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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

Facultad de Arquitectura Diseño y Estudios Urbanos

Red de Humedales Altoandinos


Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Trinidad Cuevas de Saint Pierre

Magíster en Arquitectura del Paisaje

Profesor Guía: Gloria Saravia Ortiz

Santiago de Chile | Enero 2015


Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

© 2014, Trinidad Cuevas de Saint Pierre


Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por cualquier
medio o procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica del documento.
Agradecimientos

Se agradece el apoyo proporcionado por el Centro de Estudios de


Humedales de Pica y la Minera Collahuasi, gracias a quienes fue
posible llevar a cabo la investigación y desarrollo de esta tesis.

A mi profesora guía, Gloria Saravia, por su constante y profunda


dedicación.

A todos los entrevistados, Benito Rojo, Sergio Nuño, Pablo Courard,


Pilar Cereceda, Wilfredo Alfaro, Álvaro Carevic, Chino Faúndez, Mister
O’Ryan, Maximiliano Mamani, Pedro Lucas, Ana Riquelme y Priscila Piña,
por su paciencia y tiempo.

A quienes hacen posible el Centro de Estudios de Humedales, Carolina


Vera, Francisca Basaure, Maritza Paicho y Guillermo Espinoza, por su
entrega al proyecto y permanente ayuda.

A Leonardo Vera y Elisabeth Lictevout, de CIDERH, de quienes recibí un


importante apoyo técnico.

A Héctor Lagunas, César Cardozo y Paulo Huerta de Collahuasi, quienes


hicieron posibles las visitas a terreno, compartiendo ideas y conocimientos.

A Paulina Courard, Alejandra Bosch, Danilo Martic y Pilar García por su


preocupación, disposición y sus siempre certeros comentarios.

A mis amigos Roberto, Manuela, Josefa, Isidora, Fernanda, Cristóbal,


Nico, Gonzalo y Rafael por su apoyo, compañía y consejos durante todos
estos años.

A mis compañeros y amigos del Magíster, Claudia, Javiera, Alejandra,


María José, Josefina, Gonzalo, Fernando, Camila y Carlos, por todas las
experiencias compartidas.

A Pancha, por su permanente apoyo y guía.

A Pedro y Agustín, por su ayuda en el Taller de Herramientas.

Finalmente, agradezco especialmente a mi familia, Bénédicte, Gustavo,


Ignacia, Catalina, Sabina, Monique y Teresa por su entrega y compañía
constante durante este largo proceso.
Índice

Resumen 7

1 Introducción. Activando el paisaje Altiplánico 9



1.1 Introducción 11
1.1.1
Problemáticas iniciales 11
1.1.2 Realidades del Paisaje Altiplánico 13
1.2 Paisaje como agente cultural activo 19
1.3 Hipótesis y objetivos 25
1.4 Metodología 27

2 Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado 31



2.1 Paisaje, aclaraciones iniciales 33
2.1.1 Arte e interpretación 33
2.1.2 Tradición, mitos y memoria 35
2.2 Altiplano desde la definición de paisaje 39
2.2.1 Descripción y contexto 39
2.2.2 Configuración de un imaginario 43
2.3 Elementos configuradores, historia y significado 49
2.3.1 Elementos naturales, humanos y mineros 49
2.3.2 Agua, elemento estructurante del paisaje altiplánico 57

3 Humedales Altoandinos. Sistema de redes 61



3.1 Caracterización de humedales altoandinos 63
3.1.1 Oasis en el desierto 63
3.1.2 Ecosistemas azonales: clasificaciones y características 67
3.1.3 Funcionamiento hídrico 79
3.2 Alteraciones en el sistema 83
3.2.1 Sistema de redes 83
3.2.2 Minería en el altiplano 85
3.2.3 Usos del agua en la minería 87
3.3 La guerra del agua: puntos de conflicto 91
4 Proyecto 99

4.1 Subcuencas de Michincha y Coposa 101
4.1.1 Collahuasi, Coposa y Michincha 101
4.1.2 Paisaje, itinerario y elementos constituyentes
107
4.2 Subcuenca de Michincha 117
4.3 Proyecto 123
4.3.1 Propuesta general: Master Plan 123
4.3.2 Estrategias y operaciones 129
4.3.2.1 Activación ecológica 129
4.3.2.2 Activación programática 143
4.3.3 Protección legal y actores involucrados 169

5 Conclusiones 173

6 Bibliografía y fuentes 179

6.1 Bibliografía 181


6.2 Fuentes documentales 185
6.3 Referencias iconográficas 187

7 Anexos Documentales 191
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

6
Resumen

Los humedales altoandinos son ecosistemas estratégicos ubicados en la


zona de la Puna de los Andes Centrales del norte de Chile, entre los 3000
y los 4500 msnm. Su valor estratégico radica en que son reguladores y
fuentes de agua, ecosistemas de alta biodiversidad, hábitat de especies de
fauna y flora amenazadas, centros de endemismo, espacios para actividades
turísticas y tradicionales de pueblos indígenas, entre otros.

Han sido considerados por la Convención de Ramsar como ecosistemas


de alta fragilidad, debido a causas naturales (sequías) pero, principalmente,
a causas antrópicas (agricultura, sobrepastoreo, minería, turismo no
regulado, entre otros).

La minería es la causa antrópica que amenaza con mayor violencia estos


ecosistemas. Las compañías mineras, por un lado, extraen las aguas que
sustentan sus procesos productivos desde los sistemas hidrológicos de
estos humedales; y por otro, los residuos tóxicos que dejan estos procesos
han contaminado sus aguas, degradando y amenazando con extinguir la
flora y fauna de estos oasis.

La activación del altiplano y, específicamente, de los humedales altoandinos


- vegas y bofedales – es la estrategia propuesta para enfrentarse a este
problema. La activación no pretende volver a su estado original el paisaje
degradado o amenazado, sino minimizar los impactos negativos que el
sitio pueda tener en su entorno circundante (evitar que continúen los
procesos erosivos) y maximizar su funcionalidad estética y ecológica.
Implica configurar una nueva mirada sobre el paisaje.

El proyecto propone dos estrategias complementarias, la activación


ecológica y programática de un paisaje alterado. Se busca, de esta manera,
acercar al público a este territorio, re-valorizando los elementos del paisaje
y dando a conocer un patrimonio ecológico y cultural único de nuestro
país y del mundo entero. Es decir construyendo una experiencia, que se
remite a los elementos y huellas originarias del paisaje del altiplano.

Palabras clave:
Activación, Paisaje Altiplánico, Humedales Altoandinos, Agua, Sistema de
Redes

7
1 Introduccion
Activando el paisaje altiplánico
1.1. Vicuña en humedal de Michincha.
Enero 2014.
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

1.1 Introducción
1.1.1 Problemáticas iniciales
La historia de la tierra, de sus ecosistemas y de los seres vivos que la
habitan, es una historia de transformaciones, de constante dinamismo.
Sabemos entonces que el cambio es inevitable, que los ecosistemas han
sufrido perturbaciones, y que estas perturbaciones son producidas tanto
por procesos naturales -sequías, inundaciones, meteoritos, glaciaciones-
como por actividades humanas. Sin embargo, el deterioro que puede sufrir
la tierra y sus distintos ecosistemas producto de la acción humana ha ido
en aumento a lo largo de la historia; a mayor tecnología, mayor es el daño
que puede ser ocasionado.

En la actualidad, las actividades humanas han llegado a convertirse en la


causa principal de alteración del paisaje.

Hace más de cincuenta años, Aldo Leopold 1 planteó que el gran problema
de nuestra sociedad actual es que aún no existe para nosotros una ética 2 de
la tierra. Hemos construido una ética para relacionarnos entre individuos
y con la sociedad, pero todavía no se considera fundamental construir
normas de respeto y cuidado por la tierra, entendida como “una fuente de
energía que fluye a través de un circuito de suelos, plantas y animales.” 3 Esto se debe
a que, en la práctica, el ser humano no se considera parte de un todo, no se
considera un igual con el resto de los seres vivos, animales y plantas, sino
que se ubica en una posición por sobre el resto y cree posible disponer de 1.2. El flamenco andino y la vicuña se
ellos a su antojo sin causar mayor problema. encuentran entre las especies que utilizan
los humedales altoandinos y sus zonas
Hoy en día estas mismas problemáticas siguen vigentes y, por lo mismo, cercanas como hábitats.
se ha intentado buscar soluciones al respecto. Partiendo de la base que los
seres humanos somos participantes activos de los ecosistemas –incidiendo
positiva o negativamente en su correcto funcionamiento- debemos ser
capaces de “dirigirlos o guiarlos de vuelta hacia un estado reconocible, deseable o
resiliente luego de un repentino o sorpresivo cambio.” 4

El interés inicial de la investigación está en estudiar un territorio que se ha


visto alterado, en mayor medida, por la acción humana, como se reconoce
en la imagen 1.3. La minería, como factor dominante, pero también el
turismo no regulado y el sobrepastoreo son algunas de las actividades que
han incidido en la degradación del paisaje altiplánico y, específicamente,
de sus ecosistemas estratégicos, los humedales altoandinos. Muchos de
estos humedales -que configuran un sistema mayor en todo el altiplano
sudamericano- se han visto afectados hasta el punto de deteriorarse
por completo. Este hecho ha provocado un importante desequilibrio
ecosistémico -desestabilizando las migraciones de aves, generando
pérdidas de especies vegetales únicas e incidiendo en la disminución de
fauna andina-, que probablemente sea tomado en consideración cuando
ya sea irrecuperable.

1 Aldo Leopold (1887-1948), ecólogo, ingeniero forestal y ambientalista


estadounidense que impulsó el desarrollo de la ética ambiental contemporánea.
2 Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana (RAE)
3 Leopold, A. (2007) La ética de la Tierra. Revista Ambiente y Desarrollo 23(1):
29-40, Santiago de Chile.
4 Lister, N-M. en Green, J. (2001) Interview with Nina-Marie Lister on Ecological
Urbanism. Recuperado del sitio web http://dirt.asla.org/2011/06/07/interview-with-
nina-marie-lister/

11
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.3. Alteraciones en el paisaje altiplánico


por parte de la industria minera.

12
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Frente a esta problemática, y entendiendo la complejidad y particularidad


del territorio altiplánico -con un patrimonio único de ecosistemas de gran
riqueza ecológica, una gran diversidad sociocultural que incluye hasta
hoy comunidades indígenas y una de las mayores reservas de minerales
metálicos y no metálicos en el mundo-, se hace necesario proponer una
estrategia que permita compatibilizar las múltiples actividades presentes
y remediar las perturbaciones ecológicas ya generadas, manteniendo el
equilibro ecológico, social y económico.

“A landscape is a space deliberately created to speed up or slow down the process of


nature. As Eliade expresses it, it represents man taking upon himself the role of
time.”5

La tesis, a través de una investigación dirigida a conformar una nueva


mirada sobre el paisaje, da paso a desarrollar un proyecto de arquitectura
en el altiplano sur de la región de Tarapacá, particularmente en el humedal
altoandino del Salar de Michincha (imagen 1.4). Se apunta principalmente a
poner en valor estos lugares, recuperarlos (ecológica y programáticamente)
y diseñar nuevas infraestructuras que revelen la complejidad e importancia
de estos ecosistemas, a la vez que permitan instruir a una ciudadanía más
comprometida.

Si bien la base teórica y proyecto de la tesis se harán sobre casos particulares,


se apunta a desarrollar un trabajo que abra nuevas posibilidades de uso y
recuperación de los humedales altoandinos en todo el altiplano.

1.1.2 Realidades del Paisaje Altiplánico


Los territorios altoandinos, hoy en día, son bastante desconocidos en
Chile. Más allá de las tierras altas de la región de Antofagasta –conocidas
a raíz de sus pueblos turísticos como San Pedro de Atacama- no se habla
comúnmente de nuestro altiplano, menos aún de un “Paisaje Altiplánico”.

La propuesta de la tesis radica, en primer lugar, en el hecho de valorar


este territorio como Paisaje y, con ello, a entregarle una identidad y
significado como lugar único en el mundo. La importancia de reconocer
un territorio como un paisaje está en la configuración unitaria que deriva
de una observación simultánea de los múltiples aspectos que conforman
este sitio y su particular historia. En el minuto en que se nombra un paisaje
–en este caso, Paisaje Altiplánico- se están reconociendo sus atributos y
características particulares –que se detentan al ser comparados con los del otros
lugares y países-6 y se trae a presencia un imaginario lleno de significados a
través de los cuales ese territorio se vuelve único y valioso.

Este reconocimiento abre también nuevas oportunidades de uso y


desarrollo –lo que ha sucedido a lo largo de la historia en Chile y en el
mundo-. El paisaje de la Patagonia, por ejemplo, empezó a valorarse y
reconocerse como tal hace medio siglo; previo a eso no sólo no había
mayor interés en visitarlo, sino que se permitió que ocurrieran grandes
desastres ecológicos –como las quemas de millones de hectáreas de bosque
nativo- sin que nadie pusiera mayor atención producto de la ignorancia de
temáticas fundamentales en el ámbito del estudio del paisaje.

5 Jackson, John B. (1986) Discovering the vernacular Landscape. Londres: Yale


University Press
6 Maderuelo, J. (2008) Paisaje y territorio. Madrid: Abada, 6

13
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1 Ruta de la Sierra / Putre a Zapahuira


1 Región de Arica y Parinacota
Arica

Quito
Iquique
Pukará de
Copaquilla

2 Ruta del Cobre / Volcán Miño a


2
Lasana Región de Antofagasta
Cusco

Antofagasta 4

Chela,
Ollague

3 Ruta de Topa Inca /Cupo a Catarpe


Región de Antofagasta

Santiago

Copiapó
Pakará de
Quitor
5

4 Ruta del Capricornio Andino /Camar a


Peine Región de Antofagasta

La Serena

Ruta
Qhapaq Ñan B-355
Sistema Viario Incaico
5 Ruta del Despoblado / Portal del Inca a
Ruta principal de la costa Finca Chañaral Región de Atacama
Ruta principal de la sierra
Ramales de conexión
Tramos Ruta Inca Valparaíso

Santiago

Fundición
0 250 k
Inca-Diagu-
Rancagua

1.4 Camino del Inca o Qhapaq Ñan y los


cinco tramos propuestos por el CMN.

14
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Al ser reconocido como Paisaje Patagónico se ha puesto en valor como un


lugar único en la tierra. Con esto no sólo han nacido intereses de cuidado
y conservación ecológica, sino también de desarrollo turístico, cultural y
económico sustentable sumados a un respeto estratégico de los valores
paisajísticos.

Por otro lado, es importante destacar que las tierras altoandinas se


encuentran en una posición estratégica para las regiones del norte de
nuestro país. Las lluvias –y por los tanto el agua dulce disponible- están
concentradas ahí. Esta posición estratégica, y la existencia de importantes
fuentes de mineral, es lo que ha llevado que las mineras –que necesitan agua
para sus procesos- se instalen ahí. La llegada de estas grandes compañías
ha traído consigo fuertes conflictos tanto a nivel ecosistémico, con la
contaminación de tierras y extracción de agua de humedales altoandinos,
como a nivel humano, por los conflictos con los derechos indígenas y con
los pueblos y ciudades cercanas.

Los humedales altoandinos son los ecosistemas que se han visto más
perjudicados por esta situación, ya que las compañías mineras, al extraer
aguas subterráneas para sus procesos industriales, alteran el balance
hidrológico y secan las reservas hídricas que no alcanzan a ser reemplazadas
por las precipitaciones anuales.7 Esto ha traído graves consecuencias a
nivel ecosistémico debido a la reducción y secado de bofedales y con ello,
la pérdida de hábitat para especies de flora y fauna nativas y endémicas,
la desestabilización en la migración de aves, una reducción de áreas de
pastoreo, entre otras. Actualmente, muchos de estos ecosistemas requieren
de un manejo intensivo por parte de las mineras para mantener la ecología
en su lugar, ya que sólo se mantienen de manera artificial a través de la
adición –bombeo- de agua por parte de las compañías involucradas en el
daño.

La actividad minera se encuentra hoy en día en pleno apogeo; la gran


mayoría de las compañías se encuentra activa y, en un ámbito realista, a
varias décadas de su cierre de faenas. Esta situación puede ser vista como
una limitante a la hora de proyectar en estos sitios, sin embargo el enfoque
de esta tesis propone visualizar el problema como una oportunidad,
por tanto, está dirigido a entender la existencia de esta actividad como
una realidad participante e inamovible –considerando también las
perturbaciones y desequilibrios que ha causado- asumiendo su rol como
hecho activo del paisaje.

La continuidad de los humedales altoandinos requiere urgentemente que


exista un cambio de mentalidad en nuestra sociedad. Es una oportunidad
para crear conciencia, ver con otros ojos, con otra mirada –entender que
todo está integrado- y anticiparse a futuros estados, diseñando escenarios
alternativos.

Sumado a lo anterior, en las últimas décadas han surgido proyectos –a


escala nacional e internacional- que buscan poner en valor y proteger los
territorios altoandinos. El Camino del Inca es uno de ellos. El Consejo
de Monumentos Nacionales (CMN) trabajó en conjunto con otros cinco
países de la Región para lograr que el Camino Principal Andino - Qhapaq Ñan
sea catalogado como Sitio de Patrimonio Mundial por la UNESCO.

7 Yañez, N. & Molina, R. (2008) La gran minería y los derechos indígenas en el Norte de
Chile. Santiago: LOM Ediciones

15
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

I región

III región

V región

VII región

X región

XI región

XII región
0 150 450 k

1.5. Trazado del Sendero de Chile.


Variación del paisaje a lo largo de la ruta

16
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Como se puede reconocer en la imagen 1.4, en Chile, el CMN seleccionó 


cinco tramos como los mejores ejemplos del camino en el país para
su puesta en valor, considerando aspectos como su conservación y
representatividad.

Otro proyecto que ha tomado gran peso en nuestro país es el Sendero de


Chile. (imagen 1.5) La propuesta original buscaba trazar un gran sendero
longitudinal, que recorriese Chile de norte a sur, y fuese transitado a pie, a
caballo o en bicicleta, para que los ciudadanos del país pudiesen acceder,
conocer, valorar y disfrutar el patrimonio natural y cultural de Chile. Con
esto se busca promover un cambio cultural, tanto de la sociedad como de
los individuos, en la relación del ser humano con su tierra y patrimonio,
conectando a las personas con los valores identitarios de cada paisaje. Que
la sociedad comprenda que los seres humanos constituyen la fuerza más importante
para la generación de cambios en su territorio y que estos cambios también pueden ser
positivos, siempre y cuando se involucre a la ciudadanía en estas estrategias.8

Estas iniciativas han traído a la discusión temas de valoración del


patrimonio histórico, cultural y natural, del paisaje, y de la importancia
de generar un cambio –conciencia- desde la sociedad para que exista un
real cuidado y conservación de éstos. Sin embargo, éstos proyectos no
proponen aún ninguna solución a temas de importancia como son los 1.6. Estudios universitarios (arriba) y
cuestionamientos ante la preparación de estos lugares desde aspectos de avistamiento de aves (abajo) en humedales
infraestructura, que permitan recibir y da cabida a este tipo de programas altoandinos. Se muestra la falta de
–sin que los ecosistemas se vean mayormente perturbados- (imagen 1.6) o protección e infraestructura necesaria para
cómo activar un paisaje cada vez menos heterogéneo en usos, actividades, dar cabida a estos programas.
programas y ecología.

Esta tesis apunta a mostrar los conflictos vigentes en estos territorios, la


actual desarticulación y desequilibrio de sus sistemas; y proponer, a través
de un proyecto de arquitectura del paisaje, la resolución de éstos, a partir
de una nueva articulación y una nueva mirada. La propuesta apunta a
entender el paisaje como constructor de valores sociales y los procesos de
diseño como agentes potentes de cambio. La configuración del territorio
como paisaje debe crearse, construirse a partir de una interpretación y una
lectura clara de este territorio. Lo importante es que los elementos que se
reconozcan como configuradores del paisaje sean enlazados o trabados
entre sí de manera clara y que ninguno de ellos rompa el equilibrio con
los demás. Como propone James Corner, “As already inferred, landscape is not
given but made and remade; it is an inheritance that demands to be recovered, cultivated,
and projected toward new ends.” 9

8 Página web de Sendero de Chile. Rescatado en marzo 2014 de www.


senderodechile.cl/fundacion/que_es/
9 Corner, J. (Ed.) (1999). Recovering landscape: essays in contemporary landscape
architecture. New York, USA: Princeton Architectural Press. 12

17
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.7. Arriba: Restauración Cap de Creus, EMF Landscape architecture; medio: proyecto
Vintondale Park de DIRT Studio; abajo: parque en ex Vertedero Vall d’en Joan de
Batlle i Roig Arquitectes. Proyectos que han logrado recuperar ecológicamente sitios
perturbados, activándolos a partir de nuevos usos.

18
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

1.2 Paisaje como agente cultural activo


“Landscape has the capacity to critically engage the metaphysical and political
programs that operate in a given society, that Landscape architecture is not simply a
reflection of culture but more an active instrument in the shaping of modern culture.”
Corner, James. Recovering landscape: essays in the contemprary
landscape architecture

En las últimas décadas, el tema del rol que puede cumplir el paisaje
como agente activo en la construcción y modelación de la cultura ha
sido desarrollado por diversos autores10, tanto en la teoría como en la
práctica, a través del diseño de proyectos territoriales y urbanos. El paisaje
es entendido por ellos no como una matriz natural estática sobre la que
evolucionan y se desarrollan las culturas, sino como una forma de arte
“en la que convergen diversas fuerzas (jurisdicciones sociales, deseos políticos, procesos
ecológicos, exigencias programáticas, etc.) en nuevas alianzas liberadoras e interactivas.”11
Se propone un cambio en el foco tradicional: paisaje ya no como producto
de una cultura, sino como agente productor y enriquecedor de cultura.12

Como se dijo anteriormente, el paisaje no debe ser entendido como un


ente fijo y estático sino que, por el contrario, es dinámico, cambiante y
evolutivo. Muchas veces estos cambios no se desarrollan en armonía
con todos lo elementos que lo constituyen, sino que éstos pueden
desestabilizarse, generando perturbaciones.

Ahora si, como se está proponiendo, entendemos el potencial del paisaje


como agente cultural activo, estas situaciones también pueden presentarse
como un desafío y oportunidad, especialmente para los arquitectos –
diseñadores- del paisaje, quienes, a partir de los cambios o desequilibrios,
son capaces de identificar, reconocer y revelar sus potencialidades ocultas
para luego diseñar estrategias de recuperación del mismo.13 El diseño es
entendido entonces no sólo como un proceso de descubrimiento, sino que
implica también la recuperación (recovery) de algo perdido.

Es importante aclarar que el concepto de recuperación no implica volver


atrás el tiempo intentando remediar cualquier daño ocasionado –no busca
una restauración del lugar perturbado- sino que considera que la historia
y las huellas que van quedando en un lugar se transforman en una parte
inseparable de lo que ese lugar es, evolucionando a partir de éstas. Un
paisaje que no busca tomar un papel compensatorio ante las pérdidas, sino
que asume un rol emancipador y transformativo (imagen 1.7).

James Corner propone que la recuperación de los sitios debe ser medida de
tres maneras:
primero, en términos de la recuperación de la memoria y el enriquecimiento
cultural del lugar y tiempo; segundo, en términos del programa social y su
utilidad, como el desarrollo de nuevos usos y actividades; y, tercero, en
términos de la diversificación y sucesión ecológica.14 Estas ideas pueden
asociarse a conceptos de rescate, activación y recuperación.

10 El marco teórico recoge las posturas de arquitectos como James Corner,


Elizabeth Meyer y Nina-Marie Lister.
11 Corner, J. (Ed.) (1999) Op. Cit. 2 (Traducción de la autora)
12 Ibíd.
13 Lister, N-M. en Corner, J. (Ed.) (1999). Recovering landscape: essays in contemporary
landscape architecture. New York, USA: Princeton Architectural Press. 48
14 Corner, J. (1999) Op. Cit. 13

19
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.8. Libro Petrochemical America (Kate Orff y Richard Misrach).


Los fotodiagramas de Kate Orff develan el paisaje, sus componentes,
elementos y sistemas, permitiendo entender las relaciones entre ellos.
Son tomados como referentes de representación en esta tesis.

20
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Los proyectos deben ser capaces de recoger, a la vez, material y


memoria que configura un imaginario, nacionalismo e identidad cultural,
elevando los atributos locales y el sentido colectivo del lugar –a partir
del reconocimiento de estos atributos, de los elementos conformadores
y el imaginario colectivo-. Se propone configurar proyectos que reflejen y
muestren cómo una cultura evoluciona, capaces de conformar un relato.

La clave que entrega Corner para esto está en las estrategias, en la eficacia
estratégica. “A good strategy is a highly organized plan (spatial, programmatic,
or logistical) that is at the same time flexible and structurally capable of significant
adaptation in response to changing circumstances.”15 La importancia de las
estrategias de un proyecto radica en sus efectos formativos en el tiempo, en
cómo a través del manejo formal del paisaje somos capaces de conformar
cultura. La forma y geometrías de un proyecto deben estar suscritas a este
fin último, siendo capaces de revelar y maximizar las potencialidades de un
paisaje en función de éste. La forma es importante, pero no tanto por la
apariencia como por la disposición eficaz de sus partes.16

Para esto es fundamental que exista un conocimiento exhaustivo del


territorio, sus componentes, elementos, sistemas. Cómo funciona el agua,
cómo se relaciona la flora y fauna a éste, y de qué manera inciden todos
los otros elementos presentes en el sistema completo (imagen 1.8). A
partir de esto, podemos entender la importancia e incidencia que tienen
las distintas actividades en el territorio. O como bien plantea Leopold,
entender que somos parte de un sistema completo, donde tanto los
elementos naturales, como los antrópicos e industriales, deben convivir
manteniendo un equilibrio. Es un trabajo en conjunto, por todos y para
todos. Los proyectos de arquitectura del paisaje en sitios perturbados o
desequilibrados son una herramienta para crear conciencia. Permiten
ver con otros ojos, otra mirada. Si se entiende y reconoce que todo está
integrado (visión integrativa), el proyecto puede ser capaz de revelarlo y
mostrarlo.

“For a designer, it’s a potent and revelatory act to be able to show how ecosystems
work so that people then appreciate and participate in the unfolding and working of a
landscape in which they are participants, not merely consumers.” 17

Todos estos cambios, desequilibrios o perturbaciones, son una oportunidad


para incidir –proponiendo o replanteando- asuntos políticos y sociales del
lugar. “What is being recovered is not the Landscape of scenes and objects but the
Landscape of ideas, operations and synthetic strategies.”18 Son una oportunidad
para anticiparse a los futuros estados de un sitio, diseñando escenarios
alternativos.

Más aún, estos proyectos nos dan la posibilidad de invitar a las personas
a cuestionarse sobre lo que ocurre a su alrededor, a ser conscientes de
las implicancias de sus acciones. Muchas veces las consecuencias de estas
alteraciones son desconocidas y permanecen ocultas a nuestros ojos,
especialmente cuando suceden en territorios alejados de las ciudades y
pueblos, de difícil acceso y poca infraestructura para visitantes –como es el
caso del altiplano-, pero a veces incluso estando en el centro de la ciudad.

15 Corner, J. (Ed.) (2004). Landscape Strategy Now. Harvard Design Magazine, 21


16 Ibíd.
17 Lister, N-M. en Green, J. (2001) Op. Cit.
18 Corner, J. (1999) Op. Cit. p.23

21
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.9. Visita al Salar del Huasco, enero 2014.


Recorrido y experiencia en el lugar.

22
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Como propone Elizabeth Meyer, la trascendencia de estos proyectos está


en buscar abrir los ojos ante como actuamos en –y nos relacionamos
con- el territorio y permitirá tomar precauciones a futuro para evitar que
los daños generados por estas economías –o cualquier otro agente de
perturbación- se transformen en desequilibrios ecológicos mayores. 19

Es fundamental que estas propuestas se materialicen y que sean vividas,


experimentadas en el paisaje (imagen 1.9). La experiencia de la naturaleza
inspira y provoca a las personas en formas que los escritos o imágenes
no alcanzan a configurar desde el ámbito descriptivo.20 De este modo,
revelando y creando conciencia, se puede aspirar a construir un paisaje
sustentable, cuidado y protegido por sus propios usuarios.

A partir de lo anterior, surgen las preguntas que aborda la tesis proyectual:

¿A través de qué estrategias se puede lograr acercar y conectar al público


con el paisaje altoandino y sus humedales?

¿Qué programas existentes y propuestos permitirán activar la región?

¿Qué elementos existentes deben mantenerse o alterarse y así transformarse


en un aporte a la memoria y cultura del paisaje altoandino?

¿Qué elementos de arquitectura (infraestructura) deben ser adicionados


para recuperar y revelar ecológicamente los ecosistemas?

19 Meyer, E. en Corner, J. (Ed.) (1999). Recovering landscape: essays in contemporary


landscape architecture. New York, USA: Princeton Architectural Press. P.48
20 Ibíd.

23
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.10. Invierno altiplánico, fenómeno


meteorológico que consiste en tormentas
eléctricas y fuertes lluvias estivales.

24
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

1.3 Hipótesis y objetivos


Un proyecto de arquitectura del paisaje conducente a la recuperación/
activación de los humedales altoandinos permitirá la apertura y el
acercamiento del público a este territorio, re-valorizando y dando a
conocer un patrimonio ecológico y cultural único de nuestro país y del
mundo entero. También permitirá compatibilizar los distintos sistemas
presentes de manera de lograr un cierto equilibrio entre ellos, actualmente
inexistente en los paisajes altoandinos de nuestro país.

El problema radica en ser capaz de acercar, comprometer y crear


conciencia en el público del valor de este paisaje único, especialmente de
sus ecosistemas estratégicos. Más que restaurar los usos y ecología previos
a las perturbaciones sufridas, se busca recuperar ecológicamente y activar
programáticamente estos sitios a través de estrategias de revelación de sus
cualidades inherentes y distintivas.

Objetivos generales:

_Poner en valor el paisaje altoandino, específicamente sus humedales,


como ecosistemas estratégicos y únicos de nuestro territorio.

_Proponer, a través de un proyecto de arquitectura del paisaje, estrategias


de recuperación y activación de los humedales altoandinos que permitan
la apertura y revalorización del territorio; a partir de estructuras de
apropiación del lugar.

Objetivos específicos:

_Analizar qué es y qué significa el paisaje altoandino, sus elementos


conformadores y su imaginario colectivo. Entender las coordenadas o
parámetros que lo rigen (y que pueden haberse perdido en el tiempo).

_Entender y representar las dinámicas y características particulares de los


humedales altoandinos como ecosistemas estratégicos del altiplano.

_Reconocer y mapear las fragilidades y conflictos presentes en el territorio.


Entender las posibilidades de aprendizaje a partir de un proceso de
recuperación del sistema perturbado.

_Establecer nuevas relaciones que permitan elevar los atributos locales y


el sentido colectivo del lugar, a través de estrategias de revelación de los
fenómenos locales como generadores de nuevas formas y programas.

25
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Paisaje Altiplánico
Escala continente Escala país Escala altiplano

Humedales Altoandinos
Escala altiplano Escala región de Tarapacá Escala altiplano sur

Proyecto
Escala subcuencas Escala subcuenca Michincha Escala salar - humedal deMichincha

1:25000
1:75000

1:250000 1:5000

1.11 Escalas de estudio para cada capítulo


de la tesis. De lo general a lo particular.

26
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

1.4 Metodología
La metodología utilizada propone analizar, entender y revelar el paisaje
desde una escala general a una particular. Se trabajó en paralelo la
construcción de un relato escrito y uno gráfico a partir de distintas fuentes.

- Relato escrito: Se recopiló información a partir de lecturas bibliográficas,


información disponible en internet y entrevistas a fuentes directas
relacionadas al tema; de modo de poder reconocer y comunicar el
imaginario, potenciales y problemáticas del territorio.

- Relato gráfico: Construcción de material gráfico a partir de diversas


técnicas de representación que consideran la elaboración de cartografía y
modelos tridimensionales a partir de capas SIG, fotografías aéreas y mapas
viajeros regionales; dibujos y fotografías realizadas en el lugar, editadas
y trabajadas a posterior; esquemas de procesos y funcionamiento, entre
otros.

Además, para el proyecto se corrigió con distintos profesionales


especialistas en diversas áreas relacionadas, tanto en el ámbito técnico
como en el humano/patrimonial.

Estructura de tesis

1 Introducción
La primera parte de la tesis presenta el tema de interés, la situación actual
e importancia a nivel país. Se desarrolla el marco teórico, preguntas e
hipótesis que motivan la investigación y proyecto de arquitectura.

2 Paisaje Altiplánico
La segunda parte busca reconstruir un imaginario de este territorio a
través de entrevistas y conversaciones con sus habitantes, lecturas y
representación gráfica de los elementos que componen el paisaje altiplánico
(humanos, naturales y mineros). Se busca también entender cuáles son
las coordenadas o parámetros que lo rigen, de manera de construir los
lineamientos generales del proyecto a desarrollar.
Se aborda en tres escalas, de lo general a lo particular: “Continente”, “País”
y “Altiplano Chileno”.

3 Humedales Altoandinos
La tercera parte analiza de manera general los humedales altoandinos,
su importancia histórica, componentes, estructura de funcionamiento,
vegetación, fauna y funcionamiento hídrico. Apunta a poner en valor
estos ecosistemas estratégicos y únicos de nuestro territorio. Se reconoce
además el conflicto presente a escala territorial (altiplano chileno) que lleva
a la elección del caso de estudio: Collahuasi, altiplano sur de la Región de
Tarapacá. Las escalas de estudio en esta parte son: “Altiplano”, “Región”
y “Subcuencas”.

4 Proyecto
La cuarta parte propone la recreación de un itinerario (cómo se llega, cómo
se vive este paisaje). Se busca representar el territorio específico del caso
de estudio. Se analizan los sistemas presentes en las subcuencas (naturales,
mineros y humanos). Luego se proponen estrategias de intervención en el
sitio específico de proyecto, haciendo énfasis en la representación de los
resultados que se busca conseguir con la propuesta.
Se aborda la escala “subcuencas”, “Michincha” y “Humedal”.

27
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

1.12 Croquis en terreno. Humedales de


Coposa y Michincha, enero 2014.

28
Introducción. Activando el Paisaje Altiplánico

Cronología:

Etapa 1 (Agosto a Diciembre 2013):


Definición del caso de estudio e introducción al tema
Durante esta etapa inicial se busca definir y estructurar un caso de estudio
y la factibilidad de diseñar un proyecto de arquitectura del paisaje capaz de
entregar solución a los problemas y fragilidades reconocidas. En esta etapa
también se consideró la postulación a la beca del CEH.
- Definición de un caso de estudio de interés y con potencial de proyecto.
- Análisis del paisaje altoandino y su imaginario a través de las lecturas de
diversos autores.
- Definición de las problemáticas/fragilidades y del posible proyecto a
establecer en el lugar.
- Investigación de teorías, autores y referentes proyectuales.
- Avance teórico y construcción de un índice
- Postulación a beca del Centro de Estudios de Humedales

Etapa 2 (Enero a Abril 2014):


Análisis territorial y Anteproyecto
Esta etapa implica un análisis tanto cartográfico (a través de bases SIG,
fotografías aéreas, planimetrías AutoCAD) como en terreno (muestras de
suelo y vegetación, entrevistas a los distintos actores, entre otros).
Considera:
- Avance teórico en capítulos introductorios
- Visita a Terreno: reconocimiento, levantamiento y deriva (verano,
invierno altiplánico)
- Análisis territorial. Capas y sistemas macro, meso y microescala
- Reconocimiento y análisis de puntos a intervenir (mesoescala)
- Ejercicio proyectual: anteproyecto (microescala)
- Correcciones teóricas, de imágenes y datos
- Entrega avance de tesis (31 marzo 2014)
- Correcciones avance (abril 2014)

Etapa 3 (Mayo a Agosto 2014):


Desarrollo de Proyecto
Una vez corregido el avance de tesis por la Comisión asignada por la
escuela de Arquitectura, se procede a desarrollar el proyecto (presentado
anteriormente como anteproyecto).
Considera:
- Visita a Terreno en Julio 2014: variación del paisaje (otoño-invierno)
- Diseño de componentes aplicables al lugar
- Planimetría de proyecto a distintas escalas
- Representación de procesos (estacionalidad, ecología, programas)
- Imágenes objetivo y esquemas

Etapa 4 (Septiembre a Diciembre 2014):


Edición final
Se recopila toda la información anterior y se reordena, editando tanto los
textos como las imágenes.
Considera:
- Revisión teórica. Reordenar temáticas, hipótesis
- Representación de Proyecto: edición
- Conclusiones
- Entrega final del documento de tesis
- Preparación y defensa de Tesis ante comisión

29
2 Paisaje Altiplánico
Imaginario, elementos y significado
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2.1 Paisaje, aclaraciones iniciales


Paisaje natural, paisaje desértico, paisaje industrial, paisaje rural. Diferentes
atmósferas que nos hablan de una manera de leer un territorio. Pero, ¿a qué
nos estamos refiriendo cuando utilizamos comúnmente la palabra paisaje?

La manera en que el territorio será entendido y analizado en esta


investigación será a través del concepto de paisaje, específicamente, de
paisaje altiplánico. Es por ello que, de manera introductoria, se intentará
aclarar, el significado del término paisaje. No se busca encontrar una
definición global y acabada de éste último, sino configurar una mirada
particular sobre el paisaje a intervenir a través de las definiciones de ciertos
autores. Éstos autores conforman la discusión bibliográfica que entiende la
conexión entre el arte, el paisaje y su interpretación. Un paisaje entendido
también como obra cultural, como constructo colectivo, cargado de mitos,
tradiciones y memoria.

2.1.1 Arte e interpretación


“El agua es el origen de la vida y la fuente, su símbolo.1” El Agua es entendida
como el elemento originador del paisaje, de ella “brota la totalidad de
la existencia y cualquier forma de cultura2”. Remontándonos al origen
de las civilizaciones, a los primeros asentamientos humanos, podemos
entender la importancia del agua en la construcción de este paisaje
entendido como obra y reflejo de la cultura. El agua, en todas sus formas,
ha sido el elemento conformador del paisaje. Comunidades y ciudades se
establecen en proximidad al agua; cercanas a fuentes, arroyos, ríos y lagos
han desarrollado su cultura.

Pero más allá del agua, encontramos un número incalculable de elementos


físicos que conforman lo que nosotros denominamos paisaje. ¿Qué
podríamos decir que es entonces lo que transforma un “lugar” en
“paisaje”? Para Kant, el arte de la construcción del paisaje radica en “la
bella disposición de los materiales ofrecidos por la propia naturaleza para 2.1. Pintura de paisaje rural en el campo
crear algo que la trascienda a través de una actividad real, pictórica o chileno por Alfredo Valenzuela Llanos
imaginaria.”3 Hay un disfrute de la mirada, una trascendencia en la belleza analizada a partir de los elementos que la
del paisaje creado. Sin embargo, la belleza es subjetiva y los cánones de componen.
belleza no son trascendentales a todos los tiempos. Por tanto, el concepto Vegetación nativa e introducida (álamos)
de paisaje supera a la “estética”. Construcciones de contención de la
vegetación
Por otra parte, Maderuelo entiende el paisaje no como un ente fijo y Calle de ripio que se entremezcla con la
cuantificable, sino que lo explica como “una relación subjetiva entre el vegetación.
hombre y el medio en el que vive, relación que se establece a través de la
mirada.”4 El paisaje es un constructo, una elaboración mental realizada
por una determinada cultura. Esto significa que como convención, varía
de una cultura a otra. Se comprende el mundo como paisaje y se disfruta
a través de la contemplación, de la mirada. Para que haya paisaje, los
elementos que se presentan frente a nuestros ojos deben ser interpretados
por el observador, como se muestra en la imagen 2.1:

1  Venturi Ferriolo, M. (2008). Arte, paisaje y jardín en la construcción del lugar.


En Nogué, J. (ed.), El paisaje en la cultura contemporánea (pp. 115-140). Madrid, España:
Editorial Biblioteca Nueva
2  Ibíd.
3  Kant (2005).Op. Cit.
4  Maderuelo, J. (2005). El paisaje, génesis de un concepto. Madrid, España: Abada Ed.

33
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

2.2. Humedal de Michincha. Una sucesión


de planos, colores y texturas configuran el
paisaje altiplánico.

“No es, pues, como arquitecto ni como jardinero,


sino como poeta y como pintor como hay que
componer los paisajes para que le interesen a la
vez a la mirada y al alma.”

Venturi, Massimo. Arte, paisaje y jardín en


la construcción del lugar

34
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

“Sólo se puede hablar de paisaje cuando existe “trabazón”, cuando la diversidad


que forman los diferentes elementos que se ofrecen a nuestra contemplación aparecen
“enlazados”, “trabados”. (…) Aquello que traba los elementos físicos de un lugar hasta
hacerlo paisaje es lo misterioso, es decir, lo revelado a través de la poética, lo reservado, lo
subjetivo, lo interpretativo. Efectivamente, sólo hay paisaje si hay interpretación y ésta
es simplemente subjetiva, reservada y poética o, si se quiere, estética.”5

En una primera definición, entonces, la interpretación construye el paisaje.


Y volviendo a Kant, ésta interpretación se encuentra ligada al placer
estético que produce el disponer – o trabar - los elementos y materiales
entregados por la propia naturaleza.

¿Cómo llevamos a cabo ésta interpretación? ¿ Cómo “enlazamos” los


elementos físicos hasta hacerlos paisaje? Alain Roger retoma la idea de
la interpretación pero le entrega al arte un rol fundamental en ésta. Para
Roger “(…) un paisaje nunca es reductible a su realidad física –los geosistemas de
los geógrafos, los ecosistemas de los ecólogos, etc.-, que la transformación de un país
en paisaje supone siempre una metamorfosis, una metafísica, entendida en el sentido
dinámico. En otros términos, el paisaje nunca es natural, sino siempre “sobrenatural”6
Él postula en su teoría que el origen del paisaje es humano y artístico. El
arte es considerado como mediador: “artealiza” el país, convirtiéndolo en
paisaje (imagen 2.3). “El arte constituye el verdadero mediador, el “meta” de la
metamorfosis, el “meta” de la metafísica paisajística7.”

La elaboración del paisaje es la relación entre los elementos dispuestos


de una manera tal que podemos referirnos al arte (imagen 2.2). El arte
construye estas escenas poéticas que nosotros llamamos paisajes. Los
artistas han educado nuestra mirada, nos han enseñado a ver “belleza”
al contemplar una atmósfera particular directamente asociada al paisaje
natural. “¿Qué es, en efecto, la naturaleza? No es una madre fecunda que nos ha dado
la vida, sino más bien una creación de nuestro cerebro: es nuestra inteligencia lo que le
da la vida a la naturaleza. Las cosas son porque nosotros las vemos, y la receptividad
así como la forma de nuestra visión dependen de las artes que han influido en nosotros.8”

2.1.2 Tradición, mitos y memoria


Una arista distinta es la que aporta Venturi, visión que colabora con la
definición de paisaje que buscamos construir. Él define los paisajes como 2.3. Proyectos de land art donde el arte
construcciones simultáneas del presente y del pasado. Son “realidades actúa como mediador en la construcción
vivientes en continua transformación: lugares de la totalidad de la existencia, proyecto de paisaje. proyectos de Michael Heizer,
del mundo humano, fuente de creatividad y de modificaciones.9” D.A.ST. Arteam y Julie Brook.

Construcciones en el tiempo y la historia, los paisajes son también obras


colectivas, obras de pueblos enteros. Son el reflejo de una cultura que deja
sus huellas en el territorio a través de elementos visibles e invisibles.

5  Maderuelo (2005). El paisaje, génesis de un concepto. Madrid, España: Abada Ed.


6  Roger, A (2007). Breve tratado del paisaje. Madrid, España: Editorial Biblioteca
Nueva.
7  Ibíd
8  Op. Cit.
9  Venturi Ferriolo, M. (2008). Arte, paisaje y jardín en la construcción del lugar.
En Nogué, J. (ed.), El paisaje en la cultura contemporánea (pp. 115-140). Madrid, España:
Editorial Biblioteca Nueva

35
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

2.4. Vastedad, panorámicas, fauna,


vegetación y colores que entregan una idea
de paisaje altiplánico

36
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

“El ser humano da identidad a sus paisajes y los diversifica en armonía entre la
naturaleza del lugar y los signos de su presencia. (…) Cada paisaje es obra de un
pueblo entero. Cada arquitectura es, por tanto, paisajística, determinada por la relación
educativa que se instaura entre el lugar y el espíritu. Todo paisaje es el lugar de la
pertenencia.10”

Paisaje implica también cultura; está cargado con historias, mitos y


tradiciones de quienes allí han habitado. La memoria de lo ocurrido
traspasa por generaciones a través de los mitos. Éstos recuerdan los
hechos originarios, las raíces profundas del pasado. A través del mito vive
el origen de cada paisaje, mientras que “la ausencia del recuerdo extingue a una
comunidad y su paisaje.11”

Un paisaje es el conjunto de aspectos característicos de un país o territorio


que se detectan al ser comparados con los de otros lugares. Se reconoce
a partir de las diferencias, distinguiendo los aspectos característicos
y estructurales y prescindiendo de los accesorios (imagen 2.4).12 El
paisaje natural no se revela como tal si no es en contraste a uno humano
y viceversa. Sólo a través de la comparación es posible rescatar sus
elementos particulares y con ello reconocer sus atributos y características
estructurales. Entonces, un paisaje se compone a partir de la disposición
de los elementos físicos que ofrece la naturaleza o la cultura humana de un
lugar, que va desde la conformación del territorio hasta la construcción de
ciudades, “enlazados” o “trabados” de una manera tal que da a entender
que posee atributos que lo hacen identificable, diferenciable y a veces
único.

Como conclusión, respecto del concepto de paisaje y las aclaraciones que


esta tesis sitúa como base analítica, es posible decir, por un lado, que la
tradición, los mitos y la memoria social son conformadores primordiales
del paisaje. Un paisaje es un territorio cargado de historias, de un pasado,
de cultura. Estas se materializan en construcciones y huellas humanas,
que van desde viviendas y caminos hasta las construcciones de ciudades
y carreteras. Además, todo territorio tiene una historia que antecede a la
humana y es la de su formación natural, su geografía, geología, ecosistemas,
clima; todo eso también conforma y caracteriza un paisaje. Entendemos
que el territorio y la percepción son inseparables; un territorio no es
paisaje a menos que sea interpretado como tal. Esto quiere decir que el
paisaje es un constructo mental, un escenario construido mentalmente;
todos los elementos presentados ante nuestros ojos –humanos, naturales,
industriales- sólo serán leídos como paisaje a través de esta interpretación,
subjetiva y determinada por los códigos que entrega cada cultura y el arte.

El concepto de paisaje, entonces, a través de la discusión, entrega


significantes de belleza, cultura, naturaleza e historia, que serán las bases
para el proyecto que se quiere alcanzar.

10  Venturi Ferriolo, M. (2008) Op. Cit.


11  Venturi Ferriolo, M. (2008) Op. Cit.
12  Maderuelo, J. (2005). Op. Cit.

37
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

0 400 800 k

2.5. Imagen aérea de sudamerica.


Ubicación del altiplano en zona seca y
montañosa.

38
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2.2 Altiplano desde la definición de paisaje


2.2.1 Descripción y contexto
El Altiplano andino o región de la Puna, se ubica por sobre los 3800 metros
de altura en la Cordillera de los Andes. Su imagen se traduce en vastas
planicies que se alternan con lomajes suaves, rematando a la distancia en
volcanes que, en algunos casos, superan los 6000 msnm. Se ubica en Chile
al norte de Copiapó, extendiéndose al este de las regiones de Atacama,
Antofagasta, Tarapacá y Arica-Parinacota. En Sudamérica, abarca también
el noroeste de Argentina, extendiéndose por Bolivia y Perú.

El Altiplano forma parte de una amplia cuenca endorreica encerrada entre


las cordilleras Occidental y Oriental de los Andes, que en algunos casos
llega a tener un ancho de más de 500 metros. Geomorfológicamente,
los materiales erosionados de estas cordilleras y los expulsados por los
volcanes rellenaron la depresión central, formando planicies, que dieron
a esos sectores el nombre de altiplano. Quebradas, salares, cráteres
volcánicos y masas de lava provenientes de erupciones pasadas componen
esta planicie de altura.

Perteneciente a la ecorregión de la Puna, el altiplano es una región natural


única en el continente debido a sus particulares características ambientales y
ecológicas, representadas en la imagen 2.7. En Chile, el altiplano constituye
un área muy heterogénea, es hot spot de biodiversidad biológica13, posee
una gran cantidad de recursos naturales exportables y acoge una amplia
diversidad cultural.14

Su importancia histórica radica en que en este lugar surgieron varias


civilizaciones – como la cultura Tiahuanaco y posteriormente la
cultura Incaica, Aymara y Atacameña entre otras – quienes realizaron
la domesticación de plantas y animales, además de dejar un importante
legado cultural, materializado en mitos, tradiciones, construcciones y rutas,
entre otros elementos; conformadores de la idea de paisaje previamente
discutida (imagen 2.8).

Esta tesis plantea comprender el paisaje altiplánico, como propone


Maderuelo, a través de la “trabazón” o “enlace” de tres grupos de
elementos: naturales, mineros y humanos. Ellos, a su vez conforman el
paisaje natural, el paisaje minero y el paisaje humano, respectivamente.

13  Los hotspot o “puntos calientes” de biodiversidad con prioridad de 0 150 450 k
conservación se definen como regiones donde se concentra un mínimo de 1.500 especies
de plantas vasculares endémicas —equivalente al 0,5 por ciento del total de plantas
vasculares en el mundo—, una alta proporción de vertebrados endémicos, y en donde el
hábitat original ha sido fuertemente impactado por las acciones del hombre (Myers et al. 2.6. Altiplano en Chile
2000).
14  Sánchez, R. (2013) Las regiones de montaña. Espacios de diversidad y
vulnerabilidad. Revista de Geografía del Norte Grande, 55, 5-6.

39
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

10 am

12 am

2 pm

4 pm

6 pm

Puna húmeda 1000-2000 mm


6 pm
Puna subhúmeda 400-1000 mm

Puna seca 100-400 mm

Puna desértica 0-100 mm

Cordillera nival y subnival

7 pm

2.7. Ecorregiones de la Puna en


sudamerica y variación del paisaje
altiplánico en el transcurso de un día

40
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

Construcciones íconos de las


culturas Inca y Tiahuanaco

Imperio Incaico en Chile

Cusco

Lago Titicaca

Pucará de Copaquirá, Arica

Cultura Tiahuaco
Tramo camino Imperio Inca
(200 a 1000 d.C)

Imperio Incaico [Tawantin Suyu]


1438 a 1533 d.C.

Chinchansuyu

Cuntinsuyu

Collasuyu

Antisuyu
Pucará de Chena
0 400 k

2.8. Cultura Tiahuanaco e imperio Inca en


Sudamérica

41
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Altiplano
Oscar Cerruto

1
El Altiplano es inmensurable como un recuerdo.
Piel de kirquincho, toca con sus extremos las cuatro puntas del cielo,
sopla su densa brisa de bestia.
El Altiplano es resplandeciente como un acero.
Su soledad de luna, tambor de las sublevaciones,
solfatara de las leyendas.
Pastoras de turbiones y pesares,
las vírgenes de la tierra alimentan la hoguera de la música.
Los hombres, en el metal de sus cabellos,
asilan el caliente perfume de los combates.
Altiplano rayado de caminos y de tristeza
como palma del minero.

2
El Altiplano es frecuente como el odio.
Ciega, de pronto, como una oleada de sangre.
El Altiplano duro de hielos
y donde el frío es azul como la piel de los muertos.
Sobre su lomo tatuado por las agujas ásperas del tiempo
los labradores aymaras, su propia tumba a cuestas,
con los fusiles y la honda le ahuyentan pájaros de luz a la noche.
La vida se les tiza de silencio en los fogones
mientras las lluvias inundan sus huesos y el canto del jilguero.

3
Altiplano sin fronteras,
desplegado y violento como el fuego.
Sus charangos acentúan el color del infortunio.
Su soledad horada, gota a gota, la piedra.

42
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2.2.2 Configuración de un imaginario en torno al Paisaje


Altiplánico
“(…) el territorio responde a un proyecto político y, como tal, desarrolla unas
herramientas culturales, iconográficas, al servicio de ese proyecto territorial. El paisaje
tiene que ver, nunca mejor dicho, con el imaginario, entendiendo por imaginario un
conjunto de imágenes que un individuo o una sociedad cultivan en tanto que bagaje y
referencias culturales.”15

Como bien aclara Javier Maderuelo en el texto citado, el imaginario


corresponde al conjunto de imágenes cultivadas por un individuo o
un colectivo como referencias de una cultura. Es lo que conforma
un paisaje cultural y que va más allá de la imagen visual; se construye
tanto por imágenes, como por canciones, poemas, leyendas y mitos,
obras de literatura, percepciones físicas, recuerdos, experiencias, entre
otras manifestaciones –artísticas y no- que intentan traer a presencia las
imágenes de una cultura.

La representación de un imaginario en torno al paisaje altiplánico es el


objetivo que se busca alcanzar, ya que se considera fundamental para
poder entender un lugar que, para muchos, es lejano, tanto en distancia
como en conocimiento; y su configuración es traída a presencia a través de
disciplinas que destacan cualidades que no se desprenden necesariamente
de “lo artístico”. El esfuerzo por reconstruir este imaginario se realizó
a partir de entrevistas en terreno –Costa, Pampa y Altiplano del Norte
Grande-, en Santiago y completado con extractos de textos que entregaran
nuevas consideraciones sobre éste.

Desde el mundo del arte, Benito Rojo16 habla del paisaje nortino, del paisaje
desértico, como un espacio extenso, en medio de la nada, monocromático,
austero. Un espacio donde cada objeto adquiere significado; en sus
palabras: “Una simple tapa de Coca Cola adquiere presencia, se separa del contexto.”
Los distancias son largas, casi eternas para un niño, y es en estos recorridos
donde aparecen los oasis, imágenes de descanso, alivio y pausa. Reviviendo
estos recuerdos, el paisaje nortino se representa con palabras como la nada,
la pampa, el polvo, horas y más horas de recorrido, atravieso de quebradas, parada,
encuentro con oasis en medio de la nada, acogida, la sombra de un árbol, el viento.17

Lo altiplánico produce una sensación de lo intocado, de lo primario, un


supra concepto. Es el techo, la cima del mundo.”18

Son espacios de paz, de quietud, de silencio, como bien describe Enelidolfo


O’Ryan19. Lugares con una vegetación única, compuesta principalmente
por la paja brava, la llareta, la tola y la queñoa, único árbol que crece sobre
los 4000 metros de altitud. Componen también este paisaje sus animales,
muchas aves como el ganso andino, la gaviota, el flamenco, además de
camélidos como vicuñas, llamas y alpacas. Los cerros cumplen también

15  Maderuelo, J. (2008) Paisaje y territorio. Madrid: Abada, 6


16  Pintor y artista visual. Nació en la ciudad de Iquique y vivió ahí por dos
décadas.
17  Apuntes a partir de conversación de la autora con Benito Rojo. Martes 7 de
enero de 2014. 10:30 hrs.
18  Ibíd.
19  Enelidolfo “Mister” O’Ryan es asesor cultural de la Municipalidad de Pica.
Licenciado en Teología, es creador y encargado del Museo de Pica y conocedor de la
culturas originarias (Aymara, Quechua, Incaica, Tiahuanaco).

43
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

2.9. Pantone de colores y texturas del


paisaje altiplánico - fotografías en salares y
humedales altoandinos

44
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

un papel muy especial dentro de este paisaje. Cada cerro tiene su nombre
y fueron objeto de culto para los habitantes originarios del altiplano. “El
paisaje se pone hermoso con estos cerros. De repente te hablan, y cuando tú quieres ir
donde ellos como que se alejan, las distancias se van alejando20”.

El altiplano es un territorio de un paisaje panorámico amplio. Al asomarse


en la cordillera es posible tener un panorama completo de toda la Región
de Tarapacá de un solo vistazo.
Los colores tienen un papel relevante en este extenso territorio. La
importancia de los colores es que pintan el paisaje (imágenes 2.9 y 2.10).
El color del cielo en distintas horas, el amanecer, el atardecer, el cielo
estrellado. “Entonces tiene colores, colores que están en los cerros, está en la arena,
está en la montaña. Tienes distintos verdes, distintos verdes… ¿qué es verde? No hay
un verde ideal, hay una variedad de verdes. Incluso hay plantas que dan flores de dos
colores”21.

No es “desierto”, es un territorio lleno de vida. Desde lo micro a lo


macro encontramos todo tipo vida. “Es un desierto vivo. En donde no hay
vida, hay colores, hay estrellas, hay cosas hermosas, salares. Y cualquier cosa que se
mutile, cualquier cosa que se dañe, afecta al contexto general del paisaje”22. Cada
elemento del paisaje tiene su papel, su sitio, un rol protagónico en la
conformación del total. Esto es posible entenderlo desde la cosmovisión
andina; en ella todo es un todo. Esto quiere decir que todo está
relacionado. La madre tierra, la Pachamama, es una madre viviente que
produce lo que uno siembra. Una madre bondadosa que actúa con la
energía del sol.

“(…) todos los fenómenos naturales, como el suelo, el agua, las nubes, el viento, las
plantas que se cultivan o los animales que se crían están vivos a través de los seres
espirituales que están íntimamente relacionados con ellos.”23 Hay dos elementos
que están en juego en la cosmovisión andina: la madre tierra y el padre sol,
que entrega la energía. Y dentro de esos existen otros elementos, quienes
habitan la Madre Tierra, como el ser humano y los animales. Como nos
relata Maximiliano Mamani24, “para el hombre andino, (los animales) también son
nuestros hermanos, nuestros amigos. Los queremos, les conversamos. Si uno de ellos se
muere, también lloramos. Eso encierra el vivir del hombre andino”25.
2.10. Bofedal en Salar del Huasco. Aguas
Las viviendas siempre están orientadas con la puerta hacia la salida del superficiales, pastos y vegetación en
sol, hacia el oriente. Esto se debe a mitos, leyendas, que han traspasado bofedal. Detalle de vegetación acuática y
generaciones. La arquitectura vernácula del altiplano se caracteriza por su gama de colores.
utilizar los recursos naturales disponibles en este territorio (imagen 2.11).
“Para las paredes usaron el adobe, para pegar el adobe usaron el mismo barro, para
los cimientos las mismas piedras del lugar, para el techo usaron la paja brava, para
los tijerales usaron los palos de queñoa, los palos de cactus. O sea que el hombre

20  Apuntes a partir de conversación de la autora con Enelidolfo “Mister”


O’Ryan. Martes 21 de enero de 2014. 10:00 hrs.
21  Ibíd.
22  Conversación con “Míster” O’Ryan. Op. Cit.
23  Carevic, A (2008) “Degradación o sustentabilidad de los campesinos en el
desierto chileno”. Iquique: Universidad Arturo Prat, Departamento de agricultura del
desierto
24  Maximiliano Mamani pertenece a la cultura originaria Aymara. Actualmente
reside en Pica donde tiene un hospedaje junto a su familia.
25  Apuntes a partir de conversación de la autora con Maximiliano Mamani.
Miércoles 22 de enero de 2014. 15:00 hrs.

45
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

2.11. Paja brava y Queñoa, materia prima


para la construcción de viviendas en el
altiplano.

46
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

andino supo usar todo lo que estaba a su alcance, los elementos naturales”26.
La vida del hombre andino ha estado siempre fuertemente cargada de
mitos y leyendas que se desprenden de los elementos reconocidos en
su diario vivir. Con ellos han construido cuentos, pero también se han
inspirado en su entorno para crear música, vestimentas, adornos. En
palabras de “Mister” O’Ryan: “En el Altiplano tienen más cuentos que en el
resto de la región. Esto se debe a que el tiempo de paz que vive el ser humano es un
tiempo para crear. Y el ser humano del norte en el altiplano es un ser humano de paz,
de una quietud espantosa, de un silencio profundo. Y bueno, allá en algunos momentos
del año ya a las cuatro-cinco de la tarde hay que estar refugiados, las temperaturas
bajan bruscamente. Y en esos tiempos de paz, luego de guardar el rebaño, de haber
labrado, viene la creatividad. A tejer, a tejer con colores, a teñir, a hilar, escarmenar,
¿verdad? Y hacer ropa, hacer tejidos, mantas, aguayos, trajes, pantalón, camisas,
chalecos, sombreros o gorros, guantes, medias, viene la creatividad, en el silencio viene
la creatividad. Y entre esas cosas están los cuentos, los cuentos de lo que ellos mismos
han apreciado y observado en el día a día. El cóndor, está el cuento del cóndor, del
zorro, del sapo, de la garza, de la chinchilla, del quirquincho y van sumando estas
leyendas, cuentos. Que están relacionados con su hábitat, con el quehacer”27.

Un territorio habitado, construido y recorrido por los habitantes de estas


altas tierras, quienes caminaban con sus animales y comerciaban a todo
su largo. Sus caminos se conformaron como un sistema vial complejo e
interconectado entre los asentamientos, áreas de cultivo y de pastoreo.28
Así se fueron creando caminos, mayores y menores, como huellas en el
territorio.

“Por el desierto se extravían las huellas,


venas inconclusas de una anatomía singular:
son líneas que van hacia alguna parte remota
y codiciada, líneas para una caligrafía obsesionante.
Pobres surcos que traza la ambición humana, en que
la muerte se extiende igual que un aceite oscuro y
sin descanso…”29

El Camino del Inca o Qhapaq Ñan se conformó como una red de huellas
que cruzaron y enlazaron el territorio. “El camino en su paso por diferentes
geografías, fue adaptado a los ambientes más adversos, a través de una morfología
adecuada a cada zona geográfica; presentándose en ocasiones como un camino ancho y
empedrado de elaborada factura, mientras en otras aparece como una estrecha huella en
la tierra demarcado por hitos en pampa y alineamientos de piedras en pleno desierto.”30

Caminos con historia, con mensajes de una época anterior que se


han ido perdiendo en la vastedad, borrando a lo largo de la historia o
desapareciendo bajo la construcción de rutas mayores, pavimentadas. “A
través de la ruta hay muchos libros para leer. Como el arte rupestre, conectividad de
pueblos, unos con otros, caravanas, comercio, economías, tributos, toda una cantidad de
libros que hay para leer. Ahora estas rutas fueron primero por una patita muy liviana.
La almohadilla, muy liviana del llamito. Después llega el caballo con herradura, más
pesado el animal, entonces hace surco.”

26  Ibíd.
27  Conversación con “Míster” O’Ryan. Op. Cit.
28  Díaz, S. (2011) “Qhapaq Ñan El Camino Principal” en Revista CA (147). 55-
59
29  Poema Las Huellas de Andrés Sabella
30  Díaz, S. (2011) Op. Cit.

47
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Elementos humanos

Elementos mineros

Elementos naturales

2.12. Arriba a abajo: Paisaje conformado


por elementos ecológicos, por elementos
humanos y por elementos mineros.

48
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2.3 Elementos configuradores, historia y significado


2.3.1 Elementos naturales, humanos y mineros
Esta tesis propone comprender los elementos naturales, humanos y
mineros por separado (imagen 2.12), como elementos con una historia
y un significado particular a cada uno, dejando de manifiesto las reglas
que los rigen y equilibran. Lo anterior entendiendo que si lo se busca es
volver a configurar un nuevo paisaje altiplánico a través de la interrelación
de estos elementos, es fundamental que no se transgredan las reglas
-desequilibrando el sistema completo- sino que, por el contrario, todos
sus elementos logren funcionar de manera coordenada y equilibrada.

1 Elementos naturales

Los elementos naturales van desde la aparición de este territorio a través


de movimientos tectónicos hace millones de años atrás, hasta la vegetación
que cubre sus suelos, sus animales, y el agua que los mantiene.

Geomorfológicamente, el Altiplano es una cuenca sedimentaria


intramontañosa cuyos sedimentos han sido mayoritariamente depositados
en condiciones de endorreísmo y levantados por los mismos movimientos
tectónicos que han dado origen a la cordillera Andina desde hace unos
15-25 millones de años. Los mecanismos tectónicos responsables de estos
movimientos son aún poco entendidos y existe una variedad de modelos
que intentan relacionar la subducción oceánica bajo los Andes con la
historia del levantamiento de los sedimentos del Altiplano.

El relieve del norte grande –en su mayor parte- se ordena, de oriente a


poniente, con una gran Cordillera de los Andes (6000 m.) que comprende
una meseta identificada como Altiplano o Puna; una depresión intermedia
que corresponde a una meseta desértica interrumpida por profundas
quebradas, donde los sectores ubicados entre las quebradas son
denominados pampas - aquí también se encuentra el Desierto de Atacama
-; una Cordillera de la Costa ancha, alta y continua que en algunos tramos
cae abruptamente al mar (farellón costero); y planicies costeras estrechas y
en algunas casos inexistentes (imagen 2.13).

La Cordillera de los Andes se levanta como una frontera para la circulación


atmosférica, separando el sector Este o continental, dependiente
de la Amazonía, del oeste u oceánico, asociado al Océano Pacífico.
Perteneciente a un clima de estepa de altura, las condiciones climáticas
específicas del Altiplano están controladas tanto por la altitud, la latitud
y la continentalidad.31 El altiplano recibe precipitaciones tropicales y
nieve en enero y febrero, durante el llamado “invierno altiplánico”.
Esto se debe a que los sistemas atmosféricos que se desplazan desde
la cuenca del Amazonas, influencian los valores de la humedad del aire
y de las precipitaciones, produciéndose éstas últimas en verano. Éstas
precipitaciones permiten el desarrollo de los pastos duros de la estepa
fría, como el coirón, los que alimentan a una parte importante del ganado
de la región. No sólo es la aridez sino también la altura las que limitan y
determinan la vida: la flora y fauna, fuertes y especializadas, sobreviven

31  Romero, H., Smith, P., Mendonca, M. Y Méndez, M. (2013) Macro y


mesoclimas del altiplano andino y desierto de Atacama: desafíos y estrategias de
adaptación social ante su variabilidad. Revista de Geografía del Norte Grande, 55

49
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Circulación de las masas de aire


en América del Sur en verano

ZCIT: Zona de convergencia


ZCIT Intertropical

Ecuador

Trópico de Capricornio

A
Anticiclón del A
Pacífico Sur Anticiclón del
Atlántico Sur

Elementos
abióticos

XV R
A’

Elementos
bióticos A IR

6000 m.

II R

Corte AA’

0 m. III R

Cordillera de la Costa Depresión Central o Intermedia Precordi. ALTIPLANO Cordillera Occ.

2.13. Elementos naturales del altiplano

50
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

a las condiciones extremas por sobre 3.800 m. Las temperaturas de este


clima son muy bajas en la noche, mientras que en el día pueden llegar hasta
los 25 grados Celsius, por lo que la oscilación térmica diaria es muy fuerte.

Debido a los fuertes vientos y estas condiciones climáticas, generalmente


encontramos una vegetación baja, que no crece mucho en altura, donde
las formas achatadas y redondeadas son comunes. La falta de altura se
compensa por la riqueza vegetal de las especies, entre las que predominan
los coirones (gramíneas resistentes de colores amarillos, grises y verdes) y,
en algunos sectores, la tola (arbustos de color verde oscuro con pequeñas
hojas aromáticas y resinosas). Bajo ellos siempre es posible encontrar una
gran cantidad de especies, muchas de ellas adosadas al suelo y difíciles
de divisar a la distancia. La llareta es un ejemplo de esto; arbusto de
ramas cortas y compactas, parece más bien una roca verde. Su madera es
considerada un excelente combustible.

La queñoa es el único árbol que crece en el Altiplano y es posible


encontrarla hasta los 4700 metros de altura. De tronco retorcido, corteza
seca y pequeñas hojas, es un árbol de muy lento crecimiento, con muchos
ejemplares de cientos de años.

La fauna del altiplano está compuesta por mamíferos, aves, anfibios,


reptiles y peces. Entre los mamíferos podemos encontrar especies como
llamas, alpacas, vicuñas, guanacos, ratas, zorros, chinchillas y cuyes; entre
las aves, flamencos –chileno, de james y andino-, ganso guallata, perdices,
suri, entre otros; anfibios como el sapo espinoso; entre los reptiles,
lagartijas y culebras de varias especies y peces, que dependen directamente
de la disponibilidad de agua, y entre los que existe un déficit de especies
nativas –habiendo sido reemplazadas por especies introducidas como
la trucha, que predominan en ríos. En general, las especies andinas han
debido desarrollar mecanismos de adaptación debido a las condiciones
extremas de vida en las que se encuentran, como la gran altura –sobre los
3500 metros sobre el nivel del mar-, déficit hídrico y escasez de alimento
–excepto en las zonas de humedales-, importante oscilación térmica diaria,
fuerte radiación solar, falta de oxígeno y aire seco.

En relación a su sistema hidrológico, las cuencas altiplánicas se caracterizan


por ser cuencas cerradas o endorreicas, es decir, no fluye agua superficial
fuera de ellas. Tienen recursos superficiales y subterráneos vinculados a
un ecosistema vulnerable – humedales altoandinos – con un alto valor
socioeconómico, cultural y paisajístico. La condición de clima árido
implica que en estos territorios la evaporación supera ampliamente
las precipitaciones, por lo que el funcionamiento hidrológico es único,
dominando los salares (ambientes evaporíticos) y las napas subterráneas
con recarga lateral, único recurso hídrico permanente. Existe un equilibrio
hidrológico de este sistema en estado natural, ya que las entradas al sistema
igualan las salidas a largo plazo; sin embargo, éste se rompe si cambia una
variable como el aumento de las descargas.32

32  CIDERH, Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (2013)


Recursos Hídricos Región de Tarapacá. Iquique: Universidad Arturo Prat

51
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Pueblos originarios más numerosos en


territorios altiplánicos

Aymaras

Encuadre regiones
altiplánicas

Este pueblo se dedica a la


agricultura y la ganadería, y se
ubica en la región que va desde el
lago Titicaca, pasando por los
Territorio de ocupación faldeos cordilleranos, hasta el
Inca permanente noreste argentino.

Atacameños

Los Atacameños o likanantai viven


en los oasis, valles y quebradas de
la provincia del Loa, en el norte de
Territorio de ocupación Chile (II Región).
Inca permanente

Diaguitas

Pueblos originarios
Sus integrantes eran agricultores y
Aymaras Diaguitas diestros alfareros, y vivieron entre
los siglos VIII y XV d.C. Su arte
Atacameños Collas cerámico es muy conocido,
Quechuas Colonias Incaicas destacándose por una decoración
Changos Asentamientos Changos de líneas rectas, en zigzag y con
triángulos adosados a una línea.

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2.14. Elementos humanos del altiplano

52
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2 Elementos humanos

Las comunidades ancestrales que han ocupado los territorios de lo que


ahora es el norte de nuestro país corresponden a comunidades Aymaras,
Quechuas, Atacameñas, Diaguitas y Collas. Hoy en día, a través de la Ley
Indígena, se ha reconocido la importancia que la pertenencia al territorio
implica para estas comunidades: “El Estado reconoce que los indígenas de Chile
son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional
desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias,
siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura.”33.

Como se ve en la imagen 2.14, los Aymaras se han agrupado en comunidades


situadas en la Región de Arica y Parinacota –desde el límite con Perú- y la
Región de Tarapacá –hasta la quebrada de Guatacondo-. Son comunidades
que se distribuyen por las quebradas de la Precordillera, algunos oasis a los
pies de la Cordillera y sectores de la Pampa del Tamarugal. Se reconocen
122 comunidades, es decir, predominan entre las comunidades indígenas
del norte de Chile. Los Atacameños habitan en la Región de Antofagasta,
en la parte alta, media y baja de la cuenca del Río Loa. Hoy en día suman 25
comunidades. Los quechuas se encuentran en territorios de la depresión
central de las regiones de Tarapacá y Antofagasta y en número son muy
inferiores a las Aymaras y Atacameñas. Los collas y diaguitas, por su parte,
se ubican en la región de Atacama, en las provincias de Chañaral, Copiapó
y Huasco, y en total suman 10 comunidades reconocidas. 34

Los territorios del Altiplano chileno son, en su mayor parte, de posesión


Aymara y Atacameña, y, en menor proporción, Quechua y Colla. Estas
comunidades fueron dominadas por los Incas a mediados del siglo
XV, formando parte del Collasuyu, y posteriormente por los españoles,
modificando su organización y quedando prácticamente relegados a
las tierras altas del altiplano, mientras éstos se establecían en las zonas
medias.35

Estas comunidades ocupan de manera extensa el territorio del norte de


Chile, y su distribución en distintos pisos vegetacionales y ecológicos ha
implicado que existan diferencias en su cultura, asentamientos, arquitectura,
etc. Sin embargo, poseen ciertas características comunes a todas ellas y que
pueden dar luces de cómo se organizaron los territorios altoandinos.
En general, estas comunidades se caracterizaron por tener una economía
del tipo agropastoril, lo que implicó su asentamiento en las cercanías a
oasis y quebradas. Existió también una fuerte movilidad , relacionada
por un lado con el pastoreo de sus animales y, por otro, con la actividad
comercial de intercambio (rutas caravaneras). Estos sistemas de vida
determinaron las huellas que estas comunidades fueron dejando en este
paisaje altiplánico, que se materializaron en caminos mayores y menores,
casas, corrales para sus animales, estancias de pastoreo, apachetas (cúmulos
de piedras depositadas por los viajeros para su salud y suerte), geoglifos,
entre otros. Una red de caminos que va narrando la historia de una o varias
culturas y van dando cuenta de una relación armónica en la adaptación de
cada pueblo a la compleja naturaleza andina.

33  Programa de Derechos Indígenas. Los Derechos de los Pueblos Indígenas de


Chile (2003). En Yañez, N. & Molina, R. (2008) La gran minería y los derechos indígenas en el
Norte de Chile. Santiago: LOM Ediciones
34  Yañez, N. & Molina, R. (2008) La gran minería y los derechos indígenas en el Norte de
Chile. Santiago: LOM Ediciones
35  Ibíd.

53
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Estanques de
agua

Líneas de transmisión
de energía

Caminos
asfaltados

Campamentos
mineros

2.15 Elementos mineros que configuran


un nuevo paisaje altiplánico.
La huella de la línea recta contrasta con las
formas sinuosas del paisaje natural.

54
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

3 Elementos mineros

El territorio altiplánico contiene todos los recursos para el desarrollo


sostenible de las economías andinas, pero también posee recursos únicos
para la economía minera y es por esto que se han generado los mayores
conflictos.

La historia de la minería en el norte de Chile se remonta por lo menos al


siglo V a.C. Desde ese entonces, los pueblos indígenas han presentado
una persistente vocación minera36, formando la minería parte de la estrategia
productiva de estos pueblos, bajo la modalidad de minería artesanal.
La pequeña minería indígena vivió un auge sostenido hasta la década de
1970, cuando colapsó a causa de la “aplicación de un modelo económico que
favoreció la monopolización de los recursos del subsuelo por empresas nacionales y
extranjeras, impulsó el desarrollo de la gran minería e hizo inviable a la pequeña
minería en los territorios aymaras, collas, atacameños, quechuas y diaguitas.”37

Algunos grandes yacimientos de plata, cobre y oro actuales eran ya


explotados por las comunidades indígenas –Chuquicamata era explotada
al menos desde el siglo VII d.C.- y con la llegada de los Españoles, ellos
pasaron a ser mano de obra de estas explotaciones.
Luego de la independencia de Chile, el auge minero se dio en los
alrededores de Copiapó, donde llegaron a instalarse capitales ingleses,
intentando mantener un monopolio que controlase la extracción de
cobre, oro y plata. Pero con la Guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX,
se incorporaron nuevos territorios que habían tenido un desarrollo de
actividades mineras por parte de los pueblos indígenas. En las pampas de
las regiónes de Tarapacá y Antofagasta se desarrolló la minería del Salitre,
lo que configuró un nuevo paisaje desértico, con sus 50 oficinas salitreras
funcionando a principios del siglo XX. Este auge del salitre entró en
crisis con la invención del salitre sintético por lo que, luego de la crisis de
1921, el paisaje de las salitreras era el de la ruina ya que muchas debieron
abandonar la explotación.38

Actualmente, los elementos mineros que reconocemos en el paisaje del


norte de Chile se ubican principalmente en el Altiplano, con algunas
excepciones en la Región de Antofagasta. Corresponden a minas de cobre
–en su mayoría-, oro y plata, con algunas extracciones de salitre.

Las grandes compañías mineras han configurado un nuevo paisaje minero


en estos territorios (imagen 2.15), construyendo caminos, instalando
campamentos mineros, generando fuertes cambios en la topografía,
abriendo grandes rajos de extracción de mineral, construyendo tranques
de relaves y, lo que ha generado los mayores conflictos, extrayendo agua
de las napas subterráneas del territorio altiplánico. Esto ha generado
conflictos tanto a nivel medioambiental como cultural con las comunidades
indígenas, ya que estos elementos se han leído como una gran amenaza
para este paisaje frágil.

36  Yañez, N. & Molina, R. (2008) Op. Cit.


37  Yañez, N. & Molina, R. (2008) Op. Cit.
38  Yañez, N. & Molina, R. (2008) Op. Cit.

55
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Lluvia altiplánica
Recursos hídricos superficiales

Gran parte de las precipitaciones se


infiltra, alimentando las napas
subterráneas y, por consecuencia, los
humedales.

Escurrimientos superficiales - quebradas


Agua que modela el paisaje

Parte del agua que no


se infiltra baja desde
desde las tierras altas
hacia las bajas
formando quebradas y
modelando el paisaje.

Los escurrimientos superficiales


que bajan a través de las
quebradas también alimentas los
humedales que se encuentran los
puntos más bajos de las cuencas.

Afloramientos superficiales del agua


Humedales altoandinos

2.16. Esquema del agua como elemento


estructurante del paisaje altiplánico

56
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

2.3.2 Agua, elemento estructurante del Paisaje Altiplánico


“Del agua brota la totalidad de la existencia y cualquier forma de cultura. Es imposible
imaginar el paisaje y el ser humano sin agua. Alimenta los jardines y, en ellos, se
convierte en fuente real y simbólica de la vida. El agua es el origen de la vida y la fuente,
su símbolo.” 39

Como se expuso a comienzos de este capítulo, el agua es el elemento


originador del paisaje, cualquiera sea. Gracias a este elemento es posible
el desarrollo de vida animal y cultura humana. Para el paisaje altiplánico,
este elemento es aún más esencial. En un territorio desértico, con un
importante déficit hídrico, el agua es el elemento estructurante, del que
dependerá cualquier forma de vida, cultura y economía.

Para contextualizar, consideremos que el altiplano chileno se encuentra


emplazado al este de las regiones más áridas del país. La región natural del
Norte Grande (que considera las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá,
Antofagasta y la mitad norte de Atacama) posee un clima desértico
o árido, con precipitaciones casi nulas en el Litoral, en la Cordillera de
la Costa y en la Depresión Central, que aumentan gradualmente con
la altura en la Precordillera hasta alcanzar en el Altiplano un promedio
anual de alrededor de 150 – 180 mm. 40 El agua superficial, en forma
de precipitaciones y escurrimientos superficiales, sólo se materializa en
el Altiplano y en la Cordillera hasta alcanzar la Depresión Intermedia de
forma esporádica durante eventos hidrometeorológicos extremos.

Las zonas áridas se caracterizan por su déficit de agua, a causa de un


ciclo hidrológico en el que la evaporación supera ampliamente las
precipitaciones, es decir, la tierra pierde más agua de la que capta –
alcanzando un promedio entre 1000 y 2000 mm evaporados/año en el
Altiplano-41. Esto se debe a que normalmente estas zonas se encuentran
alejadas de una fuente de humedad oceánica, detrás de una cordillera que
cierra el paso a la humedad del océano o simplemente en una zona donde
el clima no provee humedad.

Las cuencas del altiplano tienen recursos superficiales y subterráneos,


(imagen 2.16) ambos fuertemente vinculados a un ecosistema vulnerable (bofedales,
vegas, pajonales y salares) con un alto valor socioeconómico y paisajístico.42 El agua
subterránea constituye el principal recurso hídrico permanente para estas
regiones y sus afloramientos superficiales –humedales altoandinos- son
ecosistemas únicos en el mundo, verdaderos oasis en un territorio de
extrema aridez que han permitido la presencia de vida animal, vegetal y el
desarrollo de importantes culturas en estos territorios extremos.

39  Venturi Ferriolo, M. (2008) “Arte, paisaje y jardín en la construcción del lugar”, en
Nogué, J. (ed.) El paisaje en la cultura contemporánea, Madrid: Biblioteca Nueva
40  CIDERH, Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (2013)
Recursos Hídricos Región de Tarapacá. Iquique: Universidad Arturo Prat
41  CIDERH, Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos (2013) Op.
Cit.
42  Ibíd.

57
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

P. N. Lauca (1)

Salar de Surire (2) 1

P. N. Volcán Isluga

2
P. N. Salar del Huasco (3)

Salar de Coposa
Salar de Michincha (4)

R. N. Alto Loa 3

4
Salar de Tara (5)

R. N. Los
Flamencos
5
P. N. Llullaillaco (6)

P. N. Nevado Tres Cruces (7)


7

La construcción de una ruta que una el


altiplano en todo su largo, sus redes de caminos
y construcciones, las zonas de explotación y ,
principalmente, sus humedales (elementos
humanos, mineros y naturales) permitirá abrir
este territorio al público, ser mostrado y, con
ello, valorado y cuidado.

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2.17. Ruta Altiplánica de los Humedales

58
Paisaje Altiplánico. Imaginario, elementos y significado

El agua ha estructurado el paisaje y lo ha transformado en lo que es hoy


en día, tanto en términos ecológicos y humanos, manteniendo la vida
en el lugar, como en términos del desarrollo productivo, permitiendo la
existencia de economías extractivas como la minería. Sin el agua, para la
minería sería imposible su funcionamiento -al menos con la tecnología e
inversión económica existente hasta el minuto-.

Sin embargo, este elemento estructurante se encuentra actualmente


amenazado. Los distintos usos del agua en el altiplano no están
permitiendo mantener el equilibrio necesario para sustentar los distintos
sistemas presentes. La alteración provocada en el sistema hídrico se ha
materializado en los humedales altoandinos y toda la vida asociada a ellos.
Estos ecosistemas se han visto perturbados hasta niveles de gravedad –
desecado en algunos casos- afectando el equilibrio completo del paisaje
altiplánico.

En los últimos años ha cobrado fuerza una visión de conservación y


uso racional de los recursos naturales, particularmente de los humedales,
ya que se reconoce su importancia no sólo para la conservación de la
diversidad biológica, sino también para las comunidades humanas y
el desarrollo económico a nivel local, regional y nacional.43 Como ha
quedado estipulado en la Convención Ramsar, “el patrimonio cultural de los
humedales es resultado de la milenaria asociación de estos con las personas, una relación
que ha aportado riqueza a la sociedad humana y que debe seguir haciéndolo para las
generaciones futuras.” 44

A partir de esta idea -y considerando las distintas iniciativas promovidas


por el Estado, los gobiernos regionales y fundaciones privadas (entre
las que se encuentran el Sendero de Chile y la Ruta Patrimoial Incaica)-,
la tesis plantea, como propuesta inicial a escala territorial la
consolidación de una ruta altoandina -o sistema de redes- capaz de
unir en su trazado todos los hitos -naturales, humanos y mineros-
de este paisaje. Como muestra la imagen 2.17, se busca poner en valor
los caminos, huellas y construcciones de sus habitantes originarios, pero,
especialmente, el patrimonio natural del altiplano, donde los humedales
altoandinos juegan un papel fundamental y estructurante.

Más aún, se busca hacer visibles no sólo aquellos humedales ya protegidos


a nivel gubernamental -y reconocidos por su valor estético y ecológico-
sino también -y especialmente- aquellos que han sido alterados y requieren
una pronta intervención enfocada primeramente en su recuperación
ecológica y posteriormente en su activación programática.

43  Centro de Estudios de Humedales. Recuperado en www.ceh.cl


44  Convención de Ramsar y Grupo de Contacto EHAA. (2008) Op. Cit.

59
3 Humedales altoandinos
Sistema de redes en el paisaje altiplánico
3.1. Oasis en el desierto. Humedal de
Michincha, enero 2014
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

3.1 Caracterización de humedales altoandinos


3.1.1 Oasis en el desierto
“La importancia de un oasis, desde cualquier punto de vista, reside en que se encuentra
agua en pleno desierto; los oasis son un símbolo de vida y constituyen la promesa del
alivio ante un viaje difícil.” 1

El término humedal hace referencia a una amplia variedad de hábitats


interiores, costeros y marinos que comparten como característica principal
la dependencia del agua, la que determina su estructura y funciones. Son
ecosistemas de transición entre ambientes acuáticos y terrestres, debido a
lo cual presentan una mayor riqueza de especies respecto a los ambientes
que los rodean.2 La Convención de Ramsar define los humedales como
“las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean
éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes,
dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad
en marea baja no exceda de seis metros.”

Por su parte, los humedales altoandinos corresponden a todos los sistemas


hidrológicos abastecidos por aguas de deshielos de las altas cumbres,
que originan vertientes, vegas y bofedales, ríos, lagos, lagunas y salares,
que favorecerían la concentración y sostenimiento de la biodiversidad
representativa de la Puna.3

Son ecosistemas estratégicos ubicados en la zona de la Puna de los Andes


Centrales del norte de Chile.4 Como se ve en la imagen 3.3, su valor radica
en que son reguladores y fuentes de agua para consumo, riego y generación
de electricidad, y como ecosistemas de alta biodiversidad, hábitat de
especies de fauna y flora amenazadas, centros de endemismo, espacios
para actividades turísticas, y espacios de vida para diferentes comunidades
campesinas, poblaciones locales y pueblos indígenas, entre otros.5

Históricamente han tenido una gran importancia ecológica, económica


y cultural, gracias a que entregan servicios de suministro -alimento,
agua potable, combustible, entre otros-, de regulación -del clima, de 3.2. En un paisaje de colores ocres, el
enfermedades, del agua-, culturales -recreación y turismo, educativo, agua se reconoce por los distintos azules
patrimonial- y de soporte -necesarios para mantener los procesos y verdes que aporta junto a su particular
ecológicos-. vegetación.

1 Aronson, S (2008) Proyectar en tierras ásperas y frágiles. Barcelona, España: Ed.


Gustavo Gili. 62
2 Centro de Estudios de Humedales (2011) Guía Educación y Sensibilización
Ciudadana para la conservación y uso sustentable de los humedales de la Región de Tarapacá. Pica,
Chile: CEH
3 Convención de Ramsar y Grupo de Contacto EHAA. (2008) Estrategia
Regional para la Conservación y Uso Sostenible de Humedales Altoandinos. Gobiernos
de Ecuador y Chile, CONDESAN y TNC-Chile
4 La Ecoregión de la Puna se establece entre los 3.000 y los 4.500 m sobre el nivel
del mar entre el Sur del Perú, Suroeste de Bolivia, Noreste de Argentina y Norte de Chile,
entre los 14˚ y los 32˚ Sur. La Puna es una bioregión asociada a las altiplanicies andinas,
caracterizada por fríos intensos, aridez y fluctuaciones diarias de temperatura. Por su latitud
está sujeta a drásticos cambios climatológicos estacionales.
5 Convención de Ramsar y Grupo de Contacto EHAA. (2008) Op. Cit.

63
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Fibra vegetal
Servicios
ecosistémicos
Suministro de servicios Bioquímicos

Productos obtenidos de los


ecosistemas

Combustible

Recursos
genéticos
Agua Control de
potable enfermedades
Alimento
Regulación
Regulación del agua
del clima Purificación
del agua

Polinización

Sentido de Regulación de servicios


identidad Beneficios obtenidos de los procesos
Servicios culturales de regulación de los ecosistemas

Beneficios no materiales Espirituales y


obtenidos de los ecosistemas religiosos
Patrimonio
cultural

Educativo

Inspiracional

Recreación y Formación de
Estético turismo suelos

Servicios de soporte Ciclado de


Servicios necesarios para la producción de nutrientes
todos los otros servicios del ecosistema

Producción
primaria

3.3. Esquema de servicios que entregan los


humedales altoandinos

64
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Es importante destacar que los humedales no deben ser entendidos


como cuerpos de agua aislados, sino como sistemas complejos y, en
consecuencia, deben considerarse como un sistema unitario junto a sus
micro-cuencas de captación.6 En la región Andina Chilena (que involucra
las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta y Atacama), las cuencas
constituyen sistemas lacustres y salares altoandinos, de extensión variable,
que se caracterizan por presentar alta biodiversidad, gran contenido de
nutrientes y alta productividad primaria dentro del contexto de extrema
aridez en el cual se desarrollan.7

Por otro lado, los humedales altoandinos han tenido un papel relevante
en el desarrollo de las poblaciones indígenas de estas tierras. En cualquier 3.4. Ceremonia Aymara de rogativa de
territorio desértico, el agua y su materialización de la forma que sea, lluvia o Tatal huanqui.
constituyen un bien precioso. Numerosos pueblos y ciudades se han
construido haciendo uso de ella. Como explica Schlomo Aronson, “Los
habitantes del desierto ciertamente conocían cada oasis de su paisaje, por muy pequeños
que fueran, pues de ellos dependía su supervivencia.”8

En la cosmovisión Aymara, hay dos elementos fundamentales para que


pueda haber vida: el sol, o tata inti, que da energía y la madre tierra, la pacha
mama, que recibe y produce. “El tata inti nos da calor y con la lluvia empieza
a fecundar la tierra. La pacha mama nos da de comer, nos da vida, vestido y techo,
vivimos en la falda de ella, nos alimentamos de su leche.” 9 Ellos entienden que
el agua está directamente ligada a los procesos de vida, fecundidad, junto
con la tierra y el sol. La valoran como el elemento generador de vida en la
tierra y del cual tienen una férrea dependencia.

Para los Aymaras, el agua y sus afloramientos superficiales –como por


ejemplo bofedales, vegas- son considerados un ser vivo más, al igual
que todos los elementos del paisaje. Ellos hablan con el agua, con las
vertientes. Les agradecen por alimentar a su ganado. Los cuidan y riegan
de manera de extender el verde de su vegetación por más tiempo. Lo cual
establece conexión con una de las variables fundamentales del paisaje, los
significados, que establecen un diálogo de pertenencia y asociación entre
el ser humano y su lugar.

Otro aspecto importante es la configuración de ritos en torno al paisaje.


El pueblo Aymara también realiza ceremonias, rituales en torno al agua,
que han sido parte de su tradición desde hace cientos de años. Entre ellos
está la rogativa de lluvia o tatal huanqui que, como su nombre lo indica,
es un pedido a la madre tierra y al padre sol para que haya abundante
lluvia durante la temporada del invierno altiplánico. En esta ceremonia se
congregan todos los familiares, se ayuna, se pide perdón por los pecados;
implica también el sacrificio de un llamo o wilancha. Y acá se pide por todos,
para todos, ya que el agua se entiende como un bien sagrado y esencial para
que tanto agricultores y ganaderos del altiplano como quienes habitan en
la Precordillera y en los valles bajos puedan subsistir. El ritual termina con

6 La idea de sistema supone la interconexión funcional entre humedales,


mientras que la de complejo se refiere a una unidad armónica de paisaje que puede o
no responder a un sistema. (Extraído de Convención de Ramsar y Grupo de Contacto
EHAA. 2008)
7 Niemeyer, H. y Cereceda, P. (1986). Hidrografía. Geografía de Chile. (VIII).
Santiago: Instituto Geográfico Militar.
8 Aronson, S (2008) Op. Cit.
9 Entrevista a Maximiliano Mamani en Centro de Estudios de Humedales
(2011) Op. Cit.

65
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Arica

Iquique

Antofagasta

Copiapó

Andinas y preandinas endorreicas


Andinas exorreicas
Preandinas arreicas
Preandinas exorreicas
Costeras arreicas
0 200 k Costeras exorreicas

3.5. Sistemas hidrográficos y tipos de


cuencas del Norte Grande

66
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

un momento cúlmine que es el de amarrar el viento. Tres personas elegidas


van al lugar designado a amarrar el viento para que no bote las nubes. Una
vez finalizado se congrega toda la comunidad a esperar la lluvia alrededor
de una comida y el regocijo llega cuando se cruzan las nubes y empieza a
lloviznar, lo que se entiende como una promesa de que se avecina un año
lluvioso y, por ende, de alimento y bonanza tanto para el ganado como
para las comunidades.10

Estos son algunos ejemplos de la importancia que han tenido desde hace
siglos –si no milenios- los humedales altoandinos en la construcción cultural
de los pueblos de las tierras altiplánicas. Pero no sólo culturalmente han
sido esenciales; la diversidad de especies vegetales y animales asociadas a
ellos los ha consolidado como ecosistemas estratégicos para la mantención
de la biodiversidad de flora y fauna. Son verdaderas fuentes de vida en el
desierto que deberán ser estudiadas en mayor detalle.

3.1.2 Ecosistemas azonales: clasificaciones y características


El término humedal altoandino hace referencia a todos los humedales
presentes en la zona del altiplano, más allá de las diferencias que puedan
existir entre ellos a nivel de estructura vegetacional, salinidad, morfología,
fauna asociada, etc. Sin embargo, cabe aclarar que en la práctica se han
hecho distinciones entre los distintos tipos de humedal, tanto desde la
jerga de los habitantes locales –que utilizan nombres distintos de acuerdo
a cada etnia- como desde el mundo de la biología y botánica –donde se
dividen de acuerdo a tipos vegetacionales-.

Los habitantes locales utilizan los términos vega y bofedal para referirse a
estos oasis. El nombre bofedal es utilizado principalmente por la población
Aymara en la región de Arica-Parinacota y Tarapacá, mientras que en la
segunda región, la población Atacameña utiliza el nombre de vegas para
identificar la vegetación asociada a los humedales altoandinos. Además
–como se desarrolló anteriormente- estos grupos indígenas, tienen una
cultura relacionada con los humedales, poseen nombres vernaculares para
la mayoría de la especies presentes, consumen sus recursos como peces y
algas, canalizan las aguas y utilizan estas áreas para el forrajeo del ganado.11

Pero la propuesta de clasificación más utilizada desde el mundo de las


ciencias, es la ideada por Mario Ahumada y Luis Faúndez12 quienes, a
partir del cruce de dos criterios que son
_ la dependencia de humedad del sitio (vegetación hidrófila a halófila) y
_la presencia de afloramientos salinos sobre la superficie de las plantas que
componen la formación dominante y el sustrato que lo acompaña,
definen los siguientes tipos vegetacionales:

_Bofedales salinos / no salinos


_Pajonales hídricos salinos / no salinos
_Vegas salinas / no salinas

10 Entrevista a Maximiliano Mamani en Centro de Estudios de Humedales


(2011) Op. Cit.
11 Centro de Ecología Aplicada Ltda. (2006) Protección y manejo sustentable de
humedales integrados a la cuenca hidrográfica. Santiago: CONAMA. 11
12 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Guía Descriptiva de los Sistemas Vegetaciones
Azonales Hídricos Terrestres de la Ecorregión Altiplánica. Santiago: Ministerio de Agricultura de
Chile. Servicio Agrícola y Ganadero.

67
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Bofedal no salino Sustratos con altos


contenidos de materia
Impacto orgánica
Medio
Crecimiento en cojín.
Pastos bajos con
Bofedal salino crecimiento compacto

Bofedal

Pajonal no salino Contenidos medios de


materia orgánica
Impacto
Alto Impacto
Medio
Crecimiento cespitoso.
Pastos con alturas
Pajonal salino mayores a 40 cm.

Pajonal

Vega no salina Contenidos de materia


orgánica muy variable
Impacto Impacto
Alto Medio
Crecimiento rizomatoso.
Pastos con alturas
Vega salina menores a 40 cm.

Vega

Impacto
Medio

Sustrato salino

3.6. Claisificación y dinámicas de cambio


de sistemas vegetacionales azonales
hídricos.

68
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

De manera general entendemos por cada uno de ellos (imagen 3.6),13

Bofedales
Afloran en sectores en los que hay niveles de humedad permanente en
el suelo y que espacialmente se ubican en torno a los cursos de aguas
corrientes o lagunas con renovación de aguas. Los suelos se caracterizan
por presentar altos porcentajes de materia orgánica.
Las especies vegetales presentan crecimiento en cojines en forma
semiglobosa, originando cuerpos compactos. Así mismo, entre los cojines
es posible encontrar especies que crecen formando césped corto.

Pajonales hídricos
Se encuentran en sectores que presentan una mayor concentración de
sales en superficie y los niveles freáticos son medios a altos; suelo con un
contenido de materia orgánica media a baja.
Las especies vegetales son de crecimiento cespitoso, con desarrollo de
follaje aéreo alto (mayor a 40 cm de altura), conformando penachos
herbáceos de tamaño medio a grandes.

Vegas
Ubicadas en sectores con niveles freáticos superficiales a subsuperficiales,
pudiendo o no presentarse niveles de saturación. El contenido de materia
orgánica del suelo es medio a bajo, presentándose en este último caso
mayor afloramiento salino.
Las especies asociadas presentan un crecimiento rizomatoso, desarrollando
un césped parejo o con pequeños cojines herbáceos menores a 40 cm de
altura.

Si bien las aclaraciones anteriores buscan constatar que existen estas


distintas clasificaciones y denominaciones, para efectos de esta tesis se
hablará de humedales altoandinos de manera general, asumiendo las
características presentadas anteriormente. Esto debido a que si bien existen
estudios que han intentado catalogar los distintos humedales presentes en
el altiplano de acuerdo a las características anteriormente nombradas, no
existe un real acuerdo o categorización universal –aceptado por todos los
actores involucrados- que estandarice estas distintas clasificaciones. Es por
esto que todas las características de flora, fauna y funcionamiento hídrico
se presentarán como comunes a todos estos ecosistemas.

1 Vegetación

“Sobre los 3000 m están los tolares, que son arbustos resistentes a los períodos secos
y que albergan una importante fauna, especialmente de aves. Le siguen los pajonales,
donde la paja brava, con su hermoso colorido dorado, entrega un paisaje sobrecogedor
al atardecer. En las cuencas cerradas es común encontrar bofedales constituidos por
pastos duros y resistentes a la salinidad y al frío extremo del invierno –las temperaturas
bajan de los 0°C, pudiendo sobrepasar los -10°C-, donde el agua se congela cada
noche invernal. Aquí pastan los auquénidos, que son las llamas, alpacas, guanacos
y vicuñas. A ellas se les suma la taruca o huemul del norte, animal conocido en las
quebradas preandinas y andinas por acechar los campos de cultivo de la población
aimara y atacameña.” 14

13 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Op. Cit.


14 Cereceda, P. En Alonso, P. (2012) Deserta. Santiago: Ediciones ARQ, p.66

69
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3.7. Vegetación asociada a sistemas


azonales hídricos

70
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

El paisaje altiplánico se encuentra en la Ecorregión Altiplánica o Región


de la Estepa Alto-Andina15, lo que determina la presencia de vegetación
herbácea y arbustiva (pajonales y tolares en su mayor parte), y que responde
principalmente a factores zonales. Son características de esta región la
escasa disponibilidad de agua, una baja presión atmosférica asociada a la
disminución de oxígeno disponible, una alta evaporación en los suelos,
la fuerte radiación solar y una importante amplitud térmica diaria. Estas
últimas, sumadas a la geografía del lugar, hacen de estas tierras hábitats
únicos donde las especies vegetales y animales han debido construir
importantes mecanismos de adaptación para poder subsistir.

Es en presencia de agua, es decir, donde afloran los humedales altoandinos,


que se abre un mundo de especies únicas a estos ecosistemas; que responden
a condiciones locales específicas, normalmente acotadas a características
de suelo o sustrato, humedad, y otras características particulares a cada
caso.16 Es ahí donde se concentran las aves migratorias, la gran mayoría
de los mamíferos, anfibios, reptiles y peces; además de un gran número
de plantas autóctonas a estos oasis. Los humedales altoandinos son
considerados ecosistemas azonales hídricos, correlacionados con un
aporte hídrico permanente y constante, influenciados principalmente
por las precipitaciones estivales (fines de primavera, verano e inicios de
otoño).17 Esto permite que estos sistemas posean una rica biodiversidad y
que entregue variados servicios ambientales.18

La flora que habita el humedal recibe el nombre de “vegetación hidrofítica”,


es decir, adaptada a medios húmedos o acuáticos. Se caracteriza por su
vegetación semejante a un cojín y por su particular estructura –que podría
compararse con la de una esponja-, debido a que son colectores de agua
(como puede verse en la imagen 3.7). Esta es la razón por la cual están
siempre verdes, ya que forman ojos de agua y se encuentran en constante
relación con las napas freáticas, recursos hídricos importantes en las
zonas áridas del altiplano andino. Otra característica importante de esta
vegetación es su alto nivel de resiliencia ante las alteraciones y condiciones
climáticas adversas. Se desarrollan sobreponiéndose año tras año a manera
de capas, donde las partes muertas de la planta van formando un suelo rico
en materia orgánica similar a la turba.

A partir de los estudios de Ahumada y Faúndez19, es posible encontrar 45


especies vegetales distintas relacionadas a estos humedales (Ver imagen
3.8). El que exista una u otra especie va a depender de la dependencia de
humedad del sitio y la presencia de afloramientos salinos sobre la superficie
de las plantas dominantes condiciones hídricas, salinidad del suelo, entre
otras condiciones determinantes anteriormente nombradas.

15 Se caracteriza por estar situada generalmente por sobre los 4.000 m. de altitud
y por presentar un régimen climático de influencias tropicales con predominio de lluvias
estivales, con un gradiente decreciente a medida que se avanza hacia el sur (Gajardo,
1994).
16 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Guía Descriptiva de los Sistemas Vegetaciones
Azonales Hídricos Terrestres de la Ecorregión Altiplánica. Santiago: Ministerio de Agricultura de
Chile. Servicio Agrícola y Ganadero. 20
17 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009)Op. Cit. 20
18 Sitha, CIREN (2013) “Caracterización de Humedales Altoandinos para una
gestión sustentable de las actividades productivas del sector norte del país” Recuperado en http://
bibliotecadigital.ciren.cl/gsdlexterna/collect/textoshu/index/assoc/HASH9456.dir/
CIREN-HUMED020.pdf
19 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Op. Cit.

71
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Principales especies asociadas a humedales altoandinos

Aa nervosa Arenaria rivularis Astragalus arequipensis Azolla filiculoides


Colo colo, loco-loco NC desconocido Garbancillo, juska Flor de agua

Baccharis acaulis Bolboschoenus maritimus Calandrina compacta Carex gayana


NC desconocido Junquillo NC desconocido Pasto vega

Carex maritima Castilleja pumila Colobanthus crassifolius Cortaderia jubata


Pasto vega NC desconocido NC desconocido Cortadera, Cola de Zorro

Deyeuxia breviaristata Deyeuxia chrysantha Deyeuxia curvula Deyeuxia eminens


C’ache, pasto vicuñero Sora NC desconocido Waylla

Distichia muscoides Distichlis humilis Dryopteris rivularioides Festuca deserticola


Paco hembra Pasto Salado NC desconocido Waylla

Gentiana sedifolia Hypochaeris taraxacoides Lachemilla diplophylla Lachemilla pinnata


NC desconocido Sike NC desconocido NC desconocido

72
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Principales especies asociadas a humedales altoandinos

Lemna minor Limosella australis Lobelia oligophylla Lycium humile


Lenteja de agua NC desconocido Vega suave Jume

Muhlenbergia asperifolia Myriophyllum quitense Oxychloe andina Parastrephya lepidophylla


Pasto rueda Lima Pako Tola

Phylloscirpus acaulis Potamogeton strictus Ranunculus cymbalaria Ruppia maritima


NC desconocido Pasto de agua Cucharilla NC desconocido

Sarcocornia pulvinata Triglochin striata Werneria digitata Werneria heteroloba


Jankijanki NC desconocido NC desconocido NC desconocido

Werneria incisa Werneria pinnatifida Werneria pygmaea Werneria spathulata


Pupusa de agua NC desconocido NC desconocido NC desconocido

Werneria weddellii Zameioscirpus atacamensis Zannichellia andina


Pupusa de agua Calpaco NC desconocido

3.8 Especies vegetales asociadas a


humedales altoandinos.

73
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3.9 La fauna del Altiplano vive en función


de la red de humedales ya que de ellos
depende su subsistencia.

74
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

2 Fauna

“En general las especies adaptadas a la vida en las grandes alturas disponen de una
gran cantidad de mecanismos homeostáticos que permiten su vida en este ambiente en
extremo desfavorable.” 20

La Fauna del altiplano se reconoce como escasa si se compara con la de


otras regiones ecológicas de Chile. Esto se debe a las dificultades que
generan las condiciones geográficas y climáticas del lugar, siendo la escasez
de alimento, la falta de agua y la oscilación térmica diaria, algunas de las
limitantes que deben tolerar estos animales. A mayor altura, el aire es más
seco y la radiación solar es más intensa, por lo que las especies que viven
en el altiplano deben adaptarse a resistir la desecación, la falta de oxígeno
y la fuerte insolación (Ver imagen 3.9).

Si bien las dificultades anteriormente señaladas son la principal causa de


que el número de especies altoandinas pueda considerarse relativamente
reducido, estas condiciones, sumadas a sus mecanismos adaptativos, las
hacen particularmente interesantes y muy importantes desde el punto de
vista de la biodiversidad.

Además, cabe señalar que las características presentes en los humedales


altoandinos hacen posible que también exista una gran diversidad de
aves, muchas de las cuales utilizan estos hábitats como parte de sus rutas
migratorias, lo que los convierte en corredores biológicos para distintas
especies.

A partir de un estudio realizado por el Sistema de Información Territorial


de Humedales Altoandinos (Sitha) dependiente del Centro de Información
de Recursos Naturales (CIREN) sobre la fauna de estos ecosistemas,
encontramos que existen un total de 136 especies pertenecientes al reino
animal, de las cuales 30 son mamíferos, 82 aves, 15 reptiles, 2 anfibios, 7
peces.21 (Ver imagen 3.10)

Mamíferos
El altiplano es una de las regiones con mayor presencia de mamíferos
(41%) del país. Aquí habitan 65 especies de las 160 especies de mamíferos
que viven en Chile, 40 de las cuales son nativas (25,6% del total).
Administrativamente la mayor riqueza de especies se encontraría en la región
de Tarapacá ya que coincide con el límite sur de distribución de especies
de micromamíferos que viven en la zona de la puna (CONAMA, 2008).22
Entre ellos encontramos roedores como la vizcacha y el cuy; camélidos
andinos como la llama, vicuña y alpaca –relacionados directamente al área
de humedales- y carnívoros como el puma y el zorro culpeo.

Aves
Nuevamente la región de Tarapacá presenta una gran riqueza en la
cantidad de especies encontradas. Es posible encontrar 75 especies de
aves terrestres, entre las que destacan el Ñandú, la tórtola cordillerana, el
Flamenco Chileno, El Flamenco Andino, el Pato Juarjual, el Pato Jergón,
el Ganso Huallata, entre otros.

20 Sitha, CIREN (2013) Op. Cit.


21 Sitha, CIREN (2013) Op. Cit.
22 Ibíd.

75
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Aves

Flamenco Andino Flamenco Chileno Flamenco de James Ñandú de la Puna Ganso Guallata Cometocino del Norte
Phoenicoparrus andinus Phoenicopterus chilensis Phoenicoparrus jamesi Podiceps occipitalis Chloephaga melanoptera Phrygilus atriceps

Chorlo de la Puna Caití Gaviota Andina Tagua Gigante Tagua Chica Tagua Cornuda
Charadrius alticola Recurvirostra andina Larus serranus Fulica gigantea Fulica leucoptera Fulica cornuta

Tagua Andina Blanquillo Pato Colorado Pato Puna Pato Cortacorrientes Pato Juarjual
Fulica ardesiaca Podiceps occipitalis Anas cyanoptera Anas puna Merganetta armata Lophonetta specularioides

Pato Jergón Chico Pato Jergón Grande Gilguero Negro Dormilona fraile Playero de Baird Tortolita cordillerana
Anas flavirostris oxyptera Anas georgica Carduelis atrata Muscisaxicola flavinucha Calidris bairdii Metriopelia melanoptera

Tortolita de la Puna Carancho cordillerano Colegial del norte Perdiz de la Puna Queltehue de la Puna Pitío del Norte
Metriopelia aymara Phalcoboenus megalopterus Lessonia oreas Tinamotis pentlandii Vanellus resplendens Colaptes rupicola

Pájaro Plomo Cóndor Tucúquere Golondrina dorso negro Churrete acanelado Halcón perdiguero
Phrygilus unicolor Vultur gryphus Bubo magellanicus Pygochelidon cyanoleuca Cinclodes fuscus Falco femoralis

76
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Anfibios / Mamíferos / Reptiles / Peces

Sapo Espinoso Desconocido


Bufo spinulosus Telmatobius marmoratus

Llama Alpaca Guanaco Vicuña Taruca Vizcacha


Lama glama Lama pacos Lama guanicoe Vicugna vicugna Hippocamelus antisensis Lagidium viscacia

Zorro culpeo Oveja del Altiplano Burro Quique Ratón Andino Chinchilla cordillerana
Pseudalopex culpaeus Ovis aries Equus africanus asinus Galictis cuja Abrothrix andinus Chinchilla brevicaudata

Gato Colo Colo Ratón orejudo amarillo Tucu Tucu de Atacama Yaca del Norte
Leopardus colocolo Phyllotis xanthopygus Ctenomys fulvus Thylamys pallidior

Corredor de cuatro Culebra peruana Lagartija Ornamentada Lagartija rubricauda Lagartija rallada nortina
bandas Tachymenis peruviana Liolaemus ornatus Liolaemus signifer Liolaemus alticolor
Microlophus quadrivittatuss

Bagre de la Puna Bagrecito * Especies en clasificación de


Trichomycterus rivulatus Trichomycterus chungarensis vulnerables / casi amenazadas

3.10 Especies animales asociadas a


humedales altoandinos.

77
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

01/01
Enero

Febrero Invierno altiplánico


Lluvias estivales con
tormentas eléctricas

Marzo

31/03
Abril
Período sin fuertes
eventos meteorológicos
Mayo
10/05

Junio

Alta probabilidad de caída


Julio de nieve o aguanieve

Agosto

30/08
Septiembre Alta presencia de vientos
15/09

Octubre

Período sin fuertes


eventos meteorológicos
Noviembre

01/12
Diciembre
Inicio invierno altiplánico

31/12

3.11. Eventos meteorológicos en el


altiplano. Aporte hídrico en distintos
períodos.

78
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Reptiles
La importancia de este grupo radica en el alto nivel de endemismo de los
lagartos de la puna como L. schmidti, L. stolzmanni, L. nigriceps, L. signifer, L.
audituvelatus y L. foxi (Núñez et al. 2000), que en general presentan rangos
de distribución muy pequeños –principalmente en la región de Tarapacá.

Anfibios
En la zona norte de nuestro país, los anfibios se encuentran mayoritariamente
asociados a humedales altoandinos, donde pueden obtener la humedad que
necesitan para vivir, pese a la casi total ausencia de agua en los alrededores.
En éstos lugares abundan insectos y arácnidos de los cuales se alimentan.
Son particularmente sensibles a las alteraciones de sus hábitats, por lo que
se han visto muy afectados por las actividades antrópicas de esta zona. Se
reconocen dos especies que habitan actualmente los humedales.

Peces
Los peces, junto los anfibios, son los animales que tienen mayor dependencia
del agua y, por ello, tanto en su riqueza actual como durante su evolución
han dependido de este recurso. Los peces nativos son escasos, habiendo
sido reemplazados por especies introducidas como la trucha.

Finalmente, cabe señalar que si bien se identificaron especies que habitan


en toda el área del altiplano, la gran mayoría de ellas –si no todas- dependen
del agua para su supervivencia. Y el agua en esta región se materializa en
los humedales altoandinos, por lo que estos son para ellos también su
fuente de vida.

3.1.3 Funcionamiento hídrico


“Pero la mayor belleza hidrográfica se localiza en la zona altiplánica, donde las cuencas
son cerradas por cordones de montañas que hacen que sus aguas escurran hacia zonas
deprimidas generando lagos, lagunas y salares de diversos tamaños, además de espejos
de agua de colores turquesa, azul profundo, celeste o blanquecina. En torno a ellas
la vida vegetal y animal se desarrolla en plenitud cuando las condiciones de altitud y
clima lo permiten. Asimismo, numerosas fuentes termales, como los géiseres del Tatio y
Puchuldiza, se ubican aquí.”23

Los humedales altoandinos se forman en zonas como las del macizo


andino –sobre los 3.800 metros de altura-, en donde las planicies almacenan
aguas provenientes de precipitaciones pluviales, deshielo de glaciares y
afloramientos superficiales de aguas subterráneas.

Entre los agentes forzantes que determinan la presencia de humedales,


el aporte hídrico es el más importante, existiendo una clara dependencia
entre aporte hídrico y vegetación azonal hídrica.24

Por su alta capacidad de absorción de agua –hasta niveles de saturación-


los humedales consiguen retener agua durante la temporada de lluvias
(imagen 3.11), atenuando las inundaciones y manteniendo reservas para
la temporada seca. Además, son trampas naturales para la retención
de sedimentos, aportan agua a los acuíferos, surten agua a riachuelos y
manantiales y mejoran la calidad del agua gracias a su capacidad filtradora.

23 Cereceda, P. En Alonso, P. (2012) Deserta. Santiago: Ediciones ARQ, p.65


24 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Op. Cit.

79
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Presencia de
Aporte hídrico ecosistemas
por precipitación altamente
dependientes de
aguas
subterráneas

Superficie del suelo

Aporte hídrico por Presencia de


ascenso capilar ecosistemas de
baja
dependencia de
aguas
subterráneas y
muy variables

Napa freática (100% saturación)

Dependencia de la vegetación a napas

Alta Media Baja

Relación entre precipitación y afloramiento salino

Ocasional Temporal Permanente


Presencia de sales sólo en Responde a variaciones Presencia de sales todo el
años extremadamente estacionales de la precipitación, año aunque disminuye en
secos menor en verano gracias a lluvias verano

3.12. Esquema de suministro hídrico y


dependencia a napas y precipitaciones en
humedales altoandinos.

80
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Como se muestra en la imagen 3.12, mientras más superficialmente se


ubique la napa freática, la humedad del suelo que determina la presencia
de especies vegetales hidromórficas es más estable y está influenciada
principalmente por el ascenso capilar desde la zona saturada en profundidad
o por las surgencias que la presión del acuífero determine, la que irriga la
zona de raíces de las plantas.

En áreas con nivel freático superficial, es posible encontrar formaciones


muy ricas en materia orgánica. A medida que el nivel freático se encuentra
a mayor profundidad, la superficie cubierta por sales aumenta, en tanto
que la vegetación presente disminuye en riqueza.25

Los humedales son sistemas muy dependientes de los niveles freáticos


y de los aportes de precipitaciones. Éstos funcionan en un equilibrio
relativo, lo que se refleja en el hecho de que en años lluviosos el sistema
es capaz de recuperarse para luego mantener los niveles basales y óptimos
de funcionamiento durante los años de mayor aridez. Esto gracias a la
existencia de mecanismos de regulación interna –capacidad de resiliencia-
que permiten mantener el sistema activo pese a condiciones de extrema
aridez.26

De lo anterior se desprende que la dinámica natural de los humedales


andinos de cuencas endorreicas está controlada fundamentalmente por el
aporte de agua subterránea y por las condiciones climáticas regionales –
precipitaciones-, lo que los hace particularmente frágiles. Una disminución
en el nivel del acuífero y/o aporte hídrico, origina la compresión de los
cuerpos de agua, visible, por ejemplo, en la reducción de la cobertura de
vegetación azonal. Pero a la vez, son capaces de reconocer rápidamente
un proceso inverso – como el aumento de los niveles del acuífero- frente
al cual reaccionan acrecentando la cobertura vegetacional, la capacidad de
retención hídrica, la cantidad de materia orgánica, la fauna asociada, etc.27
Esto implica que pueden tener una alta recuperación luego de un evento
que altere el sistema si se dan las condiciones hídricas adecuadas.

25 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Op. Cit.


26 Faúndez, L., & Ahumada, M. (2009). Op. Cit.
27 Sinia (2011) Guía para la conservación y seguimiento ambiental de los
humedales altoandinos. Recuperado en http://www.sinia.cl/1292/articles-53554_
guiaConsSeguimientoHumedales2011.pdf

81
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Gaviota
andina

Lauca
Vicuña

Flamenco
Pato Juarjual
andino Huasco

Michincha

Flamenco
chileno

Putana

Llama

S. de Tara

Aguas Calientes

Golondrina

Huallata

Maricunga

Alpaca Laguna negro Francisco

0 30 60 90 km

3.13. Red de humedales altoandinos


protegidos por la DGA. Las líneas
responden a la unión entre los puntos más
cercanos entre sí.

82
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

3.2 Alteraciones en el sistema


3.2.1 Sistema de redes
Entendiendo el funcionamiento ecológico de los humedales –desarrollado
anteriormente-, podríamos decir que estos ecosistemas funcionan como un
sistema de redes, graficado en la imagen 3.13. Tanto las especies animales
como vegetales que habitan estos oasis requieren de la correcta articulación
de cada una de sus partes, es decir, cada humedal que compone la red –y
su flora y fauna asociada- determina el equilibrio del total. Lo anterior se
ve claramente reflejado en la migración de aves y en cómo éstas influyen
en la existencia de determinada flora y fauna a lo largo del altiplano. Las
aves migratorias se mueven de un humedal a otro, si encuentran uno sin
agua y vegetación vuelan al siguiente, pero rompiendo todo el orden de su
migración. Esta desestabilización de una sola especie genera repercusiones
en todas las demás, ya que cada una cumple un rol específico en el total.

Actualmente, los humedales altoandinos son considerados por la


Convención de Ramsar como ecosistemas de alta fragilidad. Esto se
debe, por un lado, a causas naturales como las extensas sequías en la
puna; por otro, a causas antrópicas como la agricultura no sostenible, el
sobrepastoreo, la minería y la extracción de agua de cuencas endorreicas,
la introducción de especies exóticas e invasoras y el turismo no regulado.
Muchos humedales se han ido perdiendo o degradando debido a la falta de
regulación, mal manejo y desconocimiento de su importancia económica,
cultural y, especialmente, ecológica.28

Entendemos entonces que las alteraciones que afectan el sistema


completo son variadas y no vienen desde un solo ámbito. Sin embargo,
como se plantea al inicio de la tesis, el problema que trasciende a todas
ellas está en cómo los seres humanos nos relacionamos con el ecosistema,
con la tierra y sus elementos naturales; falta entender que formamos parte
de un todo, por tanto en continua conexión; lo que implica que el ser
humano es un elemento más entre todos los otros y que también es el
que actualmente genera más perturbaciones en los demás. Si bien este
es un tema que sobrepasa los alcances de esta tesis, lo que se busca acá
es intentar entender qué problemas concretos existen que puedan ser
solucionados y/o respondidos a través de nuestra disciplina.

En las últimas décadas han cambiado los usos de estas tierras. Antiguamente
este paisaje se componía de elementos naturales y humanos –comunidades-
que convivían en armonía. Las pequeñas comunidades, gracias a
conocimientos ancestrales, sabían cómo subsistir a estas condiciones
adversas a partir de lo que la tierra les entregaba –sin explotarla de más-.
El despoblamiento de estas comunidades del altiplano es una realidad que
se explica por múltiples razones –migración campo ciudad, escolaridad
obligatoria, presencia de las mineras, entre otros-. Este despoblamiento ha
conllevado un cambio en los usos ya que los elementos humanos hoy en
día se materializan en ruinas/construcciones abandonadas –en su mayor
parte- a la vez que se han ido sumando nuevos usos y actividades como el
turismo. Paralelo a esto, el altiplano ha cobrado interés económico debido
a su riqueza mineral, lo que ha llevado a que se instalen muchas empresas
mineras, configurando nuevamente este paisaje al entrar en escena los
elementos mineros.

28 Convención de Ramsar y Grupo de Contacto EHAA. (2008) Op. Cit.

83
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Paisaje
minero Minería hermética,
excluye al visitante
Destrucción patrimonio
arqueológico

Contaminación aire
por polvo en suspensión

Desarticulación del sistema de


redes de humedales por
extracción de agua

Destrucción del
Paisaje
patrimonio natural
humano

Alteraciones en la
topografía natural del paisaje

Paisaje
natural

Alteración de
Perturbación del entorno natural
bio-indicadores: _Agua por parte del visitante no instruido:
_Vegetación
_Fauna _alteración de fauna en su hábitat
natural
_alteraciones material vegetal

3.14 Esquema de conflictos entre


elementos mineros, humanos y naturales

84
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Estos tres grupos de elementos –mineros, humanos y naturales- deben


intentar configurar un paisaje altiplánico articulado y donde se permita
la coexistencia de todos ellos en un total armónico y en equilibrio.
Lamentablemente, hoy en día esto no está funcionando, y estos elementos
se encuentran en constante roce, como muestra la imagen 3.14. Ha sido
el agua, como elemento estructurante del paisaje –y por consiguiente los
humedales altoandinos- el que más se ha visto afectado con estos nuevos
usos, especialmente por la industria de la minería, por lo que se desarrollará
más profundamente a continuación.

3.2.2 Minería en el altiplano


La historia del norte de Chile, el desarrollo de sus ciudades, sus períodos
de auge económico y de crisis se han visto siempre determinados por la
minería. El período de auge del salitre en la segunda mitad del siglo XIX
(imagen 3.15), por ejemplo, dio pie a la construcción de ciudades en medio
del desierto, yacimientos a tajo abierto, líneas de ferrocarril, y una gran
cantidad de huellas territoriales que en algunos casos han quedado como
heridas del paisaje.

Pero la historia de la minería en estos territorios se remonta a milenios


atrás. Como se relató en el capítulo anterior, de la pequeña minería –o
minería artesanal- de los pueblos indígenas se tiene registro desde el siglo
V a.C. Se extraían minerales de cobre, oro y plata para la fabricación de
joyas, instrumentos, armas y utensilios varios del diario vivir.

Durante los últimos cincuenta años, y gracias al modelo económico actual


que ha impulsado la inversión de las grandes empresas en nuestro país, el
paisaje del Norte Grande ha sido configurado en gran medida por esta
actividad. Nada ha contribuido más a la transformación de este territorio
en las últimas décadas que la explotación de grandes compañías mineras,
ubicadas principalmente en la región ecológica de la Puna, en relación
directa a centros de diversidad biológica y territorios indígenas.

Las modificaciones a este paisaje han tenido dos caras: una cara visible en
donde encontramos los grandes movimientos topográficos de las canteras,
las instalaciones de faenas, las infraestructuras de transporte de energía y
material y el crecimiento/expansión de las principales ciudades del norte; y
una cara invisible –pero que ha salido a la luz en los últimos años gracias a
actores comprometidos con la protección al medioambiente– que implica
la alteración significativa de las ecologías del territorio.

Los humedales altoandinos han sido los ecosistemas que se han visto más
impactados ambientalmente por las compañías mineras, ya que desde
ellos (o sus sistemas hidrológicos) se han obtenido las aguas para sustentar
sus procesos productivos. Estos procesos involucran distintas áreas de
las faenas mineras, pero finalmente cada proceso u operación unitaria
de la minería utiliza en mayor o menor medida volúmenes de agua para
contribuir a su eficiencia.29

29 COCHILCO (2013) Actualización de la información sobre el consumo de


agua en la minería del cobre al año 2012. Recuperado en 28 de enero de 2014 de http://
www.cochilco.cl/descargas/estudios/informes/agua/CONSUMO-DE-AGUA-EN-LA-
MINERIA-DEL-COBRE-2012.pdf

85
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3.15 Ruinas de la minería del salitre en la


Región de Tarapacá. Oficinas Santa Laura
(arriba) y Humberstone (abajo)

86
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

3.2.3 Usos del agua en la minería


El agua dulce es, como hemos dicho anteriormente, un recurso natural
único y escaso –especialmente en zonas áridas-, esencial para la vida y
las actividades productivas, por lo tanto, relacionado directamente con
el crecimiento económico. La distribución del agua es desigual tanto en
nuestro país como en el mundo. La zona norte de Chile es una de las
zonas más secas de la Tierra, con escasos recursos hídricos superficiales y
donde además existe una demanda creciente de agua para abastecer todas
las actividades productivas –como la agricultura y minería- y además el
consumo humano.

La industria minera, que es actualmente una de las actividades productivas


de mayor importancia en nuestro país, es altamente dependiente del agua
para el correcto desarrollo de sus procesos, por ende el recurso hídrico
constituye un recurso estratégico para la actividad. Como es sabido, la
actividad minera nacional se desarrolla en condiciones particulares, la
mayor parte de los yacimientos están emplazados en la zona norte del
país, zona que enfrenta una limitada disponibilidad del recurso hídrico,
por tanto el agua se ha convertido en un insumo crítico, estratégico y de
alto costo. Esta situación ha incentivado al sector minero a que busque
nuevas opciones de extracción de aguas además de implementar soluciones
tecnológicas para la reutilización y tratamiento de las mismas. 30

Todo proceso de beneficio de minerales requiere agua para su ejecución.


El consumo de agua en la minería corresponde al uso de agua fresca para
reponer las pérdidas producidas en el proceso de producción.

En términos simples, el agua en la minería estaría destinada a fines distintos


en cuatro áreas: área de la mina, área de la planta, relaves y campamentos y
servicios, que serán explicados más en detalle a continuación.

Área Mina Área Planta


AGUA

Relaves Servicios 3.16 Esquema de usos del agua en la


minería

1 En el área de la mina –a cielo abierto-, el uso principal de agua es en el


riego de vías internas para reducir el polvo en suspensión en los caminos.
Las cifras disponibles indican que el agua utilizada en riego de caminos
puede variar entre 0 y el 15% del consumo total de agua de una operación
minera.

30 COCHILCO (2010) Gestión del recurso hídrico y la minería en Chile. Proyección


consumo de agua en la minería 2009-2020. Recuperado el 28 de enero 2014 de http://www.
cochilco.cl/descargas/estudios/informes/agua/proyecciones_consumo_agua_AZ_
RB.pdf

87
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3.17 Tranque de Relaves de Collahuasi.


Detalle del material seco en los bordes.

88
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

En la minería subterránea, por su parte, el uso es reducido y el problema


consiste más bien en extraer el agua natural apozada al fondo de las zonas
explotadas, la que puede provenir de lluvias o de acuíferos afectados.

2 El área de la planta utiliza agua tanto en las plantas concentradoras


como en las pilas de lixiviación. En las primeras, el procesamiento
de minerales representa el mayor consumo de agua con respecto a los
volúmenes totales. Involucra la trituración (chancado) y molienda del
mineral, luego la flotación, clasificación y espesamiento. Según la distancia
entre la concentradora y las instalaciones de filtrado y almacenaje, las
aguas residuales pueden o no ser recirculadas al proceso. Cuando ello
no es posible, una parte del agua se destina a uso industrial y el resto se
devuelve al ambiente bajo condiciones controladas. Una parte importante
del agua que se utiliza en la flotación pasa a formar parte de los desechos
o relaves, jales, colas, etc., que se envían a la etapa de espesamiento para
recuperar una parte del agua que contienen. En las pilas de lixiviación,
los principales consumos resultan como consecuencia de la evaporación
de las mismas, donde se vierte una solución ácida –de agua con ácido
sulfúrico- en la superficie. Esta solución se infiltra en la pila disolviendo el
cobre contenido en los minerales oxidados.

3 Los relaves se descargan en tranques, que contienen el efluente, permiten


la sedimentación de los finos en el depósito y retienen los más gruesos en
el muro. Así se recupera el máximo volumen posible de las aguas, las que,
cuando hay factibilidad económica, se retornan al proceso de flotación,
reduciendo el consumo de agua fresca (imagen 3.17).

4 Por último, en los campamentos y servicios el principal uso del agua


es para bebida, cocción, lavado, riego y baños. Son volúmenes poco
significativos frente al total consumido en una operación minera.

Actualmente se ha incorporado la variable ambiental en la planificación y


gestión estratégica de las empresas mineras, desde la etapa de exploración,
hasta la etapa de cierre de faenas. Los proyectos deben ejecutar programas
de manejo ambiental, monitoreo y mitigación de impactos en humedales,
formalizados en su mayoría en el contexto del Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental de la Ley Sobre Bases Del Medio Ambiente, con el objetivo
de mantener el equilibro ecológico de los sistemas hidrográficos
comprometidos con el proyecto. 31

A pesar de esto, el daño que ha sido provocado sobre un gran número


de estos ecosistemas es irremediable. Actualmente, muchos humedales
altoandinos sobreviven gracias a la inyección artificial de agua que realizan
como compensación las mineras involucradas, ya que han llegado a tal
nivel de degradación y sequedad que son incapaces de sostenerse a sí
mismos, como se puede ver en la imagen 3.18. Con la pérdida de estos
ecosistemas estratégicos se desestabiliza todo el equilibro ecológico de su
territorio.

31 Convención de Ramsar y Grupo de Contacto EHAA. (2008) Estrategia


Regional para la Conservación y Uso Sostenible de Humedales Altoandinos. Gobiernos
de Ecuador y Chile, CONDESAN y TNC-Chile

89
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3.18 Mitigación sobre humedal de


Michincha. Estructuras de inyección
permanente de agua.

90
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

3.3 La guerra del agua. Puntos de conflicto


“Los cambios en la frágil superficie de las áreas desérticas son muy difíciles de reparar
(…). En muchas partes del planeta, el uso desconsiderado y sin control de vehículos
recreativos en los parajes desérticos ha provocado daños, detectados demasiado tarde
para hacer algo al respecto, en lo que constituye una especie de vandalismo hacia nuestros
desiertos.” 32

El gran conflicto que existe actualmente en el altiplano, y que considera a


las comunidades, la minería y los ecosistemas, tiene su raíz en el Código de
Aguas de 1981. Las empresas mineras se valen del Código de Aguas, cuyas
disposiciones permiten la constitución de derechos de “exploración”
– que van seguidos por “derechos de aprovechamiento” – otorgados
gratuitamente y a perpetuidad aún cuando no se utilicen plenamente. 33

El agua se ha transformado en el objeto central del conflicto ya que, por un


lado, afecta a las comunidades indígenas que no tienen derechos de agua
registrados, por lo que se han visto despojados de la posibilidad de cultivar
sus tierras; por otro lado, afecta a los pueblos y ciudades de la pampa – y
hasta la costa- ya que han visto disminuido su caudal por la extracción de
aguas. Pero la arista del conflicto que más escondida se hallaba y que ha
salido a la luz en el último tiempo gracias a los movimientos ecologistas que
han puesto ojos encima, es la perturbación que han sufrido los humedales
altoandinos y toda la vida ecológica y cultural asociada a ellos, debido a:

_ Primero –y en mayor medida-, la extracción de agua por parte de las


mineras de los sistemas hídricos que mantienen con vida los humedales,
permiten la subsistencia de las comunidades indígenas en el Altiplano y
también de los pueblos y agricultura de la pampa.
_ Segundo, los efluentes industriales, desechos provenientes de las faenas
mineras que contaminan las tierras altiplánicas y amenaza con contaminar
directamente las napas subterráneas de las cuencas altoandinas.

Este conflicto se ha presentado en varias zonas del altiplano chileno,


relacionado principalmente a la minería del cobre, pero en algunos casos
también a minería de oro y plata y de otros metales, como se puede ver en
la imagen 3.19.

Como se dijo anteriormente, los principales recursos hídricos de la zona del


Norte Grande se encuentran en cuencas endorreicas (cerradas) altiplánicas,
cuya descarga corresponde a la evaporación desde salares y lagunas. Estos
recursos sostienen, en gran medida, los ecosistemas de vegas y bofedales o
de lagunas altoandinos. Los servicios que proporcionan estos ecosistemas
no son ilimitados y su degradación no sólo conduce a la pérdida de fuentes
esenciales de agua, sino también de otros múltiples beneficios, incluyendo
su potencial para la recreación y el ecoturismo. Por ello, es importante su
conservación y uso racional, el cual no debiera ir más allá de los límites del
umbral crítico donde su deterioro se hace irreversible.

32 Aronson, S (2008) Op. Cit.


33 Pereira, G. Y Barros, A. (2013) Atacama Desert Project.
A geo-forensic analysis
of environmental violence in the Atacama. Recuperado el 21 de noviembre de 2013 en http://www.
forensic-architecture.org/investigations/atacama-desert-project/

91
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Choquelimpie

Quiborax Salar de Surire


QUIBORAX

Salar de Coposa
Lagunillas
BOFEDAL DE JACHUCOPOSA

Cerro
Colorado

Laguna Lagunilla
BHP BILLITON

Áreas de interés por Salar de Coposa


importancia de conflictos D Inés Collahuasi
Salar de Michincha
D Inés Collahuasi
Quebrada CollahuasiQuebrada Blanca
Blanca

Salar de Carcote
QUIBORAX Quiborax

Salar de Ascotán
SQM- EL ABRA

Quimal
Salar de Carcote Canteras
Atacama
Tuina Salar de Michincha
VEGAS DE MICHINCHA

Sociedad Chilena
del Litio
Minsal
Salar de Atacama Minsal
SQM- S.CH. El Litio
Laguna Tuyajito
BHP - BILLITON
Escondida

Salar de Ascotán

Salar de Punta Negra


BHP - BILLITON

El Salvador

Salar de Pedernales
CODELCO El Salvador
Zonas de conflicto por extracción /
La Coipa contaminación de aguas
Marte Laguna Verde Mina de cobre
La Pepa
Cerro Casale
Refugio Lobo Mina de oro y plata
Cerro Casale
0 30 60 90 km Mina de otros minerales

3.19 Mapeo de puntos de conflicto en el


Altiplano Chileno. Reconocimiento del
área de interés .

92
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Quiborax

Collahuasi

Codelco - El Salvador

3.20 Imágenes de faenas mineras en


distintas zonas del altiplano chileno.

93
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Humedales protegidos Proyectos mineros

PN Volcán
Isluga

ALTIPLANO NORTE

ALTIPLANO SUR

Salar del
Huasco

Humedal protegido
por la DGA
Parque Nacional y
Sitio RAMSAR
Salar de
Parque Nacional Coposa

Estrategias de la
biodiversidad
Proyecto minero
Activo
Proyecto minero
Paralizado
Proyecto minero en
Prospección Salar de
Michincha

0 6 18 30 kilómetros

3.21 Sistema de Redes Altiplano de


Tarapacá. Fragilidad en Altiplano sur.

94
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

En Chile encontramos humedales en sus diversas tipologías –costeros,


lagunas, oasis, salares, altoandinos, etc.- ubicados a todo lo largo de nuestro
país. De éstos, nueve se encuentran inscritos en la convención Ramsar
y otros se encuentran protegidos por la Dirección General de Aguas
(DGA). Estos sistemas de protección consideran que es necesario preservar
y conservar estos humedales por constituir sustentos de ecosistemas únicos
y frágiles relacionados económica y culturalmente con las comunidades
ancestrales y actuales. Estas resoluciones establecen también que no se
concederán derechos a exploraciones de aguas subterráneas ni derechos
de aprovechamiento de aguas sin tener previamente una evaluación
ambiental favorable.

Esta protección ha sido, claramente, insuficiente. Si bien se han protegido


ciertas zonas a través de algunos recursos de protección del Estado como
la clasificación en Parque Nacional o Reserva Natural, debemos entender
que los humedales altoandinos funcionan como un sistema de redes.
Pueden protegerse algunos puntos, pero si se destruye una parte de la
red, el ecosistema completo se ve perturbado ya que se desequilibra su
correcto funcionamiento.

A partir del levantamiento de empresas mineras y conflictos existentes, se


ha reconocido un área de mayor interés para esta tesis que corresponde
al límite sur del altiplano de la región de Tarapacá. En este sector no sólo
la red de humedales protegidos se ve debilitada en comparación a otras
zonas, sino que además se localizan las faenas mineras de dos compañías
distintas, lo que implica una perturbación directa en el ecosistema de
humedales, como se puede ver en la imagen 3.20.

Se propone entender el altiplano de la región de Tarapacá en dos partes:


Altiplano Norte y Altiplano Sur. El primero presenta un red compleja
de humedales protegidos, además de un parque nacional, mientras que
el altiplano sur presenta una red frágil, con una protección legislativa
muy débil –exceptuando el Salar del Huasco que fue declarado Parque
Nacional en 2010 para protegerlo de las extracciones mineras- (imagen
3.22). A esto se suma la presencia de las compañías mineras Doña Inés
de Collahuasi y Quebrada Blanca, que han intervenido fuertemente el
territorio y afectado los recursos hídricos. Lo anterior implica que en esta
zona el funcionamiento del sistema completo de humedales altoandinos
se ha puesto en peligro y, por lo mismo, se presenta como un lugar óptimo
para la propuesta de intervención a través de un proyecto de arquitectura
del paisaje.

A partir de esto y sumado a la propuesta inicial -planteada en el capítulo


anterior- de consolidar una ruta altoandina que ponga en valor la red de
humedales, se propone comenzar activando el tramo del altiplano
sur de la región de Tarapacá. Esto debido a su gran potencial
turístico –con el Salar del Huasco como cabeza- pero también a
la gran oportunidad que significa en términos de la recuperación
ecológica de los humedales alterados. Además, este tramo ofrece
una gran oportunidad en términos de administración y gestión, ya
que corresponde en su totalidad a la comuna de Pica, donde ya se han
comenzado a desarrollar proyectos similares. Sus autoridades y habitantes
han mostrado gran interés en poner en marcha iniciativas que permitan
habilitar estos territorios extremos para que sean visitados, mostrados al
público, implementando infraestructuras que preserven la ecología del
lugar y ayuden a instruir al visitante.

95
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

ISLUGA
Parque Nacional
Sitio prioritario de conservación

Sendero de Chile

Camino Isluga

LAGUNA HUANTIJA (LAGUNILLAS)


Estrategia regional de la biodiversidad
Sitio prioritario de conservación

ALTIPLANO
NORTE
SALAR DEL HUASCO
Parque Nacional
Sitio RAMSAR (Protección internacional)
Camino Collahuasi Área de preservación ecológica
ALTIPLANO Santuario de la naturaleza
SUR Sitio prioritario de conservación

SALAR DE COPOSA
Sitio prioritario de conservación
Estrategia regional de la biodiversidad

SALAR DE MICHINCHA
Sitio prioritario de conservación
Estrategia regional de la biodiversidad

3.22 Areas y humedales protegidos en al


Altiplano de la I Región de Tarapacá

96
Humedales Altoandinos. Sistema de redes en el Paisaje Altiplánico

Sendero de Chile -
Ruta Altiplánica

Salar del Huasco


Camino Collahuasi

Entre Salar del


Huasco y Salar de
Coposa

Salar de Coposa

Bofedal de Coposa

Entre Salar del


Coposa y Salar de
Michincha

Tranque de Relaves
Collahuasi

Bofedal de Michincha

3.23 Altiplano sur región de Tarapacá,


tramos que se busca consolidar.
Escala1:500.000

97
4 Proyecto
Activación del humedal de Michincha
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.1. Humedal de Michincha, enero 2014.


Obras de mitigación de Collahuasi.

100
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.1 Subcuencas de Michincha y Coposa


4.1.1 Collahuasi, Coposa y Michincha
“The Landscape does not sit silent awaiting the arrival of an Architectural subject.
The site –the land- speaks prior to the act of design.”
Meyer, Elisabeth (1997) “The Expanded Field of Landscape Architecture”

La Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, ubicada en la comuna


de Pica, Región de Tarapacá, es una empresa que basa su operación
en la explotación a cielo abierto de tres yacimientos, Rosario, Ujina
y Huinquintipa. Produce concentrado de cobre, cátodos de cobre y
concentrado de molibdeno y es el tercer mayor depósito de cobre en
el mundo. Es una sociedad contractual formada por Glencore Xstrata
(44%), Anglo American plc (44%) y JRC, un consorcio japonés liderado
por Mitsui Co. Ltda. (12%).

Su interés para esta tesis radica en la polémica que ha generado el conflicto


que existe entre la minera, las comunidades locales Aymaras y los sistemas
azonales (humedales), por la extracción de aguas para fines industriales de
las cuencas subterráneas del altiplano. Esto ha tenido graves consecuencias
ecológicas que han afectado a los humedales altoandinos del Salar de
Michincha –principalmente- y del Salar de Coposa.

Estas explotaciones han hecho disminuir el caudal de las vertientes altiplánicas y han
secado vegas y bofedales, obligando a las empresas a tomar medidas de mitigación,
como el riego de las vegas y los bofedales impactados. La situación es tal que incluso la
autoridad ambiental ha debido intervenir para reducir el volumen del agua extraída.1
La minera sobreexplotó los caudales hidráulicos de Michincha y Coposa
lo que derivó en un desbalance ecosistémico que afecta no sólo la flora y
fauna específica de estos sitios, sino que también repercute en el equilibrio
completo de las especies que habitan el altiplano.

La reducción del caudal - en más de 60 litros por segundo - ha afectado


gravemente la biodiversidad e hidrología del Salar de Coposa. Además de
esto, sus aguas se han visto contaminadas, alterando su calidad química,
por lo cual disminuyó fuertemente la riqueza y abundancia de las aves que
lo utilizan como hábitat. Así, desde 1997 a la fecha, se ha visto alterado el proceso
migratorio de los flamencos que anidaban en los salares. La destrucción del sistema
de Michincha obligó a las aves a refugiarse primero en el Salar de Coposa, situado
más al norte, pero después, conforme la laguna de Coposa sufría el mismo proceso
de extinción que Michincha, su número comenzó a declinar rápidamente y hoy los
flamencos prácticamente han desaparecido (Neira, 2005). 2

El humedal de Michincha es el que se ha visto más afectado; esto debido


a que Collahuasi no es la única compañía minera que extrae agua de su
cuenca. Quebrada Blanca es una compañía que inicia la extracción de
aguas de la cuenca de Michincha en 1994, con permisos de extracción
de 100 litros/seg. Dos años después se suma Collahuasi, con 260 litros/
segundo, alcanzando una extracción total de 360 litros por segundo desde
la cuenca. Por esta razón el caudal ya no dio abasto y debieron iniciarse
medidas de mitigación para mantener con vida el ecosistema. Estas

1 Yañez, N. y Molina, R. (2008) La gran minería y los derechos indígenas en el Norte de


Chile. Santiago: LOM Ediciones
2 Ibíd.

101
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.2 Encuadre del caso de estudio. Relieve


subcuencas Coposa y Michincha; perfiles
entre 3300 y 6000 msnm.

102
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

medidas de mitigación corresponden a la inyección de agua de manera


artificial, a través de un bombeo de agua superficial permanente de 5 litros
por segundo –agua proveniente del mismo sistema de extracción- (ver
imagen 4.1).

A pesar de que existen medidas de mitigación hacia los humedales


afectados por parte de estas compañías, su situación pone de manifiesto
la falta de regulación y verdadera protección que existe en nuestro país en
relación a estos recursos hídricos. Esto se acentúa más aún al ser territorios
extremos, de difícil accesibilidad y poco conocidos a nivel país, por lo
que quedan aún más vulnerables ante cualquier perturbación. Territorios
que deben ser puestos en valor, recuperados ecológicamente y
activados programáticamente, de manera que puedan pasar a ser
considerados como patrimonio ecológico y cultural de nuestro país.

Postura frente al caso

“La arquitectura del paisaje tiene la gran responsabilidad de crear proyectos que no
disminuyan el frágil equilibrio de las zonas áridas, ofrecer la oportunidad de innovar
objetivos conceptuales, solucionar técnicas y una actividad sostenible que permita la
supervivencia de las zonas más secas del planeta y que embellezca nuestra vida en ellas.”
Aronson, Shlomo (2008) “Aridscapes: Proyectar en tierras ásperas y frágiles”

Ante el conflicto ya mencionado y reconociendo la existencia de una


zona particularmente frágil del altiplano, cabe preguntarse, ¿cómo ésta
desventaja –o amenaza- puede ser transformada en una ventaja a través de
un proyecto de arquitectura del paisaje?

La propuesta de tesis busca desarrollar un proyecto en los alrededores de


estas zonas mineras, enfocándose particularmente en el caso del humedal
de Michincha. Se propone enmarcar este proyecto dentro de los planes de
compensación de la mina y apunta principalmente a recuperar y activar
la ecología lugar, en una primera instancia, además de diseñar nuevas
infraestructuras que permitan activarlo programáticamente, albergando
programas tanto turísticos como científicos-educativos, de manera de
generar un atractivo que posibilite la visita de un público diverso.

Si bien la base teórica y proyectual de la tesis considerará un caso en


particular, se busca poder aportar al estudio y desarrollo de la totalidad
de humedales altoandinos que hoy en día se encuentran en situación
de vulnerabilidad. Más allá de construir un manual de conservación y
cuidado de los mismos, se apunta a desarrollar un trabajo que abra nuevas
posibilidades de uso y recuperación de estos sitios, desde la mirada de la
arquitectura del paisaje. Se plantea un proyecto estratégico y eventualmente
replicable en los distintos humedales en conflicto en el altiplano.

103
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

a Cancosa
50 km

a Iquique
100 km

Camino Collahuasi

Salar del Huasco


3700 msnm

Ruta altiplánica-
Camino Internacional

Salar de Coposa
3800 msnm

a Ollague
Salar de Michincha 60 km
4200 msnm

0 6 12 18 km

4.3 Altiplano sur región de Tarapacá.


Camino Collahuasi + Camino
Internacional

104
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

1 7 13

2 8 14

3 9 15

4 10 16

5 11 17

6 12 18

4.4 Itinerario de viaje.


Camino collahuasi desde Pozo Almonte
hasta territorios mineros.

105
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado


mi
te
Int
ern
ac
ion
al

BOLIVIA

Subcuenca
Coposa

1 Salar de Coposa 5
2 Bofedal Jachucoposa
3 Pampa Irruputuncu
4 Cerro Pabellón del Inca Camino Collahuasi
5 Tranque de Relaves Collahuasi 6 7
6 Faenas mineras Collahuasi Sendero de Chile
7 Salar y bofedal de Michincha 8
8 Carcanal de Michincha Subcuenca
Michincha

0 1,5 7,5 12 k REGIÓN DE


ANTOFAGASTA
Escala 1:250000

4.5 Plano general subcuencas Coposa y


Michincha.

106
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.1.2 Paisaje, itinerario y elementos constituyentes


Esta primera escala de análisis surge a partir del conflicto ya mencionado,
que involucra las subcuencas de Coposa y Michincha en el altiplano sur de
la región de Tarapacá.

La accesibilidad a la tierras altas del altiplano, en general, es muy difícil. Los


caminos que conectan con la costa y las tierras intermedias se encuentran
en mal estado, muchas rutas no están pavimentadas y otras no están bien
mantenidas. Además, no existe un sistema de transporte público para
quienes no cuentan con vehículos particulares para este tipo de viaje. A
pesar de las evidentes dificultades mencionadas, es posible encontrarse
con grupos de turistas (extranjeros en su mayoría) además de interesados
en estudios científicos y avistamiento de aves, recorriendo estos territorios
extremos en vehículos todo terreno y, algunas veces, en bicicleta.

Es importante destacar que el caso de estudio se presenta como una


excepción a esta regla. La existencia de la empresa minera ha traído
grandes beneficios en términos de accesibilidad. Se hicieron trabajos
de pavimentación de la ruta principal que conecta con Pozo Almonte
e Iquique (ruta A-687, también llamada camino Collahuasi), además de
trabajos constantes de mantención de ésta, por lo que actualmente se
cuenta con un camino en excelente estado para visitar el altiplano sur de
la Región de Tarapacá (desde el Salar del Huasco hasta Michincha) (ver
imágenes 4.3 y 4.4).

El Camino Collahuasi conecta directamente con la Ruta Internacional,


que corresponde también al Sendero de Chile y a la Ruta Patrimonial
Incaica en algunos tramos. La ruta internacional, que une los Salares de
Coposa y Michincha, es un camino de tierra apisonada que va bordeando
los terrenos de la mina por un lado y la frontera con Bolivia por el otro.
Este camino pone de manifiesto la existencia de un verdadero límite
impermeable entre el territorio minero y el paisaje natural. Esta situación
se ve intensificada debido a que la minera ha construido un muro de
tierra de dos metros –para evitar robos de maquinaria- que divide visual y
territorialmente ambos lados.

Para poder entender de mejor manera este territorio, la tesis


presenta un análisis general, a escala de subcuencas (imágenes
4.5 a 4.12), que busca entregar una idea general de los elementos
de paisaje presentes. Además de los análisis de alturas, geología,
sistema hidrológico y erosión actual, la tesis distingue entre los
distintos elementos presentes en este territorio –naturales, humanos
y mineros- y cómo ellos han ido conformando/construyendo este
paisaje.

107
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Relieve y alturas, subcuencas de


Coposa y Michincha

Las tierras más bajas del Altiplano


corresponden a las zonas de Salares
y humedales asociados. En este
caso, el Salar de Coposa se ubica
bajo los 3800, mientras que el Salar
de Coposa, al sur, se ubica sobre
los 4200. Al este, el límite con
Bolivia corresponde a las tierras
de mayor altura; es ahí donde
se ubican los volcanes que han
ido conformando los estratos de
suelo a lo largo de miles de años.

3.666-3.800
3.800-4.000
4.000-4.200
4.200-4.400
4.400-4.600
4.600-4.800
4.800-5.000
5.000-5.200
5.200-5.400

Sistema hídrico - aguas


superficiales

Las aguas superficiales con


las que es posible contar en el
altiplano corresponden a aguas
provenientes de las precipitaciones
estivales (invierno altiplánico) y
deshielos de nieves en invierno y
primavera. Todas las quebradas son
intermitentes y, la gran mayoría,
converge en los salares. Sin
embargo, gran parte de esta agua se
pierde en el camino, infiltrándose y
alimentando las napas subterráneas.

4.6 Análisis territorial, subcuencas de


Coposa y Michincha

108
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Erosión actual en el territorio

La erosión del territorio se debe, por


un lado, a causas naturales (vientos,
lluvias, aluviones, deshielos)
concentrándose en las laderas
de cerros y volcanes, en especial
hacia el este donde se encuentran
las altas cumbres. Por otro lado
la minería ha contribuido a la
erosión del territorio al modificar
el paisaje altiplánico, su topografía
fundamentalmente.

Baja o nula
Moderada
Severa
Muy severa

Geología

Las erupciones volcanicas


contribuyeron a modelar este
paisaje desde hace millones de
años atrás. De ahí que sea posible
encontrar formaciones de suelo
únicas como las Tobas y el Carcanal.
Sumado a esto, los fenómenos
naturales de viento y lluvias han
arrastrado sedimentos que se han
ido depositando en las zonas más
bajas del territorio.

Esencialmente volcánica
Sedimentaria
Volcánico-Sedimentaria
Intrusiva
Esencialmente sedimentaria

109
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Salar de
Coposa

Subcuenca
Coposa
2

1 Dunas
2 Formaciones rocosas
3 Carcanal Salar de
Michincha

Matorral Abierto 3

Matorral pradera abierto


Suculentas Subcuenca
Michincha

Escala 1:250000 0 1,5 7,5 12 k

4.7 Sistema natural subcuencas Coposa y


Michincha

110
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.8 Sistema natural subcuencas Coposa y


Michincha

111
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Camino Collahuasi

Sendero de Chile
Ruinas asentamientos
Huellas y senderos
Camino de tierra

0 1,5 7,5 12 k
Escala 1:250000

4.9 Sistema humano subcuencas Coposa


y Michincha

112
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.10 Sistema humano subcuencas Coposa


y Michincha

113
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Área de ocupación
minera Collahuasi

Tranque de relaves

Área actual utilizada por minera Collahuasi Faenas mineras


Límite político minera Collahuasi Collahuasi
Camino Collahuasi
Canal
Ferrocarril
Línea energía
Camino de tierra

0 1,5 7,5 12 k
Escala 1:250000

4.11 Sistema minero subcuencas Coposa


y Michincha

114
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.12 Sistema minero subcuencas Coposa


y Michincha

115
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado


mi
te
Int
ern
ac
ion
al

BOLIVIA

Subcuenca
Coposa

Subcuenca
Michincha

Michincha se presenta como un


lugar de gran riqueza, pero que ha
sido olvidado por los organismos
de protección, lo que ha llevado a
que el territorio se haya visto
alterado por la incompatibilidad de
usos entre las actividades
productivas y el sistema natural.
Una zona idónea para materializar
un proyecto de arquitectura del
paisaje, pionero en el área, capaz de
entregarle un carácter hasta ahora 7
incompleto.

0 1,5 7,5 12 k REGIÓN DE


ANTOFAGASTA
Escala 1:250000

4.13 Definición de área de proyecto y


estrategias generales de intervención

116
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.2 Subcuenca de Michincha


A partir del análisis territorial de las dos subcuencas relacionadas
directamente a la empresa minera, se reconoce la subcuenca de Michincha
como el área donde se evidencian de manera más clara todos los conflictos
y potencialidades planteados a lo largo de la tesis; a la vez que presenta un
gran desafío en términos de proyecto (ver imagen 4.13).

Michincha corresponde a una pequeña cuenca endorreica de unas


27.500 hectáreas, en la que ubican la mayor parte de las faenas mineras
de Collahuasi, como los botaderos, las pilas de lixiviación, el tranque de
relaves, los rajos a cielo abierto, los pozos de extracción y canales, entre
otros

Como muestra el análisis realizado (imagen 4.14), las tierras más bajas se
encuentran a unos 4200 metros de altitud (correspondiendo al área del
salar y humedal), alcanzando los 5400 en las altas cumbres de la cordillera
oriental (ubicados en la cadena montañosa que divide de Bolivia, al este
de la cuenca).

Como sucede en gran parte del altiplano, las tierras están expuestas a
fuertes vientos, especialmente durante los meses de agosto y septiembre.
La dirección de los vientos es predominantemente noroeste a lo largo del
año, variando a suroeste durante los meses de verano. Alcanza velocidades
por sobre los 70 kilómetros/hora en los meses de invierno y septiembre,
mientras que durante los meses estivales varía entre los 20 y los 50
kilómetros/hora.

Los recursos hídricos de la cuenca, al igual que sucede en todas las cuencas
altiplánicas endorreicas, se dividen en aguas subterráneas y superficiales.
Las quebradas intermitentes se concentran en los sectores este y oeste
de la cuenca, siendo las más favorecidas las orientales, por corresponder
a un área particularmente lluviosa; 200 mm anuales de precipitaciones,
concentrados principalmente entre principios de diciembre y fines de
marzo, debido al fenómeno del invierno altiplánico.

La vegetación de la cuenca se ve fuertemente determinada por la altura.


Los pisos vegetacionales se limitan a la estepa altiplánica y matorral abierto,
con especies como la paja brava, el coirón y variedades de tola que no
superan los 40 cm debido a los fuertes vientos. La vegetación más variada
se encuentra en los alrededores del Salar y Humedal debido a la presencia
de agua. Por su parte, el Carcanal formación volcánica-sedimentaria que
limita el borde suroeste del salar, se consolida como un hábitat de una
riqueza particular por el número de llaretas que es posible encontrar.

Un aspecto característico de esta zona y que la hace particularmente


atractiva, es la gran cantidad de Vicuñas que habitan el lugar. Éstas recorren
el humedal y sus alrededores en grupos de cuatro a siete, acostumbradas
al movimiento de camionetas y a la cercanía de quienes recorren el sector.

Michincha se presenta como un lugar de gran riqueza, pero que ha


sido olvidado por los organismos de protección, lo que ha llevado
a que el territorio se haya visto alterado por la incompatibilidad de
usos entre las actividades productivas y el sistema natural. Una zona
idónea para materializar un proyecto de arquitectura del paisaje,
pionero en el área, capaz de entregarle un carácter hasta ahora
incompleto.

117
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Dirección de vientos subcuenca


Michincha

Estas tierras están expuestas a


la presencia de fuertes vientos,
especialmente durante los meses de
agosto y septiembre. La dirección de
los vientos es predominantemente
noroeste a lo largo del año, variando
a suroeste durante los meses
de verano. Alcanza velocidades
por sobre los 70 kilómetros/
hora en los meses de invierno y
septiembre, mientras que durante
los meses de verano varía entre
los 20 y los 50 kilómetros/hora.

Vientos dic. a marzo


Otros meses del año

Recursos hídricos superficiales

Los recursos hídricos de la


cuenca, al igual que sucede en 60 mm 100 mm 200 mm
todas las cuencas altiplánicas
endorreicas, se dividen en aguas
subterráneas y superficiales.

Las quebradas intermitentes se


concentran en los sectores este
y oeste de la cuenca, siendo las
más favorecidas las orientales,
por corresponder a un área
particularmente lluviosa; 200
mm anuales, concentrados
principalmente entre principios de
diciembre y fines de marzo, debido
al fenómeno del invierno altiplánico.

4.14 Análisis territorial, subcuenca de


Michincha

118
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Alturas

Las tierras más bajas de la cuenca


se encuentran alrededor de los 4200
metros de altitud (correspondiendo
al área del salar y humedal),
alcanzando los 5400 en las altas
cumbres de la cordillera oriental
(ubicados en la cadena montañosa
que divide de Bolivia, al este de la
cuenca).

4.200-4.400
4.400-4.600
4.600-4.800
4.800-5.000
5.000-5.200
5.200-5.400

Pisos vegetacionales

La vegetación de la cuenca se ve
fuertemente determinada por la
altura. Los pisos vegetacionales
son muy limitados, con especies
que no superan los 40 cm debido
a los fuertes vientos. La vegetación
más variada se encuentra en los
alrededores del Salar y Humedal
debido a la presencia de agua. Por
su parte, el Carcanal formación
volcánica que limita el borde
suroeste del salar, se consolida
como un hábitat de una riqueza
particular por la gran cantidad de
llaretas que crecen en él.

Áreas sobre límite de veget.


Estepa altiplánica
Matorral muy abierto
Matorral pradera abierto
Otros terrenos sin vegetación

119
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.15 Análisis territorial, subcuenca de


Michincha

120
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Subcuenca de Michincha Sendero de Chile


Camino (Camino Internacional) LÍMITE FRONTERIZO
Co. Chuzquina Collahuasi
CORTE A Co. Pabellón
Ruta Altiplánica Co. Pacopacone del Inca Chutinza
viejo
Volcán BOLIVIA v1
Co. Chuncullani v1 Michincha

Territorio minero v2

Co. Michincha
v2
v3
TRANQUE DE RELAVES
Volcán
Olca

PATIOS
Territorio no minero Co. Cascada

v4
v3

RAJO ROSARIO Salar de


Michincha
PLANTA DE PILAS DE
PROCESO LIXIVIACION Pampa
Michincha

v5
Co. Ceucis
v7 v4
RAJO UJINA
Humedal
BOTADERO Carcanal de v6 ENCUADRE
Co. Cereira Michincha MASTER PLAN

a Ollague
Co. San Gregorio 60 km
v5
CORTE A

4983 m

4500 m REGIÓN DE
ANTOFAGASTA
4128 m
5 km 10 km 15 km 17 km CORTE B
v6
CORTE B

5276 m
5000 m

Co. Alconcha
4500 m

4132 m
5 km 10 km 15 km 17 km 0 1,5 3 6k Escala 1:75000 v7

121
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.3 Proyecto
4.3.1 Propuesta general: Master Plan
Considerando la investigación realizada, la propuesta a través de la cual
se busca responder a los desafíos planteados se estructura a partir de
dos estrategias de activación del territorio: ecológica y programática
(imágenes 4.16 y 4.17). De manera general, se ha buscado identificar,
reconocer y revelar las potencialidades ocultas del lugar, para luego proponer
estrategias que permitan recuperar el equilibrio entre los distintos paisajes
que confluyen en él. Como se planteó en un inicio, Corner propone que la
recuperación de los sitios debe ser medida de tres maneras:
primero, en términos de la recuperación de la memoria y el
enriquecimiento cultural del lugar y tiempo; segundo, en términos
del programa social y su utilidad, como el desarrollo de nuevos
usos y actividades; y, tercero, en términos de la diversificación y
sucesión ecológica.3 Estas ideas pueden asociarse a conceptos de
rescate, recuperación y activación. Complementando estas ideas, la clave
para configurar un proyecto capaz de recoger el imaginario, la identidad
cultural, los atributos locales y la evolución de una cultura, se encuentra en
la eficacia estratégica. A su vez, la importancia de las estrategias reside en
cómo a través del manejo formal del paisaje somos capaces de conformar
cultura. Las formas de un proyecto, la disposición eficaz de sus partes,
deben ser capaces de revelar y maximizar las potencialidades del
paisaje en función de éste.

Estrategias

Las estrategias pretenden configurar una nueva mirada sobre el paisaje,


nuevas posibilidades de responder ante los conflictos detectados. Se busca
aprovechar las oportunidades y desafíos que ofrece hoy en día el paisaje
altiplánico; un paisaje cargado de historia y riqueza natural, pero donde
aún hay mucho por desarrollar en términos económicos, turísticos y
educativos. Lo importante es sentar las bases para que ese desarrollo no
implique la pérdida de los elementos que lo hacen único.

A partir de lo anterior, se hacen necesarias las siguientes estrategias:

1. Primera estrategia. Activación ecológica

El conflicto principal en términos ecológicos se encuentra en el cruce


entre la actividad productiva de la minería y el equilibrio natural del paisaje
altiplánico. La minera posee los derechos de aguas subterráneas de la
cuenca y extrae agua para sus faenas, lo que desequilibra el balance hídrico
del humedal. Sin agua, ni la minera ni el humedal pueden funcionar.
Ante esto, el proyecto plantea como primera estrategia aprovechar
los recursos hídricos superficiales (precipitaciones y derretimiento de
nieves) para asegurar la supervivencia del ecosistema. Esto sin afectar
el desarrollo productivo de la minera que seguirá extrayendo agua de las
napas subterráneas. Para esto, se trabajará con las quebradas al oriente del
humedal. Las tres operaciones propuestas para responder a esto son: el
manejo de sedimentos, el acopio de aguas y la conducción de las aguas a
través del salar hasta el humedal.

3 Corner, J. (Ed.) (1999) Recovering landscape: essays in contemparary landscape


architecture. New York: Princeton Architectural Press. 12

123
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Estrategia de Activacion
Ecológica

Escala territorial

Estrategia de Activacion
Programática

Escala humana

4.16 Esquema estrategias de activación del


territorio y humedal

124
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

2. Segunda estrategia. Activación programática

A una escala de aproximación más cercana, se propone la activación


programática del humedal. El conflicto que se ha detectado es entre el
uso humano y la ecología frágil de estos ecosistemas. Los visitantes no
disponen de infraestructura adecuada a los usos recreativos y científicos que
puedan darse en ellos, por lo que los humedales, su flora y fauna asociada,
quedan vulnerables ante el uso no regulado de los sitios. Además, si bien
existen hoy en día grupos escolares, turistas y científicos que visitan estos
paisajes extremos, un porcentaje importante del país nunca ha escuchado
sobre ellos. Esto se debe a que, por un lado, la infraestructura de acceso es
aún muy precaria y, por otro lado, como se plantea al inicio de la tesis, el
paisaje altiplánico aún no tiene un valor paisajístico y cultural arraigado en
la memoria colectiva chilena.
Frente a estas observaciones, el proyecto propone definir un circuito
de borde del humedal, áreas de pausa, un sector de acceso, miradores y
recorridos hacia el área patrimonial-arqueológica. El desafío del proyecto
radica en ser capaz de diseñar infraestructura que permita la habitabilidad
– es decir el uso-, sin alterar el equilibrio del sitio.

Es fundamental en la estructura, tanto del ámbito proyectual como teórico


de esta tesis, destacar que ambas estrategias van ligadas a la observación/
propuesta inicial de la tesis: el reconocimiento de la ruta altiplánica y su
importancia como espina dorsal para cualquier proyecto a desarrollar en el
altiplano. Esta ruta desempeña el rol de articulador entre todo el territorio
minero y el paisaje natural del altiplano.

Articulación del territorio

Accediendo desde el norte a la cuenca de Michincha, una vez cruzado el


cerro Pabellón del Inca, se produce una apertura completa del territorio,
permitiendo al visitante acceder “visualmente” tanto al paisaje minero
(con el tranque de relaves al borde derecho) como al paisaje natural de
fondo, con el salar, los cerros y el humedal. A medida que se avanza en el
trayecto hacia el sur, se va descendiendo hasta la Pampa Michincha, donde
se pierde el dominio visual del territorio, pasando a quedar sumergido en
la vastedad del altiplano. Los únicos indicadores territoriales pasan a ser
los cordones montañosos que limitan la cuenca (ver imagen 4.15).

El proyecto propone también articular el humedal con el resto del


territorio. Situarlo visualmente desde la ruta, a través de la construcción de
líneas a ras de suelo, evocando los proyectos de Land Art (como Michael
Heizer) que han sabido construir espacio y direccionar al visitante en un
paisaje vasto como el desierto.

De manera general, el proyecto busca acercar al público a este territorio,


re-valorizando y dando a conocer un patrimonio ecológico y cultural único
de nuestro país y del mundo entero. La propuesta radica en favorecer el
acercamiento, compromiso y creación de conciencia en el público ante este
paisaje único, especialmente sus humedales. Más que restaurar los usos y
ecología previos a los cambios sufridos con la llegada de las empresas
mineras, lo que se busca es darle un nuevo carácter, compatibilizando los
distintos sistemas presentes de manera de lograr un equilibrio entre ellos,
actualmente inexistente en los paisajes altoandinos de nuestro país.

125
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.17 (Derecha) Planta Master Plan


activación ecológica + programática
1:25000

126
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Master Plan

Activación ecológica

1 Manejo de quebradas sistema jessour


2 Represas de agua subteráneas
3 Canales de agua en la pampa
4 Entrega de agua a humedal

Activación programática

5 Senderos de borde humedal


6 Miradores en la pampa
7 Circuitos arqueológicos y miradores carcanal

Salar de
Michincha

Caminos

3
Sendero de Chile
(Camino Internacional)

Sistemas de
manejo de aguas
Pampa
Michincha

Carcanal de
Michincha

6
Humedal de
Michincha
7
4
5

Infraestructura
para visitantes Escala 1:25000 0 0,5 1 2k

127
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.3.2 Estrategias y operaciones


4.3.2.1 Activación ecológica

“En vez de introducir formas externas y transformar el sitio para acomodar esas formas,
estas se “encuentran” y evolucionan a partir de sistemas ya presentes en el lugar. Esto
implica un desplazamiento, de crear composiciones basadas en conceptos como equilibrio,
regularidad y jerarquía, a trabajar con sistemas, naturales o artificiales, y las varias
maneras en que éstos pueden ser organizados y distribuidos, como gradientes, campos,
matrices, corredores, etc., para facilitar conectividad, funciones ecológicas, programa y la
percepción de fenómenos.”
Berrizbeitia, Anita (2007) “Re-Placing Process”

La primera estrategia tiene como objetivo activar ecológicamente el


humedal. Esto implica implementar infraestructura que permita que el
humedal sea capaz de recuperar su equilibrio ecológico y mantenerse en
el tiempo.

Se propone trabajar con las aguas superficiales (precipitaciones y deshielos)


de modo que la actual dependencia de estos ecosistemas a las napas
subterráneas no siga siendo una limitante para su recuperación.

Se trabajará en base a supuestos. Estos supuestos se afirman en el mismo


caso de Michincha y en otros similares (como Lagunillas). Desde que
Collahuasi bombea agua artificialmente al humedal, este ha tenido una
importante recuperación; en diez años el humedal ha evolucionado
notablemente: en 2004 el espejo de agua era inexistente y todo el material
vegetal asociado al bofedal se encontraba seco. En tres años de bombeo
(5 litro/segundo) ya existía nuevamente un espejo de agua y la vegetación
se iba recuperando, apareciendo pequeñas manchas verdes en los bordes
del agua. En 2014, es posible encontrar un humedal con vegetación cada
vez más verde, más alta (40 cm) y con una fauna variada, con flamencos,
vicuñas, burros, ranas y reptiles, lo que demuestra la excelente recuperación
que ha tenido Michincha en el tiempo (ver imágenes 4.18 y 4.19). Sin
embargo, el humedal se mantiene vivo sólo gracias a mitigación de la
minera, lo que demuestra su alta fragilidad ante cualquier eventualidad.

La cuenca de Michincha tiene casi 30.000 has. Una precipitación de 200


mm significan unos 60 millones de m3 de agua que caen en la cuenca, es
decir, 1.900 litros por segundo de precipitación. Gran parte de esto se
infiltra, alimentando la napa subterránea (desde donde extrae la minera) y
el resto se evapora.

Específicamente, el humedal tiene varias quebradas que lo alimentan.


Las principales son tres, ubicadas hacia el oriente (ver imagen 4.20). La
quebrada norte tiene una cuenca aportante de 110 há, al igual que la
central, mientras que la sur tiene 600 hectáreas, sumando un total de 820
hectáreas. Entre las tres, la captación de agua podría alcanzar los 1.600.000
metros3/año (200.000 m3 quebrada norte, 200.000 m3 quebrada central,
1.200.000 m3 quebrada sur).

En términos generales, para poder entregar al humedal unos 10 litros/


segundo (el doble de lo que recibe actualmente por parte de la minera),
se necesitan 777.600 litros/día, esto da un total de 283.824.000 litros/
año, equivalente a 280.000 metros3. Repartido entre las tres quebradas, se
calcula que cada una debe cosechar 93.000 m3 por año.

129
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Año 2004 Año 2007 Año 2009

Año 2010 Año 2012 Año 2014

4.18 Fotografías aéreas del humedal de


Michincha. Variación en el transcurso de
10 años recibiendo una inyección artificial
de agua de 5 lts/seg.

130
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Año 2010

Año 2012

Año 2014

4.19 Evolución del humedal de Michincha


en cuatro años. Las fotografías muestran
la alta capacidad de resiliencia de este
ecosistema; a pesar de haberse secado
por un largo período, al recibir agua de
manera constante la vegetación es capaz de
recuperarse.

131
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Cuenca quebrada sur


200 mm de
Cuenca quebrada centro 800 hectáreas
precipitaciones 110 hectáreas 1.200.000 m3
200.000 m3

Cuenca quebrada norte


110 hectáreas
200.000 m3

Embalses subterráneos
Capacidad 93.000 m3 c/u

Inyección agua humedal de Michincha


Requerimiento 10 litros/segundo
hídrico humedal de =777.600 litros/día
Michincha 280.000 m3 al año
= 283.824 litros/año

4.20 Estrategia de activación ecológica.


Esquema de operaciones territoriales

132
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Como muestra la imagen 4.21, el proyecto de activación ecológica


consiste en permitir que el agua escura por las quebradas, se retengan los
sedimentos a través de los muros dispuestos y acumularla finalmente en
las bases a través de embalses subterráneos. Desde ahí se traspasa a los
canales que la entregan al humedal.

En el humedal de Michincha, el espejo de agua actualmente ocupa una


superficie de unas 6 hectáreas. El proyecto apuntaría a aumentar esta
superficie al menos a unas 20 hectáreas (que corresponde a la capa vegetal
que lo rodea). Otro calculo fundamental al hablar de agua en zonas áridas
sería la evapotranspiración. Si bien no existen cifras oficiales al respecto,
según expertos ésta debe corresponder a los 5 litros por segundo que
bombea Collahuasi. Los 10 litros por segundo extra permitirían su pronta
recuperación. (ver imagen 4.22)

1. Manejo de quebradas:

La primera operación tiene como objetivo limpiar las aguas de sedimentos


y controlar posibles aluviones desde las cabeceras de cuencas. Para esto se
propone un sistema de muros de piedra que, por un lado contienen
los sólidos y, por otro, permiten el escurrimiento de las aguas que
bajan por las quebradas, produciendo meandros que permiten al
agua oxigenarse y limpiarse. (ver imagen 4.24)
Desde hace siglos que los habitantes del altiplano han construido sistemas
de manejo de quebradas, que les permitieran disponer de agua en tierras
áridas. Hoy en día, en otras zonas áridas del mundo es posible encontrar
muchos casos exitosos de manejo de quebradas y aguas lluvia. Uno de
éstos son los Jessour, técnica milenaria utilizada para el desarrollo de la
agricultura en Tunes. Si bien los muros de contención empleados son
bastante similares a los utilizados por los incas, los Jessour permiten el
escurrimiento de agua, mientras que los otros son utilizados para retenerla.

Los muros se irán disponiendo transversalmente a las quebradas, en una


gradiente, de modo que, previo a la zona de acumulación, se retengan la
mayoría de los sedimentos.

2. Represas subterráneas:

Las represas cumplen la función de acumular agua en las épocas de lluvia


y deshielos, para poder entregarla al humedal a lo largo del año. Se ubican
al final de las quebradas, antes del inicio del salar (para evitar la infiltración
del agua a la napa).
Los Incas, Aymaras, y muchos otros pueblos del altiplano han construido
siempre este tipo de infraestructura de contención y acumulación de aguas,
con el fin de utilizar las aguas para riego agrícola y uso humano.
El proyecto propone la construcción de represas subterráneas para
acumulación de agua. El hecho de que sean subterráneas permite evitar
la evaporación y, de este modo, poder disponer de agua a lo largo del año
(no sólo en los meses lluviosos).
Se dispondrán tres represas, una para cada quebrada, con capacidad para
93.000.000 litros de agua cada una. Esto significa construir estanques
de 93.000 mts3. Cada estanque va conectado a canales subterráneos –
conectados a su vez con los canales a ras de suelo- que van entregando
el agua necesaria para poder mantener con vida el humedal (ver imagen
4.25).

133
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

SISTEMA
SISTEMA JESSOUR
JESSOUR

AUMENTO EN LA DENSIDAD DEL SISTEMA JESSOUR

REPRESA SUBTERRANEA

CAMINO INTERNACIONAL
CANAL SOTERRADO

CANAL SUPERFICIAL CUBIERTO

INYECCIÓN DE 10 LITROS
POR SEGUNDO DE AGUA
RECUPERACIÓN DE HABITAT
VEGETAL Y ANIMAL

AUMENTO DEL VOLUMEN


DEL AGUA EN EL HUMEDAL

4.21 Estrategia de activación ecológica.


Fotodiagrama de beneficios en humedal de
Michincha.

134
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

3. Canales:

Los canales son los elementos de integración del territorio. Visualmente


buscan unir el sistema hidrológico superficial (las quebradas) al humedal,
como punto final del sistema. A través de ellos se transportan las aguas
que permitirán la recuperación ecológica del ecosistema azonal.

Como referente formal se ha pensado en las obras de Land Art (Michael


Heizer – Richard Long), las que, a través de simples operaciones, son
capaces de reordenar un territorio, revelar sus cualidades distintivas y
construir indicadores de dirección.

Los canales, además, han estado presentes en las construcciones Incas y


Aymaras. Es un sistema que se ha utilizado tanto para el riego agrícola
como para el riego y ampliación de los humedales. Es importante también
observar que el manejo del agua en el paisaje altoandino existe desde que
existen sus habitantes; por tanto la idea de incorporar agua para abastecer
estos ecosistemas se encuentra presente desde antes de la llegada de las
mineras. El manejo del agua en el paisaje altoandino existe desde que
existen sus habitantes.

Se propone construirlos en base a un sistema conocido como


“dren francés” que consiste en zanjas rellenas de material drenante,
adecuadamente  compactado, en el fondo de las cuales se disponen tubos 
drenantes  (perforados, de material poroso, o con juntas abiertas) y que
normalmente tras un relleno localizado de tierras, se aíslan de las aguas 
superficiales por una capa impermeable que sella su parte superior. Sobre
ésta, se dispondrán piedras que hagan “visible” el sistema, formando largas
líneas rectas en la pampa, todas en dirección al humedal (ver imagen 4.26).

La zona del bofedal (toda el área que en algún minuto fue parte del espejo
de agua y la vegetación asociada) funciona como una esponja de agua. Es
una zona saturada, lo que implica que al inyectar agua ésta se conserva en
el lugar, permitiendo que la vegetación seca se hidrate y se recupere.
Al acercarse al humedal, los canales (que se encuentran cerrados en la
pampa) se abren y dejan visible el agua, revelando la función de estas líneas
en el desierto.

135
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Crecimiento estimado humedal


a partir de inyección de 10 litros/seg. extra

Burros

Vicuña

Sapo Espinoso

Actual Estado frágil

Pato Juarjual

Huallata

Flamenco chileno

Tagua andina
2 años Inicio recuperación

Cometocino del norte


Jilguero negro

Golondrina torso negro

Bagrecito

Cachudito del norte


Semillero
5 años Crecimiento

Zorro culpeo
Pato colorado
Gaviota andina
Mero de Tarapacá

Perdicita de Tarapacá

Yaca del norte

Diuca de alas blancas


7 años Crecimiento
Pitio del norte
Comesebo chico

Chinchilla cordillerana
Gallina ciega
Pato puna
Flamenco andino

Canastero pálido

10 años y más Consolidación

4.22. (Arriba) posibilidad de recuperación


en 10 años del humedal, su espejo de agua
y fauna asociada.
4.23 (Derecha) Planta propuesta de
activación ecológica 1:25000

136
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Activación ecológica
1 Manejo de quebradas sistema jessour
2 Represas de agua subterráneas + 5200 msnm
Quebrada norte
canales de conexión
3 Canales de agua en la pampa
4 Entrega de agua a humedal

1 Quebrada centro

Detalle 1
Manejo de quebradas

Quebrada sur
Sendero de Chile
(Camino Internacional)

Manejo de quebradas

2 Detalle 2
Represas subterráneas
4500 msnm

Salar de
Acopio de aguas Michincha

Pampa
Michincha

3
Detalle 3
Humedal de 4 Canales de entrega
Michincha
Traslado y entrega
de aguas 4200 msnm
Escala 1:25000 0 0,5 1 2k

137
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Sistema Jessour

Detalle esquemático
escurrimiento de aguas

El agua desciende por las quebradas


formando meandros controlados por el
sistema jessour, que permiten la
oxigenación y limpieza de ésta.

Corte esquemático sistema Jessour

Escurrimiento aguas

Retención de sedimientos
y aluviones

Tabia: Muro de tierra


y piedras del sitio

4.24 Propuesta manejo de quebradas a


través del sistema Jessour

139
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Muros de contención
de hormigón

Murete de contención Cubierta aisladora con


de piedra ranuras de ventilación

Muros de contención
de hormigón

Capacidad de
Agua proveniente de acumulación de
precipitaciones y deshielos 93.000 m3

Canal subterráneo
de conexión

Captación posible de aguas lluvia Requerimiento hídrico para inyección artificial de


(en base a precipitaciónes de 200 mm anuales) agua al humedal de Michincha

Quebrada norte 110 hás 200.000 m3/ año Entrega al humedal 10 litros/seg 777.600 litros/dia
Quebrada central 110 hás 200.000 m3/año 283.824.000 litros/año
Quebrada sur 600 hás 1.200.000 m3/año Requirimiento total humedal 280.000 m3/año

Total 820 hás 1.600.000 m3/año Capacidad de cada estanque 93.000 m3


(280.000/3)

4.25 Propuesta embalses subterráneos y


acumulación de aguas provenientes de
lluvias y deshielos.

140
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Imagen objetivo canales

Detalle constructivo canales

100 cm mín. ancho superior

Piedras del sitio

Bolones de río
(sin calcio)
100 cm
Malla de filamentos
de acero inoxidable
Grava gruesa +
grava delgada
Geotextil
impermeable

Tubo ranurado
Cama de apoyo corrugado
(gravilla)

40 cm mín. ancho
inferior de zanja

4.26 Propuesta canalización y entrega de


aguas al humedal de Michincha

141
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Niveles de observación

A nivel

Visión parcial

50 cm

Soterrada

0 Visión
restringida-localizada

-120 cm

Elevada

Visión panorámica

4 m y más

4.27 Propuesta esquemática niveles de


observación

142
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.3.2.2 Activación programática

“El paisaje no es gráfico: es multidimensional, del mismo modo que nuestras vidas
dentro del paisaje son multidimensionales. Además, nuestras vidas y nuestros paisajes
son también sensoriales. Por ello, para proyectar de forma adecuada y de un modo
delicado y creativo, debemos coreografiar no sólo el movimiento del cuerpo en el espacio,
sino también la interacción de todos los sentidos: oído, olfato, tacto y, también, la
vista. (…) Como en un escenario teatral, el paisaje necesita que el proyecto interactúe
con los movimientos y actividades de las personas que están dentro de él. Ambos son
mutuamente interdependientes.”
Halprin, Lawrence (2007) Coreografía en “Landscape + 100 palabras para habitarlo”

La estrategia de activación programática puede entenderse también como


una segunda capa del proyecto, que se entrecruza con la capa ya descrita
de activación ecológica. Ambas son complementarias y juntas permitirán
enriquecer el paisaje altiplánico a través de la creación de nuevas dinámicas
y usos hasta ahora inexistentes. El centro de acción de ambas estrategias
es el humedal de Michincha. Es ahí donde se integran, se vuelven
interdependientes (ver imagen 4.28).

El bofedal de Michincha se encuentra ubicado a 4.200 msnm. Está asociado


al Salar de Michincha, el que presenta una superficie aproximada de 290
km² comprendiendo las laderas de los cerros circundantes. Respecto de
la recarga hídrica, se origina a través de las precipitaciones que ocurren
principalmente en los períodos de verano (invierno Altiplánico), donde la
fracción que no se evapora luego de las lluvias, se infiltra en el terreno y
recarga los sistemas acuíferos someros y profundos.
Estos mismos son los que se han perturbado debido a la extracción de
agua y la contaminación por químicos.

Michincha es, hoy en día, un humedal frágil pero particularmente


interesante. No sólo por la belleza del paisaje en el que está inserto, sus
colores, el Carcanal rojizo4 que se levanta como un muro a un costado y
los cerros y montañas con sus lomajes suaves y colores azules y morados
a lo lejos, sino también por estar rodeado de un patrimonio natural y
arqueológico único.

La infraestructura programática debe ser lo menos invasiva posible


debido a la fragilidad del sitio. A través de simples intervenciones, se
busca poder dar cabida a un número de programas que se realizan
actualmente en estos humedales –avistamiento de aves, estudios
científicos, paseos turísticos, entre otros-, pero que no tienen la
infraestructura necesaria para poder realizarse de manera controlada
y respetuosa con el entorno. Plantear intervenciones “leves” en el
territorio es fundamental, puesto que cualquier intervención en este lugar
será muy visible a la vista debido a lo abierto y natural del paisaje.

La pregunta entonces es, ¿qué operaciones formales deben realizarse


para dar cabida a las distintas actividades y poner el valor el humedal, sin
desestabilizar su ecología? ¿A través de qué operaciones se puede hacer
un aporte a este lugar y construir nuevas maneras de experimentar este
singular paisaje?

4 Carcanal: roca que se forma a partir de la solidificación de la nube gaseosa de


una erupción volcánica. También conocida como roca ignimbrita. Material limoso con
aspecto similar a “badlands”.

143
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.28 (Derecha) Planta propuesta activación


programática 1:5000

144
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Activación Programática
1 Ingreso y estacionamientos
2 Sendero de borde
3 Lineas entrega agua
4 Senderos soterrados
5 Áreas de pausa
6 Caminos hacia Carcanal
7 Senderos arqueológicos
8 Miradores Carcanal
9 Miradores pampa

5 9
Detalle 3
Nivel elevado
8 4 3
Detalle 2 5
Conexiones territoriales:
6 Nivel soterrado
lineas de agua y camino
7

5 3 9
7
8

4
Sendero de borde del humedal:
elementos de acercamiento 5
Detalle 1
A nivel 3
2
6

Área de influencia: circuitos


arqueológicos y miradores

145
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

A partir de esto se proponen tres maneras de experimentar el humedal


y el paisaje altiplánico: los elementos de borde, elementos soterrados y
elementos elevados (ver imagen 4.27). Cada uno de ellos entrega distintos
niveles de observación, maneras de recorrer, de mirar y de experimentar,
sin establecer marcos rígidos de acción, como bien propone Anita
Berrizbeitia: “(…) los diseños son a menudo indeterminados y abiertos (open-ended),
incorporando aproximaciones diversas y niveles de intervención y manejo dispares.
Estos diseños se enfocan en marcos o estructuras que se adaptan a condiciones variables
más que en formas compuestas para responder a una estética total.”5

1. Elementos de borde

La primera decisión de proyecto ha sido la de limitarse a los bordes


del humedal. De este modo se protege y conserva toda el área interior,
asegurando que la vida animal y vegetal no se vea perturbada por el uso
humano (ver imagen 4.29).

Se propone construir decks de madera, sutilmente elevados sobre el nivel


cero (50 cms) para evitar el contacto directo con el suelo. A partir de
una medida base (120 cms.), se irán construyendo ensanches en zonas
específicas del recorrido, zonas de pausa, que coinciden con el cruce entre
las distintas operaciones propuestas.

La construcción se realiza a partir de elementos prefabricados en la mina,


tanto los decks como los apoyos prefabricados de hormigón. La operación
en terreno se limitará al ensamble y montado de las piezas.

El circuito propuesto recorre todo el borde del humedal; a lo largo de


este circuito de 2 kilómetros, el deck va desapareciendo en ciertos tramos,
de modo de no interrumpir el movimiento libre de la fauna. El recorrido
siempre va acompañado y demarcado por piedras del sitio que se van
disponiendo como elementos indicadores y distanciadores.

2. Elementos soterrados

Los elementos soterrados responden a la necesidad de construir una


experiencia nueva ante el sitio, el acercarse, estar inmerso. Formalmente,
se materializan en brazos que se desprenden del borde (coincidiendo con
las zonas más anchas del deck) enterrándose en el humedal y permitiendo
al visitante acercarse a esta ecología única (ver imagen 4.30).

Esta propuesta nace a partir de los programas ya existentes en los


humedales: los estudios científicos y el avistamiento de aves (birdwatching).
Los primeros necesitan poder estar inmersos en el humedal para la toma
de muestras, mientras que los segundos requieren de un lugar donde poder
reconocer los sonidos de las aves presentes.

La construcción de estos elementos se realiza en zonas donde el espejo de


agua sea aún inexistente (pero sí proyectado), al igual que la vegetación.
Son elementos fundacionales, se anticipan a la recuperación del humedal.

5 Berrizbeitia, A. Re-Placing Process en Czerniak, J. & Hargreaves, G. (eds.)


(2007) Large Parks. New York: Princeton Architectural Press

147
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

148
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Para evitar que la construcción y movimientos de tierra sean muy invasivos,


se propone construir estos brazos con las técnicas tradicionales Inca y
Aymaras de excavación. Esto es, excavación manual.

3. Elementos elevados

Los elementos elevados se disponen a una cierta distancia del humedal;


se busca construir una perspectiva distinta y permitir la observación de
aves sin perturbarlas. Pueden entenderse como elementos puntuales que
configuran un segundo borde, extienden el área de influencia del humedal
hacia el territorio (ver imagen 4.31).

Se proponen dos tipos de elementos elevados:

Hacia el este, hacia la pampa, se propone reutilizar la tierra excavada de


los canales y los elementos soterrados para construir miradores a partir
de relleno. Funcionarían como montículos de tierra dispuestos entre los
canales, proponiendo nuevos recorridos a través del territorio, recorridos
abiertos, insinuados. A su vez, estos elementos permiten tener una visión
panorámica del humedal y, atrás de éste, el Carcanal.

Hacia el oeste, en los puntos altos del Carcanal, se disponen puntos de


mirador, que entregan una visión panorámica amplia de todo el territorio:
el cordón montañoso oriental, las quebradas, los canales y el humedal.
Estas intervenciones puntuales van relacionadas a los senderos propuestos
a través del Carcanal, senderos que recorren un área de patrimonio
arqueológico. El sistema humano ha dejado huellas en este paisaje,
construcciones únicas escondidas en medio del Carcanal de Michincha. A
través de ellas, se propone consolidar un sendero patrimonial arqueológico
que ponga en valor estas construcciones (la ruina como atractivo) y
permita el reconocimiento del proyecto completo.

Sumado a las operaciones anteriores, se ha definido un área de acceso


que contempla zonas de estacionamiento, un refugio para visitantes
y cuidadores con posibilidad de construir un centro de estudios de
humedales (ver imagen 4.8).

149
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

150
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Corte borde humedal 1:100 Corte detalle pasarelas 1:50

Tabla de madera de pino


impregnada 80x140 mm largo
2700 mm
Listón madera 2x4
Perfil de acero HEB 120 mm

Perfil tubular redondo


75 cm alto
Tubo d=50 cm relleno con
concreto 75 cm alto

50 cm

75 cm

200 cm

Detalle constructivo pasarela

Tabla de madera de pino impregnada Tornillo de expansión


80x140 mm largo 2700 mm
Placa de metal protectora
Listón madera 2x4

Perfil de acero HEB 120 mm

Perfil tubular redondo


Pampa salina Deck de madera Jardines de borde Deck de madera Humedal de acero 75 cm largo
570 cm 300 cm 780 cm

4.29 Propuesta proyecto nivel de


observación a nivel

151
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Corte senderos soterrados 1:200

Tabla de madera de pino


Detalles 1:50 impregnada 80x140 mm Malla geotextil
impermeable
Tabla de madera de pino
impregnada 80x140 mm Tornillo expansión

Malla geotextil impermeable Listón madera 2x4

Grava gruesa Tabla de madera de


pino impregnada
Grava compactada 80x140mm

Listón madera 2x4

4.30 Propuesta proyecto nivel de


observación soterrado

153
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Corte mirador pampa 1:100

40 cm
50 cm

600 cm

50 cm

Humedal Pasarela Transición humedal-pampa Pampa salina Deck mirador

4.31 Propuesta proyecto nivel de


observación elevado

155
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

157
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.32 Pasarelas humedal de Michincha

158
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.33 Zonas de pausa y avistamiento de


aves humedal de Michincha

159
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.34 Senderos soterrados.


Inmersión en el humedal.

160
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.35 Vista hacia pampa oriente desde


humedal

161
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.36 Mirador en la pampa

162
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.37 Sendero borde oriente

163
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.38 Sendero hacia Carcanal

164
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.39 Sendero arqueológico Carcanal

165
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

4.40 Circuito arqueológico Carcanal de


Michincha

166
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.41 Mirador Carcanal de Michincha

167
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Sendero de Chile
PARTICIPACIÓN

Comunidades Aymaras

Comunidad de Pica PROYECTO

Consejo de Monumentos
Nacionales

DISEÑO

Arquitectos + equipo
profesional multidisciplinario

CONSTRUCCIÓN
INVERSIÓN Collahuasi
MATERIALES
MANO DE OBRA

INVERSIÓN
Comunidad Aymara GESTIÓN
Organizada
Gobierno
Regional
ADMINISTRACIÓN

GESTIÓN /
ADMINISTRACIÓN
Municipalidad de Pica
GESTIÓN

ADMINISTRACIÓN Y
CONTROL

CONAF

CONTROL DE CIDERH CONTROL Y


CALIDAD DE AGUAS MANTENIMIENTO
Centro de Estudios de Humedales

Gerencia Medio Ambiente Collahuasi


MANTENIMIENTO Y
CONTROL FLORA Y FAUNA
4.42 Esquema de etapas y actores
involucrados

168
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

4.3.3 Protección legal y actores involucrados


Entendiendo que el proyecto presentado busca ser un proyecto gatillante,
un proyecto de activación, que pueda sembrar las bases para futuros
proyectos mayores en el altiplano (probablemente en los terrenos de
la minera posterior a su cierre y en el resto de los humedales alterados
ecológicamente) se hace necesario enmarcarlo dentro de un marco de
protección legal, capaz de permitir su subsistencia en el tiempo.

En Chile, las figuras legales de protección sobre un territorio rural son las
de Reserva Natural y Parque Nacional. Tienen objetivos de conservación,
preservación y goce de las personas. La principal diferencia entre ambas
radica en la dificultad de intervención, que es mucho mayor en el segundo
caso.

Actualmente, la Región de Tarapacá cuenta con tres zonas protegidas por


la CONAF:
La Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, el Parque Nacional Volcán
Isluga y el Parque Nacional Salar del Huasco estos dos últimos ubicados
en el Altiplano. La clasificación de Parque Nacional, en un futuro,
podría entregarle la protección legal necesaria, permitiendo consolidar la
protección del ecosistema de humedales en la frágil zona del altiplano sur
de la región.6

En un futuro, el parque podría integrar el sistema minero al resto del


paisaje altiplánico; volver sus límites menos impermeables, territorial y
visualmente, de manera de completar la relación fragmentada que existe
actualmente entre los distintos sistemas.

Sumado a lo anterior, el proyecto propone hacer partícipes a diversos


actores capaces de aportar desde sus distintas disciplinas y áreas de interés
a la consolidación de la propuesta. Cada uno de ellos se ha visto o se vería,
en alguna medida, involucrado en una de sus cuatro etapas o áreas de
participación, como muestra la imagen 4.37:

Proyecto:

Etapa de gestación. Apunta a enriquecer la propuesta acá planteada


a través de la participación de los diversos grupos interesados en
desarrollar turística y culturalmente este paisaje. La propuesta es la de
integrar a los diversos actores a través de instancias de conversaciones que
permitan develar sus puntos de vista e intereses. Además se contempla la
participación de un equipo multidisciplinario de profesionales capaz afinar
todos aquellos detalles técnicos de su competencia. Los involucrados son:

Sendero de Chile
Comunidades Aymaras
Comunidad y representantes de Pica
Consejo de Monumentos Nacionales
Arquitectos + equipo profesional multidisciplinario
Collahuasi

6 Apuntes a partir de la conversación de la autora con Priscila Piña, encargada


de Parque Nacionales de la Región de Tarapacá en CONAF. Lunes 20 de enero de 2014,
12:00 hrs.

169
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

170
Proyecto. Activación del humedal de Michincha

Construcción:

El proceso de construcción debe ser lo menos invasivo posible con el


paisaje, especialmente en los sectores aledaños al humedal. Se apunta a
llevar materiales prefabricados, un proyecto por piezas que, en su mayor
parte, sólo deba ser ensamblado y montado en el lugar. Se trabajará con
materiales disponibles en el territorio y en las faenas mineras (piedra,
madera de pallets, hormigón). Los actores involucrados son:

Collahuasi
Arquitectos + equipo profesional multidisciplinario
Comunidad Aymara organizada
Gobierno Regional

Gestión/Administración:

El proyecto busca hacer partícipe de su gestión y administración a las


comunidades ancestrales de estos territorios. Como se ha visto en zonas
cercanas a San Pedro de Atacama, donde las comunidades Atacameñas
se han hecho cargo de proyectos turísticos como las Termas de Puritama
y la Laguna Cejar, se apunta a trabajar en conjunto con las comunidades
Aymaras. Además, pueden existir organismos de gestión mayor como
CONAF y la comunidad de Pica. Se consideran:

Comunidad Aymara organizada


Gobierno Regional
Municipalidad de Pica
CONAF

Control/Mantenimiento

Es fundamental que exista un compromiso de cuidado y mantención


del proyecto, tanto en términos ecológicos (calidad y cantidad de agua
entregada, aumento/disminución de flora y fauna, calidad de suelos,
entre otros) como programáticos (estado de senderos y miradores,
cumplimiento de reglas de uso, entre otros). Para esto se consideran los
siguientes organismos:

CONAF
CIDERH
Centro de Estudios de Humedales – Centro de Estudios del Desarrollo
Gerencia Medio Ambiente Collahuasi

171
5 Conclusiones
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Gaviota
andina

Lauca
Vicuña

Flamenco
Pato Juarjual
andino Huasco

Michincha

Flamenco
chileno

Putana

Llama

S. de Tara

Aguas Calientes

Golondrina

Huallata

Maricunga

Alpaca Laguna negro Francisco

0 30 60 90 km

5.1. Red de humedales altoandinos

174
Configuración de una nueva mirada: La experiencia del paisaje a partir del proyecto

Configuración de una nueva mirada: La experiencia del paisaje a


partir del proyecto

La idea central que cruza toda la investigación aquí presentada propone


desvelar y hacer visible, este singular paisaje del altiplano y sus humedales
altoandinos. Un paisaje único en su conformación que es necesario activar
y poner en valor. Cómo acercar al visitante a vivir la experiencia del lugar,
cómo orientarse en un territorio, y cómo hacerlo suyo - a partir de la
configuración de un imaginario – son los aspectos claves que esta tesis ha
planteado.

La propuesta de la tesis, directamente relacionada con la creación de


una experiencia en el paisaje, implica enfocarse en el recorrido, en la
construcción del andar como base fundamental de la comprensión del
lugar. Es decir, en aspectos de activación. La experiencia vivida a partir
del recorrido por el territorio, ya sea por medio de un vehículo o a pie, el
andar, el movimiento, puede convertirse en un instrumento que, precisamente por
su característica intrínseca de lectura y escritura simultáneas del espacio, resulte idóneo
para prestar atención y generar unas interacciones en la mutabilidad de dichos espacios.1
El acto de recorrer un territorio implica en sí la transformación de un
paisaje y su significado, en otras palabras, la configuración de una nueva
mirada; el sólo hecho de andar en él modifica culturalmente el significado del
espacio y, en consecuencia, el espacio en sí mismo.2

El paisaje altiplánico ha sido recorrido, vivido y experimentado por miles


de años. En él se asentaron y consolidaron comunidades completas,
que fueron dejando sus huellas, haciendo propio este paisaje a través
de una lectura e imaginario común. Sin embargo, la situación actual de
estos territorios ha cambiado. Las comunidades que lo habitaban han
ido desapareciendo y, en su lugar, se han desarrollado nuevas actividades,
principalmente productivas –como la minería, que ha sido una de las
problemáticas recogidas por esta investigación-, lo que ha modificado
completamente su significado. La relación de un grupo humano con su
espacio productivo es completamente distinta a la relación de quien recorre
y habita ese mismo lugar; y es ante la pérdida de esa relación originaria
entre el ser humano y su lugar, que la tesis enfrenta el desafío de volver a
configurar una conexión armónica.

El planteamiento por tanto es el de ‘volver a habitar el lugar’ en el sentido


de apropiarse del mismo –experimentar, recorrer, orientarse, aprehender-,
volver a configurar un espacio bajo los patrones que lo regían y que se han
ido perdiendo en el tiempo. Para ello, ha sido también necesario observar
las huellas que permiten volver a retomar una manera de estar en el paisaje
altiplánico.

Sumado a lo anterior, se reconoce un conflicto que tiene relación con el


elemento estructurante de este paisaje altiplánico, el agua. La existencia
del agua es, como se ha dicho anteriormente, el factor que ha permitido la
vida y el desarrollo cultural y económico del altiplano. De la existencia del
agua han dependido –y seguirán dependiendo- todas las formas de vida
presentes en la historia de este territorio. Un paisaje que opera y funciona
en torno a este elemento fundamental y que, hoy en día, se encuentra en
conflicto.

1 Careri, F. (2003) Walkscapes. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 27


2 Ibíd. 51

175
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

El agua, que se hace visible a través de los humedales altoandinos, es


también un elemento de orientación, un hito en el paisaje. Es ahí donde
los grupos nómades construyeron sus lugares de pausa; la pampa como
camino y el humedal como destino. Las huellas de todos los seres vivos
del altiplano siempre se dirigieron al humedal, es en él donde encontrarían
vida en el desierto.

La propuesta de la tesis recoge, por tanto, las huellas en el territorio y


un imaginario que valora y destaca los elementos básicos de este paisaje,
lo reconfigura: el gran eje longitudinal, el sendero altiplánico que recorre
estas tierras en todo su largo, va acompañado de paradas memorables, de
hitos y pausas, los humedales. Michincha es uno más entre todos ellos. Los
elementos de orientación están dados por los caminos del agua, las huellas
que conducen el agua de las quebradas al humedal a través de la pampa.
Elementos con una doble función: recuperar ecológicamente el humedal
y orientar hacia él.

Desarrollar un proyecto en este lugar implica darle una segunda vuelta a la


importancia que tienen para nosotros estos paisajes recónditos, remotos.
Implica entregarles valor más allá del económico. Un valor sustentado en
el desarrollo cultural humano, en la riqueza de la experiencia del paisaje y
lo que éste puede aportar al visitante. Como bien afirma Richard Long, “la
naturaleza produce mucho más efecto en mí que yo sobre ella.” 3

Entregar una nueva mirada sobre un paisaje alterado – base de esta


investigación debido a las alteraciones sufridas - da cuenta de la
importancia que tienen las intervenciones arquitectónicas, en cuanto
conformadoras de un nuevo carácter. La intervención propuesta, por
tanto, ha decidido ser un proyecto gatillante, anticipatorio y activador, para
que en un futuro las tierras altoandinas puedan tomar un nuevo valor en
nuestra cultura; recogiendo los aspectos mencionados a lo largo de esta
investigación proyectual.

El desafío futuro radica en ser capaz de hacerse cargo del resto de las
temáticas que surgen a raíz de la presencia de actividades productivas en
estos paisajes. A pesar de que las transformaciones territoriales posteriores
son impredecibles, ya que la minería se encuentra hoy en pleno apogeo.
Esta tesis, en su esfuerzo de buscar mejoras desde la arquitectura del paisaje,
ha abordado una de las múltiples aristas del conflicto, su relación con los
humedales. Sin embargo, queda abierta una puerta al resto de las temáticas
presentes en el lugar: modificaciones de la topografía, futuros planes de
cierre, contaminación por químicos, entre otras, que se presentan como un
gran campo de estudios y desarrollo para nuestra disciplina.

Chile es un país que aún no se desarrolla por completo, la existencia de


tierras como nuestro altiplano lo demuestran. En nuestro país existen
contextos radicalmente distintos, especialmente si comparamos la zona
centro con los extremos norte y sur, donde el desarrollo urbano, cultural y
de servicios es bastante precario.

Considerando las reflexiones anteriores, es importante destacar por tanto


que los principales aportes de la investigación pueden resumirse en tres
puntos:

3 Long, R. en Careri, F. (2003) Walkscapes. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 148

176
Configuración de una nueva mirada: La experiencia del paisaje a partir del proyecto

Intervención de un Paisaje Remoto

En primer lugar, la investigación y el proyecto abordan conflictos y temáticas


que amplían el campo de acción de la disciplina. Estos paisajes remotos aún
no han sido objeto de desarrollo en el ámbito de la arquitectura del paisaje,
por lo que cualquier propuesta o investigación puede ser utilizada como
base para futuros proyectos en situaciones similares, territorios donde se
busca compatibilizar lo productivo con el uso humano y ecológico. La
arquitectura del paisaje, en el mundo, es una disciplina que se interesa
por resolver o participar de conflictos a gran escala y que implican una
colaboración multidisciplinar frente a los proyectos a resolver. El arquitecto
cumple, muchas veces, el papel de gestor y coordinador del proyecto y es
quien propone una mirada distinta sobre los temas en juego. En este caso
particular lo que se ha buscado es configurar una nueva mirada frente a
un tema en conflicto. Buscar soluciones, a través de las herramientas de
nuestra disciplina, que sean un aporte a la manera en como construimos,
ordenamos y pensamos nuestro territorio y nuestros paisajes.

Construcción de un Relato: Experiencia del Paisaje

En segundo lugar, la metodología de trabajo propone hacerse cargo de


estas propuestas desde dos frentes, el relato escrito y el relato gráfico.
Ambos son interdependientes y construyen en conjunto la totalidad
de la propuesta. Por una parte, el relato escrito permite configurar un
imaginario del paisaje y recoger los distintos puntos de vista frente al tema
a través de fuentes directas, entrevistas y conversaciones con los actores
involucrados, desde los habitantes del altiplano hasta trabajadores de la
minera. Por otra parte, el relato gráfico implica un análisis en múltiples
escalas, de lo general –macro- a lo particular –micro-, donde cada escala
presenta temáticas y procesos que van entregando pautas sobre cómo
actuar en el sitio escogido. Esta metodología puede ser aplicada en otros
casos de estudio y territorios.

Estrategias Ecológicas y Programáticas

En tercer lugar, la tesis reconoce estrategias de cómo actuar ante este


paisaje; estrategias que podrían ser consideradas –y replicadas- en cualquier
proyecto futuro dentro de la red de humedales altoandinos ya mencionada
(ver imagen 5.1), permitiendo así su consolidación. La primera estrategia
contempla la activación ecológica del humedal. Debido al estado actual
de ciertos humedales –afectados por la extracción de agua de la empresas
mineras- esta primera estrategia debería apuntar a la recuperación del
humedal a través del manejo de aguas superficiales. Una segunda estrategia
implica la activación programática. En ella se apunta a dar vida a este lugar,
dar cabida al recorrido, a la experiencia del paisaje.

Finalmente, la tesis busca construir una invitación a una nueva manera de


mirar el paisaje, a redescubrir lo que tenemos, a reconocerlo y apreciarlo.
Como propone Simon Schama, “En lugar de ser otra explicación de lo que hemos
perdido, es una exploración de lo que todavía podemos encontrar.” 4

4 Schama, S. (1995) Landscape and Memory. New York: Vintage Books Ed. 14

177
6 Bibliografía y fuentes

Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

180
Bibliografía y fuentes

6.1 Bibliografía
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184
Bibliografía y fuentes

6.2 Fuentes documentales


ENTREVISTAS Y CONVERSACIONES

Lagunas, Héctor. Gerente de Medioambiente mina Collahuasi. Santiago:


26 de septiembre de 2013, 10:00 hrs.

Courard, Pablo. Superintendente Planificación Mina en CODELCO. Los


Andes: 19 de diciembre de 2013, 11:00 hrs.

Rojo, Benito. Artista Visual. Santiago: 7 de enero de 2014, 10:30 hrs.

Piña, Priscila. Encargada regional de humedales de CONAF Región de


Tarapacá. Iquique: 20 de enero de 2014, 12:00 hrs.

O’Ryan, Enelidolfo. Jefe Oficina de Cultura de Pica. Pica: 21 de enero de


2014, 10:00 hrs.

Riquelme, Ana. Oficina Agricultura de Pica. Pica: 21 de enero de 2014,


17:00 hrs.

Mamani, Maximiliano. Descendiente Aymara. Pica: 22 de enero de 2014,


15:00 hrs.

Lucas, Pedro. Habitante Aymara en Salar del Huasco. Salar del Huasco:
25 de enero de 2014, 12:00 hrs.

Carevic, Álvaro. Arqueólogo y antropólogo Universidad Arturo Prat.


Iquique: 27 de enero de 2014, 11:30 hrs.

Ortiz, Claudia. Bioquímica, doctora en ciencias biológicas. Gerente


general en Ambiotek Spa. Santiago: 4 de junio de 2014, 12:00 hrs.

Cereceda, Pilar. Geógrafa, Pontificia Universidad Católica. Santiago: 10


de julio de 2014, 15:30 hrs.

Alfaro, Wilfredo. Conaf, experto en manejo de aguas y desertificación.


Conversaciones vía mail, julio-agosto de 2014.

Vera, Leonardo. Investigador en tecnologçias ambientales CIDERH.


Iquique: 21 de julio de 2014, 10:30 hrs.

Faúndez, Luis. Ingeniero agrónomo Universidad de Chile. Santiago: 17


de septiembre de 2014, 13:00 hrs.

185
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

SEMINARIOS Y CURSOS

CURSO (I:2013: Santiago) “Planificación y Ordenamiento Territorial


y Evaluación Ambiental Estratégica: Experiencias, Enfoques y
Perspectivas”. Santiago: Auditorio de la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la Universidad de Chile, 3 y 4 de diciembre de 2013

SEMINARIO INTERNACIONAL. (I: 2013: Santiago) Cultura del


Agua: paisajes, territorios y ciudadanía. Santiago: Universidad Diego
Portales, 12 y 13 de noviembre 2013

TALLER INTERNACIONAL (I: 2014: Pica) “Avances y proyecciones


de la consideración de los cambios climáticos en la evaluación ambiental
estratégica (EAE)”. Pica: CEH, 22-25 de enero de 2014

186
Bibliografía y fuentes

6.3 Referencias iconográficas


1. Introducción:
1.1. Fotografía de la autora. Humedal de Michincha, enero 2014.
1.2. Fotografías encontradas en internet:
Flamenco: http://en.wikipedia.org/wiki/Andean_
flamingo#mediaviewer/File:Two_andeanflamingo_june2003_arp.jpg
Vicuña: http://www.bichosargentinos.com.ar/vicuna/
1.3. Imagen izquierda: http://www.panoramio.com/photo/68060517
Imagen medio: Fotografía de la autora. Michincha, enero 2014
Imagen derecha: Vista aérea de faenas mineras de Collahuasi. Fotografía
de Sergio Nuño, entregada por Paulo Huerta.
1.4. Elaboración propia a partir de información del Consejo de
Monumentos Nacionales sobre Camino del Inca en Chile.
1.5. Elaboración propia a partir del información de Sendero de Chile.
1.6. Imágenes obtenidas de internet.
Arriba: http://www.calitours.cl/tours.php?Form=Tour&Id=189
Abajo: http://www.avespatagonia.com/en/galery/best-pictures
1.7. Fotografías recuperadas de internet. www.landezine.com
1.8. Fotografías recuperadas de internet. Arriba: http://southernspaces.
org/sites/southernspaces.org/files/images/2013/orff-001-toxicmapfull-
lg.png. Abajo: http://ruinsorbooks.com/wp-content/uploads/2012/10/
petrochemical-9-2000.jpeg
1.9. Fotografía de la autora. Salar del Huasco, enero 2014.
1.10. Fotografía de la autora. Lagunillas, enero 2014.
1.11. Elaboración propia
1.12. Croquis realizados por la autora. Enero 2014.

2. Paisaje altiplánico:
2.1. Elaboración propia a partir de Pintura de paisaje rural en el campo
chileno por Alfredo Valenzuela Llanos
2.2. Fotografía de la autora. Humedal de Michincha, enero 2014.
2.3. Fotografías recuperadas de internet. Google: “desert land art”
2.4. Fotografías de la autora. Enero 2014.
2.5. Elaboración propia
2.6. Elaboración propia
2.7. Elaboración propia
2.8. Elaboración propia
2.9. Elaboración propia a partir de fotografías tomadas en enero 2014
2.10. Fotografías de la autora, Salar del Huasco, enero 2014
2.11. Arriba: http://static.panoramio.com/photos/large/43742384.jpg
Medio: http://www.conservacionybiodiversidad.cl/wp-content/
uploads/2012/10/queñoa2.jpg
Abajo: Fotografía aportada por Diego Terán para esta tesis.
2.12. Elaboración propia a partir de fotografías tomadas en enero y julio
2014.
2.13. Elaboración propia
2.14. Elaboración propia
2.15. Elaboración propia
2.16. Elaboración propia
2.17. Elaboración propia

187
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

3. Humedales Altoandinos:
3.1. Fotografía de la autora. Michincha, enero 2014
3.2. Fotografías recuperadas de internet. Búsqueda en Flickr “Bofedales
altiplano”
3.3. Elaboración propia
3.4. Fotografías recuperada de internet: http://www.msgg.gob.cl/wp-
content/uploads/2011/06/noticia-valle-arica-1.jpg
3.5. Elaboración propia
3.6. Elaboración propia
3.7. Fotografías recuperadas de internet. Arriba: https://farm4.
staticflickr.com/3170/3106350703_bd4e1bfd4e.jpg. Medio: http://
elnoticierodelhuasco.cl/2014/09/los-humedales-altoandinos-nos-
necesitan/. Abajo: http://www.fotosimagenes.org/imagenes/bofedal-2.
jpg
3.8. Elaboración propia a partir de fotografías de internet y de la autora
3.9. Fotografías recuperadas de internet. Arriba: http://farm6.static.
flickr.com/5447/7178003822_5bd9266e0c_m.jpg. Medio: http://
www.avitours.cl/prontus_avitours/site/artic/20091202/imag/
FOTO_1820091202120805.jpg. Abajo: https://www.flickr.com/photos/
patorojas/3047362002/in/pool-pachamama
3.10. Elaboración propia a partir de fotografías de internet y de la autora
3.11. Elaboración propia a partir de fotografías de internet y de la autora
3.12. Elaboración propia. Fotografías de la autora.
3.13. Elaboración propia. Fotografías de internet y de la autora
3.14. Elaboración propia. Fotografías de internet
3.15. Fotografías de la autora
3.15. Fotografías de la autora
3.17. Fotografías de la autora
3.18. Fotografía de la autora
3.19. Elaboración propia
3.20. Fotografía de la autora (Medio). Collahuasi, julio 2014.
Fotografías recuperadas de internet. Arriba: http://www.bellopublico.cl/
el-trabajo-de-la-empresa-minera-quiborax/
Abajo: http://www.ducasse.cl/noticias/item/448-codelco-decide-
desarrollar-proyecto-de-rajo-abierto-para-extender-vida-util-de-salvador
3.21. Elaboración propia
3.22. Elaboración propia
3.23. Elaboración propia

4. Proyecto
4.1. Fotografía de la autora
4.2. Elaboración propia
4.3. Elaboración propia
4.4. Fotografías de la autora
4.5. Elaboración propia
4.6. Elaboración propia en base a análisis obtenidos en programa
ArcMap
4.7. Elaboración propia
4.8. Fotografías de la autora
4.9. Elaboración propia
4.10. Fotografías de la autora
4.11. Elaboración propia
4.12. Fotografías de la autora
4.13. Elaboración propia

188
Bibliografía y fuentes

4.14. Elaboración propia en base a análisis obtenidos en programa


ArcMap
4.15. Elaboración propia
4.16. Elaboración propia
4.17. Elaboración propia
4.18. Imágenes extraídas de Google Earth por la autora
4.19. Fotografías de Paulo Huerta (Collahuasi) de 2010 y 2012,
fotografías de la autora de 2014.
4.20. Elaboración propia
4.21. Elaboración propia
4.22. Elaboración propia
4.23. Elaboración propia
4.24. Elaboración propia en base a esquemas de sistema jessour
encontrados en internet en http://nsa30.casimages.com y http://www.
solutionsforwater.org
4.25. Elaboración propia
4.26. Elaboración propia
4.27. Elaboración propia
4.28. Elaboración propia
4.29. Elaboración propia
4.30. Elaboración propia
4.31. Elaboración propia
4.32. Elaboración propia
4.33. Elaboración propia
4.34. Elaboración propia
4.35. Elaboración propia
4.36. Elaboración propia
4.37. Elaboración propia
4.38. Elaboración propia
4.39. Elaboración propia
4.40. Elaboración propia
4.41. Elaboración propia
4.42. Elaboración propia

5. Conclusiones
5.1. Elaboración propia

189
7 Anexos Documentales
Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

192
Anexos documentales

Entrevista a Enelidolfo “Míster” O’Ryan


Jefe Oficina de Cultura, Municipalidad de Pica
Martes 21 de enero 2014, 10:00 hrs.

“Las compañías mineras han llegado a instalarse en esta región, pero


debemos convivir de una manera en que nosotros, mutuamente y
recíprocamente, nos respetemos. Que ellos respeten, en este caso, al
hombre, al hombre de este desierto; respeten las familias y el futuro de
ellas, y el futuro de la descendencia de ellas. Entonces es un deber de las
mineras, en forma abierta, clara, precisa, anunciar ellos de que van a cuidar
siempre este recurso. El recurso que los paisajes andinos tienen, como
el agua, la flora, la fauna, etcétera; y el medio ambiente. Ellos manejan
muchas maquinarias, muchos movimientos de tierra, muchos procesos
en la explotación o exploración. Por lo tanto para nosotros el impacto
ambiental debe ser cero. Un poco utópico, ¿no? Desde el momento en
que entra un vehículo ya hay un impacto. Pero en lo posible haya una
sana convivencia entre empresas y población o comunidad. Esto es lo
que pretendemos. Por la tanto, dentro de un contexto arquitectónico,
natural, eso debe estar siempre así, debe quedar siempre así. Cualquier
modificación le hace daño al paisaje, le hace daño a la flora, a la fauna,
¿verdad? y nos mete en un tema de que debemos estar ahora preocupados
de investigar a ver qué pasa, de estar haciendo mediciones… Qué pasa
con la empresa después de diez años, qué pasa con la flora, qué pasa con
la fauna; hacer estas evaluaciones. Y cuando hay cosas negativas entonces
entramos en conflicto. Entramos en conflicto.

Son espacios de paz, de quietud, de silencio. Que el ruido de los vehículos,


de la maquinaria, el movimiento de vehículos que transitan a diario, todo,
cierto, modifica, modifica. Ahora tú vas a la cordillera y te encuentras con
tremendos camiones y buses y camionetas de color rojo que suben y bajan;
entonces eso es un impacto, es un impacto. Por detrás es entendible que
hay un desarrollo de una economía, ¿no? Desde ese punto ya vemos que es
favorable también. Todos queremos aspirar a un desarrollo, a un desarrollo
económico. Y acá es donde se mezcla el asunto de desarrollo sustentable.
Y qué es sustentable, ¿no? Cuál es la mirada de la sustentabilidad acá.
Ahí es donde nosotros tenemos que trabajar para que eso realmente
sea sustentable. Porque a veces se agrega otra cosa. Dice sustentable
en el tiempo, quién nos dice que en el tiempo va a ser sustentable. Esa
sustentabilidad tiene que ser presente, ahora. Ahora tiene que estar el agua
tantos litros por segundo como siempre ha estado; si comienza a bajar esa
medición ya estamos en problemas. Si comienza a haber sequedad en el
bofedal ya estamos en problemas.

Entonces, ¿Qué es la sustentabilidad? Dentro de lo que es el paisaje. Vas


a hablar de un paisaje, no sé si estoy claro, pero de un paisaje sustentable.
¿Crees que eso va a ser siempre así? ¿Vas a ver eso siempre así? O vas a
pintar hoy día un paisaje arquitectónico, armonioso y, a la década, vas
a ver lo que pintaste y caramba, no es lo que yo pinté porque eso era
verde, ahora es amarillo, verdad? Ese cerro de la sal ahora tiene una herida,
alguien pasó con una maquina. Mira ese cerro tiene una antena, antes no
la tenía, etc. Entonces de ahí hay que ver, ¿qué es la sustentabilidad de
esto? Y no estamos en contra de la presencia de una minera. Tiene que
manejarse.
En Santiago escucho que las palmeras quieren disimularlas como palmeras,
no? Porque la vista, los ojos, son muy acusadores, y transmiten hacia el
interior del ser humano un sentimiento. Por los ojos, no cierto, a veces

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

nuestro ánimo es optimista, a veces pesimista de acuerdo a lo que uno ve.


Uno pasa por una calle llena de basuras y uno se deprime; pasas por una
calle llena de flores, jardines bien manejados y te inspira, te enamoras del
paisaje.
Cuando yo voy al Huasco trato de no acercarme a la orilla; lo más lejos
posible. Lo que hace el turista, quiere acercarse lo que más pueda al
flamenco. Y uno empieza a ver, a observar cómo el flamenco empieza a
correr, a correr hacia atrás, hasta que definitivamente se siente acorralado
y vuela. Un animal que está tranquilo, luchando en conseguir sus gramos
de microalgas en el día, vas y lo sacas de esa actividad por unos cuantos
minutos. Entonces el animal pierde un tiempo en que él está trabajando
para conseguir su energía, y tú lo sacas de eso, pretendiendo sacar la foto.
Entonces ahí tiene que haber un paisaje resguardado, y no colocar letreros,
sino que tiene que anunciarse a la conciencia quizás antes, en el mismo
camino de Collahuasi: “señores visitantes, no se acerquen al flamenco por
el daño que pueden producirle.” Por suerte parece que estos animales no
anidan ahí, anidan en otros lugares y emigran ahí. Ya un vehículo que se
asome, ya el animal está en alerta. Ya lo molestaste. Al Ñandú igual, el
Ñandú ve el vehículo, ve la gente que se baja, y ya el ñandú comienza a
trasladarse. Y si te acercas más, él va a desplazarse a una velocidad para
alejarse del peligro. Lo estás haciendo gastar energía. En un clima que es
complicado para ellos la energía es importante. Entonces lo sacas en un
momento de su hábitat. Eso es lo que uno observa. Quizás el camélido, el
llamo, la alpaca están más acostumbrados; incluso se exponen para la foto.
Son cosas que uno puede observar.

El Huasco tiene cosas hermosas, fantásticas, pero también tiene una zona
de desierto que es hacia el oriente del Huasco, es un poco desértico. No
tiene mucha vegetación. Es frágil la vegetación. Todo esto tiene nombres
científicos, los tengo anotados, pero sí en el común y corriente está la
paja brava, que es como el coirón para el sur, está la llareta, la tola y otras
hierbitas más. La queñoa está más alejada del lugar. Pero sí es hermoso ver
en estos salares humedales como Coposa, el Huasco, Huantija, también
en algunas vegas o bofedales, ver a este ganso andino que le llaman la
Huallata, ver unos patos, ver las perdices -que son distintas a las del sur,
son más verdosas- de repente te cruzas en el camino con una de ellas
con sus polluelos atrás, ver esta gaviota andina, que también está allí
presente con sus patitas con membrana y el cóndor que vuela también
a veces por sus aires, el zorro, que a veces no es sorprendente verlos,
están ahí presentes, algún tipo de gatos también hay, pero a esos ya cuesta
verlos más, liebres, me sorprendí ver una liebre en estos tiempos atrás,
no había visto, la vizcacha que está mucho antes del Salar, el flamenco, y
una cantidad de avecitas chiquitas como jilgueros, algo así, que son muy
bonitos. Acá (en Pica) tenemos el gorrión, deben ser parientes del gorrión
porque son de la misma forma pero con otros colores. Entonces hay un
asunto de ornitología. Con respecto a las aves hay cositas para ver ahí. La
vicuña, antes, subiendo a estos salares no cierto, podemos encontrarnos
con guanacos, con una orografía también muy hermosa como los Huayas,
el Siyajuay, estos cordones montañosos que rodean estos salares, el Piga,
el Napa, el Irruputuncu; estas crestas a veces nevadas, a veces no nevadas,
en determinados tiempos visten al paisaje. Parte del agüita, los humedales,
esta flora y fauna, estos majestuosos cerros que son volcanes, etcétera,
montañas que dan un ambiente. A mí me encantan los cerros, trato de ver
como se llama uno, como se llama el otro. El indígena tampoco estuvo
ajeno a hacer un culto también con los cerros, y una triangulación también
en la zona. Tenemos el Inti Illimani, El Sajama, el Tacora, están ahí los
Parinacota, el Tapaca y venimos con cerros muy importantes como el

194
Anexos documentales

Tatajachura, el Huanapa, el Siyajuay y así nos vamos hasta el Aconcagua.


Todos éstos en el pasado, por situaciones de creencia, sacrificaron también
seres humanos. Para calmar, acallar un poco la inquietud de éstos dioses.
Vaya uno a juzgarlos por eso. Pero volviendo, el paisaje se pone hermoso
con estos cerros. De repente te hablan, y cuando tú quieres ir donde ellos
como que se alejan, las distancias se van alejando.
Y además estamos en un territorio de un paisaje panorámico amplio. Tú
asomas en la Cordillera, de oriente a occidente, y asomas en los 4000
metros, y tienes un panorama de un paisaje donde dominas toda la Región
de Tarapacá de un solo vistazo. Yo estuve en Chillán, estuve por varios
pueblos del sur, y me sentía encerrado, porque yo venia por la ruta y lo
único que veía era álamos por los dos lados. Álamos y más álamos y,
bonito el paisaje, pero había que subirse a un edificio muy alto para ver
una panorámica, o andar en helicóptero. Aquí no, tú te paras en cualquier
punto de este desierto y tienes una panorámica de paisaje hermoso.

Bueno acá tienes que también, no sé si te interesa pero, lo que son los
colores. Los colores te tienen que también pintar el paisaje. El color de
las aguas del mar, el color del cielo, en distintas horas, el amanecer, el
atardecer; tienes tú estrellas, tienes una noche sumamente estrellada y
puedes ver constelaciones. Acá vemos todos los días una constelación,
en determinada hora, a la puesta de sol, vemos Orión; un poquito antes
de que salga el sol ya vemos escorpión. En determinados tiempos del
año, como ahora, estamos viendo a las tres de la mañana, la cruz del sur,
la Chacana. Por mayo la estamos viendo a las ocho de la noche. Es una
constelación que hace un círculo polar ahí no más. No como otros que
salen de la cordillera y se van al mar. Ésta no, la cruz del sur sale acá al
frente, sube y ahí mismo baja. Es preciosa.
Entonces tiene colores, colores que están en los cerros está en la arena, está
en la montaña. Tienes distintos verdes, distintos verdes… ¿qué es verde?
No hay un verde ideal, hay una variedad de verdes. Incluso hay plantas que
son, como en todas partes, muy curiosas; dan flores de dos colores. Una
planta genera distintos colores. En el paisaje del oasis (de Pica) tenemos
árboles añosos como los Mangales que ya tienen su historia, tenemos un
Jacarandá allí que es más que centenario, tenemos un Ficus que es más que
centenario; esos troncos adornan los paisajes. Estas buganvilias se adaptan
muy bien acá como los hibiscos o “cucádoas”, los narbos. Podemos hablar
que en el desierto, en el oasis hay, entre comillas, un “arte florario”. Como
los indígenas tienen un arte plumario, hay un arte de las flores. Adornan
el paisaje.
La vestimenta de la gente, que hoy día está más globalizado esto, todos
usamos blue jeans, pero hay rasgos en la vestimenta, en el hablar de la
gente, en el sonsonete, en el timbre de voz. En el uso de las palabras. Hoy
en día estamos todos “Oi pa onde vay”, acá todavía se escucha un “Oye
para dónde vas”; “Qué vay a hacer, pa qué”, “qué vas a hacer, para qué”.
Acá se trata de hablar correcto en algunas voces. Bueno todo esto es tema
de paisajes, no?
Si te metes en el desierto, a lo pequeño, vas a ver lagartos, vas a ver
mariposas, vas a ver cuncunas, arañas, avispas, tábanos, moscos,
moscardones, hormigas, o sea, el desierto no es tan desierto. Es un desierto
vivo. En donde no hay vida, hay colores, hay estrellas, hay cosas hermosas,
salares. Y cualquier cosa que se mutile, cualquier cosa que se dañe, afecta
al contexto general del paisaje.
Te hablo de un paisaje macro que es la región, sus termas, las termas, esa
agua que por la providencia surge de la tierra y da origen a la vida que se
manifiesta como te digo. Si estás en Pica, Pica es un paisaje hermoso. Un
verde inserto en este desierto, pero no un verde arisco, es un verde madre,

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cariñosa, afectuosa, amante de sus hijos, querendona, atractiva. Este oasis


es una madre hermosa, atractiva, generosa. Y no te da cualquier cosa, te
da frutos agradables, generosos también, como la madre misma. Te da
un limón rico, un mango sabroso, una naranja especial, limas especiales,
tomates agradables, dulces. Porque es una tierrita pequeña especial para
la agricultura, no todo es desierto. El desierto después de estas áreas de
cultivo, hacia norte, sur, este, oeste, es un desierto arisco, salado, un terreno
duro. Ahí no puede crecer el naranjo. Sí, sin embargo, ahí se pueden
adaptar otros árboles que también son parte del paisaje como el tamarugo,
el algarrobo, que te dan también sus frutos, que también producen la
sombra, que también te pueden abrigar con el calor de sus leñas, etcétera.
Todo esto es el paisaje, todo esto es lo que tenemos; así de forma somera,
relámpago te hablo. Si yo fuera poeta me dedicaría hasta a la hojita, con
el nidito. Acá tenemos nidos, nidos de cuculí, nidos de gorriones, nidos
de colibrí; es hermoso el nido de colibrí, muy hermoso, precioso. Yo ni
con mis manos puedo hacer un nido como lo hace esa avecita con su
pico; como trenza todo, y es un canastito así, muy bonito. Y ahí cría sus
pichoncitos. Es muy especial ese animalito, ese avecito. Vive con nosotros
el colibrí acá en Pica. De esas especies de Colibrí que hay en toda América
acá en Pica tenemos una que es el Colibrí del Norte. Tenemos también acá
el Comesebo Tamaruguense, muy bonito, vive con nosotros. La Cuculí,
que es la zenaida meloda, vive con nosotros una columbina, una tortolita,
de patitas salmoncitas, muy bonito. La Cuculí es una dama muy hermosa,
se pinta los ojos violeta y las patitas rojas. Y una manchita blanca al lado, en
la alita. Ella vive con nosotros y nos canta en la madrugada. También está
esta paloma que está en todas partes, que es buena para ensuciarse, pero
también adorna el paisaje. Y así. En la Torre del Campanario conviven las
lechuzas y en la puesta de sol tú las escuchas a las lechuzas; son amigas
del hombre porque controlan un poquito las ratas. No hay que hacerles
nada, no hay que hacerles daño. En el día andan cernícalos, tipo rapiñas;
nosotros les decimos cernícalos pero vayan a saber qué variedades son.
También hay un tipo de águilas en la Cordillera; andan sobrevolando el
espacio buscando un lagarto o un ratón. Y cuando están en pleno desierto,
ellas pasan por encima de uno, da vueltas ahí.

¿Cuáles son los mitos, historias y leyendas relevantes para poder


entender la historia del norte, del desierto y en especial del altiplano?

Un mito, una leyenda. Bueno hay una fiesta ahí en La Tirana que está basada
en un mito, una leyenda de la Ñusta, que se convierte al cristianismo. Ese
es un mito, una leyenda. No hay una certeza fehaciente que eso realmente
fue así, pero sí hay una certeza que es una leyenda, un mito, que la iglesia
lo adapta, lo adopta, lo adapta y lo hace suyo y en eso se fundamenta la
fiesta del Carmen en La Tirana. La leyenda de la Ñusta que se convierte
al cristianismo. Que parece que mueren a flechazos los dos amantes por
la situación.
Los mitos que se dan en todo el orbe, en China, en Rusia o en lo que sea,
tengo la impresión mía, propia, y creo que debe ser así, son mitos que
están dentro de dejar valores en los niños, para que ellos sean respetuosos,
sean obedientes, una forma de fortalecer los valores en el ser humano.
Porque hoy en día los muchachos salen a la 1 de la mañana de la casa a la
calle, y son niños de 10, 12 años. Hasta muy tarde están ahora los lolitos en
al calle. Antes no, antes lo niños cuando estaban en el ocaso, los papás les
contaban cuentos, mitos, a un modo de controlarlos, y ahí está el cuento
de la viuda, el cuento de la novia, del muerto, del caballo con dientes de
oro y un montón de cosas, de la bruja que anda con la escoba volando. Y
acá mito de la viuda. Se apagaba la luz a las once de la noche y ya tenían

196
Anexos documentales

que estar todos en sus casas porque sino después salía la viuda. El Sanjuán
desnudo que es un viejito de medio cuerpo que flota en el agua, no tiene
pies, un hombre con barba y chupalla, y si un niño se baña ahí después de
la puesta de sol sale el sanjuán desnudo entonces te da un miedo, pero un
miedo sano de respeto a la voz del papá y eres obediente. Está más que
nada en ese sentido.

¿Y en el Altiplano?

En el Altiplano las mismas cosas, pero allá tienen más cuentos.


El tiempo de paz que vive el ser humano, el tiempo de paz es tiempo
para crear. Y el ser humano del norte en el altiplano es un ser humano de
paz, de una quietud espantosa, de un silencio profundo. Y bueno, allá en
algunos momentos del año ya a las 4-5 de la tarde hay que estar refugiados,
las temperaturas bajan bruscamente, entonces ahí tienes tú un asunto
de la arquitectura real ya en lo que es una habitación, con sus ventanas
pequeñas y la cocina en el medio de la pieza y con las camas al lado.
Ahora fui a Lirima y había una casa moderna, nueva, con sus cerámicas,
un refrigerador espantoso. No es para eso ¿no? Había que instalar ahí
esas estufas eléctricas. Pero esas casitas antiguas de pajita, de barro, te
abrigaban del ambiente de afuera, te entrabas a este cuartito y es como un
iglú; ya estabas en el calorcito por la cocina y todo.
Bueno y en esos tiempos de paz, luego de guardar el rebaño, de haber
labrado, viene la creatividad. A tejer, a tejer con colores, a teñir, a hilar,
escarmenar, ¿verdad? Y hacer ropa, hacer tejidos, mantas, aguayos, trajes,
pantalón, camisas, chalecos, sombreros o gorros, guantes, medias, viene la
creatividad, en el silencio viene la creatividad. Y entre esas cosas están los
cuentos, los cuentos de lo que ellos mismos han apreciado y observado en
el día a día. El cóndor, está el cuento del cóndor, del zorro, del sapo, de
la garza, de la chinchilla, del quirquincho y van sumando estas leyendas,
cuentos. Que están relacionados con su hábitat, con el quehacer. De dónde
salió la quínoa. Entonces, “¿abuelito, de dónde salió la quínoa?” Porque
los niños todo preguntan, no? Entonces ahí viene el ingenio del abuelo
o de la abuela: “Ah, las plantó el zorro” “¿Cómo las plantó el zorro?” Y
ahí le cuentan: que el cóndor tenía una fiesta arriba con todas las aves. Y
el cóndor se lavaba las patas. Al zorro le llama la atención que el cóndor
se lave las patas y le pregunta, y el cóndor le responde “es que tengo una
fiesta allá en el cielo y tengo que ir limpio”. Llévame le dice el zorro.
“No, tú no puedes ir para allá”, pero fue tanta la porfía del zorro, tanta la
astucia, que el zorro se subió al lomo del cóndor y lo llevó a la fiesta. Y allá
al cóndor le tocaba granear o cocer la quínoa. Entonces, dijo el cóndor,
mientras están todas las aves danzando en la fiesta, dejo al zorro cociendo
la quínoa y yo me voy a bailar también. Y le advirtió. El zorro encantado
“¿Y se come?” Claro le dice el cóndor. Encantado el zorro, por comida
cualquier cosa, lo que más le gusta el buscar comida. Así que el zorro se
puso a hacer lo que le correspondía al cóndor mientras éste su iba a bailar
al vuelo. El zorro astuto se comió bastante quínoa cruda para llevar para
abajo y comer siempre. Terminó la fiesta y el cóndor se trajo al zorro. El
zorro venia con la guata llena de quínoa. Entonces el cóndor cuando viene
planeando viene bajando, dando vueltas y en esas vueltas se mareó el zorro
y empezó a vomitar. Por lo que la quínoa empezó a caer por todos lados,
llegó la quínoa al suelo y después llegó la lluvia. Porque la quínoa aquí no
existía, la quínoa existía en el cielo no más. Acá no había, y el zorro la trajo
de esa forma acá.
Y muchos cuentos así, muchos cuentos. Tendrías que ir a escucharlos de
ellos. Yo te cuento éste que escuché así. Pero hay muchos otros cuentos,
muchos otros cuentos. Como ese del zorro que invitó a almorzar a la

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

garza. El zorro podía pasar la lengua en el plato y se comía todo de un


viaje, pero la garza no. Entonces la garza invitó al zorro y le sirvió en una
botella larga, y ahí ella se comía todo de un viaje, feliz ella y el zorro no
tanto.
Son cuentos que también hermosean el paisaje, el cuento, la literatura, la
leyenda, los mitos y cuantas cosas. Ahí tenemos cosas para entretenernos.

¿Usted ha visto un despoblamiento del Altiplano?

Eso no se ha visto, eso es. Una realidad.

¿Y a qué se debe?

Se debe a lo que ocurre en todo el mundo. Eso es por un tema del


desarrollo del ser humano, ahí va asociado educación, economía o
empleo. Va asociado clima, va asociado calidad de vida. Un sinfín de
cosas va asociado ahí. En los campos de Chile la gente empezó a irse a las
grandes urbes. Y tenemos explosiones demográficas en todas las grandes
ciudades. En estos últimos tiempos hay ciudades que han cuadruplicado
su población y eso lleva a un tema de congestión urbana, situaciones de
poblaciones, tomas de terreno, etc. Cuentos de nunca acabar. Si erradicas
una población con 2000 viviendas, vuelves a tener. Ahora en esta partes
si erradicas a los ambulantes que están en centro, sacas mil, los instalas
con una feria, a la vuelta tienes nuevamente mil ambulando. El comercio.
Cuento de nunca acabar. Porque la gente se va a estos centros a buscar
fuentes de trabajo, la educación, los liceos, las universidades están en
estas ciudades. Entonces los papas tienen que bajar con los niños; ellos
también sueñan con ser algo en la vida, profesionales, entonces tienen
que instalarse allá. Las universidades no han ido a instalarse allá y si es una
escuela es mediocre; por las distancias, los recursos. Entonces la gente
opta por bajar, por descender de la Cordillera, o del campo trasladarse a
las ciudades, por esa razón. Como también muchos ciudadanos aspiran a
irse a otros países por economía, calidad de vida. Ya ves que acá en Chile
hay un desarrollo económico estable, lo que hace que vengan avalanchas
de ciudadanos de países vecinos como Bolivianos, Argentinos, Peruanos.
Arriba a veces no hay lluvia, hay sequías. Bajan, bajan a buscar la vida de
comercio. Transportistas, comercio. Y de esa forma obtienen su vivienda.
Incluso algunos no quieren regresar. Acá estamos con 32 grados, 35 grados
de temperatura, y allá arriba están con 10 bajo cero en la madrugada.
Igual la gente ama sus tierras, ama sus cosas. Ahora vuelven de forma
esporádica, cuando hay una festividad. Como carnaval, o las cruces, o
floreo de sus animales, situaciones así. Se llaman fiestas patronales, fiestas
de santos. Y suben también una vez al mes, dos veces al mes, al día o a
dos días para ver sus animales, ver sus cosas, pero sus altos porcentajes
de residencia son en los pueblos de la costa, Arica, Antofagasta, Iquique,
o donde tenga desarrollo. Es así. Y eso de algún modo los hace perder
identidad, la lengua, la vestimenta. Pero ya están en otros ritmos de la vida,
por lo tanto sus usos y costumbres se van diluyendo. Se van mermando.
Ya el niño llega a la cordillera a observar lo que hace el papá y el abuelo;
poco participa de eso. Y ahí es cuando se habla que se pierde la identidad.

¿Y este despoblamiento tiene alguna relación con las grandes


empresas que han llegado?

No. Es de antes, es de mucho tiempo. No hay que echarle la culpa de todo

198
Anexos documentales

a las empresas, son malas pero no tan malas.

¿Y de qué manera cree usted que ha influido la llegada de la


minería al Altiplano?

La minera no ha influido en nada. La minera llegó a instalarse no más,


a instalarse a hacer lo suyo. Porque me estás hablando en el contexto
de la gente…

No, de todo, en el contexto natural, de la gente…

La minera claro, la minera te… no creo en la palabra influir, la presencia


de la minera te lleva a otro contexto de la vida del altiplano. El mismo
altiplánico ve una posibilidad en la minera como fuente de trabajo. De
mejorar sus ingresos. Por lo tanto busca empleo en la minera y deja a la
mujer en el pastoreo y cosas similares, en el agro y en fin, el se va a buscar
otros ingresos. Y podríamos decir que la presencia de la minera arriba
lleva al hombre del altiplano a negociar con la minera. Y un permanente
negocio en cuanto a temas de agua, de tierras, medioambiente. Y aquí
es donde las mineras tienen toda una estrategia para sobrellevarse en
buenas con el altiplano y se pone una empresa caritativa. Tiene una
estrategia, para estar ahí desarrolla una estrategia. Usa estrategias para
acercarse, allegarse. Y estrategias que de algún modo le traen beneficios
al hombre, a la familia. Pero también hay un costo. Trastorno del
paisaje, modificación de algunas cosas ahí como los vehículos, el polvo.
La presencia misma allá. La minera ahí te trae un trastorno del paisaje.

¿Y en relación a los humedales, al agua? ¿Usted ha visto el


trastorno del que se habla: que se secó Michincha?

Claro. Si tú miras una política de manejo que si el bofedal baja el nivel,


le echamos agua. Del agua del pozo que está ahí. Entonces tú vas
a Michincha o vas a Huantija y puedes ver ahí la laguna, o también
llamada Lagunillas, que tiene los pozos de Cerro Colorado que toman
esas aguas y las mandan a la planta de Mamiña. Pero estos pozos, este
efecto embudo que hacen de chuparse al agüita, hace un daño a este
bofedal. Cuando ven que baja el nivel del agua, que aquí la sal la acusa
al tiro, baja entonces se abre la válvula y sube el agüita. Se ve bien, se
ve normal, pero porque le están inyectando agüita. Entonces ahí uno
protesta. Claro, la presencia de la mina arriba trae modificaciones, trae
trastornos. Y de allí puede que no sea grave, pero veamos en verdad
el manejo. Quién dice que el agua que viene de la vertiente es de una
calidad, y el agua que sacas del pozo es de otra calidad y que eso le
afecta.

¿Usted lo ha visto en el tema de las aves migratorias?

Claro, he ahí donde a nosotros nos falta nivelarnos a la estrategia que


tiene la minera de tener todo este equipo multidisciplinario para hacer
los seguimientos y hacer los proyectos y hacer los informes de acuerdo
a ese equipo. Pero a nosotros nos falta como ciudadanos un equipo
paralelo que pueda decirles no tienen razón o sí tienen razón. Ahí está
la debilidad de esta sociedad. Eso es lo que no está.
Y a veces la minera, como estrategia dice le pagamos a la sociedad para
que haga la investigación, ellos mismos pagan, entonces determinan.
Lo que yo escucho, lo que se observa es sobretodo con estos proyectos
de expansión de las mineras.

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

En resumidas cuentas, dicen que estas mineras están para 20, 30, 50 y 100
años, qué va a pasar realmente con esto a futuro. Ni ustedes van a estar.
Qué vamos a dejar a los que vienen detrás de nosotros.

¿Como cree que estas mineras podrían transformarse en un aporte


al paisaje?

Trabajando en conjunto. De verdad con la comunidad. Trabajando en


conjunto. No digo que han mentido, no me arriesgo a eso, pero para que
sea más veraz, permitir un trabajo en conjunto. Y a veces acá también
los departamentos, oficinas del Estado, son un poquito dejadas de sus
funciones. Todas estas instituciones que antes eran COREMA, CORAMA,
no se las ve, no se las ve haciendo mediciones. Si las hacen son un montón
de informes reservados. Me parece que hay que trabajar más con el común
de la gente, a nivel de la gente; de repente te enrollan en una terminología
científica que te deja ahí medio colorado. Hay que comunicarlo al pueblo,
a la gente. En cuanto a las mediciones de las aguas, las temperaturas, en
cuanto a la cantidad de aves, de especies; ha crecido, ha bajado, las aguas
aumentan, bajan. Estas dependencias del Estado uno las ve como… Tiene
que haber un roce, cuando la minera quiere expandirse como que asoma el
problema, y ahí nos acordamos de lo que estamos hablando. Pero después
los días pasan, la minera está tranquilita arriba; pero, tiene que como
generarse un conflicto para ver realmente que estamos con un problema.
Pero en cuanto a esto de la medición, del análisis, de la evaluación, la
planificación, debiera ser en conjunto. Un municipio comprometido
también. Los municipios son cojos, no tienen un buen andar. Por lo
mismo, no cuenta con la infraestructura, no cuenta con la estructura, ni
físico, ni humano, nada. Son muy débiles estos municipios. Todos estos
municipios de acá son débiles.
Entonces, ahora a este municipio llegó una niña de medioambiente.
Profesión de medioambiente Pero más allá… Está solita, nadie sabe
donde está, con quien trabaja, con quien se reúne. No sabemos qué esté
ocurriendo. Qué está ocurriendo arriba no sabemos. No hay un política,
entre comillas, de manejo de medio ambiente, macro. A ver qué pasa con
la minera, con sus aguas, con sus vehículos, qué pasa con sus baterías, con
sus neumáticos, con sus aceites.
“No señor, si nosotros los aceites los dejamos arriba de un tambor y los
vamos a dejar a tal parte porque ahí se recicla para tal cosa”
“Ah perfecto, está bien, un siete”.
Qué pasa con los neumáticos:
“No señor, nosotros los neumáticos los mandamos, los exportamos a
Estados Unidos, allá los ocupan para otras cosas.”
“Ah, qué bien, no están botados acá, un siete.”
Lo mismo con la basura, no la están botando acá y todos quedan conformes.
Tiene que ser más participativo. Y eso así, crea estos roces, estas desconfianzas.
Nos damos la mano pero hay desconfianza, hay desconfianza. Y entre los
seres humanos es muy complejo el tema. Hay unos que por sacar partido,
aprovechamiento, les hacen vista gorda. Y autoridades también, por sacar
partido todos hacen vista gorda. Las políticas se han manejado así., las
empresas hacen lobby. Con el lobby te aceitan, te comprometen. Estas
empresas haciendo lobby allá en el Senado. Están a la puerta ahí, sobando
el lomo. Te tientan para que los puedas favorecer con la mano alzada en el
voto. Este asunto de la licitación del mar, para las termoeléctricas. Estos
capitales son especialistas para esos lobbies. Y no sólo en Chile, en todas
parten hacen esos lobbies. Y de allí que esta humanidad, para que se salve,
necesita de hombres que no se vendan ni se compren. Esos hombres es
lo que la humanidad necesita. Porque estos mundos capitalistas, llevan

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Anexos documentales

a la humanidad a conflicto. Estos grandes monopolios capitalistas, son


dueños de todo, son dueños de todo. Y son capaces de generar cualquier
cosas para ellos vender sus productos. Las grandes cadenas farmacéuticas,
las líneas aéreas, las empresas mineras, las transnacionales. Entran a un
río con una cantidad de bulldozers y dan vuelta al río; o meten la sonda
al fondo de la tierra, sacan el petróleo y contaminan todo lo que está al
lado. Barren con todo. Estos son daños que se le hacen a la tierra en todas
partes de Sudamérica, en todas partes del mundo. Países más desarrollados
sí tienen quizás un tipo de control. Más serios en sus leyes y sus cosas.
Pero anda allá a Bolivia, anda a Colombia, anda a Nicaragua, a ver donde
se bota la basura. O allá en los pueblos de Centroamérica, en el lecho del
rio se bota la basura. Nuestro Mapocho, se llevaba todas las aguas servidas
para abajo. O estoy mintiendo? Y los campos se regaban con esas aguas
servidas.

Es que si la gente no sabe, no conoce lo que esta pasando es muy


difícil que digan algo al respecto.

Claro, y ahí volvemos al tema del paisaje.

Le quiero hacer una última pregunta que va muy dirigida a mi


tesis ¿En qué medida podría ser un aporte para la región y para la
comunidad de Pica, la construcción de una ruta para la gente que
construya un sistema de redes entre estos humedales altoandinos?
Una ruta que vaya haciendo paradas en estos humedales y que
incluya también los territorios perturbados por la minera; que la
gente pueda conocerlo, puedo verlo. Que se rescate el patrimonio
natural, el patrimonio humano-histórico y también el patrimonio
industrial, de las mineras –que si bien no es patrimonio ahora, en
algún minuto podría serlo, como las salitreras.

Esa palabra, desgraciadamente va a estar siempre en el pensamiento; de


querer hacer las cosas partiendo de ahí, ¿no? Que es rescatar. Cuando
hablamos de rescatar es porque algo se ha perdido. “Hay que rescatarlo a
éste; se metió a las drogas, vamos a ver como lo rescatamos.” Y rescatarlo
cuesta mucho. Porque a veces ni siquiera se puede rescatar, es caso perdido.
Entonces qué se puede rescatar, qué hay que rescatar. Los Aymaras hablan
de rescatar la lengua. ¿Por qué rescatar la lengua? La perdieron. Hay cosas
que quizás ya no se van a rescatar porque somos seres humanos en estado
de evolución. Siempre las cosas se modifican. Por esos los viejos siempre
dicen “Antes las cosas eran así”, y en todas partes antes eran así. Bueno
ahora son diferentes. Lo importante es que dentro de este desarrollo,
de esta evolución, se pueda conservar la identidad. Se pueda conservar
esa identidad. Más que rescatar podemos conservar lo que tenemos.
Conservar es más fuerte quizás. Cuando se habla de instruye, instruye
al niño; instruye parece que esa palabra, instruir, es más fuerte, es más
profunda. Instruir. A veces como que enseñar es más liviano. Como te
lo explico, viene el profesor, te pasó la materia y si entendiste, entendiste;
pero él enseñó, enseñó. El instruir como que queda. Entonces hay que
instruir a la gente respecto de su patrimonio. Hablemos ya entendiendo
que hay que enseñar el patrimonio, hay que enseñar la identidad, hay
que enseñar de los bofedales, hay que enseñar, hay que instruir acerca de
cómo funciona esta humedal. Cómo funciona, desde cuándo, qué hay, qué
conlleva este humedal en su interior. Por qué vive ese animalito allí. Qué
come ese animalito, etcétera. Todas estas cosas. Hay que hablar, hay que
hablar de identidad, hay que hablar de patrimonio.
Hay que instruir de esto, y quizás no ahí mismo llegando al Salar, antes.

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

Que la ruta hable…

Que la ruta hable, ¿verdad? Hable. “Usted ahora se dirige hacia tal
humedal, en tal humedal éste es el asunto.” Crear conciencia. “Ahí no se
deja plásticos, envases, etcétera, etcétera, etcétera.” “Traiga su desecho de
vuelta y después lo deposita donde corresponde.”
Necesitamos que la gente antes de llegar al bofedal o al humedal vaya ya
informada, vaya ya instruida. Ya vaya preparada. Quizás va a llegar a conocer
un paisaje, todo un entorno maravilloso. Pero ya va con conocimiento de
que ahí no puede hacer tales cosas, en fin. Ya sabe que no puede entrar
con el vehículo hasta el bofedal, tiene que respetar el estacionamiento…

Y para eso tiene que existir estacionamiento o una zona delimitada


para esto. Porque en el Salar del Huasco entiendo que existe…

Claro, tiene que existir. No puedes tener un tambor de basura ahí porque
estás invitando a que dejen la basura. Collahuasi por ahí tiene tambores
de basura, quizás con la buena intención, pero ya eso está invitando a
dejar basura ahí. Ahora si dejas la basura ahí, quién saca la basura. Nunca
nadie la sacó. Vino el viento, dio vuelta el tambor y toda esa basura se fue
al humedal. Entonces instruir “ahí no se deja nada de basura.” Cosas así.
Para velar por el cuidado de éste paisaje. ¿Tú has visto cuando vas por el
camino de Iquique a Humberstone? Pusieron unos fierros con unas bolsas
de basura. Ahí se quedan colgando las bolsas de plástico. Claro, te da una
cosa fea al paisaje. Ahora imagínate, si no están esas bolsas… Una botella
plástica que botan en pozo Almonte, el viento la va a dejar a la cordillera.
Yo en el desierto veo cómo viajan las botellas con el viento. O arriba veo
cómo van los plásticos volando con él. El manejo de la basura. No sólo
allá sino que en todos los basurales de las comunas. Qué pasa con la basura
en Iquique, Alto Hospicio, en Pozo, Pintados, en Pica. Porque todo esto
afecta arriba.

¿Y falta infraestructura para conocer estos lugares? Por ejemplo,


para que la gente no pise el bofedal, que hayan pasarelas, un sector
de sombra…

Falta, falta. Ahora solamente vamos a la conciencia de la persona. Pero


la gente no tiene conciencia. Hay gente que empieza a caminar y si tú le
dices “Oiga señor no puede caminar” “Qué sabi vo’, qué te importa a vo’”.
Entonces ahí falta un asunto de presencia, presencia. De una institución,
un guardaparque, guardabosque que esté ahí permanente quizás. En estas
cosas que son santuarios, cosas que hay que resguardar.

¿Pero son todos santuarios? ¿Todos de alguna manera están


protegidos? ¿Michincha está protegido, Coposa?

No, no todo está protegido. Pero los que están protegidos no tienen
personal. No están allí. Por lo menos haciendo la ronda permanente, en el
día por lo menos.

¿Y para usted tienen que estar protegidos los otros?

Tiene que estar todo protegido. Lo que pasa con los geoglifos acá. Yo te
voy a mostrar un tema de geoglifos. Cómo están. Entonces tenemos que
instruir acerca del patrimonio, geoglifos, cerros. Estos niños que se lanzan
con los jeeps, las motos, por un cerro, te dejan la herida ahí en el cerro, te

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Anexos documentales

dejan feo el paisaje. Después tienes que estar rescatando al cerro, tienes
que estar borrando esto. De aquí que se habla del Dakar, cómo daña el
paisaje.
Repito e insisto, hay que enseñar, instruir acerca del patrimonio, porque
esto es un patrimonio natural. Además que nosotros somos una parte
importante dentro del contexto patrimonial del Estado. Está el patrimonio
de Isla de Pascua, están las Torres del Paine, tenemos Chiloé, la zona
central y el norte, que es un aporte inmenso a este contexto de paisaje, de
patrimonio del Estado. Por lo tanto tenemos una responsabilidad y velar
por cuidarlo.

¿Y sobre los Incas, y la Ruta Inca en esta zona? ¿Realmente hubo una
ruta que pasó por acá? ¿Pasa por los humedales? ¿Qué elementos de
arquitectura o de marca han quedado? Y que se deban reconocer y
valorar en este paisaje.

(Dibujo) Cuzco-Santiago de Chile. Cordillera, cordillera intermedia, en


fin. Todo este territorio, en el contexto de Sudamérica y en el mundo total.
Nosotros tenemos claro que en este territorio nuestro muchas patitas
caminaron. En este contexto, acá en Lima, muchos ciudadanos caminaron.
De algún modo llegaron a habitar esto. Y esto empezó a interrelacionarse.
Y tenemos por acá un Tiahuanaco. Estos comienzan a ordenar un poco
el imperio del 400 al 1400. Mil años están estos tipos acá ordenando y
dominando. Pica va, viene ahí. Pero acá hay un montón de pueblitos
compañeros que se relacionan con Pica y entre sí. Se van relacionando,
formando una cadena. Y así finalmente de este imperio Tiahuanaco
comienza otro dominio, comienza a sustraerse todo esto y a usar estas
rutas y formar un eje de camino. Y esto es lo que se llama el camino del
interior que va hasta Santiago. Pero no sólo tiene esa ruta sino que tiene
otra ruta que va por el otro lado de los Andes. Va por el altiplano, por el
oriental y occidental. Y usa también estas rutas, esta red, tela de arañas,
las usa. Entonces camino del Inca… Si hablamos del Inca hablamos del
1400-1450, recién aparece el Inca. Pero antes ya habían más cosas. Y antes
de los Tiahuanaco quizás habían otros también. Entonces el Inca hace uso
de este tema de conectividad y comunicación. Todo esto deja rasgos, va
dejando rasgos. Incluso se dice que Santiago está sobre un asentamiento
Inca. El Pucará, el edificio no se cuanto. Evidencia de esto. Y, entre
comillas pongámosle ruta del Inca, por el dominio que ejerce, la estructura
política, todo. Pero es una huella que viene de mucho antes. En algunas
partes hay quizás una obra de arte que está hecha en la ladera del cerro
con piedras, que se llaman pircas o tapias, que hacen tipo un puentecito
para facilitar el paso. Otros son largas hileras muy bien conservadas, de
piedra, que se puede decir que es una obra de arte del Inca. Y después de
los Incas tenemos el período colonial. Almagro baja por un lado de la ruta
de la cordillera, pero sube por el camino interior. Y Valdivia, basado en la
experiencia de Almagro, conocedor ya de la ruta, debe haber pensado que
no era bueno irse por allá y llegó por donde regresó Almagro.

Entonces hoy en día se está trabajando la ruta del inca. Y a nosotros como
comuna nos corresponde, en la provincia del tamarugal, que va desde el
Loa hasta Camiña, porque después está la provincia de Arica y Parinacota.
Deben ser unos 300 kilómetros de ruta. Y nosotros como comuna de Pica
somos la mejor posicionada de esta ruta, somos mejores posicionados
que Pozo, que Camiña y que todos en esta ruta. Estamos más cerca de la
conectividad mayor que es Iquique, estamos a una hora. Ahora las rutas
están en contexto de caravanas, en contexto de geoglifos. A través de la
ruta hay muchos libros para leer. Como el arte rupestre, conectividad de

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

pueblos, unos con otros, caravanas, comercio, economías, tributos, toda


una cantidad de libros que hay para leer. Ahora estas rutas fueron primero
por una patita muy liviana. La almohadilla, muy liviana del llamito. Después
llega el caballo con herradura, más pesado el animal, entonces hace surco.
En este momento la ruta, en algunas partes puede que sea un senderito,
pero ya en pampa abierta son mucho mayores. El español con el caballo
fue surcando estas huellas. Y después ya no es agrícola sino que minero.
Entonces el caballo viene cargado con metal. Y no viene un solo caballo,
sino que viene con cincuenta mulas, cincuenta caballos. Hasta las carretas
entran por esas rutas. Es más marcada, son verdaderas carreteras.
Entonces hay varios tramos de camino, uno que va en el interior y otros
dos por el altiplano.

Entonces Pica tiene una segunda ruta paralela que va por la parte
altiplánica de la comuna.

Sí. Y se unen en la región de Antofagasta, cerca de San Pedro. Llegan


juntas a Copiapó.
Incluso en la parte altiplánica se hizo, en la época del presidente Lagos
se hizo el Sendero de Chile. El altiplano es una ruta abierta, una franja
angostita. De la cordillera occidental para abajo es muy desgraciado el
camino. Y luego está la ruta de pie de monte.

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Anexos documentales

Entrevista a Maximiliano Mamani


Miércoles 22 de enero 2014 15:00 hrs.

¿Cómo usted ve este paisaje del altiplano, qué significa para usted?
Qué elementos relaciona usted con este territorio.

Lo que usted quiere saber, se está enfocando a lo que es realmente la


cosmovisión andina. Y al hablar de ese tema, todo es un todo. Al decir eso
digo: todo está relacionado. La madre tierra junto con el agua, por algo se
le dice Pachamama. Una madre viviente que produce lo que uno siembra.
Cómo es tan bondadosa la madre tierra que nos da esos productos junto
con la energía del sol.
Por lo tanto, dentro de la cosmovisión andina hay dos elementos que están
en juego: la madre tierra y el padre sol, que nos da la energía. Y dentro de
esos están ahora los otros elementos, digamos, más de diario vivir, los que
habitamos; el ser humano, los animales. Y para nosotros los animales, para
el hombre andino, también son nuestros hermanos, nuestros amigos. Los
queremos, conversamos. Si uno de ellos se muere, también lloramos. Por
lo tanto, eso encierra el vivir del hombre andino.

Y dentro de su arquitectura, sus casas siempre están orientadas con la


puerta hacia la salida del sol, hacia el naciente. Y eso viene de una tradición
oral, de generación en generación, en que nuestros abuelos nos cuentan que
cuando el mundo recién se estaba formando era un caos, había oscuridad.
Pero no esa oscuridad de la noche de hoy que es fría. Y donde el hombre,
el ser humano estaba acostumbrado a vivir. Una oscuridad como esa de la
amanecido, no completamente oscuro. Y dicen que, había un cuento que
decía que “no, hagamos las casas con la puerta hacia el naciente porque
dicen que el sol va a salir del poniente – usando términos que se usan hoy
– y nos va a quemar. Y las hicieron así, con las puertas hacia el naciente.
Pero toca el caso que el sol nació del naciente.
De esa leyenda muy antigua, que ha venido de generación en generación,
es que nuestras casas estén siempre orientadas hacia la salida del sol. Es
una característica. Y la segunda es que sus casas siempre van a tener dos
alas – techo a dos aguas – para poder facilitar la caída del agua de la lluvia.
Y se techan con paja para que escurra el agua y no pase al interior de la
casa.

¿Qué otros elementos me podría nombrar de la arquitectura del


altiplano?

El hombre andino ha sabido usar bien sus recursos naturales. Para las
paredes usaron el adobe, para pegar el adobe usaron el mismo barro, para
los cimientos las mismas piedras del lugar, para el techo usaron la paja
brava, para los tijerales usaron los palos de queñoa, los palos de cactus. O
sea que el hombre andino supo usar todo lo que estaba a su alcance, los
elementos naturales. Hoy, lamentablemente, el hombre andino empezó
a usar elementos como la madera pino insigne, techos de alas grandes,
calaminas – zinc - y al hacer alas grandes como en la ciudad el viento lo
levanta. Al ser techo de calamina de día son muy calurosas y de noche muy
heladas.
Entonces lo que ha faltado de la escuela de la nueva escuela de arquitectura
es que, por qué si ésta es la arquitectura indígena y ésta es la arquitectura de
escuela, de universidad, el ser humano se trasladó completamente a ocupar
los elementos de acá, de la universidad. Y trajo un vacío. Yo considero
que hoy debe unirse éste conocimiento (indígena) más éste conocimiento

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Red de Humedales Altoandinos. Estrategias de Activación en un Paisaje Alterado

(arquitectura universitaria) y sacar algo claro.

¿Por qué considera usted que se ha despoblado el altiplano? Y ¿qué


ha implicado para este paisaje el despoblamiento?

El despoblamiento de las áreas rurales no es un fenómeno de Chile, es


sudamericano, americano y a nivel mundial. Por lo tanto no podemos decir
que hay una causa que está acá no más. Pero podría decir que en nuestra
cultura andina todo tiene su tiempo y su espacio, hay que considerar eso.
Recordemos un poco la historia universal: Roma fue grandioso con su
poderío militar y económico con los césares, Egipto con los faraones, el
imperio Persa de igual manera. Pero ¿quiénes persisten hasta el día de hoy?
Todo lo que se levanta tiene que caer, sí o sí. Por lo tanto, las políticas que
se han trazado a nivel mundial, que viene de alguna escuela americana o
de Europa, es de potenciar las grandes ciudades, porque hay mejor acceso
para los barcos en los puertos, y crear una ciudad donde estén todos los
servicios. Pero no pensaron en que este asunto va a llegar a un momento
en que va a colapsar. Por la misma política.
La carretera Panamericana, que unió de Alaska a Puerto Montt, tenía
que hacerse primero por los faldeos de la Cordillera de los Andes. Que
facilitara hacia ambos lados los caminos de penetración. Pero el poderío
económico fue más fuerte y no lo hicieron.
Hay causas así.

Pero ahora, que va a pasar con la instalación de las grandes mineras en la


cordillera, con los residuos que están botando, con los químicos. Quebrada
Blanca, Cerro Colorado, Collahuasi. En cincuenta años, todo eso va a
llegar a las napas de la Pampa del Tamarugal y de ahí están tomando agua
los habitantes de las grandes ciudades. Tal como le dije: todo tiene su
tiempo y su espacio.
Acá la cordillera está despoblada. Nosotros somos una comunidad,
tenemos terrenos, tenemos vertientes de agua. Y toda la gente de estos
pueblitos que hoy en día parten a Iquique por la educación, la salud, el
trabajo, cuando la ciudad colapse, todos van a mirar hacia la cordillera y
querer repoblarla. Todo tiene su tiempo y su espacio. Toda cosa cumple
su ciclo.

¿Cómo cree usted que la minería puede transformarse en un


aporte a este paisaje altiplánico? ¿De qué manera podría unirse
materialmente a una ruta altoandina?

intervenciones que han hecho ahora han sido cancha de fútbol con
pasto sintético, sede social con piso de cerámica, está bueno, pero si ese
señor tuviera un conocimiento cultural y el poblador hubiese tenido un
empoderamiento territorial y cultural, vuelvo a lo anterior, podrían haber
unido esas dos ideas y hacer algo acorde. Entonces a la minería le hace
falta profesionales indígenas que conozcan este tema, que lo sientan de
adentro. Que sepan que las cosas son así porque así ha sido la arquitectura
nuestra, de milenios que ha sido así.
Eso es lo que yo creo que está faltando.

En el gobierno de Ricardo Lagos se hizo un esfuerzo grande por hacer el


Camino del Inca, la ruta altiplánica. Está intervenido porque ahora minera
Collahuasi tiene ese sector pero ellos iban a dar las facilidades para que
los autos pasaran. La meta era llegar a Cuzco, visitando todos los pueblos.

En ese tiempo los alcaldes de acá de la cordillera, junto con los alcaldes de

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Anexos documentales

Bolivia y Perú hicieron una alianza porque esta ruta los implicaba a todos.

A este proyecto no se le ha dado la prioridad política. Se cambia de


gobierno y el proyecto quedó ahí. Nosotros tuvimos mucha fe en este
proyecto. Muchas familias se interesaban en hacer piezas para recibir
turistas. Pero ahí quedó el proyecto, nadie más dijo ni pío.

Y yo creo que a eso está apuntando usted y está muy bueno porque de esa
manera se podría ayudar al repoblamiento de esos pequeños poblados. El
repoblamiento en un proyecto así está implícito.

¿Qué sabe usted de Michincha y Coposa?

Los hombres andinos vivían en esta cordillera como nómades. Yo conocí


a los últimos habitantes del Salar de Coposa. Cuando llega la empresa
minera Collahuasi a instalarse en estos sitios se tomaron todo el territorio;
y este señor que antiguamente vivía ahí, como no tenía documentos, tuve
que quedarse fuera no más. Lo único que quedan sus casitas ahí, de la
familia Flores Mamani.

¿Qué particularidad tiene cada uno de estos humedales, cuál es su


sello?

Coposa fue un humedal muy bueno para la crianza de llamo y alpaca.


Porque ahí un forraje muy apetecido por las ovejas y los llamos. Se
encuentra alrededor del humedal.
Michincha de igual manera cumple esas condiciones.

Huasco tiene una particularidad que es que hacia el naciente hay sal.
Nosotros mismo íbamos a buscar sal ahí, para poder usarlo para las comidas
diarias. También fue un lugar de pernoctación para las grandes caravanas
de llamos que venían de Potosí hacia Pica. Además tiene bastante agua,
un agua dulce. Es un humedal que guarda mucha historia de sufrimiento,
muerte, de pernoctación.
Este era un humedal que tenía mucha Vicuña. Pero llegó una empresa de
Calama que sacó la llareta para combustible de las casas de los inglesas en
Chuquicamata y mató todas las vicuñas para vender la carne y su lana. No
había ley. Eso fue en los años cincuenta y sesenta.
Hoy en día están protegidas por ley y las mineras las cuidan.

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