La mitología Griega

El primer referente a la mitología griega que nos viene a la cabeza

como generación, es Hércules . Las ninfas cantando, Megara,
Pegaso, Phil y un genial Hades han invadido nuestro imaginario al
grado de pensarles primero al escuchar la palabra "Grecia". Pero la
mitología que vio nacer a este héroe es mucho más amplia que un
personaje divertido y con talento para el canto y la fuerza como lo
pintó Disney. Su historia y la de sus ancestros es tan extensa que
podríamos pasar la tarde entera leyendo sobre ellos y hallar mucho
más que canciones.

La mitología griega tiene como protagonistas de sus historias a

hombres, mujeres, monstruos, semidioses, reyes y guerreros, así
como intrigas, celos, desgracias, venganzas y sentimientos que les
llevan a mover cielo, mar y tierra para lograr su cometido, sea cual
fuere. Pero existen algunos héroes que sobresalen de los demás.
No importa si es por sus batallas, sus amoríos, sus traiciones o sus
dones, ellos forjaron a Grecia y si somos observadores, entendemos
que aún rigen el mundo.
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Zeus

Siendo hijo de Cronos y Rea, tenía todo para triunfar y en efecto,

logró ser más poderoso que ellos dos, al grado que la mayoría de
sus descendientes fueron grandes guerreros y poderosas mujeres.
Sin embargo, su nacimiento estuvo a punto de ser su mayor
desgracia. Se dice que Gea y Urano le habían revelado a Cronos
que uno de sus hijos lo superaría, así que, lleno de envidia y enojo,
se devoraba a cada uno de sus hijos. Rea, en su intento por acabar
con el hambre de poder de su esposo, se refugio en una cueva para
el nacimiento de Zeus.

Posteriormente le dio a Cronos una roca envuelta en pañales que

devoró sin piedad. Ante ello, el pequeño Zeus fue escondido en una
montaña en la que fue criado por una ninfa llamada Amaltea, quien
le contó su historia y una vez adulto, se dirigió hacia los aposentos
de su padre con quien tuvo una épica batalla que, eventualmente,
ganó Zeus.

Desde entonces, es el padre de los hombres y los dioses ya que

gobernaba el Olimpo como si fuese un rector protector de todos.
Supervisaba cada movimiento que se hacía dentro del lugar y
gobernaba en cada rincón. En la actualidad, Zeus sigue siendo
adorado en Grecia a pesar de la oposición de la Iglesia Ortodoxa.
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Hermes
Hermes está encargado de transmitir mensajes de los dioses, el
ingenio y la buena suerte que estos otorgan. Por ello, se encarga de
guiar las almas de los difuntos por el camino correcto, poniéndoles
algunas pruebas. Pero es también el encargado de ayudarlos a no
fracasar en el recorrido.

Zeus, su padre, al verlo fuerte, joven y ágil lo posicionó como el

patrón de los Juegos Olímpicos; lo que derivó en la protección a los
jóvenes y la belleza. A pesar de que de eso se encargaba Afrodita,
Hermes era un hombre armonioso y proporcionado, tal vez por la
constancia con la que practicaba deporte. Pero uno de sus favoritos
era, sin duda, practicar sacrificios sin olvidarse de dar un trato digno
a los animales ofrecidos, en especial las ovejas, que proveían a los
humanos una cosecha y ganado más abundante, por lo que hasta la
fecha, en algunas regiones de Grecia se le rinde culto a su figura.
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Hera

Fue una de las hermanas de Zeus que su padre había devorado, por
lo tanto, al ser rescatada se rindió ante él. Éste, al verla débil y
hermosa la tomó como esposa —una de tantas—siendo por mucho
tiempo, la más bella de las diosas, hasta que nació Afrodita y le quitó
su puesto. Hera era la más celosa y obsesiva con su esposo, por lo
que la joven Afrodita no estaría a salvo.

Se cree que fue eso precisamente lo que hizo de Hera la Gran Diosa,
ya que a pesar de que Zeus tenía otras conquistas, siempre prefirió
a su hermana, pues seguía sus consejos y en ocasiones se
convertían en órdenes. Por ello, era la encargada de cuidar los
matrimonios y bendecirlos con ganado. No obstante, Zeus la hería
constantemente por lo que decidió dejar de lado su labor como
protectora de la vida y los matrimonios y se unió a otros como Apolo,
Atenea y Poseidón para rebelarse en contra de su marido. De este
modo, encadenó al dios en su lecho y lo torturaron con uno de sus
más grandes poderes: el rayo. No obstante, al liberarse, encadenó
a la diosa en el cielo con yunques y esposas de oro. Luego de un
gran suplicio la liberó y acordaron un tratado de paz en el que Hera
siguió protegiendo a las familias en la Tierra.

A ella se le adjudica el templo más grande que se haya visto en

Somos, en donde se hallaron ofrendas y esculturas en su honor.
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Poseidón

Fue hermano mayor de Zeus, por lo que estuvo a punto de ser

tragado por su padre y liberado por su hermano. No obstante, su
madre logró salvarlo de la desgracia y fue criado por los Telquines
en Rodas. Cuando creció y Zeus fue en busca de su padre, Poseidón
se le unió en la aventura y al derrocarlo recibió los mares. Fue
entonces que conoció a Anfítrite, una ninfa con la que tuvo dos hijos,
aunque fue padre de una larga descendencia con otras mujeres.
Muchas de ellas fueron violadas, como Medusa, y a cambio
recibieron castigos de otros dioses o esposas de Poseidón.

Para no sentir culpa convirtió a muchos de sus hijos en humanos,

concediéndoles dones poco usuales, como fuerza extrema y una
inteligencia extraordinaria. Su reino marino era poderoso y capaz de
derrotar a todo aquel que se pusiera en frente, incluso a sus
hermanos. En la actualidad se cree que cuando el mar crece es
porque el dios está celebrando alguna hazaña, así que más que
temer hay que festejar.
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Afrodita

Es la diosa del amor y la belleza, hija de Zeus. Muchos hombres y

dioses pretendieron ser sus amantes y disfrutar del cuerpo y dotes
hermosos de la diosa, pero ella siempre los hacía luchar para
conseguirlo. Se dice que nació adulta de la espuma, por lo que su
carácter suele ser serio, es vanidosa y se presenta como una diosa
ególatra, capaz de generar guerras en su honor. Para evitar esto,
Zeus la casó con Hefesto, el dios del fuego quien era el único que
no estaba del todo interesado en la bella mujer, además de ser muy
feo. El dios del fuego era un ser cansado de la vida y trataba de
sobrellevar la suya y ahora, la de Afrodita también.

No obstante, cuando Hefesto vio la envidia que causaba a otros

hombres, se sintió el más feliz del Olimpo y le forjó joyería y mandó
a hacer ropas exquisitas, mismas que la volvían aún más irresistible.
Sin embargo, ella estaba enamorada de Ares con quien tuvo un
romance. Su esposo les puso una trampa, la cual salió mal y en lugar
de condenarla a la infelicidad y la burla, fue aún más admirada.
Desde entonces, es sinónimo de belleza y fertilidad.

En la actualidad se le considera una de las diosas más importantes

y es la favorita de los enamorados, quienes deben agradecerle con
ofrendas si ella logra concretar sus romances.
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Ares

La guerra era su especialidad; es la representación de la brutalidad

y la violencia, la sangre, la muerte y el goce de todo ello. Siempre
mantuvo enemistad con su hermana Atenea, que era la imagen de
la meditación y el amor. Aunque siempre creyó ser hijo de Zeus, se
piensa que Hera lo tuvo luego de tocar una flor, por ello y su carácter
agresivo. Nunca confiaron en él, ni los dioses ni los hombres, por lo
que para causar aún más miedo, enviaba enfermedades a la Tierra.

Esto fue motivo para que los hombres le rindieran culto —quizá
excesivo— repleto de ofrendas y ceremonias. De hecho se sigue
celebrando un festival anual, en el que por mucho tiempo no se le
permitió la entrada a mujeres debido a que no tenían la fuerza
necesaria, según los seguidores del dios.
Tenía un inmenso amor por Afrodita, con quien tuvo un amorío que
fue expuesto a todo el Olimpo por Hefesto, el esposo de la diosa.
Ocasionando que éste escapara con la diosa a Tracia, aunque ella
tuvo que volver al lado de su esposo. Sin embargo, Ares, no dudó
en continuar con su amorío, pero la guerra era aún más importante
para él, por lo que en una de las peleas entre dioses, Tifón se
enfrentó con Zeus y Ares, al no conseguir el triunfo sobre el padre
de todos, huyó a Egipto en dónde se convirtió en un pez
temporalmente, por ello, en aquel país también es venerado.
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Apolo

Hijo de Leto y Zeus, casi muere en manos de Hera, ya que celosa

de la paternidad de su esposo con otra mujer, trató de evitar que
Leto diera a luz al bebé. No obstante, otros dioses la persuadieron
y dejó que naciera el hijo de Leto, pero la condición era que lo hiciera
en otro lugar que no fuera ni la Tierra ni el cielo. Así, Leto llegó a
Delos, una isla flotante en la que nació Apolo quien con sólo cuatro
días de vida mató un dragón.

Así que al crecer pidió un arco con flechas infestadas de

enfermedades que lazó sobre sus enemigos. Aún con ello, se cree
que Apolo es un dios bondadoso y que piensa en otras razas como
los humanos, tan es así que tuvo un romance con una mortal,
dejando descendencia en la Tierra. También tuvo amantes
masculinos, destacando Jacinto, un joven espartano que fue
asesinado por otro amante del dios, Céfiro. De la sangre de Jacinto
creó la flor que lleva su nombre y de ahí nace el tradicional Festival
de Jacinto que se conmemora cada año.

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Artemisa

Nació junto a Apolo, pero es un poco mayor que él. Fue secuestrada
por Hera quien la torturó de sobremanera, llevándola a buscar
refugio en su padre, Zeus. Ante ello, la pequeña niña le pidió al dios
7 deseos entre los que se encontraba ser la protectora de las
mujeres al momento de dar a luz. De igual forma le solicitó ser una
aguerrida combatiente y tener un coro y ninfas que la protegieran a
ella y su arco.

Otro deseo fue permanecer virgen por mucho tiempo, hasta que
conoció a Hipólito, de quien se enamoró. No obstante, no logró tener
más acercamientos, debido, en parte, a su amor por la lucha y la
guerra. De este modo, asesinó a Adonis y a Acteón quienes
presumieron ser mejores cazadores que ella.
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Entre más aprendemos de la mitología griega más creemos que aún

nos rige. Guerras, amoríos, venganzas y celos son los protagonistas
de la historia, como en casi cualquier otra cosmogonía. Pero es
también un reflejo de la vida diaria, misma que se ha encargado de
darle al mundo real un poco de fantasía o creencias como los dioses
griegos que influyen en la actualidad del mundo.