estufa, la cocina y los artefactos que funcionan a gas consumen el oxígeno.

De 2 a 5 años

Por lo general, a esta edad los chicos y las chicas empiezan a estar en contacto con otros
niños y niñas y, por ende, a estar más expuestos al contagio de las llamadas enfermedades
virales: varicela, paperas, rubéola.

Aunque en épocas invernales es frecuente que los chicos estén con tos, puede suceder
que no sea un simple resfrío, sino un indicio de que está padeciendo bronquitis o neumo-
nía. Por ello, ante la presencia de síntomas como tos, fiebre, dolor de cuerpo, lo mejor es
siempre avisar a los padres o a las personas a cargo.

• ¿Cómo prevenir estas enfermedades?


Evitando los enfriamientos y el contacto con personas que ya están enfermas. Además, es
fundamental asegurar al niño una buena alimentación y que el ambiente esté libre de humo
de cigarrillos.

Los riesgos en los días de calor


Los días de alta temperatura y humedad (ola de calor) pueden transformarse en un gran
riesgo para la salud, por lo que debemos informarnos, estar atentos y tomar las medidas
necesarias de prevención de los denominados “golpes de calor”

El cuidador o cuidadora debe estar atento/a a los siguientes síntomas:

• Sudoración excesiva.
• En los y las bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axi-
las, pliegues del codo y la zona del pañal.
• Piel pálida y fresca.
• Sensación de calor sofocante.
• Sed intensa y sequedad en la boca.
• Calambres musculares.
• Agotamiento, cansancio o debilidad.
• Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos.
• Dolores de cabeza.
• Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).
• Mareos o desmayo.

• ¿Qué debe hacer el cuidador o cuidadora?

Atención y cuidado de niños y niñas • 159


• Avisarles a los padres para que consulten al pediatra.
• Ofrecer agua fresca al niño o niña.
• Trasladarlo/a a un lugar fresco y ventilado.
• Ducharlo/a o mojarlo/a con agua fresca.
• Aquietarlo/a y ponerlo/a a descansar.

160 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 10
Algunas recomendaciones para
la buena alimentación de niños y
niñas. La “pirámide” alimentaria
argentina
La alimentación en etapa de crecimiento es un factor muy importante, ya que de ella se
obtienen la energía y fuerza diaria.

La clave de una alimentación sana está en la variedad de alimentos. Las madres y los pa-
dres son los responsables de inculcar a los niños y niñas una buena conducta alimentaria,
es decir, enseñarles a comer de todo, tanto lo que más les gusta como lo que menos. El
cuidador o cuidadora debe colaborar con esta tarea y solicitar información a sus emplea-
dores o empleadoras para respetar las opciones, pautas culturales e indicaciones que le
den.

Para tener en cuenta

• Las frutas aportan principalmente vitaminas, minerales y fibra, que regulan el cuerpo.
También tienen un elevado contenido de agua.
• Las verduras aportan principalmente vitaminas, minerales y fibra, que regulan el cuer-
po. También tienen un elevado contenido de agua. Se las puede incluir en las comidas
de diversas formas: salteadas, hervidas, fritas, cocidas al microondas, rebozadas, en-
vueltas en papel aluminio.
• La carne aporta principalmente proteínas, que ayudan a crecer. Dentro de este grupo
encontramos carnes magras (pollo, pavo, conejo) y carnes grasas (cordero, cerdo, ter-
nera), cuyo contenido en grasa es mayor.
• El pescado aporta principalmente proteínas y minerales, que también ayudan al creci-
miento. Se destaca por su contenido en grasas saludables.
• Los huevos aportan principalmente proteínas. Se los puede incluir en forma de tortilla,
duros y revueltos. Es una proteína de fácil digestión.
• Las legumbres aportan proteínas e hidratos de carbono, que en el cuerpo se convier-
ten en energía.
• Los lácteos aportan proteínas y calcio, que ayuda a fortalecer los huesos. Dentro de
este grupo encontramos la leche, los quesos y yogures.
• Los alimentos farináceos, como la pasta, el arroz, el pan, la papa y los cereales, apor-
tan principalmente hidratos de carbono, que en el cuerpo se convierten en energía.

Atención y cuidado de niños y niñas • 161


La nueva “pirámide” nutricional argentina1

La nueva “pirámide” nutricional argentina es oval; ha sido confeccionada por la Asociación


Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND). Está adaptada a los requeri-
mientos nutricionales, costumbres del país y disponibilidad de recursos, e incorpora el
consumo de agua potable como elemento fundamental de la alimentación.

Surgen de esta “pirámide” los siguientes mensajes como aportes para una vida saluda-
ble:

1. Comer con moderación e incluir alimentos variados en todas sus comidas.


2. Consumir diariamente leche, yogures o quesos. Son necesarios en todas las edades.
3. Comer diariamente frutas y verduras de todo tipo y color.
4. Comer una amplia variedad de carnes rojas y blancas retirando la grasa visible.
5. Preparar sus comidas con aceite preferentemente crudo y evitar la grasa para cocinar.
6. Disminuir el consumo de azúcar y sal.
7. Consumir variedad de panes, cereales, pastas, harinas, féculas y legumbres.
8. Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitarlo en niños y niñas, adolescentes
y embarazadas.
9. Tomar abundante cantidad de agua potable durante todo el día.
10. Aprovechar los momentos de las comidas para el encuentro y el diálogo con otros.

1 Fuente: www.aadynd.org.ar.

162 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 11
Etapas en la alimentación
de niños y niñas
En la alimentación de los niños y niñas suelen distinguirse las siguientes etapas:

La lactancia

En esta etapa se puede distinguir un período en el que sólo se alimenta de leche materna
o de biberón, y otro período en el que comienza a incorporar alimentos sólidos.

Para alimentar adecuadamente a la o el bebé, es necesario tener en cuenta varias cues-


tiones:

• El niño o la niña necesita sentirse querido/a para crecer sano/a, por eso es importan-
te que el momento de tomar el biberón sea sumamente placentero: darle siempre el
biberón en brazos ayudará a que sienta protección y cariño. Aproveche para hablarle
o cantarle. Evite hacer otras cosas en ese momento, como atender el teléfono o mirar
televisión.
• Cuando el o la bebé comienza a incorporar alimentos sólidos, es frecuente que ofrezca
cierta resistencia, ya que su paladar y estómago se ven sometidos a nuevas exigen-
cias.
• El organismo de los niños y las niñas es todavía sensible y se va transformando a me-
dida que va incorporando nuevos alimentos, por este motivo nunca se debe obligar
a un niño o niña a comer: puede que la cantidad que recibió sea la suficiente para su
organismo. Los niños y las niñas deben beber mucho; en relación con el organismo de
la persona adulta, el del bebé requiere más proporción de líquido.
• El cuidador o cuidadora debe tener en cuenta que los padres pueden haber desarrolla-
do o seleccionado diferentes estrategias para favorecer esta transición. Es importante
conocerlas y respetarlas, lo que favorecerá la adaptación del bebé y les brindará tran-
quilidad a sus padres.

El segundo año de vida

Los niños y las niñas de esta edad, en líneas generales, ya han empezado a consumir
alimentos sólidos, ya han comenzado a explorar el mundo que los rodea metiéndose casi
todo en la boca y también a tomar cierta iniciativa en la selección y el suministro de alimen-
tos, por eso es necesario protegerlos de materiales o sustancias peligrosas.

Los niños y las niñas de esta edad tienen una mayor destreza y coordinación, lo cual les

Atención y cuidado de niños y niñas • 163


permite manipular los alimentos, utilizar cubiertos (cuchara y, en ocasiones, tenedor) y be-
ber en vaso o en taza (es preferible que estas sean de plástico o de algún material irrom-
pible), aunque sin llenarla demasiado, ya que su habilidad y control motriz todavía no están
totalmente desarrollados.

En esta etapa, los horarios de comida suelen ser más espaciados. La cantidad de alimen-
tos que ingieren puede ser muy grande en ocasiones y casi mínima en otras. El volumen de
alimentos ingeridos aumenta a una velocidad menor que durante el primer año de vida, lo
que puede dar la impresión de mal apetito. Sus gustos hacia la comida son muy variables:
lo que hoy es su comida favorita, mañana puede volverse inaceptable. También es común
que durante un cierto período de tiempo solo quiera comer una clase de alimentos. Es
conveniente alentar a las niñas y niños a comer sin ayuda diversos alimentos de diferentes
sabores, colores, consistencia, temperaturas y texturas.

Los tipos de alimento seleccionados deben ser adecuados a la capacidad de masticación


y de deglución de los infantes. Los niños y niñas de esta edad son muy curiosos/as, pero
su destreza para deglutir y masticar es todavía limitada. Es importante tener esto en cuenta
para evitar que se atraganten.

La orientación nutricional temprana tiene como objetivo establecer un límite constante en-
tre la inestabilidad, la curiosidad y el apetito de la niña o del niño. Las exigencias que estos
realizan de alimento y bebida con frecuencia se convierten en recursos para llamar la aten-
ción y pueden conducir a una alimentación inadecuada si no se identifica a tiempo esta
situación. No es recomendable utilizar el alimento para acallar demandas de atención o de
afecto, así como tampoco se debe utilizar como premio o castigo.

Durante esta etapa los chicos y chicas ya pueden respetar los momentos y algunas pau-
tas de alimentación fijadas por sus familias. Es importante conocerlas y colaborar con su
adaptación a estas respetándolas.

La edad preescolar

La edad de 2 a 5 años se caracteriza por una participación cada vez mayor en la vida
familiar. Las comidas se convierten en situaciones importantes tanto nutricional como so-
cialmente, y es conveniente alejarlas, en la medida de lo posible, de las tensiones y pre-
ocupaciones. Un horario regular para la ingesta de alimentos es importante para alcanzar
los requerimientos energéticos, que van en aumento así como para favorecer la construc-
ción de hábitos adecuados. Durante esta etapa de la vida el niño o niña está sujeto/a a la
influencia del medio con respecto a la selección de alimentos. Es un reto para las familias
enfrentarse con estas presiones externas de manera que no dicten los hábitos de alimen-
tación de la niña o del niño.

Es importante, además, desalentar el consumo de refrigerios mientras se ve la televisión.


Por otra parte, esta es una etapa en la cual los niños y niñas, a pesar de que han crecido

164 • Atención y cuidado de niños y niñas


y ya pueden incorporar hábitos y respetar normas, todavía conservan el placer de jugar
con los alimentos. Esto, sumado a la característica propia de los niños y niñas preescolares
de volverse repentinamente desafiantes, exige poner especial importancia en las pautas
alimentarias establecidas por el grupo familiar. Es aconsejable proponerles actividades que
permitan canalizar su necesidad de jugar con los alimentos y de ensuciarse para que esto
no ocurra durante la comida.

La edad escolar

Cuando un niño o una niña comienza la escuela primaria, ocurren muchos cambios en su
vida: está sujeta a más horarios, lo cual hace más importante respetar y organizar los mo-
mentos de alimentación. Es probable que alguna de las comidas se consuma en la escuela
y que haya que tomar algunas decisiones al respecto. El niño o la niña necesita aprender
a comer alimentos en condiciones que pueden ser muy diferentes de las de su casa. La
hora de llegada del micro escolar no debe desplazar el desayuno si hay poco tiempo. La
energía utilizada para las necesidades escolares debe reponerse cuando llega a casa; un
refrigerio solo puede servir para “contenerlo/a”, pero de ninguna manera suple las comidas
principales. Es necesario el control de personas adultas sobre la cantidad y el tipo de ali-
mentos que consumen niños y niñas.

En esta etapa, al igual que en las anteriores, es sumamente importante tener en cuenta las
pautas de alimentación de la casa y las normas existentes en relación con el momento de
la ingesta de alimentos. Los niños y niñas de esta edad tienen mucha más autonomía en
lo relativo a la alimentación. Por otro lado, sus horarios y su vida social se complejizan, lo
cual vuelve más probable que esas pautas no se cumplan espontáneamente de la forma
en que el grupo familiar lo establece.

Es importante preservar el clima adecuado en el momento de la ingesta de alimentos y


que este continúe siendo un momento de comunicación e intercambio. No es aconsejable
que niños y niñas coman mientras miran televisión o juegan con la computadora. Tampoco
conviene que coman de pie, corriendo o realizando cualquier tipo de juego. Es necesario
tratar de desalentar estas conductas e intentar a través de diferentes estrategias que los
niños y niñas se alimenten adecuadamente.

Atención y cuidado de niños y niñas • 165


Ficha n.º 12
Técnica del biberón o mamadera
El momento de la alimentación es siempre una ocasión para establecer un vínculo con el
o la bebé, mirarlo/a, sonreírle, hablarle. Antes de comenzar, es importante lavarse bien las
manos, y al preparar la mamadera asegurarse que haya sido esterilizada. Es conveniente
verificar la temperatura de la leche echando unas gotas sobre el reverso de la mano. Es
importante sostener el biberón en un ángulo adecuado de modo que el o la bebé no trague
aire junto con la leche.

Dar la mamadera
Acariciar suavemente la mejilla de la o el bebé más cercana al cuerpo de quien le dará la
leche. Esto estimulará el reflejo de succión. Luego, introducir delicadamente la tetina en su
boca. Si se la introduce demasiado, puede causar náuseas en el pequeño o pequeña.

La alimentación
Es importante estar cómodo/a y apoyar bien los brazos. Es aconsejable sostener a la o
el bebé semi-sentado, con la cabeza en el pliegue del codo y la espalda apoyada en su
antebrazo. Esto le permitirá tratarlo/a con seguridad y facilidad.

Es adecuado permitirle una pausa a la o el bebé en mitad de proceso, pasarla/o al otro


brazo y cambiarle el ángulo de visión. Incluso ayudarla/o a eructar.

Eructar
Los eructos liberan el aire tragado al succionar. En efecto, tragar aire es bastante frecuente
en los y las bebés alimentados/as con mamadera, pero esto puede ser evitado simplemen-
te inclinando un poco más el biberón a medida que el pequeño o la pequeña lo vacía.

Retirar la mamadera
Para retirar el biberón se debe deslizar suavemente el meñique en la comisura de los la-
bios; esto hará que deje de succionar. Luego se deberá lavar bien el biberón siguiendo las
técnicas recomendadas para su esterilización.

166 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 13
Los juegos
Desde la temprana infancia los niños y las niñas juegan. En un primer momento usan su
cuerpo, lo exploran, balbucean, gorgojean, se desplazan por el espacio. En ese momento
es beneficioso presentarles móviles sonoros, que llamen la atención, juguetes que sean
livianos, sonoros y coloridos que estimulen a los pequeños a desplazarse y emitir sonidos,
a hacer y probar.

Las sillitas de bebé, o carritos, si bien se utilizan y pueden dar seguridad a las y los cuida-
dores o madres y padres mientras realizan los quehaceres domésticos, no permiten a la
niña o el niño movilizarse y probar movimientos con sus pies, y la totalidad de su cuerpo.
Es aconsejable tener una colcha en el piso y, si se puede, sujetar a una cuerda diferentes
juguetes que incentiven la actividad de los y las bebés.

Cuando se sientan, los niños y las niñas comienzan a tener otra perspectiva del mundo.
Los juguetes proponen acciones: acercarse, arrastrarse, movilizarse, chupar, el mundo se
les presenta para conocerlo.

Cuando gatean, comienzan los juegos de “ir en búsqueda de”, por ejemplo, una botella
con agua de color, jugar a esconderse y aparecer.

Siempre los momentos de cambiar los pañales e higienizar son momentos de juego y con-
tacto corporal que ayudan a la niña o el niño a tener conciencia de su propio cuerpo.
Las canciones y diferentes tonos de voz acompañan el juego y pueden convertirse en un
tipo de comunicación especial.

A partir del año y con el logro de la locomoción, los juegos de persecuciones se vuelven
predilectos, como los que incitan a trepar, correr, etc. También en este período pueden
encastrar, enroscar, poner, sacar, guardar y mirar cuentos, entre otras actividades.

Recién a partir de los 2 ó 3 años comienzan a jugar solos/as por pequeños períodos y se
inicia la simbolización, el “como si”. Usan objetos imaginando que son otras cosas, hablan,
cantan, y los juegos se especializan.

A partir de los 3 años pueden jugar con otros chicos y chicas, y necesitan hacerlo. Les
gusta que les lean historias, cantar canciones, jugar con rompecabezas y encastres, etc.
Desde los 4 años en adelante los juegos simbólicos son los más frecuentes; se inventan y
representan historias. Los juegos anteriores se complejizan y a partir de los 5 años comien-
zan los juegos de mesa, como las cartas, juegos de iguales y opuestos, etc.

Las edades y juegos citados son estimativos. Cada individuo y grupo tiene sus juegos

Atención y cuidado de niños y niñas • 167


predilectos. Un buen juego o juguete es aquel que fomenta la creatividad y favorece el
desarrollo.

Los juguetes son instrumentos que estimulan el juego. Los niños y las niñas a veces usan
juguetes para animar sus fantasías, y coincidiendo con la entrada a primer grado, empie-
zan a usar los juegos de mesa, juegos que suelen acompañar a los sujetos a lo largo de
toda su vida.

Mediante los juegos, los niños y las niñas se van encontrando con otros y otras a través de
la confrontación, colaboración, enfrentamiento, aceptación de reglas, etc.

El buen juego debe permitir la flexibilidad de los roles y sus reglas se definen por consenso
entre los jugadores.

Las reglas obligan a tomar en cuenta a otros y así los niños y las niñas aprenderán a dife-
renciarse, complementarse y salir del egocentrismo.

Los juegos fomentan cada vez mayores niveles de comunicación, haciendo sentir la nece-
sidad de compartir y generando el desarrollo del lenguaje.

Juegos acordes a la edad de los niños y niñas

Llamamos juego a una actividad que se realiza entre dos o más personas en la cual existe
interacción, se intercambian miradas, sonidos, movimientos, canciones, objetos, sonrisas,
caricias y constituye un modo de comunicación.
El juego es un modo de relacionarse con los y las bebés que resulta útil para su desarrollo.
Es necesario observarlos con detenimiento, comprender sus requerimientos y compartir
actividades que ellos y ellas realizan.

Desde el nacimiento hasta que gatean

• Masajes en los piecitos cuando están muy nerviosos/as o lloraron mucho y están ten-
sionados/as.
• Hablarles, cantarles, sostenerlos/as, acunarlos/as.
• Es importante que los niños y las niñas de esta edad tengan juguetes con colores, móvi-
les, que les resulten atractivos. Cuando tienen la necesidad de prestar atención a algún
objeto comienzan a moverse, a “hablarles” a los juguetes. Estos deben ser de plástico,
que puedan llevárselos a la boca (no peluches).
• Juegos de imitación: repetir las conductas que realiza el o la bebé.
• Ejercicios de sostenerles los piecitos para que puedan avanzar en posición boca abajo.

168 • Atención y cuidado de niños y niñas


Desde que caminan hasta que dejan los pañales (2 y 2 ½ años)

• Darles una cuchara extra para que intenten comer solos/as.


• Compartir actividades cotidianas.
• Juegos con agua, arena. Jugar con materiales de diversa consistencia les permite el
establecimiento de control de esfínteres simbólico.
• Juegos con masa.
• Juegos con sustancias diversas: gelatinas, papeles.
• Juegos de sacar y poner cosas en los agujeros.
• Les gusta bailar, escuchar música y cantar.
• Juegos de imitación: a la mamá, al papá, a las mascotas, etc.
• Mirar y contar cuentos.
• Armar rompecabezas simples.
• Pintar con crayones, marcadores sobre hojas blancas.

Desde los 3 hasta los 4 años

• Juegos simbólicos. Disfrazarse, jugar con ollas y elementos de la cocina. Les gusta ju-
gar con otros/as, pero pueden comenzar a jugar solos/as.
• Les gusta que les muestren libros y les cuenten cuentos.
• Armar y desarmar cosas con bloques, piezas y distintos materiales.

Desde los 4 hasta los 5 años

• Necesitan espacios amplios para jugar. Disfrutan de la plaza y de los parques.


• Aumentan sus tiempos de atención en juegos tranquilos: bloques, dibujar, modelar.
• Por medio de los dibujos pueden armar historias viendo imágenes de los cuentos.
• Pueden colaborar guardando los juguetes. Esta actividad se convierte en un juego si se
propone guardar primero los más chiquitos, después los más grandes, luego los de un
color, luego los de otro color, etc.

Desde los 5 hasta los 6 años

• Juegos de reglas: igual a… diferente de…


• Loterías
• Cartas
• Imitación
• Escondidas, mancha…
• Juegos de canciones y bailes

Atención y cuidado de niños y niñas • 169


Ficha n.º 14
Juguetes seguros
Para que los niños jueguen sin peligro:
• Tener en cuenta su edad, temperamento, grado de maduración, su interés y habilida-
des, el espacio donde van a jugar y la presencia de hermanos/as o pares.
• Considerar que los elementos de juego deben ser suaves, fáciles de agarrar, livianos,
lavables, no inflamables, no tóxicos, irrompibles o durables.
• Leer atentamente las recomendaciones y advertencias del fabricante.

En los niños menores de 3 años


Para evitar asfixias y atragantamientos:
• Los juguetes y sus partes desarmables no deben ser pequeños.
• A esta edad, los niños y niñas suelen llevarse todo a la boca.
• Dejar fuera de su alcance todos los objetos que midan menos de 5 cm (botones, boli-
tas, monedas, ganchitos, muñecos pequeños, todo lo que pueda ser tragado o tenga
partes pequeñas que se desprendan).
• Los muñecos y animales de peluche deben poseer costuras firmes y la felpa debe ser
corta.
• Es conveniente retirar los juguetes de la cuna o la cama cuando los niños y niñas duer-
men.

Para evitar intoxicaciones:


• La pintura de los juguetes no debe desprenderse y las tintas de colores no deben des-
teñir.
• Algunos componentes de juguetes blandos pueden provocar alergias, por lo que de-
bemos leer las recomendaciones del fabricante y estar atentos a eventuales reacciones
en la piel.
• Al tener niños y niñas a cargo se debe mantener la atención y el cuidado en todo mo-
mento. Se deben preparar y adaptar los distintos lugares y momentos de juego para
prevenir situaciones de riesgo.

En niños y niñas de todas las edades


Para evitar las heridas:
• Los juguetes de metal no deben tener ranuras ni bordes mal terminados. Tampoco de-
ben quedar a la intemperie porque se deterioran al oxidarse.
• Los juguetes no deben tener bordes puntiagudos, filosos ni astillas.
• Las tijeras deben tener puntas redondeadas y no deben ser filosas.
• Los aviones y helicópteros de juguete deben tener terminaciones blandas y redondea-
das, y las hélices deben estar firmes en su lugar.
• Los juegos diseñados para subirse en ellos deben ser estables para no volcarse o rom-
perse con facilidad.

170 • Atención y cuidado de niños y niñas


• Los triciclos se recomiendan a partir de los 3 años.
• Al finalizar de jugar, guardar junto a los niños y niñas todos los juguetes en su lugar para
evitar tropezones y caídas.
• Si el cajón de los juguetes tiene tapa, esta no debe caer o cerrarse libremente al soltarla.
• Un juguete no debe ser demasiado pesado para un niño y niña.

Para evitar las quemaduras y electrocuciones:


• Los enchufes y tomas de juguete no deben ser compatibles con los reales de electrici-
dad.
• La batería o transformador de los juguetes que utilizan energía no debe ser mayor de
24 voltios.
• Los juguetes no deben estar fabricados con material fácilmente inflamable.
• Los veladores y lámparas con motivos infantiles no son juguetes y deben extremarse las
medidas de prevención como con cualquier otro artefacto eléctrico.

Para evitar intoxicaciones:


• Hay que estar atentos a las pilas-botón o baterías pequeñas que puedan escapar del
juguete por caída o rotura y quedar al alcance de los niños y niñas, con el riesgo de su
ingestión.
• No se debe permitir que el niño y la niña jueguen con soldaditos u otros juguetes de
plomo, ya que son altamente tóxicos.
• Las pinturas y tintas para pintar deben tener escrito en su etiqueta que no son tóxicas.

Para evitar asfixias, ahogamientos y atragantamientos:


• Los silbatos y los instrumentos musicales que se coloquen en la boca no deben tener
partes pequeñas que puedan desarmarse.
• Nunca hay que dejar a un niño o niña de cualquier edad jugar con globos rotos o desin-
flados. Tampoco debemos permitir que se lleven globos inflados a la boca.
• No hay que dejar que los niños y niñas duerman con juguetes que funcionan con pilas
o baterías.
• El relleno de los juguetes no debe ser de pelotitas pequeñas, que pueden quedar ex-
puestas ante roturas.
• Es conveniente controlar periódicamente los juguetes en busca de roturas y desprendi-
mientos ocultos. 

Atención y cuidado de niños y niñas • 171


Ficha n.º 15
Cuentos, narraciones y rimas1
Podemos decir que casi todo se da a los niños y niñas a través de imágenes hechas, que
provienen del cine o de la televisión. Por el contrario, la narración abre caminos insospe-
chados hacia el mundo de lo imaginario, que brotan desde lo profundo de nuestra sensi-
bilidad.

La imaginación es abierta, es un viaje que permite ausentarse. Y quien dice viajar, dice
ausentarse, fantasear y crear.

Aunque los cuentos se muevan en el mundo de los mitos o en los viajes espaciales, la
narración permite sacarnos del tiempo real y nos envuelve en el tiempo afectivo de creati-
vidad.

Esta clase particular de comunicación humana entre narradores y espectadores está me-
diatizada por la voz humana, encargada de establecer un vínculo afectivo y de generar
imágenes nuevas, imágenes verbales, otorgándoles creencia a las historias expresadas.
El espectador cree en lo que oye y el narrador, mediante su voz y el vínculo afectivo de
cercanía que crea, es quien posibilita, crea y sostiene dicha creencia.

Sin embargo, la voz se ve reforzada además por los gestos y ademanes, modos no verba-
les de hablar que otorgan mayor riqueza al relato. A estos se les agregan los gestos sono-
ros, emisiones emocionales exclamativas de sentimientos, gritos, suspiros, que ayudan a
enlazar las imágenes.

Las palabras posibilitan juegos de creatividad, de imaginación, de rimas, permiten idear


relatos y modificarlos.

No sólo los niños y niñas se entretienen con los cuentos y narraciones, aunque en esta
oportunidad nos dedicaremos a esta etapa.

Desde bebés, los niños y niñas se acercan a las figuras, las imágenes de los libros y revis-
tas, aprenden a pasar las hojas de una en una. A los y las bebes desde muy pequeños se
les puede mostrar las fotografías que luego aprenderán a identificarlas por sí mismos/as, o
bien se pueden usar libros de tela o de plástico, ya que en la etapa oral los niños se llevan
todo a la boca y pueden romper e ingerir papel.

1 Este material es parte de las Fichas para capacitadoras elaboradas por el Servicio Social San Cayetano,
en el marco del Programa FORMUJER, 2004.

172 • Atención y cuidado de niños y niñas


A partir del año y medio los niños y las niñas pueden prestar atención unos pocos minutos
a las imágenes e interesarse por ellas, intentando repetir los nombres de las imágenes.

Ya a partir de los 2 años pueden escuchar historias breves siguiéndolas mediante la visua-
lización de las imágenes.

A partir de los 3 años, los cuentos pueden ser más largos. Se pueden usar cuentos con
palabras. Los niños y las niñas generalmente se aprenden los cuentos de memoria y saben
dónde termina el relato de cada página del cuento.

También a partir de los 2-3 años se pueden introducir versos cortos y rimas de palabras,
por ejemplo, a partir del nombre del pequeño.

A partir de que los niños y las niñas pueden extender su período de atención, las narracio-
nes se van prolongando en longitud y se tratan temas de enamoramiento, generalmente a
partir de los 3-4 años (princesas) o de justicia.

Los temas de los cuentos y narraciones serán más significativos cuando refieran a hechos
de la vida o de las etapas evolutivas por las que pasan los niños y las niñas.

A partir de que empiezan a leer, se puede compartir la lectura de cuentos, comentarlos,


intercambiar relatos, seleccionar y crear cuentos.

Lo importante es disfrutar de este momento de fantasía e imaginación.

Atención y cuidado de niños y niñas • 173


Ficha n.º 16
La televisión, la computadora y los
juegos electrónicos
En la actualidad, el desarrollo tecnológico ha posibilitado que muchos niños y niñas tengan
acceso a la televisión, a internet y a los denominados “juegos electrónicos”. Las nuevas
tecnologías no son “buenas o malas” por sí mismas, sino que lo que las determina es el
uso que se les dé.

Al tratarse de niños y niñas y adolescentes, son sus padres los responsables en determinar
y controlar el uso de estas tecnologías.

El cuidador o cuidadora deberá estar informado acerca de cuáles son los horarios y tiempos
diarios que los niños y las niñas bajo su cuidado pueden destinar a estas actividades.

En el caso de la televisión, saber qué programas pueden mirar y en qué horarios.

En el caso de la computadora, si esta puede ser usada para jugar, para buscar información
para la escuela, para “chatear”, etc. Cuáles son los límites de tiempo y horario para su uso.
Es importante preguntar, en el caso de que usen internet, si los padres han establecido
filtros para que los niños y niñas naveguen en forma segura. Los llamados “filtros” permi-
ten restringir el acceso a información que los padres consideran no conveniente para sus
hijos.

Si se trata de juegos electrónicos, qué tipos de juego están permitidos (por ejemplo, pue-
den jugar a carreras de autos pero no a luchas) y durante cuánto tiempo diario.

Es importante que el cuidador o cuidadora haga respetar las reglas que los padres han
acordado o establecido al respecto del uso de las tecnologías con sus hijos e hijas.

174 • Atención y cuidado de niños y niñas


Ficha n.º 17
Precauciones a tener en cuenta en
el cuidado de niños y niñas
Cuidando a la o el bebé
• Un/a bebe pequeño/a debe alimentarse en brazos de su madre o de otra persona adul-
ta, en este caso, la persona empleada para el cuidado.
• Cuando coma, no lo/a deje solo/a.
• No le ofrezca caramelos ni trozos de alimentos para que “se entretenga”.
• No le introduzca comida en la boca cuando llora o está excitado/a.
• Evite que juegue con objetos pequeños, de 5 cm o más chicos (botones, maníes, boli-
tas, monedas, pilas pequeñas, juguetes con piezas desarmables pequeñas), pues tien-
de a llevárselos a la boca o a la nariz y se pueden ahogar. 
• No permita que juegue con bolsas de nylon. Nunca deje bolsas plásticas al alcance de
niños pequeños.
• No debe dejarlo/a solo/a cuando se baña ni un segundo, ya que puede ahogarse con
apenas 10 cm de agua.

Cuidando a la o el bebé de los accidentes de tránsito y transporte


• Espere con el o la bebé sobre el cordón la señal del semáforo.
• No anteponga el cochecito al tráfico, llévelo a su lado.

Cuidando a la o el bebé de las caídas


• Camine sin prisa y con cuidado con el/la bebé en brazos y evite hacerlo por lugares muy
irregulares o con muchos obstáculos.
• Nunca lo/a deje solo/a en un sitio alto (mesa, mesada, cama, cochecito, sillas, sillones),
ni dormido/a ni despierto/a, ni tampoco en una sillita de bebé.
• Ventanas y balcones: impida que se asome y coloque la cuna lejos de ellos. No deje
sillas, mesitas ni otros objetos a los que se pueda trepar.
• No permita que sea alzado/a por otros niños o niñas en ausencia de una persona ma-
yor.

Cuidando a la o el bebé de las quemaduras y la electrocución


• No cocine ni encienda fuego con el o la bebé en brazos o cerca.
• No transporte ni manipule elementos calientes con el o la bebé en brazos o por sobre
el cuerpo de él/ella.
• Cocine en las hornallas de atrás y oriente los mangos hacia adentro.
• Use protectores de fuentes de calor (estufas, hornos) y manténgalo/a alejado/a.
• No deje la puerta del horno abierta para “calentar el ambiente”.
• Deje fuera del alcance de la o el bebé planchas y lámparas encendidas.

Atención y cuidado de niños y niñas • 175


• No deje fósforos ni encendedores a su alcance.
• No deje velas encendidas si abandona la habitación o la casa. Si las usa, ubíquelas en
lugares inalcanzables para el o la bebé y asegúrese de que no se caigan; pueden pro-
vocar rápidamente un incendio.
• Evite usar manteles de los que pueden tironear y echarse encima líquidos y alimentos
calientes.
• Si calienta su comida en el microondas, mézclela bien y pruébela primero usted.
• Tape los tomacorrientes.
• No haga uso de aparatos eléctricos con el o la bebé en brazos.
• No deje alargues enchufados en el piso o al alcance de la o el bebé.

Cuidando a la o el bebé de las intoxicaciones


• No lo/a medique ni le administre remedios por su cuenta sin indicación de los padres o
madres, ni le ofrezca té de hierbas u otras “medicinas” caseras.
• Mantenga fuera de su alcance los productos tóxicos: medicamentos, venenos, produc-
tos de limpieza, solventes, pinturas, cosméticos, tinturas, productos de uso industrial;
guárdelos en lugares seguros y bien rotulados. No sustituya sus envases originales por
otros de uso cotidiano o de bebidas y comidas.
• No le ofrezca cajas vacías de remedios para que juegue.
• No aplique venenos ni sustancias tóxicas en los lugares donde suele estar o jugar.
• Si utiliza estas sustancias, hágalo con guantes de protección y no toque a la o el bebé
ni prepare sus alimentos antes de un riguroso lavado de manos.
• Si detecta olor a gas, cierre la llave de paso, lleve a la o el bebé a un espacio ventilado y
avise al empleador o empleadora para que repare inmediatamente la pérdida.

Cuidando a la o el bebé de las heridas


• Mantenga fuera de su alcance objetos filosos, cortantes y punzantes, de vidrio, sifones,
espejos y herramientas.

Cuidados de niños y niñas que ya se desplazan


• Tapar los enchufes con objetos o colocar tapas para enchufes.
• Los platos y recipientes calientes no deben pasar nunca sobre los niños y niñas y deben
ir siempre en el centro de la mesa.
• Los mangos de las ollas y sartenes deben apuntar hacia la pared para no estar nunca
al alcance de los y las menores.
• No deje el horno caliente abierto para que se enfríe.
• No tome té ni otro líquido caliente con el niño o la niña en brazos. Un movimiento brusco
puede volcar la taza y producirle quemaduras.
• Remedios y productos tóxicos no se guardan jamás junto con los alimentos ni al alcance
de los niños y las niñas.
• Cuando se termina de usar un artefacto eléctrico, se desconecta y se guarda con el
cable enrollado.
• Encendedores, fósforos y chisperos deben mantenerse fuera del alcance de niños y
niñas.

176 • Atención y cuidado de niños y niñas


• Si hay piletas o piscinas, niños y niñas jamás deben estar solos/as cerca de ellas.
• No deben manipular pilas, es sumamente tóxico.
• Si hay animales domésticos, no perder de vista a niños y niñas cuando juegan o se
acercan a ellos.
• Cuidarlos/as de mosquitos y otros insectos.
• Los lugares donde más suelen ocurrir accidentes en el hogar con niños y niñas son: la
cocina, el baño y las escaleras. No hay que dejar que se trepen a las ventanas, a las
alacenas o muebles que no estén amurados.
• Si se tiene que bañar a un niño o niña muy pequeño/a, nunca se lo/a debe dejar solo/a
en la bañadera ni permitirle que se pare para jugar.
• Mantener el piso limpio y no dejar al alcance objetos de tamaño pequeño que pueda
llevarse a la boca, a la nariz o las orejas.

Atención y cuidado de niños y niñas • 177


Ficha n.º 18
Emergencias en la atención de
niños y niñas
Es muy importante que el cuidador o cuidadora de niños y niñas esté preparado/a para
actuar frente a una posible emergencia. Para ello, es importante:

• Tener instrucciones de los padres para saber qué hacer en caso de emergencia. Por
ejemplo, a quiénes llamar en primera instancia, alternativas posibles si no logra ubicar a
los padres, cómo proceder.
• Tener a mano los números de teléfono de los padres y de los parientes más cercanos.
• Tener a mano dirección y teléfono del médico y del centro asistencial más cercano.
• Tener el carnet de la obra social o prepaga a mano.
• Tener algún dinero reservado para taxi o colectivo en caso de emergencia.
• No perder la calma: en un caso de emergencia, los niños y niñas necesitan tranquilidad
y seguridad.

Cómo actuar ante accidentes caseros


• Golpes: cuando el golpe es leve carece de importancia, pero cuando el traumatismo
es fuerte conviene aplicar frío ya que frena el hematoma. Si el golpe es en la cabeza,
hay que evitar que el niño o la niña se duerma. En todos los casos se debe llamar a los
padres y al servicio de emergencia, en función a lo acordado.

• Raspones: en algunos casos el raspón puede ser la puerta de entrada de una infec-
ción, por lo tanto se debe higienizar la zona haciendo correr sobre ella agua limpia y
jabón. Si el sangrado no se detiene, la asistencia profesional es necesaria.

• Heridas: al igual que con los raspones, se debe limpiar la zona con agua y jabón. Si se
trata de una herida muy sangrante o profunda, acudir a un centro asistencial.

• Luxaciones: llamamos luxación a la articulación que se encuentra fuera de su lugar.


Suelen ser muy dolorosas. Las más comunes son las de hombro, codo y mano. Estas
lesiones siempre requieren la asistencia de un especialista. No tocar ni intentar “acomo-
dar” la zona.

• Mordeduras de perros: nunca les permita molestar a un perro que está comiendo o
dormido y enséñeles a respetar esta norma en su ausencia. Enséñeles a no correr frente
a un perro desconocido, sino retirarse calmadamente. No deje niños o niñas pequeños/
as solos/as en compañía de un perro o gato. Por muy amistosos que parezcan o hayan
sido hasta la fecha, pueden dañarlos. Si un niño o niña es mordido/a por un perro, com-

178 • Atención y cuidado de niños y niñas


prima la herida hasta que deje de sangrar, luego lávela cuidadosamente con agua tibia
y jabón y llévelo/a al servicio de urgencia más cercano.

• Caídas de altura: si el golpe fue importante y parece haber daño interno o fracturas,
no mueva al niño o niña si no es indispensable. Llame a una ambulancia.

• Quemaduras: retire a la niña o al niño de la fuente de calor y vierta abundante agua fría
sobre la piel quemada, aún antes de sacar la ropa. Retire la ropa sobre la piel quemada,
pero no la arranque si está pegada. Coloque la zona quemada bajo la llave de agua fría
por 10 minutos. Cubra con una toalla o tela limpia sin pelusas. No aplique ungüentos,
desinfectantes ni aceites. No rompa las ampollas que se forman en la piel. Llévelo/a al
servicio de urgencias lo antes posible, incluso si la quemadura es pequeña. Tenga a
mano siempre el teléfono del Instituto del Quemado. Atienden consultas de emergencia
durante las 24 horas.

• Intoxicaciones: si comprueba la ingestión de medicamentos o sustancias tóxicas, tra-


te de determinar la hora y cantidad ingerida. Lleve al niño o niña al servicio de urgencias
junto con los envases del medicamento o sustancia tóxica que ingirió. Si se trata de
inhalación de gas licuado, monóxido de carbono u otro tipo de gas, retire al niño o niña
del recinto y abra las ventanas para permitir que entren corrientes de aire.

Atención y cuidado de niños y niñas • 179


Ficha n.º 19
Cuidados del cuidador o cuidadora
de niños y niñas
El trabajo de cuidado de niños puede dar la apariencia de no tener peligros, pero todos los
sitios de trabajo presentan peligros y riesgos. Por tal motivo, debe prestar atención a su
propia seguridad mientras cuida a niños y niñas.

Se recomienda usar buenas prácticas ergonómicas para reducir el riesgo de lesiones por
esfuerzo o distensión. Para protegerse la espalda, trate de encontrar formas de reducir
el esfuerzo de levantar a niños y niñas. Para consolar o hablar con un niño o niña que se
encuentra en el piso, arrodíllese a su nivel en vez de doblar la espalda o levantarlo. Evite
doblar la espalda o encorvarse cuando limpia o pone las mesas bajas o hace las camas.
Doblando las rodillas y manteniendo erguida la espalda se protege la espalda durante es-
tas tareas.

Al trabajar alrededor de muebles pequeños, con numerosos juguetes y niños pequeños,


aumenta el riesgo de resbalones, tropezones y caídas; use zapatos resistentes y cómodos
con buena tracción.

Camine lentamente y evite apurarse cuando lleve a un niño o niña que le pueda obstruir la
visión. Entre las diferentes actividades, recolecte los juguetes tirados. Asegúrese de limpiar
de inmediato cualquier derrame de líquido y que las alfombras estén sujetas para reducir
los riesgos de resbalones, tropezones y caídas.

El control de infecciones reduce la diseminación de los gérmenes. Lávese las manos des-
pués de tocar a personas enfermas, después de cambiar pañales, después de ayudar a un
niño o niña a ir al baño, antes de preparar alimentos, antes de comer y antes de irse al fin
del día. Un delantal reduce la transmisión de los gérmenes, especialmente en el cuidado de
bebés. Considere vacunarse contra la varicela, la hepatitis B, el sarampión, la rubéola, las
paperas, la poliomielitis y el tétano, todas las cuales pueden producir enfermedades graves.

Las infecciones de piojos son contagiosas y comunes en el cuidado de niños y niñas. Es-
tos pequeños insectos se transmiten a través del contacto de piel a piel o por el uso común
de peines, cepillos, toallas, sombreros, cascos y ropa de cama; se debe evitar compartir
artículos personales.

Para proteger contra agentes patógenos presentes en la sangre, siempre use guantes al
cambiar pañales, ayudar a niños y niñas a ir al baño, limpiarles la nariz, hacer exámenes
físicos y administrar primeros auxilios.

180 • Atención y cuidado de niños y niñas


Módulo 2
Recursos
didácticos
Actividad 2:
¿Cuáles son las diferentes etapas en el
desarrollo de un/a niño/a? (Primera parte)

Tarjeta N.º 1

Canciones para armado de grupos

El sapo Pepe (Analía M. García)


(Fragmento)

Yo tengo un sapo que se llama Pepe,


que salta y salta por todo el jardín,
no tiene cola y es de color verde,
no me hace caso, siempre salta así.

(Estribillo)
Le digo: “Pepe, vení”, y él salta, salta.
“Pepe, tomá”, y él salta, salta.
“Pepe, pará”, y el salta, salta.
“Te vas a marear, te vas a marear.”

El elefante Trompita (Juan Alberto Ficicchia)

Yo tengo un elefante
que se llama Trompita
que mueve las orejas
llamando a su mamita.

Y la mamá le dice:
“Portate bien, Trompita,
si no te voy hacer
chas-chás en la colita”.

182 • Atención y cuidado de niños y niñas


Yo tengo un tallarín (popular)

Yo tengo un tallarín,
un tallarín que se mueve por aquí,
que se mueve por allí,
con un poco de aceite
y un poco de sal,
y te lo comes tú
y sales a bailar.

Arrorró (popular tradicional)

Arrorró, mi niño,
arrorró, mi sol.
Arrorró, pedazo de mi corazón.

Este niño lindo que nació de día


quiere que lo lleven a la dulcería.
Duérmete, mi niño,
duérmete, mi amor,
duérmete, pedazo
de mi corazón.

Este niño lindo que nació de noche


quiere que lo lleven a pasear en coche.
Duérmete, mi niño,
duérmete, mi amor,
duérmete, pedazo
de mi corazón.

El payaso Plim-Plim (popular tradicional)

El payaso Plim-Plim
se pinchó la nariz
y con un estornudo
dijo fuerte: “¡Atchís!”

Atención y cuidado de niños y niñas • 183


Saco una manito (popular tradicional)

Saco una manito,


la hago bailar,
la cierro, la abro
y la vuelvo a guardar.

Saco la otra manito,


la hago bailar,
la cierro, la abro
y la vuelvo a guardar.

Saco las dos manitos,


las hago bailar,
las cierro, las abro
y las vuelvo a guardar.

184 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 4:
Ejercicios de observación y entrevista

Guía N.º 1
Para la observación de un niño/a

Nombre del observador u observadora:


Lugar y situación de la observación:
Horario y duración de la observación:

Nombre del niño/a: Edad:

Características observables (aspecto general, actitud o rasgos que se destaquen en


el niño/a):

Descripción del espacio físico en el que se encuentra (casa o departamento; dimen-


siones del espacio; existencia o no de espacios al aire libre –balcón, patio, jardín–;
presencia de otros niños y/o adultos; presencia de animales domésticos; higiene del
lugar; posibles riesgos):

Actividad que realiza el/la niño/a (¿qué está haciendo?; ¿qué trata de hacer?):

¿Cómo se relaciona con el ambiente físico? (espacio, objetos y juguetes):

¿Cómo se relaciona con otras personas? (adultos y/o niños):

¿Cómo se relaciona con los animales?:

¿Cómo se comunica? (habla, llora, grita, escucha, pega…):

Atención y cuidado de niños y niñas • 185


Guía N.º 2
Para la entrevista de adultos responsables

Grupo de convivencia:

Nombre Edad Parentesco

1. Información sobre la organización familiar (actividades, trabajos dentro y/o fuera de


la casa, horarios, actividades que comparten con el/la niño/a):

2. Información sobre el/la niño/a (de ser posible, puede preguntarse también al niño/a
sobre estos puntos):
• Alimentación
¿Con quién está en cada una de las comidas (desayuno, almuerzo, merienda,
cena)? ¿Se queda sentado/a durante las comidas o quiere levantarse e irse de la
mesa? ¿Qué le gusta comer? ¿Qué no le gusta comer?

• Sueño
¿Se acuesta solo/a? ¿Hay que acompañarlo/a? ¿Tarda en dormirse? ¿Se levanta
a la noche? ¿Se pasa de cama? ¿Tiene miedos? ¿De qué? ¿Duerme con algún
muñeco?

• Control de esfínteres (las preguntas se modificarán de acuerdo con la edad)


¿Usa pañales? (esta pregunta se hará hasta los 3 años y medio o 4 años)
¿Es independiente para ir al baño? ¿Pide ayuda?

• Higiene
¿Le gusta la hora del baño? ¿Lo hace solo/a? ¿Qué ayudas pide? ¿Juega en el
baño? ¿Cuáles son sus horarios de baño? ¿Preferencias?
El lavado de dientes: ¿hay que recordárselo? ¿Le gusta? ¿Hay que ayudarlo/a?

• Salud
¿Toma algún medicamento? ¿Tiene alguna enfermedad? ¿Alergias?
¿Se debe tener algún cuidado especial con relación a su salud?

186 • Atención y cuidado de niños y niñas


• Juegos (preferencias, dificultades para hacerlo solo/a o con otras personas, progra-
mas y tiempo permitido de televisión y computadora, actividades fuera del hogar)
¿Le gustan las actividades físicas y al aires libre? ¿Prefiere permanecer sentado/a
realizando alguna actividad? ¿Juega solo/a? ¿Juega acompañado/a? ¿Con quién
juega? ¿Le gusta pintar? ¿Le gustan los juegos de mesa? ¿Le gusta leer? ¿Disfru-
ta de escuchar cuentos?

• Entorno social y personalidad


¿Tiene amigos y amigas? ¿Con quién le gusta jugar?¿Se relaciona mejor con niños
y niñas o con gente adulta? ¿Tiene una actitud tímida al relacionarse? ¿Habla y
se relaciona sin problema? ¿Tiene una actitud de liderar o sigue lo que hacen los
demás cuando está en grupo?
Cuando juega con otras personas, ¿se enoja si pierde? ¿Qué hace cuando se
enoja? (se aísla, llora, grita, pega, no lo dice…)
¿Con quién le gusta estar? (abuelas, abuelos, tías, tíos…)

• Puesta de límites
¿Cuáles son los límites que es necesario tener presentes? Cuando el papá o la
mamá lo reta, ¿qué hace? (le habla, le pone una penitencia…) ¿Cómo reacciona el
niño/a? (acepta, se rebela, se enoja, no escucha…)

• Actividades educativas (escuela y otras)


Características, intereses, dificultades. ¿Debe hacer tareas? ¿En qué horarios las
realiza? ¿Tiene dificultades para ello? ¿Lo hace solo/a? ¿Necesita ayuda?
¿Realiza actividades fuera del horario escolar? ¿Cuáles? ¿Quién lo/a lleva?

Información en relación con el cuidador o cuidadora:


• ¿Qué es lo que esperan del cuidador o cuidadora de niños y niñas?
• ¿Qué tareas le encargarían?
• ¿Qué capacidades esperan encontrar en el cuidador o cuidadora?
• ¿Quién/es son los que darán las consignas de trabajo al cuidador o cuidadora?
• ¿Alguna otra persona colabora en el cuidado del niño o niña (abuelos, tíos…)?

• ¿Ya tuvieron una experiencia con una cuidadora o cuidador? ¿Cómo fue? (Muy
buena, buena, regular mala.) ¿Por qué? ¿Cómo se relacionaba el niño o la niña
con ella o con él?

Atención y cuidado de niños y niñas • 187


Actividad 6:
Las enfermedades más frecuentes

Caso n.º 1

Estela trabaja cuidando a dos hermanos, Rocío (de 6 años) y Julián (de 1 año
y medio). Es un día caluroso de noviembre. Estela va a buscar a Rocío a la es-
cuela y lleva a Julián en el cochecito. Al nene lo vistió livianito, sólo con short y
remera. Tiene que caminar siete cuadras hasta la escuela. A mitad del camino,
Julián llora: no quiere ir en el cochecito. Hace poco aprendió a caminar y no hay
actividad que le interese más que caminar. Estela lo baja y deja que camine a
su lado; tienen tiempo, Rocío sale recién a las 13 hs.
El nene se pone a llorar porque hizo caca otra vez (tercera en el día). “Uy, no traje
pañal para cambiarlo”, piensa Estela. Agarra al nene en brazos y lo consuela.
Al llegar a la escuela, la maestra de Rocío le comenta que la nena no se siente
bien, le duele la cabeza. Estela lleva a los niños a la casa. Aunque llora, el bebé
va sentado en el cochecito. Rocío le dice que le duele la cabeza y que tiene
mucha sed. Estela le dice que falta poco para llegar a la casa.
Una vez allí, le toma la fiebre: 38.5 ºC. Le dice a Rocío que se acueste y se tape
(la nena dice que tiene frío). Julián sigue llorando y no para. Estela le cambia el
pañal y nota que tiene la piel muy irritada.
Estela toma el teléfono y llama a la mamá de los niños para contarle lo que está
pasando.

• ¿Qué piensan que les pasa a los niños?


• ¿Qué medidas preventivas podría haber usado Estela?
• ¿Qué acciones podría realizar para bajar la fiebre y aliviar al bebé?
• Si usted estuviera al cuidado de estos niños, ¿cómo habría actuado en la
misma situación?

Caso n.º 2

Mirta cuida a dos hermanos: Joaquín (de 9 meses) y Agustín (de 4 años). Joa-
quín ya gatea por la casa. Agustín se contagió varicela de un compañerito del
jardín. No deja de rascarse y está muy aburrido. Mirta le enciende el televisor
en su habitación: es la hora del programa favorito de Agustín. Ella le pone a

188 • Atención y cuidado de niños y niñas


Agus talco mentolado (que trajo de su casa) en todo el cuerpo. El talco lo había
guardado desde que su hijo mayor tuvo varicela; ella recuerda que era lo único
que lo aliviaba.
En un descuido, deja el talco al alcance de Joaquín, que muy divertido se en-
cargó de desparramarlo por toda la cocina. Mientras Mirta limpia, el chiquito se
sube a la cama de su hermano mayor. Ella lo reta y el niño se pone a llorar.
Agustín la llama, se siente mal. Le toma la fiebre. Nuevamente le ha subido. Mir-
ta llama a su empleadora. Le comenta lo de la fiebre, pero no dice nada sobre
el talco mentolado.

• ¿Cómo actuó Estela?


• ¿Qué cuestiones para el cuidado de la salud de los niños no tuvo en cuenta?
• ¿Qué acciones podría realizar para bajar la fiebre? ¿Y para tratar la picazón
de Agustín?
• Si usted estuviera al cuidado de estos niños, ¿cómo habría actuado en la
misma situación?

Atención y cuidado de niños y niñas • 189


Actividad 7:
La pirámide alimenticia argentina

Caso n.º 3

La empleadora le pidió a Estela que prepare la comida del mediodía. Le dijo que
haga algo sencillo, que a los chicos les diera fideos.
Estela se dispone a preparar la comida. Encuentra en la heladera un trozo de
carne asada, que debe de haber quedado del fin de semana. Piensa en apro-
vecharla y prepara una salsa de tuco (“bien sustanciosa y rica para los chicos”,
piensa). Como no encuentra ají molido, le pone un poco de adobo para pizza
para darle sabor.
A Rocío no le gustaron los fideos. Como dice que tiene hambre, Estela le hace
leche con galletitas. A Julián sí le gustaron; come dos platos. Más tarde, al nene
le duele la panza. “Es que comió muy rápido”, piensa Estela.
Llama la empleadora y Estela le cuenta que los chicos ya comieron y están
jugando.

190 • Atención y cuidado de niños y niñas


Gráfico n.º 1

Atención y cuidado de niños y niñas • 191


Gráfico n.º 2

192 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 8:
Las diferentes etapas en la alimentación
de un/a niño/a

Caso n.º 4

Julia cuida a Matías, un bebé de 6 meses. Le prepara la mamadera y la calienta


en el microondas. Pone a Matías en la sillita y le da la mamadera para que la
tome.
Matías la agarra con sus manos y lloriquea. Julia le habla, lo acaricia, le retira un
poco la mamadera y se la vuelve a dar. El nene la toma y enseguida da vuelta la
cabeza. Suena el teléfono, Julia lo atiende mientras decide darle la mamadera
al bebé. Matías llora y mordisquea la mamadera. Julia toma nota de un mensaje
y cuelga. Matías está muy nervioso.

• ¿Qué le pasa a Matías?


• ¿Qué cuestiones acerca de la alimentación de un bebé no tuvo en cuenta la
cuidadora?
• ¿Qué habrían hecho ustedes en lugar de Julia?

Caso n.º 5

Elena cuida a Sofía, una beba de 9 meses. Los padres de Sofía dejaron la co-
mida lista en la heladera. Elena la calienta, sienta a Sofía en su sillita y le da de
comer. La beba pone cara de desagrado y lloriquea. Elena se pregunta si la pa-
pilla estará fea. Sofía escupe la comida. La cuidadora prueba agregarle un poco
de azúcar, pero la nena continúa rechazándola. Elena no sabe qué hacer.

• ¿Por qué creen que Sofía rechaza la comida?


• ¿Qué cuestiones acerca de la alimentación de un bebé no tuvo en cuenta la
cuidadora?
• ¿Qué habrían hecho ustedes en lugar de Elena?

Atención y cuidado de niños y niñas • 193


Caso n.º 6

La empleadora acostumbra dejar indicado lo que Rosa debe cocinar. Por un


imprevisto, la llamaron del trabajo y tuvo que salir de su casa antes del horario
habitual. En el apuro, olvidó dejar establecido qué se tiene que cocinar para el
mediodía y para la cena. Al mediodía, Rosa está sola con los niños, de 4 y 7
años. A la noche ambos padres están con los niños.

• ¿Cómo resuelve la situación?


• ¿Qué puede cocinar para el mediodía?
• ¿Y para la noche?

Caso n.º 7

En la casa donde trabaja Ana María, los chicos se la pasan comiendo. La mamá
le pidió a Ana que controle un poco los “picoteos” entre hora de los mellizos Lu-
cas y Melina, de 12 años. Le pidió que organice las comidas en forma equilibra-
da (Melina está engordando mucho y Lucas sólo come golosinas). Le deja dinero
para realizar las compras antes de que los chicos vuelvan de la escuela.

• ¿Qué alimentos puede comprar María?


• ¿Qué puede cocinar para el almuerzo y para la cena?
• ¿Qué pueden merendar los mellizos?

194 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 10:
¿Qué gestiones se suelen realizar como
cuidador o cuidadora de niños y niñas?

Caso n.º 8

Usted está trabajando cuidando dos niños de 6 y 8 años, en una casa ubi-
cada en la calle _____________________________________________ , n.º
________ y le han pedido que realice las siguientes gestiones, antes de retirar
a los chicos de la escuela:
• Pagar servicios en el Banco _________ , ubicado en la calle
_____________________________ , entre las calles ______________ y
______________________ .
• Realizar compras en el supermercado, ubicado en la calle
___________________________ , entre las calles ________________ y _
_____________________________________ .
• Retirar los chicos del colegio, en la calle ________________________
, entre las calles _____________________________ y
_____________________________ .

A las 17 hs. debe llevar al mayor de los niños a un cumpleaños,


en la calle _____________________________ , entre las calles
_____________________________ y _____________________________
. A la vuelta, debe alquilar una película para el menor en el videoclub. El vi-
deoclub queda en la calle _____________________________ , entre las calles
____________________________ y __________________________ .

Utilizando la guía de calles y de transportes públicos, planifiquen el recorrido


considerando las distancias y los horarios. Identifiquen el trasporte público que
puede llevarlos y llevarlas a cada sitio y cuánto dinero necesitan para los trasla-
dos. Tengan en cuenta que el banco cierra a las ___ hs. y que los chicos salen
del colegio a las ___ hs.

Atención y cuidado de niños y niñas • 195


Actividad 11:
Cómo prevenir accidentes
Viñetas

Gráfico n.º 3

196 • Atención y cuidado de niños y niñas


Atención y cuidado de niños y niñas • 197
Actividad 12:
Primeros auxilios

Caso n.º 9

Lucas tiene 2 años. La cuidadora está limpiando el piso de su habitación. En


un descuido, Lucas toma lavandina de la botella. Ella la había guardado en una
botella de gaseosa, que dejó abierta sobre la mesa. “Nunca creí que el nene iba
a agarrarla”, se lamenta.

• ¿Qué cuestiones no tuvo en cuenta la cuidadora?


• ¿Cómo procedería usted ante la ingesta de lavandina por parte del niño?

Caso n.º 10

Martha está al cuidado de Mía, de 4 años. La lleva a jugar a la plaza. Allí, Mía se
golpea la frente con una hamaca, se cae al suelo y vomita. Martha le da agua,
la levanta en brazos y la lleva a la casa. La acuesta en la cama y luego busca un
poco de hielo para ponerle en el “chichón”. Al regresar, la nena se ha dormido.
La cuidadora piensa que es porque lloró mucho. Llama por teléfono a la mamá
de Mía del trabajo y le cuenta lo que pasó.

• ¿Qué piensa usted que le sucede a la niña?


• ¿Cómo actuó Martha? ¿Cómo actuaría usted ante una situación similar?

198 • Atención y cuidado de niños y niñas


Actividad 15:
¿Qué aprendimos? ¿Qué necesitamos
mejorar?

Ficha de evaluación n.º 1


Autoevaluación de cuidado y atención de niños y niñas

De los te- Lo nuevo que Quisiera saber Lo importante en el cuidado de niños y


mas vistos, aprendí fue: más sobre: niñas es:
ya sabía:

Mis potencialidades como cuidador o cuidador de niños y niñas son:

Mis dificultades como cuidador o cuidadora de niños y niñas son:

Atención y cuidado de niños y niñas • 199


Ficha de evaluación n.º 2
Evaluación

Usted va a trabajar cuidando a dos niños de 3 y 6 años.


Formule cinco preguntas que les haría a los padres/empleadores antes de comenzar
a trabajar:
1.
2.
3.
4.
5.

Supongamos que usted ya comenzó a trabajar. El más pequeño tiene fiebre, ¿qué es
lo que puede hacer usted?

Se rompió la televisión y llueve. ¿Qué hará con los chicos en las tres horas que faltan
hasta que regresen sus padres?

La empleadora no dijo qué cocinar. ¿Qué puede cocinar para los pequeños?

¿Qué tendría en cuenta para la prevención de accidentes en el hogar?

Tiene que llevar e ir a buscar a los chicos al jardín y a la escuela, las cuales se ubican
a 30 cuadras y a 3 cuadras, respectivamente. ¿Qué tendrá en cuenta?

200 • Atención y cuidado de niños y niñas


Módulo 3

Atención y cuidado
de personas mayores
Módulo 3: Atención y cuidado de personas mayores

Tiempo
Encuentro Tema Actividad
(minutos)

Introducción a la atención y cuidados 1. ¿Qué características tiene una


Encuentro 1 120
de personas mayores persona mayor?

Promoción de la salud de las perso- 2. Cómo promover la salud en las


Encuentro 2 120
nas mayores personas mayores

Promoción de la salud de las perso- 3. Cómo colaborar con la higiene


Encuentro 3 120
nas mayores diaria

Encuentro 4 La autonomía de la persona mayor 4. Actividades de la vida diaria 120

Problemas frecuentes en las perso- 5. Cuáles son los problemas más


Encuentro 5 120
nas mayores frecuentes en las personas mayores

El momento de la alimentación en
6. Cuál es la alimentación adecuada
Encuentro 6 la atención y cuidado de personas 120
y cómo colaborar con ella
mayores

Estrategias para la recreación en la 7. El tiempo libre


Encuentro 7 120
atención de personas mayores

8. Cómo interpretar la información


de una factura de servicios 60
Tareas de gestión en la atención y
Encuentro 8
cuidado de la persona mayor
9. Cómo realizar la rendición del di- 60
nero del empleador o la empleadora

Encuentro 9 Prevención de accidentes 10. Cómo prevenir accidentes 120

11. ¿Qué hacer ante una emergen-


Encuentro 10 Prevención de accidentes 120
cia?

12. Revisión de conceptos. Planteo


Encuentro 11 Encuentro de revisión 120
de dudas y preguntas

13. ¿Qué aprendimos? ¿Qué necesi-


Encuentro 12 Evaluación 120
tamos mejorar?

202 • Atención y cuidado de personas mayores


P resentación

En este módulo se trabajará sobre el cuidado y la atención de


las personas mayores, considerando como tales a quienes tie-
nen más de 70/75 años de edad.1 Se hace referencia a la per-
sona mayor sana, es decir, a aquella que no se encuentra atra-
vesando una situación patológica en particular, pero que podría
necesitar de cuidados o de ciertas ayudas para realizar sus ac-
tividades diarias, de acuerdo con las características propias de
esa etapa vital, o que podría beneficiarse con la participación
en actividades grupales o individuales específicas para adultos
mayores.

Se profundizará en el rol de la persona empleada para su cui-


dado abordando temas fundamentales a tener en cuenta en el
desempeño profesional: la alimentación y sus condicionantes; la
recreación y sus posibilidades; la prevención de accidentes; la
conservación de la higiene como promoción de la salud, entre
otros.

Se buscará que los y las participantes puedan conocer las ca-


racterísticas propias de este grupo etáreo y apropiarse de es-
trategias para el cuidado de personas mayores, de manera que
tengan la posibilidad de brindar un servicio de calidad.

1 Se debe tener en cuenta que la edad cronológica es relativa, por lo tanto es preferible
considerar la etapa vital que se atraviesa, y que viene determinada no sólo por la edad,
sino también por la situación familiar y social de la persona.

Atención y cuidado de personas mayores • 203


bjetivos
• Reconocer las características del rol del cuidador o de
la cuidadora de personas mayores.
• Facilitar el reconocimiento de las características propias
de las personas mayores y sus necesidades específicas.
• Colaborar en el desarrollo de estrategias para la pro-
moción de la salud y la prevención de accidentes.
• Conocer y utilizar adecuadamente los parámetros de valoración funcional de la
persona mayor.
• Promover el conocimiento de las necesidades nutricionales de la persona mayor.
• Estimular el reconocimiento del valor de las actividades recreativas y de esparci-
miento para las personas mayores.
• Contribuir al manejo de herramientas y recursos para la planificación del tiempo
libre de personas mayores.
• Desarrollar capacidades para la realización de diferentes gestiones en relación
con el cuidado y la asistencia de personas mayores, tanto en el ámbito domicilia-
rio como en el institucional.

• Las características de la persona mayor y sus necesi-


dades básicas. El rol del cuidador o de la cuidadora.
• Estrategias para la promoción de la salud de perso-
nas mayores. Prevención de los principales proble-
mas de salud.
• Prevención de accidentes de personas mayores en el
hogar o en instituciones.
• Revisión y construcción de herramientas para la valo-
ontenidos ración funcional de la persona mayor.
• Envejecimiento activo, productivo y saludable.
• Necesidades de alimentación de la persona mayor.
Factores que condicionan el estado nutricional.
• Posibles actividades recreativas para personas ma-
yores. Recursos para el uso del tiempo libre y de es-
parcimiento.
• Diferentes tipos de gestiones a realizar por el cuidador
o la cuidadora. Herramientas para la realización de
distintas gestiones en ámbitos laborales domiciliarios
o institucionales. Herramientas metodológicas para la
administración y rendición de gastos.

204 • Atención y cuidado de personas mayores


esultados

Al finalizar este módulo, los y las participantes estarán en


condiciones de:
• Reconocer las particularidades del rol profesional de
acuerdo con las características propias de las personas
mayores.
• Considerar diferentes estrategias para la promoción de la
salud y la prevención de accidentes.
• Identificar y prevenir factores de riesgo en el ambiente de
trabajo y para la salud personal.
• Utilizar herramientas para la valoración funcional de la
persona mayor.
• Identificar las necesidades de alimentación de la persona
asistida, respetando posibilidades y gustos al organizar
el momento de la alimentación.
• Favorecer la autonomía de la persona asistida, interac-
tuando en función de sus posibilidades.
• Conocer y realizar diferentes actividades para el uso del
tiempo libre y la recreación de personas mayores, tenien-
do en cuenta las características y gustos de la persona
asistida.
• Organizar recursos y planificar actividades vinculadas
con la atención de personas mayores, así como con la
realización de trámites y compras.
• Manejar herramientas simples para la administración de
gastos y registro de gestiones.

Atención y cuidado de personas mayores • 205


206 • Atención y cuidado de personas mayores
encuentro 1

Introducción a la atención y
cuidados de personas mayores

Actividad 1:
¿Qué características tiene una persona mayor?

Objetivo
• Contribuir al conocimiento de las características propias de
las personas mayores y sus necesidades específicas.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
120 minutos Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer las
Fichas n.º 1 y n.º 2 en HC
Recursos M3.

• Imágenes de personas mayores


• Papel afiche o pizarrón
• Marcador o tizas
• Copias de las Fichas n.º 1 y n.º 2 (HC M3)

Desarrollo
a. Realice una breve introducción explicando que en este encuentro se comenzará a
reflexionar sobre la atención y el cuidado de personas mayores.

Señale que es muy importante que cada participante pueda descubrir la percepción
que tiene de la vejez y, a su vez, empezar a conocer las características generales del
envejecimiento de las personas para poder desempeñar su rol de cuidador o cuidadora
de personas adecuadamente.

Resalte que las ideas previas que cada uno tiene acerca de esta etapa de la vida, in-
fluyen en los modos o estilos en los que pueden desempeñar el rol de de cuidador o
cuidadora.

Atención y cuidado de personas mayores • 207


Para realizar esta actividad deberá disponer de imágenes o fotos de diarios, de revistas,
o de Internet, de personas mayores realizando distintas actividades y en diferentes acti-
tudes (bailando, haciendo deporte, caminando de la mano, en una cama, sentadas, le-
yendo, usando una computadora, conversando en grupo, en silla de rueda, tejiendo…)

b. Entregue a cada participante al menos dos copias de las imágenes y solicite que
debajo de cada una escriban una palabra que exprese lo que les transmite la foto.
Invite a que cada uno comparta con el conjunto, las palabras que ha seleccionado
fundamentando sus ideas.

Coordine la puesta en común identificando similitudes y diferencias en las percepciones


que sobre la vejez tiene el grupo.

c. Invite luego a cada participante a elegir una foto y describir la situación que ve:
• ¿Qué están haciendo?
• ¿Qué edad cree que tienen?
• ¿Cómo cree que se sienten?
• ¿Por qué cree que llegaron a la ancianidad de esa forma?
• Describa cómo sería un día de esa persona.

Realice el ejercicio en forma oral. Invite a los participantes a presentar sus descripciones
y resalte aquellos aspectos que puedan resultar similares y también las diferencias para
reconocer que hay muchas maneras posibles de transitar esta etapa de la vida.

d. Explique que ahora continuarán indagando acerca de las percepciones e ideas previas
que cada uno posee sobre la vejez, ya que estas influyen en los distintos modos de con-
cebir el rol de cuidador o cuidadora.
Solicite que piensen y escriban cómo se imaginan a sí mismos/as cuando sean mayo-
res: ¿qué actividades harían?, ¿qué necesitarían?, ¿qué les gustaría hacer y qué no?

e. Disponga de un espacio para la puesta en común de lo que cada uno trabajó. Escriba
en el pizarrón o en el papel afiche las diferentes ideas que van apareciendo. Resalte
que es necesario tener presente que el envejecimiento no es un proceso exclusiva-
mente biológico y psicológico, sino también sociocultural, es decir, sus característi-
cas, la valoración social de la vejez varía de acuerdo con la cultura.

f. Construya junto con los y las participantes una caracterización de las distintas for-
mas de transitar la vejez, las limitaciones y dificultades más frecuentes. Promueva
la reflexión sobre el lugar que nuestra sociedad, en general, otorga a las personas
mayores y, si conocen, el contraste con otras culturas. Proponga también la reflexión
acerca de las diferencias existentes entre la ancianidad del hombre y la de la mujer:
¿pueden percibir distintas concepciones o supuestos en la sociedad acerca de cómo
debe ser la vejez en el hombre y cómo en la mujer?

208 • Atención y cuidado de personas mayores


Analice con el grupo cómo impacta esta visión de la vejez en las tareas de atención e
interacción con las personas mayores.

g. Luego, solicite que se organicen en grupos y respondan las siguientes preguntas:


• ¿Cuáles son las tareas que le asignan generalmente al cuidador o a la cuidadora de
una persona mayor?
• ¿Qué actitudes son fundamentales para el desarrollo de este trabajo?
• ¿Cuáles son los posibles ámbitos de trabajo?
• ¿Se modifica el rol del cuidador o cuidadora de acuerdo con el ámbito de trabajo
(casa de familia, institución, etc.)?
• ¿Cómo influyen las concepciones e ideas previas que cada persona tiene sobre la
vejez en los estilos o modos de cuidado?

h. Invite a compartir entre todos las opiniones de


cada grupo. Finalice el encuentro profundizan-
Recomendaciones para el/la
do en las consideraciones generales a tener en instructor/a
cuenta por la persona que cuida y atiende a per-
Recuerde que, tal como se for-
sonas mayores. Enfatice que se debe considerar muló en el módulo anterior, es
a la persona mayor como: fundamental que se tengan en
cuenta las costumbres locales,
ya que lo que “se espera” del rol
• Una persona con derecho y obligación de ejer- puede variar según las diferentes
cer su libertad de elección y decisión. culturas. Es especialmente im-
portante aquí la recuperación de
• Una persona responsable de sus actos. los saberes previos, y también
• Una persona con necesidades, gustos y prefe- de los saberes de la comunidad,
como criterio pedagógico para
rencias propias. establecer los puntos de partida
• Una persona a la cual respetar integralmente. de la formación.

i. Distribuya copias de las Fichas nº 1 y nº 2 para su lectura.

Atención y cuidado de personas mayores • 209


encuentro 2

Promoción de la salud de las


personas mayores

Actividad 2:
Cómo promover la salud en las personas mayores

Objetivos
• Reflexionar acerca de los mitos sobre la tercera edad.
• Conocer estrategias para la promoción de la salud de per-
sonas mayores. Nota para el/la
instructor/a

Tiempo estimado Para el desarrollo de este


tema, le sugerimos leer las
120 minutos Fichas n.º 3 y n.º 4 en HC
M3.

Recursos
• Papel afiche o pizarrón
• Marcador o tizas
• Copias de las Fichas n.º 3 y n.º 4 (HC M3)
• Copias de la Tarjeta n.º 1 (RD M3)

Desarrollo

a. Comente que a nuestro alrededor se escucha y circula una gran variedad de “ideas/
conceptos” sobre qué es el envejecimiento, cómo se vive, qué se puede y qué no se
puede hacer.

Explique que se presentarán algunas de estas ideas para reflexionar en forma conjunta
sobre su alcance y relación con la realidad.

Explique que dicha reflexión apunta a tener un conocimiento amplio, despojado de pre-
juicios que le permita al cuidador o cuidadora realizar acciones para promover la salud
de las personas mayores adecuadas a sus necesidades y posibilidades.

210 • Atención y cuidado de personas mayores


Invite a los y las participantes a conformar pequeños grupos. Entregue a cada grupo
una copia de la Tarjeta n.º 1 (RD M3), que contiene las siguientes frases:

• La vejez está siempre unida a la enfermedad.


• Los mayores pueden llegar a tener deseo sexual, pero no más que eso.
• Los adultos mayores no pueden aprender cosas nuevas.
• Los adultos mayores son personas frágiles y dependientes.
• Los mayores representan una carga para la sociedad.
• El secreto para tener una vejez exitosa es tener la adecuada disposición genética.
• Los malos hábitos de toda una vida no se pueden cambiar.

Solicite que intercambien opiniones sobre las frases y justifiquen por qué están o no de
acuerdo con su contenido.

b. Coordine la puesta en común invitando a un integrante de cada grupo a compartir lo


reflexionado.

c. Explique que al hacer referencia a la vejez o tercera edad, surgen ideas, “mitos”, del
estilo de las afirmaciones propuestas, que rodean a esta etapa del ciclo vital. Estos
mitos manifiestan creencias comunes de una cultura y muchas veces son aceptados
sin ser cuestionados o sin una reflexión acerca de su origen y veracidad. Promueva
luego el debate a partir de las siguientes preguntas:
• ¿Qué idea de “vejez” transmiten las frases? ¿Cuál es la relación que establecen entre
vejez y enfermedad?
• ¿De qué forma la creencia en estos mitos puede influir en el rol como cuidadores o
cuidadoras?

d. Realice un cierre de la actividad mencionando que los mitos analizados colaboran


para que en muchas oportunidades se tenga una imagen negativa o distorsionada
de este período de la vida humana, al considerar a la vejez como una época de de-
cadencia, inactividad y enfermedades. Es importante conocer cuáles son estos mitos
para revisarlos críticamente y para poder concebir a la tercera edad de una manera
positiva, así como ofrecer a las personas mayores el reconocimiento y la atención que
merecen, y visualizar acciones vinculadas con la pro-
moción de la salud y de una mejor calidad de vida.
Recomendaciones para el/la
e. Solicite que en grupos enumeren acciones que se instructor/a
pueden realizar para la promoción de la salud de la
Se puede trabajar esta temática
persona mayor. Registre luego en el pizarrón o en a partir de diferentes recursos. A
el papel afiche las respuestas, haciendo notar que modo de ejemplo, y si se cuenta
en el lugar donde se desarrolle
la promoción de la salud incluye una amplia gama el curso con TV y DVD, puede
de actividades destinadas a mantenerla y a prevenir proyectarse la película Elsa y
Fred (Marcos Carnevale, 2005) y
enfermedades (vacunación, ejercicio físico, alimen- abordar a partir de ella el tema
tación equilibrada, higiene y cuidado del medio am- de los prejuicios sobre el enve-
jecimiento.
biente, aprovechamiento del tiempo libre, etc.).

Atención y cuidado de personas mayores • 211


encuentro 3

Promoción de la salud de las


personas mayores

Actividad 3:
Cómo colaborar con la higiene diaria

Objetivo
• Conocer la correcta utilización de procedimientos y técnicas
para la higiene de personas mayores, así como el rol del
cuidador o cuidadora para la promoción de la salud y el
bienestar. Nota para el/la
instructor/a

Tiempo estimado Para el desarrollo de este


120 minutos tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 5 en HC M3.

Recursos
• Papel afiche o pizarrón
• Marcador o tizas
• Copias de la Ficha n.º 5 (HC M3)

Desarrollo
a. Comience señalando que, tal como se mencionó en la actividad anterior, la higiene es
una práctica fundamental para la promoción de la salud, la prevención de enferme-
dades, el bienestar de las personas, su autoestima y calidad de vida. Por tal motivo,
es importante que el cuidador o la cuidadora conozcan los procedimientos y técnicas
para colaborar en la conservación de la higiene diaria de la persona asistida.

b. En plenario, invite al grupo a que proponga aspectos que considere importantes a


tener en cuenta en la realización de tareas vinculadas con la higiene de la persona
mayor. Registre las propuestas en el papel afiche o pizarrón.

c. Entregue a cada participante una copia de la Ficha n.º 5(HC M3). Proponga una lectu-
ra conjunta de la misma, dando respuesta a las dudas o interrogantes que se puedan
presentar.

212 • Atención y cuidado de personas mayores


d. Continúe explicando que, además de las técnicas y procedimientos para los momen-
tos puntuales de aseo e higiene, hay algunas cuestiones que el cuidador o la cuidado-
ra debe tener en cuenta para aportar al bienestar de la persona asistida. Estas tareas
están relacionadas con las condiciones de higiene del espacio físico que rodea a la
persona, los elementos que se utilizan para la higiene, el aspecto y cuidado físico de
la persona asistida, su vestimenta y sus accesorios.
Si bien, en muchas ocasiones, no es el cuidador o cuidadora quién realizará la tarea
necesaria (puede ser una persona encargada de la limpieza, un/a peluquero/a, una
persona que se haga cargo de la costura de prendas de vestir, un/a podólogo/a) es su
función, advertir e informar a la familia o al profesional pertinente acerca de la necesidad
de realizar la tarea.

e. En un pizarrón o papel afiche dibuje la siguiente tabla vacía (la misma contiene algu-
nos ejemplos). Invite a los y las participantes a reflexionar y completar la tabla con
todos los aspectos que el cuidador o cuidadora debe atender y organizar en tiempo
y forma.

Espacio Físico Elementos/Utensilios Vestimenta, accesorios y aspecto


de la persona
Limpieza y desinfección de los Cepillo de dientes en buen Vestimenta en buen estado y
sanitarios estado. Prever el momento del a gusto de la persona asistida
cambio (revisar e informar cuando sea
necesario realizar costuras, coser
botones o comprar nuevas pren-
das de vestir)
Alfombra antideslizante y alfom- Esponja de baño limpia Advertir momentos para ir a la
bra de baño limpias y en buen peluquería, o adquirir servicios
estado de manicuría o pedicuría.
Espacios limpios, iluminados y Toallas limpias y secas Estado y limpieza de los lentes, si
aireados la persona los usa.

Cortinas de baño limpias. Prestar Si la persona asistida usa


atención a que se ventilen los es- maquillajes, cremas, perfumes,
pacios y no acumulen humedad. desodorantes o lociones, revisar
fechas de vencimiento e informar
con anticipación cuando es ne-
cesario reponer algún producto.
Ropa de cama en buen estado.

Al finalizar de completar la tabla, concluya resaltando que muchas de estas prácticas


están relacionadas no solamente con la higiene estrictamente entendida, sino también
con el sentirse y verse bien, que son un importante aspecto del bienestar de las perso-
nas.

Aclare que la temática de prácticas y procedimientos de higiene cuando existen dificul-


tades motrices o en casos de personas dependientes, se profundizará en el módulo de
“Atención y cuidado de personas enfermas”.

Atención y cuidado de personas mayores • 213


encuentro 4

La autonomía de la persona mayor

Actividad 4:
Actividades de la vida diaria

Objetivo
• Concer y utilizar adecuadamente herramientas para la valoración funcional de la perso-
na mayor.

Tiempo estimado
Nota para el/la
120 minutos instructor/a

Para el desarrollo de este


Recursos tema, le sugerimos leer la
• Papel afiche o pizarrón Ficha n.º 6 en HC M3.
• Marcador o tizas
• Copias de los Cuadros n.º 1, n.º 2 y n.º 3 (RD M3)
• Copias de la Ficha n.º 6 (HC M3)

Desarrollo
a. Realice una breve introducción explicando que la valoración funcional está dirigida a
recoger información acerca de la capacidad de la persona para realizar las activida-
des de la vida diaria. Se trata de un trabajo de observación y análisis que permite al
cuidador o la cuidadora registrar cambios en las personas asistidas. A través de esta
herramienta se pueden detectar y describir múltiples problemas físicos, funcionales,
psicológicos y socio-ambientales que se presentan en la atención y cuidado de per-
sonas. Esta observación resulta útil no sólo para informar y para tener registro de las
actividades realizadas, sino también para planificar las actividades a realizar.

b. Solicite que conformen grupos y confeccionen un listado de las tareas o actividades


de la vida diaria que realiza una persona mayor.

c. En plenario, invite a cada grupo a explicar su producción. Vaya registrando en el papel


afiche o pizarrón un listado de las actividades mencionadas.

214 • Atención y cuidado de personas mayores


d. Finalizada la puesta en común, informe que estas actividades se pueden dividir en
tres grupos:

• Actividades básicas de la vida diaria (ABVD): son las tareas destinadas al auto-
cuidado (aseo personal, uso del baño, movilidad, vestido, alimentación y continencia,
etc.).
• Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD): son aquellas que permiten
interactuar con el medio y mantener su autonomía (utilizar el teléfono, hacer compras,
manejar dinero, limpiar y mantener el hogar, cuidar la ropa, usar medios de transpor-
te, etc.).
• Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD): son las que le permiten a la
persona colaborar en actividades sociales, participar en actividades recreativas, rea-
lizar viajes, etc.

e. Explique que la “valoración funcional” puede utilizarse como una herramienta para la
recolección de información al momento de iniciar su trabajo con la persona a cuidar y
su familia. De esta forma podrá obtener una evaluación del grado de autonomía de la
persona a su cargo para realizar las tareas diarias.

f. Presente y entregue a los participantes copias de los Cuadros n,º 1, n,º 2 y n.º 3 (RD
M3), que contienen modelos de registros que pueden resultar de utilidad para la rea-
lización de la valoración funcional.

Cuadro n.º 1
Actividades básicas de la vida diaria (modelo 1)

Independiente Con ayuda Dependiente

Levantarse / acostarse

Comer / beber

Vestirse / desvestirse

Lavarse / arreglarse

Bañarse / ducharse

Usar sanitarios

Atención y cuidado de personas mayores • 215


Cuadro n.º 2
Actividades básicas de la vida diaria (modelo 2)

(Marque con
una cruz)
Higiene
Independiente: necesita ayuda para lavarse solo/a una zona del cuerpo
(ej., la espalda o una extremidad con minusvalía) o se baña enteramente
solo/a.
Dependiente: necesita ayuda para lavarse más de una zona del cuerpo,
ayuda para entrar o salir de la bañadera, o no se baña solo/a.
Vestido
Independiente: saca la ropa de los cajones y armarios, se la pone. Puede
abrocharse (se excluye el acto de atarse los zapatos).
Dependiente: no se viste por sí mismo/a o permanece parcialmente
desvestido/a.
Uso del baño
Independiente: va al baño solo/a, se arregla la ropa y se asea adecuada-
mente.
Dependiente: necesita ayuda para el uso del baño.

Movilidad
Independiente: se levanta y se acuesta por sí mismo/a y puede levantarse
o sentarse solo/a en una silla.
Dependiente: necesita ayuda para levantarse, acostarse o sentarse. No
realiza uno o más desplazamientos.
Continencia de esfínteres
Independiente: control completo de ambos esfínteres.
Dependiente: incontinencia parcial o total de uno o dos esfínteres.
Alimentación
Independiente: lleva el alimento a la boca desde el plato o equivalente (se
excluye cortar carne).
Dependiente: necesita ayuda para comer, no come en absoluto o requiere
alimentación entera.

216 • Atención y cuidado de personas mayores


Cuadro n.º 3
Actividades instrumentales de la vida diaria

(Marque con
una cruz)
Capacidad de usar el teléfono
Utiliza el teléfono por iniciativa propia.
Es capaz de marcar bien algunos números familiares.
Es capaz de contestar el teléfono, pero no de marcar.
No utiliza el teléfono.
Hacer compras
Realiza todas las compras necesarias independientemente.
Realiza independientemente pequeñas compras.
Necesita ir acompañado/a para realizar cualquier compra.
Totalmente incapaz para realizar compras solo/a.
Preparación de la comida
Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo/a adecuadamente.
Prepara adecuadamente las comidas si se le proporcionan los ingredientes.
Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada.
Necesita que le preparen y sirvan las comidas.
Cuidado de la casa
Mantiene la casa solo/a o con ayuda ocasional para trabajos pesados.
Realiza tareas ligeras, como lavar platos o hacer la cama.
Realiza tareas ligeras, pero puede mantener un adecuado grado de limpieza.
Necesita ayuda en todas las labores de la casa.
No participa en ninguna tarea del hogar.
Lavado y cuidado de la ropa
Lava y organiza el cuidado de toda su ropa por sí solo/a.
Lava por sí solo/a pequeñas prendas.
Todo el cuidado de ropa debe ser realizado por otra persona.
Uso de medios de transporte
Viaja solo/a en transporte público y/o conduce su propio coche.
Es capaz de tomar taxi, pero no usa otro medio de transporte.
Viaja en transporte público cuando lo/la acompaña otra persona.
Utiliza taxi o automóvil cuando lo/la acompaña otra persona.
No puede viajar solo/a.
Responsabilidad respecto de su medicación
Es capaz de tomar su medicación a la hora y dosis exactas.
Toma su medicación si la dosis es preparada por otra persona.

Atención y cuidado de personas mayores • 217


No es capaz de administrar su medicación.
Administración de su economía
Se encarga de sus asuntos por sí solo/a.
Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes compras y
en los bancos.
Incapaz de manejar dinero.

g. Luego de la lectura, aclare que existen otros modelos y otros aspectos a tener en
cuenta, entre ellos:

• Enfermedades actuales
• Estado anímico
• Vida social, participación en actividades grupales
• Gustos, entretenimientos
• Emociones
• Alteraciones de sueño
• Ideas de muerte o autoagresividad
• Trastorno de apetito

h. Realice un cierre aclarando dudas sobre los modelos de registros y comente que exis-
ten ayudas técnicas que facilitan a las personas mayores la realización de las tareas
de la vida diaria.

Sugiera la lectura de la Ficha n.º 6 (HC M3), donde se presentan algunas de las ayudas
técnicas mencionadas.

218 • Atención y cuidado de personas mayores


encuentro 5

Problemas frecuentes en las


personas mayores

Actividad 5:
Cuáles son los problemas más frecuentes en las
personas mayores

Objetivos
• Identificar los problemas que se presentan con mayor fre-
cuencia en las personas mayores.
• Conocer modalidades de acción adecuadas a cada situa- Nota para el/la
instructor/a
ción.
Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Tiempo estimado Ficha n.º 7 en HC M3.
120 minutos

Recursos
• Papel afiche o pizarrón
• Marcador o tizas
• Copias de la Ficha n.º 7 (HC M3)
• Copias del Cuadro n.º 4 (RD M3)

Desarrollo
a. Comience señalando que el envejecimiento es un proceso natural por el que se trans-
curre durante toda la vida, que se visualiza en la modificación del organismo debido al
paso del tiempo. Estos cambios traen aparejada la limitación de las capacidades:

• Sensoriales: se ven afectados todos los sentidos, disminución de la audición, de la


vista, del gusto, del olfato.
• Motoras: se ve afectada la capacidad de movimiento, la agilidad.
• Atención y memoria: se producen olvidos y hay menor concentración en las tareas.

Entre las problemáticas más habituales, cabe mencionar una mayor vulnerabilidad a enfer-

Atención y cuidado de personas mayores • 219


marse y la necesidad de mayor cantidad de tiempo para la recuperación. También pueden
presentarse trastornos psicológicos, como la depresión.

b. Solicite a los y las participantes que se dividan en cuatro grupos. Entregue a cada
grupo una tarjeta donde se enuncian algunas de las situaciones frecuentes por las
que atraviesan las personas mayores:

• Trastornos en la memoria
• Problemas de audición y comunicación
• Dificultades o problemas de motricidad
• Problemas o cambios emocionales, depresión, situaciones de duelo

c. Solicite que comenten si conocen a personas mayores que hayan transitado por al-
guna de estas situaciones. Registre las situaciones descriptas en el pizarrón o papel
afiche (algún familiar, alguna persona que hayan cuidado, etc.).

d. Luego, invite a cada grupo a identificar los síntomas de cada uno de los problemas
comentados y a sugerir acciones adecuadas para el cuidado de quien los padece.
Para ello, entregue a cada grupo una copia del Cuadro n.º 4 (RD M3) y proponga que
lo completen:

Cuadro n.º 4
Modelo de cuadro para vincular síntomas con acciones a realizar

Síntomas Acciones
Trastorno de la memoria
Problemas de audición
Problemas motrices
Problemas emocionales, depresión,
duelo

e. En plenario, invite a presentar las producciones.

f. Partiendo del trabajo realizado por los grupos, exponga los contenidos de la Ficha n.º
7 (HC M3) completando la información registrada en el plenario, aclarando conceptos
y respondiendo posibles preguntas.

g. Finalmente, distribuya copias de la Ficha n.º 7, para su lectura.

220 • Atención y cuidado de personas mayores


encuentro 6

El momento de la alimentación en
la atención y cuidado de personas
mayores

Actividad 6:
Cuál es la alimentación adecuada y cómo
colaborar con ella

Objetivos
• Promover el conocimiento de las necesidades nutricionales de la persona mayor.
• Reconocer la importancia de planificar el momento de la ali-
mentación.
• Conocer las posibles ayudas técnicas para favorecer la au-
tonomía de la persona mayor en el momento de la alimen- Nota para el/la
tación. instructor/a

Para el desarrollo de este


Tiempo estimado tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 8 y n.º 9 en HC
120 minutos M3.

Recursos
• Tarjetas de Casos n.º 1 y n.º 2 (RD M3)
• Copias de Ficha n.º 8 y n.º 9 (HC M3)

Desarrollo
a. Realice una breve introducción explicando que las personas mayores necesitan una
alimentación que se adecue a sus necesidades digestivas y nutricionales, al tipo de
actividad que realizan y a su estado de salud general. Comente que la nutrición influye
directamente sobre el estado de salud y previene numerosas enfermedades frecuen-
tes en las personas mayores.

b. Solicite que se agrupen y proponga que contesten las siguientes preguntas:


• ¿Cómo debe ser la alimentación de la persona mayor?

Atención y cuidado de personas mayores • 221


• ¿Cuáles son los factores que condicionan el estado nutricional (actividad física, estado
anímico, características del contexto, etc.)?
• ¿Qué se debe tener en cuenta en la preparación de los alimentos y en la organización
del momento de la ingesta?

c. En plenario, solicite a los grupos que compartan las respuestas.

d. Entregue a cada grupo las tarjetas con los casos para resolver.

Caso n.º 1

Antonia, la señora que Rosita cuida, tiene prohibida la sal. Las hijas le recomendaron
a Rosita que cuidara esa indicación, por eso ella cocina sin sal.
Antonia se enoja mucho y dice que Rosita cocina cosas ricas para sí misma y que a
ella le da de comer cualquier cosa…

¿Cómo se puede resolver esta situación?

Caso n.º 2

Los familiares de doña Juana le dieron a María, su cuidadora. un listado de alimentos


que Juana puede comer, y le comentaron que últimamente perdió el apetito.

Carnes rojas desgrasadas


Carnes blancas
Verduras hervidas
1 litro de leche diario
2 huevos por semana
Frutas sin cáscaras
Pan integral
Pastas
Poca sal
No puede ingerir: legumbres, verduras de hojas, condimentos secos, calditos, embu-
tidos, fiambres, conservas

¿Qué puede cocinar María? Piensen el menú para dos días, contemplando cuatro
ingestas diarias.

e. Coordine la puesta en común de las situaciones trabajadas y las estrategias de reso-


lución implementadas.

222 • Atención y cuidado de personas mayores


Recuerde que modificar hábitos alimentarios suele ser un proceso dificultoso para todas
las personas. Resalte que siempre debe prevalecer el diálogo ante las opiniones de las
personas mayores respecto de sus alimentos. Es a través del diálogo que se deben
propiciar los cambios en el estilo de alimentación, nunca a través de la imposición.

f. Antes de finalizar el encuentro, explique que en las tareas de preparación e ingesta


de alimentos, algunas personas mayores pueden presentar cierta dificultad motriz a
causa del envejecimiento o de alguna enfermedad. En estas circunstancias, existen
diferentes ayudas técnicas para facilitar el trabajo en la cocina y en el momento espe-
cífico de la alimentación (Ficha n.º 9, HC M3):

• Engrosador de cubiertos
• Cuchillo-mecedora
• Cuchillo-tenedor
• Taza/vaso con boquilla regulable
• Vaso con escotadura

g. Distribuya las copias de la Ficha n.º 9 y proponga que realicen una lectura conjunta del
material, durante la cual usted podrá aclarar las dudas que surjan.

h. Antes de cerrar este encuentro, proponga como tarea individual previa al próximo
encuentro la siguiente investigación:

• ¿Qué juegos o actividades de esparcimiento realizan los adultos mayores en nuestra


localidad?
• Visitar un club de jubilados (o institución que trabaje con adultos mayores) de la loca-
lidad y averiguar:
- ¿Participan en el club tanto hombres como mujeres?
- ¿Qué actividades realizan?
- ¿Cuáles de ellas son realizadas sólo por los hombres? ¿Cuáles son realizadas
solamente por las mujeres?

Atención y cuidado de personas mayores • 223


encuentro 7

Estrategias para la recreación en la


atención de personas mayores

Actividad 7:
El tiempo libre

Objetivos
• Valorar la importancia de las actividades recreativas y de esparcimiento para las perso-
nas mayores.
• Contribuir al manejo de diferentes herramientas y recursos
para la planificación del tiempo libre de personas mayores.

Tiempo estimado Nota para el/la


instructor/a
120 minutos
Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Recursos Ficha n.º 10 en HC M3.
• Papel afiche o pizarrón
• Marcador o tizas
• Copias de la Ficha n.º 10 (HC M3)
• Juegos que promueven la estimulación de la memoria:
crucigramas, sopa de letras, encontrar las diferencias, etc.

Desarrollo
a. Comience señalando que el tiempo libre adquiere en la vejez otras funciones. Esto
es consecuencia del cese en la actividad laboral y de la reducción de la familia, lo
que da lugar a una situación de vida muy diferente. Muchas cosas que anteriormente
eran posibles a través de la profesión o de las obligaciones familiares, se tienen que
garantizar ahora mediante la ocupación del tiempo libre. A las personas mayores les
resulta grato sentirse necesitadas y pertenecientes a un grupo, institución u organiza-
ción; necesitan de la recreación, de los contactos sociales más allá de los familiares,
así como de la posibilidad de experimentar vivencias interesantes.

En plenario y a través de una lluvia de ideas, solicite que construyan una lista con acti-

224 • Atención y cuidado de personas mayores


vidades recreativas que se pueden realizar con personas mayores (incluyendo la infor-
mación relevada en la localidad).

b. Comente que, como probablemente han confirmado en sus localidades, existen dife-
rentes espacios donde las personas mayores pueden participar (clubes de jubilados,
asociaciones que trabajan con personas mayores, etc.). Pida que nombren lugares
que ellos conozcan en la localidad donde se encuentren desarrollando el curso, ade-
más del que cada uno haya visitado. Puede hacer una lista en el pizarrón o papel
afiche. También se pueden agregar en el listado
los “beneficios” que existen para personas mayo-
res en cines, teatros y actividades culturales (por Recomendaciones para el/la
ejemplo, entradas gratuitas o a menor precio). instructor/a

A partir de los aportes de los y


c. Mencione que la realización de actividades de es- las participantes, puede armar
una “Guía de recursos” de insti-
parcimiento y recreación aporta múltiples benefi- tuciones, programas y beneficios
cios a las personas mayores. Desarrolle breve- para la ocupación del tiempo li-
bre de las personas mayores.
mente los contenidos ofrecidos en la Ficha n.º 10 La búsqueda de esta informa-
(HC M3) y distribuya luego las copias a fin de que ción también puede ser una ac-
tividad a realizar fuera del horario
en grupos puedan profundizar la información.
del curso.

d. Por último, comente con los presentes que el cui-


dador o la cuidadora puede favorecer en las perso-
nas mayores la estimulación de la memoria con juegos y técnicas sencillas. Realice la
siguiente pregunta:

¿Qué juegos conocen que pueden estimular la memoria de una persona mayor?

Con las respuestas, arme un listado en el pizarrón o en el papel afiche. Complemente


la información agregando que juegos como las “sopas de letras”, “crucigramas”, “en-
contrar las diferencias” suelen ser pasatiempos que estimulan la memoria y ayudan a
mantener la mente activa.

e. Realice el cierre de la actividad recuperando los conceptos trabajados. Si dispone de


juegos, compártalos con el grupo, explique las reglas de cada uno e invite a jugar-
los.

Atención y cuidado de personas mayores • 225


encuentro 8

Tareas de gestión en la atención y


cuidado de la persona mayor

Actividad 8:
Cómo interpretar la información de una factura de
servicios

Objetivo
• Aprender a decodificar información para el pago de facturas.

Tiempo estimado
60 minutos

Recursos
• Copias de facturas de servicios de agua, electricidad, gas, teléfono, cable, internet, im-
puesto inmobiliario de su localidad.
• Papel afiche o pizarrón
• Marcadores o tizas

Desarrollo
a. Realice una breve introducción al tema explicando que la realización de actividades
de gestión en la atención y cuidado de personas suele ser un requerimiento frecuente
de los empleadores o las empleadoras. Por lo tanto, es necesario desarrollar habilida-
des para realizar trámites, administrar dinero, recibir y transmitir mensajes telefónicos,
solicitar y atender a proveedores, ubicarse geográficamente en la ciudad y planificar
tiempos.

En plenario, proponga a los y las participantes que construyan en forma colectiva un lista-
do de:

• Los servicios que se pagan en una casa particular


• Los lugares donde pueden pagarse

226 • Atención y cuidado de personas mayores


b. Registre el listado en dos columnas, una para los servicios y otra para los lugares de
pago.

c. Distribuya copias de diferentes tipos de facturas de servicios y pida que identifiquen


dónde figura el monto a pagar, las fechas de vencimiento (1.º y 2.º), los lugares de co-
bro habilitados y los horarios de atención.

d. Solicite luego voluntarios o voluntarias para que muestren al resto, la información iden-
tificada en cada tipo de factura.

Actividad 9:
Cómo realizar la rendición del dinero del
empleador o la empleadora

Objetivo
• Desarrollar habilidades para la rendición del dinero en el desempeño laboral.

Tiempo estimado
60 minutos

Recursos
• Copias del Caso n.º 3 (RD M3)
• Papel afiche o pizarrón
• Marcadores o tizas
• Hojas y lapiceras

Desarrollo
a. Solicite que formen cuatro grupos y entregue a cada uno el caso para trabajar.

Atención y cuidado de personas mayores • 227


Caso n.º 3

La hija de doña Juana dejó $ 300 para gastos y la persona empleada para su cuida-
do los utilizó de la siguiente manera:
• Compró productos de limpieza por un valor de $ 33,25
• Pagó un taxi para llevar a Juana al médico, $ 12,50
• Pagó una factura de cable en un Pago Fácil, $ 60
• Compró carne y verdura en el supermercado por $ 97,40
• En la farmacia le devolvieron $ 25,30 por entregar una receta de la obra social
• Pagó el médico a domicilio, $ 25
• Hizo un arreglo en el zapatero, $ 45
• Llevó a Juana a la peluquería, $ 60

Además, tenía $ 27,50 que habían quedado de la semana anterior, y que la hija de
doña Juana le dijo los tuviera junto al dinero de esta semana.

¿Cómo debería presentar los gastos a la empleadora?


Teniendo en cuenta los gastos y el dinero que le dio la empleadora, ¿cuánto dinero
debería entregarle?

b. En plenario, proponga a cada grupo que presente su producción y comente sobre las
posibles dificultades surgidas en el desarrollo del ejercicio. Explique que siempre que
se maneja dinero ajeno, se deben rendir las cuentas correspondientes presentando
las facturas, tickets o boletas de gastos. También es aconsejable llevar un registro en
forma escrita de los ingresos y los egresos. Finalmente, confeccione con el grupo una
planilla para volcar los datos. A modo de ejemplo, le presentamos la siguiente:

Total recibido: $

Fecha Detalle Entra Sale Saldo

228 • Atención y cuidado de personas mayores


encuentro 9

Prevención de accidentes

Actividad 10:
Cómo prevenir accidentes

Objetivos
• Identificar posibles situaciones de riesgo.
• Incorporar en el desempeño laboral conductas preventivas de riesgos y accidentes.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Pizarrón o papel afiche tema, le sugerimos leer la
• Tizas o marcadores Ficha n.º 11 en HC M3.

• Copias de la Ficha n.º 11 (HC M3)

Desarrollo
a. Realice una breve introducción explicando que uno de los
riesgos más frecuentes en el caso de las personas mayores son las caídas dentro del ho-
gar y que, por lo tanto, se trata de un tema de especial cuidado. Una caída puede producir
la fractura de algún hueso (es frecuente la rotura de cadera en las personas mayores), lo
que puede llevar a la hospitalización y, en muchos casos, requerir de cirugía.

b. Solicite que formen dos grupos y proponga a cada uno que identifique al menos dos
situaciones por ellos y ellas conocidas en las que una persona mayor estuvo en riesgo
de accidentarse o se accidentó. Pida que señalen los factores que generaron el riesgo
o el accidente, y que propongan cómo podría haberse evitado.

c. En plenario, invite a cada grupo a presentar su producción.

Facilite la identificación de los factores de riesgo para las personas mayores en el hogar
y construya, a partir de los aportes de los grupos, un listado de las precauciones que se
deberían tener para evitarlos. Entregue copias de la Ficha n.º 11 para la lectura. Pueden
hacerla en forma conjunta, comentando la información y aclarando dudas.

Atención y cuidado de personas mayores • 229


encuentro 10

Prevención de accidentes

Actividad 11:
¿Qué hacer ante una emergencia?

Objetivo
• ·Desarrollar habilidades para responder con eficacia ante
situaciones de emergencia. Nota para el/la
instructor/a

Tiempo estimado Para el desarrollo de este


120 minutos tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 11 en HC M3.

Recursos
• Copias de los Casos n.º 4 y n.º 5 (RD M3)
• Papel afiche o pizarrón
• Marcadores o tizas

Desarrollo
a. Proponga que formen dos grupos y entregue las siguientes situaciones-problema a
cada uno. Invite a que lean los casos y propongan formas de resolverlo.

Caso n.º 4

Rosa estaba cocinando los fideos para Antonia cuando sonó el timbre. Rosa fue a
atender: era el diariero, que venía a cobrar. Mientras estaba realizando el pago, Anto-
nia se acercó a la cocina, quiso probar si los fideos ya estaban listos, realizó un mal
movimiento y se tiró la olla encima.

¿Qué debe hacer Rosa ante esta situación?


¿Cómo debe actuar frente a una quemadura con agua caliente?
¿Se debe quitar la ropa? ¿Aplicar agua fría?

230 • Atención y cuidado de personas mayores


Caso n.º 5

Juana se levantó de dormir la siesta. María la notó rara y le preguntó si se sentía bien,
a lo que Juana respondió que le dolía un poco la cabeza. Pasada media hora, María
se acercó a Juana para preguntarle cómo estaba y percibió que Juana tenía dificulta-
des para hablar. Le tomó la presión arterial y observó que estaba muy alta: 180-100.

¿Qué debe hacer María ante esta situación?

b. En plenario, proponga a los grupos que presenten sus respuestas y promueva


un debate sobre diferentes alternativas de solución de los casos.

c. Cierre el plenario haciendo una síntesis de los temas que deben ser tenidos en
cuenta en caso de emergencias. Recuerde que es fundamental tener las instruc-
ciones de los familiares para saber qué hacer. Por ejemplo:

• A quiénes llamar en primera instancia; alternativas posibles en caso de no ubicar


a esas personas.
• Tener a mano el número de los familiares más cercanos y de la emergencia mé-
dica.
• Tener el carnet de la obra social o prepaga a mano.
• Tener algún dinero para taxi o remise en caso de emergencia.
• También es muy importante no perder la calma para actuar con precisión y cele-
ridad.

Atención y cuidado de personas mayores • 231


encuentro 11

Revisión de contenidos

Actividad 12:
Revisión de conceptos. Planteos de dudas y
preguntas. Cierre del módulo.

Objetivos
• Revisar conceptos, aclarar dudas, reforzar contenido y consolidar prácticas relaciona-
das con el rol a desempeñar.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• A definir por el/la instructor/a según las actividades diseñadas.

Desarrollo
Para organizar este encuentro es importante que el/la instructor/a evalúe el aprendizaje del
grupo e identifique necesidades, inquietudes y conocimientos que requieran de un nuevo
abordaje tanto para aclarar dudas como para reforzar conceptos, procedimientos, técni-
cas que no hayan sido consolidados. También es un espacio propicio destinado a realizar
prácticas de actividades relacionadas con el rol a desempeñar.

A continuación le presentamos sólo a modo de ejemplo, algunas actividades que podrán


utilizar en la jornada de revisión:
• Resolución de casos
• Dramatización de una situación de trabajo y análisis
• Visita y observación en una institución de la zona, y posterior análisis.
• Tarjetas con afirmaciones para evaluar V o F
• Detección de errores
• Preparación y presentación de una clase por parte de los/as participantes
• Extensión de las prácticas propuestas en los encuentros de cada módulo
• Invitación de alguna persona relacionada con los contenidos abordados que sea de
interés para profundizar un tema.

232 • Atención y cuidado de personas mayores


encuentro 12

Evaluación

Actividad 13:
¿Qué aprendimos? ¿Qué necesitamos mejorar?

Objetivos
• Evaluar el grado de adquisición de los conocimientos y de desarrollo de habilidades y
actitudes.
• Identificar los conocimientos, habilidades y actitudes que será necesario fortalecer.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Copias de las Fichas de evaluación n.º 1 y n.º 2 (RD M3)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Entregue a cada participante la siguiente ficha. Pida que la completen en forma individual.

Ficha de evaluación n.º 1


Autoevaluación de cuidado y atención de personas mayores

De los temas Lo nuevo Quisiera saber Lo importante en el cuidado de personas mayores es:
vistos, ya que aprendí más sobre:
sabía: fue:

Atención y cuidado de personas mayores • 233


Lo que mejor hago como cuidador/a de personas mayores es:

Mis dificultades como cuidador/a de personas mayores son:

b. Proponga la realización de una puesta en común. Invite a que al menos cinco partici-
pantes lean sus fichas o las comenten a sus compañeros.

c. A continuación, entregue a cada participante la siguiente ficha de evaluación:

Ficha de evaluación n.º 2


Evaluación de cuidado y atención de personas mayores

Usted va a trabajar cuidando un matrimonio: Julia, de 82 años, con hipertensión y


Pedro de 84 años, con principio de demencia senil.

¿Qué preguntas haría a los hijos/empleadores? ¿Usaría alguna herramienta de regis-


tro? ¿Cuál y por qué?

234 • Atención y cuidado de personas mayores


¿Qué tendría en cuenta con respecto al cuidado de la salud de Julia y Pedro?

¿Qué le cocinaría a Julia? ¿Qué le aconsejaría a Pedro cuando no quiere comer?

Mencione tres actividades recreativas que podría realizar con ellos:

¿Qué tendría en cuenta para la prevención de accidentes en el hogar?

¿Qué tendría en cuenta para la rendición de los gastos?

Atención y cuidado de personas mayores • 235


Módulo 3
Herramientas
conceptuales
Ficha n.º 1
Las personas mayores
Caracterización de la etapa de la senectud

El envejecimiento en las personas es un conjunto de modificaciones morfológicas, fisioló-


gicas y psicológicas consecutivas a la acción del tiempo, que supone una disminución de
la capacidad de respuesta y adaptación del individuo. Se envejece, además, sobre la base
del capital genético con el que se nace y a los aportes físicos, dietéticos y culturales que
se han cultivado.

Se comienza a envejecer desde que nacemos como un fenómeno normal, por lo tanto la
vejez no debe considerarse como una enfermedad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ancianidad o vejez es más bien un


estado mental y anímico, que es difícil de afirmar cuándo comienza, dado que el enve-
jecimiento varía de persona a persona. La edad a partir de la cual se considera que una
persona ha entrado en la vejez se ha ido elevando a través de los siglos. En la actualidad,
ha aumentado la duración media de la vida (se acepta que la ancianidad comienza entre
los 65 y los 70) y, por lo tanto, también se ha extendido la edad de la población anciana
que puede llegar a requerir de la asistencia externa.

Se pueden diferenciar tres tipos de edades en el ser humano:


• Edad
biológica: corresponde al estado funcional de los órganos.
• Edad cronológica: la que tiene el individuo en relación con su fecha de nacimiento.
• Edad funcional: expresa la capacidad de mantener los roles personales y la integra-
ción social.

Principales cambios que se dan en esta etapa

Se identifican tres tipos de cambios: físicos, psicológicos y sociales.

Entre las modificaciones anatómicas en el proceso de envejecimiento, se contemplan:


• Alteraciones en peso y talla (tendencia al encorvamiento de las rodillas y espalda, dismi-
nución de la altura de la columna por la disminución de los discos, etc.)
• Modificaciones en el peso y la grasa corporal; una tendencia al aumento de peso y re-
distribución de la grasa corporal que se distribuye en las caderas y abdomen.
• Disminución del vello corporal.
• Modificaciones faciales, aparición de arrugas.
• Modificación del funcionamiento de los órganos (endurecimiento de arterias, tendencia
al aumento de tamaño del corazón, disminución de la función de los riñones, pérdida y

238 • Atención y cuidado de personas mayores


desgaste de las piezas dentarias, disminución de la secreción de saliva y de la cantidad
de papilas gustativas y de la agudeza olfativa, visual y auditiva).

Las actitudes de las personas mayores no son generalizables, sino una respuesta al
medio social y cultural.
• Existe una modificación de la personalidad caracterizada por un aumento del grado
de cautela, precaución y prudencia; el miedo a los cambios, la preocupación creciente
por las funciones corporales y la necesidad de elaborar duelos casi permanentemente
por las pérdidas de seres queridos que ocurren. La forma de afrontar estas situaciones
depende de la personalidad previa del anciano.
• Las habilidades de imaginar, juzgar y generalizar son relativamente independientes de
la edad y su declinación depende de cada individuo. Sin embargo, disminuye la rapidez
con que se ejecutan las tareas intelectuales.
• La capacidad de aprendizaje sigue en pie siempre que sea ejercitada. Sin embargo, es
preciso considerar las limitaciones visuales y auditivas de las personas mayores, que
pueden intervenir en su disposición y posibilidades de aprendizaje.

Todas las personas envejecen en un entorno socio-cultural, en un grupo familiar, con nor-
mas alimentarias, religiosas, etc., referentes al envejecimiento. Entre las modificaciones
sociales que sufre la persona mayor, se pueden mencionar:
• La adaptación a la jubilación, que depende de numerosos factores, algunos especial-
mente relacionados con el significado de ese momento para la persona mayor. Para
algunos, puede representar el momento tan esperado para descansar y poder realizar
actividades que antes no pudo. Para otros, puede traer aparejada depresión al no sen-
tirse útil en la sociedad y en la familia, por lo que se recomienda que sigan teniendo
ocupaciones.
• El hogar, el lugar propio, es vivido por algunos/as como parte de su existencia. Por ello,
los cambios de domicilio, internaciones e institucionalizaciones generan consecuencias
psicológicas que pueden ser sumamente graves. Si los traslados son deseados por los
mayores, no traerán consecuencias; sin embargo, si se los traslada por causas mayo-
res, se recomienda prepararlos adecuadamente e integrar sus necesidades y deseos al
nuevo espacio.
• La pareja es una de las relaciones más importantes: el alejamiento de los hijos permite
más intimidad, tiempo libre y disminución del estrés laboral, lo que contribuye a que en
general la imagen del matrimonio en los últimos años sea muy positiva. Sólo cuando
existen problemas de pareja previos con las situaciones citadas, estos se agravan.
• En caso de viudez, las personas mayores sufren no sólo la pérdida del cónyuge sino
también la soledad, la falta de compañía y la pérdida de la satisfacción sexual.
• Nuevas nupcias. En los últimos años los motivos más importantes para volver a casarse
son el compañerismo, la satisfacción sexual, la salud y la economía.

Atención y cuidado de personas mayores • 239


Ficha n.º 2
Consideraciones generales a tener en
cuenta por el cuidador o la cuidadora
que atiende personas mayores
Desde fines del siglo pasado, se puede percibir una situación particular: cada vez más perso-
nas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de la vejez.
Por otro lado, los cambios sociales, como la reducción del tamaño de las familias y la in-
corporación de la mujer al mundo laboral, son factores que hacen presuponer una dismi-
nución de las posibilidades de que los familiares cuiden a sus mayores.

Por ese motivo, las familias optan en muchos casos por la contratación de un cuidador o
cuidadora para la atención de los mayores de la familia.

El cuidador o la cuidadora desarrollará (por lo general, ya que esto puede variar en las di-
ferentes culturas y en cada grupo familiar o institución) las siguientes tareas:
• Acompañamiento y asesoramiento en las actividades de la vida diaria.
• De ser necesario, la administración de medicamentos por vía oral y de uso externo in-
dicados por profesionales.
• Preparación de alimentos.
• Higiene y arreglo personal.
• Acciones preventivas de accidentes.
• Actividades recreativas y ocupacionales acorde a sus posibilidades.
• Colaboración en las prácticas indicadas por los familiares y/o profesionales.
• Realización de acciones de promoción de la salud.

Es importante que el cuidador o la cuidadora:


• Consulte a los asistidos o asistidas sobre sus preferencias y los ayude a reflexionar so-
bre las mejores decisiones y elecciones, promoviendo su libertad.
• Brinde apoyo afectivo y emocional mediante la comprensión de lo que está sucedién-
dole a la persona asistida.
• Mantenga la higiene, seguridad y arreglo de los ambientes, con luz natural y bien venti-
lados, así como también cómodos, seguros y accesibles.
• Ayude a que la persona asistida mantenga las referencias temporales proporcionándole
calendarios y relojes a simple vista.
• Reconozca y potencie las fortalezas de la persona asistida.
• Comunique los cambios registrados en la conducta a los familiares o profesionales.
• Siga las instrucciones que le den profesionales y familiares responsables para el cuida-
do de la persona mayor.
• Mantenga una comunicación fluida con las personas asistidas, familiares y profesionales
del entorno.

240 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 3
Prejuicios en relación con la vejez
La vejez es una etapa rodeada de diversos mitos que han causado que en la sociedad se
fomenten una serie de prejuicios y se tenga una imagen negativa de este período, conside-
rando a la vejez como una época de decadencia, inactividad y enfermedades. Es impor-
tante conocer cuáles son estos mitos para derribarlos y poder ver a la vejez de una manera
positiva, así como ofrecerles a los mayores la importancia y atención que merecen.

Mito: la vejez es una enfermedad


Para desvirtuar esta falsa idea o prejuicio, se debe entender que envejecer es una parte del
ciclo vital. Se empieza a envejecer en el momento mismo de nacer pero, a simple vista, no
es únicamente la cantidad de años lo que da cuenta del envejecimiento, ya que se trata de
un proceso no solamente cronológico sino también psicológico y social. Además, como no
todas las personas ni todas las partes del cuerpo envejecen de igual forma, se debe hablar
de un envejecimiento individual. Son diferentes las formas de vivir de cada cual y también
son diferentes las formas de envejecer de cada cual.

Mito: los adultos mayores son personas enfermas


Aquí el criterio cambia, ya que se considera que un adulto mayor sano es aquella perso-
na que a pesar de tener, por ejemplo, tres enfermedades al mismo tiempo, sigue siendo
independiente, realiza actividades recreativas, se mantiene socialmente activo y lleva un
tratamiento médico.

Mito: los adultos mayores son asexuados


Se cree que al ser adulto mayor ya no tiene caso prestarle atención a la imagen personal
y que se deja de tener atracción por el sexo opuesto. Desde el “viejo verde” hasta la falta
de respeto hacia la sexualidad de nuestros mayores o la molestia de los hijos para con los
padres porque forman nuevas parejas, son muchas las manifestaciones de este prejuicio.
Las personas mayores son visualizadas como si carecieran de deseo sexual, y en caso de
manifestarlo se lo toma como anormal. Sin embargo, se trata de un pensamiento erróneo,
ya que el ser humano, sin importar la edad, nunca pierde el deseo sexual.

Mito: los adultos mayores no pueden aprender cosas nuevas


Se ha planteado erróneamente que en esta etapa se está imposibilitado de aprender por-
que el deterioro cerebral impide asimilar nuevos conceptos o, en términos modernos, no
puede “grabar” información actualizada. El proceso de aprendizaje siempre es viable, sólo
que a otro ritmo que el del joven y con una metodología diferente.

Mito: los adultos mayores son personas frágiles y dependientes


Equivocadamente se tiene la idea de que los adultos mayores son personas que deben es-

Atención y cuidado de personas mayores • 241


tar en sus casas, en reposo, para evitar los peligros que existen fuera (o dentro de su mis-
mo hogar) y que ya no pueden realizar muchas actividades, por lo que siempre necesitan
la asistencia de alguien más. Si bien es cierto que con el tiempo las habilidades físicas ya
no son las mismas de antes debido a los cambios que el cuerpo atraviesa en esta etapa,
esto no significa que las personas tengan que privarse de realizar actividades o que ya no
tengan la fuerza necesaria para realizarlas. Se ha demostrado que el ejercicio puede ayu-
dar a mantener y mejorar la coordinación, equilibrio y resistencia de las personas mayores.
Además, actualmente existen productos enfocados a ayudar a las personas a mantener
su independencia y cuidar de su bienestar (como las ayudas técnicas) haciendo que los
adultos mayores conserven su autonomía y sigan realizando sus actividades diarias.

242 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 4
Estrategias de promoción de la
salud en las actividades diarias de
las personas mayores
“La salud de los ancianos depende esencialmente de su estado de salud an-
terior; por lo tanto, los cuidados de la salud a lo largo de toda la vida son de
importancia primordial. Estos cuidados comprenden: la higiene preventiva, la
nutrición, el ejercicio y el mantenerse siempre alertas a prestar atención a los
factores del entorno” (Recomendación de la ONU, 1982).

Un anciano sano es aquel que puede mantener el equilibrio en diferentes esferas: psicoló-
gica, biológica, social y espiritual.

El anciano sano también tiene alteraciones funcionales y morfológicas en los órganos y


tejidos pero como consecuencia del proceso de envejecimiento, por lo que no se tratan
como cuestión patológica.

¿Cómo puede colaborar el cuidador o la cuidadora a que una persona mayor


potencie su autonomía?
Pare ello, es necesario que:
• Observe y trate de identificar lo que la persona mayor puede hacer por sí misma. Ayude
sólo en lo realmente necesario.
• Siempre que se pueda, mantenga rutinas que favorezcan la autonomía.
• Procure evitar cambios bruscos en el ambiente y la rutina.
• Tenga en cuenta la seguridad.
• Promueva la utilización de ayudas técnicas.
• Fomente que la persona realice acciones de “autocuidado” para prevenir, diagnosticar
y tratar aspectos vinculados con su salud: realizar controles médicos, enfrentar condi-
ciones agudas sencillas (resfríos), tratar enfermedades crónicas con acciones indicadas,
realizar acciones para prevenir enfermedades.
• La persona no debe ser destinataria pasiva de los servicios de salud; por el contrario,
debe desarrollar una actitud activa frente a los médicos, enfermeros y cuidadores.

Algunas sugerencias prácticas

¿Cómo estar bien sentados?


La posición correcta para estar sentado es:
• Cuerpo erguido.

Atención y cuidado de personas mayores • 243


• Peso del cuerpo recayendo sobre las nalgas (no en el sacro).
• Pies asentados en el suelo.

Algunas personas mayores tienen tendencia a resbalar hacia adelante, adoptando posi-
ciones viciosas y aumentando el riesgo de caídas. En estos casos, conviene aplicar las
siguientes medidas:
• Colocar una almohada detrás de los hombros.
• Colocar una alfombra de goma en el piso para que los pies no resbalen.

¿Ayudamos en las caminatas?


Cuando se debe ayudar a caminar a una persona mayor, lo importante es acompañar su
andar. Imponer nuestro equilibrio a la persona que apenas lo conserva, implicará una anu-
lación del propio.
• Aunque la persona mayor esté muy incapacitada, con una mano firme bajo el brazo y
una ayuda para andar (bastón, andador, etc.) suele ser suficiente.
• Cuando se requiere un bastón, se utilizará del lado opuesto a la pierna afectada y la
persona empleada para el cuidado se situará a la par del lado enfermo.
• Si por alguna circunstancia se produce una caída al piso, la persona empleada para el
cuidado deberá comprobar el grado de conciencia de la persona mayor y si sufre de
dolores en alguna parte del cuerpo. Si ello ocurre, debe permanecer acostada hasta
que llegue la ayuda médica.
• Cuando no hay contraindicaciones para alzarlo, se hará con dos personas, que sujeta-
rán a la persona mayor por debajo de sus brazos y colocarán sus pies uno frente a otro
mientras la levantan, evitando así el deslizamiento.

¿Cómo utilizar las escaleras?


Si subir o bajar escaleras resulta una complicación en personas con afecciones en uno
varios miembros inferiores, la regla general es: subir moviendo primero la pierna sana hacia
adelante y bajar haciéndolo primero con la afectada.

En estos casos, el uso de barandas es imprescindible, por lo cual es necesario tener en


cuenta que el estado de las mismas sea óptimo para evitar pinchaduras con astillas que
puedan provocar accidentes.

244 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 5
¿Cómo colaborar en la
conservación de la higiene diaria?
La higiene cotidiana ayuda a mantener una sensación de bienestar y autoestima, más
aún si la persona mayor asume la totalidad o la mayor parte de sus cuidados personales.
Además, es una práctica fundamental para la promoción de la salud y la prevención de
enfermedades.

El momento del baño


El cuidador o la cuidadora debe tener presente que las personas mayores con dependen-
cia física o psíquica nunca deben quedar solas en el baño.

Se aconseja que antes del baño se supervise que:


• El piso del baño sea de material antideslizante. En su defecto, se pueden utilizar alfom-
bras de goma amplias.
• Todos los artefactos eléctricos, de gas o de combustibles líquidos (alcohol, kerosén)
estén correctamente apagados.
• Las ventanas permanezcan cerradas.
• La temperatura ambiente y la del agua sean confortables.
• Tener a mano todos los elementos necesarios a utilizar durante el momento del baño:
toalla, jarra, jabón, champú, etc.
• Vestimenta adecuada de la persona cuidadora para evitar mojarse.
• Guantes de látex para uso del cuidador o la cuidadora.

Durante el momento del baño, resulta fundamental que el cuidador o la cuidadora respete
los tiempos de las personas mayores para favorecer su autonomía.
Luego del momento del baño, se debe:
• Cuidar que el traslado de la persona mayor al lugar donde se cambie sea seguro (piso
seco, temperatura ambiental adecuada).
• Favorecer la autonomía en el secado de la piel y cuidar que esta quede perfectamente
seca.
• Colaborar en las tareas de vestimenta, si la persona lo requiere.
• Ayudar en el arreglo personal: peinado, uso de perfumes, pinturas, bijouterie, si la per-
sona lo requiere.

Elementos a tener en cuenta para que las personas mayores se bañen o sean asistidas en
el baño.
• Bañeras: es conveniente que tengan un asiento y duchas manuales, además de baran-
das fijas para evitar accidentes.
• Duchas: es conveniente ubicar a la persona mayor en un asiento para duchas y utilizar
el duchador manual.

Atención y cuidado de personas mayores • 245


El momento del rasurado
Si el cuidador o la cuidadora no está familiarizado/a con esta técnica o nota que la cara del
anciano se irrita utilizando las hojitas de afeitar, puede recurrir a las afeitadoras eléctricas.
Como en todas las actividades diarias, se estimulará a que la persona mayor la realice
por sí misma, excepto que esté imposibilitada o se vislumbre algún tipo de peligro en su
práctica.

La limpieza profunda con agua y jabón y la posterior colocación de polvos con féculas
en la zona de la barba, facilita el rasurado y evita la irritación cuando se utilizan máquinas
eléctricas.

El cuidado del cabello


Un buen corte y peinado cambian fundamentalmente el aspecto y contribuyen a que la
persona mayor mantenga una imagen positiva de sí misma.

El cuidado de las uñas


El problema lo pueden plantear las uñas de los pies, sobre todo si se está frente a una
persona diabética. La más mínima lesión en el pie de la persona diabética debe ser con-
sultada con un profesional para evitar infecciones que pueden conllevar a situaciones de
gravedad.

Las uñas de los pies se cortarán con tijeras en forma recta y nunca muy cortas. Para
ablandarlas, se pueden sumergir en agua tibia durante unos minutos.

La limpieza de los lentes


Para limpiar lentes de vidrio, se utiliza una gamuza seca para evitar que se rayen.
Esta puede ser una responsabilidad que se le asigne a la persona mayor, actuando el
cuidador o la cuidadora en el recordatorio de la limpieza y la verificación de la higiene efec-
tuada.

246 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 6
Ayudas en actividades
de la vida diaria
Es conveniente que el cuidador o la cuidadora conozca las ayudas técnicas que pueden
facilitar la independencia y el desarrollo personal de las personas asistidas.

• Sujetador de lápiz/lapicera: permite sujetar y sostener el lápiz o


lapicera cuando existen limitaciones motrices.

• Alcanzador de objetos: como su nombre lo indica, por medio de


un sistema de agarre con pinza, permite alcanzar objetos que están
alejados.

• Barrales de sujeción: son muy útiles para colocar en lugares de


paso, como escaleras, baños y paredes. Brindan seguridad y con-
fort, y a la vez son perfectamente estéticos.

• Llavero girador de llaves: para limitaciones en el uso de articula-


ciones de mano y muñeca. Brinda eficiencia al momento de mani-
pular las llaves.

• Pastillero semanal/mensual: se trata de un organizador de me-


dicamentos que permite ordenar la ingesta por día y horario, para
evitar el olvido frecuente de ellas.

Ayudas para vestirse

• Abrochador de botones: ideal para el manejo con una sola mano.


Apto para mano derecha o izquierda.

Atención y cuidado de personas mayores • 247


• Calzador de medias: cómodo y resistente, permite colocarse las
medias con facilidad a quienes no pueden agacharse.

• Calzador para zapatos: fabricado en plástico o metal, es la ayuda


más indicada para ponerse el calzado.

• Varilla con gancho para vestirse: de gran ayuda al momento de


ponerse una camisa, blusa o abrigo.

248 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 7
Los problemas más frecuentes de
las personas mayores
Entre los problemas más frecuentes que se presentan en la población adulta, se encuen-
tran los siguientes:

Problemas de audición y comunicación


Los problemas de audición son comunes en las personas mayores de 65 años. Cuando
aparecen, debe consultarse con un médico otorrinolaringólogo para que determine el tra-
tamiento correspondiente.

En muchas oportunidades, las dificultades de audición provocan problemas de aislamiento


y problemas en la comunicación por incomprensión, por lo cual les exige, a quienes están
en contacto cotidiano con personas con esta dificultad, encontrar estrategias para lograr
el diálogo y la integración al medio cotidiano.

Con respecto a las estrategias para el diálogo, saber hablar es mucho más que ser claro
y tener voz potente; también se relaciona con la capacidad de comunicarse utilizando
además códigos de comunicación no verbales. Una modalidad que puede favorecer la
integración de la persona mayor con su entorno es permanecer cerca, actuando como
puente o canal de transmisión de mensajes en la medida en que sea requerido, en función
de sostener su autonomía.

La depresión
El síndrome depresivo se puede detectar por alteraciones en el apetito, en el sueño, irrita-
bilidad, pérdida de autoestima, sentimientos de angustia y culpa, pensamientos suicidas,
falta de energía, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, etc. Puede hasta quitar
la memoria y la atención. La depresión es diferente de la tristeza y del enojo: la persona se
siente estancada en esos sentimientos. Estos síntomas en algunas personas adultas se
confunden con la vejez misma.

En ocasiones, la depresión indica que algún aspecto de la vida necesita atención, revisión
y cuidado. Suele pasar que después de este período las personas pueden apreciar la vida
como es. Resulta conveniente no dejar estar a las personas deprimidas sin la consulta
correspondiente al profesional.

¿Qué puede hacer el cuidador o la cuidadora en estos casos?


• Tratar con afecto a la persona y ayudarla a que no abandone sus actividades cotidia-
nas.

Atención y cuidado de personas mayores • 249


• Favorecer el ejercicio físico: levanta el ánimo, alivia el estrés y mejora el estado general
del cuerpo.
• Mantener una fluida comunicación.
• Estimular la ejecución de actividades placenteras.
• Ayudar a comprender y controlar los pensamientos negativos.
• Un pensamiento negativo origina sentimientos también negativos. Ejemplos de pensa-
mientos negativos son:
• Creer que para ser valorados y queridos hace falta ser perfectos.
• Creer que un hecho negativo se debe repetir inevitablemente.
• Convertir las experiencias positivas en negativas, agrandando las fallas y anticipando
lo peor.
• Creer que los sentimientos negativos son el reflejo de la realidad.
• Creer que nada mejorará mi situación.

El duelo
El duelo es la reacción natural ante la pérdida de una persona, animal, objeto o evento
significativo. Se trata de una reacción principalmente emocional y comportamental en for-
ma de sufrimiento y aflicción. Incluye la capacidad de dedicar la energía emocional a otras
personas y nuevas actividades de la vida diaria.

Existe una amplia variedad de pérdidas: salud, vínculos afectivos, fases de desarrollo, bie-
nes materiales, identidad personal, nacimiento, sueños y deseos, cultura, bienes humanos
y espirituales, y muerte de una persona.
Existe un duelo normal y otro patológico; este último requiere de la intervención del médico
o terapeuta especializado.

¿Qué puede ayudar a superar el duelo?


Para volver a la normalidad, la persona afectada necesita retomar el ritmo de vida que tenía
antes de la pérdida. Su estado de ánimo depende de la actividad que tenga. Por ejemplo:
• Salir y distraerse, ya que permanecer mucho a solas y en la casa agrava el cuadro. Es
recomendable, en lo posible, empezar alguna actividad nueva.
• Charlar sobre el ser querido fallecido alivia mucho. Y es síntoma de que se está acep-
tando la pérdida.
• Hacer actividad física, permite descansar mejor por la noche, alivia las tensiones y eleva
el estado de ánimo. Si se realiza fuera de casa, mucho mejor.
• Comer con regularidad. Al principio cuesta recuperar el apetito, pero hay que esforzar-
se. Se puede empezar por ingerir pequeñas cantidades de alimentos en las principales
comidas e ir aumentando la cantidad poco a poco.
• Seguir una rutina ayuda a no sentirse solo/a y vacío/a. Las costumbres fijas son las que
nos hacen tomar contacto con la realidad.

Trastornos en la memoria
La pérdida de la memoria es una amenaza siempre presente en los adultos mayores. En
ella influyen:

250 • Atención y cuidado de personas mayores


• La angustia y la depresión, el aislamiento y la inactividad.
• El alcohol y medicamentos que pueden interferir en la atención y eventualmente produ-
cir daño cerebral.
• El mal estado general, con desnutrición, falla cardíaca o respiratoria, puede repercutir
sobre el funcionamiento cerebral.
• Enfermedades cerebrales: Alzheimer, lesiones vasculares y de otro tipo.
Para mantener la memoria, por una parte, se deben evitar estos factores que amenazan,
y por otra, se debe mantener la actividad cerebral. Esto significa que la persona afectada
debe:
• Encontrar nuevos intereses para evitar la rutina.
• Interactuar con otras personas, familiares, amigos y vecinos.
• Colaborar en las tareas de la casa, de la comunidad, etc.
• Aprender y adquirir nuevas habilidades.

Es importante que el cuidador o la cuidadora de personas mayores sepa que la memoria


puede ser entrenada a través de actividades simples dirigidas a mejorar la atención, como
por ejemplo:
• Organizar una imagen visual del nombre u objeto que queremos recordar.
• Agrupar los recuerdos en listas de temas relacionados.
• Utilizar ayuda-memorias, como agendas y anotadores. En ellos se puede registrar fe-
chas, datos, nombres importantes que se desee recordar y faciliten la planificación de
las actividades.
• Usar reloj con alarma.
• Dejar las llaves en un lugar particular (y siempre el mismo).
• Utilizar un timer para cocinar (como el de los hornos de microondas).
• Tener una carpeta especial para las cuentas a pagar.
• Exponer las informaciones importantes a recordar en un lugar visible, como por ejemplo
la heladera.
• Tener siempre a mano un anotador con los números de emergencia.
• Guardar los medicamentos en una caja o pastillero, anotar la dosis diaria de cada reme-
dio en una libretita y tildarlo inmediatamente después de tomarlo.

Atención y cuidado de personas mayores • 251


Ficha n.º 8
La alimentación
Las personas mayores necesitan una alimentación que se adecue a sus necesidades di-
gestivas y nutricionales, al tipo de actividad que realizan y a su estado de salud general.
Deben recibir alimentos variados que proporcionen los nutrientes básicos, teniendo en
cuenta que con la edad, se necesitan menos calorías.

La dieta debe aportar suficiente fibra para evitar el estreñimiento; se deben limitar los ali-
mentos que tengan colesterol y grasas saturadas, como por ejemplo las carnes y los
huevos, así como el exceso de sodio y azúcares refinadas. También se debe prestar aten-
ción especial al calcio, pues a medida que se envejece los huesos se vuelven frágiles y se
rompen fácilmente.

Deben tomar suficientes líquidos. Algunas personas mayores no toman suficiente agua por
temor a orinar frecuentemente, sin darse cuenta de que esto les puede crear problemas
de digestión y también las puede llevar a la deshidratación, sobre todo en las épocas de
calor.

Las comidas deben ser preparadas adecuadamente y ofrecerlas en forma blanda preferi-
blemente, ya que no es raro que las personas mayores rechacen alimentos duros como la
carne o pasen al estómago porciones mal trituradas. Se debe evitar la utilización excesiva
de condimentos (especialmente, el ají molido) y los alimentos preparados o envasados.

A veces la nutrición de una persona mayor puede verse afectada por factores que no de-
penden necesariamente de los alimentos:
• La pérdida de los sentidos como el gusto y el olfato, así como la sequedad en la boca,
puede limitar el gusto por la comida.
• La depresión y la soledad son muy comunes en las personas mayores: los cambios
en la estructura familiar, por ejemplo, por la muerte de un cónyuge o la independencia
de los hijos, pueden frecuentemente contribuir a la depresión y al aislamiento, y afectar
el deseo por los alimentos. Para prevenir estas dificultades y hacer del momento de la
alimentación un espacio agradable, es muy importante que las personas mayores estén
acompañadas de familiares, amigos o de las personas que los cuidan a las horas de las
comidas.

Para garantizar una alimentación adecuada, siempre es importante consultar a las perso-
nas responsables de la persona mayor (hijos, familiares, etc.) o al especialista (médico) a
cargo.

252 • Atención y cuidado de personas mayores


Ficha n.º 9
Ayudas técnicas para la
alimentación
Engrosador de cubiertos
Cubierta utilizada en los mangos de los cubiertos, generalmente de
goma, para favorecer la manipulación y eviten el deslizamiento del uten-
silio.

Cuchillo mecedora
Para cortar con un mínimo esfuerzo. Recomendado para personas con
debilitamiento de las extremidades superiores o con movimiento limita-
do de muñeca.

Cuchillo-tenedor
Cubierto que aúna el cuchillo y el tenedor en un solo objeto. La hoja
puede usarse con una acción mecedora para cortar el alimento, y el ex-
tremo con dientes como tenedor. La parte de la hoja cercana al mango
no está afilada.

Taza/vaso con boquilla regulable


La boquilla puede usarse en posición vertical o angulada, adaptándose
a las necesidades del paciente.

Vaso con escotadura


Ideal para aquellas personas con artritis o movilidad reducida de la ca-
beza, el cuello o las extremidades superiores. El diseño del vaso permi-
te su uso conjunto con collar cervical o anteojos.

Atención y cuidado de personas mayores • 253


Ficha n.º 10
La recreación en la atención a
personas mayores
El ocio y la recreación, en los adultos mayores, han de entenderse y apreciarse como
algo más allá de lo simplemente personal. El empleo del tiempo libre debe verse más bien
como una acción que puede crear las condiciones que faciliten la elevación de la calidad
de vida de estas personas, y contribuya al desarrollo de estilos de vida más saludables y
autónomos a esta edad.

Desde esta visión, el ocio y la recreación resultan generadores de beneficios múltiples para
las personas mayores. Entre ellos, podemos mencionar los siguientes:
• Potenciar la creatividad y la capacidad estética y artística.
• Favorecer el mantenimiento de un funcionamiento psicomotriz adecuado.
• Fomentar los contactos interpersonales y la integración social.
• Conservar, en cierto nivel, las capacidades productivas.
• Hacer frente a las disminuciones y limitaciones físicas.
• Mantener equilibrio, flexibilidad y expresividad corporal.
• Servir como medio de distensión y enfrentamiento activo al estrés y las tensiones pro-
pias de esta etapa de la vida.
• Contribuir al mantenimiento del sentimiento de utilidad y autoestima personal.
• Fomentar la creatividad y productividad en el uso del tiempo libre.
• Desarrollar la capacidad del disfrute lúdico y la apertura hacia nuevos intereses y acti-
vidades.
• Estimular la comunicación, la amistad y el establecimiento de relaciones interpersonales
ricas y variadas.
• Propiciar el bienestar y la satisfacción personal.

Son variadas las modalidades de recreación que pueden ser instrumentadas por el cuida-
dor o la cuidadora de personas mayores, partiendo siempre de la valoración de la persona
y dejando abierta la opción de libre elección.

La persona mayor puede participar de actividades recreativas en distintos niveles:

1. Actividades de espectador: requieren un grado mínimo de esfuerzo personal.


Son las actividades más fácilmente iniciadas y requieren de una mínima cantidad
de habilidades físicas, organizativas y sociales. Ejemplos: escuchar radio, mirar
televisión, ver fotos, leer, hacer visitas a áreas naturales, a museos, mirar vidrieras,
ir a eventos deportivos, ir al cine, etc.
2. Actividades sociales: fomentan el desarrollo de relaciones interpersonales, ini-

254 • Atención y cuidado de personas mayores


ciando o manteniendo amistades. Ejemplos: tomar mate, tomar el té, cenar, al-
morzar, asistir a fiestas y compartir juegos de mesa como las cartas, hablar por
teléfono, visitar a otras personas, ir a bailar, participar del voluntariado, ir a clubes,
centros culturales, etc.
3. Actividades físicas: en este nivel, la persona, además de comprometerse mental
y emocionalmente, lo hace físicamente. La participación regular e independiente
en estas actividades requiere de habilidades más complejas que las actividades
anteriores. La práctica de cualquier deporte es un ejemplo de este tipo de activi-
dad.
4. Actividades creativas: requieren de un mayor compromiso personal, mental
(para aprender una destreza y seguir instrucciones) y físico (coordinación y motri-
cidad). Ejemplos: jardinería, cuidar animales, tejer, coser, coleccionar, practicar fo-
tografía, cocinar, pintar, hacer velas, cestería, actividades musicales, danza, dibujo,
teatro, juegos mentales como el ajedrez.

Atención y cuidado de personas mayores • 255


Ficha n.º 11
Accidentes frecuentes en las
personas mayores
Es importante que el trabajador o la trabajadora esté atento/a a situaciones o condiciones
que pueden ser de riesgo para la persona mayor. Por lo tanto, deberá tener en cuenta los
siguientes aspectos:
• Las caídas ocurren generalmente en el hogar. Por tal motivo, es necesario hacer una
observación de los riesgos ambientales (mirar la ubicación de muebles, escaleras, el
alto de las alacenas y placares, desniveles en pisos y entradas, etc.).
• Es conveniente que las personas mayores no realicen movimientos bruscos ni caminen
con apuro.
• Las alfombras pequeñas aumentan el riesgo de caída.
• En lo posible, deben tener las cosas necesarias al alcance de su mano.
• En la noche, se debe dejar encendida alguna luz en el baño, escaleras o lugares de
riesgo.
• Recomendar la colocación de barrales que ayuden a sostenerse y apoyarse en el
baño.
• No mover las cosas de su lugar habitual.
• Recomendar el uso de calzado antideslizante.
• Si la persona toma medicamentos, conocer el tipo de medicación, dosis y frecuencia
de la toma.

256 • Atención y cuidado de personas mayores


Módulo 3
Recursos
didácticos

Atención y cuidado de personas mayores • 257


Actividad 2:
Algunas cuestiones prácticas

Tarjeta n.º 1

Frases

• La vejez está siempre unida a la enfermedad.


• Los mayores pueden llegar a tener deseo sexual, pero no más que eso.
• Los adultos mayores no pueden aprender cosas nuevas.
• Los adultos mayores son personas frágiles y dependientes.
• Los mayores representan una carga para la sociedad.
• El secreto para tener una vejez exitosa es tener la adecuada disposición
genética.
• Los malos hábitos de toda una vida no se pueden cambiar.

258 • Atención y cuidado de personas mayores


Actividad 4:
Actividades de la vida diaria

Modelo de registro para la valoración funcional

Cuadro n.º 1
Actividades básicas de la vida diaria (modelo 1)

Independiente Con ayuda Dependiente


Levantarse / acostarse
Comer / beber
Vestirse / desvestirse
Lavarse / arreglarse
Bañarse / ducharse
Usar sanitarios

Atención y cuidado de personas mayores • 259


Cuadro n.º 2
Actividades básicas de la vida diaria (modelo 2)
(Marque con
una cruz)
Higiene
Independiente: necesita ayuda para lavarse solo/a una zona del cuer-
po (ej., la espalda o una extremidad con minusvalía) o se baña ente-
ramente solo/a.
Dependiente: necesita ayuda para lavarse más de una zona del cuer-
po, ayuda para entrar o salir de la bañadera, o no se baña solo/a.
Vestido
Independiente: saca la ropa de los cajones y armarios, se la pone.
Puede abrocharse (se excluye el acto de atarse los zapatos).
Dependiente: no se viste por sí mismo/a o permanece parcialmente
desvestido/a.
Uso del baño
Independiente: va al baño solo/a, se arregla la ropa y se asea adecua-
damente.
Dependiente: necesita ayuda para el uso del baño.

Movilidad
Independiente: se levanta y se acuesta por sí mismo/a y puede levan-
tarse o sentarse solo/a en una silla.
Dependiente: necesita ayuda para levantarse, acostarse o sentarse.
No realiza uno o más desplazamientos.
Continencia de esfínteres
Independiente: control completo de ambos esfínteres.
Dependiente: incontinencia parcial o total de uno o dos esfínteres.
Alimentación
Independiente: lleva el alimento a la boca desde el plato o equivalente
(se excluye cortar carne).
Dependiente: necesita ayuda para comer, no come en absoluto o re-
quiere alimentación entera.

260 • Atención y cuidado de personas mayores


Cuadro n.º 3
Actividades instrumentales de la vida diaria

(Marque con una


cruz)
Capacidad de usar el teléfono
Utiliza el teléfono por iniciativa propia.
Es capaz de marcar bien algunos números familiares.
Es capaz de contestar el teléfono, pero no de marcar.
No utiliza el teléfono.
Hacer compras
Realiza todas las compras necesarias independientemente.
Realiza independientemente pequeñas compras.
Necesita ir acompañado/a para realizar cualquier compra.
Totalmente incapaz para realizar compras solo/a.
Preparación de la comida
Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo/a adecuadamente.
Prepara adecuadamente las comidas si se le proporcionan los ingredientes.
Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada.
Necesita que le preparen y sirvan las comidas.
Cuidado de la casa
Mantiene la casa solo/a o con ayuda ocasional para trabajos pesados.
Realiza tareas ligeras, como lavar platos o hacer la cama.
Realiza tareas ligeras, pero puede mantener un adecuado grado de limpieza.
Necesita ayuda en todas las labores de la casa.
No participa en ninguna tarea del hogar.
Lavado y cuidado de la ropa
Lava y organiza el cuidado de toda su ropa por sí solo/a.
Lava por sí solo/a pequeñas prendas.
Todo el cuidado de ropa debe ser realizado por otra persona.
Uso de medios de transporte
Viaja solo/a en transporte público y/o conduce su propio coche.
Es capaz de tomar taxi, pero no usa otro medio de transporte.
Viaja en transporte público cuando lo/la acompaña otra persona.
Utiliza taxi o automóvil cuando lo/la acompaña otra persona.

Atención y cuidado de personas mayores • 261


No puede viajar solo/a.
Responsabilidad respecto de su medicación
Es capaz de tomar su medicación a la hora y dosis exactas.
Toma su medicación si la dosis es preparada por otra persona.
No es capaz de administrar su medicación.
Administración de su economía
Se encarga de sus asuntos por sí solo/a.
Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes compras
y en los bancos.
Incapaz de manejar dinero.

262 • Atención y cuidado de personas mayores


Actividad 5:
Cuáles son los problemas más frecuentes
en las personas mayores

Cuadro n.º 4
Modelo de cuadro para vincular síntomas con acciones a realizar

Síntomas Acciones
Trastorno de la memoria
Problemas de audición
Problemas motrices
Problemas emocionales,
depresión, duelo

Atención y cuidado de personas mayores • 263


Actividad 6:
¿Cuál es la alimentación adecuada y
cómo colaborar con ella?

Caso n.º 1

Antonia, la señora que Rosita cuida, tiene prohibida la sal. Las hijas le recomendaron
a Rosita que cuidara esa indicación, por eso ella cocina sin sal.
Antonia se enoja mucho y dice que Rosita cocina cosas ricas para sí misma y que a
ella le da de comer cualquier cosa…
¿Cómo se puede resolver esta situación?

Caso n.º 2

Los familiares de doña Juana le dieron a María, su cuidadora. un listado de alimentos


que Juana puede comer, y le comentaron que últimamente perdió el apetito.

Carnes rojas desgrasadas


Carnes blancas
Verduras hervidas
1 litro de leche diario
2 huevos por semana
Frutas sin cáscaras
Pan integral
Pastas
Poca sal
No puede ingerir: legumbres, verduras de hojas, condimentos secos, calditos, embu-
tidos, fiambres, conservas

¿Qué puede cocinar María? Piensen el menú para dos días, contemplando cuatro
ingestas diarias.

264 • Atención y cuidado de personas mayores


Actividad 9:
Cómo realizar la rendición del dinero del
empleador o la empleadora

Caso n.º 3

La hija de doña Juana dejó $ 300 para gastos y la persona empleada para su cuida-
do los utilizó de la siguiente manera:

• Compró productos de limpieza por un valor de $ 33,25


• Pagó un taxi para llevar a Juana al médico, $ 12,50
• Pagó una factura de cable en un Pago Fácil, $ 60
• Compró carne y verdura en el supermercado por $ 97,40
• En la farmacia le devolvieron $ 25,30 por entregar una receta de la obra social
• Pagó el médico a domicilio, $ 25
• Hizo un arreglo en el zapatero, $ 45
• Llevó a Juana a la peluquería, $ 60

Además, tenía $ 27,50 que habían quedado de la semana anterior, y que la hija de
doña Juana le dijo los tuviera junto al dinero de esta semana.

¿Cómo debería presentar los gastos a la empleadora?


Teniendo en cuenta los gastos y el dinero que le dio la empleadora, ¿cuánto dinero
debería entregarle?

Atención y cuidado de personas mayores • 265


Actividad 11:
¿Qué hacer ante una emergencia?

Caso n.º 4

Rosa estaba cocinando los fideos para Antonia cuando sonó el timbre. Rosa fue a
atender: era el diariero, que venía a cobrar. Mientras estaba realizando el pago, Anto-
nia se acercó a la cocina, quiso probar si los fideos ya estaban listos, realizó un mal
movimiento y se tiró la olla encima.

¿Qué debe hacer Rosa ante esta situación?


¿Cómo debe actuar frente a una quemadura con agua caliente? ¿Se debe quitar la
ropa? ¿Aplicar agua fría?

Caso n.º 5

Juana se levantó de dormir la siesta. María la notó rara y le preguntó si se sentía bien,
a lo que Juana respondió que le dolía un poco la cabeza. Pasada media hora, María
se acercó a Juana para preguntarle cómo estaba y percibió que Juana tenía dificulta-
des para hablar. Le tomó la presión arterial y observó que estaba muy alta: 180-100.

¿Qué debe hacer María ante esta situación?

266 • Atención y cuidado de personas mayores


Actividad 13:
¿Qué aprendimos?
¿Qué necesitamos mejorar?
Fichas de evaluación

Ficha de evaluación n.º 1

Autoevaluación de cuidado y atención de personas mayores

De los temas Lo nuevo que Quisiera saber Lo importante en el cuidado de personas


vistos, ya sabía: aprendí fue: más sobre: mayores es:

Lo que mejor se hacer como cuidador/a de personas mayores es:

Mis dificultades como cuidador/a de personas mayores son:

Atención y cuidado de personas mayores • 267


Ficha de evaluación n.º 2
Evaluación de cuidado y atención de personas mayores

Usted va a trabajar cuidando un matrimonio: Julia, de 82 años, con hipertensión y


Pedro de 84 años, con principio de demencia senil.

¿Qué preguntas haría a los hijos/empleadores? ¿Usaría alguna herramienta de regis-


tro? ¿Cuál y por qué?

¿Qué tendría en cuenta con respecto al cuidado de la salud de Julia y Pedro?

¿Qué le cocinaría a Julia? ¿Qué le aconsejaría a Pedro cuando no quiere comer?

Mencione tres actividades recreativas que podría realizar con ellos:

¿Qué tendría en cuenta para la prevención de accidentes en el hogar?

¿Qué tendría en cuenta para la rendición de los gastos?

268 • Atención y cuidado de personas mayores


Módulo 4

Atención y cuidado de
personas enfermas
Módulo 4: Atención y cuidado de personas enfermas

Tiempo
Encuentro Tema Actividad
(minutos)
1. ¿Qué significa, para el/la
Introducción a la atención y cuidado
Encuentro 1 cuidador/a y la familia, que una per- 120
de personas enfermas
sona esté enferma?

Introducción a la atención y cuidado


Encuentro 2 2. Algunas cuestiones prácticas 120
de personas enfermas

3. Información para comprender


Enfermedades con compromisos mejor a las personas que padecen
Encuentro 3 120
psicológicos. enfermedades con compromisos
psicológicos

4. El rol del/a cuidador/a con pacien-


Encuentro 4 Pacientes terminales 120
tes terminales

5. Cómo actuar en la atención de


El cuidado de personas con enfer-
personas que padecen enfermeda-
Encuentro 5 medades con compromisos psicoló- 120
des con compromisos psicológicos
gicos y pacientes terminales
y pacientes terminales

La alimentación de personas enfer- 6. La importancia de programar el


Encuentro 6 120
mas momento de la alimentación

Higiene y confort de los pacientes 7. Técnicas de higiene y confort


Encuentro 7 120
enfermos

8. Registro de datos y organización 60


de tareas
Encuentro 8 Actividades de gestión
9. La agenda del/la cuidador/a 60
10. Actividades de esparcimiento y
80
Estrategias para el uso del tiempo recreación
Encuentro 9 libre en la atención de personas
enfermas 11. La importancia de planificar el
40
uso del tiempo libre
Cuidados del cuidador/a a cargo de 12. Cuidarnos para poder cuidar 60
Encuentro 10 personas enfermas y prevención de
accidentes 13. Normas de bioseguridad 60

14. Revisión de los contenidos tra-


Encuentro 11 Revisión de contenidos 120
bajados en el módulo

15. ¿Qué aprendimos? ¿Qué necesi-


Encuentro 12 Evaluación 120
tamos aprender?
P resentación

En este módulo se trabajará sobre el cuidado y la atención de


personas enfermas. Se ha adoptado para el desarrollo de este
material el concepto biopsicosocial de salud, definido por la Or-
ganización Mundial de la Salud como “el estado de bienestar
completo en los aspectos físicos, mentales y sociales del ser
humano y no sólo la ausencia de enfermedades o padecimien-
tos” (OMS, 1948). Esto significa que la salud integral contempla
el bienestar físico, psicológico y social de una persona.

Desde este punto de vista, se ha encarado la planificación de


las actividades, contemplando los aspectos mencionados en el
concepto de salud para describir la atención que debe brindar
el cuidador o la cuidadora.

Se aborda el desempeño de su rol tratando de incorporar en la


mirada de los y las participantes las diferentes necesidades que
pueden presentar una persona enferma y su entorno familiar,
por ejemplo, la importancia del vínculo y la comunicación, las
características de algunas enfermedades más habituales, la ali-
mentación y la higiene del paciente, la conveniencia de planificar
actividades de esparcimiento. También se incorporan conteni-
dos acerca de los “cuidados del cuidador o la cuidadora”, en los
que se incluyen conceptos de bioseguridad, higiene ambiental,
así como técnicas y recomendaciones para su aplicación.

El objetivo final del módulo es que los y las participantes puedan


conocer las características particulares de la tarea del cuidado
de personas enfermas, y apropiarse de estrategias y técnicas
que les permitan brindar un servicio de calidad.
bjetivos
• Reconocer las competencias necesarias para la aten-
ción y cuidado de personas enfermas (competencias pre-
vias, adquiridas y requeridas).
• Promover el conocimiento de las características de dife-
rentes enfermedades y su compromiso físico y psicológico.
• Contribuir al desarrollo de capacidades y modalidades adecuadas para el trato
con personas con diferentes patologías.
• Promover la reflexión sobre la vinculación personal con el tema de la enfermedad
y la muerte, así como sobre posibles impactos en el ejercicio del rol.
• Favorecer el aprendizaje de prácticas y técnicas de higiene para atender a perso-
nas enfermas.
• Reconocer la importancia del momento de la alimentación para el/la paciente y de
la colaboración que cada paciente en particular requiere.
• Desarrollar competencias para la organización del trabajo y la realización de ges-
tiones en relación con el cuidado y atención de personas enfermas.
• Contribuir al conocimiento y aplicación de herramientas para el uso del tiempo
libre en el cuidado de personas enfermas.
• Reconocer deberes y derechos del/a cuidador/a en relación con el cuidado de sí
mismo/a.
• Promover el aprendizaje de diferentes técnicas y prácticas de bioseguridad y psi-
coprofilaxis.

• Características del rol del/la cuidador/a que atiende a


personas enfermas.
• Diferentes tipos de enfermedades, según compromi-
sos psíquicos y físicos. Cuidados paliativos.
• Características básicas de enfermedades con com-
promisos psicológicos: demencias, Alzheimer, Par-
kinson
• Modalidades adecuadas para tratar personas con las
diferentes patologías y para la administración de me-
dicamentos.
• Pacientes terminales: pautas de atención y cuidado.
• Recursos para la observación y comunicación con personas enfermas; comunica-
ción con la familia.
• Conocimientos previos acerca de la práctica de higiene personal de pacientes en
cama. Técnicas para la higiene y confort del/a paciente (baño en cama, rasurado,
higiene bucal, cuidado de uñas, cambio de pañales, uso de chatas y papagayos).
• Alimentación de pacientes enfermos/as: importancia de ese momento; técnicas para
la colaboración con el/la paciente; límites del/a cuidador/a; confort.
• Pautas para la organización del trabajo. Técnicas de gestión. Planificación de tareas
en el cuidado y atención de personas enfermas.
• Recursos para el uso del tiempo libre en la atención de las personas enfermas.
• Responsabilidades y derechos en el cuidado de la salud del/a cuidador/a. Prácti-
cas que favorecen el cuidado del/a cuidador/a. Aspectos a tener en cuenta desde
la perspectiva del cuidado personal.
• Normas y técnicas de bioseguridad.
• Evaluación de contenidos.

esultados

Al finalizar este módulo, los y las participantes estarán en condiciones de:


• Reconocer las competencias necesarias para ejercer tareas de atención
y cuidado de personas enfermas.
• Identificar características, posibilidades y necesidades de las personas
asistidas.
• Suministrar medicación prescripta, respetando indicaciones realizadas
por profesionales o familiares responsables.
• Reconocer y comunicar cambios físicos y psíquicos de la persona asisti-
da, discriminando casos en los que debe intervenir un profesional.
• Planificar y controlar los momentos destinados a la alimentación tenien-
do en cuenta las posibilidades y necesidades de la persona asistida, así
como las indicaciones de profesionales y familiares a cargo.
• Organizar recursos y planificar actividades vinculadas con la atención de
personas enfermas, así como con la realización de trámites y compras.
• Proponer y planificar actividades para la recreación y el uso del tiempo
libre según características y posibilidades de las personas asistidas.
• Considerar derechos y responsabilidades del/a cuidador/a en relación
con las personas asistidas y consigo mismo/a.
• Organizar las actividades relacionadas con la higiene de las personas en-
fermas, teniendo en cuenta necesidades y posibilidades de auto validez,
así como las medidas de seguridad más adecuadas.
• Planificar la organización del espacio y medios de uso habitual en función
de las características y necesidades de las personas asistidas, teniendo
en cuenta condiciones más adecuadas de temperatura, ventilación, lumi-
nosidad, entre otras.
• Desarrollar las tareas relacionadas con la alimentación y la higiene tenien-
do en cuenta normas de bioseguridad.
encuentro 1

Introducción a la atención y
cuidado de personas enfermas

Actividad 1:
¿Qué significa, para el/la cuidador/a y la familia,
que una persona esté enferma?

Objetivos
• Describir aspectos comunes de las personas que atraviesan una enfermedad.
• Identificar necesidades propias de una persona enferma, así como también los requeri-
mientos de sus familiares cercanos.

Tiempo estimado
120 minutos Nota para el/la
instructor/a

Recursos Para el desarrollo de este


tema, le sugerimos leer la
• Copias de la Ficha n.º 1 (HC M4) Ficha n.º 1 en HC M4.
• Papel afiche o pizarrón
• Marcadores o tizas

Desarrollo
a. Solicite que conformen pequeños grupos para reflexionar acerca de sus conocimien-
tos y experiencias en el cuidado y atención de personas enfermas, tomando en cuen-
ta las siguientes preguntas guía:
• ¿Tuvieron que cuidar a una persona enferma alguna vez?
• ¿Cómo fue esa experiencia?
• ¿Cuándo consideran que una persona está enferma?
• ¿Qué aspectos del individuo puede afectar una enfermedad?
• ¿Qué necesita una persona enferma de la persona empleada para su cuidado?
• ¿Y qué necesita su familia de la persona empleada para tal fin?
• ¿Cuáles son los espacios de trabajo en los que se mueve el/la cuidador/a de perso-
nas enfermas?

Atención y cuidado de personas enfermas • 275


• ¿De qué maneras debe comunicarse con las distintas personas con las cuales entra
en contacto cuando está al cuidado de una persona enferma?

b. En plenario, proponga que respondan a estas preguntas. Vaya registrando en el piza-


rrón o en el papel afiche una síntesis de las respuestas.

c. Construya con el grupo una caracterización del trabajo del/la cuidador/a de personas
enfermas. A partir de los aportes de los y las participantes, realice un listado de nece-
sidades de la persona enferma. Por cada necesidad, liste en una columna lo que el/la
cuidador/a puede hacer y en otra columna lo que no puede hacer, para así delimitar el
alcance del rol cuando se cuida a una persona enferma. Por ejemplo:

Necesidades de la persona ¿Qué puede hacer el/la ¿Qué no puede hacer el/la
enferma cuidador/a? cuidador/a?
• Tomar un medicamento1 • Suministrar la medicación pres- • Prescribir y administrar medica-
cripta por un médico, según las ción a la persona enferma sin
indicaciones recibidas. orden del médico o la familia
responsable.
• Alimentarse • Colaborar en el momento de la • Obligar a comer a la persona
alimentación. enferma.
• Tener en cuenta sus gustos y • Decidir su dieta.
preferencias.

• Higienizarse • Colaborar en la higiene. • Decidir sobre la temperatura del


• Preguntar a la persona enferma agua, etc.
de qué forma le resulta más có-
modo que se realice la higiene
personal.

d. Distribuya a cada participante una copia de la Ficha n.º 1 (HC M4), e invite a leerla y
a formular las preguntas que consideren necesarias. Realice una síntesis del tema
tratado teniendo en cuenta los conceptos de salud-enfermedad y la importancia de la
comunicación del cuidador con el enfermo, los profesionales, el entorno y la familia.

1
Se incluye información a modo de ejemplo.

276 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 2

Introducción a la atención y
cuidado de personas enfermas

Actividad 2:
Algunas cuestiones prácticas

Objetivos
• Aprender técnicas que facilitan la tarea de administrar medicamentos.
• Conocer algunas herramientas prácticas que ayudan a la ingesta de medicamentos.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos Nota para el/la


instructor/a
• Copias de la Ficha n.º 2 (HC M4)
• Cajas de remedios, jeringas dosificadoras, prospectos de Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
medicamentos, tazas medidoras, copias de recetas mé- Ficha n.º 2 en HC M4.
dicas
• Elementos para dramatización: frascos, pastillas de cho-
colate, reloj despertador
• Copias de la Tarjeta n.º 1 (RD M4)

Desarrollo
a. Comience explicando que una de las tareas que realiza el cuidador o la cuidadora de
personas enfermas consiste en suministrar la medicación (bajo prescripción médica)
al paciente. Es importante que el cuidador o la cuidadora esté informado/a acerca de
los medicamentos que ingiere la persona, la forma de administrarlos, la frecuencia
de las tomas y los posibles efectos secundarios, para evitar inconvenientes y poder
informar a la familia o a los y las profesionales responsables cualquier situación que
llame la atención.

b. Luego, solicite a dos participantes que voluntariamente dramaticen la situación pre-

Atención y cuidado de personas enfermas • 277


sentada en la Tarjeta n.º 1 (RD M4). Se espera que el cuidador o la cuidadora, uti-
lizando diferentes recursos que conozca, pueda lograr que el/la paciente tome la
medicación.

Tarjeta n.º 1

Catalina es una señora de 79 años que debe tomar varios medicamentos al día (sue-
le tener dificultades para tragar y no le gusta tomar medicamentos). El orden de las
tomas es el siguiente:
• 1 comprimido de A en ayunas al levantarse
• 30 minutos después, 50 mg de B acompañado de alimentos
• 2 horas más tarde, 20 cm3 de C y 1 comprimido de D
Tener en cuenta que A es el comprimido de mayor tamaño; las pastillas B son cada
una de 100 mg.

Indique a los/las demás participantes que pueden registrar por escrito sus observaciones
acerca de la situación planteada.

c. Una vez realizada la dramatización, invite al grupo a poner en común la experiencia y


las observaciones registradas, teniendo como guía las siguientes preguntas:

• ¿Qué acciones les parece que se hicieron de manera correcta? ¿Cuáles podrían co-
rregirse o mejorarse?
• ¿Cuáles son las técnicas posibles para recordar horarios y medicamentos que un
paciente debe ingerir?
• ¿Qué hacer si las pastillas a ingerir son muy grandes?
• ¿Qué aspectos son importantes tener en cuenta para administrarlas?

Vaya registrando en el papel afiche o pizarrón la síntesis de los diferentes aspectos conver-
sados en la puesta en común.

d. Una vez finalizada la puesta en común, distribuya las copias de la Ficha n.º 2 (HC M4).
Solicite a los participantes que realicen una lectura grupal.

e. Luego distribuya a los y las participantes copias de recetas médicas. Explique que no
se va a considerar específicamente el nombre del medicamento sino el tipo (pastilla,
grajea, cápsula, líquido) y la cantidad (1 pastilla y media, 5 ml, 1 tapa…) De no conse-
guirse copias de recetas médicas, puede crear modelos similares el equipo docente.
Pida a cada grupo que discuta y prepare las tomas de los “medicamentos” que se les
ha asignado (utilice pastillas de chocolate, agua, cápsulas vacías, jugos…) Solicite que
midan, corten, trituren, y “administren” las tomas de acuerdo a lo indicado.

f. Recorra los grupos aclarando dudas y luego pídales que expliquen y fundamenten lo
realizado. Cierre la actividad respondiendo las preguntas que surjan.

278 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 3

Enfermedades con compromisos


psicológicos.

Actividad 3:
Información para comprender mejor a las personas
que padecen enfermedades con compromisos
psicológicos

Objetivo
• Conocer las características propias de algunas enfermeda-
des que involucran compromisos psicológicos.

Tiempo estimado Nota para el/la


120 minutos instructor/a

Para el desarrollo de este


Recursos tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 3 en HC M4.
• Copias de la Ficha n.º 3 (HC M4)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Para iniciar el tema, retome aquellos conceptos trabajados referidos a la necesidad
de establecer un buen vínculo y comunicación con el/la paciente y su entorno, y que
permitan conocer las necesidades de la persona enferma y su familia. Mencione que
existen enfermedades que plantean dificultades mayores que otras para el desarrollo
de nuestra tarea, porque no sólo involucran trastornos físicos sino también psicológi-
cos y emocionales en la persona que las padece. Conocer acerca de estas patologías
puede ayudar a definir cómo manejarnos con la persona enferma, a planificar las es-
trategias más adecuadas para resolver cuestiones prácticas y a saber cuidarnos.

b. Invite a los y las participantes a describir, según su experiencia y sus conocimientos

Atención y cuidado de personas enfermas • 279


previos, las características de cada una de estas enfermedades: Parkinson, demencia
senil y enfermedad de Alzheimer. Puede ir registrando los saberes del grupo en tres
afiches diferentes o en un cuadro de doble entrada en el pizarrón como el que se pre-
senta a continuación. Si es posible, trate de clasificar: trastornos físicos o motrices y
trastornos psicológicos y emocionales.

Parkinson Demencia senil Alzheimer

Trastornos físicos o
motrices

Trastornos psicológi-
cos y emocionales

Estrategias de aten-
ción y cuidados

Una vez realizados los aportes del grupo, complete la información correspondiente a
cada patología de acuerdo con la descripción ofrecida en la Ficha n.º 3 (HC M4).

c. Distribuya entre los y las participantes copias


de la Ficha n.º 3 (HC M4), a fin de que puedan
profundizar después los contenidos tratados
Recomendaciones para el/la
en este bloque. Indique que durante el próxi- instructor/a
mo encuentro trabajarán a partir de la informa-
Muchos de los temas que se tratarán du-
ción allí ofrecida. rante este módulo pueden sensibilizar a los
y las participantes, ya que pueden remitir-
los a situaciones vividas con familiares o
personas conocidas. Es importante que el/
la instructor/a tenga esto en cuenta y que
pueda explicar a quienes participan que los
contenidos a tratar son necesarios para el
desarrollo del rol para el que se están for-
mando. También puede preguntar si alguien
está pasando por una situación en la cual
estos temas pueden resultarle extremada-
mente cercanos y considerar cómo se van
a trabajar estos temas con esa persona en
particular.

280 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 4

Pacientes terminales

Actividad 4:
El rol del/a cuidador/a con pacientes terminales

Objetivos
• Reflexionar acerca de las ideas del grupo y la conexión personal con la realidad de la
muerte.
• Conocer estrategias básicas para el cuidado del/a cuidador/a que acompaña a un en-
fermo terminal.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Copias de la Ficha n.º 4 (HC M4) tema, le sugerimos leer la
• Pizarrón o papel afiche Ficha n.º 4 en HC M4.
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Realice una breve introducción señalando que el cuida-
dor o la cuidadora debe contar con herramientas para poder acompañar y brindar
sostén al paciente terminal.

Comente que las situaciones de enfermedades terminales conectan al cuidador con la


idea que tiene de la muerte, con sus miedos, sus creencias, sus búsquedas de sentido
a la vida y, por tal motivo, se cree oportuno reflexionar al respecto.

Proponga a los y las participantes que cada uno/a exprese la primera palabra que se le
ocurra asociada a la palabra “muerte”. Escriba las expresiones en el pizarrón o en un afi-
che. Finalizada la ronda, haga una “devolución” o síntesis acerca de la idea que el grupo
tiene de la muerte. Comente que cada persona puede enfrentarse a la muerte de dife-

Atención y cuidado de personas enfermas • 281


rentes maneras a partir de sus creencias y vivencias personales. Explique la importancia
de tomar conciencia sobre el modo en que cada uno se conecta con la muerte, ya que
esto puede influir en el trabajo con personas que padecen enfermedades terminales.

b. Promueva la reflexión del grupo sobre el tema sugiriendo algunas preguntas guía,
como por ejemplo:

• ¿Qué pasa con la familia de la persona enferma? ¿Qué ocurre con la comunicación, los
sentimientos, los roles y tareas, los cambios, las decisiones…?
• ¿Aceptarían cuidar a un paciente terminal? ¿Por qué?
• ¿Qué le ofrecerían y cómo lo acompañarían?
• ¿Qué les ayudaría a enfrentar mejor ese momento?

Resalte que el cuidador o la cuidadora debe estar preparado/a para comprender la


situación por la que atraviesa la familia de la persona enferma. Puede aparecer en los
familiares rechazo hacia la muerte, sensación de fracaso y dificultad para adaptarse a la
enfermedad y su evolución, etc.

En caso de que alguno/a de los y las participantes tuviese experiencia de trabajar con
un enfermo terminal, invite a que la comparta con el resto del grupo.

c. A partir de esta información, exponga los conceptos acerca del cuidado de enfermos
terminales retomando la experiencia compartida e incorporando la información de la
ficha de trabajo, para ampliar los conocimientos de los y las participantes.

Mencione que es importante que el cuidador o la cuidadora reconozca las necesidades


de comunicación de la persona enferma, maneje sus distintas modalidades (verbal y no
verbal) y desarrolle las habilidades necesarias para vencer los distintos obstáculos en la
comunicación. La delicadeza, la calidez, la visión positiva añadiendo seguridad, la capa-
cidad de escucha y la empatía son actitudes fundamentales que la persona que atiende
un enfermo debe desarrollar.

Cuando se cuida al enfermo en el final de su vida, se debe tener presente que el rol del
cuidador o cuidadora no se reduce a la mera ejecución de tareas, pues está implicada
una relación interpersonal donde los aspectos emocionales, culturales y espirituales
deben ser considerados y valorizados. El enfermo debe ser considerado con todo el
respeto que le es debido como ser humano, respetando sus creencias y deseos, dando
al proceso de muerte la posibilidad de proseguir su curso, de forma natural, encaminán-
dose para un fin digno y sereno.

En esta fase, el enfermo debe percibir que no está solo, que continúa siendo importante
y que sus cuidados se extienden hasta los últimos momentos de vida.

d. Distribuya las copias de la Ficha n.º 4 (HC M4) para la lectura grupal y aclaración de dudas.
Indique que a partir de la información allí ofrecida se trabajará en el próximo encuentro.

282 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 5

El cuidado de personas con


enfermedades con compromisos
psicológicos y pacientes terminales

Actividad 5:
Cómo actuar en la atención de personas que
padecen enfermedades con compromisos
psicológicos y con enfermos terminales

Objetivo
• Conocer modalidades de acción adecuadas para el cuidado de pacientes con enferme-
dades que involucran compromisos psicológicos y pacien-
tes terminales.

Tiempo estimado Nota para el/la


instructor/a
120 minutos
Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Recursos Ficha n.º 5 en HC M4.
• Copias de la Tarjeta n.º 2 (RD M4)
• Papeles afiches
• Marcadores
• Copias de la Ficha n.º 5 (HC M4)

Desarrollo
a. Invite a los y las participantes a formar pequeños grupos. Entregue a cada grupo una
copia de la Tarjeta nº (RD M4) con la propuesta de trabajo y un papel afiche para es-
cribir:

Atención y cuidado de personas enfermas • 283


Tarjetas n.º 2 (RD M4)

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 3 sobre “Algunas enfermedades


comunes”, elaboren un listado de acciones que podrían realizarse, así como de ac-
titudes importantes a tener en cuenta, en caso de tener que desempeñarse como
cuidador o cuidadora de una persona que padece la enfermedad de Parkinson.

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 3 sobre “Algunas enfermedades


comunes”, elaboren un listado de acciones que podrían realizarse, así como de ac-
titudes importantes a tener en cuenta, en caso de tener que desempeñarse como
cuidador o cuidadora de una persona que padece demencia senil y/o Mal de Alzhe-
imer.

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 4 sobre “Los enfermos terminales”,


elaboren un listado de recomendaciones apropiadas para el caso de tener que des-
empeñarse como cuidador o cuidadora de una persona que padece una enferme-
dad terminal.

Señale que es importante incluir la experiencia adquirida, en caso de que alguno de los
participantes haya estado, en algún momento, al cuidado a una persona con las caracte-
rísticas indicadas.

b. Coordine la puesta en común de lo trabajado en cada grupo partiendo de lo que se


ha escrito en los afiches, favoreciendo el intercambio de opiniones acerca de las pro-
puestas elaboradas.

c. Distribuya a cada participante una copia de la Ficha n.º 5 (HC M4): invite a realizar una
lectura en pequeños grupos, comparando y completando, si fuera necesario, con
lo elaborado entre todos. Para finalizar, explique que aunque las patologías tratadas
tienen características más o menos definidas, cada paciente es una persona diferen-
te: no existen “recetas” cerradas para tratar con cada uno que produzcan siempre el
resultado esperado. Se trata entonces de estar informados, de conocer prácticas su-
geridas, de interactuar con la familia y los profesionales vinculados con el/la paciente,
pero sobre todo de poder aplicar criterios adecuados a la situación particular en la
que el cuidador o la cuidadora deba desempeñar su tarea.

284 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 6

La alimentación de personas
enfermas

Actividad 6:
La importancia de programar el momento de la
alimentación

Objetivos
• Reconocer la importancia de las condiciones en que se desarrolla el espacio de alimen-
tación de una persona enferma.
• Construir en conjunto algunas pautas a tener en cuenta
desde el rol del cuidador/a.
Nota para el/la
instructor/a
Tiempo estimado
120 minutos Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 6 en HC M4.
Recursos
• Copias de los Casos n.º 1, n.º 2 y n.º 3 (RD M 4)
• Copias de la Ficha n.° 6 (HC M4)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Solicite que se dividan en tres grupos. Entregue a cada grupo una copia con los tres
casos (RD M4) e indique que resuelvan cada situación enumerando las estrategias
que pondrían en juego desde el rol de cuidadores o cuidadoras. Entregue también
una copia de la Ficha n.º 6 (HC M4) para que puedan integrar la información y agregar
en ella lo elaborado en el grupo o lo aprendido con la experiencia.

Atención y cuidado de personas enfermas • 285


Caso n.º 1

Ana está en el sanatorio desde hace una semana. Por momentos, el dolor cesa. Está
cansada y sin hambre ni ánimo, y llega la comida a la habitación. El cuidador o la
cuidadora va a compartir este momento de alimentación.

¿Cuál sería la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Ana a sentirse más animada y comer? (Tengan en cuenta la posi-
ción física, el trato, la comunicación, etc.)
¿Qué harían si Ana no tiene apetito?

Caso n.º 2

Oscar está en su casa. Hizo el esfuerzo de levantarse de la cama para comer. Comió
un poquito y se siente satisfecho. Tiene muy poco apetito.

¿Cuál es la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Oscar a sentirse más animado y comer? (Tengan en cuenta la
posición física, las condiciones ambientales, el trato, la comunicación etc.)
¿Qué harían si Oscar no tiene apetito?

Caso n.º 3

Beatriz tiene muchos problemas para masticar y siente ardor en la boca. No le falta
el apetito pero ese malestar en la boca le quita las ganas de comer.

¿Cuál es la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Beatriz a comer? (Tengan en cuenta la posición física, el trato, la
comunicación, los cuidados corporales, etc.)
¿Qué harían para que Beatriz no pierda el apetito?

b. Una vez finalizado el trabajo grupal, coordine la puesta en común. Incluya el planteo
de las dificultades encontradas proponiendo el intercambio de opiniones acerca de
aciertos y errores, resaltando las prácticas más recomendadas.

Destaque que si se nota alguna alteración en la alimentación, o si la persona al cuidado


se niega a comer o presenta dificultades, siempre hay que comunicarlo a la familia y/o a
los profesionales a cargo para resolver la situación.

286 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 7

Higiene y confort de los pacientes


enfermos

Actividad 7:
Técnicas de higiene y confort

Objetivo
• Ejercitar técnicas para colaborar en la higiene y el confort de personas enfermas.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos Nota para el/la


• Sábanas instructor/a

• Papagayos y chatas Para el desarrollo de este


• Esponjas, guantes descartables, plásticos tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 7 en HC M4.
• Baldes, palanganas, diarios
• Máquinas de rasurar y alicates
• Vasos
• Jarras
• Copias de la Ficha n.º 7 (HC M4)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Introduzca el encuentro explicando que el objetivo consiste en que los y las partici-
pantes observen y luego ejerciten diferentes técnicas para higienizar y brindar confort
a las personas enfermas.

Atención y cuidado de personas enfermas • 287


Haga una demostración de cada una de las tareas mencionadas más abajo, teniendo en
cuenta las diferentes fases para su realización: preparación, realización, higiene del espacio
físico. En los casos en que considere necesario, solicite la participación de un voluntario o
voluntaria.

b. Dentro del espacio donde se lleva a cabo el encuentro, organice un “circuito de es-
taciones” en donde se realice cada una de las tareas. Realice una demostración de
cada una de las tareas con el apoyo de elementos reales, diagramas y proyecciones.
Proponga a los y las participantes practicar las diferentes técnicas. Es importante que
todos tengan la oportunidad de ensayar cada una de estas tareas.
Solicite a los y las participantes que realicen las distintas prácticas como si se encon-
traran en una situación laboral real. Resalte la importancia de comunicar a la persona a
su cuidado las distintas acciones que está realizando, anticipar los movimientos de un
modo amable y respetuoso, así como preguntar si se encuentra confortable (Consultar
acerca de la ropa, el perfume, el peinado, la temperatura del agua y conversar, si la per-
sona lo desea, hacen las tareas más amenas para la persona a la que se acompaña)

Tareas:
• baño en cama y en el baño: proponga a los participantes que turnándose se co-
loquen en una cama o camilla e indique los movimientos y posiciones correctas para
movilizar y sostener a la persona cuando se realiza un baño en cama.
• lavado de cabello: indique con ayuda de un/una voluntario/a los movimientos adecua-
dos y los instrumentos e insumos necesarios para el lavado de cabello.
• higiene bucal: puede realizarse una demostración, puede solicitar a los y las partici-
pantes que traigan un cepillo personal para que se realice la práctica.
• cambio de pañales: proponga a los y las participantes que por turnos se coloquen
en una cama o camilla e indique los movimientos y posiciones correctas para movilizar
y sostener a la persona cuando se realiza el cambio de pañales. Resalte que muchas
veces la persona al cuidado puede ser más pesada o ser más grande en tamaño que
el o la cuidadora, por lo que el correcto uso de procedimientos y técnicas será lo que
permita que las tareas se lleven a cabo de manera adecuada y sin perjudicar la salud
de quién las realiza.
• uso de chatas y papagayos: Invite a los y las participantes a la práctica de los movi-
mientos necesarios para realizar estas tareas. Solicite que presten especial atención a
las posturas y movimientos que se deben realizar para movilizar y levantar a la persona
que se encuentra en cama. La posición de las manos, para el sostén, así como la po-
sición de las piernas y flexión de las rodillas, son importantes para no realizar esfuerzos
innecesarios y cuidar la salud postural del cuidador o cuidadora. (ver Ficha n.7 HC M4)
• tendido de camas y puesta de zaleas: Es sumamente importante la práctica de esta
tarea y la realización de la misma por una persona sola, ya que en la mayoría de las si-
tuaciones de trabajo la persona a cargo del cuidado debe realizar esta tarea sin ayuda.
Pida a cada participante que realice esta práctica solicitando a un/a compañero/a que
se recueste en una cama para que se puedan mostrar paso a paso los movimientos
necesarios. Luego se rotarán los roles para que todos y todas puedan practicar.

288 • Atención y cuidado de personas enfermas


• movilización de pacientes en cama: Indique y preste atención a que se realicen los
distintos tipos de movilizaciones que pueden ser necesarias realizar en una situación
real de trabajo ( de una cama a una silla, de una silla a una cama, de cama a silla con
ruedas, de silla con ruedas a cama, de posición recostada a posición sentada en una
cama, de camilla a cama…)
• cambio de ropa: Puede realizarse esta práctica pidiendo a los y las participantes que
ocupen el rol de personas al cuidado que pongan encima de su ropa camisas o panta-
lones holgados para que los cuidadores y cuidadoras puedan practicar efectivamente
los movimientos y posturas adecuadas para realizar tareas de cambio de ropa.

c. Finalizados los ejercicios, realice una puesta en común acerca de cómo se sintieron
durante la experiencia, las dificultades encontradas y sus posibles soluciones.

Analice con los y las participantes cuáles serían las condiciones afectivas y ambientales
ideales a tener en cuenta para aumentar el confort de los pacientes. Vaya registrándolas
sintéticamente en un afiche o en el pizarrón.

Finalmente, distribuya a cada participante una copia de la Ficha N.º 7 (HC M4) e invite a
su lectura y puesta en común.

Se recomienda organizar la visita de un profesional en enfermería, para que las y los


participantes puedan realizar diferentes consultas.

Atención y cuidado de personas enfermas • 289


encuentro 8

Actividades de gestión

Actividad 8:
Registro de datos y organización de tareas

Objetivo
• Promover la utilización de instrumentos de registro de datos y de organización de acti-
vidades.

Tiempo estimado
60 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
• Tarjeta n.º 3 (RD M4) Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Cinta adhesiva Ficha n.º 8 (HC M4).
• Hojas y lapiceras
• Copias de la Ficha n.º 8 (HC M4)

Desarrollo
a. Introduzca este bloque mencionando que, en el caso de desempeñarse como cui-
dador o cuidadora de una persona enferma, probablemente el trabajo no se reduzca
a la atención personal de la persona enferma. Por ejemplo, es posible que surja una
emergencia médica o que haya que realizar otras tareas vinculadas con su cuidado,
ya sea en el domicilio o en internación.

b. Solicite que, en parejas, escriban en una hoja y en forma ordenada, los pasos a se-
guir frente a la resolución de una emergencia médica. Al finalizar en una pared o en
el pizarrón, pegue en forma desordenada las tareas que se presentan en la Tarjeta
n.º 3 (RD M4).

290 • Atención y cuidado de personas enfermas


pital Armar Llam
Ir al hos el bolso ar a l
a am
bulan
Avisar a la familia cia

ción
rda r do cumenta
Tranq Gua
uiliza Atender al paciente
ra l pac
iente
s
ne s y teléfono
eccio no
Solicitar ayuda
rd e na r las dir ue estén a ma Buscar d
O ara q inero
útiles p

c. Coordine la puesta en común. Según lo trabajado por los participantes, vaya ordenan-
do las fichas. En caso de aparecer diferencias, discutan los distintos puntos de vista y
traten de llegar a un acuerdo acerca de la mejor secuencia a seguir.

d. Enumere y explique cuáles son los puntos a tener en cuenta en casos semejantes,
señalando además la importancia de mantener registros de todas las acciones en
relación con el paciente. Señale que estos registros deben ser claros, ordenados e
incluir la información pertinente.

e. Distribuya las copias de la Ficha n.º 8 (HC M4)


y solicíteles que la lean en pequeños grupos
y sugieran correcciones o agreguen informa-
Recomendaciones para el/la
ción. instructor/a

Se puede reforzar esta actividad realizando,


por ejemplo, una o dos dramatizaciones
donde interactúen el cuidador o la cuidado-
ra y la persona enferma, con el/la médico/a
o enfermero/a. El grupo puede registrar por
escrito lo que ve en la escena. Luego, el ins-
tructor puede ver cada producción y evaluar
si es necesario o no trabajar más con algu-
nos participantes la comunicación escrita.

Atención y cuidado de personas enfermas • 291


Actividad 9:
La agenda del/la cuidador/a

Objetivo
• Valorar la importancia y la utilidad de contar con información específica sobre la persona
enferma para realizar cualquier gestión que se presente.

Tiempo estimado
60 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
• Copias de la Agenda para cuidadoras/es domiciliarios/as Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
(RD M4) para cada participante Ficha n.º 8 (HC M4).
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Al comenzar este encuentro mencione que además del registro periódico de la infor-
mación acerca del paciente, también es de utilidad el manejo de una agenda con da-
tos útiles para la organización y realización de las diferentes gestiones que se puedan
encomendar al cuidador o cuidadora.

b. Distribuya las copias de la Agenda para cuidadoras/es domiciliarios/as (RD M4) e in-
vítelos a reunirse en grupos pequeños.

Agenda para cuidadoras/es domiciliarias/os

Datos personales del paciente

Nombre y apellido: ....................................................................................


Sobrenombre: ...........................................................
Edad: ............................ Fecha de nacimiento: .........................
Documento de identidad. Tipo: ............... N°: ...............................................
Dirección: ................................................................................................
Teléfono: ................................................................................
Diagnóstico médico: ..................................................................................
.............................................................................................................
.............................................................................................................

292 • Atención y cuidado de personas enfermas


Discapacidades: ........................................................................................
.............................................................................................................
.............................................................................................................
.............................................................................................................
Alergias: .................................................................................................
.............................................................................................................
.............................................................................................................
.............................................................................................................

Médico tratante

Nombre:
Dirección:
Teléfonos Consultorio:
Celular:
Particular:
Horarios:
Reemplazante:

Cobertura médica

N° de afiliado:
Emergencias / teléfono
Sanatorios u hospitales suge-
ridos para internación:

Farmacias sugeridas Dirección Teléfono

Requisitos de la receta

Farmacia: ...................................................................
...................................................................
...................................................................
...................................................................

Atención y cuidado de personas enfermas • 293


Otros profesionales

Kinesiólogo
Dirección:
Teléfono:
Apoyo psicológico
Dirección:
Teléfono:
Otros (especialidad):
Dirección:
Teléfono:

Enfermeras Turno Teléfono Dirección

Empleador

Nombre: ............................................................................................................................................................................
Parentesco: ............................................................................................................................................................................
Teléfono: .................................................................................................................................................................................
Dirección: ...............................................................................................................................................................................
Fecha de pago: .....................................................................................................................................................................

Horarios de trabajo establecidos:

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo Feriados

Familiares que conviven:


1. ..........................................................................................................
2. .........................................................................................................
3. ..........................................................................................................

294 • Atención y cuidado de personas enfermas


Familiares que colaboran:

Nombre y apellido Parentesco Dirección Teléfono Horarios

Manejo del dinero Medicamentos Compras Pago de servicios


a cargo de la cuidadora
Comercios o Instituciones su-
geridas donde realizar cada
gestión

Detallar medicamentos, productos a comprar y pagos a realizar.

Trámites a realizar

Cobro de jubilación Pensión


Bancos:
Documentación requerida:
Fecha estimada de pago:

Autorización de recetas, tratamientos, etc.: documentación necesaria, lugar donde


se realizan las autorizaciones, horarios, etc.

Rendición de cuentas (guardar todos los tickets en una caja, ordenados por fecha y
rubro)

Atención y cuidado de personas enfermas • 295


Mes:
Dinero recibido: $

Gastos

Farmacia Supermercado Transporte Pagos Recreación Otros

Alimentación

Alimentos prohibidos Alimentos sugeridos

Administración de medicamentos

Vía oral Otros


Días Horario Medicamento Dosis Días Horario Medicamento Dosis

296 • Atención y cuidado de personas enfermas


Recreación
Tipo de actividad sugerida:

Lugares de paseo sugeridos:

Medios de transporte

Remises Nombre: Teléfono:

Radiotaxis Nombre: Teléfono:

Familiar responsable del transporte


Nombre:
Teléfono:

Compras sugeridas

Alimentos Marcas sugeridas Higiene Personal Hábitat Marcas


sugeridas

Procedimiento sugerido
1.
2.
3.
4.

Atención y cuidado de personas enfermas • 297


Proponga las siguientes consignas de trabajo:

• Lean detenidamente la Agenda para cuidadores/as domiciliarios/as. ¿Sugerirían algún


ítem que no está presente? ¿Quitarían alguno?
• Imaginen que son contratados/as para desempeñarse como cuidador o cuidadora de
una persona enferma que se encuentra internada: ¿qué adaptaciones harían a esta
agenda adecuadas a este ámbito de trabajo?

c. Coordine la puesta en común invitando a construir ahora entre todos la Agenda para
cuidadoras/es en sanatorio u hospital, tomando nota de los distintos ítems sugeridos
en el afiche o pizarrón.

d. Antes de cerrar este encuentro, y como tarea individual previa al próximo encuentro,
proponga la siguiente investigación:

1. ¿Qué juegos o actividades de esparcimiento realizan los adultos en nuestra locali-


dad?
2. ¿Cuáles de ellas son realizadas sólo por los hombres? ¿Cuáles solamente por las
mujeres?
3. ¿Alguna de estas actividades o juegos le resultaba desconocida?
4. Elija una de las actividades y explique: qué materiales se necesitan para realizarla;
cantidad de personas que participan; reglas del juego.

298 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 9

Estrategias para el uso del tiempo


libre en la atención de personas
enfermas

Actividad 10:
Actividades de esparcimiento y recreación

Objetivo
• Contribuir al manejo de diferentes estrategias para el uso del tiempo libre con personas
enfermas.

Tiempo estimado
80 minutos
Nota para el/la
instructor/a
• Información relevada por los y las participantes durante los
días previos a este encuentro. Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Pizarrón o papel afiche Ficha n.º 9 en HC M4.
• Tizas o marcadores
• Copias de la Ficha n.º 9 (HC M4)

Desarrollo
a. Solicite que formen pequeños grupos en los cuales se comparta la investigación realizada.

b. Coordine la puesta en común realizando en un afiche o en el pizarrón un listado de las


actividades relevadas. Si hubiera alguna desconocida, invite a compartir la informa-
ción recogida acerca de sus reglas, origen, personas que participan, etc.
Observe y señale que al compartir la información, probablemente surjan comentarios
acerca de gustos personales, posibles dificultades o anécdotas propias o de las perso-
nas consultadas.
c. Exponga brevemente los contenidos ofrecidos en la Ficha n.º 9 y luego distribuya las
copias entre los y las participantes, de manera que puedan profundizar más tarde la
información allí contenida.

Atención y cuidado de personas enfermas • 299


Actividad 11:
La importancia de planificar el uso del tiempo libre

Objetivo
• Valorar la importancia de la planificación de las actividades de esparcimiento y recrea-
ción.

Tiempo estimado
40 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
• Copias de la Ficha n.º 10 (HC M4) Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
• Pizarrón o papel afiche Ficha n.º 10 en HC M4.
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Explique que, para una persona enferma, el hecho de
poder mantener las actividades de esparcimiento que siempre le gustaron puede ser
muy importante. De este modo, intentar ayudarla a que las realice es el primer paso
al pensar en una actividad recreativa. Además, conviene contar con una variedad de
juegos y de materiales diferentes para poder ir sugiriendo otras actividades nuevas,
simplificar las usuales (que pueden tornarse dificultosas por los límites de la enferme-
dad). Puede enumerar las distintas sugerencias de la Ficha n.º 10 (HC M4), que se re-
fiere especialmente a personas con enfermedades con compromisos psicológicos.

b. Invite a formar grupos de tres personas. Distribuya las copias de la Ficha n.º 10 (HC
M4) y proponga la siguiente actividad:

Teniendo en cuenta la información ofrecida en la Ficha n.º 10 sobre posibles actividades


para el uso del tiempo libre y la investigación realizada, elaboren una lista de recomen-
daciones para el cuidador o la cuidadora a tener en cuenta para planificar el uso del
tiempo libre de una persona enferma.

c. Coordine la puesta en común registrando en el afiche o en el pizarrón las recomen-


daciones elaboradas por los grupos, resaltando la importancia de conocer, además
de las limitaciones propias de la enfermedad, los gustos y experiencias del paciente,
la conveniencia de consultar a la familia si fuera necesario, los recursos con los que
se cuenta, etc.

300 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 10

Cuidados del/a cuidador/a a cargo


de personas enfermas y prevención
de accidentes

Actividad 12:
Cuidarnos para poder cuidar

Objetivos
• Promover la valoración del cuidado personal como necesidad previa a la atención de
otras personas.
• Conocer medidas y sugerencias para el cuidado del/a
cuidador/a.

Tiempo estimado Nota para el/la


instructor/a
60 minutos
Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer la
Recursos Ficha n.º 11 en HC M4.
• Copias de la Ficha n.° 11 (HC M4)

Desarrollo
a. Inicie el encuentro haciendo un breve recorrido por los
contenidos trabajados desde el comienzo de este módulo: el significado de la en-
fermedad para la persona enferma y sus allegados, los requerimientos que pueden
plantearse al cuidador o cuidadora, las características de algunas patologías, las dife-
rentes tareas y situaciones a las que se ve enfrentado el cuidador o cuidadora.

b. Divida a los participantes en pequeños grupos. Pida a cada grupo que realice la re-
presentación de una de las siguientes situaciones:

• Ayudar a una persona dependiente a levantarse de la silla.


• Mover a una persona en la cama.

Atención y cuidado de personas enfermas • 301


• Pasar a un paciente de la cama a la silla.

c. Luego de que cada grupo resuelva la situación, proponga una puesta en común a
partir de las siguientes preguntas:

• ¿Creen que se cuidó el confort del paciente?


• ¿Consideran que se cuidó la salud del cuida-
dor o de la cuidadora?
Recomendaciones para el/la
• ¿Consideran que la tarea se podría haber instructor/a
realizado de otra forma? ¿Cuál?
En lo posible, se sugiere organizar la
visita de un profesional en enfermería,
Sintetice en el pizarrón los aportes de los y las par- ya que al tratarse del desarrollo de téc-
nicas específicas, sería interesante que
ticipantes. Posteriormente, complete lo registrado se pueda realizar esta instancia práctica
con la información de la Ficha n° 11. Distribuya con el asesoramiento de un especialista
de la salud.
copias de la ficha entre los participantes para
que cada uno pueda profundizar la información
después del encuentro.

302 • Atención y cuidado de personas enfermas


Actividad 13:
Normas de bioseguridad

Objetivo
• Aprender diferentes técnicas y prácticas de bioseguridad e higiene del hábitat.

Tiempo estimado
60 minutos

Recursos Nota para el/la


instructor/a
• Copias de las Fichas n.º 12 y n.º 13 (HC M4)
• Pizarrón o papel afiche Para el desarrollo de este
tema, le sugerimos leer las
• Tizas o marcadores Fichas n.º 12 y n.º 13 en HC
M4.

Desarrollo
a. Introduzca este bloque explicando que parte de los
cuidados que debe tomar el cuidador o la cuidadora
también están relacionados con el ambiente de trabajo y los instrumentos que utiliza.
Pregunte a los participantes:

• ¿Qué otros cuidados (además de los posturales) creen que debe tener el/la cuidador/a
para protegerse de posibles enfermedades?
• ¿Qué cuidados puede tener para proteger el medio ambiente?

Puede anotar las respuestas en el pizarrón o papel afiche. A continuación, y tomando lo


expresado por los y las participantes, exponga los contenidos de las Fichas n.º 12 y n.º 13
(HC M4).

b. Finalizada la explicación, invite al grupo a formular preguntas, agregar conocimientos


adquiridos en la práctica y hacer sugerencias vinculadas con las técnicas y normas
expuestas.

c. Solicite a los participantes que realicen una planificación semanal de cómo realizarían
estas tareas, cómo las distribuirían para poder cumplir con ellas y estar a cargo del
cuidado. Recuérdenles preguntar al empleador o empleadora si estas tareas están a
cargo del cuidador o cuidadora, o de otra persona.

d. Distribuya entre los participantes las copias de las fichas trabajadas con el objetivo de
que puedan profundizar la información después del encuentro.

Atención y cuidado de personas enfermas • 303


encuentro 11

Revisión de contenidos

Actividad 14:
Revisión de conceptos. Planteos de dudas y
preguntas. Cierre del módulo.

Objetivos
• Revisar conceptos, aclarar dudas, reforzar contenido y consolidar prácticas relaciona-
das con el rol a desempeñar.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• A definir por el/la instructor/a según las actividades diseñadas.

Desarrollo
Para organizar este encuentro es importante que el/la instructor/a evalúe el aprendizaje del
grupo e identifique necesidades, inquietudes y conocimientos que requieran de un nuevo
abordaje tanto para aclarar dudas como para reforzar conceptos, procedimientos, técni-
cas que no hayan sido consolidados. También es un espacio propicio destinado a realizar
prácticas de actividades relacionadas con el rol a desempeñar.

A continuación le presentamos sólo a modo de ejemplo, algunas actividades que podrán


utilizar en la jornada de revisión:
• Resolución de casos
• Dramatización de una situación de trabajo y análisis
• Visita y observación en una institución de la zona, y posterior análisis.
• Tarjetas con afirmaciones para evaluar V o F
• Detección de errores
• Preparación y presentación de una clase por parte de los/as participantes
• Extensión de las prácticas propuestas en los encuentros de cada módulo
• Invitación de alguna persona relacionada con los contenidos abordados que sea de
interés para profundizar un tema.

304 • Atención y cuidado de personas enfermas


encuentro 12

Evaluación

Actividad 15:
¿Qué aprendimos? ¿Qué necesitamos aprender?

Objetivos
• Evaluar el grado de adquisición de los conocimientos y de desarrollo de habilidades y
actitudes.
• Identificar los conocimientos, habilidades y actitudes que será necesario fortalecer.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Copias de Fichas de evaluación n.º 1 y n.º 2 (RD M4)
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores

Desarrollo
a. Entregue a cada participante la Ficha de evaluación n.º 1 y pida que la completen en
forma individual.

Atención y cuidado de personas enfermas • 305


Ficha de evaluación n.º 1

Autoevaluación de cuidado y atención de personas enfermas

De los temas vistos, Lo nuevo que Quisiera saber Lo importante en el cuidado de personas
ya sabía: aprendí fue: más sobre: enfermas es:

Lo que mejor hago como cuidador o cuidadora de personas enfermas es:

Mis dificultades como cuidador o cuidadora de personas enfermas son:

b. Coordine una puesta en común. Pida que algunos de los participantes lean sus fichas
o las comenten con sus compañeros.

c. A continuación, entregue a cada participante la Ficha de evaluación n.º 2:

306 • Atención y cuidado de personas enfermas


Ficha de evaluación n.º 2

Evaluación individual
Usted se presentará a una entrevista de trabajo para cuidar a un señor de 86 años, 90 kg,
que está en cama y su diagnóstico es hemiplejia. Esteban vive con su esposa, de 85 años,
que no lo puede cuidar porque tiene Alzheimer incipiente, por lo tanto sus hijos contratarán
a un cuidador o cuidadora durante el día.

¿Qué factores tendría en cuenta con respecto a la relación con la familia?

¿Qué preguntas haría a los hijos/empleadores? ¿Usaría alguna herramienta de regis-


tro? ¿Cuál y por qué?

Ya consiguió el trabajo, ¿cómo lo planificará?:


¿Qué tendría en cuenta con respecto al cuidado de la salud de Esteban?

¿Qué sugeriría si Esteban no quiere comer?

¿Qué recaudos tendría en cuenta para usar papagayos y chatas, considerando el


cuidado de su salud? ¿Cómo lo haría? ¿Qué elementos necesita?

Atención y cuidado de personas enfermas • 307


¿Qué tendría que tener en cuenta para tratar con la esposa de Esteban?

Explique la técnica para movilizar a Esteban en la cama. ¿Qué ejercicios cree que
puede realizar Esteban?

Tiene que llevar a Esteban al hospital para que le hagan una radiografía. ¿Cómo or-
ganiza la tarea? ¿Qué necesita?

308 • Atención y cuidado de personas enfermas


Módulo 4
Herramientas
conceptuales
Ficha n.º 1
La acción del cuidador en la
promoción de la salud de las
personas con enfermedad
Salud y enfermedad

El concepto de salud implica “el completo bienestar físico, psíquico y social, no sólo la au-
sencia de enfermedad o accidente” (OMS).
“Salud” y “enfermedad” son dos términos relativos que mantienen una relación inversa,
es decir, que necesariamente el incremento de una implica la disminución de la otra. Para
mantener la salud de las personas, es necesario tomar acciones preventivas, como por
ejemplo:
• mantener una alimentación variada y nutritiva, de acuerdo con las necesidades de cada
organismo;
• cuidar en forma constante y sostenida la higiene de los espacios, como así también la
higiene corporal;
• realizar ejercicios físicos.

El cuidador o la cuidadora de personas puede tener que relacionarse y prestar servicios a


una persona enferma en:

• Instituciones: hospitales, clínicas u otras instituciones de salud que la familia contrata


para asistir y cuidar a una persona enferma.
• Domicilios particulares: la familia u obras sociales contratan personal para cuidados
domiciliarios. Por ejemplo, en el caso de los y las pacientes con enfermedades progresi-
vas, avanzadas, sin posibilidad de cura, como muchos casos de cáncer, enfermedades
neurológicas, etc., se brinda cuidado paliativo, que consiste en recibir en sus domicilios
todas las técnicas de confort y la mayoría de los tratamientos.

Ya sea en el cuidado domiciliario, hospitalario o en el trabajo en instituciones, es funda-


mental que la persona encargada del cuidado siga las instrucciones del médico o médica
responsable, que nunca medique por su cuenta y que mantenga una comunicación lo más
fluida posible con la familia, informándola acerca del estado de la persona enferma. Una

1 Las fichas utilizadas para este encuentro son una compilación de materiales extraídos de diferentes fuentes, entre ellas: Cuidando
un enfermo en casa, Manual para la familia, PACI (Programa de Asistencia Continua Integral), Ministerio de Salud, Hospital Nacional
Baldomero Sommer y Programa Argentino de Medicina Paliativa, Fundación FEMEBA.

310 • Atención y cuidado de personas enfermas


de las bases del trabajo es la colaboración entre el o la paciente, la familia y los profesio-
nales.
Si bien numerosas enfermedades requieren que el o la paciente se encuentre en cama,
es necesario tener en cuenta que la cama genera dependencia. La persona cuidadora no
puede adoptar decisiones por sí misma respecto del paciente en cama, pero sí puede y
debe solicitar una guía de prevención de complicaciones al médico o médica de ca-
becera o su autorización para poner en práctica las que conoce.

Pilares de la tarea del/a cuidador/a de enfermos

• Vincularse con el/la paciente.


• Lograr una comunicación fluida y contenedora con el/la paciente y con sus familiares
cercanos. En este sentido, las tareas se relacionan con informar permanentemente so-
bre el estado del/la paciente.
• Realizar tareas para el confort de la persona enferma: considerando sus necesidades
físicas, sus sentimientos y pensamientos.
• Efectuar tareas de asistencia del/la paciente que contemplen sus posibilidades de auto-
cuidado cada vez que sea viable. Esas tareas se relacionan con el aseo, la medicación,
la alimentación, la hidratación, el control de excreciones, así como también con el uso
del tiempo libre, el descanso y el afecto.

La comunicación

El diálogo une a las personas y no debe interrumpirse cuando alguien está enfermo, ya que
suele ocurrir que, además, las personas en esta situación se sientan solas. Para facilitar el
diálogo, se recomienda:

• Respetar los deseos de la persona enferma y no conversar si no quiere hacerlo.


• Respetar los silencios es muy importante.
• Se puede transmitir cariño con una caricia o sólo estando junto a él/ella.
• Escuchar sus miedos y preocupaciones.
• Compartir sus sentimientos.
• Permitir el llanto cuando este aparezca.
• Ser honesto/a y delicado/a con la verdad.
• Respetar el rol habitual del/la paciente en la familia.
• Preguntar sobre sus necesidades, y no darlas por conocidas; ello ayuda a comprender-
se mejor.

Atención y cuidado de personas enfermas • 311


Ficha n.º 2
La administración
de medicamentos
Existen varios motivos por los cuales los y las profesionales de la salud prescriben medi-
camentos de distintos tipos.

Una de las funciones del rol del cuidador o cuidadora en este sentido se relaciona con ad-
ministrar los medicamentos según prescripción médica. Para ello puede valerse de alguna
de las siguientes herramientas:
• Anotar en una planilla las dosis de cada uno de los medicamentos que el o la paciente
debe tomar.
• Utilizar alarmas de relojes para recordar horarios de administración de medicamentos,
por ejemplo, en el momento de la noche.
• Utilizar pastilleros organizados con espacios para los medicamentos de cada día de la
semana.
• Despertar a él o la paciente en el momento de la administración de remedios.

Herramientas prácticas para asistir en la ingesta de medicamentos, según las


diferentes presentaciones:

Comprimidos:
• Si los comprimidos son muy grandes, pueden cortarse en mitades o cuartos para que
puedan ser tragados en forma separada y con más facilidad.
• Se puede consultar al médico si los comprimidos pueden ser triturados o mezclados
con líquidos o comida.
• Las cápsulas pueden abrirse para suministrar el polvo de su interior.
• Si la boca o la garganta están secas, es conveniente tragar unos sorbos de agua antes
de administrar la medicación.

Líquidos:
• Los medicamentos líquidos deben ser medidos con precisión usando una jeringa. Es
conveniente disponer de varias jeringas para cargarlas una vez por día y dejarlas en la
heladera para cuando se necesita administrar dosis en horarios nocturnos.
• Los medicamentos líquidos siempre deben agitarse antes de ser usados.
• No use cucharas de la platería común para administrar un medicamento, ya que no
todas son del mismo tamaño. Una cucharadita normal podría ser tan pequeña como
media cucharadita o tan grande como dos cucharaditas.
• Las cucharas medidoras utilizadas para cocinar son precisas, pero se derraman con
facilidad.

312 • Atención y cuidado de personas enfermas


• Las jeringas orales tienen algunas ventajas para administrar medicamentos líquidos:
• Son precisas
• Son fáciles de usar
• Usted puede llevar una jeringa con tapa cuando tenga que salir.
• Las tazas dosificadoras también son una forma práctica para la administración de me-
dicamentos líquidos. Verifique siempre que las unidades (cucharadas, cucharaditas, ml
o cc) en la taza o la jeringa concuerden con las unidades de la dosis que desea admi-
nistrar.
• Los medicamentos líquidos con frecuencia no saben bien, pero en la actualidad hay
disponibilidad de muchos sabores que se le pueden agregar a cualquiera de estos me-
dicamentos. Al respecto, pregúntele al farmaceuta.

Preparación de medicamentos
• Es importante leer detenidamente el instructivo del medicamento y recordar que, en
caso de requerirlo, se preparan con agua previamente hervida o mineral a temperatura
ambiente.
• Limpiar siempre cucharas, tapas y frascos.
• Antes de administrar una medicación, lavarse las manos.

Administración oral de medicamentos

Pasos de la sistemática
Preparación de los elementos complementarios.
• Jarra con agua, leche, jugo, etc. (según corresponda).
• Vaso.
• Bandeja.
• Sorbete o bombilla.
• Recipiente pequeño para contener el medicamento.
• Cuchara, cucharita o elemento de medida si el fármaco es líquido.
• Servilleta.
• Triturados o guillotina de medicamentos.

Preparación del medicamento


Teniendo en la mano las indicaciones se lee el nombre del medicamento.
Se busca el medicamento en cuestión a través del rótulo
Antes de la preparación se vuelve a leer el nombre del medicamento en el rótulo. (lectura
de seguridad).
Limpieza de las tapas de los frascos, cucharas, etc. La medicación se administra previa
HIGIENE DE LAS MANOS y lo que es mucho mejor, con la posterior colocación de guantes
descartables.

Administración propiamente dicha


• Informar a la persona que se le va a dar la medicación.
• Observar todas las reglas de la deglución (Ver trastornos de deglución)

Atención y cuidado de personas enfermas • 313


• Mantener durante el acto una adecuada comunicación.
• Asegurarse que la persona deglutió el medicamento y que la tarea fue satisfactoria

Valoración del trastorno de deglución


• El riesgo de aspiración se valora pidiéndole al paciente que tosa ( la persona mayor que
no puede toser en forma voluntaria o lo suficiente como para arrancar secreciones de la
boca, corre severos riesgos de aspiración)
• Valorar si el reflejo de deglución es adecuado, observando la subida y bajada de la la-
ringe durante la deglución.
• Tener en cuenta que las secreciones salivares pueden hacer que el paciente se atragan-
te o tenga nauseas.

Medidas a adoptar
• Mantener los vasos llenos de bebida para no tener que llevar la cabeza hacia atrás para
tomar.
• Los líquidos se darán separados de los sólidos.
• La experiencia indica que tanto para darle de comer, como para administrarle un medi-
camento a una persona mayor, que se encuentra sentada a la mesa, o en la cama, es
preferible que el/ la cuidador/a se siente a la par con una banqueta o silla baja. La idea
es que la cuchara llegue a la boca de la persona mayor siempre desde abajo, nunca
desde arriba.

314 • Atención y cuidado de personas enfermas


Ficha n.º 3 Ficha n.º 3
Algunas enfermedades comunes1
Parkinson
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa. Es de carácter cró-
nico, progresivo y lento. Afecta a la zona del cerebro encargada del control y coordinación
del movimiento, del tono muscular y de la postura.

Es por ello que las principales manifestaciones de la enfermedad expresan un control


deficiente de los movimientos: temblor, lentitud generalizada, rigidez y alteraciones de la
postura y de la marcha.

Demencia senil
Se trata de un síndrome mental orgánico que se caracteriza por un deterioro de la memoria
a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto, juicio y modifica-
ciones de la personalidad. Todas estas alteraciones son lo suficientemente graves como
para interferir significativamente en las actividades de relación, laborales o sociales.

El deterioro del estado general es variable. Es leve cuando el enfermo o la enferma con-
serva la capacidad de independencia, con un juicio relativamente intacto y una adecuada
higiene personal. Es moderado cuando necesita algún grado de supervisión. Y es grave
cuando necesita supervisión continua, con estado vegetativo.

Esta enfermedad produce graves alteraciones de la conducta que pueden estar acom-
pañadas de un estado de embotamiento afectivo con desinterés y abulia, desorientación
temporal y espacial, y atención pobre y lábil que se fija dificultosamente, por lo cual la per-
sona enferma se distrae con facilidad sin prestar interés (desorientación apática) a lo que
sucede en su entorno.

Puede presentar también problemas de la memoria de fijación y de evocación; el lenguaje


se torna pobre y la conversación de la o el paciente puede girar siempre sobre los mismos
temas, o bien puede repetir las palabras que se le dicen, o responde cosas diferentes de
las que se le preguntan; tiene dificultad para nombrar los objetos y para resolver cuestiones
simples (trastornos del juicio).

Aparece una suerte de “incontinencia” emocional, es decir, emociones inadecuadas a la


situación, con episodios de llanto o risas sin motivos o explosiones verbales.

1 Tanto esta ficha como las siguientes son compilación de distintos materiales de consulta: Manual de PAMI; Manual argentino para el
cuidado de ancianos, de Valderrama; Guía práctica sobre la enfermedad de Parkinson, de la Asociación Parkinson Madrid; material
de Fundaprev Argentina; material de la Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer y alteraciones semejantes de la República
Argentina (www.alma-alzheimer.org.ar).

Atención y cuidado de personas enfermas • 315


La persona deambula incesantemente o se pierde en ambientes que le eran familiares. Son
frecuentes las agitaciones nocturnas, las incontinencias urinarias o fecales, y los automatis-
mos motores sin sentido práctico. Padece también alteraciones en la locomoción, que se
torna temblorosa o difícil, a pequeños pasos.

Una de las demencias más conocidas es el Mal de Alzheimer, alcanzando el 50% de las
personas con enfermedades neurodegenerativas.

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?2


La enfermedad de Alzheimer es la más común de las demencias. Ataca aquellas partes
del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. El proceso de la en-
fermedad es gradual y generalmente la persona se deteriora paulatinamente. A modo de
imagen, para facilitar la comprensión de esta enfermedad, podemos pensar en nuestro ce-
rebro como una casa con todas las luces prendidas. Cuando se padece la enfermedad, se
van apagando las luces de todos los ambientes hasta dejar la casa en total oscuridad. Así
queda el cerebro de una persona con Alzheimer, dado que todavía no se ha encontrado la
cura, las luces no se pueden volver a prender. Sin embargo es posible conocer una serie
de instrucciones, pautas, recomendaciones para que los/as cuidadores/as, conociendo
la enfermedad, puedan brindar asistencia a las personas que las padecen y contribuir a
mejorar su calidad de vida. La enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual aunque
se supone que hay más mujeres enfermas que varones, tampoco distingue condición so-
cial, ni etnia. Aunque es más común entre las personas mayores de 60 años, lo jóvenes
también pueden padecerla.

La enfermedad afecta a cada persona de manera diferente, su impacto depende de cómo


era la persona antes de la enfermedad, su personalidad, condición física o estilo de vida.
Se pueden distinguir tres momentos diferentes en el desarrollo de la enfermedad: la etapa
temprana, intermedia y tardía. Esta división es útil para ayudar a entender el progreso de
la enfermedad, les permite a los/as cuidadores/as estar alertas a los potenciales cambios
y permitir planear situaciones futuras. Cada persona vivirá el progreso de la enfermedad
de manera distinta. Algunos de los aspectos descriptos a continuación también pueden
aparecer en cualquier etapa.

• Primera etapa o etapa temprana:


Por tratarse de una enfermedad gradual es difícil de precisar el momento exacto de
comienzo, suele confundirse incorrectamente con episodios “normales” dentro del pro-
ceso de envejecimiento. La persona puede tener pérdida reciente de la memoria, estar
desorientada en tiempo y espacio, estar apática y con falta de interés para tomar deci-

2 Texto elaborado en base al asesoramiento y material aportado por la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer (ALMA),
Lacarra 78, Buenos Aires, Argentina, Tel/Fax: (0054-11) 4671-1187 y 4674-4357. Dicha entidad brinda asistencia y apoyo a los
enfermos y familiares de enfermos para comprender la enfermedad y mejorar la calidad de vida de pacientes y cuidadores/as. En
muchas provincias argentinas se han abierto otras entidades bajo el paraguas institucional de ALMA que desarrollan acciones en
el mismo sentido.

316 • Atención y cuidado de personas enfermas


siones y realizar actividades o participar en entretenimientos, dificultad con el lenguaje,
olfato y audición deficiente. También puede presentar cambios de carácter y humor.
• Segunda etapa o intermedia:
Puede presentar olvidos, especialmente acerca de los “modos de hacer las cosas” o
episodios recientes, de nombres de los familiares y personas cercanas. Se pierde dentro
de la casa y el barrio, desconoce los lugares que antes frecuentaba habitualmente. En
consecuencia la persona enferma no puede salir sola, tampoco cocinar o limpiar en la
casa sin una mirada que advierta signos de alerta. También se deteriora su desempeño
en el trabajo. Necesita ayuda con la higiene personal, con el baño y vestirse con auto-
nomía. En esta etapa tienen una acentuada dificultad con el habla, también comienzan
a deambular sin saber a dónde van y pueden llegar a tener alucinaciones. Si fuera así,
el/la cuidador/a no debe contradecir a la persona sino tratar de distraerlos/as con algún
asunto que derive su atención hacia otro tema que pueda ser de interés para ellos/as
(por ejemplo: “Mirá, ¡eso es lo que a vos te gusta!” o “¿Me ayudas con esto?”
• Tercera etapa o tardía:
Esta etapa es de total dependencia e inactividad. Los deterioros anteriores se acentúan
y la persona puede tener dificultades para comer, para entender e interpretar situa-
ciones diarias, para caminar. Puede perderse dentro de su propia casa, no reconocer
familiares muy allegados o amigos y no identificar objetos conocidos. Puede presentar
incontinencia urinaria y fecal, comportarse de forma inadecuada en público y estar en
silla de ruedas o postrada en la cama.

Indicaciones para facilitar la tarea del/a cuidador/a durante las distintas etapas

Para la Primera y Segunda etapa se aconseja:

Establecer rutinas dentro de la vida usual del/a paciente que le ofrezcan seguridad y orden.
Esto le ayudará a mantener su independencia y su autoestima, facilitando así las tareas
del/a cuidador/a.

Estos enfermos comprenden más de los que pueden expresar, recuerde que el/la pacien-
te preserva su capacidad de sentir y lo que las personas alrededor digan o hagan puede
afectarle.

Evite discutir, señalar olvidos o incompetencias sobre los hechos diarios. Recuerde que lo
que hace la persona enferma es producto de su enfermedad y no su responsabilidad o
gusto.

Simplifique las tareas y las cosas y no ofrezca demasiadas posibilidades para elegir.

Ríase con la persona y no de ella. El humor puede aliviar el estrés. Si al/a la paciente le
gusta, escuche música, baile con él/ella, juegue y haga cualquier tipo de ejercicio físico que
esté autorizado por el médico. Salga a caminar, a sentarse en la plaza, a visitar parientes y
amigos. Mire fotografías, pídale que cante o cante usted si le gusta, recite versos, cuéntele

Atención y cuidado de personas enfermas • 317


historias. No olvide que la persona que tiene a su cuidado tiene una historia y experiencia
de vida, que por momentos recuerda cosas y que si entabla una buena relación puede
tener deseos de contárselo al o la cuidador/a.

Aproveche las habilidades que el/la paciente conserva y planee actividades en relación a
ellas, esto le permitirá a la persona fortalecer su dignidad a la vez que le otorgará sentido
a su cotidianeidad.
Hable claro, despacio, cara a cara y mirando a los ojos para asegurarse que la persona
vea y oiga bien (controle usted los lentes y el audífono si los usa). Demuestre afecto, preste
atención al lenguaje corporal de la persona enferma, cuando ya no hablan se comunican
a través de los gestos y señales, asegúrese que la persona le presta atención antes de
transmitirle su mensaje.
En estas dos primeras etapas las “ayudas memoria” son importantes. Exhiba fotos gran-
des con los nombres de los familiares, coloque etiquetas con letras grandes y brillantes
para nombrar las habitaciones de la casa.
El baño y la higiene personal son de suma importancia porque el paciente puede haberse
olvidado “cómo se hace”, “para qué se hace” y en general se niegan a hacer lo que ya se
han olvidado. Pueden no reconocer la temperatura del agua y causarles temor el agua
de lluvia porque ya no reconocen su utilidad. Trate que sea un momento agradable, si la
persona demuestra pudor deje que vista su ropa interior, cubra la parte ya lavada y seca y
continúe con piernas y pies. Si la persona se niega, pruebe en otro momento. Muéstrele la
temperatura del agua y cómo higienizarse y déjelo solo/a pero no lo pierda de vista. El baño
debe tener ciertos elementos que le ofrecen a la persona enferma seguridad: pasamanos
para agarrarse en el sector de la ducha, alfombra antideslizante y una silla. Es conveniente
modificar el baño, si se puede, sacándole la bañadera para facilitar la seguridad del pa-
ciente.
En cuanto a la acción de vestirse y desvestirse es recomendable tratar de que la persona
se mantenga autoválida la mayor cantidad de tiempo posible. Preséntele la ropa en el or-
den en el que debe colocársela, elimine cierres y coloque elásticos en la cintura. Deje nada
más que la muda necesaria en el placard. Trate que el calzado sea antideslizante.
Evalúe si la persona puede preparar su propia comida, si no es así trate de realizar la
actividad en forma compartida, retirando todo aquello que pudiera resultar peligroso. La
comida debe ser cortada en pequeños trozos, en la tercera etapa el o la cuidador/a debe
ayudarlo/a a comer o permitirle agarrar la comida con las manos: pequeños trozos de
tortilla, milanesa, tomates, huevos duros, empanadas, pizzas, tartas, etc. Sepa que ya no
reconocen entre lo frío y lo caliente y hay que ayudarles a ingerir los líquidos y los sólidos
sin quemarse.
La dificultad para dormir y la inquietud de noche es común y crea inconvenientes. Trate que
la persona enferma no duerma de día, que camine lo que más pueda y asegúrese que al
acostarse se sienta cómodo/a en la cama.
Un tema que ofrece serias dificultades es la pérdida de objetos y la consecuente acusa-
ción de robo a las personas que están a su alrededor. El olvido acerca del lugar dónde lo
dejaron más la inseguridad que les causa no saber qué les pasa, hace que hagan respon-
sables a las personas con las que conviven a diario. Lo importante es no tomarlo personal-

318 • Atención y cuidado de personas enfermas


mente, ni responder con actitudes defensivas y decirles que les ayudarán a buscarlo. Trate
de conocer sus escondites y revise cajas y bolsas antes de tirarlas.
La agresión y la violencia en las personas con Alzheimer casi siempre están causadas por
reacciones de los familiares o los/as cuidadores/as que agreden al paciente. Si ocurre trate
de acercarse con afecto, derivando el tema y restándole importancia, a veces saliendo del
lugar, sin dejar de vigilar, tranquiliza al paciente. Si estas reacciones se repiten es conve-
niente consultar al médico.

Para la Tercera etapa se aconseja:

Contar con una enfermera especializada o persona formada en el cuidado de personas con
enfermedad de Alzheimer. Si la persona enferma está en silla de ruedas o en la cama hay
que controlar permanentemente las escaras. Solicitar a la obra social un colchón de agua
o aire, cama ortopédica, pañales y personal que lo visite todos los días para higienizarlo/a
y atenderlo/a al menos varias horas al día. Es importante dar a conocer la ley de discapaci-
dad para demenciados 24.901 que contempla la situación de las personas con Alzheimer
y que sostiene que la obra social, la prepaga y/o el Estado Nacional deben proveer todo lo
que el médico prescriba, gratuitamente.

Los pacientes deben tener su certificado de discapacidad3 para acceder a estos benefi-
cios. Las personas que viven en la Capital Federal deben hacer el trámite en el Hospital
de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear, situado en la calle Warnes 2630 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Quienes viven en el interior del país, pueden informar-
se acerca de los requisitos correspondientes y retirar un turno para la evaluación, en el
Área de Juntas Médicas del Servicio Nacional de Rehabilitación en Ramsay 2250, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.

También pueden realizarse consultas a la línea de atención gratuita de asesoramiento acer-


ca del trámite: 0800-999-2727.

3 La asociación ALMA en Buenos Aires, brinda asesoramiento gratuito a las personas que quieran iniciar el trámite de discapacidad,
para ello es necesario solicitar un turno por teléfono previamente.

Atención y cuidado de personas enfermas • 319


Ficha n.º 4
Los enfermos terminales
El cuidador o la cuidadora de personas con enfermedades terminales tiene que estar
atento/a a todas sus necesidades. De alguna manera, debe estar preparado/a para enfren-
tar la muerte de la o el paciente.

La persona que cuida y atiende a una persona que padece una enfermedad terminal tiene
que estar atento al confort y a la comodidad de la o el paciente. También debe respetar
las creencias e ideales de la persona enferma.Las preguntas sobre el sentido de la vida
cobran especial importancia cuando se acerca el final de la vida. Por eso, el cuidador o
cuidadorade personas enfermas puede ayudar a la o el paciente a pensar sus propias res-
puestas a estas preguntas indagando, por ejemplo, en las creencias que ha tenido antes
del momento de la enfermedad. Tal vez en ellas puedan encontrar sentido y fortaleza. Si la
persona está seriamente deprimida debido a la preocupación por la muerte, es importante
comentarles la situación a los familiares y buscar en forma conjunta alternativas para que
transite este momento con la mayor serenidad posible.

Escuchar es una de las ayudas más importantes que el cuidador puede aportar. Es funda-
mental que el cuidador esté dispuesto a hacerlo. Hablar con otra persona que sea com-
prensiva puede ayudar a la persona enferma a ver que los demás la valoran y entienden.
La persona enferma posiblemente necesite dar sentido a sus propias experiencias vitales,
contar recuerdos, hablar del pasado y buscar en este el significado de lo que sucede.

También el contacto físico a través de una caricia puede resultar confortable para el enfer-
mo o la enferma.

Sin embargo, no hay fórmulas predeterminadas: es algo que se construye en cada mo-
mento y con cada persona en particular.

Se rescata la importancia de hablar con la persona enferma con la verdad apropiada. ¿Qué
es la “verdad apropiada”? Es lo que la persona enferma está dispuesta a escuchar, lo que
necesita saber en ese momento, y que surge desde la profundidad del afecto y de lo que
hayan indicado sus familiares.

Es de gran importancia para la persona a cargo del cuidado sentirse acompañada por la
familia y los profesionales correspondientes, poder expresar con tranquilidad sus senti-
mientos frente a la situación que se está viviendo para poder asistir a la persona enferma
con una mayor profesionalidad.

320 • Atención y cuidado de personas enfermas


Ficha n.º 5
El cuidado de personas que
padecen enfermedades con
compromisos psicológicos y
pacientes terminales
El cuidado de enfermos/as con Parkinson1

En caso de tener que asistir a una persona enferma de Parkinson, es conveniente tener en
cuenta algunos cuidados posibles.
• Mejorar la movilidad: ayudándola a realizar caminatas, ejercicios de marcha, de elonga-
ción y posturales.

La rigidez de los músculos afecta al tronco y las extremidades, y el cuerpo no tiene la fle-
xibilidad suficiente como para corregir estos desequilibrios, por lo cual se producen caídas
frecuentemente. Con la finalidad de que esta complicación avance con más lentitud, se
puede indicar a la o el paciente que se siente en una silla y trate de girar el tronco para
mirar hacia atrás, empezando por girar la cabeza y después los hombros. Otro ejercicio
consiste en indicarle que gire lentamente su cabeza en círculos para relajar la musculatura
cervical.

El temblor de las manos es un síntoma muy molesto y difícil de controlar. Una manera de
ayudar a la persona enferma es indicarle que sostenga algún elemento en la mano que
tiembla.

Para la marcha, un ejercicio útil consiste en ir marcando el paso: “izquierda-derecha, iz-


quierda…”.

Las caminatas pueden ser apoyadas por un andador, pero el andador corriente, aunque
evita que la persona enferma acelere mientras avanza, también detiene el inicio de la mar-
cha. Además, el hecho de tener un “obstáculo” delante impide aumentar la velocidad. Un
andador con ruedas o una simple silla con ruedas posibilitan un andar continuo.

Cuando el o la paciente camina, tiene tendencia a inclinarse hacia adelante. En cambio,


cuando se detiene o se sienta, la tendencia es a hacerlo hacia atrás. Estas inclinaciones
también predisponen a las caídas.

1 Estos temas complementan lo revisado en las Fichas n.° 3 y n.º 4, correspondientes al Encuentro N.° 3 (Módulo 4).

Atención y cuidado de personas enfermas • 321


La paciencia, el buen trato y los estímulos positivos son siempre beneficiosos y permiten
algunas mejorías.
• Mejorar la independencia: las dificultades motoras de la persona enferma de Parkinson
entorpecen la realización de actividades tan simples como alimentarse o vestirse. Sin
embargo, siempre que sea posible, es importante estimularla a que lo haga por sí mis-
ma, aunque le demande más tiempo.
• Mejorar la comunicación: los y las pacientes afectados por esta enfermedad tienen pro-
blemas del habla que generan trastornos en la comunicación con sus familiares y allega-
dos. También sufren cambios en el lenguaje gestual por la alteración de los músculos de
la cara. Mejorar la comunicación con estas personas contribuye a evitar el aislamiento
social y la depresión.

Algunos consejos útiles:


• Asegurarse que la persona pueda oír y ver bien.
• Siempre hablarle mirándola a la cara y acompañar el lenguaje verbal con señas u objetos.
• Hablar de manera pausada, con frases breves y sencillas.
• Hacer preguntas que se puedan responder con simples afirmaciones o negaciones.
• Ayudar con alguna palabra o el comienzo de alguna frase, para que la complete.
• No corregirla en forma permanente. Tratar de estimularla para que converse con fluidez,
aunque notemos que comete errores.

El cuidado de personas con demencia senil / mal de Alzheimer

Algunas sugerencias:
• Establecer rutinas diarias: una rutina puede disminuir la toma constante de decisiones y
traer orden y estructura a la vida cotidiana. Las rutinas otorgan seguridad a la persona
enferma con Alzheimer. A pesar de que una rutina pueda ser útil, es importante mantener
las cosas lo más normales posible. En la medida en que la situación lo permita, es impor-
tante tratar a la persona de la misma manera que se lo hacía antes de la enfermedad.
• Mantener la independencia de la persona: es necesario que mantenga su independen-
cia el mayor tiempo posible. Ayuda a que mantenga su autoestima. Siempre se deberá
evaluar cada caso, ya que sólo podrá hacerse cuando no represente un riesgo para él
o ella, o para otros.
• Ayudar a mantener la dignidad de la persona: algunas actividades planeadas pueden
ayudar a elevar el sentido de la dignidad y autoestima, dándole un propósito y signifi-
cado a la vida. Una persona que fue ama de casa, comerciante, jardinero, etc., puede
sentirse mejor si practica las habilidades relacionadas con esas tareas.
• Simplificar las tareas: simplifique las actividades de la persona enferma. No le ofrezca
demasiados elementos para elegir.
• Conservar el sentido del humor: reírse con la persona enferma con Alzheimer y no de
ella. El humor alivia el estrés.
• Las medidas de seguridad: las pérdidas de la coordinación física y de la memoria aumen-
tan las posibilidades de lesionarse, por eso es necesario mantener el hogar lo más seguro
posible. El baño y la cocina son los lugares más peligrosos para la persona enferma.

322 • Atención y cuidado de personas enfermas


• Estimular la salud física: en muchos casos, esto ayudará a mantener las habilidades
físicas y mentales de la persona por un tiempo. El ejercicio adecuado dependerá de las
condiciones de cada paciente.
• Mantener la comunicación: a medida que la enfermedad progresa, la comunicación con
el/la paciente puede resultar difícil. Sugerimos apelar tanto a la comunicación verbal
como no verbal.
• Usar ayuda-memoria: en especial en las primeras etapas, pueden ayudar a recordar y
evitar la confusión. Por ejemplo:
• Dejar a mano fotos grandes y claras de los familiares, con sus nombres.
• Colocar etiquetas en las puertas y cajones indicando el lugar o los objetos que contie-
nen.
• Anotar en una pizarra algunos datos útiles o pequeños mensajes.
• Es sumamente útil colocar un reloj grande y un almanaque (si es posible, tipo taco).
Sacar la hoja correspondiente o marcar el día mantendrá a la persona orientada en el
tiempo.

El cuidado de pacientes terminales

El siguiente es un listado de consideraciones que deben tener en cuenta los cuidadores o


cuidadoras cuando atienden y cuidan a un o una paciente terminal:

• A veces hay que enfrentarse a preguntas difíciles. Fundamentalmente, más


que a la muerte, se teme al sufrimiento innecesario, al aislamiento social y a
la pérdida individual.
• Es importante no mostrar rechazo a preguntas como: “¿Por qué me tocó a
mí?”; “¿Qué pasará si me muero?”, sino que es mejor colaborar a organizar
cómo quiere la persona vivir mejor y más tranquila esta etapa.
• Mantener una comunicación fluida con la persona atendida ayudará a que se
exprese y se desahogue.
• Responder cálidamente, y si no hay certezas, simplemente decir “No sé”.
• Sostener la dignidad de la persona enferma durante el tiempo que dure su
agonía.
• Cuidar el arreglo ambiental, el aspecto físico (que la persona esté bien limpia,
bien vestida, afeitada) y el trato psicológico.
• Contarle las cosas del día.
• Mencionar uno a uno los miembros de su familia y amigos, decirle que están
con él/ella.
• Asegurar que el paciente no esté solo, haciéndole saber que es una persona
necesitada y que no es una carga, expresándole afecto.

Atención y cuidado de personas enfermas • 323


Ficha n.º 6
Alimentación en pacientes
enfermos1
Con frecuencia, cuando las personas están muy enfermas, pierden el deseo de comer y
adelgazan. Pocas veces tienen hambre, y cuando la tienen dura poco, sintiéndose satisfe-
chas muy pronto.

Además, es posible que a veces no les interese comer, ya que la comida les resulta amarga
o con gusto feo o metálico. En ese caso, es conveniente consultar al médico.

La elección de los alimentos adecuados y el desarrollo de buenos hábitos de alimentación


deben ser guiados por un conocimiento científico del régimen alimentario y de las activi-
dades del aparato digestivo.

Es importante que las personas encargadas de preparar las comidas logren


que estas:

• Sean nutritivas.
• Mantengan buenas condiciones de higiene en la preparación y servicio.
• Tengan un buen aspecto (deben ser apetitosas).

El cuidador o cuidadora debe tener en cuenta que alimentarse bien no es comer mucho.
Alimentarse bien significa ingerir distintos tipos de alimentos que aseguren el desarrollo y
mantenimiento de todos los órganos con salud, vigor y bienestar.

Sugerencia para la preparación de vegetales y frutas


• Las ensaladas crudas se preparan en el momento de ser servidas (algunas vitaminas se
pierden cuando son peladas, cortadas y expuestas a temperatura ambiental).
• Los vegetales deben ser cocinados al vapor o con poca agua.
• No tener los vegetales mucho tiempo al fuego, pues esto destruye sus valores nutritivos.
• El arroz se lava al momento de cocinarlo.
• Los vegetales y las frutas deben ser lavados antes de utilizarse.
• Si es posible, brindar las frutas cortadas en pedacitos.

1 La información de esta ficha es compilación y adaptación de diferentes fuentes: Cuadernillo del curso de capacitación “Auxiliar para
la atención y cuidado de personas”, Servicio Social San Cayetano-Programa Formujer, octubre 2002; ¿Cómo cuidar mejor? Manual
para cuidadores de personas dependientes, Cuba (http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/como_cuidar_mejor.pdf).

324 • Atención y cuidado de personas enfermas


Normas generales en la elaboración de una dieta
• Deberá ser lo más parecida posible a la dieta habitual que tenía la persona enferma, a
menos que esta sea inadecuada.
• Aportará el máximo de nutrientes esenciales que permita la situación.
• No será monótona.
• Tendrá en cuenta los hábitos alimentarios de la persona enferma, sus gustos culinarios,
situación económica, creencias religiosas y cualquier otro factor que pueda influir en la
aceptación o rechazo de la dieta.
• Considerará la existencia de enfermedades asociadas y la toma de fármacos.

Siempre debe consultarse previamente al médico y familiares, y agregar


sólo los alimentos permitidos de la dieta.

¿Cómo mejorar la toma de alimentos?


• Procurar un ambiente tranquilo, agradable y privado durante las comidas.
• Evitar estímulos nocivos: dolor, cansancio, olores y visiones desagradables.
• Estimular la participación activa y la máxima autonomía posible, es decir, que la persona
trate de alimentarse por sí sola.
• Colocar los alimentos al alcance de la mano y dentro del campo visual (donde se vean);
asegurarse de que la persona pueda abrir los recipientes y ayudarla sólo en aquellas
tareas que le resulten más difíciles.
• Ubicar a la persona en la posición más funcional posible (sentada), es decir, en posición
erguida –ayudándose con almohadas si es preciso–, con el cuerpo alineado y la cabeza
ligeramente flexionada.
• Utilizar ayudas técnicas para paliar las dificultades funcionales: barreras en el plato para
impedir que los alimentos se derramen, cubiertos con mangos engrosados y/o aco-
dados, tazas y vasos especiales con asas, bandejas con compartimentos, manteles
antideslizantes, etc.
• Si no están contraindicados, usar especias y condimentos para reforzar y mejorar el
sabor de los alimentos: limón, orégano, perejil, entre otros.
• Si hay un déficit de salivación, estimularla chupando un trocito de limón inmediatamente
antes de las comidas.
• En caso de tener mal sabor de boca, realizar la higiene bucal antes y después de las
comidas (cepillado de dientes y enjuagues bucales).
• Aflojar las ropas y descansar antes y después de las comidas, mejor en posición recli-
nada que acostada.
• Tener en cuenta los gustos y el estado de la persona enferma.
• Promover la movilización y el ejercicio; esto aumenta el apetito.
• Proponer preferiblemente comidas blandas y húmedas.
• Vigilar el aporte de líquidos adecuado.

Atención y cuidado de personas enfermas • 325


Si la persona enferma tiene problemas para masticar o tragar:
• Preparar comidas blandas, con mucho líquido: guisos, comidas a base de salsas nutri-
tivas, purés, quesos blandos, ricota, flanes, fideos. Las frutas más convenientes son las
bananas, peras y duraznos.
• Cortar los alimentos duros en trozos pequeños o pasarlos por la licuadora cuando al-
canzaron la cocción, ya que se licuan con más facilidad.
• Evitar alimentos ásperos como tostadas o galletitas. Se los puede ingerir humedecidos
en infusiones o sopas.
• Indicar a la persona que se mueva para el costado o hacia atrás si eso facilita la ingesta.

Si la persona enferma está satisfecha luego de haber comido una cantidad pequeña, es
importante:
• Que coma pequeñas cantidades pero muchas veces por día.
• Que mastique despacio los alimentos y no se recueste durante la digestión.
• Que limite la cantidad de líquidos durante las comidas.

Si la persona enferma se niega a comer:


• Vigilar que no exista ninguna dificultad para ello: prótesis en mal estado, lesiones en la
boca, etc.
• Procurar comidas compartidas y que el momento de la comida sea agradable y relajado.
• Respetar al máximo sus gustos.
• Servir de forma atractiva y preparar de manera que la comida resulte apetitosa. Cuidar
los olores.
• No discutir con el o la paciente ni intentar forzar su alimentación.
• Si es preciso, aumentar el valor energético de las pocas ingestas que realice añadiendo
a los platos alimentos enriquecidos: jugo de carne, una cucharada de leche en polvo,
complementos farmacológicos, etc.
• Fijar un horario de comida estable para facilitar el hábito.
• Identificar el acto de la comida realizando antes de cada toma un rito que se asocie con
esta: lavado de manos, cambio de ropa, puesta de la mesa, etc.
• Hacer de la comida un acto rutinario: mismo sitio en la mesa, mismo color de servilleta,
misma vajilla, etc.
• Servir los platos de uno en uno. Si retiene la comida en la boca, juega con ella y le cues-
ta tragar, darle alimentos jugosos y que estimulen la salivación.
• Evitar reacciones negativas: llantos, gritos, etc.

Si la persona enferma necesita que se le dé de comer en la boca:


• Sentarla completamente recta y proveerle un babero o delantal.
• Sentarse frente a ella, y si está inclinada hacia delante, hacerlo en un nivel ligeramente
inferior.
• Administrar la comida en la textura que la persona pueda admitirla, triturando si es pre-
ciso.
• Administrar lentamente y vigilar que haya tragado una porción antes de dar la siguien-
te.

326 • Atención y cuidado de personas enfermas


Es importante que el cuidador o cuidadora conozca que en los casos en que el o la pa-
ciente no pueda ingerir los alimentos, existen diferentes tipos de alimentación. La más fre-
cuente es la alimentación por sonda: consiste en introducir alimentos líquidos al estómago
por medio de una sonda (tubo fino de plástico o goma flexible) que el o la profesional de la
salud introduce por la nariz o en determinado órgano por cirugías pequeñas. Las mezclas
alimenticias para administrar por esta vía están preparadas comercialmente. Se realiza
exclusivamente por indicación médica.

Atención y cuidado de personas enfermas • 327


Ficha n.º 7
Higiene y confort de los pacientes
enfermos1
Algunos cuidados generales
Las personas con enfermedades físicas se sienten cansadas y débiles, lo cual es difícil de
revertir. No obstante, es importante que puedan salir de la cama si es posible, ya que esta
actividad las ayuda a mantener cierto nivel de fuerza y reduce la posibilidad de aparición
de problemas en la piel y respiratorios.

Para tratar estos casos, el cuidador o cuidadora puede tener en cuenta que:
• Si es posible, puede ayudar a la persona enferma a ir afuera y ubicarla en una silla con-
fortable cerca de la familia.
• Se le puede proveer un bastón para reducir el miedo a las caídas y ayudar a que se
sienta más independiente.
• Si la persona está muy enferma y no puede salir de la cama es importante:
• prevenir que las articulaciones de los brazos y las piernas se pongan rígidas;
• prevenir los problemas de respiración: para esto, alentarla a respirar profundamente
varias veces y a escupir las excreciones;
• prevenir los problemas de la piel cambiándola de posición cada dos horas durante el
día y cada cuatro horas durante la noche.

El cuidado de la piel y la higiene general


Empleando medidas higiénicas se impedirá que la piel se seque y se lastime. La piel de la
persona enferma se ulcera fácilmente, así que es importante examinarla con regularidad:
la cama deberá estar libre de cuerpos extraños, las sábanas bien estiradas y las mantas
flojas, sobre todo en la zona de los pies. La persona enferma necesita frecuentes cambios
de posición, lo que permite la reanudación del flujo sanguíneo y ayuda a que los tejidos
recuperen la presión.

Prevención de las escaras


Las escaras se producen en las personas que están en cama debido a la presión que ejer-
cen los huesos, que impiden la libre circulación de la sangre a través de los tejidos.

Las zonas más propensas a la formación de escaras son: escápula, codos, sacro, rodillas,
talones, dedos. Generalmente se descubren en el baño diario.

1 La información de esta ficha es compilación y adaptación de diferentes fuentes: Cuadernillo del curso de capacitación “Auxiliar para
la atención y cuidado de personas”, Servicio Social San Cayetano-Programa Formujer, octubre 2002; ¿Cómo cuidar mejor? Manual
para cuidadores de personas dependientes, Cuba (http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/como_cuidar_mejor.pdf); Cuidar
al que cuida. Un manual de apoyo a cuidadores de pacientes con Alzheimer y crónicos domiciliarios, Arrate Azkoaga Etxebarria,
(http://andarrat.free.fr/).

328 • Atención y cuidado de personas enfermas


Para prevenirlas, es necesario:
• Cambiar continuamente de posición a la persona para aliviar la presión de los huesos
sobre determinadas zonas.
• Masajear las zonas más propensas para activar la circulación.
• Mantener la ropa de la cama limpia seca y sin arrugas para evitar factores irritantes.
• Mantener la piel limpia y seca.
• Si la temperatura lo permite, exponer las zonas propensas a generar escaras a los rayos
solares.

El baño
En los casos en que la persona enferma no pueda bañarse sola, resulta conveniente ayu-
darla en aquello que no puede hacer y cuidándola para que no se caiga ni se lastime.

En el momento de la higiene corporal, se recomienda tener en cuenta las siguientes situa-


ciones:
• Las bañeras resultan peligrosas ya que son resbaladizas. Por lo tanto, en las casas don-
de las haya es conveniente contar con barrales para sostenerse.
• Es conveniente bañar a las personas con poca movilidad sentadas en una silla de plás-
tico y usar duchadores, ya que ayudan a tener un mayor manejo para higienizar todo el
cuerpo.
• La práctica del baño debe ser diaria y la limpieza del cabello debe hacerse por lo menos
dos veces a la semana.
• Bañar a una persona con movilidad reducida no es una tarea mecánica, sino que re-
quiere de ciertas habilidades, destreza, amabilidad, flexibilidad y paciencia por parte del
cuidador o cuidadora.

Recomendaciones para la hora del baño:


• Mantener la privacidad (puertas cerradas).
• Tener preparado todo lo necesario con anterioridad (toalla, jabón, agua a temperatura
adecuada, etc.).
• Puede acompañarse con música suave que ayude a relajar a la persona.
• Evitar ruidos intensos y molestos.
• Hablar suavemente.
• Se debe poner una goma antideslizante dentro de la bañera y una alfombra, también
antideslizante, a la salida del baño para evitar caídas.
• Respetar la autonomía de la persona (dejarle hacer y ayudar sólo cuando sea necesario
o cuando exista riesgo para su seguridad, ejemplo: entrar y salir del baño).
• Estimular dicha autonomía para mantener independencia, ejemplo: “Yo te lavo la cabeza
y vos intentás hacer el resto”.
• Crear rutinas (por ejemplo, que el baño sea siempre a la misma hora).
• Explicar a la persona cada una de las cosas que vaya a hacer, por ejemplo: “Levantá la
pierna para entrar a la bañera”; “No te olvides de enjabonar bien la toallita o esponja”,
entre otras.

Atención y cuidado de personas enfermas • 329


Anticipar situaciones difíciles:
• Si no quiere bañarse, darle una razón de la importancia del aseo, sin herir ni lastimar.
• Si durante el baño reacciona en forma agresiva, tratar de distraerla/lo.
• Mantenerse tranquilo/a, hablar despacio, con amabilidad.
• No tener prisa.
• Ofrecer una cuña u orinal.
• Lavarse las manos.
• Si la persona tiene alguna enfermedad y no puede ir al baño a asearse, el baño se debe
realizar en la cama.

El baño en la cama
Material necesario:
• Toallas y toallón (diferentes para la cara y para el cuerpo).
• Dos manoplas de distinto color, una para la cara y otra para el cuerpo.
• Esponja de baño o tela suave.
• Algodón o gasa.
• Jabón neutro, champú, acondicionador, pasta dental, cepillo de dientes, cepillo de uñas,
afeitadora de hoja o eléctrica, alicate, vaso, desodorante, colonia, etc.
• Dos baldes con el agua a la temperatura adaptada a la persona.
• Una palangana para recoger el agua de baño.
• Una manta de baño para cubrir al paciente.
• Ropa limpia (camisón o pijama).
• Sábanas adicionales, si se requieren (zalea de hule, por ejemplo).
• Chata o papagayo.

Pasos a seguir para el baño en la cama:


1. Tener a mano y ordenados todos los materiales a utilizar.
2. Si la cama es regulable, colocarla en posición alta.
3. Quitar la sábana de arriba y poner en su lugar una manta de baño.
4. Ayudar a la persona a moverse hacia el cuidador o cuidadora.
5. Comenzar con el lavado del cabello (ver técnica).
6. Poner una toalla sobre el pecho de la o el paciente.
7. Quitarle la ropa.
8. Lavar los ojos solo con agua. Utilizar un algodón o gasa distinto para cada ojo y limpiar
desde adentro hacia afuera.

330 • Atención y cuidado de personas enfermas


9. Lavarle la cara, el cuello y las orejas.

10. Colocar la toalla de baño a lo largo, bajo el brazo de la o el paciente. Lavar y secar esta
extremidad con fricciones largas, firmes, desde la mano hacia el hombro. Lavar bien la
axila. Repetir el procedimiento con el otro brazo.

11. Poner las manos del paciente en la palangana, lavarlas y secarlas, prestando atención
especial a los espacios interdigitales.
12. Doblar la manta de baño debajo del área púbica de la o el paciente y colocar la toalla a
lo largo del pecho y del abdomen. Lavar y secar ambas zonas prestando atención especial
a los pliegues bajo las mamas. Mantener esas áreas cubiertas con la toalla entre el lavado
y el aclarado. Sustituir la manta de baño cuando hayan sido secadas.

13. Ayudar a la o el paciente a colocarse en posición boca abajo o lateral. Ubicar la toalla
de baño a lo largo de la espalda y de los glúteos. Lavar y secar la espalda, los glúteos y la
parte superior de los muslos, prestando atención especial a los pliegues glúteos. Se puede
dar un masaje en la espalda.

Atención y cuidado de personas enfermas • 331


14. Colocar la chata (ver técnica) y lavar los genitales con agua jabonosa, de arriba hacia
abajo utilizando la jarra. En la mujer, separar bien los labios externos vaginales y en el
hombre retraer el prepucio. Si presentan sondas, se debe evitar tirar de la misma y lavarla
cerca de la introducción, retirando posibles secreciones secas, con suavidad. Luego, se-
car bien.
15. Lavar los pies sumergiéndolos en la palangana, prestando atención a las zonas in-
terdigitales. Cepillar las uñas, secar bien y si tuviera tratamiento para hongos colocar lo
indicado por el médico.

16. Ayudar a la persona a que emplee cualquier elemento higiénico que desee y para que
se ponga la ropa limpia. Si tiene suero, meter primero la botella por la manga donde se
encuentra.
17. Realizar el tendido de la cama y ayudar a la o el paciente a ubicarse en una posición
cómoda.

Lavado del cabello en la cama:


Se necesita: algodón, un balde con agua a temperatura adecuada, una palangana, una
toalla, papel de diario para el piso, un paño impermeable, un balde vacío y una jarra.

1. Ayudar a la o el paciente a acostarse en diagonal en la cama, con la cabeza en el borde


donde se va a trabajar.
2. Tomar la toalla y cubrirla con el impermeable, haciendo pequeño rollo con los dos. Co-
locar el rollo debajo del cuello de la o el paciente y dejar el resto colgando hacia el balde a
fin de recoger el agua del lavado.
3. Colocar algodón en los oídos.
4. Mojar los cabellos con un poco de agua.
5. Aplicar el champú y masajear la cabeza con
la yema de los dedos, cuidando que no llegue
a los ojos.
6. Enjuagar. Quitar el impermeable y con la toa-
lla que ha quedado debajo envolver la cabeza.
7. Colocar una almohada debajo de la cabeza
y secar con otra toalla, friccionando. Peinar y
secar con secador.
Si resulta más cómodo, se puede colocar una almohada debajo de la espalda antes del
lavado, protegida también con el impermeable.

332 • Atención y cuidado de personas enfermas


Colocación de la chata:
Para realizar este procedimiento, siempre deberá utilizar guantes.
La chata es un elemento que se emplea en pacientes que no puedan movilizarse por sí
mismos/as o ser movilizados/as.
Se coloca una zalea de plástico por debajo de la o el paciente cubriendo desde la cintura
hasta los muslos.
La chata se coloca desde abajo, por entre los muslos, hacia arriba, siempre y cuando la
persona pueda ayudar levantando la cadera. En caso contrario, se la colocará de cúbito
lateral ubicando luego la chata debajo de los glúteos, y luego se situará a la persona sobre
la misma.

Cuidar la privacidad y el pudor de la o el paciente colocando un sábana para cubrirla/o


mientras realiza sus evacuaciones.
Proceder a la higiene local y luego retirar la chata con el mismo cuidado con que se la
colocó.
Es conveniente y necesario realizar estas maniobras con sumo cuidado para no rozar ni
lastimar la piel, pues podrían producirse lesiones.
Todos los elementos empleados deben ser lavados y desinfectados cada vez que se uti-
licen.

La incontinencia y el cambio de pañales


Algunas medidas básicas para tener en cuenta:
• Ayudar a establecer un horario regular de micción: por ejemplo, al levantarse, antes o
después de las comidas, cada 4 hs. a la noche, etc.
• Si no es posible crear el hábito, acompañar al baño a la persona cada 3 hs.
• Controlar que el baño sea de fácil acceso, que existan luces de noche y elementos de
seguridad: barandas en los costados de los inodoros, ropa que se pueda quitar con
facilidad.
• Colocar cerca de la cama un orinal, pero siempre utilizar más el baño, dentro de las
posibilidades.
• Evitar todo lo posible el uso de pañales.
• El cuidador o la cuidadora debe ofrecer una actitud positiva.

El cambio de pañales en adultos postrados:


Es preferible hacerlo entre dos personas para evitar esfuerzos. Se recomiendan las si-
guientes acciones:

Atención y cuidado de personas enfermas • 333


1. Lateralizar al enfermo o enferma para colocar el impermeable y la chata.
2. Higienizar con una jarra con agua tibia siempre desde arriba hacia abajo para evitar
contaminaciones.
3. Enjabonar el pubis, abdomen, muslos y caderas con jabón neutro (de lavar la ropa o con
glicerina, sin perfume) y luego enjuagar adecuadamente. Secar bien.
4. Retirar el impermeable y colocar el pañal ajustado.

El cuidador o cuidadora y la intimidad física de la o el paciente


En todas las tareas vinculadas con la higiene y el confort de la persona enferma, es funda-
mental tener presente el respeto por su intimidad física.

Bañarse, hacer sus necesidades, desnudarse y cambiarse son actividades que para la
persona dependiente pueden representar una pérdida de intimidad y despertar sentimien-
tos de pudor. Este es un valor muy personal y que varía mucho según las tradiciones, las
culturas, el sexo, la manera de ser, etc. Sin embargo, es universal la humillación que una
persona siente cuando alguien la toca o invade sin su consentimiento. Por eso puede ocu-
rrir que a veces sea difícil ayudar a la o el paciente y que se lleguen a producir situaciones
violentas, como por ejemplo que no quiera hacerlo delante de personas extrañas o del otro
sexo, o bien sentimientos de incomodidad, vergüenza y rechazo de ambas partes.

En estas ocasiones se requiere especial sensibilidad por parte de quien está a cargo del
cuidado. Es importante desenvolverse con naturalidad y sencillez, tratando de que las pa-
labras y los gestos transmitan siempre respeto, preservando la autonomía e intimidad de la
o el paciente el mayor tiempo posible.

Cuidado de la boca
El cepillado de los dientes se debe hacer cuatro veces al día después de cada comida y
antes de acostarse. Es aconsejable el uso de un cepillo medianamente blando, de cerda,
ya que disminuye el riesgo de traumatismos en las encías, que así mantienen su firmeza.

Cuidado de la dentadura postiza


Insista en la importancia de mantener la dentadura limpia y en buenas condiciones. Para
ello conviene indicar a la persona:
• Tratar la dentadura con cuidado.
• Cepillarla después de cada comida y antes de acostarse.
• Quitarse la dentadura cada noche, a menos que exista alguna contraindicación y su-
mergirla en un recipiente tapado que contenga agua corriente con esencia de menta,
limón o algún producto comercial al efecto. Se debe cambiar esta solución a diario.

El cuidado del cabello


La limpieza y aseo del pelo, tanto en los hombres como en las mujeres, se relaciona estre-
chamente con el sentido de bienestar. A menudo, cuando los o las pacientes comienzan a
sentirse mejor, arreglarse el pelo es un estímulo para la moral y los sentimientos positivos
sobre su apariencia.

334 • Atención y cuidado de personas enfermas


La ropa
La ropa que está en contacto con la piel debe mantenerse seca y cambiarse con frecuencia
(preferiblemente a diario), pues en ella se acumulan las secreciones de la piel y bacterias.

Cómo preparar la cama de una persona postrada


Para cambiar la ropa de cama de una persona postrada es ideal contar con dos perso-
nas.
1. Previamente explicar a la o el paciente el procedimiento a realizar.
2. Situarse a un lado de la cama y retirar la frazada.
3. Ponerla en una silla situada a los pies de la cama.
4. Dejar a la persona solamente cubierta con una sábana.
5. Rodar a la persona hacia un extremo de la cama y dejarla de costado.
6. Plegar toda la ropa de cama componiendo un rodete junto a su cuerpo.
7. A continuación extender una sábana, enrollarla hasta la mitad y colocar la parte enrollada
junto a la persona.
8. Acomodar bien tirantes los extremos de la sábana debajo del colchón.
9. Girar a la persona hacia el otro lado de la cama.
10. Quitar la sábana sucia, incluso el hule si es necesario.
11. Desenrollar la sábana que previamente se había enroscado y estirarla completamente,
ajustando bien sus extremos debajo del colchón.
12. Incorporar con suavidad a la persona para cambiarle la funda de la almohada. Poner
un almohadón debajo de la cabeza mientras se realiza esta acción.
13. Finalmente, colocar una sábana limpia encima del paciente, así como las mantas y la
colcha.

Atención y cuidado de personas enfermas • 335


Ficha n.º 8
Tareas de gestión
Traslado e internación de pacientes
Guía de elementos específicos a tener en cuenta cuando se debe trasladar a un o una
paciente que está a nuestro cuidado hacia una internación:

Documentación • Carnet de la obra social


• DNI u otros
• Teléfonos útiles
• Estudios previos (análisis, radiografías, etc.)
• Estudios de riesgos quirúrgicos
• Ficha básica de seguimiento.
Medicación que está tomando • Tipo de medicamento y horario de administración
• Medicamentos que toma el o la paciente
Objetos de uso personal • Teléfono celular
• Anteojos, audífonos
• Elementos para el aseo (máquina de afeitar, cepillo de dientes,
dentífrico, peine, jabón, toallas, talco, crema, desodorante,
perfume)
• Ropa: camisón, pijama, bata, ropa interior, pantuflas
Dinero (en cambio)
Elementos para recreación • Libros, revistas, radio

Registro
Cuando el desempeño del cuidador se da en instituciones, generalmente se maneja la
comunicación escrita. Si bien cada institución usa técnicas particulares, veremos las más
utilizadas.

Técnica de registro:
El registro es una forma de comunicación escrita que contiene los hechos esenciales para
continuar una tarea de atención y cuidado de pacientes.

Este registro puede realizarse en un Cuaderno de novedades, que es un instrumento en el


cual se describe información objetiva sobre lo que el cuidador ve, escucha, palpa y huele
de la o el paciente. Se lleva a cabo con:
• Información completa, concisa, que contenga todo sobre el cuidado prestado a la o el
paciente, evitando palabras innecesarias y detalles irrelevantes.
• La escritura debe ser correcta y demostrar un grado de competencia y atención a lo
significante.
• La letra debe ser clara y sin errores de ortografía para facilitar la comprensión lectora.

336 • Atención y cuidado de personas enfermas


• Evitar escribir en forma imprecisa, como por ejemplo: “Comió poco”. Describir mejor
qué, cuánto y cómo comió el o la paciente.
• Las rutinas: la alimentación y los cambios de posición deben realizarse de acuerdo con
la planificación previa y en los horarios preestablecidos, que quedarán registrados.
• La información debe ser organizada y tener un orden lógico. Por ejemplo:
• Dolor del paciente (cuánto y dónde le duele).
• Las intervenciones (quiénes intervienen, cuándo y qué consideran).
• Los cambios de los pacientes (temperatura, dolor, necesidades, etc.).
• Si se considera conveniente, se registra si se recibió visitas.
• Si ha recibido recreación.

Cuando informamos:

Qué hacer Qué no hacer


• Ofrecer sólo la información de base esencial de • No hacer comentarios críticos acerca de la
la o el paciente. conducta del paciente (“La señora está insopor-
• Describir las observaciones y las respuestas de table”).
la o el paciente a las indicaciones de los médi- • No hacer suposiciones sobre las problemáticas
cos o especialistas. o relaciones familiares.
• Transmitir si hay cambios en el tratamiento. • No participar en chismes.
• Transmitir si hay prioridades a la persona que
continúa la guardia.
• Dejar el equipo utilizado limpio y acomodado.
• Recibir la guardia 10 minutos antes.

Atención y cuidado de personas enfermas • 337


Ficha n.º 9
El juego y la salud1
Para los adultos, el juego puede ser más que una diversión placentera; de hecho, ofrece
beneficios físicos, psicológicos, sociales y culturales.

Los beneficios físicos del juego son múltiples y variados:


• La actividad física mejora la circulación, optimiza el esfuerzo del corazón enviando la
sangre y los nutrientes a todo el organismo, y disminuye la presión arterial en reposo,
y con todo ello se previenen enfermedades como la hipertensión arterial, el infarto de
miocardio o las várices.
• Por otro lado, en el sistema músculo-esquelético es importante para una relación co-
rrecta con el entorno y para mantener la autonomía personal adecuada. Esto servirá
para adquirir una óptima calidad de vida. Este aspecto es especialmente importante en
personas mayores o de movilidad reducida.
• En cuanto al sistema respiratorio, la actividad física contribuye a la mejora de la capaci-
dad pulmonar.
• En la vejez o en la enfermedad, la pérdida de las capacidades físicas hace que la cali-
dad de vida disminuya. La actividad física a través del juego, desde su forma más lúdica
hasta la más competitiva, ayuda a que estas deficiencias se posterguen o incluso se
adquieran nuevas habilidades que nos ayuden a relacionarnos con el entorno.
• En las discapacidades temporales, la actividad y el fortalecimiento de todas las partes
del cuerpo ayudan que el proceso de reintegración en la vida cotidiana se acelere. En
las discapacidades permanentes es necesario el fortalecimiento de las partes sanas
del cuerpo, que facilitan la movilidad e independencia, teniendo a su vez los beneficios
fisiológicos, motores y psíquicos que da la actividad física.

Los juegos mentales son también muy beneficiosos. Los rompecabezas y los juegos de
ingenio ayudan a mantener la agudeza mental.

Por último, el tiempo de juego es un espacio propicio para la risa, la alegría y la libertad, que
reducen tensiones y producen una sensación de relajación en la vida diaria.

Está comprobado que la risa tiene múltiples ventajas para la salud; al reírnos, todo el orga-
nismo se involucra: el sistema muscular, el nervioso, el circulatorio y el digestivo:
• Constituye un ejercicio que ventila los pulmones, a la vez que calienta y distiende los
músculos, nervios y corazón. Al igual que un ejercicio físico, acelera el ritmo cardíaco,

1 Para la elaboración de esta ficha se consultaron diversas fuentes, entre ellas: Tiempo libre como calidad de vida en el adulto mayor,
Lic. Lucila Santagostino (www.robertexto.com); El recreo para adultos, Cris Woolston (www.paramisalud.com); Los beneficios físi-
cos del juego (www.mibienestar.es); Los efectos somáticos de la risa, Luz Ramírez (www.mujeresdeempresa.com).

338 • Atención y cuidado de personas enfermas


eleva la tensión sanguínea, hace más rápida la respiración, expande la circulación y fo-
menta la oxigenación del cuerpo.
• Las carcajadas prolongadas ejercitan la parte superior del torso, los pulmones y el co-
razón, así como grupos de músculos de hombros, brazos, abdomen, diafragma y pier-
nas.
• Al reír, el cuerpo segrega más adrenalina, que potencia la creatividad y la imaginación.
• Aunque no puede curar el dolor, sí facilita una verdadera liberación del mismo; se ha
comprobado que mientras una persona se ríe, se activa la liberación de endorfinas y en-
cefalinas, sustancias naturales que actúan como supresoras del dolor en el organismo.
• Actúa como un masaje sobre la columna vertebral y las cervicales, que se “estiran” al
reír; con los movimientos del diafragma también se producen masajes internos que ayu-
dan a eliminar toxinas.
• Se lubrican y limpian los ojos con las lágrimas; la carcajada hace vibrar la cabeza y se
despejan nariz y oídos.

Evidentemente, reír cambia el humor: nos hace más optimistas, nos ayuda a desdramati-
zar las situaciones de la vida y a tener una mejor visión de nosotros mismos, del entorno
y sus posibilidades. El deseo de vivir es uno de los efectos terapéuticos más importantes
del humor.

Atención y cuidado de personas enfermas • 339


Ficha n.º 10
Posibles actividades para el uso del
tiempo libre*
Autoexpresión y trabajos manuales
Mucha gente disfruta de aquellas actividades que ofrecen una oportunidad para la autoex-
presión. Estas incluyen pintura, dibujo, baile, canto, tocar instrumentos musicales, arreglar
las plantas o hacer trabajos manuales.

Ejercicio
Se puede considerar la posibilidad del ejercicio de jugar con una pelota suave, caminatas
regulares con la persona, hacer alguna compra, caminar por un centro comercial o hacer
tareas del hogar como barrer el patio. Todo esto ofrece una oportunidad para facilitar a la
persona un poco de ejercicio.

Música y baile
Hay que recordar que a mucha gente con la enfermedad de Alzheimer le agrada cantar
canciones familiares o himnos, practicar el baile o tocar instrumentos musicales.

Jugando con los niños


Se pueden planear actividades de tal manera que los niños y la persona enferma tengan
una participación positiva. Conviene tener presente que el cuidador o la cuidadora debe
controlar el comportamiento de la persona enferma. Ver a un niño llorar puede preocupar
o espantar una persona con la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo.

Revistas, cuentos, libros de dibujos


Es provechoso pasar tiempo con la persona mirando fotos y dándole oportunidad para
observar revistas de viajes y recortar los dibujos de las escenas favoritas.

Lectura
Otra alternativa es tratar de leer cuentos de un periódico, revista o relatos agradables.

Juegos de selección
A la gente que alguna vez le agradaba jugar a las cartas, posiblemente le gustaría seguir
haciéndolo de una forma más simple. También, dependiendo del nivel de habilidad, podría
interesarse por diferentes tipos de cartas u otras actividades como separar botones, mo-
nedas o tarjetas.

* Tomado del portal español de la Alzheimer’s Association (www.alz.org).

340 • Atención y cuidado de personas enfermas


Trabajando con telas o prendas de vestir
Se podría dar la oportunidad de que la persona enferma doble la ropa o trabaje con re-
cortes de tela. A algunas personas puede gustarles seleccionar y coser diferentes tipos de
tela.

Observación y excursiones
Ver películas antiguas o ir al cine. A otras personas les puede gustar observar eventos
deportivos, pasear en auto, salir a cenar, al zoológico, por ejemplo, a un parque o museo
de arte.

La persona enferma con mal de Alzheimer necesita actividad y ejercicio que le brinde re-
creación, sentido de participación, cumplimiento y bienestar.

Atención y cuidado de personas enfermas • 341


Ficha n.º 11
Psicoprofilaxis del cuidador o
cuidadora1
Cuidar de personas que atraviesan un estado de enfermedad es una tarea que puede
resultar muy gratificante para quien la realiza. Pero puede ocurrir que quien destina gran
parte de su tiempo a una actividad de este tipo llegue a experimentar cansancio, no sola-
mente físico sino también emocional y espiritual, el cual puede dificultar que realice su tarea
en forma adecuada.

Si se llega a una situación de desgaste semejante, el primer paso para superarlo es re-
conocerlo y aceptarlo. Pero siempre es mejor prevenir este tipo de cansancio que curarlo
después, tratando de mantener la salud en forma apropiada.

Cuidados de la salud
Para poder desempeñarse en el cuidado de personas, es necesario estar en condiciones
de salud física y psicológica, ya que:
• cuando se cuida a personas enfermas, se hace más fácil la transmisión de enfermeda-
des;
• es necesaria una buena dosis de paciencia y comprensión para contener, sostener y
relacionarse mejor con otras personas.

Cuidados físicos
• Alimentación: uno de los requisitos para cuidar la salud es mantener una dieta balancea-
da, que contenga cereales, frutas, verduras, carnes, lácteos, etc. La calidad y cantidad
de alimentos que se ingiere tiene una acción directa sobre la salud del cuerpo, sobre la
capacidad mental y el comportamiento social. Lo más destacable a tener en cuenta en
este oficio es que es necesario hacer las cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo,
merienda y cena. Si existieran inconvenientes por enfermedad, exceso de peso, etc.,
es aconsejable la consulta a un nutricionista para que indique la cantidad y calidad de
ingestas necesarias. El momento de la alimentación debería ser tranquilo, intentando
no comer a los apurones y masticando suficientemente los alimentos para favorecer la
digestión.
• Descanso: el cuerpo necesita descansar para estar saludable. El descanso puede in-

1 Los contenidos de esta ficha son compilación de diferentes materiales: Cuadernillo del curso de capacitación “Auxiliar para la aten-
ción y cuidado de personas”, Servicio Social San Cayetano-Programa Formujer, octubre 2002; Cuidar al que cuida. Un manual de
apoyo a cuidadores de pacientes con Alzheimer y crónicos domiciliarios, Arrate Azkoaga Etxebarria, (http://andarrat.free.fr/); mate-
rial de la Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer y alteraciones semejantes de la República Argentina (www.alma-alzheimer.
org.ar).

342 • Atención y cuidado de personas enfermas


cluir actividades de sueño, recreación u ocio, que nos separan de las preocupaciones y
requerimientos de la tarea ocupacional. Hay descansos mentales y corporales, o ambos
a la vez.
• Cuidados del cuerpo: antes de buscar trabajo en el oficio, es necesario hacerse un con-
trol médico para saber si el cuerpo está apto para la realización de dichos esfuerzos.

La realización de controles de la columna y la adopción de posiciones corporales ade-


cuadas para realizar esfuerzos físicos son algunas de las bases para mantener la salud
física. Por eso, a continuación se desarrollan algunas formas de realizar fuerza en forma
correcta.

Formas correctas de uso del cuerpo en el trabajo con personas enfermas:2


Nuestra columna sirve de soporte de la balanza: por un lado, tenemos el peso de la parte
delantera de nuestro cuerpo, más la carga que podemos soportar; por otro, el contrape-
so que nuestra musculatura paravertebral debe realizar para compensar ese exceso de
carga.

Cuanto mayor es el peso que soportamos por delante de la columna, mayor es el contra-
peso que debemos realizar en la zona lumbar, y mayor la presión que sufre nuestra co-
lumna vertebral. Si aproximamos una carga a nuestro centro de gravedad, el contrapeso a
realizar es muchísimo menor. Además, si flexionamos las piernas y mantenemos la espalda
recta, la fuerza de levantamiento la realizaremos con las piernas, cuya musculatura está
mejor preparada para realizar este movimiento.

Para poder aprovechar la fuerza de las piernas, mantener y cuidar una espalda sana, va-
mos a dar una serie de normas de higiene postural que intentaremos aplicar en nuestro
trabajo diario. Al principio, costará más tiempo, hasta que por repetición consigamos au-
tomatizar estas conductas.

Higiene postural en la manipulación de cargas:


• Mantener la espalda recta, bloquear la columna contrayendo la musculatura lumbar,
abdominal y pélvica para formar una especie de “faja lumbar” con nuestros músculos.
• Flexionar las piernas para que sean ellas las que ejecuten el movimiento.
• Aumentar la base de sustentación para no perder el equilibrio.
• Mantener los brazos pegados al cuerpo.
• Asegurar la sujeción de la carga.
• Aprovechar el peso de nuestro cuerpo para producir desplazamientos.

Si aplicamos estas normas higiénicas junto con un correcto agarre del paciente, vamos a
conseguir los distintos tipos de movilización que se precisan en la tarea.

2 Esta información ha sido extraída de la revista Riesgo laboral n.º 31 (www.riesgolaboral.org).

Atención y cuidado de personas enfermas • 343


Movilización de el o la paciente en cama

Para correrlo/a hacia el borde de la cama:


• El o la paciente debe estar boca arriba. El cuidador o cuidadora coloca un pie delante
del otro, separando un poco las piernas. Desliza una mano debajo del cuello hasta
tomar el hombro opuesto, quedando el otro hombro y la cabeza apoyados sobre su
antebrazo y pliegue del codo. La otra mano lo sujeta con firmeza.
• El cuidador o cuidadora, al mismo tiempo que flexiona sus rodillas y baja su pelvis, se
balancea hacia atrás pasando el peso de su cuerpo al miembro inferior que se encuen-
tra detrás, permitiendo de este modo acercar la cabeza y tórax de la o el paciente hacia
el borde de la cama.
• Luego, de igual manera pero colocando un antebrazo debajo de la cintura y el otro al
comienzo de los muslos, corre los miembros inferiores.

Para sentarlo/a al borde de la cama:


• Agarre en forma de abrazo a la persona.
• Ponga su pie en dirección al movimiento y haga una
pequeña fuerza para trasladar a la persona hasta el
borde de la cama.

Para trasladar de la cama a la silla:


• Ponga una mano en la espalda de la persona y otra debajo de las rodillas.
• Mantenga los pies separados, uno más adelantado.
• Ayude a la persona que se gire y se siente al borde de la cama.
• Flexione las piernas y bloquee la pierna de la persona utilizando la rodilla y el pie.
• Rodee el pecho de la persona con los brazos e indique que apoye una mano en su
hombro y otra en el borde de la cama. Levántela y pídale que ponga su mano en el sillón
o silla.
• Al sentarla, utilice el contrapeso para terminar de acomodar a la persona.

344 • Atención y cuidado de personas enfermas


Para incorporar a la persona de la silla:
• Tome a la persona por debajo de las axilas, sosteniendo con firmeza pero sin hacer
daño.
• Con las piernas flexionadas, introduzca una rodilla entre las piernas de la persona.
• Lleve el contrapeso del cuerpo de la persona hacia usted y termine de levantarla.

Para trasladar a la persona de la silla a la cama:


• Tome a la persona desde atrás, por debajo de las axilas.
• Suba su pierna a la cama para hacer contrapeso.
• Levante a la persona ejerciendo fuerza con la pierna levantada sobre la cama.

• Cuando más de la mitad del cuerpo esté sobre la cama, termine de subir las piernas.

Atención y cuidado de personas enfermas • 345


Ficha n.º 12
Normas de bioseguridad1
“Bioseguridad” significa “protección de la vida”, situación que puede propiciarse con la
prevención de accidentes. Se trata de un conjunto de medidas, normas y procedimientos
destinados a controlar y/o minimizar el riesgo biológico.
Existe una cantidad de gérmenes que pueden entrar al organismo por contacto directo
(superficies corporales o de contacto) o indirecto (agujas, apósitos o cualquier instrumento
contaminado).
Por este motivo, se intenta tomar conciencia de la necesidad de los autocuidados y del
compromiso del individuo y del grupo por mantener su integridad. El objetivo es prevenir la
contaminación transmisible por:
• sangre;
• fluidos corporales (orina, materia fecal, semen, secreciones, etc.):
• piel no intacta;
• membranas mucosas.

Al respecto, el cuidador o cuidadora puede tomar las siguientes precauciones:


• Lavarse las manos antes y después de cada procedimiento, independientemente de si
se usa guantes. Lavarse las manos cuidadosamente con agua y jabón luego de la ex-
posición involuntaria a sangre o fluidos biológicos.
• Usar guantes cuando se anticipa el contacto con sangre o fluidos biológicos, membra-
nas mucosas o piel no intacta, o con superficies con sangre o fluidos biológicos. En
caso de rotura, deberá reemplazarlos lo antes posible.
• Tener sumo cuidado en la manipulación de agujas u otros objetos puntiagudos. Des-
pués de su uso, deben ser colocados en recipientes para la descontaminación previa al
descarte (hipoclorito de sodio al 1%). No se debe intentar volver a colocar el capuchón
en las agujas. En caso de accidente, pinchazo o corte, provocar el sangrado, lavar la
herida con abundante agua y jabón, desinfectar y efectuar la curación pertinente.
• En caso de producirse salpicaduras con sangre u otros fluidos corporales, se reco-
mienda proceder con guantes, colocando primero papel u otro material absorbente, y
descontaminar luego con lavandina en una solución al 1%. Si la cantidad de sangre o
material fuera mucha, se puede verter primero sobre el mismo la solución de hipoclorito
de sodio al 1%, dejar actuar 10 minutos y proceder luego al lavado.
• En algunas instituciones se exige el siguiente tratamiento de la ropa: colocar las ropas
sucias en bolsas plásticas, tratando de manipularlas lo menos posible. El personal que
recoge la ropa debe usar guantes. Antes del lavado deben descontaminarse por inmer-
sión en solución de hipoclorito de sodio al 1% durante 30 minutos. Lugo se procederá
al lavado según la técnica habitual. Indague con su empleador/a cómo prefiere que se

1 Cuadernillo del curso de capacitación “Auxiliar para la atención y cuidado de personas”, Servicio Social San Cayetano-Programa
Formujer, octubre 2002.

346 • Atención y cuidado de personas enfermas


proceda con el tratamiento de la ropa sucia; puede ser distinto el procedimiento que se
sugiera para la ropa blanca al que se sugiera para la vestimenta personal.

Manejo de residuos patológicos

• Elementos corto-punzantes.
• Elementos de pacientes con enfermedades transmisibles.
Residuos biopatógenos • Material de cultivo de laboratorios con posibilidad de transmitir
enfermedades.
• Algodones, gasas, jeringas, vendas.

• Químicos: diluyentes, tóxicos, farmacéuticos.


Residuos especiales • Radiactivos: son los generados en los servicios de radiología y
radioterapia.

Residuos comunes • Derivados de la preparación de alimentos.

En la práctica, los residuos con los que se pueden encontrar son los comunes o los biopa-
tógenos, que se tiran en bolsas especiales y tienen las siguientes características:
• son impermeables;
• tienen un espesor mínimo de 30 micrones para la recolección en origen;
• son resistentes al peso.

Manejo de ropa
Clasificación:

Ropa

Ropa sucia: de uso del paciente y de la


cama; será tratada como contaminada,
Ropa limpia: de cama y de uso por lo que se respetarán las siguientes
personal del paciente someti- indicaciones:
da al proceso de lavado, que • Uso de guantes.
debe ser guardada en un lugar • No agitar la ropa para evitar la conta-
cerrado. minación del ambiente.
• No apoyarla sobre ninguna superficie.
• No apoyarla sobre el uniforme de
trabajo.
• Guardarla dentro de una bolsa plástica
luego de retirarla.

Atención y cuidado de personas enfermas • 347


Ficha n.º 13
Higiene del hábitat
Todos los ambientes de la casa deben mantenerse limpios y ordenados. Si bien la atención
debe centrarse en los lugares de la casa que la persona enferma más utiliza, no deben
descuidarse otras habitaciones que no sean de uso habitual, así como los lugares de paso
obligado.

Los ambientes más usados son el baño y la cocina; en caso de existir más habitaciones,
limpiarlas a fondo y cerrarlas. Ventilarlas semanal o quincenalmente. Los roperos y arma-
rios deben estar en orden permanente: cada elemento se pondrá en su lugar y las ropas
sucias, limpias y planchadas tendrán un lugar.

Es recomendable lavar la ropa sucia el mismo día que se han cambiado. Si no es posible,
dejarlas en una bolsa de polietileno. No dejar ropa en remojo por más de 24 horas.

Es importante tener en cuenta cuáles son las costumbres de la persona, respetarlas dentro
de lo posible y además permitir su participación en la limpieza, siempre que se pueda y no
le ocasione ningún perjuicio. Cuando haya que modificar hábitos, hay que hacerlo en forma
gradual, para que la persona no se sienta invadida.

Mantener la higiene del hábitat de la persona enferma es una medida de prevención, por
lo tanto es indispensable la selección y uso de desinfectantes.

En el proceso de desinfección más común se usa un líquido desinfectante.

Los desinfectantes son productos que destruyen la mayoría de los microorganismos bio-
patógenos en los objetos, aunque no todos. Para el mejor resultado de la tarea, es impor-
tante efectuar la limpieza antes de la desinfección.

La manipulación de productos puede ser dañina para la piel de las personas, por lo que
siempre hay que usar elementos de protección personal, como por ejemplo guantes.

Precauciones:
• Respetar las instrucciones estrictamente.
• Aunque el olor de los desinfectantes sea suave, pueden dañar la piel.
• Usar recipientes sólo para este efecto.
• Nunca mezclar dos o más desinfectantes diferentes.
• Nunca usar un recipiente que carezca de etiqueta.
• Siempre estar atento al tipo de sustancia y a su propósito específico.

348 • Atención y cuidado de personas enfermas


Técnicas de limpieza:
• Iniciar el trabajo de limpieza por los objetos más alejados del paciente: ventanas, puer-
tas, marcos, equipos, etc.
• Usar guantes.
• Usar un balde con agua tibia y unas gotas de detergente que permitan hacer poca es-
puma.
• Emplear un segundo balde sólo con agua limpia.
• Sumergir un trapo rejilla en el balde con detergente, escurrir y limpiar las superficies.
• Enjuagar el trapo en el segundo balde, escurrir y pasar por las superficies.
• Desinfectar con lavandina.
• Enjuagar y poner a secar los elementos.

Limpieza de chatas y orinales:


• Usar guantes.
• Descartar el contenido en el inodoro.
• Lavar con detergente y luego desinfectar con lavandina al 1% (mezclando 100 ml en 10 l
de agua).

Limpieza de derrames de fluidos corporales:


• Usar guantes.
• Cubrirlos con toallas de papel para que absorban; estas se descartan como residuos
patológicos.
• Lavar la zona con agua y detergente, y desinfectar con lavandina.

Tipos de desinfección
Aspectos a tener en cuenta para la higiene y desinfección mediante el uso correcto de la
lavandina:
• Mantener la lavandina concentrada en su envase original, bien tapada, en un lugar fres-
co y oscuro.
• No se debe mezclar con detergentes.
• Para que se active, debe diluirse, y esta dilución debe usarse antes de las 24 hs.
• No se deben preparar las diluciones con agua caliente.
• Cuando actúa va perdiendo poder. Esto debe tenerse en cuenta para adecuar la rela-
ción entre solución diluida y material a descontaminar, y para ir renovando las soluciones
que se utilizan.
• El tiempo de exposición al producto debe ser escaso, por eso se recomienda utilizarlo
en el último enjuague.

Modos de dilución:
• Para la limpieza (de baños, mesadas, pisos, paredes), debe actuar 45 minutos. Con-
centración: 125 ml de lavandina en 10 litros de agua o 1 vaso de yogurt en 1 balde de
agua.
• Para la desinfección (lugares contaminados, sangre), debe actuar de 30 a 60 minutos.
Concentración: 625 ml de lavandina en 10 l de agua o 5 vasos de yogurt en un balde
de agua potable.

Atención y cuidado de personas enfermas • 349


Ventilación
Una casa bien ventilada es más fácil de mantener limpia. Es importante contar con buena
iluminación en todos los ambientes. Conversar con la persona o sus allegados sobre la
importancia de ventilar. Si se niega por tomar frío, se la puede abrigar y se la lleva a otro
ambiente que ya esté limpio.

Los pisos de madera no se lavan en época invernal. Si es posible, se puede pasar la


aspiradora o un trapo apenas húmedo. Si se barre, cuidar de no levantar polvo. No se
aconsejan desodorantes de ambiente, ya que agregan olores desagradables. Tampoco
se aconsejan estufas de gas en ambientes que no tengan ventilación. Es preferible abrigar
bien a la persona que dejarla sola con una estufa.

Si en la casa hay animales domésticos, se planteará la necesidad de su higiene, vacuna-


ción, una buena alimentación, así como la no conveniencia de su acceso al lugar de los
alimentos, a la cama o sillas de las personas. Sin embargo, se aconseja siempre respetar
el cariño y las costumbres de la persona o la familia con sus mascotas.

Limpieza del baño


El baño es el lugar de la casa que debe recibir mayor atención. Su limpieza es primordial
para evitar contaminaciones, olores desagradables y se debe realizar con la mayor fre-
cuencia posible.

Los artefactos deben ser limpiados con agua y detergente; de ser necesario se usará cloro,
moderadamente. No se recomienda desodorante.

El piso se lava con agua y detergente, y se seca cuidadosamente. Los elementos del boti-
quín, ordenados, y sólo con lo que la persona a cuidar necesita (con su permiso, desechar
frascos, potes, etc.). No se usarán los mismos elementos de limpieza para baño y cocina.
Se deben combatir moscas, cucarachas y otros insectos.

Limpieza de la cocina
Mantener la cocina limpia y ordenada contribuye al cuidado de la salud.

Heladera: se lava con agua con bicarbonato, y se seca correctamente; se inspecciona


frecuentemente por los alimentos que se echan a perder.

Armarios: al limpiar y ordenar armarios, se deberá mantener el orden ya establecido por


sus dueños. Todo cambio en el orden habitual debe ser comunicado.

350 • Atención y cuidado de personas enfermas


Módulo 4
Recursos
didácticos
Actividad 2:
Algunas cuestiones prácticas

Tarjeta n.º 1

Catalina es una señora de 79 años que debe tomar varios medicamentos al


día (suele tener dificultades para tragar y no le gusta tomar medicamentos). El
orden de la ingesta es el siguiente:
• 1 comprimido de A en ayunas al levantarse
• 30 minutos después, 50 mg de B acompañado de alimentos
• 2 horas más tarde, 20 cm3 de C y 1 comprimido de D
Tener en cuenta que A es el comprimido de mayor tamaño; las pastillas B son
cada una de 100 mg.

352 • Atención y cuidado de personas enfermas


Actividad 5:
Cómo actuar en la atención de personas
que padecen enfermedades con
compromisos psicológicos y enfermos
terminales

Tarjeta n.º 2 (RD M4)

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 3 sobre “Algunas enferme-


dades comunes”, elaboren un listado de acciones que podrían realizarse, así
como de actitudes importantes a tener en cuenta, en caso de tener que des-
empeñarse como cuidador o cuidadora de una persona que padece la enfer-
medad de Parkinson.

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 3 sobre “Algunas enferme-


dades comunes”, elaboren un listado de acciones que podrían realizarse, así
como de actitudes importantes a tener en cuenta, en caso de tener que des-
empeñarse como cuidador o cuidadora de una persona que padece demencia
senil y/o Mal de Alzheimer.

A partir de la información ofrecida en la Ficha n.º 4 sobre “Los enfermos ter-


minales”, elaboren un listado de recomendaciones apropiadas para el caso de
tener que desempeñarse como cuidador o cuidadora de una persona que pa-
dece una enfermedad terminal.

Atención y cuidado de personas enfermas • 353


Actividad 6:
La importancia de programar el momento
de la alimentación

Caso n.º 1

Ana está en el sanatorio desde hace una semana. Por momentos, el dolor cesa. Está
cansada y sin hambre ni ánimo, y llega la comida a la habitación. El cuidador o la
cuidadora va a compartir este momento de alimentación.

¿Cuál sería la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Ana a sentirse más animada y comer? (Tengan en cuenta la posi-
ción física, el trato, la comunicación, etc.)
¿Qué harían si Ana no tiene apetito?

Caso n.º 2

Oscar está en su casa. Hizo el esfuerzo de levantarse de la cama para comer. Comió
un poquito y se siente satisfecho. Tiene muy poco apetito.

¿Cuál es la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Oscar a sentirse más animado y comer? (Tengan en cuenta la
posición física, las condiciones ambientales, el trato, la comunicación etc.)
¿Qué harían si Oscar no tiene apetito?

Caso n.º 3

Beatriz tiene muchos problemas para masticar y siente ardor en la boca. No le falta
el apetito pero ese malestar en la boca le quita las ganas de comer.

¿Cuál es la tarea del cuidador o cuidadora?


¿Qué le ayudaría a Beatriz a comer? (Tengan en cuenta la posición física, el trato, la
comunicación, los cuidados corporales, etc.)
¿Qué harían para que Beatriz no pierda el apetito?

354 • Atención y cuidado de personas enfermas


Actividad 8:
Registro de datos y organización
de tareas

Tarjetas n.º 3

Ir al hospital

Avisar a la familia

Llamar a la ambulancia

Armar el bolso

Guardar documentación

Atender al paciente

Tranquilizar al paciente

Buscar dinero

Solicitar ayuda

Ordenar las direcciones y teléfonos útiles para que estén a mano

Atención y cuidado de personas enfermas • 355


Actividad 9:
La agenda del/la cuidador/a

Agenda para cuidadoras/es domiciliarias/os

Datos personales del paciente

Nombre y apellido: ..................................................................................................................................................


Sobrenombre: ..........................................................................................................................................................
Edad: .................................... Fecha de nacimiento: ................................................................................
Documento de identidad. Tipo: ............... N.°: ....................................................................................................
Dirección: ..................................................................................................................................................................
Teléfono: ....................................................................................................................................................................
Diagnóstico médico: ..............................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................

Discapacidades: .....................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
Alergias: ....................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................
.....................................................................................................................................................................................

Médico tratante

Nombre:
Dirección:
Teléfonos Consultorio:
Celular:
Particular:
Horarios:
Reemplazante:

356 • Atención y cuidado de personas enfermas


Dirección:
Teléfonos Consultorio:
Celular:
Particular:
Horarios:
Reemplazante:

Cobertura mé-
dica
N.° de afiliado:
Emergencias /
teléfono
Sanatorios
u hospitales
sugeridos para
internación:

Farmacias sugeridas Dirección Teléfono

Requisitos de la receta

Farmacia: ...................................................................
...................................................................
...................................................................
...................................................................

Atención y cuidado de personas enfermas • 357


Otros profesionales

Kinesiólogo
Dirección:
Teléfono:
Apoyo psicológico
Dirección:
Teléfono:
Otros (especialidad):
Dirección:
Teléfono:

Enfermeras Turno Teléfono Dirección

Empleador

Nombre: ......................................................................................
Teléfono: ......................................................................
Dirección: ...............................................................................................
Fecha de pago: ........................................................................................

Horarios de trabajo establecidos:

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo Feriados

Familiares que conviven:


1. ..........................................................................................................
2. .........................................................................................................
3. ..........................................................................................................

358 • Atención y cuidado de personas enfermas


Familiares que colaboran:

Nombre y apellido Parentesco Dirección Teléfono Horarios

Manejo del dinero Medicamentos Compras Pago de servicios


a cargo de la cuidadora
Comercios o Instituciones su-
geridas donde realizar cada
gestión

Trámites a realizar

Cobro de jubilación Pensión


Bancos:
Documentación requerida:
Fecha estimada de pago:

Autorización de recetas, tratamientos, etc.: documentación necesaria, lugar


donde se realizan las autorizaciones, horarios, etc.

Rendición de cuentas (guardar todos los tickets en una caja, ordenados por fecha
y rubro)

Mes:
Dinero recibido: $

Atención y cuidado de personas enfermas • 359


Gastos

Farmacia Supermercado Transporte Pagos Recreación Otros

Alimentación

Alimentos prohibidos Alimentos sugeridos

Administración de medicamentos

Vía oral Otros


Días Horario Medicamento Dosis Días Horario Medicamento Dosis

360 • Atención y cuidado de personas enfermas


Recreación
Tipo de actividad sugerida:

Lugares de paseo sugeridos:

Medios de transporte

Remises Nombre: Teléfono:

Radiotaxis Nombre: Teléfono:

Familiar responsable del transporte


Nombre:
Teléfono:

Compras sugeridas

Alimentos Marcas sugeridas Higiene Personal Hábitat Marcas


sugeridas

Procedimiento sugerido
1.
2.
3.
4.

Atención y cuidado de personas enfermas • 361


Actividad 15:
¿Qué aprendimos? ¿Qué necesitamos aprender?

Ficha de evaluación n.º 1

Autoevaluación de cuidado y atención de personas enfermas

Fecha:
Nombre:
Instructor/a:

De los temas vistos, ya Lo nuevo que Quisiera saber Lo importante en el cuidado de


sabía: aprendí fue: más sobre: personas enfermas es:

Lo que mejor hago como cuidador o cuidadora de personas enfermas es:

Mis dificultades como cuidador o cuidadora de personas enfermas son:

362 • Atención y cuidado de personas enfermas


Ficha de evaluación n.º 2

Evaluación individual

Fecha:
Nombre:
Instructor/a:

Usted se presentará a una entrevista de trabajo para cuidar a un señor de 86 años,


90 kg, que está en cama y su diagnóstico es hemiplejia. Esteban vive con su esposa,
de 85 años, que no lo puede cuidar porque tiene Alzheimer incipiente, por lo tanto
sus hijos contratarán a un cuidador o cuidadora durante el día.

¿Qué factores tendría en cuenta con respecto a la relación con la familia?

¿Qué preguntas haría a los hijos/empleadores? ¿Usaría alguna herramienta de regis-


tro? ¿Cuál y por qué?

Ya consiguió el trabajo, ¿cómo lo planificará?:


¿Qué tendría en cuenta con respecto al cuidado de la salud de Esteban?

¿Qué sugeriría si Esteban no quiere comer?

Atención y cuidado de personas enfermas • 363


¿Qué recaudos tendría en cuenta para usar papagayos y chatas, considerando el
cuidado de su salud? ¿Cómo lo haría? ¿Qué elementos necesita?

¿Qué tendría que tener en cuenta para tratar con la esposa de Esteban?

Explique la técnica para movilizar a Esteban en la cama. ¿Qué ejercicios cree que
puede realizar Esteban?

Tiene que llevar a Esteban al hospital para que le hagan una radiografía. ¿Cómo or-
ganiza la tarea? ¿Qué necesita?

364 • Atención y cuidado de personas enfermas


Módulo 5

Definimos nuestro
proyecto ocupacional
Módulo 5: Definimos nuestro proyecto ocupacional

Tiempo
Encuentro Tema Actividad
(minutos)

1. ¿Qué es un proyecto ocupacio-


Encuentro 1 Proyecto ocupacional 120
nal?

Encuentro 2 Proyecto ocupacional 2. ¿Dónde y cómo buscar trabajo? 120

Encuentro 3 Proyecto ocupacional 3. Perfil laboral 120

Encuentro 4 Proyecto ocupacional 4. ¿Qué quiero lograr? 120

5. ¿Cómo elaboro mi currículum


Encuentro 5 Proyecto ocupacional 120
vítae?

Encuentro 6 Proyecto ocupacional 6. Carta de presentación 120

Encuentro 7 Proyecto ocupacional 7. Entrevista laboral 120

Encuentro 8 Proyecto ocupacional 8. Mi plan de acción 120

Encuentro 9 Actividad de cierre 9. Tiempo de cosecha 120


P resentación

El propósito central de este módulo es acompañar a los y las


participantes en la construcción de sus proyectos ocupaciona-
les; esto significa orientarlos y orientarlas para que puedan tra-
zar una estrategia que, tomando en cuenta sus perfiles labora-
les y las características del contexto laboral, les permita mejorar
su situación en el mundo del trabajo y elegir nuevos trayectos
formativos de capacitación laboral y/o de educación formal.

La metodología del proyecto ocupacional se apoya en una


práctica que todas las personas realizan en su vida cotidiana,
la práctica de proyectar, de definir qué camino seguir para la
resolución de un problema, para potenciar una oportunidad,
para alcanzar un determinado resultado. Un proyecto se origina
en el análisis de la situación que genera los problemas que se
desean resolver, y es a partir de este análisis que las personas
definen los objetivos que quieren lograr y los caminos para lle-
gar a ellos.

El proyecto ocupacional tiene la misma lógica. Para construirlo,


las personas deben comenzar por identificar su situación de
partida en relación con las características del campo laboral en
el que pretenden trabajar. Esto significa identificar los conoci-
mientos, habilidades y actitudes que han adquirido en sus tra-
yectorias de vida y seleccionar aquellas que puedan tener un
valor en el mercado de trabajo. Deberán contrastar sus cono-
cimientos y habilidades con las características y calificaciones
demandadas en el campo laboral elegido. A partir de este con-
traste podrán obtener una “fotografía” de su situación actual,
en la que pueden ver “lo que tienen” y “lo que les falta” para
mejorar su situación laboral. Están en condiciones, entonces,
de definir sus objetivos en materia de formación y/o de inserción
o mejora de su situación laboral, y de trazar un plan de acción
para alcanzarlos.
En el proceso de construcción de sus proyectos las personas fortalecen su em-
pleabilidad, ya que desarrollan capacidades para tomar decisiones en lo laboral con
mayor autonomía y habiendo reflexionado sobre su propia condición y sobre el con-
texto laboral.

En este módulo se abordarán, entonces, las diferentes etapas que deberán recorrer
los y las participantes para la construcción de sus proyectos ocupacionales.

bjetivos
• Orientar a los y las participantes en la construcción de
sus proyectos ocupacionales en materia de empleo y/o
formación.
• Fortalecer sus capacidades para la búsqueda de em-
pleo y de ofertas formativas adecuadas a sus perfiles e
intereses.
• Brindar información y herramientas para planificar y encarar la búsqueda de em-
pleo.

• El proyecto ocupacional. Definición y etapas: auto-


diagnóstico, análisis del contexto, definición de los
objetivos, plan de acción.
• Las fuentes de información sobre empleos y ofertas
de formación. Los servicios de orientación laboral pú-
blicos y privados. Los avisos clasificados.
• La elaboración del currículum vítae. La carta de pre-
sentación. La entrevista laboral.
• El plan de acción.
• Valoración de las competencias adquiridas en el tra-
yecto formativo. Cierre del curso.
esultados

Al finalizar este módulo, los y las participantes estarán en condiciones de:


• Identificar mecanismos y circuitos disponibles para la búsqueda de em-
pleo y para acceder a ofertas formativas.
• Identificar su perfil laboral, reconociendo sus fortalezas y debilidades vin-
culadas con los requerimientos del sector.
• Tomar decisiones sobre sus objetivos de desarrollo laboral y/o formativo.
• Elaborar el currículum vítae personal y la carta de presentación.
• Sostener una entrevista laboral.
• Diseñar un plan de acción para la implementación del proyecto ocupa-
cional.
• Reconocer las competencias desarrolladas en el curso.
encuentro 1

Proyecto ocupacional

Actividad 1:
¿Qué es un proyecto ocupacional?

Objetivo
• Comprender la noción del proyecto ocupacional y las etapas a recorrer para su cons-
trucción.

Tiempo estimado
120 minutos Nota para el/la
instructor/a

Recursos Para el desarrollo de este


tema, le sugerimos leer la
• Pizarrón o papel afiche Ficha n.º 1 en HC M5.
• Marcador o tiza

Desarrollo
a. Solicite a los y las participantes que conformen cuatro
grupos y pídales que imaginen la siguiente situación.

Usted trabaja en relación de dependencia en un geriátrico. Se entera de que


ha recibido una herencia, motivo por el cual decide planificar unas merecidas
vacaciones. El destino elegido es México. Desea conocer parte del DF y luego
la zona de las playas.

En grupos, describan los posibles pasos que deberían realizar desde el día en que to-
man la decisión de viajar hasta la fecha que indica el pasaje aéreo, tanto en relación con
el empleo como con el viaje a realizar.

Ejemplo:
• En relación con el empleo:
Paso 1: Negociar con el empleador…
Paso 2: Colaborar en la búsqueda de su reemplazante…

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 371


• En relación con el viaje:
Paso 1: Definir cuándo realizará el viaje…
Paso 2: Averiguar precios de paquetes turísticos…

b. Invite a realizar una puesta en común de la actividad y anote en el pizarrón o afiche los
distintos pasos propuestos por los grupos.

c. Explique que en todo proyecto siempre hay:

• una situación inicial que se quiere resolver o transformar;


• una situación futura que se quiere alcanzar.

La situación inicial es lo que da origen al proyecto y la situación futura son los objetivos
que se desean alcanzar. El proyecto es el camino que se recorre, el conjunto de ac-
ciones que nos llevan de una situación a la otra. (Por ejemplo, en el caso planteado, la
situación inicial es el cobro de la herencia y la situación futura el recorrido por México.)

d. A partir de esta definición general de proyecto, explique la propuesta del proyecto


ocupacional señalando que se trata de una herramienta que les ayudará a definir qué
quieren lograr en el mundo del trabajo o en qué se quieren formar para mejorar su
situación en el empleo.

e. Presente las diferentes etapas en la construcción del proyecto ocupacional. Para ejem-
plificar, retome los trabajos realizados por los y las participantes al inicio del curso.
Por ejemplo, muestre que cuando recuperaron los conocimientos y habilidades que
habían adquirido en sus experiencias de vida, seleccionaron los que tenían valor en el
mercado de trabajo y analizaron las características del campo laboral del cuidado de
personas, estaban desarrollando la etapa de autodiagnóstico.

f. Finalmente, señale que para que cada participante pueda trazar ahora su proyecto
ocupacional, será necesario que definan qué quieren lograr, es decir: ¿cuáles son sus
objetivos relacionados con el empleo y/o la formación?

Aclare que para ello será necesario:


• Identificar fuentes de información sobre empleos y/o sobre ofertas de formación.
• Analizar las demandas de empleo que aparecen, por ejemplo, en los avisos clasifica-
dos (las competencias laborales que se solicitan y los requisitos).
• Evaluar si el perfil laboral propio y la disponibilidad con que se cuenta se correspon-
den con lo solicitado.

372 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 2

Actividad 2:
¿Dónde y cómo buscar trabajo?

Objetivo
• Identificar fuentes de información sobre empleos.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Copias del Cuadro n.º 1 (RD M5)
• Recortes con avisos clasificados

Desarrollo
a. Invite al grupo a realizar un intercambio sobre las experiencias de búsqueda de em-
pleo (experiencias propias o de otras personas cercanas). Facilite la conversación
mediante las siguientes preguntas:

¿Cómo consiguieron el empleo? ¿Cómo se enteraron que había una demanda


de empleo? ¿Quién les avisó? ¿Leyeron un aviso clasificado? ¿Fueron a
preguntar a una oficina de empleo del municipio, a una agencia de colocación,
a una bolsa de trabajo? ¿Cuál les parece la forma más exitosa? ¿Por qué?

b. A medida que los y las participantes relatan sus experiencias, registre la información
en un papel afiche o en el pizarrón, agrupando las diferentes fuentes de información
sobre empleos en las siguientes categorías:

• Fuentes informales: amigos/as, conocidos/as, familiares, contactos.


• Fuentes formales: agencias de colocación, oficinas o servicios municipales de empleo,
bolsas de trabajo, avisos clasificados, etc.

Complete el listado con aquellas que el grupo no haya mencionado.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 373


c. Explique en qué consisten las diferentes vías de búsqueda:

• Red de contactos: remarque que es importante reforzar la red de contactos perso-


nales (amigos/as, familiares, conocidos/as, ex compañeros/as de trabajo, etc.) trasmi-
tiendo a los mismos con claridad los trabajos que podemos realizar.
Presente un ejemplo de cuadro que permite ordenar datos sobre los contactos y que
puede servir para el uso posterior de los participantes.

Cuadro n.º 1

Contacto Dirección Teléfono Qué puede Qué conviene Fecha en Fecha del
conseguir decirle que lo próximo
llamé contacto

• Avisos clasificados: lleve varios recortes de avisos clasificados. Solicite a los y las
participantes que escojan alguno. Pida que lo lean y vayan formulando las dudas sobre
palabras desconocidas, consultas y demás.

• Oficinas de empleo: explique cómo funciona una oficina de empleo.


Entregue a los y las participantes folletos sobre los servicios brindados por oficinas de
empleo públicas y privadas de la zona. Realice una síntesis sobre las características y
servicios que brinda cada una de ellas.

• Buscadores de internet: explique qué son las páginas web para buscar empleo y el
crecimiento que han tenido los últimos años.

• Presentaciones espontáneas: consiste en presentar el CV con el fin de ser incorporado/a


en la base de datos de empresas o consultoras de recursos humanos, agencias even-
tuales y bolsas de trabajo pertenecientes a instituciones comunitarias y religiosas.

d. Realice el cierre de la actividad repasando la información presentada y respondiendo


las dudas y preguntas de quienes participan en el curso.

374 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 3

Actividad 3:
Perfil laboral

Objetivos
• Analizar las demandas de empleo que aparecen en los avi-
sos clasificados identificando las competencias laborales
que se solicitan y los requisitos.
• Evaluar si el perfil laboral propio y la disponibilidad con Nota para el/la
que se cuenta se corresponden con lo solicitado. instructor/a

Para el desarrollo de este


Tiempo estimado tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 2 en HC M5.
120 minutos

Recursos
• Pizarrón o papel afiche
• Tizas o marcadores
• Avisos clasificados
• Copias de Cuadro n.º 2 (RD M5)
• Copias del Cuadro n.º 3 (RD M5)

Desarrollo
a. Distribuya entre los y las participantes diversos avisos clasificados en los que se so-
licite personal para el cuidado de personas (en domicilios, en instituciones; a niños,
adultos y/o personas enfermas).

A continuación, se presentan algunos a modo de ejemplo.

Ejemplo n.º 1

Necesito una empleada cuidadora para atender a señora mayor con problemas de movilidad, y
también para la limpieza y cocina en la casa. Es con cama adentro, de lunes a sábados, zona Mi-
crocentro.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 375


Ejemplo n.º 2

Tareas: cuidado de persona mayor, señor de 93 años, muy lúcido. Deberá acompañar y asistir a la
persona en sus actividades diarias, teniendo en cuenta el cuidado integral de la misma (salud, ali-
mentación y cuestiones básicas de higiene). Aclaración: la persona vive en el PH contiguo al de su
familia. Muy buen clima de trabajo. Excelente familia. Requisitos: contar con sólida experiencia en
la actividad. Disponer de referencias laborales comprobables. Muy buen trato interpersonal, calidez,
educación, discreción y modales. Preferentemente, con conocimientos de primeros auxilios. Zona de
trabajo: Avellaneda. Horario: dedicación full time (cama adentro), con un franco semanal rotativo. A
las personas interesadas, enviar su CV a info@chavespaz.com.ar con el asunto “Cuidado de persona
mayor” sin omitir remuneración salarial pretendida. Muchas gracias.

Ejemplo n.º 3

La búsqueda se orienta hacia una persona del sexo femenino, con referencias, que puede oscilar
entre los 25 y 50 años (no excluyente) para que acompañe a mi madre, de 82 años, de lunes a viernes
unas 6 horas (también a conversar). Acompañarla a hacer las compras, ayudarla a cocinar, controlar
la medicación que toma y hacerle compañía. La zona es Vicente López, provincia de Bs. As.

b. Solicite que en parejas analicen la información contenida en los avisos e identifiquen:

• ¿Qué requisitos se piden?


• ¿Qué formación se requiere?
• ¿Qué experiencia se solicita?

c. Proponga que comparen los requisitos solicitados en los avisos con los aprendizajes
que cada participante ha registrado en sus Planillas de autoevaluación y analicen:

• ¿Los aprendizajes adquiridos son adecuados para desarrollar la tarea que se anuncia
en el aviso? ¿Por qué? ¿En qué se parecen y en qué no?
• ¿Consideran que están capacitados/as para desempeñarse en ese trabajo? ¿Por
qué?
• ¿Consideran que les falta desarrollar algún conocimiento o habilidad?

d. Una vez que han realizado el análisis, solicite que en forma individual completen el
Cuadro n.° 2:

376 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Requisitos solicitados Conocimientos y habilidades que Conocimientos y habilidades que
poseao necesito desarrollar

e. Coordine la puesta en común de lo trabajado y promueva la reflexión sobre la impor-


tancia de vincular el perfil laboral propio con el perfil solicitado, para evaluar si están
en condiciones de presentarse a ese trabajo, o si prefieren, por ejemplo, continuar
con otras formaciones.

Luego solicite a los y las participantes que en los días próximos realicen un relevamiento
de ofertas de formación laboral vinculadas con la finalización de la educación primaria y
secundaria, o a especialidades que se derivan del cuidado de personas. Aclare que la in-
formación recabada se compartirá en el próximo encuentro. Entregue a cada participante
una copia del Cuadro n.° 3 para registrar la información.

Cuadro n.º 3
Planilla para el relevamiento de ofertas formativas

Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 377


Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:

378 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 4

Actividad 4:
¿Qué quiero lograr?

Objetivo
• Definir los objetivos del proyecto ocupacional personal de cada participante.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
Recomendaciones para el/la
• Pizarrón o papel afiche instructor/a
• Tizas o marcadores
A partir de la información relevadas so-
• Hojas bre ofertas formativas, pueden gene-
• Copias de señales de tránsito (RD M5) rar una “Guía de recursos educativos”
(puede ser una carpeta con todas las
• Copias del Cuadro n.º 3 (RD M5) fichas relevadas) vinculadas con el perfil
de cuidado de personas y educación
de adultos, que esté disponible para la
Desarrollo consulta de los y las participantes.
a. Comience retomando lo trabajado en el
encuentro anterior acerca de los requeri-
mientos del mercado laboral y las necesi-
dades de capacitación para acceder a un puesto de trabajo. Resalte la importancia
de la formación, que posibilita, entre otras cuestiones, tener mayores herramientas
para insertarnos en el mercado laboral.

b. Invite a los y las participantes a compartir la información relevada sobre ofertas for-
mativas.

c. Luego proponga que, tomando como referencia las herramientas trabajadas en los
encuentros anteriores (la información sobre ofertas formativas, el análisis de los avisos
clasificados, el análisis de la adecuación del perfil de cada uno al perfil demandado en
los avisos), formulen en forma individual el o los objetivos de su proyecto ocupacional
(recordando que estos se refieren a la situación que desean lograr).

Explique que ahora, a partir de la definición de los objetivos del proyecto, se analizarán
los aspectos que pueden facilitar u obstaculizar el logro de los mismos. Para ello se

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 379


entregará a cada participante una hoja en blanco y una copia de las señales de tránsito,
y se invitará a realizar la siguiente actividad.

d. Proponga a los y las participantes que escriban el o los objetivos formulados (la meta
o las metas que desea alcanzar) en el borde inferior de una hoja en blanco. En el resto
de la hoja tendrán que diseñar el plano o la ruta que seguirían para alcanzar la meta
(se sugiere graficar en una pizarra o afiche en forma demostrativa):

Meta o metas a alcanzar

Distribuya a cada participante una copia de las señales de tránsito y explique el signifi-
cado de cada una para esta actividad.

Meta: ¿Qué quiero alcanzar?


¿Cambiar de empleo?
¿Iniciar una formación?
¿Conseguir empleo?

Auto-“móvil”: ¿Con qué cuento?


Fortalezas que tienen valor en el mercado laboral. (Se puede profundizar y enumerar
qué cosas representan al motor, la carrocería, las cubiertas.)

380 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Contratiempos: Estar prevenidos
¿Qué obstáculos o barreras se me pueden presentar? (Los obstáculos no son sólo de
orden económico; en el caso de las mujeres, pueden ser derivados de las responsa-
bilidades familiares que estas asumen, como el cuidado de los hijos, de las personas
mayores y la organización general de la vida familiar.)

Otros obstáculos que pueden presentarse:

• Lejanía al lugar de trabajo o formación


• Disponibilidad horaria
• Falta de referencia
• Falta de experiencia
• Residencia en un determinado barrio o zona

Para representar los obstáculos, pueden utilizarse las siguientes señales viales:

Estaciones de servicio: ¿Qué necesito?


Combustible que necesito para la marcha.

Descanso: ¿En quiénes descanso?


¿Con quiénes cuento?

e. Explique que para elaborar la hoja de ruta personal deberán recortar y pegar las seña-
les de tránsito para indicar los obstáculos que consideren que tienen para alcanzar la
meta planeada. También deberán recortar y utilizar la figura de la estación de servicio
para indicar qué recursos necesitan para alcanzar sus metas. La figura de descanso
se utilizará para representar los apoyos o las personas con las que cuentan y las al-
ternativas de solución a los obstáculos identificados.

f. En plenario, solicite que presenten sus producciones. Promueva el intercambio sobre


posibles alternativas de solución a las dificultades. Explique que muchas veces los
obstáculos son salvables, pero para ello es necesario pensar alternativas de acción
que atenúen su impacto.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 381


encuentro 5

Actividad 5:
¿Cómo elaboro mi currículum vítae?

Objetivos
• Aprender a elaborar un currículum vítae.
• Seleccionar los aspectos del perfil a destacar.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
instructor/a
Recursos
Para el desarrollo de este
• Pizarrón o papel afiche tema, le sugerimos leer la
• Tizas o marcadores Ficha n.º 3 en HC M5.
• Copias del Modelo n.º 1 (RD M5)

Desarrollo
a. Invite a dos personas que de manera voluntaria quieran
participar. Llame a una de ellas aparte (la persona A) y explíquele que deberá realizar
una presentación personal ante sus compañeros y compañeras que no podrá durar
más de 1 minuto. Se trata de presentarse a sí mismo/a para desempeñarse como
cuidador o cuidadora de personas, como si debiera ofrecerse a un posible empleo.
Aclare que cuenta con cinco minutos para preparar su presentación. A la segunda
persona voluntaria (persona B) explíquele que luego le dirá qué hacer.

Una vez que la persona A realiza su presentación en el minuto asignado, solicite a la


persona B que realice su presentación personal de un minuto, pero sin darle tiempo
para prepararla.

b. Luego, pida a los observadores que comenten sobre lo que vieron en cada presen-
tación. ¿Qué características tuvo la presentación de cada uno? ¿Cumplieron con el
tiempo estimado para la presentación? ¿Qué diferencias advierten entre ambas pre-
sentaciones? ¿A qué creen que se debe?
Oriente el debate y señale la importancia de preparar el discurso con el que queremos
presentarnos, relacionando y organizando la información que resulta de interés a la per-
sona o empleador a quien nos estamos remitiendo.

382 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


c. Explique que en este encuentro se trabajará sobre una herramienta para la presenta-
ción laboral: el currículum vítae u hoja de vida.

Pregunte al grupo:
• ¿Alguna vez elaboraron un CV?
• ¿Qué datos consignaron?

Registre en el pizarrón las respuestas.

d. Luego, presente los aspectos generales para su realización. Aclare que:


• Es una presentación, una primera forma de informar sobre lo que sabemos hacer a
los posibles empleadores o empleadoras.
• Ofrece un inventario de la experiencia personal, la formación, las competencias y
habilidades con que contamos para desarrollar el trabajo ofrecido.
• Debe estar escrito a máquina o en computadora, con encabezamiento, márgenes y
espacios, es decir, cuidando la presentación formal.
• Debe ser breve. Tres carillas como máximo.

Mencione la regla de las “seis C” para la elaboración de un CV:


• Claro
• Corto
• Concreto
• Coherente
• Confiable
• Convincente

Explique que para elaborar un CV es necesario tomarse un tiempo para reflexionar sobre:

• el perfil laboral, es decir, los conocimientos, las habilidades y experiencias que tienen
valor para el trabajo;
• los aspectos que desean priorizar para presentarse en un determinado trabajo; y
• los aspectos de la propia experiencia y formación que más se ajustan al puesto.

e. Proponga a los y las participantes que se agrupen de a tres y elijan uno de los avisos
clasificados con los que han venido trabajando. Entregue una copia del Modelo n.º 1
(RD M5) a cada integrante y explique que deberán trabajar de la siguiente manera:

• Leer el aviso y realizar un listado de las tareas involucradas en el empleo que se de-
manda y de los conocimientos, habilidades y actitudes que se demandan.
• Retomar las planillas de autoevaluación y marcar los aprendizajes que más se acercan
a lo solicitado para el empleo. Aunque cada integrante del grupo trabajará con su plani-
lla, podrá consultar al resto sus dudas o dificultades en el desarrollo de la actividad.
• Elaborar y escribir el propio currículum siguiendo el modelo entregado.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 383


Modelo n.º 1
Currículum vítae

Datos personales

Apellido y nombre: _____________________________________


Nacionalidad: ___________________________ Estos datos pueden
Documento: ___________________ CUIL/CUIT: _______________ aparecer como
Estado civil: (se puede omitir) ______________________ membrete en la
Fecha de nacimiento: ____________________________ parte superior de la
Domicilio: _____________________________________________ hoja.
Teléfono: ________________
Correo electrónico: _________________________

Estudios cursados
Se coloca el nivel más alto de estudios alcanzado. Si es terciario o universitario, colo-
car también los estudios secundarios.

Se consigna:
• Título obtenido. Establecimiento. Año de egreso.
• Cursos realizados: todos los cursos de los cuales se puede dar cuenta por medio
de algún tipo de certificación.

Otros conocimientos
Aquí se consignan conocimientos que tenemos pero no podemos certificar, por
ejemplo, manejo de PC o idiomas.

Antecedentes laborales
Lo más sencillo es colocar los datos del siguiente modo:
Período trabajado:
Empresa:
Puesto ocupado:
Tarea desempeñada:

Otras actividades
Se pueden mencionar otras actividades que se consideren relevantes, como la perte-
nencia a organizaciones, instituciones, voluntariados, reconocimientos obtenidos, etc.

Referencias laborales y/o personales


Aquí se mencionan nombres y teléfonos de empleadores o instituciones con quienes
haya trabajado en ocasiones anteriores y que estén dispuestos a dar referencias.

f. En plenario, invite a los y las participantes a presentar su currículum. En la presenta-


ción deberán explicar las características del empleo que anunciaba el aviso elegido y
las razones por las que creyeron conveniente destacar en el currículum determinados
conocimientos, habilidades, actitudes y experiencias. Promueva la reflexión sobre las
decisiones que cada integrante tomó y ayude a identificar los aciertos y los errores.

384 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 6

Actividad 6:
Carta de presentación

Objetivo
• Aprender a elaborar una carta de presentación.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
Recursos instructor/a
• Recortes de avisos clasificados Para el desarrollo de este
• Copias de Modelos n.º 2, 3 y 4 (RD M5) tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 4 en HC M5.
• Copias de la Ficha n.º 4 (HC M5)

Desarrollo
a. Comente que con frecuencia los avisos de ofertas la-
borales requieren ser respondidos con una carta de presenta-
ción. La carta de presentación introduce al currículum. Así como éste expresa nuestra
presentación para la búsqueda de empleo, en la carta de presentación manifestamos
más claramente nuestro interés por el puesto y por qué consideramos que somos la
persona más adecuada para él. La carta de presentación es el paso previo a la en-
trevista laboral, ya que el empleador o empleadora se basa en la información que se
brinda en ella para realizar una primera selección.

b. Presente a todo el grupo la estructura básica de una carta de presentación. Comente


los aspectos formales que deben tener en cuenta en la redacción de la misma.

c. Entregue a cada participante un aviso clasificado, los distintos modelos de carta de


presentación y solicite que escriban una carta de presentación respondiendo a lo
requerido en el aviso.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 385


Modelo n.º 2

Ciudad y fecha

(Encabezamiento)
A quién va dirigido
Empresa / Nombre y apellido
Dirección

De mi mayor consideración:

Me es grato dirigirme a Ud. en relación con el aviso publicado en __________________ el día


_______________ , en el que solicitan __________________________________ .

Al respecto, adjunto mi currículum para facilitarle mayor información (o bien: mi formación y experien-
cia para este puesto es la siguiente):
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
________________________________ .
En el último empleo desarrollé las siguientes actividades / funciones / responsabilidades ________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
____________________ .

Con respecto a la remuneración pretendida, podría ser de alrededor de los $ _________ .


(Si esta información no es solicitada en el aviso se sugiere no incluirla.)

Sin otro particular, quedo a su disposición para una entrevista laboral.

Saludo a Ud. atentamente,

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

Modelo n.º 3

Ciudad y fecha
Encabezamiento
Sres. Geriátrico “Los Abuelos”
Dirección
Localidad
Provincia
___________________________
Ref. aviso (puesto, diario, fecha)

De mi mayor consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a ustedes para postularme como _______________ en relación con la
búsqueda de referencia.

He trabajado durante tres años en un geriátrico de la zona, ocupando un puesto de similares carac-
terísticas. Poseo excelentes referencias comprobables.

386 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Adjunto a la presente mi currículum vítae y espero acceder a una entrevista laboral en la que podré
ampliar los aspectos que consideren pertinentes.

Los saludo atentamente,

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

Modelo n.º 4

Ciudad y fecha
(Encabezamiento)
Sres. ____________________
Presente
_____________

De mi mayor consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a Uds. a fin de ofrecer mis servicios en su organización y postularme
como _____________________________________________________ .

He tenido excelentes referencias de _______________________ , información que me motiva a


presentar mis antecedentes para ser considerados ante eventuales búsquedas.

Acompaño a la presente mi currículum vítae y espero acceder a una entrevista laboral.

Sin otro particular, y agradeciendo desde ya la atención prestada, los saludo cordialmente.

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

d. Finalizada la tarea, proponga que intercambien la carta redactada con otro u otra par-
ticipante para que la lea, complete, corrija, según le parezca.

e. En plenario, solicite a cinco participantes que lean sus cartas. Aclare las dudas e
interrogantes que se presenten y señale los aspectos más importantes que vayan
surgiendo.

f. A modo de cierre y de revisión de todo lo visto, distribuya copias de la Ficha n.º 4 (HC
M5) para leer en plenario y aclare dudas si fuese necesario.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 387


encuentro 7

Actividad 7:
Entrevista laboral

Objetivo
• Conocer los aspectos centrales de una entrevista laboral.

Tiempo estimado
120 minutos
Nota para el/la
Recursos instructor/a
• Pizarrón o papel afiche Para el desarrollo de este
• Tizas o marcadores tema, le sugerimos leer la
Ficha n.º 5 en HC M5
• Copias de la Guía n.º 1 (RD M5)
• Copias de la Ficha n.º 5 (HC M5)

Desarrollo
a. Solicite a los y las participantes que se dividan en cuatro grupos. Luego
proponga que representen una entrevista laboral acorde a una de las siguientes situa-
ciones enunciadas:

• Cuidar a una persona mayor postrada en una casa de familia.


• Asistente en una hogar geriátrico.
• Cuidar dos niños en una casa de familia.
• Asistente en un hogar con niños discapacitados.

Solicite que cada grupo nombre a un o una integrante que no participe de la represen-
tación y que cumpla el rol de observador u observadora.

b. Entregue a los y las participantes observadores copias de la Guía n.º 1 (RD M5):

388 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Guía n.º 1
Observación de entrevistas

Observación del postulante


1. Presentación del postulante (actitud, capacidad para hacer hincapié en sus fortale-
zas/competencias, manejo de información, vestimenta, saludo, postura, etc.).

2. Desarrollo de la entrevista:

• ¿Las preguntas fueron adecuadas o inadecuadas? ¿Por qué?


• ¿Hizo preguntas? ¿Fueron adecuadas y claras?
• Las respuestas a las preguntas del entrevistador ¿fueron claras o confusas? ¿Por
qué?
• ¿Hubiera sido conveniente que no se mencionaran algunos datos? ¿Por qué?
• ¿Deja temas importantes sin tratar? ¿Por qué?
• ¿Cómo finaliza la entrevista?
• Actitud general.
• Otras observaciones. (Por ejemplo: ¿cómo respondió frente a preguntas que re-
sulten discriminatorias por parte del empleador?)

Buena/o Regular A mejorar


¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Actitud
Capacidad para hacer hin-
capié en las fortalezas
Manejo de la información
Preguntas formuladas
Claridad en las respuestas

Otras observaciones: ……………………………………………………………………………


………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………

Observación del entrevistador o entrevistadora


• ¿Cómo actuó durante la entrevista?
• Claridad en las preguntas.
• Pertinencia de las mismas.
• Trato/interés en el/la entrevistado/a.
• Precisión respecto de lo que busca indagar.
• Presencia o ausencia de sesgos discriminatorios.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 389


Bueno/a Regular A mejorar
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Cuidado del entorno o


condiciones
Claridad en las pre-
guntas
Pertinencias de las
preguntas
Trato/interés en el
entrevistado
Precisión respecto a lo
que busca indagar

Otras observaciones:
(Registre la presencia o ausencia de rasgos o sesgos discriminatorios)
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………..

c. En plenario, cada grupo presenta su dramatización.

d. Al finalizar las representaciones, solicite a los y las observadores/as que com-


partan la información registrada.

A partir de lo expuesto, trabaje los diferentes momentos de una entrevista:

• El saludo y la presentación.
• El desarrollo de preguntas y respuestas recíprocas.
• El cierre de la entrevista.

e. Luego pida a cada grupo que elabore recomendaciones a tener en cuenta al


momento de una entrevista laboral.

f. Realizada la puesta en común, proponga dialogar en plenario acerca de lo que


podría ocurrir después de la entrevista (quedar seleccionado/a o no, y qué impli-
ca cada una de estas situaciones).

g. Finalmente, distribuya copias de la Ficha n.º 5 (HC M5) solicite su lectura en ple-
nario a fin de que puedan profundizar y revisar la información trabajada.

390 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 8

Actividad 8:
Mi plan de acción

Objetivo
• Construir una secuencia de actividades o plan de acción para implementar el proyecto.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Copias del Cuadro n.º 4 (RD M5)

Desarrollo
a. Realice una breve presentación explicando que una vez definidos los objetivos del
proyecto, se deberá trazar un plan de actividades para su implementación, calcular
los tiempos que llevará cada una y los recursos que demandará.

b. Proponga a cada participante que elabore un listado de las actividades que deberá
realizar para llevar adelante su proyecto ocupacional, que identifique los recursos que
necesitará y los tiempos que le demandará. Para hacerlo, pida que retomen:

• los objetivos que han definido para su proyecto, y


• el mapa de ruta.

c. Luego, conforme grupos de tres o cuatro personas y solicite que analicen el listado
realizado por cada integrante del grupo, aporten sus comentarios y colaboren con
quien tenga dificultades. Cada integrante deberá registrar sus actividades en el Cua-
dro n.º 4 (RD M5).

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 391


Cuadro n.º 4

El objetivo de mi proyecto es: …………………………………………………………….


……………………………………………………………………………………………………
Actividades Tiempo Recursos Costo Alternativas de
solución

Actividades
d. En plenario, solicite a los y las participantes que presenten sus planes de acción y
evalúe con ellos la pertinencia de las actividades para alcanzar el objetivo que se han
propuesto, posibles obstáculos y alternativas de resolución.

e. Finalmente, realice un cierre explicando que durante la implementación puede ser


necesario realizar ajustes ante la aparición de problemas que no fueron contempla-
dos, o de situaciones nuevas que pudieran surgir durante la ejecución. Es importante
recordar que un proyecto es un proceso dinámico, en el que los mismos cambios
que produce pueden generar nuevos escenarios que demanden cambios en el plan
inicialmente diseñado.

392 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


encuentro 9

Actividad 9:
Tiempo de cosecha

Objetivo
• Expresar el significado de la experiencia de aprendizaje a nivel personal y grupal.

Tiempo estimado
120 minutos

Recursos
• Afiches
• Hojas
• Marcadores

Desarrollo
a. Realice una pequeña introducción comentando que en este último encuentro, a modo
de cierre, se pretende poder compartir lo que significó para cada uno de los y las par-
ticipantes, la experiencia de la trayectoria de aprendizaje recorrida y a la vez identificar
qué cosas han “cosechado” a nivel personal y grupal.

b. Solicite que conformen grupos de no más de cuatro personas y proponga que cada
grupo escriba un graffiti donde se exprese lo vivido y lo que imaginan del mañana.

c. En plenario, se comparte lo trabajado por cada grupo.

d. Luego, invite a realizar la siguiente actividad, llamada “Abanico de regalos”:

• Armar una ronda con las sillas y sentarse.


• Que cada participante escriba, al final de una hoja en blanco, su nombre.
• Que cada uno entregue la hoja a la persona que está sentada a su derecha.
• En la parte superior de la hoja se escribirá un “regalo” imaginario para el dueño o
dueña de ese papel, manifestado en expresiones de deseos positivos.
• Una vez escrito el “regalo”, se debe plegar la franja escrita para que no se vea el
texto (a modo de abanico), y pasarla nuevamente al compañero o compañera de la
derecha.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 393


• Una vez que todos hayan escrito el papel y este vuelve a las manos del destinatario
o destinataria, se puede abrir el abanico y leer lo que los compañeros y compañeras
le regalaron.

e. Luego, cada participante lee lo que le regalaron. Si lo desea, puede expresar algo al
grupo.

f. Realice el cierre de la actividad haciendo una devolución al grupo de todo el proceso


formativo.

394 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Módulo 5
Herramientas
conceptuales
Ficha n.º 1
El proyecto ocupacional
La metodología del proyecto ocupacional se apoya en una práctica que todas las personas
realizan en su vida cotidiana, la práctica de proyectar, de definir qué camino seguir para la
resolución de un problema, para potenciar una oportunidad, para alcanzar un determinado
resultado. Un proyecto se origina en el análisis de la situación que genera el o los proble-
mas que se desean resolver, y es a partir de este análisis que las personas definen los
objetivos que quieren lograr y los caminos para llegar a ellos.

El proyecto ocupacional tiene la misma lógica. Para construir su proyecto ocupacional,


las personas deben comenzar por identificar su situación de partida en relación con las
características del campo laboral en el que pretenden trabajar. Esto significa identificar los
conocimientos, habilidades, actitudes que han adquirido en sus trayectorias de vida y se-
leccionar aquellos que puedan tener un valor en el mercado de trabajo. Deberán contrastar
sus conocimientos y habilidades con las características y calificaciones demandadas en el
campo laboral elegido. Este contraste les permite obtener una “fotografía” de su situación
actual, en la que pueden ver “lo que tienen” y “lo que les falta” para mejorar su situación
laboral. Están en condiciones, entonces, de definir sus objetivos en materia de formación
y/o de inserción o mejora de su situación laboral y de trazar un plan de acción para alcan-
zarlos.

En el proceso de construcción del proyecto ocupacional las personas fortalecen su em-


pleabilidad, ya que desarrollan capacidades para tomar decisiones en lo laboral con mayor
autonomía y habiendo reflexionado sobre su propia condición y sobre el contexto laboral.
Además, desarrollan capacidades para planificar, gestionar un uso eficiente de los recur-
sos disponibles, comunicar sus capacidades y resolver problemas, entre otras.

Las etapas en la construcción del proyecto ocupacional


PROYECTO OCUPACIONAL:
Etapa 1: autodiagnóstico y análisis del contexto

Tener como referencia nuestros saberes previos, experiencias laborales y extralaborales


nos sitúa en el punto de partida para la elaboración del proyecto ocupacional.

La construcción del proyecto ocupacional se inicia con la realización de un diagnóstico


personal que deberá expresar la situación de partida de una persona en relación con el
trabajo y la formación.
Para realizar este diagnóstico, es necesario:

396 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


• Identificar las propias capacidades, conocimientos y habilidades adquiridos en expe-
riencias laborales (remuneradas o no), educativas (formales e informales), de participa-
ción social o comunitaria; incluso, habilidades y conocimientos adquiridos en el ámbito
doméstico.
¿Cuáles son mis intereses y motivaciones en relación con el trabajo y la formación? ¿Qué
trabajos he realizado? ¿Qué estudios tengo? ¿Cuáles son los conocimientos, habilidades
y actitudes que fui adquiriendo en mis diferentes experiencias, por ejemplo, en el ámbito
doméstico, comunitario, en ámbitos de capacitación formal e informal, en el trabajo remu-
nerado y no remunerado? ¿Cuáles de esos conocimientos, habilidades y actitudes tienen
valor en el mercado de trabajo?

• Entre los conocimientos, habilidades y actitudes antes identificados, seleccionar aque-


llos que tienen valor para el mercado de trabajo.

• Analizar el campo laboral (ocupacional) al que se aspira ingresar identificando posibles


demandas de empleo, perfiles o calificaciones técnicas demandadas, requisitos (dispo-
nibilidad horaria, edad, sexo), derechos y responsabilidades.

¿Qué características presenta el campo laboral? ¿Existen demandas de empleo en ese


campo? ¿Qué calificaciones se requieren? ¿Cuáles son los derechos y responsabili-
dades que están regulados? ¿Existen organizaciones gremiales que representen a los
trabajadores y trabajadoras? En ese campo laboral, ¿trabajan mujeres y varones?
Presentación espontánea
• Comparar “lo que se tiene” (conocimientos, habilidades, actitudes con valor en el mer-
cado de trabajo) con “lo que demanda el campo laboral” (perfiles ocupacionales, cono-
cimientos, habilidades actitudes laborales específicas).

• Deducir de esa comparación qué aspectos es necesario fortalecer y qué problemas


resolver para mejorar la situación laboral.

Etapa 2: la definición de los objetivos

En esta etapa se trata de definir qué se quiere lograr, en cuánto tiempo y con qué recur-
sos. Definir los objetivos es tomar decisiones, y ello implica poder detenerse y analizar las
oportunidades y los obstáculos que se pueden presentar. Por ello es importante que las
personas puedan pensar en qué tiempo quieren lograrlos y con qué recursos cuentan para
hacerlo.

La decisión de tomar o cambiar de empleo, o de iniciar una formación, implica organizar


otros aspectos de la vida cotidiana que, cuando no se contemplan en las decisiones, pue-
den dificultar el desarrollo del proyecto. Es necesario tener en cuenta que a veces los obs-
táculos no son sólo de orden económico; en el caso de las mujeres, por ejemplo, pueden
ser obstáculos derivados de las responsabilidades familiares que estas asumen (el cuidado
de los hijos, de los adultos mayores y la organización general de la vida familiar).

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 397


Este análisis no implica abandonar los objetivos sino hacerlos viables, es decir, encontrar
maneras de resolver las posibles dificultades.

En las decisiones sobre los objetivos del proyecto, se deberán tener en cuenta aspectos
tales como:

• Si el objetivo es postular para un empleo, ¿cuáles son las condiciones laborales (hora-
rios, tipo de contrato, derechos y obligaciones, movilidad, vestimenta, etc.)?
• Si el objetivo es formarse, ¿cuáles son los requerimientos (carga horaria, porcentaje de
asistencia, distancia al lugar de la formación, aranceles, movilidad, acceso a materiales
de formación, espacio físico adecuado en su casa para realizar actividades o estudio,
vestimenta, etc.)? ¿Puedo combinar las dos cosas, trabajar y al mismo tiempo hacer
algún curso?
• ¿Cuáles son los condicionantes familiares y sociales para la consecución de los objeti-
vos? ¿Cómo organizar el tiempo propio?
• ¿Cómo se pueden revertir? ¿Existen en la zona servicios de apoyo públicos o privados?
¿Existen redes familiares, comunitarias, barriales, de apoyo y resolución de necesida-
des? ¿Qué alternativas se pueden implementar para resolver los obstáculos?

Etapa 3: el plan de actividades

Una vez definidos los objetivos del proyecto, se deberá trazar un plan de actividades para
lograr los objetivos, calcular los tiempos que llevará cada una y los recursos. Si el objetivo
es lograr la inserción laboral, el plan de actividades deberá organizar el proceso de bús-
queda de empleo. Para ello será necesario:

• Relevar fuentes de empleos formales e informales.


• Identificar las instituciones u organizaciones que brindan información y orientación para
el empleo.
• Saber interpretar avisos clasificados, elaborar cartas de presentación, elaborar un currí-
culum vítae y mantener una entrevista laboral.

Etapa 4: ejecución y evaluación

Una vez transitadas las etapas de diseño del proyecto ocupacional, llega el momento de
probarlo, de ponerlo en marcha en el contexto real.

Durante la implementación puede ser necesario realizar ajustes ante la aparición de proble-
mas que no fueron contemplados, o de situaciones nuevas que pudieran surgir durante la
ejecución. Es importante recordar que un proyecto es un proceso dinámico, en el que los
mismos cambios que produce pueden generar nuevos escenarios que demanden modifi-
caciones en el plan inicialmente diseñado.

398 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Ficha n.º 2
Avisos clasificados
Los avisos clasificados son aquellos anuncios que se publican en los medios de comunica-
ción masivos como diarios, revistas y algunas páginas de internet. Los avisos clasificados
de los periódicos se encuentran generalmente en la sección Empleos o economía.

Para los avisos clasificados se utilizan en general abreviaturas y siglas, cuyo significado es
útil conocer:

• a/sex: ambos sexos


• b/pres: buena presencia
• c/CV: con currículum vítae
• c/exp: con experiencia
• c/ref: con referencia
• c/s/ref: con o sin referencias
• full time (f/t): tiempo completo
• part time (p/t): tiempo parcial
• pres: presentarse
• RR HH: recursos humanos
• RR PP: relaciones públicas
• t/edad: toda edad
• tnos rot: turnos rotativos
• viat: viáticos

¿Cuáles son los medios de comunicación en donde encontrarlos?

• En los diarios nacionales y provinciales, suele haber pedidos que incluyen zonas de todo
el país. En cada lugar la publicación de los avisos tiene días específicos.
• Los diarios o periódicos locales y las revistas barriales publican avisos de ofertas y pe-
didos de personal para empresas de su zona de influencia.
• En los diario que contienen suplementos especializados (Economía, Agricultura, Arqui-
tectura, Educación, etc.) aparecen avisos relacionados con esos sectores y también
pueden contar con secciones dedicadas a jóvenes profesionales, que les ofrecen la po-
sibilidad de publicar un aviso gratuito ofreciendo sus perfiles técnicos o profesionales.
• En la sección “clasificados” de algunos diarios se publican listados de las empresas de
personal temporario y de consultoras.
• En Internet pueden encontrarse sitios especializados en la búsqueda de personal (bol-
sas de trabajo virtuales) y espacios destinados a la publicación gratuita de “ofrecidos”.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 399


Ficha n.º 3
El currículum vítae
a. Datos personales
Nombre y apellido:
Estado civil (optativo):
Lugar y fecha de nacimiento:
Documento de identidad:
Nacionalidad:
Dirección y teléfono:
Correo electrónico:

b. Estudios realizados
Aquí se deben consignar los estudios realizados, tanto los formales como los cursos o ac-
tividades de formación profesional. Es conveniente no omitir ningún curso que se relacione
con la actividad laboral a desarrollar, independientemente de la duración de esa actividad
formativa.

Estudios: consignar el máximo nivel educativo formal alcanzado (por ejemplo, primaria,
secundaria, terciario, universitario), el nombre del establecimiento donde los realizó y fecha
de egreso.

Formación profesional: consignar nombre del curso, institución, duración del curso (por
ejemplo, 120 hs.) y fecha.

Idiomas: si se maneja algún idioma además de la lengua de nacimiento, especificar el nivel


de dominio que ha alcanzado (comprensión, lectura y escritura).

c. Experiencia laboral
Es importante presentar todas las experiencias laborales, tanto las remuneradas como las
no remuneradas, siempre que tengan alguna relación con el empleo ofrecido.

Se debe nombrar la empresa, institución o familia para la que se trabajó, las principales ta-
reas desempeñadas y durante cuánto tiempo. Se comienza por el último empleo siguiendo
un orden cronológico inverso.

d. Otras actividades
Se pueden mencionar otras actividades que se consideren relevantes como, la pertenen-
cia a organizaciones, instituciones, voluntariados, reconocimientos obtenidos, etc.

400 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


e. Referencias laborales y/o personales
Es muy común que los empleadores y empleadoras soliciten la presentación de referencias
laborales y/o personales, es decir, personas que puedan dar cuenta de la responsabilidad
y capacidades para el empleo de la persona que se postula. Al dejar o cambiar de trabajo,
es importante solicitar al empleador o empleadora una carta de recomendación para un
futuro trabajo, o preguntar si pueden dar su nombre y teléfono para el caso de que en un
nuevo trabajo soliciten referencias.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 401


Ficha n.º 4
La carta de presentación
En muchas oportunidades, los avisos de ofertas laborales requieren ser respondidos por
un carta de presentación. Esta constituye el paso previo a la entrevista laboral. El em-
pleador se basa en esta información para realizar una primera selección. También en las
distintas actividades productivas la carta puede ser un vehículo para ofrecer productos o
servicios.

Los objetivos de la carta de presentación son:

• Despertar interés y atención en el entrevistador para que lo convoque a una entrevista.


• Solicitar una entrevista laboral.
• Agregar o resaltar datos diferentes de los incluidos en un CV.

Estructura de la carta
Toda carta de presentación tiene una estructura determinada cuyo contenido varía según
el destinatario y objetivo de la misma.

Fórmula de cortesía o saludo inicial De mi consideración…


Señor/a…, Señor/a Gerente…
Fórmula para comenzar Me dirijo a usted en respuesta a…
Por la presente, tengo agrado de dirigirme a usted con
el fin de…
Planteo del motivo Considero que reúno las condiciones para el puesto…
Fórmulas de saludo final A la espera de la oportunidad de una entrevista, lo/la
saludo…
Quedo a su disposición…
Cordialmente…
Atentamente…

Básicamente, existen dos tipos de carta de presentación y la diferencia entre una y otra
radica en la circunstancia en la que son presentadas.

1. Carta de presentación espontánea


¿Cómo empiezo?
• Primer párrafo
Como conozco hace tiempo el prestigio de su institución, quisiera ofrecerle mis servicios
para… Soy…

402 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Y después, ¿qué le cuento?
• Segundo párrafo
Aquí debemos hablar acerca de los conocimientos que poseemos y de la experiencia la-
boral –remunerada o no– pero conviene hacerlo con relación al futuro, sugiriendo lo que
somos capaces de hacer.
Considero que mis conocimientos de… pueden ser de utilidad en…

¿Cómo termino?
• Tercer párrafo
-Le quedo muy agradecido/a por haber leído esta carta…
-A la espera de su llamado le agradezco la atención dispensada…
-Le agradecería que tomase en cuenta esta solicitud en la selección que realicen para el
puesto demandado…

Siempre se debe firmar la carta y colocar dirección y teléfono.

2. Carta de respuesta a un aviso


¿Cómo empiezo?
• Primer párrafo
Estoy interesado/a en el puesto de … que ustedes anuncian en el diario…, con fecha…
Le escribo en relación con la solicitud de … que usted realiza en …con fecha…

Y después… ¿qué le cuento?


• Segundo párrafo
-Tengo experiencia adquirida en …
-Quiero poner a disposición de su institución/ a su disposición mi experiencia y conoci-
mientos en relación con…
-Durante los últimos (5) años trabajé como…. en… La experiencia y los conocimientos
acumulados me permiten postularme al puesto que usted solicita de…..

¿Cómo termino?
• Tercer párrafo
-Esperando que su institución/empresa esté interesada en mi solicitud me despido de us-
ted atentamente
-A la espera de una entrevista, lo/a saludo atentamente
-Adjunto mi currículum vítae. Quedo a la espera de una entrevista para profundizar aspec-
tos de mi perfil que resulten de su interés.
-Sin otro particular, aprovecho esta oportunidad para saludarlo/a cordialmente.

Siempre se debe firmar la carta y colocar dirección y teléfono.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 403


Ficha n.º 5
La entrevista laboral
La entrevista laboral se da entre un empleador o empleadora que quiere incorporar a un
trabajador o trabajadora para desarrollar determinadas tareas y una persona que necesita
trabajar, posee ciertas competencias y ofrece sus servicios.
En la entrevista laboral pueden distinguirse tres momentos:

1. El saludo y la presentación.
2. El desarrollo de preguntas y respuestas recíprocas.
3. El cierre de la entrevista.

En la entrevista, el empleador o empleadora, además de la información incluida en el cu-


rrículum, querrá conocer:

• Aspectos relacionados con su formación: estudios realizados y títulos obtenidos; cursos


de formación profesional; otras actividades comunitarias o culturales.
• Información sobre su trayectoria laboral: descripción de los últimos trabajos realizados;
en qué lugares trabajó; cómo valora esas experiencias; tareas que realizó, responsabili-
dades; cuál fue el motivo de la desvinculación; cuánto ganaba.
• Motivaciones: por qué contestó el aviso; cómo cree que es el trabajo que se le ofrece.
• Cualidades personales más significativas: capacidad para adaptarse a los cambios, de
resolver problemas, compromiso, honestidad, creatividad, dedicación al trabajo, moti-
vaciones, etc.
• Expectativas: cuáles son sus expectativas de crecimiento laboral; expectativas de ingre-
sos, de desarrollo profesional, de actividades a desarrollar...
• Datos relacionados con su historia personal: en muchas entrevistas se indaga acerca
del estado civil, el número de hijos, la estructura familiar; los gustos, los pasatiempos,
etc. Todos estos son aspectos de los cuales habitualmente los entrevistadores y entre-
vistadoras deducen la disponibilidad de la persona para el trabajo. Es muy importante
prepararse para estas preguntas, anticipar qué responder y cómo poner ciertos límites
a preguntas que forman parte de la organización privada de su tiempo y sus recursos.
Es aquí donde pueden presentarse situaciones de discriminación hacia personas –en
general mujeres– con responsabilidades de atención familiar o doméstica.

Antes de la entrevista:
• Preparar cuidadosamente la documentación necesaria: currículum vítae, carta de pre-
sentación, otros.
• Estar dispuesto/a a ofrecer ciertos servicios más que a “pedir empleo”.
• Analizar el perfil propio y las ventajas del mismo que puedan ser ofrecidas para el de-
sempeño del puesto.
• Anticipar preguntas y posibles respuestas.

404 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Durante la entrevista:
• Solicitar aclaración cuando la pregunta es confusa.
• Exponer fortalezas mencionando la experiencia.
• Preguntar cómo continúa el proceso de selección y en qué tiempos conocerá sus re-
sultados.

Después de la entrevista:
Es conveniente sacar las propias conclusiones: en qué aspectos se sintió seguro/a, qué es
lo que podría haber evitado, añadido, qué es lo que tiene que mejorar.

En el caso de quedar seleccionado:


Es importante tener en cuenta que todo comienza con el compromiso. Cuando se ingresa
a trabajar, se deben asumir con compromiso los objetivos propuestos por el empleador o
empleadora en el momento de la entrevista laboral.

Este compromiso requiere de una serie de actitudes por parte del empleado/a o prestador/a
de servicio que redundarán en su propio beneficio:
• Puntualidad.
• Responsabilidad.
• Vestimenta acorde al trabajo (adecuada, cómoda; por ejemplo, presentarme a trabajar
a un hogar de día o geriátrico donde tengo que ayudar a una persona con movilidad
restringida y usar taco alto, probablemente obstaculice y dificulte mi movilidad).
• No importa la marca de ropa, lo que importa es la adecuación de la vestimenta al medio
de trabajo. Estilo sobrio, limpieza y prolijidad son tres puntos clave para el aspecto ideal
que no van en detrimento de la propia personalidad.
• Amabilidad en el trato.

En el caso de no quedar seleccionado/a:


No resultar seleccionado o seleccionada para un puesto determinado no significa que no
pueda ser elegido o elegida para otro tipo de puestos, porque lo que se intenta dentro de
un proceso de selección es ligar determinado puesto con determinado perfil laboral, y en
ese sentido no siempre el/la más capacitado/a es el elegido/a, sino el/la más adecuado/a
para ese puesto.

Recomendaciones:
• Llevar su documento de identidad.
• Apagar el celular.
• Tener información previa sobre el empleador/a.
• Cuidar el aspecto personal.
• Ser puntual.
• Esperar que el entrevistador/a indique que podemos sentarnos.
• No mostrarse ansioso/a.
• Resaltar lo que uno/a tiene para dar.
• Cuidar los gestos.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 405


• No mostrar excesiva confianza.
• No mostrar nerviosismo.
• No reírse exageradamente.
• Mirar a los ojos.
• No fumar.
• No tutear al entrevistador/a.
• Responder las preguntas con seguridad y firmeza.
• No criticar los trabajos anteriores.
• Pedir aclaraciones a las preguntas si no se entendieron bien, no apurarse.
• Hacer algunas preguntas sobre la empresa para mostrar su interés.
• No hablar de más ni de cosas personales, sólo responder las preguntas.
• Agradecer la entrevista antes de irse.

406 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Módulo 5
Recursos
didácticos
Actividad 2:
¿Dónde y cómo buscar trabajo?

Cuadro n.º 1
Red de contactos

Contacto Dirección Teléfono Qué puede Qué conviene Fecha en Fecha del
conseguir decirle que lo próximo
llamé contacto

408 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Actividad 3:
Perfil laboral

Cuadro n.° 2

Requisitos solicitados Conocimientos y habilidades que Conocimientos y habilidades


poseo que necesito desarrollar

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 409


Cuadro n.º 3
Planilla para el relevamiento de ofertas formativas

Nombre del curso:

Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:
Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:
Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:
Nombre del curso:
Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:

410 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Nombre del curso:
Institución:
Dirección y teléfono:
Fecha de inicio y de inscripción:
Horarios:
Requisitos:
Arancel:
Título:

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 411


Actividad 4:
¿Qué quiero lograr?

Para recortar y armar la hoja de ruta personal

412 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Actividad 5:
¿Cómo elaboro mi currículum vítae?

Modelo n.º 1
Currículum vítae

Datos personales

Apellido y nombre: _____________________________________


Nacionalidad: ___________________________
Documento: ___________________ CUIL/CUIT: _______________ Estos datos pueden
Estado civil: (se puede omitir) ______________________ aparecer como mem-
Fecha de nacimiento: ____________________________ brete en la parte supe-
Domicilio: _____________________________________________ rior de la hoja.
Teléfono: ________________
Correo electrónico: _________________________

Estudios cursados
Se coloca el nivel más alto de estudios alcanzado. Si es terciario o universitario, colo-
car también los estudios secundarios.
Se consigna:
• Título obtenido. Establecimiento. Año de egreso.
• Cursos realizados: todos los cursos de los cuales se puede dar cuenta por medio
de algún tipo de certificación.

Otros conocimientos
Aquí se consignan conocimientos que tenemos pero no podemos certificar, por
ejemplo, manejo de PC o idiomas.

Antecedentes laborales
Lo más sencillo es colocar los datos del siguiente modo:
Período trabajado:
Empresa:
Puesto ocupado:
Tarea desempeñada:

Otras actividades
Se pueden mencionar otras actividades que se consideren relevantes, como la perte-
nencia a organizaciones, instituciones, voluntariados, reconocimientos obtenidos, etc.

Referencias laborales y/o personales


Aquí se mencionan nombres y teléfonos de empleadores o instituciones con quienes
hayan trabajado en ocasiones anteriores y que estén dispuestos a dar referencias.

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 413


Actividad 6:
Carta de presentación

Modelo n.º 2

Ciudad y fecha

(Encabezamiento)
A quién va dirigido
Empresa / Nombre y apellido
Dirección

De mi mayor consideración:

Me es grato dirigirme a Ud. en relación con el aviso publicado en __________________ el día


_______________ , en el que solicitan __________________________________ .

Al respecto, adjunto mi currículum para facilitarle mayor información (o bien: mi formación y


experiencia para este puesto es la siguiente):
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
____________________________________________________ .
En el último empleo desarrollé las siguientes actividades / funciones / responsabilidades ____
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
____________________________________________ .

Con respecto a la remuneración pretendida, podría ser de alrededor de los $ _________ .


(Si esta información no es solicitada en el aviso se sugiere no incluirla.)

Sin otro particular, quedo a su disposición para una entrevista laboral.

Saludo a Ud. atentamente,

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

414 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Modelo n.º 3

Ciudad y fecha
Encabezamiento
Sres. Geriátrico “Los Abuelos”
Dirección
Localidad
Provincia
___________________________
Ref. aviso (puesto, diario, fecha)

De mi mayor consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a ustedes para postularme como _______________ en relación


con la búsqueda de referencia.

He trabajado durante tres años en un geriátrico de la zona, ocupando un puesto de similares


características. Poseo excelentes referencias comprobables.

Adjunto a la presente mi currículum vítae y espero acceder a una entrevista laboral en la que
podré ampliar los aspectos que consideren pertinentes.

Los saludo atentamente,

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

Modelo n.º 4

Ciudad y fecha
(Encabezamiento)
Sres. ____________________
Presente
_____________

De mi mayor consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a Uds. a fin de ofrecer mis servicios en su organización y postu-
larme como _____________________________________________________ .

He tenido excelentes referencias de _______________________ , información que me motiva


a presentar mis antecedentes para ser considerados ante eventuales búsquedas.

Acompaño a la presente mi currículum vítae y espero acceder a una entrevista laboral.

Sin otro particular, y agradeciendo desde ya la atención prestada, los saludo cordialmente.

Nombre y firma
Domicilio (localidad y teléfono)

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 415


Actividad 7:
Entrevista laboral

Guía n.º 1
Observación de entrevistas

Observación del postulante


1. Presentación del postulante (actitud, capacidad para hacer hincapié en sus fortale-
zas/competencias, manejo de información, vestimenta, saludo, postura, etc.).

2. Desarrollo de la entrevista:

• ¿Fueron adecuadas y claras?


• ¿Las respuestas fueron claras o confusas? ¿Por qué?
• ¿Hubiera sido conveniente que no se mencionaran algunos datos? ¿Por qué?
• ¿Deja temas importantes sin tratar? ¿Por qué?
• ¿Cómo finaliza la entrevista?
• Actitud general.
• Otras observaciones. (Por ej.: cómo respondió frente a preguntas que resultan
distriminatorias por parte del empleador)

Buena/o Regular A mejorar


¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Actitud

Capacidad para hacer


hincapié en las forta-
lezas

Manejo de la informa-
ción

Preguntas formuladas

Claridad en las res-


puestas

416 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Otras observaciones: ……………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………..

Observación del entrevistador o entrevistadora


• ¿Cómo actuó durante la entrevista?
• Claridad en las preguntas.
• Pertinencia de las mismas.
• Trato/interés en el/la entrevistado/a.
• Precisión respecto de lo que busca indagar.
• Presencia o ausencia de sesgos discriminatorios.

Bueno/a Regular A mejorar


¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Cuidado del entorno o


condiciones
Claridad en las pre-
guntas
Pertinencias de las
preguntas
Trato/interés en el
entrevistado
Precisión respecto a lo
que busca indagar

Otras observaciones:
(Registre la presencia o ausencia de rasgos o sesgos discriminatorios)
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………..

Definimos nuestro proyecto ocupacional • 417


Actividad 7:
Mi plan de acción

Cuadro n.º 4

El objetivo de mi proyecto es: …………………………………………………………….


……………………………………………………………………………………………………

Actividades Tiempo Recursos Costo Alternativas de


solución

418 • Definimos nuestro proyecto ocupacional


Materiales consultados:

Para la elaboración de este manual se ha recurrido a las siguientes fuentes, muchas de los
cuales están disponibles en páginas Web para su consulta.

• Curso de Formación de Cuidadores Domiciliarios


Ministerio de Desarrollo Social – Secretaria Nacional de Niñez Adolescencia y Familia-
Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores-2006
• Especialización en Gerontología Comunitaria e institucional – Módulo 4 : Salud, Episte-
mología y envejecimiento. Autoras: Mg María Angélica Touceda y Médica Romina Rubin.
2da edición 2009. Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. Ministerio de
Desarrollo Social – Presidencia de la Nación. Facultad de Psicología - Universidad Na-
cional de Mar del Plata
• Cuidando un enfermo en casa, Manual para la familia, PACI (Programa de Asistencia
Continua Integral), Ministerio de Salud, Hospital Nacional Baldomero Sommer y Progra-
ma Argentino de Medicina Paliativa, Fundación FEMEBA.
• ¿Cómo cuidar mejor? Manual para cuidadores de personas dependientes, Cuba, http://
www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/como_cuidar_mejor.pdf, (95 páginas).
• Cuidar al que cuida. Un manual de apoyo a cuidadores de pacientes con Alzheimer y
crónicos domiciliarios, Arrate Azkoaga Etxebarria, (http://andarrat.free.fr/).
• Material de Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer y alteraciones semejantes de
la República Argentina (www.alma-alzheimer.org.ar).
• Guía Práctica sobre la Enfermedad de Parkinson de la Asociación Parkinson Madrid.
• Material de Fundaprev Argentina.
• Cuadernillo del Curso de Capacitación: “Auxiliar para la atención y Cuidado de Perso-
nas”, Servicio Social San Cayetano-Programa Formujer, octubre 2002.
• Tiempo libre como calidad de vida en el adulto mayor, Lic. Lucila Santagostino,
www.robertexto.com.
• El recreo para adultos, Cris Woolston, www.paramisalud.com.
• Los beneficios físicos del juego, www.mibienestar.es.
• Los efectos somáticos de la risa, Luz Ramírez, www.mujeresdeempresa.com.
• Portal español de la Alzheimer’s Association, www.alz.org, CUIDADORES. Actividades,
2007.
• Guías alimentarias para la población argentina, Ministerio de Salud de la Nación, (Repro-
ducción de Guías alimentarias: manual de multiplicadores / Silvia Lema, Elsa N. Longo
y Alicia Lopresti. - 1ª. ed. 1ª reimp. - Buenos Aires: Asociación Argentina de Dietistas y
Nutricionistas Dietistas, 2003)
• http://www.viviendomejor.com.ar/cuidaralosquecuidan

419

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